Está en la página 1de 52

Bienvenida

Bienvenida o bienvenido al curso Uso de las tres R... El objetivo de este


curso es que te informes sobre el significado y la importancia de cada
una de estas palabras: «reducir», «reutilizar» y «reciclar». Aunque la
mayoría de la población está familiarizada con el término «reciclar»,
pronto vas a saber que esta es solo una de las opciones y no la más
importante. En este curso aprenderás los fundamentos de cada erre y
verás con ejemplos de la vida cotidiana dónde poner en práctica estos
principios. Notarás que es sencillo, no requiere gastos ni insumos y
resulta muy gratificante. El curso está dirigido a cualquier persona que
quiera adquirir hábitos sustentables. Esperamos que consigas
desarrollar la observación y la creatividad para consumir
responsablemente, mejorar la gestión de tus residuos y minimizar el
impacto ambiental en todos los aspectos de tu vida.

Introducción
Reducir, reutilizar y reciclar son las tres erres fundamentales para
un modo de vida sustentable, porque aluden a cómo disminuir la
cantidad de recursos que consumimos y de residuos que tiramos. Si
bien cada una ataca el problema en una etapa diferente, las tres son
necesarias. Y es que se trata de:
- reducir la cantidad de residuo que generás,
- reutilizar los artículos tanto como puedas antes de reemplazarlos,
- reciclarlos cuando las opciones anteriores no sean posibles.
El curso está organizado en cinco unidades. La primera introduce la
problemática, te presenta las consecuencias del sistema lineal de
consumir y descartar, y te propone una encuesta para calcular tu
«huella ecológica». Con esto tendrás un diagnóstico y un punto de
partida para mejorar tus hábitos de consumo y gestión de residuos. En
las unidades 2, 3 y 4 profundizaremos cada uno de los principios de las
tres R, sus desafíos y las soluciones que ya existen. En la unidad 5 vas
a conocer otras erres de la sustentabilidad como rechazar, rediseñar
y reparar, que son tan importantes como las anteriores. A lo largo de
todo el curso te plantearemos ejemplos prácticos de la vida cotidiana
donde aplicar estos conocimientos.
La ambición del curso es que adquieras una nueva mirada sobre tu
consumo —y el de tu familia—, que te impulse a cambiar viejos hábitos
por otros nuevos y sustentables. Es normal que algunos generen al
principio resistencia, y hay otros que quizá ya los llevás a cabo. Como
sea, ¡el cambio está en tus manos!

PROGRAMA

Bienvenida

Introducción al curso y descripción de los contenidos

Unidad 1
• El problema de los residuos. ¿Qué es la basura? El concepto
#LaBasuraNoExiste. El impacto de los vertederos en el ambiente.
• Origen de las tres R y la economía circular
• Ciclo de vida de los productos. La huella de carbono. ¿Qué es
la obsolescencia programada?
• Nuestra huella ecológica
• La pirámide de las cinco R. Incorporando otras R al plan.
• Enlaces y recomendaciones para seguir fuera de la
plataforma

Unidad 2
• ¿Qué implica la R de reducir? Criterios para aplicarla en tu
vida diaria.
• Reducir el uso de recursos: energía
• Hábitos sustentables en la casa
• Actividades propuestas
• Enlaces y recomendaciones para seguir fuera de la
plataforma

Unidad 3
• El concepto de reutilizar, un llamado a la creatividad
• Reparar es revolucionario
• Reutilizar textiles
• Reutilización de recursos: el agua
• Reutilización de muebles
• Actividad propuesta
• Enlaces y recomendaciones para seguir fuera de la
plataforma

Unidad 4
• ¿Qué es el reciclaje? Los beneficios de reciclar. ¿Quiénes lo
hacen?
• ¿Qué cosas se reciclan y cuáles no? El plástico. Residuos
especiales.
• Desafíos y soluciones en torno al reciclaje
• Acciones en el hogar. ¿Qué podemos hacer en casa? Clasificar,
separar, compostar.
• Enlaces y recomendaciones para seguir investigando
fuera de la plataforma

Unidad 5
• R de rechazar. El mejor residuo es que no generamos. Ejemplos
de artículos a los que hay que decir que no.
• R de rediseñar y repensar. Repensar el uso del plástico.
Rediseñar inspirados en la naturaleza. Plásticos de origen
vegetal.
• Cómo integrar las tres R en el trabajo, la cocina, la
alimentación, los festejos.
• Recomendaciones y enlaces para seguir fuera de la
plataforma

Cierre
• Síntesis y recapitulación del curso
• Recomendaciones de lectura, video y enlaces a
legislación, organizaciones, etc.
Unidad 1

Bienvenida o bienvenido a la unidad 1. La situación actual de la humanidad en el


planeta es frágil y todas las personas juntas debemos hacer un cambio urgente.
Hablar de sustentabilidad puede y debe abarcar diferentes temáticas como energía,
biodiversidad, cambio climático, desarrollo económico y social, recursos naturales y
más. En este curso nos vamos a centrar en dos aspectos sobre los que podemos
actuar inmediatamente: nuestro consumo y nuestros residuos.
En esta unidad vas a descubrir las consecuencias del sistema lineal de consumo y
descarte, y algunas de las alternativas propuestas. También tendrás disponible una
encuesta para calcular tu huella ecológica, lo que te permitirá realizar un diagnóstico
que puede ser un punto de partida para mejorar tus hábitos de consumo y tu gestión
de residuos.

El problema de los residuos

«Pensamos que podemos comprar y fabricar un camino que nos saque de una crisis
que ha sido provocada, precisamente, por la fabricación y la compra de cosas».
Greta Thunberg

Nuestro sistema de consumo y gestión de residuos actual es


principalmente lineal.
Esto significa que extraemos recursos naturales (petróleo, madera,
agua, gas, aluminio, etc.), los transformamos en bienes o alimentos y
los desechamos mayormente por enterramiento o incineración.
Este sistema está en crisis, ya que no puede operar infinitamente en
un planeta con recursos finitos. Con este modelo lineal no solo no
devolvemos a la tierra lo que le sacamos, sino que además, al
concentrar los residuos en un solo lugar, impactamos negativamente
sobre el ambiente.
Si no lo hiciste, te recomendamos leer el libro —o ver el documental—
La historia de las cosas, de Annie Leonard, que tiene diez años de
publicado y lamentablemente no solo sigue vigente, sino que muchos
de los problemas que trata se han agudizado.
En la Argentina cada persona genera por día un promedio de 1,03 kg
de basura, lo que para el total de la población representa 45.000
toneladas, con una concentración de 17.000 toneladas en la Ciudad de
Buenos Aires y alrededores. Esto tiene una carga económica,
energética y ambiental con muchas implicancias.
Cuando la tiramos toda junta es basura, pero si miramos con atención
dentro de la bolsa, se estima que la mitad de ese kilo diario lo
componen los residuos orgánicos, un cuarto, los materiales reciclables
y el otro cuarto, materiales no reciclables. Es decir que si tiramos todo
junto es basura, pero si lo separamos ¡son recursos!

¿A dónde va a parar tu basura?


En el mejor de los casos a un relleno sanitario, pero también hay
basura que se incinera y otra gran parte (los plásticos en particular)
viaja arrastrada por los cursos de agua hacia el mar. Un caso
emblemático es la «isla de plástico» (al final de la unidad te dejamos
el enlace al documental), aunque en la Argentina también se
encuentran playas cubiertas de basura plástica.
El relleno sanitario es un espacio destinado a la disposición final de los
residuos sólidos urbanos (RSU). Esta tecnología confina la basura en
un área lo más estrecha posible, la compacta para reducir su volumen
y la cubre con capas de suelo en forma diaria.
Su base está impermeabilizada, sus límites controlados y hay control
y recolección de lixiviados —que son los líquidos residuales,
generalmente tóxicos, que se filtran desde los vertederos hacia el
subsuelo—. Como estos rellenos sanitarios están llegando a su límite
de saturación, aumenta el costo de disposición, debido a que cada vez
hay que llevar la basura a lugares más lejanos de los centros de
recolección.
En la mayor parte del territorio argentino esta tecnología no está
disponible —principalmente por los altos costos y por la escala—, y se
estima que para el 35,5 % de la población es reemplazada por
vertederos controlados (delimitados y con control en el ingreso de
residuos y de personas) o basurales a cielo abierto sin control ni
técnicas de saneamiento.
Estos tienen graves impactos locales y afectan la salud de las
poblaciones aledañas, los cursos de agua superficial y subterránea.

¿Qué es el efecto invernadero?


Es el fenómeno natural que permite a nuestro planeta mantener una
temperatura media de 15º C. Los gases atmosféricos retienen parte de
la energía que la superficie planetaria emite tras haber sido calentada
por la radiación solar, mientras que otra fracción es liberada al espacio
nuevamente. Este delicado balance hace posible la existencia de la vida
tal como la conocemos. Sin embargo, como resultado de nuestras
actividades (industria, agricultura, deforestación, etc.), la proporción y
la cantidad de esos gases se modificaron y la temperatura global está
en aumento. Esto provoca lo que llamamos «cambio climático», que
tiene muchos efectos secundarios, no solo el calentamiento global.
Los gases que debemos evitar seguir mandando a la atmósfera son el
metano (CH4), el dióxido de carbono (CO2) y el óxido nitroso (N2O).
Los vertederos no solo dañan el ambiente a escala local, sino también
global. En el mundo son de hecho la tercera gran fuente de emisión de
metano de origen antropogénico (producto de la actividad humana) y
representan el 11 % del total. Este gas de efecto invernadero es
veinticinco veces más potente que el dióxido de carbono. Además,
también se generan emisiones durante su traslado.
Si bien existe una legislación con metas progresivas, los gobiernos
tienen la responsabilidad de liderar las acciones. Sin embargo, el
cumplimiento de los objetivos no puede lograrse sin la participación
social en todas las formas posibles y en todas las fases de la gestión
integral de residuos sólidos urbanos.
Para finalizar esta sección, te invitamos a hacerte dos preguntas:
¿Existe la basura en la naturaleza? ¿Por qué crees?

Origen de las tres R y la economía circular

Ahora realizaremos un muy breve recorrido sobre la historia del uso de


las tres R.
En un informe de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo titulado «Nuestro futuro común» (1987), se definió el
«desarrollo sostenible» como «la satisfacción de las necesidades de la
generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones
futuras para satisfacer sus propias necesidades». El desarrollo
sostenible emergió entonces como el principio rector para el desarrollo
mundial a largo plazo. Consta de tres pilares y trata de lograr de
manera equilibrada el desarrollo económico, el desarrollo social y la
protección del medioambiente.

Las tres R de la ecología


Durante la cumbre del G8 en junio de 2004 el primer ministro de Japón
presentó la iniciativa de las tres erres, que busca construir una
sociedad orientada al reciclaje. Un año después los principales líderes
de la comunidad internacional se reunieron para planificar acciones
relacionadas con las tres erres, y la organización ambientalista
Greenpeace se encargó de popularizarla.
La regla de las tres erres, más conocida como «las tres R de la
ecología», se refiere a la inicial de las palabras «reducir», «reutilizar»,
«reciclar».

Economía circular
Con los años, a estos principios se sumaron otros como «rechazar»,
«rediseñar», «repensar», y surgió una propuesta más abarcadora que
es la economía circular. Se trata de una filosofía de organización de
sistemas inspirada en los seres vivos que persigue el cambio de una
economía lineal (producir, usar y tirar) a un modelo circular, tal y como
ocurre en la naturaleza.
Necesitamos transitar hacia una economía circular, que cierre el ciclo
de los productos y reducir considerablemente el impacto sobre el
medioambiente. (Si te interesa saber más sobre el tema, al final del
curso te dejamos algunos enlaces útiles).
La propuesta es dividir los componentes de los productos en dos grupos
generales: nutrientes biológicos y técnicos.
Los nutrientes biológicos son biodegradables, se pueden introducir en
la naturaleza después que su valor de uso ya no sea rentable. Ejemplos
de estos nutrientes son los tejidos de algodón, los materiales plásticos
biodegradables, el jabón, la madera, etc.
Los nutrientes técnicos son los componentes tecnológicos no
degradables y que por ello se reutilizan una y otra vez sin entrar en la
naturaleza. Estos componentes se diseñan para ser ensamblados y
desmontados un gran número de veces, lo que favorece la reutilización
de materiales y el ahorro energético. A modo de síntesis te
proponemos ver el siguiente video realizado por la Fundación Ellen
MacArthur: Repensando el progreso: La Economía Circular.
Esta propuesta no supone que la próxima vez que se rompa tu
lavarropas tengas la responsabilidad de desarmarlo y reutilizar las
partes. Se trata más bien de un cambio colectivo, una invitación a
crear, a repensar, a incluir en la ecuación el final de vida de un producto
y a cambiar por la noción de que en todo hay recursos y que la basura
no existe. Lo podemos hacer como ciudadanos y ciudadanas que velan
por el cumplimiento de las normas y la existencia de leyes acordes a
estos cambios. También modificando nuestras prácticas de consumo
para beneficiar con nuestra compra a las empresas que defienden esta
visión; desde la producción o el diseño, repensando los productos e
insumos con que realizarlos; desde la docencia, si estamos a cargo del
aprendizaje de terceros. Todos y todas desde nuestro lugar podemos
contribuir al cambio. En lo inmediato, si ponés en práctica las R que
verás en este curso, ya estarás aplicando principios de la economía
circular.

Ciclo de vida de los productos

¿Qué es el ciclo de vida de los productos?


Te acercamos este concepto con el objetivo de ampliar la visión hacia
nuestro consumo, ya que no es suficiente con que algo sea «reciclable»
o «biodegradable». Existen muchas etapas a lo largo de la vida de un
artículo y cada una tiene un impacto diferente sobre el ambiente.

Entonces debemos empezar a ver las cosas que compramos


considerando este impacto desde:
- la extracción y el procesado de materias primas;
- la fabricación y manufactura;
- el embalaje y la distribución;
- el uso y mantenimiento;
- el fin de la vida.

¿Escuchaste hablar de la huella de carbono?


La huella de carbono es un indicador que mide el impacto de una
actividad o producto sobre el calentamiento global. En este sentido,
cuando comprás un artículo, cada etapa de su ciclo de vida tendrá un
gasto energético y por lo tanto los valores de dióxido de carbono
equivalentes que emitió (CO2). Como vimos, el CO2 es un gas de efecto
invernadero y su exceso provoca calentamiento global.
Del mismo modo, si una etapa requiere el uso de agua limpia o
contamina cuerpos de agua, tendrá su equivalente llamado «huella
hídrica». Siempre es deseable que tenga la menor huella posible.

Obsolescencia programada
Existe un término un poco difícil de memorizar pero que una vez que
lo conozcas te vas a indignar tanto como nosotros. Nos referimos a la
«obsolescencia programada». Pero ¿de qué se trata? La obsolescencia
programada es la programación de la vida útil de un producto para que
se vuelva inútil en el tiempo que determinen sus fabricantes. Se lo
puede limitar, por ejemplo, a una cantidad de usos.
La lógica es garantizar que las personas que los consumen compren
los productos en múltiples ocasiones en lugar de una sola vez. Se
incrementa entonces la demanda y la venta es continua.
Pregunta: ¿hay en tu casa algún electrodoméstico con más de cuarenta
años? En muchas casas nos maravillamos por alguna licuadora,
cafetera o incluso heladeras, que eran de nuestros tíos o abuelos y
siguen funcionando maravillosamente.
¿Eran acaso más inteligentes los ingenieros y diseñadores de hace
cuarenta años o hay otro objetivo? En este sentido, hay un cambio
interesante para generar y es que quienes fabrican los productos se
responsabilicen económicamente por los residuos que generan. Si esta
norma existiese, quizás revisarían el diseño de sus productos para que
la mayor parte de sus componentes fuese reutilizable o reciclable.
Algunos ejemplos: muchos dispositivos como notebooks,
reproductores de MP3 y tabletas programan su obsolescencia a través
de las baterías. Cada vez menos objetos dan la opción de cambiar la
batería y, cuando esta se agota, tenemos que deshacernos del artículo
entero.
Si el tema de la obsolescencia programada es de tu interés y querés
profundizar, al final de la unidad te dejamos el enlace a un documental
producido por la televisión española.

Nuestra huella ecológica

Globalmente estamos enfrentando las consecuencias de nuestra forma


de producir, consumir y descartar. Nuestro ambiente sigue
deteriorándose a pesar de los compromisos y metas de los Estados.
Continúa la pérdida de la biodiversidad producto de la degradación de
los ecosistemas, los cambios en el uso de la tierra, la contaminación,
la tala y la caza; siguen mermando las poblaciones de peces, la
desertificación avanza cobrándose cada vez más tierras fértiles. Ya se
hacen evidentes los efectos adversos del cambio climático: los
desastres naturales son más frecuentes y más devastadores. Y los
países en desarrollo se han vuelto más vulnerables, en tanto que la
contaminación del aire, el agua y los mares sigue privando a millones
de seres humanos de una vida digna.
La desigualdad económica entre países dificulta los acuerdos
El consumo desmedido basado en la explotación del petróleo y sus
derivados ha estado afectando el clima planetario, pero no todos
contribuimos de igual manera. Cuanto más consumimos, más
emitimos. El análisis comparativo de la huella de carbono entre países
mostró que el promedio anual per cápita era de 1 tonelada de CO2 en
países africanos como Malawi y Mozambique, y 30 toneladas en los
Estados Unidos y Luxemburgo. Por otra parte, en los países pobres los
que más contribuyen a la huella de carbono son la alimentación y los
servicios, mientras que en los países ricos, el consumo de productos
manufacturados y el transporte. Es decir que si tenemos que recortar
en algún tipo de consumo, ¿cuál sería, en tu opinión?

La huella ecológica
La huella ecológica es un indicador que mide la porción de tierra
necesaria para la vida del ser humano en relación con su consumo. Es
decir, la capacidad de la tierra, medida en hectáreas, para absorber los
residuos generados por una persona según la porción del planeta que
le corresponde.

Te proponemos calcular tu huella ecológica.


Entrá al recurso desarrollado por la UTN (Universidad Tecnológica
Nacional), Facultad Regional Mendoza, completá el cuestionario y
conocé cuáles son tus impactos al ambiente.

Accedé al calculador.
http://www.frm.utn.edu.ar/cliope/yupi/

La pirámide de las cinco R

El término «reciclar» se ha instalado de una manera muy efectiva en


la sociedad y, al hablar de ambiente o ecologismo, muchas veces surge
como la primera solución. Este término parece haber desplazado a las
otras dos flechas del triángulo.
A continuación, veremos que tiene más sentido considerar el triángulo
clásico de las tres R como una pirámide, debido al orden jerárquico
interno que mantiene. Además, se le fueron sumando otros principios.
Estudiaremos entonces la pirámide de las cinco R. Recordá que el
objetivo siempre es reducir la cantidad de material que enterramos
cuando hacemos la disposición final.

A lo largo del curso vamos a ir detallando cada una. Esperamos no


haberte desanimado con todo lo visto en esta unidad. Nos parece
necesario abrir los ojos para actuar con convicción. El «ambientalismo»
no es una moda y lo que hagamos tendrá un impacto. ¿Estás dispuesta
o dispuesto a empezar?

Enlaces y recomendaciones para seguir fuera de la plataforma

- El video Isla de basura en el Pacífico, en el siguiente enlace:


https://www.youtube.com/watch?v=Yd5RNwmLQ8w

- Explorer Investigation: La ruta del plástico, de National Geographic:


https://www.youtube.com/watch?v=KfDfl03-a-o.
El documental describe cómo los plásticos que arrojamos al mar los incorporan los
peces y esto afecta drásticamente a sus poblaciones y pasa a nuestra dieta.

- El portal de noticias e informes sobre actualidad medioambiental de las Naciones


Unidas, ONU programa para el medioambiente:
https://www.unenvironment.org/es/resources?f%5B0%5D=topic%3A20
Recomendamos la lectura de «La trayectoria de la temperatura global anual amenaza
con romper el umbral de 1.5 ºC», en dicho portal:
https://www.unenvironment.org/es/noticias-y-reportajes/reportajes/la-trayectoria-
de-la-temperatura-global-anual-amenaza-con-romper.

- El libro de Annie Leonard (2010). La historia de las cosas: de cómo nuestra obsesión
por las cosas está destruyendo el planeta, nuestras comunidades y nuestra salud. Y
una visión del cambio. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. O la versión
documental web: https://www.youtube.com/watch?v=ykfp1WvVqAY&vl=es.

- El libro de Braungart, M. y McDonough, W. (2005). De la cuna a la cuna. Madrid:


McGraw-Hill.

- El documental Comprar, tirar, comprar. Obsolescencia programada. Crítica al


sistema de producción en el que los objetos están diseñados para durar menos y
vender más:
https://www.youtube.com/watch?v=uGAghAZRMyU.

- La nota periodística «Francia investiga a Apple por “obsolescenica programada” con


los iPhone»:
https://www.diarioinformacion.com/vida-y-estilo/tecnologia/2018/01/08/francia-
investiga-apple-obsolescencia-programada/1975548.html.

- La nota de El País sobre un diagnóstico ambiental actual, con enlaces a las fuentes
del pedido de la ONU de implementar medidas urgentes para evitar la catástrofe
medioambiental:
https://elpais.com/sociedad/2019/03/12/actualidad/1552409167_549272.html.
Unidad 2

Venimos de la unidad 1 con mucha información, a partir de ahora se trata de pasar


a la acción. En esta unidad y en las que siguen el contenido será propositivo, y
esperamos contar con tu entusiasmo para ir incorporando conceptos y hábitos.
Comenzaremos por «reducir», dado que si prestás atención a esta R, el residuo no
se generará y no tendrás que reutilizarlo ni reciclarlo luego. Te vamos a compartir
algunos consejos para repensar tus compras, un enlace a un simulador de consumo
energético y sugerencias para reemplazar artículos descartables por otros duraderos
y sustentables.

¿Qué implica la R de reducir?

«Hemos inventado una sociedad de consumo, y la economía tiene que crecer,


porque si no crece es una tragedia. Inventamos una montaña de consumo
superfluo y hay que vivir comprando y tirando, y lo que estamos gastando es
tiempo de vida. Porque cuando yo compro algo, o tú, no lo compras con plata, lo
compras con el tiempo de vida que tuviste que gastar para tener esa plata». José
Pepe Mujica

La manera más efectiva de reducir tu cantidad de residuos es


no generarlo. Por eso, este principio lo aplicamos previo a la compra
o adquisición del artículo. Como viste en la unidad anterior, las cosas
tienen un ciclo de vida con etapas que requieren mucha energía y
muchos recursos para que lleguen a tus manos.
Seguramente conocés y empleás en tu vida cotidiana la relación
calidad-precio a la hora de elegir y comprar cosas. Reducir requiere
que incorpores una nueva relación: calidad-costo ambiental. Si no
conocés el impacto de un artículo, podés hacer búsquedas en internet
o discutirlo con otras personas.
Pero podés empezar por lo que sí sabés, ¿cuántos usos le vas a dar?
Si son muy pocos, la idea es que no lo compres, y ese es el momento
de poner en acción el ingenio y la creatividad para pensar cómo lo
podés reemplazar.

¿Cómo podemos reducir la cantidad de basura que producimos?


Esta R es muy importante porque te aliviana las tareas posteriores, ya
que si no generás ese residuo, no tendrás que pensar en su
reutilización ni en su reciclaje o disposición final.
¡Es fácil! ¡Es un juego de estrategias!
- Comprá solo lo que necesitás. Este punto es central en el
razonamiento de consumo sustentable: dejar de comprar cosas
innecesarias. La publicidad, los Hot Sale y Black Friday, las fechas
comerciales como el Día del Padre, el Día de la Madre, nos pueden
tentar al consumo, que supone mucho más que comprar por necesidad.
Estas campañas pensadas para vender no te cuidan a vos ni al planeta
ni a las generaciones futuras.
Como resultado de reducir el consumo de cosas, tendrás más espacio
en tu casa, podrás disponer de ese dinero para otras actividades como
aprender, viajar, contribuir con alguna causa, o quizás te des cuenta
de que no necesitás tanto dinero como pensás.

- Elegí productos sin packaging (envoltorio, empaque, embalaje).


Prestá atención antes de comprar, fijate qué artículo tiene menos o
ningún embalaje y qué tipo de envoltorio usa (tela, plástico, celofán,
cartón, telgopor).

- Comprá a granel. Esto significa que podés llevar tu propia bolsa y


que para venderte ese producto suelto no hay una industria del
empaque detrás. En los mercados locales de abastecimiento, ferias o
dietéticas vas a encontrar esta opción.

- Comprá local. Cualquier producto que venga de lejos tendrá


asociada una alta huella de carbono. La Argentina es un país extenso
y centralizado, lo cual hace que los productos viajen muchos
kilómetros. Intentá buscar la opción local, que muchas veces existe y
no lo sabemos. Cuando alguien diga «importado», a menos que venga
en un barco a vela, ya podés imaginarte las emisiones de dióxido de
carbono que requirió. Ya sean papayas del Caribe o soquetes de China,
lo mejor es reducir ese consumo.

- Cuando el envase es inevitable, preferí un solo artículo de más


volumen a muchos pequeños del mismo producto. Si el envase
es retornable, mucho mejor.

- Buscá artículos reutilizables. A partir de hoy queremos que


«descartable» sea una mala palabra. Durante algunos años la vimos
como una novedad y una ventaja, ya que nos resuelve lavar, cargar,
etc., pero la verdad es que a largo plazo no resuelve nada. Prueben
asociarla a su connotación negativa: ¿te gustaría ser descartable? ¿Hay
algo realmente descartable en la naturaleza o existen ciclos?

- Cuando llegue la hora de tirarlos, reemplazá artículos cuya vida


útil sea corta por otros similares pero con menor impacto. Lo
óptimo es que sean biodegradables o, por lo menos, reutilizables y, en
última instancia, reciclables. Un buen ejemplo es el de la esponja para
lavar los platos: esa gomaespuma (poliuretano) no es degradable, dura
unos meses y mientras se va rompiendo libera pequeñísimas fracciones
que llegan a los cuerpos de agua y al mar.
Este artículo lo podemos reemplazar perfectamente por la esponja
vegetal, que es el fruto de las plantas del género Luffa). Resulta muy
eficaz para limpiar, no libera microplásticos y al final se descompone.

- Pedí prestado, alquilá, ofrecé o compartí los objetos de uso


menos frecuente como elementos deportivos o de camping, decoración
de fiestas, herramientas, muebles.

Reducir el uso de recursos: energía

Reducir no aplica únicamente al consumo de productos


manufacturados. Como viste en la unidad anterior, los servicios y los
alimentos también contribuyen a la huella ecológica.

Para reducir el consumo eléctrico podés:


- Apagar las luces de los ambientes que no se estén usando.
- Desconectar los electrodomésticos.
- Si vas a comprar un aparato eléctrico, que sea de alta eficiencia.
Existen siete clases de eficiencia energética, que se representan de la
letra A a la G, donde la A es la clase más eficiente. Respecto de un
consumo medio, los artefactos eléctricos clase A consumen
aproximadamente un 50 % menos de energía y los clase G, un 25 %
más.
Edenor, empresa de suministro eléctrico, ofrece un simulador de
consumo (https://simulador.edenor.com/) que te invitamos a probar.
Es un ejercicio interesante: al hacerlo, debés pensar cuántos
electrodomésticos hay en tu casa, cuántas horas los usás, si son
eficientes o no, y cuánto aporta cada uno a tu consumo mensual.
¿Lo hiciste? ¿Hubo algo que te haya sorprendido? ¿Podés proponerte
algún cambio para mejorar?

Respecto al consumo de combustible:


- Si tenés que hacer distancias cortas, evitá el auto; usá la bicicleta o
caminá. Si no tenés bicicleta, averiguá si en tu ciudad hay un sistema
público de transporte que las provea. Algunos municipios que ya
ofrecen este servicio son: la ciudad de Mendoza; Rosario, San Lorenzo
y Santa Fe (Santa Fe); la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Escobar
(Buenos Aires).

- En general, la bicicleta es líder en movilidad sustentable. Además de


no consumir combustible, andar en bicicleta tiene muchos beneficios,
ya que reduce el estrés asociado a conducir un auto o usar transporte
público en horas pico. Llegás rápido —porque no dependés de
embotellamientos o demoras en servicios—, realizás ejercicio aeróbico,
lo cual es bueno para el corazón, y te ponés en forma tonificando
músculos y mejorando la postura. Y también ahorrás considerables
sumas de dinero.

- Si vas solo o sola, utilizar el transporte público es mejor que el auto.


Aunque compartir el auto también es otra forma de reducir. Existen
grupos en Facebook y apps para que las personas publiquen el viaje
que harán o necesitan hacer y quieren compartir. Carpoolear, por
ejemplo, es una plataforma segura para buscar y publicar viajes
compartidos dentro de la Argentina. Grativiajes es un grupo de
Facebook con 147.000 miembros también pensado para compartir
viajes.
- Si está en tus planes viajar en avión, considerá que es el medio que
más aporta a los gases de efecto invernadero. La aviación contribuye
con alrededor del 2 % de las emisiones de carbono del mundo.

El consumo de energía en la cocina:


- Si vas a hervir algo, tratá de usar la mínima cantidad de agua. Menos
agua hierve en menos tiempo, lo que requerirá menor cantidad de
energía (gas, electricidad o leña).

- Observá que la hornalla utilizada corresponda al tamaño de la olla o


sartén; si es más grande se desaprovecha mucho del calor y, por lo
tanto, la energía.

- Cuando puedas, cociná con la olla o sartén tapada: así reducís la


pérdida de calor, cocinás más rápido y usás más eficientemente la
energía. Este también es un buen motivo para usar ollas a presión,
justamente, para los alimentos que requieren mucha cocción.

- Respecto del horno hay tres cosas para tener en cuenta: una vez que
esté prendido y caliente, tratá de cocinar varios alimentos; intentá no
abrirlo durante la cocción para evitar pérdidas de calor; y apagalo cinco
minutos antes de terminar la cocción, así aprovechás el calor residual.

Hábitos sustentables en la casa

En la primera sección de la unidad te compartimos los criterios para


reducir con creatividad en los ámbitos de tu vida donde lo veas posible.
En esta sección te ofrecemos más ejemplos para poner en práctica este
principio.

- Cuando hagas tu compra de frutas y verduras, elegí la verdulería de


tu barrio en vez del supermercado, porque podés ir con tu propia bolsa
de tela y, una vez pesadas, llevarte las frutas libres de plástico. En
cambio, en los supermercados necesitás bolsas individuales para pesar
cada tipo de fruta. En este sentido, preferí siempre los alimentos
sueltos a los que vienen en bandejas con film y telgopor.

- Reemplazá las rasuradoras plásticas descartables por las de metal, a


las que solo se les cambia la hoja.
- Reemplazá los cepillos de dientes plásticos por los de madera, que se
compostan o sirven como leña en un fuego.
- Hay mucho por hacer en cuanto a la higiene femenina. La industria y
la publicidad tienen gran influencia en nuestros hábitos y,
lamentablemente, se estima que una persona que menstrúa desecha
a lo largo de su vida unas 11.000 toallitas o tampones. Sin embargo,
existen opciones menos conocidas y muy efectivas, limpias, saludables
y amigables con el medioambiente. Podés reemplazar las toallitas
menstruales descartables por las de tela lavables o por la copa
menstrual, que tiene diez años de vida útil.

- Elegí artículos de material resistente y durable. ¿Cuántas veces


compraste algo de plástico que por ser de mala calidad se rompió al
poco tiempo? No podemos permitirnos más ese derroche de recursos
ni esa acumulación de residuos contaminantes. Volvamos a diseñar,
comprar y reparar esos artículos que existieron y después fueron
reemplazados por su equivalente en plástico. Son difíciles de
encontrar, pero puede ser un desafío divertido, incluso una
oportunidad para emprender.

- Mantené simple lo que puede ser simple. El exprimidor de jugo, las


cafeteras, las vaporeras, el cepillo de dientes son objetos que no
necesitan ser eléctricos; basta usar nuestra fuerza, el calor del agua o
la gravedad. Sus versiones eléctricas utilizan motor, circuitos, cables
de cobre, cuya disposición final es problemática.

Estos son algunos de los cambios que ya podés empezar a


implementar, ¡pero hay muchísimos más!

Actividades propuestas

Como actividad te proponemos poner en práctica lo visto en la unidad.


Empezá hoy mismo sin que eso signifique hacer todo ya. El cambio
puede ser gradual pero constante. Hacé una lista con objetivos sobre
las propuestas que más te hayan llamado la atención y ponete plazos.
Por ejemplo, anotate los artículos que vas a reemplazar cuando llegue
el momento por otros de menor impacto y mayor durabilidad; o
también hábitos que sientas que ya podés adoptar a la hora de comprar
o tirar.

Enlaces y recomendaciones para seguir fuera de la plataforma

- Antes de comprar nuevo, podés buscar en grupos de compraventa de artículos de


segunda mano. También hay grupos de facebook donde la gente suelta o pide
artículos (por ejemplo, Gratiferia o Recirculando) y pueden servirte a la hora de dar
algo que no quieras más.

- En Córdoba capital se puso en práctica el alquiler y préstamo comunitario de


bicicletas. Se llama Bewee y es una aplicación que propone poner tu bicicleta en
alquiler o alquilar la de otra persona para moverte en la ciudad.

- Te dejamos además algunas cuentas de Instagram para seguir e inspirarte con


algunos de sus consejos diarios: @unplastify @sustentips @ecointensa @eco.house
@sentidocircular @directoriosustentable @ambientenacion.

- En Buenos Aires existe un supermercado enteramente libre de envases, 100 %


venta a granel. Se llama Cero Market y su propuesta tuvo una recepción excelente,
ya que cada vez más gente quiere comprar sus alimentos con menos impacto.
¡Quizás pueda servir como fuente de inspiración para otros comerciantes!

- Con la misma idea, existe La Quemisterie, una estación de recarga de productos de


limpieza y aromatización. Podés comprar y recargar la botella que llevás.

- Te recomendamos seguir en redes la iniciativa #juliosinplastico o #deplastificate,


que es una campaña global para la eliminación del plástico en objetos de consumo
cotidiano y su reemplazo por otros materiales degradables. Te pueden aportar
nuevas ideas ¡y vos también podés inspirar a otros y otras!
Unidad 3

Bienvenida o bienvenido a la unidad 3. Retomando la unidad anterior, aprendiste que


«el mejor residuo es el que no se genera» y ya empezaste a pensar modos de reducir.
A continuación veremos que, si se produjo el residuo, quizás tengas la oportunidad
de reutilizarlo antes de tirarlo. Te vamos a mostrar varios modos de reutilizar un
objeto o recurso con ejemplos concretos para hacer en casa. Esperamos además que
te sirvan de fuente de inspiración para tus propias ideas. ¿Te animás?

El concepto de reutilizar, un llamado a la creatividad

En este curso llamaremos «reutilizar» a toda acción sobre un objeto o


recurso que nos permita volver a utilizarlo con el mismo fin —u otro
distinto— para el que fue diseñado. Si le estamos prolongando la vida
útil y evitando su eliminación, lo estamos reutilizando.
Algunas de las ideas más evidentes ya las viste en la unidad anterior
cuando te propusimos desterrar los «descartables» de tu vida y, de ser
necesario, reemplazarlos por artículos reutilizables.
Las botellas de agua recargables son un excelente ejemplo: mantener
la hidratación durante el día es muy importante para tu salud y tener
siempre a mano una botella recargable de agua te va a facilitar esa
tarea. En términos económicos, es mejor cargar el agua en casa o en
un canilla ajena que comprarla en un quiosco o restaurante; en
términos ecológicos, estás evitando emisiones de CO2 por el traslado
del agua embotellada y la fabricación del plástico. Además, prevenís
tirar cientos de botellas anuales que irían al relleno sanitario. Por
seguridad te recomendamos utilizar botellas de acero inoxidable, vidrio
o plástico especialmente diseñado para esa función.
Este principio lo aplicamos luego de haber usado el artículo y antes de
descartarlo. En ese momento la pregunta es: ¿hay algún modo de
seguir usando esto? Por eso decimos que es un llamado a la
creatividad.
También podés reutilizar las bolsas de un solo uso (paquetes de
galletitas, envoltorios, celofanes) para levantar el excremento de tu
mascota en la calle.
Otra opción es reutilizar bolsas, frascos de plástico o vidrio como
contenedores para congelar comida o líquidos.
Esta R tiene algo maravilloso y es que el límite a la reutilización lo pone
tu imaginación.
Reparar es revolucionario

Reparar es un modo de extender la vida útil del objeto. Uno de los


principios del consumo responsable es apreciar lo que se tiene. Reparar
va en contra de la cultura del descarte.
¿Es revolucionario? Aunque es lo que hacían nuestras abuelas hace no
más de cincuenta años, en este contexto actual de consumismo
pareciera que sí lo es.

Reparar crea trabajos


Cada vez que un teléfono celular se repara puede venderse a otra
persona. Las computadoras reparadas se venden o se donan y esto
reduce la brecha digital. La brecha digital es cualquier distribución
desigual en el acceso, el uso o el impacto de las Tecnologías de la
Información y la Comunicación (TIC) entre grupos sociales. Estos
grupos pueden definirse según criterios de género, geográficos o
geopolíticos, culturales o de otro tipo. Debido al alto costo de las TIC,
su adopción y utilización es muy desigual en todo el mundo.
Los trabajos de reparación son siempre locales, no requieren
transporte hacia o desde el extranjero.
El oficio de reparar cosas parece estar en extinción y nuestros propios
conocimientos son limitados. Se estima que uno de cada cuatro
aparatos estropeados tiene arreglo pero no lo sabemos. Si esto lo
relacionás con lo que viste en la unidad 1 sobre la obsolescencia
programada, quizás la próxima vez elijas reducir tu consumo o escoger
la opción mecánica del objeto que buscás.
Además de internet o los avisos clasificados, existe la Guía de
Reparación, una base de datos tanto para ofrecer tus servicios como
para buscar quien repare tu artículo ( https://reparar.org/).

Reparar te conecta con tus habilidades


Te queremos incentivar a que vos también te animes a reparar tus
cosas. Pueden ser textiles, juguetes, joyas, aparatos electrónicos.
En internet hay muchos recursos y tutoriales (en YouTube). También
puede ser una buena ocasión para reconectarte con familiares, amigas,
amigos, vecinas o vecinos que necesiten o sepan y quieran ayudar. En
este esquema colaborativo podés incorporar el trueque como una
opción de retribución.
Existen asimismo espacios colectivos de reparación donde podés
compartir tus conocimientos y aprender de otras personas. Hay talleres
comunitarios de reparación de bicicletas (aunque fluctúan, un ejemplo
es el Taller Suipacha en Córdoba capital).
El Club de Reparadores es un movimiento que busca promover la
reparación como estrategia para el consumo responsable y práctica de
la sustentabilidad. Organiza reuniones y eventos itinerantes de
reparación colectiva.

Reutilizar textiles

La industria textil tiene un altísimo impacto ambiental, es la segunda


más contaminante después de la explotación de hidrocarburos. No solo
por sus elevados costos ambientales (utilización de agua, pesticidas,
tierra, residuos), sino también por su voraz tasa de consumo. Las
modas y el recambio con las temporadas reflejan fielmente a las
sociedades de consumo. Además globalmente la industria, en la
búsqueda de reducir costos, traslada sus fábricas a países donde los
salarios son mínimos (Bangladesh, Indonesia, Vietnam, Honduras) y la
oferta es tanta que los trabajadores —sobre todo mujeres y también
niños— son vulnerables a abusos de sus derechos humanos.

Soluciones que tenemos al alcance de la mano como


consumidores
- Recordá la primera R, reducir el consumo. Prestá atención cuando
comprás y preguntate si es por necesidad o simplemente por la oferta
que viste, por estatus o aburrimiento, etc.

- En cuanto al material, los tejidos naturales (lana, algodón orgánico,


lino, cáñamo) son mucho más fáciles de reciclar y menos
contaminantes en sus etapas de extracción, producción y disposición
que los sintéticos. También es relevante que la estampa y el teñido
sean hechos con sustancias naturales. Si te interesa el tema de moda
y sustentabilidad, al final de la unidad encontrarás enlaces útiles.
- Elegí comprar marcas locales (así se evita el largo traslado desde
otros continentes y las ya sabidas emisiones) que den empleo digno,
por lo general, cooperativas de trabajo.

- Reutilizar tiene diferentes aspectos: podés comprar ropa de segunda


mano. En la Argentina hay ferias americanas, tiendas virtuales de ropa
usada en muy buen estado y locales físicos (al final de la unidad te
dejamos los enlaces). También, en caso de un evento como bodas o
galas, se puede alquilar ropa, por ejemplo, por una noche. ¡Muchas
personas usan la misma prenda una vez en su vida! ¡Cuánto se ahorra
en recursos!

- Otra opción divertida es organizar reuniones de intercambio de ropa


entre amigas, amigos, conocidos o colegas de trabajo. Puede suceder
que te aburras de una prenda que se halla en perfecto estado y al
intercambiarla con tu amiga o amigo le prolongás la vida útil y ves
cómo se la disfruta muchos años más. En el intercambio también
accedés a prendas nuevas para vos o tu familia sin necesidad de salir
a comprar. El evento en sí es divertido si le sumamos música, cosas
para picar, y además genera gratitud y conexión entre quienes
intercambiaron prendas.

- Lógicamente la ropa la podés donar a distintas entidades de caridad


o a quien conozcas que la necesite. Siempre limpia y en buen estado.

- Cuando la prenda ya no sirve, se destiñó o se echó a perder, podemos


reutilizar la tela como paños para la limpieza de la casa, el auto o la
bici. También como relleno de almohadones, parches o para
confeccionar una prenda nueva con retazos (como veremos en la
siguiente unidad).

Así como recordamos los electrodomésticos de la abuela, pensá que


antes las prendas se cuidaban más, se conservaban décadas, incluso
con alguna reparación pasaban a la siguiente generación. Tenemos que
volver a diseñar, hacer y comprar prendas más duraderas que, aunque
en el momento sean más caras, a largo plazo resultan más económicas
para el bolsillo y el planeta.
Reutilización de recursos: el agua

La reutilización no incumbe solamente a productos manufacturados,


sino que puede y debe aplicarse también a los recursos naturales. La
clave es pensar en guardar ese recurso para reutilizarlo con otro
destino. Es un juego de estrategias.
Por ejemplo:
- Colectar agua de lluvia en baldes —o de una canilla que pierde—
puede servir para lavar los platos o las frutas.
- El agua que utilizás para lavar verduras y frutas se puede destinar a
regar las plantas o limpiar el piso.
- El agua que dejás correr mientras esperás que se caliente la podés
recibir en un balde para luego hacer la descarga del inodoro.
- El agua que despide el aire acondicionado se puede usar para limpiar
pisos o regar.

Reutilización de muebles

Los muebles voluminosos no los podemos tirar sencillamente a la


basura. Como involucran más de un material, su reciclaje se dificulta.
La mayoría está hecha de materiales nobles como metal o madera. Con
el mismo espíritu de la segunda sección de esta unidad, te invitamos a
usar la imaginación, consultar internet, pedir consejos para reparar,
restaurar o reutilizar ese artículo antes de desecharlo y comprar otro.
También existen los mercados de pulgas, donde pueden tomarte tu
mueble viejo.
Si te interesa mucho el tema, podés tomar cursos de restauración o
carpintería y contribuir a prolongarle la vida útil a las cosas.
Por otra parte, existe un mercado alrededor de los palets (¡podés
incluso comenzar tu propio emprendimiento de muebles
reutilizándolos!), que sirven para hacer macetas, huertas, mesas,
sillones, camas, revestimiento de pared, mesas de luz, repisas,
percheros y muchas cosas más. Los elementos básicos que necesitarás
son: martillo, tornillos, destornillador, sierra, algún tipo de barniz y lija.

Para cerrar la unidad, te invitamos a reflexionar por qué como sociedad


no hacemos muchas de estas cosas a pesar de ser beneficiosas para
nuestra economía y el planeta. Debemos superar el estigma social de
reutilizar. Y es que pedir prestado, comprar de segunda mano, usado
o reparado se asocia con la pobreza o la avaricia. ¿Y si le diéramos otro
valor? Quienes reutilizan y reparan son más coherentes con la situación
actual planetaria que el resto.
También podemos comunicar nuestra motivación. Una forma de
contagiar estos hábitos es explicarle a otras personas que lo hacemos
para disminuir la cantidad de recursos usados o de basura que se
entierra para siempre. Sin duda otras y otros se sensibilizarán. Seamos
el cambio que queremos ver.

Actividad propuesta

1) Hacé tu propia lista de cosas que solés reutilizar; es decir, artículos


que compraste con un fin y les diste un segundo uso. ¡Todo es válido!

2) Una frase que resume bien esta unidad es «La basura de uno es el
tesoro de otro», que también podría ser «La basura está en el ojo de
quien la mira».
¿Podrías intentar explicárselo a alguien cercano (tu familia, amigos,
amigas, pareja) en el marco de la economía circular? ¿Qué ejemplos
se te ocurren?
Enlaces y recomendaciones para seguir fuera de la plataforma

- La página Ecoinventos tiene muchas ideas del tipo hazlo tú mismo para reducir y
reutilizar. Te dejamos un posteo especial sobre reutilización de botellas plásticas:
https://ecoinventos.com/ideas-creativas-para-reciclar-o-reutilizar-botellas-de-
plastico/#37.

- El informe de Greenpeace «Puntadas tóxicas: el oscuro secreto de la moda»:


http://archivo-
es.greenpeace.org/espana/Global/espana/report/contaminacion/detox.pdf.

- La nota periodística «La industria textil es una de las más contaminantes del mundo:
¿cuáles son los tejidos más respetuosos?»:
https://www.futuroafondo.com/es/noticia/industria-textil-es-una-de-mas-
contaminantes-del-mundo-cuales-son-tejidos-mas-respetuosos.

- Además, te proponemos enlaces a marcas o emprendimientos que ya están


trabajando con reciclaje. Para que te acerques como consumidor o consumidora, y
que te sirvan también como fuente de inspiración para tus propios desarrollos
comerciales o artísticos.
- Existe una plataforma colaborativa llamada IFIXIT, donde las personas suben guías
de reparación. La página está en español, pero las guías son sobre todo en inglés:
https://es.ifixit.com/.

- Club de Reparadores, eventos libres de intercambio de saberes y reparación de


objetos: http://reparadores.club/.

- Taller Suipacha (Córdoba), espacio taller para la autoreparación de bicicletas:


https://ciclomecanicasuipacha.wordpress.com/; @taller.suipacha (Instagram);
@suipacha (Facebook).

- Pedalúdico: proyecto donde también se organizan talleres abiertos de


autoreparación de bicicletas: http://pedaludico.org/tiki-index.php.

- Mapa de talleres comunitarios de bicicletas del Cono Sur: https://bit.ly/2mntA7U.

- Fibras, estampas y teñidos naturales hechos a mano: www.jardinestampas.com.ar.

- Cursos y tutoriales de tinción de fibras con tintes naturales:


https://www.instagram.com/luciana_marrone_/?hl=es-la.

- Para vender y comprar ropa o accesorios usados: https://galponderopa.com/ (ropa


actual), https://www.juanperez.com.ar/ (vintage).

- Feria de ropa usada al aire libre de Parque Centenario.

- Tiendas virtuales: https://rrropa.com/, https://www.renovatuvestidor.com/ y


https://turopamiropa.empretienda.com.ar./

- ¿Sabías que podés alquilar ropa para un evento? Hay varias páginas, por ejemplo:
www.dressmeup.com.ar.
Unidad 4
Bienvenida o bienvenido a la unidad 4. Llegó la hora del reciclaje y ahora ya sabés
que no es lo primero ni lo más importante para hacer en relación con tus residuos.
Sin embargo, es fundamental para cerrar el ciclo de algunos materiales y dejar de
desperdiciar recursos. El reciclaje es una acción que sucede fuera de casa y sobre el
cual tenemos menos control que con las otras R, excepto el reciclaje de residuos
orgánicos llamado compostaje. En esta unidad vas a ver qué materiales son
reciclables, cuáles no y qué alternativas hay para algunos de ellos. Aún quedan
muchos desafíos en este campo que tenemos que enfrentar como sociedad.

¿Qué es el reciclaje?

Una vez que generaste el residuo (1R) y no pudiste reutilizarlo (2R),


es momento de preguntarte si se puede reciclar (3R).
Llamamos reciclar a toda operación de valorización mediante la cual
los materiales de residuos son transformados de nuevo en productos,
materiales o sustancias, ya sea con la finalidad original o con otra.
Pensá, por ejemplo, en las tapitas de plástico, que se utilizan para
producir baldes, cajas de herramientas, broches, cajitas para DVD,
espejos retrovisores, entre otros. El reciclaje incluye la transformación
de los residuos orgánicos, pero no la valorización energética ni la
transformación en combustible.

Los beneficios de reciclar


- Reduce el volumen de residuos que van a disposición final o se
dispersan en el ambiente y por lo tanto de la contaminación.

- Preserva los recursos naturales, ya que al reintroducir material como


materia prima no se necesita una actividad extractiva que saca
recursos naturales, renovables o no, como la minería (de metales,
carbón, petróleo, gas), la pesca, la tala, y algunos modelos de
producción agropecuaria.

- Ahorra energía y por lo tanto reduce la dependencia del petróleo.


Normalmente se necesita menos energía para fabricar un producto de
material reciclado que de material virgen.

- Reduce la contaminación del aire, el suelo y el agua.

- Reduce costes asociados a la producción de nuevos bienes. Muchas


veces el empleo de material reciclado resulta más económico que el
material virgen y se evitan importaciones.

- Genera empleo. Fomenta el trabajo digno mediante la creación de


cooperativas y la integración social de las personas que son
recuperadoras urbanas. Favorece el surgimiento de nuevas profesiones
vinculadas con la industria. Estimula la organización de campañas por
parte de la sociedad civil, que acopian y recolectan materiales
reciclables para elaborar nuevos productos (por ejemplo, la Fundación
Garrahan), y destinan los beneficios de su comercialización a acciones
solidarias.
Si miramos con más detalle, al hablar de reciclaje, aun con todos los
beneficios mencionados, en general nos referimos a un ciclo
descendente del material, que sufre una transformación y se convierte
en un producto de menor calidad o valor que el original. Por eso
también se lo suele llamar «infrarreciclaje». Y es que el verdadero
reciclaje es el que realiza el ciclo cerrado sin perder su calidad, como
el vidrio, por ejemplo.
Pero además existe el «suprarreciclaje», también conocido como
«reutilización creativa» o upcycling (del inglés, up, ‘arriba’, y cycling,
que viene de recycling, ‘reciclar’). Se trata en este caso del
aprovechamiento de materiales de desecho para fabricar nuevos
materiales o productos más elaborados o de mejor calidad. Un ejemplo
son los residuos textiles para crear nuevas prendas.

¿Quiénes lo hacen?
Si nos referimos a los residuos sólidos urbanos (RSU) de origen
domiciliario, el reciclaje comienza en nuestra casa cuando generamos
el residuo y luego realizamos la separación correcta. Sigue la
recolección diferenciada (para que lo que separamos no se vuelva a
mezclar en un mismo camión), luego pasa a plantas de separación y
clasificación, después a galpones de almacenaje donde se enfarda y
por último a las plantas de reciclado. En el transcurso, mucho material
sigue su destino al relleno sanitario y no se recupera.
Los mayores compradores de plásticos reciclados son las empresas
transformadoras que pueden fabricar sus productos mezclando
materias primas vírgenes y recuperadas. Por eso, el reciclaje funciona
con la lógica del mercado, involucra costos de traslado, de materia
prima y margen de ganancias. Por eso también el precio del petróleo
afectará las decisiones de estos compradores. El reciclaje tiene que
estar acompañado de decisiones gubernamentales además de
empresariales.
Como ves, aunque no depende solo de vos, tu participación es
importante, tanto en casa separando los residuos, como en el ámbito
público participando y solicitando a tus representantes políticas
ambientales que apunten a su gestión integral.

¿Qué cosas se reciclan y cuáles no?

En primer lugar es importante aclarar que cuando veas algo que dice
«reciclable», no es instantáneamente verde o «bueno para el planeta».
Reciclable es una característica del material, pero no describe el
contexto, no asegura que sea posible reciclarlo en esas cantidades, en
ese momento ni en ese lugar.

Algunas cifras que demuestran que reciclar no es la solución


definitiva
En nuestro país, aun con todos los esfuerzos que se están haciendo
con los programas de recuperación y recolección, los niveles de
reciclado son muy bajos. Se estima que se recicla entre un 3 % y un 6
% del total generado (aunque faltan datos oficiales actualizados a nivel
regional o nacional sobre generación y reciclado). La realidad es que la
recolección de los residuos es una responsabilidad municipal, por lo
que cada distrito decide cómo abordar la cuestión según su capacidad
y recursos económicos.
En el caso de los plásticos, que están en todas partes, se fabrican
fundamentalmente a partir de materia prima fósil (petróleo y gas
natural), que por supuesto es un recurso no renovable. A nivel global,
el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) reveló
que el 79 % de la basura plástica generada se encuentra en vertederos
o dispersa en el medioambiente, cursos de agua y mares, y que solo
el 9 % se recicla, mientras que el 12 % se incinera.
Esto demuestra lo importante que es reducir, reutilizar y rediseñar.

Empecemos por casa


Para que sean reciclables, los residuos deben estar limpios y secos,
porque si contienen restos orgánicos, están mojados o sucios ya no
pueden recuperarse. Entonces el primer paso para reciclar es separar.
Por eso es recomendable tener en casa uno o más contenedores para
ubicar estos residuos. Pueden ser bolsas de tela, cajas de cartón o
tachos de plástico coloridos para que los niños y las niñas también
participen jugando en la clasificación.

Los materiales reciclables son:


Papel y cartón: cajas, envases, sobres, revistas, diarios, folletos,
envases de tetrabrik. Desarmá las cajas y compactá los envases.
Plásticos: botellas y envases de distinto tipo, tapitas, sachets,
bidones, potes, vajilla descartable. Vaciá el contenido de las botellas,
lavalas y compactalas.
Metales: latas de aluminio, conservas, latas de bebidas,
desodorantes, llaves. Vaciá, lavá y compacta las latas y envases.
Vidrio: botellas y frascos que no estén rotos.

El plástico
El plástico es un polímero derivado del petróleo. Un polímero es una
sustancia que se forma por la unión de otras moléculas más pequeñas,
es una larga cadena compuesta por eslabones llamados monómeros.
Así, por ejemplo, el polietileno, material con el que están hechas las
bolsas plásticas, está compuesto por largas cadenas de etileno.

¿Qué significa el número en los envases de plástico?

Los plásticos son reciclables, pero para eso previamente se los clasifica
y agrupa por tipo de resina. Para facilitar esa tarea se los identifica con
números y siglas. De este modo, existen siete clases distintas: PET,
PEAD, PVC, PEBD, PP, PS y una séptima categoría denominada «otros».
El número no tiene más fin que identificarlos.
1 PET Tereftalato de polietileno (PET). Se utiliza para
botellas de bebida (gaseosas y aguas), bolsas para hervir
el alimento congelado y bandejas para comidas calentadas
en microondas. Es liviano, resistente y reciclable.
Una vez reciclado, el PET se puede utilizar en muebles,
alfombras, fibras textiles, piezas de automóvil y, tratado
convenientemente, en nuevos envases de alimento.

2 PEAD Polietileno de alta densidad (HDPE). Se usa en


envases de lavandina, detergentes y cosméticos, bidones,
baldes y cajones plásticos. También se puede ver en
envases de leche, jugos, yogur, agua y bolsas de basura.
Se recicla de muy diversas formas, por ejemplo, en
cañerías, botellas de limpiadores, muebles de jardín, etc.

3 PVC Cloruro de polivinilo (PVC). Sirve para fabricar


botellas de aceite de cocina y de productos de limpieza; y
en la construcción, ventanas, tubos de drenaje, perfiles,
forro para cables, etc. También es muy resistente. Una vez
reciclado, se utiliza para paneles, tarimas, tapetes, etc.

4 PEBD Polietileno de baja densidad (LDPE). Este


plástico fuerte, flexible y transparente se encuentra en todo
tipo de bolsas; se usa en supermercados para bolsas de
vegetales, pan y envolturas de alimentos; también en silos
bolsa y en mangueras. Tras su reciclado se puede utilizar
en contenedores y papeleras, sobres, paneles, tuberías o
baldosas.

5 PP Polipropileno (PP). Con él se fabrican envases de


yogur y margarina, pajitas, botellas de champú, potes
varios y tapitas, cajones, autopartes, muebles de jardín,
etc. Su alto punto de fusión permite realizar envases
capaces de contener líquidos y alimentos calientes. Una vez
reciclado se utiliza, por ejemplo, en señales luminosas,
cables de batería, escobas, cepillos, rastrillos, baldes,
palets, bandejas, etc.
6 PS Poliestireno (PS). Espuma plástica utilizada en tazas
para bebidas calientes, envases para comidas rápidas,
cartones para huevos y bandejas para carnes. Su bajo
punto de fusión hace que se derrita en contacto con el calor.
Una vez reciclado, se pueden obtener diversos productos,
entre ellos, material para edificación y aislantes.

7 Otros. Todas las demás resinas de plástico o mezclas no


indicadas antes. Esta categoría incluye una gran diversidad
de plásticos, como por ejemplo los que se utilizan para
realizar algunos materiales a prueba de balas, DVD,
anteojos de sol, MP3 y PC, etc.

Es importante conocerlos, ya que si no sabemos de qué tipo de plástico


se trata, se dificulta e incluso imposibilita el reciclaje. Si te interesa
conocer más sobre el reciclado del plástico, al final de la unidad te
dejamos un enlace a un video, y al final de curso también habrá enlaces
sobre el tema.

En líneas generales, NO son reciclables:


- Los residuos sucios con restos de comida.
- Los envases plásticos multilaminados que no exhiban un símbolo
de «reciclable» acompañado por un número del 1 al 6.
- El papel de fax.
- El papel carbónico.
- Los envases con restos de sustancias tóxicas: solventes,
pinturas, veneno, remedios.
- El celofán (paquetes de galletitas, fideos).
- El papel de fotografía.
- Las planchas de etiquetas autoadhesivas.
- El cartón o papel encerado o con laminado plástico (vasos de
café).
- Los envases de lubricantes.
- Las pilas botón y las pilas alcalinas.
- Las lámparas de bajo consumo y los tubos fluorescentes.
- Los pañales y las toallitas sanitarias femeninas.
Residuos reciclables especiales
Son los que siguen otro recorrido porque por su composición pueden
ser tóxicos, necesitan entonces un tratamiento distinto y no deberían
ir al relleno sanitario junto con la basura común. Por lo general los
municipios se encargan de recibir estos residuos. Averiguá en tu ciudad
y llevá al punto verde los residuos especiales como aparatos eléctricos
y electrónicos, lamparitas, pilas y baterías, restos de pintura, aceite de
cocina, etc.

Pilas
Las pilas son un tipo de residuo potencialmente contaminante que
puede afectar al ambiente y la salud de la población si no se las
gestiona de modo adecuado. Los componentes químicos que se
encuentran en su interior suelen ser metales, ácidos y sales irritantes,
algunos muy tóxicos para los seres humanos, como sucede con el
mercurio, el cadmio y el plomo.
Como vimos en las unidades anteriores, es muy importante reducir el
consumo de pilas comunes o alcalinas. Por eso, te recomendamos
comprar pilas recargables o elegir productos que puedas cargar por la
red eléctrica o por USB. Si en tu casa tenés pilas cilíndricas AA, AAA,
AAAA, C, D, N, prismáticas de 9V o pilas botón, llevalas a los puntos
verdes de tu municipio. Para las pilas y baterías recargables que
cuentan con sistemas de recolección, tenés que comunicarte con el
proveedor.

Aceite de cocina
¡No lo descartes a través de las cañerías! Un litro de aceite puede
contaminar hasta 1.000 litros de agua. Por eso es mejor juntarlo en
frío en una botella plástica de hasta 1,5 litros bien cerrada con tapa y
llevarlo a un punto verde o centro de recolección local.

Residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE)


Los RAEE son aparatos que están fuera de uso por mal funcionamiento,
porque no pueden ser reparados o porque fueron reemplazados por
nuevas tecnologías. Constituyen la fracción de residuos domiciliarios
que más sustancias tóxicas aporta a los rellenos o basurales donde son
enterrados. El problema afecta a todos los países, dado que tampoco
se recicla lo suficiente en los desarrollados. Se ha documentado incluso
la exportación ilegal de basura tecnológica desde los países ricos,
especialmente los Estados Unidos y Europa, a los pobres, donde esos
residuos ponen en riesgo la vida de los trabajadores y las trabajadoras
que desguazan los equipos sin la debida protección.
Según estimaciones realizadas, en la Argentina se desechan
anualmente más de 120.000 toneladas de RAEE, lo que representa un
promedio de 3 kg de aparatos por habitante. Algunos ejemplos son:
celulares, computadoras y sus componentes, pequeños
electrodomésticos, televisores, etc.
Como vimos en la unidad anterior, en la sección «reparar», muchos de
estos aparatos pueden reacondicionarse y reutilizarse o bien
desarmarse para recuperar sus materias primas. Consultá si en tu
municipio hay un punto de recolección especial para estos residuos. Si
vivís en CABA, los puntos verdes especiales los reciben.
Al final del curso te dejamos enlaces a documentales sobre este tema
y contactos de quiénes reciben residuos para su reciclaje o
reacondicionamiento.

Desafíos y soluciones en torno al reciclaje

Desafío colillas de cigarrillos


Una sola colilla contamina 50 litros de agua debido a sus cientos de
sustancias tóxicas. Cada año se descartan más de 6 trillones, que mal
dispuestas llegan a los mares, provocan incendios en zonas silvestres,
las ingiere la fauna, ensucian las playas y deterioran el paisaje. No son
degradables, ya que están hechas de acetato de celulosa, un derivado
del petróleo.
Ahora bien, hay varios proyectos que se encargan de su
recolección, acopio y transformación en ladrillos o distintos
materiales de construcción. Al final de la unidad te dejamos los
enlaces.

Desafío plásticos de un solo uso


Como no se reciclan y tardan cientos de años en degradarse, muchos
terminan dispersos en el ambiente, contaminan y perjudican a la fauna
marina.
Solución: acopio individual en los hogares, compactando los plásticos
limpios dentro de botellas de plástico. Luego la recolección y por último
su uso. Se suele llamar «ecoladrillo» a estas botellas rellenas que se
usan para construir.
Si no estás juntando ecoladrillos para alguna idea propia, buscá en la
zona donde vivís si se está haciendo algún proyecto. También se los
puede transformar en madera plástica y darles otros usos como
muebles, huertas, composteras, pisos, etc. A esta botella también se
la llama «botella de amor». Al final de la unidad te dejamos los enlaces.

Desafío pilas
Las pilas que utilizamos en la Argentina se importan, se usan y luego
el residuo queda aquí sin solución. Aún falta el desarrollo de tecnologías
para reciclar pilas en el país; actualmente se disponen de manera
segura o se exportan para su tratamiento.
Una de las soluciones, además de desarrollar las tecnologías, es
implementar un sistema REP (Responsabilidad Extendida del
Productor) que, como su nombre lo indica, busca extender la
responsabilidad de los fabricantes a varias fases del ciclo total de la
vida útil de su producto, especialmente a su recuperación, reciclaje y
disposición final. Los ejes fundamentales de la REP son: prevención,
equidad intergeneracional, progresividad, responsabilidad (quien
contamina paga) y ciclo de vida.
Existen dos grupos de objetivos REP: el primero, relacionado con el
desarrollo del producto, busca estimular a los fabricantes a invertir en
ecodiseños. El segundo, relacionado con el fin de vida del producto,
intenta dar un máximo uso a los materiales mediante la recolección,
tratamiento, reutilización y reciclaje. En la Argentina el reciclado de
pilas es aún un desafío; si bien existen desarrollos incipientes en
algunas universidades, todavía no a escala comercial.

Desafío envases
Aunque los plásticos son reciclables, todavía es muy alta la tasa de
envases que se pierden enterrados o dispersos en el ambiente.
Soluciones: se recuperaría una fracción mucho mayor si las empresas
diseñaran o ecodiseñaran productos más reciclables, lo que facilitaría
las tareas posteriores de recolección, clasificación y reciclado. Eso
implicaría envases sin multicapas ni mezclas de materiales, con
etiquetas fáciles de remover o sin etiquetas, etc. También supone
reemplazar el plástico en envases de alimentos perecederos, buscar
alternativas biodegradables o compostables, incluso comestibles, como
veremos en la próxima unidad al hablar de rediseñar-repensar. La
aplicación de un sistema REP también es una solución propuesta para
este desafío.

Acciones en el hogar

Como ya viste en la unidad 1, la bolsa de basura tipo contiene un 50


% de orgánicos, 25 % de reciclables y 25 % de no reciclables. Por lo
tanto, para que todo junto no sea basura, lo primero es la separación.

- Luego de usar los envases, limpialos y secalos. Esta práctica puede


parecer tediosa y que consumirá mucho tiempo, pero te aseguramos
que rápidamente te acostumbras, ¡es como lavar un vaso más cada
varios días!
- Te recomendamos delimitar un espacio o contenedor para guardar
los reciclables en tu casa en un tacho aparte. Es muy importante que
no estén en contacto con comida, agua u otros residuos, de lo contrario
perderán su valor. Si tu municipio los recibe ya separados, te conviene
tener un cesto para papel y cartón y otro para vidrios y otros metales.
Si recibe los reciclables juntos, no es necesario que lo hagas. Informate
en tu municipio cómo es la recolección: averiguá si hay contenedores
diferentes para los reciclables, si estos se retiran en días distintos o si
debés llevarlos a un punto de recolección.

- Aunque no haya una solución municipal, igual separar los papeles,


cartones, plásticos y ponerlos limpios en una bolsa frente a tu casa
facilita el trabajo de quienes hacen la recuperación urbana (podés
hablar y acordar un día en el que pasen a retirar). Recordá no sacarlos
si hay pronóstico de lluvia.

- ¡Buenas noticias! El 50 % de la basura puede ser tratado en casa. El


compostaje es una forma sencilla y gratificante de reciclar los restos
de poda y de comida (de origen vegetal) que generamos, y al mismo
tiempo de obtener un fertilizante muy valioso con el que abonar
nuestras plantas. Para eso necesitarás una compostera de jardín o de
patio-balcón según tu espacio. Compostar también puede aparecer
como una de las R. En inglés es rot, que significa ‘descomponer’, que
es lo que hacemos al compostar: se descompone una sustancia y
vuelve a ser parte del ciclo.

Para que profundices en esta práctica, educ.ar ofrece un curso entero


dedicado al compostaje urbano. ¡Te lo recomendamos!

- Si por algún motivo necesitás usar envases o artículos como platos o


vasos descartables, ya sea que tenés un emprendimiento de comida o
un evento con mucha gente, existe la opción de artículos
biodegradables y por lo tanto compostables. Es importante no tirarlos
a la basura común, sino, efectivamente, compostarlos.

Enlaces y recomendaciones para seguir investigando fuera de


la plataforma

Reciclaje de plásticos
- Video realizado por la Cámara Argentina de la Industria de Reciclados Plásticos
donde se muestran todas las etapas que atraviesa una botella para poder ser
reciclada, con detalles del proceso de transformación mecánica del material:
https://www.youtube.com/watch?v=DFp61svGlBE.

- Serie documental estadounidense Historia: Nivel 1, episodio 4: «Los plásticos». Se


refiere al plástico desde su origen, cómo transformó nuestras vidas, hasta la
catástrofe ambiental que estamos viendo estos días. Se encuentra en la plataforma
Netflix https://www.netflix.com/.

- Serie documental estadounidense Sociedad de consumo, episodio 4: «Reciclaje de


mentiras». Muestra los inicios del reciclaje, los movimientos transfronterizos de
residuos para reciclar y el lobby de la industria plástica. Resulta muy interesante para
volver a tratar el tema del consumo. Está tambien en Netflix:
https://www.netflix.com/.

Los que siguen son enlaces a marcas, organizaciones y emprendimientos que ya


están trabajando con reciclaje. El objetivo de estas recomendaciones no es solamente
que te acerques como consumidor o consumidora, sino que te sirvan también como
fuente de inspiración para tus propios desarrollos comerciales o artísticos; quizás
además tengas ganas de colaborar con alguna de estas iniciativas.

Recicladores y recicladoras
- Creando Conciencia: cooperativa que diseña, realiza y vende bancos y distintos
muebles en madera plástica, con material 100 % producido con desechos
posconsumo, cuya producción está a cargo de quienes hacen el reciclado urbano:
https://creandoconciencia.com.ar/.

- Fundación Ecoinclusión: fabrica ladrillos para la construcción a partir de PET. Los


ecoladrillos tienen el aspecto de un ladrillo convencional de cemento pero son más
livianos y aislantes. Se necesitan 0,66 kg de desechos plásticos o veinte botellas para
hacer un ladrillo. https://ecoinclusion.org/.

- Para saber adónde llevar tus ecoladrillos (botellas rellenas de plásticos de un solo
uso), podés consultar la página Dónde Reciclo
https://www.dondereciclo.org.ar/blog/todo-sobre-ecoladrillos/ o contactar a la
fundación Botella de amor. https://www.facebook.com/botelladeamor/.

- Puntos verdes especiales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para llevar los
reciclables: https://www.buenosaires.gob.ar/ciudadverde/separacion/donde-llevar-
los-reciclables/puntos-verdes.

Reciclaje de colillas de cigarrillos


Cigabrick: Proyecto Reciclemos, en Mendoza:
https://www.instagram.com/cigabrick/.
Cigadrillo: en Rosario. Instagram: https://www.instagram.com/cigadrillo/.
Facebook: https://www.facebook.com/pg/cigadrillo.arg.
Reutilización creativa de prendas y supraciclado (upcycling)
La marca Reinventando http://www.reinventando.com.ar.
Upcycling y fibras naturales, Luma Baez
https://www.instagram.com/lumabaez/?hl=es-la.
El Proyecto Echaniz Laboratorio Textil: El hacer nos salvará, video sobre los inicios y
fundamentos del upcycling: https://www.youtube.com/watch?v=YJNeXKDzFv8.

Compostaje
Fábrica Orgánica, video presentación sobre los fundamentos del compostaje y por
qué hacerlo: https://www.youtube.com/watch?v=go8JSBqyyr4&t=10s.
Red de Compostaje de la Argentina: reúne proveedores de composteras, brinda
capacitaciones e información general: www.redcompostaje.org.ar.

Artículos compostables
Envases: https://compostame.com/.
Bolsas: https://www.mamalandstore.com/.
Unidad 5

Bienvenida o bienvenido a la unidad 5. En esta unidad veremos otras R que quedan


afuera de las tres más conocidas, pero que son muy importantes porque previenen
la generación de basura: rechazar, rediseñar, repensar. Como verás, ¡hay mucho
campo para innovar y crear!

R de rechazar

Si bien las tres R son las más conocidas, fuimos aprendiendo que
existen en el proceso otras acciones también importantes. La primera,
la base de la pirámide que vimos en la unidad 1, es rechazar (o evitar).

Rechazar es lo primero que debemos hacer


Si se trata de un artículo pensado como descartable, que es de un solo
uso, rechazalo. Quizás está hecho de un material reciclable, pero la
extracción de materia prima, la fabricación, el transporte y los otros
pasos de la cadena igual impactan en el ambiente y desperdician
recursos. La solución es evitarlos completamente. Si no podés, procurá
reemplazar (o inventar) el mismo artículo en versión reutilizable.

Ejemplos de artículos a los que hay decir que no:


- Sorbetes o pajitas son objetos de un solo uso, innecesarios, impactan
en la fauna marina, con una vida muy breve; para no tener que
gestionar este residuo lo mejor es no generarlo. Cuando salgas, en un
bar, en un quiosco, en un evento pedí siempre la bebida «Sin pajita,
por favor». Si te la dan igual, comunicate con la gente del lugar y
expresales que habías pedido específicamente que no te la den y que
desatendieron tu pedido. De este modo, se genera conciencia sobre el
tema o se dispara una charla.
Solución: sorbete de metal o bambú.

- Si pedís comida a domicilio, muchas veces viene con accesorios como


salsas en envases pequeños de plástico, aderezos en sobres no
reciclables (mayonesa, kétchup), palitos de madera o cubiertos de
plástico, sobres de sal, etc.; son elementos que seguramente ya tengas
en casa. Como siempre, prestá atención a tus compras y si hay cosas
que no necesitás, acordate de pedir que no te las incluyan.
- Si estás de viaje y visitás hoteles, llevá tus propios artículos de
higiene personal de modo de evitar los envases de porciones
individuales (champú, acondicionador, jabón).
- Cápsulas de café tipo Nespresso: cada vez que tomas un café en tu
casa, generás un residuo difícil de reciclar. Procurá una vida con la
menor cantidad posible de desechables.
Solución: si ya tenés la máquina podés reemplazar las cápsulas
descartables por cápsulas de plástico recargables, lavables,
reutilizables. Todo tiende al ahorro, incluso el de tu bolsillo.

Hemos visto en la unidad anterior aquellos residuos que no son


reciclables. Cuando un artículo no es reciclable, estamos
endosándoselo al planeta y a las generaciones futuras. Se trata de
desechos contaminantes que son muy difíciles y caros de tratar y por
eso no se reciclan. Lo mejor que podemos hacer es evitar esos
productos siempre que sea posible.
Un ejemplo de esto son los juguetes con pilas o baterías.
Es esperable que duren poco, se mojen, se golpeen, se rompan.
Además requieren que compres insumos externos para su
funcionamiento. Las pilas son costosas y, como viste en la unidad
anterior, no hay una verdadera solución para su gestión.
Como vimos, también es recomendable rechazar artículos que vienen
de lejos. Largas cadenas de suministro globales emiten CO 2 y
externalizan gastos ambientales en países subdesarrollados. Siempre
es mejor comprar local.

R de rediseñar y repensar

Cuándo decimos «repensar»


¿Alguna vez te preguntaste por qué los envases de algunos alimentos
perecederos duran cientos de años? Si sabemos que un yogur dura
veinte días envasado antes de echarse a perder, ¿no sería más lógico
diseñar un envase acorde, que también se descomponga un breve
tiempo después? El plástico es un material que nos permite construir
artículos duraderos y eso no está mal, pero hay que repensar su
utilización. Aunque la usamos diez minutos, la cucharita plástica que
nos dan con el helado o el café está diseñada para durar centenas de
años.
Evidentemente hay muchos desafíos a la hora de repensar el modo de
diseñar, comprar, usar.

Inspirados en la naturaleza
La naturaleza favorece la vida funcionando en ciclos cerrados con
materiales locales y biodegradables, que son usados, reconvertidos y
descompuestos. El biomimetismo es una nueva disciplina que trata de
buscar soluciones tecnológicas inspiradas en los diseños de la
naturaleza. En otras palabras, se trata de adaptar las soluciones que
proporciona la naturaleza a retos y problemas que surjan en un proceso
productivo, tecnológico, organizativo, etc.
El biomimetismo y la biología sintética se combinan para posibilitar un
conjunto de productos y servicios innovadores basados en la biología
que disminuyen el daño humano al medioambiente.
Te presentamos ejemplos que están en desarrollo:

Glowee es un emprendimiento francés que está desarrollando


productos bioluminiscentes que irradian una luz no contaminante
creada por microbios y no por electricidad. Glowee ha aislado los genes
que producen bioluminiscencia en las bacterias que viven en simbiosis
con los calamares. Al insertar estos genes en una bacteria cultivada en
laboratorio y encapsularla en una capa transparente, se obtiene un
material susceptible de convertirse en iluminación para la decoración,
instalaciones de arte, carteles publicitarios y mucho más.

Geckskin es un súper adhesivo basado en la mecánica de las


extremidades de las lagartijas, que inventaron y perfeccionan
investigadores de la Universidad de Massachusetts. La sustancia imita
el sistema integrado hueso-tendón-piel de las lagartijas para adherirse
con fuerza a una amplia gama de materiales, y además puede aflojarse
fácilmente sin dejar residuos. Geckskin, cuyas aplicaciones se ven
limitadas solo por la imaginación, cambiará el futuro de la construcción,
ofrecerá respuestas a los desastres naturales e incluso influirá en la
danza y el arte de las representaciones, pues ya permite a los actores
escalar muros y otras superficies.

Como viste en la unidad 1, el plástico es un polímero derivado del


petróleo. Pero ¿qué tal si estudiamos nuevas fuentes?
Actualmente se están desarrollando distintos tipos de materiales para
reemplazar el plástico.
- Se investigan materiales de origen vegetal, llamados «bioplásticos»,
por su ventaja de ser una fuente renovable y porque además los
cultivos incorporaron CO2 atmosférico durante su crecimiento.
Los bioplásticos pueden fabricarse con almidón de papa o maíz, o
residuos de caña. En principio serían un buen reemplazo para los
derivados del petróleo, pero como provienen de cultivos, aún hay que
revisar dónde se cultivan, cuánta tierra ocupan y cuánta agua insumen.

- La empresa alemana Wisefood ha desarrollado algunos artículos


comestibles como pajitas y cucharitas hechas con los restos de la
producción de jugo de manzana.

- Siempre reutilizable será mejor que descartable, pero si no podés


usar cubiertos de metal también se han desarrollado versiones
comestibles. La compañía india Bakeys ofrece tenedores hechos con
harina de sorgo. SpudWare, con sede en California, a base de almidón
de papa. Quizás no estén disponibles aún en la Argentina, pero eso es
motivo de oportunidades; hay todo un mercado por explorar en este
aspecto.

- Hablando de alternativas comestibles a los cubiertos de plástico, ¡te


contamos que también es posible comer el plato! La compañía polaca
Biotrem ha desarrollado platos hechos de salvado de cereales. Si no
los vas a comer, igual son orgánicos y se descomponen después de
treinta días.

La conservación de la gran biodiversidad en nuestro continente y la


protección de las comunidades indígenas será crucial para descubrir
innovaciones inspiradas en la biología que puedan crear empleos
sostenibles y asegurar los ingresos.

Cómo integrar las tres R

Durante este curso fuimos profundizando en las tres R en distintas


unidades, pero en tu vida cotidiana estos principios funcionan
integrados. A continuación te sugerimos algunos espacios para
ponerlas en práctica.

Trabajo (oficina, consultorio, local comercial, etc.): cómo actuar para


reducir nuestro impacto diario.
- Conseguí insumos reutilizables: reemplazá los vasos plásticos
descartables por tazas lavables o vasitos de papel para el agua.

- Usá cafetera sin insumos descartables (ni filtros ni cápsulas).

- Ofrecé (o pedí) un espacio seguro destinado a bicicletas e incentivá


el transporte sustentable.

- Utilizá lámparas de bajo consumo.

- Contá con cestos separados para los reciclables, no reciclables,


compostables.

- Antes de imprimir preguntate si podrías evitarlo.

Cocina: varias cosas ya las fuimos tratando durante el curso. Una


importante es compostar tus residuos orgánicos. Lo siguiente es
reemplazar los plásticos de un solo uso —en especial el film— por telas
enceradas, que son lavables y reutilizables.

Alimentación
- Preferí productos locales que recorran la menor distancia a fin de
disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Hará que
consumas alimentos de temporada, lo cual no solo es más económico
sino que son productos de mejor calidad y tu alimentación pasará a
estar alineada con el clima de tu región. Tu cuerpo, tu salud, el planeta
y tu bolsillo te lo van a agradecer.

- Apoyá a productores y productoras locales con compras comunitarias


(bolsones de cooperativas), y mucho mejor si son productos orgánicos
o agroecológicos.

- Reducir la cantidad de carne que consumimos también beneficiará al


planeta: se necesitan muchos más recursos para criar vacas, corderos
y cerdos que para cultivar vegetales.

¿Qué significa «orgánico»?


Seguramente viste este término en etiquetas de harinas, mieles,
textiles o productos frescos. En esos casos se refiere a la producción
agrícola que no utiliza pesticidas, fertilizantes químicos, ni organismos
genéticamente modificados, entre otras cosas. La agricultura orgánica
es un sistema holístico de gestión de la producción que fomenta y
mejora la salud del agroecosistema, y en particular la biodiversidad,
los ciclos biológicos y la actividad biológica del suelo.
Por otro lado, el término «orgánico» también se refiere a aquellas
sustancias que contienen carbono (como el almidón, el metano, la
testosterona o las proteínas), que sufren cambios como la combustión
o pueden ser transformados por los seres vivos (metabolización). Por
eso llamamos «residuos orgánicos» a aquellos restos de frutas,
verduras y animales que generamos con nuestra alimentación. La
mayoría de los compuestos orgánicos se produce de forma natural,
pero también existen artificiales, creados mediante síntesis química
(plástico). Las sustancias inorgánicas son las que no tienen carbono,
como el metal, las rocas o la arcilla.

Festejos
Los festejos suelen ser una catástrofe cuando miramos los residuos
que generamos en unos instantes de disfrute.
Cuando son festejos de niños y niñas hay que atender a más cosas:

- En cuanto a la decoración, como ya se mencionó, podés recurrir a


préstamos de luces, guirnaldas, banderines, etc.; o hacerla vos con
retazos de tela, papeles de colores (que podrás guardar y reutilizar).
Los globos o piñatas, el cotillón de plástico, el papel picado y la
purpurina son artículos que podríamos ir reemplazando con creatividad
y sin gastar.
(insertar cumple_sustentable-2)

- Los platos y vasos también tienen opciones no descartables o, en


última instancia, descartables y compostables. Una idea puede ser que
los padres y madres de los compañeritos y compañeritas colaboren
para armar una caja de platos, vasos resistentes, servilletas de tela,
velas, etc. y hacerla rotar en los distintos cumpleaños. Ahorran dinero,
causan un bajísimo impacto en cuanto a recursos y residuos generados
y dan un gran ejemplo a sus hijos o hijas.

- Para evitar el consumo de botellas plásticas, podés preparar jarras


de jugos, limonada o chocolatada.
Al principio te pueden parecer muchos cambios ya que los festejos
tienen ciertas tradiciones, pero alguien tiene que empezar. También
puede ser una cuestión abierta y comunicar la intención de tener un
cumpleaños sustentable a quienes invites. En definitiva es el planeta
que le estamos dejando a los niños y las niñas.

Recomendaciones y enlaces para seguir fuera de la plataforma

- Bioluminiscencia en desarrollo: https://www.glowee.eu/.

- Súper adhesivo inspirado en la piel de las lagartijas: https://geckskin.umass.edu/.

- Marca argentina de pajitas y cubiertos reutilizables y compostables, de madera y


de caña: https://www.biotransito.com/.

- La marca Nespresso ofrece en la Argentina la recolección de cápsulas usadas para


su posterior tratamiento y reciclaje. Averiguá si tenés un punto de recolección cerca
y evitá tirarlas a la basura: https://www.nespresso.com/ar/es/Campana-Reciclaje.

- Enlace a la nota: «Elegir juguetes: un acto de amor y plena conciencia», donde se


lee «Al hacer un regalo no solo estamos entregando un objeto, sino también un
mensaje». Para más: https://inspiracioneco.com/2018/12/21/elegir-juguetes/.

- El emprendimiento La Casa G o casa sustentable: https://www.lacasag.com/.


Cierre

¡Llegaste al final del curso! Felicitaciones, sabemos que esta


información puede ser difícil de asimilar porque está en juego nuestra
supervivencia como especie —y la de muchas otras—. El segundo
desafío al que te enfrentaste fue cuestionar tus hábitos de consumo.
En esta sección verás algunas conclusiones del curso, más enlaces
complementarios a lecturas o videos, y por último una autoevaluación
para fijar contenidos. Esperamos que este curso te haya conmovido e
invitado a la acción.
Si además accediste a los enlaces sugeridos al final de cada unidad,
¡no hay dudas de que incorporaste mucha información nueva!
Esperamos que quieras compartirla con más gente.

Recapitulación

En el curso aprendiste qué significa cada una de las tres R y también


la relación jerárquica que tienen entre sí y que describe el orden en
que las aplicamos.
Reducir: tanto el consumo innecesario como el volumen de residuos
que luego deberemos gestionar.
Reutilizar: disminuir nuestro descarte e identificar formas para
alargar la vida útil a un objeto.
Reciclar: participamos compostando los residuos orgánicos en casa y
separando cuidadosamente los materiales reciclables, así siguen el
recorrido hasta su transformación.
Además, en el camino se sumaron otras R que son también muy
importantes: rechazar, repensar y rediseñar.

Algunos conceptos que esperamos que te lleves


- Prevenir la generación del residuo es el primer paso.

- Considerar los residuos como un recurso.

- Reemplazar la forma lineal de consumir y tirar por una cíclica de


pensar, crear, consumir y disponer.

- Cambiar la mentalidad y los hábitos nos brinda una maravillosa


oportunidad para poner a trabajar la creatividad. Hay mucho por
imaginar; las soluciones se están creando día a día por gente como
vos, sola o en organizaciones. Necesitamos innovar y todos somos
capaces de hacerlo.

- Entender la sustentabilidad como una disciplina del conocimiento y


una manera de repensar la relación del humano con la naturaleza,
integrando las dimensiones económicas, sociales, ambientales y de
valores.

Una invitación a la acción


Como sostiene la frase de Einstein, ahora tenés la responsabilidad de
actuar: «Quienes tienen el privilegio de saber tienen la obligación de
actuar».
Podés empezar con un hábito por vez o proponerte un cronograma de
objetivos, como por ejemplo ir reemplazando el plástico de un solo uso.
Sé fuente de información y ejemplo para otras y otros. Conversar sobre
el tema con otras personas, invitarlas a que participen —siempre de
manera propositiva y no agresiva— sin duda tendrá un impacto positivo
en el cambio que queremos ver.
Este curso también es un llamado a bajar el nivel de consumo y
enfocarnos en las personas que queremos, valorar el tiempo con ellas,
en las experiencias más que en los regalos o en poseer, en aprender
de la naturaleza, apreciar la salud y nuestros valores.

Tu acción tiene impacto


Si cada persona hace un sencillo cambio de hábito, esto tendrá un
impacto masivo. Y es que al ser tal cantidad de habitantes en el
planeta, la acción individual se verá magnificada. Tenemos esto tanto
en contra como a favor. ¡Usémoslo!

Material de lectura

Libros
- Si aún no lo hiciste, te recomendamos leer el libro o ver el documental animado La
historia de las cosas, que describe la economía de los materiales, un sistema
compuesto por extracción, producción, distribución, consumo y residuos. Tiene más
de diez años, pero sigue tan vigente como en su momento. Con una mirada crítica a
la sociedad consumista, expone las conexiones entre un gran número de problemas
sociales y ambientales.
Datos del libro de Annie Leonard (2010). La historia de las cosas: de cómo nuestra
obsesión por las cosas está destruyendo el planeta, nuestras comunidades y nuestra
salud. Y una visión del cambio. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. Y este es
el enlace al documental: https://www.youtube.com/watch?v=ykfp1WvVqAY&vl=es.

- El libro de Eduardo Galeano (2008). Úselo y tírelo: El mundo del fin del milenio
visto desde una ecología latinoamericana. Buenos Aires: Booket.
Resumen: mucho antes de que la ecología se convirtiera en moda y la problemática
ambiental adquiriese respetabilidad en el debate cultural, Eduardo Galeano alertaba
sobre la voracidad y el cinismo de un sistema que consume hombres, mujeres y
tierras para luego descartarlos, exhaustos. Esta antología preparada por el autor
reúne sus textos «verdes», desde Las venas abiertas de América Latina hasta Las
palabras andantes, algunos nunca antes publicados en libro y otros preparados
especialmente para este volumen.

Campañas
- La campaña internacional América Sin Colillas es un movimiento que reúne a cientos
de agrupaciones ecológicas y personas voluntarias de todo el continente con la única
misión de liberar a nuestras ciudades de la problemática generada por la
contaminación de las colillas de cigarrillos: http://www.americasincolillas.com/.

- Economía circular, Fundación Ellen MacArthur. Encontrás información en los


siguientes enlaces:
https://www.ellenmacarthurfoundation.org/es/economia-circular/concepto ;
https://www.facebook.com/EllenMacArthurFoundation

Documentales
- France 24. (2019). Agbogbloshie. Nota sobre el mayor vertedero de basura
electrónica en África, que muestra cómo Europa exporta su basura electrónica
(duración: 14 min). Podés verla en: https://www.youtube.com/watch?v=Aadj-
IEZWZg. Otro documental sobre el tema es El vertedero electrónico (2015, 25 min).
Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=lGdgtUDE9TY.

- Chávez Carvajal, H. (2015). Obsolescencia. México. (duración: 45 min).


Recuperado de https://vimeo.com/123742756.

Legislación
- La Gestión de Residuos Sólidos Urbanos en la Argentina se encuentra regulada por
la Ley de Presupuestos Mínimos 25916 promulgada en 2004, «la cual pone en cabeza
de la autoridad de aplicación la obligación de elaborar un informe anual con los datos
que le provean las provincias y la Ciudad de Buenos Aires, el que deberá, como
mínimo, especificar el tipo y cantidad de residuos domiciliarios que son recolectados,
y además, aquellos que son valorizados o que tengan potencial para su valorización
en cada una de las jurisdicciones (art. 24° b)». Recuperada de
https://www.argentina.gob.ar/normativa/nacional/ley-25916-98327.

- Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos de la Provincia de Buenos


Aires: http://cairplas.org.ar/leyes/Ley_13592.pdf.
- Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos de CABA:
http://cairplas.org.ar/leyes/Ley_1854.pdf.

Agricultura orgánica
- Para preguntas frecuentes sobre agricultura orgánica de la FAO, te sugerimos el
siguiente enlace: http://www.fao.org/organicag/oa-faq/oa-faq1/es/.

RSU
- Cada vez más universidades ofrecen programas relacionados con residuos. Una de
ellas es la UNSAM con su diplomatura en Planificación de la Gestión Integral de
Residuos Sólidos Urbanos:
http://www.unsam.edu.ar/escuelas/politica/489/gestion-residuos-solidos-urbanos

Reciclaje de plásticos en la Argentina


- Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. (2019). Reciclado de
plásticos y economía circular. Los residuos que generamos. Su manejo sustentable,
un gran desafío, cap. 2. Recuperado de
https://www.ancefn.org.ar/user/FILES/PUBLICACIONES/LOS%20RESIDUOS%20WE
B.pdf.

- En la página de CAIRPLAS (Cámara de la Industria de Reciclados Plásticos)


encontrarás informes y recursos sobre las tecnologías, desafíos y actualidad:
https://cairplas.org.ar/.

Podcast (programas de radio grabados que por lo general cubren un tema y que
podés escuchar cuando quieras)
- Cuidar a la Tierra (Argentina) cuenta experiencias y enseña sobre una vida en la
ciudad más sustentable. Cubre los temas: residuos, alimentación, huerta y
compostaje. Recuperado de https://bit.ly/2Csssb0.

- El podcast ambiental de Vida Casi Cero (México), donde se discuten hábitos


sustentables junto a invitados especialistas en bioconstrucción, turismo sustentable,
cosmética y salud, movimientos ambientales y filosofía. Recuperado de
https://vidacasicero.com/podcast/.

- Mueve la Fecha (Chile): entrevistas a especialistas sobre cambio climático,


desperdicio de alimentos, crisis del agua, entre otras cosas. Recuperadas de
https://www.youtube.com/channel/UCWZmCf6wpgTxp02YCWPfAYQ.

Basura electrónica
- Equidad Fundación Compañía Social: esta organización brinda cursos y talleres
sobre técnicas de reúso y reciclaje de la tecnología. Para reducir la brecha digital,
desde 2001 trabaja con personas de sectores sociales vulnerables promoviendo su
integración social, educativa y laboral mediante el uso de nuevas tecnologías y la
formación digital.
La fundación —que cuenta con más de quince años de historia y el reconocimiento
de la Unión Europea— ya construyó 14 Centros Digitales Comunitarios, concretó un
Programa de Informatización Escolar que llevó 1.500 computadoras recicladas a 400
escuelas públicas argentinas, y lanzó un curso de Comunicación y Periodismo Digital
para estimular el uso de tecnologías en la producción de contenidos.
Ubicación: Piedras 1384, Ciudad de Buenos Aires.
Contacto: (011) 4307 8150, www.equidad.org.

- Scrap y Rezagos S.R.L.: es una de las pocas empresas habilitadas por la Secretaría
de Medio Ambiente para gestionar residuos electrónicos. Con más de doce años de
experiencia, esta compañía brinda una segunda oportunidad a monitores, teclados,
equipos de impresión, audio y video, y de telefonía fija y celular, entre otros. Además
ofrece seminarios y descuentos a quien lleve sus propios residuos para poner a
disposición del reciclaje.
Ubicación: Ecuador 462, Ciudad de Buenos Aires.
Contacto: (011) 15 6372 6760 o 4139 8229, info@rezagos.com, www.rezagos.com.

- Ambientech: portal de ciencias, tecnología, salud y medioambiente para la


educación secundaria y ciclos formativos:
https://ambientech.org/itinerariosad/convierte-residuos-en-recursos/generacion-
residuos-mundo.html

También podría gustarte