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ESCUELA CUANTITATIVA
a. Problemas estructurados
Un problema estructurado es aquel que puede ser perfectamente definido pues sus
principales variables {como los estados de la naturaleza, acciones posibles y
posibles consecuencias) son conocidas.
El problema estructurado puede ser subdividido en tres categorías:
Las variables son conocidas y la relación entre las acciones y sus consecuencias es
determinística.
b. Problemas no estructurados
No puede ser claramente definido pues una o más de sus variables se desconoce o
no puede determinarse con algún grado de confianza. El modelo matemático puede
tratar a los problemas estructurados y no estructurados con ventajas, porque:
2. INVESTIGACIÓN DE OPERACIONES
Programación lineal
Teoría de colas
Teoría de probabilidades
Econometría administrativa
Tiempos estimados:
Tiempo esperado: es el tiempo promedio ponderado, que se usa para elaborar la red
y se calcula mediante la siguiente formula:
Una vez hecha la cédula, se procede a elaborar la red para determinar el camino
crítico (enseguida se presenta la red que se obtiene con los datos de la cédula del
ejemplo).
2.2 TEORÍA DE COLAS
La teoría de colas es una herramienta valiosa para llegar a decisiones que requieren
un balance óptimo entre el costo del servicio y el costo por pérdidas de espera,
porque, al analizar “las colas” de espera, se pueden detectar costos muy grandes
debido a deserciones, entre otras cosas. Sirven también para analizar cuellos de
botella en la producción, e inclusive para programar el mantenimiento en una planta.
Ejemplo: Las “unicolas” de los bancos, los parques de diversiones, la sala de espera
del Doctor, etc., son aplicaciones de esta teoría.
Sin embargo, podemos afirmar que las buenas decisiones no son producto del azar,
sino de la buena y oportuna información y del conocimiento de la probabilidad, a fin
de saber cuándo asumir un riesgo. Cuando una organización cuenta con buenas
memorias de información y conoce los grados de riesgo, su posibilidad de
equivocación es menor. Son muchas las aplicaciones de la teoría de la probabilidad
en los seguros, fianzas, controles de calidad, otorgamiento de crédito, auditoria
administrativa, etc.
Los pasos que proponen los matemáticos para la solución de problemas son:
Sisk recomienda que para encontrar las causas nos formulemos las siguientes
preguntas: ¿Por qué? ¿Por qué falta el personal? ¿Por qué están tan altos los
costos?, etc. Así mismo, recomienda que se enumere todas las posibles causas para
después eliminarlas por deducción. Los médicos dicen: desaparecida la causa, los
efectos cesan.
Sin información el área de riesgo aumenta porque al propio del caso se añade la
probabilidad de que por desconocimiento de elementos esenciales nos
equivoquemos. Haremos para con la medicina: un médico no hará un buen
diagnóstico en el caso de una enfermedad de la sangre si no se auxilia del
laboratorio, porque le faltaría información.
3.1.4 Experimentación.-
Es poco común que en las organizaciones se investiguen los problemas con el rigor
que señala el método científico debido a las limitaciones señaladas en el punto
anterior. Sin embargo, el administrador deberá acercarse al ideal científico y poner a
prueba sus decisiones cada vez que pueda, sobre todo cuando estas involucran un
cambio profundo en la operación. En muchos casos se presenta la posibilidad de
aislar secciones del sistema o grupos de control para observar sin comprometer a la
totalidad.
Hay que añadir que el proceso de toma de decisiones tiene un costo que no pocas
veces resulta mayor que el beneficio. Su aplicación, por lo tanto, está sujeta a cada
situación específica y a la disponibilidad de recursos.
Las decisiones programadas son aquellas con carácter repetitivo y de rutina. Las
organizaciones generalmente establecen procedimientos definidos para tomarlas. En
contraste, las decisiones no programadas no están estructuradas y son nuevas, no
existe una forma establecido para resolverlas. Niveles más elevados de la
administración están asociados con las decisiones no estructuradas y no
programadas.
Esta estrategia de engaño sirve para no discutir aquello que nos afecta: todo está en
orden, nada es sorprendente y mejor no hablemos de esto "para no abrir la caja de
Pandora". Así, sostiene Argyris, ante la mínima percepción de amenaza, el
pensamiento defensivo reemplaza inmediatamente al productivo.
Cada uno percibe claramente este proceso en los demás pero no en sí mismo. Así,
nos engañamos a nosotros mismos diciendo que no hablamos de lo que deberíamos
hablar para proteger a los demás. Ahora bien, cuando esa protección unilateral e
ilusoria de los demás, propia de nuestras estrategias individuales de engaño, se
convierte en una pauta organizativa, pasa a ser lo que Argyris llama una "rutina
defensiva".
De esta forma, las rutinas defensivas son todas las políticas y prácticas organizativas
que evitan que las personas sufran incomodidades y amenazas, al mismo tiempo
que evitan que descubran y eliminen las causas de esas incomodidades y
amenazas.
Argyris se destaca por privilegiar los valores por encima de las “Best Practices” y las
“Best Theories”. Ha sido muchas veces duramente criticado como conductor del
“movimiento evangelizador” en materia de cambio y desarrollo organizacional,
asumiendo que sus ideas, conceptos y prácticas no tienen vigencia en el mundo
industrial de hoy en día.
La hipótesis básica de Argyris sugiere que todas las personas tienen una necesidad
de auto-realizarse cuyo potencial está lejos de lo que vive en ese momento en
particular. Tiene en cuenta que el hombre como individuo social que dedica muchas
de sus horas disponibles a trabajar en empresas puede y seguramente ha de ser
fuertemente influenciado por lo que hace durante dichas horas. Como los caminos de
auto-realización del individuo no se cruzan necesariamente con la forma en que se
manejan las empresas y otros tipos de instituciones, las personas ven limitada su
desarrollo y operan muy por debajo de su potencial. En este juego diario aparecen
distintos componentes de importancia: el individuo, la organización, y el grado de
competencia interpersonal que demuestran en la acción los superiores con los
subordinados en sus unidades de trabajo.
Ante esta nueva forma de operar dentro de las empresas la forma de interactuar se
ha vuelto bastante infantil y esto impacta sobre una baja competencia interpersonal.
Esta baja competencia interpersonal se encuentra en casi todos los arreglos
organizacionales independientemente de su orientación, como ser escuelas,
universidades, hospitales, empresas, etc. Una relación sincera y abierta en confianza
con otros es prácticamente inexistente dentro del ámbito de empresas. Escuchan
poco de lo que otros le dicen; se manejan con intrigas y desconfianza, no se manejan
en forma abierta, tienen un horizonte corto en sus proyectos, los sentimientos son
racionalizados, se encuentran cómodos repitiendo lo que están haciendo, prefieren
no oír críticas respecto de lo que hacen y dicen, en el caso que estén de acuerdo con
una crítica puede ser que en el mejor de los casos sea escuchada pero no se
modifican conductas a partir de dicha crítica, lo que hace que las personas tengan
una apariencia de salud que sólo es una falsa imagen. Todas estas características se
encuentran dentro de una cultura organizacional formal-racional, siguiendo a Max
Weber, donde las tareas se reducen a un mínimo en sub-tareas lo que conlleva una
alta especialización que tanto en términos de acciones como de resultados y
recompensas promueve una visión parcial de la entidad donde los distintos sectores
compiten entre sí alejándose de los objetivos organizacionales. Ahora bien, la
pregunta que se hace Chris Argyris es la siguiente ¿Cómo puede esperarse que las
personas adultas no lleguen a comportarse en forma infantil en este tipo de
organizaciones? Poco a poco se empiezan a sentir cómodos en lo que hacen, el
sistema refuerza los comportamientos rutinarios y se castiga a aquellos que toman
riesgos cuando fracasan en alguna misión heroica que nadie jamás se atrevió a
emprender (ver el funcionamiento letal de este mecanismo en el libro del Dr. Donald
Cole y Eric Gaynor Butterfield titulado “Suicidio Profesional y Asesinato
Organizacional”).
Chris Argyris sugiere que el problema principal no radica en que existan estas
paradojas y contradicciones ya que las mismas están presentes en la vida misma; el
principal problema reside en que los gerentes no cuentan con las competencias
interpersonales que permitan sacar a la luz estos temas y discutirlos en forma franca,
abierta y no-defensiva. La ventana de Johari (Eric Gaynor Butterfield: Congreso de
Desarrollo Organizacional realizado en la Argentina, 1997) sugiere que el mejor estilo
operativo organizacional es aquel donde las personas se conocen a sí mismas y
también son conocidas por otros ya que de esta manera se puede mantener una
relación fluida y abierta con terceras personas. Sin embargo existe una diferencia
muy grande entre lo que la gerencia predica y verbaliza con lo que realmente hace
en las acciones del día a día dentro de la organización.
Los gerentes prefieren operar bajo lo que Chrys Argyris denomina el “Modelo I”
donde se mueven unidimensionalmente y con el objetivo de tener un control total (no
es casualidad que al preguntarle al gerente ¿ Cómo estás? tiende a responder muy
frecuentemente: “OK... con todo bajo control” (all under control). Bajo este modelo I el
debate abierto y franco sobre temas de relevancia por lo general son evitados y dan
lugar a lo que Chrys llama “aprendizaje de primer ciclo” donde en realidad lo que los
gerentes aprenden tiene que ver básicamente con como “conformar” al superior en la
organización.
• Inicie acciones con otros bajo el método de opciones libres con todas aquellas
partes que son competentes y agreguen valor.
• Promueve el mayor grado de compromiso posible para que todas las partes
involucradas acompañen en el cambio.
Uno de las preguntas que aquí se formula Chris Argyris es como hacemos para que
la gerencia deje de operar bajo el Modelo I si realmente no está consciente de que
opera bajo este modelo (ineficiente) e incluso sabiendo que dicho Modelo no es el
ideal, como hace para transformarse a sí mismo permitiendo operar bajo el Modelo II
cuando el resto de la organización tiene tantos mecanismos operativos bajo el
Modelo I.
Argyris sugiere que estos temas deben ser tratados en forma abierta por las distintas
partes involucradas en sesiones de entrenamiento donde los distintos participantes
confronten estas paradojas y contradicciones. El trabajo del facilitador en ésta
situación tiene que ver con proveer asistencia a los participantes respecto de reducir
la disonancia entre lo que se dice y se hace dentro de los grupos que toman
decisiones, y como ellos se sienten en esta disyuntiva delante del resto del personal
involucrado. Usualmente los gerentes tienen “rutinas defensivas” que les han dado
resultado hasta este momento y el trabajo principal consiste en ganar conciencia
respecto de los límites del uso de dichas rutinas defensivas.
5.1.2 El supervisor “Y”: es el optimista con confianza en los buenos deseos y amor al
trabajo del ser humano, el que piensa que se auto realiza en el desempeño de sus
tareas. A continuación mencionaremos los supuestos que rigen la conducta del
hombre “Y”.
En la sociedad industrial, las organizaciones sólo apoyan a los trabajadores en
la cobertura de sus necesidades primarias y básicas, las fisiológicas y de
seguridad.
Estas necesidades ya no son motivadoras del comportamiento hacia el trabajo
organizacional, porque de acuerdo con Maslow: Una necesidad al ser
satisfecha deja de ser motivador de la conducta.
El hombre cuya necesidad se frustra, está enfermo como quien tiene
raquitismo y su enfermedad tendrá consecuencias en su conducta. Estas
formas de conducta son síntomas de enfermedad de privación de sus
necesidades sociales, egoístas y de autorrealización.
Estimular el ego de los subordinados para que se sientan importantes.
Vender ideas.
Pagar buenos salarios.
Centralizar las grandes decisiones.
Mantener la alta dirección de las organizaciones en manos de grandes
personalidades.
6. S. SAYLES
Lo plantearon debido a lo radical de las teorías “X” y “Y”. Ven la necesidad de crear
una teoría que equilibra a las dos anteriores, quien logra esto es la teoría “Z”. Analiza
que el ser humano tiene una actitud variable.
La teoría Z ha sido criticada por varios motivos, algunos de los cuales se refieren a
los hechos en que se funda, las supuestas relaciones entre sus variables y a su
lógica.
Todo considerando, la teoría Z debe verse más bien como una idea estimulante y no
como una teoría cuya validez ha sido probada. Debido a lo radical de las teorías X y
Y se ve la necesidad de crear una teoría que equilibra a las dos anteriores, quien
logra esto es la teoría Z. Esta teoría analiza que el ser humano tiene una actitud
variable.
Dado que todas las empresas norteamericanas carecen del imperativo cultural que
caracteriza a la empresa japonesa, compete a los gerentes crear una filosofía
corporativa que de origen a un clan industrial. Ouchi afirma que algunas compañías
norteamericanas de gran éxito han hecho exactamente eso, han producido la misma
serie de condiciones y efectos que ocurrieron en Japón. Este desarrollo, indica que
los estadounidenses no necesitan imitar los métodos administrativos de Japón. (El
empleo para toda la vida; incluso las personas más incompetentes tienen cierta
seguridad en la vida.)
Teoría “Z” supuestos:
c) Quiere que se le tome en cuenta en trabajo que efectúa en forma bien hecha,
reconociéndolo.
Al obtener los resultados, Likert concluyó que los supervisores que se orientaban
hacia un mayor interés por sus subordinados más que por la tarea, eran superiores
en productividad que los que anteponían el interés por la tarea, por lo cual sus
subordinados mostraban una moral más baja y menos satisfacción por su trabajo.
Los supervisores fueron orientados hacia un mayor interés por su equipo de trabajo,
más que por la tarea, eran superiores a la productividad. Ambas dimensiones, tareas
y delegación, son interdependientes, no excluyentes.
Son los líderes superiores de la organización los que más afectan el estilo de
dirección y, por lo tanto, la productividad y el ambiente organizacional.
Likert propuso que cualquier estudio organizacional debe incluir los siguientes
factores.
Flujo de comunicación
Práctica de toma de decisiones
Interés por las personas
Influencia en el departamento
Excelencia tecnológica
Motivación