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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para La Educación

Universidad Nacional Experimental ¨Francisco De Miranda¨

Área Ciencias De La Salud

Barinas, Estado Barinas

MORFOLOGÍA DEL CEREBELO

INTEGRANTES: C.I.

Ramírez Diokarlys 30.957.721

Pernia Roxy 29.667.808

SEMESTRE: III

SECCIÓN: 5

ASIGNATURA: Morfofisiología III

DOCTOR: Bernal Aaron

Barinas, Abril del 2023


CEREBELO

Localizado en la fosa craneal posterior, es la parte más grande del


encéfalo posterior. El cerebelo se origina en la cara dorsal del tronco del
encéfalo cuyos hemisferios se sitúan posteriores a la protuberancia e
inferiores a los hemisferios cerebrales y se encuentra posterior y superior
al cuarto ventrículo. Posee un diámetro transversal de 10cm y un diámetro
anteroposterior de 5-6 cm aproximadamente. Su altura es de
aproximadamente 5 cm y su peso es de 140 g - 150 g aproximadamente.

Las funciones del cerebelo son totalmente motoras y se producen a


un nivel inconsciente. Controla el mantenimiento del equilibrio, influye en
la postura y tono muscular y coordina el movimiento basándose en la
información sensitiva y los recuerdos de los patrones de movimiento
aprendidos.

MORFOLOGÍA DEL CEREBELO

MORFOLOGÍA EXTERNA

El cerebelo tiene dos hemisferios cerebelosos, cada uno de los


cuales presenta una superficie muy contorneada compuesta de corteza
nerviosa. Estos pliegues o láminas (folia) de la superficie son menos
prominentes que las circunvoluciones de los hemisferios cerebrales; sin
embargo, forman dos surcos que dividen al cerebelo anatómicamente en
tres lóbulos. Cada hemisferio consta de dos lóbulos, anterior y posterior,
que están separados por el surco primario (fisura prima). A lo largo de la
línea media, una banda estrecha de corteza conocida como vermis
separa los hemisferios cerebelosos. Los delgados lóbulos
floculonodulares se sitúan anteriores e inferiores a cada hemisferio
cerebeloso formado por el surco posterolateral (fisura uvulonodular) que
delimita la localización de pequeñas regiones del hemisferio (flóculo) y el
vermis (nódulo). En conjunto se describen 3 caras:

• Cara superior: Presenta la porción superior del vermis que se extiende


hasta la vallécula del cerebelo (escotadura cerebelosa posterior). La
porción anterior del vermis se denomina língula, mientras que su parte
más elevada se denomina culmen.

• Cara inferior: Es convexa en todos los sentidos. En la línea mediana


presenta una profunda depresión, la vallécula del cerebelo. En la unión
del tercio medio del vermis con el tercio posterior se produce un
ensanchamiento de donde se desprenden dos prolongaciones (amígdalas
cerebelosas) que lo unen a los hemisferios cerebelosos, constituyendo la
pirámide. La porción del vermis inferior por delante de la pirámide, se
denomina úvula, que hace protrusión en el interior del cuarto ventrículo.
Entre la úvula y el cuarto ventrículo se ubica el nódulo, del que se
desprenden dos laminillas de sustancia blanca, las que forman el velo
medular inferior (válvula de Tarin).

• Cara anterior: De esta cara emergen los pedúnculos cerebelosos que


conectan al cerebelo con el tronco del encéfalo. Se distinguen 3
porciones: 2 pociones laterales, conformadas por los hemisferios
cerebelosos y 1 porción mediana, que corresponde a los extremos del
vermis y el cuarto ventrículo, en esta porción, a los lados de la úvula se
ubican las amígdalas cerebelosas que están en relación con la cara
posterior y lateral del bulbo raquídeo y la protuberancia.

MORFOLOGÍA INTERNA

El cerebelo está compuesto por una cubierta externa de sustancia


gris denominada corteza cerebolosa y un núcleo interno de sustancia
blanca, el cual tiene una disposición ramificada que observada desde un
corte transversal, los anatomistas la han denominada el arbor vitae o
“árbol de la vida”. En el interior de la sustancia blanca de cada hemisferio
hay 4 masas de sustancia gris que forman los núcleos intracerebelosos.

Corteza Cerebelosa

La corteza cerebelosa humana en realidad es una gran lámina


plegada, de unos 17 cm de ancho por 120 cm de largo, con los pliegues
orientados en sentido transversal. Cada uno de los pliegues se llama
lámina. La sustancia gris de la corteza posee una estructura uniforme en
toda su extensión. Esta superficie cortical mide de 1 - 1,5 mm de grosor
aproximadamente (Neuverge, 1999).

Histológicamente, puede dividirse en tres capas: 1) una capa


externa, la capa molecular, 2) una capa media, la capa de células de
Purkinje y 3) una capa interna, la capa granular.

• Capa molecular: Posee alrededor de 80.000 a 200.000 fibras paralelas


entre las cuales se encuentran dos tipos de neuronas: La célula estrellada
y la célula en cesta. Se hallan también células gliales.

• Capa de células de Purkinje: Formada por aproximadamente 30


millones de células de Purkinje las que se encuentran muy ramificadas.
Las células de Purkinje tienen grandes cuerpos celulares en forma de
pera que tienen dendritas grandes y numerosas que se abren en forma de
abanico en la sustancia gris (capa molecular) de la corteza cerebelosa.
Los axones se proyectan desde la porción basal de la célula hacia la
sustancia blanca para alcanzar los núcleos cerebelosos.

• Capa granulosa: Formado por numerosas células granulosas pequeñas


cuyos núcleos se tiñen densamente y tienen escaso citoplasma. Sus
dendritas establecen contacto sináptico con aferencias de las fibras
musgosas y sus pequeños axones cuyo diámetro no llega a 1 µm se
dividen y extienden a la capa molecular formando las fibras paralelas.
Existen unas 500 a 1000 células granulosas por cada célula de Purkinje.

Núcleos del Cerebelo

Profundamente en el interior de la sustancia blanca cerebelosa y


por encima del techo del cuarto ventrículo, se sitúan 4 pares de núcleos.
De medial a lateral se denominan:

• Núcleo de Fastigio: Techo del cuarto ventrículo.

• Núcleo globoso: También denominado núcleo interpósito posterior.

• Núcleo emboliforme: También denominado núcleo interpósito anterior.

• Núcleo dentado: Es el más grande. Mide de 2,5 a 3 cm de largo y 1 a 2


cm de ancho aproximadamente (Neuverge, 1999).

Las fibras eferentes de los núcleos dentado, emboliforme y globoso


abandonan al cerebelo a través del pedúnculo cerebeloso superior,
mientras que las fibras del núcleo del fastigio lo abandonan a través del
pedúnculo cerebeloso inferior. El principal destino de las fibras eferentes
son los núcleos reticulares y vestibulares, el núcleo rojo del mesencéfalo y
el núcleo ventral lateral del tálamo.

Sustancia Blanca

Recibe el nombre de cuerpo medular del cerebelo, está


conformado por tres grupos de fibras:

• Fibras intrínsecas: Conectan diferentes regiones del órgano. Algunas


de estas fibras conectan los dos hemisferios cerebelosos constituyendo la
comisura del cerebelo.

• Fibras aferentes: Forman la mayor parte de la sustancia blanca y


prosigue hacia la corteza cerebelosa.

• Fibras eferentes: Es la aferencia del cerebelo y comienza con los


axones de las células de Purkinje, los cuales pueden establecer conexión
sináptica con los núcleos cerebelosos o pasar por alto los núcleos
cerebelosos y abandonar al cerebelo sin hacer sinapsis.

PEDÚNCULOS CEREBELOSOS

Los tractos que conectan el cerebelo con el tronco del encéfalo, el


cerebro y la médula espinal salen de los hemisferios cerebelosos
formando los pedúnculos. Los pedúnculos son cilindros de sustancia
blanca y se dividen en pedúnculos cerebelosos superiores, medios e
inferiores.

PEDÚNCULO SUPERIOR

Son los que conectan el cerebelo con los núcleos del mesencéfalo,
el diencéfalo y el cerebro, involucrados en la coordinación de la actividad
muscular. Entre estos pedúnculos se extiende el velo medular superior.
En este pedúnculo encontraremos los siguientes tractos: tracto
espinocerebeloso anterior o ventral, tracto trigémino cerebeloso, tracto
tecto cerebeloso. Se ubica de afuera hacia adentro y de abajo hacia
arriba, desde la escotadura anterior a los tubérculos cuadrigéminos. Su
cara posterior o superior está cubierta por el cerebelo, la cara inferior o
anterior se confunde con la formación reticular del puente y forma parte
del techo del cuarto ventrículo.

PEDÚNCULO MEDIO

Los pedúnculos cerebelosos medios o pontinos conectan el


cerebelo con la protuberancia o puente. Están conectados con una banda
ancha de fibras que cruzan la superficie ventral de la protuberancia en
ángulo recto con el eje del tronco del encéfalo y también conectan los
hemisferios cerebelosos con núcleos sensitivos y motores de la
protuberancia, forman un circuito esencial en el sistema cerebeloso del
control del movimiento (planificación o programación del movimiento). Son
los más grandes y voluminosos, ya que en él se encuentra el mayor grupo
de fibras pero no el mayor número de fascículos .Están separados de los
pedúnculos superiores por el surco interpeduncular y constituyen las
caras laterales de la protuberancia. Está formado exclusivamente por
fibras aferentes al cerebelo. La gran mayoría de ellas proviene de
neuronas localizadas en los núcleos propios de la protuberancia
contralaterales; a su vez esas neuronas reciben fibras corticopónticas de
origen ipsilateral. Por ellos entran las fibras del tracto: tracto
pontocerebeloso y fibras serotoninérgicas del núcleo del rafe.

Las fibras de los pedúnculos medios se organizan en tres


fascículos: superior, inferior y profundo.
• Fascículo superior: El más superficial, deriva de las fibras
transversales superiores de la protuberancia. Se distribuye principalmente
por los lobulillos de la cara inferior de los hemisferios cerebelosos y por
las porciones adyacentes de la cara superior.

• Fascículo inferior: Está constituido por las fibras transversales


inferiores de la protuberancia. Se distribuye por los lobulillos de la cara
inferior en las porciones cercanas al vermis.

• Fascículo profundo: Incluye la mayor parte de las fibras transversas


profundas de la protuberancia. En su primer segmento está cubierto por
los fascículos inferior y superior, pero termina por cruzarse oblicuamente y
aparece al lado medial del fascículo superior, de quien recibe un paquete
de fibras, estas fibras van a cubrir a las del cuerpo restiforme.

PEDÚNCULO INFERIOR

Son dos, uno de cada lado, permiten la comunicación entre el


cerebelo y los núcleos del bulbo raquídeo, llevan tractos cerebelosos
ascendentes y descendentes desde la médula espinal, transmiten
información propioceptiva vinculadas con el movimiento y la posición en
relación con la gravedad, así como el aprendizaje motor. Está formado
por los cuerpos restiformes el cual es un grueso cordón situado en la zona
dorsolateral que contienen fibras procedentes de la medula espinal o el
bulbo y por el cuerpo yuxtarrestiforme que se encuentra en la pared del
cuarto ventrículo cuyas fibras forman conexiones reciprocas entre las
estructuras vestibulares y el cerebelo. Posee gran cantidad de fascículos
aferentes y eferentes. En este pedúnculo se encuentran los siguientes
tractos: tracto espinocerebeloso posterior o dorsal, tracto
cúneocerebeloso, tracto olivocerebeloso, tracto retículocerebeloso, tracto
vestíbulocerebeloso.

CONEXIONES Y FUNCIONES CEREBELOSAS

El cerebelo es un centro de procesamiento automático con 2


funciones fundamentales:

• Ajustar los músculos posturales del cuerpo: Coordina los ajustes


automáticos rápidos que mantienen el equilibrio. Estas alteraciones del
tono muscular y de la posición se hacen modificando la actividad del
núcleo rojo.

• Programar y ajustar de forma precisa los movimientos voluntarios e


involuntarios: El cerebelo almacena recuerdos de los patrones de
movimiento aprendidos. Estas funciones se llevan a cabo de forma
indirecta, regulando la actividad a lo largo de las vías motoras que
incluyen la corteza cerebral, los ganglios basales y los centros motores
del tronco del encéfalo.

El cerebelo ha recibido el nombre de área silente del encéfalo


debido a su excitación eléctrica, no origina ninguna sensación consciente
y rara vez causa alguna actividad motora. Sin embargo, su extirpación
hace que los movimientos corporales cobren un carácter muy anormal,
esto se debe a que se encarga de ordenar las actividades motoras, así
como también verificar y efectuar ajustes de corrección en las actividades
de movimiento en el cuerpo durante su ejecución, para que sigan las
señales motoras dirigidas por la corteza cerebral motora y otras partes del
encéfalo. Resulta especialmente vital durante las actividades musculares
rápidas como correr, escribir a máquina, tocar el piano e incluso
conversar. La desaparición de este componente del encéfalo puede
provocar una incoordinación casi total de estas tareas aun cuando su
pérdida no ocasione la parálisis de ningún músculo.

FUNCIÓN DEL CEREBELO EN EL CONTROL MOTOR GLOBAL

El sistema nervioso recurre al cerebelo para coordinar las


funciones de control motor en los tres niveles siguientes:

• Vestibulocerebelo: Se compone por los lóbulos cerebelosos


floculonodulares y las porciones adyacentes del vermis. Aporta los
circuitos nerviosos para la mayoría de los movimientos relacionados con
el equilibrio corporal.

• Espinocerebelo: Está constituido por la mayor parte del vermis del


cerebelo posterior y anterior, además de las zonas intermedias
adyacentes a sus dos lados. Proporciona el circuito encargado de
coordinar los movimientos de las porciones distales de las extremidades,
en especial los de las manos y los dedos.

• Cerebrocerebelo: Está compuesto por las grandes zonas laterales de


los hemisferios cerebelosos. Recibe prácticamente todas sus conexiones
desde la corteza cerebral motora, somatosensitiva y premotora
adyacentes en el cerebro. Planifica los movimientos voluntarios
secuenciales del tronco y las extremidades, haciéndolo con una
antelación hasta de décimas de segundo con respecto al movimiento
verdadero. Esto se llama concepción de la “imagen motora” de los
movimientos que se van a realizar.

CIRCUITO NEURONAL DEL CEREBELO


Se compone de las vías aferentes y eferentes. Las vías aferentes
más importantes son:

• Vía Corticopontocerebelosa: Desde las células nerviosas de la corteza


cerebral, pasa por los núcleos del puente y los tractos pontocerebelosos
para llegar sobre todo a las divisiones laterales de los hemisferios
cerebelosos en el lado del encéfalo opuesto a las áreas corticales. Otros
fascículos o tractos aferentes importantes son el olivocerebeloso,
vestibulocerebelosos, y reticulocerebelosos.

• Vía Espinocerebelosa: Lleva información propioceptiva relacionada con


la posición de los músculos, tendones y articulaciones al cerebelo, que es
responsable de la coordinación fina de los movimientos corporales. Los
axones de las neuronas sensitivas de primer orden hacen sinapsis con las
neuronas de segundo orden de las astas posteriores de la médula
espinal. Los axones de estas neuronas ascienden en los tractos
espinocerebelosos anterior y posterior.

Las señales transmitidas por los tractos espinocerebelosos


dorsales informan al cerebelo sobre el estado en cada momento de la
contracción muscular; el grado de tensión en los tendones musculares, la
posición y la velocidad de movimiento de las diversas partes del cuerpo y
las fuerzas que actúan sobre las superficies corporales.

Los tractos espinocerebelosos ventrales reciben mucha menos


información desde los receptores periféricos. Esta vía de fibras ventral
comunica al cerebelo qué señales motoras han llegado a las astas
anteriores; dicha retroalimentación se llama copia de eferencia del
impulso motor en el asta anterior. Las vías espinocerebelosas son
capaces de transmitir impulsos a una velocidad hasta de 120m/s, esto
permite la comunicación instantánea al cerebelo de los cambios ocurridos
en las acciones musculares periféricas.

El cerebelo también recibe impulsos desde la periferia del cuerpo


por medio de las columnas dorsales de la médula hasta los núcleos de las
columnas dorsales en el bulbo raquídeo y a continuación se envían al
cerebelo.

NÚCLEOS PROFUNDOS DEL CEREBELO Y VÍAS EFERENTES

Existen 3 núcleos cerebelosos profundos: el dentado, el interpuesto


(globoso + emboliforme) y el del fastigio. (Los núcleos vestibulares del
bulbo raquídeo también funcionan en ciertos aspectos como si fueran
núcleos cerebelosos profundos debido a sus conexiones directas con la
corteza del lóbulo floculonodular).
Todos estos núcleos profundos del cerebelo reciben señales desde
dos fuentes, la corteza cerebelosa y los fascículos aferentes sensitivos
profundos dirigidos al cerebelo.

Cuando llega una señal de entrada al cerebelo, se divide para


seguir dos direcciones: la primera directamente hacia uno de los núcleos
cerebelosos profundos y la segunda hasta la zona correspondiente en la
corteza cerebelosa que cubre a dicho núcleo. Posteriormente, la corteza
cerebelosa emite una señal de salida inhibidora dirigida hacia el núcleo
profundo.

Todas las señales de entrada que penetran en el cerebelo


finalmente acaban en los núcleos profundos adoptando primero la forma
de impulsos excitadores seguidos por impulsos inhibidores una fracción
de segundo después. Desde los núcleos profundos, las señales de salida
abandonan el cerebelo y se distribuyen por otras zonas del encéfalo.

La organización general de las principales vías eferentes consta de


los siguientes componentes:

• Una vía que empieza en el vermis y funciona íntimamente con el aparato


del equilibrio y los núcleos vestibulares del tronco del encéfalo para
controlar el equilibrio, y también está vinculado a la formación reticular del
tronco del encéfalo para regular las actitudes posturales del cuerpo.

• Una vía que se origina en la zona intermedia del hemisferio cerebeloso,


y llega hasta el núcleo rojo y la formación reticular en la porción superior
del tronco del encéfalo. Este complejo circuito sirve en especial para
coordinar las contracciones recíprocas entre los músculos agonistas y
antagonistas en las porciones periféricas de las extremidades, sobre todo
en las manos, los dedos y los pulgares.

• Una vía que comienza en la corteza cerebelosa de la zona lateral del


hemisferio cerebeloso y a continuación se dirige al núcleo dentado,
después a los núcleos ventrolateral y ventroanterior del tálamo y,
finalmente, a la corteza cerebral. Esta vía cumple una función importante
por su contribución a la coordinación de las series de actividades motoras
sucesivas puestas en marcha por la corteza cerebral.

DIVISIÓN ANATOMOFUNCIONAL DEL CEREBELO


ÁREAS ANATÓMICAS Y FUNCIONALES DEL CEREBELO

Desde el punto de vista anatómico, el cerebelo está dividido en tres


lóbulos por dos profundas cisuras:
• Lóbulo anterior: Se encuentra en la superficie superior del cerebelo, y
está separado del lóbulo medio por una fisura en forma de V amplia, la
fisura prima.

• Lóbulo posterior: (conocido a veces como lóbulo posterior) es la parte


más grande del cerebelo, y está situado entre la fisura uvulonodular y la
fisura primaria.

• Lóbulo floculonodular: Se halla situado posterior a la fisura


uvulonodular. Una fisura horizontal profunda a lo largo del margen del
cerebelo separa las superficies superior e inferior.

Los lóbulos anterior y posterior intervienen en la planificación,


ejecución y coordinación de los movimientos del miembro y el tronco. El
lóbulo floculonodular es importante para el mantenimiento del equilibrio y
el control de los movimientos oculares. Este último constituye la porción
más antigua de todo el cerebelo; se desarrolló a la vez que el sistema
vestibular, y funciona con él para controlar el equilibrio corporal.

DIVISIONES FUNCIONALES LONGITUDINALES DE LOS LÓBULOS


ANTERIOR Y POSTERIOR

Desde una perspectiva funcional, los lóbulos anterior y posterior no


están organizados según esta división sino a lo largo de su eje
longitudinal.

En el centro del cerebelo, una banda estrecha llamada vermis,


separada del resto por surcos superficiales. En esta zona radican la
mayoría de las funciones de control cerebelosas encargadas de los
movimientos musculares del tronco axial, el cuello, los hombros y las
caderas.

A cada lado del vermis queda un hemisferio cerebeloso grande y


que sobresale en sentido lateral, o cada uno de ellos se divide en una
zona intermedia y otra zona lateral. La zona intermedia del hemisferio se
ocupa de controlar las contracciones musculares en las porciones distales
de las extremidades superiores e inferiores, especialmente en las manos,
los pies y los dedos.

La zona lateral del hemisferio opera a un nivel mucho más remoto


porque esta área se suma a la corteza cerebral para la planificación
general de las actividades motoras secuenciales. Sin esta zona lateral, la
mayoría de las actividades motoras diferenciadas del cuerpo pierden su
sincronización y ordenación adecuadas y, por tanto, se vuelven
descoordinadas.
CORTEZA CEREBELOSA
LA UNIDAD FUNCIONAL DE LA CORTEZA CEREBELOSA

El cerebelo posee unos 30 millones de unidades funcionales


prácticamente idénticas entre sí, este elemento está centrado en
una sola célula de Purkinje muy grande y en la célula nuclear
profunda correspondiente.
CIRCUITO NEURONAL DE LA UNIDAD FUNCIONAL

El circuito neuronal que corresponde a la unidad funcional, es


repetido con escasas variaciones 30 millones de veces en el
cerebelo. La salida desde esta estructura tiene lugar a través de una
célula nuclear profunda. Esta célula está sometida
permanentemente a unas influencias excitadoras e inhibidoras. Las
influencias excitadoras emanan de sus conexiones directas con
fibras aferentes que llegan al cerebelo desde el encéfalo o desde la
periferia; la inhibidora procede en su totalidad de la célula de
Purkinje situada en la corteza cerebelosa.

Las proyecciones aferentes recibidas por el cerebelo son


básicamente de dos clases, una que es el tipo de fibra trepadora y la
otra que es el tipo de fibra musgosa.

Las fibras trepadoras nacen en su integridad en las olivas


inferiores del bulbo raquídeo. Hay una fibra trepadora por cada 5 a
10 células de Purkinje aproximadamente. Después de enviar ramas
hacía varias células nucleares profundas, estas fibras siguen su
camino hacia las capas superficiales de la corteza cerebelosa,
donde realizan unas 300 sinapsis con los somas y las dendritas de
cada célula de Purkinje. La fibra trepadora se distingue por el hecho
de que un solo impulso suyo siempre generará un solo tipo peculiar
de potencial de acción prolongado (hasta 1 s) en cada célula de
Purkinje con la que conecta, cuya configuración comienza con una
descarga potente y va seguida de un reguero de descargas
secundarias cada vez más débiles. Este potencial de acción se
llama descarga compleja.

Las fibras musgosas corresponden a todas las demás fibras


que entran en el cerebelo desde múltiples fuentes: la zona superior
del encéfalo, el tronco del encéfalo y la médula espinal. Estas fibras
además dejan salir colaterales para excitar las células nucleares
profundas. A continuación siguen hasta la capa granulosa de la
corteza, donde también hacen sinapsis con cientos o miles de
células de los granos. A su vez, estas células tienen unos axones
extremadamente pequeños, cuyo diámetro no llega a 1 μm, que
envían hasta la capa molecular en la superficie externa de la corteza
cerebelosa. Aquí, los axones se dividen en dos ramas que se
extienden de 1 a 2 mm en cada dirección, con un trayecto paralelo a
las láminas. En total, hay muchos millones de estas fibras nerviosas
paralelas debido a que existen unos 500 a 1.000 células de los
granos por cada célula de Purkinje. A esta capa molecular es donde
llegan las dendritas de las células de Purkinje, y de 80.000 a
200.000 fibras paralelas hacen sinapsis con cada célula de Purkinje.

La proyección de la fibra musgosa sobre la célula de Purkinje


es bastante diferente que en el caso de la fibra trepadora debido a
que las conexiones sinápticas son débiles, por lo que ha de
estimularse una gran cantidad a la vez para llegar a excitarla.
Además, la activación suele adoptar la forma de un potencial de
acción de corta duración mucho menos intenso en la célula de
Purkinje, llamado descarga simple, en vez del prolongado potencial
de acción complejo ocasionado por la proyección de la fibra
trepadora.
OTRAS CÉLULAS INHIBIDORAS EN EL CEREBELO

Además de las células nucleares profundas, las células de los


granos y las células de Purkinje, en el cerebelo hay otros dos tipos
de neuronas: las células en cesta y las células estrelladas, que son
células inhibidoras con axones cortos. Ambas están situadas en la
capa molecular de la corteza cerebelosa, ubicadas entre las
pequeñas fibras paralelas y estimuladas por ellas. Estas células a su
vez envían unos axones perpendiculares a dichas fibras paralelas
que ocasionan una inhibición lateral de las células de Purkinje
adyacentes, lo que afina la señal.

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