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UNIVERSIDAD PRIVADA DEL VALLE

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


CARRERA DE MEDICINA HUMANA
MATERIA ANATOMÍA HUMANA Y NEUROANATOMÍA

CEREBELO

Docente: DR. M. Sc. VICTOR HUGO RODRIGUEZ TORREZ

Estudiante: Clinton Anderson Luque Mamani

La Paz – Bolivia
2022
CEREBELO

ANTECEDENTES

El cerebelo también llamado cerebro pequeño forma parte del encéfalo, en


términos generales es considerado un órgano motor, encargado de la
coordinación del inicio y modulación de los movimientos voluntarios, de la
regulación del tono muscular y del control de la postura y la marcha. Se
encuentra ubicado en las fosas inferiores o cerebelosas del hueso occipital,
dividido anatómicamente en dos hemisferios, una región central denominada
vermis y puede subdividirse en lóbulos funcional y filogenéticamente. Consta
de una corteza cerebelosa y una parte central de sustancia blanca, que
contiene los núcleos cerebelosos o profundos y se encuentra conectado con
el tallo cerebral a través de los pedúnculos cerebelosos y tiene estrecha
relación con el sistema vestibular y los tractos sensitivos ascendentes desde
la médula espinal, entre otros. Se encuentra irrigado principalmente por tres
arterias de forma bilateral, provenientes del sistema vertebrobasilar,
frecuentemente comprometidas en eventos cerebrovasculares isquémicos.

POR QUÉ SE ESTUDIA AL CEREBELO COMO UNA ESTRUCTURA


ESCENCIAL DENTRO DEL ENCÉFALO

Desde principios del siglo XIX y gracias a las observaciones del médico
italiano Luigi Rolando, se mostró que las lesiones del cerebelo producían
aberraciones en el movimiento, en tanto que el fisiólogo francés Marie Jean
Pierre Flourens, 1825, concluía de sus experimentos con animales, que la
extirpación del cerebelo producía impedimentos en la coordinación muscular.

Ahora también sabemos por los estudios de lesión, que el cerebelo regula el
movimiento y la postura, al menos indirectamente, ajustando las salidas de
los principales sistemas motores descendentes encefálicos. Pero ¿cómo
realiza estos ajustes? Estos mecanismos han tratado de explicarse mediante
la elaboración de modelos teóricos. Así, por ejemplo, el modelo de
representación interna intenta explicar el control del movimiento voluntario

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de la siguiente manera: la corteza motora primaria envía una proyección
eferente que lleva un comando motor (vía el tracto cortico-ponto-cerebelar)
hacia uno o varios módulos de la corteza cerebelar. A su vez, el cerebelo
recibe información excitatoria desde la médula espinal (vía los tractos
espinocerebelosos) sobre el estado sensorial de las extremidades y el
tronco. De esta manera, el cerebelo se convierte en una estructura muy
importante para la integración de la información sensoriomotora. Éste puede
influir en áreas corticales cerebrales vía el tálamo ventrolateral, de modo que
los movimientos siguientes se ajusten a su comando motor inicial. El
cerebelo también ejerce influencia sobre los sistemas descendentes
mediales (tracto reticuloespinal, vestibuloespinal y tectoespinal) y laterales
(como el tracto rubroespinal), involucrados en mecanismos que regulan el
tono muscular, la postura, los reflejos medulares, el equilibrio y la ejecución
de movimentos finos.

JUSTIFICACIÓN

Conocer la anatomía y la función que tiene el cerebelo es motivo del estudio


e investigación en esta oportunidad, al cerebro pequeño se le atribuye
funciones muy importantes como el hecho de caminar, escribir, correr y la
relación íntima que tiene con el tronco encefálico hace que sea motivo de
estudio. Lo cual es importante conocer como ocurre y en que estructura
cada función del cerebelo, se detallara anatómicamente cada aspecto.

OBJETIVOS GENERALES

Adquirir de manera sistemática y gradual los conocimientos principales del


cerebelo y contribuir a la comunidad estudiantil universitaria.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

1. Comprender la relación cerebelo - con las demás estructuras del sistema


nervioso.

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2. Explicar el desarrollo embriológico del cerebelo.

3. Identificar los principales cortes, planos, direcciones, divisiones y regiones


del cerebelo.

4. Reseñar las principales vías de irrigación del cerebelo.

5. Clasificar a los lóbulos por su función.

6. Conocer las funciones generales del cerebelo como estructura del sistema
nervioso.

MARCO TEORICO

El cerebelo deriva del rombencéfalo (vesícula cerebral posterior). A inicios


del período fetal, la placa del cerebelo presenta tres partes, un pequeño
vermis en la línea media y dos esbozos de hemisferios cerebelosos, uno a
cada lado. Posteriormente se forman dos surcos transversales en la placa
cerebelosa, el surco posterolateral que separa el nódulo y los flóculos del
lobo posterior y el surco primario que separa el lobo posterior del lobo
anterior.

El cerebelo (del latín cerebellum o “pequeño cerebro”) forma parte del SNC
de todos los vertebrados y está constituido por una gran cantidad de
neuronas (cerca de 100 mil millones en el humano), que supera el total de la
corteza cerebral. Se encuentra alojado en la fosa posterior del cráneo,
situado en la línea media de la región dorsal del tallo cerebral y por encima
del techo del cuarto ventrículo. Consta de una región central llamada vermis
(significa gusano en latín y es la forma que asemeja), dos hemisferios
cerebelosos, uno a cada lado del vermis, y dos pequeños flóculos colocados
de forma bilateral. Dos profundas fisuras transversales dividen al cerebelo en
tres lóbulos principales. La fisura primaria separa al lóbulo anterior del lóbulo
posterior. La fisura posterolateral separa el lóbulo posterior del lóbulo
floculonodular.

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Figura 1. Corte sagital del encéfalo, se puede observar al
cerebelo unido al encéfalo.

Anatómica y filogenéticamente se divide en 3 lóbulos:

1. Lóbulo floculonodular o arquicerebelo: también llamado vestíbulo


cerebelo, localizado en su porción inferior, es la región más antigua del
cerebelo y está separado del resto de la masa cerebelosa por la fisura
posterolateral. Recibe impulsos propioceptivos desde los núcleos
vestibulares e información de los movimientos oculares. Se encarga del
control del equilibrio.

2. Lóbulo anterior o paleocerebelo: también llamado espinocerebelo, es la


región rostral en relación con la fisura primaria, es pequeño y está
conformado por el vermis anterosuperior y la corteza paravermiana. Recibe

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información propioceptiva de los músculos y tendones de las cuatro
extremidades, encargándose de la postura y el tono postural.

3. Lóbulo posterior o neocerebelo: comprende las divisiones medias del


vermis y sus extensiones laterales (hemisferios cerebelosos). Se encarga de
la coordinación de los movimientos que se inician en la corteza cerebral.

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ESTRUCTURA DE LA CORTEZA CEREBELOSA

La corteza cerebelosa está dividida en tres capas:

La más superficial o capa molecular, la capa intermedia o de células de


Purkinje y la capa más profunda o capa granular. En estas capas se
encuentran cinco tipos celulares: las células granulares con sinapsis
excitatorias, las células de Purkinje, células en cesta, estrelladas y de Golgi
las cuales tienen un tipo de sinapsis inhibitoria. La capa molecular contiene
las células en cesta y estrelladas, la capa de Purkinje contiene las células de
Purkinje y la capa granular contiene las células de Golgi y las células
granulares.

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1. Capa molecular o superficial. Representada por células en cesto (internas)
y estrelladas (externas), dendritas de las células de Purkinje y Golgi tipo II,
fibras paralelas (axones transversales) de las células granulosas y fibras
trepadoras.
2. Capa de células de Purkinje. Compuesta por el soma de las células de
Golgi tipo I o de Purkinje. Son grandes, con forma de botella, dispuesta en
una sola hilera de modo central, en la unión entre las capas granulosa y
molecular. Las dendritas de estas células se ramifican en la capa molecular.
El axón atraviesa la capa granulosa y hace sinapsis con los núcleos
cerebelosos y vestibulares. Son las únicas neuronas eferentes.
3. Capa Granulosa. Es la más profunda. Está formada por células granulosas,
células de Golgi tipo II, fibras musgosas y glomérulos sinápticos. Esta capa
es atravesada por las fibras trepadoras que se dirigen a la capa molecular, y
por los axones de las células de Purkinje que salen de la corteza cerebelosa.

Las células granulosas son las más abundantes en esta capa. Sus dendritas
terminan en el glomérulo cerebeloso y sus axones ascienden a la capa
molecular donde se bifurcan en forma de “T”, formando las fibras paralelas

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(paralelas al eje longitudinal de la lámina), que hacen sinapsis con las
células de Purkinje, además de las células intrínsecas de la capa molecular.

Otro tipo celular es la célula de Golgi tipo II. Es una interneurona inhibitoria
de la corteza cerebelosa, con un soma mayor al de las células granulosas, y
suelen encontrase en esta capa próximas a las células de Purkinje. Sus
dendritas se ramifican en todas las capas, pero se extienden principalmente
hacia la capa molecular. Su axón se ramifica en la capa granulosa y hace
sinapsis con las dendritas de las células granulosas.

Glomérulo Cerebeloso: se encuentra en la capa granulosa. Está formado


por la roseta de una fibra musgosa, dendritas de células granulosas, axones
de células de Golgi tipo II y recubierto por una lámina glial.

PEDÚNCULOS CEREBELOSOS

Los pedúnculos cerebelosos están conformados por múltiples fibras de


sustancia blanca aferentes y eferentes que conectan el cerebelo con el tallo
cerebral. Son pedúnculos pares organizados de la siguiente manera de
inferior a superior:

1. Pedúnculo cerebeloso inferior o cuerpo restiforme: La mayoría de sus


fibras son aferentes y conecta el cerebelo con el bulbo raquídeo. Contiene
los siguientes tractos: Espinocerebeloso dorsal, cuneocerebeloso,
olivocerebeloso, reticulocerebeloso, arcuato cerebeloso,
trigeminocerebeloso, cerebelovestibular y cerebeloreticular.

2. Pedúnculo cerebeloso medio o brachium pontis: Conecta el cerebelo con


el puente o protuberancia y es el más grande de los tres. Contiene el tracto
pontocerebeloso.

3. Pedúnculo cerebeloso superior o brachium conjunctivum. Conecta el


cerebelo con el mesencéfalo y contiene los siguientes tractos:
espinocerebeloso anterior, tectocerebeloso, trigeminocerebeloso,
ceruleocerebeolso, dento rubral, dento talámico y asa uncinada de Russel

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AFERENCIAS CEREBELOSAS

Ingresan principalmente por los pedúnculos cerebelosos medio e inferior.

1. Fibras trepadoras: se originan en la oliva inferior contralateral (que recibe


información periférica desde la médula y de la corteza motora a través de los
núcleos pontinos). Terminan directamente sobre una célula de Purkinje,
provocando espigas complejas o potenciales de acción complejos. Estas
fibras se relacionan con aprendizaje motor.
2. Fibras musgosas: corresponde al resto de las aferencias central y periférica
de la corteza cerebelosa. Se originan en los somas de las células de los
núcleos cerebelosos (fibras nucleocorticales) y de una serie de núcleos
provenientes de la protuberancia, bulbo y medula espinal. Estas aferencias
terminan sobre las dendritas de las células granulosas, formando una vía
indirecta hacia las células de Purkinje. Las fibras musgosas producen
espigas simples o potenciales de acción simple. En sus terminaciones
aparecen ensanchamientos (rosetas) que forman el centro de un glomérulo
cerebeloso.
3. Aferencias que se originan en el locus coeruleus y núcleo del rafe, ambas
son inhibitorias.

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CONFIGURACION INTERNA

Los núcleos cerebelosos se encuentran localizados en la sustancia blanca


central y fueron descritos por primera vez por Stilling en 1864. Al realizar un
corte transversal se ponen en evidencia los núcleos profundos de sustancia
gris embebidos entre la sustancia blanca del cerebelo. De medial a lateral,
se encuentra el núcleo fastigio ubicado en el techo del cuarto ventrículo, que
se encarga el control antigravitatorio, la postura y el equilibrio; el núcleo
interpuesto el cual incluye el núcleo globoso y emboliforme que reciben
aferencias de la corteza cerebral y de la médula espinal a través del tracto
espinocerebeloso y finalmente el núcleo dentado que recibe aferencias de la
corteza premotora y motora complementaria para la coordinación del inicio
de los movimientos voluntarios y la destreza fina.

IRRIGACIÓN

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La irrigación del cerebelo está dada por tres arterias principales originadas
del sistema vertebrobasilar, una de cada lado configurando tres territorios
arteriales diferentes. De inferior a superior encontramos:

1. La arteria cerebelosa posterioinferior o PICA, rama de la arteria vertebral,


que irriga el pedúnculo cerebeloso inferior, la porción inferior del vermis y la
superficie inferior de los hemisferios cerebelosos. Da origen a 2 ramas la
rama medial o vermiana que irriga el cerebelo medial y el área dorsolateral
del bulbo y la rama lateral que irriga la porción posteroinferolateral del
cerebelo.

2. La arteria cerebelosa anterioinferior o AICA, rama de la arteria basilar


irriga la superficie petrosa anterior del hemisferio cerebeloso, el flóculo y la
porción inferior del pedúnculo medio. Da origen a la arteria auditiva interna
que también puede originarse directamente de la arteria basilar.

3. La arteria cerebelosa superior, rama de la arteria basilar irriga la superficie


superior de los hemisferios cerebelosos, la porción superior del vermis, el
núcleo dentado y los pedúnculos cerebelosos superior.

CONCLUSIONES

Del cerebelo, sabemos que es una estructura importante en el


procesamiento de la información sensorio - motora; esto nos permite, por un
lado, ejecutar movimientos suaves, precisos y coordinados, y por otro,
aprender patrones de movimiento que pueden ser almacenados en la red
neural, para ejecutarse, posteriormente, de forma automatizada. Por otra
parte, los estudios de neuroimagen han mostrado que el cerebelo presenta
actividad en regiones del vermis y los hemisferios cerebelares cuando el
sujeto se encuentra en un estado de inmovilidad o de inconciencia, como,
por ejemplo, durante el sueño paradójico. Otros estudios indican claramente
que el cerebelo está involucrado en funciones autonómicas, así como en
aspectos no relacionados al movimiento, posiblemente en procesos
cognitivos y emocionales, de lo cual se sabe muy poco todavía.

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ARTICULO

EL PUNTO DE MIRA EN LA DISFUNCION CEREBELOSA EN ADULTOS


Vincent M. Vacca, Jr., MSN, RN, CCRN, SCRN, ENLS

SE SABE desde hace mucho tiempo que el cerebelo es fundamental para la


función motora suave y precisa y para el equilibrio. La combinación de
inestabilidad postural y marcha tambaleante es un signo de disfunción
cerebelosa, y frecuentemente las caídas se deben a trastornos posturales y
a ataxia. Durante muchos años se pensaba que los trastornos posturales y
de equilibrio de la disfunción cerebelosa no podían tratarse. Sin embargo,
algunos estudios recientes indican que la rehabilitación puede mitigar los
trastornos posturales asociados con la ataxia cerebelosa y puede ayudar a
reducir o prevenir caídas y lesiones. Además, está ampliamente aceptado
que el cerebelo tiene una participación significativa en los procesos
cognitivos y neuropsiquiátricos. Las pruebas recientes respaldan la teoría de
que las funciones ejecutivas como la cognición, la conducta, la personalidad,
la toma de decisiones, el juicio y la moderación del comportamiento social
dependen de la integridad del cerebelo. En este artículo abordamos la teoría
actual de la función del cerebelo y las implicaciones para la práctica de
enfermería, incluido el método de evaluación de la disfunción cerebelosa.
Anatomía y fisiología del cerebelo El cerebelo, que en latín significa “cerebro
pequeño”, se ubica debajo de la tienda del cerebelo, en la fosa craneal
posterior. Aparte de influir en la función motora y de mantener la postura y el
equilibrio, esta estructura recibe, procesa y modula la información
somatosensorial, visual, auditiva, vestibular y propioceptiva de todas las
regiones del cerebro. El cerebelo funciona como un circuito de
retroalimentación rápido y correctivo que suaviza, coordina y secuencia
movimientos. Como está conectado con el córtex visual y con los núcleos
motores vestibular y ocular, el cerebelo también es fundamental para
suavizar los movimientos de los ojos. Los circuitos que hay dentro del
cerebelo ayudan a controlar diferentes comportamientos sensomotores
como sentarse, ponerse de pie, caminar, alcanzar y capturar algo. Entre las
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múltiples causas posibles de la disfunción cerebelosa están la degeneración
relacionada con la edad, isquemia, infarto, disección vascular, hemorragia,
infección, exposición a toxinas y lesión traumática. A diferencia de una lesión
en la corteza cerebral, que da lugar a signos y síntomas contralaterales a la
lesión, el daño unilateral del cerebelo genera disfunción ipsilateral. Según el
alcance de la disfunción cerebelosa, un paciente puede tener uno o una
combinación de signos y síntomas como cefalea, mareo, vértigo, náuseas,
vómitos, diplopía, visión borrosa, alteración del habla (disartria) y debilidad
motora focal. Los signos clínicos también pueden ser falta de coordinación
en el movimiento, falta de equilibrio, movimientos extraoculares anormales
como el nistagmo y marcha anormal. El infarto cerebeloso representa el 3%
de todos los ictus isquémicos en Estados Unidos, o unos 27.400 infartos
cerebelosos al año. Con infarto cerebeloso anterior es frecuente que se dé
sordera, y con infarto cerebeloso posterior puede aparecer hipo intratable.
Hallazgos de estudios recientes Las pruebas anatómicas, clínicas y de
neuroimagen han mostrado que el cerebelo participa de manera significativa
en una variedad de funciones humanas: la cognición, la atención, el
aprendizaje, la memoria funcional, la conducta social, las emociones, los
hábitos alimentarios, el control de impulsos, sentimientos como el
arrepentimiento, las creencias y los trastornos neuropsiquiátricos7,8.
Estudios que emplean técnicas de imagen avanzadas como la resonancia
magnética (RM) funcional han demostrado que la activación del cerebelo
aumenta cuando una persona procesa tareas cognitivas y conductuales más
complejas. Nuevos datos respaldan la función del cerebelo como modulador
de las funciones mentales, psicológicas y sociales. Las pruebas de los
estudios anatómicos, clínicos y de imagen muestran que las lesiones del
cerebelo derecho generan déficits verbales, mientras que las lesiones del
cerebelo izquierdo causan déficits visuoespaciales. Las lesiones en una
zona del cerebelo denominada vermis se han relacionado con alteraciones
de conducta y deterioro de las funciones ejecutivas como el habla, el
lenguaje, el juicio, la planificación y el procesamiento de información.

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EVALUACIÓN DE MOVIMIENTOS ALTERNATIVOS RÁPIDOS

Pida al paciente que se golpee el muslo con una mano, que la gire y que
vuelva a golpearse el muslo con el dorso de la mano. Pídale que repita estos
movimientos tan rápido como pueda y que luego haga lo mismo con la otra
mano.

LOS CIRCUITOS QUE HAY DENTRO DEL CEREBELO AYUDAN A


CONTROLAR DIFERENTES COMPORTAMIENTOS SENSOMOTORES
COMO SENTARSE, PONERSE DE PIE, CAMINAR, ALCANZAR Y
CAPTURAR ALGO.

Ahora entendemos que el cerebelo participa específicamente en ciertos


trastornos neuropsiquiátricos, como la ansiedad, el trastorno por déficit de
atención e hiperactividad, el trastorno bipolar, el trastorno depresivo mayor,
el trastorno del espectro autista y la esquizofrenia. Por ejemplo, cada vez
hay más pruebas de que los múltiples circuitos cerebrales y cerebelosos son
anatómica y funcionalmente anormales en pacientes con trastorno del
espectro autista2,9,11 . Se sabe desde hace tiempo que la disfunción
cerebelosa participa directamente en las manifestaciones motoras de la
esclerosis múltiple como la ataxia, la poca coordinación de las manos y el
temblor intencional. La disfunción cerebelosa también está implicada en el
deterioro cognitivo que observamos en pacientes con esclerosis múltiple.
Aunque se sabe que el cerebelo tiene un papel significativo en la cognición y
en los procesos neuropsiquiátricos, ahora estamos empezando a
comprender el alcance de su implicación en estas disfunciones. Evaluación
de la función del cerebelo Las siguientes pruebas y técnicas especiales
pueden ayudar al médico a evaluar los signos y síntomas de la disfunción
cerebelosa. t Test de Romberg. Para evaluar el sentido de posición, pida al
paciente que se mantenga de pie con los pies juntos y los ojos abiertos, y
que cierre los ojos durante 30-60 segundos. Observe su capacidad para
mantenerse recto, con solo un poco de vaivén. Un paciente con ataxia
cerebelosa tendrá dificultades para estar con los pies juntos, ya sea con los

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ojos abiertos o cerrados. t Movimientos alternativos rápidos. Un paciente con
disfunción cerebelosa tendrá dificultades para hacer un movimiento y justo
después el mismo movimiento en la dirección opuesta. Utilice los ejercicios
siguientes para evaluar este tipo de disfunción. Pida al paciente que se
toque el muslo con una mano, que la gire y que vuelva a tocarse el muslo
con el dorso de la mano. Pídale que repita estos movimientos tan rápido
como pueda y que luego haga lo mismo con la otra mano. Observe la
velocidad, el ritmo y la suavidad de los movimientos (v. el cuadro Evaluación
de movimientos alternativos rápidos). Pida al paciente que se toque la
falange distal del pulgar con la punta del dedo índice tan rápido como pueda.
Vuelva a observar la velocidad, el ritmo y la suavidad de los movimientos.
Pídale que le golpee la mano con el metatarso de cada pie sucesivamente y
observe la velocidad, el ritmo y la suavidad de los movimientos. t
Movimientos de punta con punta. La descoordinación en estos ejercicios,
que empeora con los ojos cerrados, indica disfunción cerebelosa.

Pida al paciente que toque el dedo índice de usted con su dedo índice y
luego su nariz de forma alterna varias veces (la prueba de dedo a nariz).
Mueva su dedo para que el paciente tenga que cambiar de dirección y estirar
totalmente el brazo para tocarlo. Observe la precisión del movimiento y mire
si tiembla. La disfunción cerebelosa puede hacer que el dedo no acierte al
principio y que aparezca un temblor intencional hacia el final del
movimiento13. Los temblores intencionales desaparecen en reposo y
pueden empeorar a medida que el paciente se acerca a un objeto14 (v. el
cuadro Glosario de términos). Ponga su dedo en un punto donde el paciente
llegue estirando totalmente el brazo y el dedo. Luego pídale que levante el
brazo por encima de la cabeza y que lo baje para tocar el dedo de usted
varias veces. Luego pídale que haga lo mismo varias veces con los ojos
cerrados. Repita el ejercicio con el otro brazo. Pida al paciente que ponga un
talón sobre la rodilla opuesta y que lo deslice por la espinilla hasta el dedo
gordo (test de talón por espinilla). Que lo repita con los ojos cerrados. Que lo
repita con el otro pie. En la disfunción cerebelosa, es posible que no acierte
la rodilla con el talón y que luego baje por la espinilla oscilando de lado a

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lado. Tal vez el paciente levanta demasiado el talón por la pérdida del
sentido de posición

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