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CEREBELO
La Paz – Bolivia
2022
CEREBELO
ANTECEDENTES
Desde principios del siglo XIX y gracias a las observaciones del médico
italiano Luigi Rolando, se mostró que las lesiones del cerebelo producían
aberraciones en el movimiento, en tanto que el fisiólogo francés Marie Jean
Pierre Flourens, 1825, concluía de sus experimentos con animales, que la
extirpación del cerebelo producía impedimentos en la coordinación muscular.
Ahora también sabemos por los estudios de lesión, que el cerebelo regula el
movimiento y la postura, al menos indirectamente, ajustando las salidas de
los principales sistemas motores descendentes encefálicos. Pero ¿cómo
realiza estos ajustes? Estos mecanismos han tratado de explicarse mediante
la elaboración de modelos teóricos. Así, por ejemplo, el modelo de
representación interna intenta explicar el control del movimiento voluntario
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de la siguiente manera: la corteza motora primaria envía una proyección
eferente que lleva un comando motor (vía el tracto cortico-ponto-cerebelar)
hacia uno o varios módulos de la corteza cerebelar. A su vez, el cerebelo
recibe información excitatoria desde la médula espinal (vía los tractos
espinocerebelosos) sobre el estado sensorial de las extremidades y el
tronco. De esta manera, el cerebelo se convierte en una estructura muy
importante para la integración de la información sensoriomotora. Éste puede
influir en áreas corticales cerebrales vía el tálamo ventrolateral, de modo que
los movimientos siguientes se ajusten a su comando motor inicial. El
cerebelo también ejerce influencia sobre los sistemas descendentes
mediales (tracto reticuloespinal, vestibuloespinal y tectoespinal) y laterales
(como el tracto rubroespinal), involucrados en mecanismos que regulan el
tono muscular, la postura, los reflejos medulares, el equilibrio y la ejecución
de movimentos finos.
JUSTIFICACIÓN
OBJETIVOS GENERALES
OBJETIVOS ESPECIFICOS
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2. Explicar el desarrollo embriológico del cerebelo.
6. Conocer las funciones generales del cerebelo como estructura del sistema
nervioso.
MARCO TEORICO
El cerebelo (del latín cerebellum o “pequeño cerebro”) forma parte del SNC
de todos los vertebrados y está constituido por una gran cantidad de
neuronas (cerca de 100 mil millones en el humano), que supera el total de la
corteza cerebral. Se encuentra alojado en la fosa posterior del cráneo,
situado en la línea media de la región dorsal del tallo cerebral y por encima
del techo del cuarto ventrículo. Consta de una región central llamada vermis
(significa gusano en latín y es la forma que asemeja), dos hemisferios
cerebelosos, uno a cada lado del vermis, y dos pequeños flóculos colocados
de forma bilateral. Dos profundas fisuras transversales dividen al cerebelo en
tres lóbulos principales. La fisura primaria separa al lóbulo anterior del lóbulo
posterior. La fisura posterolateral separa el lóbulo posterior del lóbulo
floculonodular.
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Figura 1. Corte sagital del encéfalo, se puede observar al
cerebelo unido al encéfalo.
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información propioceptiva de los músculos y tendones de las cuatro
extremidades, encargándose de la postura y el tono postural.
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ESTRUCTURA DE LA CORTEZA CEREBELOSA
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1. Capa molecular o superficial. Representada por células en cesto (internas)
y estrelladas (externas), dendritas de las células de Purkinje y Golgi tipo II,
fibras paralelas (axones transversales) de las células granulosas y fibras
trepadoras.
2. Capa de células de Purkinje. Compuesta por el soma de las células de
Golgi tipo I o de Purkinje. Son grandes, con forma de botella, dispuesta en
una sola hilera de modo central, en la unión entre las capas granulosa y
molecular. Las dendritas de estas células se ramifican en la capa molecular.
El axón atraviesa la capa granulosa y hace sinapsis con los núcleos
cerebelosos y vestibulares. Son las únicas neuronas eferentes.
3. Capa Granulosa. Es la más profunda. Está formada por células granulosas,
células de Golgi tipo II, fibras musgosas y glomérulos sinápticos. Esta capa
es atravesada por las fibras trepadoras que se dirigen a la capa molecular, y
por los axones de las células de Purkinje que salen de la corteza cerebelosa.
Las células granulosas son las más abundantes en esta capa. Sus dendritas
terminan en el glomérulo cerebeloso y sus axones ascienden a la capa
molecular donde se bifurcan en forma de “T”, formando las fibras paralelas
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(paralelas al eje longitudinal de la lámina), que hacen sinapsis con las
células de Purkinje, además de las células intrínsecas de la capa molecular.
Otro tipo celular es la célula de Golgi tipo II. Es una interneurona inhibitoria
de la corteza cerebelosa, con un soma mayor al de las células granulosas, y
suelen encontrase en esta capa próximas a las células de Purkinje. Sus
dendritas se ramifican en todas las capas, pero se extienden principalmente
hacia la capa molecular. Su axón se ramifica en la capa granulosa y hace
sinapsis con las dendritas de las células granulosas.
PEDÚNCULOS CEREBELOSOS
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AFERENCIAS CEREBELOSAS
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CONFIGURACION INTERNA
IRRIGACIÓN
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La irrigación del cerebelo está dada por tres arterias principales originadas
del sistema vertebrobasilar, una de cada lado configurando tres territorios
arteriales diferentes. De inferior a superior encontramos:
CONCLUSIONES
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ARTICULO
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EVALUACIÓN DE MOVIMIENTOS ALTERNATIVOS RÁPIDOS
Pida al paciente que se golpee el muslo con una mano, que la gire y que
vuelva a golpearse el muslo con el dorso de la mano. Pídale que repita estos
movimientos tan rápido como pueda y que luego haga lo mismo con la otra
mano.
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ojos abiertos o cerrados. t Movimientos alternativos rápidos. Un paciente con
disfunción cerebelosa tendrá dificultades para hacer un movimiento y justo
después el mismo movimiento en la dirección opuesta. Utilice los ejercicios
siguientes para evaluar este tipo de disfunción. Pida al paciente que se
toque el muslo con una mano, que la gire y que vuelva a tocarse el muslo
con el dorso de la mano. Pídale que repita estos movimientos tan rápido
como pueda y que luego haga lo mismo con la otra mano. Observe la
velocidad, el ritmo y la suavidad de los movimientos (v. el cuadro Evaluación
de movimientos alternativos rápidos). Pida al paciente que se toque la
falange distal del pulgar con la punta del dedo índice tan rápido como pueda.
Vuelva a observar la velocidad, el ritmo y la suavidad de los movimientos.
Pídale que le golpee la mano con el metatarso de cada pie sucesivamente y
observe la velocidad, el ritmo y la suavidad de los movimientos. t
Movimientos de punta con punta. La descoordinación en estos ejercicios,
que empeora con los ojos cerrados, indica disfunción cerebelosa.
Pida al paciente que toque el dedo índice de usted con su dedo índice y
luego su nariz de forma alterna varias veces (la prueba de dedo a nariz).
Mueva su dedo para que el paciente tenga que cambiar de dirección y estirar
totalmente el brazo para tocarlo. Observe la precisión del movimiento y mire
si tiembla. La disfunción cerebelosa puede hacer que el dedo no acierte al
principio y que aparezca un temblor intencional hacia el final del
movimiento13. Los temblores intencionales desaparecen en reposo y
pueden empeorar a medida que el paciente se acerca a un objeto14 (v. el
cuadro Glosario de términos). Ponga su dedo en un punto donde el paciente
llegue estirando totalmente el brazo y el dedo. Luego pídale que levante el
brazo por encima de la cabeza y que lo baje para tocar el dedo de usted
varias veces. Luego pídale que haga lo mismo varias veces con los ojos
cerrados. Repita el ejercicio con el otro brazo. Pida al paciente que ponga un
talón sobre la rodilla opuesta y que lo deslice por la espinilla hasta el dedo
gordo (test de talón por espinilla). Que lo repita con los ojos cerrados. Que lo
repita con el otro pie. En la disfunción cerebelosa, es posible que no acierte
la rodilla con el talón y que luego baje por la espinilla oscilando de lado a
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lado. Tal vez el paciente levanta demasiado el talón por la pérdida del
sentido de posición
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