Está en la página 1de 2

Las neuronas, los elementos del comportamiento

Como se ha podido apreciar el sistema nervioso es sumamente complejo y vasto, sin


embargo, sólo es el principio, por lo cual aún falta por abordar a detalle cada uno de los
mecanismos que cumplen una función especial en los seres humanos.

De tal forma que toca el turno de hablar de las neuronas: elementos claves en el
comportamiento humano.
La capacidad para tocar el piano, manejar un automóvil, golpear una pelota o realizar
cualquier otra actividad, depende en cierto nivel, exclusivamente de la coordinación
muscular. Pero si se considera cómo se activan los músculos implicados en semejantes
actividades, se puede percatar de que existen procesos básicos implicados. Es preciso que
el cuerpo envíe y coordine mensajes a los músculos a fin de permitir qué estos realicen los
complejos movimientos característicos de una actividad física exitosa.

Estos mensajes se transmiten a través de células especializadas (en el cerebro)


denominadas neuronas, elementos básicos del sistema nervioso. Su cantidad es
impresionante: alguna estimación sugiere que hay un billón de neuronas implicadas en el
control del comportamiento, esto según Fester y Spruston, (citados en Feldman). Aunque
existen varias clases de neuronas, todas ellas poseen una estructura básica similar, la cual
se ilustra a continuación.

Al igual que todas las células del organismo, las neuronas cuentan con un cuerpo celular,
que contienen al núcleo en donde hay material genético que determina el funcionamiento
de la célula.
En contraste con la mayoría de las demás células, las neuronas poseen una característica
distintiva: la capacidad de comunicarse con otras células y transmitir información en
ocasiones a través de distancias relativamente largas.

Las neuronas cuentan con un conjunto de fibras en uno de los extremos, llamadas
dendritas. Estas fibras, que parecen las ramas torcidas de un árbol, reciben los mensajes
provenientes de otras neuronas.
Es importante aclarar que se le denomina sinapsis al lugar de conexión que existe entre
dos neuronas.
En el extremo opuesto, las neuronas poseen una extensión en forma de tubo, larga y
delgada, que se denomina axón; esta parte de la neurona lleva los mensajes destinados a
otras células a través de contactos sinápticos de otras neuronas. En el extremo del axón se
encentran pequeñas protuberancias llamadas botones terminales, los cuales liberan
sustancias químicas a las sinapsis (mensajes a las demás células).
Los mensajes que viajan a través de la neurona son exclusivamente de naturaleza
eléctrica. Siguen una ruta que comienza en las dendritas, continua hacia el cuerpo de la
célula y llega, por último, hacia la extensión en forma de tubo.

Con el fin de evitar que los mensajes hagan corto circuito, es preciso que el axón cuente
con algún tipo de aislante (similar a la forma en que se aíslan los cables eléctricos). De
esta manera la mayoría de los axones están protegidos por un recubrimiento conocido
como vaina de mielina, compuesta por una serie de células especializadas que contienen
grasas y proteínas que envuelven el axón.

La vaina de mielina sirve también para aumentar la velocidad de los impulsos eléctricos a
través de los axones. Los axones que transportan la información más urgente e importante
son los que poseen la mayor concentración de mielina.

Por otra parte las neuronas también obedecen a una ley de todo o nada; es decir, se
encuentran activas o inactivas; una vez que han sido excitadas más allá de cierto punto.
Cuando llega un mensaje (carga de energía) se acciona la neurona por medio de un
impulso nerviosos eléctrico, denominado potencial de acción.

La intensidad del estímulo que excita a una neurona determina qué nivel de tasa potencial
se alcanza. Un estímulo fuerte, como puede ser una luz o un sonido intenso, genera una
tasa de disparo mayor que el correspondiente a un estímulo menos potente. Es así como
se estimulan y excitan las neuronas.

Finalmente se debe señalar que por término medio una neurona del cerebro humano posee
entre 1000 y 10000 sinapsis o puntos de contacto con las neuronas más próximas.

Si el cerebro humano tuviera una sola sinapsis -lo que correspondería a un individuo de
monumental estupidez- no se podría alcanzar más que dos estados mentales. Pero el caso
es que el cerebro humano contiene alrededor de 1013 sinapsis, por lo que el número de
estados mentales que puede alcanzar el hombre es de 21013 , es decir, 2 multiplicado por sí
mismo diez billones de veces. Se trata de una cifra irrepresentable, mucho mayor por
ejemplo, que el número de partículas elementales que existe en todo el universo. Debido a
esta ingente cantidad de configuraciones cerebrales funcionalmente distintas no puede
haber dos hombres iguales. Esto explica, hasta cierto punto del porque de la variedad y
diversidad de las conductas humanas. He aquí la importancia de entender las bases
biológicas de la conducta humana.

También podría gustarte