Está en la página 1de 208

G U El.

i ARMONI.V
ENTRE

' C I E NC Í V
Y L A FÉ

3L240
K5
e h

ooetoo
1 1 -

: "'

V
m 1
;

.
.

- A ' p ^ î ' . A ,-c. /Y f

i i s

-<i - • •J / -S<ÍXY X ^ y ;\ J v » ; • )* V 3 -- > r y r > \ [/-A • y v . -


V \ ; i. r h p f f F /"t i V \ / 7 7 *
: :
y é - ¿ f 7 i - 7 7 I - ; I W V y' / - / - x J v 7

l I l ä Ä^m^^^-^Mm^'
ÏÏM.. mA
) mm^M^
1 v
^ f f e ^ W ^ í ' l f : ^ ' ï w H & . t

y
y

X J
^ • «ffir^VJg
É e m
raw . h ' ' " - A
' ' -t ( l i r &v ^ %

/ o y

P I I ¿ W t ® ^ ^
HARMONIA

ENTRE

LA CIENCIA Y LA FE
c HARMONÍA
ENTRE

LA CIENCIA Y LA FE
ENSAYO ESCRITO POR

EL P. MIGUEL MIR
DE LA COMPAÑÍA DE JESUS

T a izávzx iv ai>"w a u v ¿ a t r ( x £ .

Todas las cosas se juntan, se enlazan y subsisten


en Jesucristo.
SAN PABLO, Colos. i. 17.

; ;
8 uHBSR «
^ « « « " ^ ' H a Alfonsina
Biblioteca Universitaria
M A D R I D

IMPRENTA Y FUNDICION DE MANUEL T E L L O

IMPRESOR DE CÁMARA DE S. M.

Isabel la Católica, 23

l88l »f.j
1 .1 f J i
r . a í t t V i f i V

44818
INTRODUCCION

o j u r o por la Verdad eterna, decía hace setenta


años el Conde de Maistre, la ciencia y la fe no se
aliarán j a m a s fuera d é l a unidad.» E s t a s p a l a -
bras del ilustre autor de las Veladas de San Pe-
tersburgo, a u n q u e al parecer enuncian u n a sentencia llana
y vulgar, encierran profundísimo pensamiento.
Dios, en quien se j u n t a n por altísima é inefable m a n e -
ra el número y la distinción con la unidad simplicísima é
indivisible, ha querido dejar e s t a m p a d a en todas las cria-
t u r a s la huella de su esencia soberana. L a unidad en la
variedad es la ley que rige y preside á todos los séres. E s -
t a ley r e s u m e las demás leyes del universo; brilla con in-
comparable resplandor en todo el ámbito de la creación, y
así se extiende al orden físico, como al moral y al cientí-
fico ó inteligible.
Cuanto más estudiárnoslas fuerzas de la naturaleza m a -
terial, mayores relaciones de s e m e j a n z a descubrimos e n - •
tre ellas. L a luz, el calor, la atracción, los fenómenos
eléctricos y magnéticos, y las d e m á s actividades que obran ,
en la materia, g u a r d a n entre sí prodigiosas analogías; se
sustituyen y t r a n s f o r m a n unas en otras; y a u n q u e sean . '
m u y diferentes los cambios ó alteraciones que producéfí ; •
en los cuerpos, ofrecen todas indicios de un origen c o m ú n , .
4
cual si f u e r a n efectos de una m i s m a causa y c o n s e c u e n - ''
c i a s de un solo principio. E n t r e estas f u e r z a s y las q u e

O ñ Q ñ -
y
<J U \J JL J \J
a n i m a n á los séres orgánicos, existen sorprendentes afini- paso sin que se m u e v a n las demás, ni se r e t r a s a ó r e t r o -
dades; y c o m p a r a n d o estos séres orgánicos entre sí, ya en cede n i n g u n a sin que las otras se resientan de ello, y se
s u c o n j u n t o , ya en sus p a r t e s integrantes, aparecen todos- estorben y c o n f u n d a n . E n t r e ellas no es posible el d i v o r -
como gradaciones insensibles de tal m a n e r a s u j e t a s á u n cio ó la enemistad; j u n t a s m a r c h a n á la conquista del uni-
plan único de organización, que su estudio no p r e s e n t a verso, y j u n t a s le a r r a n c a n s u s m á s preciados secretos.
m á s que distinción y diferencia por un lado y s e m e j a n z a P o r esto no podemos aplicarnos al estudio de cualquiera
por otro. Y finalmente, como corona de esta gloriosa uni- de ellas sin el auxilio de las otras; y cuanto m á s adentro
dad, el h o m b r e , en quien se j u n t a n y h a r m o n i z a n s u s t a n - penetramos en la investigación de los elementos que las
cialmente la vida vegetativa, la sensitiva y la racional, c o m p o n e n , de las leyes que las gobiernan y de los princi-
p o r la s e m e j a n z a que tiene con los espíritus ó inteligen- pios generales que las dirigen, mayor unidad, sencillez y
cias separadas, y por su aspiración hácia Dios, á quien h a r m o n í a descubrimos en estos elementos y principios,
t i e n d e con í m p e t u irresistible, es el lazo que u n e el m u n - h a s t a el p u n t o de verlos confundirse é identificarse, á la
do inferior y material con el superior y espiritual, lo visi- m a n e r a que en geometría las figuras inscritas ó c i r c u n s -
ble con lo que no se vé y lo temporal con lo eterno. critas tienden á c o n f u n d i r s e con la curva límite de sus ins-
E n las leyes físicas, cuya acción en los cuerpos conoce- cripciones ó circunscripciones.
m o s p o r los efectos que percibimos con los sentidos, v i s - L a razón de esta unidad maravillosa de las ciencias está
l u m b r a m o s u n a sombra de las que dirigen á las criaturas en la m i s m a condicion y n a t u r a l e z a del conocimiento cien-
racionales. E l m u n d o físico y el moral se corresponden y tífico. L a ciencia no es m á s que el estudio, la revelación
completan á maravilla; en los principios de aquél vemos- y reproducción en el m u n d o intelectual de los séres que
simbolizados los de éste; la ciencia de lo que es nos lleva componen el universo: es el orden de las cosas t r a n s p o r -
á la ciencia de lo que debe ser; y es por todos admitido q u e tado al orden de las ideas; la expresión, el reflejo y la fide-
las leyes que gobiernan al h o m b r e son el f u n d a m e n t o de lísima reverberación en el brillante espejo de n u e s t r a i n -
l a s que rigen á la sociedad, la cual no es m á s que la m u - teligencia de los objetos á cuyo estudio nos aplicamos, de
c h e d u m b r e de los individuos dirigidos á u n fin p o r unos- las f u e r z a s que los a n i m a n y de las leyes á que obedecen
m i s m o s medios bajo la dirección de u n a s u p r e m a a u t o r i - estas m i s m a s f u e r z a s . Ahora bien: todo en el m u n d o está
dad, Así todo está unido y enlazado en el universo: todo milagrosamente unido y harmonizado: s u s p a r t e s y ele-
se refiere á los m i s m o s principios, y se reduce y subordi- m e n t o s que salieron al m i s m o tiempo de las m a n o s de
n a á un solo centro de unidad. Dios se enderezan, cada cual á su m a n e r a , al fin supremo
Pero donde m á s resplandece la variedad combinada con y universal á que las destinó su adorable Providencia; to-
unidad prodigiosa es en el m u n d o científico ó inteligible. das obedecen á u n a m i s m a ley de perfectísima unidad; to-
L a s ciencias, como las Musas, son h e r m a n a s ; en s u s f a c - das contribuyen á la realización del plan divino, plan úni-
ciones resaltan las señales de un origen c o m ú n , y en s u s co, esencialmente el m i s m o en su s u s t a n c i a , pero variado
instintos se revelan las m i s m a s tendencias ó destinos. E n - de mil m a n e r a s en s u s partes accesorias: plan concebido
lazadas y asidas dulcemente de las manos, se prestan m ú - por aquella Sabiduría infinita que existía desde la e t e r n i -
t u o auxilio; caminan todas á la par; no adelanta u n a el dad a n t e s que surgiesen de la nada los cielos y la tierra,
los abismos del mar, los m o n t e s y las praderas; que asis- y el punto en que se completan y acabalan todos los cono-
tía á Dios en la formacion de los cielos cuando señalaba cimientos del h o m b r e . C u a n t o las ciencias h u m a n a s se
por compás la sobrehaz de la tierra, cuando afirmaba a r - acerquen m á s á este punto ú objeto, más se acercan á su
riba el firmamento y a b a j o las f u e n t e s del abismo, c u a n - unidad; cuanto se alejen de él, m á s se desviarán y a p a r t a -
do ponía á la m a r sus leyes y á las aguas para que no pa- r á n entre si, ni m á s ni ménos que los radios de un círculo
sasen su mandamiento; que midió las aguas con el p u ñ o se acercan ó a p a r t a n unos de otros conforme se acercan
y pesó los cielos con el palmo de su mano; que dió ley á ó apartan del centro. Y esta es la unidad s u p r e m a , a b s o -
la lluvia y camino al relámpago de los truenos; que c o n - luta, trascendental de la ciencia, el punto donde se e n -
t e m p l a cuanto se hace debajo del cielo y el resplandor de c u e n t r a n y perfeccionan todos los conocimientos científi-
su luz llega hasta los confines de la tierra, y los cielos pre- cos, el centro donde se j u n t a n y harmonizan la sabiduría
gonan su gloria y declaran la sabiduría y artificio m a r a v i - divina y la h u m a n a , la ciencia y la fe, la razón y la reve-
lloso de sus manos. P u e s esta unidad y consonancia a d - lación, el d o g m a y el pensamiento verdaderamente libre.
mirable que brilla en la naturaleza, tiene que brillar t a m - T a n sublime unidad de los conocimientos científicos
bién en la ciencia que la refleja en el orden del p e n s a m i e n - apareció en toda su magnificencia á la vista del p r i m e r
to. Y como el principio de la unidad en la creación es la h o m b r e , al abrir los ojos de su espíritu á las verdades que
E s e n c i a divina, causa eficiente, ejemplar y final de todas Dios en su providencia adorable f u é servido de m a n i f e s -
las cosas, principio de todas las esencias que subsisten e n t a r l e . Su limpia m i r a d a abarcando la amplitud del plan di-
ella y por ella, sol que las esplendora y vivifica, luz e t e r - vino que iba á desarrollarse en el universo, descubrió los
n a é indeficiente, cuyos rayos así se reflejan en la b r i z n a misterios de la n a t u r a l e z a y de la gracia, las analogías en-
de hierba que se extremece al contacto del céfiro como en tre el m u n d o material y espiritual, las bellezas de la crea-
las ruedas inmensas de los astros que giran por el espacio, ción, la perfección de sus leyes y la consonancia de todas
de igual m a n e r a las ciencias han de hallar su unidad, su •sus partes y elementos. L a luz de Dios iluminando la na-
perfección y harmonía en esta m i s m a esencia soberana. t u r a l e z a la reflejaba en su entendimiento con todo el e s -
Porque las ideas del hombre, como sean exactas y verda- plendor de sus encantos, la sencillez de su plan y la h a r -
deras, se a j u s t a n y, como si dijésemos, vibran al unísono monía de sus relaciones; y esta consonancia sublime, eco
con las ideas de Dios; la ciencia h u m a n a es imágen de la e n el tiempo de aquella h a r m o n í a inefable que desde toda
ciencia divina, y la verdad que reluce en nuestro e n t e n d i - la eternidad resonó en la profundidad de los p e n s a m i e n t o s
miento viene á ser u n a vislumbre, traslado ó participación divinos, era á su vez débil t r a s u n t o de otra h a r m o n í a m á s
de aquella verdad sobrenatural que es matriz de todas las bella, más íntima, m á s p r o f u n d a que el m i s m o h o m b r e
verdades, luz de todas las inteligencias, fuente y princi- sentia resonar entre su corazon. E n t r e sus ideas y sus
pio de todo conocimiento. E n esta verdad y sabiduría d i - afectos^ entre su razón y sus instintos habia u n a c o r r e s -
vina resplandece perfecta, asombrosa é inefable unidad, pondenciaTy~eoncierto admirables. S u s pensamientos eran
la cual, al descender y reflejarse en las criaturas, y de és- puros, sus afectos ordenados, sus deseos p e r f e c t a m e n t e
tas en nuestros entendimientos, no puede menos de seña- a j u s t a d o s á la ley que la m a n o divina habia grabado en su
lar el vínculo maravilloso que enlaza á todas las ciencias, espíritu. Dios ocupaba su corazon; y de este centro divino
saltaba una fuente de agua viva, de dicha completa y
del pensamiento; y este concierto y h a r m o n í a , m á s bien
bienaventurada que, elevándose hasta la vida eterna, caia
sospechada que científicamente conocida, era cantada pol-
y se d e r r a m a b a por toda el a l m a y la bañaba en celestia-
los poetas, magnificada y engrandecida por los filósofos y
les delicias.
s u b l i m a d a por cuantos podían apreciar las bellezas del
L a p r o n t a prevaricación del hombre impidió que g o z a s e universo. Así Ferécides, intérprete de la ciencia y t r a d i -
por m u c h o tiempo de bien tan inefable. Su soberbia s o - ciones de los fenicios, representa al universo d i b u j a d o e n
plando con aliento maléfico en la llama que Dios h a b i a un velo ó m a n t o magnífico tejido de consuno por Z e u s y
encendido en su a l m a , a t r a j o sobre su entendimiento t i n i e - p o r la H a r m o n í a , madre y engendradora de todas las cosas.
blas y oscuridades infinitas y colocó su voluntad en u n a P i t á g o r a s , p a r t i e n d o de la idea de que en todo cuanto ve-
posicion falsa, irregular y contradictoria. U n elemento d e m o s brilla m a t e m á t i c a regularidad, sostiene que la unidad
diabólica perversidad alteró y trastornó todas sus faculta- es el elemento primordial de los séres visibles é invisi-
des y corrompió todas s u s pasiones; con lo cual, t u r b a d a s bles, y todo el universo u n a música divinamente c o n c e r -
las relaciones de la criatura con el Criador, el mal hizo su t a d a como resultado del acuerdo perfectísimo de los n ú -
e n t r a d a en el mundo, y el principio de la división y del m e r o s y de las proporciones. Y P l a t ó n , lleno de sus gran-
odio empezó á reinar en aquellas regiones donde no h a - des ideas sobre la divinidad, afirma que Dios, el g r a n Ar-
bían de florecer más que la unidad, la h a r m o n í a y el a m o r . quitecto del m u n d o , el Gran Geómetra, como él le l l a m a ,
B o r r á n d o s e poco á poco de la memoria de los d e s c e n - e m p l e a su actividad infinita en geonietrizar en el u n i v e r -
dientes del p r i m e r h o m b r e los recuerdos de las e n s e ñ a n - s o 1 . Así expresaba la poética antigüedad el enlace s u -
z a s divinas, las ideas f u n d a m e n t a l e s del orden científico blime que une á todos los séres, su m ú t u a c o r r e s p o n -
se f u e r o n igualmente oscureciendo y alterando: los domi- dencia y la unidad que los a n i m a , adivinando con p r o d i -
nios de la sabiduría se poblaron de m o n s t r u o s y ruinas, y giosa intuición el principio de esta unidad, que es la S a -
los principios científicos f u e r o n m á s bien accidentes de la biduría eterna, fabricadora de la m á q u i n a del universo,
inteligencia que p a r t e s vivas de un gran todo, unidades principio del sér como del conocer, que reina en el m u n -
heterogéneas no reducibles á número ó sistema, chispas ó do material con su actividad infinita y en el moral por la
destellos de luz sin dirección á un foco ó centro c o m ú n , santidad, la providencia y la justicia.
las cuales si iluminaban por un m o m e n t o el espíritu no le Mas este principio soberano de unidad y de vida, tan
p e r m i t í a n ver en toda su esplendidez la unidad del plan bello á u n en medio de la oscuridad con que se presentaba
de la creación. Con la prevaricación del h o m b r e , la cien- á la fantasía de los antiguos, no apareció en todo su e s -
cia, habiendo cesado de adorar á Dios, habia perdido su plendor y magnificencia h a s t a el advenimiento de Aquel
u n i d a d y habia perdido t a m b i é n el principio de su vida. en quien estaban encerrados todos los tesoros de la s a b i -
A pesar de esto, la inteligencia h u m a n a guiada por un duría y ciencia de Dios, y que vino á este m u n d o p a r a
instinto divino, buscaba con anhelante curiosidad la ley
de la unidad que resplandece en la creación. S u m i d a en i Sobre las d o c t r i n a s de los antiguos acerca de la harmonía y simbolismo de la n a -
d e n s a s tinieblas, creía ver la harmoniosa magnificencia de t u r a l e z a , puede v e r s e el curioso libro Die harnionikale Symbolik des Alterthums voii Al-
bert Freiherr Von Thimus. Véase también á Lenormant en Les origines de l'histoire.
la naturaleza y la de la ciencia que la refleja en la esfera Apéndice I I I . par. I I I .
>> t u l i e
psesv.ifto

12 Introducción

d a r testimonio de la v e r d a d . Por Él la ciencia fué levantada é inconstantes. A n d a m o s por fe, dice San P a b l o 1 , y n o
á la esfera sobrenatural de donde habia descendido con la por visión; en parte conocemos y en parte profetizamos;
caida del h o m b r e . É l f o r m ó la cadena de oro, que uniendo a h o r a vemos como por espejo y oscuridad, aguardando el
el cielo con la tierra, enlazó y harmonizó todas las cosas día en que nos sea revelada la verdad en toda su p e r f e c -
visibles é invisibles. G r a c i a s á su celestial enseñanza, la ción y entereza, y la v e a m o s intuitivamente cara á cara,
idea de Dios se aclaró y perfeccionó en el h u m a n o enten- como nos vemos y conocemos á nosotros. Así el resplan-
dimiento; conoció este con toda seguridad el fin de la dor intrínseco de la doctrina revelada, y la gracia y los
criatura racional y el del m u n d o á él subordinado; y todas beneficios de la redención, no nos quitan la triste libertad
las verdades científicas, religiosas y morales se e s t r e c h a - de errar, y ménos aún la secreta soberbia del corazon que,
ron y abrazaron en a q u e l l a P a l a b r a eterna y subsistente, como f u é causa del p r i m e r extravío de nuestro e n t e n d i -
que despues de hablar á los h o m b r e s por el espectáculo miento, y del primer torcimiento de nuestra voluntad,
de la naturaleza, por la voz de los profetas y por las m a - continúa mezclándose en todos nuestros errores, é influ-
ravillas obradas en f a v o r del pueblo escogido, quiso h a - yendo en nuestras prevaricaciones y extravíos.
blarles por sí m i s m a , i n m e d i a t a y directamente, y a s e n t a r ¡Misterio p r o f u n d o del corazon del hombre! Por u n a
e n el f u n d a m e n t o de su indestructible verdad el edificio parte se siente movido hácia Dios, su principio y su fin
de la ciencia y el de la felicidad y bienestar del género inevitable, y por otra huye de él, cual si fuera su e n e m i -
h u m a n o . E l Verbo de D i o s h u m a n a d o , Sabiduría i n c r e a - go. T r a b a j a y se a f a n a p o r saber, confiesa que nada hay
da y subsistente, concebida en el seno de la E s e n c i a divi- más bello que la verdad, que por ella son bien empleados
na desde los principios de la eternidad, vino á este m u n - todos los tesoros de la tierra, que en su b u s c a debe el
do p a r a f u n d a r en la t i e r r a el reino de la verdad, y demos- h o m b r e atravesar los mares y peregrinar por extrañas r e -
t r a r que esta no es p a l a b r a v a n a , abstracción fría é in- giones, y exponerse á todos los riesgos y peligros; y c u a n -
animada, sino una realidad gloriosa que existe en É l y por do esta verdad se le ofrece en su esplendorosa h e r m o s u r a ,
E l , que todo lo i l u m i n a y vivifica, y cuya voz escuchan y desvía de ella los ojos y h a s t a la desprecia y aborrece, so-
a c a t a n cuantos p e r t e n e c e n al reino de la verdadera s a b i - bre todo cuando le viene del foco de toda luz, de todo co-
duría. Y no contento con el testimonio pasajero de su en- nocimiento y de toda sabiduría. D e s a m p a r a n d o al Maestro
señanza, estableció u n a autoridad visible, p e r m a n e n t e é de la verdad, desoye sus divinas enseñanzas, y se va t r a s
incontrastable, á quien dió poder p a r a enseñar y declarar de sofistas desvergonzados, obreros de ideas é histriones
la verdad que É l h a b i a enseñado, y propagarla por todo miserables de la ciencia. Anhela conocer los objetos q u e
el mundo h a s t a la c o n s u m a c i ó n de los siglos. por su dignidad y alteza pudieran a p a g a r su ánsia de s a -
ber, y siente un tédio, un disgusto y fatiga imponderables
Mas este testimonio a u g u s t o , las enseñanzas que p r o -
en la contemplación de tan sublimes objetos, entregándose
pone y la luz que d e r r a m a en el entendimiento, a u n q u e
con todo el ardor de su alma al estudio de una infinidad de
bastantes á sacar á los h o m b r e s del torcido sendero de s u s
pequeñeces que nada le i m p o r t a n y nada valen. Siente ver-
errores al c a m i n o real de la verdadera sabiduría, no los
ilumina de suerte que los venza de todo punto con la c l a -
ridad de su evidencia. S u s fulgores son tibios, movibles 1 11. Cor. v . 7.
VOltOH
güenza de ignorar u n a r a r e z a ó curiosidad baladí, y no la ral y el sobrenatural, Dios y el h o m b r e , y la soberbia h u -
siente de ignorar las g r a n d e z a s divinas, las leyes eternas m a n a con la misericordia divina.
del m u n d o y las maravillas de la creación. Halla su gozo N o es esta la ocasion de historiar esta lucha, y las f o r -
y placer s u p r e m o en poner dificultades en aquello m i s m o m a s y aspectos diferentes que ha ido t o m a n d o con el a n -
cuya evidencia salta á los ojos. Complácese en enredarse d a r de los siglos. N a d a hay nuevo debajo del sol, dice
en el laberinto de sus propios errores, en a m o n t o n a r n u - la eterna S a b i d u r í a 1 : los hombres han sido siempre los
bes que le oculten el sol de la verdad, y en apagar con su mismos; iguales pasiones é intereses los han movido s i e m -
propia m a n o la luz cuya serena claridad regala p o r otra p r e y agitado, y por consiguiente, para conocer el c a r á c -
p a r t e su corazon. Y llega á tal extremo su soberbia, que ter, las causas y los efectos de la lucha y contraste entre
cree hallar desorden y c o n f u s i o n en el orden supremo que la razón h u m a n a y la verdad divina, b a s t a abrir los ojos y
reina en la Inteligencia soberana, y contradicción y repug- c o n t e m p l a r lo que p a s a actualmente á nuestro alrededor.
nancia en la m i s m a V e r d a d infinita, ora le sea revelada L a cuestión de los conflictos entre la ciencia y la fe se
por el espectáculo de la n a t u r a l e z a , ora le hable por sí agita hoy con vehemencia en todas partes. E n las Acade-
m i s m a movida de su a m o r y condescendencia inefable. m i a s , en las reuniones científicas y literarias, en las cáte-
T a l es el h o m b r e ; tales s o n sus miserias y debilidades; d r a s , en los libros, en las revistas y papeles periódicos,
este es el origen de sus errores, de sus contradicciones in- h a s t a en el seno de la familia á donde parece no habia de
enarrables, y de lo que en estos últimos t i e m p o s se h a d a - llegar el r u m o r de tales debates, plantéase á todas h o r a s
do en llamar conflictos entre la ciencia y la fe. el tremendo problema, y cual la fabulosa esfinge, d e m a n -
da perentoria contestación. L a s t e m p e s t a d e s promovidas
E s t o s conflictos, m á s q u e dudas ó dificultades e s p e c i a -
por estas cuestiones, el carácter que distingue á cada u n o
les que la razón h u m a n a objeta contra la razón divina,
de los bandos opuestos en que dividen á los h o m b r e s , la
son la f o r m a general que afectan todas ellas. E n una de
soberbia y vanos triunfos de unos y el desfallecimiento de
s u s obras afirma Federico Schlegel que la historia es «una
otros, ¿á qué referirlos? ¿Quién no recuerda con pena cier-
l u c h a perdurable de las n a c i o n e s y de los individuos c o n -
tos debates en que alguno de esos oradores de palabra f á -
t r a los poderes i n v i s i b l e s 1 . » « H a b l a n d o p r o p i a m e n t e , dice
cil y arrebatada, tan c o m u n e s en países como el nuestro
Goethe, no hay m á s que u n t e m a en la historia, y este
a l u m b r a d o s por el sol meridional, se lanzaban á través de
t e m a principal, al que se subordinan los d e m á s , es la l u -
2 las cuestiones más difíciles y t r a s c e n d e n t a l e s , y desde las
c h a entre la incredulidad y la fe .» Lo que dice G o e t h e
alturas de su elocuencia arrojaban sobre sus oyentes p a -
de la historia del linaje h u m a n o , se verifica en la de c a d a
labras envenenadas que t r a s t o r n a b a n sus entendimientos
u n o de los h o m b r e s en p a r t i c u l a r ; pues á poco que e x a -
y enloquecían sus corazones? ¿Quién p o d r á olvidar j a m a s
m i n e m o s lo que pasa en el interior de n u e s t r a s a l m a s , los
el efecto fascinador y la especie de eléctrica conmocion
móviles de nuestras acciones y los misterios de nuestro
que estremecia al auditorio cada vez que el orador, al ha-
corazon, veremos en el f o n d o de n u e s t r a s conciencias l u -
blar de las relaciones entre la razón y la fe y su lucha y
c h a n d o á todas horas y á b r a z o partido el elemento n a t u -

i En la Filosofía de la historia donde desarrolla l a r g a m e n t e esta idea.


I Ecle. i , IO.
3 En el Dtvan Oriental.
oposicion, á su decir, invencible, invocaba el n o m b r e s a - p o r sí, y por otra parte ya lo han desempeñado victorio-
grado de la ciencia y sus t i m b r e s y gloriosas conquistas? s a m e n t e grandes ingenios, j u z g a m o s m á s conveniente in-
¡Cuántos perdieron las creencias cristianas seducidos por vestigar el fondo m i s m o de la controversia general que to-
el encanto de esta palabra! ¡Para cuántos f u é este n o m b r e dos ellos entrañan, considerando los elementos de la cien-
la tènue nubecilla que, apareciendo en el horizonte de s u cia y de la fe, y comparándolos m u t u a m e n t e p a r a ver las
entendimiento, se f u é d e r r a m a n d o poco á poco h a s t a ocul- relaciones de conformidad ó divergencia que puedan r e -
tarles por completo el sol de la verdad, y sumergirlos en sultar de su comparación ó paralelo. Con esto creemos se
las tinieblas de la duda y en el abismo de mil c o n t r a d i c - aclarará m e j o r el objeto sobre que versa esta discusión, y
ciones y absurdos! se h a r á más fácil é inteligible la resolución de cada una de
No se puede negar que el nombre de ciencia ha tenido las dificultades ó conflictos, que como objeciones contra la
siempre para el corazon h u m a n o u n a influencia m i s t e r i o - tésis general p u e d a n aducirse.
samente terrible; diríase que conserva algo de aquel h e - Mas antes de entrar de lleno en el estudio que nos h e -
chizo diabólico con que hubo de vibrar en los labios del m o s propuesto, q u e r e m o s acudir á un reparo que por v e n -
primero que lo pronunció en el m u n d o , homicida desde el t u r a se nos podría hacer. Por el giro que llevan las ideas
principio, enemigo del hombre y su perpètuo tentador. S u expuestas h a s t a aquí, pudiera parecer á alguno que la dis-
sonido, si por u n a parte exalta nuestro corazon, por otra cusión en que nos h e m o s e m p e ñ a d o va á perderse en las
le inspira no sé qué vago temor y presentimiento de f a t a - n u b e s y alturas de la teología. Si esto se dijera en son de
les peligros, como si le t r a j e s e á la m e m o r i a el recuerdo c e n s u r a , confesamos desde luego que la cuestión de las
de alguna catástrofe espantosa acaecida en el m u n d o p o r relaciones entre la ciencia y la fe es cuestión esencial-
la influencia de esta palabra. U n a voz secreta le dice que m e n t e teológica, y que, por consiguiente, hay que resol-
si n a d a hay m á s noble y sublime que la ciencia, n a d a hay verla teológicamente. Lo contrario, sobre empequeñecer
t a m p o c o m á s peligroso; de donde resulta que, m i e n t r a s u n debate grandioso, sería desflorarlo y dejarlo sin resol-
unos la enaltecen y aclaman y pregonan sus derechos y ver. E s p e r a m o s , sin embargo, que levantados á estas a l -
conquistas, otros la tienen en sospecha y prevención, al t u r a s no solo no perderemos de vista el punto que t r a t a -
ver c o n t i n u a m e n t e este hermoso nombre en boca de los m o s de ventilar, sino que, desvanecidas las s o m b r a s y
sofistas, de los herejes, de los falsos h e r m a n o s , de los hi- oscuridades, se ofrecerá á nuestros ojos en todo su nativo
pócritas y seductores, y de cuantos han guerreado c o n t r a esplendor. Dios es luz. L a claridad que esmalta sus p e r -
Dios, contra la Iglesia y contra la m i s m a sabiduría, fiando fecciones reverbera en todas sus obras, y ordena y escla-
en este n o m b r e las esperanzas de sus triunfos. rece n u e s t r a s ideas. L o que no a l u m b r a esta luz está con-
E n el punto á que h a n llegado las cosas entre nosotros, denado á p e r m a n e c e r en tinieblas de m u e r t e ; lo que no
parece necesario examinar el f u n d a m e n t o de estas locas aclare la ciencia de Dios no lo aclarará de seguro la v a n a
esperanzas y de aquellos vanos temores. E s t e f u n d a m e n - ciencia de los h o m b r e s . Así lo han reconocido áun los m a -
to está en la eterna cuestión de las relaciones entre la yores enemigos que ha tenido esta ciencia soberana, con-
ciencia y la fe, y los llamados conflictos entre a m b a s . C o - fesando abiertamente que en el fondo de toda controversia
m o sería m u y largo examinar cada uno de tales conflictos h a y u n a cuestión de teología, verdad á nuestros ojos evi-
dentísima, y que tiene por base, principio y f u n d a m e n t o
aquellas p a l a b r a s p r o f u n d í s i m a s de S a n Pablo que nos.
h e m o s atrevido á poner al frente de este ensayo, palabras-
que son el t r a s u n t o de toda la sabiduría divina y h u m a n a ,
la resolución de todos los enigmas, y la clave de todos los-
misterios del tiempo y de la eternidad: «Todas las cosas-
CAPÍTULO I.
se j u n t a n , se enlazan y subsisten en Jesucristo.»
LA CIENCIA EN E L E N T E N D I M I E N T O .
i Coloss. i , 17.

A ciencia puede ser considerada en su desenvol-


vimiento ideal, ó en su origen y progreso históri-
co, esto es, según que se e n g e n d r a , crece y se
desarrolla en nuestro entendimiento, ó según
que, manifestada á lo exterior por la palabra ó por la e s -
critura, se extiende y comunica á l o s d e m á s , y pasando de
m a n o en m a n o alcanza su perfección á través de los siglos
y con el t r a b a j o continuo y aunado de las generaciones.
E n el primer caso es producto espontáneo de n u e s t r a i n -
teligencia, y resultado de nuestro t r a b a j o y esfuerzo indi-
vidual; en el segundo es el resultado de m u c h a s f u e r z a s
diferentes, que ora se auxilian, ora se oponen y contrastan
unas á otras conforme sea su dirección ó intensidad. Y
como las circunstancias del origen y desarrollo de la cien-
cia sean m u y diversas, m u y distintos los elementos que
•entran en su composicion, y muy diferentes las dificulta-
des y resistencias que tiene que vencer p a r a llegar á su per-
fección, según que se encuentre en uno ó en otro estado,
conviene estudiar cada uno de estos estados de la ciencia
por sí, p a r a que, conocidas aquellas circunstancias, e l e -
m e n t o s y dificultades, se nos hagan manifiestas las r e l a -
ciones de harmonía ú oposicion que de ellos pueden resul-
t a r con respecto á la fe y á la revelación, esto es, aquella
•ciencia que el hombre no alcanza por sí m i s m o , sino que
dentísima, y que tiene por base, principio y f u n d a m e n t o
aquellas p a l a b r a s p r o f u n d í s i m a s de S a n Pablo que nos.
h e m o s atrevido á poner al frente de este ensayo, palabras-
que son el t r a s u n t o de toda la sabiduría divina y h u m a n a ,
la resolución de todos los enigmas, y la clave de todos los-
misterios del tiempo y de la eternidad: «Todas las cosas-
CAPÍTULO I.
se j u n t a n , se enlazan y subsisten en Jesucristo.»
LA CIENCIA EN E L E N T E N D I M I E N T O .
i Coloss. i , 17.

A ciencia puede ser considerada en su desenvol-


vimiento ideal, ó en su origen y progreso históri-
co, esto es, según que se e n g e n d r a , crece y se
desarrolla en nuestro entendimiento, ó según
que, manifestada á lo exterior por la palabra ó por la e s -
critura, se extiende y comunica á l o s d e m á s , y pasando de
m a n o en m a n o alcanza su perfección á través de los siglos
y con el t r a b a j o continuo y aunado de las generaciones.
E n el primer caso es producto espontáneo de n u e s t r a i n -
teligencia, y resultado de nuestro t r a b a j o y esfuerzo indi-
vidual; en el segundo es el resultado de m u c h a s f u e r z a s
diferentes, que ora se auxilian, ora se oponen y contrastan
unas á otras conforme sea su dirección ó intensidad. Y
como las circunstancias del origen y desarrollo de la cien-
cia sean m u y diversas, m u y distintos los elementos que
•entran en su composicion, y muy diferentes las dificulta-
des y resistencias que tiene que vencer p a r a llegar á su per-
fección, según que se encuentre en uno ó en otro estado,
conviene estudiar cada uno de estos estados de la ciencia
por sí, p a r a que, conocidas aquellas circunstancias, e l e -
m e n t o s y dificultades, se nos hagan manifiestas las r e l a -
ciones de harmonía ú oposicion que de ellos pueden resul-
t a r con respecto á la fe y á la revelación, esto es, aquella
•ciencia que el hombre no alcanza por sí m i s m o , sino que
se la encuentra ya hecha, y le es comunicada por un a g e n -
"Saltaron de las b r e ñ a s aguas cristalinas que, deslizándose
te extrínseco y sobrenatural. D e aquí resultará la división
hácia los valles y recogidas en torrentes y rios caudalosos,
de todo nuestro t r a b a j o y las dos esferas ú órdenes de c o n -
s u r c a r o n la superficie del globo y derramaron por todas
sideraciones que iremos haciendo respecto de la ciencia,
p a r t e s el verdor, la vida, la abundancia y la riqueza. E n
considerándola, ya en los límites del entendimiento donde
l a s llanuras i n m e n s a s de los c a m p o s , en las soledades de
se origina, ya según que sale de ellos, y comunicada a los-
los desiertos, en el aire purísimo de los cielos y en el f o n -
d e m á s acrece su caudal con la afluencia de los c o n o c i -
do inaccesible de los mares, se rebulleron y agitaron i n -
mientos adquiridos por otros individuos.
n u m e r a b l e s vivientes, que con su prodigiosa variedad
fueron la gala m á s noble de la creación. Y del t r i n a r de
las pintadas avecillas, del rugido de las fieras, del con-
A L imperio de u n a p a l a b r a e m a n a d a de la Inteligencia
f u s o ruido del aire que vibraba en las h o j a s de los á r -
infinita brotaron los m u n d o s con su orden y harmonía i n e -
boles, del m u r m u l l o de los torrentes y del estruendo de
fables, con su divina hermosura y prodigiosos r e s p l a n d o -
las ondas del m a r , se formó una música incomparable,
res. E n el azulado firmamento brillaron innumerables e s -
un h i m n o de gloria y cántico de perdurable alabanza al
trellas. Obedientes á la voz del Criador, emprendieron los-
Hacedor de t a n t a s maravillas y al soberano Autor de
astros s u raudo vuelo, repartidos en grandiosos sistemas,,
t a n t o s esplendores y magnificencias.
con un equilibrio admirable y siguiendo órbitas d e t e r m i -
E n este egregio alcázar levantado por la m a n o de D i o s
n a d a s . L a f u e r z a y el movimiento animaron la m a s a de-
p a r a manifestación de su virtud, apareció por fin el h o m -
materia que llenaba las inmensidades del espacio; la a c -
bre, rey de la creación, r e s ú m e n de s u s g r a n d e z a s y su
tividad y la vida sucedieron á la inercia y á la muerte, y
•espléndida coronacion y complemento. Obra m a e s t r a de
la tierra, el aire y el m a r sintieron agitarse en sus senos,
la Sabiduría infinita, lazo del m u n d o visible y del invisi-
séres infinitos que llevaban en sí una chispa de aquel f u e -
ble, lira viviente, como le l l a m a Clemente Alejandrino,
go vital que la diestra de Dios habia derramado en toda la
destinada á cantar la gloria del S u p r e m o Hacedor, es el
naturaleza.
único sér entre cuantos habitan la tierra capaz de p e n e -
Avivada por el divino aliento, se vistió la creación d e trar los misterios de la n a t u r a l e z a y de subir por ellos al
maravillosos encantos. L a tierra, antes seca y estéril, se •conocimiento del Creador soberano. Dotado de un s e n t i -
cubrió de un m a n t o de resplandeciente h e r m o s u r a . L o s do divino, percibe la h a r m o n í a inefable que resuena en el
valles y las colinas se matizaron de graciosas flores, que ámbito de la creación; oye los ecos misteriosos que se
esparcieron por el ambiente la riqueza de sus matices, desprenden de todas las criaturas; siente la corriente de
su fragancia suavísima y la p o m p a de sus colores, más vida que circula en la naturaleza; interpreta sus t e n d e n -
bella y rozagante que la vestidura de los reyes en los dias cias y aspiraciones; es el a l m a de todo lo que no vive, el
m á s espléndidos de su gloria. L o s árboles hendieron el ojo de todo lo que no ve, el corazon de todo lo que no
espacio con su vicioso r a m a j e , mostrando á través de las s i e n t e , la lengua de cuanto p e r m a n e c e m u d o en el uni-
h o j a s temblorosas el dorado f r u t o que el Espíritu de D i o s verso. Asiste al espectáculo sublime que por todas p a r t e s
habia hecho germinar de los duros é i n t r a t a b l e s t r o n c o s . l e rodea, no como observador ocioso é inactivo, sino como
La ciencia
medio de t a n gran variedad conserva siempre ciertos ca-
criatura racional que con el rayo de su inteligencia, d e s -
ractères comunes, universales y constantes, v e a m o s de
tello de la luz increada, escudriña los secretos de las m a -
investigar estos caractères para f o r m a r n o s idea clara de
ravillas divinas, sus fines y sus misterios, y con la energía
la naturaleza del conocimiento científico, que es uno de
de su voluntad se levanta á sí mismo, y con él en cierta
los dos p u n t o s sobre que ha de girar la discusión en que
m a n e r a á toda la creación al amor y adoracion de la s o b e -
e s t a m o s empeñados.
r a n a Majestad. Colocado en el centro del universo, a s ó m -
Ante todo, conviene asentar, como base de cuanto v a -
b r a s e al pronto de la variedad, h e r m o s u r a y muchedum-
m o s á decir, que el principio generador de la ciencia está
b r e i n n u m e r a b l e de los séres que lo componen; m a s incita-
dentro de nosotros mismos; es aquel principio que vive,
do por la nativa curiosidad que f o r m a parte de su sér, r e -
se mueve, siente y se agita en nuestro interior, que se
corre con inquieta m i r a d a los objetos que descubre á s u
nos revela por la conciencia de nuestros actos, nuestra al-
alrededor; observa las f o r m a s y las propiedades de los s é -
m a , en fin, la cual, por la aplicación de sus facultades,
r e s que tiene á la vista, su actividad, s u s efectos y alte-
estudia las esencias de las cosas, y penetra en ellas, y se
raciones; busca con afan la relación y dependencia de es-
las hace propias, y por una asimilación misteriosa, se po-
tos efectos con sus causas; inquiere las leyes de estas r e -
n e en relación con la naturaleza sensible, con el m u n d o
laciones; y no satisfaciéndose con el conocimiento de las-
espiritual y metafísico, y h a s t a con la esencia m i s m a de
r a z o n e s próximas é inmediatas, sube de causa en c a u s a
Dios. T o d a s las facultades del hombre, á consecuencia
h a s t a encontrar la razón última de lo que movió p r i m e r a -
del mútuo influjo y simpatía que tienen entre sí, por r a -
m e n t e su atención y excitó su curiosidad. D e esta m a n e -
dicar todas en la esencia m i s m a del alma, intervienen en
ra, p a s a n d o de la admiración á la curiosidad, y de esta á
e s t a asimilación; m a s la que tiene en ella la parte p r i n c i -
la indagación y al estudio, brota en su entendimiento la
pal es el entendimiento, potencia s u p r e m a donde se f o r -
luz de la ciencia que le abre camino al conocimiento de l a
m a , se perfecciona y c o n s u m a el conocimiento científico.
n a t u r a l e z a y á la investigación de sus profundidades y
E s t a nobilísima facultad, reproduciendo u n a s e m e j a n z a
misterios x .
de los objetos que aprehende ó percibe, los retrae y copia
E s t a ciencia es m u y varia según sea la diferencia de
y como engendra de nuevo en sí m i s m a , no real, sino
los objetos que nos proponemos estudiar; m a s como en
idealmente, esto es, según su imágen ó s e m e j a n z a inteli-
I Todos convienen en que la admiración es el principio de la filosofía; pero nadie gible, f o r m a n d o así aquellos conceptos ó juicios que, le-
tal vez ha descrito este origen de una manera tan bella como Platón en varias partes de
v a n t a d o s á su esfera más p u r a y espiritual, producen pro-
sus obras. «Alejado el filósofo, de los negocios humanos, dice en el Fedro (ed. de Didot,
1.1, p. 714), y fijo siempre en lo divino, la muchedumbre le vé como fuera de sí, pero i g - p i a m e n t e la ciencia. Prescindiendo ahora del origen, c u a -
n o r a que está lleno de entusiasmo.» «Afecto ó pasión propia del filósofo, añade en otra par-
lidades y m a n e r a de ser de esta imágen (cuestión larga, y
te (en el Theeteto, 1.1, p. 119), es la admiración; y no es otro sino este el principio de
la filosofía, por lo cual parece no haber explicado mal su origen quien llamó á Iris hi- la m á s difícil y e m p e ñ a d a de toda la filosofía), está f u e r a
j a de T a u m a n t e (esto es, de la admiración.)» «La sabiduría, en fin, concluye (en el Con-
de duda que en su origen y formacion obran dos causas ó
vite, pág. 682), es cosa bellísima, y como el amor recae sobre lo belio, sigúese necesaria-
mente que el amor desea la sabiduría, ó es filósofo, y por esto ocupa un lugar medio en- elementos, que son la actividad propia del espíritu que se
tre el necio y el sabio (que posee la verdad y la sabiduría); y la causa de esto es su orí-
aplica á un objeto determinado y lo t r a b a j a y elabora, y
gen, pues nació de un padre sabio y opulento (porque fué inspirada por la hermosura y
amabilidad de la verdad) y una madre que no era sabia ni rica (por cuanto el acto de e n - la influencia de este m i s m o objeto que determina al a l m a
tender y saber brotó del alma en su estado de ignorancia y nativa corrupción.)»
24 La ciencia

al acto de entender, informándola, y haciéndosele presen-


piedades, considera su extensión ó cantidad, la composi-
te por u n a cierta manifestación, imágen ó claridad que se
cion íntima de sus elementos, su figura, color, brillo, s o -
refleja en la m i s m a a l m a . Así, pues, en toda r e p r e s e n -
noridad y demás cualidades sensibles. Compara unos ob-
tación intelectual hay sujeto y objeto, acción y pasión,
j e t o s con otros, los ordena y clasifica, reúne sus a n a l o -
f u e r z a viva que obra y materia á que se aplica esta f u e r -
g í a s , indaga sus relaciones, y nada deja por mover á fin
za. E l sujeto, la f u e r z a y la actividad e s t á n en el alma; el
de r o m p e r el velo que oculta la íntima esencia de los s é -
objeto á que se aplica son las cosas que la m i s m a a l m a
res. No satisfecho con lo que ofrece á su contemplación
percibe ó entiende.
la naturaleza del suelo donde vió la primera luz, lánzase
L a m u c h e d u m b r e de tales objetos, así como la f u e r z a y animoso y se derrama por todos los ámbitos de la tierra
actividad de nuestro espíritu, son i n m e n s a s . L o s cielos, en busca de nuevas cosas que puedan satisfacer su curio-
la tierra, cuanto se halla sometido á la acción de n u e s t r a s sidad; trepa las m o n t a ñ a s , cruza los rios, penetra en los
facultades, todo lo que abarcan los ojos y siente el tacto y pavorosos desiertos, a f r o n t a en frágil navecilla el f u r o r
oye el oido y perciben los sentidos, es t é r m i n o de la a f a - del Océano implacable, y sin q u e le arredren los ardores
n o s a curiosidad de la inteligencia del hombre. Todo atrae del abrasado clima de los trópicos ni el rigor de las ateri-
y solicita su atención: el resplandor y ordenado movimien- das regiones polares, recorre la espaciosa redondez de la
to de los astros que t a c h o n a n la bóveda del firmamento, tierra para estudiar los séres que la habitan; sigue en su
la tierra sólida y recogida en sí m i s m a con su m o v i m i e n - vagaroso giro á las aves voladoras, conversa con los c u a -
to natural, los c a m p o s tendidos por largos espacios y cu- drúpedos, se abate á los insectos que arrastran por el sue-
biertos de a m e n i d a d y lozanía, los m o n t e s levantados á lo lo, desciende á los a b i s m o s del m a r , abre las entrañas de
alto con sus collados cubiertos de nieve, los rios r e p a r t i - la madre tierra, y todo lo registra, reconoce y escudriña
dos como venas por todo el cuerpo de la tierra, el aire su- á fin de explorar los secretos de la naturaleza y hacer el
tilísimo impalpable que la rodea toda y la hermosea y vi- inventario de s u s tesoros. Su industriosa actividad ensan-
vifica, la infinita m u c h e d u m b r e de plantas, árboles, m i e - c h a con el poder de los i n s t r u m e n t o s la esfera á que n a -
ses y animales destinados para su mantenimiento y recreo, turalmente se extienden los sentidos; p r e g u n t a á los as-
la gracia de las f u e n t e s que p e r p è t u a m e n t e se despeñan t r o s por la n a t u r a l e z a de los elementos que los c o n s t i t u -
de los riscos, la gala y bizarría de las flores, y, en fin, to- y e n , y el espectro de su luz le da categórica respuesta;
da la belleza y variedad de cosas que despliega el universo calcula la rápida sucesión del tiempo, la extensión i n m e n -
y presenta á la acción de n u e s t r a s facultades. s a del espacio, las leyes del movimiento á que obedecen
Llevado por el deseo de conocer é investigar lo que al así los átomos invisibles que flotan en la atmósfera como
principio excitó su admiración, estudia con inquieta curio- la p e s a d u m b r e de los astros que mueven sus centelleantes
sidad todo c u a n t o se le ofrece á la vista; en un sólo obje- r u e d a s por el espacio inmensurable. Y cuando sorprendi-
t o ve un m u n d o de verdades que le prestan materia de do de t a n t a s maravillas vuelve en sí y examina el o r g a -
p r o f u n d a s meditaciones. Por su prodigiosa f u e r z a de a n á - n i s m o de su cuerpo, el equilibrio, la harmonía y p e r f e c -
lisis descompone este objeto en sus partes, lo desenvuelve ción de sus partes, su a d m i r a b l e disposición y estructura,
y desmenuza, a b s t r a e é investiga separadamente sus p r o - y s o b r e todo cuando estudia la f u e r z a que interiormente
le mueve y anima, su espíritu descubre otro m u n d o de be- Desde luego suponemos que el conocimiento científico
lleza m á s prodigioso aún que el que le revelaron los s e n - no es m e r a opinion, c o n j e t u r a ó probabilidad, sino un co-
tidos. L a energía y actividad de sus facultades, la f u e r z a nocimiento firme y asentado, independiente de las circuns-
de su m e m o r i a , el poder de su creadora fantasía, el orí- tancias del tiempo, de las personas y de los lugares; s u
gen y generación de sus ideas, la intimidad de su c o n - valor, por lo tanto, no es hipotético ó condicional, sino
ciencia, la esencia de su a l m a , simple, espiritual, i n c o r - absoluto; no imaginario, sino real y efectivo; de suerte
ruptible, l l a m a d a á destinos eternales, le llenan de a s o m - que la verdad p r o p i a m e n t e científica tiene una realidad
bro y admiración; y sin que la contemplación de t a n t a s intrínseca y necesaria, que prescinde de las condiciones
maravillas satisfaga su curiosidad, guiado por el destello individuales del sujeto en que r a d i c a , que vence á l a
de la divina luz que resplandece en su a l m a , levanta el acción del tiempo, antes cuanto más combatida m á s r e -
vuelo h a s t a el principio de donde proce-den todos los sé- siste, y cuanto m á s ensayada y contrastada t a n t o m á s p u -
res, y rompiendo los m u r o s y límites que rodean las cosas ra, m á s fina y acendrada sale del ensayo. «El t i e m p o ,
visibles, p a s a adelante y no pára sino en la esencia m i s m a dice Marco Tulio T, borra las ficciones y f a n t a s m a s de la
de Dios; y extasiado ante el mundo infinito de g r a n d e z a s opinion, y confirma los juicios f u n d a d o s en la verdad d e
que contempla en la Deidad Soberana, a d m i r a su infinita la naturaleza.» L a s hipótesis dejan de serlo y se convier-
actividad, f u e n t e de vida de donde mendigan la vida t o d a s ten en tésis en llegando á tener esta firmeza, esta realidad,
las cosas que la tienen, su bondad inefable, que s u s t e n t a este valor absoluto, fijo é independiente. Distinguir entre
t o d a s las cosas sin necesidad de alguna, su altísima p r o - las hipótesis y las tésis, y dar á cada cual de ellas su v a -
videncia que todo lo cuida y dispone con inefable s u a v i - lor, es el fin principal de la ciencia. Mas ¿dónde está la
d a d , el océano de su a m o r de donde salieron todos los s é - n o r m a ó la luz de este criterio? ¿Dónde la ley y regla del
res y á donde todos tienen que volver. T a n grande es, t a n conocimiento científico? E n resolución, ¿cuáles son los
i n m e n s a la esfera á que se extiende el h u m a n o c o n o c i - caractéres especiales, cuáles las condiciones que levantan
miento, t a n poderosa la fuerza de nuestra actividad, t a n las ideas ó juicios que f o r m a m o s de las cosas á la altura
noble y vehemente el impulso con que nuestra a l m a se de la ciencia?
siente movida hácia la verdad deseosa de reconocer y Ante todo, la p r i m e r a condicion que debe tener el cono-
abarcar sus dominios. cimiento p a r a ser llamado propiamente científico, es que
Rías a p a r t a n d o la vista de campo t a n vasto, r e c o j a m o s sea verdadero. Santo T o m á s , hablando de la verdad, da d e
el pensamiento, y ya que hemos considerado el sujeto y el ella u n a definición tan bella, t a n profunda y adecuada q u e
2
objeto de la ciencia, esto es, el principio formal y eficiente el Conde de Maistre no duda en calificarla de «resplan-
que es la actividad nativa del entendimiento, y las cosas dor ó rayo de la m i s m a verdad que á sí propia se define y
á que se extiende esta facultad, que son todas las so- manifiesta.» «La verdad, dice, es una ecuación entre el e n -
metidas á la jurisdicción de los sentidos y f a c u l t a d e s de tendimiento y la cosa entendida» 3; no en sí m i s m a y s e -
n u e s t r a a l m a , veamos de estudiar la n a t u r a l e z a íntima de
este conocimiento, s u s propiedades y condiciones, y los 1 Lib. 2 De natura Deorum. c. 2.
2 Les Soirées de Saint-Pétersbourg, Deuxième Entretien.
elementos que esencialmente lo constituyen. 3 Summa adversas gentes-, p. i . 1 , q. 21 a. 2.
28 La ciencia
4

gun la naturaleza del acto intelectivo, que siendo espiri- cirio así, inactiva y m u e r t a ; en el juicio está clara, activa,
tual, está claro que no puede compararse ni igualarse con viviente, en cuanto el entendimiento la conoce, la acepta
el objeto conocido, que es m u c h a s veces tosco y material, y afirma. Por esto dice admirablemente Santo T o m á s T ,
sino según lo que este acto intelectivo representa, es á sa- que en la idea se halla la verdad en un estado imperfecto
ber, en cuanto conoce y afirma lo que es ó niega lo que no ó incipiente, m i e n t r a s que en el juicio está ya en un esta-
es. E n t o n c e s a l c a n z a m o s la verdad de las cosas cuando do formal y perfecto, como lo indica el nombre de verdades
nuestras ideas, conceptos ó juicios son conformes á la rea- q u e solemos dar á los juicios ó proposiciones. A esta ver-
lidad, cuando se a j u s t a n á ella perfectamente y la expre- dad del juicio se aplica propia y perfectamente la defini-
san tal como es en sí, y según existe en la naturaleza de ción que da el santo doctor de la verdad en general, es á
las m i s m a s cosas. saber: la igualdad entre el entendimiento y el objeto.
P a r a entender el alcance de esta h e r m o s a definición, L a explicación con que aclara y confirma todo esto el
conviene observar q u e como enseñan los dialécticos, la santo d o c t o r 2 , es por extremo p r o f u n d a y luminosa. E n el
verdad en las ideas ó conceptos es absolutamente necesaria juicio ó proposicion, dice, el sujeto expresa la cosa c o m o
y esencial; pues es imposible que u n a idea no represente es en sí, en su propia realidad, prescindiendo del modo
algún objeto, y que éste no sea conforme al concepto que como pueda ser aprehendido por la inteligencia, y el pre-
lo representa, porque de lo contrario, ese concepto no r e - dicado ó atributo representa la m i s m a cosa según la idea ó
presentaría tal objeto, sino otro distinto. L a verdad y concepto que se f o r m a de ella nuestro entendimiento. E l
también la falsedad caben ya en el juicio, operacion del u n o se refiere al otro, esto es, el sujeto se relaciona con el
entendimiento por la cual afirmamos ó negamos de u n a predicado por medio del verbo ser, que es signo de i d e n t i -
cosa lo que le conviene ó n o le conviene. Si aquello que dad; con lo cual la relación entre el sujeto y el atributo
representa el sujeto en la proposicion es conforme á lo que viene á ser u n a relación entre la idea y el objeto, entre el
de él se enuncia, ó sea á su atributo, el juicio será ver- entendimiento y la realidad. De donde se sigue que si el
dadero; falso por lo contrario si el sujeto no es según se atributo es conforme con el sujeto y se puede afirmar de
afirma en el atributo. E n t r e la verdad de la idea y la del él, entre el entendimiento ó sea el concepto que f o r m a la
juicio, corren g r a n d e s diferencias. L a verdad de la idea es m e n t e del objeto, y este m i s m o objeto, h a b r á relación de
u n a mera afección, un modo de sér de la m i s m a respecto conformidad y por consiguiente verdad; de lo contrario,
del objeto que representa, ni más ni menos que la s e m e - habrá relación de desigualdad ó falsedad.
j a n z a ó parecido de u n a efigie es un accidente de esta res- E s t a conformacion entre la inteligencia y la cosa e n -
pecto del objeto figurado ó representado. Así que entre la tendida, esta s e m e j a n z a entre el concepto y la realidad,
idea y el objeto existe relación de identidad ó c o n f o r m i - e s t a ecuación ó igualamiento entre dos términos, uno in-
dad, pero no nos d a m o s cuenta de ella. L a verdad del j u i - trínseco á la m e n t e y otro extrínseco, es el fin á que t i e n -
cio ó proposicion e s u n a relación entre el concepto y el de la ciencia; á establecerla y plantearla se dirigen s u s
objeto á quien se aplica; pero relación conocida, afirmada conatos; en resolverla, deslindarla y esclarecerla t r a b a j a
y expresada a c t u a l m e n t e de un modo real, m á s ó ménos 1 Disput. De Vcritate qua;st. i , art. 3.
espontáneo. E n la idea la verdad está latente, y por d e - 2 Summa P . 1. a , q. 16 a. 2.
28 La ciencia
*

gun la naturaleza del acto intelectivo, que siendo espiri- cirio así, inactiva y m u e r t a ; en el juicio está clara, activa,
tual, está claro que no puede compararse ni igualarse con viviente, en cuanto el entendimiento la conoce, la acepta
el objeto conocido, que es m u c h a s veces tosco y material, y afirma. Por esto dice admirablemente Santo T o m á s T ,
sino según lo que este acto intelectivo representa, es á sa- que en la idea se halla la verdad en un estado imperfecto
ber, en cuanto conoce y afirma lo que es ó niega lo que no ó incipiente, m i e n t r a s que en el juicio está ya en un esta-
es. E n t o n c e s a l c a n z a m o s la verdad de las cosas cuando do formal y perfecto, como lo indica el nombre de verdades
nuestras ideas, conceptos ó juicios son conformes á la rea- q u e solemos dar á los juicios ó proposiciones. A esta ver-
lidad, cuando se a j u s t a n á ella perfectamente y la expre- dad del juicio se aplica propia y perfectamente la defini-
san tal como es en sí, y según existe en la naturaleza de ción que da el santo doctor de la verdad en general, es á
las m i s m a s cosas. saber: la igualdad entre el entendimiento y el objeto.
P a r a entender el alcance de esta h e r m o s a definición, L a explicación con que aclara y confirma todo esto el
conviene observar q u e como enseñan los dialécticos, la santo d o c t o r 2 , es por extremo p r o f u n d a y luminosa. E n el
verdad en las ideas ó conceptos es absolutamente necesaria juicio ó proposicion, dice, el sujeto expresa la cosa c o m o
y esencial; pues es imposible que u n a idea no represente es en sí, en su propia realidad, prescindiendo del modo
algún objeto, y que éste no sea conforme al concepto que como pueda ser aprehendido por la inteligencia, y el pre-
lo representa, porque de lo contrario, ese concepto no r e - dicado ó atributo representa la m i s m a cosa según la idea ó
presentaría tal objeto, sino otro distinto. L a verdad y concepto que se f o r m a de ella nuestro entendimiento. E l
también la falsedad caben ya en el juicio, operacion del u n o se refiere al otro, esto es, el sujeto se relaciona con el
entendimiento por la cual afirmamos ó negamos de u n a predicado por medio del verbo ser, que es signo de i d e n t i -
cosa lo que le conviene ó n o le conviene. Si aquello que dad; con lo cual la relación entre el sujeto y el atributo
representa el sujeto en la proposicion es conforme á lo que viene á ser u n a relación entre la idea y el objeto, entre el
de él se enuncia, ó sea á su atributo, el juicio será ver- entendimiento y la realidad. De donde se sigue que si el
dadero; falso por lo contrario si el sujeto no es según se atributo es conforme con el sujeto y se puede afirmar de
afirma en el atributo. E n t r e la verdad de la idea y la del él, entre el entendimiento ó sea el concepto que f o r m a la
juicio, corren g r a n d e s diferencias. L a verdad de la idea es m e n t e del objeto, y este m i s m o objeto, h a b r á relación de
u n a mera afección, un modo de sér de la m i s m a respecto conformidad y por consiguiente verdad; de lo contrario,
del objeto que representa, ni más ni menos que la s e m e - habrá relación de desigualdad ó falsedad.
j a n z a ó parecido de u n a efigie es un accidente de esta res- E s t a conformacion entre la inteligencia y la cosa e n -
pecto del objeto figurado ó representado. Así que entre la tendida, esta s e m e j a n z a entre el concepto y la realidad,
idea y el objeto existe relación de identidad ó c o n f o r m i - e s t a ecuación ó igualamiento entre dos términos, uno in-
dad, pero no nos d a m o s cuenta de ella. L a verdad del j u i - trínseco á la m e n t e y otro extrínseco, es el fin á que t i e n -
cio ó proposicion e s u n a relación entre el concepto y el de la ciencia; á establecerla y plantearla se dirigen s u s
objeto á quien se aplica; pero relación conocida, afirmada conatos; en resolverla, deslindarla y esclarecerla t r a b a j a
y expresada a c t u a l m e n t e de un modo real, m á s ó ménos 1 Disput. De Veritate qua;st. i , art. 3.
espontáneo. E n la idea la verdad está latente, y por d e - 2 Summa P . 1. a , q. 16 a. 2.
principalmente, y en acrecentar el número de estas igual-
ma es sustancia simple; luego es incorruptible. E s t a ver-
dades ó ecuaciones ya planteadas y resueltas, y en su com-
dad así d e m o s t r a d a es propiamente científica, pues apare-
binación y enriquecimiento, consiste el crecer y el e n r i -
ce clara y manifiesta en la razón ó causa que la verifica.
quecerse de la ciencia.
De aquí tuvo origen el dicho de Aristóteles, es á saber:
P e r o a h o n d e m o s m á s en la naturaleza de estas proposi-
que el medio de la demostración es la causa.
ciones y juicios, y v e a m o s qué otras condiciones exigen,
Más aún: el conocer u n a cosa por su causa no solamen-
a d e m a s de su intrínseca verdad, para elevar el conoci-
te incluye el conocimiento de su causa próxima é i n m e -
miento á la altura de la ciencia.
diata, sino que exige a d e m a s la seguridad de ser esta ver-
E l conocimiento propiamente científico, dice Santo T o -
d a d e r a m e n t e la c a u s a de la cual depende en el orden d e
m a s , es un conocimiento perfecto, esto es, claro, eviden-
la realidad, ya sea física, si la verdad que t r a t a m o s de de-
te, razonado y demostrativo cual se obtiene cuando se co-
m o s t r a r pertenece al orden físico y de la naturaleza, y a
noce la realidad de las cosas por las c a u s a s que las p r o -
metafísica, si la verdad pertenece al orden de las ideas ó
ducen. Sólo entonces podemos afirmar u n a cosa, una ver-
inteligible. Por m a n e r a que no b a s t a conocer esta causa
dad ó proposicion, c u a n d o podemos dar la razón de ella,
en sí, sino que es necesario conocer su influencia en el
f u n d a m e n t o de nuestra afirmación. L a ciencia no se con-
efecto, consecuencia ó verdad que deseamos conocer, é in-
t e n t a con a s e n t a r una verdad sino que la demuestra, s e -
fluencia tal, que concedida la causa, principio ó p r o p o s i -
ñalando la razón en que se apoya, y no u n a razón ó causa
cion, se siga necesariamente aquel efecto ó consecuencia
cualquiera, sino la próxima é inmediata, anterior en el
y no de otra m a n e r a . Así en la demostración antes p r o -
orden ontológico á la conclusion que de ella pretende
puesta, no b a s t a conocer la simplicidad del a l m a , sino
sacar, y que por consiguiente la contenga y de ella se
t a m b i é n que de su simplicidad se sigue su incorruptibili-
vea brotar clara y manifiestamente. «Porque entonces sa-
dad. Solamente así puede haber verdadera ciencia de un
b e m o s las cosas por demostración, dice un antiguo dia-
objeto; solo así puede h a b e r verdadera demostración, y
léctico I , cuando sabemos la conclusion por virtud de s u s
descansar y quietarse la insaciable curiosidad del entendi-
causas y principios, y que aquellos son la f u e r z a en que
miento deseoso de saber no solamente las causas en sí, m á s
estriba la verdad de ella, y que ellos son tan firmes y cier-
también lo que las constituye tales, esto es, el f u n d a m e n t o
tos que de ninguna m a n e r a puede dejar de ser verdad lo
de la intrínseca relación entre la c a u s a y el efecto.
q u e ellos dicen.» Así, por ejemplo, si queremos saber cien-
S a n t o T o m á s da otra razón de la necesidad de cono-
tíficamente la verdad de esta proposicion: el alma es incor-
cer y apreciar el f u n d a m e n t o de la dependencia entre
ruptible, b u s c a m o s la razón por la cual no puede c o r r o m -
el efecto y la causa, que aclara maravillosamente este
perse u n a sustancia, y hallándola en su simplicidad ó
p u n t o . P a r a saber alguna cosa, dice, y p a r a conocerla
indivisibilidad, pues solamente puede destruirse ó d e s -
p e r f e c t a m e n t e tal como es en sí, según su verdad y reali-
hacerse lo que se compone de partes, argüimos de este
dad, es necesario que todo el ser del objeto con sus p r i n -
modo: toda sustancia simple es incorruptible, pero el a l -
cipios y consecuencias se refleje y reproduzca en el e n -
i Pedro Simón Abril, en la Primera parle de la Filosofía llamada la lógica ó parle tendimiento, de suerte que la m e n t e se lo figure y se h a g a
racional. Impresa en Alcalá de H e n r r e s , 1587, lib. III, c. X X I V , f. 87. de él imágen viva, perfecta y expresiva; porque los p r i n -
cipios del conocimiento, añade p r o f u n d a m e n t e el santo al entendimiento como verdaderas, y de moverle á o b r a r
Doctor, son los m i s m o s que los del ser de las cosas que según su inclinación natural, darían ocasion á juicios
se conocen. Ahora bien; nada existe solo, independiente equivocados. Por otra parte, si el entendimiento, obrando
y sin relación con otro ser; nada existe por sí ni p a r a sí: según el ímpetu y tendencia de su naturaleza, se e n g a ñ a -
toda existencia viene de otra y se determina y endereza se en el objeto de esta tendencia, t o m a n d o la verdad p o r
hacia otra; todo existe p a r a todo, ordenado al gran fin del el error y la luz por las tinieblas, resultaría que u n a f a c u l -
universo y relacionado con los demás séres que lo c o m - tad destinada n a t u r a l m e n t e á la verdad se ordenaría y en-
ponen. Luego si el conocimiento de un objeto ha de re- caminaría f a t a l m e n t e al error; todo lo cual, como decían
producirlo tal como es en la realidad, d e b e dárnoslo á co- los escolásticos, implica contradicción. P o r q u e , en efecto,
nocer todo entero con s u s causas y e f e c t o s , s u s princi- ¿qué es la certeza sino la determinación, la fijeza é i n m o -
pios y consecuencias y las relaciones de semejanza, vilidad de la m e n t e respecto de lo que conoce? ¿Y de dón-
origen ó causalidad que le unen con los d e m á s objetos. de nace esta determinación sino de la luz brillantísima
E s cierto que este conocimiento adecuado y comprehensi- que rodea los objetos al ofrecerse al entendimiento, de su
vo sólo puede tenerlo la Inteligencia infinita, que como m i s m a realidad que mueve á éste á obrar según sus exi-
crió todas las cosas de la nada así las conserva y las diri- gencias, instintos ó condiciones naturales? L a s cosas de
ge y encamina t o d a s al fin de su altísima Providencia; que alcanza el h o m b r e ciencia, dice Santo T o m á s se
m a s si no todas, a l g u n a s seguramente de estas relaciones h a n con el entendimiento como la medida respecto de la
puede percibirlas la h u m a n a inteligencia, y su conoci- cosa á que es aplicada; n u e s t r a m e n t e no hace las cosas
miento será tanto m á s perfecto cuantas m á s causas, prin- al conocerlas, sino qne las e n c u e n t r a ya hechas y existen-
cipios ó relaciones conozca de los objetos á cuyo estudio tes en el orden de la realidad; ellas mueven é i m p r e s i o -
é investigación se aplica. nan n u e s t r a s facultades, y estas impresiones, imágenes ó
L a tercera condicion que h a de tener el conocimiento representaciones de los objetos, tienen que c o n f o r m a r s e á
científico es la certeza, esto es, la firmeza incontrastable ellas como á su tipo y medida, si el conocimiento h a de
del asentimiento e n aquello que conocemos por demostra- ser verdadero, a j u s t a d o y conforme á la realidad, ni m á s
ción. E s t a firmeza resulta de la claridad y evidencia de ni ménos que la línea debe a j u s t a r s e p u n t u a l m e n t e á la re-
las verdades á q u e se adhiere el entendimiento movido gla que es su n o r m a de rectitud. Luego la m i s m a verdad
por las razones en q u e se apoyan, las cuales se le presen- y realidad de las cosas es la que mueve el entendimiento
t a n iluminadas con u n a luz t a n viva que, así como no á obrar, y le a r r a n c a el asenso y adhesión, y le tiene firme-
puede dejar de verlas, tampoco puede d e j a r de asentir á m e n t e asido, sin darle lugar á dudas ó vacilaciones; con lo
ellas con toda la f u e r z a de su naturaleza, que tiende n e - cual alcanza el conocimiento científico su última p e r f e c -
cesariamente á la v e r d a d . E s t a adhesión excluye a b s o l u - ción, que es la seguridad, certeza é infalibilidad del a s e n -
t a m e n t e el error. P o r q u e si el entendimiento pudiera equi- timiento.
vocarse al j u z g a r de las cosas según los motivos ó razo- R e s u m i e n d o en pocas p a l a b r a s lo dicho h a s t a aquí, he-
nes que las a p o y a n , las m i s m a s cosas en sí serían falsas; m o s visto que los elementos que f o r m a n el conocimiento
pues por la r a z ó n de poder ser conocidas, y de presentarse 1 Disp. De Ve rítale, a. 2.
científico son el a l m a p o r u n a parte, con la facultad p r o - extendiéndose por todo el espacio de la creación, oculta
d i g i o s a m e n t e f e c u n d a de su entendimiento; y por otra los s u s r a m a s en las profundidades insondables de los cielos.
objetos, así exteriores al hombre, como interiores, que T o d o s estos conocimientos, debidamente enlazados,
c a e n b a j o el dominio de sus facultades. L a s condiciones c o m p o n e n la ciencia total y completa; la cual, a u n q u e es-
q u e debe t e n e r este conocimiento son verdad, d e m o s t r a - parcida en m u c h a s inteligencias, con el continuo crecer de
ción por sus causas y la certeza, que nace de la realidad las ciencias parciales e n s a n c h a incesantemente el círculo
m i s m a de las cosas, m a n i f e s t a d a evidentemente á la inte- del saber, penetra cada vez m á s adentro de los misterios
ligencia. Más adelante veremos las relaciones que r e s u l - de la naturaleza, y conquista sus a n c h u r o s o s dominios por
t a n entre la verdad científica, y la revelada por razón de el poder de unas a r m a s , cuyo uso ennoblece n u e s t r a s f a -
estas condiciones ó caractères. Ahora quede firmemente cultades y magnifica las obras del S u p r e m o H a c e d o r .
asentado que las proposiciones ó juicios verdaderos, demos- N a d a hay m á s bello en el m u n d o que este esfuerzo de
trados y evidentes, son la base del conocimiento científico. la inteligencia h u m a n a p a r a alcanzar la verdad; n a d a que
E l l o s son los que propiamente lo f o r m a n y constituyen; y más la levante y engrandezca; nada, en fin, que cause en
por consiguiente las afirmaciones que no r e ú n a n estas cua- el espíritu del h o m b r e deleites m á s puros que la p e r c e p -
lidades, podrán ser hipótesis, probabilidades ó c o n j e t u r a s , ción de aquella h a r m o n í a inefable que nacida e t e r n a l -
que contribuirán tal vez á ilustrar el entendimiento, á ador- mente en la E s e n c i a divina se reveló y fijó, y como se
narlo}' á enriquecerlo;^ mas no llegarán j a m a s á f o r m a r materializó en la creación del universo, h a r m o n í a que nos
aquel conocimiento nobilísimo, q u e merezca ser decorado e s revelada por los adelantos de las Ciencias. Y así como
con el ho.mbre de ciencia; lo cual s a b i a m e n t e significó un esta celestial h a r m o n í a al surgir de la infinita inteligencia
filósofo antiguo I , diciendo que las opiniones no podian f u é recorriendo toda la escala ó p e n t á g r a m a de las criatu-
e n t r a r en el cercado donde estaban las ciencias. ras, h a s t a cerrarse y perfeccionarse en el h o m b r e 1 , de
Despues-que el entendimiento se tiene f o r m a d o s ya e s - igual m a n e r a la ciencia h u m a n a llega á su perfección y
tos juicios ó proposiciones, los va c o m p a r a n d o entre sí, complemento cuando la luz del entendimiento, reflejándo-
ve las relaciones que entre ellos existen, deduce unos de se en el corazon y perfeccionando la voluntad, guía y e n -
otros, y por mil m a n e r a s los enlaza, c o m b i n a y relaciona, dereza y perfecciona á todo el sér de la criatura racional.
creando de esta m a n e r a sistemas de verdades que r e u n i - E n t o n c e s llega el conocimiento científico á su esfera m á s
dos y subordinados dan origen á las varias ciencias en que p u r a y levantada, y se convierte en aquella sabiduría que
2
se divide el saber h u m a n o . Así se han ido f o r m a n d o , cre- la Sagrada E s c r i t u r a l l a m a tesor o infinito p a r a los hom-
ciendo y alcanzando la perfección á que han llegado todos bres, vapor de la virtud de Dios y como una sincera e m a -
los r a m o s de la sabiduría; así, por ejemplo, nacieron y se
F r o m harmony,
desarrollaron la filosofía, la física, la historia natural y la F r o m heavenly harmony
T h i s universal f r a m s began;
ciencia vastísima de las m a t e m á t i c a s , árbol frondosísimo
F r o m harmony to harmony
que esconde sus raíces en los infinitamente pequeños y Through all the compass of the notes it ran,
T h e diapasón closing full in m a n .
DRYDEN, en su oda primera á Santa Cecilia.
i Cebes Tebano en su Tabla. 2 SAP. VII. 10.
nación de la claridad del Omnipotente, en la cual nada
hay m a n c h a d o , p o r q u e es el resplandor de la luz eterna,
brillo inapagable y e s p e j o sin mancilla de la Magestad de
Dios; y siendo u n a t o d o lo puede, y permaneciendo en sí
m i s m a renueva t o d a s l a s cosas y se difunde en las a l m a s
de generación en g e n e r a c i ó n , f o r m a n d o amigos de Dios y CAPÍTULO II.
predicadores de su b o n d a d y sabiduría infinita.

LA CIENCIA EN LA HISTORIA.

ESPUES de considerar los elementos que c o n s t i -


tuyen la ciencia en el orden lógico, racional ó
del entendimiento, cumple estudiar estos m i s -
mos elementos en el orden histórico, esto es, en
c u a n t o han obrado en las inteligencias de los hombres so-
metidas á las influencias del tiempo y del espacio. L a
n u e v a luz á que v a m o s á examinar el desarrollo de la
ciencia, exclarecerá m á s y m á s su íntima naturaleza, y
n o s irá abriendo y f r a n q u e a n d o el c a m i n o que ha de c o n -
ducirnos al término á que se endereza la investigación so-
bre que versa este ensayo.
E l primer h o m b r e f u é criado por Dios verdaderamente
perfecto. L a S a g r a d a E s c r i t u r a dice con f r a s e hermosísi-
ma que f u é criado en estado de alma viviente es á s a -
ber, en plena posesion de la vida y en el uso completo de
s u s facultades. Así como el organismo de su cuerpo era
d e todo punto acabado, y maravillosos el vigor y la l o z a -
nía de sus m i e m b r o s , el t e m p e r a m e n t o de s u s humores y
el concierto y h a r m o n í a de los elementos que c o m p o n í a n
aquella fábrica admirable, así el a l m a , parte principal del
c o m p u e s t o h u m a n o , gozaba del lleno de su eficacia y del
completo desenvolvimiento de s u s facultades. E n n i n g ú n
nación de la claridad del Omnipotente, en la cual nada
hay m a n c h a d o , p o r q u e es el resplandor de la luz eterna,
brillo inapagable y e s p e j o sin mancilla de la Magestad de
Dios; y siendo u n a t o d o lo puede, y permaneciendo en si
m i s m a renueva t o d a s l a s cosas y se difunde en las almas-
de generación en g e n e r a c i ó n , f o r m a n d o amigos de Dios y CAPÍTULO II.
predicadores de su b o n d a d y sabiduría infinita.

LA CIENCIA EN LA HISTORIA.

ESPUES de considerar los elementos que c o n s t i -


tuyen la ciencia en el orden lógico, racional ó
del entendimiento, cumple estudiar estos m i s -
mos elementos en el orden histórico, esto es, en
c u a n t o han obrado en las inteligencias de los hombres so-
metidas á las influencias del tiempo y del espacio. L a
n u e v a luz á que v a m o s á examinar el desarrollo de la
ciencia, exclarecerá m á s y m á s su íntima naturaleza, y
n o s irá abriendo y f r a n q u e a n d o el c a m i n o que ha de c o n -
ducirnos al término á que se endereza la investigación so-
bre que versa este ensayo.
E l primer h o m b r e f u é criado por Dios verdaderamente
perfecto. L a S a g r a d a E s c r i t u r a dice con f r a s e hermosísi-
ma que f u é criado en estado de alma viviente es á s a -
ber, en plena posesion de la vida y en el uso completo de
s u s facultades. Así como el organismo de su cuerpo era
d e todo punto acabado, y maravillosos el vigor y la l o z a -
nía de sus m i e m b r o s , el t e m p e r a m e n t o de s u s humores y
el concierto y h a r m o n í a de los elementos que c o m p o n i a n
aquella fábrica admirable, así el a l m a , parte principal del
c o m p u e s t o h u m a n o , gozaba del lleno de su eficacia y del
completo desenvolvimiento de s u s facultades. E n n i n g ú n
salido inmediatamente de las m a n o s de Dios consistía so-
h o m b r e se h a n reunido j a m a s t a n t a s grandezas, p r e r o g a -
bre todo en la rectitud de su voluntad, siempre dirigida
tivas y excelencias como en el que habia de ser cabeza del
1 hácia todo lo j u s t o , honesto, santo y loable, y señoreando
género h u m a n o , el hombre p o r excelencia, el p r i m e r o y
de tal m a n e r a los movimientos del a l m a , que s u s actos no
m á s ilustre individuo de nuestro linaje; en ninguno corrió
se desviaban un p u n t o del sendero de la recta razón. M a s
con t a n t a a b u n d a n c i a el rio de la vida como en aquel que
á esta rectitud de la voluntad correspondía la luz del e n -
r e s u m í a en sí la de todos los d e m á s , y del cual, como de
tendimiento, que conocía perfectamente su dignidad y al-
m a n a n t i a l primero, habia de derivarse por todo el m u n d o
teza y los medios por los cuales debía dirigirse al fin s o -
s u a b u n d o s a y fecunda corriente. L a virtud de Dios, á cu-
brenatural á que la Bondad d i v í n a l e habia destinado; de
ya imágen habia sido criada su naturaleza, la vestía y lle-
suerte, que así como no ha habido voluntad m á s p u r a ,
n a b a de celestiales resplandores. S u inteligencia, al abrir
m á s h o n e s t a m e n t e inclinada, ni m á s pronta á cumplir los
s u s ojos á la luz, se encontró con el rayo de la esencia
dictámenes del querer divino, así tampoco h a habido e n -
soberana que la penetró m i l a g r o s a m e n t e , engendrando en
tendimiento m á s ilustrado con la luz del cielo, ni m á s en-
ella la ciencia del espíritu, el conocimiento de las m a g n i -
riquecido con los tesoros de la divina sabiduría, que el
ficencias de la creación y el de las grandezas y excelen-
entendimiento del primer h o m b r e , padre y principio del
cias divinas; y su corazon, abriéndose á las influencias del
cielo, recibió la plenitud del sentido, que hinchió y e n n o - linaje humano.
1
bleció y como divinizó aquella obra portentosa del poder F u e r a de esto, como enseña Santo T o m á s , las cosas
de Dios. que Dios cria, no solamente p a r a ser en sí y para sí, sino
Acerca de la n a t u r a l e z a , cualidades y extensión de la p a r a que sean al propio t i e m p o principio de otras, son
ciencia del h o m b r e en el principio y aurora de su existen- criadas en el estado perfecto que conviene á quien ha de
2
cia, disputan l a r g a m e n t e los teólogos . E n general se pue- dar origen y nacimiento á otros séres. E s t o así, pudiendo
de decir, que era la que convenia al estado de perfección el h o m b r e ser principio de otro, no sólo por la generación
en que Adán f u é criado, á su condicion de padre y edu- del cuerpo, sino p o r la educación y enseñanza del espíri-
cador del género h u m a n o que de él habia de salir, y á la tu, era necesario que el que estaba destinado á ser cabeza
n a t u r a l e z a y calidad de los objetos que pueden serlo del de todos los h o m b r e s fuese perfecto, no m é n o s en el a l m a
h u m a n o conocimiento. que en el cuerpo; y que no solamente poseyese la ciencia
necesaria á la dirección de su propia vida física y moral,
N o hay d u d a sino que la perfección del p r i m e r h o m b r e
sino t a m b i é n á la de aquellos que de él recibirían la s u m a
1 L a palabra que en el texto hebreo designa á Adam DINH significa el hombre de conocimientos necesaria al desarrollo de sus f a c u l t a -
considerado colectivamente, y también el hombre por antonomasia; así como
des en las circunstancias en que debia ponerlos la Divina
significa el Señor (Dios), y " j T 3 © n el enemigo (Satanás ó el Diablo). Igual significación
Providencia.
tiene en Asirio la palabra dadmi ó dadme, que evidentemente tiene el mismo origen que
la palabra hebrea. Véase á Norris en su Assyrian Dictionary, tomo I, pág. 225. F i n a l m e n t e ; en el triple orden de conocimientos á que
2 Sobre este punto puede leerse á Suarez, De opere sex dierum, lib. II, cap. 9. El s a - p u e d e reducirse la sabiduría h u m a n a , que son Dios, las
bio n a t u r a l i s t a inglés, Mr. Saint George Mivart, en su obra Lessons ¡rom ¡¡ature as ma—
nifested ta mind and matter, cap. vi, pág. 157, (London, 1S76), prueba cómo estas e n s e -
ñanzas de los teólogos no se oponen en manera alguna á lo que se conoce, ó más bien s e
i S u m m . , part. 1 . a , q. 94, art. m .
puede conjeturar en Antropología, acerca del estado primitivo del hombre.
verdades t o c a n t e s al orden espiritual ó moral, y las que po y de la extensión i n m e n s a del espacio señalado p o r
versan acerca del orden material de la naturaleza, no hay Dios á su natural evolucion, que no es ménos que todo el
duda que los dos p r i m e r o s hubieron de llevar la v e n t a j a ámbito de la tierra. Si no existió el hombre en la época
sobre el tercero, por ser m á s necesarios al fin del género geológica terciaria, (cuestión m u y agitada entre los n a t u -
humano ralistas modernos) no hay d u d a de su existencia en la
E s t a educación del h o m b r e por Dios, esta luz, que v e - cuaternaria, y á u n antes de que el globo, por efecto del l e -
nida de lo alto i l u m i n ó la razón del h o m b r e y guió sus v a n t a m i e n t o d e los m a r e s , de la distribución de los c o n -
p r i m e r o s pasos en el c a m i n o de la verdad, es uno de los t i n e n t e s y del cambio de clima y t e m p e r a t u r a , t o m a s e la
puntos más firmemente arraigados en la tradición de los f o r m a definitiva que tien« a c t u a l m e n t e . L a influencia que
pueblos. Y a u n q u e sea a c t u a l m e n t e imposible á la c i e n - esta alteración del medio en que habia de desarrollar-
2
cia, y lo será siempre, al decir de W o y l e z , el d e t e r m i n a r se la vida de la h u m a n i d a d , h u b o de tener en el d e s e n -
de una m a n e r a precisa las circunstancias del aparecimien- volvimiento de sus caractéres fisiológicos, intelectuales y
t o del hombre en la tierra, los resultados de los t r a b a j o s morales, será misterio cerrado tal vez para siempre á
científicos sèriamente emprendidos en los últimos t i e m - n u e s t r a inteligencia. Mas estudiando con ayuda de los
pos, en nada contradicen, antes en lo poco que ha podido m o n u m e n t o s que han llegado h a s t a nosotros, la historia
rastrearse sobre p u n t o t a n oscuro y escabroso, confirman de la especie h u m a n a en el límite del horizonte que p u e -
á maravilla los datos de la tradición y de las S a g r a d a s E s - de descubrir la verdadera ciencia histórica, llama la a t e n -
crituras. ción un fenómeno singular. E l h o m b r e primitivo n o se
T a l como existe hoy el mundo, no hay m a n e r a de cono- nos presenta como un. salvaje, que desde las p r o f u n d i d a -
cer, ni siquiera de i m a g i n a r , la historia de la cultura del des de su ignorancia se levanta poco á poco y con penosos
h o m b r e en los p r i m e r o s siglos de su existencia, y todas las esfuerzos al nivel de la ciencia. E s t a , en las p r i m e r a s eda-
vicisitudes de su crecimiento y disminución en el i n m e n - des del mundo, ya se nos m u e s t r a enriquecida, no s o l a -
so y múltiple viaje de la especie h u m a n a , á través del t i e m - m e n t e con aquel g r a d o de perfección que conviene al des-
envolvimiento de la vida física, religiosa y moral de la
1 Esta ciencia sobrenatural que enriquecía la inteligencia del hombre e n l o s albores
h u m a n i d a d , sino con cierta exuberancia, a d a p t a d a á la
de su existencia, aparece clarísima en una palabra de profundo sentido que leemos en las
Sagradas Escrituras. Dice el texto sagrado que constituido Adán sobre las obras de las satisfacción de las necesidades de la vida, y que en no
m a n o s de Dios, y paseando su v i s t a sobre toda la creación, sobre las aves del cielo, las
pocos casos arguye desarrollo extraordinario en las f a c u l -
bestias del campo y las plantas que crecían á su alrededor, movido de divina inspiración,
puso nombre á las aves del cielo y á las bestias del campo, y que lo que él las nombró es- tades más nobles del espíritu.
te es el nombre de cada una, esto es, el que le conviene á su propia y natural esencia.
Mas la propiedad de los n o m b r e s consiste en representar y expresar de todo punto la na-
Muchos de los m o n u m e n t o s esparcidos no sólo en las
turaleza de las cosas á que se aplican de modo que las copien exactamente, y hagan, como regiones próximas á la que f u é cuna del l i n a j e h u m a n o ,
una pintura exacta de ellas en el entendimiento de aquel en cuyo oido vibra el soni-
do de la palabra. Pues si á cada una de las cosas que Adán nombró le cuadraba de tal m a -
sino áun en las m á s apartadas, como son algunos p u n t o s
nera su nombre, que de todo punto la expresaba ó le venia como nacido, t a n exacta cor- del continente americano, atestiguan que la cultura del
respondencia y apropiación de la idea á la palabra es claro indicio del perfecto conoci-
m i e n t o que tenia de la naturaleza y propieJades d é l o s seres el que tales nombres les
h o m b r e alcanzó en época remotísima un florecimiento
ponia. extraordinario, y que ora fuese debida á los restos de la
2 L'homme et la Science au temps préseni, par M. L e D r . Woylez. París, 1S77.
sabiduría inspirada por Dios al padre del l i n a j e h u m a n o ,
Ch. iv, § m .
ora al esfuerzo de algunos ingenios superiores en quienes migas. Divinidades a b s u r d a s animaron la materia, s u j e -
destelló con m a y o r viveza el resplandor de la luz infinita, t á n d o l a á los rencores de sus odios y á los caprichos de
no puede m é n o s de causar profundísimo estupor, al p a r s u s a m o r e s . L o s g r a n d e s fenómenos naturales, s u s m a g -
que una cierta tristeza, al considerar que m u c h o s de los nificencias y misteriosos contrastes aparecieron como re-
progresos en m a t e m á t i c a s , física, mecánica y astronomía sultados de m e z q u i n a s a v e n t u r a s entre ridículos dioseci-
que supone la n a t u r a l e z a de tales m o n u m e n t o s , no p a s a - llos, que esparcidos por toda la naturaleza, movían á su
sen íntegros á las generaciones que vinieron despues ^ capricho s u s variados resortes como los de complicada
A t r a v é s de las densas tinieblas que rodean la historia m a q u i n a r i a . L o cual, si bien halagaba la fantasía con el
primitiva, u n a v e r d a d brilla clara y evidente; es á saber: encanto de la fábula, e m b a r a z a b a la observación detenida
la ciencia de aquella edad r e m o t í s i m a aparece tan e s t r e - de los fenómenos, c e r r a n d o al entendimiento los m á s
c h a m e n t e u n i d a á la religión, que se confunde con ella. grandiosos horizontes, y no concediendo á la descripción
E n los patriarcas ó cabezas de familia se j u n t a la sabidu- de la n a t u r a l e z a y á la generalización de sus leyes sino
ría, el reino y el sacerdocio. L a idea de la Divinidad lo un desarrollo m u y incompleto.
penetra todo. E n la cima de los grandiosos monumentos A pesar de esto, la actividad inquieta del espíritu h u -
levantados p o r la sabiduría del h o m b r e , como del p a n t e ó n m a n o aguijó á ingénios e m i n e n t e s á e s t u d i a r l a s leyes que
de las a n t i g ü e d a d e s egipcias dice Mr. M a r i e t t e - B e y 2 , se se ocultaban t r a s del velo de los f e n ó m e n o s sensibles. N o
asienta un D i o s único, inmortal, increado, invisible, ocul- hablando sino de los adelantos cuya influencia h a sido
to en las p r o f u n d i d a d e s inaccesibles de su esencia, c r i a - m á s decisiva en la civilización general de n u e s t r a especie,
dor del cielo y de la tierra, que sacó á la luz del sér todo la Grecia se aplicó á la indagación de la n a t u r a l e z a con
cuanto existe y sin el cual n a d a fué hecho; Dios, que pre- ardor increíble; las escuelas de P i t á g o r a s y Platón hicie-
side á los d e s t i n o s de la h u m a n i d a d , que recibe sus a d o - ron adelantar los conocimientos físicos y los matemáticos;
raciones, que ilumina su inteligencia y es el a l m a de su y todos los r a m o s del saber encontraron en Aristóteles un
vida y de su instrucción científica moral y religiosa. génio vasto, profundo, esencialmente analítico y generali-
L a invasión del politeísmo en el m u n d o h u b o de d e s - zador, que así e s c u d r i ñ á b a l o s objetos del m u n d o exterior
truir t a n magnífica unidad. Desde entonces los elementos como los m á s íntimos del espíritu, lanzando en ellos u n a
de la n a t u r a l e z a no aparecieron ya unidos en h a r m o n i o s o m i r a d a t a n p e n e t r a d o r a , que áun hoy día, como en tiem-
concierto, sino movidos de f u e r z a s contrarias y áun e n e - po de D a n t e Alighieri,

Tutti Vammiran, tutti onor li fauno.


I Ya á principios.de este siglo el célebre anticuario Conde de Caylus (Recherch.d'an-
t i q u i t . T o m o V, préf.) desafiaba á los sabios de Europa á levantar con todos sus adelan- L a s relaciones entre pueblos lejanos, establecidas por
tos en la mecánica un edificio como la pirámide mayor de Egipto; ¿qué hubiera dicho si
las expediciones de Alejandro, facilitando el comercio y
hubiese podido conocer los profundos estudios de Taylor, Piazzi-Smith y otros geómetras
sobre el famoso monumento? Es posible que e n las investigaciones de estos sabios i l u s - contratación de las gentes, dieron á conocer objetos de
t r e s haya algo de i m a g i n a r i o y casual; pero no se puede negar que en muchos casos las
todo punto ignorados en los varios reinos de la n a t u r a l e -
coincidencias son t a n extraordinarias que no tienen fácil explicación, si no se admiten
algunos de los principios que ellos asientan. z a , y allegaron al cúmulo de los conocimientos de la filo-
z Notice du Musée de Boulaq, seconde edition. Alexandrie, 1S68, p. 20. L o mismo con- sofía griega no pocos de los que f o r m a b a n el tesoro cientí-
cluye M r . Pierret en u n reciente ensayo sobre la mitologia egipcia. Paris Vieweg, 1857.
fico de las m o n a r q u í a s orientales. Así se f u é p r e p a r a n d o el S u m o Hacedor, espejos de su h e r m o s u r a , testigos de su
alto vuelo que t o m a r o n las ciencias en Alejandría, lazo del nobleza, anunciadores de su gloria y estímulos de n u e s t r o
Oriente y del Occidente, y donde ingénios sublimes v e n i - a m o r . E l Cristianismo, añade H u m b o l d t , preparó los es-
dos de regiones m u y distantes, t o m a n d o por base la o b - píritus para que buscasen, en el orden del mundo y en las
servación y los principios matemáticos, dieron poderoso bellezas naturales, el testimoni'o de las grandezas y exce-
impulso al estudio comprehensivo del universo. lencias del Criador. Libre del tropel de Divinidades paga-
Mas el resultado de sus investigaciones, áun a c r e c e n t a - n a s que la cercaban por todas partes, que la e m p e q u e ñ e -
do con las que acumuló la sabiduría r o m a n a , si a r r a n c ó á cían y llenaban de ridículo terror, la naturaleza se llenó d e
la n a t u r a l e z a el secreto de algunas de s u s leyes p a r c i a l e s u n a Divinidad i n m e n s a , espíritu infinito, Amor inefable y
y secundarias, no logró r e m o n t a r s e á la unidad sintética altísima é incomprensible Majestad; m o s t r á n d o s e á los ojos
que las dirige. L a s relaciones de la naturaleza con su Cria- del h o m b r e , no ya como enemiga, sino como a m i g a .
dor soberano, la n o r m a de moralidad que preside á la cria- E l Creador apareció tan grande en el m u n d o i n a n i m a -
t u r a racional, su origen y la razón de su existencia en la do como en el animado y viviente, en la lucha desordena-
tierra, las causas finales que gobiernan el m u n d o y de que da de los elementos como en el curso apacible del desarro-
dependen la constancia y regularidad de sus leyes, p e r m a - llo orgánico; y la contemplación del universo d e s p e r t a n d o
necieron ocultas á los sabios m á s ilustres de la a n t i g ü e - en el alma inefables deleites y dulcísimas misteriosas
dad. Desconocidos estos s u p r e m o s principios de la s a b i - emociones, fomentó el estudio de los fenómenos n a t u r a -
duría, el reino tenebroso de la duda pesaba f a t a l m e n t e so- les haciendo entrar en su descripción todos los elementos
bre la razón h u m a n a , ahogando sus aspiraciones m á s ele- que la m a n o del Criador habia depositado en ellos. D e s d e
vadas y retrasando y entorpeciendo sus progresos. este acontecimiento e t e r n a m e n t e memorable, el h o m b r e ,
T a l era el estado de la ciencia al aparecer en el m u n d o amaestrado por enseñanzas infalibles, alcanzó completa
el cristianismo, espléndida revelación de Dios en la t i e r - certidumbre acerca de los principios, que son la base d e
ra, sol que venia á iluminarlo y engrandecerlo todo, f u e r - sus conocimientos. Su sed de verdad quedó p l e n a m e n t e
z a divina y sobrenatural que habia de colocar al género apagada y satisfecha. E l dominio luminoso de la s a b i -
h u m a n o en el camino de la verdad entera y perfecta. Ocu- duría ensanchó extraordinariamente s u s horizontes. L a
pado desde luego, como dice el barón Alejandro de H u m - moral brotando de los labios de la santidad infinita, a d -
boldt en la emancipación civil de la raza h u m a n a y en quirió una perfección y p u r e z a intachables; la filosofía y
la rehabilitación de las clases inferiores, á la vez e m a n c i - la teología, unidas en un m i s m o principio, marcharon
p a b a á la naturaleza; desde entonces se descubrió á esta los confiadas por el camino de la verdad; y el espíritu del
ojos del h o m b r e con t o d a la sencillez de sus galas y toda h o m b r e , f u n d a d o y radicado en la caridad de Dios, vino
la severidad de sus misteriosos arcanos; y todas las c r i a - á comprender la a n c h u r a , la longitud, la alteza y p r o f u n -
t u r a s se ofrecieron á la vista del hombre como i m á g e n e s didad de las cosas divinas, cifradas todas en el inefable
ó s e m e j a n z a de las perfecciones que resplandecen en el a m o r de Cristo, que a v e n t a j a á toda ciencia y nos hace
particioneros del lleno de la Sabiduría de Dios L o s repre-
x Ephes. n i , 18-19.
i Cosmos, t. II, parte 1. a , c. i . °
s e n t a n t e s del saber antiguo, los herederos de Platón y de H i n c m a r o , R a b a n o Mauro, y sobre todo el de Alberto
Aristóteles, se hicieron cristianos; y cambiando el n o m b r e Magno, asombro de su siglo, que abarcó a u n con mayor
de filósofos en el de P a d r e s de la Iglesia, se encargaron de a m p l i t u d y penetración que Aristóteles, Galeno y cuantos
a n u n c i a r al m u n d o este tesoro de sabiduría enviado á la le habian precedido, el círculo de todas las ciencias, y
h u m a n i d a d por la Divina misericordia, de defenderlo con- cuya gloria sólo puede ser oscurecida por la que alcanzó
t r a los esfuerzos del m o r i b u n d o paganismo, de e n r i q u e - en los estudios teológicos y racionales su discípulo Santo
cerlo con los preseas de s u s ingénios admirables, y de ha- T o m á s de Aquino.
cer de él la piedra angular e n que debía apoyarse el edifi- Suele culparse á los sabios de los siglos medios de h a -
cio de la sabiduría v e r d a d e r a . ber cultivado los estudios teológicos y morales con d e t r i -
Cinco siglos duró e s t a manifestación y declaración de mento de los experimentales y matemáticos. N a d a hay
la p a l a b r a divina, siglos de luchas y combates, de fiero m á s vano que tal acusación, como puede comprobarlo
contraste entre la luz y las tinieblas, y en los cuales los cualquiera que profundice en la historia de estas ciencias.
conocimientos teológicos y morales alcanzaron su n a t u r a l Si en el orden y categoría de los conocimientos dieron el
desarrollo, correspondiente al quebranto que habían s u f r i - p r i m e r lugar á los divinos y racionales, no hicieron m á s
do en m a n o s de la filosofía pagana. Y si bien las ciencias que seguir el plan indicado por la m i s m a naturaleza de
secundarias se resintieron de esta dirección especial de las cosas. Por lo demás f u é altísima providencia que a n -
los entendimientos, á poco restablecido el equilibrio, por tes de que nuevos y no imaginados horizontes se abrieran
la victoria de la verdad sobre el error, todos los dominios á la inteligencia h u m a n a , cuando iba á surgir de las ondas
del saber fueron i g u a l m e n t e y en condiciones infinitamen- del Océano un nuevo mundo para prodigar al antiguo el
t e m á s v e n t a j o s a s cultivados, y en las obras de Boecio, esplendor de sus riquezas, cuando estaba á punto de des-
Casiodoro, Salviano y p a r t i c u l a r m e n t e e n las Etimologías correrse el velo que ocultaba la composicion y e s t r u c t u r a
del español San Isidoro, aparecen ya las líneas de la E n - de los cielos, y en la tierra se preparaban los d e s c u b r i -
ciclopedia cristiana. mientos que son la gloria más alta de la h u m a n i d a d , esta
hubiese entrado en completa y no disputada posesion del
U n a vez iniciado el m o v i m i e n t o , nada f u é b a s t a n t e á
patrimonio de las verdades tocantes al orden religioso,
contenerlo. A pesar de la invasión de los bárbaros por el
metafísico y moral, y estuviese del todo afianzada en el
Norte y de los árabes por el Mediodía, el m u n d o r o m a n o ,
conocimiento de las relaciones que unen al h o m b r e con
p u n t o donde debían converger todos los elementos de la
Dios, en el símbolo de sus creencias, en el código de s u s
civilización europea, vió surgir de su seno escuelas, u n i -
deberes y en todo lo que pertenece d e r e c h a m e n t e al a l m a
versidades y otros centros de instrucción, desde los cuales
y á la conciencia.
habia de irradiar por el á m b i t o de la tierra la luz de la
F i r m e en aquellos principios que serán e t e r n a m e n t e
civilización cristiana.
los polos sobre que girará la sabiduría, pudo la sociedad
E s de todo punto imposible seguir pas<? á paso t a n
europea entrar en la senda de gloriosísimos d e s c u b r i m i e n -
magnífico movimiento. Como representantes de la ciencia
tos que le f r a n q u e ó la pléyada de hombres superiores, en
de aquella edad media t a n denigrada p o r la m o d e r n a ig-
quienes Dios imprimió más h o n d a m e n t e la huella de su
norancia, sólo citaremos los n o m b r e s de Alcuino, B e d a ,
polarización de la luz; Grimaldi y Hooke las i n t e r f e r e n -
esencia soberana. E n aquella época maravillosa, el g e n o - cias; y al paso que Descartes y Pascal abrían horizontes
vés Cristóbal Colon, protegido p o r los Reyes Católicos, desconocidos á la geometría, el ilustre Leibnitz, que lleva-
doblaba para los habitantes de E u r o p a la obra de la c r e a - ba de f r e n t e á todas las ciencias, anunciaba al m u n d o
ción, demostrando cómo este m u n d o en que n a c e m o s , se- atónito la invención del cálculo infinitesimal, i n s t r u m e n t o
gún la hermosa expresión de uno de los primeros h i s t o - de análisis admirable que contenia en su seno i n n u m e -
riadores de aquella portentosa h a z a ñ a «es todo andable- rables descubrimientos T.
alrededor por tierra y p o r agua, las cuales están a b r a z a - Al par de estos adelantos en las ciencias e x p e r i m e n t a -
das en redondez entre la vaguedad de los cielos.»» Siguien- les y matemáticas, las teológicas y metafísicas a l c a n z a -
do las huellas del venturoso descubridor, intrépidos n a v e - ban vuelo prodigioso. Suarez dejaba en la coleccion de
gantes se lanzaron á recorrer y explorar aquellas i n m e n - s u s obras el m o n u m e n t o m á s grandioso que se ha levan-
surables regiones; y m i e n t r a s Vasco de G a m a forzaba al tado j a m a s á las ciencias divinas y racionales; Melchor
2
gigante Adamastor á abrirle paso h á c i a l a s I n d i a s orien- Cano indicaba las f u e n t e s del saber teológico; Molina des-
tales, el animoso Magallanes, persuadido de la f o r m a e s - cubría nuevo sistema para conciliar la libertad humana
férica de la tierra, a c o m e t i a l a empresa de rodearla, y m u - con la presciencia divina; Belarmino desconcertaba á la
riendo en la d e m a n d a d e j a b a la gloria de llevarla á feliz herejía con sus célebres controversias-, y Vitoria, L u g o ,
remate á su segundo Sebastian E l c a n o . Al propio t i e m - Vázquez, Toledo, L e ó n , G r a n a d a , Bourdaloue, B o s s u e t ,
po Copérnico, Canónigo de F r a u e m b u r g o , desbarataba la Fenelon y otros mil dejaban n o m b r e imperecedero en la
m á q u i n a de los cielos, y arrinconando los ciclos y epi- enseñanza cristiana. E n todas p a r t e s m a r c a b a el ingénio
ciclos de los astrónomos alejandrinos, restituía el sol á del hombre las huellas de su actividad; el rigor de los
su verdadero centro, desde donde los años adelante K e p l e r métodos, la perfección de los instrumentos, el a m o n t o n a -
habia de señalar la órbita de los planetas y las leyes de miento de las observaciones, todo m a r c h a b a á la par:
su movimiento alrededor del sol, y Newton descubrir la nunca como en aquella edad eternamente gloriosa, se vie-
f u e r z a misteriosa que así guia y encadena los e s c u a d r o - ron tantos ingénios puestos al servicio de la verdad; j a -
nes de los cuerpos celestes como al átomo que por su p e - m a s caminaron en tan amigable consorcio la sabiduría y
queñez se oculta á la vista m á s perspicaz. Mientras la religión. L a ciencia era cristiana; y los entendimientos
Galileo e n s a n c h a b a con la f u e r z a del telescopio el e s p a - m á s esclarecidos bebían en la divina luz los rayos de s u s
cio de los cielos y descubría en la tierra las leyes f u n -
damentales de la mecánica, Torricelli pesaba la a t m ó s f e - i En algunos de estos progresos científicos tuvieron no pequeña parte los españoles,
como lo demostró años atrás el S r . Eguílaz en su opúsculo breves disertaciones sobre al-
ra, en que como en océano n a d a sumergido nuestro globo; gunos descubrimientos i invenciones debidos á la España (Madrid, 1849); mas lo que po-
Otto de Guericke sorprendía en su misteriosa agitación cos saben es que mucho antes que Pascal y Torricelli sospechasen la presión a t m o s f é r i -
ca, ya la habia indicado nuestro famoso Arias Montano, explicando por ella el ascenso
al flúido eléctrico; H a r v e y estudiaba la circulación de la del agua en las bombas. Y como esta noticia parecerá extraña, vamos á copiar lo que dice
sangre, ya conocida por el español Gómez Pereira, y áun en su Naturae Historia (Antuerpiae, 1601, p. 209), hablando de la bomba: Tamdiu autem
fístula, sive tubus aquae plenus durabit, quamdiu nullus aeri superiorem regionem repeii-
a n t e s de éste por Miguel Servet; H u y g h e n s observaba l a turo apcriatur aditus; quo vel angustissimo aperto, aqua quae per illatam vim ascendcrat,
admisso repente aeri cedens, propria regione ad libellum reside!,—Véase Asso, Ciar. His-
paniensium Epistolae; impresión de Zaragoza, año de 1793, p. 40.
1 El Cura de los palacios en su Historia de los Reyes Católico!, c. c x v i n .
2 Camoens. Os Lusiadas, c. v .
inspiraciones más sublimes; y j u z g a b a n su gloria m á s mientras despedazaba los m o n u m e n t o s del saber, enviaba
p u r a el rendir á la fe el obsequio de su adhesión y e m - á la guillotina á varones tan ilustres como el célebre L a -
plear su f u e r z a y energía en ilustrarla y defenderla de los voissier, porque la república, como ella m i s m a decia, no
ataques de la ignorancia y de las ruines pasiones. tenia necesidad de sábios.
E s t a unión entre la ciencia y la fe duró h a s t a fines del E s t e t r a s t o r n o y apostasía universal que estalló en
pasado siglo; porque a u n q u e ya antes el genio del mal F r a n c i a en el siglo pasado al calor de la revolución, se
habia intentado destruirla, los resultados de las nefandas propagó como fatal contagio al resto de E u r o p a , y en el
tentativas n u n c a fueron tan deplorables como en aquella dia de hoy vemos con a m a r g u r a sus pavorosos estragos.
época lastimosa, en que gran m u c h e d u m b r e de ingenios, E l desconcierto que reina en el plan general y estudio
acometida del delirio de u n a mal llamada filosofía, cuyo que se sigue en las ciencias, la superficialidad con que
fin era no tanto buscar la verdad cuanto oscurecerla con algunas de ellas se enseñan, la preponderancia otorgada
las nieblas de la d u d a , pretendió emanciparse de la r e l i - indebidamente á otras, y la secreta hostilidad que anima
gión y establecer entre ésta y la ciencia irremediable d i - á no pocos de sus cultivadores contra las enseñanzas de
vorcio. L a explosion de esta discordia dió por resultado la fe, son triste legado de aquella época funestísima.
aquella f a m o s a revolución que el conde de Maistre calificó Con todo, y á pesar de tales contratiempos, no se p u e -
de satánica, y que otro autor moderno no duda en llamarla de negar que el movimiento científico, si bien incompleto
invasión del infierno en el mundo. Los daños y calamidades y áun extraviado en algunas ocasiones, ha alcanzado en
que de ella resultaron no hay quien pueda llorarlos bas- nuestro siglo triunfos que enaltecen al genio del h o m b r e .
t a n t e m e n t e ; porque si f u é fatal y aciaga p a r a la fe, no lo L a m á s frecuente comunicación y aproximamiento de los
f u é m é n o s p a r a la ciencia. E l edificio levantado á costa de pueblos civilizados, la difusión de los conocimientos ú t i -
esfuerzos infinitos, se cuarteó amenazando ruina. T o d o s les y de las conquistas de la industria, el mayor número
los errores, los desatinos y locuras de la filosofía gentíli- de las personas dedicadas al estudio de las ciencias, la
ca, que hacía siglos estaban hundidos en las tinieblas del exactitud m á s precisa de las observaciones, debidas en
olvido, tornaron á aparecer mejorados y reducidos á s i s - g r a n parte á la creciente perfección de los i n s t r u m e n t o s ,
temas, merced al abuso que de la luz cristiana hicieron el cultivo simultáneo de todos los r a m o s de la sabiduría,
ingratos los apóstatas del cristianismo; los límites que s u recíproca influencia, y áun el contraste y oposicion
no tanto separaban cuanto contenían á cada cual dentro aparente de unos contra otros, y m u c h a s causas que sería
de sus propias lindes, se borraron y confundieron; y la prolijo e n u m e r a r , han contribuido en s u m o grado al m á s
duda y el excepticismo devastaron los dominios que h a - exacto conocimiento de la naturaleza, á la comprehension
bían hecho florecer los adelantos de la sabiduría. de la unidad de sus leyes, y á disquisiciones p r o f u n d í -
E s t a s dos palabras, ciencia y fe, que h a s t a entonces h a - simas en las esferas más altas del pensamiento. Apenas
bían ido dulcemente unidas y enlazadas, empezaron á di- hay punto en la extensión del universo á donde el h o m b r e
vorciarse y mirarse recelosas y como enemigas. T o d o se no haya dirigido la luz de su investigación. E n alas de s u
trastornó. L a ignorancia, puesta al servicio de las más curiosidad ha recorrido y sendereado la redondez de la
abatidas pasiones, a m e n a z a b a enseñorearse del m u n d o ; y tierra, visitado todas sus latitudes, y estudiado la diversi-
dad de sus climas, su t e m p e r a t u r a y magnetismo, el c u r s o n i o del hombre á la contemplación de los espacios celes-
de los vientos, las leyes de las tempestades, y los meteoros tes, ha podido conocer mejor que nunca la sencillez de las
y alteraciones de la atmósfera. H a analizado todas las s u s - leyes que rigen el m u n d o ; él ha descubierto en el planeta
tancias, ha inventariado las plantas y animales, ya los que N e p t u n o u n a nota más que faltaba en la harmonía de nues-
viven a c t u a l m e n t e , ya los que han perecido dejando sus. tro sistema; en el espectro de la luz que le envian los f u e -
restos en los terrenos y capas geológicas, ha disecado t o - gos eternales que tachonan la bóveda del firmamento, ha
dos los organismos, clasificado las variedades de n u e s t r a entrevisto indicios de la unidad de materia de donde p r o -
especie, s u s usos y costumbres, la estructura de sus l e n - cede la infinita variedad de sustancias d e r r a m a d a s por el
guas, ora habladas a c t u a l m e n t e , ora m u e r t a s y olvida- espacio; y finalmente, habiendo sometido á su acción los
das de todo punto; y ha escudriñado, en fin, su historia, últimos á t o m o s ponderables, ha descubierto recientemen-
ya se oculte en los documentos escritos, ya sea necesa- t e en la materia radiante el límite donde parecen confun-
rio descifrarla en los restos de edificios, m o n u m e n t o s y dirse la materia y la fuerza, el dominio oscuro entre lo co-
reliquias de civilizaciones que naufragaron con el vaivén nocido y lo desconocido, la base física del universo donde
de los siglos. parecen aguardar su solucion los problemas f u n d a m e n t a -
E n todo ha descubierto h a r m o n í a s maravillosas, la sen- les de la naturaleza I .
cillez de los medios contrastando con la grandiosidad de N u n c a ha aparecido la creación material tan bella, t a n
los resultados. Si por una parte la transformación de las. poética y admirable como aparece á la luz de los d e s c u -
f u e r z a s que obran en la materia le ha hecho vislumbrar la brimientos modernos; j a m a s se ha visto de una m a n e r a
u n i d a d de estas fuerzas, de suerte que toda la física y la. t a n grandiosa el orden, la consonancia y la h a r m o n í a que
química, en lo que concierne á los efectos que aparecen á g u a r d a n entre sí todas las p a r t e s del universo. Todo en
los sentidos, puedan tal vez quedar reducidas á un proble- este d i n a m i s m o inmenso vive, todo obra y se m u e v e ; la
m a de mecánica; si el estudio y la observación han logrado ciencia al revelárnoslo nos da á conocer abismos de ex-
distribuir los séres organizados en u n a escala inmensa divi- traordinaria h e r m o s u r a y de u n a profundidad que e s p a n -
dida en clases a p e n a s diferentes entre sí, y obedeciendo t o d a s t a la imaginación; y visto á su luz el átomo material, pre-
á un plan sencillísimo de organización; si el exámen de las s e n t a un m u n d o de maravillas tan grandes como las que
variedades de la especie h u m a n a ha revelado la existencia nos ofrecen los globos luminosos que giran sobre n u e s -
de un p r i m e r tipo origen de las razas que pueblan el uni- t r a s cabezas, verificando así aquella h e r m o s a palabra de
uerso; si, finalmente, el lenguaje, testigo viviente de nues- Plinio, es á saber: que la m a j e s t a d de la naturaleza n u n c a
t r a historia, ha puesto en claro que así como despues de se nos presenta tan grande y maravillosa como cuando la
la creación no se ha añadido un átomo de materia al m u n - c o n t e m p l a m o s reducida á sus pequeñísimos invisibles ele-
do que v e m o s con los sentidos, de igual manera no existe mentos.
en las lenguas ningún elemento primordial, ni una raíz U n a actividad asombrosa es el carácter dominante de
añadida al lenguaje que habló Adán cuando, salido de l a s
m a n o s de Dios, puso nombre á las aves del cielo y á l a s i Aludimos á las sutilísimas investigaciones de Lockyer acerca de los espectros de
bestias de la tierra, por otra parte, levantándose el i n g é - las estrellas y á los curiosos descubrimientos de Crookes sobre la materia radiante. ( \ é a -
s e la Revista inglesa Nature, vol. XXII, p. 4, 309, 562, y Les moities, t. L , n. 17.
I

54 La ciencia en la historia

n u e s t r o s tiempos. Sucédense hoy dia los descubrimientos


con vertiginosa rapidez; las ideas puestas en contacto se
fecundan y multiplican; del árbol de la ciencia brotan ca-
da dia nuevos r a m o s que ostentan á poco una fuerza y v i -
talidad que a s o m b r a n la imaginación; y de tal m a n e r a s e
CAPÍTULO III.
a u m e n t a y engrandece el patrimonio de la sabiduría, q u e
y a es imposible hacer el recuento de s u s riquezas. P o r q u e ,
e n efecto, áun no t o m a n d o en cuenta las oscilaciones e n - LÍMITES DE LA CIENCIA.
tre la verdad y el error, harto frecuentes en n u e s t r a edad
como en las anteriores, los pasos decisivos en el c a m i n o
de la sabiduría han sido tales, que sólo para indicarlos se L espectáculo de la naturaleza, la m u c h e d u m b r e
necesitaría un volúmen. L a s aplicaciones hechas de los i n n u m e r a b l e de séres que en ella existen, y la
adelantos científicos son innumerables; sólo la pila de sencillez y harmonía de las leyes que la gobiernan,
Volta se puede decir q u e ha t r a s f o r m a d o el m u n d o ; el deberían penetrarnos de vivísima admiración, le-
vapor da todos los dias origen á industrias desconocidas, vantándonos de las maravillas que nos m u e s t r a n los sen-
multiplica los medios de comunicación entre pueblos apar- tidos á la contemplación de las magnificencias del orden
tados y los hace partícipes de los beneficios de la general moral, y de éste á la adoracion de aquella E s e n c i a s o b e -
cultura. r a n a , de la cual, como de fuente de toda claridad y belle-
D e s l u m h r a d o por el brillo de t a n t o s descubrimientos, z a , fluyen p e r e n n a l m e n t e los tipos de cuanto es hermoso,
nuestro siglo se cree el m á s feliz, sábio é iluminado de sublime y deleitable en el universo. Mas el h o m b r e resis-
todos los siglos, lisonjeándose de haber roto por fin l o s t e m u c h a s veces á esta f u e r z a que le i m p u l s a hácia el
sellos de la naturaleza y revelado al mundo los tesoros centro de toda verdad y hermosura, y desviando los ojos
que h a s t a ahora avariciosamente ocultaba. Pero sobre ha- de la celestial eterna esfera donde se asienta la Majestad
ber sido tal presunción achaque común á todos los siglos, soberana, los vuelve hácia sí, se complace v a n a m e n t e en
las oscuridades que por todas partes cercan al humano lo que alcanza de las grandezas de la creación; y del f r u t o
i entendimiento, el ver cómo desaparecen por m o m e n t o s del árbol de la ciencia que debería serle sustento de vida,
de los dominios de la ciencia m u c h a s teorías que eran te- saca veneno y alimento de muerte. Contémplase la c r i a -
nidas en cuenta de verdades, y áun el m i s m o salir t o d o s t u r a m á s perfecta del m u n d o visible, y la única capaz de
los dias á la luz invenciones y descubrimientos en que n a - estudiar sus leyes, de dominar las fuerzas del universo
die peñsaba el dia anterior, debieran moderar nuestra v a - material, y hacerlas servir al capricho de su albedrío; ve
nidad, afirmándonos en la persuasión de que imaginar que cómo va a r r a n c a n d o poco á poco á la naturaleza los m i s -
con lo poco que alcanzamos acerca del universo ya n o terios que ésta celosamente escondía; llega con su porfia-
n o s queda más que descubrir, es confundir los límites del do estudio á medir las p r o f u n d i d a d e s de los cielos, á p e -
m u n d o con los del estrecho horizonte que ciñe é i n t e r - sar como en una balanza las moles i n m e n s a s de los as-
c e p t a n u e s t r a vista. tros, á fijar la p a l a b r a y el pensamiento, á hacer hablar

n t\ o i f \ "
\jJ u jl y >
I

54 La ciencia en la historia

n u e s t r o s tiempos. Sucédense hoy dia los descubrimientos


con vertiginosa rapidez; las ideas puestas en contacto se
fecundan y multiplican; del árbol de la ciencia brotan ca-
da dia nuevos r a m o s que ostentan á poco una fuerza y v i -
talidad que a s o m b r a n la imaginación; y de tal m a n e r a s e
CAPÍTULO III.
a u m e n t a y engrandece el patrimonio de la sabiduría, q u e
y a es imposible hacer el recuento de s u s riquezas. P o r q u e ,
e n efecto, áun no t o m a n d o en cuenta las oscilaciones e n - LÍMITES DE LA CIENCIA.
tre la verdad y el error, harto frecuentes en n u e s t r a edad
como en las anteriores, los pasos decisivos en el c a m i n o
de la sabiduría han sido tales, que sólo para indicarlos se L espectáculo de la naturaleza, la m u c h e d u m b r e
necesitaría un volúmen. L a s aplicaciones hechas de los i n n u m e r a b l e de séres que en ella existen, y la
adelantos científicos son innumerables; sólo la pila de sencillez y harmonía de las leyes que la gobiernan,
Volta se puede decir q u e ha t r a s f o r m a d o el m u n d o ; el deberían penetrarnos de vivísima admiración, le-
vapor da todos los dias origen á industrias desconocidas, vantándonos de las maravillas que nos m u e s t r a n los sen-
multiplica los medios de comunicación entre pueblos apar- tidos á la contemplación de las magnificencias del orden
tados y los hace partícipes de los beneficios de la general moral, y de éste á la adoracion de aquella E s e n c i a s o b e -
cultura. r a n a , de la cual, como de fuente de toda claridad y belle-
D e s l u m h r a d o por el brillo de t a n t o s descubrimientos, z a , fluyen p e r e n n a l m e n t e los tipos de cuanto es hermoso,
nuestro siglo se cree el m á s feliz, sábio é iluminado de sublime y deleitable en el universo. Mas el h o m b r e resis-
todos los siglos, lisonjeándose de haber roto por fin l o s t e m u c h a s veces á esta f u e r z a que le i m p u l s a hácia el
sellos de la naturaleza y revelado al mundo los tesoros centro de toda verdad y hermosura, y desviando los ojos
que h a s t a ahora avariciosamente ocultaba. Pero sobre ha- de la celestial eterna esfera donde se asienta la Majestad
ber sido tal presunción achaque común á todos los siglos, soberana, los vuelve hácia sí, se complace v a n a m e n t e en
las oscuridades que por todas partes cercan al humano lo que alcanza de las grandezas de la creación; y del f r u t o
i entendimiento, el ver cómo desaparecen por m o m e n t o s del árbol de la ciencia que debería serle sustento de vida,
de los dominios de la ciencia m u c h a s teorías que eran te- saca veneno y alimento de muerte. Contémplase la c r i a -
nidas en cuenta de verdades, y áun el m i s m o salir t o d o s t u r a m á s perfecta del m u n d o visible, y la única capaz de
los dias á la luz invenciones y descubrimientos en que n a - estudiar sus leyes, de dominar las fuerzas del universo
die peñsaba el dia anterior, debieran moderar nuestra v a - material, y hacerlas servir al capricho de su albedrío; ve
nidad, afirmándonos en la persuasión de que imaginar que cómo va a r r a n c a n d o poco á poco á la naturaleza los m i s -
con lo poco que alcanzamos acerca del universo ya n o terios que ésta celosamente escondía; llega con su porfia-
n o s queda más que descubrir, es confundir los límites del do estudio á medir las p r o f u n d i d a d e s de los cielos, á p e -
m u n d o con los del estrecho horizonte que ciñe é i n t e r - sar como en una balanza las moles i n m e n s a s de los as-
c e p t a n u e s t r a vista. tros, á fijar la p a l a b r a y el pensamiento, á hacer hablar

n t\ o i f \ "
\j J u jl y >
al hierro como lo ha hecho recientemente, sin que h a y a s o l a m e n t e ha sido empleada en adelantar la verdadera
obstáculos que no se le r i n d a n , ni dificultad que le r e s i s - cultura de la h u m a n i d a d . L a mayor y m á s considerable,
t a , ni problema que no quede resuelto por el poder incon- casi toda ella se ha gastado en idear y ejecutar proyectos
trastable de la ciencia. E s t a h i j a querida de su e n t e n d i - cuyo resultado final ha sido el envilecimiento del h o m b r e
miento, es p a r a él la verdadera ejecutoria de su nobleza, y su asolamiento y exterminio. L a historia del género hu-
el remedio de todos s u s males, y la f u t u r a redentora del m a n o es u n a sèrie de guerras cruelísimas, de feroces d o -
linaje h u m a n o , á cuya soberana virtud está reservada minaciones y de bárbaras conquistas llevadas á cabo p o r
nuestra verdadera perfección y cultura, el disminuir y áun la ambición desapoderada y el vano deseo de gloria. D e -
suprimir los dolores del cuerpo, alejar del alma las penas j a n d o aparte la influencia del cristianismo, influencia so-
y tristezas, y por remate de t a n gloriosos t r i u n f o s , prolon- brenatural que no tiene su origen en nuestro corazon, sino
gar indefinidamente la vida en este m u n d o sublunar, con- e n la bondad y misericordia de Dios, los grandes h o m b r e s
vertido por ella en un paraíso de delicias T . no son los sábios y virtuosos, sino los guerreros y c o n -
No hay duda que las conquistas de la inteligencia h u - quistadores; y las acciones heroicas, no las que tienden á
m a n a en los dominios de la materia, son grandes, subli- ilustrar, m e j o r a r y enaltecer nuestra especie, sino las que
mes y maravillosas. A p r i m e r a vista deslumhran con su se dirigen á envilecerla y degradarla. Mientras el ignoran-
resplandor y levantan el corazon con los m á s vivos t r a n s - te atrevido y lenguaraz t r i u n f a , y es llevado en p a l m a s ,
portes de orgullo y e n t u s i a s m o . Pero e x a m i n a n d o atenta- el varón estudioso se oculta en la oscuridad, vive en h u -
mente las cosas, y reduciendo á s u s j u s t o s límites los tí- milde medianía, es g e n e r a l m e n t e desconocido del c o m ú n
tulos, prerogativas y excelencias de la ciencia, ó más bien de las gentes, y retirado, silencioso y modesto
los del entendimiento h u m a n o que la produce y e n g e n -
Sigue la escondida
dra, en estos m i s m o s adelantos y p r o g r e s o s ¿no hay aca-
Senda por donde han ido
so m á s razón para h u m i l l a r al h o m b r e q u e para envane-
Los pocos sábios que en el mundo han sido.
cerle y entusiasmarle?-
Considerando la actividad del entendimiento que crea, Así, de mil personas a p e n a s hay una que se dedique
desenvuelve y perfecciona el conocimiento científico, las s è r i a m e n t e al cultivo de las facultades m á s nobles de
f u e r z a s intelectuales, d e r r a m a d a s en los millares de m i - nuestro espíritu; las m á s yacen en p r o f u n d í s i m a ignoran-
llones de h o m b r e s que desde los principios de nuestro li- cia, empleando su inteligencia en cosas inútiles ó i n d i f e -
n a j e han existido en la tierra, r e p r e s e n t a n una s u m a de rentes, ó lo que es m á s c o m ú n , en lo que verdaderamente
actividad y energía intelectual t a n g r a n d e , que no es posi- las humilla, enerva y embrutece. Con esto el estudio de
ble f o r m a r de ella ni áun a p r o x i m a d o concepto. D e t a n la sabiduría queda reducido á una parte m u y exigua del
inmenso caudal de f u e r z a y actividad se puede asegurar, género h u m a n o , la m á s noble sí y la m á s acreedora á la
sin temor de equivocarse, que u n a cantidad pequeñísima admiración y al respeto, pero t a m b i é n la m á s ignorada y
desatendida.
i E s t a locura que imaginó en el siglo pasado el célebre matemático Condorcet, la Mas prescindiendo de este hecho incontestable, c o n s i -
hemos visto, no ha mucho, repetida sèriamente en un artículo publicado por Renan en
la Rivista de ambos mundos. d e r e m o s en su c o n j u n t o el vasto dominio de la ciencia
Límites

tal como lo poseemos hoy, a u n q u e derramado en i n n u m e - q u e reducirse n e c e s a r i a m e n t e los hombres m á s sábios del
rables individuos. E x a m i n á n d o l o sin pasión, ¿qué es todo m u n d o á pocas p r e g u n t a s que les h a g a n , y á poco que los
ello sino u n a parte pequeñísima, insignificante, casi n a d a , a p r e m i e n y pidan cuenta de s u s asertos Todos tendrán
en comparación con lo que se ignora y falta que explorar? que confesar que la ciencia h u m a n a es finita, relativa y
Lo que sé, decia el ilustre Isaac Newton, es una gota de necesariamente l i m i t a d a , y que si bien con el t r a b a j o y
agua; lo que ignoro el vasto é insondable Océano. Iguales pa- esfuerzo incesante podemos retirar cada día m á s y m á s
l a b r a s repetía el gran geómetra L a p l a c e en su lecho d e los límites que la ciñen, nunca llegaremos á r o m p e r el
m u e r t e á los amigos que le recordaban sus g r a n d e s d e s - círculo fatal.
cubrimientos; y lo m i s m o han confesado recientemente el L o más grande y lo más pequeño, Dios y el átomo, se-
eminente fisiólogo berlinés Du Bois R e i m o n d , y el profe- gún observó Aristóteles, se esconden por mil m a n e r a s á
sor de la universidad de Munich C. von Naegeli, en s e n - la vista del espíritu m á s penetrante; y entre estos dos tér-
dos discursos acerca de los límites necesarios de la c i e n - m i n o s hay una infinidad de objetos que el hombre no lle-
cia h u m a n a De aquí es, que los hombres v e r d a d e r a - gará j a m a s á conocer. Aun en aquello m i s m o que alcanza
m e n t e doctos no se desdeñan de confesar su ignorancia hay siempre algo que su m i r a d a no p e n e t r a ni su razón
respecto á m u c h o s p u n t o s áun de aquellas ciencias q u e descubre, algo que se oculta á las indagaciones m á s pro-
con m á s empeño han cultivado. H a y una ignorancia e r u - f u n d a s . P o r esto no hay ramo alguno del saber h u m a n o
dita, un ars nesciendi que h o n r a á veces m á s que los t í t u - que no tenga sus secretos impenetrables. L a geometría,
los de la ciencia m á s encrespada. Por esto no e x t r a ñ a , ciencia e m i n e n t e m e n t e demostrativa, al poner las bases
antes consuela y edifica, ver al ilustre Quatrefages en su de sus investigaciones, que son el punto y la cantidad
reciente admirable libro sobre La especie humana confesar continua, empieza por asentar postulados, esto es, propo-
con sencilla ingenuidad que si le preguntan en n o m b r e de siciones cuya verdad es indemostrable, no por razón de su
la ciencia acerca de los orígenes de nuestra especie, r e s - inmediata evidencia, sino porque necesariamente la supo-
ponderá sencillamente: no lo sé2. A esta respuesta tienen n e m o s en la m i s m a demostración; igual oscuridad reina
en las d e m á s partes de las m a t e m á t i c a s . L a física se r e -
vuelve en un mar de hipótesis y teorías; las palabras fuer-
1 Decimos que lo que el hombre sabe acerca de sí mismo, de la naturaleza y de Dios,
se puede considerar como nada respecto de lo que ignora; y esta proposicion puede ser
za, éter, calórico, luz, magnetismo, electricidad, atracción y
demostrada matemáticamente con la siguiente demostración. otras mil, si dan razón de los fenómenos sensibles, d e -
Representemos por i la ciencia total y adecuada del universo, tal como existe en la
m e n t e divina, por la fracción periódica 0,999 Q ue e
' hombre ignora, y lo que sabe
j a n en completa oscuridad la naturaleza í n t i m a de las
por lo que falta á dicha fracción para igualarse con la unidad. c a u s a s que los producen. L a materia, la terrible materia,
Será, pues, x = 0,999
multiplicando por 10 los dos términos de la igualdad, tendremos: I «El secreto del adelantamiento en las ciencias, dice un ilustre físico moderno, está
10 x = 9,ggg precisamente en no creer en lo imposible y provisionalmente en saber ignorar. E n cierta
y restando la primera de la segunda nos da: ocasion una gran señora asediaba con sus preguntas á un Secretario de la Academia de
10 x— x = 9,999 — 0,999 Ciencias, nada ménos que al ilustre matemático Duhamel, é impacientada por las res-
ó sea, 9 x = 9 puestas negativas con que este contestaba á todas sus preguntas, ¿pues de qué sirve en-
de donde * = | = 1 , luego 0,999 = 1, que es decir, que lo que el hombre ignora tonces, le dijo, el ser un sábio, si no podéis satisfacer á ninguna de mis preguntas? ¡El
ser sábio, señora, replicó Duhamel, sirve para saber decir no sé!i (Babinet, Etudes et
acerca del universo es igual á la ciencia y conocimiento total del mismo.
Lectures sur les Sciences d'observation, t . II, p. 176.)
2 L'Esplce Húmame. París, 1877. Libre II, cap. xi.
inaccesibles á la inteligencia h u m a n a . E n todas partes hay
como la apellida Huxley, se obstina en esconder el m i s -
problemas como el de la luna, que oculta á n u e s t r a vista
terio de su composicion. A pesar de sus descubrimientos
las tres sétimas partes de su superficie, las cuales p e r -
admirables, la química no ha logrado levantar el velo que
m a n e c e r á n para siempre ocultas á nuestro entendimien-
oculta la composicion y esencia física de los cuerpos: la
to, á ménos que contra toda probabilidad, se descubran
afinidad, la alotropía, la fuerza catalítica y otros agentes,
nuevos métodos de investigación l .
son t a n misteriosos como las cualidades ocultas de los
Y no sólo es m u y limitado el conocimiento que a l c a n -
antiguos alquimistas. L a s energías motrices y el princi-
z a m o s de las cosas, sino difícil, lento y s u m a m e n t e t r a -
pio y comunicación del movimiento, quedan inexplica-
b a j o s o . Decia un antiguo que la verdad yace s u m e r g i d a
bles para la mecánica. L a estructura de los cristales,
en sima p r o f u n d í s i m a , á la cual desciende el hombre lleno
la generación de los séres orgánicos, la esencia de la vida,
de ardor en busca de tesoros desconocidos, consiguiendo
sus efectos, su reproducción, sus cambios y alteraciones,
á costa de gran t r a b a j o extraer alguna de las riquezas
y otros mil problemas que tratan de resolver las ciencias
ocultas en aquella oscuridad. E s t a sentencia no es exacta;
naturales, son cuestiones ante las cuales permanece m u d a
m á s bien debiera decirse que la verdad se ofrece d o n d e
la razón del hombre. L o s límites que circunscriben nues-
quiera á los ojos de todos, sólo que nuestro entendimien-
tros conocimientos son aún m á s estrechos en el dominio
t o no la reconoce ni se deja seducir por la claridad de s u s
de las ciencias filosóficas. Aquí todo son dudas y t i n i e -
hermosos destellos. Gloríase el h o m b r e y no acaba de en-
blas; todo anda en bandos y opiniones; á cada paso se l e -
salzar la soberana grandeza de su razón por los descubri-
v a n t a n cuestiones insolubles y enigmas y misterios inex-
mientos m o d e r n a m e n t e verificados. Sin pretender r e b a j a r
plicables. E x c e p t u a n d o unos pocos principios en que to-
el mérito de los ingenios ilustres que h a n enriquecido la
dos convienen, a p e n a s se alejan de este fondo común e m -
h u m a n i d a d con los conocimientos de que todos gozamos,
piezan los filósofos más ilustres á contradecirse u n o s á
hay que convenir que en los m á s de los casos los tales
otros, sin esperanza de avenirse. Lo que el uno dice, el
descubrimientos debieran avergonzar n u e s t r a razón a n t e s
otro lo desdice; lo que aquel cree verdad palmaria y evi-
que ensoberbecerla. E l movimiento diario de la tierra s o -
dente, éste lo estima por el colmo del absurdo. Cada cual
bre su eje, por ejemplo, hace doscientos años no m á s que
ve las cosas á su luz y las explica á su m a n e r a . L a c i e n -
se conoce segura y científicamente. Muchísimos antes gi-
cia, en lugar de aclarar los misterios del universo, los h a -
r a b a ya el mundo al rededor de sus polos, p r e s e n t a n d o
ce á m e n u d o , áun iluminándolos y todo, más oscuros y
complicados I ; y si pretende acercarse á las regiones don-
i Acerca de este punto son muy bellas las siguientes palabras de Tyndall en s u
de m o r a la Divinidad, una nube oscurísima envuelve el
L e c t u r a ó Conferencia sobre la materia y la fuerza (p. 20, edición francesa): «El proble-
entendimiento y oprime el corazon. Así queda manifiesto m a del Universo, dice, trasciende nuestra inteligencia, y no es el hombre el encargado
de resolverlo. E l entendimiento humano puede ser comparado á un instrumento m ú -
que en las cuestiones sobre las f u e r z a s de la naturaleza,
sico que da solamente un cierto número de notas. Allí donde acaba nuestro pentágrama
no m é n o s que en la metafísica y la moral, hay p u n t o s intelectual empieza un silencio infinito. Los fenómenos de la materia y de la fuerza
son de nuestro dominio; pero éste está ceñido y rodeado de misterios. Dad al misterio
la forma y el nombre que queráis, que sobre esto no discutiremos; pero ¡cuidad de que el
i Prueba de esto sea lo que hallamos en la preciosa obra de P. G. T a i t {Recent advan-
concepto que os forméis acerca del Creador de este universo sea digno y noble, y m á s
ces in physical science, L e c t . XII), es á saber, qae la resolución de un problema de hidro-
alto y más santo aún el pensamiento que tengáis de Él!»
dinámica, en que aadie hasta hace poco habia pensado, es tarea que puede ocupar las
vidas de los mejores matemáticos de Europa durante dos 6 tres generaciones.
testimonios claros y evidentes de su diurna rotacion. N o se levantan, sino p a r a poner en su punto las cosas y el va-
ménos que diez y seis e n u m e r a el ingenioso Babinet y' lor de la h u m a n a inteligencia, siempre, por grande que
aún se pudieran añadir algunos más, de ellos tan sencillos sea, defectuosa y limitada.
y puestos al alcance de todos, que a s o m b r a verdaderamen- L a causa de la oscuridad, incertidumbre y lentitud en
t e el que por espacio de t a n t o s siglos no los advirtiese la la adquisición de nuestros conocimientos, está parte en
curiosidad del hombre, ni sacase de su estudio las c o n s e - nosotros y parte en los séres que son objeto de n u e s t r a in-
cuencias que entrañaban. Allégase á esto que no pocos de vestigación.
los descubrimientos que son gloria de la ciencia m o d e r - Cada cosa, dice Aristóteles, obra conforme al sér que
na, fueron conocidos en la antigüedad; m a s por la inercia tiene; si el sér es limitado, halo de ser también su virtud
de los hombres vinieron á perderse de la memoria de las y operación. Ahora bien, el alma es una sustancia finita,
generaciones; de suerte que, malogrado el t r a b a j o de los contingente y condicional. Sus operaciones tienen que ser
sábios antiguos, f u é necesario comenzar de nuevo cual si p o r consiguiente defectuosas, limitadas por todas partes, y
nada se hubiese hecho. Ni se diga qué si en la a n t i g ü e d a d s o m e t i d a s á influencias que de mil maneras las d e t e r m i -
fueron conocidas aquellas verdades, lo fueron de u n a m a - n a n y modifican. Por lo que toca al entendimiento, ya he-
nera instintiva, conjetural ó adivinatoria, y no por cientí- mos indicado cuán vario es, cuán imperfecto, inconstante
fica demostración, cual se han conocido en los t i e m p o s y falible. L a inteligencia conoce la verdad; m a s no toda,
modernos. Porque a u n q u e no sea esto verdad de todos los ni de u n a vez, ni t a m p o c o de la m a n e r a m á s perfecta.
descubrimientos, hay que tener t a m b i é n en cuenta que en Nuestro conocimiento llega h a s t a donde alcanza la f a c u l -
m u c h o s de los adelantos de que tanto se gloría la ciencia t a d de percibir lo verdadero y distinguirlo de lo falso; y
actual, no la demostración, sino la casualidad, la adi- e s t a facultad está circunscrita ya por los límites á que se
vinación, y áun el error, f u é quien llevó m u c h a s veces á extiende la m i r a d a del espíritu, ya por la acción que ejer-
sus autores al conocimiento de la verdad . Así Colon a r - 2 cen en él los objetos exteriores y las impresiones que le
riba al Nuevo Mundo guiado por consideraciones g e o g r á - c o m u n i c a n . H a s t a el m i s m o conocer por demostración,
ficas de todo punto erróneas; Kepler descubre las tres a d - que, como h e m o s dicho varias veces, es carácter propio
mirables leyes que dirigen los movimientos de los astros, del conocimiento científico, arguye la imperfección de
y que llevan su n o m b r e , fundándose en tanteos, cálculos n u e s t r o entendimiento, supuesto que es m á s perfecto v e r
y combinaciones cabalísticas; y Copérnico y Galileo afir- la verdad inmediata y directamente, como lo ve todo el
m a n y pretenden demostrar el movimiento diario de rota- entendimiento divino, y áun como conoce el alma a l g u n a s
cion de la tierra con pruebas, en gran parte ridiculas y cosas, por ejemplo, Jos llamados primeros principios de la
disparatadas; sea dicho esto, no para r e b a j a r á varones razón.
t a n ilustres del pedestal de gloria donde merecidamente E s cierto que á pesar de t a n t a imperfección, nuestra
inteligencia alcanza acerca de las cosas que entiende, u n a
1 Véase Compte-rendus de l'Académie des Sciences.—Séance du 21 Nov. 1859. cierta infalibilidad, no absoluta (pues esto pertenece sólo
2 Nada tiene esto de extraño para quien considere lo que pueden en nosotros el ins-
á Dios) sino relativa como todo lo que se refiere á nuestro
tinto y la imaginación, y como se adelantan casi siempre á la inteligencia; sobre lo
cual m e r e c e leerse el discurso de Tyndall, titulado Sur le role scientifique de Vimagine> sér, y solamente en aquellas proposiciones ó juicios c u y a
tion, publicado en la edición francesa de su obra La Lumüre.
verdad aparece iluminada con la luz vivísima de la evi-
el orden de los hechos; expresa u n a relación entre dos
dencia. Pero ¡cuán rara es la vez que brilla á nuestros ojos
ideas, relación necesaria, m u y verdadera en el orden m e -
tan esplendorosa claridad! ¡Cuán amenudo nos e n g a ñ a -
tafísico ó ideal, y que puede tener su aplicación en la n a -
mos, t o m a n d o los fugaces destellos que brotan de la ima-
turaleza de las cosas; pero que no la tiene de hecho, ni
ginación, por el resplandor propio de las cosas! ¡Cuántas
siquiera la supone ó incluye. P a r a que el valor ideal de la
precauciones hay que t o m a r , qué pruebas y repruebas son
proposicion se convierta en real, b a s t a que la experiencia
menester para sacar una verdad en limpio y tenerla p o r
nos dé á conocer un objeto determinado, el m u n d o , p o r
firme y seguramente demostrada! Aun en las ciencias p u -
ejemplo, al cual podamos aplicar la idea ó verdad indica-
r a m e n t e matemáticas, ¿no hay por ventura ejemplos de
da en aquella relación. Con lo cual, uniendo la verdad
teorías dadas como ciertas por geómetras eminentes, y que
ideal con la real, a r g u m e n t a m o s de la m a n e r a siguiente:
han sido desechadas más tarde como incompletas y áun in-
T o d o sér contingente necesita una causa que lo produzca;
exactas? P u e s si esto sucede en la indagación de verdades
pero el m u n d o es un sér contingente; luego ha necesitado
p u r a m e n t e metafísicas, ¿cuán fácil será el que se deslice el
una causa que lo p r o d u j e s e y sacase á la luz de la e x i s -
error en aquellas en cuya demostración intervienen las po-
tencia. De esta m a n e r a construye la mente una verdadera
tencias sensitivas, la imaginación, la memoria y otras
ciencia positiva, apoyándose en dos bases: una, la verdad
facultades ocasionadas á continuas y casi inevitables equi-
ideal, otra, la real; ó sea el dato suministrado por la ex-
vocaciones?
periencia. P u e s bien; en esta aplicación, en el enlace de
P a r a entender mejor la imperfección de la ciencia h u - las ideas con los hechos, en el camino que recorre el e n -
m a n a , y f o r m a r n o s al propio tiempo idea clara de su orí- tendimiento p a r a p a s a r del orden metafísico al físico ó
gen y naturaleza, conviene tener presente que en el des- real, está el peligro de extraviarse. Porque los principios
arrollo de los juicios, que son b a s e del conocimiento cien- y las ideas de donde parte el entendimiento, p o d r á n ser
tífico positivo, el m á s útil, necesario y fecundo en aplica- ciertos, evidentes é infalibles, como regla ó n o r m a á que
ciones, intervienen dos clases ú órdenes de ideas, es á deben a j u s t a r s e los conocimientos experimentales; pero
saber: unas generales, absolutas y que se engendran y como esta aplicación no se hace m u c h a s veces d i r e c t a -
desenvuelven en la esfera más alta del entendimiento, y m e n t e , sino por una série de proposiciones eslabonadas
otras particulares, contingentes y relativas á objetos con- e n t r e s í , de suerte que la posterior derive de l a q u e la pre-
cretos y determinados. L a s ideas generales por sí solas cede su verdad y evidencia, ¿qué entendimiento h a b r á t a n
no pueden darnos á conocer los séres existentes, sus f e n ó - perspicaz, tan agudo y despierto que alcance toda la série
menos ó alteraciones, ni las leyes á que estas van sujetas; de proposiciones, y abarque de un extremo á otro los esla-
pero si las j u n t a m o s ó aplicamos á las particulares y c o n - bones de esta cadena? P u e s la adquisición del conoci-
cretas, se establece entre estas y aquellas u n a influencia miento y datos experimentales, ¿á cuántas dificultades v a
recíproca, u n a especie de fecundación y maravillosa acti- sujeta? ¿Quién nos asegurará de las ilusiones de los senti-
vidad, de donde resulta la ciencia. E s t a proposicion, por dos, de los t r a m p a n t o j o s de la imaginación, potencia t e r -
ejemplo, «todo sér contingente necesita una causa que lo pro- riblemente eficaz, así p a r a la verdad como para el error?
duzca,» a u n q u e muy verdadera, nada dice ni resuelve en ¿Quién guiará la m e n t e entre estos escollos? y sobre todo,
¿quién disipará las nieblas que surgen de continuo del co- listas m á s competentes, dice Beutinger, se convendrá f á -
r a z o n , y enturbian la t r a s p a r e n t e claridad del e n t e n d i - c i l m e n t e en que el error en las cuestiones naturales es no
miento? sólo posible, sino h a s t a cierto punto i n e v i t a b l e 1 . » «Los
C o n v e n g a m o s en que la seguridad del procedimiento sábios m á s circunspectos entre los que t r a t a n esta clase
científico depende de mil circunstancias que las m á s de de estudios, dice Huxley á propósito de la geología, insis-
las veces están f u e r a del dominio de la razón. Nos c u e s t a t e n con razón en que los datos geológicos que hoy posee-
t r a b a j o fijar el p e n s a m i e n t o en un objeto, nos c a n s a m o s mos son todavía m u y imperfectos. No t e n e m o s m á s que
de estudiarlo, divertimos fácilmente la atención á cosas é f r a g m e n t o s incompletos de la historia de nuestro globo.
ideas extrañas, nos encariñamos con las preocupaciones P o r desgracia m u c h o s olvidaron esta verdad, figurándose
que bebimos en la niñez, con los vicios de una mala edu- q u e podian decirnos todo cuanto pasó en época d e t e r m i -
cación y con las ideas torcidas que, sin saber de qué m a - n a d a en un punto cualquiera de nuestro globo; con esto
nera, se van arraigando en nosotros; y como a d e m a s de f a n t a s e a r o n u n a historia más llena de fábulas y m e n t i r a s
todo esto, el corazon, según dice P a s c a l , tiene razones q u e las m á s fabulosas entre las historias de la a n t i g ü e -
que la m i s m a razón desconoce, si en el camino de n u e s - dad 2 .» Y aun c u a n d o en muchos p u n t o s se haya eviden-
t r a s investigaciones se atraviesa alguna pasión ó Ínteres, ciado la falsedad de las teorías de antiguos geológos,
será milagro que el entendimiento sometido á tales i n - «¿quién nos asegura, dice R e u s c h 3, que con el tiempo no
fluencias no se desvie del recto sendero, y d e s a m p a r a n d o se e s t i m a r á n erróneas m u c h a s de las teorías que nosotros
la verdad dé consigo en el abismo del error. c r e e m o s d e m o s t r a d a s por la ciencia, y que dentro de
D e aquí es, que el error se va insensiblemente infiltran- cien años no escitarán la risa y la compasion las opinio-
do en n u e s t r a s especulaciones y razonamientos; con m á s nes de nuestros geólogos m á s eminentes, como nos s o n -
f r e c u e n c i a de lo que p e n s a m o s , somos víctimas de u n a reimos nosotros al leer las de los geólogos del siglo d é c i -
influencia perniciosa, de u n a ilusión fatal, de una m e n t i - m o sétimo?» L o que dicen Huxley y R e u s c h á propósito de
ra inconsciente, con la cual nos e n g a ñ a m o s á nosotros los estudios geólogicos, puede aplicarse á m u c h o s otros
m i s m o s y e n g a ñ a m o s á los demás. Algunas veces p o d r e - r a m o s de la ciencia m o d e r n a á pesar de sus progresos in-
m o s sospechar de la verdad de nuestros juicios, y p o n i é n - contestables. Con razón, p u e s , siguiendo el consejo de
dolos á nueva p r u e b a , ver cómo la bella imágen que hala- D a n t e Alighieri:
gaba la fantasía se desvanece cual sombra, y lo que con-
siate contenti imane genti al quia,
s i d e r á b a m o s oro puro de la verdad, puesto al ensaye,
aparece vano y despreciable oropel; pero otras veces ni debemos contenernos y moderarnos en el e m p e ñ o de se-
á u n esto es posible por no sospecharse el error, pues ni ñ a l a r el por qué de las cosas; con razón d e b e m o s descon-
n u e s t r a preocupación nos lo deja ver, ni nuestro a m o r fiar de nosotros m i s m o s , de nuestros juicios é investiga-
propio é ínteres lo deja a v e r i g u a r 1 . « E n t r e los n a t u r a - ciones, y tener siempre en la memoria aquel h e r m o s o d i -

i «Bien creo yo, dice el maestro Alejo Venegas, ( D i f e r e n c i a de libros que hay en el x Renán und das W u n d e r , p. 91
universo, lib. II, f. 55 v.°), que si á los hombres les costase dinero errar, no se determi- 2 Sobre nuestro conocimiento acerca del lugar del hombre en la naturaleza, p. 31.
narían tan presto, teniendo tan á mano la pena.» 3 La Bible et la 11ature, c. xvi.
cho de Aristóteles; es á saber: que en la inquisición de Ios- ticulares, las cuales á su vez nos podrán llevar al d e s c u -
principios y razones de las cosas, no sólo es m u y difícil brimiento de otra m á s general y comprehensiva.
a v e r i g u a r la verdad, pero áun es de no poco mérito el s a - F i n a l m e n t e , a u n q u e viéramos inmediata é i n t u i t i v a -
ber d u d a r bien. m e n t e la esencia de las cosas, no bastaría esto p a r a tener
H e m o s dicho m á s arriba que la causa de nuestros e r r o - •de ella un conocimiento perfecto, completo y adecuado;
res e s t á no sólo en la imperfección de nuestras facultades, p o r q u e la ciencia perfecta es el conocimiento de todas las
sino en la m i s m a naturaleza de los objetos á que se apli- relaciones que unen y encadenan á todos los séres, desde
c a n . P o r grandes, por extensos y sublimes que sean los Dios h a s t a el á t o m o , desde lo infinitamente grande h a s -
conocimientos que alcanzamos de las cosas, por m u y t a lo .infinitamente pequeño. Cada grado en esta escala
adentro que penetremos en la naturaleza de los objetos vastísima aclara el grado que le precede y el grado que le
que e s t u d i a m o s , nunca llegaremos á conocer lo que tienen sigue; el efecto indica la causa por ser imágen, rastro ó
de m á s p r o f u n d o y esencial. Lo que inmediata y directa- v i s l u m b r e de ella; la causa explica el efecto por ser su
m e n t e sabemos de ellos se reduce á algunos de s u s acci- principio; todos los eslabones de esta série, causas y efec-
d e n t e s y propiedades, por las cuales se revelan á n u e s - t o s á la vez, dependen de aquella causa infinita que c o n -
t r a m e n t e . Así nuestra alma se manifiesta á la conciencia, tiene en principio, virtud y eminencia, todas las c a u s a s y
por el p e n s a m i e n t o y la voluntad; los cuerpos por su ex- todos los efectos q u e sostiene uno y otro extremo de e s t a
tension, calor, sonoridad y otras propiedades sensibles; inmensurable cadena, y a n i m a con su divina actividad to-
las sustancias espirituales por algunos efectos por los cua- d o s los eslabones. D e donde se sigue, que áun cuando co-
les venimos en conocimiento de la naturaleza de estos o b - nociésemos cada uno de estos anillos ó eslabones por sí,
j e t o s . Mas la m i s m a naturaleza en sí, principio de las p r o - n u n c a podríamos llegar á conocerlos p e r f e c t a m e n t e sin
piedades del sér, f u n d a m e n t o y raíz de sus a c c i d e n t e s , comprender t a m b i é n la inmensidad de 'aquella M a j e s t a d
f o n d o misterioso del cual brotan las modificaciones, f e n ó - Soberana, cuya esencia, considerada en su grandeza i n -
m e n o s v cambios que en él observamos, se esconde á nues- m e n s u r a b l e y en sus infinitas relaciones, se ocultará p a r a
t r a investigación; de donde resulta, que no conociendo s i e m p r e á nuestro espíritu. Sólo el E s p í r i t u divino, á la
i n m e d i a t a m e n t e esta esencia, el conocimiento de las pro- vez inteligencia y realidad, que j u n t a en sí toda verdad,
p i e d a d e s y modificaciones que de ella d i m a n a n , tiene que como j u n t a todo el sér, m a n a n t i a l indeficiente de luz en
ser necesariamente imperfecto y ocasionado á mil errores el orden inteligible, m á s aún que el sol en el orden de la
y alucinaciones. Por esto, en m u c h o s casos no p o d e m o s naturaleza, conoce a d e c u a d a m e n t e todos los objetos, por-
llegar á la ciencia verdadera, esto es, cierta, demostrativa q u e conociéndose p e r f e c t a m e n t e á sí m i s m o , conoce c u a n -
y evidente de las cosas; tenemos que contentarnos con t o en él está v i r t u a l m e n t e contenido y c u a n t o puede i m i -
v i s l u m b r e s ó atisbos de la verdad, agrupando hechos y ca- t a r y retraer s u s soberanas perfecciones, así en el orden
s o s semejantes, valiéndonos de la inducción y de la h i p ó - real como en el posible.
tesis; y de esta manera, tanteando y conjeturando, p o d r e - R e s u m i e n d o en pocas p a l a b r a s lo dicho h a s t a aquí, h e -
m o s llegar á u n a conclusion, m á s ó ménos cierta, que mos visto cómo n u e s t r a inteligencia conoce la verdad; p e -
u n i d a á otras, contribuya al establecimiento de leyes p a r - r o de una m a n e r a finita y relativa. Su ciencia está p o r
consiguiente ceñida y limitada por mil causas, u n a s q u e
tienen su origen en la m i s m a razón h u m a n a , m á s inclina-
d a , como h e m o s visto, á seguir los instintos que la e n v i -
lecen que los que la perfeccionan, y otras debidas á l a
m a n e r a imperfecta de su conocimiento, no m é n o s que á
CAPÍTULO IV.
los misterios de que e s t á rodeada la n a t u r a l e z a de las c o -
s a s , cuya esencia, c a u s a y raíz de s u s modificaciones p e r -
severa, en parte, t e n a z m e n t e oculta á la m i r a d a del h o m -
F I N DE LA CIENCIA, NECESIDAD D E LA F E .
bre, por viva y p e n e t r a n t e que sea. A p e s a r de esto, en la
luz de n u e s t r a inteligencia brilla un reflejo de la luz infi-
n i t a . S u hermosa claridad nos levanta sobre todos los s é - ABIENDO estudiado el origen de la ciencia en el
res que pueblan el m u n d o visible, viste la n a t u r a l e z a d e orden metafísico, su desenvolvimiento en la his-
i n c o m p a r a b l e s encantos, y proporciona los goces m á s p u - toria y los límites que necesariamente la c i r -
ros y suaves á nuestro espíritu. L a ciencia h u m a n a n o s cunscriben en el entendimiento h u m a n o , fijemos
introduce en el santuario de las grandezas divinas, nos da de nuevo en ella el p e n s a m i e n t o p a r a averiguar s u s t e n -
á conocer n u e s t r o s eternales destinos y los p e n s a m i e n t o s dencias ó instintos, y el fin á que n a t u r a l m e n t e se e n d e -
que la m a n o de Dios grabó, modeló y r e d u j o á f o r m a s v i - r e z a . E s t e estudio completará el análisis que venimos ha-
sibles en el universo que se desplega á n u e s t r a vista. ciendo de su í n t i m a naturaleza, y nos llevará como por la
N u e s t r a verdadera g r a n d e z a consiste en ver de m e d i t a r y m a n o al exámen de s u s relaciones con la fe ó verdad r e -
copiar en nosotros m i s m o s algunos de estos p e n s a m i e n t o s ; velada.
y el colmo de n u e s t r a ciencia en persuadirnos de que f u e - L a ciencia, como h e m o s dicho, es el p r o d u c t o n a t u r a l
r a de lo que a l c a n z a m o s hay u n a infinidad de cosas que y espontáneo de la inteligencia del h o m b r e , el desenvol-
trascienden de todo punto lo que conocemos, y que j a m a s vimiento de esta m i s m a inteligencia al contacto del m u n -
llegaremos á comprender. do exterior, y el principio del desarrollo de las facultades
que m á s nos perfeccionan y ennoblecen. E s t e conocimien-
to científico tiende á algún fin; h i j o del entendimiento,
participa de sus condiciones, instintos y vicisitudes, y se
e n c a m i n a al m i s m o fin á que aquel está destinado; de
suerte que conocido el fin y naturaleza del entendimiento
del h o m b r e , será i g u a l m e n t e conocido el fin de la ciencia.
A h o r a bien; si la n a t u r a l e z a y el fin de u n a facultad
h a n de colegirse de la n a t u r a l e z a de su acción, v e m o s
desde luego que la acción del entendimiento no se t e r m i -
n a en sí m i s m a ; conocemos, no por conocer solamente,
sino p a r a obrar conforme á lo conocido; el acto de e n t e n -
consiguiente ceñida y limitada por mil causas, u n a s q u e
tienen su origen en la m i s m a razón h u m a n a , m á s inclina-
d a , como h e m o s visto, á seguir los instintos que la e n v i -
lecen que los que la perfeccionan, y otras debidas á l a
m a n e r a imperfecta de su conocimiento, no m é n o s que á
CAPÍTULO IV.
los misterios de que e s t á rodeada la n a t u r a l e z a de las c o -
s a s , cuya esencia, c a u s a y raíz de s u s modificaciones p e r -
severa, en parte, t e n a z m e n t e oculta á la m i r a d a del h o m -
F I N DE LA CIENCIA, NECESIDAD D E LA F E .
bre, por viva y p e n e t r a n t e que sea. A p e s a r de esto, en la
luz de n u e s t r a inteligencia brilla un reflejo de la luz infi-
n i t a . S u hermosa claridad nos levanta sobre todos los s é - ABIENDO estudiado el origen de la ciencia en el
res que pueblan el m u n d o visible, viste la n a t u r a l e z a d e orden metafísico, su desenvolvimiento en la his-
i n c o m p a r a b l e s encantos, y proporciona los goces m á s p u - toria y los límites que necesariamente la c i r -
ros y suaves á nuestro espíritu. L a ciencia h u m a n a n o s cunscriben en el entendimiento h u m a n o , fijemos
introduce en el santuario de las grandezas divinas, nos da de nuevo en ella el p e n s a m i e n t o p a r a averiguar s u s t e n -
á conocer n u e s t r o s eternales destinos y los p e n s a m i e n t o s dencias ó instintos, y el fin á que n a t u r a l m e n t e se e n d e -
que la m a n o de Dios grabó, modeló y r e d u j o á f o r m a s v i - r e z a . E s t e estudio completará el análisis que venimos ha-
sibles en el universo que se desplega á n u e s t r a vista. ciendo de su í n t i m a naturaleza, y nos llevará como por la
N u e s t r a verdadera g r a n d e z a consiste en ver de m e d i t a r y m a n o al exámen de s u s relaciones con la fe ó verdad r e -
copiar en nosotros m i s m o s algunos de estos p e n s a m i e n t o s ; velada.
y el colmo de n u e s t r a ciencia en persuadirnos de que f u e - L a ciencia, como h e m o s dicho, es el p r o d u c t o n a t u r a l
r a de lo que a l c a n z a m o s hay u n a infinidad de cosas que y espontáneo de la inteligencia del h o m b r e , el desenvol-
trascienden de todo punto lo que conocemos, y que j a m a s vimiento de esta m i s m a inteligencia al contacto del m u n -
llegaremos á comprender. do exterior, y el principio del desarrollo de las facultades
que m á s nos perfeccionan y ennoblecen. E s t e conocimien-
to científico tiende á algún fin; h i j o del entendimiento,
participa de sus condiciones, instintos y vicisitudes, y se
e n c a m i n a al m i s m o fin á que aquel está destinado; de
suerte que conocido el fin y naturaleza del entendimiento
del h o m b r e , será i g u a l m e n t e conocido el fin de la ciencia.
A h o r a bien; si la n a t u r a l e z a y el fin de u n a facultad
h a n de colegirse de la n a t u r a l e z a de su acción, v e m o s
desde luego que la acción del entendimiento no se t e r m i -
n a en sí m i s m a ; conocemos, no por conocer solamente,
sino p a r a obrar conforme á lo conocido; el acto de e n t e n -
der, a u n q u e perfecto en sí, se e n d e r e z a n a t u r a l m e n t e á Divina Escritura E n esta subordinación del entendi-
mover la voluntad, le s u m i n i s t r a los materiales sobre miento á la voluntad y de las ideas á las acciones, consis-
que ha de obrar, la ilustra con la noticia de las cosas s o - t e el orden de n u e s t r a vida y la debida relación y h a r m o -
bre que debe ejercitar su libre albedrío, es, según la pin- nía de nuestras facultades. D e lo contrario, si el conocer
toresca expresión de n u e s t r o s a n t i g u o s , s u page de ha- quedase reducido á vana y ociosa especulación, ó lo que
cha x, que la guía, a l u m b r a , sirve y atiende como á su e s peor, si la ciencia, en lugar de mejorar al hombre sir-
reina y señora. Grande y h e r m o s a c o s a es un entendi- viese para pervertirle, extraviarle del sendero de la virtud
miento sabio al cual definió u n o de los m á s p r o f u n d o s y guiarle á los tenebrosos despeñaderos del mal, esto s e -
escritores de nuestro siglo de oro 2 , agradable espectáculo ría trastornar a b i e r t a m e n t e el orden de las cosas, r o m p e r
de v e r d a d e s , ilustraciones y c o n c e p t o s ; pero mayor y el lazo y subordinación que g u a r d a n entre sí nuestras fa-
m á s hermosa es u n a voluntad j u s t a , 'hermosísimo teatro cultades, y servirse para incendiar el m u n d o de aquella
d e buenos propósitos y deseos. « T o d a s las criaturas de a n t o r c h a que nos f u é dada para hermosearlo con sus a p a -
este m u n d o , dice el Maestro Alejo V e n e g a s , son maravi- cibles resplandores.
llas de Dios p a r a que por ellos v e n g a m o s en admiración D e este fin general de la ciencia nace la subordinación
de Dios Omnipotente, H a c e d o r de t o d a s las cosas, y de la que deben g u a r d a r entre sí los varios r a m o s ó divisiones
admiración en conocimiento, y del conocimiento en esti- de la sabiduría, y su estimación é importancia respecti-
mación, y de la e s t i m a c i ó n en o b e d i e n c i a , y de la obe- vas. H a y conocimientos que, al par que perfeccionan la
diencia en humillación, y de la h u m i l l a c i ó n en la fe, y de inteligencia, adoctrinan la voluntad, mostrándola el cami-
ella vengamos en la e s p e r a n z a y p a s e m o s en la caridad no de sus deberes, enseñándola á distinguir entre lo j u s t o
con que a m e m o s á Dios p o r Dios, y á nos en É l , y con É l , y lo injusto, y las acciones buenas ó indiferentes y las
y por El.» Aquel, en fin, es m a y o r d e l a n t e de Dios, dice el malas y culpables, y disponiéndola y habilitándola de esta
Catecismo, que tuviere m a y o r c a r i d a d , sea quien fuere 3. m a n e r a al mejor uso de su actividad y libre albedrío.
De esto resulta que el fin del e n t e n d i m i e n t o y de la cien- Otros conocimientos hay que son p u r a m e n t e especulativos
cia es un fin imperfecto y s u b o r d i n a d o á otro, y que no
I Eccles., 12, 13. El P . F r . J u a n de los Angeles, en su hermoso libro Triiimpkos del
puede por consiguiente satisfacer p o r completo las t e n - amor de Dios, impreso en Medina del Campo, año de MDXC, fól. 26, hablando de la ventaja
dencias, instintos y a s p i r a c i o n e s de la n a t u r a l e z a racio- que hacen la voluntad y la virtud al conocimiento y á la ciencia, discurre de esta m a n e -
r a : «Dixo muy bien el bienaventurado Apostol Sant Pablo: el reyno de Dios no consiste
nal. E n efecto, no en conocer, sino en o b r a r , en producir nen palabras bien ordenadas ni en razones metaphysicas, ni theólogas, sino en las buenas
actos a j u s t a d o s á la regla y n o r m a de n u e s t r a vida, m á s • y virtuosas obras (1. Cor. 4.) Lo primero, por razón del effecto, porque virtud expele es
»peccado, y no la Sciencia. L o segundo, por razón del origen, porque la virtud infúndela
que en inquirir, deslindar y p e n e t r a r la esencia de estos »Dios, la Sciencia adquiérese por estudio y diligencia humana. L o tercero, por razón del
actos, consiste el fin de la perfección de n u e s t r a n a t u r a - •»fin, porque el de la virtud es la vida eterna, y no el de la Sciencia. L o quarto, por
• razón del objeto que el de la virtud es bien, y el de la Sciencia la verdad. E l q u i n t o ,
leza. « T e m e d Dios y g u a r d a s u s m a n d a m i e n t o s , porque
•apor razón de la materia ó subjeto, porque la virtud no se aposenta ni está sino en los
esto es todo el hombre,» dice con a d m i r a b l e profundidad la »hijos de Dios; la Sciencia en estos y en los que no lo son. Lo sexto, por razón de la se-
•guridad, porque cosa más segura es ser el hombre bueno que philosopho. L o séptimo,
•»por razón de la honestidad, que mayor gloria es seguir á Christo que á Aristóteles. L o
1 Recordamos haber visto esta expresión en Granada, R o d r í g u e z y Rivadeneira. »último por razón de euitar los males; que si nuestros primeros padres, como estendieron
2 Nierenberg, Htrmosur.i de Dios, lib. II, c. 2. »la mano al árbol de la Selencia, la estendieran al de la vida, no incurrieran ellos y nos-
3 D¿ las qua'ro diferencias de libros, lib. II, c. 31. sotros en tantos males.»
y teoréticos; los cuales, si iluminan y enriquecen la i n t e - liándose en el orden histórico, y según que, abstrayendo
ligencia, descorriendo a n t e su vista las grandezas de D i o s , de las circunstancias en que se encuentre en éste ó aquél
las maravillas de la creación, y su belleza, unidad y h a r - individuo, consideremos al hombre en sí mismo, el objeto
m o n í a , no influyen en la voluntad, á lo ménos, i n m e d i a t a de s u s facultades, el fin á que está destinado, los medios
y d i r e c t a m e n t e . Aquéllos s o n los filosóficos, morales y r e - de que debe u s a r p a r a conseguirlo, y las dificultades que
ligiosos; éstos, los físicos y p u r a m e n t e n a t u r a l e s . L o s pri- e n c u e n t r a n a t u r a l m e n t e en la tendencia á este fin. E s t o
m e r o s , como que a b a r c a n t o d a la naturaleza h u m a n a y último ya lo h e m o s investigado, en parte, en el capítulo
t i e n d e n á m e j o r a r l a y ennoblecerla en t o d a s s u s potencias, anterior, donde e x a m i n a m o s los límites que circunscriben
son de m á s precio é i m p o r t a n c i a que los segundos, l o s la h u m a n a inteligencia, la t r a b a j o s a elaboración de sus co-
cuales solamente perfeccionan una de s u s facultades, que nocimientos, y los peligros de extraviarse á que está so-
es el entendimiento. Por d o n d e se ve de paso el error hoy metida; y m á s adelante (hácia el fin de este capítulo) lo
dia t a n extendido, que h a pasado ya al l e n g u a j e vulgar, volveremos á considerar, si bien desde u n punto de vista
y que consiste en la preferencia que en la clasificación de m á s alto y luminoso. E n cuanto á lo primero, esto es, en
las ciencias dan m u c h o s á las naturales ó m a t e m á t i c a s , lo que se refiere al estado y capacidad de la razón h u m a -
d e n o m i n á n d o l a s con el n o m b r e de ciencias, cual si ellas lo na considerada en su desarrollo histórico, y respecto á los
f u e s e n p r e f e r e n t e m e n t e y p o r a n t o n o m a s i a , cuando son conocimientos filosóficos, morales y religiosos, necesarios
inferiores á las filosóficas y morales. á su perfección moral, es incontestable que todos los pue-
blos y naciones de la antigüedad, excepto el hebreo, por
Establecida la división de los conocimientos h u m a n o s
el cual velaba u n a Providencia especialísima, cayeron en
e n u n o s que tienden á m e j o r a r y perfeccionar la v o l u n t a d ,
errores monstruosos, sin que lograsen sacarlos de ellos
y con ella á todo el h o m b r e , y otros que desenvuelven,
los ingenios m á s ilustres.
i l u s t r a n y ennoblecen solamente la inteligencia, surge u n a
E l n ú m e r o escasísimo de verdades, que eran como el
cuestión de s u p r e m a i m p o r t a n c i a en la discusión que lle-
f o n d o c o m ú n en que todos convenían, andaban miserable-
v a m o s entablada. E s t a cuestión es la siguiente: ¿Cuál e s
m e n t e desfiguradas y revueltas con mil fábulas y desva-
el estado del entendimiento h u m a n o respecto á la a d q u i -
rios. D e m u c h o s deberes naturales, como el a m o r y reve-
sición de s u s conocimientos, en especial los filosóficos,
rencia á Dios, la caridad m ú t u a y el perdón de las i n j u -
m o r a l e s y religiosos, si no en toda su extensión, á lo m é -
rias, no h a l l a m o s en los pueblos antiguos ni rastro siquie-
nos en a q u e l l a cantidad que es de todo punto necesaria á
ra. E l culto, consecuencia de su moral y de s u s doctrinas
la perfección del h o m b r e , á la dirección de su voluntad, y
religiosas, era absurdo, obsceno, cruel, sin que hubiese
á la consecución de su fin moral en este mundo? ¿Cuál e s
crimen que con él no se cohonestase, ni i n f a m i a de que
s u capacidad, prontitud y facilidad en procurarse estos
no se hallase ejemplo en la vida de sus idolátricas divini-
conocimientos? ¿Cuál su constancia en retenerlos y perfec-
dades, ni delito que no se cometiese en nombre de aquella
cionarlos? ¿Cuál su acierto en utilizarlos p a r a los casos
flota de dioses, como dice h e r m o s a m e n t e F r . L u i s de Gra-
prácticos de la vida?
n a d a , que en todas partes eran adorados y reverenciados.
E s t a s p r e g u n t a s pueden tener dos clases de r e s p u e s t a s ,
L a s consecuencias p r á c t i c a s de este sistema de e n s e ñ a n z a
según que consideremos á la naturaleza h u m a n a d e s a r r o -
e n la vida de aquellos pueblos, nosotros, hijos de u n a c i - de la divina Providencia que veian grabado en toda la n a -
vilización b a u t i z a d a en las aguas salvadoras de J e s u c r i s - turaleza con caractéres indelebles, no sirvieron sino p a r a
to, no podemos ni áun i m a g i n a r l a s . T o d o s los crímenes, hacer mayores su envilecimiento y su deshonra. Así, t e -
perversidades y abominaciones que hoy dia yacen s e p u l - niéndose por sábios x , se hicieron necios, mudaron la glo-
tados en las cárceles, en las galeras y en los presidios, no ria de Dios incorruptible en s e m e j a n z a de h o m b r e corrup-
dan idea de los horrores y perversidades que se p a s e a b a n tible, de aves, de cuadrúpedos y de serpientes; t r o c á r o n l a
t r i u n f a n t e s por las ciudades paganas. E n medio de los verdad de Dios por la m e n t i r a , y sirvieron á la criatura
esplendores de u n a civilización realzada por todas las antes que al Criador, por lo cual Dios los entregó á las
magnificencias del arte, de la industria, de la ciencia y de concupiscencias de su corazon, á la corrupción y á s u s
la literatura, vivía un pueblo i n m e n s o entregado á todos i n f a m e s deseos, al desenfreno de pasiones vergonzas, lle-
los desórdenes de los vicios, olvidado de todos s u s d e b e - nos de toda iniquidad, de l u j u r i a , de avaricia, de envidia
res, sumido en el cieno de t o d a s las abominaciones, p r e s a y engaño, aborrecidos de Dios, detestándose m ù t u a m e n t e ,
de todas las locuras, m a t e r i a puesta al capricho del p r i m e r sin fe, sin caridad, sin misericordia.
aventurero que tuviese b a s t a n t e osadía para quererlo d o - E n sus escritos, admirables por su f o r m a y estilo, b r i -
minar. D o c t r i n a s , leyes, costumbres, instituciones civiles llan á veces hermosos p e n s a m i e n t o s y m á x i m a s de vir-
y religiosas, todo t e n d i a á depravar al h o m b r e , á quitar tud; m a s á poco que se examinen se ve que s u s autores,
todo freno á s u s pasiones, á degradarlo y embrutecerlo. ó n o entienden lo que dicen, ó al lado de las sentencias
C h a t e a u b r i a n d , G a u m e , Veuillot y otros escritores, h a n morales se sorprenden monstruosos absurdos que las des-
tenido valor p a r a b a j a r á esta sentina y contemplar y des- m i e n t e n y desfiguran. E n las cuestiones de verdadera
cribir sus horrores. Nosotros no queremos m a n c h a r estas trascendencia todos disparatan y se confunden. Acerca
páginas con la narración de tales infamias. B a s t e á n u e s - de la inmortalidad del a l m a , por ejemplo, Aristóteles e s
' tro propósito el indicar que ni u n o siquiera de los sábios ininteligible; Platon á vuelta de los resplandores de
y filósofos de la antigüedad se libró del contagio; ni u n o aquel estilo de quien decia el príncipe de los oradores r o -
hubo que se abstuviese de las ridiculas supersticiones de m a n o s que si Júpiter hablara en griego usaría sin duda el
s u culto, que no creyese en sus fábulas y patrañas, y no l e n g u a j e de Platon, se embrolla y contradice l a s t i m o s a -
se entregase á t o d a s las i n f a m i a s del crimen, c o n d e s c e n - m e n t e , sin que sepa el lector á qué atenerse; Marco T u l i o
diendo con las propensiones de nuestra viciada n a t u r a l e - se levanta en el Sueño de Escipion á las esferas de la m á s
za, violándola sin rubor, y haciendo gala de aquello mis- sublime filosofía p a r a despeñarse desde allí en los a b i s -
mo cuyo solo n o m b r e a f r e n t a y avergüenza á la h u m a n i - m o s de la duda; Séneca está indeciso; P l u t a r c o h i p o t é -
dad. E n este p u n t o , los filósofos y moralistas m á s insig- tico, y los demás tan pronto se inclinan á un lado c o m o
nes, los oradores celebérrimos, los famosos poetas y los al otro, sin saber á qué atenerse.
historiadores m á s p r o f u n d o s , y todos aquellos que parecía L a confusion y la contradicción son aún mayores en lo
habían de ser la flor de la naturaleza h u m a n a y su lustre moral. E l olvido de Dios y un desprecio absoluto del h o m -
y hermosura, se c o n f u n d e n con el vulgo m á s abyecto y
soez. Su ingenio y sabiduría, y el testimonio irrefragable i Roman i .
78 Fin de la ciencia,
a n t e s habia resonado como gloriosa esperanza en los l á -
bre r e s a l t a n en t o d a s sus enseñanzas. L o s mayores c r í -
bios del profeta de Israel: ¡Oh Cristo! ¡Oh P r í n c i p e de
m e n e s aparecen en sus historias como la cosa m á s n a t u r a l
paz! ¡Oh P u r e z a infinita! ¡Oh Amor inefable! ven á reme-
del m u n d o ; j u s t i f í c a n s e en sus tratados de moral las t i r a -
d i a r n u e s t r o s males; ven á mostrarnos el c a m i n o de la
nías m á s horribles, y en s u s leyes se asientan, con u n a
virtud, á perdonar á la m u j e r pecadora que llora a r r e p e n -
imperturbabilidad que hiela el corazon, los principios m á s
t i d a , y poner tus m a n o s divinas sobre la frente de la ino-
crueles y sanguinarios. Así Aristóteles recomienda el i n -
cencia; ven á establecer en las a l m a s el glorioso reinado
fanticidio, la esclavitud, el odio y la venganza; Horacio,
de la verdad, de la m a n s e d u m b r e y de la justicia; propter
cerdo de la piara de E p i c u r o , como él m i s m o se define,
veritatem et mansuetudinem etjustitiam, intende, prospere pro-
p r o c l a m a con cínica crueldad que no es b a s t a n t e u n a
1
cede, et regna .
m u e r t e p a r a la Vestal impura; Platón ahoga los m á s b e -
llos sentimientos de la madre y de la esposa, condena á Cristo vino; la gracia y la misericordia de Dios se m a -
perecer al esclavo, y sacrifica sin piedad á los niños mal nifestaron á los hombres, y llegada la plenitud de los tiem-
formados, como ineptos para su República: Cicerón ala- pos (como dice S a n Pablo) el Verbo del P a d r e , resplandor
ba la venganza, el p e r j u r i o y el suicidio; Séneca la e m - de la sustancia infinita, destello substancial de la sabidu-
briaguez; en u n a p a l a b r a , no hay dislate tan absurdo, al ría increada, E t e r n o Dios é H i j o del E t e r n o P a d r e , q u e -
decir de uno de s u s sábios más ilustres, que no h a y a e n - riendo consagrar el m u n d o con su misericordioso a d v e n i -
señado alguno de sus filósofos. T a l e s eran las doctrinas miento, nace en Belen de J u d á , de la Virgen María, hecho
de los sábios de la antigüedad; tales los e j e m p l o s de los h o m b r e . P a s a los primeros años de su vida oculto en la al-
q u e habían de ser luz y espejo de las naciones. E v i d e n t e - dea de N a z a r e t , y venido el tiempo determinado por la
m e n t e , como dice S a n Agustín, Platón y los suyos no ha- E t e r n a Sabiduría, la luz que habia estado escondida i r r a -
bían nacido para i l u m i n a r á los pueblos y sacarlos de la dia por el m u n d o y se descubre y manifiesta á los h o m -
l o c u r a idolátrica universal, al culto verdadero del verda- bres, p a r a que todos vean su gloria, gloria como del Uni-
dero Dios. Discurriendo sobre la virtud, corrompieron al génito del P a d r e lleno de gracia y de verdad.
m u n d o ; y los esfuerzos y adelantos de su filosofía conspi- L a aparición de Jesucristo en la tierra es el e s p e c -
raron á oprimir á los pobres y desvalidos, al niño, á la táculo m á s admirable que se ha ofrecido j a m a s á los
m u j e r , al esclavo, al pueblo. E l cual, pervertido en su en- ojos de los ángeles y de los hombres. L a Majestad de
t e n d i m i e n t o , enagenado de la vida de Dios por su i g n o - Dios va con él y el a m o r infinito que arde en los cielos
r a n c i a y por la ceguedad de su espíritu, y agitado p o r el destella en sus acciones, palabras y p e n s a m i e n t o s . J a m a s
vértigo de la desesperación, corría á los abismos de la di- h a aparecido la virtud m á s h e r m o s a y atractiva que en la
solución, impureza y avaricia, resultando de aquí u n esta- persona del Salvador; j a m a s han visto los siglos corazon
do t a n espantoso, que p a r a convertirlo en el infierno n o m á s puro, m á s casto y amoroso que su corazon; j a m a s
se necesitaba sino que Dios hiciese b a j a r allí la eterni- h a n oido doctrinas m á s s a n t a s y l u m i n o s a s como las que
d a d . L a tierra gemia oprimida por el peso de t a n t a s m a l - brotan de s u s labios divinos. N a d a h a y , á p r i m e r a faz,
dades; u n a misteriosa inquietud agitaba los corazones, y
d e todos los pechos se escapaba aquel grito que siglos 1 Psalm. XLIV. 5.
extraordinario en su enseñanza, como tampoco en su v i d a e n s e ñ a n z a s m á s sublimes, ofrece ejemplos de virtud p a r a
exterior. S u s discursos son sencillos, su estillo llano y al todas las circunstancias de la vida, consuelo p a r a todas
alcance de todo el m u n d o ; y sin embargo, s u voz rinde l o s las tribulaciones, esfuerzo y aliento incomparable p a r a to-
corazones m á s soberbios y quebranta las más endurecidas das las contrariedades y a m a r g u r a s que puedan sufrirse en
voluntades. L a claridad de su enseñanza abre á las a l m a s la tierra. L a luz que brota de estas acciones divinas d e s -
horizontes infinitos, por donde se extiende la m i r a d a del cubre al espíritu del hombre, un ideal de santidad al cual
espíritu atónito y embelesado. A los resplandores de e s t a aspirará i n c e s a n t e m e n t e su corazon; y en el t é r m i n o y re-
luz descubre el h o m b r e la unidad del Sér divino, su P a - m a t e de esta vida divina, en aquella ocasion, la m á s alta
dre, su Providencia, su principio y su fin; conoce la gra- que vieron los siglos, en aquel instante sublime en que el
vedad del pecado, ofensa contra la divina M a j e s t a d , y des- R e d e n t o r de los h o m b r e s puesto y levantado en la cruz,
acato á sus soberanas perfecciones, a u n q u e sea de pensa-
miento no m á s , y entre las iras del cielo
y los delitos del mundo,
en los pliegues se oculte del deseo;
ofrece á Dios el sacrificio de su sangre por la redención
sabe la ley de su existencia, su destino sobrenatural, la del linaje h u m a n o , surge impetuoso el raudal de las m i -
igualdad entre todos los hombres, sin diferencia de libre sericordias divinas, que d e r r a m á n d o s e por todo el cuerpo
y esclavo, de siervo y de señor, de bárbaro y de civiliza- de la h u m a n i d a d , la fecundiza y hermosea y hace brotar
do; g r a d ú a la calidad y nobleza de los hombres, no p o r el de su corazon los gérmenes de virtud que habían sembra-
estado de las personas, sino por la nobleza de las a l m a s , do en él la palabra y el ejemplo del Divino Maestro.
porque delante de Dios, aquel sólo es libre que no es s i e r - A la influencia de esta misericordiosa redención todo
vo del pecado, y aquel noble que es ilustre por sus v i r t u - cambia y se t r a n s f o r m a . E l género h u m a n o , que parecía
des; descubre la santificación de la unión conyugal y l a h a b e r llegado al extremo de perversidad y al a b i s m o de su
elevación de la m u j e r de la abyección de esclava á la n o - perdición, se levanta esforzado y rejuvenecido por u n a vir-
bleza de compañera; ve desvanecerse los límites de l a s t u d divina; artes, ciencias, instituciones políticas y socia-
nacionalidades, de los pueblos y t r i b u s , p a r a f o r m a r u n a les, todo lo renueva, mejorándolo i n m e n s a m e n t e la efica-
sola grey con un sólo pastor, una sóla fe y un sólo b a u - cia de tan soberana virtud. E l sentimiento de las cosas
tismo; vislumbra el plan de la creación, su razón final, su grandiosas y sublimes que d o m i n a en el Oriente; el s e n -
unidad y h a r m o n í a ; finalmente, así como de la gracia d e timiento de la belleza estética cultivado por los griegos;
Cristo nacen y se esparcen por el m u n d o todas las v i r t u - el sentimiento del derecho y de la justicia, encarecido por
des, así de su divina palabra fluyen todas las verdades. los romanos, son á su vez transfigurados y perfeccionados
Por la virtud de esta palabra y por la soberana influencia por Aquel que siendo la santidad esencial, puede É l sólo
de esta gracia, aparece un mundo de cosas de todo p u n t o santificar todos los séres, ennoblecerlos y levantarlos s o -
desconocido ni sospechado por los ingenios m á s ilustres de bre la esfera de las cosas sensibles.
la antigüedad. L a vida de Cristo, desarrollándose pacífica- D e esta m a n e r a brota de la f u e n t e manantial de la s a -
m e n t e en un rincón del imperio romano, al p a r de l a s biduría increada, y se extiende y esparce por el m u n d o
6
el tesoro de conocimientos, gracias y esfuerzos necesarios n a r i a el m u n d o , y librándole de la muerte le conduciría á
á la perfección y felicidad del linaje h u m a n o . Así se c o - las regiones de la verdad, de la luz y de la vida.
m u n i c a n á los hombres los secretos de Dios, lo que el V e r - E s t a necesidad de una revelación sobrenatural no e r a
bo del P a d r e oyó de É l , lo que vió, lo que le f u é enseñado s o l a m e n t e moral, esto es, dependiente d é l a dificultad q u e
p a r a que lo enseñara y comunicara á los hombres; así se tienen generalmente los h o m b r e s de conocer, con la e x -
destruye el imperio del príncipe de las tinieblas y se e s t a - tensión, claridad y certidumbre convenientes, los p r i n c i -
blece en la tierra el reino de la verdad, de la luz, de la li- pios que son la base de su vida religiosa, sino q u e t a m -
b e r t a d del a l m a , donde encontrará el linaje h u m a n o su fe- bién era física por razón del fin á que ordenó al h o m b r e
licidad, la luz de su entendimiento y el esfuerzo de su l a Divina Providencia. Y aquí llegamos á la s e g u n d a m a -
corazon, y que permanecerá firme é incontrastable h a s t a nera de respuesta que se puede dar á la pregunta que h i c i -
que los resplandores que lo iluminan se conviertan en el m o s m á s arriba sobre el estado, disposición y capacidad
piélago de luz, de verdad y de amor en que se abisma la de n u e s t r a n a t u r a l e z a , respecto á alcanzar los conocimien-
Deidad S o b e r a n a . tos necesarios al desarrollo de s u s facultades y al c o n s e -
Con esta divina Revelación se cumplieron los vivos de- g u i m i e n t o de su fin en este m u n d o . L a cual respuesta ó so-
seos y el ánsia y expectación universal con que toda la lución es de t a n t a gravedad é importancia, que n o s o l a -
h u m a n i d a d suspiraba por un guía seguro, un doctor y m e n t e pone en claro el fin á que debe enderezarse la
maestro infalible que la dirigiese en el conocimiento de ciencia del hombre, sino que r e s u m e toda la controversia
las infinitas cuestiones que fatigaban su inteligencia. Des- de sus relaciones con la fe; por m a n e r a que, bien e n t e n -
p u e s de mil rodeos y extravíos, el género h u m a n o volvió dido este punto, todo lo demás se hará llano, inteligible
al camino de la verdad, del cual se habia apartado. Y de y evidente.
esta m a n e r a se verificó aquella hermosa leyenda que r e - E l fin, dicen los filósofos, es la regla de todo lo d e -
fiere Platón en el diálogo El Político i; según la cual el m á s ; él es quien mueve al agente á obrar; quien deter-
l i n a j e h u m a n o que, desamparadas las enseñanzas divi- m i n a las condiciones de su acción y la naturaleza de la
nas, corría á abismarse en el espacio infinito de la división, obra ó efecto que de ella resulta. Ahora bien, ¿cuál es el
habia de volver á su primer principio, guiado y conducido fin de la n a t u r a l e z a h u m a n a ? ¿Cuál f u é el intento de D i o s
por el m i s m o Dios; quien puesto y colocado á su f r e n t e , al criarla, el t é r m i n o de sus acciones y movimientos y el
y continuando el movimiento primitivo, repararía los e s - objeto necesario de s u s tendencias en el orden actual de
tragos causados por el genio del mal, reformaría y orde- la Divina Providencia?
P a r a contestar á estas preguntas con la debida claridad,
x No es posible leer e s t a p a r t e del diálogo de Platón, sin confirmarse en la p e r s u a - a s e n t a m o s desde luego que el fin último de la criatura r a -
sión de que el filósofo griego, al referir estas leyendas, cional ha de consistir precisamente en el desenvolvimien-
aunque piensa lo que dice, to, perfección y satisfacción de s u s facultades m á s e x c e -
m á s dice de lo que piensa,
lentes y s u p r e m a s , y por las cuales deben dirigirse y
repitiendo, aunque oscurecidas, muchas de las doctrinas y tradiciones sobre el origen y gobernarse las d e m á s . E s t a s facultades son, el e n t e n d i -
destino del linaje h u m a n o , tales como constan en la Biblia, y de que se hallan rastros en
las historias de todos los pueblos. miento en el orden de las potencias cognoscitivas, y la
voluntad entre las afectivas; por m a n e r a que entonces h a - s i n o de lo que exigió y ordenó la divina voluntad; en u n a
b r á alcanzado el h o m b r e su perfección y su fin y destino -palabra, no t r a t a m o s de la perfección esencial y objetiva
m o r a l , cuando el entendimiento contemple la s u m a v e r - d e la naturaleza h u m a n a , de los bienes naturales y de los
dad y la voluntad descanse y se satisfaga, sin peligro de- que á estos se siguen, sino de los que Dios sobrepuso á
perderlo, en la posesion del S u m o Bien. E s t a verdad y e l l a según el orden, voluntad y disposición de su P r o v i -
bondad s u p r e m a residen necesariamente en Dios, esencia dencia. P u e s bien; lo que Dios dispuso, lo que ordenó y
soberana que abraza y contiene en sí toda la verdad como t r a z ó en el plan de su Providencia, f u é colocar al h o m b r e
contiene todo el sér, y que siendo infinitamente buena y en tal estado, que su fin no se circunscribiese al d e s a r r o -
a m a b l e en sí, hace buenas y amables todas las cosas. De- llo natural de sus potencias y facultades, sino que se l e -
donde se sigue que en el conocimiento y amor de la esen- v a n t a s e á u n a esfera m á s alta, más sublime y a v e n t a j a -
cia divina reside el último fin de la criatura racional. Mas d a , en la cual el hombre, que por derecho n a t u r a l no po-
este conocimiento y a m o r de Dios pueden ser de dos m a - dia aspirar más que á u n a contemplación y a m o r de la
neras, ora se acomoden y proporcionen á lo que de s u y o divina esencia imperfectísimos, gozara de la visión per-
exigen las facultades del h o m b r e consideradas en su p e r - f e c t a , inmediata é intuitiva de Dios y del a m o r que nace
fección natural, ora convengan y correspondan á la exi- de tan soberana contemplación. E s t e fin sobrenatural d e -
gencia de estas m i s m a s facultades, de tal m a n e r a e n n o - pendiente del acto de la voluntad de Dios, no fué p r o p u e s -
blecidas y levantadas sobre su n a t u r a l condicion, que el t o á la elección de nuestra libertad, sino impuesto p o r su
entendimiento, que de suyo no exigiría m á s , que el cono- Soberana Providencia. E l decreto de nuestra exaltación á
cimiento de Dios, imperfecto, mediato y abstractivo, le tal estado f u é anterior al de nuestra creación; la bendición
conozca inmediata é intuitivamente, y la voluntad le espiritual en el H i j o de Dios nos f u é otorgada desde el
a m e y se adhiera á él con un amor correspondiente á t a n principio, antes de la constitución del m u n d o ; en él f u i -
perfecto conocimiento. mos creados como por él h a b í a m o s de ser redimidos. P o r
n i n g ú n caso ni de n i n g u n a m a n e r a podemos s u s t r a e r n o s
Considerado del p r i m e r modo el fin del hombre, p u e d e
á este orden. Jesucristo, Rey inmortal de los siglos, h e -
l l a m a r s e natural, pues es conforme á lo que piden los cons-
redero de todas las cosas á quien el P a d r e dió todo poder
titutivos naturales de su esencia y el desarrollo n a t u r a l de
e n el cielo y en la tierra, padeció muerte de Cruz p a r a
sus facultades; considerado del segundo, debe l l a m a r s e
salvar y redimir á todos los h o m b r e s . T o d o s son l l a m a -
sobrenatural, pues depende de un auxilio, dón ó p r e r o g a t i -
dos á participar de los beneficios de esta gloriosa R e d e n -
va que está sobre su naturaleza y que le es c o m u n i c a d a
ción; h a s t a el punto de que los que no entren en la gloria
por la bondad y liberalidad divina. E s t o supuesto, se pre-
p o r la virtud de su sangre divina, serán a p a r t a d o s de la
gunta: ¿á cual de estos dos fines destinó Dios al hombre?
vida de Dios y condenados á m u e r t e sempiterna por la
¿ E n qué orden le colocó? ¿De qué m a n e r a dispuso que se.
virtud de esta m i s m a sangre, que c l a m a r á contra ellos con
desarrollaran s u s facultades y lograran su t é r m i n o , s u
m á s f u e r z a que la de Abel contra el fratricida Cain. T a l
perfección y complemento? E n t i é n d a s e bien que no h a -
es la doctrina fundamental del cristianismo, doctrina pro-
blamos aquí de lo que Dios podia hacer, sino de lo q u e
c l a m a d a á boca llena por Jesucristo, los Apóstoles, la
hizo; no de lo que exige la naturaleza de las cosas en s í ,
Iglesia, y que confirman y atestiguan todas las pruebas y y adecuado p a r a alcanzar aquel fin? ¿Quién nos f r a n q u e a -
a r g u m e n t o s incontestables que d e m u e s t r a n el origen d i - r á esta puerta? ¿Quién nos dispondrá y habilitará p a r a la
vino de la Religión. consecución de bien tan soberano? U n i c a m e n t e la fe. P o r -
E s t e fin sobrenatural de la n a t u r a l e z a h u m a n a , es lla- que prescindiendo de si Dios podía conducir por otros
m a d o en las S a g r a d a s E s c r i t u r a s vida eterna, participación• medios y caminos á la criatura racional al fin á que está
ó semejanza de la vida Divina. P a r a entender el p r o f u n d o destinada, y ateniéndonos al orden actual d é l a Providen-
significado de estas palabras, h a y que t e n e r en cuenta cia, la disposición y decreto de la divina voluntad f u é que
que habiendo en todo acto intelectual y afectivo un p r i n - la virtud de la fe fuese el principio de n u e s t r a justifica-
cipio, s u j e t o ó recipiente de la acción, y un objeto en que ción, la llave que nos abriese el tesoro de sus misericor-
esta se t e r m i n a , lo que especifica la naturaleza, el modo dias, y la p u e r t a por donde e n t r á s e m o s en el reino de su
y la f o r m a del movimiento vital, no es tanto el sujeto don- gracia. E l que creyere y f u e r e bautizado se salvará, y el
de reside la acción, cuanto el objeto á que esta se que no creyere será condenado, decia Nuestro Señor Jesu-
1
refiere. E l acto, decían los escolásticos, se especifi- cristo á sus Apóstoles c o m o último legado y T e s t a m e n -
ca por el objeto. P u e s bien; tanto en la visión intuitiva to de su soberana voluntad. L a fe es el medio necesario
con la cual Dios se conoce á sí propio, como en aquella de nuestra salvación. Sin la fe nadie es justificado, nadie
por la cual el a l m a l e v a n t a d a y esforzada por la gracia di- puede moverse en la esfera en que Dios fué servido de
vina conoce á D i o s i n m e d i a t a m e n t e , la m i s m a D e i d a d e s colocar al h o m b r e , nadie puede vivir la verdadera vida;
el t é r m i n o del conocimiento. A u n q u e separadas la s u s - porque sin fe es imposible agradar á Dios, supuesto q u e
t a n c i a divina y h u m a n a por un abismo inapeable, a m b a s es necesario que el que se llega á Dios crea que hay D i o s ,
en este caso son i l u m i n a d a s por la m i s m a luz, respiran el y es remunerador de los que le b u s c a n . Y quien ó no quiere
m i s m o a m o r , y participan de la m i s m a vida. E n el acto abrazarla, ó despues de haberla poseído y confesado se
por el cual el a l m a del bienaventurado ve á Dios intuiti- apartare de ella, queda necesariamente excluido del reino
v a m e n t e , la divina esencia se aplica á la facultad ó poten- de Dios, desamparado de la vida divina, y árbol seco y
cia que la percibe; es p a r a ella el término del conocimien- maldecido sólo bueno p a r a el fuego del infierno 2 .
to, la realidad inefable que, imprimiéndose en el espíritu Por m a n e r a que la fe no es t a n sólo u n a necesidad
del h o m b r e , lo informa, é informándolo se le manifiesta y que l l a m a n de precepto, sino que, supuesto el destino del
revela, y revelándosele le hace participante de la vida di- h o m b r e en el orden actual de la Providencia á un fin
vina. D e lo cual se sigue que si los medios han de ser
1 M a r . xvi, 17.
proporcionados al fin, si lo que se acaba y completa en 2 E s t a necesidad de la f e p a r a la consecución de la gloria y vida eterna, no es sola-
mente para los que habiéndola recibido v i r t u a l m e n t e en el Sacramento de Bautismo,
la gloria h a de principiar de alguna m a n e r a en esta vida,
pertenecen al Cuerpo de la Iglesia, sino también para los que existieron a n t e s de la E n -
la visión de D i o s , o s c u r a , discursiva y m e d i a t a d e q u e carnación del Hijo de Dios, y p a r a los que despues de esta Encarnación viven actual-
mente separados de la Iglesia, aunque, si e s t o es sin culpa suya, no vivan alejados de la
gozamos n a t u r a l m e n t e , no puede ser medio para la clara,
bondad y misericordia infinita de Dios. L a manera cómo se atiende á esta necesidad, no
intuitiva y perfecta que ha de ser nuestro premio y bien- toca al débil entendimiento del hom bre penetrarla. Dios, rico en misericordia y cuya sa-
biduría se extiende de un extremo á o t r o con fortaleza y lo dispone todo con suavidad,
a v e n t u r a n z a , supuesto que las dos m a n e r a s de conocer
t i e n e medios desconocidos á la flaca inteligencia humana, por los cuales se comunica á
difieren i n m e n s a m e n t e . ¿Cuál será, pues, el medio propio las criaturas, y las lleva cooperando ellas al fin y término que les tiene señalado.
sobrenatural, es t a m b i é n u n a necesidad absoluta, física y todas las cosas criadas, y sobre cuanto puede p o r sí m i s -
c o m o l l a m a n de medio, y tan esencial p a r a vivir la vida m a entender, conoce las ideas, los p e n s a m i e n t o s y a c c i o -
d i v i n a á que estamos destinados, como lo es la m i s m a nes de la divinidad, y esto no con duda, sino con c e r t i -
razón p a r a la vida intelectiva que en nosotros natural- d u m b r e infalible y verdad de Dios; y á la luz del conoci-
m e n t e se desenvuelve. miento añadiéndosele el vigor de la esperanza, que la
E s t a economía de la Redención, áun en lo poco que pue- levanta y vivifica, y á la fe y á la esperanza siguiéndose
de el h o m b r e discurrir ó alcanzar de tales misterios, apa- el ardor de la caridad, con la cual ama á Dios sobre t o d a s
rece admirable y v e r d a d e r a m e n t e divina. P o r q u e y a q u e es- las cosas y á todas las cosas en Dios, ve completarse
t á b a m o s destinados á un fin sobrenatural, que es la vision aquella h a r m o n í a divina que resplandece en todo el u n i -
clara é i n m e d i a t a de Dios en sí mismo, f u é convenientí- verso, así material y visible como invisible y espiritual,
s i m o q u e este fin sobrenatural lo alcanzase el a l m a por que se refleja en su entendimiento y en su corazon, y que
u n acto que, siendo sobrenatural por el principio de que le dice con voz elocuentísima, engendradora de los m á s
procede, lo fuese sobre todo y principalmente por el obje- suaves y dulces sentimientos, ser Dios la vida de su a l -
t o que se termina; de suerte, que todo el acto tendiese y m a , el centro de s u s aspiraciones y deseos, el p r i m e r
se proporcionase á la contemplación inmediata de la Divi- principio como el último fin y paradero de todas las
n i d a d . T o d o lo cual se obtiene por la fe, pues si su princi- cosas.
pio es sobrenatural y divino, como explicaremos adelante,
su objeto y el t é r m i n o de su movimiento, que, como h e -
m o s dicho, lo d e t e r m i n a y especifica principalmente, es la
m i s m a ciencia que tiene Dios de sí por u n a idea ó con-
cepto t a n inmediato y directo, que se c o n f u n d e con la
m i s m a esencia soberana, ciencia que nos es c o m u n i c a d a
p o r medio de la Revelación y que nosotros nos apropia-
m o s y hacemos como n u e s t r a por medio del acto de creer.
¡ F u e r z a divina y milagrosa de la fe! Ella constituye la
prerogativa más a d m i r a b l e de nuestra inteligencia; es u n a
a u r e o l a de la luz que, e m a n a d a de las p r o f u n d i d a d e s de
la Divinidad, invisiblemente rodea n u e s t r a frente; u n a ex-
t e n s i o n i n m e n s a de n u e s t r a s f r o n t e r a s ó aledaños inte-
lectuales; una m a n e r a de proporcion ó a c o m o d a m i e n t o de
n u e s t r a vida pobre y defectible, á la vida í n t i m a , p e r f e c -
t í s i m a é incomprensible del sér infinito; la p u e r t a que nos
introduce á lo más escondido de los divinos misterios; la
energía admirable con la cual, esforzada el a l m a , se le-
v a n t a , y pasando de vuelo sobre todos los cielos, y sobre
sobrenatural, es t a m b i é n u n a necesidad absoluta, física y todas las cosas criadas, y sobre cuanto puede p o r sí m i s -
c o m o l l a m a n de medio, y tan esencial p a r a vivir la vida m a entender, conoce las ideas, los p e n s a m i e n t o s y a c c i o -
d i v i n a á que estamos destinados, como lo es la m i s m a nes de la divinidad, y esto no con duda, sino con c e r t i -
razón p a r a la vida intelectiva que en nosotros natural- d u m b r e infalible y verdad de Dios; y á la luz del conoci-
m e n t e se desenvuelve. miento añadiéndosele el vigor de la esperanza, que la
E s t a economía de la Redención, áun en lo poco que pue- levanta y vivifica, y á la fe y á la esperanza siguiéndose
de el h o m b r e discurrir ó alcanzar de tales misterios, apa- el ardor de la caridad, con la cual ama á Dios sobre t o d a s
rece admirable y v e r d a d e r a m e n t e divina. P o r q u e y a q u e es- las cosas y á todas las cosas en Dios, ve completarse
t á b a m o s destinados á un fin sobrenatural, que es la vision aquella h a r m o n í a divina que resplandece en todo el u n i -
clara é i n m e d i a t a de Dios en sí mismo, f u é convenient! - verso, así material y visible como invisible y espiritual,
s i m o q u e este fin sobrenatural lo alcanzase el a l m a por que se refleja en su entendimiento y en su corazon, y que
u n acto que, siendo sobrenatural por el principio de que le dice con voz elocuentísima, engendradora de los m á s
procede, lo fuese sobre todo y principalmente por el obje- suaves y dulces sentimientos, ser Dios la vida de su a l -
t o que se termina; de suerte, que todo el acto tendiese y m a , el centro de s u s aspiraciones y deseos, el p r i m e r
se proporcionase á la contemplación inmediata de la Divi- principio como el último fin y paradero de todas las
n i d a d . T o d o lo cual se obtiene por la fe, pues si su princi- cosas.
pio es sobrenatural y divino, como explicaremos adelante,
su objeto y el t é r m i n o de su movimiento, que, como h e -
m o s dicho, lo d e t e r m i n a y especifica principalmente, es la
m i s m a ciencia que tiene Dios de sí por u n a idea ó con-
cepto t a n inmediato y directo, que se c o n f u n d e con la
m i s m a esencia soberana, ciencia que nos es c o m u n i c a d a
p o r medio de la Revelación y que nosotros nos apropia-
m o s y hacemos como n u e s t r a por medio del acto de creer.
¡ F u e r z a divina y milagrosa de la fe! Ella constituye la
prerogativa más a d m i r a b l e de nuestra inteligencia; es u n a
a u r e o l a de la luz que, e m a n a d a de las p r o f u n d i d a d e s de
la Divinidad, invisiblemente rodea n u e s t r a frente; u n a ex-
t e n s i o n i n m e n s a de n u e s t r a s f r o n t e r a s ó aledaños inte-
lectuales; una m a n e r a de proporcion ó a c o m o d a m i e n t o de
n u e s t r a vida pobre y defectible, á la vida í n t i m a , p e r f e c -
t í s i m a é incomprensible del sér infinito; la p u e r t a que nos
introduce á lo más escondido de los divinos misterios; la
energía admirable con la cual, esforzada el a l m a , se le-
v a n t a , y pasando de vuelo sobre todos los cielos, y sobre
Y a h e m o s visto que el h o m b r e está destinado á un fin
sobrenatural; que su vida, según la ordenación de D i o s ,
tiene que desarrollarse en u n a esfera superior á s u s facul-
tades naturales, y que el objeto y el término final de e s t a s
CAPÍTULO V.
facultades, es á saber, de su entendimiento y de su volun-
t a d , no solamente exceden á cuanto alcanzan a c t u a l m e n -
te, sino t a m b i é n á cuanto n a t u r a l m e n t e pueden alcanzar.
NATURALEZA D E LA FE.
E s t e fin, es claro que no p u e d e lograrse sino por actos á
él proporcionados. P a r a lo cual, así como los actos n a t u -
üPUESTAla necesidad d é l a fe para que el h o m b r e rales proceden, como de sus principios inmediatos, de
pueda alcanzar el fin á que está destinado, c o n - ciertas potencias ó facultades del alma que radican en ella
viene hacer u n análisis minucioso de los elemen- p e r m a n e n t e m e n t e , y que ejercen su eficacia y se d e s a r r o -
tos que la constituyen, como lo hicimos en el llan á lo exterior por la acción de su i n n a t a actividad, de
p r i m e r capítulo de este ensayo con los elementos de l a igual m a n e r a es necesario suponer en el hombre u n a virtud
ciencia, á fin de que, conocida su íntima n a t u r a l e z a , po- especial y divina que, perfeccionando al alma, la m u e v a
y active, y sea el principio normal y ordinario de sus a c -
d a m o s comparar unos con otros, y ver las relaciones de
t o s sobrenaturales, ni m á s ni ménos que el e n t e n d i m i e n -
h a r m o n í a ó divergencia que resulten de dicha c o m p a -
to, por ejemplo, lo es de las ideas y raciocinios, y la v o -
ración.
luntad de n u e s t r a s resoluciones, determinaciones y q u e -
L o s elementos que c o m p o n e n la fe aparecen clarísimos
reres. E s t e principio ó facultad es la fe, virtud divina que
en u n a s palabras del Concilio Vaticano, que se leen al
tiene su raíz, f u n d a m e n t o y origen, no en la naturaleza
principio del tercer capítulo de la p r i m e r a constitución
del h o m b r e , sino en el poder y esencia de Dios, y que
dogmática, intitulada De la fe católica-, palabras breves y
trasciende las potencias naturales con t o d a la v e n t a j a y
compendiosas en su enunciación, pero llenas de sentido,
superioridad que tiene la gracia sobre la naturaleza. E s t a
admirables por su precisión y claridad, y que r e s ú m e n á
virtud de la fe, nace en el alma, y crece y se desarrolla
maravilla toda la e n s e ñ a n z a cristiana sobre p u n t o tan im-
en ella, y produce sus actos por la influencia de la gra-
p o r t a n t e . Dicen así: «Acerca de esta fe, principio de la
cia, que es u n a f u e r z a ó auxilio de D i o s que m u e v e y
salvación del h o m b r e , e n s e ñ a la Iglesia católica ser u n a
ayuda y coopera con el h o m b r e en las acciones y m o v i -
virtud sobrenatural, con la cual, aspirando y ayudando la
m i e n t o s con que tiende á su destino sobrenatural. M a s
gracia de Dios, creemos ser verdadero lo que el m i s m o
como este principio eficiente y primordial del acto de fe,
Dios nos h a revelado, no p o r conocer con la luz n a t u r a l
esto es, la acción inmediata de Dios en el a l m a , no e n t r a
de la razón la verdad intrínseca de las cosas, sino por la
d i r e c t a m e n t e en la cuestión que aquí t r a t a m o s de resol-
autoridad de Dios que nos las revela, y que no puede e n -
ver, que son las relaciones de la fe con la ciencia, p r e s -
g a ñ a r s e ni engañarnos.» L a explicación y desenvolvimien-
cindiendo por a h o r a de este elemento, vamos á estudiar
to de estas p a l a b r a s nos d a r á á conocer í n t i m a m e n t e los
m á s d e t e n i d a m e n t e otros que interviniendo en el acto de fe,
e l e m e n t o s de que se c o m p o n e la fe.
Q2 Naturaleza

se relacionan m á s propia y directamente con la ciencia.


D i o s , verdad p r i m e r a y f u n d a m e n t a l , viene á ser en el
E l acto de fe, dice el Concilio Vaticano, consiste en la
acto de creer lo que en la demostración científica la ra-
afirmación de la verdad, no porque de ella t e n g a m o s evi-
zón, causa ó principio que verifica la consecuencia que
dencia directa é inmediata, sino por la autoridad de D i o s ,
de ella d i m a n a .
q u e se digna proponerla á nuestra creencia. Apoyados en
P a r a ver mejor la relación que u n e entre sí á estas t r e s
el testimonio divino, t e n e m o s por cierto lo que nos dice,
verdades, es á saber: la proposicion concreta y d e t e r m i -
p r e c i s a m e n t e porque nos lo dice, y porque al decírnoslo
n a d a que se cree, por ejemplo, la E n c a r n a c i ó n del Verbo
no puede engañarnos, como tampoco É l m i s m o se puede
de Dios, la autoridad divina y el hecho particular de la
e n g a ñ a r . P o r m a n e r a , que todo acto de fe es múltiple y
revelación, conviene tener presente que á D i o s , verdad in-
complejo, y en él, si bien lo examinamos, a s e n t i m o s v e r -
finita, no debemos m á s que un asentimiento en cierto
d a d e r a m e n t e á t r e s verdades: la p r i m e r a es la p r o p o s i -
m o d o indeterminado y universal; por el cual, como cria-
ción ó verdad que nos es manifestada, por ejemplo, la
t u r a s racionales que somos, y en todo sometidos á su so-
T r i n i d a d de personas en Dios, ó la E n c a r n a c i ó n del V e r -
b e r a n a voluntad, debemos estar dispuestos á tener p o r
bo; la segunda es la autoridad de Dios que p u e d e y quie-
necesariamente verdadero y digno de ser creído, todo
re revelar esta verdad, y la tercera el hecho concreto de
cuanto la m i s m a infinita verdad sea servida de m a n i f e s -
haberla D i o s revelado. E l asentir á las dos últimas p r o -
t a r n o s . E s t e asentimiento no es un asentimiento absoluto
posiciones ó asertos, es absolutamente necesario p a r a la
á esta ó aquella verdad, sino un asentimiento hipotético y
perfección del acto de fe, ya se considere este a s e n t i -
condicional, por el cual afirmamos que si Dios revela a l -
miento como un acto doble, ó sea un asentimiento á dos
g u n a cosa, ha de ser tenida necesariamente por v e r d a d e -
verdades distintas, ya como uno sólo, pero complejo, y
ra, y como tal, debe ser creída. D e aquí es, que Santo T o -
q u e tenga por objeto la autoridad de Dios revelándonos
m á s , concediendo que los infieles, si a d m i t e n la existencia
u n a verdad determinada. L a razón de esto es clara y m a -
de Dios, han de admitir también que caso que revele algu-
nifiesta. Porque para creer una verdad revelada por D i o s ,
n a verdad no puede ménos de ser creido, pone la diferencia
no b a s t a el conocer la autoridad de Dios en sí m i s m a , si
entre el cristiano y el infiel, en que éste no cree á Dios en
no se sabe la relación que tiene esta autoridad con la ver-
el caso particular en que el cristiano afirma haber D i o s
dad propuesta á nuestra creencia. N i tampoco b a s t a cono-
m a n i f e s t a d o al hombre una verdad determinada. «De m a -
cer el hecho de una revelación particular y concreta, si no
n e r a que no está su infidelidad, como dice el maestro Ale-
sabemos a d e m a s que procede de Dios infalible así en el
j o V e n e g a s x , en negar que hay Dios, que no lo niegan; ni
conocer como en el revelar. D e donde resulta, que el acto
está en poner duda si dice verdad ó falsedad, que bien
de fe es u n a especie de discurso ó raciocinio; es á saber:
confiesan que, si es Dios, que es la s u m a verdad; ni está
el asentimiento á una verdad ó proposición en virtud de
en d u d a r si lo puede hacer, que bien confiesan que es p o -
o t r a s dos ya conocidas de a n t e m a n o , á las cuales, al creer,
deroso para h a c e r l o que quiere; m a s por eso se dicen ser
se adhiere, ya explícita, ya implícitamente, el e n t e n d i -
infieles, porque no se quieren llegar á Dios por la fe, d a n -
miento, y que por lo tanto pueden llamarse principios de
la fe. Por esto dice Santo T o m á s que el testimonio de
i De las quatro differeitcias de libros que hay en el universo, fol. 179 v.°
Naturaleza

do crédito á Dios como á revelador de los artículos de la gía moderna, el P a d r e F r a n c i s c o Suarez y el Cardenal
fe. D e aquí queda manifiesto, concluye el maestro Vene- J u a n de L u g o . Mirando á la brevedad, no h a r e m o s sobre
g a s , q u e en este allegamiento con que el h o m b r e se allega punto t a n espinoso m á s que las brevísimas indicaciones
que sean convenientes para poner en claro la parte que
á la p r i m e r a verdad como á reveladora de los artículos de
t o m a n en el acto de fe el elemento divino ó sobrenatural,
la fe, está la última resolución y paradero de las cosas
y el h u m a n o ó natural, esto es, la parte debida á la gracia
creídas.»
y la debida á las f u e r z a s de la razón del h o m b r e . L a difi-
P o r otra parte, es evidente que la razón y causa formal
cultad es la siguiente: s u p u e s t a la necesidad de conocer la
del acto de fe no está en el simple testimonio ó m a n i -
autoridad infalible de Dios y el hecho concreto de la r e -
festación de la verdad, sino en este m i s m o testimonio en
velación p a r a hacer un acto de fe, estas dos cosas ¿las
c u a n t o es revelación ó palabra de Dios que directa ó in-
conoce el a l m a directamente y en sí m i s m a s , ó en otra
d i r e c t a m e n t e se comunica con nosotros; de donde se vé
verdad y objeto que sea principio, causa y motivo de este
la necesidad de que la autoridad de Dios, verdad infinita
conocimiento? Si la autoridad infalible de Dios y el hecho
y sustancial, se j u n t e y allegue al hecho concreto de la re-
de la revelación los conoce n u e s t r a inteligencia en si mis-
velación ó p a l a b r a divina.
m o s , este conocimiento parece ser acto espontáneo y n a -
F i n a l m e n t e , como este acto de creer se engendra en
t u r a l de la inteligencia, y por lo tanto desproporcionado
nosotros y de nosotros procede, y por él de verdad obra-
al fin á que tiende la fe, que es sobrenatural y divino; y si
m o s meritoriamente p a r a nuestro bien y fin sobrenatural
el conocimiento estriba en otro acto, principio ó causa
(presupuesta siempre la gracia y cooperacion divina), es
que levante nuestro asentimiento al orden y esfera sobre-
a b s o l u t a m e n t e imposible creer u n a verdad, apoyados en
n a t u r a l , ¿cuál puede ser este acto ó motivo?
la autoridad de Dios, si no conocemos esta m i s m a a u t o -
E l P a d r e Suarez, partiendo del principio de que en el
ridad que nos manifiesta ó infunde actualmente aquella
acto de creer todo ha de ser sobrenatural, y por otra p a r -
v e r d a d . P o r q u e como el entendimiento no se mueve sino
t e observando que entre los elementos que lo constituyen
p o r lo que conoce, está claro que no conociendo la auto-
está, no sólo el principio ó virtud de la gracia y el objeto
r i d a d de Dios que nos revela u n a proposicion ó misterio,
ó verdad que Dios nos revela, sino t a m b i é n el asentimien-
n o podemos asentir á tal misterio ó proposicion movidos
t o á la autoridad de Dios, revelando una verdad determi-
d e la divina autoridad. D e donde debemos concluir que
nada, dice que este asentimiento, para ser v e r d a d e r a -
D i o s , verdad infalible, y revelándonos a c t u a l m e n t e la
m e n t e sobrenatural, debe apoyarse en otro acto de fe p o r
v e r d a d , es la razón formal del acto por el cual asentimos
el cual creamos ó a s i n t a m o s á la autoridad de D i o s , q u e
á lo que nos revela.
en el hecho de revelarnos aquella verdad, nos descubre
Y aquí ahondando y analizando m á s y m á s la naturale-
j u n t a m e n t e su verdad infalible así en el conocer como en
z a de este conocimiento, nos sale al encuentro u n a difi-
el revelar. E s t a opinion, como observa m u y bien el C a r -
c u l t a d que ha fatigado los ingenios m á s eminentes, con-
denal Franzelin i, parece que implica contradicción ó s u -
siguiendo separar en dos bandos á los teólogos escolás-
ticos de los últimos siglos, á cuyo frente figuran r e s p e c - i E n el tratado De Habititdine Rationis Humanae ad Divinam Fidem, cap. iv. pár-
r a f o 2 . 0 , donde trata admirablemente esta cuestión.
t i v a m e n t e dos de las mayores l u m b r e r a s de la T e o l o -
pone manifiestamente lo que se l l a m a en lógica un proceso sima de la infalibilidad de Dios; es u n a participación de
en infinito; pues como q u i e r a que se explique esta senten- nuestro entendimiento en la luz esencial en que se b a ñ a
cia, no p o d e m o s según ella llegar j a m á s á u n juicio, afir- la divinidad, u n a asimilación inefable con aquella P a l a b r a
mación ú objeto, al cual se adhiera la m e n t e no p o r razón eterna y subsistente con que Dios se habla y conoce á sí
de otro, sino por sí m i s m o é i n m e d i a t a m e n t e . P o r q u e si m i s m o , extendiendo á la vez su penetrativa m i r a d a á to-
creemos en la veracidad de Dios, porque el m i s m o Dios la dos los séres reales y posibles, é irradiando su virtud á la
revela, ¿cómo conocemos la divina veracidad en e s t a s e - esfera i n c o n m e n s u r a b l e del sér y del conocer. E s t e asen-
g u n d a revelación? Si la creemos en sí y directamente, el t i m i e n t o de n u e s t r a a l m a á la autoridad divina podría
acto, según el P a d r e Suarez, no puede ser sobrenatural; y D i o s imponerlo á la inteligencia h u m a n a , f u n d a d o nada
si no la vemos directamente, ¿dónde, cuándo y de qué m á s que en el dominio soberano que ejerce sobre todas
m a n e r a la vemos? Movido de este inconveniente, opina el sus criaturas; m a s aquella Providencia adorable que se
Cardenal de L u g o que el asentimiento á la autoridad de extiende de uno á otro extremo con fortaleza y suavidad,
D i o s en sí m i s m a , es sobrenatural, en cuanto es efecto de quiso p r e p a r a r y disponer nuestros entendimientos á reci-
la gracia divina que m u e v e la voluntad, y mediante ella, bir esta fe, y no contentándose con esforzar y disponer
el entendimiento á asentir á la autoridad de Dios infali- n u e s t r a alma con las iluminaciones, impulsiones y a u x i -
ble con u n a f u e r z a sin comparación mayor que aquella lios divinos, rodeó á la revelación de s u s misterios, de un
con que asentimos á cualquiera de las verdades n a t u r a - esplendor de credibilidad h u m a n a tal, que á juicio de la
les. Otro tanto debe decirse del asentimiento al h e c h o m i s m a razón sólo Dios pudiese producirla; porque la D i -
concreto de la revelación; pues a u n q u e este h e c h o venga vina Providencia, como m u y al propósito observa el P a d r e
apoyado en pruebas concluyentes de su legitimidad y cer- F r . L u i s de G r a n a d a no habia de obligar al h o m b r e á
t e z a , asentimos á él, no movidos precisamente por su evi- creer cosas que están sobre toda razón y sobre todas las
dencia, sino por las fuerzas sobrenaturales de la gracia leyes de la natr-raleza, sin medios proporcionados p a r a
que mueven la voluntad, y esta á su vez el entendimiento, creerlas.
á asentir firmísimamente al hecho de la revelación. L a E s t e esplendor, este sello, este n o m b r e de Dios que
cual firmeza de asentimiento, c a u s a d a por la gracia, e s leemos al f r e n t e de las verdades que su misericordia infi-
b a s t a n t e , según el Cardenal de L u g o , p a r a que el acto de nita se digna enseñarnos, son ciertos hechos sobrenatura-
afirmar la veracidad divina en el caso concreto de reve- les, en particular los milagros y las profecías, los cuales
l a r n o s u n a verdad, sea realmente y en t o d a s s u s p a r t e s n o pudiendo proceder sino de la omnipotencia y sabiduría
sobrenatural. infinita, dan testimonio de la intervención personal de
Dios en el m u n d o , y confirman s u s revelaciones y e n s e -
Mas d e j a n d o esta cuestión, que no h e m o s hecho m á s
ñ a n z a s ; medios maravillosos y adorables, pues siendo
que indicar, es evidente, de lo que h a s t a aquí h e m o s d i -
exclusivamente divinos, son al m i s m o t i e m p o fáciles de
cho, que el acto de fe por el cual creemos u n a verdad r e -
conocer, e m i n e n t e m e n t e populares, accesibles á todas las
velada por Dios, estriba finalmente en la autoridad divi-
n a ; es un apoyo que t o m a n u e s t r a inteligencia, no en sí
i Introducción al símbolo de la fe, p. n , c. xxxn.
m i s m a ni en sus f u e r z a s naturales, sino en la roca firmí-
inteligencias, y que p o r lo tanto, todos, desde el mas h l i m e s alturas, donde, a p a r t a d a de cuanto es vil, bajo y
rudo é ignorante h a s t a el m á s sábio, pueden recono- miserable, pueda c o n t e m p l a r la luz inaccesible de los mis-
cer facilísimamente en ellos la mano de Dios y la voz de terios divinales, regalar su oido con la h a r m o n í a de las
su amorosa P r o v i d e n c i a , y asegurarse de que si la verdad ideas y p e n s a m i e n t o s de Dios, sorprender altísimos secre-
de algunos misterios de n u e s t r a fe no es clara y evidente, t o s , y escuchar las p a l a b r a s dulcísimas que la Bondad di-
es cosa clara y evidente que deben ser creídos. No es, vina se digna hablar á su oido y en las cuales está encer-
pues, la fe un a s e n t i m i e n t o ciego, destituido de motivos, r a d a su felicidad y los tesoros del a m o r infinito de Dios
engendrado s i m p l e m e n t e del temor, del ciego instinto ó para con los h o m b r e s . Así se engendra en el a l m a la v i r -
de otras pasiones; todo lo contrario, la fe descansa en ra- t u d de la fe; la cual, cuando es perfecta y está a c o m p a ñ a d a
zones incontrastables que la acreditan de verdadera, y , del testimonio de la buena conciencia y ataviada con los
que d e m u e s t r a n q u e n o es h u m a n a sino divina, y que adornos de la virtud, i n f u n d e en el ánimo u n a luz, un es-
1
como h e r m o s a m e n t e decia un autor antiguo t r a e consigo fuerzo y una prontitud extraordinaria para admitir no sólo
2
pendientes los sellos del infinito poder y saber de Dios . •cuanto e s t a fe le enseña, sino p a r a ejecutarlo y obrarlo;
Apoyada en estas p r u e b a s extrínsecas de la autoridad d e suerte que no sólo no se siente pena en el creer, m a s
soberana del Criador, la razón del h o m b r e se dispone á m u y gran deleite' y suavidad. Por esto nada hay m á s
salir de la oscuridad de s u s propias tinieblas para recibir contrario á esta fe, que la a n g u s t i a , la timidez, la flaque-
el rayo de la verdad divina; su voluntad, que por el t r a s - z a ó estrechura de espíritu. L a fe es la tendencia, la aspi-
torno que causó en ella el primer pecado, se asusta al ración, el vuelo ansioso del a l m a hácia Dios Nuestro S e -
solo n o m b r e de D i o s y rehuye de encontrarse con É l y de ñor y Nuestro Padre: es el descanso del entendimiento en
cuanto lleva el reflejo de su santo nombre, se deja sedu- la posesion segura del objeto á que tiende necesariamente,
cir suave y a m o r o s a m e n t e por la condescendencia i n e f a - esto es, en la verdad de Dios, que lleva consigo la sujeción
ble de la M a j e s t a d soberana; y toda el a l m a llevada en de la voluntad á la obediencia de los preceptos divinos.
brazos de la divina misericordia, es levantada á las s u - E n t r e los verdaderos cristianos, nadie cree de miedo; y
todos saben á qué atenerse respecto á esas dificultades de
x El P . F r . T o m á s de Jesús en la Práctica de la viva fe, cap. iv del libro I,° creer, á esos t o r m e n t o s y agonías de la duda (debieran m á s
2 E l cristianismo, dice Augusto Nicolás, es la única religión que tiene pruebas. Antes
d e exigir la creencia en sus misterios, convida á la razón á que examine su autoridad, bien llamarse dificultades y esfuerzos p a r a no creer) que
presentándole s u s títulos, y s o l a m e n t e después que la misma razón h a reconocido la ingenios desesperados, en prosa y en verso, andan prego-
divina validez de estos títulos, exige que crea en su doctrina y la practique, todo por vía
de consecuencia, esto es, por via de razón. E l hombre no creería, añade Santo Tomás, nando por ahí, hipócritas de impiedad, intérpretes incons-
si no viese claramente que estaba obligado á creer por la evidencia de las pruebas; y cientes, m á s que de las oscuridades y vacilaciones de sus
el P . Francisco Suarez esfuerza h a s t a tal punto esta intervención de la razón en el acto
de creer, que juzga que nadie puede hacer un acto de fe perfecto y verdadero, si antes entendimientos, de las veleidades, miserias y prevarica-
no está convencido de la conveniencia 6 necesidad de este acto, 6 como él la llama, de la ciones de su corazon.
evidencia de credibilidad. Y la razón de esto es porque la fe cierta é indubitada exige un
juicio de su credibilidad c i e r t o t a m b i é n , supuesto que si alguien pudiese dudar 6 recelar D e lo dicho se entiende finalmente que la fe no es un
acerca de la credibilidad de un objeto, podría también dudar de la m i s m a fe, con lo acto instintivo, ciego, y que tiene su f u n d a m e n t o en la
cual esta ya no sería perfecta; m a s el juicio de la credibilidad de un objeto no puede ser
prudentemente cierto si no es evidente; luego en todo el que cree debe suponerse tal sensibilidad, en el t e m p e r a m e n t o ó en el e n t u s i a s m o del
evidencia. corazon. E s cierto que n u e s t r o corazon, esto es, la volun-
tad movida por la clara obligación que de creer los m i s t e - nios cuyo valor verificamos, y que no a d m i t i m o s sino en
rios le presenta el entendimiento y áun á veces m a s o c u a n t o es j u s t o , conveniente, auténtico y razonable.
m é n o s excitada por las impresiones, afectos ó m o v i m i e n - Más aún; este acto con que n u e s t r a razón admite la
tos sensibles, tiene gran parte en el acto de fe, y por esto v e r d a d revelada y p r o p u e s t a por Dios á su creencia, es
dice h e r m o s a m e n t e San Pablo que con el corazon cree- absolutamente libre, no sólo en cuanto el alma puede s e -
mos provechosamente p a r a n u e s t r a santificación y vida, g u i r ó resistir el impulso de la gracia que la mueve á a d -
e t e r n a - pero este movimiento de la parte volitiva o sen- mitir la verdad divinamente revelada, sino t a m b i é n e n
sitiva de nuestra alma podrá disponer al acto de fe, pero cua.nto esta m i s m a verdad, a u n q u e rodeada de los her-
n o constituye su esencia. E l acto por el cual creemos con mosos resplandores que d e r r a m a n sobre ella los a r g u m e n -
fe divina y provechosa al fin sobrenatural, no reside ni en t o s y motivos que d e m u e s t r a n su credibilidad, n u n c a se
n u e s t r a s facultades sensitivas, ni en la imaginación, ni presenta al entendimiento de tal m a n e r a que deje este de
siquiera propia y exclusivamente en la voluntad; la fe es. ver la dificultad ó arduidad intrínseca de los misterios que
una firmeza, un convencimiento, u n a persuasión inven- la fe le propone; de suerte que a u n q u e aquellos motivos
cible de nuestro espíritu de la verdad que se le propone; ó a r g u m e n t o s sean de suyo eficaces para que conozcamos
es la adhesión de la inteligencia á la ciencia y sabiduría de s u conexion íntima y metafísica con la verdad, y así e x -
Dios, y así reside en la facultad m á s alta y soberana del p e r i m e n t e m o s u n a obligación evidente de asentir á la
alma' es á saber, en la razón, en su grado m á s sublime de divina revelación, no bastan á arrebatar y llevar t r a s
actividad y desenvolvimiento. E n verdad, a p u r a n d o y lle- sí nuestro a s e n t i m i e n t o , si no se allega el afecto, m o -
vando las cosas al último punto del análisis, debemos, cion ó imperio de n u e s t r a voluntad. L o cual tiene lugar
decir que el asentimiento que presta el a l m a en el acto de aún en aquellas verdades de la fe, que de suyo son intrín-
fe, no es un acto p u r a m e n t e lógico, sino m á s bien moral, secamente evidentes, pues áun en estas puede el hombre
en cuya virtud nuestro espíritu, movido de respeto hácia la resistir á la autoridad y testimonio divino, que es la ra-
autoridad de aquel que le propone y testifica la verdad, se zón formal por la cual las creemos. T o d a s las demás c o -
entrega confiadamente á él y p r e s t a su asentimiento á lo sas, dice San Agustín, las puede hacer el h o m b r e no que-
que le dice. Mas no por esto deja de pertenecer al e n t e n - riendo, m a s el creer, solamente queriendo 1 .
dimiento, ya por f u n d a r s e en la convicción de que la p e r - Así, á pesar de todos los argumentos, p r u e b a s ó ilustra-
sona ó autoridad que le habla está en posesion de la v e r - ciones, el h o m b r e queda siempre libre p a r a seguir la luz
dad, y a porque tiende y se endereza á alcanzar la ver- de la verdad de Dios, ó abrazarse con sus propios errores
dad, objeto de la inteligencia. Concluyamos, pues, que el y tinieblas. D e esta m a n e r a , el acto de creer, siendo libre,
acto de fe pertenece al entendimiento, porque es acto y es meritorio; con él v e r d a d e r a m e n t e obedecemos á Dios
operacion de aquella potencia, cuyo objeto es lo v e r d a - y nos sometemos libremente á su querer soberano; movi-
dero, ora se le p r e s e n t e iluminado por su propia luz, ora dos del piadoso afecto de la voluntad, rendimos á la Dei-
porque la recibe de otras verdades, autoridades y t e s t i m o - dad el h o m e n a j e de nuestro entendimiento, y libre y e s -

i Cestera potest homo facere nolens, credere nonnisi volens. (Tract, xxvi in Jo.)
i Rom. x. l o .
p o n t á n e a m e n t e le o f r e c e m o s el holocausto de lo m á s n o -
t e r m i n a n t e , esta como principio motor ó generador; m a s
ble y sublime que h a y en nosotros, que es nuestra inteli-
c o m b i n a d a s las acciones de las dos facultades, necesitan
gencia, la cual, no viendo directamente la verdad de l o s
p a r a desarrollarse en el orden sobrenatural, de un gér-
misterios que Dios se digna manifestarle, los acata, sin
m e n divino que venga á fecundizarlas; y de esta m a n e r a
embargo, y presta á ellos su completo asentimiento; el
el acto de fe nace bajo la triple influencia del e n t e n d i -
cual, mediante la gracia y favor divino, es tanto m á s per-
miento que lo produce, de la voluntad que lo prescribe, y
fecto, m á s firme y a m o r o s o , y por lo mismo, tanto m á s
de Dios que lo inspira, lo ennoblece y perfecciona. A p e -
meritorio cuanto la cosa ó verdad propuesta á su creencia
sar de esta variedad de principios ó elementos que en él
f u e r e más r e m o n t a d a y e n c u m b r a d a sobre toda razón, dis-
concurren, el acto de fe es uno, simplicísimo é indivisi-
curso y f u n d a m e n t o n a t u r a l . Mas, como hemos dicho m á s
ble. I m á g e n sobrenatural del conocimiento divino, es m á s
arriba, a u n q u e la fe estriba en la razón, no es de ahí de
uno, m á s sencillo é indivisible que cualquier otro conoci-
donde t o m a su carácter propio y las condiciones que lo
miento n a t u r a l , ora provenga este del raciocinio, ora de la
d e t e r m i n a n y especifican, pues si así fuese, sería un acto
intuición ó evidencia inmediata; y excede y a v e n t a j a al
e n t e r a m e n t e n a t u r a l . L a razón por sí sola es insuficiente
u n o y al otro: al conocimiento discursivo, porque no resul-
á hacer un acto de fe. E n su formacion tiene que i n t e r -
t a de u n a conclusion lógica; al intuitivo, porque e n su
tervenir n e c e s a r i a m e n t e Dios, comunicando al alma la
objeto f o r m a l abraza, no y a u n a verdad aislada, sino v i r -
f u e r z a p a r a creer saludable y meritoriamente; y en esta
t u a l m e n t e toda verdad, y porque puede comprender a c -
f u e r z a y principio divino, en la iluminación y movimiento
tual é i n m e d i a t a m e n t e , sin necesidad de conclusion lógi-
interior de Dios, y t a m b i é n en la m i s m a palabra revelada,
ca, cada objeto particular de la revelación. D e esta m a -
ó más bien en ,1a autoridad y veracidad del m i s m o Dios,
nera, concluye un ilustre teólogo moderno á la sencillez
que va unida á esta revelación, está el carácter propio,
infantil del sentido de la fe corresponde la m á s alta y m á s
distintivo y específico de la fe.
p e r f e c t a sencillez del conocimiento, aquella sencillez que
L a s p r u e b a s y los a r g u m e n t o s extrínsecos que demues- levanta al cristiano al estado de h o m b r e perfecto en el rei-
t r a n la credibilidad de n u e s t r o s misterios, son, cuanto es no de la inteligencia y de la verdadera sabiduría.
de su parte, b a s t a n t e s á convencer nuestros entendimien- D e s p u e s de considerar la naturaleza intrínseca del acto
tos, y provocarnos y obligarnos á creer; m a s como la fe de fe, su razón f o r m a l , que es el asentimiento á la autori-
sea don de Dios, según dice el apóstol San Pablo, es me- dad de Dios, los motivos ó p r u e b a s en que se apoya y su
nester ademas que E l toque nuestro entendimiento, y le principio divino, que es la virtud de la gracia, la cual, a u n -
cautive y sujete á que h u m i l d e m e n t e abrace las cosas de que m u e v e y excita el a l m a no excluye su libertad, v a m o s
la fe. Así el acto por el cual creemos provechosamente pa- á estudiar este acto en la parte extrínseca, esto es, en los
ra nuestra salvación, se engendra y desarrolla de esta m a - objetos que p u e d e a b r a z a r y en la n o r m a ó ley visible que
nera: el entendimiento percibe la credibilidad de los mis- debe regirlo y enderezarlo.
terios divinos; la voluntad le mueve á abrazarlos; el p r i - E l Concilio Vaticano enseña que de fe divina y católica
mero presta ó a p r o n t a su consentimiento, la segunda
mueve y excita á consentir; aquel obra como principio de-
1 E l D r . M. J . Scheebea en s u Dogmática, t . I, n. 825.
e s necesario creer todas las verdades contenidas en la p a - miento de su razón c a d a y cuando que fuesen propuestos
labra de D i o s escrita ó hablada, t r a s m i t i d a s á nosotros á su creencia.
p o r la tradición, y que nos son p r o p u e s t a s p o r la Iglesia, Siendo la fe absolutamente necesaria p a r a alcanzar el
ya en un juicio s o l e m n e , ya por medio de su magisterio fin á que estamos destinados, Dios, rico én misericord-'a,
ordinario y universal. se h a dignado p r e p a r a r y ofrecer á todos medios i n n u m e -
E l n ú m e r o y la naturaleza de las cosas que p o d e m o s rables, facilísimos y abiertos á toda suerte de personas
conocer por la revelación y acerca de las cuales debemos y á t o d a clase de entendimientos. P o r q u e a d e m a s de los
ejercitar n u e s t r a fe, no tiene más límites que los que plaz- auxilios de su gracia, que n u n c a faltan á quien se dispo-
c a señalar á la soberana voluntad de Dios. L a inteligen- ne á aprovecharse de ellos, ha establecido un medio siem-
cia divina se extiende á un n ú m e r o infinito de verdades; p r e presente, siempre vivo, siempre activo, siempre p o -
p o r q u e como la divina esencia sea infinitamente perfecta, deroso, y que se acomoda y a d a p t a maravillosamente á to-
imitable y comunicable, Dios, conociendo perfectísima- dos los tiempos, á todos los lugares, á todos los espíritus
m e n t e esta esencia, conoce por el m i s m o caso seres infi- y caractéres, y les abre infinitos caminos y avenidas al
nitos que pueden imitarla y retraer ya en el orden real, ya s a n t u a r i o de la Divina Sabiduría. E s t e medio es la Igle-
en el posible, las perfecciones que en ella resplandecen. sia, autoridad viva, p e r m a n e n t e , indefectible, señal l e -
D e este tesoro inagotable de sabiduría, Dios h a tenido v a n t a d a en medio de las naciones, m o n t a ñ a que alza su
p o r bien m a n i f e s t a r al hombre alguna de sus riquezas. D e f r e n t e m a j e s t u o s a sobre las c u m b r e s de t o d a s las m o n t a -
e s t a s verdades, u n a s exceden las f u e r z a s naturales de la ñ a s ; ciudad de Dios, cuyos f u n d a m e n t o s estriban sobre los
r a z ó n , o t r a s están dentro de la esfera de su actividad. L a s m o n t e s eternales; sabiduría cuya voz se extiende en t o d a s
p r i m e r a s pertenecen, como es claro, al orden s o b r e n a t u - las alturas, en todos los caminos, en las p u e r t a s de la
ral; las segundas, pudiendo el h o m b r e conocerlas por sí ciudad y en los u m b r a l e s de todas las habitaciones. F u n -
m i s m o , caen dentro del. orden natural. E l sello particular dada por el H i j o de Dios h u m a n a d o y enriquecida con
que distingue á u n a s y otras verdades en cuanto se refiere los dones, privilegios y prerogativas m á s excelentes, lle-
á ellas el acto de fe, es el que nuestro entendimiento las vando siempre consigo el depósito de la doctrina, la m i -
a d m i t a y a s i e n t a á ellas, no por verlas directamente y en sión de propagarla y la indefectibilidad en su propagación
sí m i s m a s , sino por habérnoslas revelado la bondad de y enseñanza, todos pueden reconocer en ella la Maestra de
Dios. Más adelante e x a m i n a r e m o s d e t e n i d a m e n t e estos la h u m a n i d a d , la d e p o s i t a d a de las verdades que la b o n -
dos órdenes de verdades. Por a h o r a nos c o n t e n t a m o s con dad de Dios ha querido comunicar á los h o m b r e s , el i n -
indicar la disposición altísima de la Divina Providencia en térprete de los divinos decretos, á quien pertenece el t e -
revelar por u n a parte al hombre m u c h o s principios del soro inestimable de los hechos divinos, y el contrastar,
orden n a t u r a l , p a r a que de esta m a n e r a pudiese conocerlos aquilatar y d a r su legítimo valor á los testimonios de la
con m á s prontitud, facilidad y firmeza que si los hubiera verdad revelada, en confirmación de los misterios que pro-
tenido que descubrir con la luz de su razón, y p o r otra en pone, de los d o g m a s que enseña, de las gracias que d i s -
descubrirle misterios que excediesen su capacidad, p a r a p e n s a y de las p r o m e s a s que hace.
q u e pudiera r e n d i r á Dios el obsequio de su fe y el a c a t a - E s t a Iglesia s a n t a , universal, heredera de los p r i m e r o s
io6 Naturaleza

apóstoles y enviados de Jesucristo, á quienes él m i s m o vas a d m i r a b l e s , h a c e n de esta S a n t a Iglesia u n a r g u m e n t o


adoctrinó y constituyó intérpretes de su doctrina para pro- gravísimo, p e r d u r a b l e é invencible de la verdad de los mis-
pagarla por el m u n d o y trasmitirla á todos los siglos y terios que propone, y un testimonio irrefragable de su ori-
generaciones, g o b e r n a d a invisiblemente por su divino fun- gen y legación divina.
dador, y visiblemente por el Obispo de R o m a , sucesor de A este t e s t i m o n i o extrínseco se allega otro intrínseco,
aquel á quien el S e ñ o r dejó s u s veces, convida á oir su vivo y eficaz, que el m i s m o Dios nos manifiesta por medio
voz y á escuchar s u s enseñanzas á todos los que no gozan de la voz secreta é inefable que hace resonar en el fondo
aún del don de la fe, y confirma y consolida en esta á los de n u e s t r a s conciencias. E n este punto, Dios es el c o o -
q u e habiendo entrado ya en la grey de los verdaderos cre- p e r a d o r , y como el cómplice fiel de su Iglesia en la obra
y e n t e s , necesitan de esta m i s m a fe p a r a c a m i n a r y diri- de l l a m a r y alistar a l m a s bajo la b a n d e r a de la fe y el es-
girse al fin sobrenatural que les está señalado. Test'fica, t a n d a r t e de la salvación. P o r q u e su gracia divina busca de
afirma, explica y desenvuelve la divina Revelación en t o - continuo á los que a n d a n perdidos en las tinieblas y en la
das p a r t e s y de t o d a s m a n e r a s ; da de ellas las p r u e b a s que s o m b r a de la m u e r t e , enviándoles rayos de su claridad,
la d e m u e s t r a n , p r e s e n t a s u s garantías y t e s t i m o n i a l e s , con que i l u m i n a n d o s u s inteligencias les descubre los
e n g e n d r a s u certeza e n el a l m a y la afirma en f u n d a m e n - precipicios del mal y la hermosura incomparable de la
tos solidísimos é incontrastables; por m a n e r a que el q u e virtud, de la eterna verdad y de la s u p r e m a b i e n a v e n t u -
crea en e s t a S a n t a Iglesia, cree en Dios como á revelador r a n z a . Y como o r d i n a r i a m e n t e los h o m b r e s nos extravia-
de las verdades que se h a dignado descubrir á los h o m - m o s y p e r d e m o s m á s por la perversion de la voluntad
b r e s , y el que la desconoce y descree, a u n q u e no sea m á s que por la ignorancia del entendimiento, á la claridad de
q u e en u n artículo que le propone, descree t a m b i é n ó s u luz a ñ a d e el suave impulso con que m u e v e el corazon,
niega la divina a u t o r i d a d y la soberana Revelación. y le enciende y a n i m a p a r a obrar el bien, y le lleva y a r -
D e aquí es que e s t a m i s m a Iglesia, rodeada y h e r m o - r a s t r a hácia sí con las cadenas dulcísimas del amor, á fin
seada con i n c o m p a r a b l e s prerogativas, magnificencias y de que p o r medio de la posesion y del conocimiento de su
dones divinos, es p o r sí m i s m a uno de los a r g u m e n t o s y fe entren de u n a vez por la senda de su salvación y feli-
t e s t i m o n i o s más evidentes, más seguros y auténticos de cidad v e r d a d e r a . Y despues de entrados en este real c a -
la verdad de que es fiel y constante guardadora. S u t e s t i - mino, y t r a s p a s a d o s de las tinieblas al reino de su luz ad-
m o n i o es t a n claro, que á donde quiera que vaya va d a n d o mirable, los c o n t i n ú a iluminando y confirmando y e s f o r -
s e ñ a s de sí, y por sí m i s m a se declara y manifiesta. P o r - z a n d o á que perseveren en esta fe, no desamparando á n a -
q u e su santidad e m i n e n t e , su prodigiosa propagación, su die, si él m i s m o no se d e s a m p a r a y no se obstina en des-
f e c u n d i d a d inagotable en toda suerte de bienes, su a d m i - oír su voz y en salirse del reino de la luz, de la verdad y
rable u n i d a d , j u n t a con un-'versalidad y extension p r o d i - de la vida, p a r a precipitarse en el abismo del error y de
giosas, su c o n s t a n c i a , su p e r m a n e n c i a y estabilidad d e s - la m u e r t e .
afiando á tocias las potestades del infierno, ayudadas de Al llegar á e s t e p u n t o el santo Concilio Vaticano, cuyas
las concupiscencias i m p o n d e r a b l e s de que es capaz el de- e n s e ñ a n z a s h e m o s seguido, explicado y comentado, en
p r a v a d o corazon del h o m b r e , estas y otras mil p r e r o g a t i - p a r t e , en este capítulo, p r o r u m p e en tierna y devota a c -
cion de gracias á Dios, de quien nos viene el dón de la fe,
c o m o todo bien y dón perfecto. N a d a en verdad m á s j u s -
to, nada m á s conveniente y saludable que excitar n u e s t r a s
a l m a s á conocer, apreciar y agradecer á Dios, el dón ines-
timable de la fe, por el cual somos llamados al reino de CAPÍTULO VI.
los santos y á la herencia de su bienaventurada luz y f e -
licidad; nada m á s loable y provechoso que guardar en COMPARACION E N T R E LA CIENCIA Y LA F E .
nuestro corazon p u r a é i n m a c u l a d a esta fe de Dios, y con-
fesarla valerosamente en todos tiempos y delante de todos
los hombres, puestos los ojos en Jesucristo, autor y c o n - STUDIADOS los caractéres intrínsecos de la c i e n -
s u m a d o r de esta fe, que la i n f u n d e en nuestras almas, y cia y de la fe, ya es tiempo de establecer entre
la a u m e n t a y robustece por los méritos de su misericor- el1 os la debida comparación. P a r a esto, siguien-
diosa Redención, y la acaba, perfecciona y consuma con do un método análogo al que h e m o s tenido h a s t a
el premio de su gloria y eterna bienaventuranza. ahora, consideraremos p r i m e r a m e n t e estos elementos en
el orden psicológico, tales como existen en n u e s t r a a l m a ,
y en lo que tienen de intrínseco y sujetivo, y despues p a -
saremos á estudiarlos en el orden real, ontológico y e x -
trínseco; es á saber: en las verdades ó proposiciones que
respectivamente nos enseñan la ciencia y la fe. D e e s t a
m a n e r a , e x a m i n a d o s estos elementos en toda su exten-
sión, a p a r e c e r á n claras y evidentes las relaciones de h a r -
m o n í a ó discordancia que entre a m b a s puedan existir.
Ante todo debemos observar que t a n t o la ciencia c o m o
la fe tienen su raíz y asiento en nuestra a l m a , y áun en la
m i s m a potencia ó facultad, que es el entendimiento. P o r
lo que toca á la ciencia, sería ocioso insistir m á s en ello
despues de lo dicho en el p r i m e r capítulo de este ensayo;
y en cuanto á la fe, si lo que acaba de exponerse en el
anterior no lo hubiese probado suficientemente, b a s t a r í a
recordar el axioma ó principio de San Agustín, g e n e r a l -
m e n t e admitido entre los teólogos; es á saber: que n o s -
t r o s de n i n g u n a m a n e r a p o d r í a m o s creer si no t u v i é s e m o s
alma racional. E n efecto; la razón, ó sea el a l m a , en
cuanto es intelectiva y racional, cree con fe divina las ver-
dades que Dios le propone, porque fortalecida y elevada
cion de gracias á Dios, de quien nos viene el dón de la fe,
c o m o todo bien y dón perfecto. N a d a en verdad m á s j u s -
to, nada m á s conveniente y saludable que excitar n u e s t r a s
a l m a s á conocer, apreciar y agradecer á Dios, el dón ines-
timable de la fe, por el cual somos llamados al reino de CAPÍTULO VI.
los santos y á la herencia de su bienaventurada luz y f e -
licidad; nada m á s loable y provechoso que guardar en COMPARACION E N T R E LA CIENCIA Y LA F E .
nuestro corazon p u r a é i n m a c u l a d a esta fe de Dios, y con-
fesarla valerosamente en todos tiempos y delante de todos
los hombres, puestos los ojos en Jesucristo, autor y c o n - STUDIADOS los caractéres intrínsecos de la c i e n -
s u m a d o r de esta fe, que la i n f u n d e en nuestras almas, y cia y de la fe, ya es tiempo de establecer entre
la a u m e n t a y robustece por los méritos de su misericor- el1 os la debida comparación. P a r a esto, siguien-
diosa Redención, y la acaba, perfecciona y consuma con do un método análogo al que h e m o s tenido h a s t a
el premio de su gloria y eterna bienaventuranza. ahora, consideraremos p r i m e r a m e n t e estos elementos en
el orden psicológico, tales como existen en n u e s t r a a l m a ,
y en lo que tienen de intrínseco y sujetivo, y despues p a -
saremos á estudiarlos en el orden real, ontológico y e x -
trínseco; es á saber: en las verdades ó proposiciones que
respectivamente nos enseñan la ciencia y la fe. D e e s t a
m a n e r a , e x a m i n a d o s estos elementos en toda su exten-
sión, a p a r e c e r á n claras y evidentes las relaciones de h a r -
m o n í a ó discordancia que entre a m b a s puedan existir.
Ante todo debemos observar que t a n t o la ciencia c o m o
la fe tienen su raíz y asiento en nuestra a l m a , y áun en la
m i s m a potencia ó facultad, que es el entendimiento. P o r
lo que toca á la ciencia, sería ocioso insistir m á s en ello
despues de lo dicho en el p r i m e r capítulo de este ensayo;
y en cuanto á la fe, si lo que acaba de exponerse en el
anterior no lo hubiese probado suficientemente, b a s t a r í a
recordar el axioma ó principio de San Agustín, g e n e r a l -
m e n t e admitido entre los teólogos; es á saber: que n o s -
t r o s de n i n g u n a m a n e r a p o d r í a m o s creer si no t u v i é s e m o s
alma racional. E n efecto; la razón, ó sea el a l m a , en
cuanto es intelectiva y racional, cree con fe divina las ver-
dades que Dios le propone, porque fortalecida y elevada
p o r la gracia, a c a t a y se somete á estas verdades. L a gra- c u a n d o se nos propone p a r a que la creamos u n a p r o p o s i -
cia no destruye á la naturaleza, sino que la engrandece y ción determinada, no se nos obliga á creer las voces ó el
perfecciona. E l auxilio, f u e r z a ó movimiento s o b r e n a t u - sonido de las palabras, ó los rasgos de la escritura que la
t u r a l que Dios i m p r i m e en el a l m a , y con el cual la dis- expresan, sino la idea y el sentido de la proposición con-
p o n e á creer, así como n o la priva de la libertad de su t e n i d a y como encarnada en aquel sonar ó f o r m a exterior
cooperacion, t a m p o c o le quita n i n g u n a de sus f u e r z a s ó d e las palabras; luego p a r a hacernos cargo de ella, y p a r a
disposiciones n a t u r a l e s . E l creer, dice S a n t o T o m á s x , es poderla creer y abrazarla con nuestro entendimiento, es
i n m e d i a t a m e n t e u n acto del entendimiento, porque el d e todo punto necesario t e n e r alguna idea del dicho s e n -
objeto de este acto es lo verdadero, y lo verdadero p e r t e - tido, sea por analogía, s e m e j a n z a , comparación ó c u a l -
nece p r o p i a m e n t e al entendimiento; por lo cual, la virtud q u i e r a otra m a n e r a de conocimiento. F i n a l m e n t e , aun
de la fe, que es el principio inmediato del acto de creer, c u a n d o por razón de la oscuridad del misterio ó p r o p o s i -
t i e n e que estar en el entendimiento como en su s u j e t o . ción que creemos, el entendimiento no lo abrace sino mo-
vido de la voluntad, áun en este caso, como p r o f u n d a -
A d e m a s , como h e m o s explicado á la larga en el capítu-
m e n t e observa Santo T o m á s \ no lo a a m i t e ciega é i n s -
lo anterior, por n i n g ú n caso nos es posible creer con f e
ó l i t a m e n t e , sino por alguna razón de bien que ve unida al
divina y sobrenatural, si no conocemos, ya explícita ya
acto de creer.
implícitamente, estas tres verdades ó ideas: la p r i m e r a la
veracidad infalible de Dios; la segunda el hecho de la d i - Y aquí se hace de nuevo manifiesto el error refutado ya
vina revelación, y la tercera la m i s m a verdad ó p r o p o s i - en el capítulo precedente de los que consideran el acto de
ción p r o p u e s t a á n u e s t r a creencia. Por lo que toca á la f e como resultado de u n instinto ciego, vago é irreflexivo,
ú l t i m a , está claro que en el acto de fe no h e m o s de c o - u n a exigencia, necesidad ó tendencia n a t u r a l de nuestro
nocerla clara, explícita y directamente, pues tal m a n e r a espíritu, u n a ley fisiológica de n u e s t r a personalidad que
de conocimiento es propio de la ciencia y no de la fe, que aspira á Dios, que desea unirse con él como t é r m i n o n e -
se f u n d a siempre en la autoridad, y como si d i j é r a m o s , cesario de sus aspiraciones y deseos; error que ha pasado
en la ciencia ó conocimiento a j e n o . Mas, si no un cono- y a al l e n g u a j e vulgar y que confunde la Religión con el
cimiento claro é inmediato de la verdad, a l g u n a idea ó sentimiento religioso, y la fe con u n a cierta exaltación, c r e -
v i s l u m b r e de esta m i s m a verdad, siquiera sea c o n f u s a ó dulidad, sentimentalismo y entusiasmo del corazon. No;
parcial, debe preceder ó acompaña 1-
al acto de fe. Así, p o r la fe no es resultado del instinto ó ciego e n t u s i a s m o . E l
e j e m p l o , cuando creemos que Dios es uno en esencia y acto con que rendimos á Dios nuestro e n t e n d i m i e n t o aca-
t r i n o en personas, es cierto que no conocemos c l a r a m e n t e t a n d o las verdades que él nos revela, es el ejercicio m á s
la relación intrínseca y objetiva entre los conceptos que noble y elevado de n u e s t r a razón, el que m á s la levanta
c o m p o n e n esta proposición; pero t e n e m o s a l g u n a noticia y engrandece; es u n a conv : ccion del entendimiento y u n
ó idea de las p a l a b r a s Dios, naturaleza, persona, número, acto s u m a m e n t e racional, h a s t a el punto de que si no es
q u e entran en ella. L a razón de esto es m u y sencilla; p u e s racional no puede ser verdaderamente acto de fe, como

1 L. I I I , dis. 23. Quaest. n, a r t . 2. Solut. 2.


x Summa Theolog. 2." 2. a p. 4.® a r t . 2.
dice San Pablo Decir que el acto de fe es propio de los teoremas, le llega reflejada por otras verdades que, sir-
n u e s t r a inexperiencia y como infancia intelectual, y la viendo de medio ó p r e m i s a s á la demostración, iluminan
preparación para el completo desarrollo de nuestras f a - con s u s reflejos la verdad que se quiere demostrar. P e r o
cultades intelectivas, es t r a s t o r n a r todas las ideas, c o n - y a brillen con s u propia luz, impresionando i n m e d i a m e n -
f u n d i r el orden natural con el sobrenatural, el cielo con t e n u e s t r a s f a c u l t a d e s , ya por la que reflejan en ellas los
la tierra y lo divino con lo h u m a n o ; porque si bien es principios en que e s t á n contenidas, el entendimiento siem-
verdad que en el orden natural creemos en la niñez lo pre las ve en sí m i s m a s , y es movido á j u z g a r por su evi-
que con la edad entendemos, t a m b i é n es cierto que allí dencia ó realidad objetiva. E s t a propiedad esencial del
donde acaba y se agota la f u e r z a progresiva de la razón, saber ó conocimiento científico no se halla en las v e r d a -
empieza el orden sobrenatural, y la fe en la revelación di- des que conocemos por la fe, ya sea divina, ya h u m a n a .
vina, á la que dará coronamiento la l u m b r e de gloria don- E n las cosas que sabemos por la autoridad, la evidencia
de se vean claramente las verdades que a d m i t i m o s ahora intrínseca y objetiva no aparece á nuestro e n t e n d i m i e n t o ,
p o r la fe. C o n c h a m o s , pues, que la fe implica siempre ni por sí m i s m a ó i n m e d i a t a m e n t e , ni en la verdad ó evi-
la razón, ya como potencia, y a como acto; su uso y e j e r - dencia de o t r a s . L a inteligencia que las revela, las conoce
cicio f o r m a n la base de todo acto de fe, y su hábito, ó sea de seguro i n t u i t i v a m e n t e y en sí m i s m a s ; pero nosotros, al
la facultad en sí m i s m a , es el tronco del cual, mediante afirmarlas por la fe, p r e s c i n d i m o s de tal m a n e r a de cono-
la f u e r z a de la gracia, brota aquel acto soberano, por el cimiento y sólo nos a p o y a m o s en la autoridad de quien nos
cual s u j e t a m o s los entendimientos á la verdad, y la v o - las revela y descubre. Y ya que h a b l a m o s m á s p a r t i c u l a r -
luntad á la obediencia de los m a n d a m i e n t o s divinos, con- m e n t e de la fe sobrenatural y del asentimiento que p r e s t a -
quistando así los pensamientos y los afectos, el espíritu y mos á la doctrina revelada, debemos decir que los m i s m o s
el corazon, que es decir todo el hombre. teólogos que h a n escudriñado las regiones m á s p r o f u n d a s
Mas dirá alguno: si tanto la fe como la ciencia se a p o - de esta ciencia divina, al creer las verdades de la fe, á u n
y a n en la razón, ¿dónde está su diferencia? ¿Dónde el lí- aquellas que pueden alcanaarse por el natural discurso de
mite que las distingue y separa? ¿Dónde la línea que divide la razón, no se apoyan en la evidencia de e s t a s verdades,
el orden natural del sobrenatural? P a r a contestar á estas sino en la autoridad de Dios que las revela. Su fe podrá ser
p r e g u n t a s recordemos que el conocimiento científico d e s - m á s explícita, m á s clara é ilustrada que la del vulgo, p e r o
c a n s a siempre en la evidencia, presentándose los obje- estriba siempre en iguales principios; es á saber: en la p a l a -
t o s ó proposiciones al entendimiento por sí m i s m a s , r o - b r a de Dios que descubre y manifiesta la verdad. Por m a n e -
deadas del resplandor de su verdad y arrancándole el r a que el carácter propio y específico del conocimiento de fe
asenso, sin que le sea posible retener su juicio ó formarle n o consiste, c o m o algunos mal creyeron, en que las v e r d a -
equivocado. E s t a luz le viene á veces de los mismos ob- des que se proponen á n u e s t r a creencia excedan esencial-
jetos, como en los que l l a m a m o s primeros principios, ó lo m e n t e á n u e s t r a razón, p u e s entre ellas hay m u c h a s que en-
que en geometría se dicen axiomas-, y á veces, como en t r a n en el dominio de n u e s t r a s facultades, y que por lo t a n -
to pueden ser conocidas, y lo son en verdad, por el entendi-
m i e n t o , como es, por e j e m p l o , la existencia de Dios, sino
i Rom. XII. i .
e n que al afirmarlas por la fe d e s c a n s a m o s no en la ciencia v e r a c i d a d é infalibilidad de Dios, que así como al conocer
p r o p i a , sino en la autoridad, veracidad y ciencia a j e n a s . u n objeto no puede engañarse, así al dárnoslo á conocer
P o r esto dicen a c e r t a d a m e n t e los teólogos, que si bien la no puede inducirnos á error. E s t a certeza de la fe está
ciencia y la fe pueden convenir en el objeto material, de claro que es m á s firme que la de la ciencia; supuesto que
n i n g u n a m a n e r a pueden convenir en el formal, esto es, en la p r i m e r a se f u n d a en la veracidad de Dios, y la segunda
la f o r m a y m a n e r a como este objeto se presenta al cono- en la de n u e s t r a pobre y limitada razón; y si bien la m i s -
cimiento de la u n a y al de la otra. m a veracidad de n u e s t r a razón tiene que f u n d a r s e final-
P o r aquí se verá t a m b i é n que, a u n q u e los objetos f o r - m e n t e en la sabiduría y bondad de Dios, que no pudo do-
m a l e s sean diferentes en la revelación y en la ciencia, de t a r n o s de un medio de conocer que nos condujese f a t a l -
n i n g u n a m a n e r a son encontrados ú opuestos, p u e s u n a m e n t e al error, este f u n d a m e n t o , como se ve, es mediato y
m a n e r a de conocer no excluye á la otra, sino a m b a s pue- m u y remoto, mientras que en el acto de fe nuestro apoyo
den coexistir m u y bien en nuestro entendimiento. Por e n la divina sabiduría y veracidad es próximo é inmedia-
v e n t u r a , ¿no conocemos nosotros algunas cosas por evi- to. Y m á s ; a u n q u e las cosas que creemos las creemos
dencia intrínseca que t e n e m o s de ellas, por haberlas p e r - p o r q u e la Iglesia nos las revela, nuestro consentimiento
cibido claramente por los sentidos, ó por cualquiera de no p á r a ni se t e r m i n a en la autoridad de la Iglesia, m a s
n u e s t r a s facultades cognoscitivas, y otras por la evidencia p a s a adelante h a s t a llegar á Dios, fiador y autorizador de
extrínseca, esto es, por la autoridad de quien las vió por nuestro asentimiento, y que por el medio infalible de su
sí mismo? ¿Acaso no e s t a m o s igualmente seguros de lo Iglesia nos declara y da á entender la verdad que se sirve
que a f i r m a m o s en uno y en otro conocimiento? Y áun revelarnos. D e suerte que, en último resultado, en Dios
acerca de un m i s m o objeto, ¿no p o d e m o s por v e n t u r a t e - está la resolución, el apoyo y el último paradero de n u e s -
ner ciencia y fe, conocimiento intuitivo, mediato ó i n m e - t r a fe, y en su verdad d e s c a n s a m o s como en roca firmísi-
diato, pero intrínsecamente evidente, y certeza f u n d a d a m a é incontrastable; porque s e g ú n dice un antiguo, así
en la autoridad, testimonio y ciencia de otro? c o m o la unidad se dice ser u n a por sí m i s m a , y la bondad
L a segunda diferencia que separa el acto ó conocimien- es b u e n a por sí m i s m a , sin que h a y a razón extraña por la
t o de fe del conocimiento científico, consiste en el grado cual se pueda probar que la u n i d a d es u n a y la bondad es
de firmeza que p r e s t a m o s á uno y á otro asentimiento. E n b u e n a , y en esto p a r a m o s sin proceder adelante b u s c a n d o
las verdades que conocemos por la ciencia, n u e s t r a certeza razones, así el m i s m o Dios, s u m a verdad y veracidad ine-
se f u n d a en la n a t u r a l e z a de nuestras facultades cognos- fable, y p o r quien se cree todo lo que se debe creer, lleva
citivas, que tienden n a t u r a l m e n t e á darnos una idea de los en sí los testimoniales de su revelación, y h a r t a y satisfa-
objetos que nos r e p r e s e n t a n , idea que varía según sea la ce al a l m a dándola á beber de los raudales de verdad y
n a t u r a l e z a de la potencia que la percibe; pero que siempre s a b i d u r í a que surgen de su infinita esencia.
nos conduce al conocimiento de la verdad, y nos guía y L a tercera diferencia que separa los dos conocimientos
endereza en los juicios que f o r m a m o s de las cosas que está en el principio de donde proviene la adhesión ó fije-
conocemos. E n lo que alcanzamos por fe divina la firme- za de la m e n t e al objeto conocido, pues en el conocimien-
z a é incontrastabilidad de nuestro asenso estriba en la to científico procede solamente de las f u e r z a s n a t u r a l e s
de la razón; m i e n t r a s que en la fe procede de la virtud cipios de n u e s t r a razón y al orden y providencia de D i o s
sobrenatural de la gracia que penetra nuestro sér y exci- sobre el h o m b r e .
t a n u e s t r a voluntad, y nos mueve y esfuerza á asentir á las- D e c i m o s que es posible físicamente lo que no es c o n -
v e r d a d e s de la fe con una firmeza mayor sin n i n g u n a com- t r a r i o al orden de la n a t u r a l e z a , á las leyes que gobiernan
paración que la que prestamos á la evidencia de los cono- el m u n d o ni á las esencias y propiedades de los séres que lo
cimientos científicos y naturales. L a fe es obra de Dios; componen. Y a u n q u e D i o s trasciende todo el orden físico
la revelación cristiana no es un sistema filosófico, una es- natural, y en sus actos no tiene que estar atenido a b s o l u -
peculación m á s ó ménos trascendental, m á s ó m é n o s bella t a m e n t e á estas leyes, pues el que las hizo las puede d e s -
y harmonizada con las tendencias de nuestro espíritu, hacer, es cierto, sin e m b a r g o , que la e n s e ñ a n z a y revela-
sino u n a gran realidad que abraza á la vez los pensa- c i ó n de la verdad c o m u n i c a d a al h o m b r e por Dios no sólo
m i e n t o s y.los afectos, el espíritu y el corazon; y que p u - no es contraria á este orden n a t u r a l , antes conviene y
rificando, perfeccionando y como divinizando á todo el harmoniza con él a d m i r a b l e m e n t e . E n efecto, ¿en qué po-
h o m b r e , le une con lazos de a m o r con su Dios, su C r e a - dría f u n d a r s e el negar á Dios la facultad de descubrir ó
dor y su P a d r e . revelar al h o m b r e alguna verdad? ¿Qué dificultad p u e d e
E s t a unión empieza por la fe, continúa por la espe- haber en que Dios obre inmediata ó m e d i a t a m e n t e en el
r a n z a y es c o n s u m a d a por la caridad, y en todo y p o r a l m a del h o m b r e iluminando su entendimiento con la luz
todo es efecto de la gracia divina que obra en nosotros, y d e conocimientos que antes no tenía? L o que nosotros po-
á todas horas nos esfuerza, ayuda y engrandece. No nos demos h a c e r , ¿no lo podrá Dios con su poder infinito? Y
detendremos en demostrar la realidad de esta influencia si fuese dificultad el que no p o d a m o s entender cómo D i o s
divina en el a l m a del h o m b r e , porque esto nos llevaría siendo espíritu puro, p u e d e obrar en n u e s t r a inteligencia,
demasiado lejos, y nos empeñaría en una discusión que a u n no saliendo del orden de cosas de que h a b l a m o s ¿en-
debemos dar p o r resuelta en este ensayo; pero no d e j a r e - t e n d e m o s nosotros acaso cómo el a l m a excita en los órga-
m o s de indicar que en esta influencia nada hay contrario nos de nuestro' cuerpo el movimiento de donde procede la
á la sabiduría de Dios, principio y fin de todas las cosas, palabra, y cómo esta p a l a b r a que al fin no es m á s que u n a
que en él son, viven y se mueven, á cuya infinita virtud vibración del aire t r a s m i t i d a y comunicada al que la oye,
n a d a se resiste y que con su soberana eficacia puede mo- excita en él las m i s m a s ideas, pensamientos, afectos é im-
ver como le plazca la voluntad del h o m b r e según los fines presiones que hay en nosotros? Si la inteligencia recibe
de su altísima Providencia. ordinariamente las ideas, ó m á s bien, los elementos de
Habiendo señalado las diferencias que distinguen el co- las ideas, por los sentidos, ¿por qué no podrá Dios obrar
nocimiento científico del conocimiento que se alcanza por sobre n u e s t r a s f a c u l t a d e s efectos que p r e s e n t e n á la i n t e -
la fe, comparado los elementos análogos de una y otra, y ligencia los e l e m e n t o s necesarios p a r a la formacion de
visto cómo estos elementos no se excluyen, antes pueden las nociones que quiera i m p r i m i r en nuestras almas? Y por
coexistir m u y bien en un s u j e t o , consideremos en su con- otra parte ¿qué dificultad hay en que Dios, espíritu ^ u r o ,
j u n t o esta fe y e n s e ñ a n z a divina, y veamos h a s t a qué se comunique i n m e d i a t a m e n t e á nuestro espíritu y le hable
p u n t o es f í s i c a m e n t e posible, y si se opone ó no á los prin- por sí m i s m o directamentente, y excite en él los conceptos
ó representaciones ideales de las cosas que nos quiera d a r s u s amores, s u s gozos inefables, su corazon en fin y p a r -
á conocer? ¿Hay en esto algo que derogue á la B o n d a d y t e de lo que vive en aquella altísima é inescrutable e s e n -
Sabiduría infinita, ó que no se c o n f o r m e a d m i r a b l e m e n t e cia. Así como Dios se habla á sí m i s m o produciendo y
con su divina Providencia, y con su a m o r y m i s e r i c o r d i a engendrando e t e r n a l m e n t e su Verbo, quiso hablar t a m b i é n
infinita p a r a con el h o m b r e , necesitado, como h e m o s vis- y p r o n u n c i a r su p a l a b r a á la criatura racional y derivar
to en el capítulo cuarto de este ensayo, de u n guia y d e en ella una corriente de la eterna, infinita, incomprensible
u n a enseñanza sobrenatural para llegar al fin á q u e le d e s - sabiduría en que se a b i s m a la divina esencia. E s t a c o r -
tinó esta m i s m a Providencia? riente de la divina revelación, salida d i r e c t a m e n t e de la
L a posibilidad y á u n el hecho de la revelación, es u n a boca de Dios y c o m u n i c a d a al p r i m e r h o m b r e , repartida
de las tradiciones m á s constantes y u n i v e r s a l e s q u e ha y d e r r a m a d a á los que de él procedieron, se f u é a c a u d a -
conservado el l i n a j e h u m a n o ; de suerte q u e si n e g a r q u e lando con las revelaciones particulares que el m i s m o Dios
D i o s p u e d a revelarnos alguna verdad sería d e s a t i n o y blas- se dignaba hacer de vez en cuando á los que llenaba de
f e m i a , d u d a r que la haya realmente revelado, es d e s m e n - su espíritu. Así iba Dios guiando á la H u m a n i d a d por el
tir u n o de los hechos m á s auténticos que r e g i s t r a la h i s - sendero de las d i v i n a s enseñanzas; de esta m a n e r a la iba
toria, oponerse al testimonio universal del l i n a j e h u m a n o a m a e s t r a n d o y p r e p a r a n d o p a r a la c o m p l e t a revelación y
y d u d a r de la claridad del astro del dia c u a n d o b a ñ a el adoctrinamiento á que la tenía predestinada; y llegada la
m u n d o con sus deslumbrantes resplandores. plenitud de los tiempos, habiéndonos Dios hablado m u c h a s
L a soberana Majestad de Dios, esencia p u r í s i m a y s u b - veces, y de m u c h a s m a n e r a s por los patriarcas y por los
sistente, principio y fin de todos los séres, m a r océano de profetas, nos habló finalmente por su H i j o , p a l a b r a s u s t a n -
c u a n t a s perfecciones es posible i m a g i n a r , c u a n d o , al de- cial de Dios, sabiduría eterna, resplandor y figura de la
cir del poeta teólogo divina sustancia, grandiosa aparición de la gracia y m i -
sericordia de Dios en la tierra, y en la cual todos v i m o s
In sua eternità di tempo f u o r e su gloria, gloria c o m o del Unigénito del P a d r e , llena de
F u o r d' ogni comprender, com ei piacque gracia y de verdad. E n este Verbo Divino se resumieron
S' aperse in nuovi amor 1' Eterno Amore, todas las revelaciones que le habían precedido; en E l se
j u n t a r o n y carearon la verdad y la profecía, la figura y lo
d e r r a m ó sobre t o d a s las criaturas q u e c o m p o n e n este figurado, la s o m b r a y el cuerpo, la imágen y la realidad.
m u n d o visible una parte de las g r a n d e z a s y perfecciones É l confirmó las verdades que Dios h a b i a hablado antes
que en sí m i s m a atesoraba. Y no c o n t e n t a con e s t a comu- por los profetas, aclaró las dudosas y oscuras, desvaneció
nicación y manifestación de sí propia en el orden n a t u r a l , con los rayos de su soberana claridad las nieblas que s o -
despues de haber criado al h o m b r e , al cual h a b í a dotado bre m u c h a s habían esparcido los vicios y perversidades
de la facultad de conocer y a d m i r a r la alteza de e s t a s per- de los h o m b r e s , mostró y patentizó el sentido de las que
fecciones e s t a m p a d a s por la divina s a b i d u r í a en el libro sólo se sabían en símbolo y en profecía, y añadió otras
de la creación, quiso manifestarle d i r e c t a m e n t e s u s pen- nuevas m á s sublimes, m á s magníficas y prodigiosamente
s a m i e n t o s y con ellos comunicarle algo de s u vida í n t i m a , divinas, cerrando así el círculo d é l a s celestiales e n s e ñ a n z a s
que la benignidad soberana habia decretado c o m u n i c a r á lo que revela el d o g m a y lo que enseña la ciencia, p u e s
los h o m b r e s . aquí los dos objetos se identifican, ó m á s bien, son un solo
Considerando en su c o n j u n t o esta s u m a de verdades, y m i s m o objeto al cual tienden la ciencia y la fe, si bien
pueden dividirse en t r e s clases. A la p r i m e r a pertenecen por distintos caminos; la ciencia por el conocimiento y
las que siendo n a t u r a l m e n t e asequibles á n u e s t r o e n t e n - por la evidencia intrínseca, directa é i n m e d i a t a , y la fe
miento, como por ejemplo, la existencia de Dios, nos son por el indirecto de la autoridad ó evidencia extrínseca y
reveladas por la divina B o n d a d , ya p a r a ejercitar n u e s t r a mediata.
fe y engrandecer y magnificar nuestro e n t e n d i m i e n t o , ya Acerca de las verdades del segundo g r u p o , es á s a b e r ,
p a r a que las p o d a m o s conocer con m á s facilidad, firmeza aquellas cuya existencia ignoraríamos á no ser por la r e -
y prontitud, y servirnos de ellas p a r a el fin á que debe en- velación, pero que s u p u e s t a ó verificada ésta, las p o d e m o s
derezarse n u e s t r a vida. alcanzar n a t u r a l m e n t e , tampoco es posible la c o n t r a d i c -
L a segunda clase abraza las que si bien no pueden ser ción ó disidencia. P o r q u e como despues de sabidas p o r la
conocidas en cuanto á su existencia p o r la razón, u n a vez fe en c u a n t o á su existencia, e n t r a n ya en el dominio de
sabida y conocida esta existencia, el e n t e n d i m i e n t o las la razón, la dificultad podrá venir del hecho de la revela-
conoce y discurre acerca de ellas por s u s razones propias; ción, m a s no de la verdad que es revelada. E n cuanto al
tales son m u c h a s de las verdades ó misterios de la vida, hecho de la revelación es cierto, como se ha dicho v a r i a s
m u e r t e ó Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, las cuales, veces, que Dios no nos m a n d a creer ligera ó livianamente,
como consiguientes á la existencia de la E n c a r n a c i ó n del sino sobre t a n buenas prendas, que el acto de fe no sólo
H i j o de Dios, no podemos conocerlas sino s u p u e s t o este e s e m i n e n t e m e n t e racional, sino imperado á la razón por
misterio; pero, ya sabido y admitido, las conoce n u e s t r a la fuerza incontrastable de los a r g u m e n t o s y motivos de
razón de igual m a n e r a que conoce cualquier otro hecho ó credibilidad de que viene acompañado.
a c o n t e c i m i e n t o análogo. L a dificultad principal está en las verdades que h e m o s
A la clase tercera pueden referirse las que s o b r e p u j a n - puesto en la tercera clase, es á saber, en aquellas que
do t o d a la f a c u l t a d de la naturaleza criada, y no teniendo trascendiendo absolutamente las f u e r z a s de n u e s t r a r a z ó n ,
de ellas idea ó conocimiento d i r e c t o , ni p u d i e n d o , por j a m a s hubiéramos podido conocerlas ni tenido de ellas la
consiguiente, ser conocidas ni en su existencia ni en su más leve noticia, no sólo en lo que toca á su esencia, pero
esencia por el entendimiento, sólo p o d e m o s f o r m a r idea áun en lo que se refiere á su existencia, á no h a b é r n o s l a s
ó concepto de ellas por analogía, comparación ó s e m e j a n - Dios revelado. Así, la cuestión que hay que resolver es la
z a con otros objetos conocidos n a t u r a l m e n t e . E n este g r u - siguiente: ¿Puede Dios revelar al h o m b r e verdades que
po ó clase e n t r a n los misterios m á s altos y a u g u s t o s de exceden el alcance de su razón? ¿Opónese á la sabiduría,
la fe, como por ejemplo, la S a n t í s i m a T r i n i d a d , la E n - bondad y d e m á s grandezas y atributos divinos? ¿ R e p u g n a
carnación y otros s e m e j a n t e s . tal vez á la condicion y á las exigencias de la n a t u r a l e z a
P o r lo que toca á las p r i m e r a s , pudiendo ser percibidas h u m a n a ? Que puedan existir estas verdades, sería t e m e r i -
á la vez por la razón y por la divina autoridad de la f e , dad y locura negarlo; pues si por un lado la imperfección
está claro que objetivamente no cabe contradicción e n t r e y los límites necesarios de nuestro entendimiento n o s
122 Comparación entre la ciencia y la fe 123

muestran que sobre lo poco que conocemos existe u n t a x . E l exceder u n a verdad las fuerzas de la r a z ó n no e s
m u n d o de ideas que exceden i n m e n s a m e n t e el alcance de ser contra ella; u n a cosa es superar el dominio de n u e s t r a
n u e s t r a s facultades, por otro, mirando á la grandeza y inteligencia, y otra m u y diferente oponerse á lo que esta
m a j e s t a d de Dios, no sólo es convenientísimo que su esen- m i s m a inteligencia conoce. Lo que excede á la razón está
cia soberana contenga, conozca y pueda revelar cosas q u e e n una esfera superior á s u s conocimientos; lo que la
sean sobre todo discurso, razón y entendimiento criado; contraría está en su m i s m a esfera, de suerte que p o d e m o s
antes, este m i s m o exceso de excelencia divina es confir- ver claramente la contradicción ó repugnancia. Cabal-
mación de su infinita perfección y grandeza, supuesto m e n t e u n a de las condiciones que implica siempre el acto
que Dios no sería Dios si pudiese ser comprendido p o r de fe, es que su objeto no se oponga ni contradiga á los
n u e s t r o s b a j o s y ruines entendimientos; y la enseñanza y principios de la razón; no porque esta haya de ser regla y
la ley divina no se mostrarían, al parecer, v e r d a d e r a m e n t e medida de las verdades de la fe, que esto sería t r a s t o r n a r
tales, si no contuviesen cosas, ideas ó verdades que exce- el orden de las cosas y hacer de nuestra pobre inteligencia
diesen la capacidad y los límites de la sabiduría h u m a n a . n o r m a de la divina, sino porque las verdades naturales y
E s t a s ideas tienen su realidad objetiva, y por tanto p u e - las sobrenaturales, procediendo de un m i s m o principio,
den ser conocidas. Dios las conoce, p e n e t r a su realidad, no pueden contradecirse. E l m i s m o Dios es autor de la
su extensión, s u s principios y consecuencias; y así c o m o razón y de la fe; de la luz inaccesible en que se abisma
las ve y conoce, p u e d e t a m b i é n darlas á conocer á otro la divinidad proceden estos dos rayos de luz que i l u m i n a n
entendimiento, si no en el n ú m e r o y extensión en que él al h o m b r e en los pasos de su vida. P o r tanto, si pudiese
m i s m o las entiende, á lo ménos en aquella cantidad y me- h a b e r disonancia entre las verdades que descubrimos á
dida que se compadece con la naturaleza de la inteligen- esta doble claridad, Dios se negaria á sí m i s m o , la v e r -
cia finita. E s t a manifestación por parte de Dios en nada dad se opondría á la verdad, nuestro entendimiento sería
r e p u g n a á su sabiduría y omnipotencia; pues habiéndose víctima de un engaño i n m e n s o , y por todo el orden i n t e -
d e t e r m i n a d o á revelar al hombre algunas verdades, pue-
de revelar todas las que le plazca dar á conocer á aquel I En todos tiempos debiera haberse admitido esto como axioma indiscutible; pero
nunca más que en este siglo, en que vemos á cada m o m e n t o ser demostradas verdaderas
á quien las revela. Por lo que toca á nosotros, así c o - proposiciones que antes habiau sido desechadas por falsas. L a ciencia actual parece te-
m o un h o m b r e simple ó idiota, dice Santo T o m á s , da- ner por encargo sorprender nuestra imaginación con descubrimientos, ya del orden e s -
peculativo, y a del práctico, que chocan extrañamente con nuestras ideas preconcebidas
ría manifiestas señales de estupidez y locura si dijese ser y con nuestros hábitos de pensar. E n las matemáticas, por ejemplo, donde debia s e r
falsas las verdades y principios de la filosofía, por no p o - ménos común este caso, por tratarse de juicios analíticos en que el predicado está inclui-
do en el sujeto y se deriva de él más 6 ménos mediatamente, hay innumerables proposi-
der él apearlos con su corta capacidad, así m u c h o m á s ne- ciones 6 teoremas cuyo sólo enunciado parece imposible ó absurdo. Así la m i s m a defini-
cio y estúpido sería el h o m b r e si tuviera por falsas las ción de las asíntotas parece implica contradicción; el teorema de que hay curvas que en
u n a porcion m á s 6 ménos considerable de su extensión no tienen tangente, que muchos
verdades que Dios le revela por no poderlas penetrar con • m a t e m á t i c o s daban p o r falso, ha sido demostrado verdadero con toda evidencia; y áun
su entendimiento flaco y limitado. todo el fundamento del cálculo diferencial semeja apoyarse en ideas erróneas y a v e n t u -
radas. Pues si el humano entendimiento es tan corto que no puede dar un paso en el co-
E l que uno no v e a ó no sea capaz de ver la relación i n - nocimiento de las cosas que están á su alcance sin tropezar con mil dificultades y miste-
rios, ¿cómo se a t r e v e r á á juzgar de las cosas inefables de Dios, y tantearlas con su pe-
trínseca entre el sujeto y el pronunciado ó atributo de u n a queñez y ratería, para decidir magistralmente si es posible ó imposible lo que la Divina
proposicion, no quiere decir que esta relación no e x i s - Bondad ha sido servida de manifestarle?
legible se extenderían las s o m b r a s de u n a d u d a infinita. luz del conocimiento de Dios todos los pueblos, gentes,
L o s principios de la razón n a t u r a l , dice Santo Tomás, r a z a s y naciones las m á s feroces por su crueldad y barbá-
son manifiestamente verdaderos h a s t a el punto de no po- rie, y a u n q u e m u y d e s e m e j a n t e s entre sí por índole, hábi-
derse ni siquiera i m a g i n a r ó sospechar su falsedad. Por t o s , leyes y costumbres, las ha sometido al yugo suavísi-
o t r a parte, como los principios de la fe están f u n d a d o s en m o de Cristo, anunciando á todos la paz y la a b u n d a n c i a
p r u e b a s evidentemente divinas, sería impiedad el creerlos de todos los bienes. T o d o s los cuales testimonios y c r e -
falsos; y supuesto que lo falso es lo único que se opone á denciales resplandecen con tal fulgor de celestial s a b i d u -
lo verdadero, como lo indica su definición, es a b s o l u t a - ría y del poder divino, que no hay entendimiento de h o m -
m e n t e imposible que u n a verdad de fe • contradiga á los b r e que, p a r a n d o en ellos su atención, no concluya que la
principios conocidos n a t u r a l m e n t e de la r a z ó n . fe c r i s t i a n a es verdaderamente obra de Dios. Por lo cual
P o r lo d e m á s , si estos d o g m a s son incomprensibles, son la m i s m a h u m a n a razón, coligiendo clara y manifiesta-
t a m b i é n irreprensibles; de suerte, que si nadie puede c o m - m e n t e de t a n t o s y tan firmes y espléndidos a r g u m e n t o s ,
prenderlos, nadie t a m p o c o puede descubrir contradicción que D i o s es el autor de esta fe, no tiene que hacer sino,
en lo que acerca de ellos alcanza; antes vienen acredita- depuesta toda d u d a y dificultad, prestarle plenísimo acata-
dos con testimonios t a n n u m e r o s o s , t a n admirables y e s - m i e n t o , teniendo por cierto que todo cuanto esta fe p r o -
pléndidos, que la m i s m a razón es f u e r z a quede p l e n a m e n - p o n e á los h o m b r e s como regla de sus creencias y de s u s
t e convencida de que n a d a hay m á s cierto, n a d a m á s s e - acciones, es enseñanza del m i s m o Dios z . F i n a l m e n t e , e s
guro, n a d a m á s estable y augusto, ni que se apoye en m á s tal, t a n poderosa é incontrastable la f u e r z a de estas razo-
firmes f u n d a m e n t o s que las enseñanzas de la fe. E s t a fe, n e s , q u e como dice un autor antiguo, podemos decir á
guia y m a e s t r a de n u e s t r a vida, enseña de salud y de salva- Dios con cierta arrogancia 2 : «Señor, si hay error en nues-
ción, destructora de todos los vicios, m a d r e fecunda y en- t r a creencia, tú m i s m o nos has engañado, p u e s los d o g -
gendradora de todas las virtudes, confirmada con el naci- m a s de n u e s t r a fe están confirmados con t a n t o s y t a l e s
miento, vida, muerte, resurrección y divina sabiduría de prodigios que solamente tú los pudiste hacer.»
su autor Jesucristo, y con s u s prodigios y profecías, esplen-
1 E s t e resumen de las pruebas de la verdad del Cristianismo está tomado al pié d e
d o r a d a con la luz de su celestial e n s e ñ a n z a , a d o r n a d a y la letra de la magnífica Encíclica de Pió I X , dirigida en 9 de Noviembre de 1846 á to-
enriquecida con toda suerte de g r a n d e z a s y prerogativas, dos los Patriarcas, Primados, Arzobispos y Obispos.
2 Ricardo de San Víctor (De Trini 1.1, 2).
exclarecida con las predicciones de los profetas, con el
l u s t r e de los m i l a g r o s , con la constancia de los m á r -
tires, con la gloria de los Santos, g o b e r n a n d o el m u n d o
con leyes s a p i e n t í s i m a s , y cobrando mayor f u e r z a y vigor
del hierro de las persecuciones, ha recorrido el á m b i t o de
la tierra y señoreádolo con la enseña vencedora de la cruz;
y destruida la dominación de los falsos dioses, y a r r o l l a -
das las tinieblas de los errores y derribados y puestos de-
bajo de sus pies todos sus enemigos, h a iluminado con la
s e c r e t a m e n t e las j u n t a , a n i m a y vivifica? Si existe r e a l -
m e n t e esta m a n e r a de relación y dependencia, ¿en qué
consiste? ¿Cuál es su naturaleza? ¿Dónde está el principio,
la razón y causa que la producen? E s t a s preguntas, como
CAPITULO VII. e s evidente, adelantan un paso m á s la cuestión que p r e -
t e n d e m o s resolver en este ensayo; p u e s no solamente su-
ponen la imposibilidad del conflicto ó desacuerdo entre la
MÚTUA INFLUENCIA E N T R E LA CIENCIA Y LA F E .
ciencia y la fe, sino que plantean en términos claros y
precisos el problema de su intrínseca y necesaria h a r m o -
nía, y tienden á determinar y e s t a b l e c e r l a concordia viva,
OR lo que llevamos dicho h a s t a aquí, se ve que
p e r m a n e n t e é indestructible que entre a m b a s debe reinar.
I H ) ^ entre la ciencia y la revelación no puede haber
P a r a proceder con la debida claridad en la resolución
oposicion intrínseca y esencial. A m b a s tienen su
d e este problema, a s e n t a m o s como f u n d a m e n t o de c u a n t o
base en n u e s t r a alma; en ella se e n c u e n t r a n e s -
vamos á decir, que a u n q u e la ciencia y la fe t e n g a n su
t o s dos rayos de luz que, emanados del trono de Dios, vie-
base en n u e s t r a a l m a y áun en u n a m i s m a potencia ó fa-
nen á iluminar el entendimiento del h o m b r e y á revelarle
cultad que, como h e m o s visto en otra parte, es el e n t e n -
el esplendor de las maravillas divinas; y así como la luz
dimiento, por ningún caso pueden confundirse ni identi-
no se opone á la luz, tampoco se oponen ó contradicen la
ficarse, ni áun ser colocadas en una m i s m a línea ó nivel.
fe y la ciencia, la razón divina y la h u m a n a , la verdad
No son dos h e r m a n a s que, nacidas de un m i s m o padre,
increada, subsistente é infinita, y la creada, defectible y
sólo se diferencian en la edad y en las preeminencias; m u -
finita.
cho m é n o s son dos h e r m a n a s gemelas, salidas estrecha y
Mas ya que al caer estos dos rayos sobre el fondo de
f r a t e r n a l m e n t e abrazadas del seno de la eternidad, como
nuestra alma no se opongan é interfieran x , ¿la impresiona
decia no há m u c h o un revolucionario, creyendo tal vez
cada cual por sí y á su m a n e r a , sin relación ó influencia
con esto dar m u e s t r a de catolicismo. Por sublimes que
del uno p a r a con el otro? Ó, m á s bien, ¿se j u n t a n é influ-
sean los conocimientos con que pueda enriquecerse la r a -
yen recíprocamente, acrecentando a m b o s por u n a opera-
zón del h o m b r e en su desenvolvimiento científico, s i e m -
ción misteriosa su eficacia y la intensidad de su propio
pre llevarán en su f r e n t e la m a r c a del b a j o metal de la fa-
resplandor? Ademas de la relación negativa de no o p o -
cultad que los ha engendrado, m i e n t r a s que el conoci-
nerse las unas á las otras las verdades que enseña la fe
miento adquirido por la fe, áun depositado en n u e s t r a fla-
y las que d e m u e s t r a la razón, ¿existe p o r v e n t u r a entre
ca razón, destellará hermosísimos resplandores, testigos
ellas una relación positiva y necesaria, una cierta h a r -
de su origen divino. P o r q u e aquel es u n conocimiento im-
moniosa unidad, u n a especie de afinidad ó parentesco que
perfecto, b a j o , defectible y caedizo; éste, firme, macizo é
indefectible. L a fe tiene su origen en el cielo y recibe dere-
i Aunque el verbo interferir no esté en el Diccionario de la Lengua Castellana, cree-
mos que nos será aprobado su uso para expresar una cierta acción que e j e r c e n entre sí
c h a m e n t e de él los rayos de su claridad, m i e n t r a s que la
dos rayos luminosos al caer' oblicuamente el uno sobre el otro, acción conocida e n ó p - ciencia b r o t a de un ser terreno, y conserva rastros de s u
t i c a con el nombre de interferencia.
s e c r e t a m e n t e las j u n t a , a n i m a y vivifica? Si existe r e a l -
m e n t e esta m a n e r a de relación y dependencia, ¿en qué
consiste? ¿Cuál es su naturaleza? ¿Dónde está el principio,
la razón y causa que la producen? E s t a s preguntas, como
CAPITULO VII. e s evidente, adelantan un paso m á s la cuestión que p r e -
t e n d e m o s resolver en este ensayo; p u e s no solamente su-
ponen la imposibilidad del conflicto ó desacuerdo entre la
MÚTUA INFLUENCIA E N T R E LA CIENCIA Y LA F E .
ciencia y la fe, sino que plantean en términos claros y
precisos el problema de su intrínseca y necesaria h a r m o -
nía, y tienden á determinar y e s t a b l e c e r l a concordia viva,
OR lo que llevamos dicho h a s t a aqui, se ve que
p e r m a n e n t e é indestructible que entre a m b a s debe reinar.
I H ) ^ entre la ciencia y la revelación no puede haber
P a r a proceder con la debida claridad en la resolución
oposicion intrínseca y esencial. A m b a s tienen su
d e este problema, a s e n t a m o s como f u n d a m e n t o de c u a n t o
base en n u e s t r a alma; en ella se e n c u e n t r a n e s -
vamos á decir, que a u n q u e la ciencia y la fe t e n g a n su
t o s dos rayos de luz que, emanados del trono de Dios, vie-
base en n u e s t r a a l m a y áun en u n a m i s m a potencia ó fa-
nen á iluminar el entendimiento del h o m b r e y á revelarle
cultad que, como h e m o s visto en otra parte, es el e n t e n -
el esplendor de las maravillas divinas; y así como la luz
dimiento, por ningún caso pueden confundirse ni identi-
no se opone á la luz, tampoco se oponen ó contradicen la
ficarse, ni áun ser colocadas en una m i s m a línea ó nivel.
fe y la ciencia, la razón divina y la h u m a n a , la verdad
No son dos h e r m a n a s que, nacidas de un m i s m o padre,
increada, subsistente é infinita, y la creada, defectible y
sólo se diferencian en la edad y en las preeminencias; m u -
finita.
cho m é n o s son dos h e r m a n a s gemelas, salidas estrecha y
Mas ya que al caer estos dos rayos sobre el fondo de
f r a t e r n a l m e n t e abrazadas del seno de la eternidad, como
nuestra alma no se opongan é interfieran x , ¿la impresiona
decia no há m u c h o un revolucionario, creyendo tal vez
cada cual por sí y á su m a n e r a , sin relación ó influencia
con esto dar m u e s t r a de catolicismo. Por sublimes que
del uno p a r a con el otro? Ó, m á s bien, ¿se j u n t a n é influ-
sean los conocimientos con que pueda enriquecerse la r a -
yen recíprocamente, acrecentando a m b o s por u n a opera-
zón del h o m b r e en su desenvolvimiento científico, s i e m -
ción misteriosa su eficacia y la intensidad de su propio
pre llevarán en su f r e n t e la m a r c a del b a j o metal de la fa-
resplandor? Ademas de la relación negativa de no o p o -
cultad que los ha engendrado, m i e n t r a s que el conoci-
nerse las unas á las otras las verdades que enseña la fe
miento adquirido por la fe, áun depositado en n u e s t r a fla-
y las que d e m u e s t r a la razón, ¿existe p o r v e n t u r a entre
ca razón, destellará hermosísimos resplandores, testigos
ellas una relación positiva y necesaria, una cierta h a r -
de su origen divino. P o r q u e aquel es u n conocimiento im-
moniosa unidad, u n a especie de afinidad ó parentesco que
perfecto, b a j o , defectible y caedizo; éste, firme, macizo é
indefectible. L a fe tiene su origen en el cielo y recibe dere-
i Aunque el verbo interferir no esté en el Diccionario de la Lengua Castellana, cree-
mos que nos será aprobado su uso para expresar una cierta acción que e j e r c e n entre sí
c h a m e n t e de él los rayos de su claridad, m i e n t r a s que la
dos rayos luminosos al caer' oblicuamente el uno sobre el otro, acción conocida e n ó p - ciencia b r o t a de un ser terreno, y conserva rastros de s u
t i c a con el nombre de interferencia.
h u m i l d e nacimiento. Aun en su f o r m a exterior se ve que existe en la razón y la revelación otro linaje de relacio-
si la fe es la maestra, la ciencia es su discípula; si aquella nes que, a u n q u e extrínseco y accidental, es, sin embargo,
es la señora, esta es la criada; si aquella es la reina, esta reflexivo, directo y consciente, y por ellas la razón, como
x verdadera sierva y criada de la fe, la sirve, h e r m o s e a y
es la sierva y la vasalla . Con todo, y á pesar de las gran-
des diferencias que las separan, cuando las dos se j u n t a n engalana, y se há con ella como con su reina y señora.
en n u e s t r a a l m a se asisten y ayudan h e r m a n a b l e m e n t e , y L o primero que hace el alma del hombre al entrar en
se c o m u n i c a n la u n a á la otra s u s propios dones; de suer- ella la luz de la fe, es recibirla libre y e s p o n t á n e a m e n t e .
te que si la ciencia da algo á la fe, esta le devuelve con cre- E l acto de creer es un acto vital, u n a actividad del a l m a
ces lo que de ella ha recibido, resultando de aquí u n a cor- en su grado m á s alto de energía, un desarrollo maravillo-
r e s p o n d e n c i a admirable y el acuerdo perfectísimo con que so de la eficacia de la razón. Nosotros no podríamos
c u m p l e n a m b a s sus providenciales destinos. D e esta m a - creer, dice á boca llena San Agustín, y con él todos los
ravillosa influencia v a m o s á hablar en este capítulo, e x - teólogos, si no tuviésemos alma racional. L a gracia no
plicando su naturaleza, s u s efectos y el carácter de la uni- destruye ó elimina á la naturaleza, sino que la a g r a n d a ,
dad que de ella resulta. la ennoblece y la perfecciona. L a razón, esto es, el a l m a
L a fe, como h e m o s dicho varias veces, m á s que descu- en cuanto es racional, abraza las verdades que Dios p r o -
brimiento que hace el h o m b r e en una esfera de conoci- pone á su creencia, en cuanto levantada, fortalecida y su-
miento extraña á él, es la revelación que hace Dios de sí b l i m a d a por Dios al orden de las cosas sobrenaturales, las
en el a l m a h u m a n a , levantando él m i s m o el velo que le percibe, y percibiéndolas se da cuenta de ellas, y las a d -
oculta y difundiendo en nuestro entendimiento los r a y o s mite con voluntario, libre y completo asentimiento. El
de su divina claridad. Al hacernos Dios e s t a revelación, sol de la verdad, penetrando en la inteligencia, desen-
ya hemos visto cómo no p e r m a n e c e n ociosas é i n a c t i v a s vuelve en ella un gérmen de vida divina, iluminándola y
las f u e r z a s de n u e s t r a a l m a , sino que cooperando á la exclareciéndola con el conocimiento de los misterios de
divina eficacia y participando de la vida y actividad so- Dios, y vencido el corazon por la luz divinamente a p a -
b e r a n a , ejerce de diferentes m a n e r a s su propia actividad, cible que rodea estos misterios, reconoce en ellos la p r e -
conoce m u c h a s verdades necesarias á su felicidad y b i e n - sencia d é l a Soberana Majestad, los abraza libre y expon-
a v e n t u r a n z a , y se levanta á las regiones altísimas donde t á n e a m e n t e , y escucha con f e humilde y a m o r o s a las
respira el a m b i e n t e que rodea á la divina esencia. F u e r a palabras que esta divina Providencia se digna hablar á
de esta acción de n u e s t r a a l m a en la producción del acto s u s oidos. E n esto, al paso que hace uso de su más noble
de la fe, acción o r d i n a r i a m e n t e irreflexiva é inconsciente, prerogativa, realiza la m á s bella y sublime relación que
p u e d e tener con la Deidad, a m a y adora el principio de
i L a inferioridad de la ciencia y de la filosofía respecto de la fe, y su actitud p a r a donde procede y ejerce u n a acción saludable y meritoria,
con ella, las expresó por m a n e r a muy elegante uno de nuestros antiguos filósofos con
estas palabras: Si Agar et Ismael, Sara et Isaac, concordes et obedientes esse velint, ma-
rindiendo su entendimiento á la verdad de Dios, y tenien-
neant in domo Abrahae; sin auter.i insolescant et repugnent rixasque et jurgia excitent, do por cierto, firme é incontrastable lo que no alcanza por
domo ejiciantur et exulent; sic philosophi hactenus legendi et probandi sunt qno ad ve-
ritati et pietati consenserint atque inservierint; sin autein quid effutürint divinis decre-
sí m i s m a con la luz de su razón, pero que viene afianzado
tis alienum, deserendi sunt et rejiciendi. (Benedicti P e r e r i i De communibus o m n i u m re- p o r la autoridad divina.
r u m naturalium principiis—in Praefatione.)
L a segunda relación que tiene la razón con la fe es que, t i a l y la causa de esta revelación; la cual, según iba acre-
como la palabra de Dios es no solamente luz que exclare- centándose y confirmándose con las palabras, milagros y
ce el entendimiento, sino fuego suavísimo que enciende ejemplos del H i j o de Dios, extendía c a d a vez más su e s -
el corazon, y lo dilata y lo levanta sobre sí con ardor i n - fera de actividad é iluminación, difundiendo en ellos el
creíble, este dulce y sabroso fuego, una vez metido en las conocimiento de la personalidad divina, y obligándolos á
entrañas, prende y arraiga en ellas, y aviva las potencias dar á conocer á los demás aquello m i s m o que habian oído,
y facultades del a l m a , y pasando á la lengua la mueve y la lo que habian visto, lo que habian tocado y palpado con
inspira y enriquece con palabras, y la convierte en prego- sus m a n o s acerca del Verbo de vida. T a l fué el principio
n e r a de aquella m i s m a fe que recibió por los sentidos. de la predicación cristiana. Así fué naciendo y dilatán-
E s t a fe no la predica la razón como verdad que haya des- dose la palabra de la fe; y recorriendo de boca en boca y
cubierto por sí m i s m a , ni como una série de conclusiones penetrando en todos los oidos y resonando en el alma de
ó consecuencias sacadas por ella razonando de los p r i n - todos, se derramó por el mundo h a s t a lograr que por el
cipios ó verdades que conocia de anteman o con la luz del instrumento de la razón h u m a n a la voz de las divinas mi-
conocimiento natural, ni siquiera como problema que hay sericordias haya sido oida h a s t a los últimos confines de la
que resolver con la f u e r z a del h u m a n o discurso, sino tierra.
como declaración del querer y saber de Dios, á la cual L a tercera clase de influencia que tiene la razón con la
tiene que rendirse el entendimiento del h o m b r e . Y a hemos fe es la parte que t o m a en definir, circunscribir y d e t e r -
dicho m u c h a s veces que el conocimiento de las verdades de minar con términos claros y precisos la doctrina en ella
la fe no lo alcanza el h o m b r e por los esfuerzos de su propia contenida. Dios, a l descubrir al hombre las verdades que
investigación, sino por d o n é infusión d é l a divina miseri- según los fines altísimos de su Providencia se sirve m a n i -
cordia. «Dios, que en otro tiempo habló á los p a d r e s m u - festarle, no está obligado á expresarlas en palabras ó f ó r -
c h a s veces y de m u c h a s maneras, últimamente nos habló m u l a s d e t e r m i n a d a s ni á seguir en su declaración un pro-
en estos postreros t i e m p o s por medio de su Unigénito H i - cedimiento científico ó dialéctico, sino que según las c i r -
jo.» «El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y to- cunstancias en que el h o m b r e se encuentra, ó según el
dos vimos su gloria, gloria como del Unigénito del Padre, querer y beneplácito de aquella soberana voluntad que
lleno de gracia y de verdad.» «Aquel que m a n d ó á la luz tiene en sí m i s m a la razón de s u s determinaciones, le va
que brotase de las tinieblas, É l m i s m o brilló y resplande- declarando las verdades que quiere, y en la f o r m a , orden
ció en nuestros corazones.» L a soberana E n c a r n a c i ó n del y m a n e r a que j u z g a convenientes al fin de su sabiduría.
H i j o de Dios f u é la manifestación personal de la D i v i n i - D e s p u e s de recibida la fe, viene su declaración y defini-
dad, y la iluminación m á s espléndida de la razón h u m a - ción de parte del hombre, auxiliado por la asistencia de
na. L o s discípulos conocieron á este Verbo divino g r a - Dios. A esta declaración y definición de la divina palabra
d u a l m e n t e , no por un procedimiento científico de i n v e s - han enderezado constantemente sus esfuerzos los escrito-
tigación ó curiosidad natural, sino por la revelación que res eclesiásticos, los teólogos y Santos Padres, y sobre
hacía de sí el m i s m o Verbo encarnado. L a luz que des- todo, la Iglesia, institución y persona moral á quien el
tellaba del rostro de Jesucristo era el principio, el m a n a n - m i s m o Dios entregó el depósito de las e n s e ñ a n z a s divinas
132 Mútua influencia

p a r a que lo guardara intacto, y lo promulgara, d e c l a r a r a S a n Anselmo á uno de sus tratados: Fieles queerens intellec-
y defendiera ante t o d a s las generaciones. E s t a Iglesia tum, esto es, la fe que busca el conocimiento de la verdad pro-
s a n t a , apostólica, universal, es el medio elegido por Dios, puesta á nuestra creencia. Porque, como dice m u y bien el
p a r a d a r n o s á conocer su voluntad, y el alcance y a m p l i - S a n t o T , así como el buen orden exige que ántes de que
t u d de sus enseñanzas. P a r a esto no se sirve ordinaria- p r e s u m a m o s escudriñar con nuestra razón los profundos
m e n t e de recursos dialécticos, polémicos ú oratorios, sino misterios de la fe cristiana, los creamos con fe divina, así
de la simple enunciación de la verdad, enderezada princi- parece una m a n e r a de negligencia y descuido, si, despues
p a l m e n t e á r e f o r m a r el corazon y arreglar y ordenar las d e estar confirmados en esta fe, no procuramos entender
c o s t u m b r e s . E s t a es la primera f o r m a de su enseñanza. aquello m i s m o que creemos. «No pretendo, Señor (añade
D e s p u e s viene el f o r m u l a r estas m i s m a s verdades en t é r - en otra parte) penetrar vuestra alteza, porque en n i n g u n a
m i n o s precisos, claros y concretos, presentándolas en su m a n e r a comparo con ella mi entendimiento; pero deseo
h e r m o s a unidad, en su divina h a r m o n í a y en sus m ú l t i - algún tanto entender vuestra verdad, la cual cree y a m a
ples relaciones. E s t o lo ha hecho principalmente en l o s m i corazon; y no pretendo entenderlo p a r a creer, sino creo
concilios generales, v a s t a s asambleas de la Iglesia d o c e n - p a r a entender 2 .»
te, en donde reunida la flor de la cristiandad con su ca- P o r donde claramente se ve que si la razón es discí-
beza visible, y presidiendo invisiblemente el m i s m o Dios, p u l a de la f e , es u n a discípula discreta y avisada, que
autor, inspirador y consumador de la fe, ha aclarado y de- aprende, r u m i a y se asimila la verdad que su m a e s t r a le
finido la verdad revelada con una precision de t é r m i n o s propone, que indaga y profundiza los d o g m a s de su celes-
cada vez m á s perfecta, clara y evidente. • tial enseñanza, que t r a t a de escudriñar su maravillosa uni-
d a d , su divina simetría y las pruebas que nos los hacen
Apoyados en estas aclaraciones, y estudiando m á s y
evidentemente creíbles é imposibles de ser atacados ó des-
m á s el depósito de 'las Divinas E s c r i t u r a s , y sobre todo,
truidos por los vanos discursos de la ciencia, ó m á s bien de
inspirándose en la luz superior de la gracia que i l u m i n a
la ignorancia h u m a n a . P a r a todo esto se sirve de los p r i n -
al a l m a m á s que todas las luces y esfuerzos del h o m b r e ,
cipios y conocimiento de las cosas naturales y de las ver-
los teólogos de todos los siglos han procurado reducir á
dades que ella m i s m a descubre con la luz de su investi-
f o r m a científica el cúmulo de verdades contenidas en la
gación, los cuales, a u n q u e de origen m á s b a j o que los
Revelación, desarrollándolas en un sistema ó cuerpo de
principios de la fe, le ayudan, sin embargo, p a r a mejor
doctrina, confirmándolas con las razones naturales, m o s -
entender á estos y para abrazarlos con mayor prontitud,
t r a n d o el ningún valor de los a r g u m e n t o s que contra ellos,
facilidad y alegría. Mas hay que t e n e r siempre en cuenta
pueden aducirse, haciendo ver su posibilidad, convenien-
que á pesar de la luz que pueda esparcir la razón sobre la
cia y áun necesidad, así física como moral, y sobre todo
verdad revelada, n u n c a deja esta de aparecer al e n t e n d i -
el hecho á todas luces incontestable de la divina Revela-
miento velada con la s o m b r a del misterio. L a razón p o -
ción. Así h a n conseguido levantar el edificio admirable de
d r á ver la posibilidad, conveniencia y h a r m o n í a de los
la ciencia teológica, s u p r e m a entre todas las ciencias, que
á todas las d o m i n a y preside, y cuya naturaleza y carácter I Cur Deui 'nomo, cap, 2.° lib. I.
e s t á h e r m o s a m e n t e indicado en el lema ó título que p u s o s Proslog. c. 1.
misterios propuestos por la fe, m a s no podrá quitarles s u caminos y nos hacen abrazar dulcemente esta soberana
oscuridad. E s m á s ; áun en esta m i s m a investigación, verdad.»
a u n q u e el entendimiento se sirva de los principios n a t u - E n cambio de los auxilios que la razón presta á la fe,
rales, es necesario que la fe le guíe en la aplicación de es- recibiéndola libremente, pregonándola, declarándola, d e -
tos m i s m o s principios, de suerte que la m i s m a fe, como finiéndola y enseñándola científicamente, la fe por su par-
dice San Anselmo, busque la inteligencia de los misterios te, desde la altura donde m a j e s t u o s a m e n t e resplandece,
y guíe y conduzca al entendimiento en su afanosa investi- ayuda á la razón, la esfuerza é ilumina, y por mil m a n e -
gación. P o r esto, como dice muy bien un filósofo ilustre, i ras la sublima, dignifica y engrandece.
«cuando los teólogos y doctores santos entran con su razón A p r i m e r a vista parece que una autoridad inapelable,
en el abismo de las excelencias divinas, no entran nunca en que exige absoluta obediencia y sumisión á sus decisiones,
él sin un secretísimo terror, y sin que la fe les vaya abrien- y cuya influencia se deja sentir principalmente en el s e -
do el camino. No se proponen sorprender en Dios secre- reno dominio de la ciencia, habia de ser contraria al des-
tos y maravillas ignoradas de la fe, sino sólo j u n t a r la arrollo del h u m a n o entendimiento, cortándole el vuelo y
lumbre de la razón con su l u m b r e , para ver por otro lado teniéndole asido y atado á sus decisiones absolutas é i n -
las m i s m a s maravillas y secretos; no van á ver en D i o s alterables. Mas estudiando la n a t u r a l e z a de esta a u t o r i -
cosas nuevas, sino á ver en él las m i s m a s cosas de dos dad, su aplicación á los diversos r a m o s ó esferas del s a -
m a n e r a s diferentes, y estas dos diferentes m a n e r a s de co- ber, y su acción é influencia tal como aparece'en la his-
nocerle vienen á ser dos m a n e r a s diferentes de adorarle.» toria del desenvolvimiento científico, se ve que, lejos de
D e esta suerte la fe ilumina á la razón, y ésta por s u abatir ó comprimir los vuelos al ingenio, lo levanta á una
parte procura de aclararse á sí m i s m a las verdades que esfera superior, extendiendo i n m e n s a m e n t e el c a m p o de
aquella le propone, resultando en el alma un gozo y d e - s u s investigaciones, y dándole un grado de penetración,
leite increíble en la contemplación de estas verdades. energía y vigor, de todo p u n t o maravilloso.
«Porque, como observa muy al propósito el padre F r a y P a r a conocer bien la influencia del cristianismo en el
L u i s de G r a n a d a 2, cuando se casa la fe con la razón y la desarrollo intelectual del género h u m a n o , hay que p r e s u -
razón con la fe, contestando la una con la otra, cáusase poner que el fin de Dios, al revelar al h o m b r e las verdades
en el á n i m o u n nobilísimo conocimiento de Dios, que e s de la fe, no f u é tanto ilustrar el entendimiento y dar p á -
firme, cierto y evidente; donde la fe nos esfuerza con su bulo á su investigación y deseo de conocer, c u a n t o enseñar
firmeza y la razón alegra con su claridad; la fe enseña á y m e j o r a r el corazon, y reducir la voluntad, potencia s u -
Dios encubierto con el velo de su grandeza; mas la razón p r e m a y directiva de los actos h u m a n o s , al camino de los
clara quita un poco de este velo para que se vea su her- divinos preceptos, del cual se habia extraviado. E l E v a n -
m o s u r a . E s t a s dos l u m b r e r a s j u n t a s deshacen todas las gelio, h e m o s dicho en otra parte, no es un sistema filosó-
nieblas, serenan las conciencias, quietan los entendimien- fico, sino u n a f u e r z a sobrenatural que acerca al hombre
tos, quitan las d u d a s , remontan los nublados, allanan los á Dios y le j u n t a con lazo estrechísimo de a m o r con su
inefable Esencia; m a s esto no lo hace sino iluminando la
1 Donoso Cortés en su Ensayo p. I . c. 2.
inteligencia
•z con la luz de la verdad, y proponiéndole doc- Símbolo de la
trinas y e n s e ñ a n z a s que ora pertenezcan al o r d e n especu- libertaron al género h u m a n o de la opresion, de la e s c l a -
lativo, ora al práctico y moral, son p a r a el creyente á la vitud y de la tiranía, esparciendo á la vez tesoros de doc-
vez q u e motivos p a r a allegarse más al Criador, principio trina y de salvadora e n s e ñ a n z a .
y revelación de los conocimientos m á s grandiosos y s u - L a luz, la doctrina, el verdadero adelantamiento de la
b l i m e s que p u e d a n ocupar su actividad. c u l t u r a h u m a n a , que han.provenido al m u n d o de este d i -
E s t a s doctrinas las propone y enseña la Iglesia donde vino magisterio, nosotros, los que vivimos en medio de es-
quiera que está y donde quiera que se extiende su i m p e - t a luz, a p e n a s lo p o d e m o s imaginar. «Antes de la a p a r i -
rio; y enviada por D i o s p a r a ser luz de las gentes, y m a e s - ción del cristianismo sobre la tierra, dice B a l m e s , a n t e s
t r a y educadora del género h u m a n o , las comunica á todos que la fe de la Cátedra de San Pedro se extendiese por el
sin distinción de sábio ó ignorante, de siervo ó de señor, m u n d o , borradas las nociones primitivas acerca de la D i -
de bárbaro ó civilizado; las aclara, explica y desenvuelve vinidad, la inteligencia h u m a n a vagaba al impulso de mil
á los que e s c u c h a n s u voz y las defiende de los que sor- errores y m o n s t r u o s a s quimeras; sintiendo la necesidad
dos á su l l a m a m i e n t o , desprecian su divina autoridad y de Dios, ponía en su lugar las creaciones de su i m a g i n a -
p o n e n obstáculos y dificultades á su e n s e ñ a n z a . ción. Mas despues que el inefable resplandor, descendien-
Sin duda alguna el conocimiento que da la fe de estas d o del seno del P a d r e de las luces, ha proyectado sobre to-
verdades no es u n conocimiento científico y demostrativo. da la tierra su claridad, las ideas relativas á la Divinidad
L a fe, como h e m o s dicho m u c h a s veces, se f u n d a en la quedan de tal m a n e r a fijas, llanas, sencillas, y al propio
autoridad, no en la demostración ni en la evidencia; la tiempo tan grandes y sublimes, que la razón h u m a n a p a -
Iglesia enseña a f i r m a n d o , no discutiendo; habla no con rece haberse con ellas dilatado y engrandecido. E l velo
p a l a b r a s persuasivas de h u m a n a sabiduría, m a s con d e - que cubría el origen del m u n d o ha sido descorrido, ha s i -
mostración de espíritu y poder. Non in Dialéctica voluit do determinado el fin de la creación, y el hombre ha r e c i -
Deus solvían facere popuhim suum, dice S a n Ambrosio. Y bido la llave que descifra los prodigios de que está lleno y
la razón de esto ya la habia dado S a n Pablo en unas p a l a - que le rodean 1 . » L o que dice B a l m e s de la idea de Dios y
b r a s que nunca serán b a s t a n t e m e n t e p o n d e r a d a s y a d m i - de las que de ella inmediatamente se consiguen, podemos
r a d a s , es á saber: porque no habiendo el m u n d o conocido afirmarlo de otras mil que, desconocidas ó e r r ó n e a m e n t e
en la sabiduría de Dios á Dios por sabiduría, agradó á i n t e r p r e t a d a s por la antigüedad, hoy están de tal m a n e r a
Dios salvar á los creyentes por la locura de la p r e d i c a - arraigadas en el entendimiento y en la vida social de las
ción. E s t a divina locura, esta sublime ignorancia y á pri- naciones cristianas, que por m u c h o que se t r a b a j e en o s -
m e r a vista h u m i l d e y abatida predicación, derribó de su curecerlas ó destruirlas, será m u y difícil ó de todo punto
alto asiento á la sabiduría de los filósofos y príncipes de imposible desarraigarlas. L a luz de la verdad divina, atra-
este siglo; y cuando ellos, con su vano filosofar y sus i n - vesando la tierra, va dejando rastros ó destellos que d u -
terminables discusiones^ no consiguieron m á s que hacer r a r á n e t e r n a m e n t e . Nadie puede sustraerse á la influencia
m á s densas las tinieblas de la ignorancia y m á s i n s o p o r - de su claridad, y áun aquellos que desvían de ella los
tables las consecuencias de la inmoralidad y de la tiranía,
la predicación de la ley de Cristo y la locura de su Cruz 1 P r o t e s t , n i , c. 69.
ojos, áun los que la maldicen y b l a s f e m a n , si algo ven, si fiende los f u e r o s de aquella no ménos que los derechos y
en ellos no se h a extinguido completamente la luz de la privilegios de esta; cuando los difunde y propaga c o n t r i -
razón, si no vagan todavía entre tinieblas absolutas é irre- buye eficacísimamente con su autoridad á la propagación
mediables, lo deben á aquella m i s m a luz que ilumina á de verdades que á la mayoría de los hombres serian de
todo h o m b r e que viene á este m u n d o , y que á despecho lenta, difícil y áun dudosa adquisición; y cuando los acla-
del m i s m o hombre le m u e s t r a siempre el camino de la ra con sus decisiones, aclara y enriquece la ciencia, y
verdad y los senderos de su suprema bienaventuranza. derrama sobre ella una luz superior que maravillosamente
L a Iglesia sostiene en sus manos esta a n t o r c h a divina; la ilumina y embellece. P u e s si consideramos lo que debe
ella es la columna, el apoyo y el f u n d a m e n t o de la v e r - la ciencia á la declaración de aquellos dogmas que exce-
den la razón h u m a n a , los misterios de la a u g u s t í s i m a
dad. E l l a mantiene, defiende, propaga y enseña á todo el
T r i n i d a d , por ejemplo, de la generación eterna del Verbo,
m u n d o los principios f u n d a m e n t a l e s del saber h u m a n o ,
de la E n c a r n a c i ó n del H i j o de Dios, de la doble naturale-
y siendo tres los objetos principales sobre que puede ver-
z a subsistente en unidad de persona, del S a c r a m e n t o de
sar nuestro conocimiento, es á saber: Dios, el hombre y
la E u c a r i s t í a , de la culpa original, de la gracia y prescien-
la naturaleza visible, sobre cada uno de ellos tiene ense-
cia de Dios, harmonizándose con la libertad del hombre,
ñanzas maravillosas, que lejos de oponerse á lo que la
¿quién puede imaginar los estudios profundísimos que
razón puede descubrir acerca de tales objetos, son como
h a n promovido acerca de la naturaleza divina y de la h u -
faros diseminados en todo el campo de sus investigacio-
m a n a , sobre el sér en sus diversas f o r m a s y realidades,
nes, p a r a guiarla y exclarecerla en su camino. Obligada á
sobre la relación entre lo infinito y lo finito, sobre la e s e n -
m a n t e n e r incólume el depósito que le ha sido confiado y
cia de la cantidad, sobre el principio y origen del hombre,
á explicarlo á los h o m b r e s y defenderlo de los que, cega-
la moralidad de s u s acciones, y su libertad igualmente
dos por su ignorancia ó impulsados por abatidas pasiones, alejada de un fatalismo desesperado, y de un orgullo y
le combaten y pretenden destruir, siempre y á todas horas engreimiento racionalista?
está dispuesta á dar razón de la fe que propone y de las di-
vinas esperanzas que la a n i m a n ; j a m a s transige ni con- Cierto que estos altísimos misterios, á pesar de los e s -
temporiza con lo que p u e d a m e r m a r , deslucir ó e m p a - fuerzos que haga la inteligencia p a r a entenderlos, p e r m a -
ñ a r t a n sagrado tesoro. Y como esta s u m a de dogmas ó necen impenetrables á n u e s t r a razón. L a fe, por firme é
verdades puede ser acometida por todos los flancos y ilustrada que sea, siempre es oscura, sobre todo respecto
en todos los t e r r e n o s , en todos se encuentra siempre la de las verdades que exceden nuestras facultades. T o d a la
Iglesia defendiéndola y a m p a r á n d o l a ; no dando paz á los claridad de la ciencia no llega á disipar las tinieblas que
entendimientos, antes aguijoneándolos de continuo é i m - ocultan los misterios divinos; m a s , como h a n advertido
filósofos ilustres, y como puede experimentarlo cualquie-
pulsándolos e n toda suerte de investigaciones que tiendan
ra que profundice í n t i m a m e n t e la naturaleza de la Reve-
á aclarar y sostener la divina verdad, y hermosearla con
lación, «no hay misterio ninguno entre los que nos enseña
t o d a suerte de resplandores.
la fe, y la Iglesia nos propone, que no reúna en sí, por
P o r de pronto, nadie negará que cuando la Iglesia en- u n a admirable disposición de Dios, dos cualidades que
seña principios que son comunes á la razón y á la fe, d e -
suelen a n d a r reñidas, la oscuridad y la evidencia. L o s cielo y en la tierra; se enlazan con el individuo, con la f a -
misterios católicos vienen á ser á m a n e r a de cuerpos á u n milia, con la sociedad, con Dios, con el entendimiento, con
m i s m o tiempo luminosos y opacos, y que de tal m a n e r a lo el corazon, con las lenguas, con la ciencia, con el arte. E l
s o n , que s u s s o m b r a s no pueden ser exclarecidas n u n c a investigador que no se acuerda de la religión, y que tal vez
por su luz, n i su luz oscurecida por s u s s o m b r a s , siendo b u s c a medios para combatirla, la encuentra en la e n t r a d a
p e r p é t u a m e n t e oscuros y p e r p é t u a m e n t e luminosos. Al y en la salida de los caminos misteriosos, j u n t o á la cuna
m i s m o t i e m p o que d e r r a m a n su luz por la creación, g u a r - del niño, como al umbral de los sepulcros, en el tiempo co-
dan p a r a sí sus s o m b r a s ; lo exclarecen todo, y no p u e d e n m o en la eternidad, explicándolo todo con una palabra, ar-
ser exclarecidos; todo lo penetran y son impenetrables; rostrando impasible los despropósitos de la ignorancia y
parece cosa absurda concederlos, y es mayor a b s u r d o ne- los sarcasmos del incrédulo, y esperando tranquila que el
garlos; p a r a el que los concede no hay otra oscuridad s i - curso de los siglos venga á dar la razón al que p a r a t e -
n o la suya, p a r a el que los niega el día se vuelve noche; nerla no necesitaba que los siglos comenzaran á correr.»
y p a r a s u s ojos, privados de luz, la oscuridad está en t o - E l estudio de estos misterios da al que lo e m p r e n d e sa-
d a s partes » Así el d o g m a de la augusta T r i n i d a d nos gacidad y f u e r z a , aguza el ingenio y le dilata. E n p r u e b a
a y u d a p a r a entender mejor el misterio de la actividad d i - de ello, b a s t a abrir cualquier libro de teología, en especial
vina; la doctrina sobre la E n c a r n a c i ó n , con las variadas de- de los llamados escolásticos, y entre estos los españoles,
cisiones á que ha dado lugar, aclara extraordinariamente la que para h o n r a altísima de nuestra nación h a n sido l o s
n a t u r a l e z a del h o m b r e , sus partes c o m p o n e n t e s y sus facul- que se han remontado más alto en sus especulaciones teo-
tades; los S a c r a m e n t o s nos introducen en el conocimiento lógicas, p a r a ver el vuelo maravilloso que t o m a r o n a q u e -
de las relaciones entre Dios y la criatura racional; la E u - llos ingenios, la m u c h e d u m b r e de cuestiones políticas, de
caristía e m p e ñ a al ingenio h u m a n o en las complicadísi- derecho, de filosofía, y h a s t a de física y ciencias n a t u r a l e s
m a s cuestiones acerca de la esencia de la materia, la ex- que les salieron al paso y que aclararon en s u s indagacio-
tensión, y los accidentes de los cuerpos; el pecado original nes, y cuánto extendieron los linderos del saber en sus es-
levanta el velo que oculta el estado moral de la h u m a n i - fuerzos por explicar los misterios de la religión, y d e m o s -
dad; la historia de la creación desenvuelve los problemas trar que no se oponen, antes se conforman a d m i r a b l e m e n t e
m á s oscuros de la geología; los primeros capítulos del Gé- con la razón h u m a n a . Y lo que se dice de la parte científica
nesis explican la historia primitiva y las tradiciones de la y dogmática de la religión, puede igualmente decirse de s u
h u m a n i d a d ; no h a y , en fin, misterio ninguno que no c o n - parte práctica; pues a p e n a s hay precepto religioso cuyo
t e n g a la explicación de otros misterios y enigmas que nos cumplimiento no exija una cierta educación del entendi-
presenta la ciencia ó la historia. «Todo el cristianismo, miento; p o r m a n e r a qne promoviendo la Iglesia la p r á c t i -
2 ca y el cumplimiento de s u s preceptos, f o m e n t a y d e s a r -
concluye Balmes , es un c o n j u n t o de misterios; pero esos
misterios se enlazan por ocultos senderos con todo lo que rolla las facultades m á s nobles del espíritu, y contribuye
hay de profundo, de grande, de sublime, de tierno en el poderosamente á la cultura y civilización de los pueblos.
D e todo lo cual resulta que así como u n pueblo q u e
x Donoso Cortés, Ensayo, p. I. c. 2. goza del principio de la fe cristiana es un pueblo n a t u r a l -
2 Filosofía fundamental, lib. I I I , c. xxxin.
m e n t e instruido, así la Iglesia encargada de enseñar, d e - m á s magnífico, nada m á s grandioso y fecundo que el rau-
clarar y defender esta m i s m a fe, es u n a institución e s e n - dal de verdad, de luz y de ciencia que surgen de la e n s e -
cialmente docta y científica. E l cristianismo es una p r o - ñanza de esta m a e s t r a divina.
digiosa revelación; somos hijos de la luz, engendrados T o d a la historia atestigua esta influencia divina de la
por la palabra de la verdad; nuestra primera virtud es la santa, católica Iglesia en promover, defender y a d e l a n -
fe, destello inefable de la verdad increada; el bautismo es t a r , al par del conocimiento de la fe, el de toda verdad y
una verdadera iluminación, como era llamado en la I g l e - a d e l a n t a m i e n t o científico, proclamando con elocuencia
sia antigua; nuestro maestr o es el Verbo, sabiduría e t e r - irrefragable que donde quiera que ha florecido la ense-
na y sustancial, sol que ilumina todos los horizontes, que ñ a n z a y práctica de esta fe, h a florecido también la c i e n -
d e r r a m a su influencia sobre todas las criaturas y que vino cia, y al contrario, que donde quiera que aquella ha d e -
á este mundo á iluminar á los que yacían en las s o m b r a s caído, ha decaído esta t a m b i é n . L o s sábios m á s ilus-
de la m u e r t e , á poner en el recto sendero á los extravia- t r e s del m u n d o h a n rendido á los pies de esta reina de los
dos, y á dar testimonio auténtico de la verdad entera, entendimientos las coronas g a n a d a s en los gloriosos com-
completa é incontrastable. L a Iglesia es la m e n s a j e r a de bates de la sabiduría, inclinando sus frentes laureadas
esta doctrina y divino magisterio. E n ella reside el verda- ante la m a j e s t a d de s u s decisiones infalibles. A ella han
dero Salomon, que hace oír su palabra á cuantos quieren acudido para la resolución de las dificultades que les ofre-
oiría; y al paso que resuelve con la claridad de su ense- cía el estudio de la naturaleza. Propusiéronle primero las
ñanza todas las dificultades que contra la verdad de Dios dificultades metafísicas, morales y políticas, y si era preci-
puede objetar la soberbia razón del h o m b r e , promueve so resolverlas para poner en salvo la fe, ninguna quedó sin
toda suerte de conocimientos, impulsando á todas las cien- respuesta; ú l t i m a m e n t e la física, la cronología, la geolo-
cias, y avivándolas con su celestial influencia. E n ella está gía, la etnografía y la historia con la multitud de ciencias
la enseñanza de toda verdad, como está el amparo de toda que la sirven y a c o m p a ñ a n , le presentaron s u s objeciones
flaqueza, el fomento de toda virtud y el remedio de todos y misterios; y a u n q u e parecia imposible que saliera triun-
los males. Con ella no es posible el silencio, contemporiza- f a n t e de la lucha, poco á poco las nieblas de las objeciones
ción ó compromiso acerca de los errores, tocantes á la fe, y dificultades se fueron atenuando y desvaneciendo, y hoy
cuya custodia le ha sido encomendada; la condenación de dia son las ciencias m i s m a s las que arrastran el carro de
tales errores es en ella tan natural como la de todas las s u s triunfos á través de los pueblos y de las naciones c i -
tiranías y perversidades, el enfrenamiento de todas las vilizadas. ¡Cosa admirable y verdaderamente divina! Así
b a j a s pasiones, y la severa represión con que cohibe toda como la Iglesia, que parece no habia de tener m á s fin que
iniquidad, atando las m a n o s p a r a no cometerla y enfre- procurar á sus hijos la eterna felicidad, les procura t a m -
n a n d o el corazon p a r a no pensarla ni desearla. N a d a hay bién de paso su dicha y bienestar en la tierra, de igual
c o m p a r a b l e á este magisterio, nada m á s espléndido y m a n e r a enseñando, proclamando y defendiendo los prin-
luminoso que esta soberana enseñanza; y así como no hay cipios de la fe, defiende y enaltece los derechos de la r a -
en el m u n d o n a d a m á s bello que los tesoros de caridad zón, e n s a n c h a prodigiosamente sus confines, y es su for-
que brotan del corazon de esta Madre, nada hay tampoco taleza, su a m p a r o y salvaguardia invencible.
sion de la tierra con sus c a m p o s pintados de flores, y los
rios que serpean en su superficie, y los m a r e s p r o f u n d í s i -
mos poblados de peces, y todo lo que nos descubren los
sentidos y lo m á s bello y sublime que nos esconde el
CAPÍTULO VIII. m u n d o espiritual é invisible, lo sacó Dios de l a n a d a , mo-
vido únicamente de su libre y espontánea voluntad. N i n -
g u n a causa extraña á él podía moverle ni m é n o s necesi-
UNION E N T R E LA CIENCIA Y LA FE. tarle á obrar. E n él estuvo el principio de su d e t e r m i n a -
ción como en él estaba la f u e r z a de la actividad infinita
de donde brotaron las maravillas del universo. Siendo,
A influencia recíproca entre la ciencia y la fe q u e pues, Dios enteramente libre, debia proponerse algún fin
hemos considerado en el capítulo anterior, p o - en la obra de la creación; y siendo por otra parte infinita-
drá tal vez parecer á alguno p u r a m e n t e casual 6 m e n t e sábio, este fin tenia que ser por necesidad altísimo,
extrínseca, y resultado, m á s que de la n a t u r a l e - grandioso y digno verdaderamente de la s u p r e m a sabidu-
z a íntima de estos dos elementos ó factores de nuestro co- ría, m a j e s t a d y grandeza.
nocimiento, de cierta m a n e r a de ser de la inteligencia h u -
Ahora bien: nada hay digno de Dios sino Dios m i s m o .
m a n a , ó quizá de la analogía de las verdades que la cien-
S u esencia soberana se levanta sobre las d e m á s con t o d a
cia y la fe proponen respectivamente á n u e s t r a inteligencia.
la excelencia y v e n t a j a que lleva lo infinito, i n m u t a b l e y
Al p u n t o á que h e m o s llegado en esta discusión, ya e s
eterno, sobre lo finito, efímero y deleznable. N a d a hay
tiempo de desvanecer tal sospecha ó error, y de poner en s e m e j a n t e á él ni que se le pueda c o m p a r a r . Su sér es so-
claro cómo la unión entre la ciencia y la fe no es acciden- b r e todo sér, sobre todo género, especie ó n a t u r a l e z a cria-
tal y extrínseca y dependiente de las circunstancias de da. T o d o el m u n d o delante de él no es más que una gota
los tiempos y de las personas, ó de cierto hábito ó dispo- de rocío que cae por la m a ñ a n a , y todas las naciones son
sición particular de n u e s t r a a l m a , sino que a r r a n c a de la como nada en su presencia, y en su comparación serán
m i s m a naturaleza de la ciencia y de la fe, y es por tanto estimadas en ménos que nada y que lo que no es. E l e s -
a b s o l u t a m e n t e necesaria en el orden actual de la Divina tá asentado sobre el globo de la tierra, cuyos moradores
Providencia. E s t o es lo que v a m o s á d e m o s t r a r en el pre- le son como langostas; él extiende los cielos como u n a
sente capítulo. E l solo anuncio de n u e s t r a proposicion cortina y hace de ellos un tabernáculo p a r a su morada; él
h a r á ver á cualquiera que estamos en el n u d o de la cues- t o r n a en n a d a los poderosos, y á los que gobiernan la
tión que pretendemos resolver, en el punto crítico y en la tierra hace como cosa vana. Como si n u n c a f u e r a n p l a n -
clave del arco en que se cierra y sostiene toda la a r g u - teados, como si n u n c a f u e r a n sembrados, como si n u n c a
mentación que v e n i m o s desarrollando en este ensayo. su tronco hubiera tenido raíz en la tierra, así que sopla en
ellos, se secan y el torbellino los lleva como h o j a r a c a s .
P a r a dar á esta parte de n u e s t r a demostración la c o n -
¿A quién, pues, me haréis s e m e j a n t e ó con quién seré
veniente claridad, c o m e n z a r e m o s por asentar que el m u n -
do que vemos y esta h e r m o s u r a del cielo y las i n n u m e r a - igualado? dice el Santo ¿Quién f u é su consejero?
bles estrellas que centellean en el firmamento, y la exten- 10
¿Quién enseñó al E s p í r i t u de Jehová, ó le aconsejó ense- d e r su gloria, está claro que al crear al m u n d o no podia
ñándole? ¿A quién demandó consejo p a r a ser avisado? pretender n i n g ú n acrecentamiento de su poder, virtud ó
¿Quién le mostró el camino del juicio, ó le enseñó ciencia, perfección intrínseca y esencial, pues en sí era infinita-
ó le indicó la senda de la prudencia? A mí pertenece la m e n t e perfecto y bienaventurado. Luego si no pretendió
sabiduría, á mí el juicio y la prudencia, dice el Señor recibir, pretendió dar, d e r r a m a n d o en las criaturas que
Así, porque Dios era infinitamente sábio, nadie si no él sacó de la n a d a los tesoros de sus bienes, y c o m u n i c á n d o -
podia fijar el término y propósito de su acción; y porque les alguna parte de sus perfecciones; los cuales bienes y
era infinitamente perfecto, necesariamente tenia que m i - perfecciones, á la vez que indicasen el origen y f u e n t e m a -
rar á sí m i s m o en la producción y creación de todas ellas, nantial de donde descendían, rindiesen acatamiento á la
supuesto que sólo su Majestad infinita era término digno Deidad Soberana, m a n i f e s t a s e n la grandeza de s u s atribu-
de su actividad; solamente ella era el objeto en q u e p o d i a n tos y p r e g o n a r a n con su m u d o pero elocuentísimo l e n -
fijarse dignamente los intentos de la s u p r e m a sabiduría; guaje
y no brillaría ciertamente en la divina esencia la s u m a
la gloría de Colui che tutto muove.
perfección que en ella reina, ni en el mundo el orden y
concierto que en él resplandece, si el fin de éste pudiese L a luz de esta gloria divina resplandece en todas las
ordenarse á otro que á aquel S é r soberano de quien todo cosas criadas. T o d a s predican el poder de su Hacedor,
sér, toda virtud y perfección descienden, y á quien todo atestiguan su sabiduría, a n u n c i a n su nobleza, y pregonan
finalmente vuelve y se endereza. su m a j e s t a d i n m e n s a y gloriosa. «Los cielos cantan su om-
T o d o lo hizo el Señor para sí. E n É l , por É l y p a r a nipotencia, su g r a n d e z a , los mares, la tierra, su fecundi-
É l fueron h e c h a s todas las cosas. T o d o lo que invoca su dad, las n u b e s con sus altísimos promontorios, figuran la
nombre lo creó, formó é hizo Dios p a r a su gloria y para peana en que descansa s u pié. E l relámpago es su v o l u n -
o r n a m e n t o de su Majestad. É l solo lo hizo y para sí solo t a d , el trueno es su voz, el rayo su palabra. É l está en los
lo hizo; porque así como n i n g ú n otro lo pudo hacer sino abismos con su sublime silencio, y con su ira sublime en los
É l , así p a r a n i n g ú n otro se pudo hacer sino p a r a E l . E l h u r a c a n e s bramadores, y en los torbellinos tempestuosos.
h u b o de ser, por consiguiente, la causa y razón última de El nos pintó, dicen las flores de los c a m p o s . El me dió, di-
la creación, como era su primer principio, y esto no por cen los cielos, mis moradas espléndidas-, y las estrellas, nos-
otras somos centellas caídas de su resplandeciente vestidura, y
ambición, a m o r propio ó egoísmo, como néciamente han
el ángel y el hombre, al pasar por delante de nosotros, su
blasfemado algunos, sino para que se g u a r d a r a el orden
hermosísima figura quedó en nosotros estampada. De esta
debido y la necesaria relación entre las propiedades y
m a n e r a u n a s cosas representan su grandeza, otras su m a -
atributos de aquella esencia soberana, donde todo es orden,
j e s t a d , otras su omnipotencia; y el ángel y el hombre e s -
perfección y h a r m o n í a .
pecialmente, los tesoros de su bondad, las maravillas de
Mas ya que Dios habia de mirar á sí propio como á fin s u gracia y los resplandores de su h e r m o s u r a 1 .» E n to-
de la creación, y ya que necesariamente habia de p r e t e n -

1 Isaías, cap. 40. 1 Donoso Cortes. Ensayo, c. v i l .


das se refleja algún rayo de aquella s u m a é infinita e s e n -
cia, el h o m b r e es el único sér del universo visible que
cia; en las h e r m o s a s su orden y h e r m o s u r a inefable, en
p u e d e conocer las perfecciones de las criaturas y subir p o r
las fuertes su fortaleza, en las artificiosas su sabiduría,
ellas al a m o r y adoracion de la Divina Majestad. L a n a -
en las resplandecientes su claridad, y en las bien orde-
t u r a l e z a irracional é insensible puede presentarse á n u e s -
n a d a s y proveídas su maravillosa Providencia. E l lustre,
t r a inteligencia p a r a que la conozcamos y v e a m o s y a d -
la perfección y la gloria de las m i s m a s criaturas consiste
miremos sus bienes y excelencias, y conociéndolas nos
en que cada cual de ellas sea un destello ó vislumbre de
l e v a n t e m o s al conocimiento del Criador. D e esta m a n e r a
aquella h e r m o s u r a infinita que contiene con eminencia la
i m p e r f e c t a y elemental le h o n r a y glorifica. Pero al h o m -
flor, la perfección y la realidad de todas. P o r q u e como la.
bre toca interpretar este silencioso l e n g u a j e , dar cuerpo á
soberana M a j e s t a d y H e r m o s u r a de Dios sean la fuente,
e s t a voz de las criaturas, a m a r en ellas y por ellas á la
la m a t r i z y el origen de todas las cosas h e r m o s a s , rebo-
Divina é inefable belleza, y hacerlas servir al obsequio y
sando en belleza y echando de sí y esparciendo t a n t o s
adoracion de la Soberana Majestad. L o cual hace cuando
rayos de perfecciones cuantas hay en las criaturas, estas,
usando bien y o r d e n a d a m e n t e de ellas, las reduce al fin,
resplandeciendo con tan divina luz, pregonan la gloria
orden y providencia que presidió á s u creación, y contem-
del que las crió, contándose u n a s á otras las maravillas
plando s u s perfecciones, y bendiciendo y alabando la
del Señor, atestiguando consigo m i s m a s sus inefables p e r -
s u m a sabiduría y Bondad de donde originalmente se d e -
fecciones y cantando con un cántico sin fin sus alabanzas
rivan, las levanta de su esfera baja, material é insensible,
y sus excelencias.
y las espiritualiza en cierto modo y las convierte en p r e -
Mas esta gloria extrínseca y accidental que reluce en
goneras de esta m i s m a Bondad y Sabiduría.
las criaturas y que consiste en reflejar, cada cual á su
V e r d a d e r a m e n t e , el h o m b r e es un mundo abreviado.
m a n e r a , los atributos y excelencias del Criador, por las
P u e s t o en el confín que separa el tiempo de la eternidad,
cuales aparece digno de ser honrado, glorificado y b e n d e -
es el punto de unión del mundo visible con el invisible, el
cido, no es m á s que u n a parte del fin del universo; f u e r a
horizonte que divide y j u n t a al m i s m o tiempo el cielo con
de esta hay otra m á s alta y sublime, que f u é t a m b i é n ob-
la tierra, y el lazo y a t a d u r a de todas las cosas ( o i i v ^ o s
j e t o de los divinos pensamientos, y que consiste en que
aráv-tov), como h e r m o s a m e n t e lo llama un Santo P a d r e
esta m i s m a B o n d a d de Dios que en ellas resplandece,
E n él no solamente se j u n t a n todos los bienes que vemos
sea a c t u a l m e n t e conocida, a m a d a y reverenciada de las.
repartidos en las d e m á s criaturas, como son el sér, la v i -
criaturas, si no como lo merece su infinita excelencia, á lo
d a , el sentimiento, la inteligencia, y los que á ellos se con-
ménos en la medida que sufre la imperfección de la natu-
siguen, sino que estos m i s m o s bienes, ya en cuanto están
raleza finita. E s t a gloria s o l a m e n t e puede darla á Dios la
en el h o m b r e , ya en cuanto existen en los demás séres
criatura racional. Porque a u n q u e todas pregonen la B o n -
del universo, son por él levantados á la esfera divina y es-
dad de la E s e n c i a divina, á quien todas i m i t a n , de quien
piritual en que el m i s m o se mueve. Por m a n e r a que si
todas reciben el sér, virtud y eficacia, y ' q u e las asiste y
por u n a parte las criaturas inferiores sirven al hombre y
ayuda a c t u a l m e n t e con su concurso, guiándolas y enca-
m i n á n d o l a s al fin á que las destinó su adorable P r o v i d e n -
i Teodoro de Mopsuestia, Quxidonis ir. Genesi, q. 2.
tienden y gravitan hácia él, por otra, el m i s m o h o m b r e , tural del universo; en una palabra, la Divina M a j e s t a d , en
sér inteligente y moral, las atrae y u n e y como incorpora, c u a n t o es alcanzada y poseída por la inteligencia, median-
consigo, y con ellas unido é incorporado, tiende, y a s p i r a te el conocimiento, y por la voluntad mediante el a m o r ,
á aquella esencia soberana de donde todo sér, toda virtud de u n a m a n e r a sobrenatural y casi divina; tal es el fin de
y claridad se deriva, y las refiere, levanta y las h a c e ser- la criatura racional.
vir á la Majestad infinita d e Dios, á ella en todas las c o - E s t e fin, como vimos, no es libre en el h o m b r e , sino
s a s a m a n d o , y á todas en ella conforme á su s a n t í s i m a y necesario, supuesto el orden actual de la Providencia. E l
divina voluntad. Y al hacerlo así, no s o l a m e n t e da á D i o s orden sobrenatural es la esfera en que vivimos y nos mo-
la gloria que le es debida, sino que se h o n r a y perfeccio- v e m o s , el aire que respiramos, la luz que nos i l u m i n a , el
na á sí propio, y llena el fin á que le destinó la Divina medio necesario en que se desarrolla n u e s t r a existencia,
Providencia. Por donde se ve la unidad y h a r m o n í a a d - la n o r m a y regla de n u e s t r a s acciones y el término á que
mirable que reina en el universo, y cómo el fin de las todas ellas se refieren y encaminan, t é r m i n o que alcanza-
criaturas inferiores al h o m b r e halla en éste su perfección m o s ó d e j a m o s de alcanzar, según que nuestros actos se
y c o m p l e m e n t o , y es inseparable de s u s grandiosos y s u - a j u s t a n ó desvian de su regla de rectitud ó moralidad. T o -
blimes destinos. das las criaturas nos han sido dadas como medios p a r a
H a b i e n d o puesto en claro las relaciones que unen á t o - llegar á este fin; todas son cooperadoras n u e s t r a s , y tien-
das las criaturas con su Autor soberano, de qué m a n e r a den n a t u r a l m e n t e á ponernos en posesion de aquel Bien
contribuyen y se enderezan á su gloria y alabanza, y c ó - S u p r e m o , cuya esperanza constituye n u e s t r a felicidad en
m o su fin está í n t i m a m e n t e enlazado con el fin del h o m - este mundo, y cuya posesion ha de f o r m a r en el otro
1
bre, es necesario recordar lo que en o t r a p a r t e dijimos n u e s t r a perfecta y gloriosa bienaventuranza. T o d a s tien-
y d e m o s t r a m o s , es á saber: que el fin de la criatura r a - den á f o r m a r y e n g e n d r a r en nosotros la vida divina, que
cional no se ciñe á la posesion y goce de los bienes efíme- consiste en la noticia clara de aquel sér infinito, el cual,
ros que le m u e s t r a n los sentidos, sino que trasciende m á s como decía u n o de nuestros antiguos con bellísimas pala-
allá, llegando h a s t a el conocimiento y el a m o r del sér i n - b r a s , «conocido por la inteligencia, necesariamente e s
finito, no ya tal como puede ser alcanzado por el d e s e n - amado; a m a d o por la voluntad, necesariamente se tiene y
volvimiento natural de n u e s t r a s f a c u l t a d e s , sino como p u e - se posee; poseido p o r la memoria, necesariamente delei-
de y debe lograrse con los bienes de la gracia que el m i s m o ta ; deleitando por la f r u i c i ó n , necesariamente quieta;
D i o s plantó y sobrepuso á n u e s t r a s potencias n a t u r a l e s . quietando por el cumplimiento de los d e s e o s , n e c e s a r i a -
Dios, c o m u n i c á n d o s e á las criaturas con u n a largueza y m e n t e beatifica.» E s t e fin y vida divina del h o m b r e es el
liberalidad que exceden las exigencias de n u e s t r a n a t u r a - t é r m i n o á que se endereza toda la economía de la n a t u r a -
leza, su altísima esencia llenando y satisfaciendo las p o - leza, no ménos que la de la gracia, la aspiración de todas
t e n c i a s de n u e s t r a a l m a de u n a m a n e r a perfectísima, g r a - las cosas criadas, el centro, el término y el r e m a t e de las
cias á u n a soberana intervención que excede el orden n a - obras y misericordias de Dios.
Y este es el sentido profundísimo de aquellas p a l a b r a s
I E n el cap. iv de este ensayo.
de San Pablo, t r a s u n t o de todas las cosas visibles é i n v i -
sibles. Todas las cosas son vuestras, vosotros de Jesucristo, vestigacion, cuando el hombre pecó violando la ley que le
Jesucristo de Dios T . L a s cosas criadas materiales é i n s e n - habia impuesto su divino Criador, y trastornando las r e -
sibles no tienen su fin en ellas m i s m a s ; unas han sido h e - laciones que con E l le unian, en toda la naturaleza m a t e -
c h a s p a r a otras, y todas p a r a Dios; un lazo invisible las rial resonó el eco de aquella gran caida; turbóse la h a r -
ciñe y rodea y les da maravillosa unidad. E l h o m b r e es monía admirable que presidia á todos los séres; perdieron
el único sér capaz de percibir esta unidad, de realzarla y estos su virtud y el lustre y perfección con que h a b í a n
ennoblecerla, y áun de formar en parte este lazo y e n c a - salido de la divina mano, quedando violentamente s o -
d e n a m i e n t o misterioso. H e c h o poco inferior á los ángeles, metidos á u n a ley de sucesivo m e n o s c a b a m i e n t o , que
coronado de gloria y de honor, constituido sobre las obras f a t a l m e n t e tendía á desvirtuarlos, menguarlos y e m p o b r e -
de Dios, y que teniendo á sus pies todas las cosas, todas cerlos. U n a maldición espantosa pesó desde entonces s o -
le obedecen y le prestan sus servicios. Omnia vestra sunt. bre la naturaleza; y s u s m á s sublimes y grandiosos espec-
Mas este h o m b r e está esencialmente sujeto á otro S o b e - táculos, sus escenas maravillosas y sus h a r m o n í a s incom-
rano, R e y inmortal de los siglos, que ha recibido en h e - parables, viéronse á todas horas perturbadas por los d o -
rencia las naciones, y á quien su P a d r e h a dado todo p o - lores, ayes y miserias inenarrables de la h u m a n i d a d , y
der en la tierra como en el cielo, según que plugo á Dios por esa a t m ó s f e r a horrible en que las blasfemias del m a l -
r e s u m i r en él todas las cosas en la dispensación de la ple- vado, las lágrimas y arrepentimiento del penitente, y las
nitud de los tiempos. Vos autem Christi. Y Cristo, final- bendiciones de los j u s t o s , confunden los ecos para hacer
m e n t e que, considerado en su h u m a n i d a d , es el p r i n c i - m á s evidentes las consecuencias de la prevaricación h u -
cipio de donde parte el orden sobrenatural h u m a n o , y el m a n a . Por lo cual, la m i s m a naturaleza g i m e y está como
m á s noble, el verdadero r e p r e s e n t a n t e de nuestro linaje, con dolores de parto, deseando verse libre de la servi-
2 d u m b r e , de la corrupción y de la especie de maldición que
r e s u m e en sí, reconcilia y recapitula , como dice el m i s -
m o S a n Pablo, todas las cosas, y así unido y abrazado con carga sobre ella, y ansiando vivamente que llegue el dia
ellas, las levanta á la adoracion de la Divinidad, y por un d e su renovación y de su florecimiento y libertad.
acto de a m o r y adoracion inefable a m a dignamente á E s t a exención ó rescate de la servidumbre en que g i -
aquel que no puede ser d i g n a m e n t e amado m á s que por men las criaturas, tiene su principio en la acción del h o m -
sí m i s m o . Christus autem Dei. T o d o es vuestro, vosotros bre, cuando éste, por medio de las cosas visibles, sirve al
de Cristo y Cristo de Dios. Criador invisible, y alabando á Dios en sus perfecciones,
que a u n q u e finitas y limitadas, reflejan un rayo de la bon-
Por esto, como dice el m i s m o Santo A p ó s t o l 3 , cuya
d a d , sabiduría, poder, virtud y hermosura infinita, u s a de
p r o f u n d a doctrina teológica nos guía é ilumina en esta in-
ellas según su necesidad, utilidad, y áun honesto deleite,
1 I Cor. n i , 23. pero enderezado á un fin sobrenatural, y se abstiene de
2 E f e s 1. 9-10. Esta es la significación de la palabra griega á ' . a / . í t s a / . á ' . l o o O a t que ellas si pueden apartarle de este fin. Así decimos que e m -
usa San Pablo y que la Vulgata traduce por Instaurare-, Ut notum faceret nobis Sacra-
mentum voluntatis suae, secundum beneplacitum ejus, quod proposuit in eo, in dispen-
pieza en la tierra el movimiento con que se e n c a m i n a n á
satione plenitudinis temporum, instaurare o m n i a in Christo, qu<e in ccelis et quffi in Dios todas las criaturas; y cooperando al fin sobrenatural
t é r r a sunt, in ipso.
del h o m b r e , del cual es el propio de ellas inseparable,
3 Rom. VIII, 19-22.
principian en este m u n d o la tendencia y el magnífico y restaurador de t o d a s las cosas, colocado sobre todo
movimiento y aspiración, que tendrá su fin y acabamiento principado, potestad, virtud y dominación, y teniendo de-
en aquel tiempo feliz y bienaventurado, en que cerrado el b a j o de sus p i é s á sus enemigos, recogerá en torno suyo á
espacio de los siglos, llegue el dia que podrá llamarse aquellos á quienes E l m i s m o escogió, redimió y salvó, y
v e r d a d e r a m e n t e dia de Dios, en el cual, borrada de l a los entregará y p o n d r á en m a n o s de su E t e r n o P a d r e , y
tierra toda la iniquidad, y exterminado el reino del peca- f o r m a r á con ellos aquel reino é imperio cuya gloria no
do, y asentado sobre no movibles bienes el imperio de la t e n d r á término, donde florecerá p e r d u r a b l e m e n t e el a m o r ,
justicia, todos los séres que pueblan el universo entrarán la dicha y la bienaventuranza, y donde, en fin, será D i o s
en el orden á que f u e r o n destinados p r i m i t i v a m e n t e . E n - todo en todas las cosas.
tonces se realizarán y llenarán todos los designios de P o r este camino volverán á Dios las criaturas que de
Dios; entonces la m u e r t e , la postrera enemiga, como la E l salieron; así le serán sometidas todas las cosas del
l l a m a S a n P a b l o , será de todo punto destruida y a n i q u i - cielo y de la tierra; y cerrado aquel círculo misterioso que
lada; brillarán nuevos cielos y nueva tierra; batirán pal- rodea y abraza y p e n e t r a invisiblemente el universo, todos
m a s los ríos, los m o n t e s saltarán de gozo, y toda la n a t u - los séres que lo componen, así los que e n s a l z a n y prego-
raleza, que ha sido t a n t a s veces testigo é i n s t r u m e n t o de n a n la misericordia de Dios, como los que testifican su
la m a l d a d del hombre, y que ha visto t a n t a miseria, tanto justicia, acatarán su terrible y gloriosa M a j e s t a d . A este
extrago y desolación, libre ya de la maldición, y exenta fin, á esta dichosa renovación y glorificación de la naturale-
de la escoria y corrupción del pecado, y despojada del do- z a por medio de la glorificación de los escogidos, aspiran
lor y del remordimiento, se vestirá de luz y alegría, p o r - t o d a s las criaturas. L a ansiosa expectación (áíroxapaooxla)
que será l l a m a d a á t o m a r parte en la restauración, en el del universo, dice S a n Pablo, espera la revelación de los
gozo y en la gloriosa libertad de los hijos de Dios. E n - hijos de Dios; y como la planta y la semilla a g u a r d a n el
tonces v e n d r á el fin; á lo corruptible sucederá lo incor- dulce fruto que ha de g e r m i n a r de ellas con la f u e r z a de
ruptible, lo inmortal á lo mortal, lo perdurable y eterno á su virtud, así los elementos del m u n d o a g u a r d a n la gloria
lo t e m p o r a l y transitorio; la m u e r t e , en fin, será a b s o r b i - de su renovación y florecimiento que ha de brotarles de
da por la vida, por u n a vida que n u n c a m á s m u e r a y tan revelación t a n inefable,á la cual aspiran a c t u a l m e n t e t o -
b i e n a v e n t u r a d a , que r e f o r m a r á el cuerpo de n u e s t r a b a j e - das las cosas criadas, y que será el sello y el cumplimien-
z a y lo h a r á conforme al cuerpo de la claridad de Cristo. t o de las obras de Dios.
Y acabado y fenecido todo principado, potestad y virtud, Ahora bien, este sublime movimiento de las almas y de
c o m e n z a r á en el m u n d o la verdadera vida y la perfecta todas las criaturas hácia su p r i m e r principio y último fin,
felicidad y bienaventuranza; y aquel amor, aquella vida, a u n q u e por u n a parte es efecto de la misericordia y b o n -
aquella caridad inefable que arde en el seno de Dios d e s - dad infinita de Dios, por otra es t a m b i é n efecto, con-
de toda la eternidad, que apareció entre los h o m b r e s ves- secuencia y resultado de la virtud de la gracia en nos-
tido de n u e s t r a mortalidad y miseria p a r a reparar las otros y de la esperanza eficaz de los j u s t o s en las divinas
quiebras que en el m u n d o habia hecho el pecado, p a r a p r o m e s a s . S o m o s cooperadores y auxiliares de Dios en la
ser el remediador de todos nuestros males, y el redentor ejecución de los eternos designios. J u n t á n d o s e á la d u l -
156 Union

z u r a y caridad entrañable de Dios nuestra cooperacion ac- nos el camino, y no dejándonos un momento de la m a n o ,
tiva y eficaz, se f o r m a el sistema admirable de fuerzas, de h a s t a ponernos en aquella bienaventurada region, i l u m i n a -
d o n d e resulta la vida de la gracia, el movimiento libre y da por el sol de Justicia, en la cual, desvanecidas las n i e -
desembarazado de nuestro espíritu por los senderos divi- blas que ahora por todas partes nos rodean, se descubrirá
nos, la elevación y divinización de las criaturas y todo el y revelará á nuestro entendimiento la verdad en toda su p u -
orden sobrenatural en que vivimos y nos movemos. Mas, reza y esplendor, sin velos ni rebozos, y sin recelo de er-
como ya h e m o s dicho en otra parte, en el orden actual de rores que ofuscan y fatigan n u e s t r a inteligencia en este
la divina Providencia, orden elegido por Dios en su e t e r - m u n d o . Allí el ver será el galardón de haber creído; y la
n a sabiduría y al cual deben a j u s t a r s e y reducirse los fines fe que á pesar de sus intrínsecos inefables resplandores,
de las criaturas, el h o m b r e caido del estado sobrenatural todavía se nos presenta velada con oscuridades encamina-
en que f u é p r i m i t i v a m e n t e colocado no puede colocarse das á ejercitar nuestra virtud, y á que r i n d a m o s á Dios el
en él, ni e m p e z a r en sí este movimiento divino sino por obsequio de nuestro entendimiento, será sustituida por el
virtud de la fe. Porque, a u n q u e Dios pudiera por otros conocimiento claro, directo é intuitivo de los misterios
caminos remediar nuestro daño, quiso que de esta divina que ahora creemos, y recompensada con aquella m u c h e -
virtud recibiésemos el primer impulso con que nos levan- d u m b r e de bienes que Dios tiene preparados á los que le ^
t a m o s al orden de las cosas sobrenaturales y divinas, de a m a n , y cuya grandeza incomparable ni ojos vieron, ni
suerte que ella f u e s e la raíz, el gérmen y el f u n d a m e n t o oidos oyeron, ni corazon h u m a n o puede comprender.
•III i
de la vida cristiana, el principio de n u e s t r a justificación, A esta gloria y divina revelación de los hijos de D i o s
y, como dice San Pablo, la sustancia, la base y el punto tienden y aspiran, como h e m o s dicho, todas las criaturas.
de apoyo de las cosas p r o p u e s t a s á n u e s t r a esperanza x . T o d o s los séres del universo r e c l a m a n u n a participación
I »lü1
T a l es la disposición de la altísima Providencia de Dios. en tan glorioso ensalzamiento; y las bellezas de la c r e a -
Y no solamente es la fe el principio de la vida cristiana, y ción y sus magnificencias é incomparables h a r m o n í a s , n o
la divina semilla que encierra en sí los gérmenes de nues- son m á s que la sombra, la preparación y el principio de
fi » fAv t
1 li t r a gloriosa inmortalidad, sino que es t a m b i é n la fuerza otra creación m á s espléndida y luminosa, en que aparece-
•••i&û
que nos lleva, y como e m p u j a á esta m i s m a inmortalidad r á n nuevos cielos y nuevas tierras, y en que la h u m a n i d a d
gloriosa, siendo, mientras c a m i n a m o s y peregrinamos hacia engrandecida y levantada sobre sí y llena, como dice San
ella, nuestro esfuerzo, consuelo y esperanza en los vários Pablo, de toda la plenitud de Dios, hallará su gloria y su
trances de la vida. P o r q u e u n a vez puesta y p l a n t a d a en estado definitivo. De donde se sigue que si la ciencia que
nosotros, si nosotros culpablemente no la perdemos, crece alcanza el h o m b r e de la naturaleza de las cosas es esta
y t o m a f u e r z a y vigor, esforzando á la vez y avigorando m i s m a naturaleza reproducida en el entendimiento; si el
m
nuestras a l m a s , dándonos á m a n e r a de un t e m p l e divino orden de las ideas se corresponde perfectamente con el or-
p a r a resistir y q u e b r a n t a r los í m p e t u s de nuestros enemi- den de la realidad; en fin, si las aspiraciones, inclinacio-
gos, iluminando nuestros pasos, mostrándonos y abriéndo- nes y tendencias del universo tienen que manifestarse en
la ciencia que lo refleja en la esfera del pensamiento, e s
necesario convenir en que la t e n d e n c i a , la aspiración y
I H e b r . 11. I s \ - l í ( ú p V U ) V Ú-OTZOWIS
ansiosa espectacion que agita á las criaturas, a n i m a t a m - blo, el fin del hombre hecho p a r a Dios y aspirando hácia
bién á la ciencia, y que ésta no m é n o s que la naturaleza él con ardor insaciable, la Providencia infinita con que
de las cosas, aspira necesariamente á la magnífica revela- el Criador dirige á todas las criaturas al fin universal de
ción y engrandecimiento que las facultades del h o m b r e su divina gloria. E n este orden de Providencia todo se
h a n de tener en la vida f u t u r a bienaventurada. Así el fin corresponde y h a r m o n i z a , lo grande con lo pequeño, lo vi-
sobrenatural de la naturaleza h u m a n a , premio de la fe y sible con lo que no se ve, lo contingente y temporal con
su t é r m i n o y c o m p l e m e n t o , lo es t a m b i é n de la ciencia. lo eterno y absoluto, los derechos de Dios con las aspira-
L a s dos tienden á él, si bien por diferentes caminos; la ciones y derechos de la razón del hombre. D e aquí b r o t a
fe directa é i n m e d i a t a m e n t e , la ciencia por medio de esta la divina h a r m o n í a que reina en todo el m u n d o intelec-
m i s m a fe, de quien es sierva inseparable; la fe como prin- tual, entre la ciencia y la revelación, en el orden m e t a f í -
cipio que e n g e n d r a en nosotros la vida sobrenatural, cuyo sico y en el de la realidad; harmonía que no es acciden-
t é r m i n o es la gloria advenidera, y la ciencia como elemen- tal ni contingente ó pasajera, sino necesaria y absoluta en
to necesariamente enlazado con esta m i s m a vida sobrena- el orden actual del Universo. Desde aquí, finalmente, se
t u r a l , á la cual nos prepara y dispone: la fe, como gérmen columbran los hermosos senderos de aquella Sabiduría
que n a t u r a l m e n t e se desarrolla, crece y se transflora en la inefable, toda verdad y misericordia, que lleva con e n é r -
vision clara é intuitiva de la Divinidad, fin glorioso de la gica suavidad las cosas ínfimas por las medias, y las me-
criatura racional; la ciencia, como principio ó preámbulo dias por las s u m a s á sus fines, y que levanta y ennoblece
de esta fe, que hácia ella tiende y gravita, y que coope- los esfuerzos de la ciencia con la gracia d é l a fe, y r e c o m -
r a n d o con ella, dispone el a l m a á glorificación t a n s u - p e n s a el mérito y oscuridad de la fe con el gozo y la clari-
blime. dad de la gloria.

E s t e p u n t o de vista es alto, magnífico, deslumbrador;


pero es el único luminoso, el único desde donde aparece
la verdad en t o d a su extension y grandeza, resultado y
consecuencia absolutamente necesaria de toda la e c o n o -
m í a de la redención y de su virtud y realidad incontrasta-
ble. E n él se cierra el cerco misterioso que enlaza á todas
las partes del universo físico y moral. E n él reside sustan-
cialmente la razón y la causa y f u n d a m e n t o de todo lo que
vemos; sin la luz que viene de este foco de claridad, todo
es tiniebla; sin esta explicación, todo es inexplicable; ha-
ciendo abstracción de esta doctrina, todo se oscurece á
n u e s t r o s ojos; admitiéndola, todo se aclara. Nos explica-
m o s los misterios del tiempo y de la eternidad, el destino
de este universo, sistema de cosas invisibles m a n i f e s t a -
das visiblemente, según la h e r m o s a definición de San P a -
ciencia y la fe, sería t a n t o como ponerla en las ideas y
p e n s a m i e n t o s de la Divinidad. Siendo la fe don de D i o s
en el orden de la gracia, y la razón ni m á s ni m é n o s en el
CAPÍTULO IX. orden de la naturaleza, si la una contradijese á la otra, la
contradicción resultaría en la m i s m a divina esencia. D e
donde se sigue, que caso de hallar alguna oposicion entre
ORÍGEN D E LOS CONFLICTOS E N T R E LA CIENCIA
e s t a s dos m a n e r a s de conocimiento, no debemos buscarla
Y LA F E . en la realidad objetiva de las verdades que una y otra
proponen á nuestra mente, sino en alguna causa extrínse-
ca y accidental que haga aparecer á nuestros ojos c o m o
STÜDIANDO los elementos que componen la fe y
opuestas y enemigas dos cosas que en sí se harmonizan
los que constituyen la ciencia, h e m o s visto que
n e c e s a r i a m e n t e . E s t a causa, dice el Concilio Vaticano,
no solamente no cabe entre ellos contradicción,
consiste en que los d o g m a s de la fe no son entendidos y
sino que se h a r m o n i z a n admirablemente, y cons-
expuestos debidamente, y según el sentir de la Iglesia e n -
piran á u n a necesaria indestructible unidad. Con todo, no
cargada por Dios de enseñarlos y declararlos á los h o m -
se puede negar que desde que existen estas dos f u e r z a s
bres, ó en que se t o m a por ciencia real y positiva, no un
que guian al hombre en su peregrinación por la tierra, h a
juicio verdadero, demostrado y evidente que, como diji-
habido entre ellas conflictos y oposiciones. N o há m u c h o
mos l a r g a m e n t e en el p r i m e r capítulo de este ensayo, es
se divulgaba la historia de estos conflictos en un libro
la base del conocimiento científico, sino lo que es m e r a
que ha circulado extraordinariamente por el nuevo y a n -
opinion, c o n j e t u r a y probabilidad, y á u n t a l vez delirio de
tiguo m u n d o , y que pregonado y enaltecido por todas las
imaginación extraviada. «La Biblia y la naturaleza, dice
t r o m p a s de la f a m a , se presenta como ariete formidable
Kurtz siendo a m b a s palabra de Dios, deben convenir y
contra la fortaleza del catolicismo. Más adelante h a b l a r e -
h a r m o n i z a r s e entre sí. Si alguna vez no aparece entre
m o s de este libro. P o r ahora, siguiendo el hilo de n u e s t r a
ellas esta h a r m o n í a , hay que atribuirlo á que, ó la exege-
demostración, preguntamos: ya que ha habido conflictos
sis del teólogo ó la del naturalista, son erróneas.» «Man-
entre la ciencia y la fe, ¿cuál ha podido ser su origen y su
tengámonos firmemente asidos á este principio, observa
causa próxima é inmediata?
R e u s c h 2 , principio sencillísimo que ha de fortalecernos y
P o r de p r o n t o , es evidente, por todo lo que h e m o s dis- tranquilizarnos en medio de las dificultades y obstáculos
currido h a s t a aquí, que si la palabra de Dios, al revelar- que puedan surgir contra nosotros en el camino de nues-
nos la s u m a de verdades que f o r m a n el tesoro de la fe, es t r a s investigaciones: la Biblia no contiene error alguno,
expresión de los p e n s a m i e n t o s divinos, y si por otra parte como libro escrito con la milagrosa inspiración de Dios;
la ciencia no es m á s que la interpretación y reproducción la naturaleza no enseña tampoco n i n g ú n error por ser
en el orden de n u e s t r a inteligencia de aquellas ideas y obra del m i s m o Dios, cuya palabra está contenida en la
p e n s a m i e n t o s que el dedo divino escribió en el libro de la
1 Bibel und Astronomie, p. 6.
creación, poner contradicción y repugnancia entre la 2 La Biblc et la N ature, ch. 2
S a g r a d a E s c r i t u r a ; Dios es quien por las palabras de la -do la verdad aparece iluminada con la luz de la evidencia,
Biblia y por los signos m u d o s de la n a t u r a l e z a , habla al •el entendimiento no puede equivocarse, a n t e s es f o r z o s a -
espíritu del h o m b r e . Mas n o olvidemos tampoco que nos m e n t e obligado á verla y t a m b i é n á admitirla y a b r a z a r l a
p o d e m o s engañar, y que á u n cuando la n a t u r a l e z a y la con todo el í m p e t u de su tendencia y espontánea i n c l i n a -
E s c r i t u r a sean dos rayos procedentes de u n m i s m o foco, ción. Cuando no aparece claramente, c u a n d o la evidencia
es m u y posible que nosotros no i n t e r p r e t e m o s en su v e r - de los objetos no le fuerza á prestar su asentimiento, c u a n -
dadero sentido las p a l a b r a s de la Biblia ó los fenómenos do l a m e n t e , no asegurada de la realidad de las cosas, s u -
de la naturaleza. ¿Hemos de decir por esto que hay c o n - puesto que no la percibe luminosa ó evidentemente, q u e -
tradicción entre la revelación y las ciencias morales? No; da á merced de los caprichos y veleidades del corazon,
sino que allí hay u n a ilusión, que la verdad, mejor exami- •entonces es cuando corre peligro de equivocarse y de des-
n a d a y conocida, h a r á desaparecer » «La contradicción, a m p a r a r la senda de la verdad para despeñarse en el abis-
añade el docto profesor de la Universidad de B o n n , no es m o del error. D e aquí es que este depende siempre del li-
m á s que aparente, y debe ser atribuida, ya al error del b r e albedrío, que de él le viene su moralidad, que es por
exegeta, qne no entendió el verdadero valor de las p a l a - consiguiente m á s ó ménos culpable por f u n d a r s e ya p r ó -
b r a s d e ' l a Biblia, ya á e n g a ñ o del naturalista, que no es- xima, ya r e m o t a m e n t e en la determinación de nuestra l i -
tudió ni profundizó c o n v e n i e n t e m e n t e los hechos n a t u r a - bre voluntad. E s verdad que la inteligencia es la que c o -
les, ni supo distinguir la realidad de la hipótesis.» E n re- noce, la que j u z g a y da su fallo sobre las cosas; pero no
solución; la contradicción ó conflicto entre la ciencia y la es ménos cierto que cuando la fuerza de la evidencia no
f e , tienen su origen en las ilusiones de nuestro espíritu, ilumina y arrastra el entendimiento, la voluntad es quien
e n s u s engaños y preocupaciones, y en las causas genera- la dirije, ora en bien, ora en mal y desgracia suya. «La
les de donde proceden los errores en cualquier género ó voluntad, dice Santo T o m á s , es en cierta m a n e r a una f a -
esfera de conocimientos, c a u s a s que, obrando con d e m a - cultad m á s alta, m á s f u e r t e y más universal que la inteli-
s i a d a frecuencia así en los filósofos y naturalistas, como gencia, supuesto que puede mover á ésta y llevarla á un
e n los teólogos, h a n embrollado h a s t a un punto increíble objeto más bien que á otro.»
l a cuestión de las relaciones entre las divinas E s c r i t u r a s Ademas, en el ejercicio de su actividad intelectual, el
y las ciencias de la n a t u r a l e z a . hombre es dueño de aplicarse al estudio de aquello que
favorece ó contraría sus inclinaciones, de no ocuparse en
Asentado este punto, v e a m o s de investigar el origen
ello sino de p a s a d a ó superficialmente, y de entregarse
próximo é inmediato de tales contradicciones y conflictos.
con ardor á l o que le arrastra la pasión, el capricho ó el í n -
E s principio f u n d a m e n t a l en filosofía que n u e s t r a s f a -
teres. Cuanto influyan nuestras pasiones y caprichos en
cultades cognoscitivas están ordenadas á la verdad. Por
la formacion y naturaleza de n u e s t r a s ideas, no hay para
sí m i s m a s y en virtud de su n a t u r a l e z a no pueden indu-
qué demostrarlo. E n t r e los innumerables fenómenos que
cirnos á error. Si alguna vez nos e n g a ñ a m o s , no acontece
la psicología ofrece á nuestro estudio, ninguno hay m á s
esto por necesidad ó t e n d e n c i a natural de n u e s t r a razón,
extraño, m á s terrible ni de m á s dolorosas consecuencias
sino por alguna causa extraña á ella, que interviniendo en
q u e la influencia que tiene la voluntad y los b a j o s a p e t i -
s u s operaciones impide su acción recta y ordenada. Cuan-
tos de nuestro corazon en pervertir las ideas del e n t e n d i - t e r m i n a d a y que es de i m p o r t a n c i a sin igual en la vida
presente y en la f u t u r a .
m i e n t o , los hábitos de discurrir y lo que conocemos c l a -
E n vano se hacen alardes de imparcialidad ó indiferen-
r a m e n t e ser cierto y verdadero. Aun antes que la luz del
cia acerca de las controversias que tocan á la religión y
Evangelio viniera á i l u m i n a r con su vivo resplandor los
fe cristiana. E n esta materia nadie puede ser imparcial.
misterios del corazon h u m a n o , decia Píndaro:
Quizá aparenten algunos examinarlas libres de prejuicios
•ó preocupaciones; quizá logren ocultarse á sí propios los
H a y hechos espantosos;
móviles que secretamente los dirigen; tal vez lleguen á
Y en los humanos pechos,
creerse imparciales, indiferentes ó despreocupados. Pero
Más que no la verdad desafeitada,
no hay que fiarse; las p a l a b r a s siempre saben al corazon.
L a fábula con lengua artificiosa
Y dulce fabricada N a d a más común que t o m a r por dudas reales del e n t e n -
P a r a lanzar su engaño es poderosa dimiento los que no son m á s que sofismas mal d i s f r a z a -
das de la voluntad. L a historia atestigua con uniformidad
N a d a m á s exacto y verdadero que esta idea del gran maravillosa que las creencias y la moral cristiana no co-
poeta. «Nuestro sistema de filosofiía, decia F i c h t e or- mienzan á hacerse sospechosas al entendimiento sino d e s -
dinariamente no es m á s que la historia de nuestro cora- pues de haberse hecho odiosas á las malas pasiones del
zon.» Antes habia dicho Leibnitz 3 que «si la geometría espíritu. Y es verdad innegable pronunciada por la E t e r -
se opusiese á n u e s t r a s pasiones é intereses personales, na Sabiduría que la razón que se erige en crítica de la fe,
t a n t o como la moral, no la pondríamos en d u d a ni la vio- la que desconoce su autoridad, y áun la que positivamente
l a r í a m o s m é n o s que á esta, á pesar de todas las demos- no se somete á ella y la obedece y a c a t a , es por el m i s m o
traciones de E u c l i d e s y de Arquimedes, las cuales no caso su contraria y enemiga x .
hallaríamos gran inconveniente en tenerlas por sueños y
E s t a hostilidad, áun oculta é inconsciente, no es creíble
paralogismos.» Y el Conde J o s é de Maistre observa que
el daño y el extrago que causa en la inteligencia. D i r í a -
si todos se hubiesen comprometido á decir siempre con la
se que t r a s t o r n a todas las ideas, que t u r b a y revuelve to-
boca lo que sentían en su conciencia y en su corazon, h u -
biéranse evitado la mayor p a r t e de las cuestiones. A buen I Aquí viene como nacido lo que cuenta el Abate Francisco Moigno, uno de los
seguro que las dificultades, oposiciones y conflictos que hombres m á s sábios en ciencias naturales que hoy dia existen en Europa, Director de
la gran R e v i s t a científica Les Mondes, y de quien el célebre químico Dumas dijo no h a -
h a n surgido entre la ciencia y la fe, j a m a s h a b r í a n existi- ce mucho públicamente que por espacio de cincuenta años ha llevado de frente el p r o -
do, ó se habrían desvanecido cual vana s o m b r a , si no to- greso de las ciencias. Cuenta, pues, que siendo él joven aún, cuando asistía á las leccio-
nes de los Poisson, Legendre, Lacroix, glorias de las ciencias matemáticas, teniendo
casen á la cuestión de mayor trascendencia que puede ser por condiscípulos á los S t u r m , Ostrogadski, Jacobi y otros que más adelante habian de
ofrecida á nuestro entendimiento, cuestión que abraza, y dejar un nombre ilustre en las ciencias, le acaeció algunas veces someter á m u c h o s de
estos matemáticos la cuestión sobre la posibilidad ó imposibilidad del número a c t u a l -
p e n e t r a á todo el h o m b r e , que señorea el dominio de s u s mente infinito. Cuando la cuestión no salia del terreno abstracto ó puramente m a t e m á t i -
facultades, que impone á su existencia una dirección d e - co, de suerte que no se dejaban entrever las consecuencias filosóficas ó religiosas que e n -
trañaba su resolución, la respuesta clara, precisa y categórica que daban aquellos ma-
temáticos ilustres, era que el número actualmente infinito era imposible, pues todo nú-
mero, según ellos, era esencialmente finito. Pero si yo, añade el Abate Moigno, no habia
x Olimp. I (traducción de F r . Luis de León).
conseguido distraer la atención de m i s compañeros del hábito sacerdotal, que entonces.
2 La destinée del homme. Oeuvres completes: tom. II, pág. 253.
3 Nouveaux Essais sur l'Entendement humain, pág. 52.
d a s las f a c u l t a d e s y que las pervierte, las envenena y e n - rado, las circunstancias del lugar y del tiempo, y el c a -
calabrina. E l que está sometido á su influencia no es p o - rácter de las personas ante quienes h a b l a b a . Mas no f u é
sible que d i s c u r r a con la razón serena, ni que hable con así, sino que, atrepellándolo todo, se lanzó á través de las
el corazon sosegado y tranquilo, ni que escriba sin que la cuestiones m á s espinosas de la filosofía, pretendiendo n a -
p l u m a le t i e m b l e en las manos. H a s t a en las ideas que da ménos que resucitar el podrido materialismo de D e m ó -
debieran ser m á s familiares al espíritu introduce tal c o n - crito y E p i c u r o , para cantar de paso el triunfo sobre el
f u s i o n , que no parece sino que al abordar este linaje de espiritualismo cristiano. L o s habituados al estilo claro y
cuestiones se pierde la ciencia y el hábito de discurrir vigoroso del físico inglés, hubieron de extrañar el desor-
exacta y o r d e n a d a m e n t e . E j e m p l o memorable de lo que d e n , la confusion, y el extravagante embolismo de m u -
decimos p r e s e n t ó no h á m u c h o s años el célebre físico i n - c h a s partes de aquel discurso; y los cultivadores de las
glés T y n d a l l en un- discurso pronunciado a n t e la Asocia- ciencias no pudieron ménos de advertir los errores é i n -
ción británica reunida en Belfast. exactitudes en que caía, áun en materias que debian serle
L o s que hacía tiempo seguían en el c a m i n o de sus in- familiares, uno de los físicos m á s eminentes que hoy tiene
vestigaciones á aquel sábio ilustre, no cesaban de a d m i - E u r o p a . Picado de la t a r á n t u l a de la irreligión, habia per-
r a r su espíritu e m i n e n t e m e n t e analítico y observador, el dido el sosiego y la tranquilidad de su espíritu; la ciencia
genio que brillaba en sus experiencias, la lucidez a d m i r a - le habia dejado, desatinando su juicio-y t u r b á n d o l a o r d i -
ble con que las exponía, y el estilo clarísimo, trasparen- naria lucidez de su inteligencia poderosa. Casos como este
t e y e s m a l t a d o de resplandecientes imágenes, con que su podrían citarse á millares; pues a p e n a s h a b r á quien no
h e r m o s a f a n t a s í a lograba encarnar y embellecer las ideas haya presenciado algunos, y áun observado tal vez en sí
m á s originales y abstractas. No satisfecho con estos l a u - m i s m o algo parecido á esa instintiva rebelión de n u e s t r a
reles, t a n j u s t a m e n t e ganados en el estadio de las ciencias inteligencia contra la verdad, y de qué m a n e r a revuelve
n a t u r a l e s , quiso coger otros en u n c a m p o , del cual debían las pasiones del corazon y levanta vapores envenenados
retraerle, si no s u notoria ineptitud para terciar en unos que, llegando al entendimiento, extienden en él una espe-
debates p a r a los cuales no estaba suficientemente p r e p a - cie de catarata que le oculta la luz de Dios y el esplendor
de sus maravillas I .
corao a h o r a llevaba, si no habia disimulado la tendencia teológica de m i pregunta, la T o d o error h e m o s dicho que tiene su origen, próximo
respuesta era vaga, incierta, evasiva; todo eran dificultades para no afirmar la i m p o s i b i -
lidad del n ú m e r o actualmente infinito. En fin, si despues de haber conseguido la respuesta ó remoto, en la voluntad; á ella hay que atribuirlo final-
clara y categórica sobre su imposibilidad, reponía yo: luego si el número actualmente
infinito es imposible, el n ú m e r o de hombres que han existido en el mundo es finito, y ha
1 L o más extraño y singular en esta clase de hombres, es la claridad de su entendi-
habido, por consiguiente, un primer hombre, salido necesariamente de las manos de
m i e n t o para reparar en los demás aquello que no pueden ó no quieren ver en sí propios.
D i o s creador; luego el n ú m e r o de las revoluciones de la tierra alrededor del sol es finito,
Este mismo T y n d a l l , en un libro que acaba de publicar, lanza graves acusaciones
y hubo una p r i m e r a revolución, y la tierra hubo de ser lanzada en su órbita por una vo-
contra el célebre poeta aleman Goethe, por haberse metido á dogmatizar acerca de la
luntad soberana; luego en t o d o s y en cada uno de los órdenes de la naturaleza hubo un
naturaleza de los colores, cuyo estudio no era de su alcance ó dominio. Sobre esto dice
prototipo sin predecesores, y los seres no se han sucedido eternamente sobre la tierra.
cosas peregrinas, asentando la teoría de la diversidad de los entendimientos, unos p e r -
Al decir esto veíamos dibujarse en los rostros una manifiesta o posicion, un deseo mal e n -
fectos, dice Tyndall, que se pueden comparar á una esfera; otros imperfectos, semejantes
cubierto de recoger la verdad que por sorpresa se habia escapado à la evidencia mate-
á un hemisferio. No hubiera sido malo que esa teoría de entendimientos-bolas y en-
mática, c o m o si l a duda hubiese sucedido de improviso á una convicción manifestada
tendimientos-medias bolas, la hubiese tenido presente antes de pronunciar su discurso
s i n rebozo en toda su plenitud. Sept Leçons de Physique générale, par Augustin Cauchy;
e n Belfast.
P a r i s , 1868, pág. 78.
mente; m a s la influencia de esta facultad, en los extravíos de las ideas, los problemas que resuelve, los e x t r a o r d i n a -
del e n t e n d i m i e n t o , es muy diversa, según la diversidad rios descubrimientos, y la aplicación que hace de ellos á
de los casos y de las circunstancias. las artes y á la industria, le deslumhran con su resplandor.
E l p r i m e r obstáculo y el más peligroso que la voluntad Dedicándose sin moderación al estudio de la naturaleza,
h u m a n a opone á la inteligencia en su camino hácia la a c a b a por adorar en ella y en el ingenio del h o m b r e que
verdad, y por consiguiente en la reconciliación y alianza p e n e t r a sus secretos, y que la doma y s u j e t a á su albebrío.
de la ciencia con la fe, es el orgullo. P a r a él la n a t u r a l e z a viene á ser Dios, y el sábio su p r o -
I
L a ciencia, dice S a n Pablo , h i n c h a y envanece; y el feta. Subiendo el aprecio de sí al paso que sube en él el
P . J u a n de Mariana observa, por su parte, usando de u n a conocimiento de las cosas, se desvanece y engríe en su
expresión pintoresca y original, que la última camisa de espíritu, olvidándose del mejoramiento y perfección de la
que se despojan los h o m b r e s sábios, es la soberbia. Cier- voluntad, fin s u p r e m o á que debiera enderezarse todo c o -
to que la sabiduría lleva á Dios. Mas esta sabiduría divi- nocimiento J . «No os ensoberbezcáis d e m a s i a d o los que
na ¿dónde se hallará? ¿Quién es el afortunado mortal que habéis de morir, decia el viejo poeta Esquilo; de la flor de
posea tesoro tan precioso? ¿Quién es el que á la joya de la soberbia nace luego la espiga del crimen, y la mies que
un entendimiento escogido y cultivado, sepa añadir el e s - se coge es mies de lágrimas.» Y cuanto es m á s noble y
malte de la virtud, el sincero candor y la humilde y no levantado el objeto que sirve de pretexto á la h u m a n a va-
afectada sencillez? L a raíz y la f u e n t e de esta sabiduría nidad, tanto son más terribles s u s extragos.
¿á quién ha sido revelada? Ignora el h o m b r e su precio, di- E l estudio de las ciencias n a t u r a l e s , y áun la ciencia
z
ce J o b , y no será hallada en tierra de vivos. L a ciencia en general, ha de t e n e r sus límites; no sea que en lugar
del hombre, t o m a d a en su c o n j u n t o , es g e n e r a l m e n t e cien- de ayudar, dañe y p e r j u d i q u e al h o m b r e . «Filósofo, dice
cia de falso n o m b r e , como dice San Pablo. O r d i n a r i a - Séneca, antes de estudiar el universo, estúdiate y conóce-
2
m e n t e se ciñe á ilustrar y enriquecer el entendimiento, te á tí m i s m o ;» y Bossuet, despues de haber hecho
sin m e j o r a r el corazon, ni levantarlo de la bajeza en que ver lo ridículos é insufribles que son aquellos h o m b r e s
c o n t i n u a m e n t e se revuelve á la alteza de las cosas divinas. que por florecer en ellos algún talento natural y unos p o -
L a s ciencias no se hicieron para desvanecer, sino p a r a cos conocimientos y doctrinas que no poseen los d e m á s ,
edificar; mas tal está nuestro natural de estragado y enfer- se creen el lustre y el esplendor del género h u m a n o , y s e n -
mo, que aquello m i s m o que debiera servirle del m á s h e r - tencian y deciden magistral mente sobre todas las cosas,
moso o r n a m e n t o , le sirve para su perdición y r u i n a . El exclama: «¡Oh moderación en la vida! ¡Oh igualdad en
h o m b r e sábio m á s que n i n g ú n otro está expuesto á p e r - las c o s t u m b r e s ! ¡Oh medida en las pasiones! ¡Preciosos y
derse en su espíritu. Cuanto más conoce, tanto puede ser verdaderos o r n a m e n t o s de la criatura racional, cuándo e m -
más culpable. L a s maravillas que descubre en el m u n d o pezaremos á estimaros en lo que mereceis!» Y no se crea
que estos consejos rezan únicamente con el físico, m a t e -
1 I Cor. 8-1. San Agustín, hablando del tiempo en que su ciencia andaba alejada de
mático ó naturalista; también el filósofo y el teólogo d e -
Dios y rebelándose contra E l , usa de esta frase enérgica que recuerda la palabra de S a n
Pablo: «Nimis ínflala facies m e a claudebat oculos meos.»(Confes. lib. vil.) 1 Los Persas, p. 115, de la traducción del S r . Brieva y Salvatierra.
2 Job. 28-13. 2 (Ep. 65.)
ben tener cuenta con el demasiado a f a n de conocer; t o - lazados por el vínculo que invisiblemente los une y vivifi-
dos están expuestos á perderse; todos deben t e m e r esa ca, m a r c h a r í a n tranquila y sosegadamente sin e m b a r a z a r -
plétora de ciencia que ponga en desequilibrio las varias se, antes haciendo continuos progresos y conquistando po-
potencias ó facultades del a l m a , y traiga á esta y á la co á poco los vastos dominios propuestos por Dios á su no-
ciencia las consecuencias m á s tristes y deplorables. P o r q u e bilísima ambición. Mas no sucede asi, sino que por e f e c -
desvanecida por el demonio del orgullo, idólatra de sí t o de una aberración increíble, que tiene su origen en la
m i s m a , la sabiduría h u m a n a , que tan hermosa aparece imperfección de nuestro entendimiento y en n u e s t r a incu-
brillando sobre un fondo de modestia, se torna f r í a , egois- rable vanidad, quien se dedica con ardor al estudio de una
t a é intratable; no tiene en cuenta que toda ciencia que ciencia, llega á encariñarse tanto con ella, que la cree la
n o sabe á Dios, es necedad y locura; olvídase de que por m á s perfecta, la m á s h e r m o s a y adorable de todas; per-
sublimes que sean sus conquistas en los dominios del suádese de que los métodos y procedimientos de que ella
universo, nada hay en él t a n sublime y hermoso como usa son los únicos valederos; desconoce los privilegios de
un hombre sábio y modesto; y víctima de la soberbia, que las d e m á s , y áun se burla de ellas y las desprecia. Así el
debiera ser la m á s incomprensible de las pasiones en u n m a t e m á t i c o cree que no hay m á s ciencia en el m u n d o que
h o m b r e de entendimiento, álzase a m o t i n a d a contra Dios, la que se encierra en s u s f ó r m u l a s y ecuaciones; el quí-
y entabla sus querellas c o n t r a la revelación, y las l u c h a s mico está firmemente persuadido de que todo lo que no
inacabables de la razón h u m a n a contra la razón divina. puede p a s a r por sus retortas y alambiques es cosa pobrí-
A d e m a s del peligro que a m e n a z a á la unión de la cien- sima y baladí; el médico adora en la medicina; para el
cia y la fe de parte del orgullo, hay otro escollo no m é n o s filósofo no hay m á s m u n d o que el que descubre en s u s
temible y peligroso: este es el exclusivismo. Sea por efec- abstracciones metafísicas, y áun el teólogo, con ser la
to del desarrollo inmenso que han tenido las ciencias, sea ciencia que cultiva la que, ni más ni ménos que el objeto
por la clase de conocimientos y áun especialidad de inge- altísimo sobre que versa, debiera abrazar en su seno á to-
nio que requieren algunas, lo cierto es que por grande que das las d e m á s sin excluir á ninguna, cree que c u a n t o no
sea el vigor y agudeza del entendimiento del hombre, no se refiera directamente á la ciencia divina no vale la pena
hay quien pueda en el curso de su vida, no ya a b a r c a r - de p e n s a r en ello.
las y profundizarlas todas, pero ni áun alcanzar de la m a - E l espíritu del hombre es esencialmente limitado é im-
yor parte las nociones necesarias p a r a que puesto á h a - perfecto. L a f u e r z a que puede desarrollar mientras vive
blar de ellas no incurra en g r a n d e s despropósitos. Alas, en la tierra no puede exceder de cierto grado; de suerte
al fin, si ya que sea imposible al ingenio h u m a n o recorrer que desarrollada en u n a dirección y en un orden determi-
en toda su extensión el vasto campo del saber, se penetra- nado de ideas, parece agotada realmente. L a ciencia, el
r a n todos del orden que en él resplandece y de la naturale- arte ó la industria que cultiva, vienen á ser de esta m a n e -
za y clasificación natural de las m i s m a s ciencias, de s u e r t e r a una condicion y como medio necesario p a r a su vida in-
que quien se dedica á alguna de ellas con particular ahinco telectual; de suerte que en sacándole de este medio, como
respetara los derechos de las d e m á s y s u s respectivas el pez f u e r a del agua, m u e r e ó se queda yerto é insensible.
preeminencias, los m i s m o s conocimientos científicos e n - D e aquí es que la m e n t e sistematizada ó h a b i t u a d a á cier-
t a s o p e r a c i o n e s queda i n h á b i l para las de otro orden, así
c o m o el ojo a c o s t u m b r a d o á mirar o b j e t o s p e q u e ñ o s y c o - s a s p u r a m e n t e i n m a t e r i a l e s , llegan á c a u s a r en nuestro o r -

l o c a d o s á c o r t a d i s t a n c i a , v a perdiendo g r a d u a l m e n t e la g a n i s m o p r o f u n d a s modificaciones, entre otras, aquel f e -

f a c u l t a d de v e r á l a r g a s distancias. P o r esto el que se v a n ó m e n o s i n g u l a r l l a m a d o por el D o c t o r C a r p e n t e r cerebra-

h a b i t u a n d o á c i e r t a c l a s e de ideas, á un orden d e t e r m i n a - cion inconsciente, y q u e consiste en cierta actividad i n c o n s -

do de c o n o c i m i e n t o s ó m é t o d o s de d i s c u s i ó n , viene á afir- ciente de nuestro cerebro, en v i r t u d de la c u a l son a l g u -

m a r s e y e n l a z a r s e t a n t o en ellos, que a p e n a s h a y m e d i o de nos e x c i t a d o s á a c t o s , ideas ó d e t e r m i n a c i o n e s con u n a

d e s q u i c i a r l e de sus i d e a s , m é t o d o ó s i s t e m a ; e s t á b a j o la f u e r z a en cierta m a n e r a irresistible; hábito, inclinación ó

i n f l u e n c i a de u n a e s p e c i e de v é r t i g o y b o r r a c h e r a i n t e l e c - m o n o m a n í a i m p u l s i v a (aunque n u n c a a j e n a de todo p u n -

tual q u e le t r a s t o r n a y encalabrina los sentidos. S u con- to al d o m i n i o de la v o l u n t a d ) que e x p l i c a r i d i c u l e c e s de

v e n c i m i e n t o p r e c e d e á la d e m o s t r a c i ó n . H a b l a , p i e n s a y a l g u n a s personas que por lo general discurren a d m i r a b l e -

siente de u n a m a n e r a , por decirlo así, a u t o m á t i c a y m a q u i - m e n t e ; pero que en t o c á n d o l e s ciertos registros, c o m o el

n a l . A s í v i e n e á f o r m a r s e una especie de d a l t o n i s m o i n t e - inmortal D . Q u i j o t e , disparan en m i l despropósitos y n e -

lectual ó p s i c o l ó g i c o , no m é n o s deplorable q u e el que pueda c e d a d e s . A s í a c o n t e c e á g e n t e s por lo d e m á s m u y e s t i m a -

a f e c t a r el ó r g a n o de la v i d a . ¿No se han visto por v e n t u r a b l e s , d e s p u l s a r s e y ponerse frenéticas y c o m o f u e r a de sí

m a t e m á t i c o s t a n e n f r a s c a d o s en sus c á l c u l o s q u e habian en t o c á n d o l e s el registro de la r e l i g i ó n . P o r otra parte, y

perdido por c o m p l e t o el s e n t i m i e n t o de la f a m i l i a , i n s e n - c o m o efecto de lo q u e v a m o s e x p l i c a n d o , hay entendi-

sibles al cariño de sus e s p o s a s y de sus h i j o s ? ¿ D e c u á n t o s m i e n t o s de tal m a n e r a pervertidos, que p a r e c e h a b é r s e l e s

sábios por ese estilo m á s á m é n o s raros, m o n o m a n i a c o s y cerrado c o m p l e t a m e n t e el c a m i n o de la v e r d a d . D i r í a s e ,

e x c é n t r i c o s , c o m o v u l g a r m e n t e se d i c e , no se r e c u e r d a n u s a n d o de la b e l l a expresión de un autor a n t i g u o , que

d i c h o s , h e c h o s ó a n é c d o t a s c u r i o s í s i m a s ? P u e s a h o r a bien: ellos y l a v e r d a d d i v i n a huyen por desencontrarse. A fuerza

s u p o n g a m o s q u e á un h o m b r e docto, pero e x c l u s i v o (y de a b u s a r de l a s g r a c i a s de D i o s , á f u e r z a de p r e v a r i c a c i o -

casi t o d o s lo son, m á s ó ménos), entregado toda su v i d a al nes y e x t r a v í o s , h a n logrado a h o g a r en el a l m a t o d a aspira-

estudio de u n a c i e n c i a , y m á s ó m é n o s p r e o c u p a d o c o n t r a c i ó n noble y g e n e r o s a ; a t a d o s á u n a c a d e n a de t i n i e b l a s ,

l a s v e r d a d e s de la f e , se le q u i e r a sacar de este e x c l u s i v i s - c o m o la l l a m a h e r m o s a m e n t e la divina E s c r i t u r a 1 , no

m o ; ¡cuán difícil será c o n v e n c e r l e de sus errores y p r e o c u - p u e d e n m o v e r s e l i b r e m e n t e en el reino sereno y l u m i n o s o

paciones! ¡ C u á n peligroso contrariar sus p r e j u i c i o s , v a n i - de la verdad; c a r e c e n del sentido de l a s c o s a s d i v i n a s , de

d a d e s y ridiculeces! ¡ C u á n f á c i l q u e al p r e t e n d e r s a c a r l o suerte que h a b l a r l e s de D i o s , de sus g r a n d e z a s , de s u s

del m e d i o en q u e h a v i v i d o , se provoque una r e a c c i ó n v i o - m i s e r i c o r d i a s para con el h o m b r e , es lo m i s m o que hablar

lenta y de c o n s e c u e n c i a s fatales! P o r q u e h a y q u e tener p r e - al c i e g o de los colores. J ú z g u e s e por a q u í el caudal i n a g o -

sente q u e en nosotros andan de tal m a n e r a unidos el e l e - t a b l e de conflictos y querellas de la c i e n c i a contra la f e ,

m e n t o material y el espiritual, h a y tal a c c i ó n y r e a c c i ó n q u e p u e d e n s u r g i r de e s t a fuente.

entre el cuerpo y el a l m a , q u e la e d u c a c i ó n , las ideas q u e E l tercer o b s t á c u l o q u e opone la v o l u n t a d h u m a n a á l a

n o s v a m o s f o r m a n d o de las c o s a s , la a c c i ó n p e r s o n a l s o - e s t r e c h a unión entre la c i e n c i a y la f e es la i g n o r a n c i a ,

bre los m o v i m i e n t o s a p a s i o n a d o s del espíritu, y otras c a u -


1 Sap. xvxi. 2.
174 Origen de los conflictos

c o n s e c u e n c i a ordinaria del orgullo y del exclusivismo e n c u m b r a n su v u e l o en la esfera de l o s c o n o c i m i e n t o s


científico. N o es necesario d e m o s t r a r la g r a n d e z a , exten-
científicos.
sión y terribles c o n s e c u e n c i a s de esta i g n o r a n c i a . P a r a ha-
E n 1 8 5 2 m o r í a el célebre D i r e c t o r del O b s e r v a t o r i o as-
blar de historia, de artes, de filosofía y hasta de i n d u s -
t r o n ó m i c o de P a r í s , F r a n c i s c o A r a g o . E s t a n d o postrado
t r i a s c a s e r a s , se exigen ciertos c o n o c i m i e n t o s e s p e c i a l e s ,
en el l e c h o , y un m e s a n t e s de su m u e r t e , f u é v i s i t a d o p o r
sin los c u a l e s no se a t r e v e uno á h a b l a r temeroso de d e -
su c o m p a ñ e r o y a m i g o el docto A b a t e M o i g n o , quien c o n
cir disparates. S ó l o para hablar de religión se creen t o d o s
la f r a n q u e z a y sinceridad que le p e r m i t í a su a m i s t a d con
c o n los c o n o c i m i e n t o s b a s t a n t e s para decir su parecer. E n
el f a m o s o a s t r ó n o m o , le p r e g u n t ó si en medio de los a g u -
esto diríase q u e n a c e n todos e n s e ñ a d o s . E n este punto no
dos y p r o l o n g a d o s dolores q u e sufría no se sentía a l g u n a
h a y freno, ni consideración, ni buen m i r a m i e n t o que v a l -
v e z m o v i d o á l e v a n t a r su c o r a z o n al cielo, y a c e r c a r s e á
g a ; y áun los h o m b r e s q u e no c o n s i e n t e n en m a n e r a a l -
la M a j e s t a d de D i o s con a l g u n a breve y f e r v o r o s a oracion.
g u n a que nadie se a t r e v a á contradecirles ó enseñarles l a
«Mi querido a m i g o , le respondió con d u l z u r a y s u a v i d a d ,
c i e n c i a ó arte que poseen, en tratándose de religión y á u n
usted s a b e que educado en el seno de la t o r m e n t a revolu-
c o n f e s á n d o s e faltos de los c o n o c i m i e n t o s n e c e s a r i o s , se to-
cionaría, no recibí n i n g u n a e s p e c i e de i n s t r u c c i ó n religio-
m a n los m a y o r e s a t r e v i m i e n t o s . Y de aquí ¿qué h a de r e -
s a ; no sé n a d a , a b s o l u t a m e n t e n a d a de l o s d o g m a s de la
sultar si no g r a v í s i m o s trastornos en el orden i n t e l e c t u a l ,
fe; en general h a b r á usted podido o b s e r v a r que he p r o c u -
a c u s a c i o n e s ridiculas y r u i d o s o s conflictos y c u e s t i o n e s
rado no m e t e r m e en n i n g u n a cuestión religiosa. T a l v e z
s o b r e m a n e r a deplorables? E n e f e c t o ; ¿cómo pueden u n i r -
p u e d a n r e f e r i r s e dos ó t r e s a n é c d o t a s m i a s contra c i e r t a s
se y e n l a z a r s e en el e n t e n d i m i e n t o h u m a n o con h e r m a -
p r á c t i c a s ó t e m o r e s , á m i v e r , a l g o supersticiosos; pero
n a b l e a l i a n z a la f e y la c i e n c i a si no se conocen? ¿ N o e s
j a m a s , en n i n g ú n t i e m p o ni l u g a r , he c o m b a t i d o ó a t a c a d o
por v e n t u r a t e m e r a r i o afirmar la disidencia entre la u n a y
á la fe. C o n f i e s o que por a l g ú n t i e m p o me sentí inclinado
la otra cuando no se s a b e n p e r f e c t a m e n t e la e x t e n s i ó n ,
á b u r l a r m e por i g u a l m a n e r a de los c l e r ó f o b o s y de l o s
límite y n a t u r a l e z a de los p r i n c i p i o s q u e c a d a una de por
devotos. Al presente m e sentiría m á s b i e n i n c l i n a d o á
sí enseñan? P u e s entre los q u e se dedican á los estudios
creer. P e r o e s t r e m e n d o el p r o b l e m a de lo p o r v e n i r ; m e
científicos, n a d a es m á s c o m ú n que e s t a i g n o r a n c i a . No
e s p a n t a su p r o f u n d i d a d , y en él se perdería mi espíritu. A s í
há mucho 1 que el ilustre L u i s V e u i l l o t h a b l a n d o de un
m e v u e l v o , a u n q u e con d i s g u s t o , á mi i g n o r a n c i a . » La
h o m b r e célebre que a c a b a de b a j a r al sepulcro despues
triste h i s t o r i a de A r a g o es la historia de m u c h o s . A l fin el
de haber llenado el m u n d o con el ruido de su n o m b r e ,
célebre a s t r ó n o m o , c o n f e s a n d o con m e l a n c ó l i c a sinceri-
d e c i a de él q u e á pesar de la claridad de su i n t e l i g e n c i a y
dad su i g n o r a n c i a en m a t e r i a s r e l i g i o s a s , n u n c a t u v o des-
de sus v a s t o s c o n o c i m i e n t o s en m a t e r i a s políticas é histó-
precio ó a v e r s i ó n , m u c h o m é n o s rebelión c o n t r a l a fe cris-
r i c a s , en punto á v e r d a d e s religiosas era un grande igno-
tiana. E n estó dió p r u e b a de c o r a z o n sincero y n o b i l í s i -
rante. L a calificación q u e da á T h i e r s el escritor i l u s t r e ,
m o , no m é n o s que de i n t e l i g e n c i a superior; y si los s á b i o s
puede a p l i c a r s e á m u c h o s s a b i o s , á u n de los q u e m á s a l t o
q u e c o m o él d e s c o n o c e n l o s principios de la f e , le i m i t a -
sen en su respeto h á c i a ella, ó por lo m é n o s en no b u s -
i E s c r i b í a s e esto en M a y o de 1 8 7 S . car querellas y conflictos que sólo t i e n e n origen en su i g -
derse. A d e m a s , en todo este negocio de i l u s t r a c i ó n , c i e n -
n o r a n c i a , no serian ellos s e g u r a m e n t e los q u e m é n o s g a -
c i a y c u l t u r a h a y m u c h o de f a n t a s m a g o r í a y b a m b o l l a .
narían con su actitud reverente é i m p a r c i a l . A haber
Tal p a s a por sábio q u e es un tonto de s o l e m n i d a d . La
seguido este proceder el f a m o s o Laplace, se hubiera
c a s t a de aquel D . H e r m ó g e n e s i n m o r t a l i z a d o por M o r a -
a h o r r a d o un d i s g u s t o g r a v e y b o c h o r n o s o . E r a el M a r q u é s
t i n , no se h a extinguido ni se extinguirá e t e r n a m e n t e ; an-
de L a p l a c e , uno de los m e j o r e s m a t e m á t i c o s de s u t i e m p o ,
t e s , s e g ú n v a n las c o s a s , tiene t r a z a s de a u m e n t a r s e e n
i n c r é d u l o á su m a n e r a , p u e s s e g ú n se h a a v e r i g u a d o r e -
p r o p o r c i o n e s a s o m b r o s a s . J a m a s han abundado tanto c o -
c i e n t e m e n t e , el V i e r n e s Santo guardaba la abstinencia
m o en nuestros dias los eruditos á la violeta, los s á b i o s
con s i n g u l a r d e v o c i o n . E n su obra del Sistema del mundo,
de oropel, los doctores en todas las c o s a s , en poco-scien-
en la c u a l , c o m o es sabido, no halló l u g a r p a r a D i o s , se
tes é en m u c h o arrogantes, c o m o decían a n t i g u a m e n t e en
e m p e ñ ó en s a c a r f a l s a á la S a g r a d a E s c r i t u r a en u n a c o s a
C a s t i l l a . J a m a s se han profanado tanto los n o m b r e s de
que no es d o g m a de f e ni m u c h o m é n o s , es á saber: en l a
ciencia, ilustración y progreso; y así c o m o de los a l e m a -
i n t e l i g e n c i a y aplicación del v e r s í c u l o del G é n e s i s , que di-
n e s de su t i e m p o decia G o e t h e que se les debia p r o h i b i r
ce que D i o s hizo l a s dos g r a n d e s l u m b r e r a s , l a l u m b r e r a
pronunciar por espacio de treinta años la palabra senti-
m a y o r , que e s el sol, para que señorease en el dia, y la
miento, y q u e con esto se v e r i a tal v e z brotar en ellos esta
l u m b r e r a m e n o r , que es la l u n a , para q u e s e ñ o r e a s e en l a
flor del a l m a ; de igual manera si no p o c o s de l o s s á b i o s
n o c h e . P a r a ello a m o n t o n ó c á l c u l o s y f ó r m u l a s , q u e r i e n -
flamantes se i m p u s i e s e n por l e y no p r o n u n c i a r por a l g ú n
do p r o b a r a d e m a s que la obra divina adolecia de g r a n d e s
t i e m p o la p a l a b r a ciencia, ni hablar de s u s d e r e c h o s y c o n -
d e f e c t o s . A poco de p u b l i c a d o el libro, el P . C a r a f f a , p r o -
q u i s t a s , no estarían en m a l c a m i n o p a r a l l e g a r á la v e r d a -
f e s o r de m a t e m á t i c a s en el C o l e g i o R o m a n o , h i z o v e r l a
dera sabiduría 1 . E n fin, la c i e n c i a , á u n la m á s a l t a y e x c l a -
b a s e i n s e g u r a de los c á l c u l o s de L a p l a c e , y m á s tarde, el
recida, es excelente; pero no es el medio de que D i o s q u i e -
profundo geómetra L i o u v i l l e , demostró palmariamente
re servirse para s a l v a r al h o m b r e y á la sociedad. Non in
q u e el a u t o r del Sistema del mundo a n d a b a c o m p l e t a m e n t e
Dialéctica, repetiremos con S a n A m b r o s i o , voluit Dens
desatinado en s u s a s e r c i o n e s , y que l a s p a l a b r a s del G é -
salvum facere populum suiim. «Entre v o s o t r o s , d e c i a S a n
nesis en su d i v i n a s e n c i l l e z encierran u n a v e r d a d s u b l i m e
P a b l o á los p r i m i t i v o s cristianos, no h a y m u c h o s sábios
é incontrastable.
s e g ú n el m u n d o , ni m u c h o s poderosos, ni m u c h o s n o b l e s ;
F i n a l m e n t e , p a r a c o n c l u i r este p u n t o q u e t o c a á l o s
a n t e s lo necio del m u n d o escogió D i o s p a r a a v e r g o n z a r á
c o n f l i c t o s y querellas c o n t r a la f e , q u e v i e n e n de p a r t e de
los sábios, y lo flaco del m u n d o escogió D i o s p a r a a v e r -
l o s h o m b r e s d o c t o s , d e b e m o s advertir á l o s q u e se s o r -
g o n z a r lo f u e r t e , y lo vil del m u n d o y lo m e n o s p r e c i a d o
p r e n d e n y e s c a n d a l i z a n de que a l g u n o s de t a l e s h o m b r e s
s e a n incrédulos ó e n e m i g o s de la f e , y áun por lo mismo
1 L o d e p l o r a b l e es el m a l que h a c e n e s t o s h o m b r e s , s o b r s t o d o c u a n d o d a n en s e r
e m p i e z a n á tener d u d a s sobre la v e r d a d de l a s creencias p o l í t i c o s y q u i e r e n m o r a l i z a r el m u n d o , y pasar á l o s o j o s de l a s g e n t e s por u n o s porten-

c r i s t i a n a s , que la ciencia e s una g r a n c o s a , u n a de l a s p r e - t o s de s a b i d u r í a . S o b r e e s t o h a c e m o s n u e s t r a s u n a s p a l a b r a s de M a c a u l a y (en su Ensayo


s o b r e S t u a r t M i l i ) : « H a c e t i e m p o q u ; a b r i g a m o s l a í n t i m a p e r s u a s i ó n de q u e e s o s h o m -
r o g a t i v a s m á s a l t a s de l a h u m a n i d a d , y uno de l o s t í t u l o s b r e s á q u i e n e s m i r a n u n o s c o m o l a l u z de l a t i e r r a y o t r o s c o m o á d e m o n i o s encarnados,

m á s e x c l a r e c i d o s de su n o b l e z a ; pero f r á g i l , d e f e c t i b l e , y s o n en g e n e r a l h o m b r e s m u y o r d i n a r i o s , de e s p í r i t u m u y e s t r e c h o y de u n a instrucción
muy mediana.»
c o m o el h o m b r e , e x p u e s t a á l a t e r r i b l e libertad de p e r d e r -
e s c o g i ó D i o s , y lo q u e no e s para d e s h a c e r lo que es, pa- -de sus i n g e n i o s p a r a pelear contra su propia salvación!

r a que en su a c a t a m i e n t o nadie se gloríe de sí m i s m o , » P o r lo que h e m o s dicho h a s t a ahora, se v e q u e la o p o -

m a s en Jesucristo, h e c h o por nosotros sabiduría, j u s t i f i - s i c i o n e n t r e la c i e n c i a y l a f e , no pudiendo nacer de s u

c a c i ó n , santificación y redención. A u n en el órden natural, intrínseca n a t u r a l e z a , tiene origen en l a s s u g e s t i o n e s del

l o s grandes h o m b r e s , l o s verdaderos b i e n h e c h o r e s de la orgullo, en el e x c l u s i v i s m o científico y en la i g n o r a n c i a de

h u m a n i d a d , l o s que h a n d e r r a m a d o sobre esta u n a l u z q u e suelen adolecer g e n e r a l m e n t e m u c h o s h o m b r e s , p r o -

m á s p u r a y h e r m o s a , no h a n sido g e n e r a l m e n t e dotados f u n d o s c o n o c e d o r e s de los secretos de la naturaleza, pero

de inteligencia extraordinaria, ni a d o r n a d o s de una i l u s - m u y p o c o instruidos en la R e l i g i ó n . H e m o s indicado ade-

tración y sabiduría h u m a n a de p r i m e r órden; pero sí han m a s que f u e r a de e s t a s c a u s a s de conflicto que v i e n e n de

p o s e í d o lo que se l l a m a un g r a n carácter, esto es, u n a vo- parte de la c i e n c i a , influye t a m b i é n en la oposicion entre

l u n t a d e n é r g i c a para el bien, q u e s a b e á donde v a , y que e s t a y la fe la m a l a interpretación que h a n dado a l g u n o s

no se d e j a v e n c e r de estorbos y dificultades. A m e j o r a r y teólogos á los d o g m a s de la R e l i g i ó n . S o b r e este p u n t o

e n n o b l e c e r este c a r á c t e r y e s t a voluntad debe e n d e r e z a r s e v a m o s á decir brevísimas palabras.

la ciencia; y en ello, c o m o y a h e m o s dicho en otra p a r t e , Siendo l a s v e r d a d e s de l a fe la n o r m a que debe g u i a r

debe el h o m b r e poner su p e r f e c c i ó n y verdadero a d e l a n t a - al cristiano para no errar c o m o tal en el j u i c i o que f o r m a de

m i e n t o ; á lo cual n o s a y u d a r á y e s f o r z a r á la g r a c i a de l a s v e r d a d e s de la r a z ó n , e s t á c l a r o que para h a c e r l o c u a l

D i o s , q u e e n t r a en el h o m b r e m á s por el c o r a z o n que c o n v i e n e , e s p r e c i s o que c o n o z c a el verdadero sentido del

por el entendimiento; a n t e s , c u a n d o D i o s quiere atraer principio ó d o g m a de la fe, el de la v e r d a d ó d o c t r i n a de

á sí á a l g ú n a l m a , se v a l e á v e c e s de c o s a s , ideas ó r a z o - la razón sobre la c u a l h a de emitir su j u i c i o , y la relación

n e s que son, al p a r e c e r , contra toda r a z ó n ó discurso n a - de esta doctrina con el d o g m a de la R e v e l a c i ó n . E l cono-

tural T e m b l e m o s de invertir este órden y dar á la cien- c i m i e n t o de e s t a s t r e s c o s a s e s t a n necesario p a r a d e c i d i r

c i a y al entendimiento m a y o r crédito y v a l o r del que a c e r c a de la o p o s i c i o n entre un d o g m a revelado y u n a v e r -

s e m e r e c e n . « ¡ A y de v o s o t r o s , dice Isaías, los q u e sois dad racional, q u e c u a l q u i e r a de ellas que falte, el j u i c i o

sábios á vuestros ojos y resabidos y prudentes delan- será f o r z o s a m e n t e erróneo ó t e m e r a r i o . P u e s bien; n a d a e s

te de v o s o t r o s mismos!» ¡ A y de a q u e l l o s que no obran se- m á s raro que este p e r f e c t o c o n o c i m i e n t o ; n a d a m á s o r d i n a -

g ú n lo q u e c o n o c e n , a n t e s se s i r v e n de sus conocimien- rio y c o m ú n que al decidir a c e r c a de la c o n t r a d i c i o n entre

tos para levantarse contra D i o s , y aguzan las armas la ciencia y la f e se d e s c o n o z c a a l g u n o de estos e l e m e n t o s ,


s u p u e s t o q u e á v e c e s el sentido q u e c o m u n m e n t e se da á
los d o g m a s de la fé ó á l a s p a l a b r a s de la E s c r i t u r a no e s
i A e s t e p r o p ó s i t o n o d e j a r e m o s de r e f e r i r u n c a s o q u e s e l e e en l a Crvnohistoña de
la provincia de Toledo, p. n , pág. 2S2. E l P. G a b r i e l Vázquez fué sin duda uno d e l o s
el que tienen r e a l m e n t e , ó no se p e n e t r a con t o d a c l a r i d a d
h o m b r e s de m á s a l t o i n g e n i o que florecieron e n E s p a ñ a á ú l t i m o s del s i g l o x v i ; pues l a v e r d a d e r a significación de la doctrina que se j u z g a , ó
e s t e h o m b r e d o c t í s i m o c o n t a b a de s í , q u e en m o m e n t o s e n q u e h a b i a de t o m a r u n a r e s o -
l u c i ó n , l a m a s i m p o r t a n t e y c r í t i c a de su v i d a , y q u e l e i m p o n í a n o p e q u e ñ o s sacrificios,
l a oposicion que se pretende descubrir no está m á s que
f u é m o v i d o á a d o p t a r l a por u n a r a z ó n q u e o y ó á un t e ó l o g o e m i n e n t e , pareciéndole tan en la p e r t u r b a d a f a n t a s í a . D i o s entregó el universo á l a s
e f i c a z que su e n t e n d i m i e n t o q u e d ó de t o d o p u n t o c o n v e n c i d o . M a s q u e e x a m i n a d a d e t e -
n i d a m e n t e m á s a d e l a n t e , y p u e s t a en f o r m a s i l o g í s t i c a , v i ó q u e t e n i a d o s f a l t a s p a r a c o n -
d i s p u t a s de los h o m b r e s ; C r i s t o no vino al m u n d o á e n s e -
cluir l e g í t i m a m e n t e lo que pretendía. C u a n d o D i o s pretende llevar á uno á donde E l q u i e - ñ a r la c i e n c i a de la n a t u r a l e z a , sino la c i e n c i a de la v i d a y
r e , todos los caminos son buenos.
de l a s a l v a c i ó n ; y el texto sagrado, así c o m o es clarísimo-
t o d o s sirven p a r a todo; un ingenio q u e h a g a m i l a g r o s e n
e n lo q u e t o c a á e s t a ciencia espiritual, así es oscuro, c u e s -
t e o l o g í a y m e t a f í s i c a podrá ser un n a t u r a l i s t a , f í s i c o y á u n
t i o n a b l e é incierto en lo q u e se refiere á la c i e n c i a f í s i c a
escriturario m u y mediano. E n especial, conviene guar-
ó n a t u r a l . E n este punto l a s proposiciones que deben ser
d a r n o s de c o n f u n d i r l a s c u a l i d a d e s m o r a l e s con l a s i n t e l e c -
t e n i d a s c o m o de f e , son p o q u í s i m a s ; m u c h a s m é n o s de las-
t u a l e s y científicas. «A l a s p a l a b r a s de los s a n t o s (en m a -
q u e se cree v u l g a r m e n t e ; la m a y o r parte andan s u j e t a s á las.
terias científicas se entiende), h a y que preferir y a n t e p o -
interpretaciones de l o s h o m b r e s , interpretaciones que la
ner la S a n t a V e r d a d , » c o m o d e c i a h e r m o s a m e n t e K e p p l e r .
I g l e s i a permite, que en m u c h o s c a s o s deben ser r e s p e t a -
E n todo p r u d e n c i a , que e s la sal de las v i r t u d e s . N o nos
d a s y a c a t a d a s , pero que no obligan el e n t e n d i m i e n t o con
a r r o j e m o s á dar por cierto y seguro lo q u e s o l a m e n t e e s
la autoridad del divino m a g i s t e r i o . A ñ á d a s e á esto lo q u e
p r o b a b l e , ni á calificar c o m o heréticas ó contrarias á la f e
nos e n s e ñ a n todos l o s dias la e x p e r i e n c i a y la historia de
opiniones que pueden caber m u y bien dentro de ella I . E n
l a s c i e n c i a s en todos sus órdenes y c l a s i f i c a c i o n e s , e s á
este punto e s a d m i r a b l e el e j e m p l o que nos dieron los t e ó -
saber, q u e s o n m u y p o c a s l a s v e r d a d e s científicas q u e
l o g o s a n t i g u o s , en especial los e s c o l á s t i c o s y l a s l u m b r e -
p u e d a n admitirse sin a l g ú n género de atenuación y reser-
ras entre estos, en los c u a l e s no se s a b e qué a d m i r a r m á s ,
v a , y se v e r á con c u á n t o cuidado debe a n d a r s e uno en
s i la s e n c i l l e z y m o d e r a c i ó n con que exponen s u s d o c t r i -
a f i r m a r por c i e r t a y a s e n t a d a una p r o p o s i c i o n , y d e c i d i r
nas, ó la i m p a r c i a l i d a d c o n que discuten y j u z g a n l a s a j e -
s o b r e su c o n f o r m i d a d ú oposicion con l a verdad r e v e l a d a .
n a s , procediendo siempre con una p r u d e n c i a y m o d e r a c i ó n
A fin de no e q u i v o c a r n o s en nuestros j u i c i o s sobre la
m a r a v i l l o s a s , en calificar opiniones m á s ó m é n o s c o n t r a -
o p o s i c i o n de ciertas doctrinas con los d o g m a s de n u e s t r a
rías al c o m ú n sentir. S e g u r a m e n t e , á haber seguido s i e m -
fe, encarga gravísima y sapientísimamente San Agustín
p r e tan h e r m o s o e j e m p l o , habríanse evitado m u c h a s c u e s -
que en c a s o s dudosos v e a m o s los v a r i o s sentidos que p u e -
t i o n e s , d i s g u s t o s y conflictos, y en l a s r e l a c i o n e s entre l a
den tener l a s p a l a b r a s d i v i n a s , y que no n o s a r r o j e m o s te-
ciencia y la fe habría m é n o s c o n f u s i o n y e m b r o l l o del q u e
m e r a r i a m e n t e á defender n i n g u n a de e s t a s i n t e r p r e t a c i o -
hay actualmente.
nes, c u a l si f u e s e palabra de D i o s y dando á nuestra i m a -
I E n t o d o s t i e m p o s h a s i d o e s t e c o n s e j o útil y á u n n e c e s a r i o , p e r o n u n c a t a n t o c o -
g i n a c i ó n la autoridad de la divina e n s e ñ a n z a . E n este
m o en l a p r e s e n t e e d a d , en q u e p o r e f e c t o del t r a s t o r n o e s p a n t o s o de i d e a s q u e á t o d o s e
p u n t o la I g l e s i a h a de ser nuestra g u í a , nuestra l u z y n o r - e x t i e n d e y á t o d a s p a r t e s a l c a n z a , h a e n t r a d o en m u c h o s l a m a n i a de d o g m a t i z a r y d e c i r
-su a l c a l d a d a s o b r e c u a n t o o c u r r e en l a p o l é m i c a ó d i s c u s i ó n , l a n z a n d o a d i e s t r o y s i n i e s -
m a e x t r í n s e c a de la verdad; á ella, c o m o e n c a r g a d a del de-
t r o pareceres, sentencias y excomuniones. Hombres g e n e r a l m e n t e extraños á los estu-
p ó s i t o de la fe y de la interpretación de l a s d i v i n a s E s c r i - d i o s d ; T e o l o g í a , s i n m á s c a u d a l de d o c t r i n a q u e u n a s c u a n t a s i d e a s q u e h a n a r a ñ a d o del
ú l t i m o l i b r o q u e p o r c a s u a l i d a d h a c a i d o en s u s m a n o s , s e c o n s i d e r a n c o n b a s t a n t e a u t o -
t u r a s , d e b e m o s acudir para saber lo que h e m o s de creer,
r i d a d p a r a d e s h a c e r d u i ? s , e c h a r s e n t e n c i a s y m e t e r á t o d o el m u n d o p o r el b u e n c a m i -
el j u i c i o que nos h a de m e r e c e r una d o c t r i n a , y su o p o s i - n o , que por s u p u e s t o n o es o t r o que e l que á e l l o s s e l e s a n t o j a d e s c u b r i r á la t u r b i a l u z d e
su mal adoctrinado entendimiento. Y l l e g a en a l g u n o s e s t a m a n í a á tal e x t r e m o , q u e
cion con la e n s e ñ a n z a revelada. N o h a y que c o n f u n d i r j a -
hay p o b r e h o m b r e que se c r e e p r e c i s a m e n t e s u s c i t a d o por D i o s p a r a c o r r e g i r á l o s e r r a -
m a s la opinion de un teólogo particular con la doctrina de d o s , y q u e c o m o e l i n g e n i o s o H i d a l g o de l a M a n c h a , a p e n a s v e a s o m a r por el h o r i z o n t e
d e su i n t e l i g e n c i a a l g ú n m a l c a b a l l e r o que t i e n e t r a z a s de n o p r e s t a r r e v e r e n c i a á l a s e -
la I g l e s i a ; y en punto al respeto que se m e r e c e la autori-
ñ o r a de s u s p e n s a m i e n t o s , ya está a l l í , p l u m a en r i s t r e , p a r a d e f e n d e r l a y a m p a r a r l a .
d a d , h a y que distinguir entre los v a r i o s órdenes de c o n o - N u e v o M a i m ó n i d e s t a l v e z n o s r e g a l e el d i a m é n o s p e n s a d o c o n u n a Guía de los extra-
viados, q u e c i e r t o n o s e r í a m a l a f o r t u n a p a r a l o s t i e m p o s m i s e r a b l e s e n que n o s h a t o c a -
c i m i e n t o s , y dar á cada uno de ellos su mérito y v a l o r ; n o
d o vivir.
tífico l a v e r d a d se o f r e c e á l a i n t e l i g e n c i a por sí m i s m a ,
m i e n t r a s que e n el c o n o c i m i e n t o obtenido por l a fe se n o s
p r e s e n t a a p o y a d a e n el a j e n o t e s t i m o n i o ; c o n la ciencia
d e s c u b r i m o s p o r n o s o t r o s m i s m o s l a v e r d a d que c o n o c e -
C A P Í T U L O X. m o s ; p o r l a f e n o l a d e s c u b r i m o s de n i n g u n a m a n e r a , s i n o
que la r e c i b i m o s d e otro, fiados en s u a u t o r i d a d ; en a q u e -
l l a l a m e n t e e s v e n c i d a y s u b y u g a d a p o r la r e a l i d a d de l o s
DIFICULTADES GENERALES.
objetos; en esta es g u i a d a y conducida por la autoridad
a j e n a ; e n l a u n a t o d o e s e s p o n t a n e i d a d y e v i d e n c i a ; en l a
otra t o d o a u t o r i d a d y m i s t e r i o . A h o r a bien; entre estas
NDICADAS l a s c a u s a s que t i e n d e n á d e s t r u i r l a h a r -
d o s m a n e r a s de c o n o c i m i e n t o , ¿no h a y p o r v e n t u r a r e p u l -
m o n í a entre l a c i e n c i a y l a f e , el órden de l a s ideas-
s i ó n y a n t a g o n i s m o i n v e n c i b l e , de s u e r t e que el p r o g r e s o
que v e n i m o s e x p o n i e n d o n o s l l e v a á e s t u d i a r l a i n -
y desarrollo del u n o e m b a r a c e n el d e s e n v o l v i m i e n t o d e l
fluencia de e s t a s c a u s a s en l a s d u d a s , dificultades,
otro, y l a l i b e r t a d d e l a f e m a t e y a h o g u e l a n e c e s a r i a li-
y c o n f l i c t o s que de e l l a s r e s u l t a n .
b e r t a d de l a c i e n c i a ?
E s de t o d o p u n t o i m p o s i b l e r e f e r i r , y m u c h o m é n o s r e -
P a r a c o n t e s t a r á e s t a s p r e g u n t a s , h a y que presuponer
futar, todas estas dificultades; porque como no hay error
que la l e y f u n d a m e n t a l de n u e s t r o e s p í r i t u , en su t e n d e n -
ni h e r e j í a , al decir del C a r d e n a l F r a n z e l i n , a u t o r g r a v í s i -
c i a á l a v e r d a d , e s q u e no dé su a s e n s o á n i n g u n a p r o p o -
m o y u n o de l o s t e ó l o g o s m á s a v e n t a j a d o s que h o y t i e n e
s i c i ó n sin m o t i v o s j u s t o s , r a z o n a b l e s y c o n v e n i e n t e s . « L a
l a I g l e s i a , de q u e n o p u e d a s e ñ a l a r s e el origen e n el t r a s -
D i a l é c t i c a , c o m o de l a H i s t o r i a , d i c e e l P . J u a n de M a -
t o r n o del ó r d e n que D i o s , a u t o r de l a n a t u r a l e z a y d e l a
riana, p r o c e d e por p u n t o c r u d o , y no s u e l e p a s a r p a r t i d a
g r a c i a , q u i s o e s t a b l e c e r entre l a c i e n c i a ó r e v e l a c i ó n n a -
sin que le m u e s t r e n q u i t a n z a r.» La duda ó suspensión
t u r a l y l a s o b r e n a t u r a l , p a s a r r e v i s t a á t o d a s las o b j e c i o -
n o d e s a p a r e c e n s i n o c u a n d o v e el m o t i v o , r a z ó n ó f u n d a -
n e s que s e h a n h e c h o c o n t r a este ó r d e n y h a r m o n í a , s e r í a
m e n t o q u e , c i e r t a é i n e l u d i b l e m e n t e , l a c o n v e n z a n de que
t a n t o c o m o e n u m e r a r l o s d e s v a r i o s i n n u m e r a b l e s que e l
su asentimiento es justo y razonable. E s t e motivo puede
g e n i o d e l error, e s p a n t o s a m e n t e f e c u n d o , ha e n g e n d r a d o
ser la evidencia con que la verdad aparece á nuestra men-
e n l a s i n t e l i g e n c i a s de t o d o s l o s h o m b r e s . A s í , m i r a n d o á
t e , ó la l e g í t i m a a u t o r i d a d y t e s t i m o n i o que n o s l a a s e g u -
l a b r e v e d a d , sólo t o m a r e m o s en c u e n t a l a s que i n m e d i a t a
r a . E n e f e c t o , no t o d o lo p o d e m o s s a b e r p o r c i e n c i a p r o -
y derechamente se oponen á esta harmonía. M a s antes d e
p i a : a l g o h a y que c o n c e d e r á la a u t o r i d a d y c i e n c i a a j e n a .
v e n i r á l a s o b j e c i o n e s p a r t i c u l a r e s , q u e r e m o s en e s t e ca-
S i no h u b i é s e m o s de a d m i t i r c o m o l e g í t i m a m e n t e c i e r t o
pítulo deshacer algunas dudas que surgen de la tésis g e -
sino lo q u e p e r c i b i m o s c o n i n t r í n s e c a e v i d e n c i a , habría-
n e r a l que v e n i m o s d e s e n v o l v i e n d o , p a r a que su a c l a r a c i ó n
m o s de r e n u n c i a r á c o n o c e r t o d o s l o s h e c h o s a c a e c i d o s en
d e r r a m e sobre e l l a m a y o r c l a r i d a d , y c o n el c o n t r a s t e de
t i e m p o s p a s a d o s , y c a s i t o d o s l o s q u e s u c e d e n e n el p r e -
l a s o b j e c i o n e s se a s i e n t e y a f i r m e m á s la u n i ó n entre l a
c i e n c i a y l a fe que n o s h e m o s p r o p u e s t o d e m o s t r a r . x E n l a c a r t a á B a r t o l o m é L e o n a r d o de A r g e n s o l a , q u ; publicó P e l l i c e r en la Bi-
blioteca de Traductores.
H e m o s d i c h o v a r i a s v e c e s que e n el c o n o c i m i e n t o c i e n -
sente, pues ni á l o s u n o s ni á los otros a l c a n z a la e x p e - d e s e a n t e sus o j o s el v a s t o dominio del u n i v e r s o , e n t r e g a -
r i e n c i a de n u e s t r a s f a c u l t a d e s . A h o r a bien: si h a y v e r d a d do por D i o s á la curiosidad, estudio y d i s p u t a s de los
p r á c t i c a q u e se nos i m p o n g a , sin darnos l u g a r á l a m e n o r h o m b r e s . E n esta esfera i n m e n s u r a b l e pueden e s p a c i a r s e
d u d a a c e r c a de ella, esta es que si D i o s n o s h a b l a y n o s y e n c u m b r a r su v u e l o l o s espíritus m á s v i g o r o s o s ; podrá
r e v e l a s u s p e n s a m i e n t o s , e s t a m o s o b l i g a d o s á rendirle el ser q u e les falten a l a s y energía p a r a m o v e r s e , pero s e g u -
h o m e n a j e de n u e s t r a f e , a d m i t i e n d o su r e v e l a c i ó n como r a m e n t e no l e s f a l t a r á espacio q u e recorrer, ni aire q u e
e n s e ñ a n z a i n f a l i b l e . E l h o m b r e depende e n t e r a m e n t e de r e s p i r a r , ni tierras q u e descubrir.
Dios como Criador, S e ñ o r y fin ú l t i m o s u y o ; y la r a z ó n Gritan m u c h o s q u e el someter el e n t e n d i m i e n t o á la
c r e a d a y finita debe a b s o l u t a m e n t e s o m e t e r s e á la r a z ó n a u t o r i d a d de l a f e , e s coartar la libertad de la c i e n c i a ,
i n c r e a d a , infinita y e t e r n a l m e n t e s o b e r a n a . «¿No es i n d i g - m e t e r l a en un estrecho sendero, ó m á s bien en un molde
n o , p r e g u n t a S a n A m b r o s i o , que c r e a m o s el t e s t i m o n i o de a p r e t a d o y p r e m i o s o donde no p u e d a m o v e r s e ; e c h a r pi-
un h o m b r e , y no c r e a m o s al t e s t i m o n i o y á los o r á c u l o s g ü e l a s al i n g e n i o para que no l e v a n t e su g e n e r o s o v u e l o
de Dios?» A s í la r a z ó n m i s m a , l e j o s de oponerse á la a u - por l a s r e g i o n e s m á s e l e v a d a s del saber, sino que se ande
t o r i d a d de la divina R e v e l a c i ó n , la p e r s u a d e é i m p o n e ; y r a s t r e a n d o tierra á tierra o c u p a d o en c o s a s de p o c o f u s t e
dado, por una parte, el h e c h o á t o d a s l u c e s i n c o n t e s t a b l e y baladíes. E s t a s p a l a b r a s y este c l a m o r e o es necio é i n -
de e s t a R e v e l a c i ó n , y por otra el c o n o c i m i e n t o de l a s v e r - sensato.
dades naturales, la c i e n c i a y la fe t i e n e n que j u n t a r s e y E n p r i m e r l u g a r , al someter el h o m b r e su e n t e n d i m i e n -
h e r m a n a r s e en n u e s t r a a l m a . L a c i e n c i a de C r i s t o , dice t o á l a s v e r d a d e s de la f e , no se p r i v a de n i n g u n a de s u s
S a n t o T o m á s , no d e s t r u y e á la c i e n c i a h u m a n a , sino q u e f a c u l t a d e s , ni r e n u n c i a á n i n g u n o de sus d e r e c h o s , a n t e s
l a i l u m i n a . A m b a s c o n s t i t u y e n la p l e n i t u d de la s a b i d u - g a n a un g u í a y a p o y o , una l u z v e n i d a del cielo, que diri-
ría. C o n a m b a s e s n u e s t r a mente e n r i q u e c i d a y a l u m b r a - g e sus p a s o s y los i l u m i n a y e n d e r e z a en l a s s e n d a s difíci-
d a . L a una no c o n t r a d i c e ni absorbe á la o t r a , p o r q u e s o n l e s de la c i e n c i a . A s í c o m o el sol cuando a p a r e c e en el ho-
dos r a d i a c i o n e s d i s t i n t a s , pero que v i e n e n de un m i s m o r i z o n t e no a l t e r a la naturaleza de l a s c o s a s q u e i l u m i n a ,
f o c o de l u z ; dos f u e n t e s que brotan de un solo m a n a n t i a l ; a n t e s l a s r e a l z a y l e s da n u e v o lustre y e s p l e n d o r , h a c i é n -
dos esferas ó d o m i n i o s de la v e r d a d , que r e f l e j a n u n a s o l a d o l a s a p a r e c e r á nuestros o j o s m á s p e r f e c t a s y h e r m o s a s ,
e n s e ñ a n z a ; dos c i e n c i a s q u e salen de los labios de un solo así la l u z de la f e , al entrar en el a l m a , no entorpece ó e m -
maestro. bota n i n g u n a de s u s f a c u l t a d e s , c o m o t a m p o c o oculta nin-
E s t a s dos c i e n c i a s no s o l a m e n t e p u e d e n existir, sino g u n a de las p e r f e c c i o n e s q u e relucen en l a s criaturas, an-
t a m b i é n crecer y desarrollarse, c a d a cual en su e s f e r a , en t e s d e r r a m a sobre ellas los r e s p l a n d o r e s de su d i v i n a i l u -
n u e s t r o e n t e n d i m i e n t o . E l cristiano posee la n o r m a ó g u í a m i n a c i ó n , m o s t r á n d o n o s l o s infinitamente m á s h e r m o s o s
de v e r d a d en los p r i n c i p i o s eternos é i n m u t a b l e s q u e D i o s y dignos de nuestra c o n t e m p l a c i ó n y c u r i o s i d a d . E n el es-
se h a s e r v i d o r e v e l a r l e ; estos principios le i l u m i n a n en l a s t u d i o de la n a t u r a l e z a , el cristiano g o z a de c o m p l e t a liber-
r e g i o n e s del d o g m a y de l a moral; por ellos se a p o y a en tad é i n d e p e n d e n c i a , tan c o m p l e t a c o m o p u e d a g o z a r l a el
la firme r o c a de la v e r d a d , p a r a que no z o z o b r e en l a s t e m - q u e i g n o r a l a R e v e l a c i o n , ó la d e s o y e y d e s c o n o c e , tenien-
p e s t a d e s de la v i d a . M a s f u e r a de estos p r i n c i p i o s , e x t i é n - d o a d e m a s u n a p r e n d a y g a r a n t í a de acierto que no posee
quien no a c a t a la R e v e l a c i ó n divina. A m b o s e s t u d i a n l o s p a r a entrar en el d o m i n i o de la autoridad paternal, salir
s é r e s s o m e t i d o s á la e x p e r i e n c i a de s u s f a c u l t a d e s , i n v e s - del estado de l a s c o s a s p a r a entrar en el señorío de l a s p e r -
t i g a n sus f e n ó m e n o s , sus l e y e s y d i f e r e n c i a s . U n o y o t r o sonas, d e j a r l a e s c l a v i t u d de los siervos para ser a g r e g a -
p u e d e n descubrir e s t a s l e y e s y e s t a b l e c e r sus f ó r m u l a s y d o al h o n r o s o d o m i n i o de la f a m i l i a ; y la condicion del
relaciones; uno y otro pueden acertar y t a m b i é n e q u i v o - h i j o e s e s e n c i a l m e n t e de subordinación y obediencia, a u n -
carse; p u e s ni la fe quita la i m p e r f e c c i ó n e s e n c i a l del e s - q u e libre, suave y amorosa. T a l es ni m á s ni m é n o s l a
píritu h u m a n o , ni la a l t i v a i n d e p e n d e n c i a de l a a u t o r i d a d s u m i s i ó n y s e r v i d u m b r e que la I g l e s i a e x i g e de s u s h i j o s .
d i s m i n u y e en un á t o m o su falibilidad natural. M a s en E n c u a n t o á los q u e no la r e c o n o c e n por madre y m a e s t r a
a q u e l l a s partes d i f í c i l e s y t e n e b r o s a s donde la r a z ó n s e i n f a l i b l e e n v i a d a al m u n d o p a r a su e n s e ñ a n z a , e s t a s a n t a
a n u b l a , y t o m a d a de una especie de v é r t i g o v a g a á t i e n t a s I g l e s i a no les e x i g e su o b e d i e n c i a sino cuando d e s p u e s de
sin saber á dónde dirigir sus p a s o s , el c r e y e n t e no e s t á h a b e r l e s presentado sus c r e d e n c i a l e s , a d m i t e n su v a l i d e z ,
sólo con el criterio d e f e c t i b l e de su e n t e n d i m i e n t o , s i n o s u a u t e n t i c i d a d y la v e r d a d de la d o c t r i n a que acreditan
que o y e s i e m p r e u n a v o z q u e le g u í a y e x c l a r e c e , y a u n - j u z g a n d o á esta d o c t r i n a no sólo c o m o eminentemente
que no le d e j a v e r i n t u i t i v a m e n t e l a v e r d a d , á lo m é n o s le c r e i b l e , sino c o m o m á s creíble que cualquier otra c o n t r a -
d a confianza de que por la s e n d a q u e s i g u e no p u e d e equi- ria, y en cuanto rendidos á la f u e r z a de los argumentos
v o c a r s e . A t e n t o á e s t a v o z , s o l a m e n t e le falta una libertad, q u e la a t e s t i g u a n , se s o m e t a n libre y a m o r o s a m e n t e á l a
la triste libertad del error. E n c a m b i o , aquel q u e ha cerra- autoridad de su e n s e ñ a n z a . E s t a es la obediencia y a c a t a -
do sus oidos á los a c e n t o s d i v i n o s , corre á la v e n t u r a , sin m i e n t o q u e les pide la I g l e s i a . Si esto e s servidumbre y ti-
m á s g u í a que el d e v a n e o de su i m a g i n a c i ó n , l a s i n s p i r a - ranía intolerable, ¡pluguiese á D i o s q u e no se usasen en
ciones del c a p r i c h o y la sofistería de s u s p a s i o n e s , casi se- el m u n d o otra c l a s e de tiranías!
g u r o de e x t r a v i a r s e y p e r d e r s e .
F i n a l m e n t e , e s desatino hablar de l a libertad a b s o l u t a
En s e g u n d o l u g a r , la fe no se i m p o n e , sino que se del p e n s a m i e n t o . L a r a z ó n h u m a n a , e m a n c i p a d a ó n o , tie-
a c e p t a libre y r a c i o n a l m e n t e . L a I g l e s i a h a b l a á sus h i j o s , ne sus l í m i t e s que no p u e d e i m p u n e m e n t e t r a s p a s a r . S u
h i j o s dóciles, obedientes y s u m i s o s , sin forzar s u s enten- libertad e s t á s u j e t a á ciertas c o n d i c i o n e s , así i n t r í n s e c a s
d i m i e n t o s ni atar sus v o l u n t a d e s , si no e s con el l a z o s u a - c o m o e x t r í n s e c a s , q u e l a fijan, c i r c u n s c r i b e n y d e t e r m i -
v í s i m o del a m o r . Q u i e n r e c o n o c e á l a I g l e s i a p o r m a d r e , n a n . L a r a z ó n no se i m p o n e á sí m i s m a e s t a s c o n d i c i o n e s ,
quien se h o n r a en o b e d e c e r l a , q u i e n cree en su i n f a l i b i l i - sino que n a c e s u j e t a á ellas, y crece y se desarrolla sin
d a d d i v i n a , ¿es p o s i b l e q u e se j u z g u e p r i v a d o de su l i b e r - que p u e d a sustraerse á su influencia. E s cierto que el pen-
tad cuando r a c i o n a l m e n t e s o m e t e el e n t e n d i m i e n t o á s u s s a r ó no p e n s a r está en la f a c u l t a d del libre albedrío; e s
d e c i s i o n e s inapelables? C a b a l m e n t e la p a l a b r a libertad, la cierto q u e no existe f u e r z a a l g u n a en el m u n d o que n o s
m á s h e r m o s a despues de la p a l a b r a caridad q u e h a reso- obligue á a p l i c a r n u e s t r a a c t i v i d a d á este ó á aquel o b j e -
nado en la tierra, tiene su o r i g e n de liber, esto e s , hijo. La t o ; p e r o , u n a v e z que e j e r c i t a m o s esta a c t i v i d a d a c e r c a de
libertad no e s la i n d e p e n d e n c i a y la a n a r q u í a , no e s salir- c u a l q u i e r p u n t o ú o b j e t o , no s o m o s dueños de p e n s a r s o -
se del r a n g o de los e s c l a v o s p a r a p a s a r al c a m p o de los b r e él lo q u e nos p l a z c a . E l p e n s a m i e n t o tiene sus r e g l a s
r e b e l d e s , sino salir del y u g o i n s o p o r t a b l e de un tirano y p r i n c i p i o s á l o s c u a l e s debe obedecer, so pena de extin-
«Por haber despreciado esta n o r m a y regla de su e n t e n -
g u i r s e y suicidarse; y así c o m o para l a s f a c u l t a d e s sensiti-
d i m i e n t o , dice a c e r t a d a m e n t e el ilustre m a t e m á t i c o A g u s -
v a s , l a vista, por e j e m p l o , h a y l e y e s que e x p l i c a l a fisio-
tín C a u c h y x , no pocos sabios han tenido la d e s g r a c i a de
l o g í a y á l a s c u a l e s d e b e a j u s t a r s e en el e j e r c i c i o de s u
g a s t a r en v a n o s e s f u e r z o s un t i e m p o precioso q u e p u d i e -
a c t i v i d a d , así el e n t e n d i m i e n t o tiene l a s s u y a s , que r e c o -
r a n haber e m p l e a d o en ú t i l e s d e s c u b r i m i e n t o s . C u á n t o s y
n o c e i m p l í c i t a m e n t e s i e m p r e que e j e r c i t a su a c c i ó n . E s -
c u á n n o t a b l e s t r a b a j o s p o d r í a m o s admirar en nuestras c o -
t a s l e y e s que señala, d e s e n v u e l v e y d e m u e s t r a c i e n t í f i c a -
l e c c i o n e s de obras científicas, si la R e l i g i ó n hubiese g u i a -
m e n t e la l ó g i c a ó d i a l é c t i c a , se reducen á la e v i d e n c i a y
do siempre la p l u m a de aquellos autores q u e se e m p e ñ a -
á la autoridad. P p r q u e así c o m o la realidad de l a s c o s a s ,
ron en d e m o s t r a r que los z o d i a c o s de D e n d e r a h y de E s -
i l u m i n a n d o el e n t e n d i m i e n t o con los f u l g o r e s de su l u z ,
n e h tenían doce mil años de f e c h a , que el h o m b r e d e s c e n -
d e t e r m i n a el p e n s a m i e n t o y es la n o r m a y r e g l a de n u e s -
día del pólipo, que h a b í a existido en la tierra desde la eter-
t r o s j u i c i o s , de i g u a l m a n e r a la v o z de la autoridad i l u s t r a
nidad, que el diluvio era una f á b u l a , que la creación del
n u e s t r o entendimiento y mantiene en la s e n d a de la v e r -
h o m b r e y de los a n i m a l e s era efecto del acaso, que á u n en
d a d . C o n r e s p e c t o á D i o s , estas dos l e y e s no son m á s q u e
nuestros dias se v e i a n surgir de l a s i s l a s del O c é a n o h o m -
u n a ; es á saber, la r a z ó n i l u m i n a d a por la p a l a b r a q u e
b r e s e m b r i o n a r i o s y otros desatinos por el estilo.» « E s n e -
s a l e d i r e c t a m e n t e de l o s labios d i v i n o s y por la q u e se
c e s a r i o reconocer, añade, q u e así c o m o la R e l i g i ó n , r e g u -
r e f l e j a en el e s p e c t á c u l o de l a creación. A e l l a s debe s u j e -
l a n d o y moderando el c o r a z o n del h o m b r e , y vedándole
t a r s e el e n t e n d i m i e n t o si quiere a l c a n z a r la v e r d a d . S u le-
f a l s o s y e n g a ñ o s o s placeres, no h a c e sino abrirle u n a f u e n -
gítima grandeza consiste en a d m i t i r l a s , y someterse á
te de n u e v o s y verdaderos é inefables deleites, que f o r m a n
e l l a s , no en r e c h a z a r l a s ó despreciarlas. P o r q u e la l i b e r -
y p r e p a r a n su f e l i c i d a d , de la m i s m a m a n e r a i m p o n i e n d o
tad h u m a n a no e s un d e r e c h o , sino una f a c u l t a d : la f a c u l -
á su espíritu reglas d e t e r m i n a d a s y n e c e s a r i a s , c o n t i e n e
tad de elegir entre el b i e n y el m a l , entre lo j u s t o y lo in-
su i m a g i n a c i ó n en los debidos linderos, y le evita el r i e s g o
j u s t o , entre la v e r d a d y el error; de e l l a puede u s a r el
y á u n la seguridad de dar al t r a v é s en el escollo de f a l s o s
hombre recta y ordenadamente, y mal y desordenadamen-
s i s t e m a s y de f u n e s t a s ilusiones.»
t e , c o n f o r m e siga ó no l a s l e y e s , así f í s i c a s c o m o m o r a l e s ,
N o h a faltado quien dijese que al proponer la I g l e s i a á
á que e s t á s u j e t a . N o se h u m i l l a ni abate el h o m b r e c u a n -
l a c r e e n c i a de los cristianos l o s d o g m a s de la R e v e l a c i ó n ,
d o , s i g u i e n d o estas l e y e s , viene en p o s e s i o n del bien, de
sin p e r m i t i r l e s d u d a r de ellos, ó ponerlos en tela de j u i c i o ,
l a j u s t i c i a y de la v e r d a d , sino cuando por h a b e r l a s v i o l a -
l o h a c i a por miedo á la v e r d a d y á la ciencia. E s t a a c u s a -
d o se despeña en el error, en el m a l y en la i n j u s t i c i a ; y
c i ó n e s tan absurda q u e r a y a en la r i d i c u l e z . T o d a la h i s -
a s í c o m o d a m u e s t r a s de espíritu estrecho, d e s a t a l e n t a d o
t o r i a de la I g l e s i a protesta contra ella. Y a en el siglo se-
y e s c l a v o de m i s e r a b l e s p a s i o n e s , quien d e s o y e la v o z de
g u n d o decia T e r t u l i a n o q u e n a d a temía tanto la fe cristiana,
s u r a z ó n cuando le h a b l a clara y e v i d e n t e m e n t e , de i g u a l
c o m o el no ser conocida. L a I g l e s i a nada tiene que t e m e r
m a n e r a h á c e s e reo y c u l p a b l e ante los o j o s de su m i s m a
de la c i e n c i a , c o m o n a d a tiene que t e m e r del e x á m e n d e
r a z ó n quien, d e s p r e c i a n d o la v o z de la a u t o r i d a d , sea h u -
m a n a , sea divina, v u e l v e l a s e s p a l d a s á la l u z , c u y o s her-
1 Sept lecons de p'nysique ginéra'.t, p a r A u g u s t i n C a i x h y , p. 1 6 .
m o s o s f u l g o r e s g u i a n y e s c l a r e c e n su c o n c i e n c i a .
s u s d o g m a s ; el c u a l e x á m e n , no solamente no lo p r o h i b e , Q u é d e s e esto para los q u e han f u n d a d o el edificio moral
sino a n t e s b i e n lo provoca, siendo su m a y o r deseo q u e e n la b a s e instable y m o v e d i z a de su propia r a z ó n , h e -
c a d a cristiano l l e n e el precepto que desde l o s p r i m e r o s c h o s j u g u e t e al torbellino de s u s p a s i o n e s , d e s g a r r a d o s
t i e m p o s del c r i s t i a n i s m o i m p o n í a S a n Pedro á l o s fieles, c o n t i n u a m e n t e por l a s d u d a s , por los t o r m e n t o s y a g o -
e s á saber: que e s t u v i e s e n todos (no sólo los t e ó l o g o s de nías i n e n a r r a b l e s del espíritu,
p r o f e s i ó n , sino t o d o s los cristianos) d i s p u e s t o s á darse á
sí m i s m o s y á l o s d e m á s , y delante de c u a l q u i e r t r i b u n a l le gentí dolorose
por severo q u e f u e s e , razón de la fe y de l a s esperanzas ch' hanno perduto il ben dell' intelletto I .
q u e l o s s o s t i e n e n x , c o n v e n c i e n d o por buenas r a z o n e s , c o -
m o dice S a n P a b l o 2, á los que p r e s u m i e r a n c o n t r a d e c i r l a s . «Sin d u d a en el orden natural, dice e l o c u e n t e m e n t e el
S i la I g l e s i a t e m i e r a que el e x á m e n de sus doctrinas y el Dr. Lefebvre 2, t e n e m o s l o s cristianos n u e s t r a s d u d a s é
e s t u d i o de l a s c i e n c i a s , p u d i e s e a m e n g u a r ó d e s h a c e r la fe incertidumbres; m a s estas no p u e d e n hallar e c o y r e s o -
de los fieles, esto s e r í a desconfiar de la v e r d a d y del m i s - n a n c i a p r o f u n d a en el a l m a , p o r q u e no t o c a n á s u s d e s t i -
m o D i o s , f u e n t e y origen de la v e r d a d , S e ñ o r y Maestro nos inmortales; n i n g ú n d e s c u b r i m i e n t o puede turbar en
d e l a s c i e n c i a s y de l a s artes, de quien t o d a s p r o c e d e n , y nosotros la p a c í f i c a p o s e s i o n de la verdad r e v e l a d a ; l e j o s
á quien m e d i a n t e s u g r a c i a deben c o n d u c i r , si s o n t r a t a - de esto, c a d a dia de t r a b a j o l l e v a su p a r t e c i t a al tesoro de
das c u a l c o n v i e n e . n u e s t r a s c e r t e z a s : a v a n z a n d o en la carrera terrestre, a v a n -

L a duda, dice S a n Agustín, no habita la ciudad de z a m o s t a m b i é n en la v e r d a d . Y al l l e g a r á la s e g u n d a pen-

D i o s . E l c r i s t i a n o , añade D e M a i s t r e , puede tener el r e - diente de n u e s t r a v i d a , á a q u e l l a pendiente que se i n c l i n a

m o r d i m i e n t o del c r i m e n ; pero no el r e m o r d i m i e n t o del h á c i a el s e p u l c r o y hácia la eternidad, nuestra v i s t a v e

error, c o m o l l a m a á la duda este escritor ilustre. P a r a él m á s y se extiende m á s y m á s l e j o s ; y cuando alborea el

l a c o n c i l i a c i ó n y h a r m o n í a entre la ciencia y l a fe s o n d i a s o l e m n e , q u e no tendrá m a ñ a n a , p a r e c e que m á s a l l á

c o m o el sol, q u e b a s t a abrir los ojos p a r a v e r l o y a s e g u - de los h o r i z o n t e s de este m u n d o v i s i b l e , detras de aquel

rarnos de su e x i s t e n c i a . L o difícil no es creer, sino d e j a r sol que v a á o c u l t a r s e por ú l t i m a v e z p a r a nosotros, a p a -

de creer. S e g u r o de su f e , y de la v e r d a d , a u t e n t i c i d a d y rece un n u e v o sol que d e j a caer de a n t e m a n o sus m i s t e -

d i v i n o origen de la R e v e l a c i ó n , no a b r i g a el m e n o r r e c e l o riosas claridades sobre n u e s t r a s f r e n t e s , y d e r r a m a en

de que estas v e r d a d e s puedan ser d e s m e n t i d a s j a m a s p o r nuestras a l m a s una l u z d e s c o n o c i d a y de una s u a v i d a d y

n i n g ú n d e s c u b r i m i e n t o en el vasto c a m p o de las c i e n c i a s . dulzura inefables.»

T a m p o c o t e m e ó e n t r a en s o s p e c h a s de q u e la i n v e s t i g a c i ó n O t r a a c u s a c i ó n suele h a c e r s e á la I g l e s i a no ménos
d e l a s ciencias le l l e v e al d e s c u b r i m i e n t o de n u e v a s o b l i - v a n a q u e la que a c a b a m o s de d e s h a c e r . S e g ú n l a s doctri-
g a c i o n e s m o r a l e s , m á s a u s t e r a s y exigentes que l a s q u e l a n a s de l a f e , d i c e n a l g u n o s , D i o s no sólo nos h a s u m i n i s -
f e le i m p o n e , e n t a b l á n d o s e así l u c h a p e r t i n a z en su c o - trado en la R e v e l a c i ó n escrita la n o r m a de la v e r d a d , sino
r a z o n entre l a s c o s t u m b r e s c r i s t i a n a s y la ley r a c i o n a l .
1 D a n t e , Infierno, canto 3.0
2 E n e l d i s c u r s o p r o n u n c i a d o c o m o P r e s i d e n t e de l a A s o c i a c i ó n c i e n t í f i c a de B r u s e -
i i . Petr. 3-15.
l a s , e l 18 de N o v i e m b r e de 1 8 7 5 .
a a.a ad T i t ,
t a m b i é n nos h a enseñado todo lo que su voluntad q u i e r e
o b j e t o ; son distintos en v i r t u d del principio, porque en
que s e p a m o s ; de suerte, q u e las E s c r i t u r a s contienen la
u n o de estos órdenes el c o n o c i m i e n t o se a l c a n z a con l a
s u m a y señalan el límite de todos los c o n o c i m i e n t o s del
f u e r z a natural de la r a z ó n , m i e n t r a s q u e en el otro se l o -
h o m b r e . S e g ú n esto, la I g l e s i a no sólo desaprueba todo
g r a por la fe; son distintos en v i r t u d del o b j e t o , porque
d e s c u b r i m i e n t o de la r a z ó n c o m o v a n o ó p r e s u n t u o s o , s i -
f u e r a de los c o n o c i m i e n t o s á que p u e d e extenderse la r a -
no que se opone necesariamente á toda i n v e s t i g a c i ó n de
zón natural, la fe p r o p o n e á n u e s t r a c r e e n c i a misterios
la v e r d a d c o m o atentatoria á la c o m p l e t a s u m i s i ó n que
escondidos en D i o s , y de l o s cuales no p o d e m o s tener n o -
debe á la d i v i n a autoridad de la I g l e s i a . S a l t a á la v i s t a
t i c i a sino es por la R e v e l a c i ó n D i v i n a . »
lo desatinado de tal a c u s a c i ó n . A ser v e r d a d lo que en
A s í , p u e s , lo único q u e l a ' I g l e s i a e x i g e , c o m o debe exi-
e l l a se indica, ¿cómo p e r m i t i d a la I g l e s i a la e n s e ñ a n z a de
g i r l o todo el q u e se quiere f o r m a r i d e a s claras de l a s c o -
l a s c i e n c i a s , de la f í s i c a , de la a s t r o n o m í a , de las m a t e m á -
s a s , es q u e se d i s t i n g a n b i e n i o s órdenes en q u e se d i v i d e n
t i c a s y otras q u e están f u e r a de la e n s e ñ a n z a de la d i v i n a
los c o n o c i m i e n t o s á que puede l l e g a r la h u m a n a i n t e l i g e n -
r e v e l a c i ó n , y c u y o estudio exige métodos contrarios á l o s
c i a , y que c a d a c u a l de estos órdenes sea t r a t a d o por el
q u e u s a el estudio de la fe? ¿Cómo es que l o s S a n t o s P a -
m é t o d o y por el g é n e r o de p r u e b a s q u e le e s propio; l o s
dres y m i l l a r e s de escritores católicos se han ocupado c o n
que son del dominio de la r a z ó n por l o s a r g u m e n t o s racio-
tanto ardor en l a s c i e n c i a s p u r a m e n t e r a c i o n a l e s , d e j a n d o
n a l e s , y los q u e entran en el señorío de la v e r d a d r e v e l a d a ,
escritos acerca de ellas tantos libros q u e si se quitasen de
por l a s p r u e b a s q u e s u m i s t r a la fe y la I g l e s i a , m a e s t r a y
los estantes de l a s librerías, estas quedarían casi vacias?
depositaría de esta v e r d a d . P o r q u e así c o m o s e r í a r i d í c u l o
¿Cómo e s que los S u m o s Pontífices han f o m e n t a d o las
c o m b a t i r los h e c h o s h i s t ó r i c o s con c á l c u l o s matemáticos
c i e n c i a s y l a s artes, protegiendo á los sabios y á los a r -
y f u n d a r la s a n c i ó n de l a s l e y e s m o r a l e s en t e o r e m a s
tistas, f u n d a n d o universidades y l l e n a n d o el m u n d o de
de á l g e b r a ó del c á l c u l o diferencial, así no e s m é n o s r i -
m o n u m e n t o s de sabiduría, de ciencia y de todo h u m a n o
dículo y a b s u r d o querer s u j e t a r l a s c o s a s de la fe al criterio
progreso? L a santa rusticidad, a u n q u e b u e n a para el m é -
de la r a z ó n y e v i d e n c i a i n m e d i a t a é i n d i v i d u a l . Y s i g u i e n -
rito de la vida, no lo es en g e n e r a l para c u m p l i r los a l t o s
do la c o m p a r a c i ó n p o d e m o s a ñ a d i r que á la m a n e r a que
fines que p r o m u e v e y debe p r o m o v e r la I g l e s i a en el m u n -
un m a t e m á t i c o argüiría de f a t u i d a d al q u e se b u r l a s e de
do. L a a n t o r c h a de las c i e n c i a s en n i n g u n a s m a n o s e s t á
s u s f ó r m u l a s , atiborradas de r a i c e s , e x p o n e n t e s é integra-
m e j o r que en l a s de a q u e l l a a u g u s t í s i m a Institución q u e
les, t e n i é n d o l a s por c o s a de b r u j e r í a y n i g r o m a n c i a , un
l a s h a enseñado y p r o p a g a d o por todo el m u n d o i l u m i n a n -
filósofo ó teólogo pueden calificar con i g u a l r a z ó n de p e -
do el á m b i t o de la tierra con sus c l a r í s i m o s r e s p l a n d o r e s .
dante insoportable al m a t e m á t i c o ó naturalista q u e se e m -
U n a cosa e s que la divina R e v e l a c i ó n no contenga p e ñ e en d e m o s t r a r por s u s m é t o d o s l a s c o s a s ó v e r d a d e s
error a l g u n o , y otra que sea f u e n t e y origen de todo c o - q u e no c a e n b a j o el d o m i n i o de su c i e n c i a e s p e c i a l , s i -
n o c i m i e n t o . L a I g l e s i a católica, dice el C o n c i l i o V a t i c a n o , no que pertenecen al orden sobrenatural de la R e v e l a -
h a siempre sostenido y sostiene u n á n i m e m e n t e que hay ción. L a r a z ó n y la autoridad son los dos c a m i n o s q u e tie-
dos órdenes de c o n o c i m i e n t o s , distintos no sólo por r a z ó n ne el h o m b r e para l l e g a r á la v e r d a d e r a sabiduría. E n dar
del principio de donde p r o v i e n e n , sino t a m b i é n por s u á c a d a cual de e l l a s su v a l o r , no d e s p r e c i a n d o á n i n g u n a ,
ni e x a g e r a n d o sus m é r i t o s r e s p e c t i v o s , a n t e s a y u d á n d o s e m e n o s cierto, c o m o i n d i c a m o s en el capítulo segundo de
de los a u x i l i o s que u n a y otra le p r e s t a n , c o n s i s t e el m é - este e n s a y o , que desde el e s t a b l e c i m i e n t o del c r i s t i a n i s m o
todo s e g u r o , sincero y l e g í t i m o para la c o n s e c u c i ó n de la la c i e n c i a y la R e l i g i ó n , á pesar de los e s f u e r z o s que h a
v e r d a d . A la ciencia y á la r a z ó n dense l a s c o s a s del orden h e c h o la soberbia para s e p a r a r l a s y e n e m i s t a r l a s , h a n v i -
n a t u r a l , á la fe y á la d i v i n a autoridad l a s del s o b r e n a t u - v i d o siempre unidas en el c o m ú n de l o s h o m b r e s , alum-
ral; e s t a e s la regla para la h i g i e n e de nuestro e s p í r i t u , b r a n d o con sus h e r m o s o s a u n a d o s r a y o s á la h u m a n i d a d ,
r e g l a s u p r e m a que es i m p o s i b l e t r a s p a s a r sin e x p o n e r s e á y a t r a y e n d o h á c i a sí á l a s i n t e l i g e n c i a s m á s v a s t a s , m á s
g r a v í s i m a s c o n s e c u e n c i a s ; porque no se v i o l a n impune- g r a n d i o s a s y s u b l i m e s q u e han h o n r a d o á nuestro l i n a g e .
m e n t e las l e y e s de l a n a t u r a l e z a , ni se trastorna sin p e l i - A s í , á u n prescindiendo de los P a d r e s y escritores de los
g r o la s u b o r d i n a c i ó n de los m é t o d o s de la i n t e l i g e n c i a h u - p r i m e r o s siglos del cristianismo en q u i e n e s se j u n t a b a
mana. una fe a d m i r a b l e con una c i e n c i a p r o d i g i o s a ; «¿por v e n t u -
C o n esto no q u e r e m o s decir, sin e m b a r g o , q u e en l a s r a , dice el y a citado D o c t o r L e f e b v r e 1 el F r a n c i s c a n o R o -
S a g r a d a s E s c r i t u r a s no h a y a t a m b i é n g r a n c o p i a de v e r - .gerio B a c o n no recorrió todo el c í r c u l o de l a s ciencias f í -
d a d e s , h e c h o s y c o n s i d e r a c i o n e s c i e n t í f i c a s , que e s t u d i a - s i c a s , i l u m i n á n d o l a s con los r e s p l a n d o r e s de su g e n i o po-
d a s c o n v e n i e n t e m e n t e p u e d a n contribuir al a d e l a n t o del deroso? ¿Por v e n t u r a los p a d r e s de la a s t r o n o m í a m o d e r n a
saber h u m a n o . P o r q u e á u n prescindiendo d é l a parte d o g - C o p é r n i c o , K e p p l e r y N e w t o n , no eran s i n c e r o s c r e y e n t e s
mática, la B i b l i a e s un monumento de sabiduría que y cristianos de piedad e j e m p l a r ? Y el respeto profundo que
n u n c a será b a s t a n t e m e n t e c o n o c i d o y a d m i r a d o . D e sus t e n i a E u l e r á las S a g r a d a s E s c r i t u r a s ¿le impidió a c a s o
p á g i n a s , cuando m é n o s se piensa, s a l t a n ideas l u m i n o s í s i - p e r f e c c i o n a r el c á l c u l o integral y penetrar m á s l e j o s que
m a s q u e e s c l a r e c e n la ciencia en sus e s f e r a s m á s e l e v a - n a d i e a n t e s que él en las oscuridades del análisis? ¿ Y V e -
d a s . Y así como lo q u e e n s e ñ a sobre el d o g m a y la m o r a l , sale y M o r g a g n i se detuvieron j a m a s en sus i n v e s t i g a c i o -
c u a n t o m á s se estudia, tanto a p a r e c e m á s s u b l i m e y divi- nes sobre la e s t r u c t u r a y f u n c i o n e s del o r g a n i s m o h u m a -
n o , así lo que dice a c e r c a del estudio de l a naturaleza, no, por el t e m o r pueril de c h o c a r en s u s d e s c u b r i m i e n t o s
a p a r e c e m á s exacto y g r a n d i o s o , c u a n t o e s m á s e s t u d i a d o con a l g u n a v e r d a d revelada? ¿ Y el abate S p a l l a n z a n i , ver-
y profundizado. dadero p r e c u r s o r de los fisiologistas modernos, fué a l g u -

P o r lo d e m á s , t o d a s estas querellas q u e s u e n a n c o n t i - n a v e z contenido por sus c r e e n c i a s c r i s t i a n a s en sus m a g -

n u a m e n t e en nuestros oidos sobre q u e la f e a t a los enten- níficos d e s c u b r i m i e n t o s a c e r c a de la d i g e s t i ó n , respira-

d i m i e n t o s y los abate y corta el v u e l o para q u e no se e n - ción, c i r c u l a c i ó n y r e p r o d u c c i ó n de los a n i m a l e s , acerca

c u m b r e n por l o s e s p a c i o s l u m i n o s o s de la v e r d a d , t i e n e n de los f e n ó m e n o s de la v e g e t a c i ó n , n a t u r a l e z a y c o n s t i t u -

u n a c o n t e s t a c i ó n s e n c i l l í s i m a é i n a p e l a b l e en l a s e n s e ñ a n - ción de los infusorios y otros a n á l o g o s ? ¿No f u é por v e n -

z a s de la historia. P o r q u e a u n q u e la fe sea divina i n d e p e n - tura el c a n ó n i g o H a ü y , de p i a d o s a m e m o r i a , quien d e s c u -

d i e n t e m e n t e de ser a c e p t a d a por el h o m b r e , y a u n q u e s e a brió l a s leyes de la c r i s t a l i z a c i ó n de l o s minerales? ¿ Y en

por otra parte g r a c i a de a q u e l l a P r o v i d e n c i a adorable q u e l a p l é y a d a de los sabios m o d e r n o s , no se cuentan a c a s o

s e c o m p l a c e en c o n c e d e r l a á los h u m i l d e s y p e q u e ñ o s , an-
t e s q u e á los sabios, p r u d e n t e s y g r a n d e s del s i g l o , no es 1 E n el Discurso ya citado.
u n a m u c h e d u m b r e entre los m á s ilustres q u e a t e s t i g u a n v r e , d e m u e s t r a n h a s t a la e v i d e n c i a q u e la c i e n c i a y la f e
por sus t r a b a j o s que l a s m á s l e v a n t a d a s especulaciones no a n d a n reñidas; que el respeto á la v e r d a d r e v e l a d a no
de c i e n c i a , p u e d e n m u y b i e n m a r c h a r á l a p a r c o n el -estorba en lo m á s m í n i m o l a s m á s s u b l i m e s y p r o f u n d a s
respeto debido á la fe? E n Francia Cuvier, Alejandro e s p e c u l a c i o n e s científicas, y q u e la h a r m o n í a entre la r a -
Brongniart, Deluc, Binet, Biot, Ampère, Agustín Cau- nzón y l a r e v e l a c i ó n , la c u a l , sellada y c o n s a g r a d a en el
c h y , Q u a t r e f a g e s , M a r c e l de S e r r e s , Blainville, Elias d e altar de la c r u z , a t r a v e s ó los s i g l o s , h o n r a n d o y e n a l t e -
Beaumont, Dumas, Cárlos Dupin, Coriolis, Tulasne, ciendo á la h u m a n i d a d , d e s p u e s del ligero q u e b r a n t o s u -
H e r m i t e , B a r r a n d e ; en A l e m a n i a , E n r i q u e S t e f f e n s , H . frido en el siglo p a s a d o , v u e l v e á a p a r e c e r de n u e v o en l a
V . Schubert, Cárlos R a u m e r , F u c h s , A n d r é s y Rodolfo- p o r c i o n m á s g r a n a d a de l o s s á b i o s de E u r o p a .
Wagner, Federico P f a f f , Müller, Hyrtl, Gustavo Bis- E s t a h a r m o n i o s a unidad es cierto que no se r e a l i z a s i -
schof, Herman Meyer, Cárlos L e o n h a r d , Federico Au- n o difícil y t r a b a j o s a m e n t e . D e v e z en c u a n d o , en el cielo
g u s t o Q u e n s t e d t , B a e r ; en I n g l a t e r r a y en A m é r i c a , T o m á s . s e r e n o de la c i e n c i a s u r g e n t r a s t o r n o s y b o r r a s c a s , q u e
Chalmers, Faraday, Buckland, Whewell, Sedgwick, Fle- s e m e j a n t e s á l o s c i c l o n e s de l o s t r ó p i c o s , a m e n a z a n s u -
m i n g , H u g o Miller, D a v y , J u a n M a c c u l l o c h , sir D a v i d m i r el m u n d o i n t e l e c t u a l en un c a o s e s p a n t o s o . Estos
B r e w s t e r , O w e n , D a n a ; y en B é l g i c a , A n d r é s D u m o n t y c o n f l i c t o s no son p r o m o v i d o s g e n e r a l m e n t e por los c u l t i -
d'Omalius d'Halloy estos n o m b r e s citados por L e f e b - v a d o r e s m á s ilustres de la c i e n c i a , que g u i a n y c a p i t a n e a n
s u m o v i m i e n t o ; n a c e n por lo regular en l a s s e g u n d a s ó ter-
I Y a q u e v e m o s o m i t i d o en e s t a l i s t a e l n o m b r e de L e v e r r i e r , s e n o s p e r m i t i r á que-
c e r a s filas, y entre los s o l d a d o s de m é n o s m é r i t o s y v a l í a ;
d i g a m o s b r e v e s p a l a b r a s a c e r c a d e e s t e s a b i o i l u s t r e que h a c e p o c o s m e s e s h a b a j a d o al
sepulcro, y c u y a vida y muerte cristianas demuestran cuan estrechamente pueden e n l a - escritores superficiales* y c a t a r i b e r a s de l a s c i e n c i a s , c o m o
zarse una ciencia a l t í s i m a con una fe no menos v i v a y eficaz. E r a L e v e r r i e r uno de los
dirían a n t i g u a m e n t e en C a s t i l l a . M a s al fin, c o m o son l o s
genios más grandes que han cultivado las ciencias matemáticas y astronómicas. Los
q u e c u e n t e n a l g u n a e d a d r e c o r d a r á n el a s o m b r o q u e c a u s ó en t o d a E u r o p a e l descubri- q u e m á s g r i t a n , h a b l a n y e s c r i b e n , y su i n c e s a n t e c l a m o -
m i e n t o del planeta Neptuno, i n v i s i b l e á l a s i m p l e v i s t a y a u n a l a l c a n c e de p o d e r o s o s
reo e n c u e n t r a eco en a u x i l i a r e s de f u e r a , l o g r a n p e r s u a -
t e l e s c o p i o s . E s t u d i a n d o L e v e r r i e r l a ó r b i t a de U r a n o , d e d u j o q u e s u s i r r e g u l a r e s p e r t u r -
baciones no podian ser causadas sino p o r o t r o p l a n e t a e x t e r i o r ; c a l c u l ó su m a s a , su d i s - dir á m u c h o s de q u e todo el ejército científico e s t á insur-
t a n c i a , y a u n i n d i c ó el p u n t o del c i e l o donde h a b i a de b u s c a r l e ; c o n a y u d a d e poderoso
reccionado c o n t r a la f e , y de que la c a u s a de e s t a es de
t e l e s c o p i o a p a r e c i ó e f e c t i v a m e n t e d o n d e h a b i a i n d i c a d o el s a b i o a s t r ó n o m o . E s t e d e s c u -
b r i m i e n t o e r a el t r i u n f o m á s g r a n d e a l c a n z a d o j a m a s por el a n á l i s i s m a t e m á t i c o . La todo punto d e s e s p e r a d a . A d e m a s , por efecto de uno de l o s
g l o r i a de L e v e r r i e r l l e g ó á s u c o l m o , y a n t e e l e s f u e r z o m a r a v i l l o s o del g e n i o q u e , l e y e n d o
f e n ó m e n o s m á s c u r i o s o s q u e se o b s e r v a n en la v i d a é his-
e n el e s p a c i o i n f i n i t o , h a b i a d e s c u b i e r t o la n o t a que parecia faltar á la h a r m o n í a del
u n i v e r s o , n o h u b o q u i e n n o s e l l e n a s e de a d m i r a c i ó n y b e n d i j e s e l a m a n o de D i o s , q u e toria de la h u m a n i d a d , c o m o h a y períodos en q u e ciertas
q u i s o e s t a m p a r e n él u n a h u e l l a m á s p r o f u n d a y m a r c a d a de su e s p í r i t u soberano. Cual-
p a s i o n e s l l e g a n á un g r a d o de e x a c e r b a c i ó n y u n i v e r s a l i -
quier cabeza vulgar se hubiera desvanecido con el h u m o de t a n t a g l o r i a ; m a s 1a c a b e z a
de L e v e r r i e r , c a r g a d a de c i e n c i a , s e i n c l i n a b a a n t e l a M a j e s t a d de Dios, cuya gloria v e i a dad v e r d a d e r a m e n t e aterrador, p a r a v o l v e r d e s p u e s á su
c e n t e l l e a r en las p r o f u n d i d a d e s de los c i e l o s . A d v e r s a r i o d e c i d i d o de l a e s c u e l a a n t i c r i s -
c a l m a y t r a n q u i l i d a d o r d i n a r i a , así h a y épocas en q u e se
t i a n a , l i g e r a y m a t e r i a l i s t a , n o p e r d í a o c a s i o n d e p r o t e s t a r c o n l a a u t o r i d a d d e su g e n i o
c o n t r a s u s d e l i r i o s y b l a s f e m i a s . L e j o s de o c u l t a r s e , h a c í a g a l a d e c o n f e s a r p ú b l i c a m e n t e extiende y c u n d e por el m u n d o u n a c o m o e p i d e m i a de i n -
sus creencias católicas, cuya magnífica demostración y confirmación veia milagrosa-
t e , y p r ó x i m o á f a l l e c e r , p i d i ó él m i s m o l o s a u x i l i o s s u p r e m o s de l a R e l i g i ó n , m u r i e n d o
m e n t e c o n f i r m a d a e n l a c i e n c i a s u b l i m e que t a n t o h a b i a c u l t i v a d o y h e c h o p r o g r e s a r .
C u a n d o e n l a s a l t a s h o r a s de l a n o c h e d i r i g í a su t e l e s c o p i o h á c i a l a s p r o f u n d i d a d e s de l o s c o m o cristiano, según habia vivido. Así puede repetirse una v e z m á s aquella c o n o c i d a

c i e l o s , v e i a á D i o s m u y de c e r c a p a r a n e g a r l e ; y c u a n d o s u s c á l c u l o s a d m i r a b l e s l e r e v e -
e x p r e s i ó n : « ¡ O h S a n t a I g l e s i a d e J e s u c r i s t o ! l o s g r a n d e s h o m b r e s te p e r t e n e c e n . » ( E s c r i -
l a b a n a l g ú n a s t r o d e s c o n o c i d o , s o l i a r e c o r d a r l a p a l a b r a d e la d i v i n a E s c r i t u r a : Dios lo
hizo todo en número, peso y medida. E n él l a c i e n c i a y l a f e s e i l u m i n a b a n r e c í p r o c a m e n - b í a s e e s t a n o t a á p r i n c i p i o s del año 1 8 7 8 . )
c r e d u l i d a d , c a p a z d e a t a c a r á l o s de fe m á s r o b u s t a , si e l
ánimo no está convenientemente preparado para recibir-
la I . D e a q u í e s o s p o n d e r a d o s c o n f l i c t o s entre la c i e n c i a y
r e l i g i ó n , y l a s v a n a s m u e s t r a s del t r i u n f o en l o s unos,
C A P I T U L O XI.
y el a b a t i m i e n t o , el t e m o r y la d e s c o n f i a n z a e n l o s o t r o s .
Mas á la tempestad sucede la calma, á la enfermedad la
s a l u d , y a p a g a d a la g r i t e r í a del e n e m i g o , v u e l v e á r e n a c e r OBJECIONES F I L O S Ó F I C A S . — L A NATURALEZA DIVINA.
l a t r a n q u i l i d a d en l o s e s p í r i t u s , el c i e l o r e c o b r a su s e r e n a
c l a r i d a d , y l a h e r m o s a u n i ó n entre la c i e n c i a y l a v e r d a d
revelada, torna á brillar esplendorosa y triunfante. ESÜELTAS l a s d u d a s g e n e r a l e s que p u e d e n h a c e r -
s e c o n t r a la t é s i s q u e n o s p r o p u s i m o s d e m o s t r a r
i A c e r c a d e l c a r á c t e r de e s t a s p a s i o n e s , que p u d i e r a n l l a m a r s e u n i v e r s a l e s , m e r e c e ,
en este e n s a y o , y a es t i e m p o de ir i n d i c a n d o u n o
c o n s u l t a r s e lo q u e d i c e E . M a i l l e t en su h e r m o s o l i b r o L'Essence des passions.
por uno los conflictos ó dificultades especiales
que c o n t r a l a m i s m a t é s i s se h a n h e c h o , p a r a v e r c ó m o n o
t e n i e n d o b a s e ó f u n d a m e n t o sólido e n l a r e a l i d a d , s e d e s -
v a n e c e n á l a s i m p l e l u z de l a d i s c u s i ó n .
H e m o s d i c h o en o t r a p a r t e , q u e l o s t a l e s c o n f l i c t o s ó
d i f i c u l t a d e s f u e r o n r e u n i d o s en u n l i b r o p u b l i c a d o años
a t r a s en A m é r i c a y que h a l o g r a d o e n E u r o p a bastante
b o g a y d i f u s i ó n , d e b i d a s p r i n c i p a l m e n t e á l a a v i l a n t e z de
s u l e n g u a j e , al é x i t o i n f a u s t o que s i q u i e r a p o r b r e v e t i e m -
p o l o g r a s i e m p r e el e s c á n d a l o , y s o b r e t o d o , á l o s e s f u e r -
z o s de l a R e v o l u c i ó n , que a t e n t a á u t i l i z a r t o d a a r m a q u e
p u e d a s e r v i r l e p a r a m i n a r l o s f u n d a m e n t o s d e l orden so-
cial, ha divulgado extraordinariamente este libro como
medio m u y á propósito para conseguir sus depravados in-
tentos. Traducido á varias lenguas, recomendado eficaz-
m e n t e p o r l o s p a p e l e s p e r i ó d i c o s del p a r t i d o , y p r e s e n t a -
do c o m o l a ú l t i m a p a l a b r a de l a c i e n c i a y el g o l p e d e c i s i -
v o contra las creencias c r i s t i a n a s , d e s p u e s de p e r e g r i n a r
por extranjeras naciones, entró finalmente e n la n u e s t r a ,
apadrinado por un escritor á quien sus amigos no temen
d a r el c a l i f i c a t i v o de filósofo, a n t i g u o C a t e d r á t i c o de l a
Universidad Central, Diputado, M i n i s t r o , y en tiempos
r e p u b l i c a n o s m á s que R e y de E s p a ñ a . E l c u a l t o m ó t a n
c r e d u l i d a d , c a p a z d e a t a c a r á l o s de fe m á s r o b u s t a , si e l
ánimo no está convenientemente preparado para recibir-
la I . D e a q u í e s o s p o n d e r a d o s c o n f l i c t o s entre la c i e n c i a y
r e l i g i ó n , y l a s v a n a s m u e s t r a s del t r i u n f o en l o s unos,
C A P I T U L O XI.
y el a b a t i m i e n t o , el t e m o r y la d e s c o n f i a n z a e n l o s o t r o s .
Mas á la tempestad sucede la calma, á la enfermedad la
s a l u d , y a p a g a d a la g r i t e r í a del e n e m i g o , v u e l v e á r e n a c e r OBJECIONES F I L O S Ó F I C A S . — L A NATURALEZA DIVINA.
l a t r a n q u i l i d a d en l o s e s p í r i t u s , el c i e l o r e c o b r a su s e r e n a
c l a r i d a d , y l a h e r m o s a u n i ó n entre la c i e n c i a y l a v e r d a d
revelada, torna á brillar esplendorosa y triunfante. ESÜELTAS l a s d u d a s g e n e r a l e s que p u e d e n h a c e r -
s e c o n t r a la t é s i s q u e n o s p r o p u s i m o s d e m o s t r a r
i A c e r c a d e l c a r á c t e r de e s t a s p a s i o n e s , que p u d i e r a n l l a m a r s e u n i v e r s a l e s , m e r e c e ,
en este e n s a y o , y a es t i e m p o de ir i n d i c a n d o u n o
c o n s u l t a r s e lo q u e d i c e E . M a i l l e t en su h e r m o s o l i b r o L'Essence des passions.
por uno los conflictos ó dificultades especiales
que c o n t r a l a m i s m a t é s i s se h a n h e c h o , p a r a v e r c ó m o n o
t e n i e n d o b a s e ó f u n d a m e n t o sólido e n l a r e a l i d a d , s e d e s -
v a n e c e n á l a s i m p l e l u z de l a d i s c u s i ó n .
H e m o s d i c h o en o t r a p a r t e , q u e l o s t a l e s c o n f l i c t o s ó
d i f i c u l t a d e s f u e r o n r e u n i d o s en u n l i b r o p u b l i c a d o años
a t r a s en A m é r i c a y que h a l o g r a d o e n E u r o p a bastante
b o g a y d i f u s i ó n , d e b i d a s p r i n c i p a l m e n t e á l a a v i l a n t e z de
s u l e n g u a j e , al é x i t o i n f a u s t o que s i q u i e r a p o r b r e v e t i e m -
p o l o g r a s i e m p r e el e s c á n d a l o , y s o b r e t o d o , á l o s e s f u e r -
z o s de l a R e v o l u c i ó n , que a t e n t a á u t i l i z a r t o d a a r m a q u e
p u e d a s e r v i r l e p a r a m i n a r l o s f u n d a m e n t o s d e l orden so-
cial, ha divulgado extraordinariamente este libro como
medio m u y á propósito para conseguir sus depravados in-
tentos. Traducido á varias lenguas, recomendado eficaz-
m e n t e p o r l o s p a p e l e s p e r i ó d i c o s del p a r t i d o , y p r e s e n t a -
do c o m o l a ú l t i m a p a l a b r a de l a c i e n c i a y el g o l p e d e c i s i -
v o contra las creencias c r i s t i a n a s , d e s p u e s de p e r e g r i n a r
por extranjeras naciones, entró finalmente e n la n u e s t r a ,
apadrinado por un escritor á quien sus amigos no temen
d a r el c a l i f i c a t i v o de filósofo, a n t i g u o C a t e d r á t i c o de l a
Universidad Central, Diputado, M i n i s t r o , y en tiempos
r e p u b l i c a n o s m á s que R e y de E s p a ñ a . E l c u a l t o m ó t a n
á p e c h o s el d i v u l g a r y p a t r o c i n a r e s t a obra, que en el P r ó - moderno) no tiene i n c o n v e n i e n t e en señalar u n a porcion
l o g o q u e la precede no tiene reparo en afirmar q u e contri- •de errores é i n e x a c t i t u d e s , no y a sobre p u n t o s secunda-
buir á la p r o p a g a c i ó n de la Historia de los conflictos entre rios y de e s c a s a t r a s c e n d e n c i a , sino en los f u n d a m e n t a l e s
la Religión y la ciencia de Juan Guillermo Draper, q u e este de la tal historia. E l c u a l j u i c i o crítico, si por una parte
e s el título del f a m o s o l i b r o , es t r a b a j a r en la obra de la b a s t a y sobra para dar en tierra con el libro de Draper,
redención h u m a n a . p o r otra no s a b e m o s c ó m o puede a v e n i r s e con «su vasta
P r e s c i n d i e n d o de r e c o m e n d a c i o n e s tan exorbitantes, v e - erudición, severa crítica y esmerado arte,» y m u c h o ménos
m o s q u e sobre el mérito intrínseco de la obra no andan c o n a q u e l l o de q u e «contribuir á su dif usión y propagación
m u y acordes l a s opiniones á u n entre sus patrocinadores y sea contribuir á la obra de la redención humana.»
d e v o t o s . A l g u n o s desearían m á s orden y precisión en la M a s d e j a n d o l a r e s o l u c i ó n de e s t a s c u e s t i o n e s á la c o n -
narración de la tal historia, otros m a y o r conocimiento c i e n c i a de l o s n u e v o s redentores q u e en esta d e s v e n t u r a -
de l a s c o s a s y h e c h o s que refiere, m i r a s m á s v a s t a s , é d a edad le han salido al g é n e r o h u m a n o , c o n f e s a m o s de
ideas m á s l e v a n t a d a s y c o m p r e h e n s i v a s ; éste e c h a de buen g r a d o que la a c l a r a c i ó n ó r e f u t a c i ó n de los c o n f l i c -
m e n o s l a s citas y d o c u m e n t o s q u e a p o y e n l a s a s e v e r a c i o - t o s h i s t o r i a d o s en el libro de D r a p e r , e s e m p r e s a s o b r e -
nes del autor, t a n e x t r a ñ a s á v e c e s y a v e n t u r a d a s ; aquel m a n e r a d i f í c i l , p e s a d a y e n o j o s a , no por lo recóndito de
quisiera u n poco m á s de c i e n c i a séria y f o r m a l , y no fan- l a d o c t r i n a que en este libro se encierra, sino m á s b i e n p o r
t á s t i c a y j u g l a r e s c a ; quién m á s l ó g i c a é ilación en los la falta de e l l a y por su increíble v a g u e d a d , l i g e r e z a é i n -
r a z o n a m i e n t o s ; quién m á s c l a r i d a d , l i m p i e z a y g a r b o e n d e c i s i ó n . P o r q u e es inútil b u s c a r en él p r i n c i p i o s firmes
el estilo. E n fin, el m i s m o padrino de la tal h i s t o r i a , q u e y a s e n t a d o s a c e r c a de c u a l q u i e r a de los infinitos p u n t o s ó
al principio no se a c a b a de a d m i r a r de la «vasta erudición, m a t e r i a s q u e allí se tratan. C a d a capítulo es un c o n j u n t o
severa crítica y esmerado arte» con que están e x p u e s t o s los ó a m a s i j o de ideas reunidas allí, nadie s a b e por q u é . L a
c o n f l i c t o s entre la c i e n c i a y la f e , se d e j a decir m á s a d e - m a y o r parte de l o s h e c h o s que se citan, ó no tienen n a d a
lante que el libro del «sabio profesor Draper,» en lo q u e to- q u e v e r con l a t é s i s que el a u t o r i n t e n t a d e m o s t r a r , ó p u -
c a á la parte filosófica ó de principios, «prescinde de todas d i e r a n servir m u y bien p a r a r e f u t a r l a . E c h a s e de ménos,
las cuestiones que afectan al fondo mismo de las relaciones en- sobre t o d o , aquel orden, aquel e n c a d e n a m i e n t o en l a s
tre la Religión y la ciencia-,» q u e en lo c o n c e r n i e n t e á la par- i d e a s y en l o s h e c h o s , a q u e l l a proporcion de l a s p a r t e s
te científica «hay cuestiones que sería presunción dar por cien- c o n el t o d o , y del todo c o n l a s partes; en u n a p a l a b r a ,
tíficamente resueltas,-» s u p u e s t o que «la evolucion á que Dra- a q u e l l a h a r m o n i o s a unidad que debe r e s p l a n d e c e r en todo
per, con casi todos los naturalistas contemporáneos, se inclina, l i b r o , desarrollándose de tal m a n e r a los p e n s a m i e n t o s ,
no pasa de ser una teoría cuyos datos empíricos no bastan á q u e l o s s e c u n d a r i o s se subordinen al p r i n c i p a l , i l u m i n á n -
autorizar la inducción que se formula;» y que, en fin, por lo dose m ù t u a m e n t e y c o n t r i b u y e n d o t o d o s á p r o d u c i r en el
q u e atañe á la historia m i s m a de los conflictos entre la lector la p e r s u a s i ó n y e v i d e n c i a de la t é s i s que se p r e t e n -
R e l i g i ó n y la c i e n c i a , él, á p e s a r de l a «piadosa desconfian- de d e m o s t r a r . N o i g n o r a m o s q u e , c o m o dice S a n t o T o -
za en sus fuerzas, que en vez de presunción quisiera conservar m á s , el error no p u e d e ser probado demostrativamente;
siempre> (confesion edificativa en b o c a de un filosofante pero p u e d e á v e c e s v e n i r a p o y a d o en razones m á s ó m é -
n o s p r o b a b l e s , ó tal v e z s o f í s t i c a s , l a s c u a l e s , s i s t e m á t i -
c e r t e z a , y á u n de t o d a operacion intelectual. A s í , todas
c a m e n t e reunidas y ordenadas, l l e g u e n á f o r m a r u n a m a -
l a s dificultades, o b j e c i o n e s y p a r a l o g i s m o s del m u n d o , n o
n e r a de p r u e b a ó d e m o s t r a c i ó n q u e logre tal v e z c o n v e n -
podrán quitar un á t o m o de su p e s o á la p r o p o s i c i o n c u y a
c e r ó s e d u c i r al e n t e n d i m i e n t o . E n c u y o c a s o , s i g u i e n d o el
e v i d e n c i a e s t á d e m o s t r a d a . E l e n t e n d i m i e n t o podrá no e n -
hilo de los r a c i o c i n i o s , no es difícil irlos a c l a r a n d o y d e s e n -
contrar la solucion á t a l e s o b j e c i o n e s ó dificultades; pero
r e d a n d o , y dar, en fin, con el error p r i n c i p a l , p a r a que
cerciorado de la e v i d e n c i a real y o b j e t i v a de a q u e l l o que
destruido este se d e s h a g a todo el d i s c u r s o que en él estaba,
le es s u b j e t i v a m e n t e evidente, debe estar seguro de q u e
s o s t e n i d o . M a s esto no puede ser r e s p e c t o al libro de D r a -
l a tienen, y por c o n s i g u i e n t e no debe poner en d u d a , b a n -
p e r , donde el desorden en la e x p o s i c i ó n de la d o c t r i n a
d o ú opinion, lo q u e c o n o c e que e s v e r d a d firme y a s e n -
c o m p i t e c o n su c o n f u s i o n y v a g u e d a d .
tada.
A pesar de esto y de la dificultad de s e g u i r al autor d e E n s e g u n d o l u g a r , el error, la dificultad ú o b j e c i o n , n o
l a Historia de los conflictos entre la Religión y la ciencia en s o n h o m o g é n e o s con la v e r d a d . L o q u e a l g u n o s , á u n filó-
su erráticas p e r e g r i n a c i o n e s por t o d o s los c a m p o s de la sofos, d i c e n , q u e el error es u n a v e r d a d d e s f i g u r a d a ó in-
sabiduría, ateniéndonos, m á s que á r e f u t a r e s t a o b r a punto c o m p l e t a , es falso y absurdo. E n t r e la f o r m a de e n u n c i a r
por p u n t o , á p o n e r en claro c u e s t i o n e s que en e l l a a n d a n u n a v e r d a d y la de expresar un error podrá haber cierta
e x t r a ñ a m e n t e r e v u e l t a s , d i v i d i r e m o s los t a l e s conflictos ó a n a l o g í a ó s e m e j a n z a ; pero en sí no la t i e n e n , ni pueden
dificultades en t r e s órdenes ó c l a s e s : en la p r i m e r a p o n - ser c o l o c a d o s en la m i s m a línea, ni c o m p a r a d o s en m a n e -
d r e m o s l o s q u e pudieran l l a m a r s e filosóficos ó metafísicos, r a a l g u n a , c o m o no pueden ser c o m p a r a d o s el sí y el no, l a
p o r v e r s a r sobre i d e a s ú o b j e t o s q u e t r a s c i e n d e n el orden l u z y las tinieblas, y la afirmación y la n e g a c i ó n .
m a t e r i a l ó sensible: i n c l u i r e m o s en la s e g u n d a los q u e F i n a l m e n t e , el error, c o m o h e m o s indicado h a c e p o c o ,
p u e d e n d e n o m i n a r s e físicos ó científicos, por p e r t e n e c e r al no p u e d e ser d e m o s t r a d o j a m a s ni o f r e c e r s e claro y evi-
orden f í s i c o a c t u a l de que tratan l a s c i e n c i a s n a t u r a l e s ; y dente al e n t e n d i m i e n t o T. U n a p r o p o s i c i o n f a l s a , por e j e m -
la tercera a b r a z a r á a l g u n o s h e c h o s históricos, en l o s c u a l e s plo, dos y dos son cinco, e s t a b l e c e entre dos t é r m i n o s u n a
se quiere v e r la r e p u g n a n c i a ó conflicto entre la c i e n c i a y i g u a l d a d q u e ni existe ni e s posible. E l u n o destruye al
la fe. otro y le n i e g a a b s o l u t a m e n t e ; n u n c a se v e r i f i c a r á la iden-
Alas a n t e s de d e s e n v o l v e r estas d i f i c u l t a d e s , q u e r e m o s tidad entre a m b o s ; j a m a s podrá s u c e d e r que la tal i d e n t i -
a p u n t a r a l g u n a s ideas ú o b s e r v a c i o n e s q u e a y u d a r á n á su d a d sea-, y c o m o s o l a m e n t e el ser e s inteligible por sí m i s -
resolución y esclarecimiento. m o . c o m o sólo lo que es p u e d e p r e s e n t a r s e al e n t e n d i m i e n -
L a p r i m e r a e s , que una v e z p u e s t a en claro u n a v e r - to c o m o realidad, p o r q u e sólo lo q u e tiene ó p u e d e tener
dad y v e n c i d o el entendimiento por s u e v i d e n c i a , o r a in- v e r d a d real y o b j e t i v a , p u e d e e n g e n d r a r el c o n o c i m i e n t o
t r í n s e c a , ora extrínseca, no debe haber dificultad a l g u n a y la v e r d a d y la e v i d e n c i a s u b j e t i v a , si a l g u i e n afirmase u n a
c a p a z de a l t e r a r ó c o n m o v e r aquel a s e n t i m i e n t o . L a v e r - p r o p o s i c i o n c o n t r a d i c t o r i a de otra c u y a verdad h a sido
dad no p u e d e oponerse á sí m i s m a . Dos proposiciones
I « E s a s i l a f a l s e d a d y l a m e n t i r a , d i c e e l P . M a r t i n de R o a ( F l o s Sanctorum.Fiestas
c o n t r a r i a s no p u e d e n ser v e r d a d e r a s á la v e z , sopeña de
de los S a n t o s de C ó r d o b a , f o l . 27 v . ° ) ; n o t i e n e m á s s é r q u e c u a n t o d u r a e s c o n d i d a ; c o m o
s e r destruido el principio de c o n t r a d i c c i ó n , b a s e de t o d a c r i a d a en t i n i e b l a s , n o s u f r e l a l u z ; y v i é n d o l a d e l t o d o , d e s a p a r e c e . »
p r o b a d a d e m o s t r a t i v a m e n t e , h a y que d e c i r que afirma lo lo d i j e r a tan c l a r a m e n t e , t a m p o c o sería t e m e r i d a d el atri-
q u e no v e , lo q u e no p u e d e v e r , porque no existe ni p u e - b u i r al profesor de N u e v a Y o r k e s t a opinion a c e r c a del
de existir en el orden de la realidad. valor de nuestros c o n c e p t o s , p u e s e s sabido q u e en l o s
D e todo lo cual r e s u l t a , que siendo c o m o s o n v e r d a d e - s a b i o s de su estofa el e s c e p t i c i s m o es la b a s e de todo su
ros los principios de la fe y l o s de la r a z ó n , porque u n o s s i s t e m a de filosofar. E s t a d o c t r i n a ó s i s t e m a , c o m o es cla-
y otros pueden ser d e m o s t r a d o s , c a d a cual por el g é n e r o ro, e q u i v a l e á destruir el c o n c e p t o f u n d a m e n t a l de la cien-
de p r u e b a s que le e s propio, los de la r a z ó n por la e v i - cia. L a filosofía c o n t e m p l a lo a b s o l u t o y p e r m a n e n t e de
d e n c i a , .y los de la fe por los m o t i v o s y a r g u m e n t o s de l a s c o s a s , y de a q u í deduce y colige l a s v e r d a d e s eternas,
credibilidad: u n a v e z d e m o s t r a d o s estos principios y d e s - i n d e f e c t i b l e s é incontrastables. F i l ó s o f o s son aquellos,
l i n d a d o s sus r e s p e c t i v o s d e r e c h o s , y establecida la nece- d i c e P l a t ó n , que estudian lo q u e será s i e m p r e de la m i s m a
saria h a r m o n í a entre u n o s y otros, todo lo que t i e n d a á m a n e r a , lo que p e r m a n e c e en un m i s m o sér, lo i n v a r i a b l e
destruir e s t a h a r m o n í a , ora v e n g a de parte de la r a z ó n , y eterno; los q u e no llegan á esto, sino que v a g u e a n por
ora de parte de la f e , debe ser r e c h a z a d o a b s o l u t a m e n t e y todo lo m u d a b l e y c a e d i z o , no m e r e c e n el n o m b r e de filó-
tenido en c u e n t a de error, i n c o m p a t i b l e con la v e r d a d , y s o f o s ('¿^03000? a m a n t e de la sabiduría) sino de filodoxos
que por c o n s i g u i e n t e no tiene n a d a que v e r ni con los (tftXooo^o? a m a n t e de la opinion). D ó n d e está la razón y el
d o g m a s de la f e , ni con los principios de la r a z ó n . f u n d a m e n t o ú l t i m o de e s t a fijeza é invariabilidad de l a
E s t o s u p u e s t o , v e a m o s de e x a m i n a r l a s dificultades es- c i e n c i a , no es de este l u g a r el averiguarlo; p u e s siendo e s t a
peciales que pueden a d u c i r s e . P r i n c i p i a n d o por l a s filo- una de l a s c u e s t i o n e s m á s d i f í c i l e s de toda la filosofía, solo
sóficas ó m e t a f í s i c a s , lo p r i m e r o que ocurre i n v e s t i g a r al p a r a indicar l o s p u n t o s p r i n c i p a l e s n e c e s i t a r í a m o s más
hablar de los conflictos entre la R e l i g i ó n y la c i e n c i a , e s l a r g o e s p a c i o del q u e p o d e m o s disponer r . P a r a lo que a q u í
el c o n c e p t o que se f o r m a D r a p e r de la ciencia y de la Re- t r a t a m o s t a m p o c o e s necesario m e t e r n o s en t a l e s hondu-
ligión. E s difícil, á t r a v é s de l a s nieblas que e n v u e l v e n l o s r a s ; p u e s c u a l q u i e r a v e que si el v a l o r del conocimiento
conceptos filosóficos de este autor, descubrir el c a r á c t e r científico e s p u r a m e n t e relativo, todo el orden i n t e l e c t u a l
q u e a t r i b u y e á t a l e s ideas. S i n e m b a r g o , al principio del se c o n f u n d e y trastorna, y la ciencia y la filosofía son u n a
c a p í t u l o o c t a v o de su obra, nos sorprende diciendo que irrisión. P o r q u e en e f e c t o , si no p o d e m o s l l e g a r á c o n o c e r
nadie h a s t a a h o r a h a d a d o u n a contestación s a t i s f a c t o r i a la v e r d a d a b s o l u t a de l a s c o s a s , ni á tener seguridad de
á e s t a p r e g u n t a : «¿qué es la verdad?» E n otras partes de n u e s t r o c o n o c i m i e n t o , todo quedará r e d u c i d o á m e r a o p i -
su libro h a b l a t a m b i é n de la variabilidad de los d o g m a s ó nion, c o n j e t u r a ó probabilidad; la c i e n c i a será c o m o la f o r -
teorías de la ciencia; y c o m o por otra parte en todo s u t u n a que in sola constans mobilitate sua est; y d e s t r u i d a la b a s e
s i s t e m a filosófico sigue l a s ideas de D e m ó c r i t o y E p i c u r o , de n u e s t r a c e r t i d u m b r e , y f a l t á n d o n o s el a p o y o y c o n d i c i o n
q u i e n e s , c o m o e s sabido, n e g a b a n al h o m b r e la f a c u l t a d esencial para el e j e r c i c i o de nuestras o p e r a c i o n e s i n t e l e c -
de conocer l a v e r d a d , h e m o s de c o n v e n i r que, s e g ú n D r a - t u a l e s , v e n d r e m o s á parar á aquel sueño de E i c h t e , en q u e
per, el h o m b r e no p u e d e a v e r i g u a r j a m a s la v e r d a d de l a s d e s a p a r e c i e n d o c o m o v a n a s o m b r a l a realidad q u e nos ro-
c o s a s , ni á u n c u a n d o la c o n o c i e s e r e a l m e n t e , tener c o m -
1 Q u i e n desee v e r este punto tratado con admirable acierto, claridad y elocuencia,
p l e t a seguridad de ello. P o r lo d e m á s , á u n c u a n d o no n o s p u e d e l e e r l o s c a p í t u l o s 2 3 , 2 4 y 25 d e l l i b r o i v de l a Filosofía fundamental, de B a l m e s .

«
d e a , d e s a p a r e c e r á t a m b i é n la v i d a n e c e s a r i a p a r a s o ñ a r ,
P e r o viniendo y a á las o b j e c i o n e s particulares, p r e g ú n -
el espíritu soñador y á u n el m i s m o sueño que soñamos.
t a s e D r a p e r : ¿qué es D i o s ? ¿Qué e s el alma? ¿ Q u é es el
C u a l q u i e r a v e lo a b s u r d o de tal m a n e r a de discurrir; y
mundo? ¿ C ó m o e s t á regido? Y en las r e s p u e s t a s q u e á ellas
c u á n v a n o y t e m e r a r i o sea el querer l e v a n t a r sobre ci-
han dado r e s p e c t i v a m e n t e la c i e n c i a y la R e l i g i ó n , cree
m i e n t o s tan d e l e z n a b l e s un s i s t e m a de d o c t r i n a s , para
e n c o n t r a r el origen de l o s c o n f l i c t o s .
d e s d e allí a r r o j a r a r m a s c o n t r a el edificio incontrastable
P a r a q u e l o s lectores de la obra de D r a p e r pudiesen
de la I g l e s i a .
f o r m a r idea c l a r a de t a l e s conflictos, lo p r i m e r o que se
P u e s no m é n o s a b s u r d o y desvariado e s el concepto r e q u e r i a era e x p o n e r lo que e n s e ñ a la f e y lo que d e m u e s -
q u e se f o r m a D r a p e r de la fe y de l a R e l i g i ó n . N o e n c o n - t r a la c i e n c i a a c e r c a de estas c u e s t i o n e s , á fin de q u e e n -
t r a m o s en n i n g u n a parte de su libro definidas e s t a s p a l a - t e r a d o el lector de u n o s y otros p r i n c i p i o s , p u d i e s e c o m p a -
b r a s . L o ú n i c o que p a r e c e v e r en la R e l i g i ó n es la inmuta- rarlos entre sí, y v e r si r e a l m e n t e se e x c l u y e n , ó m á s b i e n ,
bilidad de l o s d o g m a s contrarios á l a s opiniones variables se e n l a z a n y h a r m o n i z a n . P e r o D r a p e r , que en el prólogo
de l a c i e n c i a , c o m o si s o l a m e n t e los d o g m a s de la f é f u e - de su Historia afirma haber pretendido ofrecer un cuadro
ran i n m u t a b l e s y no todo aquello que la r a z ó n da p o r claro é imparcial de las opiniones y conducta de las dos par-
cierto, d e m o s t r a d o y v e r d a d e r a m e n t e científico. E s t a in- tes contendientes, identificándose con cada una de ellas, pa-
m u t a b i l i d a d de la fe no i m p i d i ó , sin e m b a r g o , que en l o s ra poder comprender plenamente sus motivos, y esforzándose
d o s p r i m e r o s siglos de la I g l e s i a , h u b i e s e h a r m o n í a m a r a - en permanecer á distancia de ambas para relatar con equidad
v i l l o s a entre ella y la c i e n c i a . L a l u c h a y el d e s a c u e r d o sus hechos, no h a tenido á b i e n decirnos c u á l e s son l a s en-
no e m p e z a r o n s e g ú n D r a p e r hasta los t i e m p o s de Cons- s e ñ a n z a s de la fe y l a s doctrinas de la c i e n c i a , sobre pun-
t a n t i n o , y c a b a l m e n t e por h a b e r s e m o d i f i c a d o los d o g m a s t o s tan altos y t r a s c e d e n t a l e s c o m o eran los que se o f r e -
cristianos. L a I g l e s i a g r i e g a , a ñ a d e , n u n c a h a sido ene- cían en este debate.
m i g a de la c i e n c i a ; la protestante le h a sido a l g u n a v e z A s í , por e j e m p l o , a c e r c a de la n a t u r a l e z a de D i o s e s
h o s t i l , á c a u s a de l a s r e m i n i s c e n c i a s del odio teológico-, inútil b u s c a r en el libro de D r a p e r lo q u e a l c a n z a la r a z ó n
m a s e s t a hostilidad puede cesar con a l g u n a s e x p l i c a c i o - con sus l u c e s n a t u r a l e s , y lo que a f i r m a la f e . P a r a él t o -
n e s q u e se den por una y otra parte. L a ú n i c a que h a s i d o do c u a n t o han delirado l o s h e r e j e s , los c i s m á t i c o s , los
s i e m p r e e n e m i g a d e c l a r a d a de la c i e n c i a y no puede m é - m a h o m e t a n o s , y t o d a la c h u s m a de los filósofos antiguos
n o s de serlo en f u e r z a de sus p r i n c i p i o s , es la católica. Y y m o d e r n o s q u e h a n desatinado en este p u n t o , p e r t e n e c e
e n p r u e b a de ello c u a n d o D r a p e r v i e n e á e s p e c i f i c a r los a l dominio de la c i e n c i a ; todo lo que la I g l e s i a h a e n s e -
d o g m a s que han sido ocasion de l o s c o n f l i c t o s , se fija ñado y o p u e s t o á t a l e s delirios, pertenece á l a f e , y e s por
p u n t a l m e n t e en aquellos que han sido p r o f e s a d o s c o n s - el m i s m o c a s o irreconciliable con l o s d e r e c h o s de l a ra-
t a n t e m e n t e por la I g l e s i a , y que h o y dia son igualmente z ó n . P a r a él lo m i s m o representa á la c i e n c i a A r r i o c u a n -
sostenidos p o r l a I g l e s i a católica c o m o por la protestante y do n i e g a la D i v i n i d a d del V e r b o , que N e s t o r i o , q u e a d m i -
por la g r i e g a . L o m é n o s q u e se p u e d e d e c i r de un escritor te e s t a D i v i n i d a d , pero n i e g a haberse j u n t a d o á la n a t u -
que se atreve á e s t a m p a r t a l e s d e s v a r i o s , e s q u e no s a b e r a l e z a h u m a n a en unidad de p e r s o n a ; lo m i s m o el indio,
a b s o l u t a m e n t e lo q u e es f e , ni R e l i g i ó n , ni cristianismo. q u e cree en un p a n t e í s m o estúpido y e n e r v a n t e , que el
á r a b e , que a d m i t e la doctrina de la unidad s u b s i s t e n t e d e del P a d r e , E s p í r i t u que procede del P a d r e , uno de tres, y

D i o s , r e c o m p e n s a d o r de l a s b u e n a s a c c i o n e s ; lo m i s m o el de tres uno; este h a s de j u z g a r que sea Júpiter; á este h a s

i d e a l i s t a h e g e l i a n o , para quien la I d e a lo e s todo, que el de tener por D i o s . » L o que d e c i m o s del d o g m a de la T r i -

epicúreo sensualista, que no v e en el m u n d o m á s q u e nidad, p u e d e d e m o s t r a r s e de l o s otros d o g m a s y e n s e ñ a n -

á t o m o s infinitos de m a t e r i a . z a s , y á u n p r á c t i c a s de religión, m á s ó m é n o s r e l a c i o n a d a s
con la f e , p o n i e n d o en c i e r t í s i m a e v i d e n c i a q u e la I g l e s i a
L a m i s m a v a g u e d a d é i n d e c i s i ó n atribuye D r a p e r á l a s
n a d a i n n u e v a , sino que m a n t i e n e lo q u e s i e m p r e , lo q u e
d o c t r i n a s de la I g l e s i a a c e r c a de la D i v i n i d a d , supuesto
por todos, lo q u e en en t o d a s partes h a sido sostenido y
q u e á pesar de su t e n a c i d a d en m a n t e n e r los d o g m a s , q u e
profesado.
á s u j u i c i o e s su m a y o r d e f e c t o y v e r g ü e n z a , no h a debido
de ser en este punto e x i g e n t e en d e m a s í a , p u e s en el si- E s posible, c o m o y a en el siglo v e n s e ñ a b a Vicen-

g l o n i a d o p t ó , t o m á n d o l o de los e g i p c i o s , el d o g m a de l a te de L e r i n s , a s e n t a n d o l a s b a s e s del p r o g r e s o en la c i e n -

T r i n i d a d , d e s c o n o c i d o a n t e r i o r m e n t e , c o m o admitió en el c i a t e o l ó g i c a , e s posible que los a n t i g u o s d o g m a s de e s t a

siglo i v el d o g m a de la R e d e n c i ó n , y m á s adelante o t r o s , d i v i n a filosofía con el a n d a r del t i e m p o s e a n aliñados y

s e g ú n el v a r i a r de los t i e m p o s y l a s c i r c u n s t a n c i a s y c a - p u l i d o s , m a s no p u e d e s u c e d e r que sean a l t e r a d o s , d e s -

p r i c h o s de l a s p e r s o n a s . N o hay hombre medianamente truidos ó m u t i l a d o s ; p u e d e n recibir m a y o r c l a r i d a d , m a -

i n s t r u i d o en los d o g m a s de n u e s t r a f e , que ignore q u e l a s y o r e v i d e n c i a y distinción, pero han de retener s i e m p r e s u

d o c t r i n a s de la I g l e s i a s o n a h o r a l a s m i s m a s q u e s i e m p r e p l e n i t u d , su propiedad y e n t e r e z a . D e suerte q u e el c r e -

h a profesado. P o r lo que t o c a al d o g m a de la T r i n i d a d , cer y a d e l a n t a r s e de l a c i e n c i a t e o l ó g i c a no h a c o n s i s t i d o

en el cual insiste D r a p e r e s p e c i a l m e n t e , b a s t a abrir c u a l - en añadirse n u e v a s d o c t r i n a s al tesoro de l a s que a n t e s se

quier libro de t e o l o g í a , ó m e j o r el E v a n g e l i o , p a r a c o n v e n - p o s e i a n , sino en q u e l a s que antes no se c o n o c í a n sino v a -

cerse de q u e si h a y d o c t r i n a que c o n s t e c l a r í s i m a m e n t e g a y o s c u r a m e n t e h a n sido m e j o r y m á s c l a r a m e n t e c r e í -

en el texto s a g r a d o , y q u e h a y a sido c o n s t a n t e m e n t e e n - das, definidas y e s t a b l e c i d a s , g o z á n d o s e la posteridad de

s e ñ a d a por la I g l e s i a , es e s t a de seguro. A d e m a s , ahí e s t á n conocer clara y d i s t i n t a m e n t e l a q u e la a n t i g ü e d a d , áun

l o s s í m b o l o s de l a fe q u e solían recitarse en l a s I g l e s i a s ó sin entenderlo tan c l a r a m e n t e c o m o nosotros, no m é n o s

c o n g r e g a c i o n e s c r i s t i a n a s , a l g u n o de ellos anterior s e g u - firmemente q u e nosotros creia, y s e n c i l l a y p i a d o s a m e n t e

r a m e n t e al siglo n i ; ahí están los t e x t o s i n n u m e r a b l e s d e veneraba.

l o s P a d r e s p r i m i t i v o s , c o m o S a n C l e m e n t e R o m a n o , del Mas volviendo á los conflictos que u n a inteligencia

siglo i; S a n P o l i c a r p o , S a n J u s t i n o , A t e n á g o r a s , y San d e s a l u m b r a d a h a ido b u s c a n d o entre l a s e n s e ñ a n z a s de l a

Ireneo en el i i ; y del ni, Clemente Alejandrino, Tertu- r a z ó n y l a s de la r e v e l a c i ó n , p r e g u n t a m o s de n u e v o : ¿qué

l i a n o , y otros q u e sería l a r g o referir. A h í e s t á n , en fin, es, en resolución, lo que el h o m b r e p u e d e c o n o c e r a c e r c a

l o s t e s t i m o n i o s de los m i s m o s g e n t i l e s anteriores al t i e m - de la n a t u r a l e z a d i v i n a , del a l m a h u m a n a y del mundo

p o en que s e g ú n D r a p e r h u b o de t o m a r la I g l e s i a el d o g - q u e nos rodea? A esto el sabio profesor Draper se digna

m a T r i n i d a d , entre otros L u c i a n o ; el c u a l en su Filopatro c o n t e s t a r , no sin haber dado antes l a r g o s rodeos que, s e -

i n t r o d u c e uno de los i n t e r l o c u t o r e s diciendo: «un D i o s g ú n los d e s c u b r i m i e n t o s n o v í s i m o s de la c i e n c i a , D i o s ó

q u e s o b e r a n a m e n t e reina, g r a n d e , celestial y eterno, H i j o no existe ó se c o n f u n d e con la f u e r z a vital q u e a g i t a al


14
u n i v e r s o ; q u e el a l m a es una c h i s p a ó destello de e s t a
n e s sin suelo q u e sobre ellas f u n d a n , s o l a m e n t e l a s defien-
m i s m a f u e r z a , y q u e el m u n d o es un c o n j u n t o de á t o m o s
d e n u n o s p o c o s m o d e r n o s naturalistas, intérpretes en e s t o ,
e t e r n o en la d u r a c i ó n é i n m e n s a m e n t e d i f u n d i d o por el
m á s que de l a s l e y e s q u e g o b i e r n a n el m u n d o , de ideas y
e s p a c i o . E l c a m i n o por donde D r a p e r l l e g a á e s t a s c o n -
o p i n i o n e s q u e n a d a tienen que v e r c o n la c i e n c i a . E s t a ,
c l u s i o n e s e s m u y sencillo y f á c i l de a n d a r . E l m u n d o ,
p o r b o c a de sus representantes m á s ilustres, p r o n u n c i a q u e
d i c e , se c o m p o n e de un n ú m e r o infinito de á t o m o s i n e r -
el s i s t e m a m a t e r i a l i s t a de E p i c u r o , así c o m o es el m á s
t e s , si l o s c o n s i d e r a m o s en su e s e n c i a , pero q u e están
a b s u r d o , a s í e s t a m b i é n el m á s estéril y e s e n c i a l m e n t e
s i e m p r e en m o v i m i e n t o , i n c r e a d o s , eternos, esparcidos
o p u e s t o á todo progreso científico x ; q u e en él no h a y parte
por el e s p a c i o i n m e n s o . L a f u e r z a que l o s a n i m a e s eter-
.alguna q u e no esté llena de contradicciones; que l o s áto-
n a , n e c e s a r i a é i n v a r i a b l e . L o s c a m b i o s q u e v e m o s en l o s
mos eternos, n e c e s a r i o s y extendidos infinitamente en el
c u e r p o s d e p e n d e n ú n i c a m e n t e de la v a r i a distribución de
•espacio, son i m p o s i b l e s é i n c o m p r e n s i b l e s ; q u e su m o v i -
e s t a energía. E l orden del m u n d o p r o c e d e con u n a l e y
m i e n t o , n a c i d o de ellos m i s m o s , v i o l a t o d a s l a s l e y e s de l a
m a t e m á t i c a é inflexible, en virtud de la c u a l la r a z ó n del
m e c á n i c a ; q u e el p a s o del s i m p l e m o v i m i e n t o á l a v i d a , de
estado c ó s m i c o del m o m e n t o a c t u a l e s t á en el q u e le p r e -
la v i d a á la s e n s a c i ó n , y de la sensación á la i n t e l i g e n c i a ,
cedió. N o existe, por lo tanto, n i n g u n a f u e r z a q u e p u e d a
p o r e v o l u c i o n y sin q u e i n t e r v e n g a u n a c a u s a e x t r í n s e c a ,
s e r origen de n u e v a energía; no existe D i o s , ni a l m a , n i
e s j u e g o de f a n t a s í a e x t r a v i a d a ; que n u e s t r a s a l m a s no s o n
n i n g ú n otro a g e n t e c a p a z de alterar la a c c i ó n e t e r n a é in-
parte del a l m a u n i v e r s a l , la cual ni existe ni h a existido
d e s t r u c t i b l e del u n i v e r s o . E n este no h a y m á s que á t o m o s
j a m a s , sino s u s t a n c i a s libres, inteligentes, c a p a c e s de m é -
m o v i d o s y a g r e g a d o s de d i v e r s a s m a n e r a s , y q u e en su
rito ó d e m é r i t o , de e x p i a c i ó n y de g r a c i a , de redención y
v a r i a a g r e g a c i ó n y t r a s f o r m a c i o n de m o v i m i e n t o v a n p a -
de g l o r i a ; y , en fin, que el m u n d o no p u e d e ser infinito en
s a n d o de un estado m é n o s p e r f e c t o á otro m á s perfecto;
la d u r a c i ó n ni en la i n m e n s i d a d , entre otras r a z o n e s , p o r -
r e s u l t a n d o de aquí p r i m e r a m e n t e l o s m i n e r a l e s , que son
que el n ú m e r o a c t u a l m e n t e infinito e n v u e l v e c o n t r a d i c -
a g r e g a c i o n e s de á t o m o s de igual n a t u r a l e z a ; luego las
c i ó n . Y c o m o la b a s e de este s i s t e m a y lo que en él se
p l a n t a s , y al fin los a n i m a l e s , los c u a l e s en n u e s t r a é p o c a
se h a n e l e v a d o á su g r a d o s u p r e m o , q u e e s la e s p e c i e h u -
x E n t r e m i l a u t o r i d a d e s que p o d r í a m o s c i t a r , v a m o s á c o p i a r u n a s p a l a b r a s q u e , d e s -
mana. p u e s de e s c r i t o e s t e c a p í t u l o , h e m o s l e í d o en la r e v i s t a i n g l e s a Nature, e n un a r t í c u l o s o -
bre el c é l e b r e f í s i c o i n g l é s C l e r c k M a x w e l l , el m á s p r o f u n d o i n v e s t i g a d o r q u e h a t e n i d o
P a r e c e increíble: pero este c o n j u n t o de d e s v a r i o s , reno- e n n u e s t r o s t i e m p o s l a f í s i c a m o l e c u l a r , y á q u i e n t e m p r a n a m u e r t e a r r e b a t ó el año p a s a -

v a c i ó n del s i s t e m a filosófico m á s a b s u r d o q u e f a n t a s e ó el d o á l a c i e n c i a y al c a r i ñ o de c u a n t o s 1= c o n o c í a n . E s t e f í s i c o y m a t e m á t i c o i l u s t r e , g l o -
r i a de l a u n i v e r s i d a d de C a m b r i d g e , que le c o n t a b a e n t r e s u s p r o f e s o r e s , a u n q u e p o c o a m i -
g e n i o i n v e n c i o n e r o de la G r e c i a , y el que m é n o s s e c u a c e s g o de c o n t r o v e r s i a s t e o l ó g i c a s , e r a f e r v o r o s o c r i s t i a n o . P o c a s s e m a n a s a n t e s de m o r i r

t u v o á u n en medio del trastorno intelectual anterior a l a d v i r t i ó q u e , d e s p u é s de h a b e r d i s c u t i d o t o d o s l o s s i s t e m a s e n q u e h a s t a a h o r a se h a p r e -


s e n t a d o e l a t e í s m o , h a b i a e n c o n t r a d o q u e , i n d e p e n d i e n t e m e n t e de t o d o o t r o c o n o c i m i e n t o
c r i s t i a n i s m o , esto e s lo q u e p r e s e n t a D r a p e r c o m o la flor d e l a s n e c e s i d a d e s m o r a l e s de l a h u m a n i d a d , n o h a b i a n i n g u n o e n t r e e l l o s q u e n o i m p l i -

de la m o d e r n a sabiduría, y lo que, c o m o ú l t i m a p a l a b r a c a s e l a i d e a de D i o s , s i s e q u e r í a q u e d i e s e e x p l i c a c i ó n de l o q u e s e p r e t e n d í a . C o n t i n u ó
d i c i e n d o q u e t o d a su v i d a la h a b i a p a s a d o en b u s c a r é i n q u i r i r l a v e r d a d ; q u e e s m u y p o c o
de l a c i e n c i a , opone á la f e y á l a s e n s e ñ a n z a s de la I g l e - l o q u e el h o m b r e p u e d e s a b e r e n e s t e m u n d o , p e r o q u e es a l g o « c o n o c e r y e s p e r a r e n

s i a . A p r e s u r é m o n o s á d e c i r , para honra de la razón h u - A q u e l en q u i e n h e m o s c r e í d o . » E s t a f e c r i s t i a n a le d i b a u n a p a z y t r a n q u i l i d a d d e m a s i a d o


p r o f u n d a s , p a r a que f u e s e n a l t e r a d a s por i o s s u f r i m i e n t o s d e l c u e r p o ó por l a s c i r c u n s t a n -
m a n a , q u e h i p ó t e s i s tan d e s c a b e l l a d a s , y l a s i m a g i n a c i o - c i a s e x t e r i o r e s . ( N ature N o v . 1 3 de 1 S 7 9 . )
pretende, e s prescindir de D i o s en la e x p l i c a c i ó n de los
f e n ó m e n o s que se ofrecen á nuestra curiosidad, la c i e n c i a , y que m u e v e t o d a s l a s cosas; su s a p i e n t í s i m o ordenador,

c u a n t o es m á s p r o f u n d a , tanto p r o c l a m a con m a y o r c o n - su constante p r o v i d e n c i a , q u e c o m o l a s crió sin necesi-

v e n c i m i e n t o que la idea de este S é r infinito, eterno, perso- dad, l a s g o b i e r n a sin c a n s a n c i o y l a s m u e v e y e n c a m i n a

n a l , c a u s a y principio de todas l a s c o s a s v i s i b l e s é i n v i - á sus fines sin p a s i ó n , sin e m b a r a z o ni d i s t r a i m i e n t o .

sibles, se i m p o n e á nuestra c o n c i e n c i a , no m é n o s por la T o d a s l a s criaturas p r e g o n a n su gloria. A É l saludan

i n t r í n s e c a n e c e s i d a d de su sér, que c o m o origen, o r d e n a - los astros de la m a ñ a n a ; el resplandor de su m a j e s t a d re-

dor y r e g u l a d o r del m o v i m i e n t o del m u n d o , y principio y v e r b e r a en l a s l u c e s i n n u m e r a b l e s que centellean en las

fin de l a s m a g n i f i c e n c i a s y m a r a v i l l a s que en él o b s e r v a - p r o f u n d i d a d e s de los cielos; el orden s u p r e m o que reina en


el u n i v e r s o , la m u c h e d u m b r e de séres que lo p u e b l a n , su
m o s . E s t a s son l a s e n s e ñ a n z a s de la ciencia, l a s c u a l e s
p r o d i g i o s a v a r i e d a d , su f u e r z a , su energía, no son más
no podrán ser destruidas j a m a s por todos los s o f i s m a s del
que el reflejo de l a s p e r f e c c i o n e s i n e f a b l e s que brillan en
mundo r.
la e s e n c i a infinita. T o d a la c r e a c i ó n e s t á llena, h e n c h i d a
L a Iglesia, por su parte, c o m o Maestra incorruptible
y penetrada de su eficacia soberana. E l espíritu de D i o s
de la v e r d a d , v i e n e en a p o y o de e s t a doctrina, y e n f r e n t e
v i v e y t r a b a j a en l a n a t u a r a l e z a . E l m á s v i l , el m á s peque-
de t o d a s l a s n e g a c i o n e s y de todas l a s c o n t r a d i c c i o n e s y
ño y d e s p r e c i a b l e de los e l e m e n t o s que c o m p o n e n este
d e s v a r i o s de la razón h u m a n a , señorea el g á r r u l o c l a m o -
u n i v e r s o , encierra parte de la v i r t u d que brotó de a q u e l l a
reo de los sofistas, enseñando que D i o s es espíritu p u r í s i -
a l t í s i m a esencia; y c a d a m o m e n t o de su existir, c a d a áto-
m o , infinito, i n m e n s o , sin principio ni fin, sin pender de
m o de su sér, cada v i b r a c i ó n de su s u s t a n c i a , t r a s c e n d i e n -
nadie m á s que de sí sólo, altísimo en el sér, o m n i p o t e n t e
do á lo eterno, á lo i n m e n s o ; á lo infinito, descubre el plan
en la virtud, eterno en la duración, siempre el m i s m o sin de u n a p r o v i d e n c i a a d m i r a b l e que se realiza con el t i e m -
m u d a n z a a l g u n a , á quien ni los espacios dilatan, ni l a p o , pero que 110 tendrá su c o m p l e t o desarrollo sino en l o s
b r e v e d a d de ellos e s t r e c h a , ni el origen dió p r i n c i p i o , ni i n m e n s u r a b l e s d o m i n i o s de la e t e r n i d a d .
la sucesión de l o s t i e m p o s c r e c i m i e n t o , ni el t é r m i n o dará
fin; uno en e s e n c i a y trino en personas; P a d r e q u e e n g e n - P e r o donde m á s h e r m o s a r e s p l a n d e c e la l u z de la d i v i -
n a g r a n d e z a e s en la c r i a t u r a r a c i o n a l , c o m p u e s t o mara-
dra al H i j o , H i j o c o n s u s t a n c i a l c o n el P a d r e que de él
v i l l o s o de a l m a y de c u e r p o , de espíritu y de m a t e r i a , de
p r o c e d e , c o m o la l u z p r o v i e n e de la l u z ; E s p í r i t u c o n s o l a -
una s u s t a n c i a b a j a , corruptible y q u e b r a d i z a , y de otra
dor y v i v i f i c a d o r q u e procede del P a d r e y del H i j o ; q u e
incorruptible y s i m p l i c í s i m a , l l a m a d a á destinos i n m o r t a -
habló y todas las cosas fueron hechas, mandó y todas fue-
les, y en quien D i o s se h a c o m p l a c i d o en d e r r a m a r los
ron c r i a d a s ; que todo lo llena, todo lo provee y dispone;
t e s o r o s de su bondad y m i s e r i c o r d i a . P o r q u e si D i o s e s
secretísimo y q u e á todo está presente; i n v i s i b l e y que
caridad, c o m o dice S a n J u a n , y si cuando a l z a m o s los o j o s
t o d o lo ve; s i e m p r e obrando y siempre quieto; i n m o v i b l e
para escudriñar en c u a n t o e s posible al h u m a n o e n t e n d i -
i N o es n e c e s a r i o a d v e r t i r l a s c o n s e c u e n c i a s de e s t e s i s t e m a r e s p e c t o á l a m o r a ! , r e - miento la n a t u r a l e z a d i v i n a , no v e m o s sino u n a e s e n c i a
d u c i d a t o d a á s a t i s f a c e r l a s n e c e s i d a d e s y c a p r i c h o s de n u e s t r a n a t u r a l e z a sin r e s p e t o á p u r a y sencilla que a m a , y q u e a m a n d o , se c o m u n i c a y
n i n g u n a l e y , p r i n c i p i o , n i c o n s i d e r a c i ó n que d i r i j a l a c o n c i e n c i a , m o r a l d e f i n i d a p o r S a n
P a b l o en e s t a s p a l a b r a s : esca vsntr:, et venter esoir, y p r o p i a de b e s t i a s y n o de hombres d e r r a m a á todas l a s criaturas, en n i n g u n a de e s t a s apare-
racionales. c e m á s c l a i o y evidente este a m o r que en la naturaleza.
d e l h o m b r e . E l D i o s á quien a d o r a m o s , no es s o l a m e n t e v i n a y h u m a n a que h a podido f o r m u l a r s e , la c l a v e para
el D i o s creador, o r d e n a d o r s a p i e n t í s i m o del u n i v e r s o , y la s o l u c i o n de l a s c u e s t i o n e s m á s t r a s c e n d e n t a l e s q u e se
a u t o r de l a s l e y e s g e o m é t r i c a s q u e g o b i e r n a n los e l e m e n - p r o p o n e la ciencia, y la d o c t r i n a m á s a l t a y l u m i n o s a q u e
t o s ; ni e s t a m p o c o s o l a m e n t e el D i o s q u e rige l o s d e s t i - p u e d e enseñarse a c e r c a de la n a t u r a l e z a de D i o s , origen
n o s de la h u m a n i d a d , que ejerce su P r o v i d e n c i a s o b r e la. del h o m b r e , su fin y destino en este m u n d o , sus r e l a c i o -
v i d a de los h o m b r e s , j u s t o c a s t i g a d o r de m a l o s y glorioso' n e s con la d i v i n i d a d , sus deberes p a r a con sus s e m e j a n -
g a l a r d o n a d o r de b u e n o s , sino que e s t a m b i é n el D i o s de t e s , s u s d e r e c h o s en la c r e a c i ó n , y otros p r o b l e m a s y e n -
A b r a h a m , de I s a a c y de J a c o b , de los P a t r i a r c a s y de l o s s e ñ a n z a s q u e en v a n o intenta resolver l a filosofía separa-
P r o f e t a s , de l a a n t i g u a y de la n u e v a l e y , todo c o n s u e l o y d a de l a f e .
m i s e r i c o r d i a , qué d e r r a m a en n u e s t r o s espíritus t o r r e n t e s
de p a z , de g o z o y de b i e n a v e n t u r a n z a , q u e nos a t r a e h á -
c i a sí con v í n c u l o s de a m o r i n d e c i b l e , y q u e , c o m o d i c e él
m i s m o , tiene sus d e l i c i a s en morar entre los h i j o s de l o s
h o m b r e s . E l c u a l , h a b i e n d o hablado a n t e s m u c h a s v e c e s
y de m u c h a s m a n e r a s á los p a d r e s por l o s p r o f e t a s y r e -
v e l a d o al p u e b l o e s c o g i d o l a s g r a n d e z a s de sus m i s e r i c o r -
d i a s , se d i g n ó ú l t i m a m e n t e h a b l a r n o s por su H i j o , r e s -
p l a n d o r de su g l o r i a y figura de su s u s t a n c i a , quien ha-
biendo aparecido c o m o hombre, nos r e d i m i ó de la s e r v i -
d u m b r e del p e c a d o y h e c h o por nosotros s a n t i d a d , j u s t i -
c i a , santificación y r e d e n c i ó n , n o s l e v a n t ó y r e g e n e r ó p o r
su g r a c i a , f o r m a n d o p a r a sí u n l i n a j e e s c o g i d o , gente
santa, sacerdocio r e a l , p u e b l o de a d q u i s i c i ó n , p a r a que
a n u n c i á s e m o s l a s v i r t u d e s de A q u e l que n o s l l a m ó de l a s
t i n i e b l a s á su l u z a d m i r a b l e . A s í l e v a n t ó , e n g r a n d e c i ó y
d i v i n i z ó D i o s á n u e s t r o l i n a j e por la v i r t u d de su V e r b o ,
c o n d e n s a c i ó n l u m i n o s a de t o d a la v e r d a d , tesoro d e s u s
misericordias, amor inmenso é inefable cuya soberana in-
fluencia trasforma nuestras almas, y haciéndolas particio-
n e r a s de su g r a c i a , l a s dispone p a r a l l e n a r l a s de su f e l i c i -
dad y de su g l o r i a .

L a I g l e s i a es el e c o p e r d u r a b l e de este V e r b o r e v e l a d o r ,
y al poner en m a n o s d e los niños t e r n e z u e l o s l a s h o j a s
d e l librito a d m i r a b l e q u e se l l a m a Catecismo de la doctrina
cristiana, les d á el r e s ú m e n m á s portentoso de c i e n c i a d i -
Si comparamos el e s t a d o actual de los s é r e s que se
o f r e c e n á n u e s t r a o b s e r v a c i ó n c o n el que t e n í a n e n l o s m o -
m e n t o s a n t e r i o r e s , v e m o s que el astro del d i a que creí-
C A P Í T U L O XII.
m o s h a b e r s e p a r a d o en s u c a r r e r a , se h a a c e r c a d o m á s al
h o r i z o n t e , y e s t á y a á p u n t o de t r a s p o n e r s e á n u e s t r a v i s -

OBJECIONES FILOSÓFICAS. LA MATERIA Y EL t a p a r a ir á v i s i t a r otras r e g i o n e s y f e c u n d a r l a s c o n su


e f i c a c i a . L e v á n t a s e á l a otra b a n d a la l u n a , e n v i a n d o y e s -
ESPÍRITU.
p a r c i e n d o sobre l a t i e r r a s u a p a c i b l e c l a r i d a d ; y en p o s
de e l l a el e j é r c i t o r e s p l a n d e c i e n t e de l o s a s t r o s s e a p r e -
UANDO a p a r t á n d o n o s del t u m u l t o de l a s ciuda- s u r a á h a c e r su g l o r i o s a a p a r i c i ó n , a n u n c i a n d o c o n s u m o -
d e s s a l i m o s al c a m p o á c o n t e m p l a r l a s b e l l e z a s v i m i e n t o l a v e l o c i d a d c o n que g i r a n u e s t r o g l o b o p o r el e s -
que e s p o n t á n e a m e n t e n o s o f r e c e el u n i v e r s o , n o p a c i o , é i n d i c a n d o c o n el s u a v e c e n t e l l e o de su l u m b r e y
p o d e m o s m é n o s de e x p e r i m e n t a r e n el a l m a s u a - c o n l a v a r i e d a d de s u s c o l o r e s , la a c t i v i d a d que a n i m a á
v e y profundísima emocion. A la agitación y vocerío que m a s a s i n m e n s a s de m a t e r i a , alejadas por distancias in-
p o c o a n t e s t u r b a b a n n u e s t r o s s e n t i d o s , y c o n f u n d í a n y al- calculables.
b o r o t a b a n n u e s t r a s i d e a s , ha s u c e d i d o l a c a l m a y l a t r a n - E n l a t i e r r a y c e r c a y e n t o r n o de n o s o t r o s t o d o está
q u i l i d a d . S e a l a h o r a e n que el s o l , d e s p u e s d e recorrer i g u a l m e n t e p e n e t r a d o y h e n c h i d o de m i s t e r i o s a a g i t a c i ó n .
c o n p a s o s de g i g a n t e l a a n c h u r o s a b ó v e d a del firmamento, E l s o p l o v a g a r o s o de la b r i s a m e c e b l a n d a m e n t e l a s c o p a s
v a a p a g a n d o s u s a r d o r e s y e s t á p r ó x i m o á o c u l t a r s e en e l d e l o s á r b o l e s , p o r entre c u y a s h o j a s t e m b l a d o r a s b r i l l a n
lejano horizonte. E n esta hora solemne todo reposa y y d e s a p a r e c e n y t o r n a n á b r i l l a r de n u e v o l o s r a y o s del
descansa en aparente inmovilidad; todo es sosiego y q u i e - sol, d e r r a m a n d o sobre c u a n t o t o c a n l a v a r i e d a d de s u s d e -
t u d ; y a n t e l a m a j e s t a d de l a n a t u r a l e z a , q u e , c o m o c a n - lidados y hermosísimos cambiantes. L a s aguas, i m p u l s a -
s a d a del t r a b a j o del d i a , p a r e c e h a b e r s u s p e n d i d o s u a c - d a s p o r s u p r o p i o p e s o , se d e s l i z a n m a n s a m e n t e p o r e l
t i v i d a d , c á l m a s e el r e v u e l t o t o r b e l l i n o de n u e s t r a s i m a g i - vecino arroyo, y rozando entre l a s c a ñ a s y p i e d r e z u e l a s ,
naciones y pensamientos, infundiendo en el a l m a sosiego l e v a n t a n un s u a v e m u r m u r i o que l l e n a el a m b i e n t e d e
i n d e f i n i b l e y t r a n q u i l i z a n d o l a s t e m p e s t u o s a s p a s i o n e s del u n a d e l i c i o s a h a r m o n í a . V é l a s e el aire de t é n u e n u b e c i l l a
c o r a z o n . A p e s a r de e s t o , n a d a h a y q u e p u e d a d a r n o s i d e a d e v a p o r e s q u e , d e s p r e n d i d o s i n v i s i b l e m e n t e de l a t i e r r a ,
t a n c a b a l de l a a g i t a c i ó n q u e r e i n a e n el u n i v e r s o y t o d o s e m e z c l a n c o n l o s a r o m a s e x h a l a d o s por l a s p l a n t a s , i n -
lo a n i m a y remueve, c o m o esta tranquilidad y muerte apa- d i c i o s de l a t u m u l t u o s a actividad que interiormente las
rente. T o d o á nuestra vista se ofrece inerte y silencioso; a g i t a . L a g r e y s e v a a c e r c a n d o al redil con p a s o p e r e z o s o ,
e n t o d a s p a r t e s no v e m o s al p r o n t o m á s que l a i n a c t i v i d a d y m i e n t r a s las a v e s a b a t e n su v u e l o p a r a r e c o g e r s e e n s u s
y l a quietud; m a s á poco que e x a m i n e m o s lo que p a s a á nidos, donde las esperan ansiosos los tiernos hijuelos,
n u e s t r o a l r e d e d o r , y a d o n d e q u i e r a que d i r i j a m o s la m i - l l e g a al o í d o el s u s u r r o de m i l i n s e c t o s que h a b í a n e s c a -
rada ó la investigación, no encontramos realmente más p a d o á n u e s t r a o b s e r v a c i ó n en m e d i o de l o s e s p l e n d o r e s
q u e l a v i d a , l a a c t i v i d a d y el m o v i m i e n t o . d e l dia. T o d o se m u e v e , t o d o v i v e , t o d o e s t á l l e n o y ani-
m a d o de b u l l i c i o s a agitación; de todas partes s u r g e la v i - v e s t i g a c i o n o c u p ó al h o m b r e en los albores de su c i v i l i z a -
d a con l a m a r a v i l l o s a m u c h e d u m b r e de sus f o r m a s y ción y cultura; e s t a agitó la m e n t e de P l a t ó n en l a A c a d e -
e f e c t o s ; y a n t e la a c t i v i d a d que l l e n a el universo, el h o m - m i a , de Z e n o n en el P ó r t i c o , de A r i s t ó t e l e s en el P e r i p a t o ;
b r e , r e c o n c e n t r a n d o su energia en la c o n t e m p l a c i ó n de l o s e s t a llenó l a s a l b o r o t a d a s e s c u e l a s y universidades de la
o b j e t o s q u e tiene ante su v i s t a , cree percibir el hálito de edad m e d i a , a g i t a la a f a n o s a i n d a g a c i ó n de los filósofos de
v i d a q u e c u n d e por t o d a s p a r t e s y m u e v e y a g i t a á todos l a presente edad, y a g i t a r á p e r d u r a b l e m e n t e la curiosidad
l o s séres de la c r e a c i ó n ; siente el i m p u l s o v i v a z de la s a - h u m a n a , m i e n t r a s brille en nosotros la l u z de la i n t e l i -
v i a que recorre lo interior de l a s plantas, arrastrando en g e n c i a q u e la m a n o de D i o s e n c e n d i ó en n u e s t r a a l m a .
inquieto torbellino l a s m o l é c u l a s necesarias á su c r e c i - E n el capítulo anterior h e m o s indicado la solucion q u e
m i e n t o y desarrollo; se pinta en l a i m a g i n a c i ó n l a s o n d a s d a á e s t a s c u e s t i o n e s una e s c u e l a que, resucitando el s i s -
del c a l o r , de la l u z , de la electricidad y de l o s a g e n t e s i n - f e m a de D e m ó c r i t o y E p i c u r o , (en lo q u e tiene de m a t e -
v i s i b l e s , q u e rodando por todas partes, y difundiéndose co- rialista, p u e s t o que el o r g a n i s m o científico de estos filó-
m o l a s o n d u l a c i o n e s de s u a v e melodía, tienen en perpétua s o f o s n a d a tiene de c o m ú n con l a s teorías f í s i c a s moder-
v i b r a c i ó n á l a s s u s t a n c i a s materiales. Y c u a n d o s o b r e c o - nas) p r e t e n d e presentarlo c o m o la ú l t i m a p a l a b r a de la
g i d o de a d m i r a c i ó n a n t e el e s p e c t á c u l o de t a n t a s m a r a v i - m o d e r n a s a b i d u r í a ; h e m o s d i c h o que á pesar de la v o c i n -
l l a s , v u e l v e su a t e n c i ó n á sí propio y se siente bañarse en g l e r í a y a u d a c i a de sus s e g u i d o r e s , estos son l o s ménos
la corriente de v i d a q u e l l e n a y envuelve el u n i v e r s o ; entre l o s c u l t i v a d o r e s de l a s ciencias; y a h o r a p o d e m o s
c u a n d o advierte el m o v i m i e n t o v i t a l que a g i t a su ser; cuan- añadir q u e los que s i g u e n hoy dia e s t a m a n e r a de filoso-
do v e brotar de su m e n t e la l u z de l a s ideas, - y de su v o - f a r , a u n q u e o s t e n t a n un l e n g u a j e m á s culto, m á s c o m e -
luntad la a c c i ó n q u e le l e v a n t a y ennoblece sobre l a s cria- dido y científico que el de L u c r e c i o y E p i c u r o , en el f o n d o
t u r a s v i s i b l e s , no puede m é n o s de preguntarse á sí m i s m o : de s u s e s c r i t o s r e v e l a n la m i s m a superficialidad é i g n o -
este m o v i m i e n t o que a n i m a á todos los séres, e s t a f u e r z a rancia de l a s l e y e s de la n a t u r a l e z a , s i e n d o sus a r g u m e n -
q u e h i n c h e y p e n e t r a la creación, extendiendo á todas par- t o s p u r a i l u s i ó n y f a n t a s í a , ó c o m o diria el P . Sigüen-
t e s los e f e c t o s de su f e c u n d a actividad, ¿es la m i s m a en z a , c o s a tan b a j a y ratera, q u e no se l e v a n t a del suelo.
t o d a s l a s criaturas? L o s o b j e t o s que veo m o v e r s e ante m i s N o siendo este un tratado científico, no es p o s i b l e e n -
o j o s ¿se m u e v e n y a g i t a n por sí m i s m o s , ó h a y detras de trar en l a r g o s p o r m e n o r e s , ni discutir y refutar punto
lo que a p a r e c e á los sentidos un resorte misterioso, u n a por p u n t o l a s s o l u c i o n e s q u e presenta d i c h a e s c u e l a á c a -
a c t i v i d a d , f u e r z a ó principio invisible, pero real y eficací- da u n a de l a s p a r t e s de la filosofía natural. M a s como
s i m o , q u e l o s m u e v e y anima? E l m o v i m i e n t o q u e i m p u l s a estas s o l u c i o n e s han sido o c a s i o n de m u c h o s de los l l a -
al u n i v e r s o ¿ha existido siempre ó h a tenido por v e n t u r a m a d o s conflictos entre la ciencia y la f e , t a m p o c o e s lícito
p r i n c i p i o y tendrá tal v e z fin? p a s a r l a s en silencio. A s í , m i r a n d o á la brevedad, estudia-
r e m o s estas c u e s t i o n e s n a d a m á s que desde el punto de
T a l e s p r e g u n t a s se h a c e todo el que sorprendido á la
v i s t a a p o l o g é t i c o , y en lo que se relaciona con los d o g m a s
v i s t a y c o n s i d e r a c i ó n de los f e n ó m e n o s de la n a t u r a l e z a
de la r e v e l a c i ó n ; y p o r q u e la tésis principal y c o m o el c a s -
pretende b u s c a r la c a u s a de lo que v e y de aquello c u y a
tillo en q u e los d e f e n s o r e s de esta e s c u e l a se h a c e n f u e r -
c o n t e m p l a c i ó n le llena de admiración y a s o m b r o . E s t a i n -
c o m o t o r a , arrastrando i m p e t u o s o p u e b l o s enteros; el telé-
t e s , e s l a a f i r m a c i ó n de q u e con la m a t e r i a y el movi-
g r a f o q u e p o n e en c o m u n i c a c i ó n n a c i o n e s r e m o t í s i m a s ; el
miento h a y b a s t a n t e p a r a e x p l i c a r los f e n ó m e n o s natu-
rayo que estalla en l a s n u b e s ; el sonido que, v i b r a n d o en
rales, de c u a l q u i e r clase y orden q u e s e a n , n o s o t r o s ,
los oidos, despierta en nuestras a l m a s h a r m o n í a s i n e f a -
fijándonos puntualmente en este m o v i m i e n t o material,
bles; la p a l a b r a h u m a n a , en fin, que d e s p e d i d a de l a b i o s
t r a t a r e m o s de d e m o s t r a r por él la e x i s t e n c i a de un orden
e l o c u e n t e s r e m u e v e el fondo de nuestro sér y nos traspor-
de séres ó s u s t a n c i a s e s p i r i t u a l e s , s u b s i s t e n t e s por sí m i s -
ta de e n t u s i a s m o , todos estos f e n ó m e n o s y otros mil q u e
m a s , c o n entera i n d e p e n d e n c i a de la m a t e r i a . D e suerte
f u e r a l a r g o e n u m e r a r , no son m á s que e f e c t o s de una sola
q u e lo que los m a t e r i a l i s t a s t o m a n por base de sus r a c i o -
c a u s a , un h e c h o ú n i c o , pero v a r i a d o de mil m a n e r a s , e s á
c i n i o s y teorías, esto será para nosotros el principio de
saber, la materia p u e s t a en m o v i m i e n t o . T a l e s son l a s
una de l a s m e j o r e s d e m o s t r a c i o n e s del esplritualismo
c o n c l u s i o n e s á que h a l l e g a d o la ciencia a c t u a l ; éstos l o s
cristiano.
títulos de m a y o r g l o r i a de la f í s i c a m o d e r n a ; éstos los r e -
L o s f e n ó m e n o s q u e suceden en la n a t u r a l e z a pueden re-
sultados de l a s p r o f u n d í s i m a s i n d a g a c i o n e s de los f í s i c o s
d u c i r s e á l a s cuatro c l a s e s s i g u i e n t e s :
m á s ilustres de nuestra edad, resultados tan m a r a v i l l o s o s ,
1.a Fenómenos producidos por a g e n t e s i n a n i m a d o s ,
q u e no faltan a d m i r a d o r e s e n t u s i a s t a s de d i c h a s teorías
c o m o e s la l u z , el c a l o r , etc.
q u e , partiendo del principio de que todas l a s f u e r z a s de la
2. a F e n ó m e n o s debidos á séres dotados de v i d a , m a s
m a t e r i a son solidarias entre sí y d e p e n d i e n t e s u n a s de
no de r a z ó n ni s e n t i m i e n t o , c o m o son l a s p l a n t a s .
otras, de suerte que no h a y m o v i m i e n t o , por m í n i m o q u e
3. a F e n ó m e n o s c a u s a d o s por s é r e s dotados de v i d a y
sea, que c o m u n i c a d o á u n a m o l é c u l a no se t r a s m i t a á l a s
s e n t i m i e n t o , m a s no de r a z ó n , c o m o s o n l o s a n i m a l e s .
d e m á s con igual intensidad y energía, afirman ser p o s i b l e
Y 4. a F i n a l m e n t e , los debidos á la a c t i v i d a d inteligen-
encerrar en una sola i n m e n s a f ó r m u l a t o d a la d i n á m i c a del
te del h o m b r e , sér r a c i o n a l en quien r e s p l a n d e c e la v i d a
u n i v e r s o , con l a s p o s i c i o n e s , m a s a s y v e l o c i d a d e s de l a s
en su g r a d o m á s alto de a c t i v i d a d y n o b l e z a .
p a r t e s que lo c o m p o n e n ; por manera que el que leyese y
S e g ú n las t e o r í a s m á s r e c i e n t e s de la f í s i c a , t o d o s los
c o m p r e n d i e s e esta f ó r m u l a , pudiera v e r en e l l a lo que f u é
f e n ó m e n o s que se verifican en los séres i n a n i m a d o s p u e -
de cada á t o m o del u n i v e r s o y lo que será por l o s siglos de
d e n reducirse al m o v i m i e n t o , o r a m o l e c u l a r y v i b r a t o r i o
los s i g l o s , «cuándo describió i n m e n s o s c í r c u l o s en l a s s o m -
de los á t o m o s s i n g u l a r e s q u e los c o m p o n e n , o r a v i s i b l e y
b r í a s entrañas de un globo, cuándo brilló en el r o j i z o p e -
traslatorio de t o d a la m a s a f o r m a d a por la unión de estos
n a c h o de un v o l c a n , cuándo se vió a n e g a d o en los o c é a -
á t o m o s ó e l e m e n t o s . E l rayo de l u z que, hiriendo las p u -
nos, en q u é instante c r u z ó entre v a p o r e s la a t m ó s f e r a , e n
pilas, excita nuestra actividad para percibir las maravillo-
c u á l otro b a j o f o r m a de g o t a d e s c o m p u s o la l u z del sol y
s a s h a r m o n í a s de los colores; el c a l o r , que d e r r a m a por to-
p i n t ó el iris en el cielo; en qué s u b l i m e m o m e n t o , en fin,
d a s partes la v i d a y la a b u n d a n c i a ; el v i e n t o que, ora agi-
rodó c o m o l á g r i m a por una m e j i l l a h u m a n a , sintiendo qui-
t a con s u a v e m a r e a la f r o n d a de l o s árboles, ora ensañado
z á e x t r e m e c i d a s u p e q u e ñ e z al aliento divino del espíritu
por la t e m p e s t a d lo c u b r e todo de espanto y pavor; la llu-
v i a que c a e s o s e g a d a m e n t e p a r a f e c u n d a r el seno de la
1 E c h e g a r a y : Teorías modernas de la física.
m a d r e tierra; el v a p o r que hierve en l a s entrañas de la lo-
E s t o s c á l c u l o s y e s t a s a s p i r a c i o n e s , con ser tan exor- e n e r g í a , q u e o b r a s i e m p r e de u n a m a n e r a f a t a l , i n e v i t a b l e

b i t a n t e s , no aparecen i m p o s i b l e s ó contradictorios, consi- é ineludible. E s t a s son l a s p r o m e s a s , v a n i d a d e s y preten-

derados á la l u z de la r a z ó n ; y si en ellos se p a r a s e n los s i o n e s de la ciencia n o v í s i m a ; l a s c u a l e s , si c o m o son

partidarios de l a s m o d e r n a s teorías, no darían m u c h o que a l e n t a d a s y g e n e r o s a s al p a r e c e r , f u e s e n v e r d a d e r a s , no

discutir ó dificultar. S i n o que en esta f ó r m u l a no sólo in- hay duda que estaríamos abocados á graves sorpresas y

c l u y e n todos l o s f e n ó m e n o s p a s a d o s , p r e s e n t e s y por v e n i r á estupendas maravillas.

de "los séres q u e obran f a t a l m e n t e y o b e d e c i e n d o á la n e - D e j a n d o á un lado figuras retóricas y poéticos d i t i r a m -


c e s i d a d de su n a t u r a l e z a , sino que p u e s t o s y a en el c a m i n o b o s , sería ridicula t e m e r i d a d n e g a r l o s m a r a v i l l o s o s re-
de l o s c á l c u l o s y de la i n v e n t i v a , a l g u n o s de los defensores s u l t a d o s de l a s doctrinas m o d e r n a s a c e r c a de los a g e n t e s
y p r o p a g a d o r e s de e s t a s ideas p r e t e n d e n encerrar t a m - naturales, y la h e r m o s u r a , g r a n d i o s i d a d y m a g n i f i c e n c i a
b i é n en e l l a los de l o s séres v i v o s , á u n l o s que están s u - del edificio l e v a n t a d o sobre su b a s e ; m a s t a m p o c o se p o n -
j e t o s á la libertad; por m a n e r a que «así c o m o el a s t r ó n o - d r á en d u d a , y s u s m i s m o s defensores, á u n los m á s entu-
m o puede predecir m u c h o s años á n t e s el dia en q u e un s i a s t a s , lo confiesan, que e s t a s doctrinas tienen p u n t o s os-
c o m e t a v e n d r á d e s d e el f o n d o de l o s e s p a c i o s á i l u m i n a r c u r í s i m o s , a n t i n o m i a s al parecer inexplicables, y r a z o n a -
nuestros h o r i z o n t e s , de i g u a l m a n e r a la i n t e l i g e n c i a que m i e n t o s q u e no pueden p a s a r de hipótesis y bellas teorías.
p u d i e s e leer en e s t a f ó r m u l a , podría leer en su ecuación N o v a m o s á entrar en el e x á m e n de estos p u n t o s propios
el dia en que l a c r u z g r i e g a v o l v e r á á enhiestarse en la d e un tratado de f í s i c a m a t e m á t i c a ó trascendental; pero
c ú p u l a de S a n t a S o f í a , y el m o m e n t o en q u e Inglatarra sí a f i r m a r e m o s q u e las c o n s e c u e n c i a s que pretenden s a c a r
q u e m a r á su ú l t i m o p e d a z o de carbón x .» d e e l l a s c o n t r a l a s e n s e ñ a n z a s de la fe i n g e n i o s s u p e r f i -
ciales y atrevidos, son de todo p u n t o contrarias al buen
Y no es esto lo m e j o r y lo m á s donoso y atrevido de
d i s c u r s o , y á u n á l o s principios f u n d a m e n t a l e s de estas
l a s a s p i r a c i o n e s de la c i e n c i a m o d e r n a (ó m á s bien de a l -
mismas doctrinas.
g u n o s de sus c u l t i v a d o r e s , p u e s no h a y que a c h a c a r á la
E s t o que v a m o s á v e r i n m e d i a t a m e n t e , p u d i e r a hacerse
c i e n c i a el p e c a d o de a l g ú n t e m e r a r i o p a n e g i r i s t a ) , sino
c l a r o á la r a z ó n c o n sólo considerar que n i n g u n o de sus
q u e , a p o y a d o s en e s t a unidad ó unificación de l a s f u e r z a s
f u n d a d o r e s , y de los q u e m á s l a s han estudiado, pretende
m a t e r i a l e s , t r a t a n de h a c e r n o s creer q u e puesto que la
s a c a r t a l e s c o n s e c u e n c i a s , á n t e s todos ellos son filósofos
s u m a total de l a s e n e r g í a s del universo e s invariable é in-
espiritualistas; así G r o v e h a b l a con f r e c u e n c i a del T o d o -
d e s t r u c t i b l e , es i m p o s i b l e la c r e a c i ó n , esto es, el tránsito
p o d e r o s o y del respeto que le es debido; H i r n escribe y
del no sér al sér; que e s inútil la a s i s t e n c i a ó c o n c u r s o de
p r o c l a m a en todos s u s l i b r o s , que el m o v i m i e n t o de la
la p r o v i d e n c i a de D i o s en una m á q u i n a que a n d a por sí
materia e s i n e x p l i c a b l e , á no tener su origen en una c a u s a
sola; y , finalmente, q u e el m i l a g r o , la r e v e l a c i ó n , y todo
i n m a t e r i a l , y R o b e r t o M a y e r , adoptando las c o n c l u s i o n e s
cuando i m p l i q u e la i n t e r v e n c i ó n p e r s o n a l de la D i v i n i d a d
de M r . H i r n , a c a b ó r e c i e n t e m e n t e un d i s c u r s o con e s t a s
en esta s u m a ó a g r e g a d o de f u e r z a s , e s absolutamente
palabras: «una v e r d a d e r a filosofía debe y no p u e d e ser
imposible, por s u p o n e r l a a l t e r a c i ó n de e s t a universal
m á s que una iniciación á l a religión cristiana r . » A d e m a s ,
X Revue'%Sciei¡tiJ¡que, t. v i l .
i D u b o i s R e y m o n d e n la Revue Scientifique. t . x i v , p. 337-
entre l o s m á s v a l i e n t e s é i n g e n i o s o s d e f e n s o r e s de estas pudo por lo m i s m o ser d e t e r m i n a d a á existir sino p o r u n
d o c t r i n a s , se e n c u e n t r a el P . A n g e l S e c c h i , g l o r i a de la sér necesario, extraño á ella, ú l t i m a r a z ó n de su e x i s t e n c i a ,
a s t r o n o m í a m o d e r n a , el P a d r e I g n a c i o C a r b o n e l l e , S e c r e - y que dotado de v o l u n t a d y de e n t e n d i m i e n t o , y por l o

t a r i o de la A s o c i a c i ó n científica de B r u s e l a s , y el P . José m i s m o s u s t a n c i a espiritual, l a sacase de a q u e l l a i n d e t e r -

Bayma, filósofo y m a t e m á t i c o de p r i m e r orden; los tres m i n a c i ó n y la a c t u a s e y r e d u j e s e á la realidad.

de la C o m p a ñ í a de J e s ú s , y c u y a ortodoxia no p u e d e p o - E n fin, la m a t e r i a , c u a l q u i e r a que sea su n a t u r a l e z a , es

nerse en d u d a . a c t i v a ; obra, se m u e v e , ó por lo m é n o s p u e d e m o v e r s e y

P e r o e x a m i n e m o s l a cuestión de frente y en sí m i s m a . s a c a r á l u z e f e c t o s de su actividad. P o r t a n t o , si f u e s e i n -

S i h a y v e r d a d c l a r í s i m a , i n c o n t e s t a b l e y q u e se i m p o n - c r e a d a y existente por sí m i s m a , d e s d e la eternidad h a b r í a

g a á la i n t e l i g e n c i a h u m a n a , e s t a e s q u e la universalidad podido obrar y brotar de lo íntimo de su sér a c t o s , m o v i -

de l a s criaturas, el orden q u e v e m o s en ellas, la f u e r z a y m i e n t o s y m a n i f e s t a c i o n e s de su eficacia; y en este caso

el m o v i m i e n t o q u e l a s a n i m a n , t o d o , en fin, lo q u e en e l l a s p o d r í a m o s t e n e r realizado un n ú m e r o de e f e c t o s , m o d i f i -

existe, es c o n t i n g e n t e , m u d a b l e , y por su n a t u r a l e z a i n - c a c i o n e s ó m o v i m i e n t o s infinitamente g r a n d e ; n ú m e r o q u e ,

d e t e r m i n a d o , t a n t o al sér c o m o al no sér. L o q u e existe, siendo, c o m o debia ser, s u c e s i v o , s u p o n d r í a trascurrida

p u d i e r a no existir; lo que se m u e v e , p u d i e r a no m o v e r s e ; y a g o t a d a u n a infinidad de t i e m p o , y t a l , en fin, q u e c a d a

l o que está o r d e n a d o , p o d r í a estar en d e s o r d e n y c o n f u s i o n ; u n a de l a s unidades que lo c o n s t i t u y e s e n no h a b r í a p o d i d o

l u e g o el sér, el m o v i m i e n t o , el orden, no les^ v i e n e por existir sin h a b e r l a precedido u n a infinidad de ellas, q u e e s

u n a n e c e s i d a d i n t r í n s e c a á su e s e n c i a , no lo tienen de sí decir, q u e j a m a s habría l l e g a d o á la e x i s t e n c i a , n u n c a h a -

m i s m a s , sino de otro que l a s d e t e r m i n a al sér, al m o v i - b r í a existido; todo lo cual e n v u e l v e c o n t r a d i c c i ó n . L u e g o

m i e n t o , á cierto orden d e t e r m i n a d o ; l u e g o el sér c o n t i n - el m o v i m i e n t o de la materia no puede partir de ella m i s -

g e n t e de l a s c r i a t u r a s s u p o n e u n sér a b s o l u t o y n e c e s a r i o , m a , sino q u e s u p o n e un principio de a c t i v i d a d extraño á

el m o v i m i e n t o u n p r i m e r m o t o r , el orden a c t u a l u n s u - ella, un sér que le c o m u n i q u e su eficacia, un p r i m e r m o t o r

p r e m o ordenador, p r i n c i p i o de t o d a a c c i ó n , de t o d a f u e r - que t e n g a la v i d a , la a c t i v i d a d , la e s e n c i a por sí, y q u e

z a , de todo o r d e n y m o v i m i e n t o , e s e n c i a q u e sea a c t i v i - siendo infinitamente perfecto, p u e d a c o m u n i c a r á las cria-

dad por sí m i s m a , no d e t e r m i n a b l e al sér, sino r e a l í s i m a turas a l g o de sus s o b e r a n a s p e r f e c c i o n e s .

c o n t o d a la realidad y p e r f e c c i ó n que se p u e d e imaginar; M a s no q u e r e m o s acudir á a r g u m e n t o s t o m a d o s de la


en u n a p a l a b r a , D i o s . antigua metafísica, no porque siendo a n t i g u o s d e j e n de

L a série infinita de c a u s a s y e f e c t o s q u e lo sean á la ser sólidos é i n c o n t e s t a b l e s , sino p o r q u e en el b r e v e e s p a -

v e z de otras c a u s a s y de otros e f e c t o s , el m o v i m i e n t o pro- cio que p o d e m o s dar á esta c u e s t i ó n , será m á s c o n v e -

d u c i d o por otro m o v i m i e n t o sin q u e p o d a m o s l l e g a r j a m a s n i e n t e sustituirlos con otros t o m a d o s de a q u e l l a m i s m a

á un p r i m e r m o v e d o r , ni e n c o n t r a r el anillo de q u e c u e l g a c i e n c i a m o d e r n a , es á saber, la teoría d i n á m i c a del c a l o r ,

esta i n m e n s u r a b l e c a d e n a , e s uno de l o s pensamientos la c u a l , j u z g a d a c o m o el a r m a m á s eficaz p a r a combatir

m á s absurdos q u e h a n podido ocurrir al h u m a n o e n t e n d i - l a s doctrinas espiritualistas, h a v e n i d o á ser, bien e s t u -

m i e n t o . P o r q u e si c a d a u n a de l a s p a r t e s ó e l e m e n t o s de diada, su m á s firme d e f e n s a .

esta série e s c o n t i n g e n t e , t o d a e l l a lo e s t a m b i é n , y no S e g ú n esta teoría, una de l a s l e y e s m á s u n i v e r s a l e s q u e


J
5
r i g e n á la creación, l e y s a c a d a de la e x p e r i e n c i a y del r a - •encontrado una ley n a t u r a l q u e p e r m i t e c o n c l u i r con t o d a
ciocinio ó c á l c u l o m a t e m á t i c o , es que la e n e r g í a del uni- s e g u r i d a d q u e el u n i v e r s o no sigue en sus m o v i m i e n t o s un
v e r s o e s c o n s t a n t e . E s t a energía podrá variar en l a s c a n - •curso c i r c u l a r , sino que sus m o d i f i c a c i o n e s se verifican
tidades de l a s c u a l e s r e s u l t a ; ántes bien v a r í a de c o n t i n u o . s i e m p r e en u n a d i r e c c i ó n d e t e r m i n a d a . >» A s í , á l a s i m p l e
E l c a l o r , el m o v i m i e n t o , l a f u e r z a , p a s a de un cuerpo á l u z de l a s c i e n c i a s f í s i c a s , se p u e d e d e m o s t r a r de una m a -
otro: en u n o s a u m e n t a , e n otros d i s m i n u y e ; y a u n q u e no nera i n c o n t e s t a b l e c ó m o todo en este m u n d o , á u n lo q u e
p o d a m o s penetrar l a í n t i m a esencia de este c a m b i o , t r a s - p a r e c e m á s sólido, m á s firme y a s e n t a d o , a n d a s u j e t o á
m i s i ó n ó s u s t i t u c i ó n de a c t i v i d a d , nadie p u e d e n e g a r la -la variabilidad y á la m e n g u a y m e n o s c a b a m i e n t o , ha-
realidad de sus e f e c t o s , c o m o t a m p o c o q u e en medio de c i e n d o v e r d a d e r a a q u e l l a p a l a b r a de I s a í a s : «Alzad al cie-
e s t a c o n t i n u a a g i t a c i ó n l a cantidad total p e r s e v e r a la m i s - lo v u e s t r o s o j o s y mirad a b a j o la tierra; porque los cielos
m a . E n v i s t a de e s t o , a l g u i e n podría i m a g i n a r que c o m - serán d e s h e c h o s c o m o h u m o , y la tierra se e n v e j e c e r á co-
p e n s a d a s u n a s c o n o t r a s l a s energías q u e obran en el uni- m o r o p a de vestir *.» «Puede decirse, c o n c l u y e el P . C a r -
v e r s o m a t e r i a l , éste d e b e m a r c h a r s i e m p r e de la m i s m a b o n e l l e 2 , que el u n i v e r s o al nacer e s t u v o , c o m o el h o m -
m a n e r a , r e p r o d u c i é n d o s e en una série u n i f o r m e , p e r i ó d i - bre, c o n d e n a d o á morir; y e s t a s e n t e n c i a se verifica c o n t i -
c a , y , c o m o si d i j é s e m o s , circular, i g u a l e s fenómenos, n u a m e n t e . » E n m e d i o de los esplendores q u e por todas
idénticas a l t e r a c i o n e s y v i c i s i t u d e s . M a s no es e s t a la m a - partes p r e s e n t a á n u e s t r o s o j o s la c r e a c i ó n , p o d e m o s afir-
nera de obrar de l a s f u e r z a s naturales. L a m i s m a t e r m o - m a r que a s i s t i m o s á su d e s f a l l e c i m i e n t o ; la e x u b e r a n c i a
d i n á m i c a , q u e p o n e c o m o uno de sus principios la c o n s - •de su v i d a nos da indicios de su f e n e c i m i e n t o y de su
t a n c i a de l a e n e r g í a u n i v e r s a l , al estudiar la l e y de la con- muerte.
v e r s i ó n de la e n e r g í a vibratoria en energía visible, ha A h o r a b i e n ; si la materia f u e s e eterna, d e t e r m i n a d a por
l l e g a d o á d e s c u b r i r q u e , a l paso que ésta d i s m i n u y e g r a - sí m i s m a á existir, y por c o n s i g u i e n t e á m o v e r s e , cual-
d u a l m e n t e , a q u e l l a c r e c e y se a u m e n t a t a m b i é n por g r a - quier f e n ó m e n o , el que se v e r i f i c a a c t u a l m e n t e , por e j e m -
d o s , t e n d i e n d o á d i s t r i b u i r s e de una m a n e r a i g u a l en todos p l o , d i s t a n d o u n t i e m p o infinito del origen del m o v i m i e n -
l o s c u e r p o s : lo c u a l s e e x p r e s a diciendo que la energía to, debería h a b e r a l c a n z a d o y a el r e s u l t a d o ú l t i m o de la
u n i v e r s a l tiende á u n e s t a d o límite. «Y a u n q u e el m u n d o , f ó r m u l a g e n e r a l en que e s t u v i e s e c o n t e n i d o ; y así se h a -
dice Clausius esté a ú n m u y l e j o s de dicho estado, y
b i e n q u e c a m i n e á él c o n tal lentitud, que l a s épocas ó 1 Isa¡. L I . 6 . L e v a t e i n ccelum o c u l o s v e s t r o s et v i d e t e s u b térra d e o r s u m ; q u i a cceli
sicut f u m u s líquescent et t e r r a s i c u t v e s t i m e n t u m atteretur et habitatores ejus sicuthaec
períodos que l l a m a m o s históricos, pueden ser considera-
i n t e r i b u n t ; s a l u s a u t e m m e a i n s e m p i t e r n u m e r i t et j u s t i t i a m e a n o n d e f i c i e t .
d o s c o m o m o m e n t o s c o r t í s i m o s c o m p a r a d o s con los que 2 E l q u e e s t é a l g o e n t e r a d o e n el v a s t í s i m o a l c a n c e de l a s d o c t r i n a s e x p u e s t a s en e s t e
c a p í t u l o , c o n o c e r á f á c i l m e n t e que en el b r e v e e s p a c i o que p e r m i t e l a n a t u r a l e z a de n u e s -
se n e c e s i t a n p a r a q u e l o s efectos de la t r a s f o r m a c i o n de
t r o e n s a y o , n o es p o s i b l e m á s que a s e n t a r l o s p u n t o s ó b a s e s c a p i t a l e s p a r a l a r e s o l u -
l a energía v i s i b l e en v i b r a t o r i a a p a r e z c a n de u n a manera c i ó n de e s t a s c o m p l i c a d í s i m a s i n v e s t i g a c i o n e s . Q u i e n d e s e e p r o d u n d i z a r l a s más, puede
-acudir al bellísimo libro del P . I g n a c i o C a r b o n e l l e , que p u b l i c a d o p r i m e r o e n a r t í c u l o s
sensible, tenemos u n a consecuencia importantísima que e n l a Revue des questions scieutifiques, p a r e c e v a á s a l i r á l u z en b r e v e c o n e l t i t u l o de Les
s u b s i s t e , y es s i e m p r e v e r d a d e r a , es á saber, el haberse Confias de la science et de la philosophie. T a m b i é n trató hace algunos años estas cuestio-
nes c o n s i n g u l a r a c i e r t o y p r o f u n d i d a d , e l d o c t o p r o f e s o r de l a u n i v e r s i d a d d e Bonn
-el B a r ó n d e H e r t l i n g , e n s u l i b r o Ueber die grenzen der mechanischen Naturerklürung.
-Bonn, 1S75.

i Rcvue Scientifique, t. X I V .
b r i a n verificado todos y c a d a u n o de los m o v i m i e n t o s d e t e r i o s a s harmonías de la l u z , del c a l ó r i c o , del m o v i m i e n -
e s t a série i n m e n s u r a b l e ; y c o m o c u a l q u i e r é p o c a q u e se- to, y todas l a s magnificencias que excitan n u e s t r a c u r i o s i -
c o n s i d e r e c o n d u c i r í a á l a s m i s m a s c o n s e c u e n c i a s , es f o r - dad y a d m i r a c i ó n 1 . »
z o s o c o n c l u i r q u e h a r í a y a m u c h o t i e m p o , m á s bien una. M a s fuera de l o s f e n ó m e n o s debidos al m o v i m i e n t o de
eternidad, q u e el m u n d o h a b r í a l l e g a d o á este estado lí- l o s átomos m a t e r i a l e s , ora obrando por sí, ora a g r e g a d o s
mite, en q u e , d i s g r e g a d o s todos los e l e m e n t o s , habría c e - en m a s a s m á s ó m é n o s grandes y m a n i f e s t á n d o s e por l a
sado toda su energía v i s i b l e , y t r a s f o r m á d o s e en v i b r a t o - t r a s l a c i ó n v i s i b l e en el espacio, h a y en el u n i v e r s o o t r o s
ria y m o l e c u l a r ; en u n a p a l a b r a , si el m u n d o f u e s e e t e r - f e n ó m e n o s producidos por esa entidad m i s t e r i o s a q u e lla-
n o , h o y estaría m u e r t o ; l u e g o el estado actual del u n i v e r - m a m o s vida, entidad que a f e c t a la n a t u r a l e z a í n t i m a del
so n o s m u e s t r a q u e h a tenido p r i n c i p i o , q u e hubo un m o - sér, q u e la modifica y desarrolla, y d e s e n v u e l v e a n t e n u e s -
m e n t o , a l e j a d í s i m o sí de nosotros, pero en sí p e r f e c t a m e n - t r a v i s t a las g a l a s m á s bellas de la c r e a c i ó n . ¡ L a vida!
te d e t e r m i n a d o , en el c u a l se verificó el p r i m e r m o v i m i e n t o , ¿Quién podrá penetrar el misterio que encierra e s t a p a l a -
el p r i m e r i m p u l s o , l a p r i m e r a v i b r a c i ó n ; y c o m o este pri- bra? ¿Quién será c a p a z de a v e r i g u a r la e s e n c i a de e s t a
m e r m o v i m i e n t o no lo pudo recibir de sí m i s m o , p u e s n a - e n e r g í a admirable, í n t i m a é i n m a n e n t e en el sér, que b r o t a
die d a lo q u e no t i e n e , h a y q u e a t r i b u i r l o á u n a c a u s a e x - de su m i s m a s u s t a n c i a y se m u e v e y e x c i t a á sí m i s m a á
trínseca, independiente y superior al u n i v e r s o m a t e r i a l , obrar? ¿A quién será revelado su origen, su propagación
y q u e c o m u n i c a n d o á l a m a t e r i a su a c t i v i d a d , fué p r e p a - y desenvolvimiento, y el secreto de los m a g n í f i c o s e n c a n -
r a n d o l o s f e n ó m e n o s que se o f r e c e n á nuestro estudio; l u e - tos que pone en alarde?
g o c a d a m o v i m i e n t o que v e m o s , c a d a f e n ó m e n o que obser-
N o v a m o s á estudiar en su a s o m b r o s a v a r i e d a d l o s f e -
v a m o s , c a d a m o l é c u l a q u e v i b r a y se a g i t a , y con su a g i -
n ó m e n o s producidos por esta energía, l o s c a r a c t é r e s q u e
t a c i ó n despierta n u e s t r a c u r i o s i d a d , n o s indica y señala,
los especifican, y toda la c o m p l i c a d a série de e f e c t o s y
c o m o con el dedo a q u e l l a e s e n c i a s o b e r a n a , t o d a l u z , t o d a
t r a n s f o r m a c i o n e s á que^da l u g a r en los séres donde o b r a .
a c t i v i d a d , t o d a m o v i m i e n t o y v i d a , q u e s a c a n d o de la n a d a
U n i c a m e n t e v a m o s á indicar u n a p r e g u n t a que por d e s -
á la m a t e r i a de q u e se c o m p o n e el u n i v e r s o , le c o m u n i c ó
g r a c i a tendremos que d e j a r sin r e s p u e s t a d e c i s i v a ; tal e s
el s o b e r a n o i m p u l s o que l a s a c ó de su inercia y q u e h o y
la oscuridad que reina en este p u n t o , y tan m i s t e r i o s a s
c i r c u l a por e l l a y l a r e m u e v e y a g i t a c o m o en i n m e n s o
son las í n t i m a s operaciones de la n a t u r a l e z a . L a p r e g u n t a
o l e a j e ; l u e g o l a s b e l l e z a s de la c r e a c i ó n con la ley q u e las.
e s como sigue: ¿los f e n ó m e n o s v i t a l e s q u e v e m o s en el
r i g e y p r e s i d e , n o s p r u e b a n con e v i d e n c i a irresistible, que
reino vegetal, presuponen un principio s u s t a n c i a l , una
ántes q u e e l l a s s u r g i e s e n de la nada, existia y a u n sér
f u e r z a , actividad ó energía por sí, que rige l a s t r a n s f o r m a -
e s p i r i t u a l , s u s t a n c i a dotada de e n t e n d i m i e n t o y v o l u n t a d ,
^ ciones que se verifican en la p l a n t a , ó son todos ellos d e -
q u e s a c ó á la l u z l a s c o s a s v i s i b l e s y l a s adornó y embe-
bidos á las m i s m a s f u e r z a s f í s i c o - q u í m i c a s que obran e n
l l e c i ó con s o b e r a n o s r e s p l a n d o r e s , que dispuso y concer-
el m u n d o inanimado y m a t e r i a l , sólo que en el a n i m a d o
t ó e s t a f á b r i c a a d m i r a b l e , y q u e «así c o m o la m a n o del
de las plantas obran s o m e t i d o s á d i v e r s a s c o n d i c i o n e s i n i -
h o m b r e arranca del a r p a n o t a s m e l o d i o s a s , así su m a n o
i n v i s i b l e , tocando á la m a t e r i a , h i z o brotar de ella l a s m i s -
x E c h e g a r a y , Teorías modernas de ¡a Física.
L o s v e m o s con la l u z v i v í s i m a de la e v i d e n c i a ; en el f o n -
c í a l e s , o r i g e n de l o s f e n ó m e n o s que en toda la v i d a v e g e -
do de nuestro sér c o n t e m p l a m o s e s t a a c t i v i d a d i n m a n e n t e ,
tal s e ' v e r i f i c a n y desenvuelven? E n este punto se h a l l a n
obrando por sí sin traba de n i n g ú n g é n e r o , sin c o a c c i o n de
divididos l o s n a t u r a l i s t a s filósofos; quién está por el prin-
n i n g u n a clase; dentro de n o s o t r o s s e n t i m o s a g i t a r s e e s t e
cipio v i t a l sin q u e en fin de c u e n t a s sea p o s i b l e e x p l i c a r
principio interno de a c c i ó n ; de lo í n t i m o de n u e s t r a p e r -
en q u é c o n s i s t e ; quién admite ú n i c a m e n t e diverso e s t a d o
sonalidad b r o t a n s u s m o v i m i e n t o s , sin q u e de n a d i e s e a n
y m a n e r a de obrar de l a s f u e r z a s materiales. N o e s n e c e -
solicitados m á s q u e de nosotros m i s m o s , y á l o s cuales,
sario d e s l i n d a r m á s p r o f u n d a m e n t e este p u n t o , ni m é n o s
por lo t a n t o , l l a m a m o s p r o p i a y v e r d a d e r a m e n t e nuestros.
d e c i d i r s e por n i n g u n a de l a s opiniones en que se dividen
A esta a c t i v i d a d h a y q u e b u s c a r un principio q u e la e x -
los n a t u r a l i s t a s ; m a s está claro que á u n p o n i é n d o n o s en
plique; á e s t a s a c c i o n e s y m o v i m i e n t o s h a y q u e s e ñ a l a r l e s
el c a s o m á s d e s f a v o r a b l e , todo lo que h e m o s dicho del
una c a u s a q u e dé r a z ó n de su sér y de su m a n e r a de s e r .
m o v i m i e n t o de la m a t e r i a i n o r g á n i c a , se a p l i c a al de l a
¿Puede ser e s t a c a u s a la e n e r g í a de la m a t e r i a , no y a t a l
o r g á n i c a , y q u e en uno y otro caso cabe preguntar: ¿quién
c o m o a p a r e c e en los m i n e r a l e s , ni a ú n c o m o o b r a en l a s
c o m u n i c ó á l a m a t e r i a ese principio vital? ¿Quién l a p u s o
p l a n t a s , sino m á s s u b l i m a d a a ú n sobre s u estado p r i m e r o
en esa c o n d i c i o n s i n g u l a r sino otro principio, otro sér, otra
y rudimentario? P o r m á s e s f u e r z o s q u e se h a y a n hecho
a c t i v i d a d q u e t e n i a en sí la v i d a , y que la p o d i a d e r r a m a r
hasta a h o r a para explicar l o s f e n ó m e n o s de la v i d a s e n s i -
á m a n o s l l e n a s por t o d a la creación?
tiva por c a u s a s p u r a m e n t e m a t e r i a l e s y m e c á n i c a s , es
G r a n p a r t e de l o s f e n ó m e n o s vitales que h e m o s c o n s i - f u e r z a c o n f e s a r q u e c u a n t o m á s e s t u d i a m o s estos f e n ó m e -
derado en l a s p l a n t a s , se verifican t a m b i é n en l o s a n i m a - nos, c u a n t o m á s a d e l a n t a n l a s c i e n c i a s n a t u r a l e s y filosó-
l e s , y p o r c o n s i g u i e n t e en el h o m b r e ; m a s c o m o l a p l a n t a ficas, m á s c l a r a a p a r e c e l a n e c e s i d a d de a d m i t i r un p r i n -
a ñ a d e á la n a t u r a l e z a material el concepto de la v i d a , así cipio s u s t a n c i a l , extraño y superior á la materia, q u e a n i -
el a n i m a l añade á la idea de la materia viviente el c o n c e p - me y dé v i d a al sér que l l a m a m o s a n i m a l , y q u e e x p l i q u e
to de l a s e n s a c i ó n , y si es racional, el de la inteligencia y sus actos v o l u n t a r i o s y s e n s i t i v o s , c o n f i r m á n d o s e así y
de la v o l u n t a d , f e n ó m e n o s tan sutiles, tan c o m p l i c a d o s y arraigándose m á s y m á s en el e n t e n d i m i e n t o la a n t i g u a
m a r a v i l l o s o s , que contra ellos han de estrellarse n e c e s a - creencia, acorde en esto con el sentido c o m ú n de la hu-
r i a m e n t e c u a n t o s e s f u e r z o s se h a g a n para e x p l i c a r l o s pol- manidad T.

l a c o m b i n a c i ó n de l o s a g e n t e s materiales. P a r a e s t u d i a r
su n a t u r a l e z a no e s necesario s a l i m o s de nosotros m i s - I L a ú l t i m a o b r a que s e h a e s c r i t o s o b r e e s t a m a t e r i a es l a p u b l i c a d a en i n g l é s p o r
m o s , ni de a y u d a r n o s de a j e n a observación. E l t e s t i m o - S t e w a r t D u n c a n c o n el t í t u l o de Coitscious matter ( L ó n d r e s 1881), en l a c u a l su a u t o r ,
por las analogías que p r e t e n d e descubrir entre la f u e r z a y el pensamiento, quiere dedu-
n i o de n u e s t r a c o n c i e n c i a nos revela que en nosotros h a y c i r l a i d e n t i d a d de s u n a t u r a l e z a . E n el n ú m e r o de l a r e v i s t a i n g l e s a Nature, correspon-
m o v i m i e n t o s v o l u n t a r i o s , p e r f e c t a m e n t e libres, indepen- d i e n t e al 1 4 de A b r i l que r e c i b i m o s a l d a r á l a i m p r e n t a e s t e c a p í t u l o , l e e m o s u n a c r í t i c a
m u y s e v e r a d e l l i b r o de D u n c a n , en l a c u a l su a u t o r M r . G e o r g e J . R o m a n e s , d e s p u e s d e
d i e n t e s de todo ser extraño á nuestra p e r s o n a l i d a d , en a n o t a r l o s p u n t o s flacos de l a s a r g u m e n t a c i o n e s m a t e r i a l í s t i c a s , s e ñ a l a l a d i f i c u l t a d p r i n -
n i n g u n a m a n e r a d e t e r m i n a d o s por el estado de n u e s t r o c i p a l que d e b i e r a h a b e r r e s u e l t o y q u e n o h a t o c a d o s i q u i e r a D u n c a n , e s t o es, l a q u e s e
r e f i e r e á l a d o c t r i n a d e l a c o n s e r v a c i ó n de l a f u e r z a ; y c o m o e s t a s o b s e r v a c i o n e s de M r .
o r g a n i s m o en el m o m e n t o anterior á su r e a l i z a c i ó n . A c e r - R o m a n e s vienen muy á nuestro propósito, á continuación las copiamos:
c a de la e x i s t e n c i a de estos actos, ni m á s ni m é n o s q u e •¿Al pensamiento, dice, corresponde 6 no un equivalente mecánico? E n caso a f i r m a -
t i v o , e s u n a f o r m a de e n e r g í a , 6 m á s bien la energía al transformarse en pensamiento
a c e r c a de su libertad, no p u e d e haber d u d a ó a l u c i n a c i ó n .
E n v e r d a d la d i s t a n c i a que separa los f e n ó m e n o s m a t e - l a f u e r z a , e n e r g í a ó a c t i v i d a d q u e produce en nosotros l o s

riales de los v o l u n t a r i o s y sensitivos, es inmensa. Aque- m o v i m i e n t o s v o l u n t a r i o s , e s la m i s m a q u e siente, perci-

llos se reproducen i d é n t i c o s en idénticas c i r c u n s t a n c i a s , b e y j u z g a de los o b j e t o s , o p e r a c i o n e s t o d a s i n m a n e n t e s ,

s u r g e n f a t a l é i n e l u d i b l e m e n t e de l a s f u e r z a s m i s m a s de p u e s t o q u e en el m i s m o s u j e t o nacen y se t e r m i n a n ; s i m -

l a m a t e r i a , y son c o n s e c u e n c i a necesaria del estado del p l i c í s i m a s , p u e s no c a b e en e l l a s c o m p o s i c i o n de p a r t e s ,

c u e r p o en el m o m e n t o que antecede á s u realización; e s t o s c o m o q u e t o d a p e r c e p c i ó n , t o d a idea, toda a c c i ó n de la

v a r í a n i n d e f i n i d a m e n t e en las m i s m a s c i r c u n s t a n c i a s y v o l u n t a d , ó e s total ó e s n u l a ; ni c o m p a t i b l e s , en fin (á lo

c o n d i c i o n e s m a t e r i a l e s , prescinden c o m p l e t a m e n t e de e l l a s , m é n o s en lo q u e t o c a á la parte f o r m a l y s u s t a n t i v a del

y son de todo punto i n d e p e n d i e n t e s del estado del o r g a - c o n o c i m i e n t o ) , con la c a n t i d a d , c o m p o s i c i o n y n a t u r a l e z a

n i s m o en el m o m e n t o anterior á su p r o d u c c i ó n . El ca- del sér m a t e r i a l . E s t a f u e r z a p e r s e v e r a idéntica á sí m i s -

r á c t e r d i s t i n t i v o de a q u e l l o s es l a c o n s t a n c i a y la regula- m a en m e d i o del flujo c o n t i n u o de las m u d a n z a s y m o d i f i -

ridad, y por esto se p u e d e n calcular y predecir sus e f e c - c a c i o n e s de la m a t e r i a á q u e está unida; es el s u j e t o , el

tos; en éstos la i r r e g u l a r i d a d y la inconstancia, y por esto v í n c u l o , l a b a s e q u e s u b s i s t e en t o d a la série de actos,

e s c a p a n á todo c á l c u l o y previsión. E n aquellos, en fin, p e n s a m i e n t o s y v o l i c i o n e s q u e p a s a n en nosotros; es lo

p r e d o m i n a la n o r m a y la l e y ; en éstos la arbitrariedad y q u e c o n s t i t u y e la i n d i v i s i b i l i d a d de nuestro sér, y la u n i -

el c a p r i c h o . L u e g o l a c a u s a de u n o s y de otros f e n ó m e n o s dad y c o n t i n u i d a d de n u e s t r a conciencia; l u e g o el a g e n t e

no p u e d e ser la m i s m a ; l u e g o la materia por sí sola, á u n c a u s a d o r de e s t o s a c t o s e s un principio que e x i s t e p o r sí

p e r f e c c i o n a d a y e n n o b l e c i d a , no puede ser principio de l o s )• para sí, s u s t a n c i a s i m p l e , i n d i v i s i b l e , espíritu que o b r a

f e n ó m e n o s sensitivos y v o l u n t a r i o s ; l u e g o este principio e n nosotros y c o n s t i t u y e el f o n d o de nuestra p e r s o n a l i d a d ,

h a y que buscarlo en u n a f u e r z a m á s alta, m á s perfecta, sér ó s u s t a n c i a q u e p e r c i b i m o s d i r e c t a m e n t e , y de c u y a

s u p e r i o r á la m a t e r i a , q u e la d o m i n e y sujete á su a r b i t r i o , e x i s t e n c i a e s t a m o s m á s ciertos que del m u n d o exterior

y q u e a u n q u e le c o m u n i q u e á ella su actividad, no r e s i d a que v e m o s por los s e n t i d o s .

e n ella c o m o en el s u j e t o , base ó s u s t a n c i a en q u e radica; A s e g u r a d o s de la e x i s t e n c i a de u n a s u s t a n c i a simple,


l u e g o h a y en el h o m b r e una s u s t a n c i a del todo i n d e p e n - i n e x t e n s a , espiritual, q u e obra unida á la materia, pero
diente de la m a t e r i a . que no d e p e n d e de e l l a ni en su sér, ni esencial é i n t r í n -

P o r otra parte, s a b e m o s de una manera indubitable q u e s e c a m e n t e en a l g u n a s de s u s o p e r a c i o n e s , no e s difícil


a d m i t i r otros séres i g u a l m e n t e e s p i r i t u a l e s , no y a destina-
d e j a de s e r e n e r g í a , d e j a da p r e s e n t a r s e c o m o t a l , y c o m o t a l es d e s t r u i d a y d e s a p a r e c e ; ¡ o d'os á a n i m a r ó v i v i f i c a r l o s c u e r p o s , m a s que pueden m a -
c u a l v a c o n t r a l a d o c t r i n a de l a c o n s e r v a c i ó n de l a f u e r z a . S i , al c o n t r a r i o , e l p e n s a -
n i f e s t a r s e en ellos por m o v i m i e n t o s ú operaciones a c c e s i -
m i e n t o n o t i e n e e q u i v a l e n t e m e c á n i c o , y c o n t o d o l a e n e r g í a produce el p e n s a m i e n t o ,
e l d e c i r e s t o es c o n t r a l a m i s m a d o c t r i n a de l a c o n s e r v a c i ó n de l a f u e r z a , por c u a n t o s u - bles á los sentidos. L a e x i s t e n c i a de t a l e s séres, ora dotados
p o n e q u e l a e n e r g í a ó l a f u e r z a e n el c e r e b r o d i f i e r e de t o d a s l a s d e m á s f o r m a s e n q u e s e
d e n a t i v a b o n d a d , ora de d i a b ó l i c a m a l i c i a , es u n a de l a s
o f r e c e á n u e s t r o e s t u d i o , p o r c u a n t o p r o d u c e un resultado q u e e x c e d e e l v a l o r y medida
d e s u e q u i v a l e n t e . ¿ C ó m o , p u e s , e s p o s i b l e c o n s i d e r a r a l p e n s a m i e n t o c o m o e f e c t o de l a t r a d i c i o n e s m á s u n i v e r s a l e s de l a h u m a n i d a d en todos l o s
f u e r z a ? E n n i n g u n a m a n e r a p o d e m o s i d e a r n o s un m o t o r c o n v i r t i é n d o s e en m ó v i l ; y s i p o r
t i e m p o s y l u g a r e s . N o i n s i s t i r e m o s en este punto; pero sí
u n e s f u e r z o d e i m a g i n a c i ó n l l e g á s e m o s á c o n c e b i r tal a b s u r d o , e s t o n o p o d r í a s e r s i n o
t r a s t o r n a n d o l a d o c t r i n a m á s f u n d a m e n t a l de l a f í s i c a m o d e r n a . » L o c u a l d e m u e s t r a q u e a d v e r t i r e m o s que n a d a h a y en su c o n c e p t o que r e p u g n e
toda tentativa para identificar l o s f e n ó m e n o s materiales con l o s espirituales ha c e ser
á su e x i s t e n c i a , c o m o t a m p o c o p u e d e ofrecer dificultad
c o m o d i c e R o m a n e s , a nccessary failure.
f

su a c c i ó n en los c u e r p o s ó s u s t a n c i a s m a t e r i a l e s , y m á s nadie. A los e l e m e n t o s p u r a m e n t e m a t e r i a l e s d a el sér, á


c u a n d o tan en b o g a a n d a la r i d i c u l a s e c t a del e s p i r i t i s m o . l a s p l a n t a s l a v e g e t a c i ó n , á l o s a n i m a l e s el sentido, al
T o d a s las fuerzas que hemos considerado hasta ahora, h o m b r e el d i s c u r s o y al ángel la intelección. Y en t o d a s
así l a s p u r a m e n t e m a t e r i a l e s que o b r a n n e c e s a r i a y f a t a l - e s t a s c o s a s obra y t r a b a j a , no sólo dando y c o n s e r v a n d o á
m e n t e , c o m o l a s q u e p r o d u c e n sus e f e c t o s de u n a m a n e r a l o s séres sus s u s t a n c i a s , cualidades y operaciones, sino
libre, independiente y e s p o n t á n e a , c u a n d o l a s c o n s i d e r a - c o n c u r r i e n d o con e l l a s en sus e f e c t o s , m i r a n d o y d i s p o -
m o s en su c o n j u n t o a p a r e c e n a d m i r a b l e m e n t e o r d e n a d a s , niendo t o d a s l a s c o s a s , y de tal m a n e r a t e m p l a n d o l a s p a r -
c u a l si obedeciesen á u n a f u e r z a superior que l a s s u j e t a s e t i c u l a r e s i n c l i n a c i o n e s de l a s criaturas, que todas c o n t r i -
y s u b a l t e r n a s e l a s u n a s á l a s otras, y dirigiese sus e f e c t o s b u y a n con u n a c o r r e s p o n d e n c i a m a r a v i l l o s a á un fin c o -
á un p l a n s o b e r a n a m e n t e bello y h a r m o n i o s o . E s t a m a r a - mún y universal.
v i l l o s a h a r m o n í a s a l t a á l o s o j o s donde quiera q u e e n d e -
r e z e m o s la atención ó la curiosidad. N a d a h a y de balde en
la n a t u r a l e z a . N o h a y criatura por m í n i m a que sea q u e n o
c o n t r i b u y a por su parte á la g r a n d e z a y h e r m o s u r a del t o -
d o , y á u n aquello q u e p a r e c e i m p e r f e c c i ó n y d i s o n a n c i a ,
m e j o r estudiado v i e n e á contribuir al orden y á la h a r m o -
nía; todo lo cual s u p o n e que no l a c a s u a l i d a d , ni á u n
l a l e y c i e g a y f a t a l preside á este u n i v e r s o , sino u n a i n t e -
l i g e n c i a infinita q u e c o n c i b i ó este orden a d m i r a b l e q u e v e -
m o s , y despues de h a b e r l o realizado lo c o n s e r v a y lleva
a d e l a n t e con s a p i e n t í s i m a P r o v i d e n c i a .
Y a q u í v o l v e m o s á e n c o n t r a r n o s con aquel E s p í r i t u I n -
finito, creador de este universo, que l e v a n t ó y p u s o en p i é
l a v a r i e d a d i n m e n s a de c o s a s que v e m o s d e r r a m a d a s pol-
la c r e a c i ó n , que i m p r i m i ó á l a s s u s t a n c i a s m a t e r i a l e s s u
a c t i v i d a d y m o v i m i e n t o , diversificándolo de m i l m a n e r a s á
cual más bellas y admirables, que desplegó los tesoros de
s u v i d a en la m u c h e d u m b r e i n n u m e r a b l e de g é n e r o s , es-
p e c i e s é i n d i v i d u o s q u e p u e b l a n y h e r m o s e a n este m u n d o ,
y q u e dirige todas e s t a s s u s t a n c i a s , c o n sus m o v i m i e n t o s y
l a s m a n i f e s t a c i o n e s de su v i d a , á u n fin a l t í s i m o , d i g n o de
su S o b e r a n a M a j e s t a d . T o d o v i e n e de E l y todo se e n d e -
r e z a h á c i a E l . A todo a s i s t e y todo lo g o b i e r n a y d i r i g e .
N a d a h a y ni d e m a s i a d o g r a n d e , ni d e m a s i a d o pequeño
p a r a su a c t i v i d a d . T o d o s r e c i b e n de E l , y E l no recibe d e

L
p u n t o , a n t e s de l a c o n f u s i o n de e s t a s i d e a s n a c e n l a m a -
y o r parte de l o s d e s a t i n o s q u e s e d i c e n ó e s c r i b e n s o b r e
el p a r t i c u l a r .
Por milagro se entiende una acción extraordinaria, en
C A P Í T U L O XII.
c u y a v i r t u d D i o s , a u t o r y o r d e n a d o r s u p r e m o del u n i v e r -
so, interviene en s u o b r a , n o y a p a r a c o m u n i c a r á l o s

OBJECIONES F I L O S Ó F I C A S . — L A S LEYES DEL UNIVERSO. a g e n t e s c r i a d o s a q u e l l a c o o p e r a c i o n ó c o n c u r s o que n e -


cesitan las causas finitas para producir sus efectos,
sino para obrar en ellas, y a suspendiendo las leyes que
A c a u s a y el p r i n c i p i o d e l a s m a y o r e s querellas l e s i m p r i m i ó al c r i a r l a s , y a c a u s a n d o e f e c t o s ó f e n ó m e n o s
q u e la c i e n c i a h a m o v i d o c o n t r a l a s e n s e ñ a n z a s que e x c e d e n su c a p a c i d a d , y á u n s e a n c o n t r a r i o s á s u s i m -
de l a f e , e s q u i z á l a d o c t r i n a a c e r c a de las l e y e s p u l s o s , t e n d e n c i a s ó n a t u r a l e z a s , y a , e n fin, o b r a n d o c o n -
que g o b i e r n a n l a c r e a c i ó n . A oir á a l g u n o s de l o s forme á estos m i s m o s impulsos, pero en tales circunstan-
q u e se d a n á sí m i s m o s el t í t u l o de r e p r e s e n t a n t e s y cori- cias y condiciones, que se v e a clara y evidentemente que
f e o s de l a c i e n c i a m o d e r n a , l a s l e y e s de l a n a t u r a l e z a s o n l o s a g e n t e s n a t u r a l e s n o s o n m á s que i n s t r u m e n t o s de l a
t a n fijas, t a n c o n s t a n t e s é i n v a r i a b l e s , que q u i e n p r e t e n d a o p e r a c i o n d i v i n a . D e s u e r t e q u e e n l a s obras que d e c i m o s
q u e p u e d a n f a l t a r ó ser a l t e r a d a s por a l g ú n a g e n t e e x t r í n - milagrosas, aunque los efectos sean visibles y se produz-
s e c o al u n i v e r s o , e s t á , p o r el m i s m o c a s o , fuera de la c a n e n l a s c a u s a s que l o s filósofos l l a m a n s e g u n d a s , D i o s
c i e n c i a y d e c l a r a d o p o c o m é n o s que l o c o y m e n t e c a t o . E l e s el a g e n t e p r i n c i p a l y l a c a u s a i n m e d i a t a del hecho;
m i l a g r o , lo s o b r e n a t u r a l , d i c e n , e s a n t i c i e n t í f i c o y a n t i - entre e s t e y l a d i v i n a v i r t u d h a y , p o r c o n s i g u i e n t e , c o n e -
h i s t ó r i c o , h i p ó t e s i s a b s u r d a á la c u a l no h a y que c o n c e d e r x i ó n e s e n c i a l y r e l a c i ó n i n m e d i a t a de c a u s a l i d a d ; y esto e s
ni s i q u i e r a l o s h o n o r e s . d e l a d i s c u s i ó n ; p o r c o n s i g u i e n t e , l o que c o n s t i t u y e el c a r á c t e r p r o p i o y l a e s p e c í f i c a n a t u r a -
l a fe que l o a d m i t e y que h a c e de l a i n t e r v e n c i ó n extraor- l e z a de l a o b r a m i l a g r o s a . C o n s o l a e s t a d e f i n i c i ó n del m i -
d i n a r i a de D i o s en el m u n d o u n o de l o s a r t í c u l o s de s u lagro habria bastante para concluir su posibilidad y echar
e n s e ñ a n z a , y á u n se a p o y a en e l l a c o m o e n c r i t e r i o e x - abajo todas las argucias, sutilezas y paralogismos de los
t r í n s e c o y c r e d e n c i a l de s u d i v i n o o r i g e n , i m p o n e al e n - incrédulos.
tendimiento una doctrina absurda, contradictoria é impo- D i o s e s libre; a q u e l l a E s e n c i a i n f i n i t a , p i é l a g o i n m e n -
s i b l e , o p r o b i o de la r a z ó n h u m a n a , o c a s i o n de perpétuas s o de t o d a s l a s p e r f e c c i o n e s , g r a n d e z a s y p r e r o g a t i v a s i m a -
q u e r e l l a s y c a u s a de p e r d u r a b l e s a n t a g o n i s m o s entre l a g i n a b l e s , no p u e d e m é n o s de e s t a r a d o r n a d a de l a p e r f e c -
revelación y la ciencia. Para contestar cual conviene á es- c i ó n que m á s e n n o b l e c e á l o s séres e s p i r i t u a l e s , es á s a b e r ,
t a s o b j e c i o n e s q u e e s p í r i t u s d e s a l u m b r a d o s p r e s e n t a n sin l a l i b e r t a d , l a e s p o n t a n e i d a d de s u a c c i ó n , el m o v i m i e n t o
c e s a r c o n t r a l a s e n s e ñ a n z a s d o g m á t i c a s , es p r e c i s o , a n t e libre h á c i a el b i e n y l a e j e c u c i ó n d e sus d e s i g n i o s sin
t o d o , definir b i e n lo que se e n t i e n d e p o r milagro y expli- n i n g ú n l i n a j e de t r a b a , o b s t á c u l o ó i m p e d i m e n t o . C u a n d o
c a r l a m a n e r a de a l t e r a c i ó n q u e i n t r o d u c e en l a s l e y e s de e n l o s d e c r e t o s a l t í s i m o s de s u s a b i d u r í a , el D i v i n o Ha-
la naturaleza, pues no todos tienen ideas claras sobre este c e d o r s e d i g n ó s a c a r á l a l u z del s é r l a s c r i a t u r a s q u e p u e -
p u n t o , a n t e s de l a c o n f u s i o n de e s t a s i d e a s n a c e n l a m a -
y o r parte de l o s d e s a t i n o s q u e s e d i c e n ó e s c r i b e n s o b r e
el p a r t i c u l a r .
Por milagro se entiende una acción extraordinaria, en
C A P Í T U L O XII.
c u y a v i r t u d D i o s , a u t o r y o r d e n a d o r s u p r e m o del u n i v e r -
so, interviene en s u o b r a , n o y a p a r a c o m u n i c a r á l o s

OBJECIONES F I L O S Ó F I C A S . — L A S LEYES DEL UNIVERSO. a g e n t e s c r i a d o s a q u e l l a c o o p e r a c i o n ó c o n c u r s o que n e -


cesitan las causas finitas para producir sus efectos,
sino para obrar en ellas, y a suspendiendo las leyes que
A c a u s a y el p r i n c i p i o d e l a s m a y o r e s querellas l e s i m p r i m i ó al c r i a r l a s , y a c a u s a n d o e f e c t o s ó f e n ó m e n o s
q u e la c i e n c i a h a m o v i d o c o n t r a l a s e n s e ñ a n z a s que e x c e d e n su c a p a c i d a d , y á u n s e a n c o n t r a r i o s á s u s i m -
de l a f e , e s q u i z á l a d o c t r i n a a c e r c a de las l e y e s p u l s o s , t e n d e n c i a s ó n a t u r a l e z a s , y a , e n fin, o b r a n d o c o n -
que g o b i e r n a n l a c r e a c i ó n . A oir á a l g u n o s de l o s forme á estos m i s m o s impulsos, pero en tales circunstan-
q u e se d a n á sí m i s m o s el t í t u l o de r e p r e s e n t a n t e s y cori- cias y condiciones, que se v e a clara y evidentemente que
f e o s de l a c i e n c i a m o d e r n a , l a s l e y e s de l a n a t u r a l e z a s o n l o s a g e n t e s n a t u r a l e s n o s o n m á s que i n s t r u m e n t o s de l a
t a n fijas, t a n c o n s t a n t e s é i n v a r i a b l e s , que q u i e n p r e t e n d a o p e r a c i o n d i v i n a . D e s u e r t e q u e e n l a s obras que d e c i m o s
q u e p u e d a n f a l t a r ó ser a l t e r a d a s por a l g ú n a g e n t e e x t r í n - milagrosas, aunque los efectos sean visibles y se produz-
s e c o al u n i v e r s o , e s t á , p o r el m i s m o c a s o , fuera de la c a n e n l a s c a u s a s que l o s filósofos l l a m a n s e g u n d a s , D i o s
c i e n c i a y d e c l a r a d o p o c o m é n o s que l o c o y m e n t e c a t o . E l e s el a g e n t e p r i n c i p a l y l a c a u s a i n m e d i a t a del hecho;
m i l a g r o , lo s o b r e n a t u r a l , d i c e n , e s a n t i c i e n t í f i c o y a n t i - entre e s t e y l a d i v i n a v i r t u d h a y , p o r c o n s i g u i e n t e , c o n e -
h i s t ó r i c o , h i p ó t e s i s a b s u r d a á la c u a l no h a y que c o n c e d e r x i ó n e s e n c i a l y r e l a c i ó n i n m e d i a t a de c a u s a l i d a d ; y esto e s
ni s i q u i e r a l o s h o n o r e s . d e l a d i s c u s i ó n ; p o r c o n s i g u i e n t e , l o que c o n s t i t u y e el c a r á c t e r p r o p i o y l a e s p e c í f i c a n a t u r a -
l a fe que l o a d m i t e y que h a c e de l a i n t e r v e n c i ó n extraor- l e z a de l a o b r a m i l a g r o s a . C o n s o l a e s t a d e f i n i c i ó n del m i -
d i n a r i a de D i o s en el m u n d o u n o de l o s a r t í c u l o s de s u lagro habría bastante para concluir su posibilidad y echar
e n s e ñ a n z a , y á u n se a p o y a en e l l a c o m o e n c r i t e r i o e x - abajo todas las argucias, sutilezas y paralogismos de los
t r í n s e c o y c r e d e n c i a l de s u d i v i n o o r i g e n , i m p o n e al e n - incrédulos.
tendimiento una doctrina absurda, contradictoria é impo- D i o s e s libre; a q u e l l a E s e n c i a i n f i n i t a , p i é l a g o i n m e n -
s i b l e , o p r o b i o de la r a z ó n h u m a n a , o c a s i o n de perpétuas s o de t o d a s l a s p e r f e c c i o n e s , g r a n d e z a s y p r e r o g a t i v a s i m a -
q u e r e l l a s y c a u s a de p e r d u r a b l e s a n t a g o n i s m o s entre l a g i n a b l e s , no p u e d e m é n o s de e s t a r a d o r n a d a de l a p e r f e c -
revelación y la ciencia. Para contestar cual conviene á es- c i ó n que m á s e n n o b l e c e á l o s séres e s p i r i t u a l e s , es á s a b e r ,
t a s o b j e c i o n e s q u e e s p í r i t u s d e s a l u m b r a d o s p r e s e n t a n sin l a l i b e r t a d , l a e s p o n t a n e i d a d de s u a c c i ó n , el m o v i m i e n t o
c e s a r c o n t r a l a s e n s e ñ a n z a s d o g m á t i c a s , es p r e c i s o , a n t e libre h á c i a el b i e n y l a e j e c u c i ó n d e sus d e s i g n i o s sin
t o d o , definir b i e n lo que se e n t i e n d e p o r milagro y expli- n i n g ú n l i n a j e de t r a b a , o b s t á c u l o ó i m p e d i m e n t o . C u a n d o
c a r l a m a n e r a de a l t e r a c i ó n q u e i n t r o d u c e en l a s l e y e s de e n l o s d e c r e t o s a l t í s i m o s de s u s a b i d u r í a , el D i v i n o Ha-
la naturaleza, pues no todos tienen ideas claras sobre este c e d o r s e d i g n ó s a c a r á l a l u z del s é r l a s c r i a t u r a s q u e p u e -
b l a n el u n i v e r s o , n a d i e l e necesitó á obrar; n a d i e l e i m p u - y h a d e j a d o de tener efecto la eficacia de a l g u n a s causas

s o l a s c o n d i c i o n e s de s u operacion; creó el m u n d o p o r q u e que en ellos n a t u r a l m e n t e habían de obrar. A h o r a bien;

q u i s o ; por efecto de u n decreto l i b é r r i m o de su v o l u n - e s t o ¿cómo e s posible rehusarlo á la D i v i n a virtud? N a d i e

t a d , p r o n u n c i ó u n a p a l a b r a y todo f u é h e c h o ; mandó puede negar que D i o s , e s e n c i a infinita, f u e n t e manantial

y todo f u é creado. E n t r e D i o s y su o b r a no h a y p o r c o n - d e todo el sér que h a y en l a s c r i a t u r a s , y q u e contiene

s i g u i e n t e r e l a c i ó n de a b s o l u t a n e c e s i d a d . E l u n i v e r s o es e m i n e n t e m e n t e t o d a su actividad y v i r t u d , puede p r o d u -

c o n t i n g e n t e , y el sér de todas l a s c r i a t u r a s q u e lo c o m - cir en la n a t u r a l e z a los m i s m o s e f e c t o s q u e p r o d u c e n los

p o n e n , su m a n e r a de o b r a r y l a s r e l a c i o n e s q u e l a s enla- s é r e s finitos; la c a u s a p r i m e r a puede c a u s a r todo lo que

j a n u n a s con otras, s o n c o n t i n g e n t e s t a m b i é n . E s cierto p r o d u c e n y pueden producir l a s c a u s a s s e g u n d a s ; la a c t i -

q u e l a s e s e n c i a s m e t a f í s i c a s de l a s c o s a s , l a s n o t a s ó e l e - vidad esencial é infinita p u e d e extenderse á todo a q u e l l o

mentos que las componen, y las propiedades que nacen á que se extienden los séres c u y a eficacia es finita, d e f e c -

d e estos e l e m e n t o s , s o n necesarias é i n v a r i a b l e s , como tuosa y participada.

q u e son i m i t a c i o n e s de l a E s e n c i a d i v i n a , a b s o l u t a , n e c e - P o r otra p a r t e , los a g e n t e s creados obran c o n a b s o l u t a


s a r i a y de todo punto i n m u t a b l e ; pero c u a n d o e s t a s e s e n - d e p e n d e n c i a de la c a u s a p r i m e r a , quien c o m o f u é libre al
c i a s son a c t u a d a s en l a realidad, c u a n d o del o r d e n ideal crearlos, pudo señalarles tales ó cuales l e y e s , y á u n seña-
p a s a n al real, c u a n d o y a no son l a s e s e n c i a s m e t a f í s i c a s , l a d a s y a , h a c e r que en t a l e s m o m e n t o s ó circunstancias
i n d e t e r m i n a d a s , p u r o s entes de r a z ó n , sino tal ó c u a l e s e n - d e j a s e n de tener su efecto. L u e g o si en todos los séres h a y
c i a r e a l i z a d a en tal i n d i v i d u o , en este c a s o no pueden y no puede m é n o s de haber esta s u j e c i ó n á la s o b e r a n a
p r e s c i n d i r de la c o n t i n g e n c i a , i n d e t e r m i n a c i ó n y m u t a b i - v o l u n t a d de D i o s , si todos d e p e n d e n de su m a n o , si en to-
lidad que a c o m p a ñ a á todo sér criado y finito; en e s t e c a s o d o s por r a z ó n de su finitud y c o n t i n g e n c i a existe esa de-
l a s n a t u r a l e z a s s o n m u d a b l e s , c o n t i n g e n t e s y a l t e r a b l e s en p e n d e n c i a , p a s i v i d a d ó actitud obediencial, c o m o d e c í a n
s u o p e r a c i o n y e f i c a c i a , y a porque p u e d e n ser a n i q u i l a d a s l o s e s c o l á s t i c o s , h á c i a los decretos, a c c i o n e s y p o d e r de la
por la m i s m a v i r t u d q u e l a s s a c ó de la n a d a , y a p o r q u e D i v i n i d a d , ¿en qué puede fundarse la r e p u g n a n c i a á no
s u e f i c a c i a p u e d e ser i n t e r v e n i d a en t a l ó c u a l m o m e n t o a d m i t i r l a a c c i ó n de D i o s en l a s criaturas, á u n c o n t r a r i a
p o r un a g e n t e exterior. E n v e r d a d , h a b l a n d o p r o p i a m e n t e , á l a s t e n d e n c i a s , i n c l i n a c i o n e s y n a t u r a l e z a de l a s m i s m a s ?
d e b e m o s decir q u e c u a n d o D i o s i n t e r v i e n e en el c u r s o de P a r a entender m e j o r este p u n t o , c o n v i e n e a d v e r t i r que
l a n a t u r a l e z a , no a l t e r a ó c a m b i a l a e s e n c i a m i s m a de l o s en l a correlación y s u b o r d i n a c i ó n g e r á r q u i c a q u e g u a r d a n
s é r e s , sino q u e p e r s e v e r a n d o la m i s m a n a t u r a l e z a y l o s entre sí l a s f u e r z a s del universo, es a b s o l u t a m e n t e n e c e -
c o n s t i t u t i v o s p r o p i o s del s é r , s u s p e n d e ó m o d i f i c a s u acti- sario que s i e m p r e q u e un agente superior interviene en
vidad y las propiedades que resultan esta naturaleza. Así, un s i s t e m a de f u e r z a s inferiores, e s t a s sean n e u t r a l i z a d a s
p o r e j e m p l o , un árbol q u e se s e c a por la m a l d i c i ó n de ó modificadas por la intervención de aquel a g e n t e ; así en
D i o s , una piedra q u e s u s p e n d e su c a í d a s o s t e n i d a por el el sér v i v i e n t e el principio v i t a l m o d i f i c a l a s l e y e s de la
d i v i n o p o d e r , un h o m b r e que r e c o b r a r e p e n t i n a m e n t e la m e c á n i c a y de las afinidades q u í m i c a s á que están s u j e t o s
s a l u d , son el m i s m o árbol, p i e d r a y h o m b r e q u e eran a n - los e l e m e n t o s m a t e r i a l e s ; el a l m a y la v o l u n t a d se s o b r e -
t e s , sólo q u e se h a n a l t e r a d o en ellos a l g u n a s p r o p i e d a d e s , ponen á l a s e x i g e n c i a s del c u e r p o , y la libertad humana
t r i u n f a de los o b s t á c u l o s q u e le opone la m a t e r i a b r u t a . m u n d o , con ser todo él contingente, finito é imperfecto
E s t a l e y de s u b o r d i n a c i ó n r e c í p r o c a de l a s f u e r z a s , e s t á en medio de sus a d m i r a b l e s p e r f e c c i o n e s y h a r m o n í a s , f o r -
de t a l m a n e r a e n l a z a d a con la e s e n c i a m i s m a de l a s co- z a s e á la soberana voluntad de D i o s de una m a n e r a tan
s a s , que sin ella sería i m p o s i b l e todo orden, todo p r o g r e - irresistible, que f a t a l m e n t e la s u j e t a s e á la c o n s e r v a c i ó n de
so y á u n la m i s m a v i d a o r g á n i c a . « E s de e s e n c i a de u n a aquel orden, circunscribiendo la D i v i n a O m n i p o t e n c i a á
f u e r z a , d i c e Mr. G u t h l i n x , que s u s e f e c t o s h a b i t u a l e s s e a n la serie de f e n ó m e n o s en que se manifiesta la actividad
d o m i n a d o s y á u n r e e m p l a z a d o s , si e s n e c e s a r i o , por el del u n i v e r s o . Sería el c o l m o de la i n s e n s a t e z n e g a r á D i o s
e f e c t o de o t r a f u e r z a s u p e r i o r . E s t e c a r á c t e r n e g a t i v o 6 la f a c u l t a d de alterar esta actividad y la série de e f e c t o s
p a s i v o de u n a f u e r z a le e s tan e s e n c i a l c o m o su c a r á c t e r ó f e n ó m e n o s que de ella se c o n s i g u e n , c u a n d o el h o m b r e
a c t i v o y p o s i t i v o . N o p u e d e existir ni entenderse el u n o y el a n i m a l irracional á cada m o m e n t o l a alteran y m o d i -
sin el otro. Si una f u e r z a c u a l q u i e r a , en c u a l q u i e r h i p ó - fican. L u e g o á no querer envolvernos en un laberinto de
t e s i s , y no obstante c u a l q u i e r a l e y ó energía s u p e r i o r , h u - contradicciones y repugnancias, debemos concluir que
b i e s e de a l c a n z a r su e f e c t o propio y e s p e c i a l , la a c c i ó n D i o s , al sacar á l u z todo este orden de c o s a s que v e m o s ,
m ú t u a de l a s f u e r z a s se haría i m p o s i b l e , d e s t r u i r í a s e en en v i r t u d de un derecho inalienable, f u n d a d o en la sobe-
su b a s e la h a r m o n í a de los séres, y del eterno conflicto de ranía de su esencia, hubo de reservarse la f a c u l t a d de i n -
t o d o s l o s e l e m e n t o s del m u n d o n a c e r í a no sé qué c o s a tervenir en la acción de estos m i s m o s séres, c a d a y c u a n -
m o n s t r u o s a é irreconciliable, q u e ni el p e n s a m i e n t o p u e d e do que así lo a c o n s e j a s e su sabiduría infinita.
c o n c e b i r , ni tiene n o m b r e en l e n g u a n i n g u n a ; p u e s el m i s - H a b l a n m u c h o s de la constancia de l a s l e y e s de la n a -
m o caos no p u e d e c o n v e n i r á lo q u e se r e c h a z a y c o n t r a - t u r a l e z a , del orden, de la regularidad y h a r m o n í a que p r e -
dice en s u s t é r m i n o s . T a l es la l e y d i n á m i c a de l o s séres, y side al universo, cual si esta constancia, c o n c i e r t o y r e g u -
el v a s t o d r a m a de la n a t u r a l e z a y de la historia no es m á s laridad e x c l u y e s e n de todo punto la m á s m i n i n a alteración
q u e la r e a l i z a c i ó n constante de e s t a ley.» de este orden, y por lo tanto, la posibilidad del m i l a g r o
P u e s si l a s energías superiores pueden alterar ó s u s - y la a c c i ó n de la D i v i n a P r o v i d e n c i a . N a d a m á s absurdo
p e n d e r la a c t i v i d a d de l a s inferiores; si el h o m b r e , como que tal m a n e r a de discurrir. L a c o n s t a n c i a de l a s l e y e s de
lo v e m o s y e x p e r i m e n t a m o s á c a d a m o m e n t o p u e d e s u s - la naturaleza no i m p l i c a su inmutabilidad; a q u e l l a e s la
p e n d e r , contrariar y diversificar de m i l m a n e r a s l a e f i c a - s i m p l e perseverancia en un estado ó m a n e r a de ser; e s t a
c i a de los a g e n t e s naturales, ¿por q u é no lo podrá Dios, es esta m i s m a perseverancia unida á la i m p o s i b i l i d a d de
p r i m e r m o t o r de todo m o v i m i e n t o , c a u s a s u p r e m a y f u n - c a m b i o ó m u t a c i ó n . L a s l e y e s de la n a t u r a l e z a son c o n s -
d a m e n t a l de todos l o s séres, de quien t o d o s d e p e n d e n así tantes, pero no i n m u t a b l e s . Si por una parte la P r o v i d e n -
e n el ser c o m o en el obrar, y q u e c o n c u r r e á la p e r f e c c i ó n cia de D i o s e x i g e que el orden de l a s l e y e s n a t u r a l e s sea
de s u s o b r a s con una eficacia m á s a c t i v a a ú n q u e la d e firme y estable, pues de lo contrario todo a n d a r í a e n t r e -
l a s m i s m a s c a u s a s s e g u n d a s á quienes se a t r i b u y e la a c - g a d o al azar, el hombre no podría c o n t a r con nada, y en
ción? S e r í a , en v e r d a d , a b s u r d o s u p o n e r q u e el orden d e l el m u n d o todo sería desorden y confusion, p o r otra, e s t a
m i s m a P r o v i d e n c i a exige que si entra en l o s p l a n e s de l a

1 Les doctrines positivistes, p. 150. D i v i n a Sabiduría alterar a l g u n a v e z l a s l e y e s á l a s c u a l e s

16
quiso se s u j e t a s e n l o s s é r e s criados, lo p u e d a h a c e r , c o n - s u l t á n entre esta a c t i v i d a d y los e f e c t o s q u e p r o d u c e . D i -

s e r v á n d o l e s por otra p a r t e a q u e l l a regularidad y h a r m o n í a c h a expresión puede considerarse, y a p o s i t i v a y a n e g a t i -

que basta á la h e r m o s u r a " del todo. L a o b s e r v a c i ó n a t e s - v a m e n t e , esto es, en c u a n t o s e ñ a l a el orden que sigue el

t i g u a la c o n s t a n c i a de d i c h a s l e y e s ; m a s la m i s m a o b s e r - -agente natural en su a c c i ó n , y en c u a n t o expresa el límite

v a c i ó n y el d i s c u r s o f u n d a d o en los designios de l a D i v i n a que este m i s m o agente no p u e d e t r a s p a s a r , obrando s e g ú n

P r o v i d e n c i a p u e d e n a t e s t i g u a r l a actual m u t a c i ó n , ni m á s las e x i g e n c i a s de su n a t u r a l e z a . C o n s i d e r a d a en este s e -

ni m é n o s que la c o n v e n i e n c i a moral de esta m u t a c i ó n en gundo sentido, la l e y no i m p i d e la a c c i ó n de un agente


-exterior, sea natural, sea sobrenatural, s u p u e s t o que de él
casos determinados.
prescinde. C o n s i d e r a d a en el p r i m e r sentido, como la
S e r í a c i e r t a m e n t e c o n t r a r i o á la sabiduría infinita de
c i e n c i a no conoce l a s e s e n c i a s í n t i m a s de l a s c o s a s , al
D i o s , el p e r t u r b a r á c a d a p a s o y sin razón n i n g u n a el or-
afirmar la m a n e r a de obrar de los séres n a t u r a l e s , a t e s t i -
den del u n i v e r s o ; pero s e r í a t a m b i é n contra su omnipoten-
g u a un h e c h o , pero no s a b e h a s t a qué p u n t o este hecho
c i a el no poder a l t e r a r l a s l e y e s q u e él m i s m o dispuso,
e s esencial. C o n o c e que pero no sabe h a s t a q u é p u n t o
c u a n d o así c o n v i n i e s e h a c e r l o . Y c o m o D i o s no sólo es
debe ser. P o r esto m u c h o s g e ó m e t r a s al hablar de l a s l e y e s
o m n i p o t e n t e , sino t a m b i é n sapientísimo, de aquí e s que
d e la m e c a n i c a (ciencia á la.cual, como d i j i m o s en el c a -
p u e d a c a m b i a r e s t a s l e y e s en algún caso, caso extraordi-
pítulo anterior, se podrán tal v e z reducir t o d a s l a s p a r t e s
nario, es d e c i r , f u e r a d e l orden r e g u l a r , y al c u a l se pueda
de la c i e n c i a de l a naturaleza) l a s l l a m a n s i m p l e m e n t e
aplicar en t o d a su e x t e n s i ó n a q u e l l a regla: que l a e x c e p -
principios de observación, q u e es decir que en el m o v i m i e n -
ción de la l e y p r u e b a s u e x i s t e n c i a , pero posible, y que se
to de los cuerpos l a s c o s a s p a s a n de tal ó c u a l m a n e r a ,
h a verificado c u a n d o a s í l o h a tenido por b i e n la adorable
pero que no es posible demostrar que así deban p a s a r e s e n -
P r o v i d e n c i a de D i o s .
cialmente. P u e s si esto es así, si el e n l a c e que v e m o s en-
M a s t a m p o c o e s c i e r t o que l a i n t e r v e n c i ó n de D i o s en
tre el efecto y la c a u s a no se nos p r e s e n t a como a b s o l u t a -
el curso de l a s l e y e s d e l a n a t u r a l e z a h a y a de perturbar
mente n e c e s a r i o y esencial, ¿cómo es p o s i b l e quitar á D i o s ,
n e c e s a r i a m e n t e e s t a s l e y e s , y producir en ellas desorden y
c a u s a s u p r e m a de todos l o s séres, el derecho de p r o d u c i r
c o n f u s i o n , a l t e r a n d o l a s u m a total d é l a energía del univer-
en un agente c u a l q u i e r a un e f e c t o ó f e n ó m e n o distinto
s o , q u e , c o m o h e m o s v i s t o en el capítulo anterior, perma-
del que resultaría s e g ú n l a s e x i g e n c i a s aparentes de su
nece c o n s t a n t e s e g ú n l a s teorías m á s recientes de la f í s i -
acción, y que al fin y al cabo no s a b e m o s hasta qué p u n t o
c a . E n p r i m e r l u g a r , n o e s cierto q u e la modificación, e m -
se relaciona con la esencia í n t i m a del sér?
pleo ó uso de u n a f u e r z a , por una c a u s a exterior, añada ó
quite n a d a de l a u n i v e r s a l energía. D i o s , ni m á s ni ménos E n fin, l a s l e y e s son las r e l a c i o n e s que u n e n á l o s séres

q u e el a l m a h u m a n a , p u e d e n usar de l a s f u e r z a s naturales, entre sí, y e s t a s r e l a c i o n e s no se turban si á cada uno de

y darles p a r t i c u l a r d i r e c c i ó n , sin alterar por esto en lo los términos de la relación se añade ó q u i t a una m i s m a

m á s m í n i m o l a s u m a d e l a s energías del u n i v e r s o . cantidad, c o m o en u n a e c u a c i ó n , por e j e m p l o , no v a r í a l a


igualdad de a m b o s m i e m b r o s quitándoles ó a ñ a d i é n d o l e s
A d e m a s , la l e y i n d i c a el d e s e n v o l v i m i e n t o de la natura-
cantidades iguales; por c o n s i g u i e n t e , si D i o s , c u a n d o i n -
l e z a del sér, la f o r m a q u e sigue el agente en el desarrollo de
terviene en el orden y eficacia de l a s f u e r z a s n a t u r a l e s ,
su actividad y l a e x a c t a e x p r e s i ó n de l a s r e l a c i o n e s que re-
c o m p e n s a por un lado lo q u e quita por otro, c o m o lo p u e - t e , próvido, que á todo atienda, que todo lo h a y a dis-

d e c i e r t a m e n t e hacer aquella a c t i v i d a d infinita que contie- puesto en n ú m e r o , peso y m e d i d a . L a m i s m a I n t e l i g e n c i a

n e e m i n e n t e m e n t e la v i r t u d de t o d a s l a s c a u s a s y a c t i v i - D i v i n a que fijó l a s l e y e s á que debían s u j e t a r s e los séres,


p r e v i o t a m b i é n y determinó l o s c a s o s particulares en q u e
d a d e s , e s t á claro que el orden no será p e r t u r b a d o , y todo
c o n v e n i a que f u e s e n alteradas estas l e y e s ; y la m i s m a S a -
el curso de l a s c o s a s s e g u i r á con la m i s m a regularidad
b i d u r í a infinita que exige que dichas l e y e s obren c o n s t a n -
q u e antes.
te y r e g u l a r m e n t e , exige t a m b i é n q u e se interrumpan á
M a s o i g a m o s la dificultad ó afirmación con q u e D r a p e r
v e c e s su c o n s t a n c i a y regularidad. T a n evidente y m a n i -
i n t e n t a r e f u t a r l a d o c t r i n a de la I g l e s i a sobre l o s m i l a g r o s ,
fiesta a p a r e c e la D i v i n a P r o v i d e n c i a en un c a s o c o m o en
o r i g e n c o m o él s u p o n e de l o s conflictos con la c i e n c i a .
•otro.
« H a y dos c o n c e p c i o n e s del gobierno del m u n d o : p r i m e -
P a r a entender esto c l a r a m e n t e d e b e m o s advertir que
ro por la P r o v i d e n c i a , s e g u n d o por la l e y E l clero se
el fin q u e D i o s se p r o p u s o al sacar á l u z este orden de
i n c l i n a s i e m p r e á la adopcion de lo p r i m e r o , t o d a v e z q u e
c o s a s que v e m o s , c o m o d e j a m o s dicho en otra p a r t e , f u é
a s p i r a á q u e se le considere c o m o m e d i a n e r o entre la
la m a n i f e s t a c i ó n de la g r a n d e z a de l a s p e r f e c c i o n e s d i v i -
o r a c i ó n del devoto y la acción p r o v i d e n c i a l El filósofo
n a s , y este fin se c u m p l e a d m i r a b l e m e n t e por l a s p e r f e c -
científico afirma que l a condicion del m u n d o en cualquier
c i o n e s que resplandecen en l a s criaturas, por su variedad
m o m e n t o , es el resultado directo de su condicion en el
y h e r m o s u r a , y por el orden, correspondencia y h a r m o n í a
m o m e n t o anterior.» C o n tan rotundas a f i r m a c i o n e s y con
q u e g u a r d a n entre sí. M a s este orden de las criaturas ¿es,
r e v o l v e r l o s d e s c u b r i m i e n t o s y l e y e s de K e p l e r , el v a l o r del
por v e n t u r a , el único q u e puede declarar la g l o r i a divina?
m e c á n i c o L e o n a r d o V i n c i , los t r a b a j o s de B o r e l l i , H o o k
¿ N o puede D i o s v a l e r s e de otros m e d i o s para lograr este
y H u i g h e n s , y l a s d e m o s t r a c i o n e s de N e w t o n , para con estos
m i s m o fin, y en la m u c h e d u m b r e y variedad de c o s a s
n o m b r e s echar p o l v o á l o s o j o s de l o s lectores y h a c e r l e s
q u e p u e b l a n el universo poner e f e c t o s extraordinarios y
p e r d e r l a pista de la d e m o s t r a c i ó n q u e desearían e n c o n -
que se s a l g a n del orden establecido, para dar á c o n o c e r
trar en el libro de D r a p e r de su a f i r m a c i ó n t a n g r a t u i t a ,
s u s p e r f e c c i o n e s y c o n v i d a r á los h o m b r e s al culto y ado-
p r e t e n d e este autor echar a b a j o una de l a s convicciones
ración de aquella M a j e s t a d S o b e r a n a que los t r a z ó y supo
m á s a r r a i g a d a s en el c o r a z o n de la h u m a n i d a d . E n lo que
realizar? Si h a y g e n t e s tan d e s a l m a d a s que, viendo c o n t i -
hemos discurrido hasta aquí, hemos visto los fundamentos
n u a m e n t e la h e r m o s u r a y g r a n d e z a del m u n d o , la f á b r i c a
de e s t a c o n v i c c i ó n ; c o n t i n u a n d o nuestros r a z o n a m i e n t o s y
y provisión de todas l a s c o s a s que h a y en él, la altura de
h a c i é n d o n o s cargo de l a s a s e v e r a c i o n e s del autor n o r t e -
l o s montes, la llanura y frondosidad de los c a m p o s , la in-
a m e r i c a n o , repetidor de lo que han d i c h o otros m i l , y por
finita variedad de p l a n t a s y a n i m a l e s , y sobre todo la i n -
cierto c o n m á s arte y e l o c u e n c i a q u e é l , d i r e m o s que e s
numerabilidad y b e l l e z a de astros que arden en medio de
a b s u r d o el presentar el gobierno del m u n d o por m e d i o de
e s o s cielos, pregonando la gloria del S u p r e m o Hacedor,
l e y e s c o m o contrario al gobierno de l a P r o v i d e n c i a . E s .
t o d a v í a no quieren rendirse á su t e s t i m o n i o , ¿por v e n t u -
t a n falso que aquel se o p o n g a á é s t e , que m á s b i e n lo pre-
ra no es obra de altísima sabiduría, al par que de entra-
s u p o n e , y a que el orden regular del u n i v e r s o , su m a r -
ñable misericordia, el a v i v a r su atención y d e s p e r t a r l a s
c h a u n i f o r m e y h a r m ó n i c a , e x i g e un legislador i n t e l i g e n -
del sueño en que y a c e n por m e d i o de f e n ó m e n o s e x t r a o r - c a n d o esto á n u e s t r o c a s o d e b e m o s decir que c u a n d o D i o s
dinarios que las l l e v e n á r e c o n o c e r el poder que l a s hizo,, obra m u d a n d o ó s u s p e n d i e n d o el curso general de l a s co-
«á la m a n e r a , dice un docto escritor x, de aquel que, d i s - s a s , no c a m b i a de v o l u n t a d , s u p u e s t o que desde t o d a la
traído, no p a r a su atención en el plan del artífice m i e n - eternidad y a p r e v i o y fijó lo que h a b i a de hacer en el t i e m -
tras la m á q u i n a verifica o r d e n a d a m e n t e los m o v i m i e n t o s r p o , d i s p o n i e n d o de tal m a n e r a el orden del universo, q u e
pero se apresura á estudiar el p e n s a m i e n t o del construc- en el acto eterno de su v o l u n t a d preestableció el s e g u i r
tor c u a n d o nota en a q u e l l a un efecto inesperado ó un- este o r d e n y s u s p e n d e r l o en t a l e s y t a l e s c i r c u n s t a n c i a s .
c a m b i o súbito?» E s t a a l t e r a c i ó n es claro que no debe considerarse c o m o
F i n a l m e n t e , otros, t o m a n d o l a s c o s a s de m á s alto, creen v a n o c a p r i c h o de u n a divinidad d e s p ó t i c a y arbitraria que
h a l l a r un a r g u m e n t o c o n t r a la posibilidad de alteración c a m b i a á su a n t o j o l a s l e y e s h e c h a s p o r ella m i s m a . En
de l a s l e y e s de l a n a t u r a l e z a , n a d a m é n o s que en la esen- D i o s todo es g r a n d e z a s o b e r a n a , t e r r i b l e m a j e s t a d é ine-
c i a m i s m a de D i o s , en la cual dicen q u e podría caber i m - f a b l e sabiduría; lo que obra no lo h a c e sino con altísimo
p e r f e c c i ó n , si habiendo establecido h o y u n a l e y , m a ñ a n a la c o n s e j o ; l o q u e ordena y e j e c u t a , lo dispone s i e m p r e con
m o d i f i c a s e , obrando c a p r i c h o s a m e n t e y como corrigiéndo- m a r a v i l l o s a p r o v i d e n c i a , h a s t a el p u n t o de que el m i l a g r o
se á sí m i s m o , y r e c o n o c i e n d o q u e l o s medios ideados no que p o d i a a p a r e c e r c o m o u n a p e r t u r b a c i ó n de l a s l e y e s
son b a s t a n t e s á c o n s e g u i r el fin que se pretende. n a t u r a l e s y un sonido d i s c o r d a n t e de la h a r m o n í a del u n i -
P a r a responder á esta dificultad c o n v i e n e recordar l o v e r s o , v i e n e á c o m p l e t a r l a , no siendo s i n o u n a nota m a -
q u e v a r i a s v e c e s h e m o s indicado en este e n s a y o , es á sa- ravillosa que e n l a z a la h a r m o n í a de este m u n d o n a t u r a l y
ber, q u e la e s e n c i a de D i o s es s i m p l i c í s i m a , que en e l l a v i s i b l e con la h a r m o n í a d e l m u n d o s o b r e n a t u r a l é invisi-
no h a y ni puede caber la m á s m í n i m a c o m p o s i c i o n , que b l e , o b r a uno y otro de u n a s o l a m a n o y m o v i d o s a m b o s
c o n un acto único e s h o y , f u é a y e r y será por toda la e t e r - bajo la misma dirección.
nidad, y quiere y entiende, y entiende y quiere cosas m u y T o d o en este m u n d o , c o m o i n d i c a m o s en el capítulo
diferentes y á u n o p u e s t a s . E s t a idea del Sér divino p a r e - anterior, es orden y providencia: l a s s u s t a n c i a s i n o r g á n i -
c e e x t r a ñ a y á u n i m p o s i b l e á nuestro espíritu, acostum- cas p r e s t a n á l a s v e g e t a l e s los e l e m e n t o s que estas n e c e -
brado como e s t á á l a s ideas de séres finitos, que no sitan p a r a v i v i r , crecer y d e s a r r o l l a r s e ; l o s v e g e t a l e s s i r -
tienen el sér por e s e n c i a , sino por participación, y que por v e n para la v i d a a n i m a l , y e s t a se o r d e n a á la espiritual
el m i s m o caso v i v e n c o m o si d i j é s e m o s por partes, y a c - q u e c o r o n a y ennoblece la c r e a c i ó n . A s í los séres infe-
t ú a n p o r m u c h o s a c t o s l a s d i v e r s a s tendencias y d e t e r m i - riores se s u b o r d i n a n á los superiores, y por ellos pierden
n a c i o n e s de su eficacia. P o r esto cuando acomodamos ó t r a s f o r m a n su existencia: p a r a ellos v i v e n y p a r a ellos
nuestras i d e a s á la divinidad, y q u e r e m o s hablar y dis- m u e r e n , concurriendo todos al p l a n d e u n a p r o v i d e n c i a
currir acerca de a q u e l l a a l t í s i m a s u s t a n c i a , d e b e m o s c o r - amorosísima. E s t a ley, que d o m i n a en la naturaleza,
regirlas y creer m á s al entendimiento ó discurso que á e n c u e n t r a una a p l i c a c i ó n m a g n í f i c a en el m i l a g r o , acto
n u e s t r a i m a g i n a c i ó n ó e x p e r i e n c i a sensible. Pues apli- perturbador, al parecer, de las l e y e s n a t u r a l e s ; pero en
v e r d a d c o n s a g r a c i ó n de otra l e y m á s a l t a , m á s g r a n d i o s a
x El Dr. Ricardo Cortés, en su l i b r o s o b r e El sobrenatural ismo y el naturalismo.
B a r c e l o n a 1SS0. y s u b l i m e , es á saber, la s u b o r d i n a c i ó n del orden físico
y m a t e r i a l , al m o r a l é invisible, y la s u j e c i ó n de l a n a t u - n o es nuestro á n i m o indicar q u e la e x i s t e n c i a del m u n d o

r a l e z a c i e g a , inerte é i n c o n s c i e n t e á la i n t e l i g e n t e , r a c i o - p u r a m e n t e material h a y a sido s u b o r d i n a d a á la e x i s t e n c i a


de la criatura inteligente y libre, q u e l a s l e y e s f í s i c a s del
nal y libre.
u n i v e r s o h a y a n sido c a l c u l a d a s , teniendo en consideración
S i n d u d a n i n g u n a el h o m b r e c o n s i d e r a d o c o m o a g e n t e
la l e y i m p u e s t a n a t u r a l m e n t e al h o m b r e moral; lo que
f í s i c o , es m u y p o c a c o s a en el u n i v e r s o . S u p o n d e r a d a a c -
ú n i c a m e n t e p r e t e n d e m o s e s que nuestros a c t o s libres,
t i v i d a d , á u n t o m a d a en su c o n j u n t o , a p e n a s p u e d e a l t e r a r
nuestras determinaciones morales, nuestras acciones re-
de u n a m a n e r a a p r e c i a b l e el curso de la c r e a c i ó n ; y con-
l i g i o s a s , en r a z ó n á a q u e l l a P r o v i d e n c i a e s p e c i a l í s i m a q u e
s i d e r a d a en los i n d i v i d u o s , en m u c h o s c a s o s es s u p e r a d a
l a s o b s e r v a , y a para p r e m i a r l a s , y a p a r a c a s t i g a r l a s , tie-
á u n por la del i n f u s o r i o m á s i m p e r c e p t i b l e . « E l hom-
n e n una i n f l u e n c i a directa sobre l o s f e n ó m e n o s m a t e r i a -
bre, dice P a s c a l , es u n a c a ñ a , y la m á s débil y q u e -
l e s del universo, c a p a z de i m p r i m i r l e s m o d i f i c a c i ó n p r o -
b r a d i z a de la n a t u r a l e z a ; pero es u n a c a ñ a q u e pien-
funda.»
sa. » E n él brilla l a l u z p u r í s i m a de la r a z ó n y de l a i n t e l i -
g e n c i a ; en él sobre todo r e s p l a n d e c e n de u n a m a n e r a v e r - D i o s , añade este d o c t í s i m o escritor, que p r e v e e h a s t a

d a d e r a m e n t e d i v i n a l a c o n d e s c e n d e n c i a i n e f a b l e de a q u e l l a s ú l t i m a s c o n s e c u e n c i a s de cada estado i n i c i a l , no p u e -

S é r eterno é infinito, todo b o n d a d y m i s e r i c o r d i a e n t r a ñ a - de ser e m b a r a z a d o en su acción por la p r e s c i e n c i a ó p r e -

b l e , y que en medio de su M a j e s t a d y s o b e r a n a g r a n d e z a v i s i ó n del uso que p o d e m o s hacer de n u e s t r a libertad.

tiene s u s d e l i c i a s en m o r a r entre los h i j o s de l o s h o m b r e s . E l prevee todos nuestros actos libres, y e s t a p r e v i s i ó n no

C o n s i d e r a d o d e s d e este punto de v i s t a , el h o m b r e v e r - i m p i d e que v e r d a d e r a m e n t e lo s e a n , p u e s el h o m b r e no

d a d e r a m e n t e a p a r e c e á la c a b e z a de la c r e a c i ó n , e s el e j e e j e c u t a sus a c c i o n e s porque D i o s l a s ha p r e v i s t o , sino que

s o b r e el c u a l g i r a el u n i v e r s o , y su i n f l u e n c i a s o b r e el m u n - D i o s las previo porque el h o m b r e l a s e j e c u t a ; estos a c -

d o material e s p r o p o r c i o n a d a á la superioridad q u e l l e v a t o s entran en el d e s e n v o l v i m i e n t o del p l a n divino, j u n t a -

l a n a t u r a l e z a i n t e l e c t u a l y m o r a l á la s u s t a n c i a m a t e r i a l , m e n t e con l a s a c c i o n e s , m o v i m i e n t o s y f e n ó m e n o s de l a s

c i e g a é i n c o n s c i e n t e . D i o s h a p u e s t o á la c r i a t u r a r a c i o - s u s t a n c i a s a t ó m i c a s ó m a t e r i a l e s , y D i o s c o n o c e l a s rela-

nal en la c u m b r e y c i m a de sus obras. M i r á n d o l a á e l l a , ciones que deben resultar entre las u n a s y l a s otras. C o n

h a d i s p u e s t o el orden de la c r e a c i ó n m a t e r i a l ; y a s í como esto el p r o b l e m a del u n i v e r s o se a g r a n d a ; y a no es u n

el a l m a h u m a n a , c u y a f u e r z a m e c á n i c a e s t a n p e q u e ñ a s i m p l e p r o b l e m a de m e c á n i c a , es un p r o b l e m a providen-

q u e e s c a p a á t o d a s n u e s t r a s m e d i d a s , d a l a v i d a y el m o v i - cial que e x c e d e el a l c a n c e de toda i n t e l i g e n c i a creada. S o -

m i e n t o á t o d a la c o m p l i c a d a m á q u i n a de n u e s t r o cuerpo, l a m e n t e el D i v i n o H a c e d o r y G o b e r n a d o r del m u n d o pue-

de i g u a l m a n e r a su libertad m o r a l , m e r c e d á l a P r o v i d e n - de resolverlo, coordinando f e n ó m e n o s de dos c l a s e s esen-

c i a , y á p e s a r de l a debilidad de su a c c i ó n i n m e d i a t a , diri- c i a l m e n t e opuestas. E n esta coordinacion, ¿cuál de l a s dos

j e en realidad el c o n j u n t o de l a s r e l a c i o n e s y l e y e s del c l a s e s deberá quedar subordinada á l a otra? Evidente-

u n i v e r s o . «Al h a b l a r a s í , d i r e m o s con el P . C a r b o n e l l e 1 , mente la materia tiene que subordinarse al espíritu; el or-


den p u r a m e n t e material al intelectual y moral; l u e g o el
1 E n su o b r a m a g n í f i c a U aveugUmeni ssieiitifique, cap. V I á que nos h e m o s refe- estado inicial de los á t o m o s debió ser d i s p u e s t o e n v i s t a de
rido e n el c a p í t u l o a n t e r i o r , y que debe leer y m e d i t a r p r o f ú n d a m e t e t o d o e l q u e d e s e e aquellos fenómenos intelectuales y morales á que deben
conocer á fondo estas cuestiones.
concurrir en el curso de l o s siglos. P o r m a n e r a que p u e d e ría, de suerte q u e el c u m p l i m i e n t o de lo q u e en ella se
decirse q u e la previsión de los actos libres determinó l a p e d i a f u e s e c o n s e c u e n c i a natural de l o s a c o n t e c i m i e n t o s .
e l e c c i ó n de l o s estados iniciales de l o s átomos h e c h a pol- D e esta m a n e r a o y e D i o s l a s oraciones de l o s fieles, sin
la D i v i n a P r o v i d e n c i a . necesidad de decir q u e por ellas h a g a c o n t i n u a m e n t e m i -
N o s a b e m o s qué t a l e s p a r e c e r á n e s t a s ideas á esos l a g r o s , a u n q u e t a m p o c o h a y r a z ó n p a r a negar que D i o s
sábios p r o f u n d í s i m o s q u e se erigen en j u e c e s de l a s obras h a y a obrado y obre a l g u n a v e z h e c h o s verdaderamente
de D i o s , y q u e al pasear su a l t i v a mirada sobre el espec- m i l a g r o s o s . T a n no e s así q u e el e s t a b l e c i m i e n t o del cur-
t á c u l o de la c r e a c i ó n , no s a b e n v e r el orden m a r a v i l l o s o y so r e g u l a r de lo que a c o n t e c e de este m u n d o , h a g a i n ú -
p r o v i d e n c i a l que en él r e i n a , antes creen tal v e z allá en su tiles nuestras oraciones, c o m o d i c e n los i n c r é d u l o s , que
interior (¡y o j a l á no lo d i g a n en alta v o z ! ) , q u e no h a b r í a antes bien acrecienta n u e s t r a confianza, enseñándonos
estado m a l , que antes de criar D i o s el m u n d o ó disponer el la consoladora v e r d a d que t o d a s n u e s t r a s oraciones f u e -
orden de los a c o n t e c i m i e n t o s , l e s hubiese pedido su p a r e - ron y a p r e s e n t a d a s desde t o d a la eternidad en el aca-
c e r y s o m e t i d o á su c o n s e j o el p l a n de lo que iba á hacer. t a m i e n t o de la o m n i p o t e n c i a divina, entrando en el p l a n
Q u i z á t o d a e s t a a r g u m e n t a c i ó n que h e m o s venido desen- de los a c o n t e c i m i e n t o s de este m u n d o , cual m o t i v o s con-
v o l v i e n d o , la t e n g a n por e x t r a ñ a , y quién s a b e si por absur- forme á l o s c u a l e s habían de disponerse d i c h o s a c o n t e c i -
da; pero no a p a r e c í a c i e r t a m e n t e así á un m a t e m á t i c o ilus- m i e n t o s , s e g ú n los d e s i g n i o s de la sabiduría del C r e a d o r .
t r e , á quien deben l a s c i e n c i a s m á s t r i u n f o s y adelantos q u e D e aquí debe concluirse que l o s séres inteligentes y su sal-
á t o d a la t u r b a m u l t a de l o s i n c r é d u l o s , ateos y m a t e r i a l i s - v a c i ó n , han sido el p r i n c i p a l o b j e t o con q u e contó D i o s en
tas, y con c u y a s p a l a b r a s q u e r e m o s concluir este capítulo. la ordenación de este u n i v e r s o , debiendo estar nosotros de

«Al fijar D i o s el c u r s o de este m u n d o , dice el i n s i g n e todo en todo a s e g u r a d o s que c u a n t o ocurre está í n t i m a y

matemático Leonardo E u l e r y ordenar l o s a c o n t e c i m i e n - maravillosamente enlazado con las necesidades de l a s

t o s q u e en él t e n í a n q u e s u c e d e r , m i r ó y t u v o presentes criaturas espirituales é i n t e l i g e n t e s , á f i n de e n c a m i n a r l a s

t o d a s l a s c i r c u n s t a n c i a s q u e h a b í a n de a c o m p a ñ a r á c a d a á su v e r d a d e r a felicidad; pero esto de u n a m a n e r a libre y

cual de estos a c o n t e c i m i e n t o s , y m á s en particular l a s dis- desembarazada, en r a z ó n de a q u e l l a libertad que e s t a n

p o s i c i o n e s , los d e s e o s y p l e g a r i a s de l a s criaturas inteli- esencial á los séres e s p i r i t u a l e s , c o m o lo es á los m a t e r i a -

g e n t e s , d i s p o n i e n d o l a s c o s a s y los sucesos de acuerdo con les la extensión E n este e n l a c e de l o s espíritus con l o s

a q u e l l a s c i r c u n s t a n c i a s . P o r esto, cuando un fiel dirige a c o n t e c i m i e n t o s del universo consiste la D i v i n a P r o v i d e n -


á D i o s u n a oracion q u e m e r e c e sea a t e n d i d a , no h a y que cia; en la cual, c a d a uno de l o s séres r a c i o n a l e s p u e d e t e -
i m a g i n a r s e q u e e s t a o r a c i o n l l e g a al c o n o c i m i e n t o divino ner el c o n s u e l o de f o r m a r p a r t e , estando s e g u r o cada
p u n t u a l m e n t e en a q u e l m o m e n t o y no antes. D e s d e toda h o m b r e en p a r t i c u l a r , de q u e su e x i s t e n c i a entró desde to-
la eternidad y a la c o n o c í a D i o s ; y si este P a d r e de miseri- d a eternidad en el p l a n de la c r e a c i ó n , y de que todo c u a n -
cordia la j u z g ó d i g n a de s e r e s c u c h a d a , dispuso todas l a s to s u c e d e está e n l a z a d o con s u s n e c e s i d a d e s m á s a p r e -
cosas expresamente, e n v i s t a y en favor de esta plega- miantes y que m á s i m p o r t a n á su s a l v a c i ó n eterna.»
E s t a soberana P r o v i d e n c i a la n i e g a á v e c e s el h o m b r e
c u a n d o ensoberbecido en su c o r a z o n siente el estímulo
1 Carlas á una Princesa de Alemania, c a r t a 90.
d i a b ó l i c o que le i n c l i n a al m a l y al d e s p r e c i o de l a l e y d i -
v i n a que le. s u j e t a á s u C r i a d o r ; p e r o c u a n d o c a l m a d a s l a s
m a l a s p a s i o n e s e s c u c h a l a v o z de l a n a t u r a l e z a r e f l e j a d a
e n s u c o n c i e n c i a l i m p i a y libre del p e c a d o , n o p u e d e n e -
g a r que de t o d a s p a r t e s le v i e n e n v o c e s q u e a t e s t i g u a n la C A P Í T U L O XIV.
a c c i ó n de e s t a P r o v i d e n c i a a d m i r a b l e ; y c a d a g e n e r o s o
instinto que siente en su corazon, cada mala tentación á
que resiste, cada aspiración noble que f o m e n t a , son i m - OBJECIONES C I E N T Í F I C A S . — L A CREACION Y LA OBRA

p u l s o s s a g r a d o s q u e l e l e v a n t a n al a m o r d e a q u e l l a S o b e - DE LOS SEIS DIAS.


r a n a M a j e s t a d , q u e si t i e n e p o r t e m p l o á l a n a t u r a l e z a ,
halla su sagrario en el a l m a del h o m b r e , d o n d e r e c i b e
A segunda clase de o b j e c i o n e s ó d i f i c u l t a d e s c o n
c u l t o y a d o r a c i o n . T o d o le i n d i c a q u e s u s é r e s u n a b i s m o
que se p r e t e n d e destruir l a h a r m o n i o s a u n i d a d q u e
d e p e r f e c c i o n e s , su h e r m o s u r a infinita, su n o m b r e ine-
debe reinar entre l a c i e n c i a y l a f e , c o m p r e n d e
fable
a q u e l l o s h e c h o s ó v e r d a d e s q u e h o y han d a d o en
i E n t r e los i n c r é d u l o s , s o b r e t o d o l o s de e s c a l e r a a b a j o y l o s s a b i o s y o r a d o r e s de c a - llamar como exclusivamente c i e n t í f i c a s , q u e al d e c i r d e
f é , e s m u y c o m ú n r e c h a z a r l a p o s i b i l i d a d d e l m i l a g r o , por l a r a z ó n de q u e t o d a s l a s r e l i -
muchos se o p o n e n á l a s e n s e ñ a n z a s de l a revelación.
g i o n e s , c o m o e l l o s d i c e n , h a n q u e r i d o a p o y a r s e en él p a r a el e s t a b l e c i m i e n t o de s u s d o g -
m a s , y c o m o e s t a s r e l i g i o n e s s o n c o n t r a r i a s e n t r e s í , de a q u í q u e t o d a s l a s o b r a s s o b r e - Aquí no tocaremos sino las principales, recordando de
naturales que alegan unas y otras, deben ser contadas entre las fábulas y leyendas. T a l
a n t e m a n o el p r i n c i p i o a s e n t a d o m á s a r r i b a , es á saber,
m a n e r a d e d i s c u r r i r , n i m á s n i m é n o s q u e lo q u e d i c e D r a p e r s o b r e q u e e l c l e r o a f i r m a
l a i n t e r v e n c i ó n m i l a g r o s a de D i o s en e l m u n d o por l a c u e n t a que l e t r a e , y o t r a s a s e r - que e n l a c o n t r a d i c c i ó n que se quiere h a l l a r entre l a f e y
c i o n e s por el e s t i l o , a r g u y e s u p r e m a i g n o r a n c i a de l a e s e n c i a d e l d o g m a c r i s t i a n o ; i g n o -
l o s d e s c u b r i m i e n t o s científicos, ó s e t o m a p o r d o g m a d e
r a n c i a t a l v e z i n c u r a b l e , y que d e t o d o s m o d o s s e r í a i m p o s i b l e d e s h a c e r e n los limites
q u e n o s h e m o s fijado e n e s t e e n s a y o . P e r o n o q u e r e m o s d e j a r d e c o p i a r u n a s hermosas f e lo que no lo es, ó se e l e v a á l a c a t e g o r í a de c i e n c i a l o
palabras acerca del particular, escritas r e c i e n t e m e n t e por e l P r o f e s o r de O x f o r d , Max
que n o p a s a de s e r m e r a o p i n i o n ó h i p ó t e s i s , c u a n d o n o
M i i l l e r , el h o m b r e tal v e z m á s c o m p e t e n t e que h a y en E u r o p a en el c o n o c i m i e n t o de las
r e l i g i o n e s de l a a n t i g ü e d a d . D i c e n a s í : « L ' é t u d e s é r i e u s e des a u t r e s r e l i g i o n s e s t e x t r ê - sea clarísima falsedad. E s t e principio hallará plenísima
m e m e n t utile à bien des t i t r e s , m a i s surtout parce q u ' e l l e nous donne l ' o c c a s i o n d'àp-
confirmación en los hechos ó doctrinas siguientes que D r a -
p r é c i e r j u s t e m e n t l e s b i e n s q u e n o u s p o s s é d o n s d a n s l a n ô t r e . S e n t o n s - n o u s j a m a i s plus
v i v e m e n t et plus r é e l l e m e n t l e s a v a n t a g e s de l a p a t r i e q u e l o r s q u e n o u s l a r e v o y o n s a p r è s p e r c o n s i d e r a o c a s i o n de m u c h o s c o n f l i c t o s que h a n s u r -
u n e e x c u r s i o n l o i n t a i n e ? Il f a u t e n d i r e a u t a n t de l a r e l i g i o n . O b s e r v o n s c e q u i pour les
g i d o entre l a c i e n c i a y l a fe.
autres peuples a tenu ou tient encore l a place d e l a r e l i g i o n : e x a m i n o n s les prières, le
c u l t e , l a t h é o l o g i e des r a c e s l e s p l u s c i v i l i s é e s , d e s G r e c s , d e s R o m a i n s , d e s H i n d o u s , d e e
P e r s a n s , et n o u s c o m p r e n d o n s l a g r a n d e u r de l a g r â c e q u i n o u s a é t é a c c o r d é e d e r e s p i r e r
depuis notre premier souffle l ' a i r pur d'une terre é c l a i r é e par la l u m i è r e d u christianis- LA CREACION Y LA OBRA DE LOS SEIS DIAS.
m e . N o u s s o m m e s t r o p e n c l i n s à r e g a r d e r l e s plus g r a n s b i e n s c o m m e des choses qui
n o u s a r r i v e n t t o u t n a t u r e l l e m e n t s a n s e x c e p t e r m ê m e l a r e l i g i o n . N o u s a v o n s f a i t s i peu
p o u r c o n q u é r i r n o t r e r e l i g i o n , n o u s a v o n s s o u f f e r t s i p e u p o u r l a c a u s e d e l a v é r i t é que,
E m p e c e m o s á e x a m i n a r l o s c o n f l i c t o s n a c i d o s entre l a
s i h a u t que s o i t n o t r e r e l i g i o n c h r é t i e n n e d a n s n o t r e e s t i m e , nous devons encore, pour
l ' é l e v e r autant q u ' e l l e l e m é r i t e , l a c o m p a r e r avec les r e l i g i o n s du r e s t e d u m o n d e . » f e y l a s v e r d a d e s de l a s c i e n c i a s f í s i c a s por l a que s e o f r e -
( C i t a d o por B o n n i o t e n La Controverse, n ú m e r o del 16 d e F e b r e r o de 1 8 8 1 y t o m a d o d e
ce en primer lugar á la consideración cuando las conside-
The Tablet, 1 8 D é c e m b r e 1 8 8 0 , p. 7 7 8 . )
r a m o s s e g ú n el orden c o n q u e a c o n t e c i e r o n ó f u e r o n r e a -
l i z a d a s , e s á s a b e r , l a c r e a c i ó n del u n i v e r s o , s u ornato y
d i a b ó l i c o que le i n c l i n a al m a l y al d e s p r e c i o de l a l e y d i -
v i n a que le. s u j e t a á s u C r i a d o r ; p e r o c u a n d o c a l m a d a s l a s
m a l a s p a s i o n e s e s c u c h a l a v o z de l a n a t u r a l e z a r e f l e j a d a
e n s u c o n c i e n c i a l i m p i a y libre del p e c a d o , n o p u e d e n e -
g a r que de t o d a s p a r t e s le v i e n e n v o c e s q u e a t e s t i g u a n la C A P Í T U L O XIV.
a c c i ó n de e s t a P r o v i d e n c i a a d m i r a b l e ; y c a d a g e n e r o s o
instinto que siente en su corazon, cada mala tentación á
que resiste, cada aspiración noble que f o m e n t a , son i m - OBJECIONES C I E N T Í F I C A S . — L A CREACION Y LA OBRA

p u l s o s s a g r a d o s q u e l e l e v a n t a n al a m o r d e a q u e l l a S o b e - DE LOS SEIS DIAS.


r a n a M a j e s t a d , q u e si t i e n e p o r t e m p l o á l a n a t u r a l e z a ,
halla su sagrario en el a l m a del h o m b r e , d o n d e r e c i b e
A segunda clase de o b j e c i o n e s ó d i f i c u l t a d e s c o n
c u l t o y a d o r a c i o n . T o d o le i n d i c a q u e s u s é r e s u n a b i s m o
que se p r e t e n d e destruir l a h a r m o n i o s a u n i d a d q u e
d e p e r f e c c i o n e s , su h e r m o s u r a infinita, su n o m b r e ine-
debe reinar entre l a c i e n c i a y l a f e , c o m p r e n d e
fable
a q u e l l o s h e c h o s ó v e r d a d e s q u e h o y han d a d o en
i E n t r e los i n c r é d u l o s , s o b r e t o d o l o s de e s c a l e r a a b a j o y l o s s a b i o s y o r a d o r e s de c a - llamar como exclusivamente c i e n t í f i c a s , q u e al d e c i r d e
f é , e s m u y c o m ú n r e c h a z a r l a p o s i b i l i d a d d e l m i l a g r o , por l a r a z ó n de q u e t o d a s l a s r e l i -
muchos se o p o n e n á l a s e n s e ñ a n z a s de l a revelación.
g i o n e s , c o m o e l l o s d i c e n , h a n q u e r i d o a p o y a r s e en él p a r a el e s t a b l e c i m i e n t o de s u s d o g -
m a s , y c o m o e s t a s r e l i g i o n e s s o n c o n t r a r i a s e n t r e s í , de a q u í q u e t o d a s l a s o b r a s s o b r e - Aquí no tocaremos sino las principales, recordando de
naturales que alegan unas y otras, deben ser contadas entre las fábulas y leyendas. T a l
a n t e m a n o el p r i n c i p i o a s e n t a d o m á s a r r i b a , es á saber,
m a n e r a d e d i s c u r r i r , n i m á s n i m é n o s q u e lo q u e d i c e D r a p e r s o b r e q u e e l c l e r o a f i r m a
l a i n t e r v e n c i ó n m i l a g r o s a de D i o s en e l m u n d o por l a c u e n t a que l e t r a e , y o t r a s a s e r - que e n l a c o n t r a d i c c i ó n que se quiere h a l l a r entre l a f e y
c i o n e s por el e s t i l o , a r g u y e s u p r e m a i g n o r a n c i a de l a e s e n c i a d e l d o g m a c r i s t i a n o ; i g n o -
l o s d e s c u b r i m i e n t o s científicos, ó s e t o m a p o r d o g m a d e
r a n c i a t a l v e z i n c u r a b l e , y que d e t o d o s m o d o s s e r í a i m p o s i b l e d e s h a c e r e n los límites
q u e n o s h e m o s fijado e n e s t e e n s a y o . P e r o n o q u e r e m o s d e j a r d e c o p i a r u n a s hermosas fe lo que no lo es, ó se e l e v a á l a c a t e g o r í a de c i e n c i a l o
palabras acerca del particular, escritas r e c i e n t e m e n t e por e l P r o f e s o r de O x f o r d , Max
que n o p a s a de s e r m e r a o p i n i o n ó h i p ó t e s i s , c u a n d o n o
M i i l l e r , el h o m b r e tal v e z m á s c o m p e t e n t e que h a y en E u r o p a en el c o n o c i m i e n t o de las
r e l i g i o n e s de l a a n t i g ü e d a d . D i c e n a s í : « L ' é t u d e s é r i e u s e des a u t r e s r e l i g i o n s e s t e x t r ê - sea clarísima falsedad. E s t e principio hallará plenísima
m e m e n t utile à bien des t i t r e s , m a i s surtout parce q u ' e l l e nous donne l ' o c c a s i o n d'àp-
confirmación en los hechos ó doctrinas siguientes que D r a -
p r é c i e r j u s t e m e n t l e s b i e n s q u e n o u s p o s s é d o n s d a n s l a n ô t r e . S e n t o n s - n o u s j a m a i s plus
v i v e m e n t et plus r é e l l e m e n t l e s a v a n t a g e s de l a p a t r i e q u e l o r s q u e n o u s l a r e v o y o n s a p r è s p e r c o n s i d e r a o c a s i o n de m u c h o s c o n f l i c t o s que h a n s u r -
u n e e x c u r s i o n l o i n t a i n e ? Il f a u t e n d i r e a u t a n t de l a r e l i g i o n . O b s e r v o n s c e q u i pour les
g i d o entre l a c i e n c i a y l a fe.
autres peuples a tenu ou tient encore l a place d e l a r e l i g i o n : e x a m i n o n s les prières, le
c u l t e , l a t h é o l o g i e des r a c e s l e s p l u s c i v i l i s é e s , d e s G r e c s , d e s R o m a i n s , d e s H i n d o u s , d e e
P e r s a n s , et n o u s c o m p r e n d o n s l a g r a n d e u r de l a g r â c e q u i n o u s a é t é a c c o r d é e d e r e s p i r e r
depuis notre premier souffle l ' a i r pur d'une terre é c l a i r é e par la l u m i è r e d u christianis- LA CREACION Y LA OBRA DE LOS SEIS DIAS.
m e . N o u s s o m m e s t r o p e n c l i n s à r e g a r d e r l e s plus g r a n s b i e n s c o m m e des choses qui
n o u s a r r i v e n t t o u t n a t u r e l l e m e n t s a n s e x c e p t e r m ê m e l a r e l i g i o n . N o u s a v o n s f a i t s i peu
p o u r c o n q u é r i r n o t r e r e l i g i o n , n o u s a v o n s s o u f f e r t s i p e u p o u r l a c a u s e d e l a v é r i t é que,
E m p e c e m o s á e x a m i n a r l o s c o n f l i c t o s n a c i d o s entre l a
s i h a u t que s o i t n o t r e r e l i g i o n c h r é t i e n n e d a n s n o t r e e s t i m e , nous devons encore, pour
l ' é l e v e r autant q u ' e l l e l e m é r i t e , l a c o m p a r e r avec les r e l i g i o n s du r e s t e d u m o n d e . » f e y l a s v e r d a d e s de l a s c i e n c i a s f í s i c a s por l a que s e o f r e -
( C i t a d o por B o n n i o t e n La Controverse, n ú m e r o del 16 d e F e b r e r o de 1 8 8 1 y t o m a d o d e
ce en primer lugar á la consideración cuando las conside-
The Tablet, 1 8 D é c e m b r e 1 8 8 0 , p. 7 7 8 . )
r a m o s s e g ú n el orden c o n q u e a c o n t e c i e r o n ó f u e r o n r e a -
l i z a d a s , e s á s a b e r , l a c r e a c i ó n del u n i v e r s o , s u ornato y
d i s p o s i c i ó n , y los m a r a v i l l o s o s f e n ó m e n o s que la a c o m p a - labra de D i o s . E s t a p a l a b r a e s verdadera, y c o m o reflejo
ñaron h a s t a l l e g a r á la p e r f e c c i ó n y h e r m o s u r a que hoy de los p e n s a m i e n t o s de la D i v i n i d a d participa de su efica-
contemplamos. L a historia de este a c o n t e c i m i e n t o está cia, de su eterna duración y de su inescrutable soberana
n a r r a d a en l a s p r i m e r a s p á g i n a s de l o s libros s a g r a d o s con m a j e s t a d ; pero con ser m u y verdadera en sí, no s i e m p r e
p a l a b r a s tan s e n c i l l a s , t a n significativas y s u b l i m e s , que h a querido D i o s que s e m u e s t r e á nuestros o j o s con la
al par que a s o m b r a n el entendimiento lo i l u m i n a n con una claridad de su i n t r í n s e c a e v i d e n c i a , ni y a q u e su sentido
inefable claridad, d e s c u b r i é n d o l e tesoros de sabiduría que no a p a r e z c a obvio é i n t e l i g i b l e , no siempre t e n e m o s de él
e n r i q u e c e n la i n t e l i g e n c i a , haciéndole concebir ideas altí- una interpretación a u t é n t i c a q u e i n f a l i b l e m e n t e nos ase-
s i m a s de D i o s , de su o m n i p o t e n c i a , de su m a j e s t a d , del g u r e de la significación en ellos encerrada. T a l sucede
principio y origen de l a s c o s a s , de su a l t í s i m o destino y con la historia de la c r e a c i ó n del universo en lo que se re-
de l a s v e r d a d e s q u e m á s i m p o r t a conocer en el orden de fiere á los puntos ó p o r m e n o r e s s e c u n d a r i o s que h e m o s in-
la n a t u r a l e z a . E s t e principio de la H i s t o r i a S a g r a d a es lo dicado y q u e serán objeto de este capítulo. P o r q u e a p e n a s
q u e v a m o s á estudiar en este c a p í t u l o ; m a s antes de d e s - h a y e s c u e l a ó autor que no l o s haj'a explicado de diferen-
envolverlo a n t e la c o n s i d e r a c i ó n de nuestros l e c t o r e s , d e - t e m a n e r a ; teniendo en c u e n t a lo que dice S a n A g u s t í n
b e m o s c o n f e s a r llana y a b i e r t a m e n t e que, si esta divina re- en varios p a s a j e s de sus obras, esto es, q u e el estudio de
l a c i ó n es c l a r í s i m a en lo q u e t o c a al d o g m a ó e n s e ñ a n z a las ciencias naturales p u e d e contribuir en g r a n m a n e r a á
principal q u e en ella q u i s o D i o s darnos á c o n o c e r , esto es, esclarecer la e n s e ñ a n z a de l a s divinas E s c r i t u r a s , cada
la e x i s t e n c i a del Sér d i v i n o , su unidad, su distinción de las cual l a s h a estudiado ó e x p l i c a d o á la l u z de l a s doctrinas
criaturas, l a creación de e s t a s y el d o m i n i o y p r o v i d e n c i a ó teorías científicas, q u e en su t i e m p o p r e v a l e c í a n ; y c o m o
q u e sobre ellas e j e r c e , e s o s c u r a y s u j e t a á m i l dudas y di- e s t a s h a n v a r i a d o al c o m p á s de l o s siglos, así h a v a r i a d o
ficultades en lo q u e t o c a á otras v e r d a d e s s e c u n d a r i a s que t a m b i é n la interpretación de l a s palabras divinas; y des-
son c o m o c o n s e c u e n c i a s y p o r m e n o r e s de la o b r a divina, pues de e s f u e r z o s increíbles p a r a p e n e t r a r l o s m i s t e r i o s de
h a s t a tal p u n t o , q u e a p e n a s h a y p a l a b r a en esta narración la divina n a r r a c i ó n , todos han c o n v e n i d o en e x c l a m a r con
q u e no h a y a sido i n t e r p r e t a d a de m u c h a s y á u n encontra- el santo O b i s p o de H i p o n a J: «¡Admirable es la p r o f u n d i -
das m a n e r a s p o r a u t o r e s respetables, teólogos y escritu- dad de tus p a l a b r a s ! S u superficie ó a p a r i e n c i a exterior
rarios e m i n e n t e s y á u n por P a d r e s y doctores de la I g l e - c o n v i d a á t u s p e q u e ñ u e l o s á e x a m i n a r l a s ; pero en el f o n -
s i a . A s í , p o r e j e m p l o , la interpretación de O r í g e n e s acer- do encierra p r o f u n d i d a d a d m i r a b l e . »
c a de l o s que se l l a m a n dios de la c r e a c i ó n , no es la de L a I g l e s i a , por su p a r t e , sin sancionar con su autori-
S a n A m b r o s i o , ni l a de éste la de S a n t o T o m á s y los pri- dad n i n g u n a de esas i n t e r p r e t a c i o n e s , se h a c o n t e n t a d o
m e r o s e s c o l á s t i c o s , ni la de estos, en fin, la que h o y p r e v a - c o n g u a r d a r y ofrecer á sus h i j o s el tesoro de l a D i v i n a
l e c e en l a s e s c u e l a s o r t o d o x a s de la cristiandad. E s t a varie- R e v e l a c i ó n , p a r a que todos, g r a n d e s y p e q u e ñ o s , sábios
dad de opiniones no i m p l i c a , sin e m b a r g o , q u e la ense- é ignorantes, se a p r o v e c h a r a n de la l u z en ella e n c e r r a d a ,
ñ a n z a de la B i b l i a esté s u j e t a á la m o b i l i d a d , fluctuación é d e j a n d o ó p e r m i t i e n d o una libertad r a c i o n a l en la expli-
i n c e r t i d u m b r e á que a n d a n s u j e t a s las e n s e ñ a n z a s y p a l a -
bras de los h o m b r e s . L a n a r r a c i ó n b í b l i c a c o n t i e n e la p a -
1 Confess, lib. XII.
c a c i o n de estos p u n t o s s e c u n d a r i o s , a u n q u e requiriendo n a t u r a l e z a , que declaran con toda e v i d e n c i a que han de-
s i e m p r e q u e en su interpretación se o b s e r v e n los p r i n c i - bido de tener un p r i n c i p i o , confirmando a d m i r a b l e m e n t e
p i o s h e r m e n é u t i c o s q u e deben g u i a r al cristiano en la i n - la e n s e ñ a n z a de la f e , «por la cual, dice S a n P a b l o 1 , en-
t e r p r e t a c i ó n de la p a l a b r a divina. t e n d e m o s haber sido c o m p u e s t o s los siglos por la p a l a b r a
A p r o v e c h á n d o n o s de e s t a prudente libertad, entremos d e D i o s , siendo h e c h o lo que se v e de lo que no se v e í a . »
en el e x á m e n ó i n t e r p r e t a c i ó n de l a historia de la c r e a - N o h a y d u d a , que c o m o D i o s había podido d e j a r de
c i ó n , tal c o m o n o s la p r e s e n t a el texto s a g r a d o . N o s a b e - criar el m u n d o , así p u d o constituir la universalidad de
m o s si lo que v a m o s á decir p a r e c e r á á a l g u n o n u e v o ú l a s c o s a s en un instante, y en la m i s m a f o r m a , ornato y
o r i g i n a l en ciertos p u n t o s ; pero n u e v o ó a n t i g u o , a j e n o ú d i s p o s i c i ó n que a c t u a l m e n t e g u a r d a n en sí. Mas a q u e l l a
o r i g i n a l , lo o f r e c e m o s al j u i c i o de l o s que lo s a b e n , y s i n - P r o v i d e n c i a adorable que lo dispone todo s u a v e m e n t e , se
g u l a r m e n t e al de q u i e n s a b e m á s q u e todos, q u e e s l a c o m p l a c i ó en criar este m u n d o en un estado de s e n c i l l e z ,
Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana. u n i f o r m i d a d y s i m p l i c i d a d prodigiosa, á fin de que l o s
« E n el principio crió D i o s el cielo y la tierra; y ¡ a t i e r - e l e m e n t o s m u n d a n a l e s , partiendo de e s t a s e n c i l l e z , se
r a e s t a b a c o n f u s a y v a c í a ; y l a s tinieblas c u b r í a n la f a z f u e s e n l e v a n t a n d o poco á poco, y c o m o por sus g r a d o s ,
del a b i s m o , y el espíritu de D i o s se m o v i a s o b r e l a s a g u a s . » h a s t a l l e g a r á la ú l t i m a p e r f e c c i ó n y g r a n d e z a á q u e esta-
C o n e s t a s p a l a b r a s se abre la historia del m u n d o , que e s b a n destinados. E s t a c o n f u s i o n p r i m o r d i a l , e s t a s e n c i l l e z
l a historia de l a s m a r a v i l l a s de D i o s y de l a e f u s i ó n de su y desorden, ó m á s bien f a l t a de orden, de disposición y
a m o r infinito sobre t o d a s l a s c r i a t u r a s . L a S o b e r a n a M a - h a r m o n í a , son l a s tinieblas que, al decir de l a s S a g r a d a s
j e s t a d de D i o s , d e s p u e s de haber estado por la eternidad E s c r i t u r a s , c u b r í a n l a f a z del abismo, e s decir, de la m a t e -
sola, g o z á n d o s e en sí m i s m a y en la c o n t e m p l a c i ó n de s u s ria u n i v e r s a l de donde habian de surgir en adelante t o d a
p e r f e c c i o n e s con u n a f e l i c i d a d y b i e n a v e n t u r a n z a infinita, la variedad de l a s c r i a t u r a s . D i c h a s t i n i e b l a s no hubieron
queriendo c o m u n i c a r á otros séres a l g ú n r a y o ó s e m e j a n - de d u r a r m u c h o t i e m p o ; y a que la m a t e r i a j u n t a m e n t e c o n
z a de su virtud, d e t e r m i n ó crear este m u n d o q u e v e m o s lla- el sér recibió un principio de actividad que i n t e r i o r m e n t e
m á n d o l e del no sér al sér con el poder de su p a l a b r a v i v a , la a g i t a b a y r e m o v í a ; y c o m o este principio era el r e f l e j o
e f i c a c í s i m a é i n c o n t r a s t a b l e . D e e s t a p a l a b r a brotó en el de la a c t i v i d a d infinita q u e bulle en el seno de la D i v i n i -
principio de los t i e m p o s cuanto h a y en el cielo y en la tier- dad, soplo v i v a l ó vivificador e m a n a d o de la v i r t u d de
r a , no c o m o desarrollo, d e s e n v o l v i m i e n t o ó e m a n a c i ó n de D i o s é i m á g e n de su claridad y de su l u m b r e , cuando r e -
l a d i v i n a s u s t a n c i a , sino v e r d a d e r a m e n t e de la n a d a , sin m o v í a á l a m a t e r i a y la sacaba de su i n e r c i a y q u i e t u d ,
n i n g u n a m a t e r i a p r e c e d e n t e , y por l a l i b r e v o l u n t a d del sér bien se puede d e c i r que el m i s m o E s p í r i t u de D i o s m o v i a ,
D i v i n o . C u á n d o salió de los l á b i o s d i v i n o s e s t a p a l a b r a , a l t e r a b a ó m e n e a b a , y c o m o si d i j é s e m o s , usando la f r a s e
y en q u é t i e m p o s u r g i e r o n de la n a d a los m u n d o s , no e s de un a u t o r a n t i g u o 2 , f o m e n t a b a y e n g o r a b a la superficie
p o s i b l e a v e r i g u a r l o . N o h a y p a r á l a g e , dice e l e g a n t e m e n t e
u n autor, que n o s p e r m i t a c a l c u l a r l a d i s t a n c i a de t i e m p o
1 H e b r . x i , v . 3.
q u e m e d i a entre el m o m e n t o a c t u a l y el del a c t o c r e a d o r ; 2 E l P . F r . J o s é de S i g ü e n z a e n s u obra Historia del Rey de los Reyes, lib. ir, cap. i . ° ,
m a n u s c r i t o p r e c i o s o q u e d e b o á l a m u n i f i c e n c i a de m i a m i g o e n t r a ñ a b l e D. Aureliano
pero los f e n ó m e n o s q u e presenta el u n i v e r s o s o n de tal
Fernandez Guerra.
de l a s a g u a s , esto es, de la materia en a q u e l estado fluidi-
_ P a r a deslindar estas dificultades y poner en la c o n v e -
f o r m e , etéreo y de e x c e s i v o e n r a r e c i m i e n t o q u e t u v o en n i e n t e claridad los puntos que nos han de servir de b a s e
s u s principios. e n su resolución, c o n v i e n e anteponer una idea q u e , aun-
T a l e s la idea q u e da l a B i b l i a a c e r c a de la c r e a c i ó n del q u e no e s t á contenida e x p l í c i t a m e n t e en l a s s a g r a d a s E s -
u n i v e r s o , c r e a c i ó n que o r a la c o n s i d e r e m o s i n s t a n t á n e a y crituras, lo está i m p l í c i t a m e n t e . «Acordarte h a s , d i c e M o i -
t o t a l , ora s u c e s i v a y parcial en c a d a punto de t i e m p o , con- sés, en n o m b r e de D i o s del dia de reposo para santifi-
t e s t a á m a r a v i l l a c o n lo q u e han d i s c u r r i d o sobre el par- c a r l o ; seis dias t r a b a j a r á s y harás toda t u obra; m a s el sépti-
t i c u l a r a s t r ó n o m o s y m a t e m á t i c o s i n s i g n e s , y c o n lo que m o día será reposo para J e h o v á tu D i o s p o r q u e en seis
a c e r c a del estado p r i m i t i v o de la m a t e r i a e n s e ñ a n l a s va- días h i z o J e h o v á los cielos y la tierra, la m a r y t o d a s las
r i a s partes de la c i e n c i a moderna, en e s p e c i a l la m á s b e - c o s a s q u e en ellos h a y , y reposó en el dia séptimo; por
lla y reciente de t o d a s , la teoría d i n á m i c a del c a l o r . tanto J e h o v á b e n d i j o el dia de reposo y lo santificó.» E s -
E s t a c r e a c i ó n del universo, e s t a p r o d u c c i ó n p r i m i t i v a , tas p a l a b r a s n o s l l e v a n á afirmar que la i n s t i t u c i ó n de
c a ó t i c a , r u d i m e n t a r i a , ó m e j o r d i r í a m o s s u s t a n c i a l de los la s e m a n a tiene por b a s e la obra d i v i n a de la creación,
e l e m e n t o s del m u n d o , no debe c o n f u n d i r s e con la p r o d u c - ó que el órden de esta se corresponde c o n el orden ó série
c i ó n de los séres e s p e c í f i c o s é i n d i v i d u a l e s , y su a p a r i c i ó n de los dias de a q u e l l a , de m a n e r a que entre el período, es-
s u c e s i v a en el e s p a c i o . A q u e l l a , h e c h a en el principio de pacio ú órden del t i e m p o e m p l e a d o por D i o s en la formación
los t i e m p o s , fué el p r i m e r acto creador sobre la materia del u n i v e r s o y el período de siete dias del t r a b a j o del h o m -
u n i v e r s a l , la e d u c c i ó n de la n a d a , el l l a m a m i e n t o del no bre, h a y e s t r e c h í s i m a r e l a c i ó n , cual si la s e m a n a divina
ser al ser de los e l e m e n t o s m u n d a n a l e s ; e s t a f u é la sucesi- fuese el tipo de la h u m a n a , ó esta la c a u s a , móvil ó i n -
v a p e r f e c c i ó n , y c o m o elaboración de e s t a m i s m a m a t e r i a , t e n t o final de a q u e l l a .
el d e s e n v o l v i m i e n t o del g é r m e n contenido en a q u e l l o s ele- S i n d u d a a l g u n a habría D i o s podido criar ó m á s bien
m e n t o s , la l u z brotando de l a s t i n i e b l a s , l a distinción y f o r m a r y disponer el m u n d o (pues de su disposición y
h a r m o n í a s u r g i e n d o de la unidad. L a p r i m e r a e s t á conte- e s t r u c t u r a h a b l a m o s , y no de su creación) en un solo p e -
n i d a en l o s tres p r i m e r o s v e r s í c u l o s del G é n e s i s , conside- ríodo, en un dia, en un momento. E s notorio q u e S a n
r a d o s , no sin r a z ó n , c o m o p r o e m i o , principio é i n t r o d u c - A g u s t í n ^ creyó que en efecto así h a b í a s u c e d i d o , atri-
c i ó n de la o b r a d i v i n a ; la s e g u n d a recorre d e s d e el v e r s í c u - b u y e n d o la distinción de seis dias á la i m p e r f e c c i ó n del l e n -
l o t e r c e r o h a s t a el principio del capítulo s e g u n d o e n que g u a j e ó del entendimiento h u m a n o , que no p u e d e e x p r e s a r
c o n c l u i d a la obra d i v i n a , nos dice la E s c r i t u r a S a g r a d a , ó concebir sino de u n a m a n e r a parcial y s u c e s i v a lo que á
que fijando D i o s s u s o j o s sobre c u a n t o h a salido de su l a infinita virtud de D i o s f u é f a c t i b l e en un i n s t a n t e . N o
O m n i p o t e n c i a , lo dió por bueno y c o n f o r m e al p l a n de su d i s c u t i r e m o s l a r g a m e n t e sobre e s t a opinion, a u n q u e h a -
s a b i d u r í a . S o b r e l a p r i m e r a p o c a s son l a s d i f i c u l t a d e s que
s e han s u s c i t a d o ; no así sobre l a s e g u n d a , o b j e t o de con- 1 Gen. II. 3. X I X . 27.

t r o v e r s i a s i n n u m e r a b l e s , o r a s e refieran al t i e m p o q u e duró 2 De Genes, ai litteram. L. I V , c. x x x m , n ú m . 52. A e s t a o p i n i o n s e i n c l i n a r o n A l -


b e r t o M a g n o , S a n t o T o m á s , S a n B u e n a v e n t u r a y n o p o c o s de l o s a n t i g u o s escolásticos
l a e s t r u c t u r a y e l a b o r a c i ó n de los e l e m e n t o s del m u n d o , S o b r e lo c u a l m e r e c e l e e r s e l a o b r a de F . B . de A g u i r r e Dies ángel. Augustini p. 71-74-
o r a á los f e n ó m e n o s que resultaron de d i c h a e l a b o r a c i ó n . l a c u a l , a u n q u e n o s u e l e c i t a r s e , es l a m á s c u r i o s a , d o c t a y m a g i s t r a l a c e r c a de e s t a m a t e -
r i a de S a n A g u s t í n y s u s i n t é r p r e t e s .
b l a n d o de e l l a c o n el debido respeto, c u a l c o n v i e n e s i e m p r e p o n e n u n todo p e r f e c t o es lo esencial, i m p o r t a n d o poco
h a b l a r de t o d a s l a s que han propuesto sobre puntos t a n -que e s t a s se a p l i q u e n á h o r a s , dias, m e s e s ú otro período
c o n t r o v e r t i b l e s c o m o los que se tratan en este capítulo, d e tiempo
a u t o r e s g r a v e s , honrados y c a t ó l i c o s , no d e j a r e m o s de ob- P r e s u p u e s t a esta i d e a , que nos p a r e c e c l a r í s i m a y b a -
s e r v a r q u e s e g ú n l a obvia inteligencia de la narración b í - s a d a en el texto s a g r a d o , p r e g u n t a m o s : ¿cuál e s el orden
b l i c a , en la o b r a divina p a r e c e haber h a b i d o v e r d a d e r a q u e g u a r d a n entre sí e s t o s períodos, f a s e s ó c u a d r o s de l a
s u c e s i ó n , y q u e si el autor inspirado la representó en seis c r e a c i ó n , t a l e s c o m o n o s los p r e s e n t a el s a g r a d o texto?
c u a d r o s , ' é p o c a s ó períodos, f u é porque v e r d a d e r a m e n t e ¿Corresponde exactamente al que t u v i e r o n l o s s é r e s ó
e s t a s é p o c a s ó períodos correspondían á l a s f a s e s de la acontecimientos que figuraron en d i c h o s períodos? ¿ F u é
o b r a de D i o s , f a s e s distintas u n a s de otras, de tal m a n e r a , criando y produciendo D i o s estos séres por el m i s m o or-
que c o m o l o s dias de la s e m a n a del h o m b r e se suceden d e n en q u e nos los presenta la divina E s c r i t u r a ? N o es po-
u n o s á otros p a r a f o r m a r un todo c o m p u e s t o de seis p e - s i b l e d e j a r de responder a f i r m a t i v a m e n t e á e s t a s p r e g u n -
ríodos s u c e s i v o s , así los cuadros, períodos ó f a s e s de l a t a s , á lo m é n o s h a b l a n d o de una m a n e r a a b s t r a c t a y en
n a r r a c i ó n b í b l i c a se sucedieron en realidad l a s u n a s á las general.
otras; y t o d a s j u n t a s , dieron unidad á l a obra inmensa, P r o c e d i e n d o y a á la e x p o s i c i ó n de estos a c o n t e c i m i e n -
r e p o s a d a , s e c u l a r , y cada v e z m á s p e r f e c t a del D i o s T o - t o s , a d m i t a m o s c o m o la m á s seguida y p r o b a b l e , la teoría
d o p o d e r o s o . «No nos h a revelado D i o s (son p a l a b r a s del d e L a P l a c e , teoría q u e h e m o s indicado m á s arriba, y q u e
D r . R e u s c h 3), l a división de la creación en siete épocas,
sino por l a a n a l o g í a que h a querido establecer entre la s e - 1 E s t a idea ú opiuion que á alguno podría p a r e c j r moderna, hace mucho t i e m p o que

m a n a d i v i n a de la creación y la s e m a n a del t r a b a j o del s o n ó en l a s e s c u e l a s , e n t r e l o s t e ó l o g o s y e x p o s i t o r e s de la S a g r a d a E s c r i t u r a . O i g a s e si


n o lo que d i c e el P . L u i s de M o l i n a a c e r c a d e lo que e n s e ñ a el M . C a n o s o b r e este p u n -
h o m b r e . » « V e r d a d es, añade el docto a l e m a n , que esta t o en s u s c o m e n t a r i o s m a n u s c r i t o s a l a p r i m e r a parte de l a S u m a de S a n t o T o m á s : R e d d i t

a n a l o g í a s e r í a perfecta si l a s unidades f u e r a n de una mis- C a n u s r a t i o n e m cur, D e o inspirante, M o y s e s in eum m o d u m f u e r i t locutus: q u o n i a m , in-


•quit, l e s a d d u o o r d i n a t u r , n e m p e , ad D e u m c o l e n d u m , e t ad i n s t r u e n d u m h o m i n e m i n
m a especie e n u n a y en otra s e m a n a ; es á saber, si los v i t a política. Q u u m ergo cerneret Moyses ad utrumque expedire ut . h o m i n e s s e x diebus

siete dias d e l relato de la creación f u e s e n de v e i n t e y cua- laborarent et septimum quemque ad m e m o r i a m beneficii creationis divino cultui dicarent
i t a fabricam hujus mundi, D e o inspirante, f a c t a m fuisse narrvít a c si D e u s s e x diebus quae
tro h o r a s c o m o los nuestros. S i n e m b a r g o , existe siempre í n e o c o n t i n e n t u r f e c i s s e t et s é p t i m o d i e a f a b r i c a c e s s a s s e t ; ut v e l ea r a t i o n e h o m i n e s a d

l a a n a l o g í a , á u n cuando las partes que c o m p o n e n l a s dos l a b o r e m et d i v i n u m c u l t u m m e m o r i a et e x e m p l o b e n e f i c i i c r e a t i o n i s a l l i c e r e n t u r (De


opere s e x d i e r u m D i s p . 1, e n sus C o m e n t . i n p r i m a m . partem. Divi Thomae e d i c i ó n de
s e m a n a s n o s e a n de igual duración, y á p e s a r de que, por C u e n c a , 1 5 9 2 , c o l . 1939-1930). N o p o d i a h a b l a r c o n m i s c l a r i d a d el m a e s t r o Cano.
e j e m p l o , l a s e m a n a divina en vez de partirse en siete p e - A l i m p r i m i r s e e s t e c a p í t u l o l l e g a á n u e s t r a s m a n o s un a r t í c u l o de l a Dublin Rsview
( N . ° de A b r i l de 18S t), i n t i t u l a d o The days of the week and the aorks of the Creation, y en
r í o d o s de v e i n t i c u a t r o horas, se divida en siete períodos •el c u a l su d o c t o y a u t o r i z a d o a u t o r , L o r d W i l l i a m C l i f f o r d , O b i s p o d e C l i f t o n , d e m u e s t r a ,
de d u r a c i ó n m á s larga.» D e e s t a consideración se deduce á n u e s t r o m o d o de v e r c o n c l u y e n t c m e n t e , q u e l a b a s e n e c e s a r i a de t o d a e x p l i c a c i ó n de
l o s p r i m e r o s v e r s í c u l o s del G é n e s i s es e s t a de l a r e l a c i ó n e n t r e l a o b r a de D i o s y l a s e -
q u e p a r a e s t u d i a r la obra de l a creación, h e m o s de tomar m a n a del h o m b r e . C o n s i d e r a a d e m a s l a r e l a c i ó n g e n e s í a c a n o c o m o u n a e x p l i c a c i ó n c i e n -
p o r p u n t o de partida, la idea de s e m a n a m á s bien que la t í f i c a de l a f o r m a c i ó n y e s t r u c t u r a del m u n d o , s i n o c o m o l a c o n s a g r a c i ó n de c a d a uno
de l o s d i a s de l a s e m a n a á D i o s p o r r a z ó n ó b a j o el a s p e c t o de a l g u n a de s u s o b r a s . E s -
i d e a de d i a , el conjunto ó el n ú m e r o m á s b i e n que sus par- ta teoría, c o m o se v e , allana m u c h a s dificultades, pero tal v e z n o dé bastante razón
t e s i n t e g r a n t e s ; en fin, la s u m a de siete u n i d a d e s que com- d e l o r d e n c o n que el a u t o r i n s p i r a d o c o l o c a las o b r a s d i v i n a s . D e t o d a s m a n e r a s , dichi
doctrina ó m a n e r a de v e r p r u é b a l a g r a n d e i n c e r t i d u m b r e que h a y e a e s t a s cuestiones,
a l paso que la latitud y libertad que e n tratarlas hay e n l a Iglesia.
3 R e u s c h , La Bible et le naturc, p . 154.
a u n q u e contestable en a l g u n o s p u n t o s s e c u n d a r i o s , es g e -
e s p a c i o y d e j a n d o sentir en todos l o s e l e m e n t o s m a t e r i a -
n e r a l m e n t e a d m i t i d a en s u s b a s e s e s e n c i a l e s por los m a t e -
l e s por E l d i f u n d i d o s los e f e c t o s de su v i r t u d ; y v i e n d o el
m á t i c o s m á s ilustres m o d e r n o s ; pero a d e l a n t é m o n o s al
S e ñ o r en este m o v i m i e n t o é irradiación el cumplimiento
v a l e r o s o a s t r ó n o m o y c o n v i r t a m o s en c ó s m i c o y m u n d a -
de la divina v o l u n t a d , la a p r u e b a y tiene por b u e n a y con-
nal el s i s t e m a que él concibió ú n i c a m e n t e p a r a el imperio'
f o r m e á sus soberanos designios. Con tan sublimes p a l a -
del sol y su g r a n d i o s a c o h o r t e .
bras describe el m o v i m i e n t o p r i m o r d i a l de la m a t e r i a el
P r e s é n t a s e ante todo á n u e s t r a v i s t a la m a t e r i a c ó s m i c a s a g r a d o escritor; así v e brotar de los l a b i o s del E t e r n o el
en su estado i n f o r m e y e l e m e n t a l , la s u s t a n c i a p a s i v a s u b l i m e YIN T P (iehíor), brillante e f u s i ó n de la P a l a b r a in-
é inerte e x p r e s a d a por el i n n (tohu vabohu) de los. creada; tal v e surgir de l o s a b i s m o s i n s o n d a b l e s el dorado
h e b r e o s , j u n t a ó a c o m p a ñ a d a de l a f u e r z a a c t i v a , enérgi- g é r m e n , de c u y o desarrollo h a de s u r g i r en a d e l a n t e la m a g -
c a y f e c u n d a n t e q u e h a de p o n e r en m o v i m i e n t o aquel nífica variedad de f u e r z a s y f e n ó m e n o s q u e h e r m o s e a n el
j i g a n t e s c o c a d á v e r , el cual no a g u a r d a sino la v o z del u n i v e r s o ; y v o l v i e n d o la v i s t a al a b i s m o de donde e m a n a r o n
E t e r n o p a r a obedecerle s u m i s o . A p e n a s se a b r e n l o s o m - los r a y o s de oro de la p r i m e r a l u z , v i s l u m b r a f r a g m e n t o s
n i p o t e n t e s l a b i o s c u a n d o al sonido de la d i v i n a i m p e r i a l pa- l u m i n o s o s que se d e s g a j a n del centro c o m ú n , que ruedan
l a b r a la materia extendida por e s p a c i o s i n m e n s u r a b l e s c o - f r a g o r o s o s sin saber á dónde, q u e a m o l d a d o s s e g ú n l e y e s
m i e n z a á m o v e r s e y a g i t a r s e ; o b e d e c i e n d o a l divino m a n - u n i v e r s a l e s p u e b l a n la i n m e n s i d a d del e s p a c i o , despren-
d a m i e n t o , el tóhu vabohu y el Dinbxn n n (rúaj haelohím), diéndose i n c e s a n t e m e n t e n u e v o s p e d a z o s , n u e v o s m u n d o s ,
la m a t e r i a y la f u e r z a , los dos e l e m e n t o s n e c e s a r i o s para n u e v a s e s f e r a s l u m i n o s a s de a q u e l l a i n m e n s a e s f e r a de
la c o m p o s i c i o n de l o s cuerpos se j u n t a n en consorcio l u m b r e , que e m u l a n d o á su infinito artífice p a r e c e q u e
i n d i s o l u b l e ; y en v i r t u d de e s t a unión, los á t o m o s ó m o - n u n c a se g a s t a ni c o n s u m e , n u n c a se a m e n g u a ó m e n o s -
l é c u l a s m a t e r i a l e s a g i t a d o s , m o v i d o s l o s u n o s h á c i a los. caba. O b r a n d o l a s f u e r z a s q u e la a n i m a n c o n v a r i a i n t e n -
otros, c o m i e n z a n á girar en torno de centros d e t e r m i n a - sidad en los diferentes p u n t o s de su m a s a , se f o r m a n
d o s , se atraen y r e p e l e n , y a c e l e r á n d o s e c a d a v e z m á s este m u c h o s centros de a t r a c c i ó n y e n e r g í a , resultando unas
m o v i m i e n t o , ora de a t r a c c i ó n , ora de i m p u l s i ó n , resulta partes del e s p a c i o o s c u r a s y tenebrosas, y otras l u m i n o s a s
en la m a s a de la m a t e r i a u n i v e r s a l a q u e l l a f o r m a de ener- y brillantes. Y esta es la división q u e al d e c i r de la E s -
g í a p a r t i c u l a r que la p r e s e n t a al p r i n c i p i o . v a p o r o s a y f o s - critura, estableció entre la l u z y l a s t i n i e b l a s ; m a s así ésta
f o r e s c e n t e , m á s tarde e s p l e n d o r o s a y b r i l l a n t e , y finalmen- c o m o a q u e l l a están s u j é t a s al dominio de su a u t o r , q u e
te en un estado de d e s l u m b r a d o r a c l a r i d a d é i g n i c i ó n . las l l a m a á una y á otras por su n o m b r e , y á quien aca-
T a l se p r e s e n t a á los o j o s del i n s p i r a d o escritor la n e b u - t a n y o b e d e c e n c o m o á criador s o b e r a n o .
l o s a p r i m i t i v a de donde han de brotar en a d e l a n t e l o s s o - E s t a obra del poder d i v i n o e s l l a m a d a por el s a g r a d o es-
l e s , los planetas, l o s satélites, cuantos astros giran hoy critor el dia p r i m e r o . «Y fué la n o c h e y la m a ñ a n a , d i c e , un
á distancias, i n m e n s u r a b l e s en el e s p a c i o : y a r r e b a t a d o de dia.» E s t a f r a s e se repetirá en el texto s a g r a d o en adelante
e n t u s i a s m o , é i n s p i r a d o é i l u m i n a d o por l u z s o b r e n a t u r a l , al fin de c a d a una de l a s seis partes de la |obra d i v i n a . E l
l a describe diciendo: « E n el p r i n c i p i o (de l o s t i e m p o s ) di- v a l o r e t i m o l ó g i c o de la palabra (éreb), u s a d a por noche,
j o D i o s : «sea la luz» y la l u z f u é , » i r r a d i a n d o ésta en el i n d i c a desorden, c o n f u s i o n y tinieblas, así c o m o i p z f b ó q e r ) ,
dia, quiere decir distinción, orden y claridad; p o r m a n e r a l a órbita a c t u a l de l a l u n a . E n f r i a d a e s t a a t m ó s f e r a por
q u e c o n t a n d o l o s h e b r e o s el dia desde l a p u e s t a del sol y l a radiación en los e s p a c i o s p l a n e t a r i o s , c o n d é n s a n s e l o s
principio de l a s t i n i e b l a s , el sentido del t e x t o s a g r a d o es: v a p o r e s en ella s u s p e n d i d o s , f o r m a n d o á c i e r t a d i s t a n c i a
y he a q u í que d e s p u e s de la c o n f u s i o n y desorden parecido c o m o un toldo de n u b e s que m á s y m á s enfriadas envían
a l de la n o c h e , a m a n e c i ó el orden y la c l a r i d a d , c o m o de á l a tierra l l u v i a s t o r r e n c i a l e s ; l a s c u a l e s e v a p o r á n d o s e a n -
u n a m a ñ a n a c l a r a y serena. E s t e es el p r i m e r dia de la t e s de l l e g a r á ella, se r e m o n t a n de n u e v o p a r a c o n d e n -
c r e a c i ó n ; dia g r a n d i o s o , el primero del m u n d o , dia en que s a r s e y liquidarse otra v e z , h a s t a q u e cada v e z m á s p o t e n -
p r o n u n c i a n d o D i o s a q u e l l a p a l a b r a que r e s u e n a a ú n en t e s , m á s e f i c a c e s , v i c t o r i o s a s al fin, al cabo q u i z á de m i -
nuestros oidos, la f r a s e o m n i p o t e n t e iehíor (SEA LUZ), la l l a r e s de siglos, v e n c e n l a a l t í s i m a t e m p e r a t u r a del suelo
l u z s e hizo y c o n t i n ú a a ú n brillando y respondiendo por y se fijan y depositan en él cubriendo su r e d o n d e z como
s i g l o s de s i g l o s á la v o z de su divino H a c e d o r . - e n un o c é a n o de a g u a s . E n el fondo de e s t a s a g u a s c e n a -
M a s h a c e t i e m p o q u e este g l o b o en q u e v i v i m o s soltó g o s a s hubieron de a p a r e c e r l o s p r i m e r o s g é r m e n e s de l a
los p a ñ a l e s de su i n f a n c i a , s e g ú n la valiente f r a s e de Job, v i d a , no por un desarrollo de l a energía que h a s t a e n t o n -
y c r e c i e n d o y fortificándose con el andar de los siglos fué c e s h a b i a obrado en la n a t u r a l e z a m a t e r i a l , sino por la in-
p r e s e n t a n d o l o s g r a n d i o s o s f e n ó m e n o s de su j u v e n t u d . t e r v e n c i ó n de u n a v i r t u d q u e e x c e d e l a s f a c u l t a d e s de la
A d e s c r i b i r l o s corre presuroso el e n t u s i a s m a d o poeta, que materia, que reduce á unidad sus e l e m e n t o s , q u e les i m -
al fin e s el historiador e s c o g i d o por el cielo para contarnos prime movimiento y vigor y aquella forma determinada
sus m a r a v i l l a s , y d e j a n d o i n c o m p l e t a la f á b r i c a de los as- q u e se t r a s m i t e p e r p é t u a m e n t e de u n o en otro i n d i v i d u o
tros q u e c o n t i n ú a n su l e n t a e v o l u c i o n , se fija en l o s acon- -de la m i s m a e s p e c i e . N o es p o s i b l e a d i v i n a r l a s p r i m e r a s
t e c i m i e n t o s q u e p a s a n en n u e s t r a tierra, q u e h a de ser f o r m a s b a j o l a s c u a l e s a p a r e c i ó por p r i m e r a v e z e s t a m i s -
teatro de l a s g r a n d e z a s y m i s e r i c o r d i a s d i v i n a s , c u y a his- teriosa energía; lo ú n i c o q u e p a r e c e s e g u r o ó m u y p r o b a -
toria h a de narrar á l a s g e n e r a c i o n e s f u t u r a s ; y entra en ble es q u e esta aparición t u v o l u g a r en el f o n d o de los
la d e s c r i p c i ó n d e l s e g u n d o cuadro que se ofrece á su mares 1 y b a j o dos f o r m a s distintas: p r i m e r o la v e g e t a l , y
vista. d e s p u e s l a a n i m a l , siendo los p r i m e r o s r e p r e s e n t a n t e s de
A l cabo de t i e m p o i n c a l c u l a b l e s o m e t i d a la materia que a q u e l l a en el terreno silúrico, l a s a l g a s de v a r i a f o r m a y
c o m p o n e n u e s t r o g l o b o á misteriosa i n e x c r u t a b l e opera- m a g n i t u d , y de é s t a l o s g r a p t o l i t o s , l í n g u l a s , t r i l o b i t a s y
c i ó n , s u m a de t o d a s l a s energías f í s i c a s , q u í m i c a s é impul- otros radiados de o r g a n i z a c i ó n m u y sencilla y e l e m e n t a l .
s i v a s q u e la a n i m a b a n , f u é diferenciándose y dividiéndose E s t a f u é la obra del s e g u n d o dia, d e s c r i t a por el s a g r a d o
en e l e m e n t o s t é n u e s , s u t i l e s y l i v i a n o s , q u e por su ligere-
z a se l e v a n t a r o n á lo alto, y otros líquidos y consistentes 1 E l c o n d e S a p o r t a e n un r e c i e n t e e n s a y o , L'Aucienne végétation polaire, pretende de-
d u c i r por b i e n e n c a m i n a d o s r a z o n a m i e n t o s , q u e l o s p r i m e r o s g é r m e n e s de l a v i d a h u b i e -
que p o r su g r a v e d a d d e s c e n d i e r o n á lo b a j o , formándose r o n de a p a r e c e r e n l a s r e g i o n e s p o l a r e s de n u e s t r o g l o b o . A c e r c a de l a s p r i m e r a s for-

así u n a e s f e r a e n o r m e , sólida y a p r e t a d í s i m a en el centro, m a s e n q u e a p a r e c i e r o n , puede v e r s e y a e s t e m i s m o e n s a y o de S a p o r t a , y a las o b r a s de


otros autores que han tratado m á s especialmente estas materias; entre los demás, el
c o n c a p a s s o b r e p u e s t a s u n a s á otras, s e g ú n el orden de su l i b r o de J e a n d ' E s t i e n n e Comment s'est formé l'univers, el de P o z z y La torre ct le récit

densidad, y e n v u e l t a t o d a en una a t m ó s f e r a g a s e o s a y ae- Biblique de la Création, y l a p r e c i o s a o b r i t a , e s c r i t a e n i n g l e s The preseni and past Ufe
of the globe b y D a v i d P a g e , d o n d e se e x p o n e n e n e s t i l o p o p u l a r m u c h a s de l a s c u e s t i o n e s
r i f o r m e que se e x t e n d í a p r o b a b l e m e n t e á u n m á s allá de q u e n o es p o s i b l e d e s e n v o l v e r en e s t e c a p i t u l o c o n l a h o l g u r a y e x t e n s i ó n c o n v e n i e n t e s .
historiador en e s t a f o r m a : «Y d i j o D i o s : H a y a e x p a n s i ó n l a s v a r i a s c a p a s de s e d i m e n t o s q u e se h a b í a n formado;
en m e d i o de l a s a g u a s , y separe l a s a g u a s de l a s a g u a s ; é m i l v e c e s se verifica aquello de
h i z o D i o s u n a e x p a n s i ó n (esto e s , un e s p a c i o ó e n s a n c h a -
E t mare contrahitur, sicca¡que est campus arena;
m i e n t o ) , y a p a r t ó l a s a g u a s inferiores (extendidas c o m o quod modo pontus erat: quosque altum texerat aequor
existunt montes x,
v a s t o o c é a n o por la r e d o n d e z de l a tierra) de l a s superio-
res (que en f o r m a de v a p o r e s t a b a n s u s p e n d i d a s en la a t - h a s t a que al cabo de s i g l o s i n n u m e r a b l e s el i m p e r i o del
m ó s f e r a ) , y f u é a s í , y l l a m ó D i o s á l a e x p a n s i ó n cielos, y f u e g o cede al de l a s a g u a s , y el g l o b o a p a r e c e en un e s -
f u é la t a r d e y la m a ñ a n a el d í a s e g u n d o . » tado de aparente q u i e t u d . P o r efecto de una enorme
A l d e s c r i b i r el s a g r a d o historiador este s e g u n d o p r o d i - e v a p o r a c i ó n , extiéndese sobre la tierra una a t m ó s f e r a t i -
digio del A l t í s i m o , s a b e que a ú n no e s t á a c a b a d a la o b r a , bia, b r u m o s a y s a t u r a d a de e l e m e n t o s v o l á t i l e s , q u e c a -
y q u e a q u e l l o s dos i n m e n s u r a b l e s d e p ó s i t o s , es á saber, y e n d o en l l u v i a s d i l u v i a l e s , d e s a g r e g a n y arrastran en p o s
l a tierra y la a t m ó s f e r a que la r o d e a , se v a n p r e p a r a n d o de sí c u a n t o e n c u e n t r a n al p a s o ; y la v i d a v e g e t a l , f a v o -
en n a t u r a l e s h a b i t a c i o n e s para l o s s é r e s q u e c o n el t i e m - r e c i d a por t a l e s c i r c u n s t a n c i a s , se desarrolla con una
po los h a n de a d o r n a r , y c u y o s p r i m e r o s representantes energía q u e no sólo s o b r e p u j a i n m e n s a m e n t e todo lo que
y a h e m o s visto a p a r e c e r en l a s f o r m a c i o n e s de los t e r r e - h a b i a aparecido en la é p o c a anterior, sino q u e no h a s i d o
nos primitivos: m a s m i e n t r a s a g u a r d a el final de e s t a s u p e r a d a en a d e l a n t e . «Nada en la época a c t u a l , dice P o z -
o p e r a c i o n , se le p r e s e n t a otra t e r c e r a q u e i n m e d i a t a m e n t e z y , ni a ú n en la m á s v i g o r o s a y l o z a n a v e g e t a c i ó n de l o s
pasa á describir. trópicos, p u e d e dar idea de l a m a g n i f i c e n c i a de l a flora en
L a s m a t e r i a s q u e f o r m a n el interior de la tierra, s o m e - este período.» « E s t a f u é v e r d a d e r a m e n t e , añade Hugo
t i d a s por u n a parte á la a l t í s i m a t e m p e r a t u r a y por otra á Miller 2, la é p o c a de l a s y e r b a s y de l a s p l a n t a s que l l e -
l a a c c i ó n del sol y de la l u n a , q u e a u n q u e no v i s i b l e s t o - v a n s e m i l l a . » U n m a n t o t u p i d í s i m o de v e r d u r a c u b r í a y
d a v í a e j e r c e n y a en nuestro g l o b o p o d e r o s í s i m a i n f l u e n c i a , a l f o m b r a b a t o d a la tierra. L a s p l a n t a s c r i p t ó g a m a s y f a -
r o m p e n l a endeble c o r t e z a q u e l a s m a l c o n t i e n e , la r e s q u e - n e r ó g a m a s o s t e n t a b a n t o d a la _opulencia de su f r o n d o s i -
b r a j a n por m i l p a r t e s , y s u r g i e n d o i m p e t u o s a s en f o r m a dad y la g r a c i a y e l e g a n c i a de sus f o r m a s . L o s h e l e c h o s ,
de chorros ó c o l u m n a s líquidas f o r m i d a b l e s , alteran p r o - con la r i q u í s i m a v a r i e d a d de m á s de ciento y cincuenta
f u n d a m e n t e su e x t r u c t u r a . A v u e l t a s de .mil catástrofes e s p e c i e s , y a d e s p a r r a m a b a n sobre el s u e l o l a s r i q u e z a s de
e s p a n t o s a s (ora s ú b i t a s y v i o l e n t a s , c o m o s o s t e n í a n a n t i - sus h o j a s , y a esbeltos y a r b o r e s c e n t e s se l e v a n t a b a n h a s -
g u a m e n t e los g e ó l o g o s , ora l e n t a s y g r a d u a l e s , c o m o sos- ta treinta y c u a r e n t a p i é s de altura, c i m b r e a n d o en su e x -
tiene h o y la m a y o r parte) pero de c u y a f u e r z a y e f e c t o s t r e m i d a d una c o p a ó p e n a c h o de h o j a s h e n d i d a s y d i b u -
no p o d e m o s f o r m a r i d e a por l a s q u e se verifican á v e c e s j a d a s c o m o el e n c a j e m á s delicado. L a s s i g i l a d a s , con un
en el m u n d o , l e v á n t a n s e las i s l a s y l o s c o n t i n e n t e s , hún- tronco de t r e s m e t r o s de e s p e s o r , e r g u í a n sus c i m a s p l u -
d e n s e los m a r e s , r e c o g i é n d o s e en ellos la i n m e n s i d a d de m o s a s h a s t a setenta y cinco p i é s de e l e v a c i ó n , y hasta no-
l a s a g u a s ; mil v e c e s se c h o c a n y m e z c l a n y s o b r e p o n e n v e n t a l o s l e p i d o d e n d r o s . D e b a j o de estas y e r b a s a r b o r e s -

i S o b r e e s t o p u e d e v e r s e en l a r e v i s t a i n g l e s a Natiire, A g o s t o 20, x 8 S o , u n discurso 1 Ovid. Metam., l i b . I I I , v . 472.


p r o n u n c i a d o por M r . C r o m b i e R a m s a y . 2 Testimony of thc rocks.
c e n í e s brotaban h o n g o s de extraordinaria m a g n i t u d , y los a g u a s que están d e b a j o de los cielos en un l u g a r , y d e s c ú -
h e l e c h o s y l a s plantas a c u á t i c a s se e n t r e l a z a b a n de una brase la parte s e c a y árida de la tierra, y f u é así. Y l l a m ó
f n a n e r a inexplicable. L o m á s sorprendente de e s t a v e g e - D i o s á l a s e c a tierra, y á la reunión de l a s a g u a s l l a m ó
t a c i ó n era la rapidez de su c r e c i m i e n t o . M u c h a s de estas m a r e s . Y v i ó que esto era b u e n o , y d i j o D i o s : p r o d u z c a l a
p l a n t a s eran a n u a l e s , y «el tronco de l a s c a l a m i t a s , dice tierra y e r b a v e r d e ; y e r b a que dé s i m i e n t e , árbol de fruto
Z i t t e l , l l e g a b a en p o c o s m e s e s á tener treinta piés de diá- que dé fruto s e g ú n su g é n e r o , q u e su simiente esté en él
m e t r o . » D i c h a v e g e t a c i ó n suponía un estado de calor y de sobre la tierra, y f u é así; y p r o d u j o la t i e r r a y e r b a verde,
h u m e d a d de que apenas p o d e m o s f o r m a r n o s idea. Merced y e r b a que dé s i m i e n t e s e g ú n su n a t u r a l e z a , y árbol que d é
á t a l e s c i r c u n s t a n c i a s se iban f o r m a n d o b o s q u e s espesísi- fruto, c u y a simiente esté en él, s e g ú n su g é n e r o , y v i ó
m o s de p l a n t a s que, creciendo y r e n o v á n d o s e c a d a año, D i o s q u e esto e r a b u e n o ; y f u é la t a r d e y la m a ñ a n a del
c r i a b a n los grandes depósitos de carbon q u e hoy dia 3'acen dia tercero.»
e s p a r c i d o s por el suelo, purificando a d e m a s la a t m ó s f e r a A n t e s de p a s a r a d e l a n t e en la d e s c r i p c i ó n de los f e n ó -
c o n l a concentración del ácido carbónico, q u e i m p e d i a el m e n o s a c a e c i d o s en la formación ó d i s p o s i c i ó n del u n i v e r -
desarrollo de la v i d a animal, la c u a l se m a n i f e s t a b a úni- so, tal c o m o lo c u e n t a la S a g r a d a E s c r i t u r a , h a g a m o s alto
c a m e n t e en el fondo de l a s a g u a s . S i n e m b a r g o , el aspec- recorriendo de una m i r a d a el c a m i n o q u e h e m o s a n d a d o ,
t o de tan grandiosas m a g n i f i c e n c i a s hubo de ser triste y g u i a d o s y c o n d u c i d o s por el divino historiador. Al con-
m o n ó t o n o . L a s aguas que serpeaban á t r a v é s de e s t a s sel- t e m p l a r en su c o n j u n t o l a s d i v e r s a s f a s e s de la obra del
v a s frondosísimas, y a r e c o g i d a s en rios c a u d a l o s o s , ya C r i a d o r , al p e n s a r en l a s l u c h a s terribles de l a s f u e r z a s de
d e r r a m a d a s , f o r m a n d o esteros y l a g u n a s , no retrataban la n a t u r a l e z a , en l o s m o m e n t o s de l u z y c l a r i d a d , de d e s -
los colores de n i n g u n a flor, ni siquiera el verde r a m a j e de orden y c o n f u s i o n con q u e l a h a ofrecido á nuestros o j o s
l a v e g e t a c i ó n que se desarrollaba en su seno. L o s dorados la p l u m a del s o b e r a n o escritor, s o b r e c ó g e s e el á n i m o d e
r a y o s del sol, i n c a p a c e s de penetrar a q u e l l a d e n s í s i m a at- a s o m b r o y a d m i r a c i ó n . ¡ C o n q u é orden describe el i n s p i -
m ó s f e r a , no difundían m á s que una t é n u e o p a c a claridad, rado autor los v a r i o s p e r í o d o s de la o b r a divina! ¡ Q u é a t e n -
q u e apenas p e r m i t í a v e r el tinte verdinegro de l a s plan- ción la s u y a en a c o m p a ñ a r en sus inciertos titubeantes
t a s que con tanta p u j a n z a se d e s e n v o l v í a n ; n i n g ú n ave pasos á e s a t i e r r a , objeto de s u s cariñosos c u i d a d o s , h a s t a
v e n i a á turbar ó á alegrar con su canto el s i l e n c i o de esta v e r l a al fin salir t r i u n f a n t e de l o s p e l i g r o s y contrastes
v e g e t a c i ó n ; y la v i d a a n i m a l , aunque m á s r i c a que la des- q u e á c a d a m o m e n t o la a m e n a z a n ! ¡Qué h a r m o n í a entre l a
a r r o l l a d a en los terrenos silúrico y d e v ó n i c o , a u n apenas narración b í b l i c a y l a s doctrinas científicas m á s s e g u r a s y
s e m a n i f e s t a b a f u e r a del fondo de l a s a g u a s , estando, por afianzadas! S o b r e t o d o , ¡cómo en e s t a m a r a v i l l o s a n a r r a -
c o n s i g u i e n t e , falta de los insectos, reptiles, a v e s y mamí- ción a p a r e c e i n c o m p a r a b l e m e n t e m a g n í f i c a l a a c c i ó n de
f e r o s que tanta b e l l e z a y variedad prestan á la naturaleza. a q u e l l a infinita E s e n c i a , principio y origen de t o d o , q u e
f u n d ó la tierra con sabiduría y afirmó l o s c i e l o s con i n t e -
A l estudiar esta é p o c a g e o l ó g i c a , tan extraordinaria en
ligencia J, c u y a eficacia y divino p o d e r t r a s p i r a en c a d a
la v i d a vegetal, no h a y quien no recuerde i n m e d i a t a m e n -
aliento de la v i d a del universo, y que preparó y h e r m o s e ó
te l a s palabras con q u e el escritor s a g r a d o describe el dia
tercero de la c r e a c i ó n . «Y d i j o D i o s , d i c e , j ú n t e n s e las 1 Prov. n i , 19.
e s t e t e m p l o v a s t í s i m o , i n c o n m e n s u r a b l e , d o n d e se e s c u l - bien í n t i m a , esencial y necesaria? ¿ R e p r e s e n t a n dos séries ú
pieron y se adoran sus d i v i n a s p e r f e c c i o n e s ! órdenes de a c o n t e c i m i e n t o s análogos, ó m á s bien u n o s m i s -
Y ahora, extendiendo la v i s t a al c a m i n o q u e n o s falta mos a c o n t e c i m i e n t o s desarrollados b a j o dos f a s e s , a s p e c t o s
q u e recorrer, c u a n d o e s t u d i a d a la obra de l o s tres p r i m e - ó puntos de v i s t a , ó d i g a m o s m e j o r b a j o su relación de p r i n -
ros dias g e n e s í a c o s , p a s a m o s la c o n s i d e r a c i ó n á la que se c i p i o y fin? E l modo de hablar de l o s a n t i g u o s e s c o l á s t i -
r e a l i z ó en los tres s i g u i e n t e s , no es p o s i b l e d e j a r de a d - cos, c o m o de a l g u n o s m o d e r n o s naturalistas, p a r e c e i n d i -
v e r t i r , m i r á n d o l o s en su c o n j u n t o , u n a c o r r e s p o n d e n c i a y c a r la p r i m e r a s u p o s i c i ó n , esto es, dos órdenes de f e n ó -
p a r a l e l i s m o s i n g u l a r entre una y otra p a r t e de la obra d i - menos completamente separados u n o s de o t r o s , q u e se
v i n a . P o r q u e si el p r i m e r dia v i b r a n l o s r a y o s de la luz, verifican s u c e s i v a m e n t e y están r e p r e s e n t a d o s por los seis
en el cuarto aparecen los cuerpos l u m i n o s o s , el s o l , la lu- d i a s de l a c r e a c i ó n ; m a s tal v e z el relato bíblico no se
n a y l a s estrellas; si en el s e g u n d o se s e p a r a n l a s a g u a s o p o n g a á considerarlos de distinta m a n e r a , esto e s , c o m o
i n f e r i o r e s de l a s s u p e r i o r e s y en medio se tiende el e s p a - c u a d r o s diferentes de u n o s m i s m o s órdenes de f e n ó m e n o s .
c i o ó a t m ó s f e r a respirable, en el quinto se m u e v e n en el S e g ú n e s t a opinion, q u e y a en el siglo p a s a d o sonó en l a s
f o n d o de l a s a g u a s los p e c e s del m a r , y v u e l a n por el e s c u e l a s católicas I, y que h o y se abre otra v e z c a m i n o for-
aire las a v e s del cielo; y finalmente, si en en el tercero sa- tificada con l o s a r g u m e n t o s que le prestan los a d e l a n t o s ,
le de entre las a g u a s la tierra y se c u b r e y v i s t e de p l a n - así bíblicos y e x e g é t i c o s , c o m o científicos y g e o l ó g i c o s , la
t a s , en el sexto se nos p r e s e n t a p o b l a d a de a n i m a l e s , p a - c o s m o g o n í a real podría reducirse á tres o p e r a c i o n e s c a p i -
ra c u y a h a b i t a c i ó n se h i z o la una y se p r e p a r a r o n l a s otras tales, con dos e x t r e m o s de principio y fin b a s t a n t e fijos,
p a r a su c o n s e r v a c i ó n y m a n t e n i m i e n t o . E s sabido q u e ad- d e t e r m i n a d o s y sensibles en c a d a uno de ellos; pero de
vertido por los doctores e s c o l á s t i c o s 1 este paralelismo m o d o que ni la p r i m e r a operacion se c o m p l e t a r a a n t e s de
entre a m b a s partes de la obra d i v i n a , la d i v i d i e r o n en dos, e m p e z a r la s e g u n d a , ni la s e g u n d a a n t e s de e m p e z a r la
u n a que l l a m a r o n opus distinctionis, en la c u a l los séres se t e r c e r a , sino q u e habiendo v e r d a d e r a sucesión en l o s prin-
f u e r o n f o r m a n d o y diferenciándose los u n o s de los otros, cipios de t o d a s (lo c u a l c o n s t i t u y e los tres p r i m e r o s c u a -
y otra opus omatus, en l a c u a l l l e g a r o n á la p e r f e c c i ó n que dros), la c o n t i n u a c i ó n de ellos f u e s e s i m u l t á n e a , viniendo
á c a d a uno de ellos en su especie l e e s t a b a s e ñ a l a d a . N i finalmente á d i s t i n g u i r s e de n u e v o en su t é r m i n o , lo c u a l
l o s m o d e r n o s han d e j a d o de reparar en este p a r a l e l o , d i g n o c o n s t i t u y e l o s tres c u a d r o s r e s t a n t e s . D e e s t a m a n e r a el
c i e r t a m e n t e de A q u é l q u e h a c e t o d a s l a s c o s a s en n ú m e r o ,
t i o n , g r a s s , h e r b , t r e e ; i n l i g h t , s u n , m o o n , s t a r s ; in l i í e f c o m t h e w a t e r , fish, bird, c r e a t u r e
p e s o y m e d i d a . E n v i s t a de esto c a b e p r e g u n t a r : e s t a har- o f l e n g t h ; i n l i f e f r o m the g r o u n d , w i l d b e a á t , c a t t l e , c r e e p i n g t h i n g . O v e r a l l t h i s l i f e
m a n i s c o n s t i t u d e d k i n g . ( S t u d y V I . p . 1 2 1 de l a p r i m e r a e d i c i ó n . )
m o n í a y c o r r e s p o n d e n c i a de f e n ó m e n o s ¿es p u r a m e n t e ex-
I E l p r i m e r o que e m i t i ó e s t a i d e a f u é a l p a r e c e r M i c h e l i s , p r o f e s o r de T e o l o g í a en l a
t r í n s e c a y c a s u a l , ó r í t m i c a , c o m o l a l l a m ó a l g u n o 2, ó m á s F a c u l t a d c a t ó l i c a de B r e s l a u , h á c i a fines del s i g l o p a s a d o ; m a s á l o que se p u e d e colegir
de lo q u e c i t a d e é l G ü t t l e r e n su o b r a Naturforschung und Bibel, parece que aquel docto

1 S t i T h o m a e S u m m T h e o l o g . p . i , q. LXX, a . I. e s c r i t o r c o n s i d e r ó y p r e s e n t ó l a d i v i s i ó n de l a obra d i v i n a de u n a m a n e r a i d e a l m á s bien


q u e real y e f e c t i v a . H á l e s e g u i d o d e c e r c a S c h u l t z , a c t u a l m e n t e p r o f e s o r d e F i l o s o f í a en
2 E s t e es R e y n o l d s , u n o de l o s a u t o r e s que h a n e x p u e s t o e s t e p a r a l e l i s m o c o n m á s
B r a u n s b e r g ; p e r o q u i e n h a p u e s t o e s t a c u e s t i ó n e n l a m a y o r c l a r i d a d , d e s e n v o l v i é n d o l a de
c o n c i s i o n y b e l l e z a . D i c e a s i en su o b r a The Supernatural in nature: «The arrangement
l a s n i e b l a s del i d e a l i s m o g e r m á n i c o , es n u e s t r o c o m p a ñ e r o e l P . J o s é U ñ a r t e , de l a C o m -
in Scripture is probably rhythmical, not scientific; w e h a w e not only six days apportio-
p a ñ í a de J e s ú s , e n u n a d o c t í s i m a d i s e r t a c i ó n m a n u s c r i t a que n o s h a f r a n q u e a d o , y á c u y a
n e d i n t o t h r e e t r i p l e t s , s o t h a t t h e w o r k of t h e first i s c o m p l e t e d i n t h e f o u r t h , t h a t o f
l e c t u r a n o s r e c o n o c e m o s d e u d o r e s , y a de l a i d e a á q u e se r e f i e r e e s t a n o t a , y a de a l g u n a s
t h e s e c o n d o n t h e fifth, a n d t h a t o f t h e t h i r d o n t h e s i x t h ; but t h e t w o t r i p l i c a t e s are
o t r a s e s p a r c i d a s en e l p r e s e n t e c a p í t u l o . Caique sutnn.
headed by the seventh or Sabbath day. T h e triplicates t h e m s e l v e s are triple: in v e g e t a -
dia cuarto v e n d r í a á ser c o m p l e m e n t o del p r i m e r o , el q u i n - r e s p e t a n d o l a c i e n c i a y la sinceridad de sus a u t o r e s , n o s
to del s e g u n d o , y el sexto del tercero. C o n esto, es claro p a r e c e que no a c a b a n de satisfacer á t o d o s los r e p a r o s , los
q u e l o s t r e s ú l t i m o s son paralelos á los p r i m e r o s , bien p a - cuales t i e n e n c o m p l e t a solucion en el s i s t e m a q u e h e m o s
ra r e s p o n d e r á la série real de sus principios, b i e n por el p r o p u e s t o . E n e f e c t o , siendo el dia quinto complemento
h e c h o de h a b e r s e terminado en este orden l a s tres c a p i t a - del s e g u n d o , y c o m p r e n d i e n d o a m b o s la m i s m a clase ú
l e s , ó l a s seis p a r c i a l e s operaciones. orden de f e n ó m e n o s , no e s extraño q u e t e r m i n a r a en éste
E s t a opinion, q u e h e r m e n é u t i c a m e n t e considerada p a - lo q u e e m p e z ó en a q u e l , y q u e l a c r e a c i ó n ó aparición de
rece a d m i s i b l e , tiene la v e n t a j a de resolver la m a y o r difi- los p e c e s e m p e z a r a r e a l m e n t e en el dia s e g u n d o , c o m o lo
c u l t a d q u e c o n t i e n e el relato bíblico de la c r e a c i ó n , y q u e d e m u e s t r a la g e o l o g í a , á u n c u a n d o no lo d i g a e x p r e s a -
c o n s i s t e e n que, s e g ú n el sentido aparente de la B i b l i a , m e n t e la S a g r a d a E s c r i t u r a . C o n esto se verificaria lo q u e
los p e c e s no a p a r e c e n en la e s c e n a del m u n d o h a s t a el dia sucede m u c h a s v e c e s en el t e x t o s a g r a d o , es á saber, q u e
q u i n t o , d e s p u e s de l a s plantas, por c o n s i g u i e n t e , las cua- un h e c h o científico claro e x p l i c a un l u g a r de l a E s c r i t u r a
l e s y a se m u e s t r a n en toda su l o z a n í a el dia tercero; orden oscuro, ó mejor, mal entendido é interpretado.
q u e e s t á en a b i e r t a contradicción con los datos g e o l ó g i c o s E n e s t a opinion, a d e m a s , se a l l a n a n y f a c i l i t a n , ó m á s
q u e p o n e n la e x i s t e n c i a de los a n i m a l e s m a r i n o s , no y a en bien, no tienen r a z ó n de ser l a s c u e s t i o n e s m o v i d a s sobre
el terreno p é r m i c o correspondiente al quinto dia, sino la significación de la p a l a b r a DT> yom, (dia) atribuyéndole
t a m b i é n en el carbonífero, en el d e v ó n i c o , en el silúrico y unos el sentido de período de v e i n t i c u a t r o h o r a s , y otros
áun t a l v e z en el c á m b r i c o y laurentino. N o i g n o r a m o s l a s el de t i e m p o ó e s p a c i o indefinido. E l yom hebreo, c o m o el
s o l u c i o n e s y s a l i d a s que se dan á esta dificultad I ; pero •r^spa g r i e g o y el dies latino, p o d r á en a l g ú n caso significar
temporada ó período de t i e m p o l a r g u í s i m o é i n d e t e r m i -
I S e g ú n P o z z y (La terre et le récit biblique de la création, 1. m , c. i v , p . 323), esta e s nable; pero darle este s i g n i f i c a d o en la n a r r a t i v a de la
«una de l a s d i f i c u l t a d e s m á s s é r i a s c o n que h a t r o p e z a d o h a s t a a h o r a l a c o n c i l i a c i ó n de
l a B i b l i a y de l a g e o l o g í a ; » y p o r l o m i s m o e s de e x t r a ñ a r n o v e r l a m e n c i o n a d a , ó por lo- creación, p a r e c e i n c o n v e n i e n t e y á u n arbitrario y g r a t u i t o .
m é n o s t r a t a d a , s e g ú n r e q u i e r e su i m p o r t a n c i a , por l o s que se h a n o c u p a d o m á s d i r e c t a - «Quien quiera, dice el D r . R e u s c h x, q u e no sea a b s o l u -
m e n t e e n d i c h a c o n c i l i a c i ó n . A q u e l d o c t o e s c r i t o r , s i n t i e n d o su f u e r z a , l a e x p o n e en los
s i g u i e n t e s t é r m i n o s : « E n e f f e c t , ¿que dit l a B i b l e , q u e s e m b l e - t - e l l e d i r e t o u t a u m o i n s d'a- t a m e n t e p e r e g r i n o en el c o n o c i m i e n t o de la l e n g u a h e b r e a
p r è s n o s v e r s i o n s ? Q u e l e s p l a n t e s et l e s a r b r e s f u r e n t créés le t r o i s i è m e j o u r , l e s p o i s - y enlaexegesis b í b l i c a , no p u e d e m é n o s de sonreírse al
sons s e u l e m e n t le c i n q u i è m e . O r la géologie nous montre l'âge des poissons, ou période
d e v o n i e n n e p r é c é d a n t l ' â g e des p l a n t e s h o u i l l è r e s , o u p é r i o d e c a r b o n i f è r e . A i n s i c e qus l a oir afirmar con seriedad q u e la p a l a b r a hebrea yom no sig-
B i b l e m e t a v a n t , l a g é o l o g i e l e m e t après, et vice-versa; l e d é s a c o r d e s t donc c o m p l e t . » nifica dia s o l a m e n t e , esto es, un período l i m i t a d o de t i e m -
E s t e S r . P o z z y r e s u e l v e l a dificultad d i c i e n d o q u e e n ' e l q u i n t o d i a l a B i b l i a h a b l a de l a
c r e a c i ó n d e l o s m o n s t r u o s y g r a n d e s a n i m a l e s m a r i n o s , y n o de l o s p e c e s en g e n e r a l , l o s po, sino un e s p a c i o m á s l a r g o é indeterminable.» Y n o s -
c u a l e s f u e r o n c r e a d o s , d i c e e s t e a u t o r , e n e l p r i m e r d i a , que s e g ú n él d e b e c o n t a r s e d e s d e otros a ñ a d i r e m o s á tan discreta observación del docto
l a s p a l a b r a s Spiritus Dei ferebatur s::per aguas, y n o desde dixitque Deus, c o m o opina
l a m a y o r p a r t e 6 l a t o t a l i d a d de l o s e x p o s i t o r e s . P r e s c i n d i e n d o d e l t r a s t o r n o de l a s i m e - a l e m a n , q u e pretender con e s t a e x p l i c a c i ó n r e s o l v e r y a h u -
t r í a q u e r e s u l t a e n e l t e x t o s a g r a d o de l a i n t e r p r e t a c i ó n de P o z z y , el a r g u m e n t o p r i n c i - y e n t a r , c o m o con m i s t e r i o s o t a l i s m a n , l a s dificultades q u e
p a l c o n q u e p r e t e n d e a p o y a r su t e o r í a , p a r e c e de p o c o v a l o r ; pues l a p a l a b r a h e b r e a y ^ U
n o s i g n i f i c a reptiles de respiración pulmonar, dotados de habitudes aquáticas ó animales ofrece el texto s a g r a d o , es no entender la esencia de e s t a s
anfibios, c o m o d e s e a r í a P o z z y , s i n o c o m o d i c e G e s e n i u s ( T h e s . p . 1482) reptilia, aquati— dificultades. Si h a y dificultad de i m p o r t a n c i a en el texto
lia minora, ó s e g ú n W i n e r Í L e x i c . m a n . p. 1028), bestioles quibus vel mare vel terra sea-
tet, q u e es p r e c i s a m e n t e l o c o n t r a r i o de lo que h a b i a de s i g n i f i c a r p a r a s a c a r v e r d a d e r a l a s a g r a d o , no consiste p r e c i s a m e n t e en l a n e c e s i d a d de a d -
t e o r í a ó e x p l i c a c i ó n de P o z z y .
x La Bible et h ni, ture, p . i ; o d ; l a t r » c u : c i > n f r a n c é s i.
m i t i r u n período de t i e m p o m á s l a r g o que el de v e i n t i c u a - v e g e t a c i ó n m a r a v i l l o s a , durando por siglos, al p a s o que
tro h o r a s p a r a la f o r m a c i o n de los terrenos, y de los v e - a c u m u l a b a sobre el s u e l o c a p a s e s p e s í s i m a s de m a t e r i a s
g e t a l e s y a n i m a l e s que aparecen en la escena del m u n - o r g á n i c a s , p u r i f i c a b a l a a t m ó s f e r a , absorbiendo y a s i m i -
d o , sino m á s bien en l a m a n e r a , en el orden y s u c e s i ó n lándose l o s m i a s m a s m i n e r a l e s que t u r b a b a n s u t r a s p a -
c o n q u e a p a r e c e n estos séres ú o b j e t o s . r e n c i a . E n t a n t o el a s t r o central, del cual se h a b i a des-
N o debe h a b e r inconveniente ó dificultad en c o n c e d e r , prendido la tierra, c o n t i n u a b a su l e n t a e l a b o r a c i ó n e m p e -
a n t e s e s de todo punto necesario admitir, que el yom h e - z a d a el dia p r i m e r o , y así c o m o a n t e s de que se d e s g a j a -
breo significa dia natural; pero así como d e c í a m o s al prin- r a de él la tierra, y a h a b i a a b a n d o n a d o l a s m a s a s mate-
cipio de este capítulo que la s e m a n a de la creación es tipo riales q u e f o r m a r o n l o s p l a n e t a s N e p t u n o , U r a n o , J ú p i -
de la s e m a n a del h o m b r e , así el dia divino corresponde al ter y M a r t e , y otros asteroides y satélites, así d e s p u e s de
h u m a n o y e s su s í m b o l o ó contraparte; y cuando se dice l a f o r m a c i o n de la tierra, c o n d e n s á n d o s e c a d a v e z m á s ,
dia p r i m e r o , s e g u n d o , tercero, etc., d e b e m o s entenderlo a b a n d o n ó p r i m e r o la m a s a material q u e f o r m ó el p l a n e t a
así c o m o suena, pero teniendo en cuenta la razón s i m b ó - Vénus, y m á s a d e l a n t e la de M e r c u r i o , y si h a y a l g ú n
lica y r e p r e s e n t a t i v a de estas l o c u c i o n e s . P o r donde, aun- c u e r p o m á s q u e f o r m e parte de n u e s t r o s i s t e m a . Y m i e n -
q u e la p a l a b r a dia d e n o t a espacio de veinticuatro h o r a s , en tras q u e la tierra e x p e r i m e n t a b a l a s a s o m b r o s a s r e v o l u -
el relato de la c r e a c i ó n puede no denotarlo y t o m a r s e me- c i o n e s interiores y s u p e r f i c i a l e s de los dias s e g u n d o y ter-
t a f ó r i c a m e n t e . E n resolución, como el dia de l a s e m a n a cero, la m a s a í g n e a del sol, r e d u c i d a cada v e z á m e n o r
del h o m b r e e s p a r t e de esta, así son partes de la s e m a n a tamaño, flechaba m á s v i v o s los r a y o s de su claridad, q u e
d i v i n a los d i a s de la creación, y como t a l e s deben m i r a r - v e n c i e n d o al fin la b r u m a de n u e s t r a a t m ó s f e r a , p e n e t r a -
se. E n este c a s o , c o m o se ve, las cosas se g e n e r a l i z a n b a n h a s t a el s u e l o , i l u m i n a n d o con su dorado e s p l e n d o r
m á s , y el e x e g e t a se libra de una porcion de dificultades y a q u e l l a tierra q u e , triste y a s o m b r a d a h a s t a e n t o n c e s , v a á
p o r m e n o r e s , q u e s o n l a s que m á s enredan en d i s c u s i o n e s s e r h e r m o s e a d a en a d e l a n t e con su e f i c a z y s o b e r a n a i n -
de e s t a c l a s e . fluencia.
M a s d e j a n d o á un lado esta materia que, a u n q u e i m - T a l a p a r e c e s o b r e el horizonte el rey de n u e s t r o s i s t e -
p o r t a n t í s i m a p a r a l o que intentamos en este capítulo, e s á m a ; tal extiende su m a j e s t u o s a m i r a d a sobre n u e s t r o g l o -
s a b e r , la c o n c i l i a c i ó n del relato bíblico con los h e c h o s bo, y c u a n d o , d e s p u e s de i l u m i n a r el h e m i s f e r i o , p a s a á
g e o l ó g i c o s , es p u n t o m e r a m e n t e opinable, y c o m o tal lo l a otra b a n d a del m u n d o para i l u m i n a r otras p a r t e s de s u s
p r o p o n e m o s ; s i g a m o s comparando una y otra historia de d o m i n i o s ; c u a n d o p a r e c e q u e las t i n i e b l a s a m e n a z a n s u -
la c r e a c i ó n del u n i v e r s o , esto es, la referida por el i n s p i - m i r otra v e z á la tierra en el desorden y c o n f u s i o n de que
rado escritor, y la e s t a m p a d a con caractéres indelebles en h a b i a salido, una s u a v e a p a c i b l e claridad s u c e d e á los res-
el libro de la n a t u r a l e z a . p l a n d o r e s del dia, y el d i s c o plateado de la l u n a , r o d e a d o
H e m o s visto c ó m o en el tercer dia ó período de la crea- del c e n t e l l e a n t e e j é r c i t o de l a s estrellas, se l e v a n t a en el
ción, la v i d a v e g e t a l , si bien representada por un n ú m e r o firmamento, p a r a s e ñ o r e a r en el sereno e s p a c i o de la
de g é n e r o s y e s p e c i e s m e n o r que el que puebla a c t u a l - n o c h e . Y estos dos g r a n d e s l u m i n a r e s , c u y a a p a r i c i ó n en
m e n t e el g l o b o , adquirió desarrollo extraordinario. E s t a el teatro del m u n d o h u b o de influir e f i c a c í s i m a m e n t e en el
desarrollo de l a v i d a y en la d e t e r m i n a c i ó n de l o s climas-
reptil a l a d o , e s p e c i e de dragón v o l a n t e q u e a l c a n z a b a á v e -
y e s t a c i o n e s , s e g ú n c o n v i e n e n en r e c o n o c e r l o t o d o s l o s
c e s extraordinaria longitud; el m e g a l o s a u r o , con un c u e r -
g e ó l o g o s , son al propio t i e m p o d e s t i n a d o s por D i o s para
p o l a r g o de c e r c a de v e i n t e metros; el r a n f o r i n c o , el h i -
q u e s i r v a n al h o m b r e , t é r m i n o final y c ú s p i d e de la c r e a -
l e o s a u r o y otras m i l e s p e c i e s á c u a l m á s e x t r a ñ a s y des-
c i ó n , c o m o de m e d i d a s y r e g u l a d o r e s de l a s é p o c a s , a ñ o s
c o m u n a l e s , que ora se m u e v e n en el f o n d o de l o s mares,
y d i a s , y otras n e c e s i d a d e s de su v i d a p o l í t i c a y c i v i l ; pro-
ora salen á la tierra, y suben á v e c e s á la región del a i r e .
v i d e n c i a a d m i r a b l e q u e nos refiere el s a g r a d o historiador
A q u e l l a fué en v e r d a d la é p o c a de los m o n s t r u o s m a r i n o s ,
en e s t a s p a l a b r a s : «Y dijo D i o s : S e a n l u m b r e r a s en la
y no p u e d e c i e r t a m e n t e describirse m e j o r q u e con l a s p a -
e x p a n s i o n de l o s c i e l o s , para a p a r t a r el d i a y l a n o c h e , y
l a b r a s con q u e la describe el historiador s a g r a d o . «Y d i j o
s e a n p o r s e ñ a l e s y p a r a l a s e s t a c i o n e s , y p a r a d i a s y años;
D i o s : P r o d u z c a n l a s a g u a s reptil de a n i m a l v i v i e n t e , y
y sean p o r l u m b r e r a s en la e x p a n s i o n de l o s c i e l o s para
a v e s q u e v u e l e n sobre la tierra, en la a b i e r t a expansión
a l u m b r a r sobre la tierra; y fué a s í . E h i z o D i o s l a s d o s
d e los cielos. Y crió D i o s l a s g r a n d e s b a l l e n a s , y toda
g r a n d e s l u m b r e r a s , la l u m b r e r a m a y o r , p a r a que señorea-
c o s a v i v a q u e a n d a arrastrando, q u e l a s a g u a s p r o d u j e r o n
se en el dia, y l a l u m b r e r a m e n o r , p a r a q u e s e ñ o r e a s e en
s e g ú n su g é n e r o , y t o d a a v e a l a d a s e g ú n su e s p e c i e . Y
la n o c h e ; h i z o t a m b i é n l a s e s t r e l l a s , y p ú s o l a s D i o s en la
vió D i o s que esto era bueno. Y D i o s los b e n d i j o d i c i e n d o :
e x p a n s i o n de los c i e l o s , para a l u m b r a r sobre la tierra y
F r u c t i f i c a d y m u l t i p l i c a d , y penetrad l a s a g u a s en l o s m a -
p a r a señorear en el dia y en la n o c h e , y p a r a a p a r t a r la
r e s y l a s a v e s se m u l t i p l i q u e n en la tierra. Y f u é la t a r d e
l u z y l a s t i n i e b l a s ; y v i ó D i o s q u e esto e r a b u e n o . Y f u é
y la m a ñ a n a del dia quinto.«
l a tarde y la m a ñ a n a del dia cuarto.»
L a s e s p e c i e s a n i m a l e s y v e g e t a l e s del período s e c u n d a -
L a i n f l u e n c i a del calor solar sobre l a t i e r r a , s i e n d o c a d a rio ó m e s o z o i c o distaban a ú n m u c h o de l a s q u e a c t u a l -
v e z m á s v i v a y e f i c a z , señaló el fin del p r i m e r p e r í o d o del m e n t e habitan la tierra, y sólo en a l g u n o q u e otro i n d i v i -
desarrollo de l a v i d a o r g á n i c a en n u e s t r o g l o b o , y d e t e r - duo d e j a b a n prever el f u t u r o d e s e n v o l v i m i e n t o de la v i d a .
m i n ó el p r i n c i p i o del s e g u n d o , l l a m a d o m e s o z o i c o ó inter- E n el principio de la é p o c a terciaria, correspondiente al
m e d i a r i o , por ser m e d i o entre el d e s e n v o l v i m i e n t o que dia sexto del G é n e s i s , en los terrenos l l a m a d o s e o c e n o s ,
t u v o en la edad ó período del s e g u n d o dia, y el q u e h a de a p a r e c e n l o s m a m í f e r o s , r e u n i d o s en g r a n d e s r e b a ñ o s y
t e n e r en el s e x t o , en l a s épocas t e r n a r i a y c u a t e r n a r i a . E n s u r c a n d o la tierra en t o d a s s u s l a t i t u d e s : el paleoterio,
este período, en l o s t e r r e n o s t r i á s i c o , j u r á s i c o y cretáceo a n i m a l h e r b í v o r o , ^ v a r i a d a s d i m e n s i o n e s ; el a n o p l o t e r i o ,
y s u s s u b d i v i s i o n e s , a d e m a s de l a s i n n u m e r a b l e s e s p e c i e s especie de h i p o p ó t a m o , a l g o parecido al c a b a l l o , a u n q u e
de a n i m a l e s inferiores q u e se d i s p u t a n el i m p e r i o del a g u a , de p i e r n a s m á s cortas; el ágil y g r a c i o s o x i f o d o n , y otras
d e l aire y de la t i e r r a , a p a r e c e n m o n s t r u o s de desmesu- e s p e c i e s a n á l o g a s de diferentes f o r m a s y t a m a ñ o s . E n el
rada g r a n d e z a ; el e n o r m e i c h t h y o s a u r o , de o c h o á diez m i o c e n o h á l l a n s e k>s restos del dinoterio, bestia terrible, es-
m e t r o s de l o n g i t u d , anfibio, c e t á c e o por s u s e x t r e m i d a d e s , p e c i e de f o c a ó elefante, de sei s metros de a l t u r a , q u e a r -
p e z p o r el c u e r p o y l a g a r t o por l a c o l a y c a b e z a ; el plesio- m a d a de d u r í s i m a s q u i j a d a s de marfil, hiende el suelo p a -
s a u r o , t a n g r a n d e y extraño c o m o el a n t e r i o r , pero que ra extraer l a s r a i c e s , que son su a l i m e n t o ; del m e g a t e r i o ,
d e b i a m o r a r p r i n c i p a l m e n t e en l o s m a r e s ; el p t e r o d á c t i l o , m o n t a ñ a de c a r n e , c u y o s restos a p a r e c e n en nuestro M u -
seo de H i s t o r i a N a t u r a l ; del milodonte, de h o c i c o d i s f o r m e variedad y e s p l e n d o r á la n a t u r a l e z a , reina en g r a n parte
y u ñ a s d e s c o m u n a l e s ; del m a s t o d o n t e , m a y o r que el e l e - del g l o b o una t e m p e r a t u r a a p a c i b l e ; c u a n d o l a s p l a n t a s ,
f a n t e a c t u a l , y de otras e s p e c i e s de g r a n d e z a d e s m e s u r a d a , l o s árboles, la v e g e t a c i ó n m á s r i c a y floreciente, esmaltan
q u e t e n í a n su v i v i e n d a en l o s b o s q u e s ; y en a l g u n a s partes de v e r d o r l o s c a m p o s y l o s collados, c u a n d o d i s c u r r e n por
del g l o b o , c o m o en A u s t r a l i a y M a d a g a s c a r , h á n s e h a l l a d o la tierra l a s e s p e c i e s de a n i m a l e s m á s h e r m o s a s y ú t i l e s ;
a v e s g i g a n t e s c a s c o m o el d i n o r m i s , el dronte y el epior- en aquel dia y m o m e n t o s o l e m n e d i j o D i o s : « H a g a m o s al
n i s , de m á s de t r e s m e t r o s de altura. h o m b r e á n u e s t r a i m á g e n , c o n f o r m e á nuestra s e m e j a n z a ,
G r a n d e s r e v o l u c i o n e s y trastornos continúan a ú n a g i - y señoree en l o s p e c e s de la m a r y en l a s a v e s de los cie-
t a n d o y m o d i f i c a n d o la e s t r u c t u r a del g l o b o ; al c o m p á s los, y en l a s b e s t i a s y en t o d a la tierra y en todo a n i m a l
m o d i f í c a s e t a m b i é n la v i d a , así v e g e t a l c o m o a n i m a l ; p e - q u e ande arrastrando sobre la tierra. Y crió D i o s al h o m -
r e c e n u n a s e s p e c i e s y se p r e s e n t a n otras n u e v a s , pero c a - bre á su i m á g e n ; á i m á g e n de D i o s lo crió; m a c h o y h e m -
d a v e z m á s s e m e j a n t e s á l a s a c t u a l e s ; y en el período que bra l o s crió. Y l o s b e n d i j o D i o s y d í j o l e s D i o s : fructificad
f o r m a la t r a n s i c i ó n entre la é p o c a ternaria y la c u a t e r n a - y m u l t i p l i c a d y h e n c h i d la tierra, y s o j u z g a d l a , y señoread
ria, a p a r e c e el m a m m o u t h , e s p e c i e de elefante cubierto en los p e c e s del m a r y en l a s a v e s del cielo y en t o d a s l a s
de v e l l o ó l a n a , c u y o s r e s t o s han sido tal v e z encontrados bestias que se m u e v e n sobre la tierra Y vió D i o s todo
dentro de l a s n i e v e s ó h i e l o s de S i b e r i a , y q u e no pocos lo que h a b i a h e c h o , y he aquí q u e e r a b u e n o en g r a n m a -
naturalistas c r e e n q u e v i v i ó en los p r i m e r o s siglos de nera. Y f u é la t a r d e y la m a ñ a n a del d i a sexto Y fue-
n u e s t r a era, y á u n que v i v e t o d a v í a en l a s r e g i o n e s i n e x - ron a c a b a d o s los cielos y la tierra y todo su o r n a m e n t o . »
p l o r a d a s del P o l o B o r e a l ; el b o s p r i m i g e n i u s , de enorme A s í c o n c l u y e el s a g r a d o historiador la r e l a c i ó n de la
c a b e z a ; el c e r v u s m e g a c e r o s , el u r s u s speleus y otras es- obra creadora ó f o r m a d o r a del u n i v e r s o , relación a d m i r a -
p e c i e s , de e l l a s c a r n í v o r a s , de ellas h e r b í v o r a s , pero muy ble, llena de m a j e s t a d y g r a n d e z a d i v i n a , y tan c o n f o r m e
p a r e c i d a s á las a c t u a l e s . A e s t a f a u n a se a p l i c a con ad- con lo q u e n o s r e v e l a a c e r c a de esta m i s m a obra el e s t u -
m i r a b l e propiedad lo q u e d i c e el texto s a g r a d o del dia sex- dio de la n a t u r a l e z a , q u e c u a n t o m á s se c o m p a r a n y e s t u -
t o de l a c r e a c i ó n : «Y d i j o D i o s : P r o d u z c a la tierra séres dian a m b a s r e l a c i o n e s , m á s v e r d a d e r a a p a r e c e a q u e l l a pa-
v i v i e n t e s , s e g ú n su g é n e r o ; b e s t i a s y serpientes y a n i m a - labra de uno de los h o m b r e s m á s s á b i o s de n u e s t r o s t i e m -
l e s d é l a tierra, s e g ú n su e s p e c i e , y f u é así: hizo D i o s ani- pos: «O el autor del s a g r a d o texto de la c r e a c i ó n p o s e í a
m a l e s de la tierra s e g ú n su g é n e r o , y g a n a d o s e g ú n su es- un c o n o c i m i e n t o de la n a t u r a l e z a tan p e r f e c t o c o m o el que
p e c i e , y todo a n i m a l que a n d a arrastrando sobre la tierra se- se g o z a en n u e s t r a e d a d , ó e s t a b a inspirado por c i e n c i a
g ú n su e s p e c i e , y v i ó D i o s q u e esto era bueno.» sobrenatural.»
F i n a l m e n t e , c o n c l u i d a l a o b r a de la c r e a c i ó n , cuando
l a tierra, d e s p u e s de p a s a r por e s p a n t o s a s catástrofes y
c o n v u l s i o n e s , h a t o m a d o y a l a f o r m a q u e e r a m á s conve-
n i e n t e al fin á q u e la d e s t i n a b a la D i v i n a P r o v i d e n c i a ; cuan-
d o l e v a n t a d o s l o s c o n t i n e n t e s , h u n d i d o s los m a r e s , e s t a -
b l e c i d o s los c l i m a s q u e d i f e r e n c i a n d o l a s estaciones, dan
de d i s c u s i o n e s , h a d a d o l u g a r á m a y o r e s d e b a t e s y al-
t e r c a d o s a c e r c a de sus r e l a c i o n e s c o n l a f e , que l a d i c h a
c o n t r o v e r s i a de l a c r e a c i ó n ó formación de l a t i e r r a . E s t a
C A P Í T U L O XV. c u e s t i ó n es l a que s e refiere al o r i g e n de l a s e s p e c i e s , ora
v e g e t a l e s , o r a a n i m a l e s , que h a n v i v i d o y s e h a n d e s a r r o -
l l a d o en n u e s t r o g l o b o . N o h a y q u i e n n o h a y a oido h a b l a r
OBJECIONES C I E N T Í F I C A S . — E V O L U C I O N DE LAS ESPE-
d e l Darvinismo, de l a selección natural, de l a lucha por la
CIES. ORÍGEN D E L HOMBRE. SU ESTADO PRIMITIVO.
existencia, d e la d o c t r i n a de l a evolucion, y de otras h i p ó -
LA CRONOLOGÍA B Í B L I C A . DILUVIO UNIVERSAL.
tesis m á s ó ménos diversas unas de otras, pero que todas
tienden á demostrar cómo los séres organizados provienen
EVOLUCION DE LAS ESPECIES.
de u n n ú m e r o m u y l i m i t a d o de e s p e c i e s , q u e á su v e z se

N el c a p í t u l o a n t e r i o r , al d e s e n v o l v e r l o s p r o - r e d u c e n á u n solo t i p o y á u n solo s é r , o r i g e n de t o d a l a

blemas gravísimos que propone á nuestra in- v i d a e s p a r c i d a en el u n i v e r s o . A c e r c a de e s t a s t e o r í a s v a -

t e l i g e n c i a el e s t u d i o d e l o r d e n c o n q u e f u e r o n m o s á decir breves palabras, considerándolas principal-

a p a r e c i e n d o l o s séres e n l a e s c e n a del univer- mente en l o que s e refiere á su c o r r e s p o n d e n c i a c o n l a s

so, hemos visto como no hay la más leve contradic- v e r d a d e s de l a f e , p u n t o que d e b e m o s t e n e r e s p e c i a l m e n t e

c i ó n , a n t e s c o r r e s p o n d e n c i a a d m i r a b l e e n t r e l o que nos p r e s e n t e e n este e n s a y o .

dicen acerca de este p u n t o l a s e n s e ñ a n z a s de l a f e y lo E l año de 1 8 5 9 p u b l i c ó C á r l o s D a r w i n su f a m o s o l i b r o


que puede conocerse á la l u z de l o s descubrimientos s o b r e e l origen de las especies, d o n d e d e s a r r o l l ó la h i p ó t e -
científicos m á s autorizados. E s t e estudio, aunque impor- s i s ó d o c t r i n a de l a evolucion. E s t a teoría no era nueva,
tantísimo, n o e s , sin e m b a r g o , el q u e m á s a p a s i o n a hoy p u e s h a c í a l a r g o s a ñ o s q u e s o n a b a en l a s e s c u e l a s ; ni á u n
á l o s c u l t i v a d o r e s de l a s c i e n c i a s n a t u r a l e s , c o m o l o s apa- t e n í a e l m é r i t o de ser e x p u e s t a p o r su n u e v o a p o l o g i s t a c o n
s i o n a b a h a c e t r e i n t a ó c u a r e n t a a ñ o s , c u a n d o l o s adelan- l a c l a r i d a d , v i g o r de e s t i l o ó e l o c u e n c i a q u e p o d i a n h a c e r -
t a m i e n t o s de l a g e o l o g í a r e v e l a b a n n u e v o s m u n d o s de sé- l a e s p e c i a l m e n t e r e c o m e n d a b l e ; p e r o c o m o habent sua fata
r e s q u e e n t i e m p o s a n t i q u í s i m o s p o b l a r o n l a t i e r r a , y que libelli, el de D a r w i n c o n s i g u i ó l e v a n t a r t a n g r a n c l a m o r e o
juntamente con el o r d e n y d i s p o s i c i ó n d e l o s t e r r e n o s , de a p l a u s o s y r e p r o b a c i o n e s , que p o r m u c h o t i e m p o a p e -
l a m a n e r a d e s u c o m p o s i c i o n y el t i e m p o q u e i n d i c a b a n n a s se h a b l a b a de otra c o s a en l a s A c a d e m i a s , A t e n e o s y
h a b e r s e p a s a d o e n su formación y estructura empeñaban c í r c u l o s c i e n t í f i c o s que de l a f a m o s a teoría, no s i e n d o l o s
vivamente la curiosidad y daban lugar á profundos estu- m é n o s f o g o s o s y a r r i s c a d o s en h a b l a r , d i s e r t a r y e s c r i b i r
d i o s é i n v e s t i g a c i o n e s a c e r c a de l a h a r m o n í a entre l a cien- s o b r e e l l a ( c o m o s u c e d e g e n e r a l m e n t e ) , l o s que m é n o s de-
c i a y l a f e , e n l o q u e e n s e ñ a n u n a y o t r a sobre l a for- r e c h o t e n í a n á h a c e r l o , es á s a b e r , l o s que m é n o s l a e n -
m a c i ó n y poblacion de nuestro globo. Otra cuestión más t e n d í a n . N o es d e c i b l e lo q u e se e s c r i b i ó , h a b l ó y d i s e r t ó ,
alta, m á s o s c u r a y trascendental, agita h o y las inteligen- y sigue hablándose y escribiéndose sobre el particular,
cias; y como no h a sido siempre tratada con la pruden- d á n d o s e c o n esto o c a s i o n , c o m o es n a t u r a l , á d i s c u s i o n e s
c i a , s a b i d u r í a y s i n c e r i d a d que d e b e l l e v a r s e e n e s t a clase v e h e m e n t e s , y á l a e n u n c i a c i ó n de b e l l a s t e o r í a s y de n o
de d i s c u s i o n e s , h a d a d o l u g a r á m a y o r e s d e b a t e s y al-
t e r c a d o s a c e r c a de sus r e l a c i o n e s c o n l a f e , que l a d i c h a
c o n t r o v e r s i a de l a c r e a c i ó n ó formación de l a t i e r r a . E s t a
C A P Í T U L O XV. c u e s t i ó n es l a que s e refiere al o r i g e n de l a s e s p e c i e s , ora
v e g e t a l e s , o r a a n i m a l e s , que h a n v i v i d o y s e h a n d e s a r r o -
l l a d o en n u e s t r o g l o b o . N o h a y q u i e n n o h a y a oido h a b l a r
OBJECIONES C I E N T Í F I C A S . — E V O L U C I O N DE LAS ESPE-
d e l Darvinismo, de l a selección natural, de l a lucha por la
CIES. ORIGEN D E L HOMBRE. SU ESTADO PRIMITIVO.
existencia, d e la d o c t r i n a de l a evolucion, y de otras h i p ó -
LA CRONOLOGÍA B Í B L I C A . DILUVIO UNIVERSAL.
tesis m á s ó ménos diversas unas de otras, pero que todas
tienden á demostrar cómo los séres organizados provienen
EVOLUCION DE LAS ESPECIES.
de u n n ú m e r o m u y l i m i t a d o de e s p e c i e s , q u e á su v e z se

N el c a p í t u l o a n t e r i o r , al d e s e n v o l v e r l o s p r o - r e d u c e n á u n solo t i p o y á u n solo s é r , o r i g e n de t o d a l a

blemas gravísimos que propone á nuestra in- v i d a e s p a r c i d a en el u n i v e r s o . A c e r c a de e s t a s t e o r í a s v a -

t e l i g e n c i a el e s t u d i o d e l o r d e n c o n q u e f u e r o n m o s á decir breves palabras, considerándolas principal-

a p a r e c i e n d o l o s séres e n l a e s c e n a del univer- mente en l o que s e refiere á su c o r r e s p o n d e n c i a c o n l a s

so, hemos visto como no hay la más leve contradic- v e r d a d e s de l a f e , p u n t o que d e b e m o s t e n e r e s p e c i a l m e n t e

c i ó n , a n t e s c o r r e s p o n d e n c i a a d m i r a b l e e n t r e l o que nos p r e s e n t e e n este e n s a y o .

dicen acerca de este p u n t o l a s e n s e ñ a n z a s de l a f e y lo E l año de 1 8 5 9 p u b l i c ó C á r l o s D a r w i n su f a m o s o l i b r o


que puede conocerse á la l u z de l o s descubrimientos s o b r e e l origen de las especies, d o n d e d e s a r r o l l ó la h i p ó t e -
científicos m á s autorizados. E s t e estudio, aunque impor- s i s ó d o c t r i n a de l a evolucion. E s t a teoría no era nueva,
tantísimo, n o e s , sin e m b a r g o , el q u e m á s a p a s i o n a hoy p u e s h a c í a l a r g o s a ñ o s q u e s o n a b a en l a s e s c u e l a s ; ni á u n
á l o s c u l t i v a d o r e s de l a s c i e n c i a s n a t u r a l e s , c o m o l o s apa- t e n í a e l m é r i t o de ser e x p u e s t a p o r su n u e v o a p o l o g i s t a c o n
s i o n a b a h a c e t r e i n t a ó c u a r e n t a a ñ o s , c u a n d o l o s adelan- l a c l a r i d a d , v i g o r de e s t i l o ó e l o c u e n c i a q u e p o d í a n h a c e r -
t a m i e n t o s de l a g e o l o g í a r e v e l a b a n n u e v o s m u n d o s de sé- l a e s p e c i a l m e n t e r e c o m e n d a b l e ; p e r o c o m o habení sua fata
r e s q u e e n t i e m p o s a n t i q u í s i m o s p o b l a r o n l a t i e r r a , y que libelli, el de D a r w i n c o n s i g u i ó l e v a n t a r t a n g r a n c l a m o r e o
juntamente con el o r d e n y d i s p o s i c i ó n d e l o s t e r r e n o s , de a p l a u s o s y r e p r o b a c i o n e s , que p o r m u c h o t i e m p o a p e -
l a m a n e r a d e s u c o m p o s i c i o n y el t i e m p o q u e i n d i c a b a n n a s se h a b l a b a de otra c o s a en l a s A c a d e m i a s , A t e n e o s y
h a b e r s e p a s a d o e n su formación y estructura empeñaban c í r c u l o s c i e n t í f i c o s que de l a f a m o s a teoría, no s i e n d o l o s
vivamente la curiosidad y daban lugar á profundos estu- m é n o s f o g o s o s y a r r i s c a d o s en h a b l a r , d i s e r t a r y e s c r i b i r
d i o s é i n v e s t i g a c i o n e s a c e r c a de l a h a r m o n í a entre l a cien- s o b r e e l l a ( c o m o s u c e d e g e n e r a l m e n t e ) , l o s que m é n o s de-
c i a y l a f e , e n l o q u e e n s e ñ a n u n a y o t r a sobre l a for- r e c h o t e n í a n á h a c e r l o , es á s a b e r , l o s que m é n o s l a e n -
m a c i ó n y poblacion de nuestro globo. Otra cuestión más t e n d í a n . N o es d e c i b l e lo q u e se e s c r i b i ó , h a b l ó y d i s e r t ó ,
alta, m á s o s c u r a y trascendental, agita h o y las inteligen- y sigue hablándose y escribiéndose sobre el particular,
cias; y como no h a sido siempre tratada con la pruden- d á n d o s e c o n esto o c a s i o n , c o m o es n a t u r a l , á d i s c u s i o n e s
c i a , s a b i d u r í a y s i n c e r i d a d que d e b e l l e v a r s e e n e s t a clase v e h e m e n t e s , y á l a e n u n c i a c i ó n de b e l l a s t e o r í a s y de n o
m é n o s g r á v e s e r r o r e s y desatinos. N o h a c e , ni es necesario,
su obra La descendencia del hombre), no contenia p r i n c i p i o
á n u e s t r o p r o p ó s i t o , entrar en el e x á m e n de estas doctri-
a l g u n o q u e se o p u s i e s e á la doctrina r e v e l a d a ; que la t e o -
n a s , c o m o t a m p o c o a v e r i g u a r lo que p u e d a n tener de ver-
ría p o d í a ser f a l s a , pero en sí no era contraria al d o g m a
dadero y a c e p t a b l e , e x a m i n a d a s á la l u z de una i n v e s t i g a -
cristiano, y q u e por c o n s i g u i e n t e debia ser d e f e n d i d a ó re-
c i ó n m i n u c i o s a y desapasionada; pero c o m o a q u í t r a t a m o s
f u t a d a sin h a c e r i n t e r v e n i r en la d i s c u s i ó n l a s e n s e ñ a n z a s
de v e r l a s r e l a c i o n e s q u e tienen con l a s v e r d a d e s de la R e -
de la f e . C o n t a l e s e x p l i c a c i o n e s quedaron d e s c o n c e r t a d o s
v e l a c i ó n , v a m o s á a p u n t a r un h e c h o q u e servirá no poco
no p o c o s de los m a n t e n e d o r e s de las teorías d a r w i n i s t a s ,
p a r a a c l a r a r l a s y q u e casi puede l l a m a r s e episodio en la
y es curioso leer, contado por el m i s m o H u x l e y J , la i m p r e -
h i s t o r i a del d e s a r r o l l o de la hipótesis d a r w i n i s t a .
sión que le c a u s ó la l e c t u r a del libro de Mivart y su desen-
A l c a b o de a l g u n o s años despues de p u b l i c a d o el libro canto al v e r p r i v a d a á l a f a m o s a hipótesis de lo q u e él con-
de D a r w i n , por l o s de 1 8 7 0 , salió en L o n d r e s otro con el s i d e r a b a su mayor mérito, es á saber, su s u p u e s t o i r r e m e -
título de Génesis délas especies, escrito por M r . S a i n t - G e o r g e d i a b l e a n t a g o n i s m o con l a s doctrinas de la I g l e s i a ; lo cual
M i v a r t , en el c u a l se h a c í a v e r como el p r o b l e m a que D a r - si por u n a parte da m u e s t r a s de su d e s e n f a d a d a i n g e n u i -
w i n t r a t a b a de a c l a r a r , era m u c h o m á s c o m p l i c a d o que lo dad, p o r otra a r g u y e el espíritu no m u y desapasionado é
q u e él c r e i a ; q u e sus p r i n c i p i o s eran i n c a p a c e s de dar razón i m p a r c i a l q u e suelen l l e v a r en sus i n v e s t i g a c i o n e s e s t o s
de l o s f e n ó m e n o s que quería explicar, y q u e a u n q u e m u - q u e s o n t e n i d o s por o r á c u l o s de sabiduría.
c h a s de l a s i d e a s d a r w i n i s t a s podían a d m i t i r s e , la teoría
E x a m i n a n d o y a l a c u e s t i ó n en sí m i s m a , no se v e en q u é
en g e n e r a l era i n c o m p l e t a é insuficiente. H a b l a n d o de este
p a l a b r a s de la S a g r a d a E s c r i t u r a , ó en qué d o c t r i n a y a u -
libro u n a a u t o r i z a d a r e v i s t a inglesa r , decía estas palabras
toridad p u d i e r a a p o y a r s e la c o n d e n a c i ó n de l a hipótesis
p o c o m á s ó m é n o s : « D e s p u e s de tanto c o m o se ha hablado
d a r w i n i a n a . E l t e x t o bíblico q u e á p r i m e r a v i s t a se opone
del d a r w i n i s m o , al c a b o de t a n t a s discusiones en A c a d e -
m á s á la d o c t r i n a t r a n s f o r m i s t a , e s , sin duda, el del capítu-
m i a s , r e v i s t a s y p a p e l e s periódicos, y habiéndose escrito
lo p r i m e r o del G é n e s i s , allí donde se dice que D i o s dio á
s o b r e él t a l m u c h e d u m b r e de libros que pudieran formar
la tierra virtud para producir yerba y árbol según su género,
u n a b i b l i o t e c a , no t e m e m o s asegurar que el libro de M r . Mi-
y á las aguas, animales y séres vivientes según su especie. M a s
v a r t es la p r i m e r a r e f u t a c i ó n que se h a escrito de este sis-
e s t a s p a l a b r a s no i n d i c a n q u e todas l a s e s p e c i e s de p l a n t a s
t e m a ó teoría.» E n e f e c t o , la hipótesis d a r w i n i a n a encon-
y a n i m a l e s h a y a n sido c r i a d a s i n m e d i a t a y d i r e c t a m e n t e por
t r a b a en M i v a r t un a d v e r s a r i o docto, decidido y por extre-
la a c c i ó n d i v i n a ; p u e s á u n en el caso de haber criado D i o s
m o c o m p e t e n t e , y así h u b i e r o n de entenderlo desde enton-
p r i m i t i v a m e n t e sólo a l g u n a s e s p e c i e s ó un sér v i v i e n t e no
c e s D a r w i n , H u x l e y y c u a n t o s defendían la h i p ó t e s i s , pues
m á s , q u e desarrollándose y diferenciándose por p e q u e ñ a s
se c r e y e r o n o b l i g a d o s á contestar á sus observaciones. E n
a l t e r a c i o n e s h u b i e s e d a d o l u g a r á la variedad q u e h o y v e -
este libro, a d e m á s , el ilustre profesor de la universidad
m o s , e s t a m i s m a variedad t e n d r í a su origen en l a e f i c a c i a
C a t ó l i c a de K e n s i n g t o n demostraba c ó m o e s t a hipótesis (á
de la d i v i n a v i r t u d ; lo c u a l b a s t a p a r a q u e la p a l a b r a s a g r a -
lo m é n o s tal c o m o la p r e s e n t a b a su autor antes de escribir
da sea v e r d a d e r a . A ú n m á s ; la m i s m a teoría de la g e n e -

i C r e e m o s q u e f u e s e l a Monthly identifique Review. I E n l a Contemporary Review. Num. de Noviembre 1S71.


r a c i ó n e s p o n t á n e a , si l l e g a s e á d e m o s t r a r s e con t o d a e v i - bre) la defienden c o n g r a n decisión y energía, así como

d e n c i a ( l o c u a l no es p r o b a b l e ) , podría compadecerse h a y m u c h o s r a c i o n a l i s t a s é incrédulos que la c o m b a t e n ter-

m u y bien c o n l a s palabras de la B i b l i a y con l o s p r i n c i p i o s r i b l e m e n t e , u n o s y otros n a d a m á s q u e c o n a r g u m e n t o s

del e s p i r i t u a l i s m o cristiano, s u p u e s t o que, h a b l a n d o en científicos, t o m a d o s de la o b s e r v a c i ó n y del d i s c u r s o f u n d a -

g e n e r a l , no se v e r e p u g n a n c i a en q u e D i o s p u d i e s e dotar do en el estudio de la n a t u r a l e z a . A s í e s t a doctrina e s l i b r e

á la materia de un principio de e s p o n t á n e a organización é independiente del d o g m a cristiano. E n lo que se refiere

q u e se desarrollase en c i r c u n s t a n c i a s e s p e c i a l e s , á la ma- á la D i v i n a E s c r i t u r a , lo que i m p o r t a p a r a d e j a r v e r d a d e -

nera q u e lo c r e y e r o n m u c h o s t e ó l o g o s e s c o l á s t i c o s y áun ra su e n s e ñ a n z a , es, c o m o h e m o s d i c h o , m a n t e n e r la i n -

s a n t o s P a d r e s , a t e n t o s á l a s d o c t r i n a s f í s i c a s que p r e v a l e - fluencia de la eficacia d i v i n a , sea i n m e d i a t a , sea m e d i a t a ,

c í a n en su t i e m p o . E s cierto q u e e s t o s a u t o r e s ni por sue- en la creación y o r g a n i z a c i ó n del u n i v e r s o . A c e r c a de este

ño p e n s a r o n j a m a s en el s i s t e m a ó t e o r í a d a r w i n i s t a ; pero p u n t o e s notorio que el m i s m o D a r w i n (cualquiera que

no se p u e d e n e g a r q u e en sus o b r a s a d m i t i e r o n m u c h o s de sea el a b u s o que h a y a n h e c h o otros de sus doctrinas),

l o s p r i n c i p i o s en que se a p o y a d i c h a teoría. P o r q u e prescin- confiesa q u e el soplo, aliento ó espíritu v i t a l que a n i m ó al

diendo de la d o c t r i n a c o m u n í s i m a entre los e s c o l á s t i c o s de p r i m e r sér ó á los p r i m e r o s séres dotados de vida, de l o s

l a g e n e r a c i ó n de séres y e s p e c i e s , y f o r m a s n u e v a s , saca- c u a l e s h u b i e r o n de desarrollarse l o s ' d e m a s , no pudo m é -

d a s , c o m o ellos d e c í a n , de la p o t e n c i a de la m a t e r i a , en lo n o s de t e n e r origen en u n acto c r e a t i v o de l a D i v i n a O m -

q u e t o c a al acto m i s m o p r i m i t i v o creador, es notoria la n i p o t e n c i a . Y W a l l a c e , con m u c h o s otros q u e a d m i t e n el

opinion de S a n A g u s t í n , el cual e n s e ñ a q u e t o d a s l a s c o s a s s i s t e m a d é l a evolucion natural, no cree posible el desarrollo

p a s a r o n del no ser al sér en un i n s t a n t e , no t a l e s c o m o exis- de este s i s t e m a sin la i n t e r v e n c i ó n , no y a de un acto crea-

t e n a c t u a l m e n t e , sino potentialiter et causaliter, esto e s , en dor, sino de v a r i o s , y estos s u c e s i v o s . Y t a n o c u l t a s y tan

v i r t u d , g é r m e n ó p o t e n c i a ; de suerte q u e l a idea de c r e a - t e n e b r o s a s son l a s í n t i m a s operaciones de la n a t u r a l e z a ,

c i ó n no se o p o n e , s e g ú n el s a n t o , á l a l e n t a e v o l u c i o n y tal es el misterio de origen q u e l l e v a en sí c a d a sér i n d i -

t r a s f o r m a c i o n per temporum moras de u n a s c o s a s y especies v i d u a l v i v i e n t e , que no f a l t a n naturalistas d i s t i n g u i d í s i -

en otras, en l a s c u a l e s estén c o n t e n i d a s v i r t u a l m e n t e . Por mos 1 q u e creen de t o d a necesidad el a d m i t i r un acto crea-

lo d e m á s , c o m o dice M i v a r t en o t r a obra p o s t e r i o r m e n t e dor e s p e c i a l p a r a la p r o d u c c i ó n de cada uno de l o s o r g a -

publicada la cuestión de la c o n c i l i a c i ó n de l a doctrina n i s m o s que aparecieron en el teatro del u n i v e r s o .

e v o l u c i o n i s t a con l a s e n s e ñ a n z a s c r i s t i a n a s es c o m o la C o n esto no q u e r e m o s decir q u e la teoría de la evolucion


cuestión del m o v i m i e n t o que solvitur ambulando; en la I g l e - natural, á u n con su c a r á c t e r teístico ó d i v i n o , s e a v e r d a -
s i a e x i s t e u n a autoridad doctrinal q u e n u n c a calla ó t r a n - dera. L o s m á s entendidos y discretos de s u s s o s t e n e d o r e s
s i j e con el error cuando c o n v i e n e h a b l a r , y e s t a autoridad n o la p r e s e n t a n m á s que como probable, y á u n asientan
no h a c o n d e n a d o la doctrina de la e v o l u c i o n . A d e m a s , hay q u e no p a s a r á j a m a s de ese estado, dicen que es una h i -
a l g u n o s naturalistas c a t ó l i c o s q u e (en lo q u e se refiere á p ó t e s i s b u e n a p a r a dar r a z ó n de ciertos f e n ó m e n o s , pero
l a s e s p e c i e s de l a s p l a n t a s y a n i m a l e s inferiores al h o m - no c o m p l e t a en sí, ni tal que explique toda l a série com-

1 P u e d e v e r s e s o b r e e s t o e n l a North American Review, n ú m e r o de N o v i e m b r e de


1 8 7 9 , u n a r t í c u l o del p r o f e s o r B o w e n .
l Lessons from ¡tature, p . 444.
p l i c a d í s i m a de e f e c t o s , diferencias y especialidades que t a de u n a m a n e r a m á s g r a n d i o s a q u e no en la c r e a c i ó n
v e m o s en l o s o r g a n i s m o s esparcidos por l a n a t u r a l e z a J . individual de las especies, la eficacia y poder de la e s e n c i a
E n v e r d a d , el plan ó serie ordenada con q u e s e g ú n los divina, en haber c o m u n i c a d o á a l g u n o s séres ó á uno sola-
d a r w i n i s t a s p u e d e n distribuirse estos o r g a n i s m o s , s e m e j a m e n t e , la v i r t u d de d e s e n v o l v e r s e y diversificarse y s a c a r
u n árbol i n m e n s o del c u a l todos c o n v i e n e n en que no se del fondo de su n a t u r a l e z a la m a g n í f i c a variedad de v i v i e n -
e n c u e n t r a n en la n a t u r a l e z a , ora viviente, ora sepultada t e s q u e h e r m o s e a n la c r e a c i ó n . E s t e a r g u m e n t o , c o m o se
en los terrenos g e o l ó g i c o s , m á s q u e r a m o s ó f r a g m e n t o s ve, p r u e b a m u y p o c o . L a O m n i p o t e n c i a divina no h a de
e s p a r c i d o s a c á y allá, pero c u y o s troncos p r i n c i p a l e s , que p l e g a r s e á nuestros p l a n e s , c a p r i c h o s é i m a g i n a c i o n e s .
c o r r e s p o n d e n á l a s g r a n d e s divisiones y reinos, se e s c o n - L o q u e d e b e m o s b u s c a r en la n a t u r a l e z a no son n u e s t r a s
den t e n a z m e n t e , al decir de los m i s m o s partidarios de es- ideas, sino los f e n ó m e n o s ciertos y del todo a v e r i g u a d o s ,
t a s d o c t r i n a s 2 , á nuestras i n v e s t i g a c i o n e s . Y si esto es los h e c h o s , en fin, q u e en este c a s o son las i d e a s y el l e n -
a s í , c a b e p r e g u n t a r : ¿cómo es p o s i b l e afirmar con entera g u a j e de D i o s . Y si no p l u g o á su M a j e s t a d S o b e r a n a el
c e r t i d u m b r e la e x a c t a dirección de estos t r o n c o s , de estas c o m u n i c a r á un sér ó tipo v i v i e n t e l a f a c u l t a d de r e p r o -
r a m a s y de estos f r a g m e n t o s ? Y áun c u a n d o c o n o c i é r a m o s d u c i r s e tal c o m o la q u i s i e r a n é i m a g i n a n l o s d a r w i n i s t a s ,
t o d a la e s c a l a y série i n m e n s a de especies, t o d a s l a s g r a - ¿hemos de d e c i r por esto q u e la o b r a divina e s i m p e r f e c t a ?
d a c i o n e s i n s e n s i b l e s , todas las v a r i e d a d e s m á s m i n u c i o - L o s q u e saben leer en el libro de l a c r e a c i ó n no n e c e -
s a s de l a s e s p e c i e s y g é n e r o s que han existido en el globo sitan para v e r en él indicios de la a c c i ó n de D i o s , de sis-
d e s d e q u e c o m e n z ó á correr y dilatarse p o r él el rio de la t e m a s é i n v e n c i o n e s de h o m b r e s , de p l a n e s m á s ó m é n o s
v i d a , ¿á quién sería dado desenvolver el misterio, la causa bellos, de teorías brillantes y g a l a n a s y á p r i m e r a v i s t a
í n t i m a q u e o c u l t a el origen de estas diferencias? ¿A quién s e d u c t o r a s , pero q u e se prestan á g r a v e s dificultades c u a n -
s e r á c o n c e d i d o , e x p l i c a r h a s t a q u é punto los principios d o son e x a m i n a d a s á la l u z de u n a crítica s e v e r a é i m p a r -
darwinistas son causa, y no y a tan s o l a m e n t e ocasiones c i a l . B á s t a l e s e c h a r u n a mirada sobre la série i n m e n s a de
de los f e n ó m e n o s q u e pretenden explicar? S i no podemos o r g a n i s m o s q u e se han s u c e d i d o desde que el g é r m e n de l a
d a r n o s c u e n t a de por q u é un individuo que se engendra de v i d a e m p e z ó á m a n i f e s t a r s e en n u e s t r o planeta; y e x a m i -
otro, se p a r e c e á éste de tal manera, que reproduce sus nándolo a t e n t a m e n t e , no pueden m é n o s de descubrir, por-
mismos caractéres físicos, fisionómicos é intelectuales, q u e s a l t a á la v i s t a de t o d o s los p u n t o s ó p a r t e s de e s t a
¿cómo p o d r e m o s darnos r a z ó n de cómo estos m i s m o s indi- série, el d e s i g n i o de u n a sabiduría infinita q u e h a c e q u e
v i d u o s v i n i e r o n á diferenciarse h a s t a el punto de presentar a p a r e z c a n estos o r g a n i s m o s en un orden a d m i r a b l e , p r i -
t a n t a s v a r i e d a d e s c o m o h o y v e m o s en la creación? mero s e n c i l l í s i m o s , d e s p u e s m á s c o m p l i c a d o s y p e r f e c t o s ,

N o f a l t a n q u i e n e s p a r a defender el s i s t e m a de la evolu- y todos e n t r e l a z a d o s unos con otros, el que a n t e c e d e con el

c i ó n n a t u r a l de los séres, pretenden que en él se manifies- que sigue y con l o s q u e c o e x i s t e n , por r e l a c i o n e s mara-
v i l l o s a s de un p l a n m a g n í f i c o , g r a n d i o s o y u n i v e r s a l . E s -
1 Sobre esto m e r e c e leerse lo que dice el docto naturalista americano Asa Gray,
to s e g u r a m e n t e es a l g o m á s q u e m e r a evolucion física
p a r t i d a r i o de D a r w i n , en u n a o b r a que a c a b a de p u b l i c a r c o n e l t í t u l o de Natural Scien-
ce and Religión ( N e w - Y o r c k 18S0.) L e c t u r a s e g u n d a . natural, a l g o m á s l e v a n t a d o y s u b l i m e que la trasmutación
2 E l c o n d e G a s t ó n de S a p o r t a e n su l i b r o a d m i r a b l e Le monde desplantes avant, l'ap-
de las formas específicas sometidas á condiciones exteriores,
parition de l'homme. P a r í s 1 8 7 9 , p . 26.
a l g o m á s p r e c i s o y c o n c r e t o que l a selección natural en la
se refiere á la c o n c i l i a c i ó n y c o r r e s p o n d e n c i a entre l o q u e
lucha por la existencia; y si el h o m b r e ha de e n t e n d e r algo
e n s e ñ a e n este p u n t o l a c i e n c i a m á s a u t o r i z a d a , y lo q u e
de l o s f e n ó m e n o s v i t a l e s que se suceden a n t e su v i s t a , e s
d i c e n l a fe y l a r e v e l a c i ó n .
p r e c i s o q u e , l e v a n t a n d o su m i r a d a m á s a l l á de e s o s p r i n -
T o d o s c o n v i e n e n e n q u e el h o m b r e es l a c r i a t u r a m á s
c i p i o s q u e , á u n s i e n d o v e r d a d e r o s , no serian sino secun-
n o b l e , m á s b e l l a , m á s p e r f e c t a y r i c a m e n t e d o t a d a entre
d a r i o s y m e d i a t o s , v e a e n el desarrollo g r a d u a l de l o s sé-
t o d a s l a s que s e o f r e c e n á n u e s t r a c o n t e m p l a c i ó n y e s t u d i o .
r e s un p l a n ó d e s i g n i o p r e c o n c e b i d o , u n a i d e a d i v i n a q u e
L a g r a n c o l u m n a de l o s s é r e s en q u i e n r e s p l a n d e c e l a v i d a ,
d a u n i d a d , o r d e n y h e r m o s u r a al universo y para c u y a rea-
d i c e un n a t u r a l i s t a p o e t a , c o n s u b a s e p l a n t a d a en l a p r o -
l i z a c i ó n f u é n e c e s a r i o que e s t u v i e s e n en a c t i v a c o r r e s p o n -
f u n d i d a d de los m a r e s , se l e v a n t a l l e v a n d o en su a l r e d e d o r
d e n c i a t o d a s l a s f u e r z a s de l a n a t u r a l e z a r e l a c i o n a d a s en-
esculpida, como las antiguas columnas triunfales, variedad
tre sí y a d a p t a d a s l a s u n a s á las otras p o r u n a inteli-
i n f i n i t a d e f o r m a s , o r a g e r o g l í f i c a s , ora reales y a c t u a l e s ,
gencia infinita.
y o s t e n t a en s u c ú s p i d e á m a n e r a de h e r m o s o c a p i t e l q u e
d a b e l l e z a y p e r f e c c i ó n al t o d o , al s é r h u m a n o , i n t e l i g e n -
ORÍGEN DEL HOMBRE. te, racional y responsable

F i r m e y erguido entre todos los séres que p u e b l a n el


L a c o n t r o v e r s i a a c e r c a del origen de las e s p e c i e s de l o s
u n i v e r s o , d o t a d o d e l a o r g a n i z a c i ó n m á s e x q u i s i t a y de l a
séres vivientes, no t e n d r í a i m p o r t a n c i a real en l o que
forma m á s bella y augusta, su aspecto mismo anuncia la
s e refiere á la r e c o n c i l i a c i ó n entre l a c i e n c i a y la f e , si no
superioridad que t i e n e s o b r e t o d o s l o s s é r e s vivientes.
e n t r a ñ a s e l a c u e s t i ó n a c e r c a del origen de la e s p e c i e h u -
D e r r a m a d o por la s u p e r f i c i e del g l o b o , es c a p a z d e habi-
m a n a . E s t a en v e r d a d es l a c o n t r o v e r s i a c a p i t a l , la c u e s t i ó n
tar todos sus climas y de extenderse en todas sus lati-
m á s d i f í c i l y c o m p l i c a d a y á l a que c o n v e r g e n c o m o á un
t u d e s , p a r a d o m i n a r y s e ñ o r e a r en t o d a s p a r t e s . H a b l a ,
centro común las investigaciones m á s p r o f u n d a s de l a
y t o d o v i v i e n t e r e c o n o c e l a v o z de s u s e ñ o r , y v i e n e h u -
m a y o r p a r t e de l a s c i e n c i a s , así naturales c o m o m o r a l e s
milde á su morada para ayudarle y enriquecerle, ó tímido
y m e t a f í s i c a s . E s t a es t a m b i é n a q u e l l a de c u y a s o l u c i o n
s e e s c o n d e , r e s p e t a n d o su i m p e r i o . N o le r e s i s t e el r i n o -
dependen consecuencias más graves y trascendentales, y a
c e r o n t e en l o s u m b r í o s b o s q u e s , ni l a g a r z a en l a s u b l i m e
s e a e n el t e r r e n o p u r a m e n t e científico, y a en el de l a fe y
r e g i ó n del v i e n t o , ni el l e v i a t a n en lo p r o f u n d o de l o s m a -
e n el de l a s c o s t u m b r e s . N o debe estrañar por l o tanto
r e s . T o d o s e le rinde; á s u a l b e d r í o e s t á el p l a n e t a en que
que s u r e s o l u c i ó n e s c i t e t a n t o Ínteres y que s e a e s t u d i a d a
tiene su morada, y ya penetra sus abismos, remueve sus
y discutida con la pasión y acaloramiento que vemos.
m o n t e s , l e v a n t a s u s r i o s , a t r a v i e s a s u s g o l f o s ; y a se r e -
P a r a r e s o l v e r l a c u a l c o n v i e n e , e s t á c l a r o que s e r í a ne- m o n t a á l a s n u b e s p a r a c o l o c a r su t r o n o entre l o s c i e l o s y
c e s a r i o d a r á e s t a p a r t e de n u e s t r o e n s a y o u n a e x t e n s i ó n l a t i e r r a . S u p a l a b r a , v í n c u l o i n e f a b l e de u n i ó n y c o m u n i -
q u e sería tal v e z d e s p r o p o r c i o n a d a á la c o m p o s i c i o n y har-
m o n í a del todo. M a s y a que n o sea esto p o s i b l e , p r o c u -
I T h e g r e a t c o l u m n o f b e i n g , w i t h i t s b a s e s e i i n t h e s e a , and i n s c r i b i d , l i k e s o m e
r a r e m o s a p u n t a r en b r e v e s p a l a b r a s las i d e a s necesarias oíd triumphant pillar, w i t h many á strange f o r m — a t o n c e h i e r o g l y p h i c a n d figure

p a r a s u e s c l a r e c i m i e n t o , en e s p e c i a l , en a q u e l l a p a r t e que as the ornatelv sculptured capital w h i c h imparts beauty to the w h o l e , reasoning respcn-
sible man. ( H u g h Miller.)

IQ
c a c i o n con su e s p e c i e , le d a l a p o r t e n t o s a f a c u l t a d de ana- incomunicable naturaleza. Porque como ha demostrado
l i z a r y ordenar el p e n s a m i e n t o , p r o n u n c i a r l e al oido, p i n - -con toda e v i d e n c i a la e t n o g r a f í a , la a r q u e o l o g í a y la h i s -
t a r l e á los o j o s , d i f u n d i r l e de un lado á otro de la tierra, y toria, no h a y pueblo a l g u n o de la tierra, por d e g r a d a d o y
t r a n s m i t i r l e á l a s g e n e r a c i o n e s q u e no h a n n a c i d o aún. S u e m b r u t e c i d o que esté, que no use de a l g u n a m a n e r a de
a l m a sobre todo, destello de la l u z i n c r e a d a , p u r í s i m a ema- l e n g u a j e p a r a la e x p r e s i ó n de sus ideas, que no t e n g a no-
n a c i ó n de la e t e r n a s a b i d u r í a , s u s t a n c i a s i m p l e , i n d i v i s i - c i o n e s ó principios de m o r a l i d a d , a n á l o g o s á l o s que g u i a n
b l e , i n m o r t a l , a n i m a y e s c l a r e c e la parte c o r p ó r e a y pere- la v i d a social de l a s n a c i o n e s m á s c u l t a s y a d e l a n t a d a s ,
cedera de su sér, y e n c a r a m á n d o l a sobre t o d a la n a t u r a l e z a q u e no sea m á s ó m é n o s p e r f e c t i b l e en sus f a c u l t a d e s , q u e ,
visible, la acerca y asimila á la suprema inteligencia. E n e n fin, no t e n g a a l g u n a p r á c t i c a ó i d e a religiosa m á s ó m é -
e l l a brilla la l u z e s p l e n d o r o s a del p e n s a m i e n t o y l a f u e r z a n o s pervertida, pero que i n d i q u e y s u p o n g a la idea de la
i n c o n t r a s t a b l e de la idea y del d i s c u r s o . M á s a g u d a que la D i v i n i d a d . Por otra p a r t e , estos caractères y d i s t i n t i v o s
s a e t a en la p e n e t r a c i ó n , m á s v e l o z que el r a y o en su m o - no pueden ser desarrollo de otras c u a l i d a d e s i n f e r i o r e s ,
v i m i e n t o , m á s extendida que l o s c i e l o s en su c o m p r e n s i ó n , c o m o son, por e j e m p l o , a l g u n a s que v e m o s en l o s b r u t o s
a b r a z a de u n a o j e a d a t o d o s l o s s é r e s , y s u b i e n d o h a s t a la i r r a c i o n a l e s , sino que son e f e c t o de una f u e r z a í n t i m a q u e
r a z ó n de su e x i s t e n c i a , v e e n e l l a la g r a n c a d e n a que los a n i m a al h o m b r e , que dirige todos s u s a c t o s , q u e i n f l u y e
e n l a z a y c o l u m b r a la m a n o o m n i p o t e n t e q u e la sostiene. e n las l e y e s fisiológicas de su o r g a n i s m o , y q u e tiene su
A s í se l e v a n t a al c o n o c i m i e n t o del Sér D i v i n o ; y á la so- m á s espléndida c o r o n a c i o n en la i n t e l i g e n c i a y en el d i s -
b e r a n a l u z que d e s t e l l a del a b i s m o de la a l t í s i m a E s e n c i a , c u r s o ; nuestra a l m a , en fin, s i m p l e , espiritual, c r i a d a d i -
d e s c u b r e el orden m o r a l , el l a z o i n v i s i b l e q u e u n e á todos r e c t a m e n t e por D i o s , y tan superior á la de los a n i m a l e s
l o s séres entre sí, y e n l a z a d o s l o s p o n e en r e l a c i ó n con la inferiores, cuanto ésta se ordena ú n i c a m e n t e á la o r g a n i -
D e i d a d S o b e r a n a ; así siente en su espíritu la d u l c e eficacia z a c i ó n y v i d a del cuerpo y con él p e r e c e , y la n u e s t r a se
de la v i r t u d , el respeto á s u s s e m e j a n t e s , el a m o r á la l e v a n t a á ser i m á g e n de la s u s t a n c i a divina y l l e v a en sí
v e r d a d , y sobre t o d o , el í n t i m o religioso s e n t i m i e n t o de la destinos i n m o r t a l e s .
E s e n c i a divina, que d e s p r e n d i é n d o l e de t o d a s l a s criatu- P o r q u e a n a l i z a n d o la í n t i m a n a t u r a l e z a de estos c a r a c -
ras, le m u e v e á b u s c a r en el C r e a d o r la c a u s a y el fin de tères, v e m o s con t o d a claridad q u e en lo que t o c a al l e n -
su e x i s t e n c i a , c o m o el p r i n c i p i o y el t é r m i n o de t o d a feli- g u a j e , por e j e m p l o , los h e c h o s m e j o r a v e r i g u a d o s , c o m o
cidad I.
dice el P . C a r b o n e l l e m u e s t r a n la diferencia esencial q u e
E s t o s c a r a c t è r e s ó p r o p i e d a d e s del h o m b r e no son efec- existe entre el l e n g u a j e del h o m b r e y el de l o s a n i m a l e s .
to ó r e s u l t a d o de l a s c o n d i c i o n e s del c l i m a , de la e d u c a - E l h o m b r e al hablar (continúa este docto escritor) quiere
c i ó n ó del c o n t a c t o con p o r c i o n e s del l i n a j e h u m a n o más c o m u n i c a r á otros su p e n s a m i e n t o ; el a n i m a l i n t e n t a otra
p r i v i l e g i a d a s s o b r e l a s d e m á s , sino u n i v e r s a l e s , constan- c o s a m u y diferente. P a r a el p r i m e r o e s t a e x p r e s i ó n y co-
t e s , i n h e r e n t e s á n u e s t r a e s p e c i e , y por lo tanto e s e n c i a - m u n i c a c i ó n son c o s a s c o n o c i d a s y e x p l í c i t a m e n t e q u e r i d a s
l e s á nuestro espíritu y d e r i v a d a s de s u p r o p i a , íntima é é intentadas; para el s e g u n d o no s o n m á s q u e un medio

I E n su obra L'Aveuglement scientifique, c . ú l t i m o , d o n d e p o n e el r e s u m e n , que a q u í


I E s t a h e r m o s a d e s c r i p c i ó n del h o m b r e e s t á t o m a d a en su m a y c r parte d e l a d m i r a -
• e x t r a c t a m o s , de l o que e x p l i c a m á s l a r g a m e n t e e n e l c u e r p o de su o b r a .
b l e d i s c u r s o de J o v e l l a u o s a c e r c a del e s t u d i o de l a s c i e n c i a s n a t u r a l e s .
d e s c o n o c i d o p a r a él c o m o lo son los f e n ó m e n o s cerebrales,, g u í e n t e , si los a n i m a l e s los t u v i e r a n , deberían presentar, lo
nerviosos y m u s c u l a r e s q u e intervienen en el movimiento- m i s m o q u e nosotros, f e n ó m e n o s de moralidad y r e l i g i o s i -
voluntario; y esto se m u e s t r a c l a r a m e n t e en que, c o m o l a dad; y c o m o no los p r e s e n t a n , h e m o s de c o n c l u i r q u e no

expresión por señales exteriores de lo que p a s a en lo i n t e - tienen t a l e s f a c u l t a d e s . D e todo lo cual resulta q u e la

rior es tan natural al h o m b r e c o m o al a n i m a l , si este c o n o - d i s t a n c i a entre el a n i m a l y el h o m b r e es de todo p u n t o

ciese los f e n ó m e n o s i n t e l e c t u a l e s que p a s a n en él, tendría, infranqueable.

c o m o nosotros, la v o l u n t a d explícita de c o m u n i c a r l o s á P o r esto los n a t u r a l i s t a s m á s c o m p e t e n t e s , á u n a q u e -


los d e m á s ; l u e g o no h a c i é n d o l o , es necesario concluir q u e llos que m á s h a n contribuido á la difusión de l a s i d e a s
no conoce t a l e s f e n ó m e n o s , sino que s u s p e r c e p c i o n e s se d a r w i n i s t a s , t a l e s c o m o W a l l a c e , estudiando al h o m b r e
ciñen al círculo de los m a t e r i a l e s y sensibles. n a d a m á s que desde el p u n t o de v i s t a científico y n a t u r a -
A d e m a s la perfectibilidad del h o m b r e y del a n i m a l , á l i s t a , le c o n s i d e r a n , no sólo aparte y c o m o á la c a b e z a ó
lo m é n o s en los s u p e r i o r e s , podría parecer casi igual en lo c u m b r e de la g r a n série de la n a t u r a l e z a o r g á n i c a , sino
que t o c a á l a s f a c u l t a d e s o r g á n i c a s ; m a s para l a s f a c u l t a - c o m o un s é r n u e v o y dotado de c u a l i d a d e s del todo d i v e r s a s
des d i r e c t i v a s , la p e r f e c t i b i l i d a d e s i n m e n s a en el h o m b r e , de las q u e posee el resto de l o s a n i m a l e s q u e p u e b l a n l a
mientras q u e en el a n i m a l es casi nula. L a curiosidad en tierra. «Así, c o m o d i c e este docto naturalista cuando v i -
el a n i m a l p e r m a n e c e en su estado instintivo y r u d i m e n t a - bró en el aire la p r i m e r a flecha, cuando por p r i m e r a vez
rio y no parece tener m á s destino que el de la m á s c u m - brilló el f u e g o destinado á p r e p a r a r l o s alimentos, cuando se
plida a p l i c a c i ó n de l a s f u n c i o n e s de su o r g a n i s m o . Al d e j ó caer en la tierra la p r i m e r a semilla, e n t o n c e s se rea-
contrario, en el h o m b r e h á c e s e i n m e d i a t a m e n t e volunta- l i z ó en la n a t u r a l e z a u n a g r a n r e v o l u c i ó n ; r e v o l u c i ó n q u e
ria, y e n t o n c e s , l e j o s de s a t i s f a c e r s e , se desarrolla y a v i v a no h a b i a tenido s e m e j a n t e en l a s edades anteriores de
m á s á m e d i d a que e s m á s a l i m e n t a d a . nuestro g l o b o , porque e n t o n c e s apareció en la e s c e n a del
L o s hechos, en fin, como hemos dicho h a c e poco, m u n d o u n sér q u e no e s t a b a c o m o los que íe h a b í a n p r e -
m u e s t r a n que l a moral y la religión son u n i v e r s a l e s en l a c e d i d o , s u j e t o por n e c e s i d a d á los c a m b i o s y a l t e r n a t i v a s
h u m a n i d a d , que son, por c o n s i g u i e n t e , característicos, y d e l u n i v e r s o , sino q u e en cierto m o d o era superior á la
que en n i n g u n a m a n e r a p e r t e n e c e n á l o s a n i m a l e s inferio- m i s m a n a t u r a l e z a , p o r c u a n t o sabía r e g u l a r y m o d e r a r su
res. A h o r a bien; a n a l i z a n d o el acto m o r a l , v e m o s que e x i - a c c i ó n y h a r m o n i z a r s e con ella, y á u n adelantársele, no
g e la c o n c i e n c i a de nosotros m i s m o s , esto es, el c o n o c i - por c a m b i o en el c u e r p o , sino por adelanto y p r o g r e s o en
miento de la c a u s a s u s t a n c i a l de nuestras a c c i o n e s , y ade- el a l m a . »
m a s a l g ú n c o n o c i m i e n t o del autor de la l e y m o r a l . L a R e - A c e r c a de la c a u s a p r i m e r a y f u n d a m e n t a l de esta n u e -
ligión supone el c o n o c i m i e n t o de un poder ó agente s u - v a m a n i f e s t a c i ó n de la v i d a , que apareció en el u n i v e r s o ,
perior, al cual se atribuye e x i s t e n c i a p e r m a n e n t e cual con- y a h e m o s i n d i c a d o q u e no h a n f a l t a d o m a n t e n e d o r e s de
viene á la s u s t a n c i a . U n o y otro i m p l i c a n la f a c u l t a d de co- las ideas de D a r w i n que, extendiéndolas al h o m b r e , l a
nocer la n a t u r a l e z a y s u s t a n c i a del sér, y áun se p u e d e d e - h a n c o l o c a d o en la e v o l u c i o n natural de los séres q u e , e m -
cir que esta f a c u l t a d e n g e n d r a n a t u r a l m e n t e los c o n o c i -
m i e n t o s en que se f u n d a n la religión y la m o r a l . P o r c o n s i - I C i t a d o p o r M i v a r t en s u s Lcssons froxi uutitrc in vivid und viattcy, p 187
pezando por los tipos ó especies m á s ínfimas y e l e m e n t a - v a r i e d a d , h e r m o s u r a y b e l l e z a de este m u n d o , ' e n que b u -
r í a s , s e h a n ido p e r f e c c i o n a n d o p o r sí m i s m a s h a s t a l l e - lle l a v i d a en f o r m a s i n n u m e r a b l e s , y del c u a l e s el
g a r á la criatura racional: pocos son, en verdad, los s o s - h o m b r e el o b s e r v a d o r , el h i s t o r i a d o r y el s o b e r a n o .
t e n e d o r e s de t a l e s a b s u r d o s , p u e s l o s m á s a v i s a d o s , e n t r e Descartadas estas causas ó agentes materiales y mecá-
e l l o s el m e n c i o n a d o W a l l a c e , á q u i e n m á s que á su pro- n i c o s , q u e d a l a a c c i ó n de un p r i n c i p i o i n t e l i g e n t e , v o l u n -
p i o a u t o r D a r w i n se debe el d e s e n v o l v i m i e n t o de aquella, t a r i o , á q u i e n se d e b e i n m e d i a t a m e n t e l a c r e a c i ó n del s é r
h i p ó t e s i s , c o n f i e s a n que l a teoría d a r w i n i s t a , si es s o s t e - h u m a n o , y q u e si p a r a l a f o r m a c i o n de l a p a r t e material
n i b l e e n l o que t o c a á l o s s e r e s i n f e r i o r e s al h o m b r e , n o d e l c u e r p o p u d o s e r v i r s e de m a t e r i a p r e e x i s t e n t e , la es-
p u e d e en m a n e r a a l g u n a ser a p l i c a d a al o r i g e n de é s t e . p i r i t u a l que da s é r y v i d a á este c u e r p o s e d i g n ó c r e a r l a
E n t r e l o s n a t u r a l i s t a s m á s c o m p e t e n t e s es c o s a c o n v e - de l a n a d a p o r l a e f i c a c i a de su v i r t u d i n f i n i t a . T a l e s l a
n i d a que l a s o l a p r e r o g a t i v a y e x c e l e n c i a de s u organis- c o n c l u s i ó n á que l l e v a i n e v i t a b l e m e n t e el e s t u d i o d e l o r -
m o d e b e r í a i n d i c a r á c u a l q u i e r a q u e el h o m b r e a p a r e c i ó , ganismo, y d e l a s f a c u l t a d e s y c a r a c t é r e s del h o m b r e ;
e n el t e a t r o d e e s t e m u n d o , no p o r la e v o l u c i o n y p e r - conclusión que se harmoniza admirablemente, al p a s o
feccionamiento de los animales i n f e r i o r e s , sino e n v i r t u d q u e es c o n f i r m a d a y r o b u s t e c i d a c o n lo q u e n o s d i c e la
de una fuerza m á s alta, m á s sublime y eficaz, cual es. D i v i n a E s c r i t u r a y lo que la I g l e s i a h a s o s t e n i d o s i e m p r e
l a i n f i n i t a v i r t u d y p o d e r de D i o s . P o r q u e si la d i s p o s i - y e n s e ñ a d o e n este p u n t o , es á s a b e r : que D i o s f o r m ó al
c i ó n y e s t r u c t u r a de s u c u e r p o , p a r a c o r r e s p o n d e r á la h o m b r e de l o s e l e m e n t o s que a n t e s e x i s t í a n en l a t i e r r a ,
harmonía y unidad con que l a S a b i d u r í a infinita dis- y que d e s p u e s de h a b e r l e f o r m a d o , «alentó en s u f a z s o -
p u s o l a série de o r g a n i s m o s que h e r m o s e a n el univer- p l o de v i d a y f u é el h o m b r e e n a l m a v i v i e n t e . »
so, t i e n e m u c h o s p u n t o s de c o n t a c t o ó s e m e j a n z a c o n los.
d e o t r o s a n i m a l e s i n f e r i o r e s : por otra p a r t e , h a y entre e s -
tos y aquel tales diferencias y desemejanzas que, como LA CONDICION SALVAJE DEL HOMBRE PRIMITIVO.

dice un docto naturalista 1 , es de todo punto imposible


c o n s i d e r a r el p a s o de c u a l q u i e r a n i m a l i n f e r i o r al h o m b r e , U n a de l a s m a n í a s de l a c i e n c i a i n c r é d u l a h a s i d o s i e m -
á l a e s t r u c t u r a y o r g a n i z a c i ó n de é s t e , si n o es t r a s t o r - p r e e s t a del s a l v a j i s m o del h o m b r e p r i m i t i v o . Y a en el s i -
n a n d o t o d a s l a s l e y e s del d e s a r r o l l o o r g á n i c o . Y otro n o g l o p a s a d o dió b a s t a n t e que reir el f a m o s o J u a n J a c o b o c o n
m é n o s a u t o r i z a d o 2 l l e g a á d e c i r que u n o d e l o s méritos, s u estado natural del hombre, p o c o d i f e r e n t e , al d e c i r s u y o ,
d e D a r w i n , p o r el c u a l se le debe p r o f u n d a g r a t i t u d , e s del de l a s a l i m a ñ a s del d e s i e r t o . H o y s u s d i s c í p u l o s y d e s -
el h a b e r d a d o o c a s i o n c o n s u l i b r o a c e r c a del origen de c e n d i e n t e s v u e l v e n á l a c a r g a a r m a d o s de u t e n s i l i o s p r e -
las especies, á q u e se p u s i e s e en c l a r í s i m a e v i d e n c i a , por h i s t ó r i c o s , c o n l o s c u a l e s p r e t e n d e n d e m o s t r a r q u e la i n -
r e d u c c i ó n al a b s u r d o , la v a n i d a d de s u s i s t e m a d e l o r i g e n t e l i g e n c i a y c u l t u r a del h o m b r e e r a n en l o s p r i m e r o s s i g l o s
del hombre por selección natural, y la insuficiencia de de su e x i s t e n c i a p o c o s u p e r i o r e s á l a s de l o s b r u t o s . C o m o
las causas mecánicas para la explicación de la harmonía» y a h e m o s d i c h o en el c a p í t u l o s e g u n d o de e s t e e n s a y o , l a
c i e n c i a p r o f a n a no t i e n e d a t o s ni p r o b a b l e m e n t e l o s t e n -
1 Q u a t r e f a g e s en su Rappor sur les progrès de l'Anthropologie.
2 M i v a r t , e n su o b r a y a c i t a d a . d r á en t i e m p o a l g u n o , que p u e d a n d a r n o s á conocer el
estado de la c u l t u r a h u m a n a en los primeros siglos, y m u - c o n s e r v a r por largo e s p a c i o de t i e m p o un alto g r a d o de
c h o m é n o s en los dias primeros de su existencia en la tierra. c u l t u r a m o r a l , y sin e m b a r g o , ser los padres de r a z a s que
L a I g l e s i a , de a c u e r d o con la S a g r a d a E s c r i t u r a , se c i ñ e c a y e r o n de este e l e v a d o estado h a s t a un g r a d o de i g n o r a n -
á decir que D i o s crió al h o m b r e en j u s t i c i a , g r a c i a y r e c - c i a y s a l v a j i s m o m á s brutal a ú n q u e el de los s a l v a j e s que
titud, adornándole a d e m a s con l a ciencia conveniente ó e x i s t e n h o y en la t i e r r a . A d e m a s , la teología nos p r e s e n t a
necesaria á la c o n s e c u c i ó n del fin á que le habia d e s t i n a - á A d á n , al p r i m e r h o m b r e , en u n a categoría ú n i c a , e s p e -
do. E s t e aserto no se opone en m a n e r a a l g u n a á lo que cial y e x c l u s i v a , en la cual f u é todo lo que debia ser, p o -
p u e d a decirnos sobre el particular la etnografía, la h i s - s e y e n d o el uso perfecto de su r a z ó n en el p r i m e r m o m e n t o
toria, la l i n g ü í s t i c a , ó c u a l q u i e r a otra de las c i e n c i a s que de su e x i s t e n c i a . P e r o de lo q u e f u é A d á n es i m p o s i b l e ar-
deben a y u d a r al e s c l a r e c i m i e n t o de este p r o b l e m a . P o r de g u m e n t a r lo q u e h u b i e r o n de ser s u s descendientes, á u n
pronto, es evidente p a r a la m a y o r í a de los autores que i n m e d i a t o s , por c u a n t o la d i f e r e n c i a entre el estado del
han escrito sobre el particular, q u e la l e y que sigue la h u - p r i m e r o y el de los s e g u n d o s , no f u é de g r a d o , sino de es-
m a n i d a d , ora i n d i v i d u a l , ora s o c i a l m e n t e considerada, en p e c i e y n a t u r a l e z a . E n fin, s e g ú n la m á s extricta t e o l o g í a ,
lo que toca á su i n s t r u c c i ó n , m e j o r a m i e n t o y cultura, es, s e p u e d e decir q u e a l g u n a parte de l o s c o n o c i m i e n t o s que
q u e d e j a d a á sus propios instintos y recursos, tiende m á s A d á n p o s e y ó , y de q u e f u é u s a n d o s e g ú n l a s c i r c u n s t a n -
b i e n á degenerar q u e á m e j o r a r s e en su estado de c i v i l i - c i a s , e r a adquirido, no i n f u s o , y que por c o n s i g u i e n t e lo
z a c i ó n . E l s a l v a j i s m o y e m b r u t e c i m i e n t o de a l g u n o s p u e - f u é a l c a n z a n d o por g r a d o s y s e g ú n l o s t i e m p o s y o c a s i o -
blos no supone n e c e s a r i a m e n t e otro g r a d o m a y o r de e m - nes.» S u s d e s c e n d i e n t e s se encontraron n a t u r a l m e n t e en
b r u t e c i m i e n t o y s a l v a j i s m o , s i n o , a n t e s bien, un estado un estado de i g n o r a n c i a r e l a t i v a , del c u a l salieron, y a pol-
m á s c i v i l i z a d o . E l h o m b r e s a l v a j e no proviene de un sér la educación, y a por la i n v e n c i ó n y los a d e l a n t o s de la in-
m á s b a j o y a p r o x i m a d o á los b r u t o s a n i m a l e s , sino de d u s t r i a , y este a d e l a n t a m i e n t o no sólo no se opone á la S a -
otros h o m b r e s m á s cultos y c i v i l i z a d o s que él. E s t o e s lo g r a d a E s c r i t u r a , sino q u e e n c u e n t r a en e l l a m a g n í f i c a
cierto y a v e r i g u a d o , y á u n c u a n d o no f u e r a .así, sino todo c o n f i r m a c i ó n . A s í por lo que t o c a á l a s industrias, artes y
lo contrario, d i r e m o s con el d o c t í s i m o profesor de la U n i - oficios, q u e c o n t r i b u y e n al bienestar h u m a n o , c u a l q u i e r a
v e r s i d a d católica de K e n s i n g t o n , S a i n t - G e o r g e M i v a r t q u e f u e s e el c o n o c i m i e n t o que t e n i a de ellas el h o m b r e
« A u n q u e l o s rastros é i n d i c i o s descubiertos ó por d e s c u - a n t e s de su p r e v a r i c a c i ó n , e s lo cierto que la E s c r i t u r a i n -
brir a c e r c a del estado de c i v i l i z a c i ó n de los h o m b r e s p r i - d i c a el n a c i m i e n t o de m u c h a s industrias, ni m á s ni m é n o s
m i t i v o s , indicaran cierta t e n d e n c i a á adelantarse y p e r f e c - q u e la m i t o l o g í a c l á s i c a ; en lo c u a l v a t a m b i é n de acuerdo
c i o n a r s e , en v i r t u d de la cual todos los pueblos s a l v a j e s con l o s r e s u l t a d o s de los estudios prehistóricos q u e s e ñ a -
podrían ir a c t u a l m e n t e s u b i e n d o de un nivel de c u l t u r a l a n orden en el d e s c u b r i m i e n t o ó uso de los m e t a l e s , i n s -
inferior á otro superior; sin e m b a r g o de esto, el p r i m e r t r u m e n t o s ó industrias h u m a n a s . L o s que tratan de i n v e s -
h o m b r e pudo haber sido lo q u e la t e o l o g í a y l a s D i v i n a s t i g a r el g r a d o de c i v i l i z a c i ó n que a l c a n z ó el h o m b r e en
E s c r i t u r a s dicen q u e f u é . S u d e s c e n d e n c i a i n m e d i a t a pudo los dias p r i m e r o s de su e s t a n c i a en la tierra, g e n e r a l m e n -
te v a n á b u s c a r a r g u m e n t o s para d e m o s t r a r lo q u e p r e t e n -

x Lessons from nature, p. 1 5 7 .


den en la cultura de los p u e b l o s s a l v a j e s que h o y e x i s -
t e n ; error g r a v í s i m o y f u n d a m e n t a l . P o r q u e s o b r e n o h a - el estudio de las ciencias físicas y naturales, habiendo publicado
b e r s i d o e s t e el m o d o d e ser p r i m i t i v o d e l a h u m a n i d a d , varias memorias sobre tales asuntos q u e t e n g a e l v a l o r de
c u a l q u i e r a v e que d e l e s t a d o d e c i v i l i z a c i ó n de un p u e b l o c o n f u n d i r l a f e c h a de l a c r e a c i ó n del m u n d o c o n la de l a
en u n a é p o c a d e t e r m i n a d a , n o es p o s i b l e d e d u c i r l a de o t r o , a p a r i c i ó n del h o m b r e e n l a tierra. A c e r c a de l a primera
ni á u n l a del m i s m o p u e b l o en é p o c a m u y anterior. A d e - la S a g r a d a Escritura no dice m á s sino que tuvo princi-
m a s l a i d e a de c i v i l i z a c i ó n es m u y a m b i g u a y c o m p l i c a d a . p i o : en el principio creó Dios el cielo y la tierra-, r e f u t a n d o
« L o s d é b i l e s f u l g o r e s de p a s a d o s t i e m p o s que h a n l l e g a d o c o n u n a p a l a b r a , q u e e s l a p r i m e r a del l i b r o s a g r a d o , el
hasta nosotros, dice Alberto Mott, nos revelan un m u n d o error f u n d a m e n t a l de c u a n t o s no a d m i t e n l a i n t e r v e n c i ó n
h a b i t a d o , c u a l el d e h o y , p o r p u e b l o s c u l t o s y p u e b l o s s a l - de D i o s e n el u n i v e r s o . E n t r e l a c r e a c i ó n de éste y l a del
v a j e s ; p e r o al i n t e n t a r leer en l o p a s a d o , s o l e m o s e r r a r , h o m b r e , pueden colocarse los años que se quieran. No
p o r q u e s u p o n e m o s q u e l a s s e ñ a l e s e x t e r i o r e s de c i v i l i z a - han faltado astrónomos, como Bischof, que han querido
ción han de ser s i e m p r e l a s m i s m a s y s e m e j a n t e s á las c a l c u l a r el t i e m p o t r a n s c u r r i d o d e s d e l a s u p u e s t a p r i m i t i -
que v e m o s á nuestro alrededor.» E s t a b l e c e r l e y e s e n el v a i g n i c i ó n del g l o b o h a s t a q u e s e c o n s t i t u y ó en e s t a d o
progreso de la cultura h u m a n a , ha sido ocupacion de l o s de s e r h a b i t a d o p o r s é r e s v i v i e n t e s . E s t e t i e m p o se e s -
i n g e n i o s que h a n n o v e l a d o en l a filosofía de l a historia, t e n d e r í a h a s t a la s u m a e n o r m e de t r e s c i e n t o s cincuenta
n o v e l a s q u e se h a n d e s h e c h o p o r sí m i s m a s y c a i d o y a e n m i l l o n e s de a ñ o s p o r l o m é n o s . E l ilustre físico escocés
c o m p l e t o d e s c r é d i t o . L a c i e n c i a , ni m á s ni m é n o s q u e l a S i r W i l l i a m T h o m s o n h a c a l c u l a d o a d e m á s p o r v a r i a s sé-
h i s t o r i a , n o s e n s e ñ a n q u e si el h o m b r e e x i s t e y h a e x i s t i d o r i e s ú ó r d e n e s de r a z o n a m i e n t o s I , q u e el i n t e r v a l o p a s a -
e n el e s t a d o s a l v a j e , n o h a sido e n f u e r z a de s u c o n d i c i o n d o desde q u e el g l o b o p u d o s e r apto p a r a el d e s a r r o l l o d e
y m a n e r a de ser o r i g i n a l , sino que h u b o de c a e r e n a q u e l l a v i d a o r g á n i c a h a s t a el m o m e n t o a c t u a l , no p u e d e ser
e s t a d o d e s p u e s de u n a era ó e t a p a de c i v i l i z a c i ó n ; q u e u n a m e n o r de d i e z m i l l o n e s de a ñ o s ni e x c e d e r d e q u i n c e m i -
n a c i ó n p u e d e p a s a r m u c h o s s i g l o s en u n a i n m o v i l i d a d a b - l l o n e s ; t i e m p o , d i c h o s e a de p a s o , poco favorable á las
s o l u t a , y r e s i s t i é n d o s e t e n a z m e n t e al e m p u j e de u n a c i v i - doctrinas transformistas, l a s c u a l e s , al d e c i r de L y e l l y
l i z a c i ó n que le v i e n e de f u e r a , p e r o que á p e s a r de t o d a s s u s D a r w i n , e x i g i r í a n lo m é n o s t r e s c i e n t o s m i l l o n e s de a ñ o s
r e s i s t e n c i a s y e x t r a v í o s , s i e m p r e q u e d a en p i é a q u e l l a p a - p a r a e x p l i c a r el d e s a r r o l l o de las e s p e c i e s h o y e x i s t e n t e s
l a b r a q u e l e e m o s en e l l i b r o de l a S a b i d u r í a T , d o n d e se e n n u e s t r o g l o b o . M a s estos c á l c u l o s , s o b r e d e s c a n s a r e n
d i c e q u e , d e s p u e s d e s a c a r D i o s al h o m b r e de s u c u l p a y b a s e s n a d a m á s q u e p r o b a b l e s , n o t i e n e n en c u e n t a m i l
d e l i t o , le d i ó v i r t u d p a r a r e g i r , g o b e r n a r y c o n t e n e r t o d a s i r r e g u l a r i d a d e s q u e p u d i e r o n a c a e c e r e n l a f o r m a c i o n de
las cosas. n u e s t r o g l o b o . E s n o t o r i a l a d i v e r g e n c i a q u e h a y entre l o s
LA CRONOLOGÍA BÍBLICA. g e ó l o g o s a c e r c a de l a m a n e r a c ó m o p u e d e e x p l i c a r s e e s t a
f o r m a c i o n . P o r otra p a r t e , l a c e r t i d u m b r e con q u e a f i r m a n
Parece imposible que d e s p u e s de t a n t o c o m o se h a una duración inmensa, contrasta con sus dudas y vaci-
e s c r i t o sobre e s t e p u n t o , h a y a h o m b r e p r e c i a d o de ins- l a c i o n e s a c e r c a del v a l o r n u m é r i c o de e s t a m i s m a d u r a -
t r u i d o y q u e d i c e haber sido objeto predilecto de su atención
I P u e d e v e r s e e l f u n d a m e n t o de e s t o s c á l c u l o s en l a o b r a de P . G . T a i t Rccent ad—
I S a p . x . 2.
vanees in physical scicnce, p . 165 y s i g u i e n t e s .
cion para c a d a t e r r e n o ó c a p a g e o l ó g i c a e s p e c i a l ; p e r o a p a r e c i ó el l i n a j e h u m a n o es u n a e c u a c i ó n en que e n t r a n
c u a l q u i e r a que sea el t i e m p o que s e s u p o n g a t r a s c u r r i d o d e m a s i a d o s c o e f i c i e n t e s no d e t e r m i n a d o s , p a r a q u e pue-
entre el m o m e n t o c r e a d o r y el de la a p a r i c i ó n del h o m - d a s e r r e s u e l t a s a t i s f a c t o r i a m e n t e . C o n esto e s c l a r o q u e
bre en la tierra, n a d a h a y en ello q u e p u e d a o p o n e r s e á l a s b u s c a r c o n f l i c t o s e n t r e lo q u e a f i r m e la c i e n c i a y lo q u e
doctrinas r e v e l a d a s , l a s c u a l e s n a d a h a n a f i r m a d o s o b r e e n s e ñ a l a f e en e s t e p u n t o s u p o n e i g n o r a n c i a c o m p l e t a del
el particular. E n este c o m o e n m u c h o s c a s o s , p o d e m o s e s t a d o e n que s e h a l l a n h o y p o r h o y e s t a s c u e s t i o n e s .
decir c o n S a n A g u s t í n : « E l i j a c a d a c u a l lo que le p a r e z c a
m e j o r , t e n i e n d o sólo en c u e n t a de no a r r o j a r s e t e m e r a r i a -
m e n t e á d a r p o r s e g u r o y a s e n t a d o l o q u e es i n c i e r t o ó EL DILUVIO UNIVERSAL.
nada m á s q u e p r o b a b l e . »

P o r lo que t o c a á la f e c h a de l a a p a r i c i ó n del hombre D i c e D r a p e r que l a s n o c i o n e s e x a c t a s sobre el v o l ú m e n


en la t i e r r a , la c u e s t i ó n es m á s l a r g a y e m p e ñ a d a , y t a m - de l a s a g u a s del m a r y el de l a a t m ó s f e r a , lo m i s m o q u e
bién i m p o s i b l e de r e s o l v e r , á lo m é n o s con a l g u n a e x a c t i - sobre el f e n ó m e n o d e l a e v a p o r a c i ó n , h a n m a n i f e s t a d o el
tud. E n la B i b l i a no h a l l a m o s s o b r e este p u n t o sino a l - p o c o v a l o r de l a n a r r a c i ó n b í b l i c a e n este p u n t o . E s a s no-
g u n o s d a t o s tan c o n f u s o s é i n c i e r t o s , q u e han d a d o l u g a r ciones exactas p o d r á n d e m o s t r a r l o q u e s e q u i e r a , i n c l u s o
á m u c h o s s i s t e m a s de c r o n o l o g í a . L a c é l e b r e o b r a d e l o s el e s c a s o c a l e t r e del que l a s f o r m ó , p e r o n o d e s t r u i r á n j a -
b e n e d i c t i n o s de S a n M a u r o Arte de verificar las fechas, m a s l a v e r d a d del h e c h o del d i l u v i o . E s t e e s u n o de l o s
e m p i e z a por e x p o n e r n a d a m é n o s que 1 0 8 s i s t e m a s de a c o n t e c i m i e n t o s m á s a u t é n t i c o s de l a h i s t o r i a del l i n a j e
cronología b í b l i c a (y t o d a v í a p o d r í a n a ñ a d í r s e l e s algunos h u m a n o ; es l a t r a d i c i ó n u n i v e r s a l p o r e x c e l e n c i a . S u n o t i -
m á s e s c o g i t a d o s r e c i e n t e m e n t e ) , en l o s c u a l e s la f e c h a de cia h a quedado en los monumentos de todos los pueblos
la c r e a c i ó n del p r i m e r h o m b r e o s c i l a entre 3483 y 6 8 8 1 d e s d e l a C h i n a y l a I n d i a h a s t a M é j i c o y el P e r ú , y d e s d e
años a n t e s de J e s u c r i s t o . C o m o l a I g l e s i a n o s e h a d e c l a - l a s i s l a s del m a r d e l S u r h a s t a el p a í s de G a l e s y Lapo-
rado j a m a s p o r n i n g u n o d e t a l e s s i s t e m a s , l a c u e s t i ó n e s n i a , c o m o p u e d e v e r s e e n las s á b i a s o b r a s de L ü k e n y d e
libre, y c a d a c u a l p u e d e a d o p t a r el que b i e n le p a r e z c a , ó S t i e f e l h a g e n , y en l a r e c i e n t í s i m a de L e n o r m a n t x ; y e s t o s
i m a g i n a r otro m e j o r . A u n m á s ; h o m b r e s d o c t í s i m o s y de t e s t i m o n i o s a d m i r a b l e m e n t e c o n c o r d e s entre sí, s o n i m p o -
c u y a o r t o d o x a no p u e d e c a b e r d u d a , a f i r m a n q u e no h a y s i b l e s de e x p l i c a r s e p o r l a ficción d e un m i t o ó l e y e n d a ,
p r o p i a m e n t e c r o n o l o g í a b í b l i c a ; y q u e en l a i n d e c i s i ó n de p r o d u c t o de l a i m a g i n a c i ó n , ni s i q u i e r a por el r e c u e r d o d e
esta, á las ciencias h u m a n a s , como d e c i a e l abate L e - H i r , a c o n t e c i m i e n t o s a n á l o g o s s u c e d i d o s e n m u c h o s p u n t o s del
e s á q u i e n c o r r e s p o n d e a v e r i g u a r l a f e c h a de l o s o r í g e n e ¡ globo.
de n u e s t r a e s p e c i e . A h o r a b i e n ; l a s c i e n c i a s e n su e s t a d o
E s t a certidumbre histórica del diluvio bastaria á d e s -
a c t u a l se d e c l a r a n i m p o t e n t e s p a r a r e s o l v e r este proble-
v a n e c e r t o d a s l a s d i f i c u l t a d e s q u e c o n t r a su r e a l i d a d p u -
m a 1 , c o n f e s a n d o q u e l a d e t e r m i n a c i ó n de la edad en q u e
d i e r a n a d u c i r s e . P o r q u e si el h e c h o es c i e r t o , a u t é n t i c o é
i n n e g a b l e , a u n q u e el h o m b r e no p u e d a e x p l i c a r l o , n o p o r
I A s í c o n s t a de l o s d a t o s r e u n i d o s p o r e l M a r q u é s de N a d a i l l a e en el c . mi de s u
o b r a I es p r m hommes et les temPs prehistorias, q u e es l a ú l t i m a que se h a p u b l i c a - I L ü k e n , Die Traditionen des Üenschengeschlech'.s.—Súelühigea, Theciogiedes Hei-
do sobre esta materia.
dcnthums.—Lenormant, Les Origines de l'histoire.
e s t o debe dejarlo de a d m i t i r . Y a h e m o s d i c h o en a l g u n a 2. 0 Según otra e x p l i c a c i ó n , la u n i v e r s a l i d a d del d i -
p a r t e de este e n s a y o q u e es ley n e c e s a r i a en el método que l u v i o h a de entenderse ú n i c a m e n t e con r e l a c i ó n á la h u -
s i g u e el h u m a n o e n t e n d i m i e n t o p a r a la i n v e s t i g a c i ó n de la m a n i d a d que á la s a z ó n existia, que e s decir, á l a t i e r -
v e r d a d , q u e cada c o s a debe ser d e m o s t r a d a por el género ra p r o p i a m e n t e h a b i t a d a . L a s e x p r e s i o n e s toda latierra,
de p r u e b a s que le e s propio; los h e c h o s de la h i s t o r i a por todos los montes que están debajo del cielo, hay que enten-
a r g u m e n t o s h i s t ó r i c o s , las v e r d a d e s de l a s m a t e m á t i c a s derlas ú n i c a m e n t e de toda la tierra conocida y de l a s m o n -
por p r u e b a s d e d u c i d a s de esta c i e n c i a , y así de los d e m á s tañas situadas en su horizonte. C o n esta e x p l i c a c i ó n se ate-
r a m o s ó d i v i s i o n e s de l a s ciencias; y c u a n d o una v e r d a d n ú a n , ó m á s b i e n desapai-ecen t o d a s l a s dificultades. E n
e s t á p l e n a m e n t e d e m o s t r a d a de e s t a suerte, el e n t e n d i - v e r d a d n a d a tiene de i n v e r o s í m i l , m u c h o m é n o s de i m p o s i -
m i e n t o debe q u i e t a r s e y ceder á la e v i d e n c i a , á u n cuando b l e , una l l u v i a q u e dure c u a r e n t a días s e g u i d o s en un e s -
no sepa resolver a l g u n a s d u d a s ó dificultades que c o n t r a pacio ó región de cortos l í m i t e s , en especial en la z o n a tró-
e l l a se p u e d a n ofrecer. A s í , si el h e c h o del diluvio univer- p i c a ó no l e j o s de ella. N a d a h a y t a m p o c o de extraordinario
s a l p u e d e ser d e m o s t r a d o con a r g u m e n t o s de la h i s t o r i a , en q u e por e f e c t o de esta enorme cantidad de a g u a se hun-
c o m o lo es en e f e c t o , e s necesario admitirlo á u n c u a n d o d i e s e ó d e s n i v e l a s e parte de este terreno, c o n t r i b u y e n d o á
no p o d a m o s resolver a l g u n a s o b j e c i o n e s que se l e v a n t e n hacer m a y o r la e s p a n t o s a catástrofe. Y si o b j e t a s e a l g u -
c o n t r a su realidad. P e r o t a m p o c o e s v e r d a d q u e l a s d i f i - n o , que siendo e s t a t a n g r a n d e y de tan terribles e f e c t o s
cultades h e c h a s c o n t r a el diluvio no t e n g a n s o l u c i o n c l a r a , c o m o se supone haber sido, h a b r í a d e j a d o i n d i c i o s ó r a s -
evidente y del todo s a t i s f a c t o r i a . t r o s ó v e s t i g i o s de ella en la superficie del g l o b o , pode-
V a r i o s son l o s s i s t e m a s ó m a n e r a s de interpretación m o s responder q u e esto no e s necesario, viendo c o m o v e -
q u e se han ideado p a r a e x p l i c a r el h e c h o histórico del d i - m o s con f r e c u e n c i a e n o r m e s i n u n d a c i o n e s q u e a p e n a s d e -
l u v i o ; m a s entre ellos, tres son los p r i n c i p a l e s : j a n rastro de sí, f u e r a de que si se d i j e s e que la parte de
i.° S e g ú n a l g u n o s , el diluvio f u é universal en la a c e p - la tierra a n e g a d a por el diluvio lo e s t á a ú n a c t u a l m e n t e
c i ó n extricta de la p a l a b r a . H a b i e n d o los h o m b r e s preva- y q u e por c o n s i g u i e n t e e s inútil b u s c a r en la superficie
r i c a d o en l a o b s e r v a n c i a de los p r e c e p t o s d i v i n o s , y entre- terrestre t a l e s rastros ó m o n u m e n t o s , la crítica m á s se-
g á d o s e á t o d a i n i q u i d a d , D i o s los c a s t i g ó e n v i a n d o á la v e r a y q u i s q u i l l o s a no t e n d r i a n a d a que decir ó dificultar.
tierra tal cantidad de a g u a , que esta rodeó y e n v o l v i ó la E s sabido que no han faltado escritores de g r a n d e a u -
superficie del g l o b o con una c a p a l í q u i d a de tal e s p e s o r , toridad científica que al observar en la superficie del g l o -
q u e se l e v a n t ó q u i n c e c o d o s sobre l a s c i m a s m á s eleva- b o ciertos f e n ó m e n o s debidos á la acción de las a g u a s ,
das de los m o n t e s que á la sazón e x i s t í a n . E s t a interpre- q u i s i e r o n v e r en ellos indicios del diluvio u n i v e r s a l ; m a s
t a c i ó n , a u n q u e no r e p u g n a al poder de D i o s , p a r e c e p o c o h o y por h o y , la m a y o r í a de los g e ó l o g o s , c o n c o r d e s en l a
a d m i s i b l e , por s u p o n e r u n a série de m i l a g r o s extraordi- n a t u r a l e z a de t a l e s f e n ó m e n o s , los refiere á é p o c a s m á s
n a r i o s , f á c i l e s , sin d u d a a l g u n a , á la divina O m n i p o t e n - r e m o t a s de la que hubo de p r e s e n c i a r a q u e l l a c a t á s t r o f e ,
c i a , pero q u e no c o n v i e n e a d m i t i r á no e x i g i r l o necesa- c o n f e s a n d o , por otra parte, q u e d i c h a s i n u n d a c i o n e s son
r i a m e n t e la interpretación del texto bíblico; y este en v e r - a r g u m e n t o e f i c a c í s i m o para d e m o s t r a r la posibilidad del
d a d no lo e x i g e , s e g ú n v e r e m o s en s e g u i d a . d i l u v i o , de la B i b l i a . P o r lo que h a c e á la dificultad de
i n t r o d u c i r y c o l o c a r en el a r c a c o n s t r u i d a p o r N o é l a s e s -
p e c i e s de a n i m a l e s q u e h a b i a á la s a z ó n en l a t i e r r a , e s
c l a r o que si el d i l u v i o n o se e x t e n d i ó m á s a l l á de l a p a r t e
de n u e s t r o g l o b o h a b i t a d a p o r l a h u m a n i d a d , no habia
p a r a qué p e n s a r en l a s a l v a c i ó n de l o s s é r e s v i v i e n t e s q u e
e s t a b a n f u e r a de este c í r c u l o ; y á u n este c a s o , c o m o d i c e C A P Í T U L O XVI.
un docto escritor p u e d e m u y b i e n a d m i t i r s e que t a m p o -
co era n e c e s a r i o que l a s o l i c i t u d de N o é s e e x t e n d i e s e m á s
que á los a n i m a l e s d o m é s t i c o s ó que p o d í a n servir al a l i - OBJECIONES C I E N T Í F I C A S . — L A FORMA DE LA T I E R R A .

mento del hombre. SU INMOVILIDAD. SU RELACION CON RESPECTO Á

L a teoría del d i l u v i o que en b r e v e s p a l a b r a s a c a b a m o s LOS CUERPOS C E L E S T E S . GOBIERNO DE LA PROVI-

de e x p o n e r , e s d e f e n d i d a h o y p o r h o m b r e s d o c t í s i m o s e n DENCIA.
c i e n c i a s n a t u r a l e s y n o m é n o s o r t o d o x o s en m a t e r i a s d e
f e y e n s e ñ a n z a t e o l ó g i c a , e n t r e o t r o s , p o r el P . P i a n c i a n i LA FORMA DE LA TIERRA.
que la e x p u s o y a d o p t ó en s u c é l e b r e Cosmogonía, obra
p u b l i c a d a en R o m a c o n l a s c e n s u r a s y a p r o b a c i o n e s e c l e -
NO de l o s p u n t o s de d o c t r i n a q u e , s e g ú n el a u t o r
siásticas regulares.
de l o s Conflictos, han dado ocasion á diferencias
3-° Según una tercera explicación, el d i l u v i o n o s ó l o
ó q u e r e l l a s de l a c i e n c i a c o n t r a l a f e , es el r e l a t i -
debe r e f e r i r s e ú n i c a m e n t e al h o m b r e , s i n o á u n á l a p a r t e
v o á l a f o r m a d e n u e s t r o g l o b o , c u a l si l a S a g r a d a
p r i n c i p a l de l a h u m a n i d a d , de s u e r t e que b i e n h a b r í a p o -
E s c r i t u r a y l a I g l e s i a p o r el c o n s i g u i e n t e h u b i e s e n e n s e -
dido s u c e d e r que p u e b l o s ó n a c i o n e s m á s a l e j a d a s de e s t e
ñ a d o c o m o d o g m a d e f e q u e l a f o r m a de la t i e r r a e s l l a n a
centro ó masa principal, como sería, por ejemplo la raza
y no e s f é r i c a , c o m o d e m u e s t r a l a c i e n c i a a c t u a l m e n t e .
n e g r a , ú n i c a d o n d e f a l t a l a t r a d i c i ó n del d i l u v i o , e s c a p a -
E n p r i m e r l u g a r , n a d a h a y en el t e x t o b í b l i c o q u e d e -
ran del c a s t i g o d i v i n o . E s t a teoría l i m i t a a ú n m á s l a a c -
m u e s t r e l o q u e p r e t e n d e el a u t o r . E n e s t e , c o m o e n o t r o s
ción del d i l u v i o ; m a s sin r e c h a z a r l a c o m o f a l s a ó h e r é t i c a ,
p u n t o s , l a B i b l i a u s a el l e n g u a j e u s u a l entre l o s h o m b r e s ,
p u e s t o que no e s c o n t r a r i a á n i n g u n a p r o p o s i c i o n d e f i n i d a
p u e s c o n e l l o s h a b l a ; q u e r e r d e d u c i r de t a l e s e x p r e s i o n e s ó
por l a I g l e s i a , p a r e c e p r e f e r i b l e a t e n e r n o s á l a teoría p u e s -
f o r m a s de h a b l a r a r g u m e n t o s c i e n t í f i c o s , e s s a c a r l a s c o -
t a e n s e g u n d o l u g a r , a d m i t i e n d o l a u n i v e r s a l i d a d del d i l u -
v i o c o n r e l a c i ó n al l i n a j e h u m a n o u n i v e r s a l , pero e x c e p - s a s de q u i c i o , p r o c e d e r c o n m a l a ó d u d o s a f e , y de t o d a s

t u a n d o á N o é y su f a m i l i a . maneras no tratar las cosas con la debida seriedad. E n


segundo lugar, examinándolo atentamente, la Sagrada E s -
critura en m u c h o s pasajes parece indicar la f o r m a redonda
i J e a n d ' E s t i e n n e , e n un e s t u d i o s o b r e el d i l u v i o , p u b l i c a d o e n l o s n ú m e r o s o y 1 0
y á u n e s f é r i c a de n u e s t r o g l o b o . P o r e j e m p l o , e n el c a p í -
t t r f r - , d::ss,'ye;,otro empe2aj°á pu,ii:2r« ««
S a q u e s ( A b u l , 1 8 8 1 } , d o ñ e e p u e c e , v e . s e e x t e n d i d a s e n m á s p o r m e n o r e s las i d e a s t u l o x x v i , v e r s í c u l o 7 , d e l l i b r o de J o b , l e e m o s que Dios
q u e a p u n t a m o s en e s t e a r t i c u l o .
extiende el aquilón, q u e e s d e c i r , t o d o el c i e l o , c o m o i n t e r -
p r e t a e l m a e s t r o F r a y L u i s de L e ó n , sobre el vacío, y cuel-

20
i n t r o d u c i r y c o l o c a r en el a r c a c o n s t r u i d a p o r N o é l a s e s -
p e c i e s de a n i m a l e s q u e h a b i a á la s a z ó n en l a t i e r r a , e s
c l a r o que si el d i l u v i o n o se e x t e n d i ó m á s a l l á de l a p a r t e
de n u e s t r o g l o b o h a b i t a d a p o r l a h u m a n i d a d , no habia
p a r a qué p e n s a r en l a s a l v a c i ó n de l o s s é r e s v i v i e n t e s q u e
e s t a b a n f u e r a de este c í r c u l o ; y á u n este c a s o , c o m o d i c e C A P Í T U L O XVI.
un docto escritor p u e d e m u y b i e n a d m i t i r s e que t a m p o -
co era n e c e s a r i o que l a s o l i c i t u d de N o é s e e x t e n d i e s e m á s
que á los a n i m a l e s d o m é s t i c o s ó que p o d í a n servir al a l i - OBJECIONES C I E N T Í F I C A S . — L A FORMA DE LA T I E R R A .

mento del hombre. SU INMOVILIDAD. SU RELACION CON RESPECTO Á

L a teoría del d i l u v i o que en b r e v e s p a l a b r a s a c a b a m o s LOS CUERPOS C E L E S T E S . GOBIERNO DE LA PROVI-

de e x p o n e r , e s d e f e n d i d a h o y p o r h o m b r e s d o c t í s i m o s e n DENCIA.
c i e n c i a s n a t u r a l e s y n o m é n o s o r t o d o x o s en m a t e r i a s d e
f e y e n s e ñ a n z a t e o l ó g i c a , e n t r e o t r o s , p o r el P . P i a n c i a n i LA FORMA DE LA TIERRA.
que la e x p u s o y a d o p t ó en s u c é l e b r e Cosmogonía, obra
p u b l i c a d a en R o m a c o n l a s c e n s u r a s y a p r o b a c i o n e s e c l e -
NO de l o s p u n t o s de d o c t r i n a q u e , s e g ú n el a u t o r
siásticas regulares.
de l o s Conflictos, han dado ocasion á diferencias
3-° Según una tercera explicación, el d i l u v i o n o s ó l o
ó q u e r e l l a s de l a c i e n c i a c o n t r a l a f e , es el r e l a t i -
debe r e f e r i r s e ú n i c a m e n t e al h o m b r e , s i n o á u n á l a p a r t e
v o á l a f o r m a d e n u e s t r o g l o b o , c u a l si l a S a g r a d a
p r i n c i p a l de l a h u m a n i d a d , de s u e r t e que b i e n h a b r í a p o -
E s c r i t u r a y l a I g l e s i a p o r el c o n s i g u i e n t e h u b i e s e n e n s e -
dido s u c e d e r que p u e b l o s ó n a c i o n e s m á s a l e j a d a s de e s t e
ñ a d o c o m o d o g m a d e f e q u e l a f o r m a de la t i e r r a e s l l a n a
centro ó masa principal, como sería, por ejemplo la raza
y no e s f é r i c a , c o m o d e m u e s t r a l a c i e n c i a a c t u a l m e n t e .
n e g r a , ú n i c a d o n d e f a l t a l a t r a d i c i ó n del d i l u v i o , e s c a p a -
E n p r i m e r l u g a r , n a d a h a y en el t e x t o b í b l i c o q u e d e -
ran del c a s t i g o d i v i n o . E s t a teoría l i m i t a a ú n m á s l a a c -
m u e s t r e l o q u e p r e t e n d e el a u t o r . E n e s t e , c o m o e n o t r o s
ción del d i l u v i o ; m a s sin r e c h a z a r l a c o m o f a l s a ó h e r é t i c a ,
p u n t o s , l a B i b l i a u s a el l e n g u a j e u s u a l entre l o s h o m b r e s ,
p u e s t o que no e s c o n t r a r i a á n i n g u n a p r o p o s i c i o n d e f i n i d a
p u e s c o n e l l o s h a b l a ; q u e r e r d e d u c i r de t a l e s e x p r e s i o n e s ó
por l a I g l e s i a , p a r e c e p r e f e r i b l e a t e n e r n o s á l a teoría p u e s -
f o r m a s de h a b l a r a r g u m e n t o s c i e n t í f i c o s , e s s a c a r l a s c o -
t a e n s e g u n d o l u g a r , a d m i t i e n d o l a u n i v e r s a l i d a d del d i l u -
v i o c o n r e l a c i ó n al l i n a j e h u m a n o u n i v e r s a l , pero e x c e p - s a s de q u i c i o , p r o c e d e r c o n m a l a ó d u d o s a f e , y de t o d a s

t u a n d o á N o é y su f a m i l i a . maneras no tratar las cosas con la debida seriedad. E n


segundo lugar, examinándolo atentamente, la Sagrada E s -
critura en m u c h o s pasajes parece indicar la f o r m a redonda
i J e a n d ' E s t i e n n e , e n un e s t u d i o s o b r e el d i l u v i o , p u b l i c a d o e n l o s n ú m e r o s o y 1 0
y á u n e s f é r i c a de n u e s t r o g l o b o . P o r e j e m p l o , e n el c a p í -
t t r f r - , d::ss,'ye;,otro empe2aj°á pu,ii:2r« ««
S a q u e s ( A b u l , 1 8 8 1 } , d o ñ e e p u e c e , v e . s e e x t e n d i d a s e n m á s p o r m e n o r e s las i d e a s t u l o x x v i , v e r s í c u l o 7 , d e l l i b r o de J o b , l e e m o s que Dios
q u e a p u n t a m o s en e s t e a r t i c u l o .
extiende el aquilón, q u e e s d e c i r , t o d o el c i e l o , c o m o i n t e r -
p r e t a e l m a e s t r o F r a y L u i s de L e ó n , sobre el vacío, y cuel-

20
ga la tierra sobre nacía, en el a i r e , s i n a p o y o ni a r r i m o a l - c i t a d o s p o r D r a p e r , si éste s e h u b i e s e t o m a d o l a p e n a d e
g u n o ; m á s a d e l a n t e , e n el c a p í t u l o x x x v m , v e r s í c u l o 1 3 l e e r l o s en su o r i g i n a l , h a b r í a v i s t o que lo que d i c e d e l o s
d e l m i s m o l i b r o , se d i c e : y aprehendiste los extremos de la tier- a n t í p o d a s , l e j o s de n e g a r , a f i r m a y s u p o n e l a d o c t r i n a d e
ra y sacudiste á los impíos de ella; e n el c a p í t u l o VIII, v e r - l a r e d o n d e z de la t i e r r a , p u e s en el c a p í t u l o i x del libro
mículo 26 d e l o s proverbios, l e e m o s t a m b i é n : aún 110 había x v i de la Ciudad de Dios, d i c e , que p a r a a d m i t i r la e x i s t e n -
hecho Dios la tierra ni los rios, ni los polos de la redondez de c i a de l o s a n t í p o d a s n o b a s t a q u e l a t i e r r a s e a r e d o n d a ,
la tierra-, y finalmente, Isaías nos representa á D i o s senta- ni q u e , s i é n d o l o , esté s e c a y d e s c u b i e r t a p o r l a s aguas,
do en la redondez de la tierra. E s t a s palabras demuestran s i n o que a d e m a s e s n e c e s a r i o d e m o s t r a r que l o s d e s c e n -
que las D i v i n a s Escrituras afirman más bien que niegan d i e n t e s d e A d á n , a t r a v e s a n d o l a i n m e n s i d a d del O c é a n o ,
la forma esférica de nuestro globo. L a Iglesia por su par- h a y a n p o d i d o l l e g a r a l l á ; lo c u a l le p a r e c e a b s u r d o á S a n
t e j a m a s s e h a o p u e s t o á e s t a e n s e ñ a n z a ; a n t e s v e m o s que A g u s t í n p o r l a dificultad de a t r a v e s a r en f r á g i l e s n a v e c i -
los Santos Padres S a n Clemente, Papa, San Gregorio de l l a s la i n m e n s i d a d del O c é a n o , dificultad n a c i d a simple-
Nazianzo, San Hilario, San Ambrosio, San Jerónimo, m e n t e de l o s e s c a s o s p r o g r e s o s de l a g e o g r a f í a , de l o s
S a n A g u s t í n , S a n I s i d o r o de S e v i l l a , S a n J u a n Damas- a t r a s o s d e l a n a v e g a c i ó n y de no c o n o c e r s e en t i e m p o d e l
c e n o , bien que considerando tal opinion c o m o p u r a m e n t e S a n t o ( c o m o n o se h a c o n o c i d o h a s t a h a c e p o c o s a ñ o s ) l a
filosófica y que n a d a t e n i a q u e v e r c o n el d o g m a , se e x - e x i s t e n c i a de l a s c o r r i e n t e s o c é a n i c a s , l a s c u a l e s , m á s que
p r e s a r o n de m a n e r a q u e d i e r o n á e n t e n d e r s u c r e e n c i a e n l a i n d u s t r i a ó c i e n c i a de l o s h o m b r e s , h a n c o n t r i b u i d o á l a
l a e s f e r i c i d a d de l a tierra; y si h u b o a l g u n o s a u t o r e s e c l e - poblacion de las tierras que caen b a j o nuestros piés. E n
s i á s t i c o s , c o m o C o s m e I n d i c o p l e u s t e , S e v e r i a n o de G a b a - l o q u e se refiere al P a p a Z a c a r í a s a c u s a d o del m i s m o c r i -
l a , T e o d o r o de M o p s u e s t i a y D i o d o r o de T a r s o , q u e s u - m e n , l a d i f i c u l t a d n o es m é n o s f á c i l d e r e s o l v e r ; p u e s si
p u s i e r o n lo c o n t r a r i o , s u a u t o r i d a d e s de t a n p o c o v a l o r l l a m ó perversa á la h i p ó t e s i s d e l o s a n t í p o d a s , esto f u é e n
q u e n o m e r e c e l a p e n a de c i t a r s e . E n l a E d a d Media es el c a s o (que e n t o n c e s se d a b a p o r s u p u e s t o ) de que l o s t a -
n o t o r i o q u e e s t a o p i n i o n f u é casi u n i v e r s a l ; el v e n e r a b l e l e s h o m b r e s n o f u e r a n d e s c e n d i e n t e s de A d á n . Ademas,
B e d a , R a b a n o Mauro, Alcuino, A d a m de B r e m a , H o n o - n u n c a p r e t e n d i ó el P a p a definir l a c o n t r o v e r s i a , ni a ú n en
r i o de A u t u n , G u i l l e r m o de C o n c h e s , V i c e n t e d e B e a u - lo que dijo habló como Pontífice y doctor universal. Acer-
v a i s , Alberto M a g n o , Santo T o m a s y otros m u c h o s , l a en- c a de este p u n t o de t e x t o s y a u t o r i d a d e s de e s c r i t o r e s e c l e -
señaron y dieron por demostrada siásticos, S a n t o s P a d r e s y áun R o m a n o s P o n t í f i c e s , es
P o r l o q u e t o c a á l o s a n t í p o d a s , si h u b o e s c r i t o r e s e c l e - n e c e s a r i o d i s t i n g u i r entre lo que e n s e ñ a n c o m o i n t é r p r e -
s i á s t i c o s que n e g a r o n s u e x i s t e n c i a , n o a p o y a r o n s u s a s e r - t e s de l a t r a d i c i ó n a c e r c a de l a s d o c t r i n a s reveladas y lo
tos ó negaciones e n las e n s e ñ a n z a s d e l a r e v e l a c i ó n , s i n o q u e d i c e n sobre c o s a s c i e n t í f i c a s . L a d o c t r i n a de l a f e
e n o p i n i o n e s filosóficas p a r t i c u l a r e s m á s ó m e n o s f u n d a d a s es e n ellos c o n s t a n t e , firmísima y universal; sus opi-
y de l a s c u a l e s p a r t i c i p a r o n t a m b i é n l o s a u t o r e s p r o f a n o s niones filosóficas ó científicas pueden ser defectibles, v a -
contemporáneos. A c e r c a de l o s t e x t o s de S a n Agustín r i a b l e s c o n el a n d a r d e l o s t i e m p o s y m á s ó m é n o s con-
f o r m e s con las mantenidas generalmente. Confundir unas
i E l q u e d e s e e v e r l a s c i t a s de e s t o s a u t o r e s p u e d e a c u d i r á l a d o c t í s i m a obra del
P . C a h i e r , Nouveaux Mélanges d'archéologie, p. 15 y s i g u i e n t e s . d o c t r i n a s c o n o t r a s e s c o n f u n d i r l o d i v i n o con l o h u m a n o ,
el cielo con la tierra, la ciencia y la revelación, y t r a s t o r - el s á b i o W i n d m a d s t , y e n 1545 salia á luz l a obra de

n a r t o d o el orden i n t e l e c t u a l . A u n a c e r c a de l o s puntos- C o p é r n i c o De Revolutionibus orbium coelestium, dedicada á

d o g m á t i c o s e s p r e c i s o c o n v e n i r e n que así c o m o s e r í a r i - P a u l o I I I . D e s u e r t e q u e el s i s t e m a c o p e r n i c a n o f u é debi-

d i c u l a t e m e r i d a d a c h a c a r á la c i e n c i a l o s d e s p r o p ó s i t o s que- d o á l a I g l e s i a , a s í c o m o á e l l a se debió principalmente

d i c e n s o b r e c o s a s científicas l o s q u e se v e n d e n p o r sus a q u e l l a g l o r i o s í s i m a e x p e d i c i ó n q u e l l e v ó á c a b o el d e s c u -

corifeos y representantes, no es temeridad menor atribuir bridor del N u e v o M u n d o y que m á s q u e n a d a h a b i a d e

á la I g l e s i a l o s errores en que p u e d a i n c u r r i r a l g ú n teólo- contribuir al conocimiento de l a f o r m a , d i m e n s i o n e s y

g o ó e s c r i t o r e c l e s i á s t i c o , i n t é r p r e t e n o de l a s e n s e ñ a n z a s s i t u a c i ó n de n u e s t r o g l o b o e n l a i n m e n s i d a d del espa-

de l a f e , sino de s u s o p i n i o n e s particulares1. cio E l a r g u m e n t o en que p r e t e n d e n a p o y a r s e los que


dicen que l a I g l e s i a ó l a s E s c r i t u r a s h a n enseñado la
i n m o v i l i d a d de l a t i e r r a , esto e s , el d i c h o de J o s u é en
LA INMOVILIDAD DE LA TIERRA. e l V a l l e de Gabaon, cuando d e s p u e s de h a b e r i n v o c a d o
á D i o s m a n d ó al sol que s e p a r a s e , á fin de que l o s h i j o s
de Israel pudieran continuar la persecución y derrota de
E s n o t o r i o q u e l a I g l e s i a n o h a e n s e ñ a d o ni mandado
s u s e n e m i g o s , es de n i n g ú n v a l o r . Las p a l a b r a s de Jo-
e n s e ñ a r c o m o d o c t r i n a p r o p i a el s i s t e m a de P t o l o m e o , s e -
sué no suponen la estabilidad de l a t i e r r a , c o m o n o l a
g ú n el c u a l el sol y l o s d e m á s a s t r o s se m u e v e n al r e d e -
s u p o n e e n l a m e n t e de l o s a s t r ó n o m o s ó d e l o s q u e co-
d o r de l a t i e r r a . S i h u b o c a t ó l i c o s q u e l o e n s e ñ a r o n , t a m -
n o c e n el m o v i m i e n t o d e n u e s t r o g l o b o el decir q u e s e
bién lo enseñaron los no católicos. Puntualmente los p r i -
l e v a n t a ó s e p o n e el sol. A l c o n t r a r i o , si J o s u é h u b i e s e
m e r o s e n d e c l a r a r s e c o n t r a él f u e r o n el C a r d e n a l d e C u -
d i c h o á la t i e r r a q u e se p a r a s e , h a b r í a u s a d o u n l e n g u a j e
s a y el C a n ó n i g o C o p é r n i c o , q u i e n p o r l o s a ñ o s de 1 5 0 0
a b s u r d o y a n t i c i e n t í f i c o , c o m o y a notó A r a g o . P o r q u e c o n -
e x p l i c a b a e n R o m a sin o b s t á c u l o , a n t e s con l a a p r o b a c i ó n
f o r m e á las l e y e s del m o v i m i e n t o r e l a t i v o , c o m o n o s o t r o s
d e l R o m a n o P o n t í f i c e , el v e r d a d e r o s i s t e m a del mundo.
n o t e n e m o s c o n c i e n c i a del m o v i m i e n t o de u n s i s t e m a d e
E n 1 5 3 3 l o e x p l a n a b a t a m b i é n d e l a n t e de C l e m e n t e VII
c u e r p o s del que f o r m a m o s parte, r e f e r i m o s n e c e s a r i a m e n -

1 Yaque se o f r e c e la o c a s i o n , s e r á b u e n o a d v e r t i r el r i g o r i s m o de c i e r t o s autores
te n u e s t r o m o v i m i e n t o á l o s c u e r p o s s i t u a d o s f u e r a d e l
respecto de l o s a n t i g u o s (sobre t o d o s i s o n e c l e s i á s t i c o s y o r t o d o x o s en c o s a s de f e ) y dicho sistema, c o m o es fácil verificarlo en los trenes de
s u l a x i t u d y b e n i g n i d a d en j u z g a r á o t r o s q u e n o t i e n e n e s t a s c o n d i c i o n e s . E n p l e n o s i -
g l o x i x , H e g e l h a d i c h o (en su Naturphilosophie, § 269) que «el m o v i m i e n t o de l o s c u e r -
los ferro-carriles. L u e g o , aunque Josué hubiese sabido
p o s c e l e s t e s n o es e f e c t o de i m p u l s o e x t e r i o r , s i n o l i b r e c o m o e l de l o s e s p í r i t u s ; que p o r - c o n c i e n c i a c i e r t a que l a t i e r r a y no el sol e r a q u i e n s e
q u e u n a p i e d r a es i n e r t e , y t o d a l a t i e r r a c o m o c o m p u e s t a de p i e d r a s lo es t a m b i é n , y l o s
c u e r p o s c e l e s t e s son s e m e j a n t e s á l a t i e r r a , n o p o r e s t o h e m o s d e d e c i r q u e e l l o s sean
m o v i a , h a b r í a debido h a b l a r c o m o h a b l ó y c o m o se h a -
t a m b i é n i n e r t e s ; q u e , en fin, el m o v i m i e n t o , l a p r e s i ó n , l a r e s i s t e n c i a , e l c h o q u e , el f r o - b l a r á s i e m p r e h a s t a el fin de l o s s i g l o s 2.
t a m i e n t o , v a l e n p a r a l a m a t e r i a c o m ú n y o r d i n a r i a , p e r o n o p a r a l a de l o s a s t r o s ; p o r q u e
e s v e r d a d q u e l a m a t e r i a e s i g u a l en u n o y en o t r o c a s o , p e r o n o s u s c u a l i d a d e s , así c o m o
u n p e n s a m i e n t o b u e n o y o t r o m a l o son p e n s a m i e n t o s , p e r o el m a l o n o es b u e n o , p o r q u e 1 S o b r e e s t o p u e d e l e e r s e e l c u r i o s o o p ú s c u l o del S r . D o n c e l y O r d a z La Universidad
el bueno s e a pensamiento.» R e p e t i m o s q u e e s t o s d e s a t i n o s se h a n s o l t a d o en p l e n o s i - de Salamanca en el Tribunal de la historia.
g l o xix. S i cualquier s i m p l e m o r t a l , en e s p e c i a l s i f u e s e c a t ó l i c o ó e c l e s i á s t i c o , l o s h u - 2 A p r o p ó s i t o de e s t e m i l a g r o de J o s u é , puede v e r s e l a d i s e r t a c i ó n d e l A b a t e M o i g n o
b i e s e e s t a m p a d o en a l g ú n l i b r o , n o h a b r í a e n el m u n d o b a s t a n t e s p u n t o s a d m i r a t i v o s p a r a e n el t o m o x x x i x de su r e v i s t a Les Mondes, p á g . 296 y s i g u i e n t e s .
e x p r e s a r l a s o r p r e s a y el e s c á n d a l o p r o d u c i d o p o r l a e n u n c i a c i ó n de t a l e s d e s v a r i o s . Pero-
l o s d i j o l a g r a n d e , l a p o d e r o s a , l a g i g a n t e s c a i n t e l i g e n c i a de H e g e l
m a n e r a de n u e s t r a t i e r r a , p u n t o m i c r o s c ó p i c o y q u e v e r -
LA TIERRA RESPECTO DE LOS CUERPOS CELESTES.
d a d e r a m e n t e s e p i e r d e de v i s t a l a n z a d o e n el e s p a c i o i n -
m e n s u r a b l e de l a c r e a c i ó n ; y c o n c l u y e , en fin, q u e s u p u e s -
O t r a de l a s f a l s a s a c u s a c i o n e s c o n t r a l a I g l e s i a , es l a
t o q u e e n l o s l í m i t e s e s t r e c h í s i m o s á que s e e x t i e n d e n u e s -
p r e p o n d e r a n c i a d a d a p o r ella á n u e s t r o g l o b o e n l a c o m -
t r a o b s e r v a c i ó n v e m o s t a n t a v a r i e d a d de s é r e s v i v i e n t e s ,
paración con los demás astros; á t a l a c u s a c i ó n se p u e d e
ora a c t u a l e s , ora q u e e x i s t i e r o n e n é p o c a s remotísimas,
r e s p o n d e r que l a I g l e s i a j a m a s h a e n s a l z a d o á la t i e r r a c o n
pero que han dejado sus huellas e n l a s e n t r a ñ a s de l a
d e s p r e c i o de l o s d e m á s a s t r o s .
t i e r r a , n o e s c o n f o r m e á b u e n a filosofía p r e t e n d e r q u e l o s
D e s d e q u e se h a n p r o p a g a d o l o s d e l i r i o s del e s p i r i t i s m o
s é r e s que p u e d a n v i v i r en l o s a s t r o s h a y a n de ser s e m e j a n -
e s m u y c o m ú n h a b l a r de l o s h a b i t a n t e s de l a s e s t r e l l a s y
t e s á l o s que c o n o c e m o s , y q u e á u n e n t o d o s i s t e m a l a
d e las tierras del cielo J. T o d o ello n o e s m á s que el mentir
v i d a debe e s t a r c i r c u n s c r i t a á l o s c u e r p o s que no e s t á n e n
de las estrellas. L a h i p ó t e s i s de l a h a b i t a c i ó n de l o s astros-
estado de ignición. «Por n u e s t r a p a r t e , c o n c l u y e , cree-
p u e d e d a r l u g a r á q u e se e s p l a y e l a i m a g i n a c i ó n sobre u n
m o s absurdo considerar tan vastas regiones como desier-
t e m a socorrido; pero j a m a s conducirá á ningún resulta-
tos inhabitados: d e b e n de e s t a r p o b l a d o s de s é r e s inte-
do s e g u r o y f o r m a l . Entre los hombres científicos q u e
ligentes y racionales capaces de conocer, honrar y amar á
han tratado sèriamente este punto h a y divergencia de opi-
s u C r i a d o r ; y q u i z á l o s m o r a d o r e s de e s o s a s t r o s s e a n m á s
n i o n e s . A l g u n o s , entre l o s c u a l e s s e c u e n t a el P . Angel
fieles que nosotros á los deberes que les impone su gra-
S e c c h i , g l o r i a de l a m o d e r n a a s t r o n o m í a , se i n c l i n a n á
t i t u d h á c i a A q u e l que l o s s a c ó de l a n a d a ; t a l v e z , y a s í
c r e e r q u e si b i e n l a v i d a , ó s e a n s u s m a n i f e s t a c i o n e s y
l o c r e e m o s , n o h a y a entre e l l o s n i n g u n o de e s o s s é r e s i n -
e f e c t o s en l o s c u e r p o s c e l e s t e s , n o s o n a c c e s i b l e s á n u e s -
fortunados que cifran su orgullo en negar la existencia y
t r o s s e n t i d o s á u n a y u d a d o s de l a f u e r z a p r o d i g i o s a d e l o s
l a i n f i n i t a s a b i d u r í a é i n t e l i g e n c i a de A q u e l á q u i e n d e b e n
t e l e s c o p i o s , l a a n a l o g í a de e s t o s c u e r p o s c o n el g l o b o q u e
la s u y a propia y la facultad de admirar tantas maravi-
conocemos y sobre el cual v i v i m o s n o s debe persuadir de
l l a s J .» A p e s a r de t a n d i s c r e t a s o b s e r v a c i o n e s d e l s á b i o
que t a m b i é n e n e l l o s e x i s t e n s é r e s v i v i e n t e s , a u n q u e t a l
á q u i e n d e b e l o s m a y o r e s a d e l a n t o s la a s t r o n o m í a f í s i c a ,
v e z dotados de otras propiedades y desarrollando su ener-
n o p o c o s e n c o n t r a r á n tal v e z de m u c h o v a l o r l a s razones
g í a nativa b a j o otras condiciones y modificaciones c l i m a -
c o n que otro a s t r ó n o m o no m é n o s d o c t o q u e el P . S e c c h i ,
t é r i c a s d i f e r e n t e s de l a s q u e v e m o s á n u e s t r o alrededor.
e s á s a b e r , el i l u s t r e M r . F a y e , p r e t e n d e p r o b a r l a i m p o -
A ñ a d e el a s t r o n o m o i l u s t r e q u e t i e n e p o b r e y m e z q u i n a
s i b i l i d a d de que s e a n h a b i t a d o s p o r s é r e s v i v i e n t e s los
i d e a d e l u n i v e r s o q u i e n se lo figura t o d o él m o d e l a d o á l a
c u e r p o s que v e m o s g i r a r s u s p e n d i d o s s o b r e n u e s t r a s c a -

I E s t e es el t í t u l o de u n a o b r a del f a m o s o C a m i l o F l a m m a r i o n , q u i e n m á s que n i n g ú n
b e z a s 2 . L a I g l e s i a p o r s u p a r t e no h a d i c h o ni d e f i n i d o
o t r o h a c o n t r i b u i d o á p r o p a g a r l a s d o c t r i n a s de l a h a b i t a c i ó n de l o s a s t r o s , e n v o l v i é n d o -
l a s c o n las t e o r í a s 6 e r r o r e s e s p i r i t i s t a s . P o r d e s g r a c i a e n E s p a ñ a , d o n d e a p e n a s s e c o n o -
c e n l o s l i b r o s de c i e n c i a v e r d a d e r a y f o r m a l , p u b l i c a d o s e n el e x t r a n j e r o , p e r o s í o t r o s 1 E n su o b r a El Sol, lib. V I I I , c. único, § I V .

m u c h o s de l o s l l a m a d o s vulgarizadores, que r e c r e a n l a i m a g i n a c i ó n y f a t i g a n p o c o el e n - 2 S o b r e e s t e p u n t o l e e m o s en e l ú l t i m o n ú m e r o de l a Revite des questions scientifiques

tendimiento, estas f a n t a s m a g o r í a s de F l a m m a r i o n h a n . t e n i d o é x i t o f a b u l o s o , enloque- ( A b r i l de 1 8 8 1 , p á g . 595), l a s p a l a b r a s s i g u i e n t e s : « L o s d e f e n s o r e s de l a h a b i t a c i ó n de

ciendo las cabezas de m u c h o s y l l e n á n d o l a s de desatinos y devaneos tanto más perjudi- l o s a s t r o s se v e n o b l i g a d o s p a r a d e f e n d e r su t é s i s de a m o n t o n a r h i p ó t e s i s s o b r e h i p ó t e s i s .

c i a l e s cuanto van encubiertos con ropage científico. Es posible, d i c e n , que c a d a e s t r e l l a s e a e l f o c o y c o m o e l c o r a z o n d e un s i s t e m a p l a n e t a -


r i o i g u a l a l n u e s t r o . A d m i t i d o e s t o , es posible que dichos planetas sean habitables, y por
n a d a sobre a s u n t o tan p r o b l e m á t i c o . A s í en este c o m o en d e b i l i d a d de los m e d i o s con que han sido r e s u e l t o s t a n
m u c h o s otros p u n t o s , cada c u a l p u e d e sentir c o m o le p a - g r a v e s p r o b l e m a s ; si t e n e m o s en c u e n t a que p a r a a p r e c i a r
rezca. y medir la m a y o r parte de l a s c a n t i d a d e s que f o r m a n h o y
S o b r e l a s c o n s e c u e n c i a s q u e l o s p a r t i d a r i o s de la p l u - la b a s e de los c á l c u l o s a s t r o n ó m i c o s , el h o m b r e h a debido
r a l i d a d de los m u n d o s h a b i t a d o s s a c a n de s u s teorías, e s p e r f e c c i o n a r el m á s delicado de s u s ó r g a n o s , a u m e n t a n d o
d o n o s o lo que p a s a con los q u e tal v e z por a n t í f r a s i s se enormemente su p o t e n c i a v i s i v a ; si a d v e r t i m o s q u e ha
a p e l l i d a n racionalistas. Mientras u n o s l e v a n t a n al h o m b r e s i d o p r e c i s o h a l l a r m é t o d o s apropiados á la m e d i c i ó n de
h a s t a h a c e r l e D i o s , otros le d e p r i m e n h a s t a considerarle t a n l a r g a s d i s t a n c i a s , h a s t a con la precision de u n d é c i m o ,
c a s i n a d a en el c o n j u n t o de la creación. A u n p r e s c i n d i e n - c o m b a t i r los e f e c t o s m á s m i c r o s c ó p i c o s que c a u s a n en l o s
d o de c o n s i d e r a c i o n e s t e o l ó g i c a s , p o d e m o s d e c i r q u e no m e t a l e s , y , de c o n s i g u i e n t e en los i n s t r u m e n t o s , l o s c a m -
m e r e c e m o s ni tanto honor ni tanto e n v i l e c i m i e n t o . So- b i o s continuos de t e m p e r a t u r a ; d e f e n d e r s e de l a s infinitas
bre esto d i r e m o s con el célebre A r a g o que «cuando m e r - i l u s i o n e s q u e p r o d u c e n en l a dirección de los r a y o s l u m i -
ced á m e d i d a s en l a s c u a l e s la e v i d e n c i a del método a n d a n o s o s l a s a l t e r a c i o n e s de una a t m ó s f e r a , y a seca, y a húme-
a l igual de la p r e c i s i ó n de l o s r e s u l t a d o s , el v o l ú m e n de d a , y a t r a n q u i l a , y a a g i t a d a , en la c u a l tienen que h a c e r -
la tierra queda reducido á m é n o s de l a millonésima s e n e c e s a r i a m e n t e l a s o b s e r v a c i o n e s , nuestro sér débil,
p a r t e del v o l ú m e n del sol; c u a n d o este m i s m o sol, tras- flaco y m i s e r a b l e , recobra su i m p o r t a n c i a . A l lado de e s -
portado á la r e g i ó n de l a s e s t r e l l a s , v a á t o m a r u n l u g a r f u e r z o s tan p r o d i g i o s o s del ingenio h u m a n o , ¿qué i m p o r t a
m o d e s t í s i m o entre l o s m i l l o n e s de a s t r o s q u e n o s r e v e l a l a debilidad de nuestro cuerpo pobre, d e l e z n a b l e y q u e -
el telescopio; c u a n d o l o s 38 m i l l o n e s de l e g u a s q u e n o s bradizo? ¿Qué i m p o r t a n las d i m e n s i o n e s del p l a n e t a d o n -
s e p a r a n del l u m i n a r del dia s o n en r a z ó n de su c o m p a r a - d e h a b i t a m o s , del g r a n o de arena sobre el cual nos h a to-
t i v a p e q u e ñ e z u n a b a s e de todo punto i n a d e c u a d a p a r a la c a d o en suerte a p a r e c e r por u n o s momentos?»
i n d a g a c i ó n de l a s d i m e n s i o n e s del m u n d o v i s i b l e ; c u a n d o La astronomía, concluiremos de e s t a s p a l a b r a s del
l a v e l o c i d a d de l o s r a y o s l u m i n o s o s (70.000 l e g u a s por d o c t o escritor, podrá señalar al h o m b r e y á la tierra un
s e g u n d o ) b a s t a a p e n a s para l o s c á l c u l o s de la c i e n c i a ; en l u g a r m u y p e q u e ñ o , i m p e r c e p t i b l e , en el m u n d o de la
fin, c u a n d o f o r z a d o s por p r u e b a s irresistibles t e n e m o s q u e c r e a c i ó n material; pero la m i s m a a s t r o n o m í a le s e ñ a l a un
c o l o c a r a l g u n a s estrellas á d i s t a n c i a s tan i n m e n s a s que l u g a r i n m e n s o en el m u n d o de las ideas. N u e s t r a tier-
l a l u z t a r d a en recorrerle no m é n o s q u e un m i l l ó n de a ñ o s , r a , m i r a d a desde el sol, no aparece sino c o m o un á t o m o
n o s s e n t i m o s a n o n a d a d o s b a j o el p e s o de t a n t a i n m e n s i - de arena q u e g i r a v e r t i g i n o s a m e n t e en el e s p a c i o ; el sol,
d a d . A l dar al h o m b r e y al p l a n e t a que h a b i t a un l u g a r t a n mirado desde otros soles ó estrellas, e s un p u n t o i m p e r c e p -
d i m i n u t o en el m u n d o m a t e r i a l , la a s t r o n o m í a p a r e c e n o tible. L a s estrellas, soles i n m e n s o s , son otros s i s t e m a s
haber p r o g r e s a d o sino con el fin de h u m i l l a r n o s . M a s si de p l a n e t a s m á s c o m p l i c a d o s y g r a n d i o s o s que el n u e s t r o ;
m i r a n d o la c u e s t i ó n á otra l u z , c o n s i d e r a m o s la e x t r e m a reunidas y relacionadas entre sí, f o r m a n g r u p o s , que v i s -
t o s desde otras estrellas, aparecen c o m o m a n c h a s de m a -
lo m i s m o es posible que sean habitados T o d o eso sin duda es posible; péro al e s t u - teria l u m i n o s a d e r r a m a d a c o m o al a z a r en l a s p r o f u n d i d a -
d i a r u n a c u e s t i ó n c i e n t í f i c a n o h e m o s de c o l o c a r n o s en e s t e o r d e n de i d e a s ; l a i m a g i n a -
c i ó n puede p l a n t e a r un p r o b l e m a , p e r o l o s h e c h o s s o n l o s que l o r e s u e l v e n . »
d e s del firmamento. M u n d o s i n n u m e r a b l e s se m u e v e n e n
el e s p a c i o ; y e s t o s m u n d o s no son, tal v e z , m á s que p r o - quezas y desfallecimientos imponderables, en m e d i o d e
d u c t o s y t r a s f o r m a c i o n e s de otros que h a c e t i e m p o incal- e s t a a t m ó s f e r a infernal q u e á v e c e s le rodea, y le e n v e n e -
c u l a b l e , han desaparecido y a del teatro de la c r e a c i ó n . L a n a y t r a s t o r n a l o s s e n t i d o s , el h o m b r e siente en su a l m a
d u r a c i ó n de la v i d a en la tierra, con los m i l l o n e s de años q u e influencias sobrenaturales, conoce que una mano invi-
h a c e que e m p e z ó , con l a s infinitas m a n i f e s t a c i o n e s que h a sible le g u í a y e s f u e r z a , y cuando l e v a n t a su espíritu á
tenido, con l a s m a r a v i l l a s p r o d i g i o s a s que h a ostentado, n o D i o s v e en É l un P a d r e a m o r o s o , y en su P r o v i d e n c i a ,
e s m á s que un m o m e n t o , u n a pulsación apenas p e r c e p t i b l e e n t r a ñ a s de d u l c í s i m a misericordia. F o r t a l e c i d a con l a
en la v i d a u n i v e r s a l , u n a ola ú ondulación en el rio i n m e n - g r a c i a d i v i n a , n u e s t r a a l m a podrá ser tentada y c o m b a -
so q u e , partiendo d e s d e un t i e m p o indefinible, se extiende t i d a p o r l a s t r i b u l a c i o n e s , p e r o , si quiere, no v e n c i d a ;
p o r c a m p o s y h o r i z o n t e s v a s t í s i m o s , y corre á perderse en l a s p e n a l i d a d e s de la v i d a podrán doblarnos, pero no q u e -
un porvenir i n c a l c u l a b l e . A pesar de esto, la i n t e l i g e n c i a , b r a r n o s ; la e n f e r m e d a d , podrá a g o s t a r n u e s t r o s c u e r p o s ,
a c o s t u m b r a d a á c o n s i d e r a r l a s m a r a v i l l a s de D i o s , se c o m - pero la m u e r t e no será p a r a nosotros sino a n u n c i o de l a s
p l a c e en la idea de q u e no h a y á t o m o de m a t e r i a en todo c o s a s q u e ni o j o v i ó , ni oido oyó, ni c a b e n en c o r a z o n
este s i s t e m a i n m e n s o de c u e r p o s q u e se m u e v e n en el es- h u m a n o , l a s c u a l e s tiene D i o s p r e p a r a d a s á l o s e s c o g i -
p a c i o , ni m o v i m i e n t o m e c á n i c o ó vital, ni p e n s a m i e n t o en d o s . E l h o m b r e , en fin, será todo lo pobre y m i s e r a b l e
a l m a h u m a n a , á u n en l a inconsciente del niño, q u e no es- que se quiera; sueño de s o m b r a (<mas ovap), c o m o d i j o P í n -
té p r e v i s t o , r e g u l a d o é intentado por u n a P r o v i d e n c i a i n e - daro x , pero este sueño n o s r e v e l a u n a realidad m á s e s -
f a b l e , c o m o parte de un p l a n infinito en lo p a s a d o , eterno p l e n d o r o s a y m a g n í f i c a que t o d a s l a s que c o n t e m p l a m o s
e n lo p o r v e n i r . con los o j o s c o r p o r a l e s . Y si, c o m o dice este s u b l i m e p o e t a ,
P a r a D i o s no h a y g r a n d e ni pequeño; todo lo g o b i e r - acertare á c a e r sobre él un rayo venido de lo alto, e n t o n c e s
na, dispone y m i r a con i g u a l cuidado; pero atiende p r i n - brillará á sus o j o s u n a a u r o r a h e r m o s í s i m a , t o d a r e s p l a n -
c i p a l m e n t e al a l m a del h o m b r e , criada á su i m á g e n y s e - d e c i e n t e de v i d a y de d e l i c i a s i n c o m p a r a b l e s . E s t a cla-
m e j a n z a , d e s t e l l o de su p o d e r , y objeto de su a m o r é i n e - ridad s o b e r a n a h a d e s c e n d i d o en v e r d a d sobre el h o m b r e
narrable m i s e r i c o r d i a . B e l l o e s el mundo, c o n sus c a m p o s m á s m a g n í f i c a a ú n q u e la q u e habia i m a g i n a d o la p o é -
c u b i e r t o s de flores, con s u s m o n t e s y p r a d e r a s , con s u s tica a n t i g ü e d a d , y b a ñ a n d o y envistiendo y esplendo-
ríos, q u e d e r r a m a d o s p o r t o d a la tierra, á todo dan v i d a , rando n u e s t r a a l m a , h a esclarecido t a m b i é n á l a s v e c e s el
g r a c i a y h e r m o s u r a , c o n la m u c h e d u m b r e i n n u m e r a b l e de c u e r p o c o m u n i c á n d o l e no sé q u e v i s l u m b r e s de g l o r i a q u e
sus a s t r o s , q u e r e s p l a n d e c i e n d o p e r e n a l m e n t e en el c i e l o , le h a n d i v i n a m e n t e t r a n s f i g u r a d o y e m b e l l e c i d o . Enton-
lo e s c l a r e c e n y h e r m o s e a n c u a l blandones q u e i l u m i n a n c e s h a sido el h o m b r e el e s p e c t á c u l o m á s s u b l i m e y m a g -
u n i n m e n s o f e s t í n ; pero m á s bello y m á s a d m i r a b l e e s el nífico que se h a o f r e c i d o en el u n i v e r s o . E n t o n c e s h a bro-
c o r a z o n h u m a n o con el m u n d o de ideas, de a s p i r a c i o n e s tado de su c o r a z o n u n m u n d o de h a r m o n í a infinitamente
y deseos, q u e en él se r e v u e l v e . N o h a y d u d a que á v e c e s m á s bello q u e aquel concierto de los cielos, c o m o le l l a m a
salen de este c o r a z o n p e n s a m i e n t o s de m u e r t e , deseos Job, q u e v i b r a en l o s e s p a c i o s estelares. P o r q u e si D i o s
a b o m i n a b l e s , y un h á l i t o de perversidad que p a r e c e salido m o r a y v i v e y o s t e n t a l a s r i q u e z a s de su poder y de su
de las p r o f u n d i d a d e s del infierno; pero en medio de sus fla-
1 Pite. V I I I .
s a b i d u r í a en t o d a s p a r t e s , m a n i f i e s t a especialísimamente
c i o n que t i e n e sobre e l l a . S u palabra hinche, vivifica y
estas magnificencias en los deseos, en los pensamientos
hermosea la creación, cuadro en q u e el g r a n p i n t o r d e l
y e n l a s p u r a s e m o c i o n e s de l a s a l m a s a d o r n a d a s c o n l a
m u n d o , c o m o l l a m a á D i o s u n o de n u e s t r o s p o e t a s a n t i -
a u r e o l a de l a s a n t i d a d .
g u o s , al d e r r a m a r sobre la n a t u r a l e z a b e l l e z a s sin c u e n t o ,
Origen, fuente y causa primordial de estas grandezas y
d e j ó e s c u l p i d a s en e l l a c o n c a r a c t é r e s i m b o r r a b l e s el p o -
magnificencias, es la gracia de Cristo, alcanzada por sus
d e r , l a s a b i d u r í a , l a b o n d a d de la E s e n c i a creadora. E l
merecimientos infinitos y por l a virtud de su sacrificio ine-
o r d e n , la c o n s o n a n c i a , l a m ú s i c a t a n a c o r d a d a q u e h a c e n
f a b l e . P o r e s t o , al figurarnos con la imaginación á n u e s -
entre sí l a s c r i a t u r a s c o m o c u e r d a s e n el h a r p a del u n i v e r -
tro g l o b o m o v i é n d o s e en l a i n m e n s i d a d de l o s espacios,
so, n o s o n m á s que r e f l e j o d é b i l í s i m o de l a h a r m o n í a q u e
n o p o d e m o s m é n o s de c o n t e m p l a r l o e n r o j e c i d o p o r l a s a n -
r e i n a e n l a i n t e l i g e n c i a infinita. T o d o o b e d e c e á s u v o z ; É l
g r e de A q u e l q u e v i n o á este m u n d o á r e d i m i r y r e s c a t a r
e s el que c o n s u o m n i p o t e n c i a t r a s t o r n a l o s m o n t e s , q u i e n
nuestro abatido linaje, á remediar todas las enfermedades
m u e v e l a t i e r r a de su l u g a r y h a c e e s t a l l a r l a s c o l u m n a s d e
del alma, á b a ñ a r el m u n d o en u n o c é a n o d e m i s e r i c o r -
e l l a . C u a n d o le p l a c e , m a n d a al sol que no n a z c a , y á l a s e s -
dia. E s t e es el título de n o b l e z a d e la t i e r r a , este el t r a -
t r e l l a s q u e n o a l u m b r e n . S i É l d e s t r u y e r e , no h a y q u i e n
sunto de sus glorias y maravillas.
edifique; si d e t u v i e r e l a s a g u a s , t o d o se s e c a r á , y si l a s
enviare con demasiada abundancia, anegaráse toda la
tierra. E l es el que e n v í a el v i e n t o f r i ó d e l a b a n d a del
LA PROVIDENCIA PRESIDE EL MOVIMIENTO DE LOS ASTROS.
N o r t e sobre el e l e m e n t o d e l aire y a s e n t ó l a t i e r r a e n e l
l u g a r q u e a h o r a t i e n e , s o b r e n a d a . É l es el q u e r e c o j e y
A s í l o e n s e ñ a e f e c t i v a m e n t e l a I g l e s i a y lo m i s m o r e s u l t a
a t a l a s a g u a s en l a s n u b e s p a r a q u e n o c a i g a n de l l e n o
d e m i l p a s a j e s d e l a D i v i n a E s c r i t u r a , de l a d o c t r i n a de l o s
s o b r e l a tierra. É l es el que v i s t e y a d o r n a su t r o n o r e a l ,
S a n t o s P a d r e s y de l o s t e ó l o g o s d e t o d o s t i e m p o s . Esta
q u e es el c i e l o , y l o c u b r e c u a n d o q u i e r e c o n l a s n u b e s y
ha sido también la creencia del linaje h u m a n o en todos
c o n l a n i e b l a . É l p u s o t é r m i n o á l a s a g u a s de l a m a r , el
los siglos y en todos los lugares de la tierra, creencia ar-
c u a l d u r a r á m i e n t r a s en el m u n d o h u b i e r e l u z y t i n i e b l a s .
r a i g a d a e n la c o n c i e n c i a de l a h u m a n i d a d , d e l a c u a l n o
L a s c o l u m n a s del c i e l o t i e m b l a n de s u p r e s e n c i a y t r e m e n
podrán arrancarla j a m a s los sofismas d é l o s impíos y blas-
á c u a l q u i e r m u e s t r a de su i n d i g n a c i ó n . P o r s u v i r t u d y
f e m a d o r e s de D i o s , a l e n t a d o s p o r l a s c o n c u p i s c e n c i a s que
f o r t a l e z a s a l i e r o n l o s m a r e s de su l u g a r n a t u r a l y s e r e -
b r o t a n de c o n t i n u o d e nuestro corazon depravado.
c o g i e r o n en s u p r o p i o s e n o d e s p u e s de c u b i e r t a l a t i e r r a .
D i o s existe; los cielos pregonan su gloria; las estrellas S u e s p í r i t u a d o r n ó l o s cielos. É l l a n z ó l a s e s t r e l l a s cual
de la mañana callando y centelleando anuncian su g r a n - g r a n o s de p o l v o l u m i n o s o e n l a s i n m e n s i d a d e s del e s p a -
deza, su poder y majestad; la tierra, con su variado manto cio, y no es posible extender la vista por este
d e flores, y e r b a s , á r b o l e s y m i e s e s , r e c u e r d a s u d i v i n a h e r -
mosura; y la universalidad de las cosas criadas enaltece T e m p l o de claridad y hermosura
á p o r f í a l a D i v i n i d a d de s u A u t o r , i n f i n i t o e n l a v i r t u d , D e innumerables luces adornado;
e t e r n o e n l a d u r a c i ó n , s u p r e m o e n el s e ñ o r í o y jurisdic-
n o e s p o s i b l e c o n s i d e r a r p o r un i n s t a n t e
E l gran concierto s u s p e n s a m i e n t o s , y entenebrecido su c o r a z o n i n s e n s a t o ,
D e aquestos resplandores eternales, p i é r d e n s e en un laberinto de m i l absurdos y c o n t r a d i c -
S u movimiento cierto, c i o n e s ; y por no a d m i t i r la intervención del divino poder
S u s pasos desiguales, en la c r e a c i ó n y c o n s e r v a c i ó n del universo, a d m i t e n e f e c -
Y en proporcion concorde tan iguales; t o s sin c a u s a , m o v i m i e n t o sin principio m o v e d o r , f u e r z a
L a luna cómo mueve y a c t i v i d a d sin a l g o donde radique o r i g i n a r i a m e n t e esta
L a plateada rueda, y va en pos de ella
f u e r z a , y orden y h a r m o n í a sin quien ordene, componga
L a l u z do el saber llueve,
y c o n s e r v e en este orden l a s c r i a t u r a s .
Y la graciosa estrella
D e amor le sigue reluciente y bella;
Y cómo otro camino
Lo d i c h o h a s t a a q u í nos p a r e c e responder b a s t a n t e m e n t e
Prosigue el sanguinoso Marte airado,
á las o b j e c i o n e s t o m a d a s del estudio de la n a t u r a l e z a , q u e
Y el Júpiter benino,
de bienes mil cercado, D r a p e r c o n s i d e r a c o m o conflictos entre la R e l i g i ó n y l a

Serena el cielo con su rayo amado; c i e n c i a . C o n esto p u d i é r a m o s dar esta d i s c u s i ó n por ter-
Rodéase en la cumbre m i n a d a . M a s no q u e r e m o s cerrarla sin m e n c i o n a r , a u n q u e
Saturno, padre de los siglos de oro, no sea sino de p a s o , un a r g u m e n t o g e n e r a l q u e h a venido
T r a s él la muchedumbre i n e s p e r a d a m e n t e á a p o y a r l a s e n s e ñ a n z a s a c e r c a de l a
D e l reluciente coro c r e a c i ó n , diluvio, t o r r e de B a b e l , y otras q u e r e g i s t r a n l o s
S u l u z va repartiendo y su tesoro. p r i m e r o s c a p í t u l o s del G é n e s i s . N o s r e f e r i m o s á l o s l l a -
m a d o s textos cuneiformes.
N o e s p o s i b l e fijar l o s o j o s ni el pensamiento
L o s grandiosos descubrimientos hechos recientemente
e n a q u e l l o s sitios donde a n t i g u a m e n t e estuvieron a s e n t a -
E n este gran trasunto
d a s l a s f a m o s a s c i u d a d e s de N í n i v e , B a b i l o n i a , C a l a c h ,
D o v i v e mejorado
S i p p a r a , E r e c h , L a r s a m y U r , l l e v a r á n á l a posteridad
L o que es, lo que será, lo que ha pasado,
r o d e a d o s de l u z i m p e r e c e d e r a los n o m b r e s de B o t t a , L a -
s i n p e r c i b i r la h a r m o n í a inefable que v i b r a en la c r e a c i ó n , y a r d , R a w l i n s o n , O p p e r t , S m i t h , y otros s á b i o s i l u s t r e s .
y el p e r f u m e de D i v i n i d a d que, al decir de un S a n t o P a - E l tesoro de ciencia e n c o n t r a d o en l a s m a g n í f i c a s b i b l i o -
dre, d e r r a m ó D i o s sabré la n a t u r a l e z a c o m o u n licor i n - t e c a s q u e d e s p u e s de estar s e p u l t a d a s por e s p a c i o de m u -
mortal. Los q u e no perciben e s t a divina h a r m o n í a , ni c h o s s i g l o s h a n v u e l t o á a p a r e c e r de n u e v o , f r a n q u e á n d o -
s i e n t e n la s u a v i d a d de esta f r a g a n c i a , s o n v e r d a d e r a m e n - n o s m i l l a r e s de libros escritos, no en papel ó p e r g a m i n o ,
te d e s g r a c i a d o s . N a d a n d o entre t a n t a s m a r a v i l l a s no t i e - sino en ladrillos, y escritos en una l e n g u a y c a r a c t é r e s de
nen o j o s p a r a v e r l a s , ni oidos p a r a oir lo que c a l l a n d o todo p u n t o perdidos, es r e a l m e n t e i n c a l c u l a b l e , S e r í a l a r -
p r e d i c a n , ni c o r a z o n e s p a r a l e v a n t a r su espíritu al co- g o entrar en p o r m e n o r e s a c e r c a de e s t a r i q u e z a . A n u e s t r o
n o c i m i e n t o del H a c e d o r , por el artificio a d m i r a b l e de s u s p r o p ó s i t o t o c a s o l a m e n t e recordar c ó m o entre m i l l a r e s de
c r i a t u r a s . F á l t a l e s el sentido.de D i o s , y d e s v a n e c i d o s en i n s c r i p c i o n e s y ladrillos de tierra c o c i d a que contienen t o d a
s u e r t e de m e m o r i a s h i s t ó r i c a s y de o b r a s científicas ó l i t e -
d i l u v i o c o m o c a s t i g o de D i o s por los p e c a d o s de los h o m -
rarias, han a p a r e c i d o r e c i e n t e m e n t e l o s f r a g m e n t o s de un
b r e s , c i r c u n s t a n c i a q u e o m i t e la tradición asiría de B e r o -
p o e m a caldeo, á quien su d e s c u b r i d o r , Jorge S m i t h , con
so. M a s l a s tres r e l a c i o n e s hablan del episodio de l a s a v e s
b a s t a n t e p r o b a b i l i d a d , a t r i b u y e u n a a n c i a n i d a d de u n o s
e n v i a d a s p o r N o é f u e r a del arca, c o m o t a m b i é n del s a c r i -
dos m i l años a n t e s de J e s u c r i s t o , y q u e e s por c o n s i g u i e n -
ficio ofrecido á l a D i v i n i d a d , despues de haberse s a l v a d o
te anterior á la c o m p o s i c i o n del G é n e s i s de Moisés. E n él
de la i n u n d a c i ó n . L a l e y e n d a c u n e i f o r m e c o n t i e n e a d e m a s
h a l l a m o s la tradición caldea a c e r c a de la c r e a c i ó n del m u c h o s p o r m e n o r e s a c e r c a de la c o n s t r u c c i ó n y l a s d i -
m u n d o , así c o m o en los f r a g m e n t o s de B e r o s o l e e m o s l a m e n s i o n e s del a r c a , su a p r o v i s i o n a m i e n t o , la b e n d i c i ó n ,
t r a d i c i ó n asiría a c e r c a de e s t a m i s m a historia; l a s c u a l e s l a a l i a n z a , la p u e r t a del arca cerrada, con otras circuns-
t r a d i c i o n e s , c o m p a r á n d o l a s con el t e x t o s a g r a d o , o f r e c e n t a n c i a s que c o n f i r m a n á m a r a v i l l a la n a r r a c i ó n de M o i s é s .
u n a s e m e j a n z a m a r a v i l l o s a q u e i n d i c a un origen c o m ú n .
S e r í a l a r g o d e m o s t r a r c ó m o lo que dice el G é n e s i s so-
E f e c t i v a m e n t e , l a s tres r e p r e s e n t a n al m u n d o primitivo
b r e el paraíso terrestre, la m a l d i c i ó n p r o n u n c i a d a contra
c o m o una m a s a i n f o r m e , el c a o s , el a b i s m o , el a g u a , m a -
nuestros primeros padres, las generaciones antidiluvia-
teria primordial de donde s u r g e el m u n d o o r g a n i z a d o ; l a
n a s , la torre de B a b e l , la historia de A b r a h a m , y otros
s e p a r a c i ó n del cielo y de la t i e r r a , c o m o t a m b i é n de l o s
p u n t o s i g u a l m e n t e controvertidos p o r l a c i e n c i a i n c r é d u -
c o n t i n e n t e s y de los m a r e s ; el orden q u e p o c o á p o c o v a
l a , han hallado m a g n í f i c a ilustración en l o s t e x t o s c u n e i -
a p a r e c i e n d o en t o d a s l a s partes d e l u n i v e r s o ; la f o r m a c i o n
formes.
del sol, de la l u n a y de l a s e s t r e l l a s , y l a o r d e n a d a s u c e -
A l considerar la i n e s p e r a d a c o n f i r m a c i ó n de la v e r d a d
sión de los t i e m p o s d e b i d a á l o s m o v i m i e n t o s de los a s -
b í b l i c a h a l l a d a en l o s ladrillos de l a s bibliotecas de A s i r í a ,
tros; la p r o d u c c i ó n de los a n i m a l e s d i v i d i d o s en v a r i a s c l a -
vienen n a t u r a l m e n t e á la m e m o r i a a q u e l l a s p a l a b r a s de
ses, y por ú l t i m o , la c r e a c i ó n del h o m b r e , c o n s t i t u i d o por
C r i s t o en que respondiendo á la t u r b a de f a r i s e o s q u e n o
D i o s rey de la n a t u r a l e z a . L a c o r r e s p o n d e n c i a l l e g a h a s t a
s u f r í a n en p a c i e n c i a que l o s p u e b l o s le a c l a m a s e n p o r R e y ,
l a s p a l a b r a s . A s í , por e j e m p l o : el tehom h e b r á i c o (el abis-
q u e v e n i a en n o m b r e de D i o s á s a l v a r el m u n d o , les d i -
mo) corresponde al tihamat c a l d e o (el mar e n g e n d r a d o r de
j o : Y o os digo q u e si estos c a l l a n , l a s p i e d r a s h a b l a r á n
todo) y al Thavatth de B e r o s o (la d i o s a Naturaleza de l o s
(01 XíOot xExpáíov-ai). S í ; en medio del trastorno universal de
babilonios). M a s si tan s i g u l a r e s c o i n c i d e n c i a s señalan
l a s ideas que h o y a g i t a al m u n d o , cuando por una parte los
el origen c o m ú n de l a s tres t r a d i c i o n e s , sus diferencias
p u e b l o s s i g u e n a c l a m a n d o á J e s ú s por D i o s y h o m b r e v e r -
i n d i c a n que l a relación bíblica e s l a m á s p u r a de l a s tres,
d a d e r o , cuando l o s m o d e r n o s f a r i s e o s q u i s i e r a n a h o g a r
p u e s á .una m a j e s t a d s u b l i m e en l a s f o r m a s , j u n t a i n m a -
e s t a v o z , y cuando una ciencia de f a l s o n o m b r e p r e t e n d e
c u l a d a p u r e z a de doctrina, m i e n t r a s q u e l a s l e y e n d a s c a l -
h a b e r d e m o s t r a d o l a falsedad de las D i v i n a s Escrituras,
dea y a s i r í a están desfiguradas p o r e r r o r e s g r a v í s i m o s y
l a s piedras h a n h a b l a d o , p r o c l a m a n d o que la n a r r a c i ó n de
extrañas fábulas mitológicas.
M o i s é s , obra de i n s p i r a c i ó n divina, e s t á confirmada por l o s
I g u a l a n a l o g í a h a l l a m o s entre lo q u e del diluvio c u e n -
r a s t r o s que han quedado en los m o n u m e n t o s m á s a n t i g u o s
t a n B e r o s o y el p o e m a de I z d u b a r d , y l a n a r r a c i ó n b í b l i -
del m u n d o .
c a . C o n v i e n e n el texto caldeo y la B i b l i a en c o n s i d e r a r a l
•que a d v e r t i m o s entre l a r e a l i d a d de l o s acontecimientos
q u e v e m o s y su i n t e r p r e t a c i ó n h i s t ó r i c a , d e m u e s t r a h a s t a
l a e v i d e n c i a que p a r a saber la verdadera historia huma-
na es f u e r z a a g u a r d a r el dia g r a n d e de l a s r e v e l a c i o n e s
C A P Í T U L O XVII.
d i v i n a s en q u e , c o m o d i c e l a S a g r a d a E s c r i t u r a , s e con-
d e n s a r á n l o s t i e m p o s de t o d a s l a s c o s a s .

A s í , l a p r u e b a y el a r g u m e n t o t o m a d o d e la historia,
OBJECIONES HISTÓRICAS. a u n q u e de algún valor, pocas veces es decisivo y conclu-
yele. M a s c o m o l o s e n e m i g o s de l a fe no c e s a n de a c u -
d i r á este a r s e n a l p a r a guerrear c o n t r a e l l a , será bien
A h i s t o r i a , d i c e C e r v a n t e s r e p i t i e n d o u n a f r a s e de
•descender á este t e r r e n o p a r a d e s h a c e r c o n l a l u z de l a
C i c e r ó n , es m a d r e d e l a v e r d a d , é m u l a del t i e m -
v e r d a d l o s f a n t a s m a s de l o s h e c h o s que p r e s e n t a n c o m o
p o , d e p ó s i t o de l a s a c c i o n e s , t e s t i g o de l o p a s a d o ,
c a u s a s , e f e c t o s ó m a n i f e s t a c i o n e s de l o s c o n f l i c t o s entre
e j e m b l o y a v i s o de l o p r e s e n t e , y a d v e r t e n c i a de
la Religión y la ciencia.
lo porvenir. A s í es, en efecto, cuando la historia es v e r -
L a p r i m e r a objecion, la m á s c o m ú n , y la que se tiene
d a d e r a . S i es f a l s a , si no r e f i e r e l o s h e c h o s t a l e s c o m o p a -
p o r i n c o n t e s t a b l e p o r c u a n t o s d e f i e n d e n la n a t u r a l o p o s i -
s a r o n , si no r e t r a t a c o n s u p r o p i a fisonomía y c o l o r i d o l o s
c i o n entre l a c i e n c i a y l a f e , c o n s i d e r a d a s e n s u d e s a r r o l l o
personajes que intervinieron en e l l o s , sino c o n el que
h i s t ó r i c o , e s el T r i b u n a l d e la I n q u i s i c i ó n . L a s o m b r a del
l e s p r e s t a n las p r e o c u p a c i o n e s del e s c r i t o r , si t u e r c e l a s
t e r r i b l e T r i b u n a l es, s e g ú n m u c h o s , la m a n c h a m á s n e g r a
s e c r e t a s i n t e n c i o n e s de l o s h o m b r e s , y no p r o c u r a e s t u -
q u e a f e a el c u e r p o de l a I g l e s i a , el oprobio del l i n a j e h u -
diar y p o n e r d e m a n i f i e s t o l o s a l t í s i m o s s e c r e t o s de D i o s
m a n o , y l a c a l a m i d a d y el e n e m i g o m á s f e r o z que h a t e -
escondidos en el fondo de l o s acontecimientos, y que
n i d o l a c i e n c i a . A l d e c i r de e l l o s , e s t a i n s t i t u c i ó n m a t ó l a
s e r e a l i z a n e n el a g i t a d o r e v o l v e r de l o s t i e m p o s y e n el
l i b e r t a d del p e n s a m i e n t o , p e r s i g u i ó c r u e l í s i m a m e n t e á l o s
c h o q u e e s p a n t o s o de l a s p a s i o n e s h u m a n a s , la h i s t o r i a , en
h o m b r e s c i e n t í f i c o s q u e se l a n z a r o n f u e r a del e s t r e c h o
l u g a r de l u z d e r r a m a t i n i e b l a s , y e n v e z de e n s e ñ a r á l o s
c í r c u l o de l a s f ó r m u l a s r e c i b i d a s g e n e r a l m e n t e , a m e d r e n t ó
hombres, los pervierte y desmoraliza y conduce á sende-
con sus persecuciones y procedimientos á los espíritus
r o s de p e r d i c i ó n . P o r d e s g r a c i a , de no p o c a s que p a s a n por
m á s gallardos, y derramó espesas tinieblas en aquellos
h i s t o r i a s , se p u e d e d e c i r q u e l a r e l a c i ó n de l o s a c o n t e c i -
horizontes que debían ser iluminados por los esplendores
mientos h u m a n o s tal c o m o en ellas consta, m á s se acer-
de l a s a b i d u r í a ; l o s s i g l o s q u e ejerció su autoridad é in-
c a á l a f á b u l a que á l a h i s t o r i a v e r d a d e r a . E n l a m a y o r
fluencia este T r i b u n a l , h a y que c o n t a r l o s por c o n s i g u i e n t e
parte de sus páginas no hallamos ordinariamente más
e n t r e l o s m á s a c i a g o s p a r a l a h i s t o r i a de l a c u l t u r a h u m a n a .
q u e errores, p r e o c u p a c i o n e s y f a l s e d a d e s . H a y e s c r i t o r e s
en cuyos libros la verdad m i s m a seduce y engaña. Todo E s t a s a c u s a c i o n e s y q u e r e l l a s c o n t r a el T r i b u n a l de l a

l e s s i r v e p a r a s u s fines, p a r a s e d u c i r á l o s i n c a u t o s y l l e - fe, h a n sido mil veces contestadas. Pero como los enemi-

v a r l a s c o s a s al c a m i n o d e s u s b a j o s y r u i n e s i n t e n t o s . L o g o s d e l a v e r d a d no s e c a n s a n d e r e p e t i r l a s en libros, fo-

que pasa ante nuestros ojos, y la extraña discrepancia l l e t o s y p a p e l e s p e r i ó d i c o s , t a m p o c o n o s h e m o s de c a n s a r


en c o n t e s t a r l a s á fin de q u e se h a g a p a s o , y triunfe la
E n cuanto al principio en que se a p o y a b a el e s t a b l e c i -
verdad, y deshaga con los rayos de su l u z las tinieblas-
m i e n t o de la I n q u i s i c i ó n , y q u e es la b a s e de t o d a s l a s
q u e quieren o s c u r e c e r l a y m a t a r l a .
a c u s a c i o n e s que se h a c e n contra ella, no es p o s i b l e n e g a r -
L a I n q u i s i c i ó n f u é o b r a de l a I g l e s i a , entendiéndose a q u í
lo ó ponerlo en duda. E s cierto q u e la fe no se impone
por I g l e s i a , dice un d o c t o e s c r i t o r español, «los P a p a s , C o n -
p o r la v i o l e n c i a ; m a s ¿puede p e r m i t i r s e que las b a s e s
cilios, O b i s p o s , t e ó l o g o s , c a n o n i s t a s , soberanos, tribunales-
f u n d a m e n t a l e s de t o d a s o c i e d a d , de toda l e y y de t o d a m o -
s e c u l a r e s , c o n f e s o r e s y s e g l a r e s , pues que todos ellos h a n
r a l , c o m o son l a s v e r d a d e s religiosas, sean n e g a d a s y con-
c o n t r i b u i d o , a u n q u e c o n d i f e r e n t e i n f l u j o , en su erección
m o v i d a s i m p u n e m e n t e ? ¿No m e r e c e c a s t i g o el que es-
y p e r m a n e n c i a por seis s i g l o s . » E l fin q u e t u v o présente-
p a r c e p r i n c i p i o s s u b v e r s i v o s , quien atiza el f u e g o de la
l a I g l e s i a en su e s t a b l e c i m i e n t o , f u é velar por l a i n t e g r i -
r e b e l i ó n , quien p e r t u r b a l a sociedad y la e n v e n e n a con
dad de l a f e , p e r s e g u i r á l o s h e r e j e s , apóstatas y c o r r u p t o -
p e r v e r s a s doctrinas? S i al hacer esto dice q u e lo h a c e obe-
r e s del d o g m a , e n e m i g o s y p e r t u r b a d o r e s de l a sociedad
d e c i e n d o á los d i c t á m e n e s de su c o n c i e n c i a , ¿es b u e n o , e s
c i v i l , tal c o m o e s t a b a c o n s t i t u i d a , arrancando del c a m p o
c o n v e n i e n t e , ó no e s m á s bien a l t a m e n t e c u l p a b l e , el c o n -
de la v e r d a d la c i z a ñ a de l o s errores, rebeliones y d i s c o r -
sentir q u e siguiendo su erróneo c o n v e n c i m i e n t o , t r a s t o r -
d i a s , origen de todo m a l en e s t a y en l a otra v i d a . S i e n d o
n e el orden y el bienestar social? ¿ H a y que d e j a r suelto al
e s t a institución e s e n c i a l m e n t e r e l i g i o s a , e n t r a b a de lleno
l o c o y d e s v a r i a d o , ó m á s bien s u j e t a r l o con la fuerza? L a
e n el orden s o b r e n a t u r a l en q u e v i v e la I g l e s i a ; m a s c o m o
f e e s el bien s u p r e m o del h o m b r e en esta v i d a ; quien l a
h a b i a de ejercer su j u r i s d i c c i ó n por medio de h o m b r e s , y
p i e r d a , pierde el tesoro m á s grande que puede p o s e e r , el
c o r r e g i r y c a s t i g a r los e x t r a v í o s de aquellos q u e á la v e z
p r i n c i p i o de su felicidad t e m p o r a l y perdurable; quien a t e n -
q u e m i e m b r o s y s ú b d i t o s de l a Iglesia, eran también
t a c o n t r a ella, quien p ú b l i c a m e n t e la i n s u l t a ó d e s a c a t a ,
m i e m b r o s de la s o c i e d a d c i v i l , h u b o de revestirse de f o r -
q u i e n no contento con haberla él m i s m o perdido p r i v a á
m a s y atributos e x t r í n s e c o s , v i s i b l e s y civiles, e n c a m i n a -
o t r o s de bien tan g r a n d e , robándoles la j o y a m á s p r e c i a -
d o s á l a m á s pronta, s e g u r a y eficaz p e r s e c u c i ó n de a q u e -
d a del a l m a , y d e s t r u y e n d o el l a z o m á s h e r m o s o q u e u n e
l l o s errores y e x t r a v í o s . P a r a esto entabló l a f o r m a de s u s
á los h o m b r e s entre sí, c o m e t e un c r i m e n que la autoridad
j u i c i o s , en los c u a l e s , si h u b o a l g u n a f a l t a , f u é debida á
e n c a r g a d a de g u a r d a r esta f e , puede y debe c a s t i g a r c o n
c a u s a s m e r a m e n t e a c c i d e n t a l e s y transitorias. E n c u a n -
i g u a l energía, por lo m é n o s , que la a u t o r i d a d civil c a s t i g a
to á l a s personas á q u i e n e s f u é e n c o m e n d a d o el e j e r c i c i o
d e l i t o s s e m e j a n t e s . A s í lo entendió la I g l e s i a , y esto h i z o
y a p l i c a c i ó n de s u s l e y e s , f u e r o n de lo m e j o r que t e n i a
la I n q u i s i c i ó n , reprimir la heregía, inquirir y p e s q u i s a r á
en aquel t i e m p o la c r i s t i a n d a d , p u e s c o m o dice el g r a v e
l o s que pretendían alterar ó c o r r o m p e r la f e , a t a j a r el m a l
historiador P . J u a n de M a r i a n a , «para este oficio se b u s -
c u a n d o era t o d a v í a r e m e d i a b l e , a p a g a r la c h i s p a q u e a m e -
c a b a n personas m a d u r a s e n l a edad, m u y enteras y m u y
n a z a b a v a s t o i n c e n d i o , cortar el m i e m b r o podrido a n t e s
santas.»
q u e g a n g r e n a s e todo el cuerpo s o c i a l .
S e r í a prolijo d e m o s t r a r c a d a u n a de estas a s e r c i o n e s T.
L a a t r o z crueldad q u e tanto le e c h a n en cara l o s e n e -
i Q u i e n desee v e r esa d e m o s t r a c i ó n p u e d e a c u d i r a l l i b r o La Inquisición publicado- m i g o s de la I n q u i s i c i ó n , quedaría r e d u c i d a á bien e s c a s a s
por D . Juan Manuel Orti y L a r a , c a t e d r á t i c o de m e t a f í s i c a en l a U n i v e r s i d a d c e n t r a l .
p r o p o r c i o n e s , ó m e j o r d i c h o , á la nada, si estos e s t u d i a -
m o d e r n o s (no t o d o s l o s que lo m e r e c í a n ) , o b r a s de a u t o -
s e n d e s a p a s i o n a d a m e n t e su h i s t o r i a , su m a n e r a de e n j u i -
res h e r e j e s ó de s o s p e c h o s a d o c t r i n a , de n i g r o m a n c i a y
c i a m i e n t o y s u a c c i ó n é i n f l u e n c i a en el m u n d o , n o á l a
h e c h i c e r í a , de m í s t i c a , e s c r i t a s por l o s alumbrados y quie-
l u z de s u s p r e o c u p a c i o n e s , sino á l a de l o s u s o s , c o s t u m -
tistas, y o t r a s p o r el e s t i l o . D e l i b r o s de c i e n c i a s y de filo-
b r e s , h e c h o s y l e y e s c o n t e m p o r á n e a s . « L a I n q u i s i c i ó n de.
s o f í a , a p e n a s h a l l a m o s r a s t r o e n l o s Indices expurgato-
E s p a ñ a , d i c e u n t e s t i g o m a y o r de e x c e p c i ó n , casi e r a b e -
rios. P o r l o q u e h a c e al t e a t r o , en el e s p a c i o de m á s de 90
nigna y filantrópica c o m p a r a d a c o n lo que en a q u e l l a e d a d
a ñ o s s ó l o e n c o n t r a m o s p r o h i b i d o s p o r la I n q u i s i c i ó n d e
d u r í s i m a h a c í a n t r i b u n a l e s y g o b i e r n o s y p u e b l o s e n otras,
1 2 á 1 5 f a r s a s ó c o m e d i a s , q u e es d e c i r , m é n o s d e l a m i -
regiones. T o d o s los moros, judíos y herejes castigados ó
tad de las que desde 1 8 1 7 hasta 1832 fueron prohibidas
q u e m a d o s en E s p a ñ a p o r l a I n q u i s i c i ó n d u r a n t e t r e s c i e n -
en la culta, liberal y protestante Inglaterra, según resulta
t o s a ñ o s , n o i g u a l a n en n ú m e r o , p o r c o n f e s i o n de S c h a c k ,
de l a s e r u d i t a s i n v e s t i g a c i o n e s d e u n literato e m i n e n t e ,
á sólo l a s i n f e l i c e s b r u j a s q u e m a d a s e n A l e m a n i a nada
el m á s p r o f u n d o c o n o c e d o r de n u e s t r o t e a t r o a n t i g u o , y á
m á s que e n el s i g l o x v n . E n F r a n c i a , sin c o n t a r l o s h o r -
quien debemos esta noticia J.

r o r e s de l a s g u e r r a s c i v i l e s , sólo en la e s p a n t o s a n o c h e
A c e r c a de l a s p e r s o n a s n o h a y sino r e c o r r e r m u y á l a
de S a n B a r t o l o m é h u b o m á s v í c t i m a s del f a n a t i s m o r e l i -
l i g e r a l o s n o m b r e s de l o s p r o c e s a d o s p o r l a I n q u i s i c i ó n ,
g i o s o , que l a s q u e h i z o el S a n t o O f i c i o d e s d e su funda-
p a r a c o n v e n c e r s e de que el d e c i r que este T r i b u n a l p e r s e -
c i ó n h a s t a su c a i d a . D e I n g l a t e r r a no h a y q u e hablar,,
g u í a el p e n s a m i e n t o y la c i e n c i a , es r i d i c u l a vulgaridad.
pueblo entonces m á s b á r b a r o y f e r o z que el c e n t r o y el
L a s víctimas de l a I n q u i s i c i ó n p u e d e n d i s t r i b u i r s e entre
M e d i o d í a del c o n t i n e n t e e u r o p e o , d e r r a m a b a l a s a n g r e á
judaizantes, moriscos, protestantes, nigromantes, alum-
torrentes I.» R e s p e c t o á esta última nación, añadiremos á
brados, confesores solicitantes y procesados por causas
l o que d i c e D . J u a n V a l e r a q u e , p o r c o n f e s i o n de l o s m i s -
p o l í t i c a s . E n t r e e l l o s n o h a l l a m o s n i n g ú n s á b i o ni s i q u i e -
m o s i n g l e s e s , su c ó d i g o p e n a l e n l o s s i g l o s x v i y x v n y
r a de s e g u n d o o r d e n , n i n g ú n e s c r i t o r i n s i g n e , n i n g ú n o r a -
p a r t e del XVIII es el o p r o b i o d e l g é n e r o h u m a n o .
d o r , t e ó l o g o , filósofo ó m o r a l i s t a m e d i a n o ; t o d o s s o n g e n -
L o de q u e l a I n q u i s i c i ó n s e e n s a ñ ó p r i n c i p a l m e n t e c o n
te o s c u r a , de p o c a s l e t r a s é i n g e n i o . L o s ú n i c o s h o m b r e s d e
l o s h o m b r e s c i e n t í f i c o s , sólo p u e d e d e c i r l o q u i e n no h a y a
v a l e r que o c u r r e n al h o j e a r l a s p á g i n a s de l a h i s t o r i a i n -
siquiera atravesado los umbrales de la historia. Por lo
q u i s i t o r i a l , s o n el A r z o b i s p o C a r r a n z a , el m a e s t r o F r . L u i s
q u e t o c a á E s p a ñ a , d o n d e al d e c i r de m u c h o s a n d a b a m á s
de L e ó n , F r a n c i s c o S á n c h e z de l a s B r o z a s y a l g u n o s p o -
v i v o q u e e n n i n g u n a o t r a p a r t e el f u e g o de l a s hogueras
c o s m á s . P r e s c i n d i e n d o de l a s p a s i o n e s y m i s e r i a s h u m a -
d e l S a n t o O f i c i o , b a s t a a b r i r l o s Indices expurgatorios, esos
n a s q u e s e m e z c l a r o n e n a l g u n o s de estos p r o c e s o s , y de
Indices tan citados por los que ni s i q u i e r a l o s h a n v i s t o
l o s c u a l e s n o c a b e la m e n o r c u l p a á l a Inquisición, dire-
por el f o r r o , p a r a leer e n e l l o s l a r e s p u e s t a m á s v i c t o r i o s a
m o s con el j o v e n y a v e n t a j a d o e s c r i t o r D . M a r c e l i n o M e -
á t a l e s c a l u m n i a s . E n e l l o s n o a p a r e c e n i n g u n o de los
n e n d e z P e l a y o 2 , q u e «si l a I n q u i s i c i ó n p e r s i g u i ó á C a r r a n -
n o m b r e s que h a n d e j a d o h u e l l a en la h i s t o r i a d e l a s c i e n -
1 Nuestro amigo D. Manuel Cañete.
cias. Allí v e m o s prohibidos libros obscenos antiguos 6
2 V é a s e l a h o j a l i t e r a r i a d e l p e r i ó d i c o La España del s á b a d o 1 9 de M a r z o de 1877.
L o s a r t í c u l o s p u b l i c a d o s en La España f u e r o n r e u n i d o s p o r su a u t o r en el p r e c i o s o é i n -
i D i s c u r s o del E x c m o . S r . D . J u a n V a l e r a , c o n t e s t a n d o a l d e l E x c m o . S r . D . G a s p a r
t e r e s a n t í s i m o l i b r o La Ciencia española
N u n e z de A r c e , en l a A c a d e m i a de l a L e n g u a , p á g . 6 9 .
z a , f u é por h a b e r e n s e ñ a d o doctrina de sabor l u t e r a n o , y E s p a ñ a , débese á la I n q u i s i c i ó n el que entre l o s i n g e n i o s
el d u r a r tanto s u p r o c e s o se debió á la c a l i d a d del reo, q u e que aquí florecieron, q u e f u e r o n sin d u d a a l g u n a l o s m a -
e r a n a d a m é n o s que A r z o b i s p o de T o l e d o , teólogo i n s i g - y o r e s y m á s a v e n t a j a d o s de aquel t i e m p o , t a n atrevidos a l -
n e a d e m a s , y p o r contera blanco de los tiros de un p a r t i - g u n o s de ellos y de espíritu tan g a l l a r d o y g e n e r o s o en
d o . L o de F r . L u i s de L e ó n f u é n e g o c i o m u y hondo y p e - s u s e s p e c u l a c i o n e s , no hubiese n i n g u n o q u e s a l v a n d o to-
l i a g u d o . S u s a c u s a d o r e s eran h o m b r e s de no v u l g a r i n g e - d o s los lindes y a t r e p e l l a n d o todos los r e s p e t o s , h a y a t a -
n i o , y por eso d u r ó t a n t o la c a u s a ; m a s ni B a r t o l o m é de l a d o el c a m p o y d e v a s t a d o l o s d o m i n i o s de la sabiduría.
M e d i n a ni L e ó n de C a s t r o pudieron i m p e d i r que se r e c o - A l r e d e d o r del h e c h o histórico de la I n q u i s i c i ó n p u e -
n o c i e s e la i n o c e n c i a del p r o c e s a d o . L o del B r ó c e n s e f u é d e n a g r u p a r s e a l g u n o s otros que c o n t i n u a m e n t e están t r a -
c u e s t i ó n de e s c u e l a s o l i c i t a d a por l o s a r i s t o t é l i c o s s a l - y e n d o al terreno de la discusión los e n e m i g o s de l a I g l e -
m a n t i n o s . L a I n q u i s i c i ó n le l l a m ó á su T r i b u n a l tres v e - sia, h a c i e n d o de ellos a r m a poderosa p a r a i m p u g n a r la
c e s , pero no le i m p u s o c a s t i g o a l g u n o ; finalmente, en c u a n - t r a b a z ó n a d m i r a b l e que ella s i e m p r e h a p r o c u r a d o estable-
t o á los d e m á s a c u s a d o s , si los c o n d e n ó y c a s t i g ó , no l o s c e r entre la c i e n c i a y la fe.
c a s t i g ó por s á b i o s , sino por h e r e j e s , ó por e n s e ñ a r d o c - E l p r i m e r o e s el f a m o s í s i m o p r o c e s o de G a l i l e o . Dos
t r i n a s o s p e c h o s a c o n t r a la fe.» s i g l o s y m e d i o h a c e que se entabló y j u z g ó su c a u s a en
N o q u e r e m o s con esto e x i m i r de t o d a c u l p a á a q u e l el T r i b u n a l de la I n q u i s i c i ó n r o m a n a , y d e s d e aquel tiem-
T r i b u n a l , ó m e j o r á a l g u n o s h o m b r e s q u e en tal ó c u a l p o no h a cesado de ser objeto de v i v a y l a s m á s v e c e s
é p o c a lo f o r m a r o n ; sin d u d a a l g u n a t e n i a p e l i g r o s su a p a s i o n a d a discusión, h a s t a el p u n t o de que con los libros
m a n e r a de e n j u i c i a r , y en o c a s i o n e s p a r e c e haber sido e x - q u e de una y otra parte se han escrito, p u d i e r a f o r m a r s e
c e s i v o su rigor ó h a b e r a b u s a d o de su p o d e r p a r a c o s a s e n u n a r a z o n a b l e librería. C a b a l m e n t e h a c e p o c o h a p u b l i -
q u e no t e n i a q u e v e r la religión ó l a d e f e n s a de la fe c a d o l a s p i e z a s del célebre p r o c e s o el docto escritor E n -
p u e s t a á su c u i d a d o . A l fin h o m b r e s eran los que c o m p o - r i q u e L ' E p i n o i s , y con estas p i e z a s en la m a n o v a m o s á
n í a n el T r i b u n a l , s u j e t o s al error, c a p a c e s de p a s i o n e s y d e c i r a l g u n a s , a u n q u e b r e v e s p a l a b r a s , a c e r c a de tan m a -
a c c e s i b l e s al e n g a ñ o y al s o b o r n o . P e r o quien considere noseado a s u n t o , c o n c r e t á n d o n o s á la parte científica, p u e s
la h i s t o r i a del S a n t o Oficio i m p a r c i a l m e n t e y c o m o d e b e n s e r í a l a r g o el t e j e r t o d a la historia de la c a u s a .
c o n s i d e r a r s e l o s g r a n d e s h e c h o s h i s t ó r i c o s , en su c o n j u n - L a dificultad r e d u c i d a á sus t é r m i n o s m á s sencillos, e s
to y dentro del c u a d r o g e n e r a l de los s i g l o s en q u e e x i s - l a s i g u i e n t e : E l m i é r c o l e s 24 de F e b r e r o de 1 6 1 6 , h a b i e n -
t i e r o n , le h a l l a r á , sin duda, l e g í t i m o en su f u n d a c i ó n , san- d o sido p r e s e n t a d a s á la c e n s u r a del S a n t o Oficio dos p r o -
to en su fin, e q u i t a t i v o en sus p r o c e d i m i e n t o s , j u s t o en p o s i c i o n e s e n s e ñ a d a s por G a l i l e o , en l a s c u a l e s se afir-
s u s f a l l o s , h u m a n o en s u s c a s t i g o s y s a l u d a b l e en sus m a b a : i . ° , que el sol es el centro del mundo, y por consi-
e f e c t o s . V e l a n d o por la p u r e z a é integridad de la f e , m a n - guiente está inmóvil con movimiento local, y 2. 0 , q u e la tierra
t u v o l o s c o r a z o n e s de l o s fieles d u l c e m e n t e e n l a z a d o s c o n no es el centro del mundo, ni está inmóvil, sino que se mueve
l o s v í n c u l o s de u n a m i s m a religión, y p r e s e r v a n d o l o s e n - toda por sí misma y aun con movimiento diurno, aquel T r i b u -
t e n d i m i e n t o s de f a l s a s y d e s v a r i a d a s d o c t r i n a s d e f e n d i ó nal dió su c e n s u r a u n á n i m e , diciendo: i . ° , que la p r i m e r a
i n c ó l u m e s los d e r e c h o s de la c i e n c i a . P o r lo q u e t o c a á p r o p o s i c i o n era necia y a b s u r d a en filosofía y f o r m a l m e n -
te herética, por c o n t r a d e c i r e x p r e s a m e n t e en m u c h o s lu- autoridad e c l e s i á s t i c a . A l g ú n elemento extraño hubo de
g a r e s á la S a g r a d a E s c r i t u r a , t o m a d o s s e g ú n la propie- m e z c l a r s e sin d u d a a l g u n a en l a c o n t i e n d a . ¿Pudo ser l a
dad de l a s p a l a b r a s y s e g ú n la interpretación y c o m ú n s o s p e c h o s a h e t e r o d o x i a del autor q u e con sus d o c t r i n a s
sentir de los S a n t o s P a d r e s y doctores teólogos; y 2. 0 , q u e a s t r o n ó m i c a s quisiese a p o y a r a l g u n a d o c t r i n a c o n t r a r i a a l
á la s e g u n d a c o r r e s p o n d í a i g u a l c e n s u r a en filosofía, y q u e d o g m a católico? N o ; p u e s G a l i l e o f u é s i e m p r e h i j o s u m i -
en lo t o c a n t e á la v e r d a d t e o l ó g i c a , era, por lo m é n o s , so de la I g l e s i a , y en s u s d i c h o s n a d a h a y que se a p a r t e
errónea en la f e . E l v i e r n e s 26, l l a m a d o G a l i l e o en p r e - del c o m ú n sentir de l o s teólogos á u n en l a cuestión g r a -
sencia del C a r d e n a l B e l a r m i n o , éste le advirtió de la c e n - v í s i m a que se a g i t a b a en el fondo de a q u e l l a d i s c u s i ó n , e s
s u r a de sus d o c t r i n a s , m a n d á n d o l e en n o m b r e del S u m o á s a b e r , la m a n e r a de interpretar l o s t e x t o s de l a s S a g r a -
P o n t í f i c e y de la C o n g r e g a c i ó n del S a n t o Oficio, que a b a n - d a s E s c r i t u r a s r e l a t i v o s á l a s v e r d a d e s científicas. ¿Sería
d o n a n d o t a l e s o p i n i o n e s no f u e s e osado de enseñarlas en tal v e z l a p r e t e n s i ó n de h a c e r p a s a r por tésis y v e r d a d
adelante de p a l a b r a ni por escrito, á c u y a o r d e n G a l i l e o a s e n t a d a , lo que no era m á s que hipótesis m á s ó m é n o s
se sometió p r o m e t i e n d o obedecer. D o s años adelante, en 5 probable? T a m p o c o ; p u e s c o m o t é s i s lo h a b i a d e f e n d i d o
de M a r z o de 1 5 1 8 , la C o n g r e g a c i ó n del I n d i c e c o n d e n a - C o p é r n i c o y otros, y nadie les h a b i a ido á la m a n o . E l
b a c o m o c o n t r a r i a á l a s D i v i n a s E s c r i t u r a s la opinion de daño de G a l i l e o e s t u v o en que, y a f u e s e i m p r u d e n c i a de
l a m o v i l i d a d de la t i e r r a y de la i n m o v i l i d a d del sol, y su p a r t e , y a pérfida m a n i o b r a de s u s a d v e r s a r i o s , la d i s -
s u s p e n d í a h a s t a n u e v a corrección los libros de N i c o l á s c u s i ó n q u e no hubo de salir j a m a s del terreno científico,
C o p é r n i c o y D i e g o de S t u ñ i g a , y l a s d e m á s obras donde p a s ó al t e o l ó g i c o y e x e g é t i c o ; salieron á d i s c u s i ó n t e x t o s
se enseñase tal d o c t r i n a . E s t e e s el r e s ú m e n de los d o c u - de l a s d i v i n a s E s c r i t u r a s , y l o s adversarios de G a l i l e o se
m e n t o s oficiales m á s i m p o r t a n t e s de la c a u s a de Galileo, a p r o v e c h a r o n del a b u s o que h a c í a de ellos; y c o m o p o r
s e g ú n c o n s t a n en el p r o c e s o folio 3 7 7 v . ° , 3 7 8 v . ° y 380 v . ° otra p a r t e , l a s p r u e b a s que p r e s e n t a b a de su s i s t e m a d i s -
y p á g s . 3 9 , 40 y 4 2 de la edición de L ' E p i n o i s . E s t o su- t a b a n m u c h o de ser e f i c a c e s y c o n c l u y e n t e s , la b r i o s a y
p u e s t o , se p r e g u n t a : ¿ c ó m o vino á darse esta sentencia? t r i u n f a n t e e s c u e l a de los p e r i p a t é t i c o s , q u e v e i a que con
¿ C u á l es su autoridad? ¿Qué puede resultar de ella c o n t r a el s i s t e m a de G a l i l e o se p i s o t e a b a t o d a la filosofía de A r i s -
la infalibilidad d o c t r i n a l de la S a n t a Sede? ¿ E n qué se o p u - tóteles, c o m o a l g u n o de ellos d e c i a , c o n s i g u i ó l l e v a r la
so á los d e r e c h o s , a d e l a n t o s y conquistas de l a ciencia? c u e s t i ó n al T r i b u n a l del S a n t o Oficio; el c u a l , d e s p u e s de
D e s d e l u e g o a p a r e c e e x t r a ñ o q u e h a b i e n d o el sistema l a r g o e x á m e n , prohibió l a s doctrinas de G a l i l e o , y c o n d e n ó
del m o v i m i e n t o diurno de la tierra sido enseñado desde á su autor á desdecirse de ellas y á no e n s e ñ a r l a s en a d e -
el año 1 4 3 5 por el C a r d e n a l N i c o l á s de C u s a , por C o p é r - l a n t e . H a y a u t o r e s q u e quieren defender ó e x c u s a r l a d o c -
nico en su libro De revolutionibus orbium ccelestium, publica- trina del T r i b u n a l . O t r o s creen que y a q u e la p o r f í a h a b i a
do en N u r e m b e r g en 1 5 4 3 , y dedicado al P a p a P a u l o I I I , l l e g a d o al e x t r e m o de tener que intervenir en e l l a la auto-
p o r a l g u n a s e s c u e l a s i t a l i a n a s y á u n en p r e s e n c i a de C l e - ridad e c l e s i á s t i c a , e s t a h a b i a de t e m p l a r su r i g o r , ceñir-
m e n t e V I I , sin p r o m o v e r r e c l a m a c i ó n ni c e n s u r a de n i n - se á la parte de e x e g é s i s que entraba en la d i s c u s i ó n y no
g u n a e s p e c i e , se l e v a n t a s e n t a l e s c l a m o r e s al ser enseñado p r o p a s a r s e á declarar n é c i a y d i s p a r a t a d a la d o c t r i n a del
p o r G a l i l e o , q u e se c r e y e s e n e c e s a r i a la intervención de la m o v i m i e n t o de la tierra. D e todos m o d o s q u e d a en s a l v o
l a autoridad del R o m a n o P o n t í f i c e , p u e s ni a p a r e c e su E n l a condenación de G a l i l e o f u é e n v u e l t a , c o m o h e -
n o m b r e en el d e c r e t o , ni en t o d o él se v e la s o m b r a más m o s d i c h o , la de la obra de N i c o l á s C o p é r n i c o , y e s t a c o n -
l e v e de definición doctrinal p r o n u n c i a d a ex cathedra y diri- d e n a c i ó n e s otra de l a s querellas de los que pretenden v e r
g i d a á toda la I g l e s i a . en todas p a r t e s conflictos entre la c i e n c i a y la R e l i g i ó n .
H o y dia e s f á c i l señalar el error d e l T r i b u n a l de la I n - M a s el haberse más adelante quitado del í n d i c e de li-
q u i s i c i ó n ; m a s en l a época en q u e se c o n d e n ó la d o c t r i n a bros p r o h i b i d o s la obra De orbium cceltstium revolutionibus,
del m o v i m i e n t o de la tierra, e s t a b a m u y l e j o s del g r a d o d e m u e s t r a evidentemente que al c o n d e n a r l a el S a n t o O f i -
d e c e r t i d u m b r e q u e a h o r a a l c a n z a ; y c o m o la e n s e ñ a n z a cio no pretendió atribuirse la i n f a l i b i l i d a d doctrinal, p r o -
de G a l i l e o i b a e n l a z a d a con i n t e r p r e t a c i o n e s de t e x t o s de p i a ú n i c a m e n t e de la I g l e s i a y de su c a b e z a v i s i b l e , q u e
la E s c r i t u r a a l g o a v e n t u r a d a s , p e r t e n e c í a á la autoridad es el S u m o Pontífice, sino i m p o n e r á l o s fieles l o s d e c r e -
de la p r o v i d e n c i a e c l e s i á s t i c a el p r e c a v e r q u e la i n t e r p r e - t o s que c r e y ó conveniente dar y p r o m u l g a r s e g ú n l a s c i r -
t a c i ó n de la d i v i n a E s c r i t u r a no p a d e c i e s e c o n c o n j e t u r a s cunstancias de los t i e m p o s , d e c r e t o s cuj-a o b s e r v a n c i a
é hipótesis entonces poco verosímiles y abiertamente e x i g e , pero de los cuales no h a c e d o g m a de f e .
o p u e s t a s al s e n t i r de la m a y o r p a r t e d e l o s m a t e m á t i c o s A d e m a s de lo que toca á la I n q u i s i c i ó n , h a l l a m o s en la
d e aquel t i e m p o . T o d o bien m i r a d o , el d e c r e t o del S a n t o Historia de los conflictos entre la Religión y la ciencia, algu-
Oficio e s t á t a n l e j o s de encerrar e s p í r i t u de p e r s e c u c i ó n n o s otros h e c h o s que su autor p r e s e n t a c o m o s í n t o m a s de
c o n t r a la c i e n c i a , q u e m á s bien f u é e n c a m i n a d o á d e f e n - la hostilidad de la Iglesia á los p r o g r e s o s de la r a z ó n y d e
d e r sus d e r e c h o s t a l e s c o m o e n t o n c e s se e n t e n d í a n . D e la c i e n c i a . U n o de ellos es la d e s t r u c c i ó n de la B i b l i o t e c a
h e c h o l o s j u e c e s se e n g a ñ a r o n , d i c e L ' E p i n o i s I ; pero e n de A l e j a n d r í a , atribuida por D r a p e r á los cristianos d e
d e r e c h o , si v e i a n la R e l i g i ó n a m e n a z a d a y perturbadas e s t a c i u d a d , capitaneados por su p a t r i a r c a T e ó f i l o . Si h e -
las conciencias por u n a t e o r í a t o d a v í a s u j e t a á d u d a y m o s de atenernos á a l g u n a s l e v e s i n d i c a c i o n e s de T e r t u -
d i s c u s i ó n , ¿no p o d í a n por v e n t u r a d e c i r l o , no con á n i m o liano y de S a n E p i f a n i o , obispo de C o n s t a n c i a en C h i p r e ,
de i m p e d i r l o s p r o g r e s o s de la c i e n c i a , s u p u e s t o que s i e m - p a r e c e q u e despues del incendio de la g r a n Biblioteca,
p r e h a p e r m i t i d o defender la d o c t r i n a c o m o hipótesis, f o r m a d a por los P t o l o m e o s en el barrio ó cuartel de B r u -
sino s e ñ a l a n d o el p e l i g r o de a f i r m a r l a c o m o v e r d a d a b s o - c h i u m , y destruida por l a s l l a m a s en la g u e r r a de C é s a r
luta? P o r lo d e m á s , no d e j a r e m o s de o b s e r v a r q u e l o s tor- c o n t r a el E g i p t o , hubo de f o r m a r s e otra j u n t o al t e m p l o
mentos padecidos por Galileo que tanto han ponderado que f u é l l a m a d o Serapenm, por darse en él c u l t o al d i o s
l o s a d v e r s a r i o s de l a I g l e s i a y a q u e l f a m o s o E pur si inno- S e r a p i s . A u n q u e h a y b a s t a n t e s d u d a s a c e r c a de la e x i s -
ve, que t o d a v í a l l e n a de filantrópica i n d i g n a c i ó n el p e c h o t e n c i a de esta B i b l i o t e c a , pues l a s v a g a s i n d i c a c i o n e s de
d e m á s de u n e n e m i g o del S a n t o O f i c i o , s o n s i m p l e z a s ri- T e r t u l i a n o y E p i f a n i o están no p o c o d e s a u t o r i z a d a s por
d i c u l a s que no han tenido m á s f u n d a m e n t o q u e la a c a l o r a - el silencio de escritores que, c a s o de existir tal c o l e c c i o n
d a f a n t a s í a de los que han n o v e l a d o e n l a h i s t o r i a de l a s de l i b r o s , habrían debido hablar n e c e s a r i a m e n t e de e l l a ,
ciencias naturales. esto no h a impedido que D r a p e r nos d e s c r i b i e s e p u n t u a -
l í s i m a m e n t e sus i n m e n s o s tesoros l i t e r a r i o s , con el fin de
d e m o s t r a r el f a n a t i s m o de los c r i s t i a n o s , el t u m u l t o q u e
i E n e l p r ó l o g o q u e e n c a b e z a l a c o l e c c i o n de D o c u m e n t o s s o b r e e l p r o c e s o de G a l i l e o .
a r m a r o n en la c i u d a d en el reinado del E m p e r a d o r T e o - siete años a n t e s del s u c e s o c u y a relación quieren e n c o n -
dosio, y c ó m o , en r e p r e s a l i a s de anteriores p e r s e c u c i o n e s , trar en O r o s i o l o s historiadores hostiles á la I g l e s i a . Si
a s a l t a r o n el t e m p l o de S e r a p i s , p e g a n d o f u e g o á los e l e - estos t u v i e r a n c h i s p a de j u i c i o habrían debido advertir tal
m e n t o s de c u l t u r a i n t e l e c t u a l en él d e p o s i t a d o s , y cuya a n a c r o n i s m o , c o m o t a m b i é n el c a s o s i n g u l a r , de que h a -
d e s t r u c c i ó n h a b i a el m i s m o patriarca T e ó f i l o s o l i c i t a d o b i e n d o sido el i n c e n d i o del S e r a p e u m uno de los s u c e s o s
del E m p e r a d o r . N o e s posible a v e r i g u a r el fundamento m á s r u i d o s o s del siglo i v , y h a c i e n d o m e n c i ó n de él R u -
e n q u e p u e d a n a p o y a r s e tales a s e r c i o n e s . L o ú n i c o que fino, S ó c r a t e s , S o z o m e n o y E u n a p i o , n i n g u n o de estos es-
en p r u e b a de ello p u d i e r a aducirse es u n a f r a s e del e s p a - critores h a b l a de la d e s t r u c c i ó n de la B i b l i o t e c a , ni s i -
ñol O r o s i o T . M a s e s t e t e x t o , c u y a c o n s t r u c c i ó n gramati- q u i e r a el ú l t i m o , q u e c o m o g e n t i l , no habría d e s a p r o v e -
cal es harto e m b r o l l a d a , dice ú n i c a m e n t e q u e c o m o q u i e - c h a d o la b e l l a c o y u n t u r a q u e se le v e n i a á l a s m a n o s p a r a
ra que d e s p u e s del i n c e n d i o de la B i b l i o t e c a de A l e j a n - h a c e r u n a v a l i e n t e diatriba c o n t r a el c r i s t i a n i s m o .
d r í a , en t i e m p o de J u l i o C é s a r , se hubiesen a l l e g a d o al-
P e r o ¿cómo h a l l a r i m p a r c i a l i d a d en espíritus donde
g u n o s l i b r o s , en t i e m p o de Orosio no q u e d a b a n m á s q u e
f e r m e n t a el odio, y á los c u a l e s a g i t a n y trastornan t o d a s
l o s e s t a n t e s v a c í o s , q u e fueron a s i m i s m o destruidos p o r
l a s pasiones? ¿ C ó m o h a l l a r , no y a i m p a r c i a l i d a d , sino sen-
l a s l l a m a s por l o s q u e él l l a m a nuestros hombres, f r a s e con
tido c o m ú n en un a u t o r q u e d e s p u e s de c o n t a r á su m a -
q u e a l u d e , no á l o s c r i s t i a n o s , sino á l o s r o m a n o s por con-
n e r a el incendio de la B i b l i o t e c a de A l e j a n d r í a , que no h a
t r a p o s i c i ó n á los b á r b a r o s ó e x t r a n j e r o s m u y n u m e r o s o s
e x i s t i d o m á s q u e en su i m a g i n a c i ó n a c a l o r a d a , se atreve
e n A l e j a n d r í a , y c u y a s colisiones y r e v u e l t a s con los r o -
á atribuir á S a n C i r i l o de A l e j a n d r í a el asesinato de la
m a n o s , q u e m á s de u n a v e z ensangrentaron l a s c a l l e s de
célebre Hipatia, estampando á continuación estas ridi-
e s t a c i u d a d , son m e n c i o n a d a s f r e c u e n t e m e n t e por l o s h i s -
c u l a s p a l a b r a s : «así a c a b ó l a filosofía g r i e g a en A l e j a n -
toriadores. P o r o t r a p a r t e , c o m o Orosio dice haber v i s t o
dría y p e r e c i ó la c i e n c i a q u e t a n t o se e s f o r z a r o n en p r o -
l o s t a l e s a r m a r i o s ó e s t a n t e s , su d e s t r u c c i ó n no pudo ser
m o v e r l o s P t o l o m e o s ; la B i b l i o t e c a h i j a , la del S e r a p e o ,
sino d e s p u e s de l o s a ñ o s 4 1 5 ó 4 1 6 , en q u e este h i s t o r i a -
f u é d i s p e r s a d a , y la s u e r t e de H i p a t i a s i r v i ó de aviso á
dor h i z o su v i a j e á P a l e s t i n a pasando por E g i p t o , mien-
l o s q u e intentaron c u l t i v a r l o s c o n o c i m i e n t o s profanos;
t r a s que el incendio del t e m p l o de S e r a p i s lo c o l o c a n t o -
n o h u b o por tanto l i b e r t a d p a r a el p e n s a m i e n t o del h o m -
d o s l o s escritores el a ñ o 389, esto es, v e i n t i s é i s ó v e i n t i -
bre; todo el m u n d o d e b i a p e n s a r c o m o la autoridad e c l e -
s i á s t i c a o r d e n a s e , en el a ñ o del S e ñ o r 4 1 4 . » P u e s ¿qué di-
1 E l t e x t o de O r o s i o , Historiarum, l i b . v i , c a p . x v , d i c e a s í : «in i p s o przelio r e g i a
r e m o s de su i n a c a b a b l e p o n d e r a c i ó n de la c i e n c i a de l o s
« c l a s s i s f o r t e s u b d u c t a , j u b e t u r i n c e n d i . E a flamma c u m p a r t e m q u o q u e u r b i s i n v a s i s s e t
i q u a d r i n g e n t a m i l i i a l i b r o r u m , p r o x i m i s f o r t e sedibus c o n d i t a e x u s s i t : s i n g u l a r e profec— á r a b e s , c u a n d o no h a y q u i e n i g n o r e lo f a l s o , s u p u e s t o y
• t o m o n i m e n t u m Studii curseque m a j o r u m , q u i t o t t a n t a q u e i l l u s t r i u m i n g e n i o r u m o p e r a
f a b u l o s o de l a tal c i v i l i z a c i ó n , la m á s g r o s e r a evolucion
»congesserant. Unde quamlibet h o d i e que i n t e m p l i s e x t e n t , qu<e e t n o s v i d i m u s , a r -
«maria librorum; quibus direptis exinanita ea ánostris hominibus nostris temporibus del s a b e r a n t i g u o , al decir del d i s c r e t o orientalista Don
i m e m o r e n t , quod q u i d e m v e r u m est; t a m e n h o n e s t i u s c r e d i t u r , a l i o s l i b r o s f u i s s e q u a ; -
F r a n c i s c o Javier 1 Simonet, y que apenas pudo sobrevi-
• s i t o s , qui prístinas studiorum c u r a s a m u l a r e n t u r , quam a l i a m u l l a m tune fuisse biblio-
» t h e c a m quse e x t r a q u a d r i n g e n t a m i l l i a l i b r o r u m f u i s s e ac p e r h o c e v a s i s s e c r e d a t u r . t v i r á la ruina del i m p e r i o q u e la p r o d u j o ni e j e r c e r a c t i v a
( M i g n e P . L . t. x x x i , p . 1 0 3 6 . ) S o b r e e s t e i n c e n d i o de l a B i b l i o t e c a A l e j a n d r i n a p u e d e
v e r s e un a r t í c u l o p u b l i c a d o p o r e l P . B r u c k e r en l o s Etudes, r e v i s t a f r a n c e s a que p u b l i -
c a b a n a ñ o s a t r a s e n F r a n c i a l o s P P . de l a C o m p a ñ í a de J e s ú s .
1 E n un a r t í c u l o p u b l i c a d o en La Ciencia Cristiana, v o l u m e n n i , pág. 385.
y d u r a d e r a i n f l u e n c i a en l a c u l t u r a de l o s d e m á s pueblos? no s a b e m o s c u á n t a s obras, r e i m p r e s a s , t r a d u c i d a s y re-
¿ Q u é d i r e m o s de los t e s o r o s de ciencia q u e D r a p e r s u p o n e c i b i d a s en t o d a s p a r t e s b e n é v o l a m e n t e , c o m o él a s e g u r a
d e s t r u i d o s por el C a r d e n a l C i s n e r o s en la q u e m a de los con p r o t e s t a r de su a m o r á la v e r d a d , de su espíritu s e -
ochenta mil m a n u s c r i t o s en la p l a z a de G r a n a d a , cuando v e r o é i m p a r c i a l , de la s a t i s f a c c i ó n q u e e s p e r a tener en
los tales manuscritos a p e n a s l l e g a r o n á cinco mil y eran el o c a s o de su v i d a por haber c u m p l i d o con n o b l e s y l e -
t o d o s ellos libros a l c o r á n i c o s y muslímicos, p u e s en el v a n t a d o s propósitos, p o s e e y a c a r t a b l a n c a p a r a l a n z a r á
d e c r e t o de 20 de J u n i o de 1 5 1 1 , d e c r e t o absolutamente diestro y siniestro l a s i d e a s m á s a b s u r d a s y descabella-
n e c e s a r i o p a r a c o n s e g u i r la s u s p i r a d a u n i d a d r e l i g i o s a , das? ¿ E s que con decir á cada p á g i n a de su libro la c i e n -
fin s u b l i m e de n u e s t r a r e c o n q u i s t a , m a n d a e x p r e s a m e n t e c i a a f i r m a , la c i e n c i a d e m u e s t r a , la c i e n c i a h a r e c o n o c i -
la r e i n a D o ñ a J u a n a quemar únicamente los libros que do, se cree dispensado de p r e s e n t a r l a s p r u e b a s de s u s
t e n i a n l o s m o r i s c o s De su ley xara e gunna, d e j á n d o l e s l o s asertos? ¿ T a n nécios y estúpidos cree á s u s l e c t o r e s q u e
de medicina e filosofía e coránicas? ¿ Q u é d i r e m o s de o t r a s p u e d e p r e s e n t a r l e s l o s m a y o r e s d e s a t i n o s del m u n d o , se-
a c u s a c i o n e s no m é n o s r i d i c u l a s y a b s u r d a s q u e h a c e D r a - g u r o de q u e l o s han de t r a g a r r e v u e l t o s en l a p e p i t o r i a de
p e r á la I g l e s i a , p o r e j e m p l o q u e l o s S u m o s P o n t í f i c e s y u n a erudición fácil y allegadiza?
n o l o s g o d o s , ni l o s v á n d a l o s , n o r m a n d o s y sarracenos, ¡ A h ! ¡cuán bien decia nuestro i n m o r t a l C e r v a n t e s q u e
f u e r o n l o s que a s o l a r o n la I t a l i a , q u e el C l e r o h a m o n o - p a r a c o m p o n e r historias y libros de c u a l q u i e r suerte q u e
p o l i z a d o s i e m p r e la e n s e ñ a n z a , o p o n i é n d o s e á la i n s t r u c - s e a n , es m e n e s t e r un g r a n j u i c i o y un m a d u r o e n t e n d i -
c i ó n de los l á i c o s por el p r i n c i p i o de q u e la ignorancia es- miento! ¡ C u á n á propósito o b s e r v a b a q u e l o s h i s t o r i a d o -
madre de la piedad, q u e la I g l e s i a h a p u e s t o e n d e s c r é d i t o r e s d e b í a n ser p u n t u a l e s , verdaderos y no n a d a a p a s i o n a -
á l o s m é d i c o s y á l a m e d i c i n a , p o r q u e d a ñ a b a n á la e x - d o s , y q u e ni el interés, ni el m i e d o , ni el r e n c o r , n i la
p l o t a c i ó n de la p ú b l i c a c r e d u l i d a d en la e f i c a c i a de l a s re- afición, no les h a g a n torcer un p u n t o del c a m i n o de la
l i q u i a s a p l i c a d a s á la c u r a c i ó n de los e n f e r m o s , q u e ha v e r d a d ! ¡ Y c u á n h e r m o s a m e n t e a ñ a d í a q u e la h i s t o r i a e s
t e n i d o en horror el e s t u d i o del g r i e g o y del hebreo, que c o m o c o s a s a g r a d a , p o r q u e h a de s e r v e r d a d e r a , y donde
i m p i d i ó la a p l i c a c i ó n d e p r o g r e s o s del a r t e de i m p r i m i r , e s t á l a v e r d a d , está D i o s en c u a n t o á v e r d a d !
q u e protestó a m a r g a m e n t e c o n t r a la l i m p i e z a , a s e o y c u i - S i todos los que han escrito c o n t r a la I g l e s i a h u b i e s e n
d a d o del c u e r p o , y c o n t r a el barrido de l a s c a l l e s , como tenido s i e m p r e por r e g l a de sus a c c i o n e s e s t a s máximas
medios de p r e s e r v a r s e de l a s e p i d e m i a s y o t r a s f a c e c i a s del i n s i g n e y cristiano i n g e n i o que d e c i a de sí, q u e si p o r
p o r el estilo? ¿ D ó n d e h a l e i d o D r a p e r e s a s r i d i c u l a s pa- a l g ú n m o d o a l c a n z a r a que l a l e c c i ó n de s u s o b r a s p u d i e -
trañas? ¿Por q u é no c i t a l o s d o c u m e n t o s , h i s t o r i a s ó a u t o - r a i n d u c i r á quien l a s l e y e r a á a l g ú n m a l d e s e o ó p e n s a -
ridades, siquiera sean f a l s a s ó apócrifas, en que puedan m i e n t o , a n t e s se cortara la m a n o c o n q u e l a s e s c r i b i ó q u e
a p o y a r s e ? ¿ E s q u e a s í s i n m á s ni m á s se p u e d e n e c h a r á s a c a r l a s en p ú b l i c o , c u á n t o s libros se h a b r í a n p o d i d o d e -
volar especies falsas y calumniosas? ¿ E s q u e con declarar j a r de escribir! ¡ C u á n t o h a b r í a g a n a d o en ello la c i e n c i a
b a j o su p a l a b r a de h o n o r , q u e es u n s á b i o q u e v a á e x p o - v e r d a d e r a ! y ¡cuántos n o m b r e s , h o y dia f a m o s o s , no h a -
n e r al p ú b l i c o l a s i d e a s q u e han s i d o o b j e t o de s u s más brían salido j a m a s de u n a oscuridad h u m i l d e , pero h o n -
g r a v e s y p r o f u n d a s m e d i t a c i o n e s , con d e c i r q u e h a e s c r i t o rada!
d e nuestra religión, podemos aguardar tranquilos todos los
e m b a t e s , a c o m e t i d a s y a s e c h a n z a s de l a i m p i e d a d , s e g u -
r o s de q u e l a r e a l i d a d de n u e s t r a f e y l a m a g n i f i c e n c i a d e
H E M O S l l e g a d o al t é r m i n o que n o s p r o p u s i m o s al que- n u e s t r a s g r a n d i o s a s e s p e r a n z a s , t r i u n f a r á n p a r a s i e m p r e de
rer d e s v a n e c e r a l g u n o s r e p a r o s q u e , t o m a d o s de l o s h e c h o s l a s s o f i s t e r í a s de l o s i n c r é d u l o s , d e l a v a n i d a d de l a s o p i -
ó acontecimientos históricos, podían oponerse á la tésis n i o n e s d e l o s h o m b r e s , de la a l u c i n a c i ó n de l a s e x t r a v i a -
que intentamos demostrar. Sin duda alguna habríamos d a s i n t e l i g e n c i a s y d e l a s i n f i n i t a s m i s e r i a s de l o s c o r a z o -
p o d i d o e x t e n d e r n o s m á s a c e r c a de l o s e r r o r e s q u e hemos nes depravados. E s t e triunfo podrá tardar más ó ménos;
tomado en consideración, ó deshacer otros atribuidos c a - p e r o es s e g u r o é i n e v i t a b l e . L a I g l e s i a e s t á a c o s t u m b r a d ^
lumniosamente á la Iglesia, y presentados como origen á v e n c e r ; l a s v e r d a d e s d e l a fe h a n s i d o m i l v e c e s p u e s t a s
de q u e r e l l a s entre l a c i e n c i a y l a f e . L a t a r e a , e n v e r d a d , a l e n s a y e y s i e m p r e h a n s a l i d o de é l m á s p u r a s , m á s r e s -
h a b r í a s i d o l a r g a , i n m e n s a , f a t i g o s a , p u e s c o m o d i c e el p l a n d e c i e n t e s y h e r m o s a s ; y a s í h a d e s u c e d e r en a d e l a n t e .
proverbio inglés, el n e c i o p u e d e h a c e r m á s p r e g u n t a s y A l a m a n e r a q u e l a l u z que n o s e n v í a n l o s a s t r o s , d e s p u e s
p o n e r m á s d i f i c u l t a d e s e n u n c u a r t o de h o r a , q u e l a s que d e atravesar espacios inmensurables, llega á nosotros con
e s c a p a z de r e s o l v e r u n h o m b r e p r u d e n t e e n u n a ñ o ; m a s grandes diferencias de tiempo, pero cuando llega recrea
t a l v e z e s t a t a r e a n o h a b r í a sido de g r a n p r o v e c h o y u t i l i - y e m b e l e s a n u e s t r a s a l m a s c o n s u r e s p l a n d o r a p a c i b l e , así
d a d , á l o m é n o s en l o q u e t o c a á c o n v e n c e r a l g u n o s en- el r a y o de l a v e r d a d , s u r g i e n d o d e l a b i s m o de l a E s e n c i a
tendimientos naturalmente inconvencibles Por otra par- divina, podrá llegar á nuestro entendimiento más ó ménos
te, los que b u s c a n sinceramente l a verdad, los h o m b r e s t a r d e ; p e r o ora n o s s e a d a d o g o z a r d e e l l a e n e s t e m u n d o ,
d e c o r a z o n recto y b i e n i n t e n c i o n a d o , l o s q u e e n r i q u e c i - o r a n o s e s t é r e s e r v a d o c o n t e m p l a r l a en el otro, de u n a c o s a
d o s c o n c l a r a i n t e l i g e n c i a , n o se d e j a n s e d u c i r p o r el ruido p o d e m o s e s t a r c i e r t o s , y e s q u e , c u a n d o l a y e r b a del c a m -
de l a m u d a b l e o p i n i o n ni p o r l o s d e v a n e o s , e r r o r e s y d e s - p o s e h a b r á s e c a d o , y l a flor d e l a y e r b a m a r c h i t á d o s e y
v a r i o s de l o s h o m b r e s , n o n e c e s i t a n p a r a estar s e g u r o s de d e s h e c h o , y l a g l o r i a del h o m b r e d e s v a n e c í d o s e c o m o e s t a
l a v e r d a d de s u s c r e e n c i a s c r i s t i a n a s , y de l a c o n c o r d i a flor y e s t a y e r b a , c u a n d o , e n fin, el v e l o q u e o c u l t a h o y l a
de e s t a s c o n l o s a d e l a n t o s d e l a s c i e n c i a s , de l a r e f u t a c i ó n d i v i n a p a l a b r a se h a b r á c o r r i d o p a r a d e j a r n o s v e r en t o d o
m i n u c i o s a de t o d o s l o s d e s a t i n o s q u e á c u a l q u i e r m a j a d e - s u s o b e r a n o e s p l e n d o r su m a g n í f i c a r e a l i d a d y h e r m o s u r a ,
ro se l e a n t o j e e s c r i b i r ó p u b l i c a r , p u e s t o q u e s a b e n q u e á t o d o s s e r á m a n i f i e s t o , á u n o s p a r a su g l o r i a , á o t r o s p a r a
l a s e n s e ñ a n z a s d e l a f e , n o m é n o s que l a s de l a r a z ó n , s o n s u c o n f u s i o n é i g n o m i n i a , q u e l a palabra de Dios permanece
e t e r n a s , i n v e n c i b l e s é i n c o n t r a s t a b l e s ; y que p o r c o n s i - para siempre.
g u i e n t e l a u n i ó n y c o r r e s p o n d e n c i a í n t i m a de e s t o s dos
ó r d e n e s de v e r d a d e s es n e c e s a r i a é i n d e s t r u c t i b l e .

Omnia cunctanti, d e c i a u n a n t i g u o . F i r m e s en l a v e r d a d

i E s t a refutación está hecha en varios l i b r o s , e n e s p e c i a l en el que h a publicado


r e c i e n t e m e n t e e l P . T o m á s C á m a r a , de l a o r d e n de S a n A g u s t í n , y que h a s i d o r e c i b i d o
e n España con grande y merecida aceptación.
c r e t o s del u n i v e r s o v i s i b l e y del i n v i s i b l e , prosternarse
l l e n o s de r e s p e t o a n t e el t r o n o d e l a D i v i n i d a d , y c o n f e -
s a r q u e no sólo no h a y c o n t r a d i c c i ó n entre l a Revelación
natural y la sobrenatural, sino que viven las dos admira-
C A P Í T U L O XVIII. blemente concordes y unidas, confírmase m á s y m á s en
esta persuasión, y v e desvanecerse cual humo las s o m -
bras y objeciones con que la ignorancia pretende destruir
AUTORIDADES.
tan divina harmonía.
S e r í a l a r g o en e x t r e m o t r a s l a d a r a q u í t o d a s e s t a s a u t o -
ARA t e r m i n a r e s t e e n s a y o , v a m o s á r e u n i r e n e s - r i d a d e s . A s í m i r a n d o á l a b r e v e d a d , sólo c i t a r e m o s a l g u -
te ú l t i m o c a p í t u l o a l g u n o s t e s t i m o n i o s de s á b i o s n a s , y á u n de e s t a s , las que se r e f i e r e n d i r e c t a m e n t e á l a s
á p | ® ¡ i l u s t r e s e n f a v o r de l a t é s i s q u e n o s p r o p u s i m o s r e l a c i o n e s entre l a c i e n c i a y l a fe, c o n s i d e r a d a s e n l a ge-
^ B í ^ d e m o s t r a r . M a s a n t e s de r e f e r i r l o s q u e r e m o s r e - n e r a l i d a d c o n que l a s h e m o s v e n i d o e x a m i n a n d o h a s t a
c o r d a r l o que y a h e m o s indicado en otra p a r t e , es á s a - a q u í , de s u e r t e q u e al p a r q u e c o n f i r m e n l a d o c t r i n a q u e
ber, q u e l a R e l i g i ó n c r i s t i a n a es v e r d a d e r a i n d e p e n d i e n t e - hemos expuesto, p r e s e n t e n c o m o en r e s ú m e n l a s i d e a s
m e n t e del c o n s e n t i m i e n t o del h o m b r e , y d e l o q u e este e s p a r c i d a s en e s t e l i b r o .
pueda discurrir p a r a probar su verdad. D i o s no necesita de Ab Jove principium. O c u p e el p r i m e r l u g a r en e s t a sé-
n a d i e ; p a r a él l o m i s m o e s el r i c o q u e el p o b r e , el s á b i o r i e de a u t o r i d a d e s l a del i n g e n i o m á s g r a n d e , m á s claro,
q u e el i g n o r a n t e ; a n t e s e n el S a g r a d o E v a n g e l i o leemos m á s vasto y profundo que ha atravesado los siglos, aquel
unas palabras inefablemente misteriosas, y que no se c u y a m e n t e s o n d e ó m á s que n a d i e l o s m i s t e r i o s de l a R e -
pueden recordar sin m i e d o y temblor. «Yo os doy g r a c i a s , l i g i ó n y las p r o f u n d i d a d e s d e l a c i e n c i a , el g e n i o de l a r a -
d e c i a el d i v i n o R e d e n t o r d e l o s h o m b r e s , d i r i g i é n d o s e á z ó n y d e l a f e , el v e r d a d e r o M a e s t r o d e l o s q u e s a b e n , e l
á la Divinidad, y o os doy gracias porque h a b é i s e s c o n d i - A n g e l d é l a s e s c u e l a s , el g r a n d e , el s u b l i m e , el i n c o m p a -
do l a l u z de v u e s t r o s misterios á los sábios y p r u d e n t e s r a b l e S a n t o T o m á s de A q u i n o ; el c u a l , d i s c u t i e n d o en el
del s i g l o , y o s h a b é i s d i g n a d o r e v e l a r l a á l o s p o b r e s , álos c a p í t u l o v i l del l i b r o p r i m e r o de l a Suma contra los Genti-
ignorantes y p e q u e ñ u e l o s 1.» A s í la v e r d a d de la R e l i g i ó n , les, sobre si l a s v e r d a d e s de la r a z ó n se o p o n e n ó n o á l a s
nada tiene que g a n a r ni que perder en sí m i s m a c o n él v e r d a d e s de la f e , d i c e a s í r e s u m i e n d o l a d o c t r i n a de l o s
a p o y o ó con l a contradicción de los sábios ó dé l o s q u e P a d r e s de l a I g l e s i a :
pasan por tales; si b i e n t a m p o c o se p u e d e negar que
« A u n q u e l a s v e r d a d e s de l a fe e x c e d e n l a c a p a c i d a d de
cuando, repasando l a historia del l i n a j e h u m a n o , v e uno
l a razón h u m a n a , los principios conocidos naturalmente
d e s f i l a r d e l a n t e de sí á l o s i n g e n i o s m á s g r a n d e s q u e h a n
por nuestro entendimiento no pueden en ningún caso
e x i s t i d o e n l a t i e r r a , a q u e l l o s en q u i e n e s D i o s s e c o m p l a -
c o n t r a r i a r l a v e r d a d de l a f e , y e s t o p o r l a s r a z o n e s s i -
ció en distribuir c o n m a y o r l a r g u e z a los d o n e s del e n t e n -
guientes.
dimiento, los que m á s hondamente escudriñaron los se-
Primera. L a s v e r d a d e s n a t u r a l m e n t e c o n o c i d a s por l a
L LUC. x, 21. r a z ó n , s o n de t a l m o d o v e r d a d e r a s , q u e n o es p o s i b l e n i
c r e t o s del u n i v e r s o v i s i b l e y del i n v i s i b l e , prosternarse
l l e n o s de r e s p e t o a n t e el t r o n o d e l a D i v i n i d a d , y c o n f e -
s a r q u e no sólo no h a y c o n t r a d i c c i ó n entre l a Revelación
natural y la sobrenatural, sino que viven las dos admira-
C A P Í T U L O XVIII. blemente concordes y unidas, confírmase m á s y m á s en
esta persuasión, y v e desvanecerse cual humo las s o m -
bras y objeciones con que la ignorancia pretende destruir
AUTORIDADES.
tan divina harmonía.
S e r í a l a r g o en e x t r e m o t r a s l a d a r a q u í t o d a s e s t a s a u t o -
ARA t e r m i n a r e s t e e n s a y o , v a m o s á r e u n i r e n e s - r i d a d e s . A s í m i r a n d o á l a b r e v e d a d , sólo c i t a r e m o s a l g u -
te ú l t i m o c a p í t u l o a l g u n o s t e s t i m o n i o s de s á b i o s n a s , y á u n de e s t a s , las que se r e f i e r e n d i r e c t a m e n t e á l a s
á p | ® ¡ i l u s t r e s e n f a v o r de l a t é s i s q u e n o s p r o p u s i m o s r e l a c i o n e s entre l a c i e n c i a y l a fe, c o n s i d e r a d a s e n l a ge-
^ B í ^ d e m o s t r a r . M a s a n t e s de r e f e r i r l o s q u e r e m o s r e - n e r a l i d a d c o n que l a s h e m o s v e n i d o e x a m i n a n d o h a s t a
c o r d a r l o que y a h e m o s indicado en otra p a r t e , es á s a - a q u í , de s u e r t e q u e al p a r q u e c o n f i r m e n l a d o c t r i n a q u e
ber, q u e l a R e l i g i ó n c r i s t i a n a es v e r d a d e r a i n d e p e n d i e n t e - hemos expuesto, p r e s e n t e n c o m o en r e s ú m e n l a s i d e a s
m e n t e del c o n s e n t i m i e n t o del h o m b r e , y d e l o q u e este e s p a r c i d a s en e s t e l i b r o .
pueda discurrir p a r a probar su verdad. D i o s no necesita de Ab Jove principium. O c u p e el p r i m e r l u g a r en e s t a sé-
n a d i e ; p a r a él l o m i s m o e s el r i c o q u e el p o b r e , el s á b i o r i e de a u t o r i d a d e s l a del i n g e n i o m á s g r a n d e , m á s claro,
q u e el i g n o r a n t e ; a n t e s e n el S a g r a d o E v a n g e l i o leemos m á s vasto y profundo que ha atravesado los siglos, aquel
unas palabras inefablemente misteriosas, y que no se c u y a m e n t e s o n d e ó m á s que n a d i e l o s m i s t e r i o s de l a R e -
pueden recordar sin m i e d o y temblor. «Yo os doy g r a c i a s , l i g i ó n y las p r o f u n d i d a d e s d e l a c i e n c i a , el g e n i o de l a r a -
d e c í a el d i v i n o R e d e n t o r d e l o s h o m b r e s , d i r i g i é n d o s e á z ó n y d e l a f e , el v e r d a d e r o M a e s t r o d e l o s q u e s a b e n , e l
á la Divinidad, y o os doy gracias porque h a b é i s e s c o n d i - A n g e l d é l a s e s c u e l a s , el g r a n d e , el s u b l i m e , el i n c o m p a -
do l a l u z de v u e s t r o s misterios á los sábios y p r u d e n t e s r a b l e S a n t o T o m á s de A q u i n o ; el c u a l , d i s c u t i e n d o en el
del s i g l o , y o s h a b é i s d i g n a d o r e v e l a r l a á l o s p o b r e s , álos c a p í t u l o v i l del l i b r o p r i m e r o de l a Suma contra los Genti-
ignorantes y p e q u e ñ u e l o s 1.» A s í la v e r d a d de la R e l i g i ó n , les, sobre si l a s v e r d a d e s de la r a z ó n se o p o n e n ó n o á l a s
nada tiene que g a n a r ni que perder en sí m i s m a c o n él v e r d a d e s de la f e , d i c e a s í r e s u m i e n d o l a d o c t r i n a de l o s
a p o y o ó con l a contradicción de los sábios ó de l o s q u e P a d r e s de l a I g l e s i a :
pasan por tales; si b i e n t a m p o c o se p u e d e negar que
« A u n q u e l a s v e r d a d e s de l a fe e x c e d e n l a c a p a c i d a d de
cuando, repasando l a historia del l i n a j e h u m a n o , v e uno
l a razón h u m a n a , los principios conocidos naturalmente
d e s f i l a r d e l a n t e de sí á l o s i n g e n i o s m á s g r a n d e s q u e h a n
por nuestro entendimiento no pueden en ningún caso
e x i s t i d o e n l a t i e r r a , a q u e l l o s en q u i e n e s D i o s s e c o m p l a -
c o n t r a r i a r l a v e r d a d de l a f e , y e s t o p o r l a s r a z o n e s s i -
ció en distribuir c o n m a y o r l a r g u e z a los d o n e s del e n t e n -
guientes.
dimiento, los que m á s hondamente escudriñaron los se-
Primera. L a s v e r d a d e s n a t u r a l m e n t e c o n o c i d a s por l a
I LUC. X, 21. r a z ó n , s o n de t a l m o d o v e r d a d e r a s , q u e n o es p o s i b l e n i
s i q u i e r a i m a g i n a r su f a l s e d a d ; por otra parte, lo que c r e e - t i e n e n q u e ser m e r a m e n t e o p i n a b l e s ó s o f í s t i c o s , sin v a l o r
m o s por la f e , h a s i d o revelado y confirmado por Dios demostrativo y f a l t o s , p o r c o n s i g u i e n t e , de todo p e s o ó
c o n t a l e v i d e n c i a , q u e no es posible sospechar que sea a u t o r i d a d científica. D e e s t a m a n e r a r e s u e l v e el a n g é l i c o
f a l s o . Y c o m o s o l a m e n t e lo falso es contrario á lo v e r d a - D o c t o r el p r o b l e m a de l a s r e l a c i o n e s entre la v e r d a d r e v e -
dero, s e g ú n a p a r e c e de l a s definiciones, es a b s o l u t a m e n t e l a d a y l a c i e n c i a del o r d e n n a t u r a l , m a n e r a y f o r m a de a r -
i m p o s i b l e q u e u n a v e r d a d de fe sea contraria á los p r i n - g u m e n t a c i ó n q u e , c o m o se v e , r e s u m e en p o c a s p a l a b r a s
c i p i o s c o n o c i d o s n a t u r a l m e n t e por la razón. t o d o el p r o c e d i m i e n t o d e m o s t r a t i v o que h e m o s d e s a r r o -
Segunda. L o q u e el maestro ó el que enseña i n d u c e 6 llado.
ingiere en l a m e n t e del discípulo está contenido en l a A l l a d o del á n g e l de l a s E s c u e l a s bien p u e d e p o n e r s e , si-
c i e n c i a del m a e s t r o , á no ser que su enseñanza s e a e n g a - q u i e r a sea p o r no ser s o s p e c h o s o á l o s c a t ó l i c o s , la autori-
ñosa, lo c u a l es a b s u r d o decirlo de D i o s ; m a s los p r i n c i - d a d del m o d e r n o A r i s t ó t e l e s , la g l o r i a m á s a l t a de A l e m a -
p i o s c o n o c i d o s p o r la l u m b r e natural de la r a z ó n , nos s o n nia, aquel cuya inteligencia vastísima abrazaba todos los
ingeridos p o r el m i s m o D i o s , c o m o autor q u e es de n u e s - r a m o s del s a b e r , y q u e h a b r i a r e p u t a d o por la p á g i n a m á s
tra n a t u r a l e z a ; l u e g o e s t o s principios están contenidos e n g l o r i o s a de su v i d a la r e c o n c i l i a c i ó n (por otra parte a b -
l a c i e n c i a d i v i n a . L u e g o todo lo contrario á ellos e s c o n - s u r d a ) q u e a n h e l a b a , y p o r la c u a l tanto t r a b a j ó , entre la
trario á la c i e n c i a de D i o s , y por tanto no puede v e n i r de I g l e s i a c a t ó l i c a y l a s s e c t a s d i s i d e n t e s , el ilustre y s u b l i -
él. D e donde se c o l i g e que los c o n o c i m i e n t o s q u e a l c a n - m e g e n i o de L e i b n i t z . E n el discurso q u e p r e c e d e á su
z a m o s p o r l a f e en l a R e v e l a c i ó n divina, no p u e d e n s e r m a g n í f i c o t r a t a d o de T e o d i c e a , y en el p á r r a f o q u e intitu-
c o n t r a r i o s a l c o n o c i m i e n t o de la r a z ó n natural. la « D e la c o n f o r m i d a d e n t r e la fe y la razón,» l e e m o s l o s
Tercera. M á s á u n ; nuestra inteligencia, cuando es m o - pasages siguientes:
vida por i m p u l s o s ó r a z o n e s contrarias, se c o n f u n d e y « T o m o c o m o cierto é i n c o n t e s t a b l e q u e dos verdades
e n r e d a de t a l m a n e r a , q u e es imposible el c o n o c i m i e n t o . n o p u e d e n c o n t r a d e c i r s e la u n a á la otra; q u e la m a t e r i a
L u e g o si D i o s i n g i r i e s e en nuestra mente c o n o c i m i e n t o s s o b r e q u e v e r s a la f e e s l a v e r d a d r e v e l a d a al h o m b r e de
o p u e s t o s y c o n t r a r i o s , el entendimiento no podría a b s o l u - u n a m a n e r a e x t r a o r d i n a r i a , y q u e la r a z ó n e s el c o n j u n t o
tamente alcanzarla verdad. y e n c a d e n a m i e n t o de l a s v e r d a d e s que p u e d e n u e s t r o e n -
Cuarta. F i n a l m e n t e ; l a s c o s a s que son naturales n o tendimiento a l c a n z a r p o r sí m i s m o y no a y u d a d o de l a s
p u e d e n m u d a r s e , si no c a m b i a su naturaleza. P e r o las l u c e s de la f e S i e n d o l a r a z ó n y la f e i g u a l m e n t e d o n
opiniones ó c o n o c i m i e n t o s contrarios no pueden c o e x i s t i r de D i o s , su c o n t r a d i c c i ó n a r g ü i r í a l u c h a y contraste en
en un m i s m o e n t e n d i m i e n t o ; l u e g o es i m p o s i b l e q u e D i o s l a e s e n c i a d i v i n a . L u e g o en el c a s o de q u e l a s o b j e c i o n e s
i n g i e r a ó e n s e ñ e al h o m b r e una verdad contraria al c o n o - q u e p o n e la r a z ó n c o n t r a a l g u n a d o c t r i n a de l a fe nos p a -
cimiento natural.» r e z c a n i n s o l u b l e s , h e m o s de decir que l o s p r i n c i p i o s en
D e todo lo c u a l c o n c l u y e S a n t o T o m á s que no p u e d e q u e s e a p o y a n e s t a s d i f i c u l t a d e s no son ni d o c t r i n a de l a
hacerse objeccion alguna contra la f e que p r o c e d a de r a z ó n , ni v e r d a d r e v e l a d a p o r D i o s , sino sueño y ficción
p r i n c i p i o s n a t u r a l m e n t e conocidos por la razón. D e a q u í del humano entendimiento » En otro l u g a r , distin-
e s q u e s e g ú n él l o s a r g u m e n t o s contra la v e r d a d r e v e l a d a g u i e n d o entre lo q u e e s t á sobre la r a z ó n y lo q u e es c o n -
tra ella, dice: « L o que es c o n t r a la r a z ó n se opone á p r i n - e s t o , h a habido i n g e n i o s , n a d a v u l g a r e s por c i e r t o , q u e
c i p i o s a b s o l u t a m e n t e ciertos y m a y o r e s de t o d a e x c e p c i ó n ; c r e y e r o n encontrar en la g e o m e t r í a d i f i c u l t a d e s graví-
m a s lo q u e e s t á sobre l a r a z ó n opónese ú n i c a m e n t e á l o s i m a s c u y a solucion les p a r e c í a i m p o s i b l e , c o n lo c u a l se
q u e nos e n s e ñ a la o r d i n a r i a e x p e r i e n c i a de los s e n t i d o s ó i m a g i n a b a n haber quitado á e s t a c i e n c i a l a b a s e de su
del e n t e n d i m i e n t o . L a v e r d a d q u e e x c e d e la r a z ó n no certeza y e x a c t i t u d . Y en e f e c t o , l o s d i s c u r s o s y r a c i o c i -
p u e d e ser c o m p r e n d i d a por el h u m a n o e n t e n d i m i e n t o (an- n i o s que proponían eran tan c a p c i o s o s , q u e se r e q u e r í a
t e s por n i n g ú n e n t e n d i m i e n t o creado); y á e s t e orden, s e - n o poco t r a b a j o y p e n e t r a c i ó n de i n g e n i o para r e f u t a r l o s
g ú n mi opinion, p e r t e n e c e n el misterio d é l a A u g u s t a T r i - c o m p l e t a m e n t e . A pesar de e s t o , la g e o m e t r í a , á los o j o s
n i d a d y l a s c o s a s q u e sólo D i o s p u e d e h a c e r , c o m o p o r de todos l o s h o m b r e s de b u e n s e n t i d o , no h u b i e r a p e r d i -
e j e m p l o , la c r e a c i ó n M a s no h a y v e r d a d a l g u n a que d o n a d a de su v a l o r c i e n t í f i c o , s i q u i e r a h u b i e s e sido i m -
p u e d a ser contraria á la r a z ó n ; u n d o g m a q u e la r a z ó n p o s i b l e disipar e n t e r a m e n t e t a l e s o b j e c i o n e s . ¿Con qué
d e s t r u y e y r e f u t a no e s , e n m a n e r a a l g u n a , i n c o m p r e n s i - d e r e c h o , p u e s , pretenden l o s l i b r e - p e n s a d o r e s q u e hay
ble; sino t a l , q u e lo a b s u r d o de él p u e d e f a c i l í s i m a m e n t e q u e r e c h a z a r sin a p e l a c i ó n la autoridad de l a s Sagradas
comprenderse y evidentísimamente demostrarse.» E s c r i t u r a s por e s t a r s u j e t a s á a l g u n a s dificultades, que l a s

E u l e r , uno de l o s m á s p r o f u n d o s m a t e m á t i c o s del s i - m á s de l a s v e c e s no s o n , ni con m u c h o , de t a n t a i m p o r -

glo pasado, en su obra Defensa de la Religión contra las t a n c i a c o m o a q u e l l a s á q u e e s t á e x p u e s t a la geometría?»

objeciones de los racionalistas, dice así: «Por lo q u e t o - D e s e n v o l v i e n d o la idea de E u l e r , d i c e el sábio filósofo y


c a á l a s d i f i c u l t a d e s de l o s i n c r é d u l o s y á l a s contradic- teólogo N e w m a n r: «Yo e s t o y m u y l e j o s de a s e g u r a r q u e
ciones que pretenden hallar en las Sagradas Escrituras, los a r t í c u l o s de n u e s t r a fe no e s t é n r o d e a d o s de d i f i c u l t a -
s e r á bien c o m e n z a r por a d y e r t i r q u e no h a y c i e n c i a a l g u - d e s ; a n t e s , cuando afirmo q u e por lo q u e á mí t o c a no pue-
n a , p o r s ó l i d a m e n t e fundada- q u e esté, c o n t r a la c u a l n o d o r e s p o n d e r á m u c h a s de e l l a s , no h a g o m á s que a s e n -
p u e d a n p o n e r s e tanto ó m á s f u e r t e s d i f i c u l t a d e s (que l a s t a r un s i m p l e h e c h o . Hay algunas gentes sobremanera
q u e se h a c e n c o n t r a la B i b l i a ) . L a s c i e n c i a s tienen t a m - e s c r u p u l o s a s é inquietas á c a u s a de l o s p u n t o s difíciles
b i é n sus c o n t r a d i c c i o n e s a p a r e n t e s , y t a l e s q u e á p r i m e r a q u e ofrece n u e s t r a R e l i g i ó n ; y o por m i p a r t e siento su
v i s t a se c r e e r í a n i n s o l u b l e s ; m a s c o m o p o d e m o s s u b i r á f u e r z a c o m o el que m á s ; pero n u n c a he a c e r t a d o á v e r el
l o s p r i m e r o s p r i n c i p i o s de e s t a s c i e n c i a s , esto n o s p r o p o r - e n l a c e que p u e d a existir entre c o n o c e r l a dificultad, por
c i o n a m e d i o s de r e s o l v e r y d e s v a n e c e r e n t e r a m e n t e sus g r a n d e y p o d e r o s a q u e s e a , y d u d a r de l a d o c t r i n a á q u e
d i f i c u l t a d e s . C o n t o d o , a u n c u a n d o no se h a l l a s e su s o l u - se refiere: d i e z m i l d i f i c u l t a d e s no s u m a n una duda, tal
c i ó n , l a s c i e n c i a s no p e r d e r í a n p o r esto s u c e r t i d u m b r e . c o m o y o e n t i e n d o l a s c o s a s . L a d u d a y la dificultad no
¿Por q u é , p u e s , razones y dificultades análogas han de g u a r d a n p r o p o r c i o n entre sí, y de c o n s i g u i e n t e no p u e d e n
b a s t a r p a r a quitar t o d a a u t o r i d a d á l a s d i v i n a s Escritu- s u m a r s e . D e s e g u r o podrá ser á v e c e s d i f í c i l el l l e g a r á la
ras? T o d o s c o n s i d e r a n á l a geometría como una ciencia d e m o s t r a c i ó n y á la e v i d e n c i a de l a v e r d a d ; pero a q u í no
en la c u a l no se s u p o n e ó a f i r m a c o s a a l g u n a q u e no p u e - hablo de esta dificultad, s i n o de l a s q u e s o n i n t r í n s e c a s á
d a ser d e d u c i d a clara y distintamente de l o s primeros la v e r d a d m i s m a que se p r o p o n e ó l a c o m p a t i b i l i d a d de
principios de n u e s t r o s c o n o c i m i e n t o s ; sin embargo de
i E n l a Apología pro vitasua, pag. 239.
u n a d o c t r i n a c o n o t r a . U n o puede m u y bien s e n t i r q u e l e u n a de e s t a s c a p a s , son h e c h o s spbre l o s c u a l e s no h a y
e s i m p o s i b l e h a l l a r l a solucion de un p r o b l e m a de m a t e - c u e s t i ó n ni d i s p u t a . P e r o el t i e m p o q u e d u r ó la f o r m a c i o n
m á t i c a s , del c u a l s a b e por otra parte q u e la t i e n e . » de c a d a d e p ó s i t o , y l a s c o n d i c i o n e s de e s t a formacion,
Hablando de l a s o b j e c i o n e s especiales que pueden s o n p u n t o s m u y c o n t r o v e r t i d o s , sobre l o s c u a l e s p u e d e n
oponerse á l a s d o c t r i n a s de la R e v e l a c i ó n uno de l o s s á - m o d i f i c a r s e sin cesar l a s o p i n i o n e s a d m i t i d a s . E l h o m b r e
b i o s de m á s n o m b r a d l a en I n g l a t e r r a , T e s o r e r o y V i c e - científico p u e d e , c o m o l o h a c e o r d i n a r i a m e n t e , proponer
p r e s i d e n t e de la S o c i e d a d R e a l de L o n d r e s , M r . W i l l i a m u n a t e o r í a i n e x a c t a , pero q u e es a d m i t i d a p r o v i s o r i a m e n -
A l i e n M i l l e r , d e c i a lo s i g u i e n t e en un n o t a b l e d i s c u r s o 1 te p o r la utilidad q u e p u e d e p r e s t a r ; p u e s , c o m o o b s e r v a
a c e r c a de la B i b l i a y l a ciencia: B a c o n , la v e r d a d sale m á s f á c i l m e n t e del error que de la
«A l a s p e r s o n a s e x t r a ñ a s á la c i e n c i a les p a r e c e á v e - confusion. A d e m a s una teoría puede también presentar
c e s m u y d i f í c i l el decidir h a s t a q u é punto d e b e n a c e p t a r c i e r t a o p o s i c i o n m á s ó m é n o s a p a r e n t e á la e n s e ñ a n z a de
lo q u e l e s d i c e n en n o m b r e de la m i s m a c i e n c i a . S u p o n e n la Biblia. M a s en t o d o s c a s o s , su v a l o r científico debe
g e n e r a l m e n t e q u e en e s t a no se i m p o n e n a d a c o m o a r - d e t e r m i n a r s e por c o n s i d e r a c i o n e s i g u a l m e n t e científicas,
tículo de fe; q u e s i e m p r e se e x i g e la p r u e b a de lo que se y p o r c o n s i g u i e n t e debe s e r a d m i t i d a si e x p l i c a p e r f e c t a -
a f i r m a , y a por l a o b s e r v a c i ó n directa, y a por l a s deduc- m e n t e los f e n ó m e n o s , si s u s partes se c o o r d i n a n harmo-
ciones r i g o r o s a s de l a l ó g i c a . A s í es, en e f e c t o , en l a s n i o s a m e n t e , y si no e s t á en o p o s i c i o n con n i n g u n a otra
c i e n c i a s c o m p l e t a s ; m a s l a s ciencias r e a l m e n t e c o m p l e - t e o r í a . L a c i e n c i a , c o m o l a l i t e r a t u r a , tiene sus n o v e l a s . Si
tas son m u y p o c a s ; y en m u c h o s c a s o s , p r i n c i p a l m e n t e s u s a d e p t o s d a n a l g u n a v e z libre v u e l o á la f a n t a s í a , no
en l o s c i e n c i a s n u e v a s , y q u e han a l c a n z a d o r á p i d o d e s e n - h a y q u e tenerlos desde l u e g o por incrédulos por no a d a p -
volvimiento, es necesario distinguir con gran cuidado t a r s e e x t r i c t a m e n t e en s u l e n g u a j e y en s u s ideas al l e n -
entre l o s hechos y l a s teorías q u e de ellos han r e s u l t a d o . g u a j e sencillo y á la v o z s u b l i m e de la s a g r a d a E s c r i t u r a ;
A q u e l l o s , s u p o n i é n d o l o s e x a c t a m e n t e a v e r i g u a d o s , son in- m a s si se le d e c l a r a n a b i e r t a m e n t e h o s t i l e s , intentando
m u t a b l e s ; pero su c o m p l e t a a v e r i g u a c i ó n es e m p r e s a m u y destruir n u e s t r a f e con s o f i s m a s , deben ser t r a t a d o s c o m o
d i f í c i l , p u e s h a y h e c h o s recibidos por l a r g o t i e m p o como se m e r e c e n . P o d r á ser q u e la i m a g i n a c i ó n del poeta ó l a s
e x a c t o s , que s u f r e n t o d o s l o s dias r e s t r i c c i o n e s y m o d i f i - f a s c i n a c i o n e s del g e n i o a l u c i n e n un m o m e n t o y arrastren
caciones. Las e x p l i c a c i o n e s de los h e c h o s averiguados a l error al h o m b r e de m á s r e c t o sentir; pero la verdad no
varían necesariamente aún mucho más que las observa- t a r d a r á en r e a p a r e c e r , d e s v a n e c i é n d o s e l a s ilusiones con
c i o n e s de l o s m i s m o s . S e g ú n v a n estos acumulándose, el t r a n q u i l o e x á m e n de l a r a z ó n . »
l o s v a m o s v i e n d o d e s d e un punto de v i s t a m á s alto y e x - E n una p a l a b r a , c o m o h e m o s d i c h o l a r g a m e n t e en este
tenso. E n g e o l o g í a , p o r e j e m p l o , el orden de s u c e s i ó n de e n s a y o , en l a s c u e s t i o n e s o s c u r a s y d i f í c i l e s de la c i e n c i a ,
l a s c a p a s e s t r a t i f i c a d a s , su espesor relativo, la n a t u r a l e z a i m p o r t a tener p r e s e n t e q u e m u c h a s ,de l a s dificultades
de sus f ó s i l e s , l a s p r o p o r c i o n e s n u m é r i c a s de c a d a g é n e r o q u e se o f r e c e n a l q u e e s t u d i a la B i b l i a , en su r e l a c i ó n
ó e s p e c i e de p l a n t a s ó a n i m a l e s , c o r r e s p o n d i e n t e s á cada con l a s c i e n c i a s n a t u r a l e s , n a c e n , n o de h e c h o s demostra-
t i v o s , sino de h i p ó t e s i s b a s a d a s en datos m u y i n c o m p l e t o s .
i U n r e s u m e n 6 e x t r a c t o de e s t e d i s c u r s o p u e d e v e r s e a l final de l a o b r a Sept liqons
de physique genérale par Augustin Canehy. E s t a distinción entre l o s h e c h o s y l a s hipótesis q u e so-
b r e ellos se l e v a n t a n , t a n c l a r a m e n t e e x p l i c a d a p o r el n e r l a s en o p o s i c i o n con l a S a g r a d a E s c r i t u r a . E l deber d e
d o c t o V i c e p r e s i d e n t e de l a S o c i e d a d R e a l , es de suma todo h o m b r e que e s t u d i a l a s c i e n c i a s e s el l l e v a r a d e l a n t e

trascendencia para resolver l a s dificultades q u e puedan l a i n v e s t i g a c i ó n de la n a t u r a l e z a c o n el ú n i c o fin de a c l a -

h a c e r c o n t r a la h a r m o n i o s a u n i d a d q u e r e i n a entre la rar la v e r d a d , y que c a s o de p a r e c e r l e que a l g u n o s de l o s

c i e n c i a y la fe; p o r q u e l a s h i p ó t e s i s , c o n j e t u r a s ó t e o r í a s r e s u l t a d o s obtenidos están en c o n t r a d i c c i ó n c o n la p a l a -


b r a escrita, ó m á s bien con la i n t e r p r e t a c i ó n q u e él le d a
más ó ménos probables podrán oponerse tal v e z á las en-
(la c u a l p u e d e ser errónea), no v a y a á a f i r m a r p r e s u n t u o s a -
s e ñ a n z a s de la fe; no los h e c h o s n i s u fiel interpretación
m e n t e que tienen que ser j u s t a s s u s c o n c l u s i o n e s y f a l s a s
e n el orden de las ideas.
l a s a f i r m a c i o n e s de la E s c r i t u r a , s i n o m á s b i e n d e j a r l a s á
A p o y á n d o s e en e s t a d i s t i n c i ó n e s e n c i a l m á s d e d o s c i e n -
c a d a u n a en su l u g a r h a s t a que p l a z c a á D i o s de m a n i f e s -
t o s s á b i o s ilustres, de l o s c u a l e s t r e i n t a e r a n miembros
t a r n o s la m a n e r a de poder c o n c i l i a r i a s entre sí. E n l u g a r
d e la m i s m a S o c i e d a d R e a l de L o n d r e s , cuarenta médi-
de insistir en las d i f e r e n c i a s a p a r e n t e s entre la ciencia
c o s c é l e b r e s , y no p o c o s de l o s m á s d i s t i n g u i d o s e n l a s
y l a s E s c r i t u r a s , sería m e j o r a p o y a r nuestra fe con l o s
c i e n c i a s naturales, entre e l l o s T o m á s Anderson, I. H . d o g m a s de la c i e n c i a en l o s c u a l e s e s t á n de a c u e r d o c o n
Balfour, T o m a s Bell, I. S. B o w e r b a n k , Sir D a v i d B r e w s - ella
ter, Jaime Glaisher, T o m á s R y n e r Jones, J a i m e P . Jou-
le, Roberto Main, Sir E n r i q u e C . R a w l i n s o n , T o m á s R i - E s t a s i d e a s de los s á b i o s i n g l e s e s han r e c i b i d o recien-

chardson, Enrique D . Rogers, A d a m Sedgwick, Alfredo t e m e n t e c o n f i r m a c i ó n a d m i r a b l e en la f o r m a c i o n de a l g u -

Smee, Juan Stenhouse, etc., en Julio de 1 8 6 4 , firmaron n a s s o c i e d a d e s científicas d e d i c a d a s á d e f e n d e r la h a r m o -

u n a d e c l a r a c i ó n , en la c u a l , e x p r e s a n d o s u s i n c e r o s e n t i - n i o s a unidad entre la c i e n c i a y la f e , l a s c u a l e s s o c i e d a -

m i e n t o al v e r q u e l a i n v e s t i g a c i ó n de l a v e r d a d científica des, por el n ú m e r o , c l a s e y c a r á c t e r e s p e c i a l de l o s i n d i -

e r a d e s v i a d a de su fin por a l g u n o s h o m b r e s de nuestro v i d u o s q u e l a s c o m p o n e n , s o n la p r u e b a m á s eficaz de l o

t i e m p o que t o m a b a n de e l l a o c a s i o n p a r a s e m b r a r dudas v i v a que se mantiene e s t a unión e n l o s i n g e n i o s m á s v i -

a c e r c a de la v e r a c i d a d y a u t e n t i c i d a d de l a s S a n t a s E s c r i - g o r o s o s de nuestra época, á p e s a r d e l o s e s t r a g o s c a u s a d o s

t u r a s , decían: «Nos p a r e c e i m p o s i b l e q u e l a p a l a b r a de en l o s entendimientos por la c o n f u s i o n de l a s i d e a s y l a

D i o s e s c r i t a en el libro de la n a t u r a l e z a y l a e n s e ñ a d a en p o s t r a c i ó n y debilidad de l o s c a r a c t é r e s .

l a S a n t a E s c r i t u r a se c o n t r a d i g a n r e a l m e n t e l a u n a á la S e r í a l a r g o i n d i v i d u a l i z a r e s t a s s o c i e d a d e s , la n a t u r a -
o t r a , a u n q u e al parecer p u e d a n p r e s e n t a r a l g u n a s dife- l e z a de sus estatutos y l a s c a l i d a d e s de l o s s u j e t o s q u e
r e n c i a s . L a s ciencias f í s i c a s n o e s t á n c o m p l e t a s , s i n o s o - l a s c o m p o n e n ; m a s no d e j a r e m o s de d e c i r , a u n q u e s e a n
l a m e n t e en v í a de p r o g r e s o ; a l p r e s e n t e n u e s t r a l i m i t a d a p o c a s p a l a b r a s , de la Asociación científica de B r u s e l a s y de
r a z ó n no nos p e r m i t e v e r s i n o o s c u r a m e n t e y c o m o á t r a - la Sociedad de Güerres de A l e m a n i a . F u n d a d a s a m b a s h a c e
v é s de un cristal. M a s v e n d r á t i e m p o e n q u e s e v e r á n con- m u y p o c o s años, han y a logrado r e u n i r en su s e n o l a flor
cordar ambos testimonios en todos sus p o r m e n o r e s . Así de l o s h o m b r e s m á s ilustres que h o y dia c u l t i v a n l a s c i e n -
no p o d e m o s m é n o s de d e p l o r a r q u e m u c h a s g e n t e s q u e no
h a n estudiado l a s c i e n c i a s n a t u r a l e s l a s m i r e n c o n d e s c o n - 1 E s t a declaración, publicada por l o s p e r i ó d i c o s i n g l e s e s en J u l i o de 1 8 6 4 , puede
v e r s e por e n t e r o en el A p é n d i c e p u e s t o p o r e l A b . M o i g n o á l a obra de C a u c h y a r r i b a
fianza, sólo porque a l g u n o s m a l a c o n s e j a d o s q u i e r e n p o - c i t a d a , y t a m b i é n en l a obra de R e u s c h La Bible et la nature, pág. 79.
c i a s , c o n t a n d o l a Asociación científica m á s d e 600 m i e m - b l e s r e p r e s e n t a n t e s d e l a r a z ó n , de l a c i e n c i a y del p r o -
b r o s y l a Sociedad de Goerres m á s d e 1 . 2 0 0 , e n t r e ellos g r e s o en t o d a s s u s f o r m a s , l o s g u í a s y c o n d u c t o r e s de l a
matemáticos eminentes, físicos y químicos famosísimos, h u m a n i d a d , h a n s i d o a p ó s t o l e s y d i s c í p u l o s de J e s u c r i s t o .
naturalistas, médicos, filósofos, historiadores, anticuarios E n l o s t i e m p o s p a s a d o s , c o m o en l o s p r e s e n t e s , al f r e n t e
y p r o f e s o r e s de p r i m e r orden en todos los r a m o s de la sa- d e t o d o s l o s r a m o s y d e p a r t a m e n t o s de l a s c i e n c i a s , y e n -
biduría, de suerte que la fuerza viva intelectual, reunida t r e l o s i n g e n i o s e s p e c i a l i s t a s q u e s o n l a g l o r i a y el h o n o r
en estas dos sociedades, p u e d e ser c o n s i d e r a d a c o m o l a de nuestro linaje, figuran cristianos sinceros y católicos
m á s a l t a r e p r e s e n t a c i ó n de la c i e n c i a e n t o d o s s u s a d e - f e r v i e n t e s . A u n en el s i g l o XVIII, c o m o o b s e r v ó M r . A u -
l a n t o s . S u fin, al p a r de la d i f u s i ó n d e l o s conocimientos g u s t o Nicolás, entre los sesenta y nueve hombres cientí-
naturales, es hacer ver la unión estrechísima de estos con ficos, cuyos elogios hizo Fontenelle, apenas hay dos ó
las verdades de la fe; t a n t o que l a Asociación científica t r e s q u e n o s e d i s t i n g u i e s e n p o r s u p i e d a d n o m é n o s que
tiene p o r d i v i s a e s t a s p a l a b r a s del C o n c i l i o Vaticano: p o r s u c i e n c i a . E n p l e n o s i g l o x i x , y e n e s t a é p o c a e n que
Nulla unquam inter fidem et rationem vera dissensio esse po- d e s g r a c i a d a m e n t e l a f e v a s i e n d o tan r a r a , n o h a y s e c -
test, d i v i s a q u e , c o m o d e c i a el d o c t í s i m o S e c r e t a r i o de la ción en nuestra A c a d e m i a de c i e n c i a s , a s t r o n o m í a , geo-
A s o c i a c i ó n , n o s o l a m e n t e p r o c l a m a que u n a v e r d a d c i e n - metría, mecánica, física, química, historia natural, mi-
t í f i c a n o p u e d e e s t a r e n o p o s i c i o n c o n el d o g m a r e v e l a d o , n e r a l o g í a y g e o l o g í a , b o t á n i c a , m e d i c i n a y c i r u j í a , que no
s i n o q u e a f i r m a , a d e m a s , q u e en el a l m a h u m a n a n o h a y p o s e a a l g ú n i n d i v i d u o , n o s o l a m e n t e a m i g o del c r i s t i a n i s -
l a m e n o r i n c o m p a t i b i l i d a d e n t r e el e s p í r i t u c i e n t í f i c o y el m o y de la Iglesia católica, pero cristiano ferviente y p i a -
e s p í r i t u r e l i g i o s o . « V o s o t r o s s a b é i s , a ñ a d i a el P . Carbo- doso.»
nelle, dirigiéndose á los asociados, vosotros s a b é i s que N o n e g a r e m o s q u e h o y d i a no p o c o s i n g e n i o s esclare-
estos dos espíritus han caminado en todos los siglos es- cidos abusan de su poderosa inteligencia para poner o b s -
t r e c h a m e n t e u n i d o s y q u e a ú n lo e s t á n en el n u e s t r o , n o táculos á la h e r m o s a unión entre la ciencia y la fe.
s i e n d o l o c o n t r a r i o m á s que u n a e x c e p c i ó n , excepción M a s u n a c o s a s o n l o s s á b i o s y o t r a es l a c i e n c i a . L o s s á -
h o y día m á s ruidosa y vocinglera que nunca, y á la cual b i o s , p o r l a s r a z o n e s q u e e x p u s i m o s en el c a p í t u l o n o v e -
c o n v u e s t r a A s o c i a c i ó n habéis querido d e s m e n t i r . » n o d e e s t e e n s a y o , p o d r á n a l e j a r s e de D i o s y á u n h a c e r l e
E n verdad, como y a h e m o s observado en otra parte, la guerra ú oposicion, las ciencias j a m a s . Estas, cuanto más
c i e n c i a y l a f e no s o l a m e n t e e s t á n e n sí m i s m a s h a r m o - a d e l a n t e n y s e p e r f e c c i o n e n , m á s s e a c e r c a r á n á su p r i n -
n i o s a m e n t e e n l a z a d a s , s i n o que s i e m p r e lo h a n e s t a d o en c i p i o y s u fin. E l c r i s t i a n o d e b e e s t a r p e r s u a d i d o de e l l o ,
l o s e n t e n d i m i e n t o s de l a m a y o r p a r t e d e l o s h o m b r e s . P o r y vivir y descansar e n esta confianza, sobre todo al ver
e s t o e l i l u s t r e d i r e c t o r de l a r e v i s t a c i e n t í f i c a Les Mondes cómo cesando aquellas causas extrínsecas á la ciencia
d e c i a n o h á m u c h o e s t a s p a l a b r a s al h a c e r c o n s t a r l a cris- v u e l v e á renacer e n el entendimiento la hermosa h a r m o -
t i a n a m u e r t e de c u a t r o h o m b r e s c é l e b r e s , á c u y o s e s f u e r - n í a entre l a c i e n c i a y l a f e . « C u l t i v a d con a r d o r l a s c i e n c i a s
z o s debe la ciencia grandes adelantos, Leverrier, B e c q u e - a b s t r a c t a s y l a s c i e n c i a s n a t u r a l e s , d e c i a u n o de l o s s á b i o s
rel, R e g n a u l t y Claudio Bernard: «La prueba de que la m á s i l u s t r e s de n u e s t r o s i g l o , el i l u s t r e B a r ó n de C a u c h y ,
l u z d e l a f e e s l a l u z d e la c i e n c i a e s t á e n que l o s m á s n o - d i r i g i é n d o s e á s u s c o m p a ñ e r o s ; a n a l i z a d la m a t e r i a , r e -
v e l a d á n u e s t r o s o j o s l a s m a r a v i l l a s de la n a t u r a l e z a ; e x - n a t u r a l e z a , h a dirigido la m i r a d a de su i n v e s t i g a c i ó n al
p l o r a d , si p o d é i s , t o d a s l a s p a r t e s de este u n i v e r s o ; i n t e r - o r d e n m o r a l y de la sociedad, y h a citado a n t e el t r i b u -
r o g a d los a n a l e s de l a s n a c i o n e s y l a s h i s t o r i a s de l o s nal de su r a z ó n al m i s m o D i o s q u e le dió el sér. D e t a n -
pueblos antiguos; consultad los monumentos d é l o s siglos t o s a f a n e s , de t a n t o s v i a j e s y f a t i g a s , de t a n t a s e s p e c u l a -
p a s a d o s que y a c e n e s p a r c i d o s p o r la superficie del g l o b o . c i o n e s d i f i c i l í s i m a s y atrevidas, ¿ha r e s u l t a d o por v e n t u r a
L e j o s de que m e a l a r m e n t a l e s i n v e s t i g a c i o n e s , y o m i s - u n a v e r d a d contraria á l a s v e r d a d e s de la R e v e l a c i ó n , ó
m o l a s p r o v o c a r é sin c e s a r y l a s alentaré c o n m i s e s f u e r - l a d e m o s t r a c i ó n de un error e v i d e n t e c o n s i g n a d o en n u e s -
z o s y d e s e o s , N o t e m e r é q u e l a v e r d a d se e n c u e n t r e e n t r o s libros sagrados?» E l ilustre m a t e m á t i c o a f i r m a b a q u e
c o n t r a d i c c i ó n c o n s i g o m i s m a n i q u e los h e c h o s ó do- n o , g o z á n d o s e en p r o c l a m a r esta su c o n v i c c i ó n i n q u e b r a n -
c u m e n t o s r e c o g i d o s por v o s o t r o s p u e d a n e s t a r j a m a s en t a b l e y en h a c e r g a l a delante de todo el m u n d o de s u s
o p o s i c i o n con n u e s t r o s l i b r o s s a g r a d o s . L o q u e ú n i c a m e n - cristianas creencias.
t e os pido e s q u e os g u í e en l a i n v e s t i g a c i ó n de la v e r d a d « Y o s o y cristiano, decia esto es, c r e o en la d i v i n i -
aquel c a n d o r y a q u e l l a b u e n a f e q u e a l l a n a n los c a m i n o s dad de J e s u c r i s t o , con T i c h o B r a h e , C o p é r n i c o , D e s c a r -
que á ella conducen.» tes, Newton, Fermat, Leibnitz, Pascal, Grimaldi, Euler,

« E s t a m o s en u n a é p o c a e x t r a o r d i n a r i a , a ñ a d i a , en q u e Guldin, Boscowich, G e r d i l , en c o m p a ñ í a de t o d o s l o s

devora á los espíritus una i n c e s a n t e actividad. E l hombre g r a n d e s a s t r ó n o m o s , de todos l o s g r a n d e s m a t e m á t i c o s ,

ha medido los cielos y s o n d e a d o las profundidades del de t o d o s l o s g r a n d e s f í s i c o s , de t o d o s l o s g r a n d e s g e ó m e -

a b i s m o ; h a c o n s u l t a d o l o s r e s t o s de los m o n u m e n t o s a n - t r a s de l o s s i g l o s p a s a d o s . S o y c a t ó l i c o c o n la m a y o r

t i g u o s , h a c i é n d o l e s c o n t a r l a h i s t o r i a de l a s g e n e r a c i o n e s p a r t e de ellos; y si a l g u i e n m e pidiese r a z ó n de mis

q u e d u e r m e n s e p u l t a d a s en e l p o l v o del s e p u l c r o ; h a v i s i - c r e e n c i a s , se la daria con m u c h o g u s t o ; y e n t o n c e s se v e -

tado l a s c i m a s de l o s m o n t e s m á s escarpados, y los cli- ría que m i s c o n v i c c i o n e s no son f r u t o de p r e o c u p a c i o n e s

m a s m á s d i s t a n t e s , l o s d e s i e r t o s a b r a s a d o s p o r el f u e g o de la i n f a n c i a , sino de e x á m e n p r o f u n d o y detenido. Ve-

t r o p i c a l y l a s á r i d a s p e ñ a s q u e r o d e a n l o s h i e l o s de los r í a s e de q u é m a n e r a se han g r a b a d o por s i e m p r e j a m a s en

p o l o s ; h a a s c e n d i d o á l a r e g i ó n d o n d e se e n g e n d r a n l a s m i e n t e n d i m i e n t o y en mi c o r a z o n u n a s v e r d a d e s , que á

t e m p e s t a d e s , y h a b a j a d o á l a s e n t r a ñ a s de l a tierra, á fin m i p a r e c e r s o n m á s i n c o n t e s t a b l e s que el c u a d r a d o de l a

de a s i s t i r , si le f u e s e p o s i b l e , á l a c r e a c i ó n m i s m a de h i p o t e n u s a , y el t e o r e m a de M a c l a u r i n . S o y c a t ó l i c o s i n c e -

nuestro planeta; ha d e s c o m p u e s t o los elementos hacién- r o c o m o lo f u e r o n C o r n e i l l e , R a c i n e , L a b r u y é r e , B o s s u e t ,

dolos s e r v i r á s u s n e c e s i d a d e s ó á s u s c a p r i c h o s ; h a o b l i - B o u r d a l o u e y F e n e l o n , c o m o lo han sido y lo son a ú n

g a d o al v a p o r y á los g a s e s á c o n d u c i r s u s b a r c o s sobre m u c h o s h o m b r e s d i s t i n g u i d í s i m o s de n u e s t r o s dias que

l a s l l a n u r a s del O c é a n o ó á t r a s p o r t a r su n a v e c i l l a á t r a - h a n h o n r a d o la c i e n c i a , la filosofía y la l i t e r a t u r a é i l u s -

v é s de l o s a i r e s ; h a i n t e r r o g a d o al á l g e b r a , a g o t a d o los t r a d o m á s q u e nadie n u e s t r a s A c a d e m i a s . P a r t i c i p o de

r e c u r s o s del a n á l i s i s , e x i g i d o á u n a f ó r m u l a que l e r e v e l e las profundas convicciones que manifestaron con sus pa-

l a s l e y e s que r i g e n el c u r s o d e l o s a s t r o s y la p r o p a g a c i ó n l a b r a s , con su v i d a y con sus o b r a s , t a n t o s h o m b r e s cien-

de l a s v i b r a c i o n e s i n s e n s i b l e s d e l a s ú l t i m a s p a r t í c u l a s de t í f i c o s de p r i m e r orden, los R u f f i n i , los H a ü y , los L a e n -

l a m a t e r i a . F i n a l m e n t e , d e s p u e s de haber e s c u d r i ñ a d o la i E n su o p ú s c u l o Sur les Ordres religieux, p. 3 y siguientes.


n e c , los A m p è r e , l o s P e l l e t i e r , los F r e y c i n e t , los C o r i o l i s ;
«Está demostrado evidentemente, dice Linneo, que
y si d e j o de n o m b r a r los que a ú n v i v e n , t e m e r o s o de o f e n -
M o i s é s no escribió ni pudo e s c r i b i r sino d i c t á n d o l e el
der su m o d e s t i a , p u e d o á lo m é n o s m a n i f e s t a r el p l a c e r q u e
m i s m o A u t o r de la N a t u r a l e z a . » « L a d e s c r i p c i ó n de Moi-
he tenido en e n c o n t r a r t o d a la n o b l e z a y toda la g e n e r o s i -
s é s , a ñ a d e B u f f o n , es la n a r r a c i ó n e x a c t a y filosófica de la
dad de la fe de c r i s t i a n o s en m i s ilustres a m i g o s , el c r e a d o r
c r e a c i ó n de todo el u n i v e r s o y d e l origen de todas l a s c o -
de la c r i s t a l o g r a f í a , el i n v e n t o r de la quinina y del s t e t e s -
s a s . » «Moisés, o b s e r v a C u v i e r , n o s h a d e j a d o una c o s m o -
copio, el célebre n a v e g a n t e q u e c o n d u c e l a Urania y el
g o n í a c u y a e x a c t i t u d se v e r i f i c a c a d a dia de u n a m a n e r a
inmortal autor de la electricidad d i n á m i c a . » C o n estas
admirable. L a s o b s e r v a c i o n e s g e o l ó g i c a s recientes c o n -
e l o c u e n t e s p a l a b r a s , a f i r m a b a el barón de C a u c h y s u s con-
c u e r d a n p e r f e c t a m e n t e c o n el G é n e s i s en lo q u e se refiere
v i c c i o n e s religiosas y su c r e e n c i a firmísima en la c o r r e s -
- al o r d e n en q u e f u e r o n creados t o d o s los séres o r g a n i z a -
p o n d e n c i a n e c e s a r i a entre la ciencia y la f e .
dos.» « E l orden de la a p a r i c i ó n de los séres orgánicos,
o Y o la afirmo c o n é l , d i c e su discípulo y a m i g o el sabio
a f i r m a A m p è r e , es p r e c i s a m e n t e el orden de la obra de los
M o i g n o . y o la afirmo c o n él, y con m á s energía q u e él, y
s e i s d i a s , t a l c o m o nos lo da el G é n e s i s . » «Ó M o i s é s t e n i a
con m á s c o n v e n c i m i e n t o de c a u s a que él, p o r q u e h a c e cua-
en l a s c i e n c i a s una i n s t r u c c i ó n t a n p r o f u n d a c o m o la t i e -
r e n t a años que por deber y por v o c a c i o n e s t o y l e y e n d o todo
n e n l o s s á b i o s de n u e s t r o s i g l o , ó e s t a b a inspirado.» «Nin-
lo q u e se refiere m á s ó m é n o s d i r e c t a m e n t e á la g r a n c u e s -
g ú n m o n u m e n t o , s e a histórico, s e a a s t r o n ó m i c o , a s e g u r a
t i ó n de la h a r m o n í a entre l a R e l i g i ó n y la c i e n c i a . Como
B a l b i , h a p o d i d o d e m o s t r a r q u e l o s libros de M o i s é s sean
C a u c h y , no t e m o q u e la f e se p o n g a j a m a s en c o n t r a d i c -
f a l s o s ; s i n o , al contrario, están de a c u e r d o con los r e s u l -
c i ó n con la c i e n c i a ; pero t e m o por los s á b i o s c u a n d o l o s
t a d o s o b t e n i d o s p o r los filólogos m á s a v e n t a j a d o s y por
v e o que en sus c o n c l u s i o n e s se ponen en c o n t r a de la
l o s g e ó m e t r a s m á s p r o f u n d o s . » « C o n c o r d a n c i a extraordi-
fe » «Yo he h e c h o en m í m i s m o , añade en o t r a p a r t e , n a r i a , d i c e B e u d a n t , que no p u e d e ser e f e c t o del a c a s o y
con la g r a c i a de D i o s , la c o n c i l i a c i ó n de la f e y de la c i e n - q u e f o r z á n d o n o s á a d m i t i r h e c h o s que h a querido D i o s
cia. Y o he estudiado m á s q u e t o d o s los c a m p e o n e s de libre e s c o n d e r e n l o s libros s a g r a d o s , n o s o b l i g a t a m b i é n á re-
p e n s a m i e n t o , y mi f e h a p e r m a n e c i d o intacta.» c o n o c e r , en l a s partes q u e n o s d e s c u b r e , u n a p r o f u n d i d a d
S e r i a m o s infinitos si f u é s e m o s á consignar a n á l o g a s p r o - de c o n o c i m i e n t o s q u e c o n t r a s t a d e una m a n e r a s i n g u l a r
t e s t a s , d e c l a r a c i o n e s ó p r o f e s i o n e s de fe que en f a v o r de c o n l a i g n o r a n c i a de los t i e m p o s e n q u e f u e r o n escritos.»
la union entre la c i e n c i a y la r e v e l a c i ó n h a n h e c h o otros « T a l e s s o n , o b s e r v a M a r c e l de S e r r e s , los datos p r i n c i p a -
s á b i o s ilustres. M a s c o m o el punto principal á d o n d e con- les q u e e n c o n t r a m o s en el libro, h á c i a el c u a l h e m o s que-
v e r g e n l a s o b j e c i o n e s q u e s u s c i t a la incredulidad contra rido l l a m a r la a t e n c i ó n de l o s h o m b r e s ilustrados, libro
l o s d o g m a s de la f e , sea a q u e l l a parte del libro del G é n e s i s realmente milagroso, hecho para todos los siglos, y cuya
e n que se c u e n t a la h i s t o r i a de la creación del u n i v e r s o , v a - i m p o r t a n c i a v a creciendo al p a r de ellos. A d m i r a b l e p a r a
m o s á copiar a l g u n o s , a u n q u e b r e v e s , t e s t i m o n i o s de los n o s o t r o s , lo s e r á t o d a v í a m á s p a r a nuestros d e s c e n d i e n -
m á s p r o f u n d o s c o n o c e d o r e s de l a s ciencias n a t u r a l e s , que tes, c u y o s espíritus, iluminados p o r l a luz siempre crecien-
deponen en f a v o r de la e x a c t i t u d y divina a u t e n t i c i d a d de te de l a s c i e n c i a s , a p r e c i a r á n m e j o r su i m p o r t a n c i a y su
l a narración b í b l i c a . profundidady belleza » «Nuestras investigaciones serán
probablemente bastantes para aquellos cuyo e n t e n d i m i e n - •doy g r a c i a s , ¡oh S e ñ o r y C r i a d o r m i ó , por los g o c e s i n e f a -
to esté libre de p r e o c u p a c i o n e s ; en c u a n t o á l o s d e m á s , b l e s que h a e x p e r i m e n t a d o m i c o r a z o n en los é x t a s i s e n
no a b r i g a m o s l a e s p e r a n z a de c o n v e n c e r l o s ; p o r q u e s a b e - q u e m e h a s u m i d o la c o n t e m p l a c i ó n de l a obra de tus
m o s d e m a s i a d o q u e h a y e n f e r m e d a d e s de e s p í r i t u , c o m o m a n o s ! H é m e a q u í que h e dado fin al libro que c o n t i e n e
l a s h a y del c o r a z o n , q u e el h o m b r e no p u e d e c u r a r ni s i - el fruto de m i s t r a b a j o s , y e n c u y a c o m p o s i c i o n he g a s t a -
quiera disminuir ó aliviar.» d o t o d a la s u m a de i n t e l i g e n c i a que m e diste. H e p r o c l a -
« E n este libro a u g u s t o , c o n c l u i r e m o s con L o r d B y r o n , m a d o delante de los h o m b r e s la g r a n d e z a de t u s o b r a s ,
e s t á e n c e r r a d o el m i s t e r i o d é l o s m i s t e r i o s . ¡ F e l i c e s entre descubriéndoles t u s p e r f e c c i o n e s en c u a n t o los l í m i t e s de
l o s m o r t a l e s aquellos á q u i e n e s D i o s h a h e c h o l a g r a c i a , m i espíritu m e h a n p e r m i t i d o a b a r c a r t u extensión infini-
d e e s c u c h a r , de leer y d e p r o n u n c i a r l a s p l e g a r i a s y l a s p a - t a . M e he e s f o r z a d o en l e v a n t a r m e á l a s r e g i o n e s de la
l a b r a s de este libro! ¡ D i c h o s o s l o s q u e s a b e n f o r z a r l a v e r d a d , y c o n o c e r l a lo m á s p e r f e c t a m e n t e que m e h a sido
p u e r t a , y entrar en s u s s e n d e r o s ! ¡Desgraciados los que p o s i b l e ; m a s si s e h u b i e s e e s c a p a d o de mi p l u m a a l g u n a
d u d a n de él ó le d e s p r e c i a n ! ¡ M á s l e s v a l i e r a n o h a b e r n a - c o s a m e n o s d i g n a de tí, h á z m e l a c o n o c e r á fin de que p u e -
cido! » da borrarla. S i e n p r e s e n c i a de la h e r m o s u r a a d m i r a b l e
C e r r e m o s c o m o con l l a v e de oro l a série de textos y de t u s obras m e he d e j a d o s e d u c i r por los h a l a g o s de l a
a u t o r i d a d e s que p a r a d e m o s t r a r l a h a r m o n í a q u e e x i s t e v a n i d a d , si al l e v a n t a r e s t e m o n u m e n t o que sólo d e b i a
entre la c i e n c i a y la f e , h e m o s a g r u p a d o en e s t e capítulo,. ser c o n s a g r a d o á tu g l o r i a , he b u s c a d o la m i a entre los
con l a s e l o c u e n t e s p a l a b r a s q u e á m o d o de o r a c i o n d i r i - h o m b r e s , r e c í b e m e en t u c l e m e n c i a y m i s e r i c o r d i a , y con-
g í a á l a D i v i n i d a d el i l u s t r e K e p p l e r , el i n m o r t a l l e g i s l a - c é d e m e la g r a c i a de q u e e s t a obra que estoy a h o r a m i s m o
dor de l o s cielos, aquel q u e e s p e r a b a a n s i o s a m e n t e el dia t e r m i n a n d o s e a i m p o t e n t e á h a c e r el m a l , y c o n t r i b u y a
e n que, c o n o c i é n d o s e la p u r a v e r d a d en el l i b r o de l a n a - por siempre j a m a s á t u g l o r i f i c a c i ó n , y al p r o v e c h o y á la
t u r a l e z a y en l a s S a n t a s E s c r i t u r a s , s e g o z a r í a su a l m a s a l v a c i ó n de l a s a l m a s . »
con la h a r m o n í a de l a s d o s r e v e l a c i o n e s ; a q u e l , finalmente,
q u e d e j ó escrito para s u s e p u l c r o estos h e r m o s o s versos..

Mensas eram ccelos, mine terree- metiov timbras;


Mens coelestis erat; corporis umbra jacet.

«Antes de d e j a r e s t a m e s a s o b r e la c u a l h e h e c h o t o d o s
m i s c á l c u l o s é i n v e s t i g a c i o n e s , decia al p o n e r fin á su obra
de a s t r o n o m í a , no m e r e s t a s i n o l e v a n t a r l a s m a n o s y l o s
o j o s al cielo, y dirigir p i a d o s a m e n t e u n a d e v o t a p l e g a r i a
a l A u t o r de t o d a l u z : ¡oh T ú q u e por l o s s u b l i m e s r e s p l a n -
dores que d e r r a m a s t e sobre l a n a t u r a l e z a , l e v a n t a s n u e s -
t r o s deseos h a s t a la l u z d i v i n a de tu g r a c i a , p a r a ser t r a s -
p o r t a d o s a l g ú n dia á la e t e r n a l u m b r e de t u g l o r i a . Y o te
d e l a c r u z . L a i g n o m i n i a d e u n p a t í b u l o f u é el t r o n o d o n -
d e s e a s e n t ó el R e y i n m o r t a l d e l o s s i g l o s p a r a d e s d e allí
s e ñ o r e a r el m u n d o , y d i f u n d i r é irradiar á t o d o s l o s p u n -
t o s d e l e s p a c i o , c o m o á t o d o s l o s i n s t a n t e s del t i e m p o , l a
l u z de s u s e n s e ñ a n z a s y l a b e n é f i c a i n f l u e n c i a de s u s m i -
CONCLUSION.
s e r i c o r d i a s . L a s a n g r e d e l R e d e n t o r de l o s h o m b r e s , b r o -
t a n d o d e s u c o r a z o n y c o r r i e n d o p r e s u r o s a p o r el s a g r a d o
madero, vino á s a n c i o n a r y á rubricar la divina alianza.
ESUCRISTO e s el V e r b o de D i o s . I m á g e n s u s t a n - A s í s e o b r ó y c o n s u m ó e l m i s t e r i o de l a R e d e n c i ó n h u m a -
cial d e l a D i v i n i d a d , e n g e n d r a d o a n t e s que t o d a n a ; a s í t r i u n f ó l a c a r i d a d d e D i o s del o r g u l l o del h o m b r e ;
c r i a t u r a , y p a r a quien f u e r o n c r i a d a s t o d a s las- y d e s t r u i d o el i m p e r i o de l a s t i n i e b l a s , se f u n d ó el de l a l u z
que h a y en el c i e l o y e n la t i e r r a , l a s v i s i b l e s y e n l a u n i d a d d e t o d o s l o s e n t e n d i m i e n t o s e n el r e i n o d é l a
las invisibles, las abarca y contiene á todas en sí, p o r q u e v e r d a d , y e n l a u n i ó n d e t o d o s l o s c o r a z o n e s en el i m p e r i o
en É l p l u g o á D i o s q u e c o e x i s t i e s e y se a s e n t a s e lo h u m a - de u n m i s m o santo é i n e f a b l e amor.
n o y l o d i v i n o , lo c r e a d o y l o i n c r e a d o , y lo s u m o y c u m -
L a I g l e s i a e s t á d i v i n a m e n t e e n c a r g a d a de d i l a t a r e s t e
p l i d o de t o d a s l a s c o s a s . É l t i e n e el p r i n c i p a d o y e m i n e n -
i m p e r i o , n o p o r l a f u e r z a d e l a s a r m a s , ni p o r el f r a g o r d e
c i a entre t o d a s , l a s c u a l e s , así c o m o en É l f u e r o n c o n c e b i -
l o s c o m b a t e s , sino por l a p r e d i c a c i ó n d e l a f e , palabra de
d a s y f o r m a d a s , a s í en É l t i e n e n s u sér y s u ú l t i m a p e r f e c -
reconciliación, como la l l a m a S a n Pablo que todo lo or-
c i ó n y c o m p l e m e n t o . É l , en fin, es el p r i n c i p i o , el m e d i o
d e n a y pacifica, que v e n c e al mundo, regenerala sociedad,
y el t é r m i n o de t o d o l o c r i a d o .
arrolla las tinieblas de l a i g n o r a n c i a y fecundiza la este-
E s t e V e r b o d e D i o s , r e s p l a n d o r de l a g l o r i a del P a d r e ,
r i l i d a d de l o s h u m a n o s c o r a z o n e s . E n e s t a p a l a b r a s o b e -
e s p e j o c l a r í s i m o de s u M a j e s t a d , P a l a b r a i n e f a b l e que r e -
r a n a todo se enlaza y h a r m o n i z a , lo h u m a n o con lo divi-
s u e n a e t e r n a l m e n t e e n l a s p r o f u n d i d a d e s de l a e s e n c i a di-
no, lo creado con lo i n c r e a d o , l o s d e r e c h o s de D i o s con
vina y cuyos ecos repiten todas las criaturas, despues de
l a s e x i g e n c i a s y p r e r o g a t i v a s de l a r a z ó n del h o m b r e . E l l a
h a b l a r al h o m b r e p o r el e s p e c t á c u l o de l a c r e a c i ó n , por l a
e s el resúmen de toda l a e n s e ñ a n z a revelada, expresión de
v o z de s u s P r o f e t a s y p o r l o s b e n e f i c i o s que se c o m p l a c i ó
l a unidad prodigiosa q u e D i o s quiso poner en los e n t e n d i -
e n d e r r a m a r s o b r e l a g r a n n a c i ó n á q u i e n e s c o g i ó por ob-
mientos de los hombres, p a r a que sus corazones estuvie-
j e t o de s u s m i s e r i c o r d i a s , q u i s o , finalmente, hablarnos por
sen igualmente unidos con vínculos de indestructible
sí m i s m o , y a ú n v e s t i r s e de l a s m i s e r i a s de n u e s t r a h u m a -
a m o r . D e e s t a m a n e r a l a p a l a b r a de l a f e , n i ' m á s ni m é -
nidad p a r a a c e r c a r s e m á s á n o s o t r o s , y u n i d o é i n c o r p o -
n o s que la divina p e r s o n a de c u y o s labios brotó, ha v e n i -
r a d o c o n n o s o t r o s , r e c o n c i l i a r á t o d a s l a s c o s a s del cielo y
do á serla piedra a n g u l a r , preciosa, escogida por Dios,
d e l a t i e r r a , e s t o es, al h o m b r e c o n D i o s , á t o d o s l o s h o m -
p a r a q u e en e l l a s e j u n t a r a n y se hermanasen y reconci-
b r e s entre s í , y á l o s e l e m e n t o s , i n c l i n a c i o n e s y f a c u l t a d e s ,
l i a s e n cosas que eran a l p a r e c e r irreconciliables.
q u e en n u e s t r a n a t u r a l e z a andaban desunidas y enemis-
t a d a s . E s t a s o b e r a n a r e c o n c i l i a c i ó n s e obró e n el m a d e r o
I I I . C o r . 5. 1 9 .
E n el d i s c u r s o ó e n s a y o q u e p r e c e d e h e m o s p r o c u r a d o
disminuye la c r e e n c i a de l a s c o s a s sobrenaturales, se
e s t u d i a r esta h a r m o n í a m a r a v i l l o s a , i n v e s t i g a n d o los e l e -
a p a g a , d e s v a n e c e y t r a s t o r n a el c o n o c i m i e n t o de l a s n a -
m e n t o s que la c o m p o n e n , l o s e n e m i g o s q u e l a c o m b a t e n y
t u r a l e s , e n n e g r e c i é n d o s e con a t e r r a d o r a o s c u r i d a d t o d o s
l a s p r i n c i p a l e s d i f i c u l t a d e s q u e c o n t r a e l l a se s u e l e n g e -
l o s h o r i z o n t e s , y corriendo el o r d e n s o c i a l h á c i a a b i s m o s
neralmente presentar.
d e p e r d i c i ó n y de m u e r t e . P o r m a n e r a q u e si los a r g u m e n -
A l fijar la v i s t a en este c u a d r o , t a l c o m o n o s h a p e r m i - t o s que d e m u e s t r a n la v e r d a d de n u e s t r a f e no f u e r a n p o r
tido b o s q u e j a r l o la d e b i l i d a d de n u e s t r o i n g e n i o , u n a c o s a
sí m i s m o s incontrastables, serían m o t i v o b a s t a n t e p a r a
n o s p a r e c e r e s a l t a r c l a r a y e v i d e n t e , es á s a b e r , la c o n -
•admitirla y a b r a z a r l a , la c o n f u s i o n , el t r a s t o r n o y el des-
f u s i ó n q u e r e i n a en el c a m p o d e l o s e n e m i g o s de e s t a h a r -
v a r í o e s p a n t o s o q u e se a p o d e r a de l a s i n t e l i g e n c i a s l u e g o
m o n i o s a u n i d a d , la i n s e g u r i d a d de s u s d o c t r i n a s y la f a t a l
•que d e s a m p a r a n e s t a f e .
c e g u e d a d de s u s e n t e n d i m i e n t o s .
A u n en su o p o s i c i o n á la e n s e ñ a n z a r e v e l a d a , no h a y
E l ú l t i m o escritor q u e con á n i m o hostil á l a v e r d a d r e - m a n e r a de r e d u c i r la c i e n c i a s e p a r a d a de D i o s á un s i s t e m a
v e l a d a h a t r a t a d o de l o s c o n f l i c t o s e n t r e la c i e n c i a y la f e , l ó g i c o de i m p u g n a c i ó n . S i e m p r e n e g a n d o , s i e m p r e r e v o l -
h a tenido la habilidad de g a s t a r m á s de c u a t r o c i e n t a s p á - v i e n d o el cieno de l a s m i s m a s c a l u m n i a s , s i e m p r e dando
g i n a s de i m p r e s i ó n sin l l e g a r á d e f i n i r c l a r a m e n t e lo q u e v u e l t a s alrededor de los m i s m o s s o f i s m a s , a p a r e c e h i j a l e -
e n t e n d í a por R e l i g i ó n ó c i e n c i a , y e l v e r d a d e r o c a r á c t e r de g í t i m a de aquel que, c o m o d i c e S a n P e d r o , n o s a n d a ro-
l a s r e l a c i o n e s q u e existen e n t r e a m b a s . d e a n d o p o r v e r si se a p r o v e c h a de n u e s t r o d e s c u i d o p a r a
E s t a confusion y vaguedad, m á s q u e á p o b r e z a de i n - c o g e r n o s en s u s redes y t e n t a c i o n e s . E n v e r d a d , no h a y
genio ó á ignorancia, debe atribuirse á las consecuencias c i e n c i a c o n t r a C r i s t o ó su I g l e s i a , no p u e d e h a b e r l a ; la
l ó g i c a s de la p o s i c i o n de l o s a d v e r s a r i o s de la f e . T o d o e n - s a b i d u r í a que se l e v a n t a c o n t r a D i o s , l a q u e le n i e g a ó
t e n d i m i e n t o q u e d e s a m p a r a l o s c a m i n o s de D i o s , e s t á c o n - b l a s f e m a , no es m á s q u e i g n o r a n c i a a m a ñ a d a , c i e n c i a de
d e n a d o á perderse entre o s c u r i d a d e s y t i n i e b l a s de m u e r t e . f a l s o n o m b r e , m á s c a r a con q u e se c u b r e la i m p i e d a d p a r a
A p e n a s se a l e j a u n o de este c e n t r o d e v i d a , s i é n t e s e o p r i - e n g a ñ a r á las gentes sencillas, y á u n t a l v e z para e n g a -
m i d o por una a t m ó s f e r a que t o d o l o c o r r o m p e y e n v e n e - ñ a r s e é i n f a t u a r s e á sí p r o p i a . E n g é n d r a s e , no en la a t -
na. E n a p a g á n d o s e en el a l m a l a l u m b r e de l a f e , l a m i s - m ó s f e r a e s p l e n d o r o s a de la i n t e l i g e n c i a , s i n o en los s e n o s
m a l u z de la r a z ó n se debilita y e n t e n e b r e c e . N a d a p a r e c e m á s tenebrosos del corazon. A l l í se t r a m a n l a s terribles
q u e d a r fijo ni e s t a b l e . T o d o e s d e s o r d e n , v a c i l a c i ó n é i n - c o n j u r a c i o n e s c o n t r a la v e r d a d . D e allí s u r g e la d e n s a h u -
c e r t i d u m b r e . L a c o n t r a d i c c i ó n p e n e t r a en t o d o s l o s s i s t e - m a r e d a q u e a h o g a el e s p í r i t u , q u e e m b o t a y adormece
m a s filosóficos f o r m a d o s por l a c i e n c i a e n e m i g a de D i o s ; y n u e s t r o s b u e n o s instintos y d e s p i é r t a l o s m a l o s , y l o s en-
á poco q u e se p r o f u n d i c e n s u s s e c r e t o s , se d e s c u b r e en el c o n a y e m b r a v e c e c o n t r a D i o s . A s í r e p r e s e n t ó Milton al
f o n d o la d u d a y el e s c e p t i c i s m o , c a s t i g o de l a P r o v i d e n - p e c a d o , saliendo de la c a b e z a d e l A r c á n g e l prevaricador
c i a d i v i n a , por el c u a l quien n i e g a el o r d e n s o b r e n a t u r a l , e n v u e l t o en p a v o r o s o t o r b e l l i n o e n g e n d r a d o por la n u b e
v e d e s v a n e c e r s e c u a l s o m b r a el m i s m o o r d e n n a t u r a l en d e l m a l deseo que h a b i a brotado d e l c o r a z o n .
q u e pretendía a p o y a r s e . Y lo q u e p a s a en el a l m a de c a d a
E s t a c i e n c i a terrena, a n i m a l , d i a b ó l i c a , c o m o la l l a m a
i n d i v i d u o s u c e d e en la s o c i e d a d , e n l a c u a l , á m e d i d a q u e
e l Apóstol Santiago, mentirosa contra la verdad, nada p o -
Conclusion 363

dría c o n t r a e l l a si no contase con l a s f u n e s t a s c o m p l i c i d a - fin n o h a n m e n e s t e r los e n e m i g o s de nuestro bien de


des del c o r a z o n de a q u e l l o s á quienes v a dirigida. Por grandes a r g u m e n t o s ni de p o m p o s o a p a r a t o de d o c t r i -
e f e c t o de l a c o r r u p c i ó n con que t o d a la n a t u r a l e z a h u m a - n a . U n g e s t o , u n a s o n r i s a burlona, una m e n t i r a d e s v e r -
n a f u é o r i g i n a l m e n t e v i c i a d a y pervertida, h a y en nos- gonzada, y cuanto mas n e c i a y d e s v e r g o n z a d a m e j o r , si
otros un cierto instinto q u e r e c h a z a el bien y que a b r a z a lo tiene por c ó m p l i c e a l c o r a z o n , b a s t a á e s p a r c i r las nie-
q u e n o s l l e v a al m a l y todo cuanto p u e d e ser o c a s i o n d e b l a s de la d u d a s o b r e l o s p r i n c i p i o s m á s firmes y asen-
n u e s t r a r u i n a . I n s t i n t i v a m e n t e corremos á n u e s t r a p e r d i - t a d o s . T o d a la e l o c u e n c i a de S a n P a b l o tiene que l u c h a r
c i ó n ; l l e v a m o s en todo nuestro sér cierta habitual d i s p o - en E f e s o con un t a l A l e j a n d r o , oscuro calderero, cuya
sición, p o r la c u a l , así c o m o nuestra v o l u n t a d e s t á e n c e n - i g n o r a n c i a z a f i a y b r u t a l l o g r a desvirtuar a q u e l l a p a l a b r a
d i d a m e n t e i n c l i n a d a á lo m a l o , así nuestro e n t e n d i m i e n t o m i l a g r o s a q u e c o n m o v i ó al i m p e r i o r o m a n o é h i z o p r o s -
tiene afinidad m i s t e r i o s a con el error. T o d a p a l a b r a que t e r n a r s e al p i é de la c r u z del R e d e n t o r á l o s p e r s o n a j e s
sea c o n t r a D i o s , t o d a v o z en c u y o acento resuene el g r i t o m á s i n f l u y e n t e s del p a g a n i s m o .
del p r i m e r rebelde, p a d r e de la mentira, e n e m i g o y t e n - E s t a historia se r e p i t e sin cesar. A t o d a s horas r e n u é -
tador de l o s h o m b r e s , e s seguro que encontrará e c o en v a s e e n n u e s t r o e s p í r i t u la l u c h a de l a s b a j a s p a s i o n e s del
el c o r a z o n de estos, y q u e m á s ó m é n o s tarde dejará, h o m b r e c o n t r a la v i r t u d de D i o s . E n t r e g a d o s á n u e s t r o s
en ellos tristes r e s u l t a d o s . A la voluntad de e n g a ñ a r p a - i n s t i n t o s , s u c u m b i r í a m o s en esta l u c h a ; pero c o n t r a n u e s -
rece q u e c o r r e s p o n d e el d e s e o de ser e n g a ñ a d o . Porque tra n a t u r a l debilidad e s t á la f o r t a l e z a de D i o s , y c o n t r a
si por u n a p a r t e n a d a h a y en el m u n d o m á s . o b s t i n a d o l a s p e q u e ñ e c e s , m i s e r i a s y v i l l a n í a s inenarrables de nues-
que la m a l i g n i d a d de los e n e m i g o s de la f e , su v o l u n t a d tro e s p í r i t u , está l a c o n d e s c e n d e n c i a infinita de l a d i v i n a
de i g n o r a r , su e m p e ñ o en cerrar los o j o s á la l u z y en m i s e r i c o r d i a . D i o s , d i c e S a n J u a n , es m á s g r a n d e , más
d e r r a m a r t i n i e b l a s sobre l a s v e r d a d e s m á s Rencillas y e v i - p o d e r o s o , m á s ^ f o r z a d o q u e nuestro c o r a z o n . S u l u z s o -
dentes; por o t r a n a d a h a y m á s triste ni deplorable q u e l a berana resplandece e n l a s t i n i e b l a s , y n o h a y c u l p a , ni
p r o p e n s i ó n de n u e s t r a n a t u r a l e z a á darles crédito y á a d - m e n t i r a , ni i g n o r a n c i a q u e basten para o f u s c a r l a . E l r a y o
m i t i r c u a l q u i e r f a l s e d a d , c a l u m n i a ó desvarío que se les de e s t a claridad s o b r e n a t u r a l no nos d e s a m p a r a un m o m e n -
a n t o j e p r o p o n e r , á fin de seducir los e n t e n d i m i e n t o s , en- to si n o s o t r o s v o l u n t a r i a m e n t e no la d e s a m p a r a m o s . Ella
l o q u e c e r sus c o r a z o n e s y apartarlos del c a m i n o de la v e r - e s l a q u e v e n c e y e s s o b r e t o d a s l a s cosas. L a p a l a b r a d i -
d a d . A s í se obra en el m u n d o lo que l l a m a S a n P a b l o v i n a , a l brotar de l o s l a b i o s de C r i s t o , llena el m u n d o de
misterio de iniquidad 1 (que no lo es para los que tienen l u z e c o s i n e x t i n g u i b l e s q u e a f i r m a n la i n t e l i g e n c i a y f o r t a l e -
de lo alto p a r a penetrar l o s a b i s m o s espantosos del c o r a - c e n el c o r a z o n ; y la f e , s í m b o l o de s u s e n s e ñ a n z a s , v e n c e
z o n h u m a n o ) r e d u c i d o todo, como dijo el m i s m o A p ó s t o l , al m u n d o , s í m b o l o de l o s errores, de los terrores y de l o s
á destronar á D i o s del l u g a r que debe tener en nuestra v a n o s y f e m e n t i d o s a m o r e s con q u e el á n g e l de l a s tinie-
a l m a p a r a q u e en él se asiente el espíritu de l a s t i n i e b l a s , b l a s p r e t e n d e de c o n t i n u o seducir n u e s t r a s a l m a s . L a v i c -
el h o m b r e del p e c a d o é h i j o de perdición. P a r a lograr e s t e t o r i a q u e v e n c e a l m u n d o es n u e s t r a f e . A s e n t a d a sobre f u n -
d a m e n t o s i n c o n m o v i b l e s , e s t a s o b e r a n a v i r t u d podrá s e r
v e n c i d a en el t i e m p o e n c u a n t o m u c h e d u m b r e s de h o m b r e s
i I I T h e s s . II. 7.
m á s ó ménos numerosas podrán abjurarla, contradecirla y p o t e s t a d e s d e l infierno: l a J e r u s a l e n c e l e s t i a l s u c e d e r á á
d e s a m p a r a r l a ; p e r o l o s a p ó s t a t a s de l a f e n o s e r á n c a - l a Jerusalen terrena; y mientras se r e v u e l v a la rueda d e
p a c e s de d e s t r u i r l a . S u p r e v a r i c a c i ó n n o s e r á m á s que u n l o s s i g l o s , m i e n t r a s a l u m b r e el sol y l a s e s t r e l l a s e s m a l -
v e l o q u e i n t e r c e p t a r á p o r u n m o m e n t o a l g u n o s de s u s r a y o s , t e n l a a z u l a d a b ó v e d a , t o d o s l o s v e r d a d e r o s c r e y e n t e s , al
no dejándolos llegar á la humana inteligencia para vivifi- fijar s u v i s t a e n el a n c h u r o s o firmamento, podrán leer
c a r l a c o n s u r e s p l a n d o r ; p e r o su h e r m o s a c l a r i d a d v i s i b l e g r a b a d a s e n él c o n c a r a c t é r e s i n m o r t a l e s l a s p a l a b r a s q u e
siempre á los o j o s de los elegidos está destinada á brillar e s c u l p i d a s en f r á g i l m á r m o l s e l e v a n t a n e n el s i t i o m á s
eternamente; y t o d o s los esfuerzos que h a g a el h o m b r e a u g u s t o de la tierra:
p a r a c o m b a t i r l a n o l o g r a r á n sino h a c e r m á s e v i d e n t e l a n e -
c e s i d a d de e s t a l u z s o b e r a n a p a r a e n c a m i n a r l e p o r l o s s e n -
CRISTO VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA;
d e r o s d e l b i e n y de s u f e l i c i d a d t e m p o r a l y p e r d u r a b l e . E s t a
p a l a b r a de la f e e s , e n v e r d a d , l a f u e r z a q u e s o s t i e n e el CRISTO NOS DEFIENDA DE T O D O MAL.
m u n d o , i m p i d i é n d o l e c a e r e n el a b i s m o de l a d e s e s p e r a -
ción y de la barbarie; su enseñanza es la luz que no p u e -
d e ser a b s o r b i d a p o r l a s t i n i e b l a s ; su v o z l a ú n i c a q u e n o
p u e d e s e r e n s o r d e c i d a p o r el e s t r u e n d o d e l a s t e m p e s t a d e s
ni p o r el c l a m o r e o e s p a n t a b l e de l a s p a s i o n e s h u m a n a s .

L a I g l e s i a , i n t é r p r e t e de e s t a e n s e ñ a n z a y d e f e n s o r a y
p r o m u l g a d o r a d e s u s d e r e c h o s , si p o r u n m o m e n t o llega
á a p a r e c e r a b a t i d a y h u m i l l a d a , al fin v e n c e , é i r g u i e n d o
s u f r e n t e m a j e s t u o s a p o r e n c i m a de s u s f^iemigos, l o s v e
e s t r e l l a r s e u n o t r a s o t r o b a j o s u s p i é s , sin q u e d e j e n t r a s
d e si m á s r a s t r o q u e e l h o r r o r de s u s b l a s f e m i a s y l o s a y e s
d e s u d e s p e c h o é i m p o t e n c i a . P o r m á s e s f u e r z o s q u e ha-
g a l a s o b e r b i a y l a r e b e l d í a del h o m b r e p a r a o p o n e r s e á
l o s d i v i n o s d e c r e t o s , e s t o s t i e n e n que c u m p l i r s e i r r e m i s i -
blemente. D i o s , al fin, a c a b a s i e m p r e p o r t e n e r r a z ó n ; y
e l V e r b o D i v i n o , i m á g e n c o n s u s t a n c i a l de l a D i v i n i d a d , y
por quien todas las c o s a s son, viven y subsisten, continúa
s i e n d o l a n o t a i n e f a b l e , o r i g e n de t o d a l a h a r m o n í a que
v i b r a e n l a c r e a c i ó n , e n l a c i e n c i a y en l a f e , e n el orden
n a t u r a l y e n el s o b r e n a t u r a l , e n e l d i v i n o y e n el h u m a n o .

E s t a soberana h a r m o n í a durará eternalmente; porque


D i o s n o m i e n t e y D i o s l o h a j u r a d o : e l R e i n o de J e s u -
c r i s t o n o t e n d r á fin: c o n t r a él n o p r e v a l e c e r á n j a m a s las
ÍNDICE.
Páginas.

INTRODUCCION.

L a unidad en la v a r i e d a d es ley del mundo físico, m o -


ral y científico. S u principio está en Dios. L a harmo-
nía del universo, c o n o c i d a por el primer hombre, fué
destruida por el p e c a d o . L a filosofía gentílica se es-
forzó por comprenderla; mas el principio de la uni-
dad en el orden inteligible nd apareció sino con Jesu-
cristo. A pesar de la revelación, la soberbia del hom-
bre levanta contra e s t a harmonía dudas y dificulta-
des. D e aquí han resultado los conflictos entre la
ciencia y la fe. I m p o r t a n c i a actual de esta cuestión
y manera de tratarla. Respóndese á una dificultad. 5

CAPÍTULO I . — L a ciencia en el entendimiento.

Desenvolvimiento r a c i o n a l é histórico d é l a ciencia. E l


universo ofreciéndose á la inteligencia del hombre, y
excitando su c u r i o s i d a d da origen á la ciencia. E n
ésta se distingue el s u j e t o que es el alma, y el ob-
j e t o que es todo c u a n t o abarcan nuestras facultades.
E l conocimiento p a r a ser propiamente científico debe
ser verdadero, d e m o s t r a t i v o y cierto. D e qué manera
resulta de tal c o n o c i m i e n t o la ciencia parcial y la
total, que tienen s u complemento en la s a b i d u r í a . . 19

CAPÍTULO I I . — L a ciencia en la historia.

C i e n c i a del primer h o m b r e inspirada por Dios y c o r -


respondiente á la p e r f e c c i ó n en que fué criada su na-
turaleza, y á su c o n d i c i o n de padre del linaje h u -
mano por quien d e b í a n formarse las generaciones
venideras. L o s m o n u m e n t o s primitivos evidencian
la sabiduría de las p r i m e r a s edades del mundo, e s -
trechamente unida á la religión. E l politeísmo d e s -
truyendo esta u n i d a d , debilitó y falseó la ciencia, la
ÍNDICE.
Páginas.

INTRODUCCION.

L a unidad en la v a r i e d a d es ley del mundo físico, m o -


ral y científico. S u principio está en Dios. L a harmo-
nía del universo, c o n o c i d a por el primer hombre, fué
destruida por el p e c a d o . L a filosofía gentílica se es-
forzó por comprenderla; mas el principio de la uni-
dad en el orden inteligible nd apareció sino con Jesu-
cristo. A pesar de la revelación, la soberbia del hom-
bre levanta contra e s t a harmonía dudas y dificulta-
des. D e aquí han resultado los conflictos entre la
ciencia y la fe. I m p o r t a n c i a actual de esta cuestión
y manera de tratarla. Respóndese á una dificultad. 5

CAPÍTULO I . — L a ciencia en el entendimiento.

Desenvolvimiento r a c i o n a l é histórico d é l a ciencia. E l


universo ofreciéndose á la inteligencia del hombre, y
excitando su c u r i o s i d a d da origen á la ciencia. E n
ésta se distingue el s u j e t o que es el alma, y el ob-
j e t o que es todo c u a n t o abarcan nuestras facultades.
E l conocimiento p a r a ser propiamente científico debe
ser verdadero, d e m o s t r a t i v o y cierto. D e qué manera
resulta de tal c o n o c i m i e n t o la ciencia parcial y la
total, que tienen s u complemento en la s a b i d u r í a . . 19

CAPÍTULO I I . — L a ciencia en la historia.

C i e n c i a del primer h o m b r e inspirada por Dios y c o r -


respondiente á la p e r f e c c i ó n en que fué criada su na-
turaleza, y á su c o n d i c i o n de padre del linaje h u -
mano por quien d e b í a n formarse las generaciones
venideras. L o s m o n u m e n t o s primitivos evidencian
la sabiduría de las p r i m e r a s edades del mundo, e s -
trechamente unida á la religión. E l politeísmo d e s -
truyendo esta u n i d a d , debilitó y falseó la ciencia, la
cual, á p e s a r d e los esfuerzos de las naciones o r i e n -
tales, no l o g r ó reconquistar su perfección hasta que la ciencia necesaria á la consecución d e su fin el es-
le v i n o por el cristianismo. Santos P a d r e s , filósofos t a d o del m u n d o en el orden i n t e l e c t u a l , moral v re-
cristianos, u n i v e r s i d a d e s y centros de instrucción en ligioso antes de la venida de J e s u c r i s t o , demuestra
la E d a d m e d i a . Progresos extraordinarios de la cien- que el hombre es moralmente i n c a p a z de adquirir
cia en los s i g l o s x v i y x v n . L a revolución del s i - p o r si solo las verdades necesarias á su fin y p e r f e c -
g l o XVIII d e s t r u y e en parte la admirable o b r a d e l ción moral. E n Jesucristo encontró el género h u m a -
cristianismo, introduciendo la enemistad entre l a no el guia que ansiaba; y la r e v e l a c i ó n de su virtud
ciencia y l a f e . E n nuestro siglo, sin e m b a r g o , se h a y ensenanza le introdujo en l a s e n d a d e la felicidad
logrado c o m p r e n d e r mejor que antes la h a r m o n i o s a A d e m a s esta revelación nos era necesaria no sólo
unidad de l a s l e y e s del m u n d o moral y c i e n t í f i c o . . . 37 moralmente, sino también f í s i c a m e n t e , por razón del
fin sobrenatural á que estamos destinados, y al cual
n o s levanta la virtud de la fe. E c o n o m í a de D i o s en
CAPÍTULO I I I . — L í m i t e s de la ciencia.
esta P r o v i d e n c i a
L a ciencia d e s v a n e c e al hombre, pero debiera m á s bien
humillarle, y a p o r razón del corto número de los que CAPÍTULO V . — N a t u r a l e z a de la fe.
se dedican a l c u l t i v o de las f a c u l t a d e s más n o b l e s d e
su espíritu, y a p o r lo escasa que es esta ciencia á u n L a fe, principio de nuestros a c t o s sobrenaturales, con-
en los m a s s á b i o s é ingeniosos. E n t o d o s l o s r a m o s siste en asentir á la verdad, a p o y á n d o n o s en la a u -
del saber h a y misterios que el h o m b r e no p u e d e pe- toridad que nos la revela. E n el a c t o d e fe afirma-
netrar. A u n e n l o p o c o que a l c a n z a m o s de las c o s a s , mos: i . ° U n a v e r d a d d e t e r m i n a d a . 2. 0 L a autoridad
nuestro c o n o c i m i e n t o es lento y difícil, no por e s - divina. Y 3. 0 E l hecho de la r e v e l a c i ó n . N e c e s i d a d
condérsenos l a verdad, sino porque no nos a p l i c a - de este triple conocimiento. A c l á r a s e u n a g r a v e difi-
m o s á i n v e s t i g a r l a . Nuestras facultades son finitas y cultad. E l asentimiento á la a u t o r i d a d divina es r a -
defectuosas; y a u n q u e l a razón sea infalible en l o cional, porque se a p o y a en m o t i v o s de credibilidad,
que conoce e v i d e n t e m e n t e , este conocimiento es m u y que son algunos hechos sobrenaturales que atesti-
raro en n o s o t r o s , y a por culpa nuestra, y a por p a r t e g u a n la intervención personal de D i o s en el orden
de las cosas q u e conocemos. E l conocimiento cientí- del universo; así el acto de fe n o es instintivo, sino
fico positivo e s difícil, porque en él se han de u n i r l a s resultado de la convicción del entendimiento; es
ideas g e n e r a l e s con los hechos particulares, l o que n o también libre, y por tanto, m e r i t o r i o , mas sin e x -
se consigue s i n o por largos raciocinios, en los c u a l e s cluir la acción de la gracia que e s el principio f o r -
se introduce f á c i l m e n t e el error. A d e m a s nuestro c o - m a l del acto de fe. D e las v e r d a d e s r e v e l a d a s u n a s
nocimiento e s imperfecto, porque c o n o c e m o s las c o - e x c e d e n el orden natural y otras están dentro de
sas no por s u e s e n c i a sino por sus propiedades. F i - él. D i o s ha facilitado el a c t o de creer por la i n s t i -
nalmente, a u n q u e conociésemos su misma e s e n c i a , tución de la Iglesia, maestra y p r o m u l g a d o r a de la
n o p o d r í a m o s t e n e r de ellas ciencia a d e c u a d a y total fe, y áun argumento i n v e n c i b l e de su v e r d a d . A l
sin c o m p r e n d e r la naturaleza d i v i n a , l o c u a l es i m - cual testimonio se añade la g r a c i a de D i o s , que l l a -
posible á n u e s t r o entendimiento, y s o l a m e n t e p o s i - m a á t o d o s sin excluir á n i n g u n o , si p o s i t i v a m e n t e
ble á la i n t e l i g e n c i a infinita de D i o s 55 110 se hace indigno de sus beneficios

CAPÍTULO I V . — F i n de la ciencia y necesidad de la fe. CAPÍTULO VI.—Comparación entre la ciencia y la fe.

E l fin de la c i e n c i a , como el de la facultad que la e n - L a ciencia y la fe pertenecen al entendimiento. D i f e -


gendra, se s u b o r d i n a al fin de la v o l u n t a d , en la c u a l rénciase una de otra en que por l a c i e n c i a afirma-
está p r o p i a m e n t e el fin del hombre. R e s p e c t o á l a m o s las cosas apoyados en su e v i d e n c i a , y a mediata,
c a p a c i d a d d e l entendimiento h u m a n o p a r a a l c a n z a r y a inmediata, mientras que en la fe n o s a p o y a m o s
en la autoridad de D i o s que nos la r e v e l a . Mas e s -
t a s dos m a n e r a s de conocer no se e x c l u y e n ni c o n - glorificación d e l o s j u s t o s por Jesucristo, fin s u p r e -
tradicen. L a firmeza del asentimiento es m a y o r en m o al c u a l a s p i r a n t o d a s las criaturas; v c o m o la
l a f e que en la ciencia, porque aquella estriba en la c i e n c i a no sea m á s q u e la naturaleza de las m i s m a s
v e r a c i d a d absoluta de Dios, y esta en la v e r a c i d a d c o s a s r e p r o d u c i d a e n e l orden de las ideas, de aquí
relativa de nuestras facultades. E l principio de la es q u e el fin s o b r e n a t u r a l del h o m b r e , t é r m i n o de la
c i e n c i a , que es la f u e r z a de la razón, no se opone al Je, lo es t a m b i é n d e la ciencia, y en él se e n l a z a n
p r i n c i p i o de la fe, que es u n a virtud sobrenatural y l a s d o s con u n i ó n i n d e s t r u c t i b l e i45
un dón divino. L a revelación en su c o n j u n t o es t í -
s i c a m e n t e posible. A d e m a s es el hecho m á s auténti-
c o de la historia h u m a n a . E n el triple orden de v e r - CAPÍTULO I X . — O r i g e n de los conflictos entre
d a d e s en que pueden dividirse las de fe, no h a y n i n - la ciencia y la fe.
g u n a que se o p o n g a á los principios de la razón. F i -
n a l m e n t e , a u n q u e las verdades de la fe sean i n c o m -
E l origen d e los c o n f l i c t o s entre la ciencia y la r e v e l a -
prensibles, son irreprehensibles é innegables IO9
c i ó n , está no e n la n a t u r a l e z a de las v e r d a d e s cientí-
ficas o r e v e l a d a s , s i n o en otra c a u s a extraña á ellas.
CAPÍTULO V I L — M u t u a influencia entre la ciencia y la fe.
T o d o error es v o l u n t a r i o y tiene su origen en l a s p a -
s i o n e s del c o r a z o n , c a u s a s g e n e r a l e s de los errores y
L a razón y la fe, a u n q u e separadas por grandes d i f e -
de los c o n f l i c t o s e n t r e la ciencia y la f e . E l o r g u l l o ,
rencias, se a y u d a n y auxilian l a u n a á la otra; la ra-
el e x c l u s i v i s m o c i e n t í f i c o y la ignorancia influyen
z ó n asiente á la f e y la recibe libremente; la p r e d i -
m á s p a r t i c u l a r m e n t e en crear estos conflictos. A d e -
c a , y la define y declara. L a f e influye en la r a z ó n ,
m a s tiende á p r o m o v e r l o s la mala interpretación
dándole m a y o r certeza de las verdades que y a c o n o -
q u e p u e d e n d a r a l g u n o s á las enseñanzas de la f e . 260
c i a , enseñándola otras n u e v a s , y empeñando á los
entendimientos en investigaciones p r o f u n d í s i m a s
p a r a aclarar y defender los principios revelados. L a CAPÍTULO X.—Dificultades generales.
Iglesia es, por consiguiente, institución e s e n c i a l -
mente docta y obligada á adelantar toda suerte de
c o n o c i m i e n t o s , c o m o lo prueba ademas la historia. 126 L a f e n o i m p i d e l a l i b e r t a d de la r a z ó n , p u e s , sobre
q u e a q u é l l a n o s es i m p u e s t a por ésta, l a s dos p u e -
CAPÍTULO V I I I . — U n i o n entre la ciencia y la fe. den c o e x i s t i r y d e s a r r o l l a r s e en nuestro espíritu. L a
f é no nos p r i v a de n i n g u n a de nuestras facultades;
L a unión entre la c i e n c i a y la f e es esencial. E l fin del a n t e s las e n n o b l e c e , e n d e r e z a y asegura en su e j e r c i -
u n i v e r s o está en D i o s , y consiste en la m a n i f e s t a - c i o ; a d e m a s no s e i m p o n e , sino que se a c e p t a r a c i o -
ción de la gloria divina; todas las criaturas c u m p l e n n a l m e n t e . M a s c o m o la libertad absoluta del pensa-
c o n este fin; pero las racionales son las únicas q u e m i e n t o 110 e x i s t e , s i n o q u e está sujeta á ciertas c o n -
p u e d e n reducirlas todas á la glorificación de su a u - d i c i o n e s , u n a d e e l l a s es la s u j e c i ó n á la legítima
t o r , c o m p l e t a n d o así el fin del universo. D e esta a u t o r i d a d que n o s r e v e l a é i m p o n e u n a verdad d e -
manera v i e n e á ser el h o m b r e el lazo y p e r f e c c i ó n t e r m i n a d a . L a r e l i g i ó n no t e m e el e x á m e n de sus
d e t o d a s las cosas, p o r q u e á su fin está s u b o r d i n a d o d o g m a s , sino q u e l o p r o v o c a ; t a m p o c o pretende que
el fin de t o d a s ellas. M a s c o m o el fin del h o m b r e en estos d o g m a s e s t é t o d o c u a n t o p u e d e el h o m b r e
sea sobrenatural, el fin de las criaturas está t a m b i é n s a b e r . F i n a l m e n t e , el hecho de q u e , si bien la f e es
subordinado á este fin sobrenatural y se endereza g r a c i a de D i o s , h a e s t a d o u n i d a estrechamente con
naturalmente á él. E l h o m b r e decaido de su e s t a d o , la c i e n c i a en l o s e n t e n d i m i e n t o s más ilustres q u e
se levanta al orden sobrenatural por la fe, y o b r a n d o han brillado en el m u n d o , d e m u é s t r a l a natural u n i -
s e g ú n los principios de la g r a c i a , levanta á t o d a s l a s d a d y h a r m o n í a de e n t r a m b a s 182
criaturas á este m i s m o orden sobrenatural y á l a
d e la s u m a d e la e n e r g í a u n i v e r s a l . C u a n d o D i o s
interviene en la a c c i ó n de l o s a g e n t e s inferiores, l o
CAPÍTULO XI.—Objeciones filosóficas. La naturaleza
hace o b e d e c i e n d o á un plan^de p r o v i d e n c i a e x t r a o r -
divina.
dinaria q u e a r g u y e s u b o n d a d m i s e r i c o r d i o s a p a r a
c o n el h o m b r e 236
L a s dificultades particulares de l a c i e n c i a contra l a
f e . están resumidas en el libro d e D r a p e r ; su i n t r o -
d u c c i ó n en E s p a ñ a ; carácter de esta o b r a y d i f i c u l - CAPÍTULO X I \ .—Objeciones científicas. La creación
tad de refutarla; división de los c o n f l i c t o s entre l a y la obra de los seis dias.
c i e n c i a y l a religión; antes de p a r t i c u l a r i z a r l o s s e
p o n e n tres principios. C o n f l i c t o s filosóficos; D r a p e r V a r i e d a d en interpretar los p r i m e r o s v e r s í c u l o s d e l G é -
d e s c o n o c e lo q u e es c i e n c i a y l o q u e es r e l i g i ó n ; nesis p e r m i t i d a por la Iglesia. S u razón de ser. D i s -
conflictos a c e r c a de la n a t u r a l e z a de D i o s ; d e s v a r i o s tinción entre la o b r a de la c r e a c i ó n y la de la f o r m a -
de la falsa ciencia, y enseñanzas de la f e sobre e s t e ción del U n i v e r s o . L a b a s e p a r a e x p l i c a r esta ú l t i m a
punto 199 es la c o m p a r a c i ó n entre la o b r a d i v i n a y l o s d i a s d e
la s e m a n a h u m a n a . C o m p á r a s e l o q u e d i c e la B i b l i a
c o m o a c a e c i d o en l o s d i a s p r i m e r o , s e g u n d o y t e r -
CAPÍTULO XII.—Objeciones filosóficas. La materia
c e r o , c o n los hechos científicos m e j o r a v e r i g u a d o s .
y el espíritu.
C o r r e l a c i ó n entre los tres p r i m e r o s dias y l o s tres
últimos. H a r m o n í a entre e s t o s tres últimos c o n l o s
E l m o v i m i e n t o que v e m o s en la n a t u r a l e z a m a t e r i a l
a d e l a n t o s de las c i e n c i a s 253
excita la curiosidad del h o m b r e , y l e e m p e ñ a e n
a v e r i g u a r las causas, sus efectos y s u s fines; este e s -
CAPÍTULO X V . — O b j e c i o n e s científicas (continuación).
t u d i o hace v e r cómo los f e n ó m e n o s m a t e r i a l e s , e f e c -
t o s todos del m o v i m i e n t o , d e m u e s t r a n la e x i s t e n c i a
E v o l u c i o n d e l a s especies. O r i g e n d e l h o m b r e . S u e s -
de u n a sustancia espiritual: i . ° p o r q u e s i e n d o c o n -
tado primitivo. L a Cronología Bíblica. Diluvio uni-
tingentes s u p o n e n un sér necesario; 2° p o r q u e en l a
v e r s a l . D e m u é s t r a s e c ó m o e n t r e lo q u e enseña la r e -
série de c a u s a s y efectos h a y que l l e g a r á u n a c a u s a
v e l a c i ó n sobre estos p u n t o s , y l o q u e p u e d e d e s c u b r i r
absoluta; y 3. 0 porque de lo c o n t r a r i o sería p o s i b l e
la c i e n c i a m á s a u t o r i z a d a , n o h a y oposicion a l g u n a . 280
la a c t u a c i ó n de un n ú m e r o infinito. A d e m a s la l e y d e
l a c o n v e r s i ó n del m o v i m i e n t o v i b r a t o r i o en traslato-
rio y visible e x i j e que el m u n d o h a y a tenido p r i n c i - CAPÍTULO X V I . — O b j e c i o n e s científicas (continuación).
pio en un sér extraño á él y espiritual. E n los s é r e s
L a f o r m a de la tierra. S u i n m o v i l i d a d . S u r e l a c i ó n c o n
v i v o s , t a m b i é n , c o m o son las p l a n t a s , los a n i m a l e s
respecto á los c u e r p o s c e l e s t e s . G o b i e r n o d e la P r o -
sensitivos y los racionales, es n e c e s a r i o a d m i t i r l a
v i d e n c i a . E n t r e lo q u e d i c e s o b r e estos p u n t o s la
acción de sustancias inmateriales. E x í g e l a , en fin, e l
c i e n c i a y la r e v e l a c i ó n , no ha}'- d i s c r e p a n c i a . L o s
orden que v e m o s en el u n i v e r s o 216
textos cuneiformes han venido á comprobar las e n -
s e ñ a n z a s del p r i m e r c a p í t u l o d e l G é n e s i s 305
CAPÍTULO XIII.—Objeciones filosóficas. Las leyes
del universo.
CAPÍTULO X V I I . — O b j e c i o n e s históricas.
E l universo, c r i a d o libremente p o r D i o s , está r e g i d o
E l a r g u m e n t o t o m a d o de la h i s t o r i a raras v e c e s es c o n -
por leyes q u e no son a b s o l u t a m e n t e n e c e s a r i a s , s i n o
c l u y e n t e . L a I n q u i s i c i ó n ; l e g i t i m i d a d del p r i n c i p i o
que p u e d e n ser alteradas según la v o l u n t a d del C r i a -
q u e presidió á su e s t a b l e c i m i e n t o ; e x a g e r a c i o n e s de
d o r . E n v e r d a d , las f u e r z a s inferiores, c o m o son l a s
sus e n e m i g o s ; no persiguió á la ciencia, s e g ú n se
de los a g e n t e s criados, p u e d e n ser i n t e r v e n i d a s p o r
prueba por sus I n d i c e s e x p u r g a t o r i o s y p o r l a s p e r -
o t r a s superiores. L a naturaleza de l a s l e y e s d e l u n i -
s o n a s p r o c e s a d a s ; a n t e s d e f e n d i ó los d e r e c h o s d e
v e r s o no e x i j e su i n m u t a b i l i d a d ni la a l t e r a c i ó n
• E

aquella. Proceso de Galileo; en él quedó en salvo la


autoridad doctrinal de la Iglesia, como también en
la condenación del libro de Copérnico. Acláranse
otros hechos que aduce D r a p e r como conflicto entre
la ciencia y la fe 321

CAPÍTULO X V I I I . —Autoridades.

Testimonios de Santo T o m á s , Leibnitz, E u l e r , N e w -


man, Allen Miller y de otros sábios ingleses. A s o - 1 1

ciaciones científicas creadas recientemente para de-


fender la harmoniosa unidad entre la ciencia y la fe;
palabras de Carbonelle, Moigno, C a u c h y , sobre la
union de ambas en los entendimientos de la mayor
parte de los sabios de E u r o p a . T e s t i m o n i o de L i n -
neo, Buffon, Cuvier, A m p è r e , Balbi, Beudant, Mar-
cel de Serres y B y r o n , sobre la sublime veracidad
del Génesis. Plegaria de K e p p l e r 340

CONCLUSION.

Jesucristo, centro de todas las cosas, las une y las har-


moniza por la palabra de la fe. Confusion y contra-
dicción de sus enemigos. N o h a y ciencia contra Cris-
t o . L a falsa ciencia enemiga de la fe no podría nada
contra ella si no contase con las perversas inclina-
ciones de nuestro corazon. A pesar de esto, la gracia
de Dios vence nuestros malos instintos; la Iglesia
siempre triunfa, y en las enseñanzas de la fe se har-
monizan todas las cosas

También podría gustarte