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UNIDAD Nº1:

“Contratación mercantil. Cuestiones generales”

Mg. Gabriel Jamarne Nimer.

Febrero 2023.
ÍNDICE
1. Reglas generales aplicables a los contratos mercantiles. Norma general. Los pagos
mercantiles. ..................................................................................................................... 3

1.1. Reglas aplicables a los contratos mercantiles. ................................................ 3

1.2. Fuente de las obligaciones mercantiles. ......................................................... 3

1.3. Los pagos mercantiles. ................................................................................... 4

2. Los plazos mercantiles. Prueba de los contratos y obligaciones mercantiles. ................. 6

2.1. Plazos mercantiles .......................................................................................... 6

2.2. La prueba mercantil. ...................................................................................... 7

3. Características de la contratación mercantil. El contrato en masa, Principales diferencias


del contrato en masa y el contrato civil. Fundamentos de la regulación especial de los
contratos mercantiles...................................................................................................... 10

3.1. Concepto y características de las obligaciones mercantiles. ......................... 10

3.2. Los contratos de adhesión en el Derecho Mercantil. .................................... 11

3.3. Especialidad del régimen jurídico de las obligaciones y los contratos


mercantiles. ............................................................................................................. 11

4. Formación del consentimiento en los contratos mercantiles. ...................................... 12

4.1. Generalidades. .............................................................................................. 12

4.2. Tipos de contratos y regulación sobre la formación del consentimiento. ..... 13

4.3. Etapas de la formación del consentimiento. ................................................. 14

a. La oferta. .........................................................................................................................15

b. La aceptación. .................................................................................................................32

c. Momento en que se forma el consentimiento. ................................................................35

d. Lugar en que se forma el consentimiento. ......................................................................42

2
1. Reglas generales aplicables a los contratos mercantiles. Norma general. Los
pagos mercantiles.

1.1. Reglas aplicables a los contratos mercantiles.

El Código de Comercio (en adelante CCo) regula el objeto de estudio del presente apunte
en su Libro II, denominado "De los contratos y obligaciones mercantiles en general", lo hace
con normas que tienen, en general, y en particular las del Título I, gran importancia, no sólo en
el ámbito del Derecho Comercial, sino para todo el derecho privado, en general. Sin perjuicio de
lo anterior las normas contenidas en el libro segundo del CCo deben entenderse
complementadas por las disposiciones del Código Civil (en adelante CC) en especial sobre
aquellas referentes a las obligaciones y contratos, las que son aplicables a los negocios de carácter
mercantil, tal como dispone el artículo 96 del CCo1.

1.2. Fuente de las obligaciones mercantiles.

Los contratos mercantiles:

Los contratos mercantiles están regulados no sólo por el Código de Comercio, y al


respecto vuelve a surgir la idea de que el Derecho Civil y el Derecho Comercial tienen muchos
puntos en común; por esta razón cabe decir que la gran mayoría de los contratos mercantiles
están también regulados como contratos civiles, de modo que, para comprender adecuadamente
las instituciones de contratación mercantil hay que
saber aplicar también las normas que sobre esos
mismos temas contiene el Código Civil

Sin embargo, hay algunos contratos que sólo


regula el Código de Comercio y que, en cambio,
no están regulados en el Código Civil y ese es el
caso de los contratos de "Cuenta Corriente
Mercantil", el "Contrato de Cambio", el "Contrato
de Seguro", y los Contrato de Transporte Terrestre
y Marítimo (el Contrato de Transporte Aéreo está
regulado en el Código Aeronáutico). Sin embargo,
el Código Civil contiene disposiciones generales
relativas al "arrendamiento de transporte" (arts.
2013 y ss.). Tampoco están regulados en el Código Civil ciertos contratos específicamente
mercantiles u operaciones mercantiles como son los "Contratos Bancarios", los "Contratos de

1
ARTÍCULO 96 CCO: “LAS PRESCRIPCIONES DEL CÓDIGO CIVIL RELATIVAS A LAS OBLIGACIONES Y CONTRATOS EN
GENERAL SON APLICABLES A LOS NEGOCIOS MERCANTILES, SALVAS LAS MODIFICACIONES QUE ESTABLECE ESTE
CÓDIGO.”

3
Prenda Warrants" y muchos otros que figuran regulados por leyes especiales, que figuran en el
apéndice de la edición oficial del Código de Comercio.

Resumiendo, en consecuencia, las disposiciones que regulan cada contrato mercantil pueden
estar exclusivamente en el Código de Comercio y sus Leyes Complementarias, pero ésas son la
excepción. La gran mayoría de los contratos están regulados por normas que están comprendidas
en el Código Civil en parte y en otra parte en el Código de Comercio e, incluso, en leyes especiales
y, también, solamente en estas últimas, como es el caso, por ejemplo, de la regulación de las
sociedades anónimas y de las sociedades de responsabilidad limitada, que consta en normas de
leyes especiales2.

Los títulos de valores:

Esta categoría se encuentra totalmente fuera de los contratos mercantiles aunque se


encuentran estrictamente ligados al Derecho
mercantil, siendo incluso herramientas de mucho
valor para el funcionamiento de la sociedad. Son
documentos que llevan incorporado un derecho literal
y autónomo que se puede ejercer por el portador
legítimo contra el deudor a la fecha de su
vencimiento3.

En resumen, como fuente de los derechos y


obligaciones mercantiles, tenemos una vía tradicional
o clásica, constituida por los actos y contratos
regulados, en parte, por el Código Civil y, en parte, por
el Código de Comercio, y, por otro lado, los títulos valores que son una creación especifica y
única del Derecho Mercantil4.

1.3. Los pagos mercantiles.

a. Imputación del pago.

Consiste en determinar a cuál de varias obligaciones pendientes entre un mismo acreedor


y un mismo deudor se va a imputar lo pagado, cuando no alcanza para solucionarlas todas.

El Código Civil trata esta materia en el párrafo 6º del Título XIV, artículos 1595 al 1597.

2
CONTRERAS STRAUCH, OSVALDO. INSTITUCIONES DEL DERECHO COMERCIAL, PÁGINAS 263-264.
3
SANDOVAL, LÓPEZ, RICARDO. DERECHO COMERCIAL, TOMO II, PÁGINA 15.
4
CONTRERAS STRAUCH, OSVALDO. INSTITUCIONES DEL DERECHO COMERCIAL, PÁGINA 265.

4
La imputación corresponde hacerla, en primer lugar, al deudor, quien tiene relativa libertad para
ello, si las varias deudas están devengadas.

Pero está sujeto a las siguientes limitaciones:

- No puede preferir la deuda no devengada a la que lo está;

- Si se debe capital e intereses, el pago debe imputarse primeramente a los intereses


(artículos 1595 y 1596, primera parte).

En segundo lugar, y en defecto de la imputación del deudor, ésta corresponde al acreedor, quien
la hará en la carta de pago (artículo 1596, párrafo
final del Código Civil).

Si éste no hace la imputación, el artículo 1597 del


Código Civil prescribe que ella se hará a la deuda que
al tiempo del pago estaba devengada, y si fueran
varias, nuevamente corresponde al deudor la
imputación.

El Código de Comercio modifica estas reglas en su


artículo 121, respetando, eso sí, el derecho del
deudor para hacer la imputación en primer lugar.

A la letra, el artículo 121 dispone que "el acreedor


que tiene varios créditos vencidos contra un deudor puede imputar el pago a cualquiera de las
deudas cuando el deudor no hubiere hecho la imputación al tiempo de hacer el pago".

Es decir, el Código de Comercio no fija limitaciones al acreedor para imputar el pago, sin que el
deudor pueda oponerse a la imputación que aquél haga. Pero el deudor tiene el derecho
preferente para hacerlo al momento del pago5.

b. Presunción sobre cancelación de cuentas.

"El finiquito de una cuenta hará presumir el de las anteriores, cuando el comerciante que la ha dado
arregla sus cuentas en períodos fijos" (artículo 120).

La presunción simplemente legal contenida en esta disposición es similar a aquella del artículo
1570 del Código Civil, que la establece respecto de la carta de pago de tres períodos determinados
y consecutivos.

5
CONTRERAS STRAUCH, OSVALDO. INSTITUCIONES DEL DERECHO COMERCIAL, PÁGINAS 286-288.

5
c. Rectificación de errores en las cuentas de los comerciantes.

El artículo 122 CCo dispone que “El comerciante que al recibir una cuenta paga o da finiquito,
no pierde el derecho de solicitar la rectificación de los errores, omisiones, partidas duplicadas u otros vicios que
aquélla contenga.”

2. Los plazos mercantiles. Prueba de los contratos y obligaciones mercantiles.

2.1. Plazos mercantiles

En esta materia es obligatorio tener en consideración lo dispuesto en el inciso primero


del artículo 1494 del CC, el que indica “El plazo es la época que se fija para el cumplimiento de la
obligación, y puede ser expreso o tácito. Es
tácito el indispensable para cumplirlo.”

Dentro del Derecho Comercial el


plazo se entiende estipulado tanto en
beneficio del deudor como del
acreedor. En el Derecho Civil los
pazos se entienden estipulados solo en
beneficio del deudor.

Por eso el artículo 117 CCo establece


que el acreedor no está obligado a
aceptar el pago antes del vencimiento
de la obligación.

Lo anterior obedece a la realidad de


los negocios mercantiles, que giran en
torno a la inversión de capitales y a la
percepción de sus intereses y rentas, por lo que los plazos benefician a acreedores y deudores6.

¿Cómo se computan estos plazos?

Mediante la remisión obligatoria al Código Civil son aplicables a los Contratos


Mercantiles los artículos 48 y 49 CC, siempre y cuando que la ley o la convención establezcan
otra cosa, tal como dispone el artículo 110 del CCo, cuyo tenor literal dispone que:

“En la computación de los plazos de días, meses y años, se observarán las reglas que contienen los artículos 48 y
49 del Código Civil, a no ser que la ley o la convención dispongan otra cosa.”

6
CONTRERAS STRAUCH, OSVALDO. INSTITUCIONES DEL DERECHO COMERCIAL, PÁGINA 285.

6
Relacionado a esto el artículo 111 CCo establece excepciones a lo dispuesto por el art. 110 CCo,
así “La obligación que vence en día domingo o en otro día festivo, es pagadera al siguiente. La misma regla se
aplicará a las obligaciones que venzan los días Sábado de cada semana y 31 de diciembre de cada año.”

Siguiendo en la misma línea de ideas el artículo 112 CCo dispone que “No se reconocen términos de
gracia o uso que difieran el cumplimiento de las obligaciones más allá del plazo que señale la convención o la ley.”

2.2. La prueba mercantil.

La prueba de las obligaciones mercantiles


está sometida a ciertas normas especiales.

De partida, se contempla la existencia de un nuevo


medio de prueba que está constituido por los libros
de contabilidad que llevan los comerciantes, eso sí
con la limitación de que sólo podrán ser utilizados en
los juicios mercantiles que éstos "agiten entre sí".

En segundo lugar, la norma contenida en el art. 127


del Código de Comercio, que guarda relación con la
prueba instrumental, en la que se contempla un
método adicional para que los instrumentos privados
hagan fe respecto de su fecha y, por último, las
normas contenidas en los artículos 128 y 129, que se
refieren a la prueba de testigos, ampliándola7.

a. La prueba instrumental.

El artículo 127 del Código de Comercio modifica al art. 1703 del Código Civil, que
establece las condiciones en que las escrituras privadas pasan a hacer fe respecto de su fecha.

Esa norma otorga fecha cierta a las escrituras privadas sólo en las siguientes circunstancias:

- Desde el fallecimiento de alguno de los que las han firmado, lo que es de toda lógica,
puesto que, evidentemente, si fallece uno de los que ha otorgado un documento, resulta
inconcuso que sólo a partir de esa fecha hacia atrás pudo haberlo firmado;
- Desde el día que el instrumento ha sido copiado en un registro público;
- Desde que conste haberse presentado en un juicio, y
- Desde que se haya tomado razón de él o lo haya inventariado un funcionario competente
en el carácter de tal.

7
CONTRERAS STRAUCH, OSVALDO. INSTITUCIONES DEL DERECHO COMERCIAL, PÁGINAS 300-301.

7
El artículo 419 del Código Orgánico de Tribunales ha agregado el caso de la protocolización del
instrumento privado.

Por su parte, el artículo 127 del Código de Comercio ha ampliado la norma disponiendo que "las
escrituras privadas que guarden uniformidad con los libros de los comerciantes hacen fe de su fecha respecto de
terceros, aun fuera de los casos que enumera el artículo 1703 del Código Civil"8.

b. La prueba testimonial.

Es en esta materia en la que el Código de Comercio se aparta más de las reglas del
Derecho Civil relativas a la prueba.

De acuerdo con el Código Civil (artículos 1708 y 1709), no pueden probarse por testigos aquellas
obligaciones que han debido constar por escrito, esto es, las que contengan la entrega o promesa
de una cosa que valga más de dos
unidades tributarias mensuales.

El artículo 1711 del mismo


Código establece excepciones a
este principio. Son los casos en
que existe un principio de prueba
por escrito, o en que haya sido
imposible obtener una prueba
escrita, y aquellos otros casos
expresamente exceptuados en ese
Código o en Códigos especiales.

Por el contrario, en Derecho


Comercial, de conformidad con el
artículo 128 del Código del ramo,
la prueba de testigos es admisible
en negocios mercantiles,
cualquiera sea la cantidad que
importe la obligación que se trate de probar, salvo los casos en que la ley exija escritura pública.

En realidad, la excepción que consagra la parte final del artículo 128 es más amplia. Se extiende
a los casos en que la ley exige escritura privada u otra solemnidad, y a los casos en que la ley no
admite prueba de testigos.

El Derecho Comercial chileno exige escritura pública para la validez de todo tipo de contrato de
sociedad mercantil según el artículo 350 del Código de Comercio, para la sociedad colectiva;

8
CONTRERAS STRAUCH, OSVALDO. INSTITUCIONES DEL DERECHO COMERCIAL, PÁGINAS 301.

8
artículo 3º de la ley Nº 18.046, para la sociedad anónima; artículo 474 Código de Comercio, para
la sociedad en comandita simple, etc.

Exige escritura privada respecto del poder que debe otorgarse a los factores de comercio (artículo
339); respecto del contrato de seguro (artículo 514); respecto de la transferencia (endoso) de la
letra de cambio (artículo 17 de la ley Nº 18.092), etc.

Por último, no admite la prueba de testigos en el contrato de cuenta corriente (artículo 618), ni
respecto del contrato de fletamento (artículo 928).

En ninguno de los casos mencionados a título de ejemplo es admisible la prueba testimonial.

El artículo 129, por su parte, aumenta el valor de la prueba de testigos en materia de obligaciones
mercantiles, al facultar a los jueces para que, atendidas las circunstancias de la causa, admitan
prueba testimonial aun cuando ella altere o adicione el contenido de las escrituras públicas.

Este artículo no tiene aplicación en los casos en que la ley exige escritura pública como
solemnidad del contrato, ni en aquellos en que, según acabamos de ver, no es admisible la prueba
de ninguna especie (por ende, de testigos) contra el tenor de la escritura pública de constitución
de una sociedad colectiva, ni para justificar la existencia de pactos no expresados en ella.

Por lo demás, la aplicabilidad del artículo 129 queda entregada, según reza el artículo, al poder
discrecional del juez de comercio. Desaparecidos, hoy en día cumplen sus funciones los jueces
de letras en lo civil y los jueces árbitros designados para conocer de materias mercantiles9.

c. Los libros de los comerciantes.

En el art. 35 del Código de Comercio se


establece que los libros que lleven los
comerciantes harán fe, aun a favor de los
comerciantes que los lleven, en las causas
mercantiles que ellos agiten entre sí, a condición
de que los libros de comercio hayan sido
llevados con la regularidad que exige el art. 31
del mismo Código.

Esto constituye una excepción notable a la regla


en materia de prueba según la cual nadie puede
usar en su propio beneficio una prueba que
emana de sí mismo, pues resulta que aquí la ley
está diciendo, justamente, que un comerciante

9
CONTRERAS STRAUCH, OSVALDO. INSTITUCIONES DEL DERECHO COMERCIAL, PÁGINAS 302-303.

9
que lleva sus libros en orden puede usar su propia contabilidad en un juicio de comercio contra
un tercero.

Pero esta norma está sujeta a una importante limitación, porque no puede tratarse de cualquier
tipo de juicio, sino que tiene que tratarse de un juicio mercantil entre comerciantes y parte de la
base que los dos comerciantes están obligados por la ley a llevar libros de contabilidad, y en
orden.

Entonces, puede ocurrir que si los dos comerciantes llevan sus libros en orden, pero lo que de
ellos emane es contradictorio, se anulan el uno al otro y el resultado es que no se produce prueba
al respecto y, por lo tanto, el juez de la causa habrá de recurrir, para dirimir la contienda, a otros
medios de prueba.

La norma encuentra, en cambio, todo su campo de aplicación, cuando uno de los comerciantes
lleva sus libros en orden (conforme al art. 31) y el otro comerciante no los tiene, o no los lleva
de la manera exigida por la ley, porque allí se produce una prueba perfecta en favor del
comerciante que ha llevado sus libros en orden, ajustándose al Código de Comercio10.

3. Características de la contratación mercantil. El contrato en masa, Principales


diferencias del contrato en masa y el contrato civil. Fundamentos de la regulación
especial de los contratos mercantiles.

3.1. Concepto y características de las obligaciones mercantiles.

Las obligaciones que nacen de los


actos y operaciones mercantiles tienen las
siguientes características especiales que las
distinguen del Derecho Común:

a. Admiten de una manera amplia a la


costumbre como fuente jurídica de
fondo, y a las costumbres
interpretativas y técnicas para
interpretar los actos y convenciones
mercantiles y el sentido de las
palabras o frases técnicas del
comercio.

b. Se flexibiliza la prueba de las


obligaciones. Quizá sí sea esta la

10
CONTRERAS STRAUCH, OSVALDO. INSTITUCIONES DEL DERECHO COMERCIAL, PÁGINAS 303-304.

10
característica más ostensible del Derecho Mercantil y se manifiesta en la existencia de
reglas probatorias distintas a las aplicables al derecho común.

Las obligaciones mercantiles surgen de relaciones que vinculan a comerciantes entre sí y a


comerciantes con personas no comerciantes, pero todo en cúmulos de operaciones en masa,
ejecutadas con gran imaginación, innovación, cantidad y velocidad.

El Derecho Comercial se adelanta al derecho, por la sencilla razón de que los comerciantes —
ávidos de ejercer el legítimo interés de encontrar nuevas fuentes de lucro —, al amparo de la
libertad de comercio, crean nuevas formas de derecho, que parten como contratos innominados
y que se incorporan muy posteriormente a las legislaciones11.

3.2. Los contratos de adhesión en el Derecho Mercantil.

El contrato de adhesión es
aquel en el cual las estipulaciones o
condiciones del contrato han sido
prefijadas unilateralmente por uno de
los contratantes, no cabiendo a su
contraparte más alternativa que
aceptar o rechazar dichos términos o,
a lo más, elegir entre alternativas que
le presenta la parte dominante en el
contrato.

En el contrato de adhesión, por lo


tanto, resulta de extrema importancia
la identificación de la parte que en la
relación contractual ocupa,
justamente, lo que hemos calificado
como posición dominante: ella es la
que fija las condiciones12.

3.3. Especialidad del régimen jurídico de las obligaciones y los contratos mercantiles.

Clave para explicar esto resulta el artículo 96 CCo, esta norma establece la especialidad de la
normativa del Código de Comercio por sobre la del Código Civil en materia de obligaciones y
contratos en general, siendo una aplicación del principio de especialidad establecido en el art. 4°
del Código Civil. Por ello, en esta materia, la normativa civil es aplicable pero sólo con carácter

11
CONTRERAS STRAUCH, OSVALDO. INSTITUCIONES DEL DERECHO COMERCIAL, PÁGINAS 261-262.
12
CONTRERAS STRAUCH, OSVALDO. INSTITUCIONES DEL DERECHO COMERCIAL, PÁGINAS 294-295.

11
supletorio, lo cual se reafirma por la lectura conjunta de los art. 4º del Código Civil y art. 2º del
Código de Comercio.

Sin embargo, debe tenerse presente que el art. 2º del Código de Comercio establece que esta
aplicación supletoria de la normativa civil es amplia, rigiendo en todo caso que no esté
especialmente regulado por el Código de Comercio. Luego, el art. 96 del Código de Comercio
reitera la especialidad de la normativa mercantil y la supletoriedad de la normativa civil en una
materia tan amplia como son "las obligaciones y contratos en general”. Por ello, la normativa civil,
particularmente la del Libro Cuarto del mismo, será aplicable, con carácter supletorio, en todo
aquello que no esté expresamente regulado por una norma comercial.

Esta aplicación supletoria del Código Civil evidentemente que no es posible cuando se trata de
una materia que no está regulada en el mismo pero que sí está regulada en el Código de Comercio,
como precisamente ocurre con el tema del proceso de la formación del consentimiento de los
actos jurídicos (y en particular de los contratos), que se contiene en los artículos que siguen (arts.
97 a 106 del Código de Comercio). Además, se deben tener presentes las leyes especiales que
complementan o modifican el Código de Comercio en esta materia como, por ejemplo, la Ley
N° 19.496, la cual si bien no regula de manera integral la formación del consentimiento en los
contratos de consumo, sí establece algunas reglas especiales en la materia. También se deben
tener en cuenta los tratados internacionales sobre materias mercantiles ratificados por Chile,
particularmente en este tema la Convención de las Naciones Unidas sobre los Contratos de
Compraventa Internacional de Mercaderías (en adelante también nos referiremos a ella como
"Convención de Viena").13

4. Formación del consentimiento en los contratos mercantiles.

4.1. Generalidades.

Recurriendo a la premisa de complementariedad existente entre el Derecho Civil y Mercantil, en


el primero podemos encontrar que:

- El Libro IV del CC establece las normas asociadas con las obligaciones en general y los
contratos en particular.

- El Libro IV en su título XII del CC establece la regulación referente a los efectos de las
obligaciones y la forma como ellas nacen, pueden ser concebidas o estipuladas y cómo
se extinguen.

13
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 221-222.

12
Dicho lo anterior queda de manifiesto que el CC no
contiene normas referentes a la época y forma en que
se perfecciona el consentimiento. Luego el CCo
establece normas relacionadas con la constitución,
forma y efecto de los contratos y obligaciones, en su
Título I del Libro II, lo anterior genera dudas
respecto a si dichas normas tienen el carácter de
general supliendo los vacíos en materia civil, esta
problemática ha sido sujeto de diversas
interpretaciones a nivel jurisprudencial y claro la
problemática es a lo menos controversial, sin
perjuicio de que el mensaje del Código de Comercio
dice que en definitiva viene a llenar un vacío de
carácter civil y comercial.

4.2. Tipos de contratos y regulación sobre la formación del consentimiento.

El artículo 1443 del CC dispone que “El contrato es real cuando, para que sea perfecto, es necesaria la
tradición de la cosa a que se refiere; es solemne cuando está sujeto a la observancia de ciertas formalidades especiales,
de manera que sin ellas no produce ningún efecto civil; y es consensual cuando se perfecciona por el solo
consentimiento.”

Esta clasificación permite entonces hacer la distinción de como se perfeccionan los contratos:

- Reales: Se perfeccionan por la entrega de la cosa, a falta de esto no se entenderá


perfeccionado el contrato.

- Solemnes: Se perfeccionan mediante el cumplimiento de la formalidad respectiva.

- Consensuales: Acá se presentan problemas para entender cuando se perfeccionan este


tipo de contratos. En consecuencia, el problema de la formación del consentimiento se
presenta en toda su magnitud e importancia sólo en los contratos consensuales, aquellos
en los cuales el mero acuerdo verbal entre las partes sirve para entenderlos
perfeccionados.

Por regla general el Derecho Comercial es un derecho informal, en el cual lo que


importa es la velocidad con que se perfeccionan las transacciones. Por lo tanto, la gran
mayoría de los contratos mercantiles son consensuales, y por eso es que resulta
extraordinariamente importante que esta materia sea tratada en el Derecho Mercantil. La
compraventa de especies muebles, que es el contrato mercantil por excelencia, es un
contrato absolutamente consensual. La circunstancia de que a propósito de la venta de
mercaderías deba extenderse una boleta o una factura no constituye solemnidad, ya que
su existencia se debe a razones de índole tributaria de modo que el hecho de que no se

13
emita la boleta o la factura importa una infracción tributaria, pero no afecta a la validez
del acto.

Hay algunos contratos mercantiles que constituyen la excepción a esta simpleza,


a esta informalidad que caracteriza al Derecho Mercantil, como, por ejemplo, el contrato
de sociedad, que por constituir a la vez la forma más importante de organización de la
empresa mercantil. En nuestro derecho no existe la sociedad verbal14.

4.3. Etapas de la formación del consentimiento.

La normativa aplicable a esta materia se encuentra regulada tal como se anticipo en un


comienzo en el CCo en sus artículos 97 al 106.

Previamente, cabe hacer una distinción en cuanto a la formación del consentimiento, según se
trate de ofertas verbales o por escrito, y en esta segunda hipótesis, según que las partes estén o
no en un mismo lugar.

El consentimiento se forma en dos etapas: la oferta, la propuesta o policitación y la aceptación,


llamándose al que hace la oferta, oferente, proponente o policitante y al que va dirigida,
destinatario. Este último, cuando presta su
consentimiento, pasa a llamarse aceptante.

La primera etapa de la formación del


consentimiento, entonces, es la formulación de
la oferta.

La oferta es un acto jurídico unilateral en el cual


una persona manifiesta o propone a otra su
intención de celebrar un negocio determinado.

Cuando la oferta es verbal, rige el artículo 97


que dice: "para que la propuesta verbal de un
negocio imponga al proponente la respectiva
obligación, se requiere que sea aceptada en el acto de ser conocida por la persona a quien se
dirigiere; y no mediando tal aceptación, queda el proponente libre de todo compromiso".

Por lo tanto, en las ofertas verbales, estén o no las partes en un mismo lugar, la aceptación debe
darse en el acto de ser conocida por el destinatario. Los avances científicos han presentado un
problema no concebido al momento de ser dictado el Código, pues parece evidente que de la
misma manera debiera tratarse el caso de contratos celebrados a distancia, pero en que las partes

14
CONTRERAS STRAUCH, OSVALDO. INSTITUCIONES DEL DERECHO COMERCIAL, PÁGINA 269.

14
pueden interactuar como si estuvieran presentes en el mismo lugar, como cuando utilizan el
teléfono, la videoconferencia, el "chat", etc.

El Código dispone que cuando se trata de ofertas por escrito, ellas deben ser aceptadas o
desechadas en el plazo de 24 horas o a vuelta de correo, según que las partes estén en el mismo
o en diversos lugares.

La oferta puede ser expresa o tácita y debe reunir los siguientes requisitos:

- Debe ser seria: significa que se haga con el propósito de crear un vínculo jurídico.

- Debe exteriorizarse: significa que se haga por medio de actos que permitan a la otra
parte conocerla, ya expresándolo en términos formales y explícitos (oferta expresa), ya
por medio de actos que lo supongan (oferta tácita), como en el caso de los vendedores
ambulantes o los medios de transporte público. Puede ser también verbal o escrita.

- Debe ser completa y determinada: quiere decir que contenga todos los requisitos del
contrato ofrecido, de modo que sólo falta expresar un simple "sí" para su
perfeccionamiento.

- Debe ser hecha a persona determinada: esto es fundamental, porque las ofertas
indeterminadas, en conformidad al artículo 105, no obligan al proponente.

- Debe ser lícita y hecha por persona capaz de obligarse: que sea lícita significa que
debe recaer en un acto jurídico que ni en sí mismo ni en ninguno de sus elementos atente
contra la ley, las buenas costumbres o el orden público. Además, implica que la oferta
debe ser hecha por una persona capaz de disponer de sus bienes, debiendo esta capacidad
subsistir mientras la oferta esté vigente.

- Debe ser voluntaria: esto es, debe ser emitida libremente. Sin embargo, últimamente se
ha estimado que algunas ofertas deben ser forzosas y que no realizarlas constituirá abuso
de derecho. Tal acontece con las compañías que tienen el monopolio de un servicio
público (gas, agua, electricidad, etc.)15.

ETAPAS DE LA FORMACIÓN DEL CONSENTIMIENTO.

a. La oferta.

El artículo 97 CCo se refiere a la oferta verbal y el artículo siguiente a la oferta escrita. Antes
de analizar el detalle de cada uno de ellos, es necesario recordar que la oferta también se llama
"propuesta" o "policitación" y que el que emite la oferta es el "oferente", "proponente" o
"policitante". La normativa del Código de Comercio no define a la oferta, pero la doctrina la ha

15
CONTRERAS STRAUCH, OSVALDO. INSTITUCIONES DEL DERECHO COMERCIAL, PÁGINAS 270-272.

15
conceptualizado como un acto jurídico unilateral en virtud del cual una persona manifiesta a otra
su intención de celebrar un negocio jurídico determinado. Si bien algunos agregan a esta
definición el que la convención determinada que se propone podrá quedar perfecta con la sola
aceptación, estimamos que ello sólo es correcto cuando se trata de contratos consensuales. Por
su parte, el art. 1° N° 8 de la Ley No 19.496 define a la oferta como la “práctica comercial
consistente en el ofrecimiento al público de bienes o servicios a precios rebajados en forma
transitoria, en relación con los habituales del respectivo establecimiento”. Estimamos que dicha
definición no se refiere a una oferta propiamente tal, en cuanto acto jurídico, sino que a un
fenómeno que tiene lugar en el comercio que es la rebaja de precios16.

¿Cuáles son los requisitos de la oferta?

Si bien la normativa del Código de Comercio no lo indica expresamente, la doctrina ha


formulado los requisitos para que una manifestación de voluntad constituya una verdadera
oferta. primer lugar, ella debe exteriorizarse, sea de manera expresa o tácita. No hay una norma
que reconozca la validez de
una oferta tácita, como sí la
hay respecto de la aceptación
tácita en el art. 103 del Código
de Comercio, pero no se
discute que ella es posible
cuando, por la concurrencia
de ciertas circunstancias,
revele inequívocamente la
intención de contratar. En
segundo lugar, la oferta debe
ser seria o firme, es decir, hecha con la intención de obligarse, expresando una voluntad segura
y decidida de celebrar un acto en caso de ser aceptada. En tercer lugar, la oferta debe ser
completa, esto es, debe contener todos los elementos del acto que se propone, de tal forma que
baste su sola aceptación para que se forme el consentimiento. Algunos indican que la oferta será
completa cuando, con la sola aceptación, se perfecciona el contrato. Estimamos que ello sólo es
correcto cuando se trata de contratos consensuales. Para que la oferta sea completa, es necesario
que contenga los elementos de la esencia del acto que se propone, sin perjuicio de que el oferente
pueda reiterar los elementos de la naturaleza establecidos en la ley o modificarlos, y también
pueda incorporar los elementos accidentales que desee17.

Lo recién señalado en cuanto a la oferta verbal, pero respecto a la oferta escrita es que en relación
con el requisito de que la oferta sea completa, es necesario destacar que una "oferta" que no
cumple con dicho requisito, al no determinar todos los elementos necesarios para que el

16
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINA 229.
17
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINA 230.

16
consentimiento se forme con la aceptación, no es una verdadera oferta. En realidad, es una
invitación a negociar o una invitación a formular ofertas o meras informaciones destinadas a
orientar a los interesados. Estimamos que de este tipo son las "ofertas" a las que se refiere el art.
105 del Código de Comercio.

Respecto del requisito de la seriedad de la oferta, se plantea que las llamadas "ofertas sujetas a
reserva", esto es, aquellas en que el que la formula se reserva la facultad de decidir sobre la
celebración misma del contrato o sobre la determinación de alguno de sus elementos esenciales,
no permiten que con la aceptación de la misma se forme el consentimiento. Esta "aceptación"
constituye, en realidad, una contraoferta, porque la "oferta" sujeta a reserva es, en realidad, una
invitación a formular ofertas.18

¿Cuál es el valor de la oferta por sí sola?

La respuesta dependerá de la doctrina que se siga:

- Doctrina francesa: acá si no hay aceptación el oferente no contrae ni obligación ni


responsabilidad alguna. Por lo que de aplicarse esta doctrina traería las siguientes
consecuencias, sin aceptación el oferente se puede retractar sin consecuencia ulterior, y
caducará la oferta por muerte, incapacidad o someterse a un procedimiento concursal de
liquidación antes de que mediare la aceptación.

- Doctrina alemana: contraria a la francesa la oferta es totalmente vinculante incluso a


falta de aceptación, jurídicamente crea una declaración unilateral de voluntad. Por lo que
de aplicarse esta doctrina traería las siguientes consecuencias, el oferente no puede
retractarse y no caduca la oferta por muerte, incapacidad o someterse a un procedimiento
concursal de liquidación antes de que mediare la aceptación.

- Doctrina ecléctica (sistema aceptado en Chile): Siguiendo la base francesa (oferta


sin aceptación no crea vínculos jurídicos), salvo en dos casos y que se encuentran
indicados en el artículo 99 CCo, cuando la oferta se ha hecho bajo el compromiso de
esperar respuesta, y cuando el oferente se ha comprometido a no disponer del objeto del
contrato, sino después de desechada la oferta o con el transcurso de un plazo
determinado. En cuanto a las consecuencias de esta doctrina son variadas, en lo que
respecta a la retractación el artículo 100 CCo19 dispone que la retractación trae consigo
el derecho a ser indemnizado por los respectivos perjuicios que se ocasionaren, dicho
derecho pierde eficacia si el oferente si cumple el contrato.

18
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 234-235.
19
ARTÍCULO 100 CCO: “LA RETRACTACIÓN TEMPESTIVA IMPONE AL PROPONENTE LA OBLIGACIÓN DE INDEMNIZAR
LOS GASTOS QUE LA PERSONA A QUIEN FUE ENCAMINADA LA PROPUESTA HUBIERE HECHO, Y LOS DAÑOS Y PERJUICIOS
QUE HUBIERE SUFRIDO. SIN EMBARGO, EL PROPONENTE PODRÁ EXONERARSE DE LA OBLIGACIÓN DE INDEMNIZAR,
CUMPLIENDO EL CONTRATO PROPUESTO.”

17
¿Cuál es el plazo de vigencia de la oferta?

El plazo de vigencia de la oferta verbal es, a su vez, el plazo dentro del cual el destinatario
debe dar su aceptación para que ésta sea oportuna. Si el oferente no designa en la oferta un plazo
para que el destinatario de la misma manifieste su decisión, la ley establece plazos legales de
aceptación, distinguiendo entre ofertas verbales y ofertas escritas. El art. 97 del Código de
Comercio regula el plazo legal para la aceptación de
una oferta verbal, requiriendo que la aceptación se
dé en el acto de ser conocida la oferta por el
destinatario. Por tanto, la oferta sólo dura un
instante, porque la aceptación debe darse
inmediatamente de ser conocida la oferta por el
destinatario. Si la aceptación se da inmediatamente,
el consentimiento queda formado y, si se trata de un
contrato consensual, el contrato queda
perfeccionado (todo ello asumiendo que la
aceptación haya cumplido con los demás requisitos
que le son propios). Es a ello a lo que se refiere el art.
97 cuando dice "imponga al proponente la respectiva
obligación". El art. 97, al igual que el 98 del Código de Comercio, requieren el otorgamiento o
emisión de la aceptación dentro de plazo, para que ella sea oportuna; no se requiere, por tanto,
el conocimiento de la aceptación por el oferente dentro del plazo de aceptación para que ella sea
oportuna. Si, por el contrario, la aceptación no se da o no se da de inmediato, el plazo expira y
la oferta caduca, no pudiendo formarse el consentimiento.20

El art. 98 inc. 1º del Código de Comercio regula el plazo legal para la aceptación de una oferta
escrita, distinguiendo según el lugar de residencia del destinatario de la oferta. Si el destinatario
de la oferta reside en el mismo lugar que el oferente, el plazo para aceptar o desechar la oferta
es de 24 horas. El texto de la norma dice "dentro de veinticuatro horas", sin señalar desde cuándo
se cuenta este plazo. La doctrina estima que se cuenta desde que el destinatario recibe la oferta,
aunque no haya tomado conocimiento efectivo de la misma. Si el destinatario de la oferta reside
en un lugar diverso, el plazo para aceptar la oferta es "a vuelta de correo". La norma no precisa
qué significa "el mismo lugar", "lugar diverso" ni "a vuelta de correo", por lo que se estima que
son cuestiones de hecho que los jueces de la instancia deben establecer, según las circunstancia
del caso concreto.

Si vencen estos plazos, sin que la oferta se hubiere aceptado, la oferta caduca por expiración del
plazo. Es a ello a lo que se refiere el art. 98 inc. 2° del Código de Comercio cuando indica que
"la propuesta se tendrá por no hecha". En cambio, si la aceptación es oportuna, es decir, se da
dentro de plazo, se forma el consentimiento. El art. 98, al igual que el 97 del Código de Comercio,

20
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 231-232.

18
requieren el otorgamiento o emisión de la aceptación dentro de plazo, para que ella sea oportuna;
no se requiere, por tanto, el conocimiento de la aceptación por el oferente dentro del plazo de
aceptación para que ella sea oportuna. Lo mismo es aplicable cuando se trata de un plazo
voluntario fijado en la oferta.21

¿Qué es la aceptación extemporánea?

Según lo indicado en el art. 98 inc. 2º del Código de Comercio, si se da la aceptación


habiendo ya vencido los plazos indicados, la aceptación será extemporánea y no permitirá formar
el consentimiento porque la oferta ha expirado. Luego, el inc. 30 del art. 98 establece un caso de
responsabilidad precontractual por falta de aviso en caso de aceptación extemporánea. Se ha
discutido acerca del régimen aplicable a esta responsabilidad, según cuál es la responsabilidad de
derecho común en Chile. Así, por ejemplo,
Alessandri considera que, por tratarse de
una responsabilidad legal, se rige por la
responsabilidad contractual, la cual sería la
regla general. La mayoría, en cambio,
considera que las reglas de responsabilidad
aplicables a casos de obligaciones legales
relacionadas con la oferta, como la
establecida en el art. 98 inc. 30, deben ser
complementadas por las normas de la
responsabilidad extracontractual.
Coincidimos con la postura mayoritaria
porque se trata de un supuesto de
responsabilidad precontractual en que no
se ha celebrado un contrato, debiendo regir
el régimen extracontractual contemplado
en los arts. 2314 y siguientes del Código Civil. Es necesario esclarecer que quien queda sujeto a
esta responsabilidad es el oferente, si es que no cumple con la obligación que le impone la ley de
dar pronto aviso al aceptante de que su aceptación ha sido extemporánea, causando con ello
daños al aceptante extemporáneo. Hay una impropiedad en el lenguaje del art. 98 inc. 30 en
cuanto dice que el oferente debe dar pronto aviso de su "retractación", puesto que el oferente
no ha revocado su oferta,29 sino que ésta ha caducado por la expiración del plazo. La doctrina
entiende que este deber legal de información se ha establecido por razones de equidad,
considerando que, como la buena fe se presume, debe entenderse que el aceptante extemporáneo
ha actuado de buena fe, pues creía que su aceptación era oportuna. Se discute si esta
responsabilidad es aplicable sólo en casos de oferta con plazo legal de aceptación? o si también
puede surgir en casos en que en la oferta se haya fijado un plazo voluntario de aceptación.
Participamos de esta última opinión porque respecto de toda oferta se pueden producir errores

21
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 235-236.

19
en el cómputo de su plazo de vigencia. También cabe preguntarse si la obligación de dar aviso
sólo es exigible cuando se trata de ofertas escritas, ya que el art. 98, que consagra dicha obligación,
es el que regula tales ofertas. El art. 97, que se refiere a las ofertas verbales, no señala este deber.
Nos parece que no tiene sentido imponer esta obligación en el caso de ofertas verbales, puesto
que ellas caducan si no son aceptadas inmediatamente por el aceptante. La doctrina entiende que
la aceptación extemporánea importa una nueva oferta o contraoferta, por lo que se dice que el
"pronto aviso" debe darse en los mismos plazos que tenía el aceptante para manifestar su
voluntad. Sin embargo, nada obsta a que el oferente le dé valor a la aceptación extemporánea, lo
cual importaría una ampliación tácita del plazo, y se forme el consentimiento.

Respecto de la prueba de la aceptación, ésta debe probarse por el aceptante, pero una vez
probada, se presume que ha sido oportuna, por lo que el oferente deberá probar que la
aceptación ha sido extemporánea.22

Jurisprudencia:

En lo relativo a la aceptación extemporánea de la oferta, una sentencia de la Corte


Suprema desaprovechó la oportunidad de aplicar el art. 98 inc. 3º del Código de Comercio, en
cuanto a la responsabilidad precontractual que dicha norma contempla, al desestimar su
consideración por entender que no tenía influencia en lo dispositivo del fallo. La Corte de
Apelaciones de Concepción, en la misma causa, erradamente consideró que la sanción por falta
de aviso en caso de aceptación extemporánea es la obligación de cumplir el contrato. Habría sido
de mucha utilidad que la Corte Suprema se pronunciara al respecto, señalando claramente que
la sanción establecida en la referida norma es la obligación de indemnizar los perjuicios causados
por el incumplimiento del deber de aviso de la extemporaneidad de la aceptación.23

¿Qué ocurre con la oferta mediante medios remotos de comunicación?

La doctrina tradicionalmente ha señalado que las ofertas verbales generalmente se hacen


entre partes que están presentes físicamente en un mismo lugar, pero los avances tecnológicos
han llevado a que parezca evidente, aunque así no lo pudo haber concebido el Código de
Comercio al momento de su dictación, que la regla del art. 97 también debe aplicarse en
situaciones en que si bien las partes no están físicamente frente a frente en el mismo sitio, pueden
interactuar como si lo estuvieran, a través del empleo de un medio remoto o tecnológico que
permita conocer inmediatamente la oferta y responder en el mismo acto como, por ejemplo,
radio, teléfono, videoconferencia, chat, etc. Por tanto, en caso de ofertas orales, emitidas a través
de un medio remoto o electrónico, se debe aplicar la regla del art. 97 para determinar su plazo
de vigencia, a menos que el oferente haya fijado un plazo voluntario diferente (usualmente de
mayor duración).

22
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 236-238.
23
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 242.

20
Será también aplicable el art. 12 A de la Ley No 19.496, en el evento de que se trate de un
supuesto que cabe dentro de su ámbito de aplicación.

Finalmente, es usual que se confirme por escrito (sea en papel o en un formato digital) un
contrato celebrado de manera oral (incluyendo los medios remotos o tecnológicos ya señalados),
lo cual no importa un requisito para el perfeccionamiento del contrato, operando la escritura
sólo como un medio de prueba, a menos que se trate de un contrato solemne o que las partes
hayan acordado la escrituración como una formalidad convencional. También se debe tener
presente el requisito del envío de la confirmación de la celebración del contrato por el proveedor
al consumidor que establece el art. 12 A de la Ley Nro. 19.496.24

Ahora, la doctrina indica que la ofertas por escrito generalmente se dan entre partes ausentes,
pero reconociendo que si bien las reglas del art. 98 están pensadas para correo postal, también
se debe considerar como oferta por escrito la comunicación que se hace por escritura digital (por
ejemplo, correo electrónico, mensajería de texto, WhatsApp, en línea en páginas web, entre
otros). En tal caso, "a vuelta de correo" deberá interpretarse en un sentido finalista como el que
parece razonable para contestar, atendiendo a la naturaleza del medio tecnológico de
comunicación empleado. Se ha planteado que, en la actualidad, no es necesario que el
ordenamiento jurídico tenga reglas especiales para la celebración de contratos entre personas que
se encuentran "distantes"', ya que las nuevas formas de comunicación electrónica permitirían
que el proceso comunicacional entre los contratantes sea ininterrumpido. Disentimos de esta
opinión por canto, si bien puede haber
inmediatez en la comunicación, ello no
será así en todos los casos. Basta con
pensar en una oferta que se envía a un
destinario a través de un correo
electrónico, un mensaje de WhatsApp o de
Facebook, por ejemplo, para darse cuenta
de que la respuesta a la misma podrá ser
inmediata o no, pudiendo transcurrir un
período de tiempo más o menos largo para
que el destinatario dé su respuesta o,
incluso, nunca la dé.

También es posible que la oferta se emita


a través de una página web, en cuyo caso,
si la aceptación se produce en dicho sitio,
se forma el consentimiento de un contrato electrónico. En estos casos será aplicable el art. 12 A
de la Ley N° 19.496, en el evento de que se trate de un supuesto que cae dentro de su ámbito de
aplicación. Respecto de los sitios web, el art. 12 A inc. 2° de la Ley N° 19.496 establece que la

24
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 232-233.

21
sola visita a un sitio de internet en el cual se ofrezca el acceso a determinados servicios, no
impone obligación alguna al consumidor, a menos que éste haya aceptado en forma inequívoca
las condiciones ofrecidas por el proveedor. Se busca que el consumidor sea consciente de que
está celebrando un contrato y que pueda acceder fácilmente a sus términos. Si se trata de una
oferta sujeta a reserva formulada por un medio electrónico, también será aplicable el art. 12 A
de la Ley No 19.496, en la medida que se trate de un supuesto que cabe dentro de su ámbito de
aplicación. También se debe tener presente el requisito del envío de la confirmación de la
celebración del contrato por el proveedor al consumidor que establece el art. 12 A de la Ley N°
19.496.25

Jurisprudencia:

La jurisprudencia ha admitido que tanto las ofertas como las aceptaciones se pueden emitir
válidamente por correo electrónico (email), en la
medida que ellas cumplan con sus respectivos
requisitos.

Respecto de compras a través de páginas web, en


un conocido caso en que se produjo un error
técnico en el precio de venta de computadores, se
resolvió que no se había infringido norma alguna
de la Ley No 19.496, por cuanto el consumidor, a
través de la página web del proveedor, había
formulado una solicitud de compra de tres
computadores que no fue aceptada por el
proveedor por haber detectado el error en su
precio y porque no se habían cumplido
íntegramente los términos y condiciones generales de venta, que fueron conocidos por el
consumidor, ya que no se emitió por el proveedor una confirmación de pedido.26

¿Cuándo termina la oferta?

Puede terminar con la retractación y la caducidad.

¿Puedo retractarme de mi oferta?

Hay retractación cuando el oferente revoca la oferta y/o la deja sin efecto. Puede ser
tempestiva o intempestiva.

25
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 238-240.
26
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 241-242.

22
- Tempestiva: La primera, que es la única que produce efectos jurídicos, es aquella que
se hace antes de la aceptación, es decir, cuando aún no se ha formado el consentimiento.

Antes de que ocurra ese hecho no hay acuerdo de voluntades y, por lo tanto, no existe
consentimiento. Así como el oferente pudo hacer libremente su oferta, de la misma manera
puede arrepentirse mientras no haya
aceptación, mientras no surja la relación
jurídica.

Sin embargo, ya hemos visto que el artículo


99 señala dos casos en los que el oferente no
puede retractarse: 1. Cuando se ha
comprometido a esperar contestación; y 2.
Cuando se ha comprometido a no disponer
del objeto del contrato, es decir mientras no
se haya desechado la oferta, o mientras no
transcurra un determinado plazo.

En cuanto a sus efectos, dispone el artículo


100 que "la retractación tempestiva impone
al proponente la obligación de indemnizar
los gastos que la persona a quien fue encaminada la propuesta hubiere hecho, y los daños y
perjuicios que hubiere sufrido" (inciso 1º).

Esta retractación impone, pues, la responsabilidad de indemnizar daños y perjuicios.

El art. 100 es una disposición amplia, pues admite que toda revocación tempestiva de la oferta
impone al oferente la obligación de indemnizar los daños que con la revocación cause al
destinatario. La norma no exige que la revocación haya sido arbitraria o injustificada, por lo que
toda retractación, sea arbitraria o no, conlleva una reparación de los daños causados. Tampoco
requiere que el destinatario de la oferta la haya aceptado desconociendo que ella había sido
revocada oportunamente. Sin embargo, es importante destacar que esta responsabilidad sólo
surge en el caso que se trate de la oportuna revocación de una oferta revocable, siendo la
revocabilidad de la oferta la regla general de conformidad con el art. 99 del Código de
Comercio.27

¿Cuáles son los fundamentos de la responsabilidad?

En cuanto al fundamento de esta responsabilidad, muchos autores indican que la discusión


acerca del mismo no tiene trascendencia en nuestro Derecho, puesto que se trata de una
responsabilidad legal fundada en la equidad. Nos parece más preciso indicar que el art. 100 del

27
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 250-251.

23
Código de Comercio consagra un supuesto de responsabilidad precontractual, fundada en la
buena fe que debe regir la etapa previa a la celebración del contrato. Este estándar de la buena
fe objetiva se especifica en la confianza o legítima expectativa de que el contrato se concluiría,
creada en el destinatario por el oferente por el hecho de hacerle llegar su propuesta de contratar.
Si esta confianza es luego defraudada con la revocación de la oferta, nos parece lógico y justo
que se indemnicen los daños y perjuicios causados.

La norma no exige ni culpa ni dolo para que proceda la indemnización de los perjuicios causados,
por lo que no se requiere un factor subjetivo de imputación de responsabilidad; simplemente
contempla una conducta, la revocación tempestiva de la oferta, la cual, si causa daños, acarrea
una responsabilidad. Por ello consideramos que se trata de un caso de responsabilidad
precontractual objetiva, en que la sola revocación lesiva, incluso aquella que no contravenga la
buena fe, acarrea una obligación indemnizatoria. Otros, en cambio, si bien reconocen que se
trata de una responsabilidad
estricta, plantean que la
obligación de indemnizar sólo
debiera surgir en casos en que
se han infringido las exigencias
de la buena fe.

En cuanto al régimen de
responsabilidad aplicable,
estimamos que al no
establecerlo expresamente la
normativa del Código de
Comercio y considerando que
la revocación de la oferta
impide que se forme el consentimiento, se debe regir por la normativa de la responsabilidad
extracontractual del Código Civil, teniendo presente que no se requerirá de un factor subjetivo
de imputación porque se trata de una responsabilidad objetiva. Otros autores consideran que la
responsabilidad por revocación de la oferta se sujeta a las reglas de la responsabilidad contractual,
por ser la responsabilidad de derecho común. Estimamos que esta postura ha llevado a
confusiones al momento de litigar, demandando en sede contractual en supuestos en que no se
ha celebrado un contrato, por lo que debe ser rechazada. Sería deseable que, en una eventual
reforma a la normativa nacional, se siguiera el ejemplo del actual art. 1116 del Código Civil
francés, en cuanto establece expresamente que la revocación de la oferta compromete la
responsabilidad extracontractual del oferente bajo las reglas del derecho común, es decir, los arts.
1240 y 1241 del Código Civil francés que consagran el principio general de responsabilidad
extracontractual.28

28
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 252-253.

24
Indemnización de perjuicios.

Para que el oferente se vea obligado a indemnizar al destinatario de la oferta, es indispensable


que exista una relación de causalidad entre la confianza creada por la oferta revocada y los daños
y perjuicios causados al destinatario. El art. 100 inc. 1º del Código de Comercio habla en término
amplios de los "daños y perjuicios que hubiere sufrido" el destinatario de la oferta. Se ha
estimado que ellos comprenden, por ejemplo, los gastos o trabajos que éste había hecho en vistas
de la oferta, las obligaciones que contrajo con terceros en atención a la oferta, y las ocasiones
perdidas de contratar con terceros. Es claro que no se puede indemnizar el beneficio que se
habría obtenido de haberse celebrado el contrato, ya que éste corresponde al interés contractual
y aquí no se ha celebrado el contrato. Sería deseable que, en una eventual reforma a la normativa
nacional, se siguiera el ejemplo del actual art. 1116 del Código Civil francés, en cuanto establece
expresamente que la indemnización no comprende la pérdida de los beneficios esperados del
contrato29.

Jurisprudencia:

Cabe destacar una sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, de 1948, puesto que en ella
se hace un extenso desarrollo de la teoría de la responsabilidad precontractual, contemplando la
revocación de la oferta
regulada en el art. 100 del
Código de Comercio como
una de sus hipótesis. Sin
embargo, este fallo confirma el
de primera instancia,
rechazando la petición de la
parte demandante de una
indemnización de perjuicios
por la revocación tempestiva
de la oferta, con base en la
referida norma, por cuanto
considera que al tratarse de la
formación del consentimiento de un contrato civil (compraventa de un bien raíz) no cabe aplicar
las normas del Código de Comercio. Este fallo evidencia las falencias a las que lleva la aplicación
de la teoría clásica sobre formación del consentimiento.

En cambio, la jurisprudencia actual se ha inclinado por la teoría moderna. En una importante


sentencia de la Corte Suprema, se acogió la demanda de indemnización de perjuicios por
revocación de la oferta, en un caso relativo al otorgamiento de un mutuo hipotecario. Siendo el
mutuo un contrato real, ello no fue obstáculo para admitir la aplicación de la normativa sobre

29
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 253-254.

25
formación del consentimiento del Código de Comercio; entre ellas el art. 100. Se condenó al
demandado al pago de una indemnización por daño moral y por los gastos operacionales en que
incurrió el actor30.

- Intempestiva: La retractación es intempestiva cuando se hace después de que el


destinatario ha aceptado la oferta. No produce efectos jurídicos sobre la existencia y
condiciones del contrato, por cuanto el consentimiento se ha formado, y desde ese
momento rige en plenitud el artículo 1545 del Código Civil31.

Un análisis conjunto de los artículos 99 y 100 de nuestro Código de Comercio evidencian


que se acogió, como regla general, la teoría intermedia acerca del valor de la oferta. Por tanto, la
oferta no es obligatoria antes de su aceptación y por ello es, en principio, revocable. Pero si con
su revocación se causan daños y perjuicios al destinatario, se impone una responsabilidad al
oferente. La revocación o retractación de la oferta es, en sí misma, un acto jurídico a través del
cual el oferente manifiesta su voluntad de retirar la oferta realizada, antes de que se haya dado la
aceptación. Por eso se dice que es el arrepentimiento del oferente de haber formulado la oferta,
unilateralmente dejándola sin efecto como si nunca la hubiese formulado.

Es necesario distinguir entre la revocación tempestiva y la intempestiva. La revocación


tempestiva es aquella que puede hacerse, porque es factible y oportuna, y que, por consiguiente,
vale y es amparada por el Derecho. Es la que regula el art. 99 inc. 1° del Código de Comercio, al
establecer la oportunidad
para hacerla, siendo una
revocación oportuna y
efectiva la que tiene lugar
una vez enviada la oferta,
pero antes de su
aceptación, es decir,
cuando aún no se ha
formado el
consentimiento. Esta
revocación es la única que
surte efectos, es decir, que
permite al oferente dejar
sin efectos su oferta. Para
que se pueda
efectivamente revocar la oferta, la revocación no sólo debe ser oportuna, sino que, además, la
revocación debe ser expresa, porque el arrepentimiento no se presume, según lo establece el art.
99 inc. 20. Sin embargo, aunque se cumplan estos requisitos, la revocación puede acarrear una

30
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 254-255.
31
CONTRERAS STRAUCH, OSVALDO. INSTITUCIONES DEL DERECHO COMERCIAL, PÁGINAS 274-275.

26
responsabilidad para el oferente si con ella causa daños y perjuicios al destinatario, según lo
establece el art. 100 inc. 1º del Código de Comercio, La revocación intempestiva, en cambio, es
aquella que no vale porque no puede hacerse, ya que es inoportuna, y lo será cuando se hace (i)
después de que el destinatario ha aceptado la oferta, o (ii) dentro del plazo de vigencia de la
oferta cuando ella es irrevocable. En ambos casos, con la aceptación oportuna, se forma el
consentimiento y la revocación no surte efecto alguno.

El art. 99 inc. 1° segunda parte contempla los casos en que la oferta es irrevocable: (i) si al hacer
la oferta el oferente se ha obligado a esperar contestación, (ii) si al hacer la oferta el oferente se
ha obligado a no disponer del objeto del contrato, sino después de desechada la oferta, o (iii) si
al hacer la oferta el oferente se ha obligado a no disponer del objeto del contrato hasta
transcurrido un determinado plazo. Por tanto, estimamos que no basta la sola fijación de un
plazo para que la oferta sea irrevocable, pero la oferta sí lo será si el oferente indica expresamente
que su oferta es irrevocable. Cuando la oferta es irrevocable estamos frente a un reconocimiento
de la declaración unilateral de voluntad del deudor como fuente de las obligaciones, puesto que
la obligación del oferente de mantener la oferta y no revocarla nace de su sola voluntad. Siendo
la oferta irrevocable, si el oferente igualmente intentara revocarla, su revocación será
intempestiva y no surtirá ningún efecto, por lo que si hay aceptación, se formará el
consentimiento. Si el oferente se rehúsa a cumplir, se estará frente a un incumplimiento
contractual en la medida que se haya perfeccionado el contrato.

La Convención de Viena regula la revocación de la oferta en su artículo 16, estableciendo como


regla general la posibilidad de revocarla hasta que se perfeccione el contrato, pero reconociendo
que la oferta es irrevocable si así se indica, o si el destinatario podía razonablemente considerar
que la oferta era irrevocable y actuó basándose en dicha oferta. Los Principios Unidroit siguen
en este aspecto lo establecido en la Convención de Viena.

En materia de protección al consumidor, el art. 12 de la Ley No 19.496 establece la


irrevocabilidad de la oferta formulada por el proveedor. Algunos interpretan la referida norma
en cuanto a que sólo las ofertas hechas a consumidores determinados serían irrevocables,
quedando las ofertas a consumidores indeterminados sujetas a la regla general de revocabilidad
que establece el art. 29 del Código de Comercio. No participamos de esta distinción, porque el
art. 12 de la Ley No 19.496 no distingue y porque, en materia de consumidor, es claro que las
ofertas al público son obligatorias, por lo que estimamos que toda oferta hecha por un proveedor
a un consumidor es irrevocable Sin embargo, si se revocara la oferta y el consumidor la aceptara,
la sanción no sería el cumplimiento del contrato en las condiciones ofrecidas, sino que acarreará
la responsabilidad infraccional del proveedor (art. 24 de la Ley No 19.496) y el consumidor podrá
deducir acción civil de indemnización de perjuicios (art. 30 letra e) de la Ley No 19.496).

Fuera del ámbito de protección al consumidor, se entiende que la oferta electrónica (por ejemplo,
enviada por correo electrónico), se puede revocar de conformidad con las reglas del Código de

27
Comercio y su revocación puede dar lugar a la obligación de indemnizar los daños y perjuicios
causados al destinatario de la oferta (arts. 99 y 100 Código de Comercio).32

¿Cuándo caduca mi oferta?

Según concluyen los artículos 98 y 101 del CCo, son:

- La muerte del oferente, la existencia de una incapacidad legal sobreviniente, y la


insolvencia o quiebra: estas causales deben producirse antes de la aceptación para que
caduquen, toda vez que si no ocurre así, se perfecciona un vinculo jurídico.

Ahora si existe un plazo pendiente para aceptar la oferta y fallece el oferente, la


cuestión no es para nada clara pues se discute bastante y por razones obvias.

En lo pertinente a la quiebra es del caso señalar que el ámbito de aplicación se


encuentra restringido exclusivamente al procedimiento concursal de liquidación, toda
vez que en este opera el desasimiento de los bienes del deudor, y por consiguiente el
liquidador adquiere la administración de sus bienes, la insolvencia en este caso es una
prohibición legal, ya que el deudor no podrá celebrar contrato alguno respecto a sus
bienes.

- Transcurso de los plazos legales o voluntario: Si la oferta es verbal el plazo es de sólo


un momento, pues debe ser aceptada en el acto de ser conocida. Si la propuesta es hecha
por escrito, deberá ser aceptada o desechada dentro de 24 horas, si la persona a quien se
ha dirigido reside en el mismo lugar que el proponente, o a vuelta de correo, si estuviere
en otro diverso (artículo 98). Tales son los plazos legales durante los cuales la oferta
mantiene su valor. Transcurridos ellos, la aceptación resulta extemporánea, y no produce
efecto alguno. No obstante, nuestro legislador, por razones de equidad, ha impuesto al
proponente la obligación de dar pronto aviso de que la aceptación ha sido extemporánea,
bajo responsabilidad de daños y perjuicios (artículo 98 inciso 3º)33.

Entonces, siguiendo a la teoría clásica, la oferta no sólo pierde su vigencia por la revocación del
oferente, sino que también por la muerte del oferente y su incapacidad sobreviniente. La doctrina
generalmente considera estas últimas dos circunstancias (expresamente contempladas en el art.
101 del Código de Comercio) como causales de caducidad de la oferta, en cuanto, por su sola
ocurrencia y por causa independiente a la voluntad del oferente, la oferta pierde su eficacia y deja
de existir automáticamente. Algunos también agregan como causales de caducidad de la oferta
su rechazo por el destinatario y la expiración de su plazo de vigencia.

32
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 245-247.
33
CONTRERAS STRAUCH, OSVALDO. INSTITUCIONES DEL DERECHO COMERCIAL, PÁGINAS 275-276.

28
Si el oferente muere antes de que la oferta sea aceptada, no puede transmitir ninguna obligación
a sus herederos, por lo que la oferta
caduca, y si el oferente pasa a ser
incapaz antes de que la oferta sea
aceptada, ella caduca porque su autor
ya no puede mantenerla. Aunque no
lo mencione expresamente el art. 101
del Código de Comercio, también se
ha entendido que si el destinatario de
la oferta fallece o se hace incapaz
antes de dar su aceptación, sus
herederos o su representante legal,
respectivamente, no pueden aceptar
en su nombre, ya que el derecho de aceptar no es transmisible ni transferible, por lo que el
consentimiento tampoco podría formarse.

En caso de que se trate de una oferta irrevocable (en los casos contemplados en el art. 99 del
Código de Comercio), ha surgido la pregunta de si ésta también caduca por la muerte o
incapacidad sobreviniente del oferente. La mayoría de la doctrina nacional estima que toda
oferta, sea revocable o irrevocable, caduca por dichas causales porque el art. 101 habla de la
oferta sin distinción y porque el art. 99 sólo excepciona a las ofertas irrevocables de extinguirse
por la revocación, pero nada dice acerca de su caducidad, por lo que rige la regla general del art.
101.

Nuestro Código de Comercio no contempla la posibilidad de que se imponga una


responsabilidad a los herederos o al representante legal del oferente, si no informan al
destinatario de la oferta que ésta ha caducado. La doctrina nacional mayoritariamente estima que
no procede una indemnización, porque las sanciones son de excepción y el art. 100 sólo la
establece para el caso de revocación de la oferta. Sin embargo, consideramos que nada obsta a
que se configure este supuesto de responsabilidad precontractual con base en la normativa de la
responsabilidad extracontractual del Código Civil.

La Convención de Viena y los Principios Unidroit no se refieren a la muerte del oferente ni a su


incapacidad sobreviniente, con lo que se entiende, mayoritariamente, que no las contemplan ni
operan como causales de caducidad.34

¿Qué ocurre con las ofertas indeterminadas?

El art. 105 del Código de Comercio ha generado dificultades y divisiones en la doctrina en cuanto
a su interpretación. Una postura, que compartimos, estima que esta norma, en ambos incisos,

34
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 247-259.

29
regula las ofertas indeterminadas" que se contienen en la publicidad (circulares, catálogos, notas
de precios corrientes, prospectos, o cualquiera otra especie de anuncios impreso). El que sea
indeterminado significa que son incompletas, por lo que no son verdaderas ofertas. El inc. 1° se
refiere a casos en que estas "ofertas" se dirigen a personas indeterminadas, indicando que ellas
no son obligatorias para el que las hace, lo cual es lógico porque no se trata de verdaderas ofertas.
El inc. 2°, en cambio, se refiere a casos en que los "anuncios" se dirigen a personas determinadas,
estableciendo ciertas condiciones copulativas bajo las cuales tendrían valor: (i) que no hayan sido
enajenados los efectos ofrecidos, (ii) que no hayan sufrido alteración en su precio, y (iii) que
existan en el domicilio del oferente. Estas condiciones demuestran que, en realidad, estas
“ofertas" indeterminadas dirigidas a personas determinadas tienen un valor meramente teórico
y no son verdaderas ofertas, pues el oferente en cualquier momento se puede desligar de la oferta,
sin incurrir en responsabilidad, no cumpliendo con alguna de las referidas condiciones (por
ejemplo, retirando los objetos de su domicilio o variando el precio) Se trata, tal como lo dice el
inciso 2°, de anuncios publicitarios.

Sin embargo, otra postura considera que el art. 105 está regulando verdaderas ofertas y dispone,
en su inciso 1º, que cuando son hechas a persona indeterminadas, no tienen valor. Es decir, de
esta norma deducen que
las ofertas hechas a
personas indeterminadas
no tienen valor y que se
trata de simples
invitaciones a negociar.
Otra variante postula que parece desprenderse del artículo 105 que las ofertas dirigidas a persona
indeterminada son ofertas sujetas a reservas tácitas. Incluso, algunos consideran que un requisito
adicional de toda oferta es que sea dirigida a persona determinada. No participamos de esta
opinión, según lo ya explicado.

Las normas sobre formación del consentimiento del Código de Comercio no establecen como
requisito que las ofertas sean dirigidas a personas determinadas ni les niegan valor a las ofertas
dirigidas a personas indeterminadas, puesto que el art. 105 no está regulando verdaderas ofertas.
En términos precisos, participamos de la opinión de que toda oferta, sea que se dirija a una
persona determinada o a personas indeterminadas, es válida como oferta, en la medida que
cumpla con los requisitos propios de toda oferta. En cambio, si la "oferta" es indeterminada, no
es una verdadera oferta, por lo que no tendrá el valor de tal, sea que se dirija a una persona
determinada o a personas indeterminadas, según lo establece el art. 105.

Algunos relacionan lo establecido en el art. 105 del Código de Comercio con el art. 14 de la
Convención de Viena, en cuanto su No 1 pareciera exigir como requisito de la oferta el que sea
dirigida a persona determinada y su N° 2 indica que:

30
"Toda propuesta no dirigida a una o varias personas determinadas será considerada como una
simple invitación o hacer ofertas, a menos que la persona que haga la propuesta indique
claramente lo contrario".

Estimamos que las reglas del art. 105 del Código de Comercio y del art. 14 de la Convención de
Viena son diferentes. El art. 14 de la Convención claramente considera, como regla general, que
es un requisito que la oferta sea hecha a persona determinada y que sólo excepcionalmente una
oferta dirigida a personas indeterminadas tendrá el valor de una oferta. La normativa nacional,
en cambio, no exige como requisito para el valor de una oferta el que sea dirigido a persona
determinada. El art. 105 se limita a regular anuncios publicitarios que no son verdaderas ofertas,
no porque se dirijan a personas indeterminadas, sino porque no cumplen con los requisitos para
el valor de toda oferta de ser seria y completa. Precisamente por ello el art. 105 en su inc. 1º
habla de ofertas "indeterminadas".

El art. 1114 del Código Civil francés


establece expresamente que la oferta puede
ser hecha a una persona determinada o a una
persona indeterminada; lo relevante para que
constituya una oferta es que cumpla con los
requisitos de las ofertas, es decir, que sea
completa (que incluya los elementos
esenciales del contrato previsto) y que sea
seria (que manifieste la voluntad de su autor
de quedar obligado en caso de aceptación). Si
no se cumplen estos requisitos, sea que se
haya dirigido a persona determinada o a
persona indeterminada, no hay una oferta
sino sólo hay una invitación para entablar
negociaciones. Esta norma nos parece
particularmente esclarecedora y podría servir como inspiración para una eventual reforma de
esta materia en nuestro país.

Coincidimos con Puelma, quien hace más de 20 años planteó la necesidad de modificar o
reemplazar el art. 105 del Código de Comercio chileno por una o más normas que dejen
claramente establecido, por una parte, que las ofertas hechas a personas indeterminadas (también
llamadas "Ofertas al público") tienen igual valor que las ofertas hechas a personas determinadas
y que, por otro lado, las ofertas incompletas o indeterminadas, sean hechas a personas
determinadas o indeterminadas, no son verdaderas ofertas porque carecen del requisito de ser
completas, sin perjuicio de que se puedan considerar como invitaciones a negociar.35

35
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 274-277.

31
b. La aceptación.

La aceptación es también un acto jurídico unilateral, por medio del cual el destinatario
de una oferta la admite, consintiendo, por lo tanto, en la celebración del negocio jurídico que le
ha sido propuesto.

Puede ser expresa o tácita.

Es expresa cuando se da en
términos formales y explícitos. Es
tácita cuando se deduce de ciertos
actos del destinatario que revelan su
propósito de aceptar el contrato en
los términos que le ha sido
propuesto, como, por ejemplo, el
envío de las mercaderías que se le ha
ofrecido comprar. Esta aceptación
produce los mismos efectos y está
sujeta a las mismas reglas que la
expresa (artículo 103)36.

Sus requisitos son:

- Debe darse mientras la oferta se encuentra vigente: es decir antes de que mediare
retractación o caducidad.

- Debe ser oportuna: si la oferta es verbal, la aceptación debe darse inmediatamente de


hecha aquélla (artículo 97). Si la oferta es escrita, hay que distinguir entre si el destinatario
está en el mismo lugar del oferente, caso en el que debe darse la aceptación dentro de 24
horas. Si el destinatario está en otro lugar distinto, la aceptación debe darse a vuelta de
correo (artículo 98). Si la aceptación es extemporánea la oferta se entenderá por no
hecha.

- Debe ser pura y simple: la aceptación debe aceptar la oferta completa, conforme
dispone el artículo 102 CCo37, la aceptación condicional equivale a una nueva propuesta,
realizándose consigo el respectivo cambio de roles.

36
CONTRERAS STRAUCH, OSVALDO. INSTITUCIONES DEL DERECHO COMERCIAL, PÁGINAS 277-278.
37
ARTÍCULO 102 CCO: “LA ACEPTACIÓN CONDICIONAL SERÁ CONSIDERADA COMO UNA PROPUESTA.”

32
En nuestro derecho, el consentimiento se forma cuando coinciden perfectamente la aceptación
y la oferta en cualquiera de sus formas. Pero se da el problema de determinar en qué momento
se produce esa coincidencia.

La Contraoferta.

De la combinación de los artículos 101 y 102 del Código de Comercio, se entiende que se acoge
la "regla del espejo", es decir, que sólo se forma el consentimiento cuando la aceptación es pura
y simple, existiendo una identificación absoluta entre oferta y aceptación. Por tanto, ello lleva a
que cualquier diferencia entre la oferta y la aceptación, por menor que sea, impedirá la formación
del acuerdo. A ello se refiere el art. 102 con la expresión "aceptación condicional, la cual no
permite formar el consentimiento, pero tiene el valor de una oferta (contraoferta), pasando a
cambiar los papeles de los intervinientes, en cuanto el aceptante pasa a ser oferente y el oferente
original pasa a ser destinatario.

Por su parte, se plantea que, si una oferta propone la celebración de más de un contrato, es
posible que se dé una aceptación parcial, en cuanto se acepte sólo uno o algunos de los contratos
ofrecidos. Esta aceptación parcial tendría la calidad de pura y simple respecto de los contratos
que se acepta celebrar, por lo que permitiría la formación del consentimiento.

Respecto de ofertas sujetas a reserva, se ha entendido que la aceptación se mira como una
contrapropuesta, la cual debe ser aceptada por el autor inicial de la oferta para que el contrato se
entienda celebrado.38

La aceptación tácita.

El artículo 103 consagra la regla general


en nuestro Derecho privado de que la
voluntad tácita tiene igual valor que la
voluntad expresa. La aceptación tácita
es aquella que se desprende de un
comportamiento que revela
inequívocamente la aquiescencia o
asentimiento a la oferta. Se ha entendido
que la aceptación tácita supone que el
aceptante realice actos que, calificados
objetivamente, signifiquen conformidad
con la oferta.

El legislador, respecto de ciertos actos, ha establecido qué se entiende por aceptación tácita. Así,
por ejemplo, en el art. 1241 del Código Civil, indica que la aceptación de la herencia puede ser

38
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 266-267.

33
expresa o tácita y "es tácita cuando el heredero ejecuta un acto que supone necesariamente su
intención de aceptar, y que no hubiera tenido derecho de ejecutar, sino en su calidad de
heredero". El art. 1244 del mismo Código contempla como ejemplo de aceptación tácita de la
herencia, la enajenación de cualquier efecto hereditario, si no ha sido autorizada por el juez a
petición del heredero, protestando este último que no es su ánimo obligarse como heredero.
Respecto del contrato de mandato, el art. 2124 inc. 1º del Código Civil establece que éste se
reputa perfecto por la aceptación del mandatario, la cual puede ser expresa o tácita. Luego, en
su inc. 2º, dispone que la "aceptación tácita es todo acto en ejecución del mandato”. Por su parte, el art.
245 del Código de Comercio reconoce que la comisión (un tipo de mandato comercial) puede
ser aceptada expresa o tácitamente.39

¿Es lo mismo la aceptación tácita y el silencio?

La aceptación tácita no debe confundirse con el silencio, ya que, por regla general, el silencio por
sí solo no constituye una manifestación de voluntad en ningún sentido. Por tanto, si el
destinatario guarda absoluto silencio frente a la oferta, se aplica la regla general en Derecho de
que "el que calla, no dice nada". Sin embargo, hay casos en los que, excepcionalmente, el silencio
tiene valor como manifestación de voluntad. En primer lugar está el "silencio legal", es decir,
casos en que la ley atribuye al silencio un determinado significado como expresión de voluntad.
Un ejemplo se encuentra en el
art. 2125 del Código Civil, en
virtud del cual, si se trata de
personas que por su profesión u
oficio se encargan de negocios
ajenos, ellas están obligadas a
declarar lo más pronto posible si
aceptan o no el encargo que una
persona ausente les hace y,
transcurrido un término
razonable, su silencio constituye
aceptación del mandato. En
segundo lugar, las partes pueden
atribuir al silencio un
determinado significado como
expresión de voluntad (lo que se
llama el "silencio
convencional"); por ejemplo, mediante cláusulas de renovación automática en contratos de
tracto sucesivo. Finalmente, se ha conceptualizado el "silencio circunstanciado" como aquel
silencio que se da en un contexto en que, por las circunstancias de hecho del caso, se puede
atribuir al silencio el valor de manifestación de voluntad. Se dice que son las circunstancias que

39
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 269.

34
rodean la situación en que se encuentra el que mantiene el silencio las que "hablan" por él y le
confieren un significado a su silencio. El silencio circunstanciado cobra particular relevancia en
la práctica mercantil.

En materia de protección de consumidores, en cambio, el art. 3º a) de la Ley N° 19.496


expresamente establece que " El silencio no constituye aceptación en los actos de consumo" y
la misma ley no contiene reglas que regulen el consentimiento tácito. Por tanto, se podría aplicar
el art. 103 del Código de Comercio, que admite la aceptación tácita, siempre y cuando conste de
manera inequívoca que el consumidor está manifestando su voluntad de obligarse. En este
ámbito se hace particularmente importante establecer el límite entre el silencio y la aceptación
tácita del consumidor, puesto que la ley lo que busca es proteger al consumidor frente a la
eventual imposición de cláusulas abusivas por parte de los proveedores, en los contratos de
adhesión que éstos redactan y ofrecen a los consumidores.40

Jurisprudencia:

Se ha fallado que la aceptación tácita se sujeta a las mismas reglas que la expresa, por lo que,
si la persona a quien se hubiere dirigido la oferta residiere en un lugar diverso que el oferente, la
aceptación debe efectuarse a vuelta de correo, aplicando la regla del art. 98 del Código de
Comercio. En la misma causa se consideró que la entrega de las mercaderías a la compañía
naviera para ser transportadas constituyó una aceptación tácita, con la cual se formó el
consentimiento.41

c. Momento en que se forma el consentimiento.

Lo anterior dependerá de las diversas doctrinas existentes:

- Teoría de la declaración de voluntad de aceptación: el consentimiento se forma


cuando la persona a quien va dirigida la oferta toma conocimiento de ella y le da su
aceptación.

- Teoría de la expedición: el consentimiento se forma al entregar el aceptante su carta


de respuesta a los servicios de correo.

- Teoría del conocimiento: el consentimiento se forma cuando cada parte conoce la


voluntad de la otra.

- Teoría de la recepción: el consentimiento se forma en el momento que el oferente


recibe la carta de respuesta.

40
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 245-247.
41
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINA 271.

35
Tradicionalmente la doctrina nacional ha sostenido que nuestro Código de Comercio acepta la
primera de las doctrinas enunciadas, la de la aceptación. Así se desprendería del artículo 101:
"Dada la contestación, si en ella se aprobare pura y simplemente la propuesta, el contrato queda
en el acto perfeccionado y produce todos sus efectos legales, a no ser que antes de darse la
respuesta ocurra la retractación, muerte o incapacidad legal del proponente"42.

Todo lo anterior sin perjuicio de que don Osvaldo Contreras Strauch considera que la cuestión
es a lo menos debatible.

La doctrina suele distinguir entre contratos entre presentes y contratos entre ausentes, siendo los
primeros aquellos en que la aceptación puede ser conocida por el oferente inmediatamente de
ser emitida, y los segundos aquellos en que la aceptación puede ser conocida por el oferente sólo
después de cierto tiempo, más o menos largo, de ser emitida. La doctrina comparada ha
formulado distintas teorías para determinar cuándo tiene lugar la formación del consentimiento
en contratos entre ausentes, distinguiendo entre la teoría de la emisión, de la expedición, de la
recepción y del conocimiento de la aceptación. En nuestra doctrina hay unanimidad en cuanto a
que la teoría que ha sido acogida por nuestro legislador, particularmente en el artículo 101, es la
teoría de la emisión o declaración de la aceptación, sea que se trate de contratos entre ausentes
o entre presentes. Ello se
evidencia en la expresión "dar"
la aceptación que utiliza el
mismo artículo ("Dada la
contestación" y "antes de darse
la respuesta"') y en otras
normas relativas a la formación
del consentimiento del Código
de Comercio (art. 99, en canto
dice "la aceptación", art. 104, al
indicar "aceptado la
propuesta" y art. 106, "desde el
momento en que los
interesados aceptaren"). Se
suele mencionar como
excepción el art. 1412 del Código Civil, el cual estaría acogiendo la teoría del conocimiento de la
aceptación, en materia de donaciones entre vivos.

En el Derecho civil francés, tras la reforma al Code Civil del 2016, se acogió la doctrina de la
recepción en el art. 1121. En la contratación internacional, la Convención de Viena acoge la
teoría de la recepción en su art. 18 N° 2 pero en el N° 3 del mismo artículo admite que el
destinatario puede indicar su asentimiento ejecutando un acto, sin comunicación al oferente, en

42
CONTRERAS STRAUCH, OSVALDO. INSTITUCIONES DEL DERECHO COMERCIAL, PÁGINA 281.

36
cuyo caso la aceptación surtirá efecto en el momento en que se ejecute ese acto. Por su parte,
los Principios Unidroit siguen en este aspecto lo establecido en la Convención de Viena43.

Empleo de medios remotos de comunicación:

En principio, el contrato electrónico se perfecciona como cualquier contrato consensual, es


decir, mediante el consentimiento de los contratantes manifestado por el concurso de la oferta
y la aceptación. Si se emplean medios remotos o electrónicos de comunicación, rigen las reglas
del Código de Comercio, por lo que el momento de la formación del consentimiento es el de la
emisión de la aceptación.

Sin embargo, en materia de consumidor, el art. 12 A inc. 1° de la Ley No 19.496 sujeta la


formación del consentimiento en contratos celebrados por medios electrónicos, y en contratos
en que se aceptare una oferta realizada a través de catálogos, avisos o cualquiera otra forma de
comunicación a distancia, a que el
consumidor haya tenido previamente un
acceso claro, comprensible e inequívoco
de las condiciones generales del contrato
y la posibilidad de almacenarlos o
imprimirlos. Estimamos que aquí se
puede presentar una excepción a la regla
de la emisión de la declaración para
entender formado el consentimiento.

Respecto de estos contratos también es


aplicable el art. 32 de la Ley N° 19.496 que
establece ciertos deberes de información
para el proveedor, siendo particularmente
relevante, en relación con la formación del
consentimiento, el que "el proveedor deberá informar, de manera inequívoca y fácilmente
accesible, los pasos que deben seguirse para celebrarlos".

El Derecho uniforme del comercio internacional no se refiere a la determinación del momento


ni del lugar de la perfección del contrato celebrado por medios electrónicos. Sin embargo, en el
comercio internacional, en relación con el momento de la formación del consentimiento, se
tiende a considerar que el consentimiento se entiende formado en el momento en que llega la
respuesta que contiene la aceptación de la oferta, 133 es decir, en el momento de la recepción
del mensaje de datos conteniendo la aceptación de la oferta.44

43
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 256-257.
44
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 258-259.

37
Celebración o perfeccionamiento del contrato.

El artículo 101 de nuestro Código de Comercio, al regular el momento en que se forma el


consentimiento, lo hace de manera indirecta al decir que con la aceptación (que cumple con
todos los requisitos ya señalados) "el contrato queda en el acto perfeccionado". Ello sólo es
correcto cuando se trata de un contrato consensual, porque precisamente los contratos
consensuales son aquellos que se perfeccionan por el solo consentimiento. Por tanto, es
necesario volver sobre las diferencias entre la doctrina clásica y la moderna en relación con la
formación del consentimiento. Para la doctrina clásica hay una identificación entre la formación
del consentimiento y la celebración o perfección del contrato. Por tanto, respecto de los
contratos reales y de los solemnes, considera que el consentimiento se forma solamente con la
tradición o con el
cumplimiento de la
solemnidad de que se
trate, respectivamente.
Por ende, sostiene que
las normas del Código
de Comercio relativas a
la formación del
consentimiento sólo
rigen la formación del
consentimiento de
contratos consensuales,
pero no de contratos
reales o solemnes, ya que así lo evidenciaría el artículo 101 del Código de Comercio, al decir que
"Dada la contestación... el contrato queda en el acto perfeccionado y produce todos sus efectos legales...”. La
doctrina moderna, en cambio, de la cual participamos, distingue entre la formación del
consentimiento y la celebración o perfección del contrato como dos momentos que pueden
darse simultáneamente, como ocurre en los contratos consensuales, o que se presentan en
secuencia, que es lo que ocurre en los contratos reales y en los contratos solemnes. Así, en los
contratos reales y en los contratos solemnes la formación del consentimiento y la perfección del
contrato no serán coincidentes, sino que necesariamente la formación del consentimiento
precederá a la perfección del contrato, pudiendo el lapso de tiempo que transcurra entre estos
momentos variar en cada caso particular. Por tanto, respecto de contratos reales y contratos
solemnes, el consentimiento (el acuerdo de voluntades) puede quedar plenamente formado antes
de que se proceda a la entrega o se cumpla con la solemnidad, sólo que este consentimiento es
ineficaz para perfeccionar el contrato, lo cual sólo ocurrirá cuando se proceda a la entrega o se
cumpla con la solemnidad. De esta manera, para la doctrina moderna, los artículos 97 a 106 del
Código de Comercio rigen la formación del consentimiento tanto para los contratos
consensuales como para los contratos reales y solemnes, va que todos ellos necesitan del
consentimiento como requisito para su existencia, y este consentimiento se forma de la misma
manera en estas tres clases de contratos. Cosa distinta son los efectos que dicho consentimiento

38
pueda producir: perfeccionar el contrato consensual, o evidenciar que es tal el grado de avance
en el proceso de formación de un contrato real o solemne, que si una de las partes se niega a
perfeccionarlo, podrá incurrir en responsabilidad precontractual en sede extracontractual, o en
responsabilidad contractual en caso de que se haya celebrado un acuerdo preliminar de carácter
contractual.

Sin embargo, este debate no se encuentra zanjado en la doctrina chilena actual, sosteniendo aun
algunos autores que las normas de los artículos 97 a 106 del Código de Comercio sólo rigen la
formación del consentimiento de los contratos consensuales, porque sólo en ellos puede
plantearse el problema de determinar en qué momento y lugar se ha formado el contrato y por
la redacción textual del artículo 101 en cuanto dice que "el contrato queda en el acto perfeccionado”. No
participamos de esta opinión por las razones que ya hemos dado y, agregamos, que en todo
contrato se hace necesario determinar cuándo se ha formado el consentimiento, para lo cual se
deben aplicar las normas de los artículos 97 a 106 del Código de Comercio, entendiendo que
cuando el artículo 101 dice "el contrato queda en el acto perfeccionado", ello es correcto respecto
de los contratos consensuales, mientras que cuando se trata de contratos reales y de contratos
solemnes, es necesario entender dicha norma como diciendo " el consentimiento queda en el
acto perfeccionado. Reconocemos que sería deseable que este artículo fuera modificado en este
sentido por una reforma legal, para evitar absurdos como, por ejemplo, pensar que puede haber
responsabilidad por la revocación de una oferta de compraventa de cosa mueble, pero no podría
haber responsabilidad por revocación de una oferta de compraventa de un inmueble, ya que la
normativa del Código de Comercio que establece la responsabilidad por revocación de la oferta
sólo sería aplicable a contratos consensuales y no a contratos solemnes.45

¿Qué significa “cierre de negocios?

La importancia de la distinción conceptual entre la formación del consentimiento y la celebración


o perfección del contrato, se ha
visto reflejada en la discusión que se
ha generado en torno al llamado
"cierre de negocios" el cual, para
algunos autores, es precisamente el
acuerdo de voluntades (el
consentimiento) de celebrar un
contrato real o un contrato solemne
en que no se ha cumplido aún con
la entrega o con la solemnidad que,
respectivamente, permitirán
perfeccionar el contrato. Una de las
problemáticas que se suscita es determinar la naturaleza de la responsabilidad que puede surgir

45
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 259-261.

39
en caso de que una de las partes se rehúse a perfeccionar el contrato, negándose a proceder a la
entrega o a otorgar la solemnidad correspondiente. En la opinión de Rosende, el cierre de
negocios constituiría una relación cuasicontractual que generaría una responsabilidad
precontractual que obliga a indemnizar daños y perjuicios en caso de retractación;
responsabilidad que emanaría de los principios del Código de Comercio sobre formación del
consentimiento, los cuales constituirían el Derecho común en materia de responsabilidad
precontractual, y se regiría por las reglas de la responsabilidad contractual. Para Ducci, en
cambio, una vez formado el consentimiento, el incumplimiento de lo acordado al no concurrir
a otorgar la formalidad con la cual nacerá el contrato, constituye un delito o cuasidelito civil,
generándose un caso de responsabilidad precontractual que se regirá por la normativa de la
responsabilidad extracontractual. En nuestra opinión, es tos supuestos conforman un grupo
particular de casos de responsabilidad precontractual, que podemos denominar como
"responsabilidad precontractual por la negativa de perfeccionar un contrato solemne"
Coincidimos con que la responsabilidad tendrá carácter extracontractual, a menos que se haya
celebrado un contrato de promesa u otro acuerdo preliminar que tenga el carácter de contrato,
en cuyo caso, la responsabilidad será contractual por incumplimiento de un contrato. Así lo ha
reconocido la jurisprudencia, según se verá a continuación.46

¿Qué ocurre si el contrato es propuesto por intermediario de corredor?

Esta norma regula el supuesto de que intervenga un corredor como intermediario entre las partes
que están interesadas en contratar. Los corredores de comercio están regulados en el Título III
del Libro I del Código de Comercio. Si bien el art. 48 los define como "oficiales públicos instituidos
por la ley para dispensar
su mediación asalariada a
los comerciantes y
facilitarles la conclusión
de sus contratos”, en la
actualidad no existen
corredores que sean
oficiales públicos,
sino que solamente
existen corredores
privados. La práctica
mercantil ha dado amplia aplicación al art. 80 del Código de Comercio, el cual deja abierta la
posibilidad para que existan corredores particulares y privados. El corredor generalmente es un
simple intermediario que ayuda a las partes a concluir sus negocios y sólo en forma excepcional
puede representar a una o a ambas, si es que se le ha conferido poder para tal efecto.

46
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 261-262.

40
Se critica el art. 106 del Código de Comercio por ser innecesario, por cuanto repite la regla del
art. 101 de que el consentimiento se forma con la aceptación pura y simple de la oferta, pero
para el caso especial de que el contrato haya sido celebrado a través de un corredor.

Algunos han planteado que es necesario distinguir según si el corredor actúa en representación
de una o ambas partes, o si actúa como mero intermediario. En el primer caso, las reglas sobre
formación del consentimiento del Código de Comercio se aplican y no sufren variación, ya que
el contrato celebrado por medio de representante es como si hubiese sido celebrado por las
partes mismas. En el segundo caso, tendría aplicación el art. 106 del Código de Comercio, el cual
considera que, como el contrato se celebra entre los interesados, se tendrá por celebrado desde
el momento en que los
interesados acepten pura y
simplemente la oferta.
Pareciera entonces que la
distinción no es relevante por
cuanto lleva a la aplicación de
las mismas reglas,
particularmente con respecto
a la determinación del
momento de la formación del
consentimiento, con la
emisión de la aceptación. En
este sentido, la crítica a la
norma de ser meramente
repetitiva sería válida.

Sin embargo, creemos que


puede haber alguna relevancia
en lo que dice el art. 106 en cuanto indica que el contrato "se tendrá por perfecto desde el momento en
que los interesados aceptaren pura y simplemente la propuesta". Más allá de repetir la imprecisión del art.
101 en cuanto a que esto sólo es efectivo cuando se trate de contratos consensuales, pareciera
exigir la aceptación de ambos interesados (pensemos, por ejemplo, en un comprador y un
vendedor), porque el corredor, como mero intermediario, estaría ofreciéndoles a ambos celebrar
la compraventa. De esta forma, se requeriría de dos aceptaciones, una de cada parte que está
celebrando el contrato (la del comprador y la del vendedor), con lo que, en realidad, el
consentimiento se debiera entender formado con la última aceptación (porque es posible que las
aceptaciones no se den en el mismo momento), ya que sólo entonces habrán aceptado “los
interesados" pura y simplemente la propuesta.47

47
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 279-280.

41
Jurisprudencia.

Si bien se han encontrado causas que se relacionan con la formación del consentimiento, en las
que han intervenido corredores como mediadores para la celebración de un contrato, los
aspectos que se han discutido no dicen relación con la aplicación del art. 106 del Código de
Comercio. En muchos casos esta norma ni siquiera se menciona o sólo se menciona al pasar,
porque los temas en discusión son otros como, por ejemplo, si procede una indemnización de
perjuicios por la ruptura de negociaciones, la formación del consentimiento respecto del monto
de la comisión del corredor, o la procedencia de una indemnización de perjuicios pactada en una
cláusula penal. La ausencia de discusión sobre lo dispuesto en el art. 106 parece evidenciar que
esta norma no ha tenido relevancia en la práctica.48

d. Lugar en que se forma el consentimiento.

Esta materia reviste importancia práctica considerable, toda vez que del dependerá que
tribunal será competente y la legislación aplicable, la solución que da el Código de Comercio
respecto al lugar donde se entiende formado el consentimiento está establecido en el art. 104, el
cual expresa lo
siguiente:
"Residiendo los
interesados en distintos
lugares, se entenderá
celebrado el contrato,
para todos los efectos
legales, en el de la
residencia del que
hubiere aceptado la
propuesta primitiva o
la propuesta
modificada". O sea, una vez más, el Código distingue entre la oferta original y la contraproposición
que, en definitiva, es aceptada; por lo tanto, si solamente hay dos actos, una oferta y una
aceptación, vale decir, cuando no hay regateo de ninguna especie, está claro que el lugar de
formación del consentimiento es el lugar de residencia de quien aceptó dicha oferta, es decir, del
aceptante.

Resulta necesario advertir que esta cuestión tiene importancia cuando los contratantes tienen un
domicilio diferente, y que de ello deriva la disyuntiva de determinar la ley aplicable o el tribunal
competente o ambas cosas a la vez49.

48
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 280-281.
49
CONTRERAS STRAUCH, OSVALDO. INSTITUCIONES DEL DERECHO COMERCIAL, PÁGINAS 281-282.

42
La norma en comento determina expresamente el lugar en que se forma el consentimiento,
acogiendo la teoría de la aceptación, al igual que el art. 101 en relación con el momento en que
se forma el consentimiento. Sin embargo, el art. 104 no establece que el lugar en que se forma el
consentimiento sea aquel en que se dio la aceptación, sino que dispone que, residiendo los
interesados en distintos lugares, se entenderá "celebrado el contrato" en el de la residencia del
aceptante, sea que se trate del aceptante de la oferta original o del aceptante de la contraoferta.
Al igual que el art. 101 lo hace respecto del momento, el art. 104 regula el lugar en que se forma
el consentimiento de manera indirecta, al decir que se entenderá "celebrado el contrato". Ello
sólo es correcto cuando se trata de un contrato consensual, porque precisamente los contratos
consensuales son aquellos que se perfeccionan por el solo consentimiento. Estimamos que, en
una eventual reforma, sería deseable que esta norma se redactará en términos de que se entenderá
"formado el consentimiento en el lugar en que se dio la aceptación, para hacer la norma
verdaderamente congruente con la teoría de la aceptación que acoge el Código de Comercio.

El art. 104 es una norma de carácter dispositivo, por lo que se aplicará en caso de que las partes
no hayan fijado el lugar de celebración del contrato en el mismo.

La determinación del momento y del lugar de la formación del consentimiento es cuestión de


derecho.

El actual art. 1121 del Código Civil francés, introducido tras la reforma del 2016, dispone que la
ley repute como lugar de la formación del consentimiento el del lugar donde la aceptación es
recibida. Ello es concordante con la teoría de la recepción que se adoptó en el mismo artículo
respecto del momento de la formación del consentimiento. La Convención de Viena y los
Principios Unidroit no se refieren al lugar de la formación del consentimiento.50

50
VÁSQUEZ PALMA, MARÍA, CÓDIGO DE COMERCIO CHILENO COMENTADO, PÁGINAS 272-273.

43

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