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3 APROXIMACIÓN A LOS CUIDADOS AL COLECTIVO LGTBIQ+

Se estima que España es el segundo país europeo con más población LGTBIQ+

después de Alemania. En los últimos años, este colectivo ha adquirido mayor visibilidad

y aceptación por la mayor parte de la población. Sin embargo, noticias recientes nos

demuestran que esta aceptación de la que hablamos no ha sido conseguida en su

totalidad.

En la comunidad andaluza, según el Observatorio Andaluz contra la Homofobia,

Bifobia y Transfobia, en 2021, se documentaron un total de 367 agresiones dirigidas

al colectivo. De estas, un 32% fueron llevadas a cabo contra personas trans.

Atendiendo a la motivación del incidente, la transfobia aumenta considerablemente

del 10% al 28% con respecto a los datos del año anterior. Por otro lado, existen

antecedentes mediáticos, como el de que en 2018 un joven de 16 años se suicidara

tras haber solicitado reconocer su verdadera identidad de género.

En cuanto a profesionales de la salud, se estima que en el plan de estudios de

Enfermería se suelen dedicar unas 5 horas de enseñanza sobre este colectivo,

centradas, principalmente, en las infecciones de transmisión sexual y en la

adherencia al tratamiento. Por otro lado, no es fácil encontrar formación de

postgrado sobre identidad de género o minorías sexuales.

Real Academia Española, el género se denomina como el grupo al que

pertenecen los seres humanos de cada sexo, entendido este desde un punto de

vista sociocultural en lugar de, exclusivamente, biológico. La Organización Mundial

de la Salud, por su parte, ofrece su propia de nición: los roles socialmente

construidos, comportamientos, actividades y atributos que una sociedad

considera como apropiados para hombres y mujeres . En ambas propuestas, el

género únicamente se contempla en sentido binario, y de ahí surge la necesidad

de de nir la identidad de género como la percepción subjetiva que tiene cada

persona en cuanto a su propio género.


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Las llamadas minorías sexuales podemos englobarlas dentro de lo que conocemos

como el colectivo LGTBIQ+ y, en este acrónimo, podríamos añadir otras muchas

letras pertenecientes a diferentes grupos. Indagando en el estado actual referido a

esta población, observamos cómo los miembros del colectivo LGTBIQ+ se encuentran

sometidos a niveles de discriminación y rechazo en diferentes aspectos de su

vida, lo cual viene marcado por la presencia de estereotipos y prejuicios,

estigmatización, homonegatividad, incluyendo homofobia, heterosexismo y

transfobia. Todo esto trae consigo que los niveles de ansiedad, depresión, estrés

crónico, consumo de sustancias y riesgo de conductas auto lesivas sea mayor

que en el resto de la población̶además de un mayor riesgo de sufrir otros

problemas de salud, como la aparición de diferentes tipos de cáncer̶.

Estudios recientes prueban que la población LGTBIQ+ presenta desigualdades en

el terreno de la sanidad respecto al resto de la población, dando lugar a que

realicen un menor uso de la atención sanitaria ̶entre otras cosas, por el temor a ser

discriminados al mostrar su identidad de género o su orientación sexua. La

disciplina enfermera y sus profesionales tienen la obligación de atender las

necesidades de salud de este colectivo, adoptando un cuidado inclusivo y

culturalmente competente, así como prestar atención a todas las dimensiones de la

persona, velando por el respeto debido a los derechos y dignidad de cualquier

paciente, sin realizar ningún tipo de distinción.

Importante papel del movimiento asociativo / tercer sector que trabaja desde, con

y para las personas trans y sus familias, promoviendo modelos y referencias

saludables (dentro y fuera del colectivo), así como la concienciación y denuncia

frente a cualquier manifestación transfóbica. En este ámbito destacan la

Federación Andaluza LGBT y ARCO IRIS, FEDERACIÓN ANDALUZA LGBTI+. Un

ejemplo asociativo a nivel provincial lo constituye, en Córdoba, Todes Transformando,

creada para el conocimiento y la normalización de la realidad trans .

Nivel de información y formación de profesionales de enfermería sobre la

comunidad LGTBIQ+ en lo que al cuidado se re ere. Los hallazgos muestran que


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existe una alarmante falta de conocimiento sobre el cuidado del colectivo

LGTBIQ+ tanto por parte del personal sanitario como del estudiantado de enfermería

que aún no han nalizado su enseñanza de grado. Las áreas de conocimiento que

presentan una mayor carencia son la terminología y las técnicas de

comunicación adecuadas a la hora de preguntar a cerca de la identidad

sexual/de género y la orientación sexual. Las y los profesionales de enfermería

son conscientes de que existen estas carencias y, en su mayor parte, presenta

motivación para obtener la información necesaria para el desarrollo del cuidado de

esta colectividad, requiriendo una mayor formación especí ca por parte de las

instituciones donde desarrollan su labor asistencial. Por su parte, el estudiantado

reclama cambios en el curriculum del plan de estudios de la disciplina. Algunos

de los métodos nombrados para aumentar el conocimiento serían sesiones

educativas, la formación continuada y la implementación de la práctica basada

en la evidencia. Aquellos estudios que realizaron una comparación de conocimientos

previos a una enseñanza y a posteriori muestran una mejora apreciable de los

conocimientos una vez nalizada la formación, que repercutió en un cambio

favorable respecto a las actitudes del personal hacia el colectivo LGTBIQ+. Estas

actitudes más positivas darían lugar a un comportamiento más abierto y mayor

empatía hacia el colectivo y, por tanto, a una mejor atención en salud.

FACTORES PERSONALES QUE PREDISPONEN LAS ACTITUDES POSITIVAS O

NEGATIVAS.

ACTITUD POSITIVA :

Tener algún miembro de la familia y/o amistad que pertenezca al colectivo LGTBIQ+,

o auto identi carse como miembro.

La religión es otra variable a tener en cuenta, repercutiendo en actitudes más

positivas si la o el profesional se considera poco o nada religioso.


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El estudiantado de enfermería, así como profesionales de menor edad, reportan

actitudes más positivas en relación con el de mayor edad, al igual que quien

pertenece a un núcleo urbano (en comparación a los rurales).

Las experiencias previas también son predisponentes, reportando actitudes

positivas quienes hayan tenido contacto previo con miembros del colectivo.

Además, es muy apreciable el hecho de tener un mayor nivel de conocimiento

sobre el colectivo: numerosos estudios prueban que después de realizar una

formación LGTBIQ+ especí ca a profesionales de la salud que no la poseían

previamente, se producía una mejora apreciable de las actitudes hacia el colectivo.

ACTITUDES NEGATIVAS:

• Presentar estereotipos y discriminación respecto a este colectivo, ignorar o hacer


presunciones sobre la identidad de una persona, la falta de sensibilidad, así

como la incomodidad a la hora del cuidado.

• La incompetencia cultural, re riéndose a ella como realizar el cuidado a todas las


personas usuarias de la misma manera, sin tener en cuenta sus condiciones

individuales. Este hallazgo podríamos unirlo al hecho de prestar la atención desde

un enfoque biomédico.

• No tratar con respeto y dignidad a pacientes, así como el heterosexismo,


entendido como la discriminación derivada de la presunción de que todo el mundo es

heterosexual.

INTERVENCIONES ENFERMERAS PARA DESARROLLO ADECUADO:

Creación de un entorno más acogedor, seguro e inclusivo en el que se respete la

privacidad de la persona. Los elementos en la creación del ambiente seguro podrían

ser señales visuales recomendadas, como folletos y símbolos para expresar la


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inclusión social ̶tales como el arcoíris̶, o políticas de no discriminación. Por

ejemplo, se estudia dar cabida a las identidades trans, estableciendo espacios trans

incluidos dentro de los hospitales, en los cuales se eliminarían las reacciones

adversas por ser miembro de una identidad marginada y estigmatizada.

Proporcionar una atención centrada en la persona y su familia, haciendo

siempre partícipes a los grupos de apoyo, dentro de los cuales tienen un mayor peso

las amistades, seguido de parejas románticas y otros miembros de la familia.

Técnicas de comunicación, siendo fundamental prestar atención tanto al lenguaje

verbal como al no verbal, adoptando siempre una postura de amabilidad,

realizando escucha activa, evitando juicios de valor y dejando fuera de la relación

terapéutica los posibles sesgos personales que se pudieran poseer, tratando, en

todo momento, con respeto y dignidad a la persona. En este sentido, es

conveniente realizar una introducción verbal al comienzo de la comunicación para

aliviar la preocupación sobre el estigma de los miembros de este colectivo. Por otro

lado, se evidencia la necesidad de preguntar cómo le gustaría que nos

dirigiésemos hacia su persona, así como la elección del pronombre deseado.

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