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GOBIERNO CORPORATIVO
Este artículo tiene como objetivo identificar los diferentes conceptos de gobierno
corporativo, en este sentido, en la primera sección se presenta una revisión de la
literatura con base en el Methodi Ordinatio en relación con el concepto de gobierno
corporativo (GC), seguido por la revisión de las teorías desde las cuales se estudia:
Teoría de la agencia; la teoría del shareholder o stockholder; la teoría de la
dependencia de recursos; la teoría de los Stakeholder; la teoría del Stewardship o
Teoría de la Administración, el enfoque basado en el conocimiento y gobierno
corporativo y el desempeño de la empresa, finalmente, la conclusión del estudio en
la cual se destaca, que el objetivo de las teorías de GC no es estudiar cómo los
gerentes gobiernan - eso nos llevaría a confundir el término gobernanza con
administración pero más bien cómo se gobierna
RESUMEN.
En este sentido, vale la pena recalcar que a medida que una empresa crece,
requiere cada vez más cuidados estratégicos y operativos por lo cual, poner en
marcha un efectivo programa de gobierno favorece no solo su supervivencia y
destreza operativa, sino que también es decisivo para la escalabilidad del negocio.
Para alcanzar altos niveles de gestión, la gobernanza debe considerar y centrar sus
acciones en los siguientes pilares, principios o características de consolidación:
Transparencia
Responsabilidad
La gobernanza también debe asegurar que cada parte ponga en marcha sus
actividades de forma responsable, teniendo en cuenta sus papeles y obligaciones.
Esencialmente, esto permite que toda la empresa trabaje con un mayor grado de
eficiencia, rendimiento y, por supuesto, responsabilidad.
Es importante señalar que este pilar acapara diferentes áreas como financiera,
ambiental, recursos humanos, entre otras.
Igualdad
Bajo la óptica de la gobernanza, todas las partes relacionadas con el negocio como
inversionistas, profesionales y directivos deben tratarse de forma equitativa y justa
evitando los abusos de poder y las preferencias.
Independencia
Ante esta perspectiva, vale la pena recalcar que una compañía que no rinde
cuentas, involucra su nombre en diversos problemas y no genera confianza ni
fiabilidad, pone en riesgo su supervivencia y echa por tierra cualquier posibilidad de
desarrollo y crecimiento. Por lo cual, genera una impresión negativa frente a la
mirada atenta de su público objetivo.
Por otro lado, una empresa administrada por un gobierno sólido y fuerte trilla el
camino opuesto mostrándose confiable y potencialmente eficiente ante sus grupos
de interés.
Conclusión.