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RESUMEN

El autor nos habla de cómo transformar el espíritu a la hora de leer y saber interpretar un
libro determinado.

Nietzsche, establece tres perfiles como: el camello, el león y el niño, con el fin de que cada
persona se identifique y realice un análisis de cómo implementar las técnicas de lectura
para el mejoramiento y una buena comprensión lectora.
Primero camello: idea de trabajo, de respeto, de pesadez, de ponerle la “espalda” al texto.
El camello que es también paciencia, parsimonia, “rumia”. Detenimiento, cuando un
lector asume el avatar del camello lo que está haciendo es dejarse hacer por el texto, si
me presta la expresión, es una actitud o una actividad pasiva, digestiva, lenta. O, en
palabras de Zuleta, es un “habitar el texto”.
segundo el león: idea de irreverencia, de desapego al texto. De pelea. De confrontación
permanente. Ahora es el lector que “azota” el texto, lo oprime, lo retuerce, lo hace suyo. Es
el lector que “interroga al texto", que lo subraya, lo abre, lo desmenuza. Leer como león es
no aceptar con facilidad cualquier interpretación; es sospechar del texto
Tercero el niño: idea de inocencia, por supuesto, pero también de renovación, de creación
genuina. Invitación a convertir la lectura en producto, en escritura. El lector niño ya no
tiene la piel del camello que aguanta pasivamente el texto, ni tampoco las garras de un
lector presuroso por imponer su subjetividad. Es más bien una invitación a recomenzar,
a formular un decir autentico. La lectura recreativa.

Lo que el autor quiere lograr con el texto hace referencia a un lector «ideal», aquel que
analiza y cuestiona lo que lee y en última instancia un lector que es capaz de proponer y
crear nuevos puntos de vista «Los Rumiantes», ya que son aquellos que
saborean, mastican, aprovechan cada bocado con paciencia y dedicación para obtener
mejores resultados. Además, dice que el lector debe convivir con el texto para conocer de
este, ¿Cuándo leemos de verdad?, cuando el lector se entrega totalmente, aparece el sentido
de la lectura y de allí la compresión.
Finalmente se plantea que hay tres formas optimas de lograr una buena lectura: de forma
analítica, trabajarlo cargando con él y admirarlo. Con critica, encontrando por ejemplo sus
falencias. Y finalmente darle una interpretación personal, llevándolo a un estado “propio”.

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