Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Mingyur RINPOCHE1
Transformar la confusión en claridad
España Editorial Kairós 2016
Fragmento capítulo 2: “Meditación”, pp.59-66
MEDITACIÓN
1
Mingyur Rinpoche, Nepal, 1975. Recibió su primera formación de su padre, el reconocido maestro Urgyen
Rinpoché. A los once años entró al monasterio de Sherabling, sede de Tai Situpa, uno de los maestros más
prominentes del budismo tibetano. Mingyur Rinpoché hizo varios retiros largos desde muy joven. A los 19
años continuó sus estudios académicos budistas, incluyendo filosofía y lógica. Desde muy temprano se ha
interesado en la ciencia y la psicología occidentales. En 2011 Mingyur Rinpoché dejó su monasterio para
hacer un retiro solitario durante el cual permaneció cuatro años como yogui itinerante. Autor de varios libros
de meditación budista, es un destacado maestro que enseña en todo el mundo.
1
pensamientos o emociones. Descansamos de manera natural, como un buen pastor,
vigilante y atento.
Un día mi padre me señaló a un chico sentado al sol recostado en una piedra plana
viendo su rebaño más abajo. El chico abrió el paño que contenía su almuerzo y comió
tranquilamente, levantando los ojos de vez en cuando para vigilar a sus cabras. Cuando
terminó de comer sacó una flauta de madera y mi padre abrió una ventana para escucharlo.
Todos parecían tan felices: el chico, mi padre y las cabras. “¿ese chico medita?”, le
pregunté a mi padre. El meneó su cabeza. “¿pero está feliz?”, le pregunté.
“Un buen pastor es libre de tomar decisiones en su comportamiento” —explicó mi
padre—. Tiene una mente en calma, esto mantiene a su rebaño tranquilo. Gracias a que no
pone a los animales nerviosos, ellos no se escapan. Eso le da tiempo para sentarse, comer y
tocar su flauta. Pero no confundas un comportamiento relajado con la mente. Hoy el sol
está resplandeciente, no está demasiado frío, no hay mucho viento. Las circunstancias para
este pastor no podrían ser mejores. ¿Qué pasaría si cambiasen? ¿Qué pasaría si el dueño
vendiese las cabras? Para conocer la verdadera libertad de la mente, necesitamos meditar
para reconocer la naturaleza de la mente en sí. De esta manera, no nos dejaremos ir con los
pensamientos, emociones y circunstancias. Aunque el clima esté tormentoso o estupendo, la
mente se queda estable.”
Para cultivar una mente independiente de las circunstancias debemos trabajar con la
mente misma. Trabajar directamente con la mente destapa la cualidad inherente de la
conciencia meditativa. Cada práctica del ngondro difiere en contenido y acercamiento,
pero, en cada caso, trabajamos con la mente de manera intencional.
CONCIENCIA
2
conciencia pura, que se revela cuando nuestro reconocimiento se profundiza y
experimentamos directamente la naturaleza de la conciencia.
LA CONCIENCIA NORMAL
3
el camino. La mente no se haya perdida en el parloteo distraído; está enfocada en su asunto,
pero la conciencia sigue sin reconocerse.
Las características mentales como la atención y la concentración pueden ser también
herramientas ventajosas para el estudio del dharma, por ejemplo para la memorización de
textos y demás. Pero la concentración y el centrarse no revelan el estado natural y original
de la mente, que es donde puede encontrarse la verdadera libertad. Para lograr esto,
necesitamos reconocer la conciencia.
LA CONCIENCIA MEDITATIVA
Meditar requiera algún grado de darse cuenta de la conciencia en sí. Nos percatamos
de la cualidad de la mente, no sólo de los fenómenos que esta percibe. Cuando empezamos
a meditar, soportes como imágenes de budas, nuestra respiración o una flor pueden ser muy
útiles. Descansamos nuestra atención en el soporte, pero el sólo prestar atención a un objeto
todavía no es meditar. Los dos ingredientes esenciales de la meditación son la intención y el
reconocimiento. Empezamos por descansar nuestra atención de manera deliberada en el
soporte —es dónde entra la intención—. También somos conscientes de lo que sucede en el
momento en que sucede —esto es el reconocimiento—. En otras palabras, cuando
descansamos nuestra atención en la respiración, no nos quedamos totalmente absortos en la
experiencia hasta el punto de perder de vista todo lo demás. Estamos completamente
atentos a la respiración, pero también sabemos que estamos atentos.
Digamos que usamos una flor como soporte para la conciencia. Llevamos el enfoque
al objeto y lo usamos como apoyo para reconocer la conciencia; es lo que entendemos
como soporte. El objeto de la meditación es un apoyo para cultivar el reconocimiento. Buda
Shakyamuni dijo: “un monje, mientras camina, sabe que está caminando; mientras está de
pie, sabe que está de pie; mientras está sentado, sabe que está sentado; mientras está
acostado, sabe que está acostado”. Este saber, este reconocimiento de cada momento y de
cada actividad, es meditación.
Una vez que hemos notado esa cualidad de darse cuenta, podemos seguir utilizando el
soporte si nos ayuda, pero no de manera muy enfocada o tensa. Utilizar un soporte para la
meditación, tal como la respiración o un objeto visual, se vuelve un método para un estado
mental más abierto, más relajado, que permanece estable en medio de la actividad mental.
Si empieza por utilizar una flor como soporte, no se preocupe en pensar si tiene conciencia
4
o no. Si intenta que la flor sea un soporte para el reconocimiento de la conciencia, esto
sucederá. La intención y la motivación mismas llevarán al reconocimiento.
Dentro de las prácticas de ngondro, el soporte varía desde animales —como vacas o
perros—, seres del reino de los dioses, deidades, gurús… hasta universos enteros. El sonido
de un mantra puede ser un soporte. Pero el proceso es igual a cuando utilizamos la flor o la
respiración. El soporte funciona como una manera de descubrir y reconocer las cualidades
de la mente.
LA CONCIENCIA PURA