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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

FACULTAD DE LETRAS Y CIENCIAS HUMANAS

LA VISIÓN DEL SER AMADO A CUATRO SIGLOS DE DISTANCIA: UNA

LECTURA COMPARATIVA DE GARCILASO DE LA VEGA Y JORGE EDUARDO

EIELSON

Infantes carrasco, David Lawrence

David.infantes@unmsm.edu.pe

20030018

Para el presente ensayo nos hemos propuesto plantear el análisis de dos poetas

distintos (aparentemente) en todos los aspectos. Por un lado, tenemos al poeta

renacentista español Garcilaso de la Vega y por el otro, al poeta peruano Jorge Eduardo

Eielson. Para esta tarea hemos decidido comparar los sonetos del poeta renacentista y el

poema “Doble diamante” del poeta peruano presente en el poemario El circo de 1946.

La temática principal de esta comparación será apreciar como los dos poetas retratan al

amado dentro de su poesía. Para guiar esta comparación también se ha optado por

seleccionar tres temáticas en torno a la visión del amado: 1) descripción del amado, 2)

lo que genera el amado en la voz lírica del poema y 3) las consecuencias de la pérdida

del amado. Se ha divido el trabajo de esta manera para crear distintos ejes de

comparación que nos permitan responder la pregunta que surge al comparar poetas con

contextos tan alejados. Esa pregunta es la siguiente ¿cuatro siglos de distancia son

suficientes para cambiar la percepción del ser amado?


Para este ensayo buscaremos analizar los poemas en base a una lectura

microtextual. Se procederá a explicar el sentido de cada uno de los versos, para luego

trazar las relaciones correspondientes, finalmente se responderá a la pregunta planteada

líneas atrás. A continuación, presentamos el poema del peruano:

Doble diamante

¿Conoces tu cuerpo          esfera de la noche

esfera de la noche

Huracán solar        conoces tu cuerpo

Conoces tu cuerpo      conoces

Tu admirable cabeza tus piernas moviendo

El centro miserable

De mis ojos de oro

Mis ojos de oro de mirarte

De oro de soñarte

De llorarte?

¿Conoces tu cuerpo

Fuerza de los años

Calor de los planetas?

¡Ah criatura! Tu desnudez me ahoga

Tus zapatos me queman

Días imantados son mis noches

Vacío       colmo encontrado     asilo frío. Contigo

Los astros me aburren


Las especies lloran

Muero     me levanto     clamo     vuelvo a morir

Clamando grito    entre ramas orino y fumo     caigo

Como un rayo fácilmente en tu garganta. Contigo

Sólo silencio     placa de horrores    sedimentos

Cascada inmóvil    piedra cerrada

Abismos de oro nos persiguen

Rabiosos amigos

A través de rayos    cantos    blasfemias

Soles y serpientes mundos de vidrio

Pomos perdidos

Amaneceres con lluvia       lluvia de sangre

Temperatura y tristeza.

¡Ah misteriosa! Odio tu cabeza pura

Imbécil terciopelo tigre de las alturas

Odio el círculo salado

En que te pienso oculta

Odio el peso de los días

Los pulpos que me beben gota a gota

Bebiéndote a la vez ¡somos rocío!

Los pulpos luminosos que gobiernas

Los cedros empapados por tu aliento

Los siglos de hermosura en que agonizo

La luna y mis deseos de matar


La imagen de tus labios frescos     los ríos y los montes

Los pasos encantados de mi mano

En tu garganta.

¡Ah mis 30 000 flores vivas

Suave ejército vespertino batallón perfumado!

Rotación de mi cuerpo

Hazme volver a mi cuerpo

Destrúyeme los ojos en el acto

Las uñas y los dientes sobre el fruto

Conviérteme en silencio.

Deja rodar mis lágrimas en cambio

Sobre el espejo que adoro

Sobre la viva atroz remota clara

Desnudez que me disuelve

Sobre el diamante igual que me aniquila

sobre tantísimo cielo y tanta perfección enemiga

Sobre tanta inútil hermosura

Tanto fuego planetario

Tanto deseo mío.

Si bien el presente ensayo no pretende profundizar en la forma de la poesía de

ambos poetas, es importante mencionar que estamos en presencia de un poema amétrico

de sesenta y un versos agrupados en seis estrofas. La temática principal del poema está

centrada en la descripción del amado, los sentimientos de la persona enamorada y las

consecuencias de la pérdida de la persona amada. Es importante recalcar que esta


pérdida no necesariamente está ligada a la muerte, sino al alejamiento de la persona

amada. Sobre estos puntos profundizaremos en los siguientes párrafos.

DESCRIPCIÓN DEL SER AMADO

Dentro del Poema de Eielson se puede ver como la voz lírica del poema resalta

en múltiples momentos el carácter sobrehumano que tiene el ser amado. En múltiples

ocasiones es comparado con cuerpos celestes y se demuestra que tiene poder sobre la

persona que lo ama, en este poema, la propia voz lírica. Estos rasgos se pueden observar

en los primeros versos que mencionan “¿Conoces tu cuerpo esfera de la noche / esfera

de la noche / Huracán solar conocer tu cuerpo/ tu admirable cabeza”. Se puede apreciar

como la voz lírica presenta al amado como una fuerza más allá de lo terrenal, es un ser

comparable con los astros o los cuerpos celestes. Otro punto importante a mencionar es

que la voz lírica está cuestionando el conocimiento del ser amado, es decir, cuestiona al

ser amado sobre sus propias dimensiones. Esto da la idea de que el amado no

comprende las dimensiones que alcanzan en la visión del ser que ama. No llega, el ser

amado, a comprender lo profundo que ha calado en la voz lírica del poema.

Otro momento importante sobre la descripción de la amada dentro del poema

“Doble diamante” se aprecia en los versos 32 y 33 y en los versos finales, a

continuación, los presentamos: “Ah, misteriosa Odio tu cabeza pura/ Imbécil terciopelo

tigre de las alturas” y “Sobre el diamante igual que me aniquila/ sobre tantísimo cielo y

tanta perfección enemiga/ sobre tanta inútil hermosura/ tanto fuego planetario”. Dentro

de estos versos sigue existiendo esas grandes comparaciones para describir la

magnificencia del ser amado, se le es llamado tigre de las alturas o diamante, una de las

piedras preciosas más valoradas. Pero, también, se nota claramente que el discurso de la

voz lírica del poema ha cambiado. Resalta el uso del adjetivo “misteriosa” pues hace un
momento vimos cómo el sujeto lírico o el yo poético cuestionaba a la persona amada

sobre su conocimiento de sí. Esto se interpreta como el alejamiento de la persona

amada. Se desconoce al ser amado porque ya no es cercano o causó acciones que

dañaron a la persona que lo amaba. Esta segunda hipótesis cobra mayor fuerza cuanto se

menciona “tanta perfección enemiga” y “tanta inútil hermosura”

Ahora procederemos a mostrar el soneto VIII de Garcilaso de la Vega para poder

compararlo con los versos rescatados del poema de Eielson:

Soneto VIII

De aquella vista pura y ecelente

salen espirtus vivos y encendidos,

y siendo por mis ojos recebidos,

me pasan hasta donde el mal se siente.

Encuéntranse al camino fácilmente,

con los míos, que de tal calor movidos

salen fuera de mí como perdidos,

llamados de aquel bien que está presente.

Ausente, en la memoria la imagino;

mis espirtus, pensando que la vían,

se mueven y se encienden sin medida;


mas no hallando fácil el camino,

que los suyos entrando derretían,

revientan por salir do no hay salida.

La temática del poema mostrado versa sobre la sensación que tiene la voz lírica

al ver la a los ojos a la persona amada, luego mencionará que toda esa sensación surge

también cuando imagina a la amada, luego finalizará el poema mencionado que esos

“espirtus” que surgen del yo poético no logran llegar a la amada y “revientan”. De este

poema queremos señalar los primeros dos primeros versos “De aquella vista pura y

excelente” “Salen espirtus vivos y encendidos”. Estos versos demuestran que Garcilaso

de la Vega señala, también a su amada como algo más allá de lo humano. En este punto

resulta importante señalar que la definición de la palabra “espirtus”. Dícese de un vapor

sutil que se engendra por la combustión de los alimentos en la sangre. Tomo el

significado del libro del a obra poética de Garcilaso de la Vega en la edición de

Bienvenido Morros con estudio preliminar de Rafael Lapesa.

Queremos resaltar de este poema los dos primeros versos. “De aquella vista pura

y excelente” y “salen espirtus vivos y encendidos”. Estos versos dan muestra de una

descripción de la amada por la voz lírica. Se menciona a esta como un ser con

atribuciones inigualables como la pureza y la excelencia. La amada está dotada de una

capacidad de cautivar, de llenar de dicha, sin ella no existe la vida, los espirtos

“revientan”. Ella genera espirtos vivos y encendidos. El uso del sentido de la visión

hace notar no solo una dimensión sentimental, sino una dimensión física de la belleza.

Al comparar las dos interpretaciones presentadas en este subtitulo se puede extraer dos

ideas principales. La primera es el engrandecimiento del ser amado, se busca representar


al amado como un ser que tiene capacidades más allá de lo humano. Se muestra al

amado en el cuerpo de seres celestiales, engrandecido y con poder sobre el ser amado

(genera sentimientos positivos o negativos en la voz poética).

La otra idea fundamental extraída de la comparación de los versos de Eielson y

los versos de Garcilaso trata sobre la reacción de lo que genera el alejamiento de la

amada. Vemos como el sujeto lirico del poema “doble diamante” desconoce a la amada,

ya no sabe quién es. Le increpa sobre la razón de su tristeza y sufrimiento, hace

responsable a la amada y la llama enemiga. Para finalmente decirle que la persona

amada lo aniquila. La posición del sujeto lírico dentro del soneto VIII dice algo distinto,

él recuerda con felicidad a la amada cuando aprecia recuerda su mirada, no la hace

responsable de su sufrimiento, sufre porque ya no está, pero no culpa la decisión de la

amada.

LO QUE GÉNERA EL AMADO EN LA VOZ LÍRICA DEL POEMA

Dentro del poema de Eielson podemos ver distintos momentos en los que la voz

lírica expresa como se siente respecto a la persona amada. En ese sentido podemos ver

momentos en los que siente dicha por la cercanía de la amada y menciona lo siguiente:

“De mis ojos de oro/ mis ojos de oro de mirarte/ de oro de soñarte/de llorarte?. Estos

versos expresan un sentir por parte del amado, sus ojos al mirar a la amada se vuelven

de oro. Pero no solo con mirar a la amada sucede este fenómeno, al soñar sucede lo

mismo. Si recordamos lo dicho por Garcilaso en el soneto VIII sucede algo parecido

con las sensaciones que tiene por la amada. Los espirtus salen a buscarla cuando el

imagina al ser amado. Otro punto importante en los versos presentados de Eielson sería

el verso final, pues se hace referencia al acto de llorar. Teniendo en cuenta que este

llanto se produce al ver a la amada, se aprecia que por distintas razones el ser amado ya
no solo genera la felicidad y dicha, sino que carga con su presencia, sentimientos

negativos.

Otro momento en que la voz lírica del poema “Doble diamante” expresa su

sentir ante el amado se puede apreciar en los versos 17; 18; 19; 20; 21; 22; 23 y 24.

Procedemos a citarlos: “Vacío colmo encontrado asilo frío Contigo/ los astros me

aburren/ las especies lloran/ Muero me levanto clamo vuelvo a morir/ clamando grito

entre ramas orino y fumo caigo/ como un rayo fácilmente en tu garganta. Contigo/ solo

silencio placa de horrores sedimentos/ cascada inmóvil/ piedra cerrada. Claramente se

puede apreciar que estos versos se dividen en dos momentos. Estos momentos se

encuentran marcados por el pronombre personal “contigo”. Estos dos momentos

expresan ideas contrarias, pues uno hace mención de la grandeza del ser amado y lo que

genera en la voz lírica. El yo poético pierde interés en todo aquello que nada tenga que

ver con su enamoramiento. Tanto es así que la muerte se vuelve algo común, el yo

poético no se preocupa por la muerte muere, revive y vuelve a morir y eso es algo sin

importancia, la verdadera importancia está en poder estar con el ser amado. Pero luego

esto cambia, la presencia del amado se vuelve silencio, piedra cerrada. El ser que ama

ha perdido interés en la voz poética, se vuelve una experiencia desagradable.

Para el ejercicio comparativo, además de lo ya dicho del octavo soneto,

citaremos el soneto V de Garcilaso de la Vega, Presentamos el poema:

Soneto V

Escrito está en mi alma vuestro gesto,

y cuanto yo escribir de vos deseo;


vos sola lo escribisteis, yo lo leo

tan solo, que aun de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto;

que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,

de tanto bien lo que no entiendo creo,

tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros;

mi alma os ha cortado a su medida;

por hábito del alma mismo os quiero.

Cuanto tengo confieso yo deberos;

por vos nací, por vos tengo la vida,

por vos he de morir, y por vos muero.

La temática principal del poema aquí presentado retrata el sentir del que ama

sobre la persona amada. El sujeto lírico hace mención al hecho de que el destino ha

trazado todo para que el sea de su amada “Escrito está en mi alma vuestro gesto”. El

sujeto lírico cree que su misión en la vida es amar a su locutora “Yo no nací sino para

quereros”. Es tal el amor que siente por la amada que considera que por ella vive, que es

la razón de su vida, pero también la razón de su muerte.


Esta idea de la vida y la muerte como consecuencia del accionar del amado se

encuentra presente en ambos poetas, una visión extrema de un amor desmedido, donde

no hay un punto de equilibro está muy presente en ambos. O es todo o es nada, o vives

por el ser amado o mueres por el ser amado. Profundizaremos estas ideas en los

siguientes párrafos.

LAS CONSECUENCIAS DE LA PÉRDIDA DEL AMADO

Cómo ya hemos visto anteriormente la voz lírica del poema “Doble Diamante”

muestra dos momentos, el primero en compañía de la persona amada y el segundo sin la

persona amada. La voz lírica cambia su discurso, esto dentro de los sonetos de Garcilaso

no se aprecia de la misma manera. Uno culpa a la persona amada y el otro se resigna y

acepta sus sentimientos. En ese sentido procederemos a citar versos de Eielson que nos

permitan entender esto de una manera más clara. Se menciona en el poema del poeta

peruano “Odio el círculo salado/ en que te pienso oculta/ odio el peso de los días”.

Cómo vemos existe una transmutación del sentimiento de amor. El sujeto lírico, que

sigue amando. Expresa su sentir mediante el odio y el desconocimiento del ser amado

(tema ya tratado anteriormente). También se mencionará en la penúltima estrofa de este

poema: “rotación de mi cuerpo/ hazme volver a mi cuerpo/ destrúyeme los ojos en el

acto/ las uñas y los dientes sobre el fruto/ conviérteme en silencio.” Estos versos nos

dicen cosas importantes, el sentimiento del amante ha cambiado completamente al final

del poema y es contradictorio con los versos iniciales. El amante pide la muerte frente al

dolor de ya no tener la amada. Pide ser convertido en silencio. Pide perder el sentido de

la vista tan presente en los primeros versos del poema. Pide que se le restituya su

condición de humano y olvide el sentimiento de amor que lo hizo, en algún momento,

trascender.
Para el caso de Garcilaso, se ha optado por elegir tres poemas a exponer: el

soneto IV, el soneto XXXII y el soneto X. A continuación, procederemos a mostrar en

soneto IV y a dar luces sobre su temática.

Soneto IV

Un rato se levanta mi esperanza:

mas, cansada de haberse levantado,

torna a caer, que deja, mal mi grado,

libre el lugar a la desconfianza.

¿Quién sufrirá tan áspera mudanza

del bien al mal? ¡Oh corazón cansado!

Esfuerza en la miseria de tu estado;

que tras fortuna suele haber bonanza.

Yo mesmo emprenderé a fuerza de brazos

romper un monte, que otro no rompiera,

de mil inconvenientes muy espeso.

Muerte, prisión no pueden, ni embarazos,

quitarme de ir a veros, como quiera,

desnudo espirtu o hombre en carne y hueso.


Ante el ocaso de la relación la voz lírica del poema se lamenta por lo rápido que

llega el dolor, por una fugaz pérdida de la amada y sufre su pérdida. Pero el yo poético

no se queda resignado, el amor más allá de la muerte piensa y se decide por lograr ese

cometido, dice ”romper un monte, que otro no rompiera” se plantea la idea de vencer a

la muerte y vencer a todo obstáculo, no pide convertirse en silencio. Respecto a la idea

del silencio/ ruido mostramos el soneto XXXII que expresa la idea de el cuerpo que

sufre y no puede dejar de sufrir:

Soneto XXXII

Mi lengua va por do el dolor la guía;

ya yo con mi dolor sin guía camino;

entrambos hemos de ir con puro tino;

cada uno va a parar do no querría;

yo, porque voy sin otra compañía,

sino la que me hace el desatino;

ella, porque la lleve aquel que vino

a hacerla decir más que querría.

Y es para mí la ley tan desigual,

que aunque inocencia siempre en mí conoce,

siempre yo pago el yerro ajeno mía.


¿Qué culpa tengo yo del desvarío

de mi lengua si estoy en tanto mal,

que el sufrimiento ya me desconoce?

En ese poema se puede apreciar que el sujeto lírico del poema ha perdido

la capacidad del control de su propio cuerpo por la pérdida de la amada. Era tanto el

sentimiento que la lengua lleva un dolor distinto al del humano, gime y no puede dejar

de hacerlo, el hombre ha perdido el rumbo y su cuerpo también se aleja de él. Su cuerpo

mismo lo desconoce, se menciona en el terceto final “¿Qué culpa tengo yo del desvarío/

de mi lengua si estoy en tanto mal,/ que el sufrimiento ya me desconoce?”.

Ahora mostraremos el soneto X y procederemos a explicar sus temáticas. Luego

compararemos lo dicho de Eielson y lo dicho por Garcilaso.

Soneto X

¡Oh dulces prendas, por mí mal halladas,

dulces y alegres cuando Dios quería,

Juntas estáis en la memoria mía,

y con ella en mi muerte conjuradas!

¿Quién me dijera, cuando las pasadas

horas que en tanto bien por vos me vía,

que me habiáis de ser en algún día


con tan grave dolor representadas?

Pues en una hora junto me llevastes

todo el bien que por términos me distes,

lleváme junto el mal que me dejastes;

si no, sospecharé que me pusistes

en tantos bienes, porque deseastes

verme morir entre memorias tristes

En este poema la temática principal gira en torno a la idea del yo lírico que

encuentra las prendas de su amada y recuerda los momentos en que esas prendas le

traían alegres recuerdos, pero ya no es así. El sujeto lírico ahora sufre por los recuerdos

que estas prendas le traen. Luego, en el terceto final esgrime lo que podríamos

considerar como una especie de arrebato contra la amada. El poema menciona “si no,

sospecharé que me pusistes/ en tantos bienes, porque deseastes/ verme morir entre

memorias tristes”. Podemos relacionar este poema con el verso 15 del poema “Doble

diamante” en el que también se hace referencia a la prenda del amado, en este caso su

zapato, “Tus zapatos me queman”. La idea de la prenda que hiere está presente en

ambos poetas, pero de una forma distinta. La prenda de la amada del soneto X hiere al

yo poético porque trae consigo recuerdo. El caso del poema “Doble diamante” sucede

de una forma distinta, el zapato hiere al sujeto lírico porque lo está pisando, el sujeto

amado pisotea al yo lírico del poema, la imagen que se presenta funciona como una

metonimia.
La relación que se muestra luego de la pérdida de la amada es distinta en ambos

poetas, uno anhela los momentos de felicidad y el otro desconoce a su ser amado, le

reclama su accionar y compara su alejamiento con un asesinato (recordemos el verso

“sobre el diamante igual que me aniquila” y también “sobre tantísimo cielo y tant

perfección enemiga”).

Concluimos que los poetas tienen una forma semenjante de presentar a sus amados en el

momento de la cercanía a estos, son comparados con grandes astros, con seres

poderosos, tienen atribuciones sobrehumanas y cuenta con un poder inigualable sobre el

ser que ama. Sin embargo, la forma de retratar el alejamiento del ser amado es distinta

completamente, ambos poetas muestran facetas distintas de una ruptura amorosa. Uno

anhela volver a la felicidad de amor y el otro rechaza todos lo sentimientos que en algún

momento le dieron alegría.

Referencias

Eielson, J. (2015) Poeta en Lima. Lustra editores y Sur anticuria.

De la vega, G. (2015) Poesía. Penguin Random House.

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