El Welfarismo Penal respecto al delito y el delincuente eran visualizados como la

consecuencia de la pobreza y la privación de oportunidades.

La razón de el porque se delinquía era por las diferencias abismales económicas
de las clases sociales más privilegiadas.
Debe considerarse que, en la década de 1960, surgió nuevos grupos sociales a
nivel profesional que cambio la estructura social con mayores privilegios creando
brechas sociales más marcadas.
Si el Estado de bienestar junto con la prosperidad posterior a la guerra permitieron
un fortalecimiento a la seguridad social y la económica lo que permitió acortar las
brechas de la desigualdad de clases y a la vez permitía que las instituciones del
ámbito penal y los profesionales encargados tuvieran mayores recursos basado en
el bienestar a los individuos que delinquían y sus familias.
Como principio rector del Welfarismo
“No hay tratamiento sin diagnóstico y no hay sanción penal sin asesoramiento de
los expertos”.
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