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Habilidades Blandas en la Ingeniería de Sistemas: Factor Clave para una


Formación Integral

Article · October 2020

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Ismael Cervantes Valeria Mariana Valera Huansi


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Habilidades Blandas en la Ingeniería de Sistemas: Factor Clave para una Formación
Integral

Ismael Fernando Cervantes Vera 1, Katerin Estrellita Mas Mendoza 1, Valeria Mariana Valera
Huansi 1

1
EP. de Ingeniería de Sistemas, Universidad Peruana Unión Campus Tarapoto

1. Introducción

La Real Academia Española (RAE), define habilidad como la capacidad y disposición

para hacer algo; en efecto, tener una habilidad es saber cómo realizar una tarea u oficio

eficientemente. (Sarmiento, 2019) considera que las habilidades pueden ser agrupadas como

cognitivas y no cognitivas, por esa razón las cognitivas, son habilidades que se adquieren con

el conocimiento y saberes académicos, también conocidas como “Habilidades Duras”; mientras

que las no cognitivas son habilidades que se adquieren a través del comportamiento, y las que

permiten relacionarse con los demás, denominadas como “Habilidades Blandas”; asimismo

asegura que algunos profesionales de ingeniería de sistemas, no están desarrollando habilidades

blandas que les permitan relacionarse con su entorno y desenvolverse en el sector productivo

del mundo laboral; por ello es primordial que estas sean incluidas como transversales para una

formación integral.

Según Matturro & Solari (2019) en la actualidad hay muy pocos cursos donde se

enseñan temas de trabajo en equipo y actividades donde se evalúan las habilidades blandas.

Por otra parte, afirma que, si bien un grado universitario, tal como una licenciatura, se considera

un requisito necesario para el perfil profesional, la brecha que existe entre las habilidades duras

y habilidades blandas es muy grande; ya que, si un profesional de ingeniería de sistemas no


maneja las habilidades blandas necesarias, no podrá tener un buen desempeño en sus labores

diarias, ni ejercerse como profesional íntegro.

Marrero et al. (2018) da a entender que una formación integral sirve para orientar

procesos que busquen lograr la realización plena del varón y de la mujer, contribuyendo al

mejoramiento de la calidad de vida del entorno social. Puesto que ningún ser humano se forma

para sí mismo, sino que lo hace en un contexto determinado, con el objetivo de mejorar cada

día; además, este estilo educativo pretende, no solo instruir a los estudiantes en su aspecto

mental, memorístico, repetitivo, con los saberes previos de las ciencias; sino también,

ofrecerles los elementos necesarios para que crezcan como personas, buscando desarrollar

todas sus características, condiciones y aspectos como: la solidaridad e investigación. El

énfasis en que se implemente la formación integral en los centros de educación superior es muy

alto, ya que no es suficiente con una excelente formación conceptual, si es que no hay una

formación personal de por medio (Guerra-Báez, 2018).

Por lo tanto, lo que se busca con este trabajo de investigación es mostrar que, el

desarrollo de las habilidades blandas es un factor fundamental en la formación integral de los

profesionales de ingeniería de sistemas.

2. Desarrollo

Importancia de las habilidades blandas en la ingeniería de sistemas

Según la Asociación de Maquinaria Computacional “ACM” es muy importante que los

profesionales de ingeniería de sistemas tengan habilidades que complementen sus

conocimientos, tales como: la comprensión de los temas sociales, éticos, legales y referentes a

lo profesional. Esto permite un desarrollo de habilidades para el reconocimiento de problemas


y adversidades a las que pueden llegar a enfrentarse en su entorno; acotando que con esfuerzo

pueden crecer, cambiar y aprender nuevas habilidades y comportamientos (Murillo, 2018).

Una investigación realizada por la Universidad de Harvard, concluye que casi el 85%

del éxito laboral de un ingeniero, depende de sus habilidades blandas; mientras que las

habilidades duras obtenidas durante su periodo académico sólo representan el 15% restante,

por esa razón las habilidades blandas son fundamentales para cumplir con el perfil solicitado

actualmente (Gabel et al., 2020).

Según (Hernández et al., 2019) el mercado laboral en el área de ingeniería de sistemas

se vuelve cada vez más competitivo, por eso es necesario capacitar a los empleados y establecer

una formación en diversas cuestiones laborales, con una comunicación de alto nivel a través de

las redes sociales y otras tecnologías; de esa manera el entorno se podrá convertir en un

constante cambio de datos, información y conocimiento.

Por su parte Gómez et al. (2015) asegura que la importancia de las habilidades blandas

en la práctica profesional de los ingenieros de sistemas ha llevado a la aparición de estrategias

destinadas a incorporarlas en el proceso de enseñanza. Estas estrategias están diseñadas para

crear un entorno de colaboración en el que los estudiantes puedan desarrollar la creatividad y

las habilidades sociales, como la comunicación efectiva, las habilidades de liderazgo, las

habilidades de negociación y el trabajo en equipo.

Principales habilidades blandas en la formación integral de los profesionales de ingeniería

de sistemas.

Para el desarrollo integral de un ingeniero de sistemas no basta solo con el conocimiento

que pueda aprender, sino también, es necesario un complemento de habilidades blandas que le
permitan comunicarse, tener autocontrol y confianza en sí mismo (Marrero et al., 2018). De

acuerdo a la bibliografía consultada estas habilidades son las siguientes:

La Comunicación asertiva. Florencia & Fontán (2015) define comunicación asertiva como

la capacidad de avanzar apropiadamente su punto de vista, de contribuir objetivamente a

discusiones y de dar y recibir retroalimentación. Por su parte Daniels (2016) menciona que es

un estilo de comunicación abierta, para recibir con la misma importancia, tanto las opiniones

ajenas, como las propias; además también forma parte de la tolerancia, ya que evita conflictos

y es una manera honesta y directa en la que un ingeniero de sistemas se debe formar.

Trabajo en equipo. Hernández et al. (2019) define trabajo en equipo como la capacidad para

realizar un trabajo colaborativo con los demás. Del mismo modo Murillo (2018) asegura que

esta habilidad permitirá actuar proactivamente y mostrar iniciativa en todos los proyectos y

bases de trabajo donde se desempeñe cualquier profesional de ingeniería de sistemas. De

acuerdo a la ACM/IEEE (citado por Vidal et al., 2020) los graduados en ingeniería de sistemas

deben ser capaces de trabajar tanto individualmente, como parte de un equipo para desarrollar

y entregar proyectos de calidad. Asimismo cabe recalcar que la ingeniería de sistemas requiere

de esta habilidad para tener un proceso de colaboración en la mayoría de proyectos diseñados

por equipo de trabajo a mediano y largo plazo (Gasca-Hurtado et al., 2015)

Autogestión e iniciativa. Amini (citado por Neri & Herrera, 2019) afirma que los ingenieros

de sistemas deben saber cómo desarrollar métodos y aplicar técnicas que les permitan

desempeñar con eficiencia su trabajo y conocer procesos de resolución de problemas

complejos, desarrollando así estrategias que permitan entender los cambios y adaptarse a ellos.

Las competencias claves son: la automotivación, la eficiencia, la responsabilidad, tener actitud

positiva, análisis crítico de normas sociales y resiliencia (Marrero et al., 2018). Además,

permite desarrollar el liderazgo en todo el trayecto académico hasta egresar, mediante el


establecimiento de metas y estrategias de reacción en cada uno de los estudiantes de ingeniería

de sistemas (Santana et al., 2017).

Pensamiento crítico. Permite trabajar diversa información, sacar conclusiones y tomar buenas

decisiones (Hernández et al., 2019). También sirve como un mecanismo de alerta frente a los

estímulos, conscientemente evaluada, puede guiar la acción y la toma de decisiones básicas

frente a la resolución de problemas (Marrero et al., 2018). Del mismo modo Mejía (2004)

afirma que el pensamiento crítico es la aplicación creativa de principios para diseñar procesos

de manufactura o trabajos, utilizándolos tanto individual como grupal; todo esto en función a

algo predeterminado, como: la economía de la operación y la seguridad para la vida y la

propiedad en la ingeniería de sistemas. El objetivo de esta habilidad es desarrollar capacidades

como: análisis y resolución de problemas, para formar un investigador competente (Reupo,

2015).

Perspectiva global. Esta habilidad permite aproximarse a la realidad del todo de un problema

o proyecto, teniendo en cuenta la complejidad de relaciones entre hechos generalmente

interconectados (Murillo, 2018). Dada la diversidad de la ingeniería de sistemas en cuanto a

su accionar, existen puntos de vista y aspectos generales que poseen características, las cuales

se consideran válidas para la determinación de un proyecto, por esa razón es primordial que al

momento de iniciar un proyecto, la base sea una investigación a fondo (Romero et al., 2018).

Organización. Butkovic (citado por Neri & Herrera, 2019) menciona que un ingeniero de

sistemas debe poseer la capacidad de controlar, manejar, analizar y comunicar todo aquello que

se planee, negociando dentro de la organización.

Negociación. Esta habilidad permite disminuir la agresión y facilita la interacción con los

demás, buscando establecer un mutuo acuerdo y disminuyendo posibles consecuencias

negativas producto de algunas discrepancias ante un evento o situación, en las que pueden
llegar a encontrarse como profesionales de ingeniería de sistemas (Guerra-Báez, 2018). Por su

parte Gómez et al. (2015) define negociación como una manera en la que un ingeniero de

sistemas pueda generar soluciones que satisfagan las necesidades de los interesados e

incrementen la eficiencia en los procesos de negocios. Adicionalmente González et al. (2019)

asegura que la negociación es un proceso que consistirá en establecer cuáles son los recursos

con los que va a colaborar el nodo con el sistema y cuáles tendrá derecho a utilizar una vez

haga parte del mismo.

Inteligencia emocional. Es aquella habilidad que nos permitiré controlar nuestras emociones

y permite entender a los demás; aumentando la capacidad para captar las emociones de todo

un grupo trabajo y conducirlas a tener un resultado positivo. Asimismo, considera que esta

habilidad se puede aprender y promover como una herramienta para comprender la

productividad laboral de las personas y el éxito de las empresas (Camayo, 2016).

Aceptación de críticas. Es una forma en la que un ingeniero se desarrolle adecuadamente en

los distintos ámbitos de acción, como trabajar duro bajo presión, tener flexibilidad y posibilidad

de adaptarse a los distintos escenarios; teniendo autoconfianza y formando la capacidad de ser

confiable (Hernández et al., 2019).

Toma de decisiones. Según la Organización Mundial de la Salud División de Salud Mental

(citada por Guerra-Báez, 2018) la toma de decisiones es una habilidad que da la posibilidad de

elegir de manera eficaz y constructiva las acciones a realizar ante distintas situaciones y

contextos de la vida cotidiana. Por su parte González et al., (2019) asegura que la toma de

decisiones es un proceso, donde se realiza la elección de una opción entre varias, utilizando un

método para resaltar unas opciones de otras, de manera que se puedan organizar óptimamente;

buscando de esa manera que un ingeniero de sistemas pueda tomar decisiones basadas en la
razón y no por impulso. Además él que toma decisiones está capacitado para dar soluciones

factibles frente a diversas situaciones donde se llegue a encontrar (Romero et al., 2018).

Actitud positiva. Schipper, Van der Stappen, Holguín, Tavera y López (citados por Neri &

Herrera, 2019) ponen énfasis en esta habilidad como elemento principal de las habilidades

blandas, debido a que es el factor más importante al fomentar el aprendizaje de sus demás

componentes, puesto que esta actitud, influye directamente en la personalidad de cada uno de

los individuos y, además, permite complementar el aprendizaje obtenido. Mientras que Jorge,

(2016) la define como una actitud que impide caer en la apatía, la desesperación y la depresión

frente a las diversas adversidades en las que se pueda encontrar un ingeniero de sistemas.

Sociabilidad. Neri & Herrera (2019) señala que el trabajo de un ingeniero en cualquier puesto

requiere de habilidades sociales y emocionales, que promuevan la coordinación, la proactividad

y las relaciones centradas en los clientes. Mientras que Guerra-Báez (2018) afirma que las

interacciones sociales efectivas son un factor indispensable para que un profesional en la

ingeniería de sistemas pueda relacionarse exitosamente tanto en la familia, como en la

universidad y el campo laboral.

Aprendizaje y desarrollo de habilidades blandas en la ingeniería de sistemas

Un primer paso para mejorar las habilidades blandas de los estudiantes es aumentar su

conciencia acerca de la importancia y consecuencias de las deficiencias en este tema; además

se debe alentar a los estudiantes a mejorar sus habilidades blandas aplicando diferentes

métodos, como por ejemplo, leer libros referentes a esto, asistir a cursos y unirse en sociedades

para ampliar su curiosidad y conocimientos (Hernández et al., 2019).

Las disciplinas de ingeniería están desapareciendo, y la experiencia de la ingeniería

tiende rápidamente en dirección a un sentido multidisciplinar con el fin de encargar problemas


cada vez más complejos. Aquí radica el prestigio de estrategias didácticas que le permitan al

ingeniero de sistemas ser laborioso y responsable en su desarrollo de su adiestramiento. Se

conoce como aprendizaje basado en problemas (ABP) a la construcción de soluciones y

resolución de problemas basados en la vida real con la finalidad de activar un conocimiento

previo y a su vez generar un diálogo que permita evaluar críticamente las alternativas (Zepeda-

Hurtado et al., 2019).

Vidal et al. (2020) establece que las habilidades blandas como, trabajo en equipo,

resolución de problemas y la comunicación, no pueden ser estudiadas y enseñadas

formalmente, pero, deben aprenderse y comprenderse progresivamente a lo largo del tiempo,

sobre la base del compromiso de los estudiantes, el aprendizaje activo y la reflexión. Por otro

lado, reconoce que las nuevas tecnologías y especialmente las necesidades dinámicas de la

demanda laboral, han permitido el surgimiento de un número creciente de nuevos enfoques de

aprendizaje, los cuales tienen como objetivo que los estudiantes se entrenen de forma eficaz y

a mayor velocidad en áreas puntuales de conocimiento.

Incorporación de habilidades blandas en la ingeniería de sistemas

En la actualidad, los ingenieros en sistemas deben incorporar una serie de habilidades,

tanto blandas como duras, con el fin de poder desempeñarse de manera exitosa en el entorno

laboral. Las habilidades blandas son aquellas que contribuyen a poner en práctica los valores

que brinden la ayuda necesaria a las personas para desarrollarse normalmente en diferentes

campos de acción, como trabajar arduamente bajo presión, tener flexibilidad y adaptabilidad a

diferentes situaciones, tener las habilidades para aceptar y aprender críticas, tener confianza en

sí mismo y confiabilidad, y lograr una comunicación efectiva, demostrar habilidades para

resolver problemas, pensamiento crítico y analítico, saber cómo administrar el tiempo

adecuadamente, saber cómo trabajar en equipo, ser emprendedor y tener iniciativa, tener
curiosidad e imaginación, además de aprender que la disposición a aprender concilia la vida

personal, familiar, social y laboral (Hernández et al., 2019).

La incorporación de habilidades blandas es una estrategia de enseñanza-aprendizaje que

se busca añadir en la ingeniería de sistemas para que estas permitan desarrollar habilidades en

los futuros profesionales de esta disciplina. Al mismo tiempo, es necesario trabajar más en la

elaboración de métodos de evaluación que evidencien el desarrollo de esas habilidades para el

ejercicio profesional (Gómez et al., 2015). Ya que la mayoría de los programas de enseñanza

no están incluyendo actividades relacionadas al desarrollo de habilidades blandas (Vidal et al.,

2020).

Perfil laboral o profesional del ingeniero de sistemas

Un profesional debe tener capacidad para planificar sus actividades, lo cual se traduce

en el planteamiento de acciones estratégicas para ser desarrolladas en el mediano y largo plazo.

Ser persistentes, a través de la perseverancia, actitud positiva y resiliencia, irán desarrollado un

perfil aguerrido y con capacidad de recuperación frente a las adversidades y exigencias (Inga

et al., 2020).

Además del conocimiento científico, la ingeniería requerida en la fuerza laboral actual

tiene características mixtas y complejas como: informática, expresarse en diferentes idiomas,

trabajo colaborativo, y la integración del conocimiento como: los procedimientos y actitudes

para resolver diversos problemas. Por ello el resultado de la formación de ingenieros debe

generar perfiles de egresos que crucen los límites de las disciplinas y áreas específicas del

conocimiento (Zepeda-Hurtado et al., 2019).

3. Conclusión
Las habilidades blandas son fundamentales en la formación integral de los profesionales

de Ingeniería de Sistemas, porque son las que generan el buen relacionamiento tanto personal

como laboral; y pese a que son destrezas que se pueden ir adquiriendo o desarrollando con el

tiempo, lo mejor es trabajarlas desde los inicios de la carrera, ya que el desenvolvimiento de

estas habilidades debe realizarse día a día, para que con esfuerzo constante se logre lo más

anhelado que es obtener la formación de profesionales íntegros no solo en lo cognitivo sino en

lo social. Por esa razón es de vital importancia que se integren cursos donde se vea la práctica

de habilidades, siendo desarrolladas tanto por los estudiantes, como por los docentes.

Asimismo, las principales habilidades blandas dentro de las más importantes tal como se

demuestra en las bibliografías consultadas, tenemos las siguientes: autogestión e iniciativa,

comunicación asertiva, aceptación de críticas, trabajo en equipo, actitud positiva, toma de

decisiones, negociación y el pensamiento crítico.

3. Referencias

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