Está en la página 1de 8

Lo anormal

de lo normal

Hubierna Roque César Gerardo 3°F


En las vacaciones de verano Daniela solía visitar a sus abuelos en Mazamitla,
sus padres solían dejarla con sus abuelos Ricardo y Martha, antes solía
divertirse en ese viejo pueblo donde el verano era un ambiente completo de
vida. Pero el tiempo le cobro la factura a tal paraíso natural.
Daniela ya con 14 años le aburría volver cada año al mismo pueblo, pues las
personas ya no vivían, solo existían. Cada día el pueblo se empieza a preocupar,
ya que de pronto desaparecen las personas y únicamente encuentran sus
cuerpos sin cuello.
En las noches se comienzan a escuchar gritos desgarradores que cortan hasta
el alma, nadie sabe de dónde vienen, algunos dicen que son animales del
bosque otros que es alguien haciendo ruidos extraños, nadie imaginaria que algo
espeluznante pasaría ahí.
Daniela creía que era algún animal pues ella siempre iba al bosque de caza con
su abuelo todos los años y nunca habían escuchado ni visto nada raro, así que
solo pensaba que era un chisme del pueblo, nada que temer.
Un día como otro ella salió al centro de su ciudad, se sentía segura, en el
transcurso ella se encontró a una vieja amiga de su abuela la cual la había
cuidado desde pequeña era Doña Helena, le causo nostalgia volverla encontrarla
y hablaron durante horas de cómo había estado y lo mucho que habían crecido.
Por ultimo Daniela le pregunta a Helena:
-¿Cómo ha estado?
-De verdad no lo sé, desde las desapariciones me da miedo salir, pues mi
esposo don Tomas a muerto desde hace 5 años, así que hago mis cosas sola.
-Usted no se preocupe, es una señora muy bondadosa y sé que no le pasaría
nada, entiendo que le preocupe estar sola así que le prometo que yo la cuidare.
-Muchas gracias niña, no sabes lo mucho que me da confianza escuchar esas
palabras
-La mantendré segura, se lo prometo.
-Le parece si la voy a dejar a su casa
- No te preocupes hija, ya te he quitado mucho tiempo, regresa a tu casa no
quiero causarte problemas con tus abuelos
Al regresar, se le hizo fácil recorrer el atajo que estaba por el bosque, mientras
caminaba por ahí escuchaba murmullos de Helena pensó que era su
imaginación, pero tenía un sentimiento que le erizaba la piel por lo que comenzó
a caminar algo rápido. Ella voltea de manera alarmada y logra visualizar la silueta
de un monstruo, eran varios animales juntos, su mente se nubla y corre
despavoridamente hasta su casa
- ¡Abuelos!, venía de regreso a casa, pero algo raro me estaba persiguiendo
A lo que contestaron:
(Don Ricardo) - ¡Patrañas! De seguro crees en los cuentos del pueblo eso solo
es un mito ya que ninguna criatura extraña existe
(Doña Martha) – Cariño has de estar cansada porque no subes y tomas un baño,
la cena estará lista.
Ella toma el baño preocupada por lo que vio, trata de cenar con sus abuelos de
la manera más normal que puede, sube a su cuarto pensando en lo que sintió,
no pudo pegar los ojos en toda la noche.
Al día siguiente, mientras desayunaba en el noticiero dan a conocer otra
desaparición, era Helena, ella se rompe en pedazos pues le había prometido
protegerla y cuidarla, sintió que una parte de su alma se había perdido. Ella se
dispone a volver en el bosque, sus instintos le gritaban que ahí estaba
Por lo que ella se volvió adentrar al bosque preparada, llevaba la vieja arma de
su abuelo y un gran resentimiento que le dio el coraje para aventurarse. Volvió a
escuchar la voz de Helena, así que se acercó precipitadamente a donde creyó
que estaría cerca de una cueva. Ahí observo a un monstruo donde se destacaba
principalmente un cuerpo tan grande como el de un de un oso, la cabeza parecía
de un venado, pero su hocico parecía el de un lobo, sus brazos eran de una
tarántula, era una bestia abominable.
Su cuerpo estaba manchado de sangre, alrededor de él había cuerpos en
descomposición, la bestia estaba devorando a alguien, era Helena, eso la dejo
paralizada pero lo siguiente era aún peor, esa bestia comía las cuerdas vocales
de sus víctimas para atraer más personas usando su voz. Ella aprovecho el
descuido de la bestia para dispararle:
-Eres un monstruo, me quitaste a alguien que quería y yo te quitare la vida
(apunta al monstruo)
- ¿Estas segura cariño? (era la voz de su amiga Helena)
Impactada dispara, la bestia aguanto un buen rato no caería tan fácil, corre hacia
Daniela con las ultimas fuerzas que le quedan, por lo que la deja completamente
aturdida, fue un milagro que no la matara, Daniela en mal estado recarga el arma,
la bestia se preparaba para otra embestida, una vez ya cargada el arma espera
la embestida, justo cuando está apunto de recibirla le dispara a la cabeza y ella
da un gran salto para evitarla, de esa manera la bestia queda muerta y con la
cabeza totalmente desfigurada.
Ella regresa a casa muy satisfecha por qué pensaba que lo había logrado,
pasaron un par de semanas, ella ya estaba algo contenta y a la vez intentaba
olvidar lo que había pasado.
Una noche su abuelo estaba haciendo un comedor de madera, Daniela se acercó
y dijo:
–¿Te puedo ayudar en algo?
- ¡Claro! Me gustaría que fueras a buscar un par de tablas atrás de casa
Daniela accedió y fue a buscarlas cuando de pronto empieza a sentir una
presencia maligna y el ambiente se torna tenebroso, es cuando de pronto un
grito inmenso provenía del bosque, ella asustada decide adentrarse para
averiguar quien es el que hizo ese grito, ella caminaba muy asustada, el frío
comenzaba y de pronto ella a lo lejos ve una silueta pero ella no contenta con
verla decide acercarse más y más y es cuando ella ve que es una bestia el triple
de grande y con los mismos aspectos que tenía aquella bestia que Daniela se
había encargado de matar.
Es cuando ella decide correr a su casa, llega totalmente asustada, su abuelo la
observa y le dice:
–¿Dónde te habías metido? Ya nos tenías preocupados pues solo te mandé a
traer un par de tablas.
- ¡Lo siento! Es que me distraje un poco por qué escuché un ruido en el bosque,
pero era solo un oso.
Ella sube a su habitación y no les dijo nada a sus abuelos pues ella sabía que
no le creerían.
Al día siguiente ella se dirige a la tienda a comprar leche, pero se le cae su dinero
y un niño la ayuda
–Hola soy Pedro, aquí está tu dinero
-Muchas gracias yo me llamo Daniela, ¿Vives por aquí cerca?
–Mis padres son los dueños de la tienda, pero la mayoría del tiempo la suelo
pasar en el bosque ya que me gusta mucho
- ¿Y no te da miedo la bestia?
– ¡Jaja! Son cuentos que la gente inventa
- ¡Por qué todos dicen eso! Yo ayer por la noche vi a la bestia y hace un par de
meses maté una de ellas
–¿Es broma, cierto?
- ¡Te parece que estoy bromeando! (Enojada)
–¿Entonces es real lo que dicen de la bestia? (Asustado)
- ¡Claro! Podríamos ir hoy por la noche para que la veas tú mismo
–Está bien iré contigo, nos vemos en la noche
Daniela regresó a casa y al caer la noche ella se dio una escapada de casa para
ver a Pedro.
Juntos se adentraron en el bosque, pero esa noche después de buscar un buen
rato no encontraron nada, Pedro pensaba que se trataba de una broma y estaba
molesto por qué había sido engañado y es cuando nuevamente se oye el grito
espeluznante, los dos muy asustados deciden adentrarse más y es cuando
Pedro ve que todo era real como se lo había dicho Daniela, pero entonces la
bestia se percata de que ellos estaban ahí y toma impulso para una embestida,
Pedro y Daniela salen corriendo y pudieron evitar que la bestia los alcanzara.
Llegaron muy asustados los dos a casa de Daniela, su abuela les preparó un
chocolate caliente con un trozo de pan mientras ellos chocaban miradas, esa
misma noche Pedro se marchó a su casa y Daniela fue a dormir.
Al día siguiente Daniela se dirigía a buscar a Pedro a la tienda de sus padres,
pero al pasar cerca de un montón de basura se oyeron chillidos de algún animal,
ella decidió acercarse para ver qué es lo que era, era una caja de zapatos pero
al abrirla ¡Sorpresa! Había un cachorrito dentro, ella no podía creer quien fuera
tan cruel como para abandonarlo ahí, así que decidió adoptarlo y llevarlo a casa,
al regresar sus abuelos se percatan del animalito:
–¿De dónde has sacado a ese perrito? Pregunta su abuelo
-Lo he encontrado en la basura, alguien cruel lo abandonó.
–Bueno ¿Y qué piensas hacer con él?
- ¡Quiero adoptarlo!
–¿Es enserio hija? No tenemos espacio para tener un perro
-Por favor abuelito, quiero tener un fiel acompañante
–Está bien te dejaré tenerlo, pero lo vas a tener que cuidar muy bien, es una
responsabilidad muy grande, por cierto ¿cómo lo vas a llamar?
- ¡Boni! Por qué he descubierto que no es perrito ¡es perrita!
Pasaron dos semanas y Boni ya estaba creciendo, estaba muy bien educada ya
que Daniela le había enseñado muchos trucos, se había convertido en su perro
guardián.
Una tarde Pedro va a visitar a Daniela para que jugaran ya que él estaba solito
todos los días, pues era hijo único y no tenía mascotas.
–Hola Daniela ¿Cómo estás?
- ¡Pedro! Muy bien, que bueno que viniste por qué te quiero enseñar algo
– ¡Un perrito!
- ¡Es perrita, se llama Boni y es mi perro guardián!
–Está muy bonita
Ese día se la pasaron jugando hasta el anochecer, Daniela y Pedro se habían
vuelto unos muy buenos amigos.
La noche siguiente ellos decidieron ir al bosque, pero no adentrarse mucho por
temor a encontrar a la bestia, las cosas ya se habían calmado, pues habían
pasado ya un par de semanas y no habían vuelto a escuchar ningún ruido, eso
era muy bueno, esa noche todo estaba tranquilo y ellos pensaron que la bestia
tal vez se había marchado del bosque, ya se sentían más seguros y pasaban
días que desde al amanecer se ponían a jugar, una tarde encontraron un árbol
que era bastante grande y se les ocurrió una maravillosa idea, hacer una casa
en aquel árbol, pues pensaron que podría quedar muy bien, así que se fueron
muy rápido a casa de Daniela.
– ¡Abuelito se nos ha ocurrido una idea!
- ¿Que sucede?
–Queremos hacer una casa con un árbol muy grande que está en el bosque
-Excelente idea, los podría ayudar si ustedes quieren
– ¡Por supuesto que sí!
Al siguiente día Pedro, Daniela y su abuelo se dirigieron al bosque, el árbol
estaba algo retirado pero tenían razón, era muy bueno para montar su casita,
pasaron varias horas y de pronto llega su abuelita con mucha comida pues ya
todos tenían hambre, se sentaron en una manta que tendió su abuela y todos se
pusieron a degustar la riquísima comida que había llevado, cuando terminaron
ya era muy tarde y estaba apunto de anochecer, así que decidieron marcharse
de ahí y regresar al siguiente día para terminarlo.
Cuando ya estaban yéndose del lugar Daniela se quedó atrás pues se había
distraído con una huella bastante grande que había en el suelo del bosque, ella
seguía caminando a su casa, ya estaba obscuro y de pronto empezó a sentir la
presencia maligna y el ambiente comenzaba a cambiar otra vez, pero no pasó
nada, pensó que era su imaginación pues lo que había pasado la iba a marcar
por mucho tiempo y le costaría olvidarlo al 100 por ciento.
Al día siguiente desde muy temprano nuevamente desayunan un poco de té y
una pieza de pan para que fueran a terminar la casita, al salir de casa Pedro iba
llegando
–¡Hola buenos días!
-Buenos días Pedro ya vámonos al bosque para terminar la casita
Llegaron al sitio y algo inesperado había pasado, lo que ya habían construido se
derrumbó sin explicación alguna.
–¡Oh no! Debió ser el viento, dijo Daniela
-Puede ser qué sí, pero hay algunas tablas que están partidas por la mitad como
si alguien lo hubiera hecho apropósito
Sin más se pusieron a trabajar más rápido de lo que habían tratado el día
anterior, hasta que la terminaron
–Quedó excelente, más bonita no podría estar dijo Daniela
- ¡Exactamente quedó muy padre! Dijo Pedro
--Que bueno que les haya gustado niños, mañana podrán venir a jugar, ahorita
ya es noche y hay que ir a descansar.
Amanecía, no dieron ni las 7 de la mañana y Daniela ya estaba totalmente
despierta, fue a la tienda de los padres de Pedro a despertarlo, Pedro salió
enseguida y corrieron junto con Boni a la casa del árbol, se estaban divirtiendo
muchísimo hasta la noche cuando de pronto Boni comenzó a ladrar a la nada,
paso un buen rato y estaba muy inquieta
–¿Que te sucede Boni?
-Tal vez tenga hambre
Es ahí cuando empiezan a escuchar gritos nuevamente, corriendo suben a la
casa del árbol para esconderse junto con Boni, se empiezan a escuchar pisadas
afuera, se dan cuenta de que era la bestia que había regresado, trataron de
guardar silencio hasta que se fuera pero Boni estaba muy inquieta y por más que
trataron de calmarla soltó un ladrido que reveló su ubicación, la bestia al oírlo
corrió a la casa del árbol y ellos salieron corriendo a más no poder para escapar,
la bestia los perseguía y Daniela llevaba a Boni en brazos, afortunadamente
lograron desviarse y la bestia los perdió de vista.
Llegaron a casa y Daniela muy enojada dijo:
–¡Ya no quiero seguir huyendo de esa bestia!
- ¿Qué piensas hacer? Preguntó Pedro
–¡Hay que matarla de una vez por todas!
- ¿Pero tú viste el tamaño de ella? ¡seria casi imposible!
–¡Hay que conseguir armas de fuego y se dónde hallarlas!
Se dirigieron a una tienda de antigüedades, ahí habían dos escopetas pero no
sería fácil sacarlas, Pedro se encargó de entretener al encargado del local
mientras que Daniela las sacaba, fue una misión exitosa, al siguiente día
esperaron el anochecer, Pedro, Daniela y Boni se dirigieron a la casa del árbol,
en cuanto llegaron entraron a la casita y esperaron, se soltó una tormenta y no
había rastro de la bestia, cuando estaban a punto de irse a casa se escucha a la
bestia acercarse, ellos muy miedosos se armaron de valor para poder encararla
cuando se acercara a ellos.
Boni comienza a ladrar pues sentía la presencia, la bestia se alarma y prepara
una embestida hacía la casa del árbol, en cuanto la bestia llega ¡Daniela le da
un gran disparo al cuerpo y la bestia se estrella contra la casa del árbol
destruyéndola por completo, Pedro intenta darle un disparo pero la bestia lo
alcanza a golpear dejándolo inconsciente, Daniela recarga el arma y con enojo
suelta un par de disparos más pero la bestia era muy resistente así que se
prepara para embestir a Daniela y cuando está a punto de llegar a ella Daniela
dispara y la bestia le alcanza a golpear tirándola al suelo, al ver que está en el
suelo, la bestia quiere acabar con ella, pero de pronto Boni salta hacia la bestia
Y comienza a morderla, la bestia le da un golpe a la perrita, pero era tanto el
enojo que pudo aguantarlo, Daniela herida entre la lluvia y el viento recarga una
vez más el arma y es cuando le da directo a la cabeza de la bestia
–¡Muere! ¡Muere! Decía mientras le daba dos disparos más a la cabeza
La bestia cae al suelo totalmente muerta entre la lluvia, Pedro recobra el
conocimiento y entre los dos comienzan a golpearla, con dos grandes hachas
que llevaban se encargaron de decapitarla para asegurarse de que ya no se
levantará nunca más.
Muy impactados entre la lluvia fueron a una cascada cerca del bosque y dejaron
caer la cabeza de la bestia, muy agotados regresaron a casa, pero estaban
satisfechos por qué sabían que habían logrado lo impensable, pero claro sin Boni
no se sabe que hubiera pasado.
Pasaron los días y ellos ya salían a jugar completamente libres, pues las
desapariciones ya no eran un tema del que el pueblo hablara y así es como la
felicidad llegó nuevamente a Mazamitla.

Fin.

También podría gustarte