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LICENCIATURA EN FILOSOFÍA
Trabajo práctico 1
La paciencia odiseica
Asignatura:Formación Literaria I
23 de abril de 2023
Comentario a La Odisea de Homero.
1. Introducción
La Odisea nos habla de la paciencia, sea por su definición como palabra en sí o el título
de la obra de Homero. Su protagonista principal Odiseo 1–o Ulises según traducción–
es acompañado de varios adjetivos. Según su traducción puede tener diferencias, sin
duda los dos primeros contenidos en esta frase nominal compuesta es: aquel varón
multiforme ingenio. Hasta tres se podría decir sin consideramos varón, aunque sea
medio obvio al menos en aquel tiempo, hoy sería válido dudar. Entre paréntesis. Otros
que se mantienen fijos, son: divinal (de divino linaje, o simplemente divino), astuto,
sagaz, valiente, fuerte, elocuente, fiel… y se puede seguir. Pero hubo diferente,
repetido 55 veces según la versión que leída: paciencia. Según algunas traducciones
puede tener otras representaciones: como sufridor 2 y propiamente paciente.
Curiosamente en algunos no mencionado, como en la versión de la Editorial Edaf 3 ni en
la Editorial Losada4. Es interesante esta primera mención del Canto I pues un poco más
arriba en la narración hace mención a la prudencia (o astucia 5) de Odiseo,
diferenciándola claramente de la paciencia, cuando Atenas en conversación con su
padre Zeus pide que el héroe vuelva a casa.
1
Utilizaré el nombre de Odiseo para este trabajo, por ser la traducción que leí y encontrase más acorde
con el fin título.
2
Calvo, J. (1998). La Odisea de Homero. Ediciones Cátedra. Madrid, España, pág. 40.
3
Bernarbé, A (1981). La Odisea. Editoral Edaf. Madrid, España. pág. 43
4
Homero (1944). La Odisea. Editorial Losada. Buenos Aires, Argentina, pág. 23.
5
Edición Cátedra menciona astuto, las otras editoriales citadas como prudente.
la paciencia con otras obras y un análisis literario breve para al fin llegar, quizás dicho
audazmente, la paciencia odiseica.
2. Desarrollo
2.1. Nivel de la fábula: aproximación a la obra.
La obra dibuja la siguiente trama. Odiseo, caudillo de Ítaca, ha estado ausente 10 años
de guerra más otros 10 de regreso. Lo dan por muerto algunos. Su padre Laertes,
anterior caudillo lleva retirado tristemente, su hijo, Telémaco, joven y sin experiencia
se encuentra en una situación difícil. Un grupo de jóvenes pretenden la mano de su
6
Pomperoy, S., Burnstein, S., Donlan, W. & Tolbert, J. (1998). La Antigua Grecia: historía política, social y
cultural. Ediciones Crítica. Pág 70.
7
Pomperoy, S., Burnstein, S., Donlan, W. & Tolbert, J. (1998). La Antigua Grecia: historía política, social y
cultural. Ediciones Crítica. Pág 75.
madre Penélope (presuntamente viuda), paran en la hacienda en continuos banquetes
con la intención de asumir, sin escrúpulos, el lugar de Odiseo –o de Telémaco–. Odiseo
con la ayuda de los dioses (principalmente Atenas) y otras personas mediante la
hospitalidad, la esperanza de Penélope, quien con astucia frustró las ambiciones los
pretendientes; y la fuerza de su Telémaco, volvió, mató a los pretendientes y asume su
posición nuevamente.
Del título hemos hablado más arriba, repetir solo sería hacer padecer un ejercicio de
paciencia al lector. A modo de cuestionar, ¿es la invocación a la Musa un epígrafe? Al
menos para José Luis Calvo en su obra citada es un “auténtico proemio 8”. Sin duda un
avance y condensación de la obra.
El tiempo y el espacio de las obras son cuestiones claves. “El periodo que separa el
mundo micénico (finales del siglo XIII a finales del siglo XII) y comienzo del mundo
arcaico griego (hacia finales del VIII a. de C., época en que probablemente vivió
Homero), se suele denominar Dark Age,9 o Siglos Oscuros”. Una época confusa, pero
de recuperación. El debate de la cuestión homérica, más filológica que histórica ayuda
a analizar la sociedad descrita por Homero. “Son una fuente insustituible para
reconstruir la historia de estos siglos oscuros 10”. La obra citada La Odisea, nos dice
Bravo (2000) es una “amalgama de elementos claramente identificables: el escenario
de los hechos es micénico, el sustrato cultural del pasado heroico y el cuadro social e
institucional”; una realidad cotidiana propia del tiempo que Homero escuchaba y
exageraciones y fantasías elaboradas por el autor.
El narrador, en este caso el aedo, se va alternando entre Homero y Odiseo, “quien nos
traslada de un mundo a otro, a extrañas geografías que nos revelarán paisajes
insospechados de la interioridad humana 11”. No obstante, muchos aspectos de este
mundo homérico que camina entre los imaginario y real, “ofrece ideales que tenían
que basarse en la experiencia real del público para que la acción le resultará coherente
y pudieran identificarse con los personajes y sus motivaciones 12”.
8
Calvo, J. (1998). La Odisea de Homero. Ediciones Cátedra. Madrid, España, pág. 45.
9
Bravo, Gonzalo (Ed. 6) (2000). Historia del mundo antiguo, una introducción crítica. Alianza Editorial.
Madrid, España Pág., 171. No en sentido peyorativo, sino debido al inexistencia de testimonios escritos y
la escasez de restos arqueológicos.
10
Bravo, Gonzalo (Ed. 6) (2000). Historia del mundo antiguo, una introducción crítica. Alianza Editorial.
Madrid, España. Pág., 181.
11
Lazzarini, J. (2017). La literatura, una epifanía de la condición humana. Impreso en Argentina.
12
Pomperoy, S., Burnstein, S., Donlan, W. & Tolbert, J. (1998). La Antigua Grecia: historía política, social
y cultural. Ediciones Crítica. Pág., 72.
2.3. Nivel pragmático: paciencia odiseica.
a. El paciente Odiseo.
¿Es paciente Odiseo? Lo menciona la misma obra, es objetivo. El lugar en ella donde
realmente sentí la paciencia de Odiseo fue al final, cuando el revestido de hombre viejo
se encuentra con su Penélope en su casa, caí en la cuenta de todo lo que hicieron
Telémaco, me vinculé con mi dimensión de hijo de Dios. Recordé los viajes, las
aventuras, los compañeros y conversaciones de Odiseo, todos referenciados a la vuelta
a su patria. Finalmente, viendo a Odiseo, tan cerca pero tan lejos de sus seres
queridos, como se dice caí en la anagnórisis. Reconocí a Odiseo y a mí en él. Si,
resguardado por la comodidad de la hamaca paraguaya, satisfecho de haber
almorzado bien y descansado, pude percibir el placer de sentir todo el peso de la
espera de Odiseo. Elegí entonces el tema. Por eso puse más foco en la paciencia que
la tolerancia. La simbología del hombre viejo me es asombrosa, lo asocio a San Pablo 17.
El deseo de Odiseo estuvo puesto siempre en su familia y patria. La soberbia ( hybris
en griego) era manifiesta en la agresividad; sin embargo, en el final de la obra Odiseo
escucha y obedece a los dioses: el impulso (lo irracional, primitivo, pasional) del
combate paró y escuchó. Un hombre nuevo nació.
Antes estuvo la espera de Odiseo, quedo quieto muchos años, espero encuentros y
recuerdos. El Príncipe Feliz de Oscar Wilde nos enseña el valor de detenerse en el
camino, este como estatua encontró alas en su deseo de ayudar a personas pobres del
pueblo en una Golondrinita. “Nuestro héroe durante su camino varias veces se ha
encontrado y enfrentado a la tristeza y la soledad 18”. También es necesario para saber
esperar tocar fondo.
17
Cartas de San Pablo a los cristianos de Efesios (Ef 4, 17-24).
18
Bernal , Javier sj (2021). La constancia ante las dificultades en la Odisea de Homero.
Fui un Homo Viator detenido, experimenté el gusto de parar y contrastar las cosas. Fui
lejos de casa, detuve mi cotidianeidad por 36 días y 980 kilómetros, recé con los pies y
muchos amigos del Camino y regresé. El 24 de setiembre de 2019, durante el Camino,
tuve mi anagnórisis, me encontré, tuve miedo, me sentí acompañado y decidí. No es
fácil decidir siempre, sobre todo cuando hay dos cosas buenas, pero Dios sabe -y nos
lo hace saber-. El poema en el libro La literatura, epifanía de la condición humana de
José Luis Lazzarini sj, haciendo referencia a Lao Tse King, me hizo recordar este gusto
por la espera que viví leyendo Odiseo y al Príncipe Feliz estando en la hamaca
paraguaya en mi casa de Córdoba:
y yo contemplo su regreso.
Bravo, Gonzalo (Ed. 6) (2000). Historia del mundo antiguo, una introducción crítica.
Alianza Editorial. Madrid, España.
Pomperoy, S., Burnstein, S., Donlan, W. & Tolbert, J. (1998). La Antigua Grecia:
historía política, social y cultural. Ediciones Crítica.
Sitio oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. ¿Cuál es el significado de “la
paciencia” o “la perserverancia” (NVI) mencionada en Apocalipsis 14:12?.
https://www.adventistbiblicalresearch.org/es/materials/apocalipsis-1412/