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Rescate del “Chenque de Cerro Guido”

Susana Morano Büchner1, Víctor Sierpe González1 y Alfredo Prieto Iglesias1

A B S T R A C T

This paper presents information about findings and dating from the site “Cemetery of
cerro Guido”; it is a “chenque” containing multiple burials found at the beginning of the
XX century. It corresponds to a multiple burial at the higher altitude (1,100 meters) known
in Chilean austral Patagonia, located in the summit of the Guido hill (Última Esperanza,
Magellan Region, Chile). Materials associated to the human bones are analyzed, as well.

INTRODUCCIÓN

Existen diversos tipos de enterratorios huma- dañinos. Nadie puede imaginar una separación
nos, utilizados por cazadores-recolectores terres- más absoluta que la de este caos expuesto a to-
tres patagónicos, uno de ellos es el denominado dos los vientos. (…) Nos enfurecemos. Todos los
chenque, definido como un cúmulo de piedras pastores son iguales. Por darle a uno un gusto
dispuestas en pila, creando una formación concén- inventan cualquier dato, con tal lujo de detalles
trica en ciertos casos, bajo las cuales los indígenas que obligan a creerlo (…)”
depositaban restos humanos, variando su tamaño
de acuerdo a la cantidad de individuos dispuestos Por otra parte, a mediados del siglo XX, Juan
en él. En la mayoría de los casos, se encuentran en Mergudic y Tomas Pavicic, ascendieron la cima del
la cumbre de cerros, con la presencia o no de algún cerro encontrando en éste una pila de piedras, la
tipo de ajuar. cual correspondería a enterratorios indígenas sa-
En la provincia de Última Esperanza, Chile, se queados anteriormente.
originó una leyenda sobre la existencia de un “ce- Más tarde en el año 1993, un grupo de arqueólo-
menterio” indígena en la cima del cerro Guido. Es- gos que trabajaba en la zona, llegó al sitio verifican-
tos relatos llevaron a Annette Laming-Emperaire, do la existencia del chenque.
a ascender el cerro, con el fin de encontrar dicho
cementerio y más tarde, negar su existencia. Características del cerro Guido
El cerro Guido se encuentra en la sierra Contre-
“La leyenda cuenta que cerca de Cerro Guido ras, ubicada en la zona nororiental de la provincia
(…), se descubrió antaño un cementerio indí- de Ultima Esperanza, Región de Magallanes y An-
gena. Esto lo sabe todo el mundo, incluso los tártica Chilena; su altura aproximada es de 1270 m.
que apenas se interesan por estas cosas; pero Su cima es la prolongación de una meseta fuerte-
nadie puede detallarnos con precisión la fecha mente inclinada hacia el este (Figura 1).
y las circunstancias del hallazgo, así como los Presenta un tipo de vegetación semiárida co-
objetos descubiertos. Tendremos que ir a cerro rrespondiente a la subregión de la estepa patagó-
Guido para informarnos. nica de Magallanes, en la cual predomina el coirón
Con qué fin los indios escogieron un sitio tan (Festuca sp.). En relación a la fauna que deambula
desolado para sus muertos? ¿De dónde venían en la meseta, podemos encontrar guanacos (Lama
aquellos? ¿Cómo transportaban hasta acá los guanicoe), ovejas (Ovis aries) y algunas aves tales
cadáveres? Es bien conocido que algunos pue- como el cóndor (Vultur griphus) y dormilona fraile
blos tratan de alejar definitivamente a sus muer- (Muscisaxicola flavinucha). Los promedios de tem-
tos, los que se transformaban en seres hostiles y peratura mínima alrededor del cerro (216 m s.n.m.)

1 Centro de Estudios del Hombre Austral, Instituto de la Patagonia, Universidad de Magallanes.

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Figura 1. Vista general cerro Guido.

fluctúan entre 0° C y -4° C, en verano y -10° C y -12° nanciado por el Fondo de Provisión Cultural FNDR
C en invierno, siendo este promedio más extremo 2007, del Gobierno Regional de Magallanes y An-
en la cima del cerro. tártica Chilena.
A base de todos los antecedentes recopilados Los objetivos principales de este proyecto eran
referentes al chenque del cerro Guido, a fines del el rescate de los elementos óseos humanos que
año 2007, se llevó a cabo el proyecto denominado hubieran permanecido en el lugar luego de los sa-
“Rescate de Tumbas Indígenas en Cerro Guido”, fi- queos, y la reconstrucción de la pila funeraria.

METODOLOGÍA

El ascenso al cerro se efectuó por diferentes de dentición propuesta por Ubelaker (1999). Para
sectores de éste, con el fin de encontrar una ruta el individuo adulto (N° 1), se tomó como parámetro
que demandara menor gasto de energía y tiempo. de edad la fusión del aro epifisial del cuerpo de las
Una vez en la cima, se procedió a la recolección su- vértebras de Albert y Maples (1995), que luego fue
perficial de restos óseos, además a la confección de modificado por Burns (1999). Para estimar el sexo
los dibujos de planta. Igualmente, se excavó estra- del individuo juvenil, se utilizó la medida del diá-
tigráficamente un pequeño sector intacto. metro máximo de la cabeza de fémur (Bass 1995)
El análisis de los restos óseos humanos, consis- y del húmero (Byers 2002), debido a la ausencia de
tió, en primer lugar en la determinación del NMI otros elementos óseos que presentan diformismo
(número mínimo de individuos), asignando un nú- sexual.
mero correlativo a cada individuo, empezando por Se calculó la estatura del individuo juvenil, me-
uno. Una vez realizado esto, se estimó la edad; en diante el método propuesto por Genoves (1967).
el caso de los individuos subadultos, se empleó En todos los esqueletos se observó y registró
el método de unión epifisiaria (Krogman y Iscan las patologías óseas y dentales, presentes median-
1965; Baker et al. 2005) y el método de medición te los métodos propuestos por Buikstra y Ubelaker
de la longitud ósea (Ubelaker 1999; Scheuer y Black (1994), Campillo (1993) y Mann y Murphy (1990).
2000). Debido a la ausencia de piezas dentales, con Se enviaron cinco muestras óseas humanas, para
la excepción de un individuo juvenil, que presenta- su fechado radiocarbónico, al laboratorio de la Uni-
ba algunas piezas sueltas, se empleó la cronología versidad de Uppsala, Suecia.

RESULTADOS

En relación al ascenso, se intentaron diferentes consecuencia de los reiterados saqueos a la que


rutas desde la base del cerro, variando éstas entre había sido sometido. Su diámetro alcanza los 11
un rango de 3 y 6 horas. El acceso más rápido a la m dirección E-O y 13 m dirección N-S, delimitado
cima del cerro, resultó ser la ruta por la ladera SO, éste último por la barranca. Presenta muy poco
girando en la quebrada más alta, para luego subir sedimento, debido posiblemente a su arrastre por
por la chimenea NE. acción eólica, quedando en parte atrapado por las
El chenque se encuentra formado por una pila mismas piedras.
de láminas de piedra, de diferentes tamaños, dis- Se procedió a la recolección superficial del ma-
puestas una sobre otras, la cual se encontraba terial óseo disperso, el cual en algunos casos aún
abierta formando una suerte de U (Figura 2), como presentaba colorante, encontrándose además frag-

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taban abundante colorante (Figura 4). En la ruta a


la cima se encontró una pila de piedra, que podría
corresponder a un chenque, esta pila no presenta-
ba signos de saqueo.
En total se recuperaron los restos de al menos
siete individuos. Identificándose tres adultos (Nº 1,
2 y 3), un juvenil (N° 4) y tres infantes (Nº 5, 6 y 7).
En todos los casos los esqueletos estában incom-
pletos o presentaban menos del 30% de los hue-
sos (Figura 5). El individuo Nº 1 corresponde a un
adulto mayor de 30 años, esto evidenciado por la
fusión del aro epifisial vertebral, y la presencia de
osteofitos en el cuerpo de estas. No se pudo deter-
minar el sexo ni la estatura. El fechado obtenido es
de 1155 ± 35 AP. El individuo Nº 2 corresponde a un
adulto, no se logró establecer con exactitud la edad
de este, debido a la ausencia de elementos óseos
que constituyen patrones para la determinación de
Figura 2. Planta chenque cerro Guido. la edad. La fíbula izquierda, presenta en su extre-
mo proximal una anomalía en el crecimiento de la
matriz ósea, denominada exóstosis de crecimiento
mentos de obsidiana gris veteada entre los restos. (Figura 6). Este individuo fue fechado en 775 ± 30
Durante el trabajo de salvataje se encontró un AP. El individuo adulto Nº 3, solo esta representado
sector intacto el cual presentaba abundante colo- por un segundo metacarpo izquierdo.
rante. Se procedió así a realizar un sondeo el cual
consistió en plantear una cuadrícula –denominada
1A- en dirección sur-norte, utilizando un nivel cero
artificial y procediendo al trabajo de excavación por
niveles artificiales cada 5 cm (Figura 3). Los restos
recuperados, procedentes de la cuadrícula, presen-

Figura 3. Dibujos de planta.

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Figura 4. Cuadrícula 1A, nótese gran cantidad de colorante.

En el caso del esqueleto recuperado de la exca- corona (Figura 8). Esto debido a un déficit nutricio-
vación en el sector intacto, se trata de un individuo nal que afectó al individuo, aproximadamente a los
(Nº 4) juvenil de 17-20 años de edad, este rango está 36 meses, periodo en cual se forma esa porción de
dado por el cierre epifisiario de los huesos largos, la corona. El fechado obtenido para el individuo N°
metacarpos, metatarsos, costillas, y la fusión del 4 es de 710 ± 35 AP, sin calibrar.
aro epifisial de las vértebras, además de las piezas Los individuos N° 5, 6 y 7 corresponden a infan-
dentales encontradas. La cabeza del húmero mide tes de entre 5-6 años, 3-4 años y 1-2 años respecti-
4,2 cm este resultado indica que el género sería fe- vamente, su edad está dada por el cierre epifisiario
menino; por otra parte, la medida de la cabeza del de los huesos largos, la unión de los arcos y cuerpos
fémur fue de 4,4 cm que corresponde según tabla vertebrales y la longitud de las diáfisis de los huesos
a sexo indeterminado. Por lo tanto no se puede largos. En el caso del individuo Nº 6, además, se es-
establecer con exactitud el sexo de este individuo. timó la falta de osificación de la porción basilar del
Las medidas tomadas de las tibias, fíbula derecha, occipital, así como la medida de ésta y la osificación
fémur izquierdo y húmero izquierdo dieron una es- de las porciones laterales de este hueso. Ninguno
tatura aproximada de un metro sesenta centíme- de los esqueletos presenta patologías. De los indi-
tros, en el caso de un esqueleto masculino y de un viduos N° 6 y N° 7, se obtuvo los fechados 495 ± 35
metro cincuenta y ocho centímetros en el caso de AP y 690 ± 35 AP, respectivamente.
individuo femenino. La quinta vértebra lumbar y el El proyecto concluyó con la reconstrucción to-
sacro, presentan una anomalía en el cierre del tubo tal de la pila piedras, tal como suponemos que era
neural, conocido como espina bifida (Figura 7). Las originalmente.
vértebras lumbares presentan una desviación en el
proceso espinoso, debido a la patología de la quinta
lumbar. En referencia a las piezas dentales, el des-
gaste de estás es leve, no hay presencia de caries o
chipping. Los incisivos centrales superiores presen-
tan hipoplasia en el esmalte, las líneas horizontales
son leves y se encuentran en la primera mitad de la

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Figura 5. Esquema del conjunto de restos óseos rescatados de acuerdo a cada individuo.

Figura 6. Fíbula con exóstosis de crecimiento.

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Figura 7. Quinta vértebra lumbar con espina bífida. Figura 8. Incisivo central con hipoplasia de esmalte.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN

El salvataje del legendario “cementerio” de ce- manos, se puede decir que este chenque se utili-
rro Guido, culminó con una definición del sitio en zaba para individuos adultos y subadultos. Apa-
cuanto a su posición, tamaño y características, en rentemente no habría una diferenciación en el
definitiva, puso fin a más de medio siglo de especu- tipo de enterratorio de acuerdo al rango de edad.
laciones acerca de su existencia. La presencia de otros chenques y enterratorios en
La altura en que se encuentra éste (1270 m los alrededores, como el de cerro Los Escorpiones,
s.n.m.), lo sitúan como el más alto registrado hasta hallado en el marco de este proyecto y que se en-
ahora en Patagonia Austral, y nos lleva a plantear contraba saqueado, y la pila de piedra encontrada
cuestiones acerca de la inversión diferencial de camino al cerro Guido, abre la interrogante acerca
tiempo (costo de transporte) para individuos de los de si se trató de “estaciones” hacia la cima, o de
valles cercanos y de las alturas. Además, podrían prácticas distintas y distantes en el tiempo sin rela-
indicar que los eventos funerarios se produjeron ción alguna entre sí.
en los meses de verano, tal vez no más de tres, en La abundancia de colorante en la preparación
que la cumbre del cerro se encuentra libre de nieve del depósito de a lo menos uno de los individuos (N°
(sólo entre noviembre y febrero), hoy en día. 4), es evidencia de una gran inversión en el ritual.
El chenque de cerro Guido, corresponde a un La fuerte impregnación de colorante en los huesos
enterratorio múltiple (al menos 7 individuos); el uso de este individuo podría indicar que se trataba de
de la estructura funeraria, para más de un indivi- un entierro secundario, esto apoyado conjunta-
duo, concuerda con otros chenque encontrados en mente por la disposición de los restos inhumados,
Patagonia Argentina y Chilena. que más bien se trataba de un paquete de huesos,
Las dataciones radiocarbónicas realizadas sobre el cual no mostraba correlación anatómica entre
5 de los 7 individuos, indican la persistencia del uso las piezas óseas.
del mismo por cerca de siete siglos, un caso similar Se encontró en el valle del río Baguales a unos
a este, es el del sitio Chenque I (Beron y Baffi 2004), 25 km al norte un depósito de tierras rojas que pu-
que fue utilizado durante un período comprendido dieron ser usadas como fuente de colorante, aun-
desde los 1030 AP y los 370 AP. Esta reutilización es que no se puede asegurar que esa fuera la misma.
trascendental a la hora de plantearse cuestiones En el sector más bajo del chenque se halló un
acerca de la persistencia de territorialidad. conjunto de fragmentos y microlascas de obsidiana
No se descarta el saqueo o apertura por parte de gris veteada. Se trata en su mayoría de fragmentos
los propios cazadores recolectores, sin embargo la que parecen haber sido percutidos sin plan. En al-
intervención parece ser un hecho histórico tardío, gunos casos se trata de pequeños prismas con re-
dado que se encontraron fragmentos de vidrio mo- serva de corteza en tres de sus cuatro caras que no
derno entre los escombros arrojados a los lados. pudieron tener otro fin que depositar como ajuar
Con la información obtenida de los restos hu- una materia prima considerada valiosa. Según los

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estudios hechos por Stern y Franco (2000), este los chenques, como unidades discretas, como ya es
tipo de obsidiana provendría de la sierra Baguales, sabido (Beron et al. 2000; Goñi y Barrientos 2000),
a unos 40 km al norte del cerro Guido. encierra una historia de reutilizaciones que resul-
Finalmente el trabajo realizado en este sitio ta interesante para la cuestión de territorialidad.
permite señalar que, aunque los sitios hayan sido El análisis posterior de la obsidiana y el colorante
saqueados, siempre es posible obtener alguna in- puede indicar parte de la extensión de su territorio
formación de interés de sus restos. El contexto de o su área de influencia.

AGRADECIMIENTOS
A Hans Rohers y Juan Mergudic por su contribución con datos y material fotográfico, a Pedro Cárde-
nas, Gabriel Bahamonde, Jose M. Prieto y Francisco Busilich por trabajos en terreno, a Mateo Martinic
por correcciones y comentarios del manuscrito, a Thierry Dupradou por fotografías, Nicolás Simunovic,
Jorge Matetic, Arturo Kroger, Ciro Barría, René Vera, Manuel San Román, Flavia Morello, Claudia Baha-
monde y Fundación Cequa.

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