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Foto: iStock.
Por
E. Zamorano
11/07/2021 - 05:00
Una de las cosas más difíciles en la vida, a juzgar por la gente que lo ha
hecho, intentado, conseguido o fracasado, es la tarea de educar a un
hijo. Nadie nos enseña a enseñar a otros, y aunque existen múltiples
servicios y recursos de asesoramiento para padres y madres
primerizos, la dificultad que entraña traer una vida al mundo se hace aún
más compleja cuando hay que formarla y educarla en lo que está bien y
está mal, así como para hacer que aprenda actitudes y comportamientos
que le ayuden a vencer los retos del mañana.
Más allá de lo mucho o poco que alguien puede exigir a sus hijos, si hay
algo crucial es que lo más importante es conseguir que confíen en sí
mismos para cumplir sus metas. Desgraciadamente, vivimos en un
mundo demasiado competitivo que también tiene su reflejo en la
infancia. Los niños no son tan buenos como parecen, ni tienen tanta
paciencia ni son tan bienintencionados como muchas veces tendemos a
pensar. De ahí que los casos de 'bullying' no hayan dejado de crecer en la
última década.
Por tanto, antes que enseñarles a defenderse de los ataques (como
cualquier padre o madre podría pensar que tiene que hacer), es vital
formarles en valores para que distingan los buenos de los malos
comportamientos, así como hacer que ganen en autoestima y desarrollen
empatía por los demás que, más que ayudarles de cara a los posibles
abusos que puedan recibir por parte de sus iguales, les haga condenar y
rebelarse contra aquellos compañeros que quieren saltarse las normas
de convivencia y atentar contra la integridad física o emocional de otros
compañeros.
¿Cómo ayudarles a que desarrollen la seguridad suficiente que les haga
enfrentarse a los problemas que se les presenten? Es un tema complejo,
pues nunca llegas a estar del todo seguro de si estás obrando bien o te
estás equivocando. Jason Keil, un periodista norteamericano, ha
investigado sobre cuál es la mejor forma de educar a tu hijo para que
obtenga la seguridad y confianza en sí mismo. A través de sus consejos y
de diversos estudios y artículos de expertos, intentaremos orientarte en
torno a esta difícil tarea.
Sé su ejemplo
El primer paso es conseguir que tu hijo aprecie y valore las cosas que
hace bien. Si de primeras le dices que todo lo hace mal, o no llegas a
darte cuenta de sus habilidades y capacidades, ya estarás fallándole. Al
final, el niño debe ser consciente de lo que hace bien y necesita una
figura que refuerce sus actitudes positivas para ello. Por otro lado,
tampoco puedes permitir que escuche comentarios negativos sobre ti
mismo. Sí, de hecho un artículo de 'Psychology Today' afirma que este es
uno de los rasgos que más pueden influenciar en la percepción propia
que tiene el pequeño. Al fin y al cabo, si su máxima figura de autoridad
tampoco tiene seguridad en sí mismo ni la autoestima suficiente para
encarar los problemas o dificultades, él nunca podrá desarrollar los
valores que estás tratando de inculcarle y que tú no practicas.
En este sentido, también es importante que valores los malos resultados.
Puede que no haya aprendido todavía a atarse los cordones, sea el último
en saber las letras del abecedario o decir las horas, pero si le haces ver
que solo a través de los errores se aprende y que lo que hay que hacer
siempre es intentar algo hasta que por fin se consigue, estarás
generando en él un espíritu de perseverancia que le será muy útil en el
futuro para desenvolverse en sus circunstancias. "Elogiar el esfuerzo en
vez del resultado contribuye en gran medida a fomentar la resiliencia del
niño", asegura Keil.
Por último, otra de las medidas más útiles y bien encaminadas
es hacerles aprender del fracaso. Trata de corregirle y hacerle ver qué es
lo que ha hecho mal, pero no le castigues de forma desproporcionada o
te enfades con él si hace algo mal. Esto es muy importante y es la base
de una educación psicológica sana. Uno no se debe recrear en los errores
y pensar demasiado en lo que ha hecho mal, pero sí que debe aceptarlo y
aprender de ello. "Enséñales a aceptar que son imperfectos y hazles
saber que les amarás pase lo que pase" o, en este caso, aunque cometan
errores.