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¡D
Es verdad también, debo decirlo, que jamás eso me causó ningún conflicto, celos
o problemas de ningún tipo, como veía que podía causarle a otras personas o
Nunca había vivido la "familia pastoral desde dentro", y tal vez por esta razón
respecto.
hace, por lo menos, tres años, y creo que el Señor puso esta inquietud en mi
corazón no solamente como una carga para orar al respecto, sino también para
son comunes a una gran mayoría de nuestros hijos (hijos de pastores). Y digo
"una gran mayoría", porque la experiencia me dice que no todos los hijos de
dichos niños o jóvenes. Esto es: frente a las mismas circunstancias, idénticas
artículo es de aquello que yo misma tenía como una hipótesis de trabajo, basada
aislados, aquellos en los cuales la problemática de los hijos se debe atribuir pura
maltratan a la esposa/esposo y/o hijos; disciplinan con rigor a las personas y/o
Padres (pastores en ejercicio) que hacen pasar a los suyos toda suerte de
Padres (pastores en ejercicio) que someten a los suyos a una rígida disciplina,
pero ellos jamás podrían predicar con el ejemplo, puesto que serían incapaces
Etc.
La lista sería muy larga, y seguramente cada lector de este trabajo podría añadir
aprobadas por Dios, aunque no perfectas, como nadie por el momento sobre esta
tierra, cuyo amor y entrega por la Iglesia sólo puede compararse con el amor y la
Frente a este corpus, me pregunto, ¿Por qué es tan común ver hijos de esta clase
de pastores que reniegan del Señor, que reniegan de su familia, que reniegan del
o de otra índole?
Al leer lo que sigue debemos tener en cuenta que esta es la descripción de lo que
(en adelante, HIP) se enfrentan a una crisis adicional: se encuentran con que
ellos no eligieron ser quienes son, es decir que el ser cristianos, y mucho más,
todos ellos, deben definir su identidad en esta etapa: quiénes son, qué quieren
ser, cuáles son sus gustos, sus amistades, etc. Normalmente, en un primer
qué temerle. Algunos lo transitan sin mayores sobresaltos, otros por vías más
verdaderamente no ha sido una elección entre dos cosas, sino la elección con
una sola opción, y por eso se vuelcan incondicionalmente hacia la opción que
nuestros hijos vuelvan a elegir, pero ahora sintiéndose libres para hacerlo, y si
hemos sembrado en ellos la buena semilla, con toda seguridad dará su fruto,
aunque el proceso haya sido largo, costoso, y muy doloroso para el resto de la
familia.
del llamado al ministerio. Como resulta obvio, ellos no sienten que han sido
podrán ellos mismos sentir un llamado: pero no es el mismo que han sentido
sus padres. Puede ser a la misma tarea, puede ser hasta en el mismo
padres, hacemos muy mal en demandarles cosas que Dios nos demanda a
llamado de sus padres y está bien que así lo sientan… Pero también estará
que Dios hable a su corazón, los tire del caballo o los haga bajar del árbol…
Pero será Dios quien los llame o no los llame, y a esa voz deberán responder
por sí o por no. Este es el segundo problema más grande que aqueja a los
HIP: ellos no eligieron ser los hijos del pastor, y por tanto no quieren cargar
demasiado ancha e indiscreta. Nada o casi nada pasa en su seno sin que sea
visto, apreciado y justipreciado por todos los que se asoman a ella creyéndose
pero seguramente se juzgará impropia del HIP: deben siempre ser ejemplo,
saludar a todos, aunque sin ganas, estar siempre gozosos y orar sin cesar, ser
pacientes, dejarse abofetear sin quejas, llevar una milla más la carga, negarse
seguido, y siempre estar disponible… Y esto está bien, es bíblico… Pero una
cosa es que uno de pronto se dé cuenta de que Dios está demandándole algo
así y lo acepte de propia voluntad, y otra cosa muy distinta es que los demás
romano, en donde morían los cristianos despedazados por las fieras mientras
otros "seres humanos" miraban desde las gradas y pedían más sangre. Y no
digo que lo sea… Pero a veces nuestros hijos sienten que se le parece, y esto
destruye su fe, y hasta puede destruir su vida. A veces sin darnos cuenta,
ideología de la "vidriera" y les exigimos cierta conducta, "por lo que los demás
dirán", por lo que pensarán de nosotros si ellos no son un buen ejemplo, por lo
pondríamos en esta vidriera a ningún otro, por insana, por inútil, por dolorosa
aconsejarlo también como padres. Nuestros hijos son personas como todas,
necesitadas del amor y del perdón divinos como todas, falibles como todas,
imperfectos como cualquiera… No son más y no son menos que nadie: son
no se averguenza de nosotros cuando caemos, sino que nos atrae con lazos
de suspender el paseo o el viaje… Y no digo que todo esto esté mal: digo que
los demás más que a nosotros mismos, y buscar siempre más el bien ajeno
nuestros hijos, hasta que ellos mismos no sientan la voz de Dios al respecto.
sinsabores, las bofetadas de los que siempre hay en las iglesias, las
con esto también deberán crecer los HIP. Nuestra vida, nuestra fe, nuestra
o los hermanos nos destruyen, nos matan, nos arruinan la vida, pero que igual
seguimos en esto, la lectura que nuestros hijos harán será: una, que somos
mismos.
privilegio: esto es una gran verdad. Aunque, como antes, debemos llamar la
pensarán mal de nosotros cuando son niños. Nunca pensarán que somos
problemática de los Hijos de Pastor. Hay muchas variantes, y muchas otras que
Casos y cosas…
una joven hija de pastor me explicaba su caso: por mucho tiempo siempre se
peor, su conducta siempre juzgada por cualquiera. Por más que se esforzara
en su vida por ser la mejor, porque todo el tiempo sentía que los demás le
más allá. Como nada de lo que hiciera alcanzaba, por más empeño que
éxito: probó todos los excesos, hizo lo que quiso… Se enfermó de bulimia y
es cierto… Pero pensemos hasta qué punto podemos hacer daño a nuestros
que significa ser HIP, y ante el "aparente fracaso", algunos papás nos
amarlos, y lo viven patéticamente. Algunos luchan por años sólo por satisfacer
a sus padres, sin un verdadero encuentro con el Señor, de modo que a poco
fácil este trance para ningún padre: pero deberíamos animarnos a sentir con
el corazón del Señor, quien no nos amó por lo que éramos, sino de pura
gracia. Nuestros hijos deben poder ver en nosotros, y por nuestra conducta
Firmeza, sí, cuando haga falta. Amor y compasión, siempre, como nuestro
puedo?: Normalmente, uno cree que con la propia experiencia alcanza para
escollos para aprender. No digo que debemos dejarlos ir por donde quieran,
cuando no tienen edad para hacerlo. Digo que a veces nuestras palabras sólo
hacen que ellos se encaprichen mucho más. Llegado a un punto, que cada
papá sabrá cuál es, sólo nos queda orar mucho, muchísimo, y esperar en el
daría material para muchos artículos más, pero sí intenta marcar ciertas
circunstancias semejantes.
Tener un hijo siempre es una bendición. Y si ese hijo está atravesando por un
No pretendo tampoco decir que los HIP son "pobres chicos", y que por ser tales
Sólo quiero llamar la atención acerca de lo difícil que puede resultar para ellos ser
No debemos tener miedo al qué dirán: tal vez, indirectamente, Dios esté tratando
con nuestro orgullo. Porque nuestra autoridad no proviene de nuestros hijos, sino
nosotros.
En la difícil tarea de conducirlos hasta los pies del Señor pasaremos por
que en ambos el Señor estará con nosotros, porque nuestro primer ministerio, el
todas las palabras y promesas que Dios hace en lo general para cada familia de
sí.
sano equilibrio espiritual: sin forzarlos y sin dejarlos totalmente libres de elección
paciencia mientras esperamos que el Señor realice su obra. Porque por más
exterior (que quizás podamos lograrlo en parte), sino que Dios toque su corazón
para que ellos se decidan por Él y cambien de rumbo. Y esto sí que no podemos
contenidos y acotados con los límites que cualquiera necesita, como para poder
Y cuando sientan que pueden hacerlo, entonces será la hora que Dios habrá
Tal vez produciendo en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de
gloria…
Echemos, pues, todas nuestras ansiedades sobre El, porque El tiene cuidado de
porque tenemos seguridad en El que nos dice: Yo siempre habré de ser fiel.
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