Está en la página 1de 17

Revisión de los cambios endocrinos

en la anorexia nerviosa
R.K. St0ving, J. Hangaard, M. Hansen-Nord, C. Hagen

Resumen.
La anorexia nerviosa es un síndrome de etiología desconocida. Se asocia con múltiples anormalidades endo-
crinas. Las monoaminas hipotalámicas (especialmente la serotonina), los neuropéptidos (especialmente el neuro-
péptido Y y la colecisto-quinina) y la leptina participan en la regulación del apetito humano, y se transforman de
diversas formas en la anorexia nerviosa. Sin embargo, aún queda por clarificar si la alteración de la regulación del
apetito es secundaria o etiológica. Parece que el hambre trae como consecuencia un aumento en la secreción de la
hormona de emisión de corticotropina y propiomela-nocortina, no obstante, hay evidencias de que puede mantener
e intensificar la anorexia, la actividad física excesiva y la amenorrea. La amenorrea hipotalámica, que es un criterio
de diagnóstico en la anorexia nerviosa, tiene otras implicaciones y no únicamente el bajo peso y el ejercicio. La
resistencia de la hormona del crecimiento con una baja producción del factor de crecimiento I similar a la insulina
y una secreción de la hormona de crecimiento elevada reflejan una insuficiencia nutricional. La terapia nutricional
de los pacientes con anorexia nerviosa puede mejorarse con la administración de un agente anabólico como la hor-
mona del crecimiento o el factor I de crecimiento similar a la insulina. Hasta ahora, no se ha demostrado que nin-
guna de las anormalidades endocrinas sea primaria, sin embargo, hay una evidencia creciente de que alguna de ellas
puedan formar parte de ese círculo vicioso.

INTRODUCCIÓN de las muertes. En el estudio de seguimiento más


largo, se halló una tasa de mortalidad de un 18% tras
La anorexia nerviosa (AN) es un síndrome que se un periodo de observación de 33 años de promedio, de
ajusta a los siguientes criterios de diagnóstico: 1- pér- los que el 5% eran suicidios (Theander, 1983).
dida de peso hasta un 85% menos que el correspon-
diente a la edad y la altura; 2- temor intenso a la obe- Después de un periodo de inanición prolongada
sidad; 3- visión trastornada del cuerpo y 4- en mujeres ocurren múltiples cambios endocrinos y metabóli-
con menstruación, amenorrea de al menos tres meses. cos, para conservar la energía y la proteína. Varios de
(Asociación Americana de Psiquiatría, 1994). Debido los hallazgos discrinos en pacientes con AN pueden
a la diferente selección de pacientes y a otras limita- por tanto atribuirse a mecanismos de adaptación. El
ciones metodológicas, los datos epidemiológicos son hipotálamo juega un papel fundamental en las reac-
bastante ambiguos. La mayoría de los estudios resultan ciones emocionales y contiene el centro más impor-
en frecuencias de 0.5-2 por 1000 mujeres (Hoek, tante de las sensaciones de hambre y de saciedad. La
1991), con la mayor incidencia entre mujeres de 15-19 lesión en el hipotálamo en el ser humano puede tener
años (Joergensen,1992; Nielsen, 1990). Algunos estu- como resultado tanto los extremos de sobrealimenta-
dios han observado un aumento de la incidencia ción (Reeves y Plum, 1969) como de baja alimenta-
(Moller et al.,1994), pero un meta-análisis no confirmó ción (Heron y Johnston, 1976). La disfunción hipo-
este aumento (Fombonne, 1995). El índice de mortali- talámica aparece en numerosos estudios endocrinoló-
dad se estima entre un 2 y un 10% durante un período Este artículo ha sido publicado en el Journal of Psychiatric Research 33
de 5-10 años, en los que el suicidio suma casi la mitad (1999) 139-152

RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 24 - 2000 3


gicos de la AN. Basándonos en esta premisa, quisiéra- El neuropéptido-Y (NPY) es un neuropéptido esti-
mos hacer una revisión crítica de los aspectos endocri- mulante del apetito con un efecto más específico,
nos de la AN, y tratar brevemente las implicaciones potente, y prolongado que cualquier otra sustancia
etiológicas y terapéuticas. (Stanley et al., 1986). En las mediciones en vivo han
demostrado que la emisión de NPY del hipotálamo
2. Los péptidos reguladores del apetito paraventricular aumenta durante el hambre y disminu-
ye durante las comidas (Kalra et al., 1991). El efecto
En los últimos años, un gran número de péptidos estimulante del apetito del NPY queda inhibido por la
gastrointestinales se han ido aislando del hipotálamo hormona emisora de corticoprotina (CRH) (Menzaghi
(tabla 1), pero su papel biológico en el CNS no está elu- et al., 1993; McCarthy et al., 1993). Hay una evidencia
cidado del todo. Hay no obstante una evidencia cre- creciente de que existe un equilibrio dinámico entre la
ciente de que bastantes de estos péptidos forman parte actividad neuronal del NPY y la CRH, y que ese siste-
de la regulación del apetito. ma es importante para la regulación del consumo de ali-
La colecistoquinina (CCK) es un neuropéptido mentos (Liu et al., 1994). Por tanto es una hipótesis
inductor de la saciedad. Este efecto se ha demostrado bastante obvia el considerar que la inhibición anormal-
en numerosos modelos animales (Dourish et al., 1989) mente aumentada por medio de la CRH de la actividad
y en estudios humanos (en Pi Sunyer et al., 1982; Smith del NPY juega un papel en la patogénesis de la AN
et al., 1995). Sin embargo, se discute la cuestión de si (Kaye et al.,1989; Menzaghi et al., 1993).se ha demos-
una ingesta reducida de alimento proviene en realidad trado un aumento de CSF-NPY en pacientes con AN
de un efecto anoréxico específico o de un efecto tóxico (Kaye et al., 1990). Además, la concentración CSF de
inespecífico. La información sobre la concentración NPY no se normaliza hasta mucho después de la nor-
basal de serum de la CCK en AN (Harty et al., 1990) es malización del peso y con frecuencia hasta el retorno de
contradictoria. La concentración en el fluido cerebroes- la menstruación (Kaye et al, 1990).
pinal (CSF) se presenta normal (Gerner y Hace veinte años, experimentos de parabiosis con
Yamada,1982). Hay un aumento postprandial más rápi- ratas genéticamente obesas demostraron la evidencia
do y más fuerte en s-CCK en pacientes con AN que en de la existencia de un potente factor humeral de la
individuos normales (Harty et al., 1991; Philip et al., saciedad del que carecían los mutantes (Coleman,
1991). Una saciedad demasiado rápida y fuerte induci- 1978). Este producto de gen obeso ha sido reciente-
da por la CCK se ha propuesto como factor etiológico mente identificado (Zhang et al., 1994) y denominado
en la AN. Existen varias observaciones que contradicen leptina. La leptina solamente se segrega por las célu-
esta hipótesis. En primer lugar, se han encontrado las grasas, y el receptor se expresa en el hipotálamo,
aumentos postprandiales de CCK normales en AN en donde se le supone que actúa en el control de la ali-
(Pirke et al., 1994; Geracioti et al, 1992). En segundo mentación (Considine et al., 1996). Existe una evi-
lugar, el modelo de estimulación de CCK se vuelve dencia de que en el efecto supresor del apetito de la
normal cuando se recupera el peso normal (Harty et al., leptina interviene una inhibición de la secreción del
1991), lo que sugiere que la regulación anormal de NPY (Stephens et al.,1995; Schwartz et al., 1996). Sin
CCK es un fenómeno secundario. En tercer lugar, la embargo, no parece que el NPY sea el único interme-
concentración hipotalámica de CCK en animales no diario, puesto que las ratas deficientes en NPY tam-
estaba en relación con las condiciones nutricio-nales bién responden a una administración exógena de lep-
(Schneider et al., 1979). Y por último, un experimento tina (Erikson et al., 1996). En los humanos, la expre-
animal demostró que una infusión continua de CCK no sión de leptina mRNA y de concentración de serum de
tenía casi ninguna influencia en la ingesta total de ali- leptina es correlativa a la masa de grasa corporal en
mento, en cuanto que el consumo reducido de calorías los obesos y en los individuos de peso normal
en cada comida quedaba compensado por un aumento (Considine et al., 1996; Maffei et al., 1995). En los
en la frecuencia de las comidas (West et al., 1984). pacientes con AN hay un descenso del nivel de leptina en

4 RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 24 - 2000


Tabla 1. Ateraciones endocrina en la Anorexia Nerviosa

Nivel Substancia Referencias

Hipotalamico Monoaminas Catecolaminas Dato contradictorio van Binsbergen et al., 1991; Grossetal.,
1979; Barry y Klawans, 1976 Dopamina
Dato contradictorio Johnston et al., 1984; Kaye et al, 1984b;
Gillberg, 1983
Serotonina Dato contradictorio Hassanyeh y Marshall, 1991; Kaye et al.,
1991; Brewertonet al., 1987
Opiáceos β-endorfina Dato contradictorio Brambillaet al., 1991; de Marinis et al.,
1994; Baranowska, 1990
Corticotropina Liberada Incrementado Hotta et al., 1986; Smith et al., 1989
Hormonas Hormona
Gonadotropina Liberada Disminuido van Binbergen et al., 1990; Marshall
Hormona y Kelch, 1979; Ceda et al., 1981
Crecimiento hormona liberada Incrementado Scacchi et al., 1997
hormonas
Tireotropina hormona Liberada Disminuido Kiriike et al., 1987; Bando et al., 1989
Hormonas
Gastrointestinal Colecistokinina Dato contradictorio Harty eí al., 1991; Phillip et al., 1991
peptidos Geracioti, Jr. et al., 1989

Neuropeptido Y Incrementado Kaye et al., 1990; Kaye et al., 1989


Peptido Histidin Metionina Incrementado Harty et al., 1991
Somatostatin Dato contradictorio Ghigo et al., 1994; Kaye et al., 1988
Gerneretal., 1982
Peptido vasoactivo intestinal Incrementado Gerner et al., 1984

Pituitario anterior Peptidos Adrenocorticotropina Dato contradictorio Gwirtsman et al., 1989; Gold et al., 1986
Brambillaet al., 1993

Gonadotropinas Disminuido Boyar et al., 1974


Hormona de crecimiento Incrementado Ferrari et al., 1990; Masuda et al., 1988
Tireotropina Dato contradictorio Kiyohara et al., 1989; Bannai et al., 1988
Prolactina Inalterado Natoli et al., 1985; Skrabanek et al.,
1981; Williams, 1977

Periférico Esteroides Cortisol Incrementado Boyar et al., 1977; Vierhapper et al,


1990; Walshet al., 1987
Estradiol Disminuido van Binsbergen et al., 1990; Devlin et al.,
1989; Buvatet al, 1984
Peptidos Perdida de insulina en Disminuido Rappaport et al., 1980; Counts et al.,
el factor de crecimiento I 1992; Argente et al., 1997
Insulina Disminuido Blickle et al., 1984; de Rosa et al, 1983
Stephan et al., 1982
Glucagon Dato contradictorio Blickle et al., 1984; Abell et al., 1987
Leptina Disminuido Hebebrand et al., 1995; Grinspoon et al,
1996; St0vinget al., 1988
Triodotironina Disminuido Croxson y Ibbertson, 1977; Bannai et
al., 1988

serum (Hebebrant et al, 1995) y de CSF (Mantzoros et al., némica entre los pacientes anoréxicos, y que unas tasas
1997) como reflejo de la baja reserva de grasa. Sin cognitivas moderadas en los comedores moderados se
embargo, Hebebrant et al (1995) descubrieron que había relacionaban con el nivel de leptina independientemente
escasa relación entre el nivel de leptina y el BMI, lo que del porcntaje de grasa en el cuerpo (vonPritz et al., 1997).
sugería que podía deberse a una subpoblación hiperlepti- El conocimiento sobre las proteínas de enlace de leptina y

RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 24 - 2000 5


la sensibilidad todavía está muy limitado. Recientemente cipales metabolitos de NE y se cree que la emisión uri-
se ha demostrado que unas proporciones significativa- naria de MHPG refleja el metabolismo central de NE
mente más altas de leptina total circulan en relación a los mejor que cualquiera de los metabolitos de catecolami-
individuos delgados comparadas con las de los indivi- na (Maas y Landis,1971). Ocurre que el MHGP urinario
duos obesos (Sinha et al.,1996). Es factible que las prote- aparece reducido en AN (Gross et al., 1979; Johnston et
ínas de enlace de leptina pudieran ellas mismas participar al., 1984). Durante el tratamiento nutricional y psicoló-
en la regulación del comportamiento en la alimentación. gico el nivel de MHGP aumenta (Rieder et al., 1982)
Hay evidencia de cambio en la regulación del apetito pep- correlativamente a un descenso en los síntomas depresi-
tidérgico en AN, sin embargo, no está claro el papel etio- vos (Halmi et al.,1978; Biederman et al., 1984). Sin
lógico que produce. En la AN es muy poco frecuente la embargo, otras investigaciones han mostrado que el
pérdida de apetito (Asociación Americana de Psiquiatría, MHPG urinario refleja el peso corporal mejor que los
1994). A pesar del consumo reducido de alimentos, pre- porcentajes de depresión (Abraham et al, 1981). Puede
sentan un aumento en el interés por los alimentos que es que la disparidad existente entre los datos se deba a la
una característica reconocida. Por ejemplo los pacientes diferente actividad física y a los regímenes alimenticios.
se dedican a menudo a preparar comidas para otros Se ha sugerido que la actividad física excesiva compen-
(Halmi, 1978). sa el descenso en el volumen de catecolamina hipotalá-
mica provocado por la inanición (Brooks et al., 1990;
3. Sistemas monoaminérgicos Pirke et al., 1993). Además, una dieta estrictamente con-
trolada, una observación intensa y unos regímenes de
Los neurotransmisores monoaminérgicos clásicos actividad restringida pueden estresar a los pacientes con
desarrollan funciones neuroendocrinas del hipotálamo, AN en distintos grados.
incluyendo el comportamiento de control de la alimen- Aunque desde los años sesenta se viene estudiando
tación y las funciones reproductivas. Durante muchos extensivamente la asociación entre la psicosis y la acti-
años se ha mantenido un intenso debate sobre sus posi- vidad dopaminérgica, la teoría de la dopamina (DA)
bles relaciones con los trastornos de la alimentación. sigue siendo atractiva. Unas dosis altas de anfetamina
Cada vez hay mayores evidencias que indican que la provocan un comportamiento psicótico y anoréxico, en
epinefrina hipota-lámica (Leibowitz et al., 1988) y la el que la DA juega un papel fundamental (Baez,1974;
serontonina (5-hidro-xitripamina, 5 HT) (Paez y Klawans y Margolin, 1975). Partiendo de la analogía
Leibowitz, 1993) en circunstancias particulares inducen fenomenológica entre la psicosis provocada por la anfe-
o estimulan la anore-xia, mientras que la noreprinefrina tamina y la anorexia nerviosa, se ha especulado que el
(NE) incrementa el consumo de alimentos mediante los aumento de actividad dopaminérgica desempeña una
receptores alfa-2 (Goldman et al., 1985; Leibowitz et función en la psicopatolo-gía de la AN. Esto ya había
al., 1985). En los enfermos que padecen de AN los nive- sido revisado (Barry y Klawans, 1976), y en los últimos
les de NE en serum se presentan elevados (van años ninguna noticia importante ha aparecido en este
Binsbergen et al., 1991) y sin cambios en CSF (Kaye et campo. Durante la década pasada, el mayor interés en la
al., 1984), mientras que en los pacientes anoréxicos monoamina se centró en el 5HT que proporcionaba las
recuperados hace tiempo el nivel NE en CSF aparece fuentes más prometedoras para potenciales teorías etio-
disminuido (Kaye et al.,1984). Los informes sobre la lógicas. Los estudios de microinjertos en el hipotálamo
excreción urinaria de metabolitos de cateco-lamina son en animales han mostrado que la actividad serotonérgi-
conflictivos (Gross et al., 1979; Johnston et al., 1984). ca central reduce el consumo de alimentos (Paez y
En pacientes anoréxicos la respuesta de catecola-mina a Leibowitz, 1993; Leibowitz et al., 1993). Los estu-
cambios de postura y ejercicio físico no difería de los dios de mapas han identificado el núcleo hipotalámi-
controles (van Binsbergen et al., 1991). El Tres-meto- co medial como la ubicación anatómica crítica donde
xi-4-hidroxifeniletileneglicol (MHPG) es uno de los prin- se media este efecto serotonérgico (Leibowitz et al.,

6 RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 24 - 2000


1990). Existe la evidencia de que el 5HT y el NE inter- Pero hasta ahora la farmacoterapia de la AN ha estado
ac-túan de una manera antagónica en las mismas neu- totalmente en desacuerdo. Los agentes antidopaminérgi-
ronas hipotalámicas mediales (Paez y Leibowitz, cos (Vandereycken y Pierloot, 1982; Daily y Sargant,
1993). Los datos de los estudios de animales indican 1960) así como los fármacos antiadrenérgicos (Redmon
que los efectos serotonérgicos y los norepinefrinérgicos et al., 1976), serotonérgicos (Kaye et al., 1991 b) o anti-
son selectivos y preferentemente reducen respectiva- sero-tonérgicos (Vigersky y Loiraux, 1977; Goldberg et
mente el estímulo de consumo de carbohidratos, mien- al., 1996) han fracasado al intentar demostrar algún efec-
tras que apenas afectan al consumo de proteínas y gra- to convincente. Estas pruebas no apoyan que la desregu-
sas (Wurtman y Wurtman, 1979; Leibowitz et al., 1989; lación monoaminérgica deba tener una importancia fun-
Rogacki et al., 1989). Además se ha demostrado que la damental en la patofisiología de la AN.
NE actúa sobre la cantidad de comidas y no sobre la
frecuencia de comidas (Leibowitz et al., 1985). En los 4. Axis adrenal-pituitario-hipotalámico
pacientes con AN la concentración de 5HT en suero se
eleva (Hassanyeh y Marshall, 1991) y la concentración Los pacientes con AN tienen una elevada concentra-
de precursores 5HT se disminuye (Coppen et al., 1976), ción de serum de cortisol (Baranowska, 1990;
por lo que cabe deducir que los pacientes anoréxicos Vierhapper et al., 1990) que es en parte resultado del
han incrementado la actividad 5HT, que puede formar aumento de secreción de cortisol (Walsh et al, 1987), y
parte en la patogénesis. A la inversa, se ha descubierto en parte del aumento de la media de vida del cortisol
que el nivel del principal meta-bolito 5HT, 5 hidroxin- debido al hipo-metabolismo (Boyar et al., 1977). Una
dolacetato (5HIAA), se reduce en el CSF (Kaye et al., constante en las comprobaciones en pacientes con AN es
1984) y en la orina (Gillberg, 1983; Riederer et al., una respuesta de cortisol normal a la estimulación con
1982) proporcionando así la evidencia de la disminu- adrenocorticotropi-na (ACTH) y una respuesta más
ción de la actividad serotonérgica en la AN. En uno de débil a la estimulación con CRH, que es consecuente con
los estudios los niveles de 5HIAA volvieron a su medi- la hipersecreción de CRH (Walsh et al., 1987; Gold et al,
da normal cuando los pacientes recuperaron peso 1986). Esta hipótesis se apoya en el descubrimiento de
(Kaye et al., 1984) lo que sugiere que la baja concen- que los pacientes tienen un aumento de los niveles CRH
tración de metabolitos está relacionada con la nutrición. en CSF (Gwirtsman et al., 1989; Hotta et al., 1986). La
La medición de la respuesta del PRL a los agentes sero- hipersecreción de CRH podría ser un mecanismo de
tonérgicos depara resultados conflictivos (Goodwin et compensación que contraresta la resistencia al cortisol
al., 1989; Brewerton et al., 1987) con lo que no queda (Kontula et al., 1982). Esto se sustenta en el hecho clíni-
resuelta la cuestión de la respuesta serotonérgica de las co de que los anoréxicos, pese a su pronunciada hiperco-
vías hipotalámicas-pituitarias. lesterolemia, no muestran nuca las características clási-
Obviamente, hay una necesidad de estudios gené- cas de adiposidad (cushingoid). Otra explicación para
ticos moleculares sobre sistemas aminérgicos, sin estos descubrimientos podría ser que los pacientes care-
embargo, hasta ahora hay un número de informes cen del sustrato metabólico para la grasa adiposa y la dis-
limitado y no se ha identificado un polimorfismo etio- tribución de líquidos (King et al., 1993). Sin embargo, un
lógico (Hinney et al., 1997 a, b, c,). La posibilidad de estudio de la respuesta ACTH-cortisol a un antagonista
que un mecanismo mono-aminérgico pudiera tener competitivo glucocorticoide sugiere que el hipercortiso-
implicaciones en la AN plantea perspectivas terapéu- lismo refleja más una hipersecreción de CRH que una
ticas. Los inhibidores serotonérgicos de readmisión resistecia al cortisol (King et al., 1993). La mayoría de
selectivos en combinación con la psicoterapia son los pacientes con AN tienen una supresión anormal de
efectivos para el tratamiento del comportamiento bulí- cortisol durante el test de supresión de dexamethasona
mico (Robinson et al., 1985; Blouin et al, 1988), aunque (DST) (Gerner y Gwirtsman, 1981; Muller et al., 1987).
todavía queda por comprobar su utilidad a largo plazo. El potencial de predicción de este test ha sido compraba-

RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 24 - 2000 7


do. En los estados graves de AN, el DST no tiene una En numerosos estudios de animales, se ha demos-
relevancia clínica (Hidalgo-Rodrigo et al., 1991; trado que las micro-inyecciones centrales de CRH acti-
Schweitzer et al., 1990). No obstante, en pacientes con van las mismas áreas cerebrales que las de la exposi-
recuperación de peso, el test parece tener un valor de ción a estrés (Imaki et al., 1993), y causan anorexia,
pronóstico, pues una no-supresión persistente se aso- aumento de la actividad motora y disminución de la
ciaba a malos resultados (Herpetz-Dahlman y actividad sexual (Krahn et al., 1988; Wiersma et al.,
Remschmidt, 1990)y podía por tanto reflejar una situa- 1995), que se invierte con los antagonistas CRH (Krahn
ción de estrés continuada que no conseguía corregirse et al., 1986; Heinrichs et al., 1994). Estos efectos se
durante la realimentación. asemejan a la respuesta de comportamiento ante el
El ACTH y los opioides derivan de la misma hor- estrés. Además, la exposición al estrés tiene como
mona, propiomelanocortina (POMC). El aumento en la resultado una hipersecreción de CRH (Shibasaki et al.,
secreción de ACTH viene precedido por la activación 1993) y se ha sugerido incluso que los estresantes tem-
del sistema POMC. El sistema de opioides tiene una pranos exhiben una hipersecreción de CRH persistente
influencia directa o indirecta sobre el comportamiento (Copian et al., 1996). Tales observaciones demuestran
alimentario y el nivel de actividad física. En los anima- que el CRH es un regulador fisiológico y/o un media-
les la administración central de opioides estimula el dor de la respuesta al estrés.
consumo de alimentos por vía de los receptores en el Los efectos conductuales del CRH no pueden blo-
núcleo paraven-tricular (Lanthier et al., 1985), y el quearse con la dexamethasona (Heinrichs et al., 1994),
opiáceo antagonista, la naxolona reduce el consumo de la hipofisectomía (Koob y Bloom, 1985), o la vagoto-
alimentos (Woods y Lebowitz, 1985). En los obesos y mía (Gosnell et al., 1983), lo cual sugiere que el CRH
en los comedores compulsivos flacos la naxolona dis- representa un papel neurotrópico directo y ejerce los
minuye el consumo de alimentos (Drenwnosky et al., efectos conductuales independientemente del ACTH o
1992), mientras que la infusión de naxolona en pacien- del nervio vago. No obstante, las glándulas adrenales
tes anoréxicos durante la realimentación aumenta la juegan un papel esencial de modulación, ya que los ani-
ganancia de peso (Moore et al., 1981). Sin embargo, males adrenalecto-mizados no respondían a la infusión
todos los pacientes del último estudio estaban también central de CRH (Gosnell et al., 1983), y la transcripción
en tratamiento con otros antidepresivos y, además, el de CRH paraven-tricular inducida por estrés se modu-
grupo de control no era a ciegas (Moore et al., 1981). laba con glucocor-ticoides (Imaki et al., 1995).
Como la ingestión de opioides en animales se anta- Basándose en estos estudios con animales y con
gonizaba con bloqueadores de receptores -adrenérgicos humanos, se ha plantado la hipótesis de que la hiper-
(Tepperman et al., 1981), el ejemplo parece en parte secreción de CRH tiene implicaciones patofisiológi-
estar mediado por NE (Jhanwar-Uniyal et al., 1984). En cas en la AN (Krahn y Gosnell, 1989). Sin embargo,
anoréxicos la estimulación de adrenérgicos -2 con clo- esta hipótesis presenta varios puntos débiles. En pri-
nidina ha mostrado una respuesta de endorfina embota- mer lugar, está todavía por aclarar si los efectos del
da (Brambilla et al., 1991), que es compatible con el CRH son únicamente efímeros (Krahn et al, 1990;
aumento de tono noradrenérgico y la baja regulación de Husley et al., 1995) o si se mantiene durante una
los receptores -2 postsinápticos. Pero otros investiga- hipersecreción crónica de CRH (Arase et al., 1988).
dores han informado de un aumento de la respuesta de Estudios de realimentación de pacientes anoréxicos
endorfina (Brambilla et al., 1987), y una disminución han mostrado que independientemente del peso inicial,
de la actividad noradrener-gica central (Gerner y los aumentos de peso de tan sólo un 10% pueden aso-
Gwirtsman, 1981) que sugiere que esto podría llevar a ciarse con una normalización en la secreción de cortisol
una inhibición reducida de secreción de CRH y contri- (Doerr et al., 1980; Fitcher et al., 1982). Aunque el eje
buir por tanto a la hipercolesterolemia en la AN (Gerner CRH-ACTH-cortisol aparezca como consecución del
y Gwirtsman, 1981). hambre, sigue existiendo una evidencia que apoya la

8 RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 24 - 2000


hipótesis de que la hipersecreción de CRH podría for- pérdida de peso (Hurd et al., 1977) y persiste después
mar parte de un círculo vicioso que mantiene el estado de la recuperación del peso (Lecomte et al., 1984). En
de demacración, si el organismo no puede iniciar un oposición a estos artículos, se ha discutido que los cam-
mecanismo todavía desconocido para contrarrestar los bios en la secreción de gonadotropina ocurren tras una
efectos conductuales del CRH. pérdida de peso corporal de tan sólo 2 kg (Fitcher et al.,
1986) con lo que vuelven difícil decidir si en realidad
5. Axis ovárico-pituitario- hipotalámico la amenorrea precede o coincide con el inicio de la AN
y si la recuperación de peso se completa totalmente
Aproximadamente el 10% de los pacientes con AN después del tratamiento . Existe además una evidencia
son varones, pero lo que sigue concierne sólo a las creciente de que existen algunos otros factores inde-
mujeres. La amenorrea es uno de los criterios de diag- pendientes de la grasa corporal que están relacionados
nóstico de la AN (Organización Mundial de la Salud, con la patogénesis de la amenorrea en la AN. En un
1992; Asociación Americana de Psiquiatría, 1994). Se estudio anticipado se ha descubierto que la presencia
utiliza en la práctica clínica como un indicador de recu- del comportamiento anoréxico emerge como un corre-
peración, aunque en casos de anorexia prolongada los lativo más fuerte que el peso corporal (Falk y Halmi,
ovarios pueden atrofiarse (Treasure et al., 1988) con 1982). En las mujeres con menstruación regular, está
una amenorrea persistente como consecuencia bien documentado que los opioides endógenos
(Marshall y Fraser, 1971; Warren y Vande-Wiele, 1973; (Gennazzani et al., 1993) al igual que la dopamina
Ohzeki et al., 1989). El modelo circadiano de secreción (Andersen et al., 1987) están relacionados con la modu-
de gonadotropina en AN se asemeja al del estado pre- lación inhibitoria hipotalámica de emisión de GnRH.
pubertal (Allouche et al., 1991; van Binsbergen et al., Se ha propuesto que un aumento en la actividad opioi-
1990), y se normaliza con la administración de dosis de hipotalámica juega un papel esencial en la patogé-
bajas de hormona emisora de gonadotropina pulsátil nesis de la amenorrea en mujeres flacas no anoréxicas
(GnRH) (Marshall y Kelch, 1979; Giusti et al., 1988). (Gennazzani et al., 1995; Grossman et al., 1982), en la
Por tanto, la amenorrea en AN se relaciona con una amenorrea asociada al ejercicio (Me Arthur et al., 1993;
emisión hipotalámica de GnRH deficiente y disrítmica. Samuels et al., 1991), y en los trastornos depresivos
Pese a que el grado de modelo de inmadurez de secre- (Rish et al., 1983). Todos estos trastornos parecen
ción de la hormona luteinítica (LH) no tiene correla- características prominentes del síndrome de la AN.
ción hasta el extremo de pérdida de peso (Katz et al., También parece que el aumento de la supresión dopa-
1977), está bien documentada la necesidad de un míni- minérgica está relacionada con la amenorrea de estos
mo peso corporal crítico para el funcionamiento y man- trastornos, y la administración de un antagonista dopa-
tenimiento de los ciclos menstruales normales (Frish y minérgico, la metoclopramida, consigue restaurar la
Me Arthur, 1974). En el tejido graso los andrógenos se secreción de gonadotropina en mujeres con peso nor-
aromatizan en estrógenos. Con lo que la escasa masa de mal y con amenorrea hipotalámica (Djursing et al.,
grasa corporal en la AN contribuye sin duda a la hipo- 1986). Sin embargo, en pacientes con AN ni el trata-
estrogenemia, y consecuentemente al fallo en la esti- miento con el antagonista de opioides (García -Rubi et
mulación de la respuesta positiva de las gonadotropi- al., 1992; Armenau et al., 1992) ni el antagonista de
nas. De acuerdo con esto, el nivel basal de LH al igual dopamina (Golden y Shenker, 1994) pueden restaurar
que la respuesta del LH al GnRH están en correlación la secreción de LH. La razón podría ser que sólo se
con el porcentaje de grasa corporal (Jeuniewic et al., antagoniza uno de los varios supresores de GnRH.
1978). Sin embargo, la substitución del estradiol no Nosotros no tenemos conocimiento de que nadie haya
consiguió corregir la secreción anormal de gonadotro- investigado el efecto combinado del bloqueo de opioi-
pina (Buva et al., 1984; Wakeling et al., 1977) y, ade- de y dopamina.
más, la hipótesis de la grasa corporal crítica no explica Anteriormente ya hemos comentado la leptina en
la observación de que a menudo la amenorrea precede a la relación con el comportamiento alimentario. Y lo que es

RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 24 - 2000 9


más, la leptina ha demostrado ser un factor reproductor por que no tiene en cuenta la retirada de la GH
importante. Los ratones homocigóticos (ob/ob) con (Veldhuis y Johnson, 1986). Las técnicas nuevas, tales
déficit de leptina son siempre estériles sin posibilidad como el análisis de deconvolución, que frena matemá-
de ciclos de estro. El adelgazamiento de estos ratones ticamente el impacto de cinética de la retirada-hormo-
en el peso normal no corrige su esterilidad, pero la nal para dejar al descubierto los movimientos secreto-
administración de leptina recombinada lleva a la ovula- rios de la pituitaria GH todavía no se han aplicado a los
ción y al embarazo (Chehab et al., 1996). Además la datos de los pacientes con AN.
administración de leptina a ratones normales declara- La simulación farmacológica de la secreción de la
damente hambrientos induce a cambios en la secreción GH con la hormona de emisión-hormona de crecimien-
de gonadotropina (Ahima et al., 1996). Estos descubri- to tiene como resultado un aumento de la respuesta en
mientos indican que la leptina puede ser una señal de pacientes de AN (Rolla et al, 1990b; Lomeo et al.,
mediación de adipocitos que relaciona el estado nutri- 1989). Dada la cambiante inhibición somatoestacinér-
cional con los reguladores hipotalámicos de la función gica la respuesta a la estimulación de GHRH muestra
reproductora. Se generó recientemente la evidencia de una variabilidad muy alta (Thorner et al., 1990). En
que se necesitaba un nivel crítico de leptina para man- pacientes anoréxicos, se ha demostrado que el aumento
tener la menstruación en mujeres de muy bajo peso de actividad colinérgica hipotalámica lleva consigo una
(Kopp et al., 1997). El serum leptina en mujeres con consecuente disminución de la inhibición atostinérgica
una menstruación regular exhibe una variación diurna (Rolla et al., 1990a, 1991)
con elevación nocturna (Sinha et al., 1996) y sorpren- La influencia de la somatoestatina puede mini-
dentemente las atletas con peso normal eso no se daba mizarse combinando la GHRH con un inhibidor ace-
(Laughlin y Yen, 1997) así como en las pacientes con tilcolines-terase, la pyridostigmina (Mazza et al.,
AN (Stoving et al., Yen, 1997). Tales observaciones 1989). Los datos de esta combinación de tests sugie-
sugieren que la ausencia de oscilaciones de la leptina ren que la hipersecre-ción de GH en la AN se debe
tienen un significado particular en la amenorrea hipota- más a una disminución de la inhibición somatoesta-
lámica de la AN. cinérgica que al aumento de estimulación de GHRH
(Ghigo et al., 1994). Los experimentos de estimula-
6. Axis (IGF-I) I factor de crecimiento-tipo-insulina- ción con clonidina indican, con unas pocas excep-
(GH) hormona de crecimiento-hipota-lámico ciones (Nussbaum et al., 1990) un control normal a
través de receptor de -2 de emisión de la GH
En la AN en condiciones básales aumenta el nivel (Brambilla et al., 1987). La estimulación con agen-
de serum GH. Actualmente este hecho ha quedado tes dopaminérgicos una respuesta de la GH embota-
establecido en numerosos estudios (Masuda et al., da (Bando et al, 1989), compatible con la hipótesis
1988, de Rosa et al., 1983; Ferrari et al., 1990). de que la actividad dopami-nérgica se aumenta y
Aunque los efectos metabó-licos de la GH se relacio- que los receptores están menos regulados. En
nan con el modelo de secreción pulsátil (Hamilton, pacientes anoréxicos la GH puede ser estimulada
1995), el análisis de la pulsatilidad se ha llevado a mediante la TRH (Kiriike et al., 1987; Maeda et al.,
cabo en un sólo estudio de siete pacientes durante 12h 1976) y por la GnRH (Maeda et al., 1987) lo cual
de muestra de sangre (Scacchi et al., 1997). Estos datos indica que las células somatotrópicas expresan los
sugieren que el aumento de la secreción de la GH es el receptores TRH y GnRH. No obstante se descono-
resultado de un incremento en la frecuencia de los pul- ce la importancia de esta anormalidad. Si se sigue
sos de secreción (Sacchi et al., 1997), que podrían una estimulación indirecta de la GH con arginina o
deberse a un aumento de las frecuencias de descarga de una hipoglicemia causada por insulina, se observa
GHRH. No obstante, este análisis se realizó utilizando el un debilitamiento en la emisión de la GH, y se
algoritmo de Cluster que proporciona información limi- considera que está causado por un alto nivel de
tada sobre los movimientos secretorios neuroendocrinos, cortisol y una disminución del serum triodotironina

10 RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 24 - 2000


(T3) (Brauman y Gregoire, 1975; Nakagawa et al, res, y hay problemas metodológicos para medir la frac-
1985). La concentración de serum de GH y cortisol ción libre de IGF-I (Frystyk et al., 1995). En una enfer-
puede, en sujetos normales, suprimirse con una descar- medad crítica en condiciones catabólicas diferentes, se
ga de glucosa, pero en pacientes con AN, se observa un ha demostrado la presencia de proteasas circulantes de
incremento paradójico (Blickle et al, 1984; Tamai et al., IGFBP (Davies et al., 1991; Davenport et al., 1992). Se
1991). Hay quienes han sugerido que la respuesta anor- cree que el aumento de proteolisis de IGFBP aumenta
mal a la glucosa puede reflejar una regulación del ape- la biodispo-nibilidad de IGF-I (Baxter, 1997). En test
tito hipotalámico cambiada (Tamai et al., 1991). Ocho de radioinmuni-dad, el IGFBP fragmentado no se dis-
días de tratamiento oral con T3 en pacientes con AN tingue de los IGFBPs nativos (Baxter, 1996). Se ha
redujeron el nivel de la GH (Valcavi et al., 1990) lo cual propuesto recientemente que el nivel de IGF-I bajo en
indica que la baja concentración de T3 por sí misma el serum de pacientes con AN no estaba asociado con
puede facilitar una secreción anormal de la GH. un aumento de la proteolisis de IGFBP (St0ving et
Una de las acciones primarias de la GH es estimu- al.,1998). Así pues, la biodisponibili-dad de IGF-I en
lar la síntesis de IGF-I. La concentración total de IGF- AN podría ser diferente de otros síndromes de resisten-
I en la AN es baja, pese a la elevada concentración de cia de la GH catabólica en otras enfermedades críticas.
la GH (Rappaport et al., 1990). Esto es coherente con Se piensa que las consecuencias de la resistencia
la hipótesis de la demacración causa un estado de resis- de la GH con un nivel inapropiadamente bajo del IGF-
tencia de la GH. La hipótesis de la resistencia de la GH I son protectoras, puesto que reforzar los efectos meta-
se apoya también en el descubrimiento de un menor bólicos directos de la GH a favor de los efectos depen-
nivel de una proteína-vinculante circulante de la GH dientes indirectos del IGF-I conduce probablemente a
(GHPB) en la AN (Counts et al., 1992; Argente et al., la movilización de energía más que al crecimiento. Sin
1997), pues la GHPB representa el dominio extracelu- embargo, cuando se alimenta intensivamente a un
lar del receptor GH, y se cree que refleja la sensibilidad paciente enfermo grave, el catabolismo de proteínas
de la GH (Herington et al., 1986), La resistencia a la continúa y aumenta la lipogené-sis (Streat et al, 1987,
acción de la GH también se conoce en otras formas de Benthan et al, 1993). En esta situación, la resistencia de
malnutrición (Solimán et al., 1986) especialmente en la GH se puede considerar como una reacción de estrés
enfermedades críticas (Ross et al., 1991; Voerman et estereotipada, como el llamado auto-canibalismo que
al., 1992; Bentham et al., 1993). El IGF-I interviene es auto-destructivo y con recuperación tardía. En los
en alguno de los efectos metabólicos de la GH. La últimos 10 años, numerosas pruebas de control placebo
hipersecreción de GH en anoréxicos no tiene como han demostrado que recombinando la GH humana (rh)
resultado unas manifestaciones acromegálicas, pro- y/o el rhIGF-I en dosis farmacológicas se puede preve-
bablemente por que la concentración de serum de nir la pérdida de proteínas en pacientes graves malnu-
IGF-I está constantemente baja. Sin embargo, se ha tridos (Ziegler et al., 1990,1992; Byrne et al., 1993;
demostrado que la sensibilidad del IGF-I aumenta Cioffi et al., 1994). No obstante, hay que recalcar
con una mayor regulación de los receptores del IGF-I que los estudios de población son pequeños y hete-
(Hochberg et al., 1992). El IGF-I circulante está casi rogéneos. Y además, los efectos beneficiosos se han
totalmente ligado a unas proteínas vinculantes específi- evaluado siguiendo unos cuantos parámetros meta-
cas (IGFBPs), de las cuales la IGFBP-3 es la más bólicos, mientras la mayoría de los estudios presen-
importante. Por analogía con muchas otras hormonas, tados hasta ahora tienen escasas o carecen de con-
se cree que la fracción sin ligar del IGF-I es la forma clusiones finales. En un pequeño estudio de control
biológicamente activa. Sorprendentemente, hace poco placebo, la administración de rhGHRH aumentaba el
tiempo se declaró que era normal el nivel libre de IGF- consumo de alimentos en pacientes anoréxi-cos
I en la AN (Argente et al., 1997). Pero este descubri- (Vaccarino er al., 1994). Recientemente, se ha presen-
miento todavía no lo han confirmado otros investigado- tado el primer estudio sobre tratamiento con rhGH en

RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 24 - 2000 11


pacientes con AN. Durante 28 días, 12 pacientes estu- no tiene efectos estimulantes en sujetos normales o en
vieron en tratamiento en una prueba doblemente a cie- otros sujetos con síndromes de T3 bajo (Mori er al.,
gas, y se llegó a la conclusión de que el tratamiento con 1990). En las mujeres con pérdida de peso simple aso-
rhGH aceleraba la recuperación y acortaba la hospitali- ciada a la amenorrea, ha quedado claro recientemente
zación (Hill et al., 1997). Obviamente la rhGHR , la que las inyecciones de TRH causaban un incremento en
rhGH, o la rhIGF-I pueden tener un potencial de esti- la secreción de gonadotropina (Morishita et al., 1991) lo
mulación anabólica en el tratamiento inicial de pacien- cual sugiere que una secreción debilitada de TRH forma
tes con demacración grave. parte de la patogénesis de la amenorrea hipotalámica.

7. Axis tiroideo-pituitario-hipotalámico 8. Conclusiones y perspectivas

El 'síndrome de baja T3' caracterizado por un des- Únicamente en el margen de una semana se aña-
censo notable de la triodotironina (T3), la tiroxina nor- den nuevos e interesantes datos al gran conjunto de
mal o debajo de lo normal (T4) y el nivel de tirotropi- literatura sobre trastornos endocrinos en la AN.
na basal normal (TSH) es una constante en la AN Obviamente, existen aún muchos problemas metodo-
(Kiyohara et al., 1989; Bannai et al., 1988; Croxson e lógicos a considerar a la hora de interpretar las obser-
Ibbertson, 1977), y es un estado que se conoce bien en vaciones endocrinológicas. Los modelos de anorexia
otras formas de nutrición deficiente(Turkay et al., en animales, el aumento de la actividad motora, y la
1995). Se ha observado una hipotireosis inducida por disminución en la receptividad sexual no tienen nece-
yodido en casos de AN (Haraguchi et al.,1986), pero es sariamente que ser modelos adecuados para la AN.
infrecuente. El hipotrio-dotiroidismo se atribuye en Las concentraciones de serum de monoa-minas y pép-
primer lugar a una de-yodiza-ción periférica disminui- tidos reflejan la secreción pituitaria, pero pueden ser
da del T4, y un aumento de formación simultáneo del un mal indicador de lo que ocurre en las fisuras sináp-
metabolito inactivo inverso T3(rT3). No obstante, el ticas. El valor de los parámetros de CSF está limitado
nivel de T3 alto no va siempre acompañado de un rT3 tanto como que no puede conocerse la contribución de
elevado, lo cual sugiere que debe de haber otros meca- la médula espinal. En pacientes con AN las variacio-
nismos involucrados. Hay evidencia de que un nivel nes pequeñas de peso van unidas a respuestas rele-
bajo de IGF-I (Jorgensen et al., 1994) al igual que la vantes en las catecolaminas de serum (Lessem et al.,
hipercortisolemia (Bannai et al., 1988; Hangaard et al., 1989), en la lepti-na (Hebebrand et al., 1997), el cor-
1996) contribuyen a ese estado. Aunque el triodotiroi- tisol (Fitcher et al, 1982), la gonadotropina (Katz et
dismo es reversible (Tamai et al., 1986) y probable- al., 1977), y la GH (Argente et al., 1997) lo cual indi-
mente adaptativo, no se puede excluir la presencia de ca que el tiempo en que se realizaron las respectivas
una desregulación simultánea del TRH central. En investigaciones es de una importancia crítica y puede
varios estudios de AN se ha observado una respuesta ser la causa de discrepancias en algunos trabajos. Y
embotada y atrasada de TSH al TRH administrado por último, aunque igual de importante, la mayoría de
exógenamente (Matsubayashi et al., 1988; Kiriike et los modelos describen sólo uno o dos sistemas especí-
al., 1987; Bandi et ak.,1989) así como en pacientes de ficos entre todos los que hay, con lo que tenemos un
peso normal con buli-mia (Gwirtsman et al., 1983) o conocimiento limitado sobre las interacciones entre
con enfermedades de depresión (Loosen, 1985). Así estos sistemas. Anteriormente, hemos tratado algunos
pues, el bajo nivel de T3 puede deberse tambión a la sistemas interactivos, pero parece ser un problema
disminución de secreción tiroi-dal en respuesta al casi irresoluble trazar el mapa de la suma de las nume-
TSH, que es indicativo de una perturbación hipotalá- rosas vías interactivas.
mica-pituitaria-tiroidal. Esta hipótesis se apoya ade- Las dos preguntas más importantes son:
más en el descubrimiento de que en la AN, la TSH 1) ¿desempeñan algún papel las anormalidades
puede ser estimulada por una prohormona TRH que endocrinas en la etiología?,

12 RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 24 - 2000


1998). Las drogas antipsicóticas y los antidepresivos se
han utilizado por lo general sin éxito, así también, la tera-
péutica potencial de los agentes anabólicos adjuntivos en
combinación con apoyo nutricional y régimenes de com-
Disfunción portamiento necesitan todavía una mayor investigación.
Reacción de estrés
hipotalámica
Reconocimientos

La realización de este estudio ha sido gracias a la


Factores genéticos, sociales Fundación Health Insurance "danmark" Copenhagen,
y psicológicos
Dinamarca. Nuestro agradecimiento a Janne Dyhr y
Chris Harris por su corrección lingüística.

BIBLIOGRAFÍA
Anorexia y
cambios metabólicos Abraham SF, Beumont PJ, Cobbin DM, Catecholamine metabolism and body
secundarios weight in anorexia nervosa, British Journal of Psychiatry 1981; 138:244-47

Ahima RS, Prabakaran D, Mantzoros C, Qu D. Lowell B, Maratos Flier E,


Fuer JS, Role of leptin in the neuroenocrine response to fasting, Nature
Círculo vicioso patogenésico hipotético en la anorexia nerviosa 1996;382:250-52

Allouche J, Bennet A, Barbe P, Plantavid M, Carón P, Louvet JP, LH pulsati-


lity and in vitro bioactivity in women with anorexia nervosa related hypotha-
y 2) ¿qué mejoras terapéuticas pueden extraerse de lamic amenorrhea, Acta Endocrinolgica Copenhagen 1991;i25:614-20
esos descubrimientos? American Psychiatric Association, Diagnostic and Statistical Manual of
La AN puede comenzar por una combinación com- Mental Disoders DSM-1V; Washington DC: American Psychiatric Press,
1994
pleja de factores genéticos, sociales y psicológicos.
Andersen AN, Hagen C, Lange P, Boesgaard S, Djursing H, Eldrup E, Micic
Una vez iniciada, la pérdida de peso, la reacción de S, Dopaminergic regulation of gonadotropin levéis and pulsatility in normal
estrés y la disfunción hipotalámica interactúan mutua- women, Fertility and Sterility 1987;47:391-97

mente unas con otras. Por ejemplo, el hambre y la pér- Arase K, York DA, Shimizu H, Shargill N, Bray GA, Effects of corticotropin-
releasing factor on food intake and brown adipose tissue thermogenesis in
dida de peso ponen en marcha unos mecanismos de rats, American Journal of Physiology 1988;255:E255-59
adaptación que pueden causar daños en los órganos, y Argente J, Caballo N, Barrios V, Muñoz MT, Pozo J, Chowen JA, Morande G,
que pueden también afectar la función hipotalámica. La Hernández M, Múltiple endocrine abnormalities of the growth hormone and
insulin-like growth factor axis in patients with anorexia nervosa: Effects of
hipersecreción de CRH y de POMC puede ser el resul- short- and long-term weight recuperation, Journal of Clinícal Endocrinology
tado de una pérdida de peso, una perturbación hipotalá- and Metabolism 1997;82:2084-92

mica y así mismo de unos trastornos psicopatológicos Armeanu MC, Berkhout GM, Schoemaker J, Pulsadle luteinizing hormone
secretion in hypothalamic amenorrhea, anorexia nervosa, and plycystic disea-
subyacentes. No obstante, existen evidencias de que la se during naltrexone treatment, Fertility and Sterility 1992;57:762-70
activación del CRH-POMC puede intensificar y mante-
Baez L, Role of catecholamines in the anorectic effects of amphetamine in
ner la anorexia, la hiperactividad motora y la ameno- rats, Psychopharmacologia 1974;35:91-8
rrea (Krahn y Gosnell,1989), y en condiciones apropia- Bando H, Yamasaki R, Saito S, Evaluation of hypothalamic-pituitary function
das, puede llevar a desarrollar una AN. El sistema in a combination of tests with four hypothalamic releasing hormones and L-
dopa in normal subjects and in patients with hypothalamic and/or pituitary
CRH-POMC, que podría ser sólo un ejemplo de disorders, Endocrinology Japan 1989:36:705-20
muchos que encajan en este modelo, aparece ilustrado Bannai C, Kuzuya N, Koide Y, Fujita T, Itakura M, Kawai K, Yamashita
en la fig. 1. Este hipotético círculo vicioso puede interrum- K.Assessment of the relationship between serum thyroid hormone levéis and
peripheral metabolism in patiens with anorexia nervosa, Endocrinology Japan
pirse terapéuticamente a nivel tanto psicológico como 1988;35:455-62
somático. Sin embargo sólo se ha logrado un pequeño
Baranowska B, Are disturbances in opioid and adrenergic systems involved in
progreso en el tratamiento de la AN (Bergh y Sodersten, the hormonal dysfunction of anorexia nervosa ¿ Psychoeneuroendocrinology

RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 24 - 2000 13


1990;15:317-79 Considine RV, Sinha MK, Heiman ML, Kriauciunas A, Stephens TW, Nyce
MR, Ohannesian JP, Marco CC, McKee LJ, Baurer TL, Caro JF, Serum
Barry VC, Klawans HL, On the role of dopanine in the pathophysiology of immunore-active-leptin concentrations in normal-weight and obese humans
anorexia nervosa, Journal of Neutral transmission 1976;38:107-22 (see comments), The New England Journal of Medicine 1996b;334:292-95

Baxter CB, Acquired growth hormone insensivity and insulin-like growth Coplan JD, Andrews MW, Rosemblum MW, Rosemblum LA, Owens MJ,
factor I bioavailibility, Endocrinology and Metabolism 1997;4:65-9 Friedman S, Gorman JM, Nemeroff CB, Persistent elevations of cerebrospi-
nal fluid concetrations of corticotropin-releasing factor in adult non human
Baxter RC, Molecular aspects of insulin-like growth factor binding proteins, primates exposed to early-life stressors: implications for the pathopsycho-
In: LeRoith D, editor, Advances in Molecular and Cellular Endocrinology, logy of mood and anxiety disorders, Proceeding of the National Academy of
JA1 Press, 1996; P 123-59 Sciences of the United States of America 1996;31:1619-23

Bentham J, Rodriguez Arnao J, Ross RJ, Acquired growth hormone resis- Coppea AJ, Gupta RK, Eccleston EG, Wood KM, Wakeling A, Plasma-
tance in patients with hypercatabolism, Hormone Research 1993;40:87-91 tryptop-han in anorexia nervosa, Lancet 1976;¿¿,961

Bergh C, Soderstein P, Anorexia nervosa: rediscovery of a disorder, Lancet Counts DR, Gwirstsman H, Carlsson LM, Lesem M, Cutter GB, The effect
1998;351:1427-29 of anorexia nervosa and refeeding on growth hormone-binding protein, the
insulin-like growth factors IGFs and the IGF binding proteins, Journal of
Biederman J, Herzog DB, Rivinus TM, Ferber RA, Harper GP, Orsulak PJ, Clinical Enocrinology and Metabolism 1992;75:762-67
Harmatz JS, Schildkraut JJ, Urinary MHPG in anorexia nervosa patients
with and without a concomitant major depressive disorder, Journal of Croxson MS, Ibbertson HK, Low serum triiodothyronine T3; and hypothy-
Psychiatric Research 1984;18:149-60 roidism in anorexia nervosa, Journal of Clinical Endocrinology and
Metabolism 1977;44:167-74
Blickle JF, Reville P, Stephan F, Meyer P, Demangeat C, Sapin R, The role
of insulin, glucagon and growth hormone in the regulation of plasma gluco- Dally PJ, Sargabt WA, A new treatment of anorexia nervosa, British Medical
se and free fatty acid levels in anorexia nervosa, Hormone Metabolism Journal 1960; 1770-73
Research 1984;16:336-40
Davenport ML, Isley WL, Pucilowska JB, Pemberton LB, Lyman B,
Blouin AG, Blouin JH, Perez EL, Bushnik T, Zuro C, Mulder E, Treatment Underwood LE, Clemmons DR, Insulin-like growth factor binding protein-
of bulimia with fenfluramine and desipramine, Journal of Clinical 3 proteolysis and Metabolism 1992;75:590-95
Psychopharmacology 1988;8:261-69
Davies SC, Wass JA, Ross RJ, Cotterill AM, Buchanan CR, Coulson VJ,
Boyar RM, Hellman LD, Roffward H, Katz J, Zumoff B, O'Connor J, Holly JM, The induction of a specific protease for insulin-like growth fac-
Bradlow HL, Fukushima DK, Cortisol secretion and metabolism in anore- tor binding protein-3 in the circulation during severe illness, Journal of
xia nervosa, The Engalnd Journal of Medicine 1977;296:190-93 Endocrinology 1991;130:469-73

Brambilla F, Lampertico M, Sali L, Cavagnini F, Initti C, Maggioni M, De Rosa G, Corsello SM, de Rosa E, Delia Casa S, Ruffili MP, Grasso P,
Candolfi C, Panerai AE, Muller EE, Clonidine stimulation in anorexia ner- Pasargiklan E, Endocrine study of anorexia nervosa, Experimental and
vosa: growth hormone, Cortisol, and "B'endorphin responses, Psychiatry Clinical Endocrinology 1983;82:160-72
Research 1987;20:19-31
DeVile CJ, Sufraz R, Lask BD, Stanhope R, Occult intracraneal tumours
Brauman H, Gregoire F, The growth hormone response to insulin induced mas-queading as early onset anorexia nervosa, British Medical Journal
hypoglycaemia in anorexia nervosa and control underweight or normal sub- 1995;311:1359-60
jects, European Journal of Clinical Investigation 1975;5:289-95
Djursing H, Hagen C, Andrersen AN, Nyholm HC, Petersen K, Prolonged
Brewerton TD, Mueller EA, Brandt HA, Lesem MD, Murphy DL, Jimerson dopamine receptor blockade in normoprolactinemic amenorrhea: a ouble-
DC, Evidence for serotonin dysregulation in anorexia nervosa, Scientific blind placebo study.Fertility and Sterility 1986;46:840-45
Prodeedings of the American Psychiatric Association 1987;140:NR195
Doerr P, Ficher M, Pirke KM, Lund R, Relationship between weight gain
Broocks A, Liu J, Pirke KM, Semistarvation-induced hyperactivity ompensa- and hypothalamic pituitary adrenal function in patients with anorexia ner-
tes for decreased norepinephrine and dopamine turnover in the mediobasal vosa, Journal of Steroid Biochemistry of satiety by blockade of brain cho-
hypothalamus of the rat. Journal of Neutral Transmission 1990;79:113-24 lecystokinin CCK-B; receptors, Science 1989;245:1 509-11

Buvat J, Buvat Herbaut M, Lemaire A, Racadot A, Fourlinnie JC, Drewnoski A, Krahn DD, Demitrack MA, Nairn K, Gosnell BA, Taste res-
Comparison of estrogen priming effects with body weight restoration effects ponses and preferences for sweet high-fat foods: evidence for opioid invol-
on the gonadotropin pattern of patients with anorexia nervosa, Hormone vement, Physiology and Behavior 1992;51:371-79
Research 1984;20:224-30
Erickson JC, Clegg KE, Palmiter RD, Sensitivity to leptin and susceptibility
Byrne TA, Morrissey TB, Gatzen C, Benfell K, Nattakom TV, Scheltinga to seizures of mice lacking neuropeptide Y, Nature 1996;381:415-18
MR, LeBoff MS, Ziegler TR, Wilmore DW, Anabolic therapy with growth
hormone accelerates protein gain in surgical patients requiring nutritional Falk JR, Halmi KA, Amenorrhea in anorexia nervosa: examination of the
rehabilitation, A nalsof Surgery 1993;218:400-16 critical body weight hypothesis, Biological Psychiatry 1982;17:799-806

Chehab FF, Lim ME, Lu R, Correction of the sterility defect i i homozygous Ferrari E, Fraschini F, Brambilla F, Hormonal circadian rhythms in eating
obese female mice by treatment with the human recombinan' leptin, Nature disorders, Biological Psychiatry 1990;27:1007-20
Genetics 1996;12:318-20
Fichter MM, Doerr P, Pirke KM, Lund R, Behavior, attitude, nutrition and
Cioffi WG, Gore DC, Rue LW, 3rd, Carrougher G, Guler HP, McManus WF, endocrinology in anorexia nervosa, Acta Psychiatrica Scandinavica
Pruitt BA, Insulin-like growth factor-1 lowers protein oxidation in patients 1982;66:429-44
with thermal injury, Annal of Surgery 1994;220:310-16
Fichter MM, Pirke KM, Holsboer F, Weight loss causes neuroendocrine dis-
Coleman DL, Obese and diabetes: Two mutant genes causing diabetes-obe- turbances: experimental study in health starving subjects, Psychiatry
sity syndromes in mice, Diabetologia 1978;14:141-48 Research 1986;17:61-72

Considine RV, Considine EL, Williams CJ, Hyde TM, Caro JF, The hypo- Fonbonne E, Anorexia nervosa, No evidence of an increase, British Journal
thalamic leptin receptor in humans, Identification of incidential sequence of Psyciatry 1995;166:462-71
polimorp-hisms and absence of the db/db mouse and fa/fa rat mutations,
Diabetes 1996a;19:992-94 Frisch RE, McArthur JW, Menstrual cycles: fatness as a determinant of mini-

14 RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 24 - 2000


mum weight for necessary for their maintenance or onset, Science ties in bulimia, American Journal of Psychiatry 1983;140:559-63
1974;185:949-51
Gwirtsman HE, Kaye WH, George DT, Jimerson DC, Ebert MH, Gold PW,
Frystyk J, Dinesen B, Orskov H, Non-competitive time-resolved immuno- Central and peripheral ACTH and Cortisol levels in anorexia nervosa and buli-
fluo-rometric assays for determination of human insulin-like growth factor mia, Archives of General Psychiatry 1989;46:61-9
I and II, Growth Regulation 1995;5:169-76
Halmi KA, Anorexia nervosa: recent investigations, Annual Review of
Garcia Rubi E, Vazquez Aleman D, Mendez JP, Salinal JL, GarzaFlores J, Medicine 1978a;29:137-48
Ponce de Leon S, Perez Palacios G, Ulloa Aguirre A, The effects of opioid
blockade and GnRH administration upon luteinzing hormone secretion in Halmi KA, Dekirmenjian H, Davis JM, Casper R, Goldberg S, Catecholamine
patients with anorexia nervosa during the stages of weight loss and weight metabolism in anorexia nervosa, Archives of General Psychiatry 1978b;35:458-60
recovery, Clinical Endocrinology 1992;37:520-28
Hamilton J, A question of rhythm: recent advances in growth hormone research,
Genazzani AD, Petraglaia M, Volpogni C, Gamba O, Genazzani AR, Canadian Medical Association Journal 1995;153:585-8
Naltrexone treatment restores menstrual cylces in patients with weight loss-
related amenorrhea, Fertility and Sterility 1995;64:951-56 Hangaad J, Andersen M, Grodum E, Koldkaer O, Hagen C, Pulsatile thyrotro-
pin secretion in patients with Addision disease during variable glucocorticoid,
Genazzani AR, Genazzani AD, Volpogni C, Pianazzi F, Li GA, Surico N, Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism 1996;81:2502-7
Petraglia F, Opioid control of gonadotrophin secretion in humans. Human
Reproduction 1993;8 Suppl 2:151-53 Haraguchi K, Aida K, Akasu F, Takazawa K, Onaya T, Iodide induced hypothy-
roisdim in a patient with anorexia nervosa, Endocrinology Japan 1986;33:61-5
Geracioti TD, Jr. Liddle RA, Altemus M, Demitrack MA, Gold PW,
Regulation of appetite cholecystokinin secretion in anorexia nervosa. Harty RF, Pearson PH, Solomon TE, McGuigan JE, Chelecystokinin, vasoacti-
American Journal of Psychiatry 1992;149:958-61 ve intetestinal peptide and peptide histidine methionine responses in feeding in
anorexia nervosa, Regulatory Peptides 1991;36:141-50
Gerncr RH, Gwirtsman HE, Abnormalities of dexamethsone supression test
and urinary MHPG in anorexia nervosa, American Journal of Psychiatry Hassanyyeh F, Marxhall EF, Measures of serotonin metabolism in anorexia ner-
1981;138:650-53 vosa, Acta Psychiatrica Scanidinavica 1991;84:561-3

Gerner RH, Yamada T, Altered neuropeptide concentrations in cerebrospinal Hebebrand J, van der Heyden J, Devos R, Kopp W, Herpertz S, Remschmidt H,
fluid of psychiatric patients. Brain Research 1982;238:298-302 Herzog W, Plasma concentrations of obese protein in anorexia nervosa (letter),
Lancet 1995;346:1624-5
Ghigo E, Arvat E, Gianotti L, Nicolosi M, Valetto MR, Avagnina , Bellitti
D, Rolla M, Muller EE, Camanni F, Arginine but not pyridostigmine, a cho- Heberbrand J. Blum WF, Barth N, Coners H, Englaro P, Juul A, Ziegler A,
lineste-rase inhibitor, enhances the GHRH- induced GH rise in patients with Warlike A, Rascher W, Remschmidt H, Leptin levels in patients with anorexia
anorexia nervosa, Biological Psychiatry 1994;36:69-695 nervosa are reduced in the acute stage and elevated upon short-term weight res-
toration (see comments), Molecular Psychiatry 1997;2:330-4
Gillberg C, Low dopamine and serotonin levels in anorexia nervosa (letter)
American Journal of Psychiatry 1983;140:948-49 Heinrichs SC, Menzaghi F, Pich EM, Baldwin HA, Rassnick S, Bntton KT,
Koob GF.Anti-stress action of a corticotropin-releasing factor antagonist on
Giusti M, Torre R, Traverso L, Cavagnaro P, Attanasio R, Giordano G, behavioral reactivity to stressors of varying type and intensity.
Endogenous opioi blockade and gonadotropin secretion: role of pulsatile Neuropharmacology 1994; 11:179-86
luteinizing hormone-releasing hormone administration in anorexia nervosa
and weight loss amenorrhea, Fertility and Sterility 1988;49:797-801 Herington AC, Ymer S, Stevenson J, Identification and characterization of spe-
cific binding proteins for growth hormone in normal sera, Journal of Clinical
Gold PW, Gwirtsman H, Avgerinos PC, Nieman LK, Gallueci WT, Kaye W, Investigation 1986;77:1817-23
Jimerson D, Ebert M, Rittmaster R, Loriaux DL, et al, Abnormal hypotha-
lamic-pituitary-adrenal function in anorexia nervosa, Pathophysiologic Heron GB, Johnston DA, Hypothalmic tumor presenting as anorexia nervosa,
mechanisms in underweight and weight corrected patients, The New American Journal of Psychiatry 1976;133:580-2
England Journal of Medicine 1986;314:1335-42
Herpertz Dahlmann B, Remschmidt H, (The prognostic value of the dexamet-
Goldberg SG, Halmi KA, Eckert ED, Cyproheptadine in anorexia nervosa, hasone suppression test for the course of anorexia nervosa - comparison with
British Journal of Psychiatry 1996;134:67-70 depressive-diseases) Zeithschrift Kinder Jugenpsychiatric 1990;18:5-11

Golden NH, Shenker IR, Amenorrhea in anorexia nervosa, Neuroendocrine Hidalgo Rodrigo MI, Diaz Gonzalez RJ, Cabranes Diaz JA, Hidalgo Rodrigo
control of hupothalamic dysfunction, International Journal of Eating MA, Santiago Cuervos M (Clinical application of the dexamethasone suppres-
Disorders 1994;16:53-60 sion test in the differentiation of subgroups in anorexia nervosa), Actas Luso-
Espafiolas De Neurologia, Psiquiatria y Ciencias Afines I991;19:l 15-21
Goldman CK, Marino L, Leibowitz SF, Postsynaptic a2-noradrenergic
receptors mediate feeding induced by paraventricular nucleus injection of Hill KK, Bucuvalas J, McClain C, Krycio R, Alfaro MP, Maloney MJ, Growth
norepinephrine and clonidine, European Journal of Pharmacology 1985; hormone treatment in anorexia ervosa (Abstract), Annual Meeting American
115:11-9 Psychiatric Association, San Diego, California USA, May 1997

Goodwin GM, Shapiro CM, Bennie J, Dick H, Carroll S, Fink G, The neu- Hinney A, Barth N, Ziegel A, von Prittwit A, Hamann A, Hennighausen K, Prike
roendocrine responses and psychological effects of infusion of L-tryptophan KM, Heils A. Rosenkranz K, Roth, H, Coners H, Mayer H, Herzog W, Siegfried
in anorexia nervosa, Psychological Medicine 1989;19:857-64 A, Lehmkuhl G, Poustka F, Schmidt MH, Schafer H, Grzeschik KH, Lesch KP,
Lentes KU, Remschmid H, Hebebrand J, Serotonin trasporter gene-linked poly-
Gosnell BA, Morley JE, Levine AS, Adrenal moulation of the inhibitory morphic region:allele distributions in relationship to body wight and in anorexia
effect of corticotropin releasing factor on feeding, Peptides 1983;4:807-12 nervosa, Life Sciences 1997a;61 :P L 295-303

Gross HA, Lake CR, Ebert MH, Ziegler MG, Kopin IJ, Catecholamine Hinney A, Lentes KU, Rosenkrarz K, Barth N, Roth H, Ziegel A,
metabolism in primary anorexia nervosa, Journal of Clinical Endocrinology Hennighausen K, Coners H, Wurmser H, Jacob K , Romer G, Winnikes U,
and Metabolism 1979;49:805-9 Mayer H, Herzog W, Lehmkuhl G, Poustka F, Schmidt MH, Blum WF, Pirke
KM, Schafer F, Grzeschik KH, Remschmidt H, Hebebrand J, B3-adrener-
Grossman A, Moult PJ, Mclntyre H, Evans J, Silverstone T, Rees LH, Besser gic-receptor allele distributions in children, adolescents, and young adults
GM, Opiate medication of amenorrhea in hyperprolactinaemia and in with obesity, underweight or anorexia nervosa, International Jo urnal of
weight-loss related amenorrhea, Clinical Endocrinology 1982;17:379-88 Obesity 1979b;21:224-30

Gwirtsman HE, Roy Byrne P, Yager J, Gerner RH, Neuroendodrine abnormali- Hinney A, Ziegler A, Northen MM, Remschmidt H, Hebebrand J, 5-HT2A

RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 24 - 2000 15


receptor gene polymorphisms, anorexia nervosa, and obesity (letter), Lancet Kaye WH, Weltzin TE, Hsu LK, Bulik CM, An open trial fluoxetine in
1997c;350:1324-5 patients with anorexia nervosa, Journal of Clinical Psychiatry
1991b;52:464-71
Hochberg Z, Hertz P, Colin V, Ish Shalom S, Yeshurun C, Youdin MB, Amit
T, The distal axis of growth hormone GH; in nutritional disorders: GH-bin- Kiriike N, Nishiwaki S, Izumiya Y, Maeda Y, Kawakita Y, Thyrotropin, pro-
ding protein, insulin-like growth factor-1 IGF-1 and IGF-1 receptors in obe- lactin, and growth hormone responses to thyrotropin releasing hormone in
sity and anorexia nervosa, Metabolism 1992;41:106-12 anorexia nervosa and bulimia, Biological Psychiatry 1987;22:167-76

Hoek HW, The incidence and prevalence of anorexia nervosa and bulimia Kiyohara K, Tamai H, Takaichi Y, Nakagawa T, Kumagai LF, Decreased
nervosa in primary care, Psychological Medicine 1991;21:455-60 thyroidal triiodothyrone secretion in patients with anorexia nervosa:
influence of weight recovery, American Journal of Clinical Nutrition
Hotta M, Shibasaki T, Masuda A, Imaki T, Demura H, Ling N, Shizume K, 1989;50:767-72
The rsponses of plasma adrenocorticotropin and cotisol to corticotropin-
releasing hormone CRH: and cerebrospinal fluid immunoreactive CRH in Klawans HL, Margolin DI, Amphetamine-induced hypersensivity in guinea
anorexia nervosa patients, Journal of Clinical Endocrinology and pigs, Implications in psychosis and human movement disorders, Archives of
Metabolism 1986;62:319-24 General Psychiatry 1975;32:725-32

Hulsey MG, Pless CM, Martin RJ, ICV administration of anti-corticotropin- Kling MA, Demitrack MA, Whitfield HI, Jr, Kalogeras KT, Listwak SJ,
rele-asing factor antisense oligonucleotide: effects on deeding behavior and DeBellis MD, Chrousos GP, Gold PW, Brandt HA, Effects of the glucorti-
body weight, Regulatory Peptides 1995;59:241-6 coid antagonist RU 486 on pituitary-adrenal function in patients with ano-
rexia nervosa and healthy volunteers: enhancement of plasma ACTH and
Hurd HP, Palumbo PJ, Gharib H, Hypothalamic-endocrine dysfunction in corisol secretion in underweight patients, Neuroendocrinology
anorexia nervosa, Mayo Clinical Proceeings 1977;52:711-6 1993;57:1082-91

lmak T, Shibasaki T, Hotta M, Demura H, Intracerebroventricular adminis- Kontula K, Andersson LC, Huttunen M, Pelkonen R, Reduced level of cellu-
tration of corticotropin releasing factor induces c-fos mRNA induction after lar glucocorticoid receptors in patients with anorexia nervosa, Hormone
stress, Brain Research 1993;616:114-25 Metabolism Research 1982;14:619-20

Imaki T, Xiao Quan W, Shibasaki T, Yamada K,Harada S, Chikada N, Koob GF, Bloom FE, Corticotropin-releasing factor and behavior,
Naruse M, Demura H, Stress induced activation of neuronal activity and Federation Proceedings 1985;44:259-63
corticotropin-releasing factor gene expression in the paraventricular nucleus
is modulated by glucocorticoids in rats, Journal of Clinical Investigation Koob GF, Bloom FE, von Prittwitz S, Ziegler A, Lubbert H, Emons G,
1995;96:231-8 Herzog W, Herpetz S, Deter HC, Remschmidt H, Hebebrand J, Low leptin
levels predict amenorrhea in underweight and eating dosordered females
Jeuniewic N, Brown GM, Garfinkel PE, Moldofski H, Hypothalamic func- (see comments), Molecular Psychiatry 1997;2:335-40
tion as related to body-weight and body fat in anorexia nervosa,
Psychosomatic Medicine 1978;40:187-98 Krahn DD, Gosnell BA, Grace M, Levine AS, CRF antagonist partially
reverses CRF -and stress-induced effects on feeding, Brain Research
Jhanwar-Uniyal M, Woods JS, Levin BE, Leibowitz SF, Cannula mapping Bulletin 1986;17:285-9
and biochemical studies of hypothalamic opiate and noradrenergic systems
in relation to eating behavior, Proceedings of East Psychologic Associatin Krahn DD, Gosnell BA, Levine AS, Morley JE, Behavioral effects of corti-
1984;55:106 cotropin-releasing factor: localization and characterization of central effects,
Brain Research 1988;443:63-9
Joergensen J, The epidemiology of eating disorders in fyn Country,
Denmark, 1977-86, Acta Psychiatrica Scandinavica 1992;85:30-4 Krahn DD, Gosnell BA,Majchrzak MJ, The anorectic aeffects of CRH
and restraint stress decrease with repeated exposures, Biological
Johnston JL, Leiter LA, Burrow GN, Garfinkel PE, Anderson GH, Excretion Psychiatry 1990;27:1094-102 Krahn DD, Gosnell BA Corticotropin-rele-
of urinary catecholamine metabolites in anorexia nervosa: effect of body asing hormone: possible role in eating disorder, Psychiatric Medicine
composition and energy intake, American Journal of Clinical Nutrition 1989;7:235-45
1984;40:1001-6
Lanthier D, Stanley BG, Leibowith SF, Feeding elicted by central morphine
Jorgensen JO, Moller J, Laursen T, Orskov H, Christiansen JS, Weeke J, injection: sites of action in the brain, Proceeding of East Psychological
Growth hormone administration stimulates energy expenditure and Associations 1985,56:30
extrathyroidal conversion of thyroxine to triiothyronine in a dose-dependent
manner and suppresses circadian thyrotrophin levels: studies in GH-defi- Laughlin GA, Yen SSC, Hypoleptinema in women athletes: Absence of a
cient adults, Clinical Endocrinology 1994;41:609-14 diurnal rhythm with amenorrehea, Journa of Clinical Endocrinology and
Metabolism 1997;82:318-21
Kaira SP, Dube MG, Sahu A, Phelps CP, Kalra PS, Neuropeptide Y secretion
increases in the paraventricular nucleus in association with increased appe- Lecomte P, Kabir Gros N, Lansac J (Gonoda function in anorexia nervosa
tite for food, Proceedings of the National Academy of Sciences of the United patients in the postcritical phase) Annual Endocrinology Paris 1984;45:397-401
States of America 1991;88:10931-5
Leibowitz SF, Brown O, Tretter JR, Kirschgessner A, Norepinephrine, clo-
Katz JL, Boyar RM, Roffwarg H, Hellman L, Weiner H, LHRH responsive- nidi-ne, and tricyclic antidepressants selectively stimulate carbohydrate
ness in anorexia nervosa: intactness despite prepubertal circadian LH pat- ingestion through norradrenergic system of the paraventricular nucleus,
tern, Psychosomatic Medicine 1977;39:241-51 Pharmacology, Biochemistry and Behavior 1985;23:541-50

Kaye WH, Ebert MH, Raleigh M, Lake R, Abnormalities in CNS monoa- Leibowitz SF, Sladek C, Spencer L, Tempel D, Neuropeptide Y, epinephri-
mine metabolism in anorexia nervosa, Archives of General Psychiatry ne and norepinephrine in the paraventricular nucleus: stimulation of feeding
1984;41:350-5 and the release of corticosterone, vasopressin and glucose, Brain Research
Bulletin 1988;21:905-12
Kaye WH, Berrettini WH, Gwirtsman HE, Gold PW, George DT, Jimerston
DC, Ebert MH, Contribution of CNS neuropeptide NPY, CRH, and b- Leibowitz SF, Weiss GF, Walsh UA, Viswanath D, Medical hypothalamic
endorphin alterations to psychophysiological, Bulletin 1989;25:433-8 serotonin: role in circadian patterns of feeding and macronutrient selection,
Brain Research 1989;503:132-40
Kaye WH, Berrettini WH, Gwirtsman HE,George DT, Altered cerebroespi-
nal fluid neuropeptide Y and YY immunoreactivity in anorexia nervosa and Leibowitz SF, Weiss GF, Suth JS, Medical hypothalamic nuclei mediate
bulimia nervosa, Archives of General Psychiatry 1990;47:548-56 serotonin's effect on feeding behavior, Pharmacology, Biochemistry and
Behavior 1990;37:735-42
Kaye WH, Berrettini WH, Gwirtsman HE.George DT, Ebert MH, Altered sero-
tonin activity in anorexia nervosa after long-term weight restoration, Does ele- Leibowitz SF, Alexander JT, Cheung WK, Weiss GF, Effcts of serotonin and
vated cerrebroespinal fluid 5-hydroxyindoleacetic acid corelate with rigid and the serotonin blocker metergoline on meal patterns and macronutrient selec-
obssesive behavior;, Archives of General Psychiatry 1991a;48:556-62 tion, Pharmacology, Biochemistry and Behavior 1993;45:185-94

16 RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 24 - 2000


Lesem MD, George DT, Kaye WH, Goldstein DS, Jimerson DC, State rela- Moore R, Mills IH, Forster A: Naloxone in the treatment of anorexia nervo-
ted changes in norepinephrine regulation in anorexia nervosa, Biological sa: effect on weight gain and lipolysis, Journal of the Proceedings of the
Psychiatry 1989;25:509-12 Royal Society of Medicine 1981 ;74:129-31

Liu JP, Clarke 1J, Funder JW, Engler D, Studies of the secretion of cortico- Mori M, Murakami M, Satoh T, Miyashita K, Iriuchijma T, Yamada M,
tropin-releasing factor and argine vasopressin into the hypophysial-portal Inukai T, Kobayashi I, A possible direct precursor of thytropin-releasing
circulation of the conscious sheep, II, The central noradrenergic and neuro- hormone, pGlu-His-Pro_Gly, stimulates prolactin secretion in anorexia ner-
peptide, Y pathways cause immediate and prolonged hypothalamic-pitui- vosa, Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism 1990;71:252-5
tary-adrenal activation, Potential incolvement in the pseudo-Cushing's
syndrome ofenodgenus depression and anorexia nervosa, Journal of Clinical Morisha H, Takemoto M, Higuchi K, Yoshida J, Aono T, Pituitary hormone
Investigation 1994;93:1439-50 response to thyrotropin releasing hormone in secondary amenorrheic
women associated with weight loss, Fertility and Sterility 1991;56:434-9
Lomeo A, Mazzochi G, Sesarego P, Torre R, Delmonte P, Giusti M, Growth
hormone and prolactin response to growth hormone-releasing in anorexia Muller EE, Cavagnini F, Panerai AE, Massironi R, Ferrari E, Brambilla F,
nervosa, Recenti Progressi in Medicina 1989;80:569-73 Neuroendocrine measures in anorexia nervsa: comparisons with primary affecti-
ve disorders, Advances in Biochemical Psychopharmacology 1987;43:261-71
Loosen PT, The TRH-induced TSH response in psychiatric patients: a pos-
sible neuroendocrine marker, Psychoneuoendocrinology 1985;10:237-60 Nakagawa K, Matsubara M, Obara T, Kubo M, Akikawa K, Responses of
pituitary and adrenal medulla to insulin-induced hypoglycemia in patients
Mass JW, Landis DH, The metabolism of circulatory norepinephrine by with anorexia nervosa, Endocrinology Japan 1985;32:719-24
human subjects, Journal of Pharmacology and Experimental Therapeutics
1971;177:600-12 Nielsen S, The epidemiology of anorexia nervosa in Denmark from 1973 to
1987: a nationwide register study of psychiatric admission, Acta
Maeda K, Kato Y, Yamaguchi N, Chihara K, Ohgo S, Growth hormone rele- Psychiatrica Scandinavica 1990;81:507-14
ase following thyrotrophin releasing hormone injection into patients with
anorexia nervosa, Acta Endocrinologica Copenhagen 1976;81:1-8 Nussbaum MP, Blenhten SL, Chasalow FI, Jacobson MS, Shenker IR,
Feldman J, Blunted SL, Chasalow FI, Jacobson MS, Shenker IR, Feldman
Maeda K, Tanimoto K, Chihara K, Abnormal growth hormone releasing J, Blunted growth hormone responses to clonidine in adolescent girls with
following luteinizing hormone release hormone in anorexia nervosa, Japan early anorexia nervosa, Evidence for an early hypothalamic defect, Journal
Journal of Psychiatry and Neurology 1987;41:41-5 of Adolescent HealthCare 1990;11:145-8

Maffei M, Halaas J, Ravussin E, Pratley RE, Lee GH, Zhang Y, Fei H, Kim Ohzeki T, Egi S, Kagawa J, Nagafuchi S, Igarashi Y, Hanaki K, Ishitani N,
S, Lallone R, Ranganathan S, et al, Leptin levels in human and rodent: Motozumi Wakatusuki H, Sunaguchi M, Prolonged supression of gonadro-
meassu-rement of plasma leptin and ob RNA in obese and weight-reduced pin secretion after weight recovery in an anorectic patient with Turner's
subjects, Nature Medicine 1995;1:1155-61 syndrome: reduced gonadal function in anorexia nervosa is independent in
part on nutrition, Hormone Metabolism, Research 1989;21:626-9
Mantzoros CS, Flier JS, Lesem MD, Brewerton TD, Jimerson DC,
Cerebrospinal fluid leptin in anorexia nervosa, Correlations with nutritional Paez X, Lebowitz SF, Changes in extracellular PVN monoamines and
status and potential role in resistance to weight gain, Journal of Clinical macronu-trient intake after idazoxan or fluoxetine injection, Pharmacology,
Endocrinology and Metabolism 1997;82:1845-51 Biochemistry and Behavior 1993;46:933-41

Marshal JC, Fraser TR, Amenorrhoea in anorexia nervosa: assessment and Phillipp E, Pirke KM, Kellner MB, Krieg JC, Disturbed cholecystokin
treatment with clomiphene citrate, British Medical Journal 1971;4:590-2 secretion in patients with eating disorders, Life Sciences 1991;48:2443-50

Marshall JC, Kelch RP, Low dose pulsatile gonadotropin-releasing hormo- Pi Sunyer X, Kissleff HR, Thornton J, Smith GP, C-terminal octapeptide of
ne in anorexia nervosa: a mode of human pubertal development, Journal of cholecystokin decreases food intake in obese men, Physiology and Behavior
Clinical Endocrinology and Metabolism 1979;49:712-8 1982;29:627-30

Masuda A, Shibasaki T, Hotta M, Suematsu H, Shizume K, Study on the Pirke KM, Broocks A, Wilckens T, Marquard R, Schweiger U, Starvation-
mechanism of abnormal growth hormone GH; secretion in anorexia nervosa: induced hyperactivity in the rat: the role of endocrine and neurotransmiter
no evidence of involvement of a low somatomedin-C level in the abnormal changes, Neurosciences and Biobehavioral Reviews 1993;17:287-94
GH secretion, Journal of Endocrinological Investigation 1988; 11:297-302
Pike KM, Kellner MB, Friess E, Krieg JC, Ficher MM, Satiety and cho-
Matsubayashi S, Tamai H, Uehata S, Kobayashi N, Mori K, Nakagawa T, lecysto-kinin, International Journal of Eating Disorders 1994;15:63-9
Kumagai LF, Anorexia nervosa with elevated serum TSH, Psychosomatic
Medicine 1988;50:600-6 Rappaport R, Prevot C, Czernichow P, Somatomedin activity and growth
hormone secretion, I, Changes related to body weight in anorexia nervosa,
Mazza E, Ghigo E, Goffi S, Procopio M, Imperiale E, Arvat E, Bellone J, Acta Pediatrica Scandica 1980;69:37-41
Boghen MF, Muller EE, Camanni F, Effect of the potentiation of choliner-
gic activity on the variability in individual GH response to GH-releasing Redmond DE, Jr, Swann A, Heninger GR, Letter: Phenoxybenzamine in
hormone, Journal of Endocrinological Investigation 1989;12:795-8 anorexia nervosa, Lancet 1976;2:307

McArthur JW, Turnbull BA, Pehrson J, Bauman M, Henley K, Turner A, Reeves AG, Plum F, Hyperphagia, rage, and dementia accompanying a ven-
Evans WJ, Bullen BA, Skrinar GS, Nalmefene enhances LH secretion in a tromedial hypothalamic neoplasm, Archives of Neurology 1969;20:616-24
proportion of oligo-amenorrheic athletes, Acta Endocrinologica Riederer P, Tofly K, Kruzik P, Excrection of biogenic amine metabolites in
Copenhagen 1993;128:325-33 anorexia nervosa, Clinica Chimica Acta 1982;123:27-32

McArthy HD, McKibbin PE, Perkins AV, Linton EA, Williams G, Risch SC, Janowsky DS, Judd LL, Gillin JC, McClure SF, The role of endo-
Alterations in hypothalamic NPY and CRF in anorexia tumorbearing rats, genous opioid systems in neuroendocrine regulation, Psychiatr Clin North
American Journal of Physiology 1993;264:E638-43 American 1983;6:429-41

Menzaghi F, Heinrichs SC, Pich EM, Tilders FJ, Koob GF, Functional Robinson PH, Checkley SA, Russell GF, Suppression of eating by fenflura-
impairment of hypothalamic corticotropin-releasing facto neurons with mine in patients with bulimia nervosa, British Journal of Psychiatry
immunotarge-ted toxins enhances food intake induced by neuropeptide Y, 1985;146:169-76
Brain Research 1993;618:76-82
Rogacki N, Weiss GF, Fueg A, Suh JS, Pal S, Impact of hypothalamic sero-
Moller Madsen SM, Nystrup J (Incresed incidence of anorexia nervosa in tonin on macrountrient intake, Annals of the New York Academic of
Denmark) Ugeskrift for Laeger 1994;156:3291-3 Sciences 1989;575:619-21

RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 24 - 2000 17


Rolla M, Andreoni A, Belliti D, Ferdeghini M, Cristofani R, MuIIer EE, IGF-I and IGFBP-3 in patients with anorexia nervosa are not associated with
Effects of cholinergic muscarinic antagonist pirenzepine on GH response to increases IGFBP-3 proteolytic activity (Abstract) IV European Congress of
GHRH 1-40 in patients with anorexia nervosa, Enocrinologia Endocrinology, European Federation of Endocrine Societies, Sevilla, Spain,
Experimentalis 1990a;24:195-204 May 1998

Rolla M, Andreoni A, Belliti D,Ferdeghini M, Ferrannini E, Failure of glu- Steat SJ, Beddoe AH, Hill GL, Aggressive nutritional support does not prevent
cose infusion to suppress the exaggereted GH response to GHRH in patients protein loss despite fat gain in septic intensive care patients, Journal of Trauma
with anorexia nervosa, Biological Psychiatry 1990b;27:215-22 1987;27:262-6

Rolla M, Andreoni A, Belliti D.Cristofani R, Ferdeghini M, Muller EE, Tamai H, Mori K, Matsubayashi S, Kiyihara K, Nakagawa T, Okimura MC,
Blockade of cholinergic muscarinic receptors by pirenzepine and GHRH- Walter RM, Jr, Kumagai LF, Nagataki S, Hypothalamic-pituitary-throidal
indu-ced GH secretion in the acute and recovery phase of anorexia nervosa dysfunctions in anorexia nervosa, Psychotherapi and Psychosomatics
and atypical eating disorders, Biological Psychiatry 1991;29:1079-91 1986;46:127-31

Ross R, Miell J, Freeman E, Jones J, Matthews D, Preece M, Buchanan C, Tamai H, Kobayashi N, Uehata S, Komaki G, Nakagawa T, Serum CCK res-
Critically ill patients have high basal growth hormone levelswith attenuated ponses to 50 mg oral glucose load in anorexia nervosa (Abstract), Fourth
oscillatory activity associated with low levels of insulin like growth factor- International Conference on Eating Disorders 1990: p Al 16
I, Clinical Endocrinology 1991;35:47-54
Tamai H, Kiyohara K, Mukuda T, Kobayashi N, Komaki G, Nakagawa T,
Samuels MH, Sanborn CF, Hofeldt F, Robbins R, The role of endogenus Kumagai LF, Aoki TT, Resposes of growth hormone and Cortisol to intrave-
opiates in athletic amenorrhea, Fertility and Sterility 1991;55:507-12 nous glucose loaing test in patient with anorexia nervosa, Metabolism
1991;40:31-4
Scachi M, Pincelli AI, Caumo A, Tomasi P, Delitala G, Baldi G, Cavagnini
F, Spontaneous nocturnal growth hormone secretion in anorexia nervosa, Tepperman FS, Hirst M, Gowdey CW, A probable role for norepinephrine in
Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism 1997;82:3225-9 feeding after hypothalamic injection of morphine, Pharmacol Ciochem
Behavior 1981:15:555-8
Schneider BS, Monahan JW, Hirsch J, Brain cholecystokin and nutritional
status in rats and mice, Journal of Clinical Investigation 1979;64:1348-56 Theander S, Research on outcome and prognosis of anorexia nervosa and some
results from a Swedish long-term study, Int Journal of Eating Disorders
Schwartz MW, Baskin DG, Bukowski TR, Kujper JL, Foster D, Lasser G, 1983;2:167-74
Prunkard DE, Porte D, Jr, Woods SC, Seeley RJ, Weigle DS, Specificity of
lep-tin action on elevated blood glucose levels and hypothalamic neuropep- Thorner MO, Vance ML, Hartman ML, Holl RW, Evans WS, Veldhuis JD, Van
tide Y gene expression in ob/ob mice, Diabetes 1996;45:531-5 Cauter E, Copinschi G, Bowers CY, Physiological role of somatostatin on
growth hormone regulation in humans, Metabolism 1990;39:40-2
Schweitzer I, Szmukler GI, Maguire KP, Harrison LC, Tuckwell V, Davies
BM, The dexamethasone suppression test in anorexia nervosa, The influen- Treasure JL, Wheeler M, King EA, Gordon PA, Russell GF, Weight gain and
ce of weight, depression test in anorexia nervosa, The influence of weight, reproductive function: ultrasonographic and endocrine features in anorexia ner-
depression, adrenocorticotrophic hormone and dexamethasone, British vosa, Clinical Endocrinology 1988;29:607-16
Journal of Psychiatric 1990;157:713-7
Turkay S, Kus S, Gokalp A, Baskin E, Onal A, Effects of protein enregy mal-
Shibasaki T, Imaki T, Hotta M, Ling N, Demura H, Psychological stress nutrition on circulation thyroid hormones, Indian Pediatrics 1995;32:193-7
increases arousal through brain corticotropin-releasing hormone without
significant increase in adrenocorticotropin and catecholamine secretion, Vacarino FJ, Kennedy SH, Ralevski E, Black R, The effects of growth hormo-
Brain Research 1993;618:71-5 ne-releasing factor on food consumption in anorexia nervosa patients and nor-
mals, Biological Psychiatry 1994;35:446-51
Sinha MK, Opentanova I, Ohannesian JP, Kolaczynski JW, Heiman ML,
Opentanova I, Ohannesian JP, Kolacznski JW, Heiman ML, Hale J, Becker Valcavi R, Zini M, Portioli I, Triiodothyronine administration reduces serum
GW, Bowsher RR, Stephens TW, Caro JF, Evidence of free and bound lep- growth hormone levesl and growth hormone responses to thytropin-releasing
tin in human circulation, Studies in lean and obese subjects and during short- hormone in patients with anorexia nervosa, Psychoneuroendocrinology
term fasting, Journal of Clinical Investigation 1996a;98:1277-82 1990;15:287-95

Sinha MK, Ohannesian JP, Hieman ML, Kriauciunas A, Stephens TW, Van Binsbergen CJ, Coelingh Bennink HJ, Odink J, Haspels AA, Koppeschaar
Magosin S, Marco C, Caro JF, Nocturnal rise of leptin in lean, obese, and HP, A comparative and longitudinal study on endocrine changes related to ova-
non-insulin-dependent diabetes mellitus subjects, Journal of Clinical rian function in patients with anorexia nervosa. Journal of Clinical
Investigation 1996b;97:1344-7 Endocrinology and Metabolism 1990;71:705-11

Smith GP, Greenberg D, Falusco JD, Plasma levels of cholecystokinin pro- van Bisbergen CJ, Odink J, Van der Beek EJ, Westenberg HM, Bennink HJ,
duced by statiating doses of exogenous CCK-8, Proceedings of the Society Biogenic amines in anorexia nervosa: circadian rhythm in urinary excretion an
of Neurosciences 1995 (Abstract) influence of posture and physical task loaf on plasma catecholamines,
Psychosomatic Medicine 1991;53:440-52
Soliman AT, Hassan AEI, Aref MK, Hintz RL, Rosenfeld RG, Rogol AD,
Serum insulin-like growth factor I and II concentrations and growth hormo- Vandereycken W, Pierloot R, Pimozide combined with behavior therapy in the
ne and insulin response to arginine infusions in children with proten-energy sort-term treatment of anorexia nervosa, A doube-blind placebo-controlled
malnutrition before and after nutritional rehabilitation, Pediatric Research cross-over study, Acta Psychiatrica Scandinavica 1982;66:445-50
1986;20:l 122-30
Velhuis JD, Johnson ML, Cluster analysis: a simple, versatile, and robust algo-
Stanley BG, Kykouli SE, Lampert S, Leibowitz SF, Neuropeptie Y chroni- rithm for endocrine pulse detection, American Journal of Physiology
cal injected into the hypothalamus: a powerfull neurochemical induder of 1986;250:E486-93 Vierhapper H, Kiss A, Nowotny P. Wiesnagrotzki S,
hyperp-hagia and obesity, Peptides 1986;7:1189-92 Mooder C, Waldhausl W, Metabolism of Cortisol in anorexia nervosa, Acta
Endocrinologica Copenhagen 1990;122:753-8
Stephens TW, Basinski M, Bristow PK, The role neuropeptide Y in the
antiobe-sity action of the obese gene, Nature 1995;377:530-2 Vigersky RA, Loriaux DL, The effect of cyproheptadine in anorexia nervosa:
A double-blind trial, In: Vigersky RA, editor, Anorexia nervosa, New York:
Stoving RK, Vinten J, Handberg Aa, Ebbesen EN, Hangaard J, Hansen-Nord Raven Press 1977, p349-56
M, Kristiansen J, Hagen C, Diurnal variation of the serum leptin concetration
in patiens with anorexia nervosa, Clinical Endocrinology 1998;48:761-8 Voerman HJ, Strack van Schijndel RJ, de Boer H, van der Veen EA, Thijs LG,
Growth hormone: secretion and administration in catabolic adult patients, with
Stoving RK, Flyvbjerg A, Hangaard J, Fisker S, Hagen C, Low serum levels of emphasis on the critically ill patient, Netherlands Journal of Medicine

18 RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 24 - 2000


l992;;41:229-44 Ziegler TR, Young LS, Ferrari Baliviera E, Demling RGH, Wilmore DW,
Use of human growth hormone with nutritional support in a critical care
von Prittwitz S, Blum WF, Ziegel A, Scharmann S, Remschmidt H, unit, Journal of Parenteral Enteral Nutrition 1990;14:574-81
Hebebrand J, Restrained eating is associated with low leptin levels in under-
weight females. Molecular Psychiatry 1997;2:420-2 Ziegler TR, Rorabeau JL, Yoiung LS, Fong Y, Marano M, Lowry SF,
Wilmore DW, Recombinant human growth hormone enhances the metabo-
Wakeling A, DeSouza V, Beardwood CJ, Effects of administered estrogen lic efficacy of parenteral nutrition: a double-blind, randomized controlled
on luteinizing hormone release in subjects with anorexia nervosa in acute study, Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism 1992;74:865-73
and recovery stages, In: Vigersky RA editor, Anorexia nervosa, New York:
Raven Press 1977, p 199-210

Walsh BT, Roose SP, Katz JL, Dyrenfurth I, Wright L, Vande Wiele R,
Glassman AH Hypothalamic pituitary-adrenal-cortical activity in anorexia
nervosa and bulimia, Psychoneuroendocrinology 1987;12:131-40

Warren MP, Vande RL, Clinical and metabolic features of anorexia nervosa,
Am J Obstet Gynecol 1973;117:435-49

West DB, Fey D, Woods SC, Cholecystokinin persistenly suppresses meal


size but not food intake in free feeding rats, American Journal of Physiology
1984;246:R776-87

Wiersma A, Baauw AD, Bohus B, Koolhaas JM, Behavioral activation pro-


duced by CRH but not a helical CRH CRH-receptor antagonist; when
microinfused into the central nucleus of the amygdala under stress-free con-
ditions, Psychoneuroendocrinology 1995;20:423-32

Woods JS, Lebowitz SF, Hypothalamic sites sensitive to morphine and nalo-
xone: effects on feeding behavior, Pharmacol Biochem Behav 1985;23:431-
8

Wold Helath Organization WHO, Clinical description and guidelines In:


International Statistical Classification of Diseases and Related Health
Problems ICD- 10 1992;pp 352-3

Wurtman JJ, Wurtman RJ, Drugs that enhance central serotoninergic trans-
mission dimish elective carbohydrate consumption by rats, Life Sciences
1979;24:895-903 Zhang Y, Proenca R, Maffei M, Barone M, Leopold L,
Friedman JM, Positional cloning of the mouse obese gene and its human
homo-logue, Nature 1994;372:425-32

RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 24 - 2000 19

También podría gustarte