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¿Con qué colectivo vamos a trabajar?

Esta intervención va dirigida a integrantes del programa PRIA-MA (Programa de Intervención


con Agresores en Medidas Alternativas), este programa está dirigido a hombres condenados
por penas de violencia de género inferiores a dos años y que por tanto no se requiere su
ingreso en prisión, teniendo que realizar en cambio un programa de medidas alternativas.

Una gran diferencia entre los penados con privación de libertad y los sometidos a penas
alternativas, es la voluntariedad en la participación en los programas.

Los internos de los centros penitenciarios raramente solicitan de manera voluntaria la


participación en el tratamiento. Una vez que se les ofrece y explican las características y
obligaciones que conlleva aceptarán o no participar y una vez iniciado podrán abandonarlo en
el momento que deseen.

En el caso de las penas y medidas alternativas, la participación y el mantenimiento en el


programa es obligada formando parte de la propia condena. (Documentos Penitenciarios 7
pág.7)

Criterios de inclusión en el programa:

Se interviene con personas condenadas por delitos de violencia de género, que no requieran el
ingreso en prisión, a los que su terapeuta les haya prescrito el trabajo grupal.

Criterios de exclusión en el programa:

No se incluye en este programa a personas con problemas de drogodependencia activos sin


abordaje en terapia individual, ni que presenten psicopatología grave. (Documentos
Penitenciarios 7 pág. 36)

Tampoco a personas de baja capacidad intelectual o dificultad para comprender el idioma


(Documentos Penitenciarios 7 pág. 36), ya que por el momento no existe una adaptación
curricular del programa que les permita adaptarse al grupo y seguir el ritmo del programa.

Serán expulsados del grupo aquellos que tengan frecuentes faltas de asistencia o una conducta
disruptiva durante las intervenciones (Documentos Penitenciarios 7 pág. 36)
Algunos datos sobre violencia de género:
1. El número de mujeres víctimas mortales durante el año 2019 ha sido de 55 y el total de
mujeres víctimas mortales desde 2003 hasta 2019, de 1.035.

Mujeres víctimas mortales por violencia de género. Periodo 2003-2019. (XIII Informe Anual del
Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer 2019 pág. 10)

Fuente: Delegación del Gobierno para la Violencia de Género. Ministerio de la Presidencia,


Relaciones con las Cortes e Igualdad.

Durante el año 2019 llegaron a los juzgados un total de 168.057 denuncias por violencia de
género, lo que implica una media mensual de 14.005 denuncias y una media diaria de 460
denuncias. Ello supone un incremento del 0,7% del número de denuncias por violencia de
género si se compara con la cifra del año anterior. (XIII Informe Anual del Observatorio Estatal
de Violencia sobre la Mujer 2019 pág. 11)

2.- Denuncias por violencia de género. Número de denuncias y media


Fuente: Elaboración propia a partir de los datos proporcionados por el Consejo General de
Poder Judicial.

Según su origen, de las 1.825.608 denuncias presentadas desde 2007 hasta 2019, 1.303.587
fueron interpuestas directamente por las víctimas de violencia de género en juzgados o policía,
256.855 procedían de atestados policiales por intervención directa, 196.679 derivaban de
partes de lesiones, 38.266 fueron interpuestas por servicios de asistencia y terceros en general
y 30.221, por familiares de la víctima. (XIII Informe Anual del Observatorio Estatal de Violencia
sobre la Mujer 2019 pág. 12)

3. Denuncias interpuestas por violencia de género según su origen. Año 2019 y total del
periodo 2007-2019.

Fuente: Elaboración
propia a partir de los
datos

proporcionados por el Consejo General de Poder Judicial. (XIII Informe Anual del Observatorio
Estatal de Violencia sobre la Mujer 2019 pág. 12)

En más de la mitad de los casos valorados en Violencia de género la mujer corría riesgo de
volver a sufrirla.

Distribución porcentual de los casos activos del Sistema Violencia de Género según riesgo
apreciado y nivel de riesgo. Datos a 31 de diciembre de 2019 (XIII Informe Anual del
Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer 2019 pág. 13)
En conclusión, los datos de Violencia de Género son alarmantes, ya que este tipo de delitos
puede traer consecuencias tan graves como la muerte de la víctima.

El número de denuncias por Violencia de Género parece que va aumentando, esto no se debe
necesariamente a que se cometan más este tipo de delitos sino a que por fin están saliendo
del ámbito privado, y pese a las muchas trabas que se les pone, las mujeres, al fin, denuncian.

Cuando hablamos de los maltratadores vemos una alta reincidencia, suponiendo para las
víctimas un nivel de riesgo de volver a sufrir el delito.

Nuestro sistema penitenciario tiene una perspectiva reinsertiva y no punitivista, así lo dicta el
artículo 25 de la Constitución: “Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad
estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social…”

Así que, aunque no debemos dejar de dirigir nuestros esfuerzos y recursos en ayudar a las
víctimas a salir de la situación y superar el trauma, también es importante averiguar los
motivos detrás de los maltratadores y trabajar con ellos para que no vuelvan a delinquir, ni con
la pareja con la que cometieron el delito ni con una futura pareja, como forma de atajar este
grave problema.

Perfil del agresor en violencia de género:

No existe un perfil de maltratador, sin embargo, algunos psicólogos y sociólogos que han
estudiado la violencia de género y la violencia hacia la pareja han podido delimitar algunas
categorías.

Holtzworth-Munroe y Stuart (1994) proponen una clasificación en función del análisis de tres
dimensiones (Documentos penitenciarios 7 pág. 19):

a) Intensidad y frecuencia de la violencia en la relación

b) Generalidad de la violencia (sólo hacia la pareja o también fuera de la relación

C) patologías o trastornos de la personalidad.

Según esto definen tres tipos de maltratadores:

1- Violentos solo con la pareja: menor intensidad y frecuencia de la violencia, suelen


tener menos problemas emocionales, no suelen abusar sexualmente de la pareja y por
lo general no son violentos fuera del entorno familiar. En caso de presentar trastornos
de la personalidad serán del tipo pasivo-dependiente. (Documentos penitenciarios 7
pág. 19)
2- Emocionalmente inestables o de personalidad límite: Presentan nivel medio – alto de
intensidad de violencia hacia la pareja, también psicológica y sexual, pueden ser
violentos fuera del entorno familiar y tender a comportamientos delictivos, o al
consumo de alcohol y drogas, presentan altos niveles de depresión y ansiedad y a
veces también rasgos esquizotípicos de la personalidad. (Documentos penitenciarios 7
pág. 19)

3- Generalmente violentos y antisociales: Presentan un nivel medio-alto de violencia


hacia la pareja incluyendo violencia psicológica y sexual. Muestran niveles altos de
violencia también fuera de la familia con intensa actividad delictiva o historial de abuso
de sustancias. Presentan rasgos de personalidad antisocial o narcisista. (Documentos
penitenciarios 7 pág. 19)

Dutton y Golant (1997) parecen confirmar esta categoría ya que también establecen la
existencia de tres tipologías de maltratadores: hipercontrolados, borderlines (emocionalmente
inestable) y psicopáticos. (Documentos penitenciarios 7 pág. 20)

Respecto al tipo de intervenciones más adecuadas para cada tipo de maltratador, Saunders
(1996) comprobó que para aquellos maltratadores generalmente violentos y antisociales la
mejor intervención es la de terapia grupal bajo el modelo cognitivo-conductual y de género y
que en cambio para los maltratadores más dependientes, la terapia más efectiva son los
grupos de terapia psicodinámica. (Documentos penitenciarios 7 pág. 20)

Metodología del programa:


Algunos de los enfoques terapéuticos que se utilizan para trabajar en intervención con
condenados por delitos de Violencia de Género son:

a) Enfoque psicodinámico: Los hombres que ejercen este tipo de violencia pueden
padecer problemas derivados de experiencias traumáticas en la niñez, problemas de
personalidad o trastorno mental grave. Este enfoque ha sido cuestionado por dos
motivos, el primero por despojar de responsabilidad al hombre maltratador y el
segundo porque muchos delitos de violencia de género han sido protagonizados por
hombres sin diagnóstico. (Documentos penitenciarios 7 pág. 17)
b) Enfoque cognitivo Conductual: Este enfoque tiene como objetivo eliminar los
comportamientos violentos. Se parte de la idea de que la conducta violenta es
aprendida, por tanto, se puede enseñar al hombre violento a manejar las emociones y
pensamientos erróneos para modificar la conducta. La crítica a este enfoque es por
tratar este problema como cualquier otro obviando las relaciones de desigualdad que
existen entre hombres y mujeres (Documentos penitenciarios 7 pág. 18)
c)
d) Enfoque de género: Trata de explicar la violencia de género como resultado de la
desigualdad histórica entre hombres y mujeres. El hombre ejerce la violencia como
forma de mantener poder y control en la relación. (Documentos penitenciarios 7 pág.
18)

De todos los enfoques que hay he decidido quedarme con estos tres enfoques para mis
intervenciones porque al desconocer la historia de origen de nuestros participantes no
podemos asegurar que no haya habido traumas infantiles que les lleven a actuar como actúan,
además creemos que un aprendizaje sexista puede haberles venido de su historia familiar, por
eso no descartamos el modelo psicodinámico.

En cuanto al modelo cognitivo conductual creo que es el que más puede enseñarles sobre
expresión y gestión de emociones, control de la ira, etc. que pese a no estar directamente
relacionado con el delito que han cometido, sí que tiene que ver mucho con el género, y cómo
a los varones desde niños se les ha coartado el mundo de lo emocional o lo artístico y creativo.

Por último, aunque desde el modelo cognitivo conductual trabajemos en erradicar creencias
distorsionadas e ideas irracionales, hay muchas de esas ideas que están impregnadas por el
género, y que si no trabajamos con perspectiva feminista no vamos a poder desmontar.

Tipo de grupo y número de participantes:

La modalidad del grupo será cerrada ya que es importante que se alcance cohesión y confianza
el grupo. (Documentos penitenciarios 7 – pág. 63) El número de participantes no deberá
exceder de 12 (Documentos penitenciarios 7 – pág. 62) para que cada uno de ellos pueda
recibir una atención individualizada. Si se agregara un nuevo miembro al grupo deberá
ponerse al día de las unidades de intervención que no haya visto con el terapeuta en sesiones
individuales

Duración de las sesiones:

Se realizará una sesión a la semana, de dos horas y media cada sesión aproximadamente.
(Documentos penitenciarios 7 pág. 63)
Estructura de las sesiones:

En las sesiones que se trabaje mediante pedagogía en el aula, se seguirá la siguiente estructura
(con posibles variaciones):

- Explicación teórica sobre lo que se va a trabajar.


- Dinámicas grupales y trabajo individual para abordar los contenidos.
- Conclusión.
- Opcional: Introducción del tema de la siguiente sesión para que los participantes
realicen una tarea en casa y traerla en la siguiente sesión.

En las sesiones que se trabaje mediante el arte terapia en espacios culturales se seguirá la
siguiente estructura (con posibles variaciones):

- Bienvenida: breve presentación del tema y la institución o museo que vamos a visitar.
- Visita dialogada: Veremos las obras y tendremos frente a cada una de ellas un breve
diálogo sobre por qué las hemos escogido en relación a los temas de las unidades de
intervención.
- Espacio para la relajación o la conexión con nuestras emociones.
- Espacio para la creación: Directivo en torno a unos materiales y unas temáticas, se
podrán hacer una o dos actividades de creación en función de la dificultad y tiempo de
las mismas y del tiempo que se tarde en ver las obras.
- Cierre: Diálogo, no sólo en torno a la obra/resultado sino también recordando lo que
hemos visto en el museo y lo que hemos vivido durante la relajación.

Acuerdo terapéutico:

Vamos a trabajar con un colectivo difícil, no sólo porque ellos mismos tienen muchas
resistencias sino porque nosotros como arte-terapeutas podemos tener prejuicios contra los
participantes.

No olvidemos que para que el arte terapia funcione se deben dar unas condiciones de
confianza durante las sesiones para que el participante pueda explorar a través de su obra
emociones conflictivas, y experimentar experiencias creativas.

- No confrontar, sino cuestionar con preguntas, buscando las distorsiones cognitivas e


ideas irracionales en su discurso: La confrontación directa puede dar lugar a la
desmotivación (teniendo en cuenta que ya de por sí es baja) y aumentar las
resistencias. Es más útil, sobre todo al principio plantear preguntas abiertas y dejar
que los sujetos se expresen, a partir de su discurso podremos reflexionar y detectar
distorsiones cognitivas, ideas irracionales y prejuicios.
- Escucha empática, pero sin justificar. Debemos escuchar y entender a la persona, pero
sin justificar en ningún momento su comportamiento.
- No utilizar el término maltratador. Esto genera etiquetado y profecía auto cumplida, sí
podemos referirnos a los actos como maltrato, pero no a la persona.
- Reforzar la presión externa. Ya que la motivación intrínseca es muy baja, es importante
ser claro sobre la importancia que tiene la participación en el programa y las
consecuencias si lo abandona. Al mismo tiempo, debemos dejar claro, que el objetivo
del programa no es juzgarle ni hacérselo pasar mal sino ayudarle.
- Tratar diferentes temas, no exclusivamente los relacionados con la conducta de
maltrato: Una parte de la terapia estará centrada en lo cognitivo-conductual, esta
parte además de permitirles participar con menos resistencia, conocer su pasado y
otros aspectos de su personalidad
- Hablar de otras relaciones de pareja. A veces, cuando se pregunta a los sujetos por sus
relaciones anteriores de pareja, hablan con más libertad y menos presionados, por lo
que pueden contar episodios que nos den pistas sobre sus actitudes y conductas en las
relaciones sentimentales.
- Re direccionar su discurso hacia él mismo, intentando evitar que hable de manera
obsesiva de la víctima y de la ley, culpabilizándolas de los problemas.
- Gestionar la actitud desafiante. En muchas ocasiones, los participantes en estos
programas también están enfadados con el propio terapeuta, culpabilizándole de
tener que asistir al programa. Es importante saber gestionar esta situación,
aclarándole que, estamos aquí ayudarle a resolver un problema. (Documentos
penitenciarios 7, pág. 80-81) bh

¿Por qué trabajar desde arte terapia?

Temario del programa: unidades de


intervención
PARTE 1
UNIDAD 1: Presentación y motivación al cambio
UNIDAD 2: Identificación y expresión de emociones
UNIDAD 3: Distorsiones cognitivas y creencias irracionales
UNIDAD 4: Asunción de la responsabilidad y mecanismos de defensa
UNIDAD 5: Empatía con la víctima (Visita a la exposición Luchadoras en la Casa de
México)

Antes de enfocar nuestro trabajo en la pareja-victima ofrecemos la oportunidad a los


participantes para dar rienda suelta, nuevamente, a su propia victimización y a su
egocentrismo mediante uno de los ejercicios. A continuación, mostraremos la serie de daños y
secuelas más frecuentes en las esferas físicas, emocional y social de las víctimas. Por sí solo
deberá quedar contrastada la gravedad de los efectos de la violencia para unos y otras, para
agresores y víctimas.

Consecuencias para las mujeres víctimas de la violencia de género

Consecuencias psicológicas

- Estrés postraumático

- Baja autoestima, ansiedad, depresión, hipocondría, fobias, pánico

- Abuso de drogas, psicofármacos, alcohol

- Ira y resentimiento. Culpa

- Trastorno de la alimentación (bulimia, anorexia)

- Trastorno por somatización –

Intento de suicidio

Consecuencias sociales

- Aislamiento social

- Absentismo laboral

- Pérdida de empleo

Consecuencias físicas

- Traumatismos sobre todo en cuello, espalda, pecho y brazos

- Heridas y traumatismos maxilofaciales, dentales, rotura de tímpano, desgarro del lóbulo de la


oreja por arrancamiento del pendiente

- Quemaduras

- Hematomas

- Cefalea crónica, dolores lumbares crónicos, síntomas gastrointestinales, colon irritable,


problemas en la piel, palpitaciones
- Muerte

Dentro de esta unidad didáctica incluiremos la visita a la exposición Luchadoras en la Casa de


México. Será la primera sesión dedicada a esta unidad didáctica dentro del programa ya que
está a medio caballo entre la asunción de culpa y la empatía con la víctima.

Durante esta sesión veremos cuatro obras. Dos de las obras tendrán que ver con la situación
de las mujeres y su forma de ocupar el espacio público y las otras dos obras tendrán que ver
con la comisión de su delito y su víctima.

Para poder hacer la visita dialogada realizaremos dos grupos de seis personas cada grupo.
Preferiblemente aquellos con perfil más violentos y antisociales primero se trabajarán los
temas más generales y luego los relacionados con la comisión de su delito y para los más
dependientes y pasivos a la inversa.

Evidencias, 2010-2016 de Lorena Wolffer

Información de la obra:

El trabajo de Lorena Wolffer aborda la forma en que la violencia de género se ha silenciado


y busca dar voz a una variedad de luchas feministas.

Evidencias ahonda en las experiencias cotidianas de agresión dentro del ámbito doméstico.
A través de una convocatoria pública, la artista reunió diversos objetos de donadoras
anónimas empleados como armas de violencia. Cada objeto recolectado se acompaña de un
texto con el testimonio de la mujer que cuenta su historia de abuso.

¿Cómo veremos la obra?

La actividad que realizaremos al visualizar esta obra estará a medio camino entre asumir la
culpa y la empatía y nos podrá servir como puente para saltar de una unidad temática a
otra.

Por norma general, los maltratadores suelen desarrollar mayor empatía con otras víctimas
que con la suya propia (ya que con ella han desarrollado culpabilización, desprecio y
deshumanización. Por eso será fácil que empaticen al leer los testimonios de las otras
víctimas recogidos en esta obra.

Es importante escoger los testimonios apropiados. Estos condenados por delitos de


violencia de género han sido condenados a menos de dos años de prisión por lo que
entendemos que los delitos que han cometido no son de lesiones graves ni de asesinato. Si
elegimos este tipo de testimonios podemos crear en ellos la imagen falsa de que esas
mujeres “Sí que fueron maltratadas de VERDAD y no como su víctima”.

Ejemplos de testimonios:

Evidencias: 23 – monedas

Evidencia 34 – Saliva

Después les repartiremos papeles para que puedan escribir sus propias evidencias, del
recuerdo del delito por el que están aquí otro que recuerden mejor. Pueden ser como los
que recoge la obra, uno físico (un cuchillo o una botella, uno que usaran simbólicamente
para ejercer violencia: Control mediante el móvil o uno metafórico, por ejemplo: castigaba
a mi pareja con silencios, mientras yo estaba callado se oían las manecillas de un reloj)
Lanza piedras de la serie Combate perpetuo, 1992 Graciela Sacco Matriz heliográfica
compuesta por 4 fragmentos en cajas de metacrilato 137 x 94 c/u cm

Esta obra es un políptico en donde se observa cómo la multitud en una manifestación


avanza por las calles enarbolando gestos de violencia.

Aunque la obra no esté tan en sintonía con la temática a tratar, ya que habla más de luchas
colectivas, el acto de concentrar a nuestro grupo en torno a la imagen, sentados a dialogar,
supone una subversión de la posición de poder, en la que tendrán que enfrentarse a una
figura mayor que ellos ejerciendo violencia frente a ellos, poniéndoles en una posición
probablemente incómoda.

Bajo esta obra, traerán el papel con su objeto, e intentarán contar el relato de la agresión
poniéndose en el papel de su víctima.

Leotardo gris, 2001 María Ezcurra

La obra de María Ezcurra explora las tensiones entre lo íntimo y lo público desde una óptica
de género.

descose ropa ordinaria y la extiende sobre superficies planas para reorganizar nuestra
percepción del volumen que el cuerpo normalmente habita en la tela, evidenciándola como
piel para simular un trofeo de caza.

Durante la visualización de esta obra trabajaremos algunos estereotipos sociales femeninos


asociados a la forma de vestir, y la presión que eso supone.

Como actividad llevaremos varias fotos de conjuntos de ropa, y les pediremos que nos
digan cómo se imaginan que es la persona que las lleva, con los que asocien a estereotipos
más negativos les preguntaremos qué les parecería si lo lleva su madre/profesora (una
mujer de más edad a la que respete), su hija/sobrina/ahijada/hija de un amigo (chica joven
con la que se sientan protectores), su cita de una aplicación/mujer con la que ligarían en un
bar (mujer que les atraiga solamente), su novia/mujer o cuñada/novia de su mejor amigo si
están solteros (mujer que crea que les debe fidelidad)

Intentamos desmontar los tópicos sobre la ropa, la edad y el respeto que se merecen las
mujeres que la llevan

El tendedero MUAC,1978-1979-2016 Mónica Mayer

Esta obra es considerada como una referencia para el arte y las prácticas culturales
feministas en América Latina.

La obra consiste en una estructura que simula un tendedero de ropa en el que las personas
son invitadas a colgar confesiones vinculadas a ejercicios de violencia vividos por mujeres, a
través de un cartón rosa con la frase “Como mujer lo que más detesto de la ciudad es…”.

¿Cómo veremos la obra? Pasaremos por delante de la obra y leeremos alguno de estos
testimonios, luego, reflexionaremos en círculo sobre si es diferente vivir la ciudad como
hombre o como mujer e intentaremos poner ejemplos de actitudes que hemos tenido y si
estas pueden haber ayudado a hacer que las mujeres se sientan más cómodas o incómodas.

Repasaremos algunos de los mitos sobre el machismo benevolente que aprendimos en el


bloque temático 3, para ver cómo ciertas bromas, actos de caballerosidad o piropos pueden
crear un clima de inseguridad o hartazgo en las mujeres, expropiándolas del espacio
público.

Ejercicio de creación: ¿Cómo crees que te veía tu víctima? ¿Cómo quieres ser visto en un
futuro?

Las imágenes pueden crear claridad de expresión, en especial con respecto a ciertas cosas que
son difíciles de decir. Simbolizar sentimientos y experiencias a través de imágenes puede
constituir un medio de expresión y de comunicación más poderoso que la descripción verbal y,
al mismo tiempo, es capaz de hacer que tales sentimientos y experiencias se vuelvan menos
amenazadores (Dalley, 1987, citado en Polo, 2000)

En términos generales, la arte-terapia podría proporcionar a los maltratadores “una posibilidad


de encuentro para la reflexión, el diálogo y la expresión de las propias emociones a niveles
muy profundos y significativos, poniéndolos en relación con sus situaciones y vivencias
personales” (Casasola, 2011, p.90).

Realizaremos este ejercicio en la sala de talleres de la Casa de México de Madrid. Esta


actividad está vinculada con el título de la exposición y también con la serie fotográfica
Luchadores de Lourdes Grobet en la que representa el universo y la mitología de una de las
diversiones populares urbanas más características de México, la lucha libre.

En este contexto en el que la fuerza física es el baluarte, la artista explora de modo


alegórico la condición del género.

Para realizar esta actividad repartiremos una máscara blanca de PVC a cada uno de los
asistentes, que podrán decorar con acrílicos de pincel, rotuladores acrílicos, cuentas de
madera y de metal, tachuelas, etc. y un pequeño espejo a cada uno para que puedan añadir
a la máscara elementos de autorretrato.

Después de que hayan acabado esta máscara haremos un pequeño cierre, y les daremos
una segunda máscara en blanco, que también se pueda interpretar como posibilidad de
redención. En esta representarán cómo quieren ser vistos por los demás al finalizar el
programa.

Haremos un segundo cierre más extenso en el que hablaremos de esta segunda máscara y
de la evolución entre una y otra.

Guardaremos las máscaras que no quieran llevarse a casa para que las vea su terapeuta
individual, ya que quizás pueda ser importante.

PARTE 2
UNIDAD 06: Violencia física y control de la ira
UNIDAD 07: Agresión y coerción sexual en la pareja (Visita a la exposición
¿Qué llevaba puesto? Desmontando patrones de violencia sexual en el Museo del Traje)

Las relaciones sexuales son un área más de las que se ven afectadas por la violencia de género.
Distintos estudios señalan que entre un 10 y un 26% de las mujeres sufre algún tipo de
comportamiento sexualmente agresivo dentro de su matrimonio (Goetz y Shakelford, en
prensa). En el caso de las mujeres maltratadas, este dato se eleva al 50% (Martin, Taft y Resick,
2007).

siguientes categorías:

• Coerción sexual no física: La coerción sexual sin agresión física es una categoría muy
importante, porque ocurre más frecuentemente que el sexo forzado mediante fuerza física o
amenazas. El agresor recurre a distintas tácticas para presionar a su víctima. Puede utilizar
argumentos acerca de la obligación de la mujer de satisfacer las necesidades de su marido,
aunque en ese momento ella no lo deseé. También puede utilizar sus recursos de poder en la
relación para forzar a su pareja a acoplarse a sus demandas sexuales.

• Violación como extensión de la violencia general en la pareja: Este tipo de agresión sexual se
da en parejas caracterizadas por el abuso verbal y físico general. De esta forma, la agresión
sexual es una forma más de maltrato que sufre la víctima. La violencia que despliega el agresor
es de tipo expresivo y busca el sufrimiento de la víctima.

• Relaciones sexuales forzadas: Las parejas en las que aparece este tipo de agresión no
presentan comportamientos violentos en otras áreas. Se caracterizan por un desacuerdo
crónico con respecto a las relaciones sexuales, que el agresor ve violentamente a través de la
fuerza. La violencia del agresor es instrumental y se orienta principalmente a someter a su
víctima.

• Violación obsesiva. Este tipo de agresión es la menos frecuente. Los agresores en estos casos
se caracterizan por su preferencia por actividades sexuales inusuales y el uso de pornografía. El
agresor tiene una preocupación general por el sexo y se excita por actos desviados practicados
a la víctima.

Los comportamientos concretos en los que se traduce este comportamiento sexualmente


agresivo son diversos. Podemos señalar, entre otros (Kennedy Bergen y Bukovec, 2006):

• Retirar a la mujer sus recursos económicos si no accede a los deseos sexuales del agresor.

• Presionarla aludiendo a sus “obligaciones como esposa”.

• Aprovechar situaciones de debilidad, como la convalecencia de una enfermedad o de un


parto.

• Iniciar un encuentro sexual cuando la víctima está dormida y no puede defenderse o negarse.

• Obligarla a ver pornografía en contra de su voluntad.

• Obligarla a reproducir actos extraídos de material pornográfico.

• Amenazarla con serle infiel con otras mujeres.

• Golpearla y forzarla sexualmente.

Podemos plantear por lo tanto la existencia de una dimensión de comportamiento


sexualmente agresivo en la pareja. En sus formas menos graves, encontraríamos las conductas
de coerción sexual sin violencia explícita. A medida que aumentamos la gravedad, nos
acercamos a la violación dentro de la pareja.

La investigación empírica sobre este tema señala principalmente dos motivaciones para la
agresión sexual en la pareja: el control sobre la mujer y la preocupación obsesiva por su
posible infidelidad (Martin et. al. 2007; Goetz y Shackelford, en prensa; Goetz, Shackelford y
Camilleri, 2008; Goetz et. al., 2008). Estos dos motivos, claramente, no son excluyentes el uno
del otro.

Durante esta unidad didáctica visitaremos la exposición ¿Qué llevabas puesto? Desmontando
patrones sobre la violencia sexual, expuesta temporalmente en el Museo del Traje.

En esta exposición colectiva coordinada por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de
Género del Ministerio de Igualdad y el Ministerio de Cultura y Deporte bajo el comisariado de
Volando Vengo 8 mujeres han reconstruido la ropa que llevaban el día en que fueron
agredidas, en un espacio seguro.

De la exposición visualizaremos las siguientes obras:

Julia: “Se aprovechó de mí y de mi discapacidad. Era un desgraciado porque al tener una


discapacidad no me supe defender. ¿La culpa la tuve yo o la tuvo el? No sé… Sí, él la tuvo
porque era un aprovechado.

Julia era una mujer con discapacidad intelectual de 30 años. A los 25 decidió denunciar
a un desconocido y amigo de la familia después de haber sufrido repetidas agresiones
sexuales por parte de él y otros hombres. Julia no podía defenderse ni entendía la
situación hasta que denunció. Ahora quiere que su historia sea tomada como ejemplo
para otras mujeres con discapacidad. Lucha por sus derechos y los de muchas mujeres
con discapacidad, que en muchas ocasiones des dificulta decir “no” y por visibilizar las
múltiples violencias que sufren. Por eso hoy estás escuchando su relato como denuncia
pública.

Adriana: “Empecé a revivir lo que había pasado con mi hermano, todas las agresiones sufridas
cuando yo era una niña, y tuve el pálpito de que a esta niña y a muchas otras del vecindario les
hacía lo mismo”

Adriana fue agredida sexualmente con total impunidad por su hermano de los 4 hasta
los 11 años. Nunca creyeron en su palabra porque su hermano era el consentido de la
familia. Adriana emigró a España donde empezó un largo proceso para alejarse de la
violencia y sanar. Cuando se enteró muchos años después de que la hija de su sobrina
estaba siendo agredida por su hermano decidió actuar y testificar en el juicio. Adriana
ha estado toda su vida en silencio sin poder enfrentarse a su familia. Pero ahora
necesita hablar, quiere hablar, para contribuir a poner voz y a denunciar la violencia
sexual en la familia. Para que ninguna niña sufra la crueldad que ella sufrió.

Lena: “Trabajábamos juntos y estuvimos en una relación, pero yo no quería seguir. Empezó a
seguirme y controlarme. Me agredió sexualmente cuando supo que tuve una relación con otro
chico.”

Lena comenzó una relación con un compañero de trabajo. Sintió que no funcionaba y
quiso terminar, pero él insistía una y otra vez en volver. Se sucedieron meses de
persecución dentro y fuera del trabajo. Lena decidió cortar con él definitivamente.
Hasta que un día él se enteró de que Lena había estado con otro hombre, la agredió
sexualmente en su casa. Al poco tiempo y con la excusa de llevarle un regalo de
cumpleaños, la agredió físicamente en el portal de su casa. Ha relatado su historia para
visibilizar que las violencias sexuales suceden de múltiples formas y en diversos
espacios, como en el lugar de trabajo, tu casa, tu relación íntima. Poner voz es revelar
todas las violencias sexuales escondidas ante nuestros ojos y a la mirada social.

Esther: “No recuerdo nada. Me desperté con el tacto frío de la veja de mi portal, entré en casa
desorientada, llorando y diciendo: ¡por fin estoy a salvo!”

Esther llegó España huyendo de una relación de violencia psicológica. Se instaló en


casa de una amiga en el que había sido su barrio volviendo a sentirse segura. Una tarde
salió con unas amigas a un bar cerca de su casa. Horas después sufrió una agresión
sexual por parte de varios hombres que utilizaron la sumisión química. Los recuerdos
son confusos, pero no hay duda de las marcas que quedaron en su cuerpo y de las
secuelas psíquicas. Esther ha contribuido con su caso para denunciar los efectos de la
sumisión química y la falta de acompañamiento integral t respetuoso en el proceso de
acompañamiento a mujeres víctimas de agresión sexual. Para ella también es esencial
manifestar de manera rotunda: “A mí lo que me salvó la vida fue tener una red de
apoyos, la sororidad salva vidas”.

¿Cómo veremos estas obras? Para que los asistentes puedan ver bien la obra y escuchar mejor
los audios volveremos a hacer dos grupos de seis personas casa uno

Es importante que escuchemos los códigos QR con los testimonios hablados de las víctimas.

El orden es importante ya que los dos primeros testimonios generarán mucha empatía y
ninguna resistencia, mientras que los últimos, al estar una de las víctimas saliendo de una
relación con abusos psicológicos y la otra en una relación sentimental con su agresor pueden
generar algo más de resistencia. Por lo que es importante que un grupo empiece frente
Adriana y el otro en Julia, y un grupo termine en Lena y el otro frente a Esther.

Una vez vistas las obras escogidas pasaremos todo el grupo al espacio de Reparación para la
fase de Creación. Este espacio de reparación es un lugar de refugio, para parar y tomar
distancia del dolor y del daño. Este espacio ha sido creado de forma activa por las mujeres
cuyo testimonio recoge la exposición.

Como actividad Arte terapéutica realizaremos un "Filandón".

El “Filandón” es una tradición leonesa casi obsoleta que consiste en reuniones nocturnas en
las que las mujeres hilaban, mientras los asistentes se contaban cuentos, chistes e historias
diversas, y se cantaban canciones tradicionales al son de los instrumentos de la zona
correspondiente.

Se utilizará la técnica de tejer o bordar por su poder narrativo y por su capacidad de construir
desde lo más íntimo hasta lo comunitario, también por ser una forma de subvertir los roles de
género ya que la costura se ha asociado tradicionalmente a lo femenino y a los cuidados.

El valor estratégico del oficio de tejer y demás prácticas asociadas, cuando se mueven del
espacio íntimo al espacio público, consiste en producir procesos contemplativos, que pueden
tornarse en actos solidarios, sensibilizadores, con una gran fuerza pedagógica

Para la creación recordaremos el concepto de Emoción tratado en la unidad didáctica 2,


además les daremos unas pequeñas nociones de colorimetría

La creación, se centrará en que cada uno realice mediante la técnica del tejido, ganchillo o
bordado un Pantone Emocional con las pautas:
 ¿Cómo se debe sentir uno cuando tiene relaciones sexuales?
 ¿Cómo te sientes cuando no quieren tener relaciones sexuales contigo?
 Emociones incompatibles con el sexo: Enfado, asco, ira, miedo, disociación
 ¿Cómo eran vuestras primeras relaciones sexuales durante la limerencia o
enamoramiento?
 ¿Y las últimas o las que tuvisteis durante las crisis de pareja?

Realizando un pequeño cuadradito de 10X10 cm aproximadamente cada uno

Como en los “Filandones” tradicionales, mientras tejen o bordan los seis cuadraditos
intentaremos mantener un ambiente distendido en el que podamos hablar de los temas
que hemos venido a tratar

Analizaremos algunos de los mitos sobre las relaciones sexuales de pareja como

1. La mujer usa el sexo como forma de controlar y castigar a los hombres


2. Cuando las mujeres dicen que no quieren sexo en realidad es que si
3. A veces una mujer finge que no quiere sexo para no parecer fácil
4. Es normal enfadarse si su mujer no quiere sexo con el
5. Si su mujer no quiere sexo que luego no se queje si él se va con otra
6. Cualquier tipo de penetración es suficiente para que una mujer disfrute del sexo.

Y algunas canciones que representan estos mitos como:

1. No soy una de esas: Jesse Joy y Alejandro Sanz. – Hablar del coqueteo y de la idea
falsa de las mujeres se tienen que hacer “las difíciles”, también de que cualquier
momento es bueno para echarse atrás.
2. Propuesta indecente: Romeo Santos. – Hablar del alcohol como atenuante para
ellos y forma de culpabilizarlas a ellas. Hablar de si las mujeres encuentran igual de
atractivo a un hombre borracho, explicar que las mujeres muy ebrias no pueden
consentir sexo. El sexo es un depresor, aunque parezca que puede ayudar a
socializar siempre entorpece las relaciones sexuales.
3. Vas a verme por la tele: Los Planetas. –Hablar de la ira, de los sentimientos de
venganza y de las rumiaciones obsesivas sobre hacer daño a quien nos lo hizo. ¿Es
necesario vengarse para pasar página?
4. Un ramito de violetas – Manzanita: Hablar del silencio como castigo, de los regalos
como parte del ciclo de la violencia para recibir perdón.
5. M-Clan: Carolina – Hablar del mito de la nínfula o la Lolita, explicar que las niñas no
pueden consentir,
Leer el monologo de Elliot Page en Hardcandy: Es muy fácil culpar a un niño ¿a que
sí? Que una niña sepa imitar a una mujer no significa que esté preparada para hacer
lo que una mujer hace. ¡Tú eres el adulto aquí! Si una niña por experimentar dice
algo sugerente la ignoras, no la animas a seguir.
6. Leiva: Sincericidio – Hablar de formas buenas y malas de querer ¿Se puede querer a
alguien que te hace daño siempre? ¿Se puede querer a alguien y querer hacerle
daño? ¿Se puede querer a alguien y no alegrarse si le pasan cosas buenas?
7. Tortura: Shakira con Alejandro Sanz – Hablar de mostrar arrepentimiento de forma
utilitaria y manipuladora, de cuántas veces nos han perdonado y hemos vuelto a
hacer lo mismo.
8. Me ama me odia: Ozuna / Arcángel / Coscuellera /Brytago – hablar sobre si puede el
sexo servir para reconciliarse o arreglar una relación, y si a una mujer le puede
apetecer sexo cuando está enfadada o asustada.
9. La mataré: Loquillo – Hablar del mecanismo de defensa de la culpabilización y el
desprecio. La falta de empatía
10. Atrapados en el ascensor: Un pingüino en mi ascensor – Hablar de la banalización
de las violaciones mediante el humor y los efectos que esto puede tener en las
víctimas y en la sociedad, poner ejemplos más actuales como “chistes de
burundanga” y preguntarles
11. Y, sin embargo: Sabina – Hablar de los arquetipos de virgen, madre y puta,
preguntarles si hay prácticas sexuales que no harían con sus mujeres, pero sí con
una amante o en un club
12. Novedades Carminha: Te vas con cualquiera – Hablamos de cómo se desvaloriza a
las mujeres por su número de parejas sexuales. Les preguntamos si les molestaría
que su pareja hubiera tenido un pasado promiscuo antes de conocerlos a ellos.

Para realizar el cierre cada uno escogerá una pareja, y mientras comentan los aspectos
más significativos de su obra, verán en qué conectan y decidirán cómo unirlas.

Después cada pareja deberá buscar otra pareja, ahora tendremos 3 grupos de 4
personas, cada uno de estos grupos más grandes comentará sus puestas en común y
cómo han llegado a unir sus piezas, y decidirán unirlas.

Al final de la sesión pondremos en común todas nuestras telas, creando con nuestros
pantones emocionales sobre el ámbito sexo afectivo una gran colcha que dejaremos
expuesta en nuestro espacio.

UNIDAD 08: Violencia psicológica


UNIDAD 09: Abuso e instrumentalización de los hijos (Visita a la exposición la
exposición Perdona Estoy Hablando de Centro Centro)

Los hijos y las hijas como víctimas Los hijos siempre son víctimas de la violencia de género. Han
sido los grandes olvidados y de forma cada vez más importante se está prestando atención a la
necesidad de tratar y prevenir las importantes secuelas que pueden llegar a padecer.

a) Violencia directa Diferentes estadísticas recogidas a lo largo de 25 años estiman que


entre el 30 y el 60% de los hijos de las mujeres que han padecido malos tratos por
parte de su pareja, también fueron objeto de agresiones físicas por parte de su
progenitor (Patró y Limiñana, 2005). Las agresiones físicas pueden ser directas y
dirigidas a los hijos e hijas. También pueden ser “accidentales” cuando tratan de
interponerse entre sus padres para que cesen los malos tratos. Sin embargo esta falta
de intencionalidad no nos puede servir para eludir nuestra responsabilidad. Otro dato
estremecedor es que en un 30% de los casos de violencia de género, los abusos
comenzaron durante el embarazo, siendo causa de un número no desdeñable de
abortos y nacimientos prematuros.
Entre las formas de abuso directas a los hijos están:
- Sustraerlos del domicilio de la madre que tiene la custodia. Retenerlos en casa
para impedir que vean a su madre. Recogerlos del colegio sin autorización y sin
aviso previo.
- Abuso emocional, como no prestar atención a sus necesidades de afecto y cariño.
Castigos excesivos e injustificados. Desprecios. Comparaciones con otros niños o
niñas dejándolos en mal lugar.
- Ignorar o perseguir, a todos o a alguno, especialmente si son hijos aportados a la
pareja por la mujer fruto de una relación previa.
- Negligencia en el cuidado y atención. Llevarlos a lugares poco recomendables para
un menor. Ponerlos en situaciones de riesgo. Dar información que no deben tener
a su edad.
- Control del dinero necesario para su cuidado, proporcionándolo de forma escasa,
arbitraria e impuntual a la pareja. Impago de las pensiones de los menores. Se
limita de este modo la atención a sus necesidades.

b) Testigo de la violencia. Ya lo hemos visto y es la forma más frecuente porque siempre


existe. Por ello a todos los que tenéis hijos e hijas os afecta. Los casos más graves
serán aquellos en los que se obliga a presenciar a los menores las agresiones físicas y
sexuales a su madre, como un método para incrementar la humillación que ella sufre.

Los hijos son siempre testigos de la violencia entre sus padres. Testigo es quien sabe y
conoce directamente unos hechos. Podréis creer que un testigo es solamente aquel
quien ve lo que ha ocurrido. Y puede que vuestros hijos realmente nunca os vieran
poner la mano encima a su madre o que nunca estuvieran durante “las peleas
verbales”. Pero ellos estaban ahí, estaban presentes. Os podían escuchar, podían
darse cuenta de lo que estaba ocurriendo.

De repente los encerrabais en su cuarto o no les dejabais jugar por la casa. Veían a su
madre triste, con ojos de haber llorado. A su padre, marcharse de repente. Veían algo
roto en el suelo. Veían un arañazo, una marca. Veían la falta de cariño. Recibían
mensajes contradictorios. Recibían excusas tontas... ¿Son o no son testigos? ¿Son o no
son víctimas?

Separación y divorcio
Separarte de la pareja siempre es una experiencia difícil. A veces se piensa que hay
que aguantar en la relación mientras los hijos sean pequeños, para evitarles
problemas en su desarrollo. No es la separación y el divorcio lo que causa graves
problemas, sino una relación dolorosa que se mantiene contra corriente y una
separación traumática en la que prima la falta de respeto y el daño.

Durante los conflictos de pareja, como la separación y el divorcio no amistoso, es


frecuente utilizar a los hijos como aliados, mensajeros o confidentes. Esta forma de
actuar provoca reacciones y efectos en su comportamiento. Vamos a estudiarlo más
detalladamente.

NIÑOS/AS HIPERMADUROS. Se muestran serios y responsables. Parece que tienen una


madurez superior a la que correspondería a su edad. Realmente están sufriendo por la
situación de los padres y tratan de no preocuparlos más de lo que ya están.
NIÑOS/AS ESPIAS. Se utiliza a los menores para conocer qué es lo que hace el otro
progenitor. Sus respuestas producen una serie de reacciones en el padre o madre que
interroga que los menores detectan fácilmente.

NIÑOS/AS EN CONFLICTO DE LEALTAD. No quieren desagradar a ninguno de sus


progenitores y temen hacer o decir algo que pueda molestar a uno de ellos,
reavivando el conflicto y sintiéndose culpables por ello. Para ello mienten y disimulan
si es necesario. Sienten que si ser leal a uno de sus progenitores, implica ser desleal al
otro. ¿Imagináis lo mal que se pasa en esta situación?

NIÑOS/AS DIVIDIDOS. Cuando un progenitor rechaza absolutamente al otro hasta


negar su existencia (no quiero saber nada de él / ella), los menores aprenden a
ocultarlo en su presencia. Por ejemplo, no mencionándolo u ocultando sus regalos.
Probablemente no exista una orden explícita, como no me hables de lo que habéis
hecho, pero sí muchas reacciones como gestos de molestia o impaciencia,
desatención y distracción, que tienen por objeto afirmar de otro modo “que ese tema
no te interesa”. ¿Pero les interesa a tus hijos?

NIÑOS/AS MENSAJEROS. Ya se ha visto. Consiste en utilizarlos para transmitir


mensajes poco favorables, exigencias, cosas que te molestan y hasta amenazas (dile
que la próxima vez...). De este modo entran a formar parte de forma activa en un
conflicto que no es el suyo.
NIÑOS/AS COLCHON. Amortiguan el conflicto entre sus padres puesto que sobre ellos
descargan su rabia. Soportan descalificaciones, insultos, desvalorizaciones de uno
contra otro. Pero el menor no los delata, sabe que eso empeora las cosas. ¿Cómo se
desahogarán esos niños y niñas?

NIÑOS/AS CONFIDENTES. Un progenitor hace partícipe a uno de sus hijos de la


insatisfacción y el malestar que siente. En ocasiones esto se hace para dañar la imagen
del contrario. En otras ocasiones esto se hace para obtener apoyo y alivio por parte de
ellos. ¿Y con quien buscarán apoyo y consuelo los menores?

NIÑOS/AS VICTIMAS DEL SACRIFICIO DE SU MADRE/PADRE. Se les hace sentir que son
una carga con frases como Mira todo lo que hago por ti y lo que me cuesta. He tenido
que renunciar a... Si no tuviera hijos, podría... Muchas de estas situaciones se
producen de forma previa a la separación, en pleno conflicto. También como forma de
instrumentalizar los abusos y las agresiones

Para tratar esta unidad didáctica visitaremos la exposición Perdona Estoy Hablando en Centro
Centro. De esta colección y por la diversidad de obras que hay y la difícil comprensión de las
mismas vamos a ver solamente dos obras.

Las obras que vamos a ver están situadas en distintas salas por lo que volveremos a dividir a
nuestro grupo de doce personas en dos subgrupos de 6 personas, que se alternarán para ver
las obras.

Una de las obras será el fragmento expuesto de La Sombra de La Cucaracha de Gato Fernández

En esta obra, la autora recurre a la fantasía para relatar el abuso infantil en una auto ficción
tan honesta como dolorosa.
Frente a esta obra hablaremos cómo los niños recurren a la fantasía para separarse de lo que
les está pasando, como la autora que huye a un mundo imaginario de peluches que hablan,
ratones antropomórficos imaginarios o bidés celestiales que lo saben todo…

Les explicaremos que, aunque los niños sean demasiado pequeños para comprender, recordar
o enterarse de todo lo que sucede, esto de alguna forma les afecta. Les preguntaremos si en su
casa pasaban cosas “de mayores” y cómo lo gestionaban ellos de pequeños.

Aunque venir de un hogar violento no es un factor predictor y decisivo para ejercer violencia
de género sí que hay casos en los que los hombres que ejercen violencia venían de ambientes
conflictivos o abusivos, en cualquier caso, incluso un niño con una infancia feliz,
probablemente alguna vez se haya disgustado por ver una pelea entre dos adultos o alguien
haya actuado de forma iracunda con él sin merecerlo.

Otra de las obras sería el fragmento de “La Separación” correspondiente Al cómic de “Maliki
adulta” (2008) de la autora chilena Marcela Trujillo, para esta autora el nacimiento de sus
hijas, separarse y comenzar las clases en la universidad marcan el comienzo de la adultez.

En este fragmento autobiográfico del cómic, la pareja debate sobre qué tendrá consecuencias
peores para sus niñas, si ser criadas en una familia con padres separados, en la que al parecer
al padre le cuesta encontrar su lugar y de la que se siente expulsado, o una familia en la que ya
no hay amor y sigue junta por comodidad o por costumbre.

En esta obra podemos preguntar a los participantes cómo creen que está actuando el hombre
de las viñetas, qué creen que es lo mejor para los niños y qué podría hacer el padre para
permanecer presente en la familia pese a no ser más pareja de la madre.

Creación:
Para la parte de la creación buscaremos un rincón agradable en la Galería de Cristal, allí
llevaremos cartulinas con viñetas, rotuladores negros de distintos grosores, papel de calco,
portaminas para encajar, reglas de plástico con plantillas de letras, juego de sellos de alfabeto
y alfombrilla de tinta negra.

El trabajo de creación consistirá en que representen, con mucha fantasía, una situación que
vivieran en su infancia y con la que no supieran lidiar.

Durante el cierre intentaremos que hablen, además de de su obra, de cómo se pueden ver los
episodios más violentos de discusiones con su pareja desde la perspectiva de un niño.

UNIDAD 10: Género y violencia de género

UNIDAD 11: Prevención de recaídas

ANEXO 1: Ingredientes Activos


ANEXO 2: Hoja de observación para cada
sesión

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