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FACULTAD DE TEOLOGÍA
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Hermenéutica
y recepción en la Antropología teológica
del principio de solidaridad del Verbo encarnado
con cada ser humano (GS 22)
ROMA 2010
Vidimus et approbamus ad normam Statutorum Universitatis
17/03/2010
INTRODUCCIÓN .......................................................................................... 5
CAPÍTULO I: Cristo y el hombre en la elaboración de GS ..................... 17
1. Esquemas de 1963 .............................................................................. 18
1.1 Esquema de marzo de 1963 (Daniélou) ............................................... 18
1.2 Esquema «romano» (mayo de 1963).................................................... 22
1.3 Esquema de Malinas (septiembre 1963) .............................................. 27
2. Camino hacia el tercer período (1964)............................................... 32
2.1 Estancamiento y nuevas propuestas ..................................................... 32
2.2 Esquemas de enero-junio 1964 (Häring-Sigmond-Tucci)................... 39
2.2.1 Esquema de Zürich (febrero de 1964) ......................................... 39
2.2.2 Esquemas de marzo de 1964 ........................................................ 42
2.2.3 Esquemas de abril y junio de 1964 .............................................. 43
3. Tercera sesión conciliar...................................................................... 45
3.1 Textus prior ........................................................................................... 45
3.2 Adnexum I.............................................................................................. 50
3.3 Cristo y el hombre en el debate del textus prior .................................. 54
3.3.1 Ser y misión de la Iglesia ............................................................. 55
3.3.2 Orden natural y fin sobrenatural................................................... 59
3.3.3 Dignidad y derechos de la persona humana................................. 62
4. Camino hacia el cuarto período (1965).............................................. 63
4.1 Balance y propuestas ............................................................................ 63
4.2 Algunas propuestas concretas............................................................... 67
4.2.1 Wojtyla.......................................................................................... 67
4.2.2 González Moralejo ....................................................................... 68
4.2.3 Pourchet ........................................................................................ 71
4.2.4 Congar........................................................................................... 73
4.3 Esquema de Ariccia (Haubtmann, enero de 1965) 77
4.3.1 Cristo y el hombre en el texto de Ariccia .................................... 78
a) El hombre en el universo .............................................................. 78
b) El hombre en la sociedad.............................................................. 82
4.3.2 Sugerencias para reelaborar del esquema .................................... 86
5. Cuarta sesión conciliar........................................................................ 88
5.1 Textus emendatus: «Ipse, incarnatione sua, Se cum omni homine
quodammodo identificavit / in unum coaluit»...................................... 90
5.1.1 Encuadre de la antropología......................................................... 91
5.1.2 Centralidad del Verbo encarnado................................................. 97
5.1.3 El artículo 20............................................................................... 101
a) Versión en francés....................................................................... 103
b) Versión en latín ........................................................................... 105
5.2 Cristo y el hombre en el segundo debate del Esquema XIII.............. 106
5.2.1 Principales críticas al texto......................................................... 106
5.2.2 La cuestión del sobrenatural....................................................... 109
5.2.3 Antropología y encarnación del verbo....................................... 111
5.2.4 El hombre concreto..................................................................... 117
6. El texto definitivo: «Ipse enim, Filius Dei, incarnatione sua
cum omni homine quodammodo Se univit.» .................................. 119
7. Balance del estudio histórico............................................................ 121
7.1 Condiciones externas .......................................................................... 122
7.2 Hitos y temas principales en la historia de la redacción .................... 123
ALGUNAS CONCLUSIONES ..................................................................... 127
1. La historia del texto.......................................................................... 127
2. Una enseñanza dirigida al hombre contemporáneo ........................ 130
2.1 Dimensión pastoral ............................................................................. 130
2.2 Dimensión doctrinal............................................................................ 133
3. Hombre, sociedad e Iglesia a la luz del Verbo encarnado .............. 134
ANEXOS ................................................................................................. 139
1. Sinopsis: esquema francés de marzo 1965 y textus emendatus....... 139
2. Artículo 22 (texto promulgado)........................................................ 144
SIGLAS Y ABREVIATURAS ...................................................................... 147
BIBLIOGRAFÍA........................................................................................153
ÍNDICE ONOMÁSTICO ............................................................................. 193
ÍNDICE GENERAL DE LA TESIS ................................................................ 197
INTRODUCCIÓN
1
GS 22b. Traducción propia del original latino.
6 CRISTO Y CADA HOMBRE
2
Discurso a la Curia romana, 22 de diciembre de 2005. Benedicto XVI se refiere
en concreto a los discursos de apertura y clausura, de Juan XXIII y Pablo VI
respectivamente, a partir de los cuales se justifica una «hermenéutica de la reforma» y
INTRODUCCIÓN 7
2. Método de investigación
No debemos entrar en la descripción pormenorizada de los pasos de
nuestra investigación sin desvelar primero algunas precomprensiones y
opciones de método. Nuestro trabajo discurre alternativamente a lo largo de
dos ejes: histórico (génesis del texto conciliar, clima teológico que precedió
y siguió al Concilio, evolución del tratado de Antropología teológica) y
sincrónico (análisis de textos concretos: esquemas, la Constitución pastoral,
los tratados). Estos dos enfoques no pretenden estar simplemente
yuxtapuestos. Nuestro propósito es conjugar ambos análisis dentro de una
interpretación de la enseñanza del Concilio que integre la recepción como
momento5.
Por un lado, el análisis sincrónico permite salir de una mera lectura
ingenua y tomar conciencia de los presupuestos de la recepción. Es decir,
de este análisis emergen las cuestiones teológicas involucradas que hacen
de punto de enganche con las sucesivas lecturas del texto en cuestión. A
5
Un intento similar propone O. RUSH, Still Interpreting Vatican II, al dar el mismo
peso a tres tipos de hermenéutica: «of the authors», «of the texts», «of the receivers».
Y el comentario de Sander contempla sucesivamente los momentos histórico
(Einleitung), analítico (Kommentierung) y de la recepción (Würdigung). Cf. HThK IV,
581-886.
INTRODUCCIÓN 9
6
Cf. P. RICOEUR, «Auto-compréhension et histoire». Cf. ID., Le conflit des
interprétations, 31-97, acerca de la conjugación de los enfoques «estructuralista» y
«hermenéutico».
7
Cf. Y. CONGAR, «Cristo en la economía salvífica», 10.
10 CRISTO Y CADA HOMBRE
3. Itinerario de investigación
A continuación describimos brevemente el itinerario de nuestro trabajo.
La primera parte se titula «La solidaridad de Cristo con cada hombre en
GS». En el capítulo I, realizamos un estudio histórico-genético de la
fórmula «cum omni homine» en el proceso de redacción de GS 22. Aquí
describimos cómo se gestó la afirmación, sobre todo a través del análisis de
los sucesivos esquemas y de los debates conciliares. Para rastrear esta
historia redaccional que llevó a la enseñanza de la unión quodammodo de
Cristo con cada ser humano, recopilamos, analizamos y cotejamos los
textos publicados en las Actas Sinodales y los borradores de los que se
sirvió la Comisión encargada de la redacción de GS10. Ponemos en el punto
de mira todo aquello que se refiere a la relación del ser humano con
Jesucristo y señalamos los temas teológicos que entran en juego en la
descripción de tal relación.
Sin embargo, esto no basta cuando el panorama de estudios históricos
sobre el Concilio ha cambiado sustancialmente en los últimos años, con la
publicación de las actas de la Comisión de coordinación y de la Secretaría
general del Concilio, diarios como el de Congar o Philips, obras magnas
como la historia del grupo de Bolonia, la tesis de Turbanti... No existía,
antes de nuestro trabajo, un estudio teológico cercano a nuestro tema que
tuviera en cuenta todas estas nuevas fuentes disponibles y del que pudiera
aquí ofrecerse un resumen (el más reciente, de Aparicio, fue publicado en
8
Cf. P. RICOEUR, «Auto-compréhension et histoire», 18: «L’interprétation, selon
moi, consiste précisément dans l’alternance de phases de compréhension et de phases
d’explication le long d’un unique “axe herméneutique” ».
9
Cf. Mt 9,17; Mc 2,22; Lc 5,37-38.
10
Para esto último tengo que agradecer la ayuda del personal encargado del
archivo de la Comisión mixta, que se custodia en la sede del Pontificio Consejo para
los Laicos.
INTRODUCCIÓN 11
1997). Por ello, nos hemos visto obligados a realizar una puesta al día
acerca del proceso redaccional que llevó a GS 22, aunque sin la
exhaustividad que una investigación netamente histórica requeriría11. Esto
hace que la lectura del primer capítulo de nuestra tesis pueda ser enojosa,
pero en él se recopilan datos hasta hace poco no disponibles y se hacen
conexiones hasta ahora inéditas. Con ello, no perdemos de vista el objeto
de nuestra tesis: apuntando de este modo hacia el origen de la Constitución
pastoral, intentamos comprender mejor la intención significativa que se
encierra en la afirmación de GS 22b.
En el capítulo II llevamos a cabo un análisis sincrónico de la afirmación
«cum omni homine» en el contexto de la primera parte de GS. El modo en
el que se organiza el contenido de la Constitución pastoral ayuda a
comprender el significado de cada una de sus afirmaciones, que no pueden
considerarse aisladamente. También el enunciado que es objeto de nuestro
estudio ha de interpretarse en el contexto de la exposición de los temas y
del progreso de los distintos argumentos. Esta relación sintagmática con el
resto de elementos de la primera parte de GS se complementa con otra serie
de relaciones en el eje paradigmático o asociativo, tal como se desprende
del estudio semántico de los términos que indican «unión» en el
documento. Como fruto de estos análisis buscamos saber, en la medida de
lo posible, qué quiso decir el Concilio al afirmar que «el Hijo de Dios con
su encarnación se ha unido en cierto modo con cada hombre».
Después del estudio genético y sincrónico, el capítulo III presenta el
debate anterior al Concilio que explica la aparición de la fórmula «cum
omni homine» en GS y nos adentra en la perspectiva sistemática en la cual
será sucesivamente interpretada. Teniendo en cuenta los datos
proporcionados por el estudio directo de la Constitución pastoral, y al hilo
de la descripción de estos otros factores, subrayamos las implicaciones
antropológicas de la afirmación conciliar «cum omni homine». De este
modo, llegamos a enunciar un principio que, siendo útil para la elaboración
de una antropología creyente, sea reconocible bajo la diversidad de formas
que hallaremos a lo largo de nuestra pesquisa: el principio de solidaridad
11
Hay que destacar el trabajo de la Fondazione per le scienze religiose Giovanni
XXIII, con sede en Bolonia. Un elenco amplio de fuentes puede verse en M. FAGGIOLI-
G. TURBANTI, Il Concilio inedito. En la introducción (pp. 7-36) se explica por qué hay
tal dispersión de las fuentes y se ofrecen criterios de relevancia para un estudio
histórico. Fruto del esfuerzo de este equipo de investigadores de Bolonia es la Storia
del concilio Vaticano II, dirigida por G. Alberigo. Sobre todo, nos concierne la tesis
doctoral de uno de sus miembros, dedicada al proceso de redacción de GS: G.
TURBANTI, Un concilio per il mondo moderno.
12 CRISTO Y CADA HOMBRE
del Verbo encarnado con cada ser humano. Además, en este capítulo
concretamos el sentido en que se utilizará en adelante el término
«recepción». Con esto queda concluida la primera parte de la tesis.
En la segunda parte de la investigación, comprobamos el empleo del
principio de solidaridad del Verbo encarnado con cada hombre, evaluando
en cada caso en qué medida se trata de una recepción de la doctrina
conciliar. En esta parte de la tesis se examinan varias obras de Antropología
teológica, escogidas del ámbito italiano e hispanohablante. Todas ellas
reflejan el deseo de salir de los cánones de la teología manualística,
respondiendo al giro antropológico operado en el pensamiento
contemporáneo, recogiendo el fruto de la revitalización de los estudios
bíblicos e históricos y empleando las categorías nuevas que venía
proponiendo la filosofía12. La selección de las obras se ha guiado por los
siguientes criterios: 1) El programa de cada autor abarca la totalidad del
tratado de Antropología teológica. 2) Son obras representativas de la
enseñanza del tratado en las Facultades teológicas. 3) Permiten hacer un
seguimiento de la recepción a lo largo de un arco de tiempo
suficientemente amplio como para verificar las variaciones y el progreso en
el proceso. Las obras escogidas son:
– Zoltan Alszeghy-Maurizio Flick, Fondamenti di una Antropologia
Teologica (1970). A esta obra, pionera entre los tratados de Antropología
teológica y representativa del inmediato postconcilio, se dedica el capítulo
IV.
– José Ignacio González Faus, Proyecto de hermano. Visión creyente del
hombre (1987). A este tratado, elaborado desde planteamientos cercanos a
la teología de la liberación, dedicamos el capítulo V.
12
Si bien la idea de reunir en un proyecto teológico unitario la visión cristiana del
hombre llevaba décadas rondando a los estudiosos, encontramos la propuesta formal
en el artículo de K. RAHNER, «Theologische Anthropologie» (1957), publicado en la
segunda edición del Lexikon. Es obligado mencionar también el artículo de H. VOLK,
«Die theologische Bestimmung» (1959), como hito en la configuración de la nueva
antropología cristiana. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que no todos los autores
han recogido el testigo de este proyecto. Hay que notar, especialmente, la teología
alemana. La mayoría de sus exponentes no ha seguido las opiniones de su compatriota
Rahner al respecto y se han mostrado más inclinados a realizar grandes síntesis de
teología, o bien a publicar monografías sobre diversos aspectos de lo que, en otras
tradiciones, se ha ido integrando en el programa unitario de la Antropología teológica.
Cf. G. COLZANI, «Recenti manuali», 402-407; F.G. BRAMBILLA, Antropologia, 109-
113. La obra inacabada de R. GUARDINI, L’uomo, recientemente publicada, parece ser
una excepción.
INTRODUCCIÓN 13
13
Cf. infra, III.3.1.
14
Esta posición crítica arranca de la acusación de platonismo a la enseñanza
patrística de la inclusión en Cristo y desemboca en una lectura sólo eclesiológica de la
solidaridad de Cristo y los cristianos. Cf. L. MALEVEZ, «L’Église dans le Christ»; H.
MÜHLEN, El Espíritu Santo en la Iglesia. Cf. infra, III.1.2.
15
Cf. el apartado 2.2.2 de la bibliografía adjunta.
16
Cf. M.C. APARICIO, La plenitud del ser humano; T. GERTLER, Jesus Christus –
Die Antwort der Kirche; V. GUIBERT, «L’Esprit Saint offre à Tous...»; W. NEWTON,
«John Paul II and GS 22»; R. RUSSO, Cristo nel mondo. De la tesis de J. HAYUMA-
INTRODUCCIÓN 15
1
H. POTTMEYER, «Vers une nouvelle phase», 58-61, propone las condiciones para
una «interpretación objetiva» del Concilio que supere la dialéctica entre diversas
lecturas selectivas de su doctrina: es preciso atender a la «pre-historia» e historia de los
documentos, así como a la evolución de pensamiento que acompañó su elaboración.
Cf. también W. KASPER, «El desafío permanente», 407.
2
Nos ceñimos a las diversas propuestas de redacción realizadas a partir de 1963,
cuando ya se había decidido elaborar un documento conciliar sobre la relación de la
Iglesia con la sociedad contemporánea.
18 CRISTO Y CADA HOMBRE
1. Esquemas de 1963
3
Esta polaridad se mantendrá a lo largo de todo el proceso de redacción, reflejada
finalmente en la bipartición de GS. Cf. Moeller, 35-36. Los redactores del texto de
enero fueron Sigmond, Lio (Comisión teológica), Hirschmann (Comisión para el
apostolado de los laicos) Pavan y Ferrari-Toniolo (miembros de ambas comisiones).
Cf. AS V/1, 505; Turbanti, 203-209. Lio fue el encargado de redactar la introducción y
el primer capítulo (PCPL 19), en principio encomendado a Tromp. Seguidamente, se
pide la colaboración de Daniélou (cf. PCPL 26), a quien hay que atribuir la autoría
principal del esquema de marzo. Cf. Aparicio, 59-60; Turbanti, 209-215; M.C.
APARICIO, «Aportación del P. Daniélou». Merece destacarse también el trabajo de
Pavan (PCPL 20; 27), dedicado a la dimensión social del ser humano.
4
Schema de Ecclesiae principiis et actione ad bonum societatis promovendum, AS
V/1, 483-504. Cf. Turbanti, 216-219. En la Comisión mixta se había examinado bajo
el título De Ecclesiae praesentia et actione in mundo hodierno (PCPL 45; 47).
5
La primera sesión de la Comisión coordinadora (enero 1963) fue decisiva a la
hora de buscar un lugar en el Concilio a la cuestión antropológica. Cf. Turbanti 181-
198. A lo largo de todo el proceso redaccional, el esquema basculará entre un enfoque
preferentemente eclesiológico o bien antropológico, que acabará reflejándose en la
tensión entre los capítulos I-III y IV de la primera parte de GS. En los preparativos del
Concilio habían surgido muchas voces insistiendo en la necesidad de abordar la visión
cristiana del hombre, como reacción a otras concepciones propiciadas por diversas
instancias ideológicas y sociales. El tema del hombre aparece en función de un interés
eclesiológico o pastoral. Cf., por ejemplo, Dwyer (Leeds), AD I-II/1, 17-20; Guerry
(Cambrai), AD I-II/1, 246; 251-255; Schneider (Bamberg), AD I-II/1, 575-576;
Döpfner (Berlín), AD I-II/1, 583-584; Frings (Colonia), AD I-II/1, 616-617; Spulbeck
(Meissen), AD I-II/1, 625; Wojtyla (Cracovia), AD I-II/2, 742; Montini (Milán), AD I-
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 19
8
Esto observa Suenens como relator ante la Comisión coordinadora. Cf. AS V/1,
506.
9
«Haec admirabilis vocatio, ad quam Deus in sua benignitate omnem hominem
vocavit, unica est, ad quam ex Dei consilio, etiam post peccatum, vocatus manet;
quodsi suum ultimum finem supernaturalem non attingat, nihil homini prodest naturae
bonis plurimum affluxisse (cf. Mat. 16, 26). Necesse est igitur omnes activitates
hominis ad hunc finem ultimatim ordinari» (§ 14).
10
Cf. De deposito fidei, §§ 36; 43-48.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 21
11
Las cursivas indican cambios posteriores a la revisión por la Comisión mixta. En
la versión allí examinada (PCPL 45) se lee «ad ordinem supernaturalem» en vez de «et
consecret».
12
«Ipse est “Via, Veritas et Vita” pro omnibus hominibus et pro totius mundi
salute» (§ 17).
13
Puede compararse esta cita con K. RAHNER-J. RATZINGER, De revelatione Dei et
hominis, I, § 3: «In hunc ergo hominem Jesum Christum, qui est vivum Dei Verbum
quaerens nos, omnis creatura recapitulanda est». Se observa la misma centralidad
cósmica de Cristo, pero una tensión mayor hacia la escatología: la «recapitulación»,
más que una realidad ya cumplida, se trata de un proyecto aún in fieri, para el cual
Dios mismo convoca, en Jesucristo, a todos los hombres. Cf. ibid., § 1: «Ex libera Dei
voluntate et gratia ad id destinatus est [homo], ut [...] Dei uniatur et per eum mundus in
Deum reducatur».
22 CRISTO Y CADA HOMBRE
10), expresada como unión con la naturaleza humana («unió a sí», § 13);
universalidad (§ 11) y particularidad (§ 17) del alcance de la gracia de
Cristo.
14
Publicado en AS V/1, 595ss. Se trata de una reelaboración hecha a partir de una
versión corregida por Hengsbach del texto de Daniélou. Cf. F. HENGSBACH, Schema
de Ecclesiae praesentia (PCPL 75). El esquema fue examinado en la tercera sesión de
la Comisión de coordinación (3-4 de julio de 1963). Cf. Turbanti, 244-262.
15
I. De admirabili vocatione hominis; II. De persona humana in societate; III. De
matrimonio et familia; IV. De culturae progressu rite promovendo; V. De ordine
oeconomico et iustitia sociali; VI. De communitate gentium et pace. El elenco de
temas que tratan los capítulos III al VI coincide con el de la segunda parte de la futura
Constitución pastoral, que dedicará además un capítulo a la comunidad política.
16
Era preciso buscar un consenso después de que la Comisión teológica se
desvinculara de la paternidad del texto de marzo. Ottaviani y Tromp, en señal de
protesta, no acudieron a la Comisión coordinadora. Cf. AS V/1, 513.
17
Cf. Proemio y § 11. Los destinatarios del esquema de marzo se indicaban con un
indistinto «omnibus» (§ 1).
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 23
18
Como en el esquema III de 1962, se habla de la objetividad del orden moral y se
insiste en la ley natural, pero dándole un perfil más humano y crístico, menos
juridicista. Cf. § 8: «Lex naturalis est obiectiva, ipsi tamen naturae hominis non
extranea [...] ultimatim in Deo fundata [...] Lex naturalis apud omnes gentes in
cordibus inscribitur [...] Ipse etiam Christus hanc legem moralem confirmavit,
restauravit, perfecit et elevavit».
19
Cf. G. GARRONE, Relatio de schemate (PCPL 133): «Idea rectrix universum
schema effective regat.». Cf. ID., Introducitur Schema XVII (PCPL 138); AS V/1, 601:
«Seligenda erat ad hoc idea quaedam rectrix in traditione Ecclesiae alte fundata [...]
Electa est idea [...] de homine ut est ad imaginem Dei, vel Dei imago. Hoc thema
conveniens erat ut simul ad unitatem redigerentur duo gradus creationis et gratiae
quibus exstat oeconomia praesens salutis, et etiam distinctio accurate servaretur inter
ordinem naturalem et ordinem supernaturalem.». La elección de la imagen de Dios
como eje del esquema debe algo a la influencia de Congar. Cf. Y. CONGAR, Journal, I,
367.
20
Cf. De ordine morali, § 23; De ordine sociali, § 1; 11; 18. Cf. Moeller, 38-40.
24 CRISTO Y CADA HOMBRE
21
«Etenim Patres Ecclesiae dignitatem naturalem personae humanae et
elevationem eius ad consortium divinae naturae neque separantes neque confundentes,
quippe quae ad unicum historicum divinae Providentiae consilium pertinent, hanc
doctrinam quasi summam totius vocationis humanae professi sunt» (§ 1). En este
punto insistió el relator. Cf. G. GARRONE, Relatio de schemate (PCPL 133): «Vitanda
et superanda est quaevis apparentia rupturae et hiatus inter vocationem supernaturalem
hominis, inspectam et in essentia et in historia sua, et legem naturalem cum exigentiis
et subsistentia sua propria.»
22
Cf. infra, II.3.1. En la propuesta de Daniélou, ambas nociones se trataban
sucesivamente. Cf. J. DANIÉLOU, De admirabili vocatione, §§ 1-2. Fue Hengsbach
quien propuso que en el capítulo I (De admirabile vocatione hominis secundum Deum)
se dedicara un primer artículo a la «dignidad natural» de la persona (De dignitate
naturali personae humanae), aprovechando los §§ 1-5 del esquema de Daniélou. Cf.
F. HENGSBACH, De Ecclesiae praesentia.
23
Este uso de la categoría «imagen» fue criticado en la Comisión mixta,
recordando el uso patrístico que diferenciaba «imagen» y «semejanza» (Ireneo) y
apoyando la opción de Daniélou de basar la antropología del esquema en el tema más
teológico de la vocación sobrenatural: «Quaeri potest an imago Dei sit tantum peccato
obscurata? Imago supernaturalis totaliter tollitur a peccato. De ea tantum dici potest
quod restituitur, non vero de imagine obscurata. (Rahner) Exc. Ménager clare non
patet de quanam imagine agitur naturali vel supernaturali. In Proemio imago naturalis
neglecta videtur, de qua postea agitur capite I. Transitur de una ad aliam modo satis
confuso.» R. GAGNEBET, De admirabili vocatione hominis. Animadversiones (PCPL
136), 2. Cf. Turbanti, 260-261.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 25
24
«Imago Dei iam in natura humana resplendet inquantum omnis homo est
persona intellectu et libera voluntate praedita et inde, omnia materialia et sensibilia
transcendens, sine fine coram Deo subsistit et capax fit ut nominatim a Deo vocetur et
ametur» (§ 1).
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 27
25
Se aportan en nota estas palabras de Ireneo: «Necesse ergo fuit Dominum, ad
perditam ovem venientem et tantae dispositionis recapitulationem facientem et suum
plasma requirentem, illum ipsum hominem salvare, qui factus fuerat secundum
imaginem et similitudinem eius.» AH III,23,1.
26
AS VI/2, 199-200. Cf. Tucci, 27-39; Turbanti, 219-226. De entre las críticas
realizadas al texto, resaltamos que el tema del señorío de Cristo y de la restauración de
todas las cosas en él, considerado de «importante valor ecuménico», no está tratado
satisfactoriamente. Esta opinión refleja los contactos que, ya en esta fecha, se habían
tenido con el ambiente ecuménico. Cf. infra, n. 29 y apartado 2.1.
27
Sesión III de la Comisión de coordinación (4 julio 1963), AS VI/2, 636-637.
Suenens y Urbani proponen en esta reunión que el documento se dividiera en dos
partes: principios de doctrina y «catecismo social».
28 CRISTO Y CADA HOMBRE
28
AS VI/2, 407-416. Por el peso que tienen en la redacción algunos profesores de
Lovaina, este esquema es conocido también como lovaniense. He aquí la lista de
participantes en Malinas: Cerfaux, Philips, Prignon, Thils, Delhaye, Dondeyne,
Moeller, Congar, Rahner, Rigaux y Tucci (en cursiva los reconocidos como redactores
en AS VI/2, 407). Philips sintetizó las aportaciones de la reunión en un texto que
discutirían el 17 de septiembre antes de enviarlo corregido a la Secretaría del Concilio.
Véase esta primera versión del texto en J. PERARNAU, La formació de GS, 106-116.
Cf. Tucci, 39-41; Moeller, 65-71; Y. CONGAR, Journal, I, 394-398; Turbanti, 263-288.
29
En este enfoque se nota la influencia de Congar, que señala como ejemplo de
planteamiento eclesiológico la Conferencia de Nueva Delhi del Consejo Mundial de
las Iglesias (1961). La naturaleza misionera de la Iglesia se presenta ahí a partir de las
categorías de testimonio, servicio y comunión. Esto queda reflejado en la tercera parte
del proyecto de Malinas (§§ 19-29). Cf. Y. CONGAR, Animadversiones generales;
Propositons en vue de la révision; EO 5, 210-409. Cf. Moeller, 70-71; Turbanti, 264-
265; 271. El teólogo francés hace esta opción eclesiocéntrica del esquema, consciente
de que aparte deberá tratarse la antropología cristiana. Cf. Y. CONGAR, Journal, I, 396;
475.
30
No es la primera vez que en la elaboración de la Constitución pastoral
encontramos una antropología que proponga como clave de comprensión del hombre a
Cristo mismo. Aparicio, 115, señala el § 1 del esquema de mayo de 1963 como
primera mención de Cristo como revelador de la vocación del hombre. Debemos
recordar también la aportación de Rahner ya mencionada. Cf. K. RAHNER-J.
RATZINGER, De revelatione Dei et hominis, I, § 3: «In ipso Verbo Dei incarnato
revelatur veritas tam hominis quam Dei.» Quizá hay que ver el esbozo de Garrone
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 29
para el proemio del esquema sobre la Revelación como la primera señal sólida en el
Concilio de una antropología cristocéntrica. Cf. AS VI/1, 321.
31
Se incorporan con breves retoques algunas líneas del § 1 del esquema de mayo
(«capax fit ut nominatim», etc.). A esto se añade, de forma muy resumida, algo de los
§§ 5 y 6 acerca de la imagen «reformada» (según la crítica de Rahner) en Cristo, más
algunas referencias explícitas al himno de Colosenses (el esquema anterior sólo hace
una alusión implícita al referirse a Cristo como «imagen perfecta del Padre»). El texto
de Malinas recuerda más bien al § 13 del esquema de marzo.
32
Para el ateísmo, cf. también el § 20: «ipsi naturae humanae penitus contradicit».
33
«Iam autem Ecclesia, coelestis Hierusalem, activo et benefico modo in mundo
praesens est, eoipso quod in eo posita eique data est tanquam arcanum pleroma
Christi, cuius gratia alitur et sustentatur et ad plenitudinem Dei manifestam progreditur
[...]» (§ 6).
30 CRISTO Y CADA HOMBRE
34
«Ad omne genus hominum, quos Deus fecit ex uno habitare super universam
faciem terrae (Act 17,26), dirigitur Ecclesiae nuntium evangelicum, ut in eis
restauretur imago et similitudo, secundum quam in initio creati fuere (cfr. 1,26-27)» (§
5).
35
«Nunc autem animam habens indestructibilem, a Deo revelante audit se ad
divinam ipsam immortalitatem participandam vocari et ad consortium divinae naturae
invitari (cfr. 2Pt 1,4)» (§ 21: Doctrina de hominis sublimi vocatione). Sigue una
reflexión acerca de la igualdad radical de todos los hombres, contra cualquier
ideología discriminatoria. El contexto sigue siendo la misión eclesial, bajo el aspecto
del testimonio (munus testificandi).
36
«Insunt in corde humano et in ipsis rebus creatis quasi semina veritatis, unitatis
et iustitiae, a Deo indita, quibus homo impellitur, ut res inanimatas in servitium totius
humanae familiae redigat [...]» (§ 12). Cf. § 28 del mismo esquema de Malinas.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 31
37
Cf. AS/I, 255; Turbanti 119-135; M.D. CHENU, Notes, 114-115. Congar
participó en la elaboración del texto de Malinas. Cf. Y. CONGAR, Journal, I, 394-399.
38
Al «misterio de Cristo en los pobres» se refirió Lercaro (Bolonia) en el debate
sobre el esquema De Ecclesia en 1962; la pobreza de la Iglesia es sacramento «de la
presencia y de la virtud salvífica del Verbo Encarnado entre los hombres». AS I/4,
328-329. El mismo obispo insiste a menudo en la atención propiamente teológica que
merece la pobreza. Cf. Église et pauvreté, 9: «la pratique de la pauvreté et la situation
du pauvre, selon l’Évangile, ne concernent pas seulement la conduite du chrétien et de
l’Église, mais aussi le mystère intime et personnel du Christ». Cf. G. LERCARO, «La
povertà»; P. GAUTHIER, Les Pauvres, Jésus et l’Église, 74. Sobre el «misterio de
Nazaret», cf. ibid., 83-88.
39
Tomando como nombre una expresión de Juan XXIII en su radiomensaje previo
al inicio del Concilio (cf. AAS 54 (1962) 682), el grupo surgió de una iniciativa
cercana a la espiritualidad de Foucauld (Gauthier) y contó en seguida con miembros
de peso: Lercaro, Himmer, Gerlier, Hakim, Camara, Maximos IV, Ancel, Montini....
Cf. AS VI/1, 294-298; Turbanti, 152-156; Caprile, II, 294-297; 480-483; 517-518;
Alberigo, II, 196-199; III, 153-154; IV, 353-356; M.D. CHENU, «“La Iglesia de los
pobres”».
40
Cf. P. GAUTHIER, Les Pauvres, Jésus et l’Église, 57-63. De forma
correspondiente, también se habla de la identificación de la Iglesia y los pobres. Cf.
ibid., 63-71.
41
«Tunc ipsa creatura a servitute corruptionis liberabitur (cfr. Rom 8,21), et nos in
visione Dei et societate perfecta cum Patre et Filio et Spiritu Sancto ad invicem etiam
32 CRISTO Y CADA HOMBRE
coniuncti, cum Christo in aeternum conregnabimus (cfr. 2Tim 2,12), dummodo nunc
cum Eo compatamur (cfr. Rom 8,17) [...]» (§ 22).
42
Cf. Moeller, 72; Tucci, 46-47; Turbanti, 288; 294-301; Y. CONGAR, Journal, I,
574-575.
43
Tucci, 47. Sobre la influencia de la última encíclica de Juan XXIII, cf. Turbanti,
226-229.
44
Véase un resumen del trabajo entre sesiones en AS V/3, 57-61.
45
Opinión de Garrone transcrita en Turbanti, 345.
46
En la relación de Felici para el nuevo Papa, con un resumen de toda la actividad
de la Comisión coordinadora (AS VI/2, 212-216), el esquema XVII se denomina
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 33
50
Cf. la relación de Döpfner ante la Comisión coordinadora sobre la organización
del tercer periodo conciliar. Sesión XI, 28 de diciembre de 1963, AS V/2, 85-94.
51
Cf. Turbanti, 299-300; 367. Cf. la nota remitida por C. Colombo, de la Facultad
teológica de Milán, instando a que los documentos del Concilio tengan una «forma
conciliar auténtica». 29 septiembre 1963, AS VI/2, 316-320.
52
E. Guano (Livorno) será nombrado a finales de 1963 presidente de la
Subcomisión central para la redacción del esquema XVII y será su relator ante la
asamblea conciliar en 1964. Cf. la documentación enviada por Vischer a Guano en
abril de 1963 (PCPL 76-77). Congar, tal vez conocedor ya de estos contactos con Fe y
Constitución hizo notar en sus observaciones al esquema el interés de la conferencia
ecuménica de Nueva Delhi («Jésus-Christ, Lumière du monde», 1961), cuya
eclesiología fue tenida ya en cuenta en el esquema de Malinas. Cf. supra, n. 28. Sobre
el influjo en la redacción de GS del diálogo con el ambiente ecuménico, Cf. Moeller,
25-26; 61-63; 82-85; Turbanti 229-233; 337-338; 595-598; 800; L. VISCHER, «Après
la troisième session», 363-364; ID., «Le rapport sur la IVe session», 550-555.
53
Cf. Carta de Vischer a Guano (PCPL 76), 3-4. La cuestión de una posible «ética
internacional» basada en la fe en Cristo debe hacer revisar, según Vischer, la
concepción católica del derecho natural. Cf. GS 64; 74. Cf. W. KASPER, «L’uomo e la
Chiesa», 102-103. Un intento de relectura cristocéntrica del tema de la ley natural lo
tenemos en el reciente documento de la CTI, Alla ricerca di un’etica universale, §§
103-109 (apartado 5.1).
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 35
54
VISSER’T HOOFT W.A., ed., Nouvelle-Delhi 1961, 78. El subrayado es mío.
Otras afirmaciones son también esclarecedoras de la relación de Cristo con cada ser
humano y sus implicaciones para la misión de la Iglesia y la perspectiva de la unidad
visible. Cf. ibid., 77: «C’est pour le salut de tous les hommes que le Fils de Dieu s’est
fait homme». Cf. Ibid., 115; 300: «il y a un seul chemin que amène au Père, Jésus-
Christ, son Fils. Sur ce chemin unique, nous rencontrerons inévitablement notre frère
[...] et avant que nous lui ayons parlé de Christ, Christ l’a déjà trouvé».
55
Cf. Turbanti, 310; 314; 349. Cf. J. MENAGER, «Remarques» (PCPL 211); «Projet
de plan» (PCPL 212). «L’argument théologique fondamental a paru devoir être le
Christ Seigneur et Serviteur, le Verbe Créateur et le Verbe Incarné Rédempteur. C’est
36 CRISTO Y CADA HOMBRE
textos donde reluce una visión cristocéntrica del hombre. Hay que
mencionar la aportación de Mouroux, dedicada al tema del señorío de
Cristo, en su condición de creador, salvador y Señor del mundo futuro56.
Especial influencia tuvo el proyecto Le Guillou-Hua, proveniente del
ambiente obrero francés y deudor de las sugerencias de Congar y Chenu57.
Interesa destacar, sobre todo, la visión que ofrece de Cristo como Señor,
donde no podemos dejar de advertir el eco de la aportación de Vischer.
Le Christ est ainsi le Seigneur du monde et de l’Église, celui en qui tout prend
sa source et tout s’accomplit. Et cependant il n’a jamais revendiqué cette
puissance pour Lui-même ou pour l’Église à la manière des maîtres de ce
monde, mais au contraire, il est venu sur terre comme le serviteur pauvre et
souffrant de son Père et des hommes, pour partager la condition de ceux-ci, ses
frères58.
El señorío de Cristo se desempeña de modo paradójico en el servicio.
Esta categoría del servicio sirve para expresar la mediación de Cristo, tanto
ascendente como descendente («el servidor pobre y sufriente de su Padre y
de los hombres»). De este modo se da un perfil muy concreto a la noción
plus prôche (le Christ est une personne vivante) c’est plus sensible aux hommes
d’aujourd’hui que le thème assez “platonicien” (quoique biblique et patristique) de
l’image de Dieu deformée et restaurée. D’autre part, le choix de cet “argument”
correspond au thème central du discours du Saint Père dans son “enciclique lue” du
début de la 2º Session. Enfin c’est le grand thème de Saint Paul: c’est l’évènement
central de l’Histoire du Salut. Ce thème de l’Histoire de Salut paraît avoir une
importance extrême à une époque où le sens de l’Histoire préoccupe tellement les
penseurs. C’est peut-être la manière chrétienne de répondre au marxisme et au mythe
du progrès et de la Technique en les dépassant dans une perspective plus total.» ID.,
«Remarques», 2-3.
56
J. MOUROUX, «Le seigneurie de Jésus-Christ».
57
Cf. Turbanti, 322-324; 328; 333. Cf. M.J. LE GUILLOU – M. HUA, Adumbratio
Schematis (PCPL 228), 5: «Jésus-Christ est donc la parfaite expression du Père, sa
Parole vivante et créatrice – portant les millénaires de l’évolution de la création
matérielle et de la conscience humaine, donnant à l’univers sa consistance – il vient
dans le monde et éclaire tout homme en lui révélant le mystère de sa véritable
vocation; il est en même temps le miroir de la véritable humanité, celui en qui
l’homme peut découvrir qui il est dans la lumière et le dessein de Dieu.» Los datos de
la Escritura sobre Cristo como imagen del Padre (cf. Col 1,15), su presencia activa en
la creación (cf. Jn 1,1-4; Col 1,17) y su condición reveladora (cf. Jn 1,9) se conjugan
con cierta influencia de la cosmovisión evolutiva teilhardiana, para dar cuenta de la
vocación de cada ser humano («la véritable humanité») a partir del designio de Dios
revelado en Cristo. Cf. Aparicio, 77.
58
M.J. LE GUILLOU – M. HUA, Adumbratio Schematis, 5. Cf. Flp 2,6-8.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 37
59
«L’Église se veut pauvre […]. Elle ne veut pas légitimer l’existence de la misère
et de la souffrance mais elle entend participer à la condition humaine en s’unissant
plus particulièrement à ceux qui sont laissés pour compte dans la société de notre
temps.» M.J. LE GUILLOU – M. HUA, Adumbratio Schematis, 6. El subrayado es mío.
60
Cf. Turbanti, 319-321.
61
A. ANCEL, Projet d’un schéma (PCPL 214), § 5. Acompañan al texto las
siguientes citas: Jn 1,14; Fil 2,7; Hb 2,10-18; 4,15; Mt 18,10; 19,13-14; Jn 8, 3-11; Mt
21, 31-32; Jn 4,9; Lc 10,33; Mt 8,10-13; 15,28. Cf. Turbanti, 308-309.
62
Ancel era superior general del Prado y fue miembro del grupo «Iglesia de los
pobres». Por este cauce les llega, tanto al proyecto de Ancel como al de Le Guillou-
Hua, la influencia de Congar. Cf. Y. CONGAR, «Jalons d’une réflexion». Cf. infra,
4.2.4.
38 CRISTO Y CADA HOMBRE
63
La decisión de constituir una Subcomisión central –una especie de comisión
permanente representativa de la Comisión mixta– la tomó la Comision mixta el 29 de
noviembre de 1963. Cf. F. HENGSBACH, Interventio (PCPL 206); Moeller, 73; De
Riedmatten, 40; Turbanti, 300-306. Se designaron los siguientes miembros: Ancel,
McGrath, Schröffer (de la Comisión teológica); Guano (presidente), Hengsbach,
Ménager (de la Comisión de apostolado de laicos); Wright, Blomjous; algunos peritos
(Pavan, Hirschmann, Tucci, Häring, Sigmond, Moeller, Philips, Riedmatten, Congar,
Daniélou). Cf. la relatio de Guano, C.G. CV, AS III/5, 143.
64
Cf. B. HÄRING, Relatio (PCPL 218), 1-2. Cf. Tucci, 48-49. Ménager influyó en
el enfoque pastoral y el planteamiento inductivo del esquema: «Cela suppose une
progression méthodologique, une manière de présenter l’enseignement de l’Eglise afin
qu’il apparaisse comme la réponse aux problèmes que les hommes se posent. Il ne
s’agit aucunement là d’une “Théologie de situation” comme si on tirait la doctrine
d’une étude psychologique ou sociologique. Il s’agit d’une authentique présentation du
message révélé à partir de la Révélation, en réponse aux questions posées à l’Eglise
par les hommes d’aujourd’hui.» J. MÉNAGER, «Notes sur le schéma» (PCPL 209).
Tucci propuso que el esquema partiera de la nueva experiencia de solidaridad entre
todos los hombres y Haubtmann, que se presentase de un modo más pedagógico. Cf.
Turbanti, 305; 310-311.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 39
65
Cf. De Riedmatten, 36: «Un argomento che ritornò con insistenza durante le
sedute sia della commissione mista sia di quelle plenarie, fu che il mondo, “attendeva
qualcosa d’altro” e che esso “stava per essere deluso”.»
66
Textus provisorius (PCPL 225). Cf. Aparicio, 73-77. Para las consultas y
observaciones que precedieron a la redacción del texto, cf. Turbanti, 307-325. Sobre la
reunión de Zürich (1-3 de febrero de 1964), cf. Moeller, 81-82; De Riedmatten, 40-42;
Tucci, 49-53; Turbanti, 334-338.
40 CRISTO Y CADA HOMBRE
des humbles, accomplissant ainsi la volonté de Dieu de placer toute la terre
sous l’empire de l’homme (Gn 1,28; Sg 9,2-3; Eccli 17,1-14) (§ 6).
Por la encarnación, la naturaleza humana en su integridad ha sido
«santificada» y la materia ha quedado «ennoblecida». La encarnación
remite, además, a la vida del Nazareno, que ha realizado con los demás
hombres la tarea de someter la tierra. Es fácil observar en este párrafo
algunos elementos que encontraremos finalmente en GS 22b, en una
perspectiva más directamente antropológica: la dignificación del hombre
que supone la encarnación y la solidaridad mostrada en el hecho de que
«trabajó con manos humanas».
Por lo demás, la dignidad de cada ser humano se plantea netamente a
partir de la Revelación –fundiendo los motivos creacional y de adopción
como hijos de Dios–, y se pone en relación con la lucha contra las
opresiones y con el dominio del mundo67. Esta atención a la dignidad de
cada hombre aparece en el texto engarzada con la referencia trinitaria, de
donde toma su razón más honda: Jesucristo, en su misión reveladora y
salvífica, es principio de acción divina sobre cada ser humano singular
–«verdadera luz que ilumina a todo hombre» (Jn 1,9)– (§§ 5 y 7)68; el
conocimiento de Dios por la fe anticipa un «estar unidos en el amor» en la
vida eterna (§ 7); y de la acción del Espíritu Santo depende la respuesta
libre del hombre (§ 14). Por último, reaparece el tema de la imitación de
Cristo pobre, que ya vimos en el esquema lovaniense:
A l’exemple du Fils de Dieu qui s’est fait homme pour sauver l’humanité, qui
s’est fait pauvre pour que les pauvres soient évangélisés (Mt 11,5), le disciple
fidèle doit s’identifier (Mc 10,42-45) a ceux auxquels il apporte les fruits de la
charité (§ 18).
La identificación del cristiano con aquellos a quienes evangeliza se basa
en el ejemplo de Cristo. Así queda afirmada, aunque sólo de un modo
indirecto, la identificación de Cristo con los hombres. Con esta idea nos
acercamos a la afirmación «cum omni homine» que es objeto de nuestro
67
«Car la Parole de Dieu que l’Eglise garde fidèlement [...], et révélant à tous les
hommes, sans exception aucune, leur dignité d’enfants de Dieu et la bonté de leur
création, a été et est la source véritable de la lutte entreprise par l’humanité contre
l’oppression de l’homme par l’homme et pour la maîtrise de la nature» (§ 15).
68
Derivada de la de Cristo, la misión de la Iglesia es iluminar a los hombres,
dándoles la motivación más honda para empeñarse en la construcción de la sociedad:
«un encouragement à assumer plus entièrement leur veritable vocation en ce monde»
(§ 5).
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 41
69
Según Vischer, el capítulo III, en el que se inserta el pasaje apenas citado,
debería incluir una insistencia mayor en el señorío de Cristo. Esta sugerencia deja la
puerta abierta a la introducción de la fórmula «cum omni homine», tal como aparece
en el documento de Faith and Order citado supra, 2.1. Pero el mismo Vischer advierte
que una insistencia excesiva en la presencia escondida de Cristo en el mundo puede
oscurecer su valor como «juicio» (en sentido barthiano). Cf. Moeller, 84.
70
Cf. supra, 1.3. Esta actitud se vio reforzada por algunas intervenciones de la
segunda sesión conciliar, durante el debate sobre el esquema De Ecclesia:
«Venerabiles Fratres, cur mysterium hoc Christi pauperis et pauperibus identificati
(Mt. 25, 35) tam exiguum locum habet in praedicatione nostra habituali, et in huius
Synodi laboribus, et praesertim in hoc schemate de Ecclesia? […] Propono denique ut
addatur argumentum theologicum: “Fundamentum illius praedilectionis est Mysterium
Christi, qui semetipsum cum pauperibus identificavit: ‘Esurivi enim et dedistis mihi
manducare’ (Mt. 25, 35). Pauper enim adimplet vitam Christi pauperis et passionis
eius, ita ut pauper significet praesentiam Christi inter nos”.» Gerlier (Lyon), AS II/2,
68. Cf. también Himmer (Tournai), AS II/2, 80: «in proemio vel cap. I introducantur
uno alterove modo hae duae notiones: prima nempe, de illa essentiali Ecclesiae ad
pauperes evangelizandos et sublevandos, secunda, de illa mysteriosa praesentia
Christi in pauperibus, quibus sese dignatus est identificare.» Lercaro habla también en
este tiempo de «la singular presencia de Jesús en los pobres». Caprile, II, 295. Los
subrayados son míos.
42 CRISTO Y CADA HOMBRE
71
L’Église dans le monde actuel (PCPL 236); B. HÄRING, Ecclesia in mundo
(PCPL 243). La Comisión mixta se reúne, por primera vez desde la constitución de la
Subcomisión central, los días 4, 9 y 12 de marzo de 1964. Cf. Moeller, 87-88; Tucci,
55-57; Turbanti 343-349; Aparicio, 78-79.
72
La nota de la Subcomisión advierte: «non agitur de theologia generali de rebus
temporalibus, sed potius de actuali realitate in lumine theologiae». Cit. en Aparicio,
79. Cf. Turbanti, 340-343.
73
L’Église dans le Monde Actuel, § 5 (Le Christ, vraie lumière du monde). Cf. B.
HÄRING, Ecclesia in mundo, § 5 (Ecclesia mundo servitia praebet): «e quo, ipsis
quoque insciis, omnia profluunt bona». El párrafo toma algunas ideas de Le Guillou.
Cf. supra, 2.1. De forma significativa, el título francés del artículo es casi coincidente
con el de la asamblea ecuménica de 1961. La luz de Cristo, por lo demás, es un motivo
recurrente desde el principio en los diversos esquemas, pues caracteriza la misión de
Cristo y de su Iglesia (cf. Jn 1,9; 9,5; Lumen gentium) y estará presente hasta la
versión definitiva (cf. GS 10; 22). Cf. Gertler, 113-114; 120.
74
«Filius Dei, Sua incarnatione, non solum naturam humanam, animam et corpus
elevavit, sed ipsam generatim materiam. Iesus Christus, per multos annos laboriosam
humilium agere voluit vitam, ut impleret Dei voluntatem terrae hominibus
subiiciendae» (§ 7: De officiorum temporalium dignitate).
75
Esta perífrasis es testimonio de la dificultad para traducir al latín el concepto de
«identificación». De estas dificultades para la traducción es también testigo De
Riedmatten, a quien se le confió un primer esbozo (PCPL 241). Cf. De Riedmatten,
43.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 43
76
§ 19 (Le détachement intérieur et le signe de la pauvreté / De interiore
renovatione spiritu paupertatis). Se cita implícitamente 1Co 9,22 e Is 58,7.
77
Textus emendatus (PCPL 267). Cf. Tucci, 54-58; Moeller, 89-91; Turbanti, 348-
349; Aparicio, 79-82. Adquiere especial protagonismo la expresión «signos de los
tiempos», usada por Juan XXIII en Pacem in terris y en la misma convocación del
Concilio: «Vox enim temporis vox Dei» (§ 2).
78
Este artículo es, sin duda, uno de los hitos de la redacción que llevarán a GS 22.
Cf. Aparicio, 115-117. Para la idea de Cristo como «ejemplar» del hombre y modelo
de acción para la Iglesia, cf. J. MOUROUX, «La seigneurie de Jésus-Christ», 296: «le
Christ, dans son existence terrestre, a voulu être l’exemplaire absolu le plus concret et
le plus universal qui soit, dont l’Église doit reproduire les traits.» La noción
balthasariana del universal concreto parece aquí claramente evocada.
44 CRISTO Y CADA HOMBRE
assumendo naturam humanam, corpus et animam, totum creationis opus, et
ipsam materiam ad altiorem evexit dignitatem, ita ut omnia in Ipso
instaurentur, quae in caelis et quae super terram sunt (cf. Eph. 1, 10). Iesus
Christus insuper per multos annos communem condicionem laboriosam
hominum suam facere voluit, implendo sic simul cum fratribus voluntatem Dei
terrae hominibus subiiciendae. [...] Dei enim circa mundum consilia
complentur amore, quo iubemur sollicitudinem Patris erga omnes homines
induere, et quo vetamur stare otiosi, ubicumque agitur de desiderio implendo, a
Deo nostrae naturae inserto.
La revelación de Dios se caracteriza como una relación interpersonal,
que concierne a todo hombre, incluso a los no creyentes. Dios habla a los
hombres a través de la creación, pues todo ha sido hecho por su Palabra.
Establece así un diálogo con ellos, de quienes espera una respuesta. Esta
respuesta la da cada uno, incluso de modo no explícito, en la realización de
los deberes temporales79. Seguidamente, se muestra que todas las
realidades creadas tienen su consistencia en Cristo, Verbo encarnado
(protología), en quien el diálogo iniciado por Dios por la creación adquiere
su plenitud, y en el cual quedarán instauradas todas las cosas (escatología).
En Cristo, el diálogo implícito de Dios con el hombre se convierte en una
llamada explícita a colaborar en la construcción del mundo según la nueva
dignidad traída por la encarnación a todo el hombre y, a través suyo, a todo
el universo material. Gracias a la encarnación, participar en esta tarea es
ayudar a que todas las cosas se instauren en Cristo, según el lema de Pío
XI, tomado del himno cristológico de Efesios, que inspiró la renovación del
apostolado laical. En definitiva, como en el esquema de febrero, también
aquí hay que señalar el párrafo dedicado al valor de las cosas terrenas como
antecedente de GS 22b. Sin hablar directamente de una relación
constitutiva de cada ser humano con Cristo, hay en este pasaje elementos
que se usarán como trasfondo y en la misma expresión de la fórmula «cum
omni homine». Lo que aquí aparece totalmente inserto en una teología de la
creación y del trabajo, fundamentada en la encarnación del Verbo, en GS
22 adquiere un enfoque directamente antropológico.
79
En el párrafo siguiente (§ 8), vuelve a aparecer la cita de Jn 1,9. Estos motivos,
relativos a la revelación y la respuesta que Dios espera de cada ser humano, y aquí
condensados para justificar una actitud positiva hacia la colaboración con los no
creyentes, reflejan en parte la enseñanza del Vaticano I sobre la revelación natural (cf.
DH 3004) y encuentran expresión en el Vaticano II en DV 2-3 y GS 19.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 45
80
Ecclesia in mundo huius temporis (PCPL 276). El examen del texto tuvo lugar
los días 4-6 de junio. Cf. Tucci, 59-61; Moeller, 91-92; Aparicio, 82-83; Turbanti 355-
364.
81
«Verbum Patris, sua incarnatione naturam humanam assumendo totum
hominem, corpus et animam omneque creationis opus, ipsam quoque materiam, ad
altiorem evexit dignitatem, ita ut in Ipso instauretur, quae in caelis et quae super
terram sunt (cf. Eph. 1,10). [...] Labor est fons progressus culturae et perfectionis
hominis. Propter arctam suam coiunctionem cum mundo, in quo vivit, homo
laborando ad mundum perficiendum meliores suae perfectionis condiciones parat.
Labor cum sit eminens vinculum sociale, obsequitur magno divino consilio. [...] Sic
homo perficitur labore in communitate fraterna» (§ 6).
82
AS III/5, 116-142. Se dio como plazo para las observaciones el 1 de octubre. AS
V/2, 640. Además del texto oficial latino, se dispuso de traducciones a algunas lenguas
vernáculas, siguiendo la insistencia de Glorieux y Guano: AS V/2, 740-741; 744-750.
Tiene pequeñas diferencias respecto al texto discutido en la Comisión coordinadora
(26 de junio de 1964, AS V/2, 602-620), irrelevantes para nuestra investigación. Cf. la
presentación de Urbani en AS V/2, 627-631: valora la difícil tarea de la Comisión
mixta y, aunque ve necesarios algunos cambios, propone que el texto sea enviado sin
más a los padres conciliares. Suenens y Liénart expresan la misma opinión. Cf. AS
V/2, 556; 640.
46 CRISTO Y CADA HOMBRE
83
Texto de mayo de 1963. Cf. supra, 1.2.
84
Una importante novedad a este respecto es la explicitación de cuatro círculos de
destinatarios (§ 3; cf. conclusión), en consonancia con la primera encíclica de Pablo
VI, publicada en agosto, y que se recoge también en LG 14-16 (LG se aprobará en esta
tercera sesión del Concilio): católicos, demás cristianos, los creyentes de las otras
religiones monoteístas y, finalmente, «todos los hombres que nos preguntan sobre la
esperanza que hay en nosotros».
85
«In omnibus, spirituali missioni intenta, quam a Christo suscepit, Ecclesia
homines edocet, quomodo munera quoque temporalia in luce verae integraeque
vocationis suae considerare et implere debeant.» (§ 4, último del proemio: Christus lux
mundi).
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 47
86
Esto constituye una novedad respecto al planteamiento deductivo del esquema
«romano» de 1963. «Apud huius aetatis homines paene communis evadit persuasio
quaestiones de cultura, de civitate, de scientiae et artis technicae progressu omnes
redigi ad unam quaestionem: nempe de homine eiusque vocatione» (§ 5).
87
«Quare dilucidandum est, quanti sint momenti res terrenae in integra hominis
vocatione. Christus enim venit, ut totum hominem ad altiorem elevaret dignitatem» (§
5).
88
«Omnes res creatae hominem ad Deum vocant (cf. Io. 1, 3; Col. 1, 17). In
Christo Iesu autem homo loquelam rerum vere audire et intellegere potest; omnia enim
48 CRISTO Y CADA HOMBRE
per ipsum et in ipso creata sunt, qui est Verbum Patris (cf. Col. 1, 16). Ipse veniens in
mundum verbis humanis altum sensum rerum creatarum revelavit» (§ 6).
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 49
89
Justo después de hablar de la vocación en Cristo, se conjura todo optimismo
excesivo con los siguientes argumentos: materialismo y hedonismo (§ 7), condición
pecadora del hombre y necesidad de salvación (§ 8), incapacidad de los progresos
técnicos para dirigir por sí mismos la obra del hombre hacia la consecución del Reino
(§ 9). Se ven algunos esfuerzos para entrar en diálogo con la modernidad. Por ejemplo,
en el § 8 se trata de armonizar el concepto de creación con una vaga mención de la
cosmovisión evolutiva. «Natura enim humana, operum creationis visibilis fastigium,
ad quod secundum Dei consilium intendebat terrae per innumeros annos evolutio» (§
8). Este esfuerzo conciliador se desvanece en el mismo párrafo, cuando se recalca la
necesidad de Cristo de tal modo que parece concederse valor sólo a la obra de los
cristianos, aludiendo claramente a la contraposición agustiniana de las dos ciudades.
90
«Ecclesia sciens in toto mundo virtutem operari Verbi, in quo condita sunt et
constant universa (Io. 1, 3; Col. 1, 17), nihil bonum et verum a se putat esse alienum et
sibi indifferens» (§ 13). «Si enim mundus, qui per Verbum Dei factus est, audit verba
Verbi incarnati, quae vita sunt et spiritus, inde omnes verum sensum et finem rerum
creatarum recte intellegunt [...]» (§ 14).
91
«Haec est enim voluntas Dei ut unusquisque praesenti tempore salutis sic utatur,
ut non solum suam propriam vitam in Christo instauret, sed etiam eodem spiritu suas
partes assumat in omnibus communitatibus quarum particeps est [...]» (§ 15).
92
«Novae possibilitates novaque pericula sunt tot causae cur christiani renovato
fervore in spiritu servitii munera etiam terrena ita impleant, ut ex fidelitate sua in
caritate nationes et homines singuli amorem et presentiam Christi cognoscant» (§ 16).
93
«Hic spiritus paupertatis, quem exprimant omnes Ecclesiae structurae, regalem
demonstrat omnium christianorum viam: habitus fratrum suorum quasi induere,
solvendo seipsos a propriis ambitionibus et commodis; pati cum patientibus, flere cum
flentibus, pauperes fieri cum pauperibus propter Christum, qui propter nos egenus
factus est, ut illius inopia divites essemus (cf. 2 Cor. 8, 9); uno verbo omnia omnibus
fiant, ut omnes Christi praesentiam sentiant. Christiani qui in fratribus Christum
50 CRISTO Y CADA HOMBRE
3.2 Adnexum I
La necesidad de elaborar una reflexión sobre el hombre que sirviera de
base a todo el esquema es ya una convicción adquirida. Sin embargo, aún
no ha terminado de cuajar una antropología bien articulada. Algunos de los
elementos más válidos los encontramos, no en el textus prior, sino en el
primer anexo96. La primera parte (De homine eiusque vocatione ut persona
agnoscunt, non possunt quiescere in copiis et opulentia dum tot homines egestate et
fame vexantur» (§ 17). Como vemos, la evangelización y el servicio a los pobres es un
tema recurrente en la elaboración del esquema. Cf. supra, 2.2.1; 2.2.2.
94
«Quae omnia innituntur dignitate personae humanae ad imaginem Dei creatae et
in Christo mirabilius instauratae, ex qua dignitate, consideratis quoque signis
temporum, explicari possunt iura et officia, qua homini aut absolute conveniunt aut
saltem pro rerum statu valde sunt congrua» (§ 20).
95
Se pierde en este texto la distinción nítida entre dignidad (proveniente de la
creación del hombre a imagen de Dios y atribuida a la naturaleza pura) y vocación
(que se reservaba para designar la elevación del hombre al orden sobrenatural). Cf.
supra, 1.2 (texto de mayo de 1963). Esto, que aparece incipientemente en el textus
prior, Delhaye lo señala más bien como característico del texto de Ariccia. Delhaye,
259.
96
De persona humana in societate, AS III/5, 147ss. Fue entregado junto a los
demás anexos el 30 de septiembre de 1964. La Subcomisión encargada de su
redacción estaba formada por: Roy (presidente), Garrone, Wright, De Araújo Sales,
László y Fernández-Conde, con los peritos Hirschmann, Mulder y Thomas. Cf. AS
V/2, 708; Turbanti, 351. En este documento parece haber triunfado el impulso, ya
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 51
98
El tema de la «vera dignitas» aparecía ligado a Cristo también en esquemas
anteriores, pero de un modo muy diverso: esta dignidad venía determinada por el
empeño moral del seguimiento cristiano. Cf. De ordine morali, § 3.
99
La misma advertencia hacía el texto de Faith and Order. Cf. supra, 2.1.
100
«Quid est homo lumine Christi consideratus? [...] singuli respondent vocationi
divinae […]. Haec vocatio omnes homines responsabiles constituit» (§ 3). Cf. § 6:
«Coram Deo singuli homines vocati sunt ut imaginem Filii reproducant.»
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 53
101
«Permotus exemplo et doctrina Christi, in medio societatum vere humanarum,
homo poterit plene perficere personalitatem suma: testimonio fidei quodammodo
anticipare poterit Regnum in quo unusquisque, in fraterna communione cum omnibus
hominibus, fruetur libertate perfecta in pleno amore» (§ 3).
102
«Non sufficit agnoscere necessitates materiales hominum tantum: illae
necessitates possunt obscurare obligationem fundamentalem implendae genuinae
vocationis personalis et socialis. Haec vocatio est principium dignitatis cuiusvis
hominis, et fundamentum iurium eius. Confirmando iura hominis, affirmamus omnes
homines, individualiter et collective sumptos, illam vocationem uniuscuiusque
personae favere debere […]. In hoc ordine unusquisque responsabilitatem erga omnes
sentiat» (§ 4).
103
«Coram Deo singuli homines vocati sunt ut imaginem Filii reproducant. Omnes
simul vocati sunt ut constituant unum corpus, Corpus Christi in Regno. Nostrum est id
efficere ut comunitas terrestris magis in dies concordet cum dignitate hominis et
consilio Creatoris. Ita faciendo, genus humanum efficit consecrationem mundi Deo
[...]» (§ 6).
54 CRISTO Y CADA HOMBRE
104
Guano en su relación subraya que el tema principal sobre el cual hay que
establecer un diálogo con el mundo, tal como indica el capítulo I del esquema, es la
cuestión del hombre. AS III/5, 211. Las voces que, ya desde la fase antepreparatoria,
insistían en ello han sido escuchadas. Cf. supra, n. 5.
105
Con el debate ya en puertas, Glorieux manifestó su temor de que el esquema
fuese rechazado. Cf. AS V/3, 26-27. Los temores del secretario de la Comisión del
Apostolado de los laicos eran fundados, pues llegaban observaciones muy críticas.
Además, tras el reparto de los adnexa en el aula conciliar estallaría una agria polémica.
Cf. AS V/2, 709ss.; Turbanti, 389-398. Felici, secretario de la Comisión central,
auguraba un debate muy encendido: muchos padres piden una revisión seria del texto,
se quejan de que no está bien fundamentado doctrinalmente y que peca de un excesivo
naturalismo. Como conclusión, es conveniente no dejarse conducir demasiado por las
opiniones de los teólogos y atenerse a la doctrina segura: «Auctoritas episcoporum est
vindicanda contra peritos». En su opinión, además, el esquema no parece consciente
del «signo más característico de nuestro tiempo, que es el comunismo ateo y el
ateísmo en todas sus múltiples y dañosísimas formas». AS VI/3, 19-20. La petición de
una condena explícita del comunismo fue constante por parte de muchos padres y se
esperaba que este esquema fuera el lugar donde se hiciera.
106
C.G. CV (20 de octubre de 1964), AS III/5, 203-213; aquí, pp. 206-208. En las
animadversiones enviadas por los padres están los extremos de quienes consideran que
la fundamentación teológica ha de reducirse al mínimo y quienes prefieren una
presentación de la doctrina, obviando toda palabra sobre las circunstancias concretas.
El objeto del esquema, declara Guano, es delinear las relaciones de la doctrina de la
Iglesia con la situación presente. Otro punto de contraste en las observaciones fue la
vinculación con diversas escuelas teológicas. Guano asegura que la Comisión no
propone la teología de ninguna escuela particular. También hay discrepancia sobre si
se debe partir de la ley natural o de la revelación. Ambas perspectivas, dice Guano,
son legítimas y se buscará un equilibrio entre ellas.
107
«Inter Christum et hominum societatem Ecclesia media consistit minime
contenta sui, minime quasi opacum quiddam visum impediens, minime sibi ipsi finis,
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 55
sed contra idcirco constanter sollicita, ut tota sit Christi, in Christo, pro Christo, ut tota
sit hominum, inter homines, pro hominibus.» AS III/5, 204. Cf. AS III/1, 145.
108
El debate en el aula conciliar tuvo lugar entre el 20 de octubre y el 10 de
noviembre de 1964. Cf. AS III/5 y 6. Cf. Turbanti, 399-458.
109
Bajo la influencia de la teología de Möhler, se había hecho lugar común hablar
de la Iglesia como prolongación de la encarnación. Cf. Schmaus IV, 92-95; K. ADAM,
La esencia del catolicismo, 19-57. La Iglesia es «la unidad de los hombres llamados a
redención, establecida en germen al encarnarse el Verbo; es el cosmos humano, la
humanidad como un todo, la pluralidad concebida como unidad». Ibid., p. 42.
110
Cf. Fernández (Maestro general de los dominicos), AS III/5, 352-357; Von
Streng (Basilea), AS III/5, 371.
111
Cf. Barrachina (Orihuela-Alicante), AS III/5, 723.
56 CRISTO Y CADA HOMBRE
112
Padres de lengua alemana y escandinava, AS III/5, 511. Cf. también la
aportación de Držečnik (Maribor). AS III/5, 452.
113
Cf. Bea (Pontificio Consejo ad unitatem christianorum fovenda), AS III/5, 272.
Cf. también Araújo Sales (San Salvador de Bahía), AS III/5, 450.
114
Cf. Provenchères (Aix-en-Provence): «Hoc in schemate potius agitur de gratia
sanante, quam de gratia elevante, cum sermo sit de rectitudine ordinis humani. Sed
gratia Christi nullo modo reservatur his solis qui Ecclesiae plene incorporantur (cf.
schema de Ecclesia, nn. 14-16, pag. 36-38). Hi abundantius eam recipiunt, dummodo
recte sint dispositi. Sed aliquo modo gratia Christi omnes homines attingit, dum
obicem non ponant. Sic homines non christiani, qui recta intentione agunt, gratia
adiuvantur, etiam ad ordinem humanum recte instaurandum. Ex hoc vitari debent
formulae quavidentur affirmare solos christianos aptos esse ad ordinem temporalem
iustum instaurandum.» AS III/5, 628. El subrayado es mío.
115
«Christus simul cum Corpore suo mystico duo beneficia praebet: gratiam suam
omnibus hominibus etiam invisibiliter offert. […] Revelatio Christi, Ecclesiae
concredita et ab ea praedicata, praeter mysteria salutis, etiam doctrinam de homine,
rationi perviam, continent.» AS III/5, 632.
116
Al igual que Cristo, la Iglesia está presente en el mundo, pero se distingue de él,
de modo que no puede realizar su misión sino a través de la abnegación, como Cristo.
Cf. la relación de Guano, AS III/5, 208-210. La encíclica programática de Pablo VI,
Ecclesiam suam, publicada en agosto de 1964, estaba llamada a ejercer su influjo en
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 57
los debates conciliares. Cf. Turbanti, 368-369. En ella queda clara la intención de
continuar por la senda de apertura de Juan XXIII; pero, dirigiéndose a los católicos,
insiste en la necesidad de vivir en el mundo sin confundirse con él: «Pero esta
diferencia no es separación. Mejor, no es indiferencia, no es temor, no es desprecio.
Cuando la Iglesia se distingue de la humanidad, no se opone a ella, antes bien se le
une» (ES 25). El gran tema de la encíclica, el diálogo, lo emparienta con la
Constitución pastoral.
117
Cf. Suenens (Malinas-Bruselas), AS III/5, 271. Cf. L. SUENENS, La Iglesia en
estado de misión. Cf. González Martín (Astorga): «Ecclesia incarnata est in mundo,
certe, sed ad eum sanctificandum, sicut Verbum assumpsit naturam humanam, et
assumens, eam sanctificavit.» AS III/5, 465.
118
Escribe Silva Henríquez (Santiago de Chile), portavoz de los obispos
hispanoamericanos: «Divina enim revelatio non solum manifestat quid sit Deus, sed
etiam quid plene sit homo. Mysterium Christi non est solum epiphania Dei, sed etiam,
ut ita dicam, epiphania plenitudinis hominis». AS III/5, 235. Cf. otras aportaciones
afines, en línea apologética: AS III/5, 296; 324.
119
Elchinger (Estrasburgo), acogiendo la crítica nietzscheana de que el rostro de
los cristianos no trasluce la alegría de la pascua, afirma que «la vida es sin duda el
primer mandamiento del hombre». Han de evitarse dos extremos: tanto el «vitalismo
naturalístico» como la «caricatura de cierto sobrenaturalismo». AS III/5, 291; 293.
También Charue (Namur) ve en Nietzsche un estímulo para un examen de conciencia
eclesial: si el filósofo alemán decía que el cristianismo es un platonismo «ad usum
populi», el Concilio debe mostrar una Iglesia que, si bien trasciende el mundo, está
verdaderamente a su servicio: «Sicut Christus, Ecclesia est lux mundi». AS III/5, 349.
58 CRISTO Y CADA HOMBRE
120
Cf. Fernández, AS III/5, 355. Cf. AS III/5, 457.
121
Ancel, AS III/5, 430-431: «ex Evangelio clare manifestatur quantam
reverentiam Christus exhibuerit singulis hominibus […]. Item, non tantum regnum
caelorum praedicavit, sed etiam ad nupcias adstitit, panes multiplicavit, aegrotos
sanavit et dolentes consolatus est. Vere transit benefaciendo».
122
Wojtyla (Cracovia) propone un modo «heurístico» de presentar los contenidos
del documento. AS III/5, 298. Roy (Québec), AS III/7, 71: «appellando ad solutionis
principia omnibus comuna, ut sunt notiones dignitatis humanae, libertatis, veri
progressus, iustitiae, etc. Sic illa perpendendo quae, saltem confuso modo, omnibus
nota sunt, conscientiam cuiuscumque hominis bonae voluntatis, et etiam forsam
aliorum, principaliter hominis bonae voluntatis illius qui «naturaliter –ut dixit
Tertullianus– est christianus», magis actuosam rectamque faciemus. […] Ita non sicut
doctores superbi, sed tamquam concives et amici, non a longiquo loco clamantes sed
in medio hominum stantes et cum illis humiliter conversantes, non de abstractis
disserentes, sed de illis quae omnis homo quaerens veritatem et quaerens Deum iam
quodammodo in mente et in corde tenet...». McGrath (Santiago de Veraguas), AS
III/5, 323: «Si sic procedimus verus erit dialogus, quia non loquemur antequam
audivimus».
123
Arnerić (Šibenik) se declara contrario a una exposición que parta de Jesucristo:
«quis est Christus illis, qui nolunt de eo nec verbum quidem tamquam de Filio Dei
audire?» AS III/5, 432. Cf. AS III/5, 445.
124
Maziers (Lyon). AS III/5, 480. Con cierto tono polémico, D’Avack (tit.
Leontopolis) subraya que todos los hombres, ateos o no, creados para el orden
sobrenatural, son responsables de atender al anuncio cristiano. AS III/5, 449.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 59
125
El tema fue señalado como problemático en la Comisión mixta por Rahner. Cf.
Turbanti, 254; 258. También durante su examen por la Comisión coordinadora. Cf. AS
V/2, 556; 640 (Suenens y Liénart). En su relatio sobre las observaciones de los padres,
Guano refleja que muchos piden aclarar los conceptos de «mundo» y «signos de los
tiempos». AS III/5,208. Liénart (Misión de Francia) y Léger (Montreal) piden que se
aclare la relación entre vocación celeste y vocación terrena. AS III/5, 215; 226. Los
obispos de lengua alemana piden una mayor profundidad en la teología referida al
mundo, la humanidad y el progreso. AS III/5, 510.
126
AS III/5, 208-210.
127
Meyer (Chicago), AS III/5, 232. González Moralejo (Valencia), AS III/5, 382:
«Aliunde, nullibi reperitur sufficiens argumentum quod demonstret hominem
contribuere operi Dei in construendo mundo, quem ipse creavit et redemit in Christo
sub actione Spiritus, licet id homo non animadvertat.»
60 CRISTO Y CADA HOMBRE
128
«Si autem aedificatio civitatis terrenae reapse propriis legibus gaudet, non
potest tamen plene intelligi, nisi in relatione ad finem ultimum cuiusvis hominis et
totius humani generis, qui tantum in Christo, Verbo Dei incarnato ac Redemptore
nostro, manifestatur.» Veuillot (París), AS III/5, 501.
129
«In lumine spiritus Christi, hominis vocatio in mundo est sese incarnare in
mundo [...]. Homines, si in spiritu Christi volunt operare, conari debent ut detengant
qualis fuit spiritus Christi relate ad mundum: non fuit spiritus condemnationis mundi;
nec fuit spiritus despiciens quo Christus, conscius propriae divinitatis, satis duxisset
salutem mundo ab exteriori infundere; e contrario spiritus Christi fuit spiritus amoris,
incarnationis et communionis. Ad humanitatem promovendam et salvandam Christus
prius hanc humanitatem modo realistico et concreto assumpsit. Incarnatio non est
praeambulum simpliciter nec quidem mera conditio sine qua non redemptionis» De
Roo (Victoria), AS III/5, 530.
130
«In Iesu Nazareno labor nobilitatur, ac locum invenit in vita spirituali et in
Redemptione.» Hakim (patriarca griego melquita), AS III/7, 65.
131
Cf. Meouchi (patriarca antioqueno maronita), AS III/5, 278. Cf. Volk
(Maguncia), AS III/5, 504: «Gratia enim non extra ambitum naturae exstat. Ideo de
Ecclesia in mundo hodierno non debemus ita loqui quasi hic de solo ordine naturali, de
ordine supernaturali autem solummodo intra muros vitae Ecclesiae interna eloqui
velimus. Re vera ordo naturalis non servatur nisi servato ordine supernaturali.
Propterea Concilium, habitudinem Ecclesiae ad mundum hodiernum describens, etiam
de gratia Christi, luminis et clavis mundi, loqui debet.» Cf. Provenchères, AS III/5,
631: «Valor proprius rerum et munerum terrestrium non est privilegium pro solis
christianis. Re vera integralitas confertur a Christo Salvatore.»
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 61
132
Hurley (Durban), AS III/5, 342-343: «coniunctionem intimam […] inter
praesentiam Dei in mundo et praesentiam Christi hominis inde ab Incarnatione, Morte
et Glorificatione Ipsius». Ancel, AS III/5, 430: «Certe creatio distinguenda est a
redemptione et, a fortiori, ordo naturalis distinguendus est ab ordine supernaturali. Sed
de facto omnia subsunt unico consilio Dei qui omnes homines creavit subiicendo eis
res terrenas et qui, in reparatione peccati, eosdem redemit. Hoc consilium autem
manifeste nobis tradidit S. Paulus dicens: “Elegit nos in ipso, ante constitutionem
mundi, ut essemus sancti et immaculati in conspectu eius in caritate” (Eph. 1).»
133
Cf. AS III/5, 278; 342-343. Sobre la posible influencia de las posiciones de
Teilhard en GS, cf. H. DE LUBAC, Athéisme et sens de l’homme, 500-508; Gertler, 64.
Para una visión crítica hacia un teilhardismo poco matizado, que llegue a identificar
progreso técnico y esperanza cristiana, cf. J. RATZINGER, Problemi e risultati, 121-
124.
134
Fernández, AS III/5, 352-357. «Qua incarnatum […] maximam dilectionem
ostendit maximamque dignitatem contulit humano generi, immo et universae
creaturae, quae quodammodo reassumitur et recapitulatur in homine.» Cita a Santo
Tomás: «humana natura in ipsa incarnatione perducta est ad summam perfectionem»
(STh III, q.1, a.6c); «in homine quodammodo omnes naturae confluunt, quia cum
omnibus creaturis aliquid commune habet […], unde homine unito, quodammodo
omnis creatura unita est» (In III Sent., dist. 2, q.1, a.1, q1a, sed contra n. 11).
135
«Sicut Verbum divinum, suscipendo humanam naturam, assumpsit
quodammodo totum universum quoad bona, pro quanto in homine omnes creaturae
quodammodo inveniuntur…; ita, suscipiendo mala hominum in generalitate suarum
passionum, deificavit totum universum quoad mala. In malo enim hominis omnia mala
quodammodo inveniuntur… Ut omnino impletum conspiciamus quod sic Deus dilexit
mundum, et secundum bona, et secundum mala, ut Filium suum Unigenitum daret (Io.
3, 16).» AS III/5, 354-355.
62 CRISTO Y CADA HOMBRE
136
Cf. STh III, q.10, a.2: «Ad Christum autem, et ad eius dignitatem, spectant
quodammodo omnia, inquantum ei subiecta sunt omnia.»
137
Wojtyla, AS III/5, 681.
138
Reetz (abad de Beuron): «Quamquam materia consecrata sit per incarnationem
Domini tamen et ipsa ingemiscit sub mysterio iniquitatis crucis et mortis.» AS III/5,
377. Según Prou (abad de Solesmes), se debe distinguir la «consagración del mundo»
que resulta de la encarnación de aquella consagración que la Iglesia realiza
cotidianamente a través de sus miembros. La ordenación gratuita del hombre a la vida
sobrenatural es «extrínseca» y corresponde sólo a la criatura espiritual. AS III/5, 520.
139
Arnerić, AS III/5, 433: «Hisce in terris non omnes vicissitudines mundanae
ducunt cordes omnium hominum ad Christum uti in textu insinuatur.»
140
Duval (Argelia), AS III/5, 359.
141
Béjot (Reims), AS III/5, 717-718.
142
Maximos IV (patriarca antioqueno melquita), AS III/5, 568: «Or, notre morale
chrétienne doit avoir un caractère christocentrique avec une expression d’amour et de
liberté.»
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 63
143
Muñoz-Vega (Quito), AS III/5, 336. En esta línea, se reclama el respeto a la
dignidad del hombre, conculcada por los sistemas totalitarios, especialmente el
comunismo. Cf., por ejemplo, AS III/7, 352. Recordemos que los procesos
redaccionales de la Constitución pastoral y de la declaración Dignitatis humanae
corren paralelos.
144
Athaide (Agra), AS III/5, 715.
145
La voz de algunos obispos africanos suena con especial autoridad en el aula.
Denuncian que el esquema parece concebido sólo para Europa y América. Tchidimbo
(Conakry), AS III/5, 368. Cf. AS III/5, 567.
146
Fernández, AS III/5, 458. Dos puntos principales hay que subrayar: la
erradicación del hambre y la práctica universal del amor sin discriminaciones. Es
interesante la siguiente paráfrasis de Mt 25: «Esurivi, et adiuvistis me ad productionem
agrariam augendam; illiteratus eram, et docuistis me; aegrotus, debilitatus, et servitia
medicalia organisavistis; incapax bona industrialia producendi, et fabricas mihi
aedificastis.»
64 CRISTO Y CADA HOMBRE
147
Este cambio es indicativo de una actitud que, a lo largo de este año 1964, afecta
también a otros sectores del trabajo del Concilio, germen de documentos que serían
promulgados, como Gaudium et Spes, en la última sesión (Dignitatis humanae, Nostra
aetate). El proyecto de un «decreto pastoral» sobre el ateísmo será suplido por GS 19-
22. Cf. las sugerencias del cardenal Bea en AS VI/3, 73. Pavan, analizando las
relaciones entre religión y Estado en la época moderna, señala la mayor conciencia
acerca de la dignidad de la persona como uno de los factores de la nueva situación en
que ha de vivirse la libertad religiosa. AS VI/3, 113-122. Del borrador de una
declaración sobre la relación con la religión judía, preparado por el cardenal Bea,
merece destacarse el § 2 (Omnes homines Deum ut Patrem habent). AS VI/3, 160-161.
148
Häring, principal redactor del textus prior, destaca así el giro cristocéntrico
realizado en el Concilio: en los esquemas preparatorios, Adán era más citado que
Cristo. Cf. B. HÄRING, Il Concilio comincia, 74. Cf. ibid., 73-80.
149
En septiembre de 1964, la Subcomisión central se reúne con miembros del
grupo de Zürich para revisar las observaciones que ya habían recibido. A partir de esta
reunión se crean dos subcomisiones –de los «signos de los tiempos» y teológica–. Del
10 al 12 de septiembre tuvieron lugar las reuniones de la subcomisión teológica,
formada por: Garrone (presidente), Philips (secretario), Glorieux, Ferrari Toniolo,
Moeller, Congar, Rahner, Daniélou, Benoit, Rigaux, Sugranyes de Franch. Cf.
Moeller, 95-97; Tucci, 66-70; Cf. Y. CONGAR, Journal, II, 124-128; Turbanti, 369-
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 65
372; 383-389. Unas Directiones pro futura elaboratione textus fueron repartidas a los
padres el 17 de septiembre, dándoles idea del estado de provisionalidad del esquema
que iban a aprobar. AS III/5, 200.
150
Estas indicaciones pertenecen a unas observaciones redactadas por Philips. Cit.
en Turbanti, 386. En las Directiones, se insiste en la necesidad de aclarar el concepto
de «mundo». AS V/2, 698-699; cf. AS III/5, 200.
151
Cf. AS III/5, 142-146. La relatio hace también una breve memoria de la
elaboración del esquema y advierte de las razones que hacen de él un documento
peculiar.
152
Se ha ampliado el número de miembros de la Subcomisión central y se han
incorporado obispos de más países. Para este período de reorganización, cf. Moeller,
102-108; Tucci, 78-84; Y. CONGAR, Journal, II, 270-276; Turbanti, 471-496.
153
Cf. el informe de Glorieux en AS V/3, 107-112. Incluye las conclusiones de la
Comisión mixta y el calendario previsto en esta intersesión
154
La Constitución sobre la Iglesia fue solemnemente proclamada el 21 de
noviembre, en la clausura de la III sesión conciliar. A la visión de la Iglesia
considerada en sí misma, corresponderá en la nueva Constitución una visión de «la
Iglesia en estado de diálogo», tal como dirá Garrone en Ariccia (Moralejo, 61). Para la
66 CRISTO Y CADA HOMBRE
4.2.1 Wojtyla
La propuesta del episcopado polaco, transmitida a través de Wojtyla160,
hace hincapié en la presencia de la Iglesia en el mundo, en cuanto
institución querida por Dios y fundada por Jesucristo. Refleja claramente la
situación de una Iglesia que vivía en medio de un régimen político
represivo (cf. § 5, sobre la libertad de conciencia). Como eje de la
exposición se toma la noción de la Iglesia como Cuerpo místico y
continuación de la encarnación del Verbo (cf. § 1; 3; 6). Derivado de este
enfoque eclesiológico, surgen las aplicaciones que interesan a la sociedad,
de contenido antropológico161. Pero las afirmaciones sobre la antropología
que surgen directamente de la revelación se encuentran ya en el primer
número del proyecto.
Filius Dei caro factus est et verus homo fuit, unus ex nostri generis membris ac
simul novus Adam, caput familiae humanae redemptae. Sub Spiritus Sancti
influxu, Ecclesia omnes homines tamquam filios Dei adoptivos in unitatem
mystici Corporis Christi coadunare annititur, «donec occurramus omnes in
162
Cf. Jn 1,14; Ef 4,13. A estas afirmaciones precede la confesión de la Iglesia
como institución divina. Sirven, a su vez, como argumento que justifica la condición
encarnada de la Iglesia en el mundo. En el mismo número, se enseña el lugar que,
según la fe, tiene en el mundo el hombre, creado a imagen de Dios.
163
Cf. Textus prior, § 6; Adnexum I, § 2.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 69
164
AS III/5, 383-395. Cf. Turbanti, 463-466.
165
§ 6: «necesse est duo animadvertere: conceptionem christianam hominis atque
eius vocationis, et characterem christocentricum quo christianus homo videt mundum
eiusque historicam evolutionem explicat». A cada una de estas dos cosas se dedican
los §§ 7-8.
166
§ 7 (De integra hominis vocatione). Cf. ibid.: «Omnia enim vere sunt nostra, si
nos sumus Christi, sicut Christus est Dei Patris». Cf. 1Co 3,23.
167
Cf. Heb 13,14; Jn 3,16.
168
La referencia implícita es Ef 5,1: «Sed, pues, imitadores de Dios, como hijos
queridos.»
70 CRISTO Y CADA HOMBRE
4.2.3 Pourchet
Por último, el francés Pourchet (Saint-Flour) toma como punto de inicio
de su proyecto la nueva conciencia de la solidaridad entre los hombres172.
La segunda parte de su propuesta se dedica a las consecuencias que para los
cristianos tiene esta experiencia generalizada de unión entre los hombres.
Comienza haciendo una afirmación de fe acerca de la verdadera humanidad
de Cristo173. Seguidamente, extrae de esta verdad un principio de relación
171
Cf. Jn 1,14; Hb 2,17; 4,15; Rm 8,3. El contexto de la cita presenta a la Iglesia
evangelizadora de los pobres, como testigo y sacramento de Jesucristo, que se hizo
pobre y se humilló hasta la cruz por la salvación del mundo. Cf. Flp 2,6-8; 2Co 8,9;
Hb 5,7-8; 12,2; He 3,8; 5,18; 10,38; Lc 4,18-19.
172
AS III/5, 595-606. Cf. Turbanti, 466-468.
173
«Dei Filius homo verus factus est, omnia ex nostris capiens, solo peccato quod
nos destruit excepto. Creata eius natura absorpta non est in divina, sed integra subsistit
humanitas Dei facta: nam quod non assumptum, nac salvatum esset.» AS III/5, 598.
72 CRISTO Y CADA HOMBRE
174
«Mundo iam per Spiritum in saecula praesens, nostram nec minuit nec destruit
humanitatem, sed in propriam reducit dignitatem simul cum ad divinam evehit. Quem
Creator statuit ordinem illum non frangit Redemptor, in quo omnis homo exhibetur
perfectus.» AS III/5, 598. Cf. Col 1,28.
175
AS III/5, 603-604. Cf. Rm 8,21-23.
176
Se insiste particularmente en la noción de una encarnación que permanece en
Cristo resucitado y que, por tanto, tiene una relevancia siempre actual: «Sic Christus in
Ecclesia sua vivens, non est Dominus alicuius mundi a nostro alieni; cum numquam
dereliquerit carnem et humanitatem e Virgine Maria receptas, iam exsurrectus
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 73
4.2.4 Congar
El documento de Congar no es una propuesta global del esquema, sino
una reflexión que el teólogo expuso en el equipo doctrinal del grupo
«Iglesia de los pobres» el 18 de octubre de 1963 acerca del «misterio de los
pobres» y que –según testimonio de Gauthier– pasó como informe
teológico a la Comisión doctrinal del Concilio177. Para esta aportación,
Congar se inspiró notablemente en las reflexiones de Gauthier nacidas de
su experiencia de Nazaret, que abundan en el tema de la identificación de
Jesús con los pobres178. Como ya mencionamos, la aportación de Congar
influyó en algunas propuestas previas al texto de Häring. En nuestra
opinión, se trata de una influencia persistente, reconocible tanto en el
documento de Zürich como en el textus prior, allí donde hablan de la
primitiae et pignus est huius mundi a se transfigurat.» AS III/5, 604. Cf. K. RAHNER,
«Eterna significación».
177
Y. CONGAR, «Jalons d’une réflexion sur le mystère des pauvres». Cf. ID.,
Journal, I, 484-485. Aparece publicado como anexo en P. GAUTHIER, «Consolez mon
peuple», 302-327; cf. p. 37. El mismo texto aparece también como un capítulo en Y.
CONGAR, Jésus-Christ, 71-94. Turbanti parece confundir esta contribución con otra
que el mismo autor realizó también en el colegio belga en noviembre del año anterior
y que se publicó como «Titres et honneurs dans l’Église». Cf. Turbanti, 322. Sobre la
relación de Congar con el grupo «la Iglesia de los pobres», cf. Y. CONGAR, Journal, I,
280-281, 362, 468, 472, 474, 484-485; II, 362, 500. Ancel, como obispo, y Congar,
como perito, formaron parte del equipo doctrinal de este grupo. Cf. Alberigo, III, 154.
Sobre su influencia desde la primera sesión y su huella en el texto de Malinas, en el
que Congar participó, cf. supra, 1.3.
178
En Y. CONGAR, Pour une Église servante, 10-12, se menciona con otro nombre
(Jésus, l’Église des pauvres. Réflexions nazaréennes pour le Concile) una obra de
Gauthier que sería publicada unos meses después, en diciembre de 1963, P.
GAUTHIER, Les Pauvres, Jésus et l’Église. Este «compañero de Jesús carpintero» se
refiere a la identificación de Jesús con los pobres como presencia o identidad «social»,
que no se trata de una identidad física ni meramente moral, y que hay que distinguir de
la real-eucarística y la mística-eclesial. Cf. ibid., 59-60. «Mais ces deux identifications
(Jésus = Église, Jésus = pauvres) ne sont pas univoques, chacune étant “une certaine
identité”, comme celle de l’homme et de la femme dans le mariage qui n’absorbe pas
la personne de chacun, mais l’accomplit.» Ibid., 63.
74 CRISTO Y CADA HOMBRE
179
Cf. supra, 2.1; 2.2; 3.1.
180
Esta influencia renovada tal vez haya que atribuirla a la publicación del
documento, como artículo en julio de 1964 y como anexo en el libro de Gauthier ya
citado. Aunque salió a la luz en 1965, el libro pretendía ser expresión pseudo-oficial
de «la Iglesia de los pobres» y, como tal, su contenido era conocido por sus miembros.
Ancel, que no estaba de acuerdo con el cariz oficial que se le quiso dar, no firmó el
manifiesto del prólogo. Cf. Alberigo, IV, 356. Para el informe oficial que Pablo VI
pidió a Lercaro, también se contó con la colaboración de Congar. Cf. Alberigo, IV,
355-356; Y. CONGAR, Journal, II, 231. Cf. Église et pauvreté, 9-21; 135-155. Este
libro complementa la obra de Gauthier con reflexiones sobre la pobreza,
correspondientes a la sección más sociológica del grupo «la Iglesia de los pobres». El
informe al Papa, que sin duda influyó en la redacción de Populorum progressio, puede
leerse en G. LERCARO, Per la forza dello Spirito, 157-170.
181
Y. CONGAR, «Jalons d’une réflexion», 307-309.
182
Y. CONGAR, «Jalons d’une réflexion», 309. Cf. Mt 25,31-46; 18,5; Mc 9,37; Lc
9,4; Jn 13,20; Mt 10,40s.
183
«Il ne s’agirait alors de rien d’autre que de la révelation de ce trait propre et
décisif de l’ethique chrétienne: nos actes comportent une relation verticale à Dieu ou
au Christ.» Y. CONGAR, «Jalons d’une réflexion», 312.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 75
184
Y. CONGAR, «Jalons d’une réflexion», 316-317.
185
Cf. Mühlen, 95-218. Cf. infra, VIII.2.2.2b).
186
Y. CONGAR, «Jalons d’une réflexion», 316.
187
Cf. Y. CONGAR, Sainte Église, 163-180. Cf. ibid., 171: «Il y a une ontologie
originale de l’homme chrétien, et de l’Église elle-même, qui est une ontologie de
communion virtuellement universelle.»
76 CRISTO Y CADA HOMBRE
188
Cf. Y. CONGAR, «Sur l’inclusion». Cf. infra, III.1.
189
Y. CONGAR, «Jalons d’une réflexion», 317. Congar toma el calificativo
«jurídico» de Preiss. Detrás se encuentra también probablemente la reflexión de
Hocedez: en la solidaridad mística basada en la unión hipostática hay que distinguir
los aspectos jurídico, ontológico y moral. Cf. E. HOCEDEZ, «Notre solidarité», 390-
399. La dimensión jurídica consiste en «l’élection divine et le décret efficace de Dieu
constituant Jésus chef responsable et représentant de la race humaine». Ibid., 390.
190
Y. CONGAR, «Jalons d’une réflexion», 324. Cf. B. SESBOÜE, Jesucristo, I, 161-
162; A. CORDOVILLA, «El Dios Goel». No así puede remitirse esta calificación
«jurídica» al hecho de que «Jesús, Dios hecho hombre, atrae a los hombres a formar
con él un único sujeto de derecho a la herencia de Dios», pues tal «derecho» está en
dependencia de la respuesta personal de fe.
191
Y. CONGAR, «Jalons d’une réflexion», 319.
192
Fueron los peritos y padres alemanes los que introdujeron la utilización
analógica en el Concilio del concepto de sacramento, referido al misterio de la Iglesia.
Cf. Alberigo, III, 55; 58-60. La polémica que acompañó este uso seguramente no
aconsejaba su extensión al campo de la antropología en otro texto conciliar.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 77
193
Y. CONGAR, «Jalons d’une réflexion», 324. De forma muy similar, escribe
Mouroux, en su aportación de 1963 al esquema, publicada junto con la de Congar: «Il
s’est fait serviteur et esclave; il a vécu pauvre et caché; il a travaillé de ses mains et
rendu témoignage par sa vie comme par sa Parole; il a vécu fraternellement avec les
hommes, bouleversé de leurs misères, déchiré par leur péchés, voué dès le
commencement à leur rédemption; il a donné, jour après jour, ses forces, son amour,
sa peine, et finalement sa vie afin d’accomplir les Écritures, de sauver les hommes, de
consacrer le monde à la gloire du Père.» J. MOUROUX, «La seigneurie de Jésus-
Christ», 296.
194
En su pequeño ensayo de cristología, Congar hace hincapié en este aspecto,
haciéndose precursor de una cristología de los misterios de Jesús. Cf. Y. CONGAR,
Jésus-Christ, 55-61 («De Nazareth au Golgotha»).
195
Cf. Y. CONGAR, Journal, II, 511: «Schéma XIII: y ai travaillé: chap. I, IV.»
78 CRISTO Y CADA HOMBRE
a) El hombre en el universo
El segundo capítulo (§§ 13-18) se dedica a los principios teológicos,
como criterio para discernir la realidad a la luz de la fe197. Ya el título
–«L’homme dans l’univers»– anuncia un cambio de enfoque. Se ha
abandonado la consideración sobre la naturaleza y la vocación del hombre,
en favor de una perspectiva más fenomenológica y existencial. Además de
una problemática nueva, también el modo de afrontar las cuestiones es
nuevo, a partir de una «concepción dinámica y evolutiva» (§ 14). No se
está esquivando de esta manera la exposición de la doctrina, sino que,
siguiendo sugerencias del año anterior, se presenta en correlación con las
necesidades que se observan en los hombres del tiempo –a lo cual se ha
dedicado el capítulo I– y adecuándolo a su sensibilidad. Así la doctrina
podrá ser significativa y susceptible de ser acogida por unos destinatarios
196
P. HAUBTMANN, L’Église dans le monde de ce temps (PCPL 475). El esquema
consta de un proemio y tres capítulos, con el siguiente contenido: descripción de las
condiciones del mundo contemporáneo, lectura creyente a partir del designio de Dios
sobre el universo y el hombre, acción de la Iglesia respecto a los diversos problemas
sociales. Esta tripartición corresponde a la sugerencia de F. HENGSBACH, De
Reformando Schemate (PCPL 443): conspectus, principia, orientationes. Para la
Subcomisión se realizan traducciones al latín y al inglés (PCPL 476 y 477).
197
Publicado como anexo en Aparicio, 251-257.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 79
198
A la clave cristológica, se suma la misteriosa mediación eclesial en J.
MOUROUX, «La seigneurie de Jésus-Christ», 295-296: «si le Christ travaille par son
Église, il peut aussi à travers elle, atteindre l’humanité entière, “tirer tous les hommes
à soi” (Jn 12,32), parler au plus secret de leur conscience (Rom. 2,12-16), les appeler
silencieusement à la foi et au salut, si bien qu’au dernier jour, ils viendront s’asseoir au
banquet éternel “avec Abraham, Isaac et Jacob, dans le Royaume des Cieux” (Mat.
8,11-12)». La cercanía del texto de Ariccia y de Mouroux a la tesis rahneriana del
cristianismo anónimo es patente.
199
De ordine morali (1962) y esquemas de marzo y mayo de 1963. Cf. supra, 1.1;
1.2.
80 CRISTO Y CADA HOMBRE
reconocen –o no– su voz, da la vida por ellos (cf. Jn 10,14-16). Otras citas
implícitas en estas líneas son 1Tm 2,4 («quiere que todos los hombres se
salven»); Jn 3,17 («Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al
mundo, sino para que el mundo se salve por él») y el mismo prólogo de
Juan («vino»; cf. Jn 1,11). Esto da una idea de la densidad de un texto que
usa el lenguaje más inmediato de la fe –el que Dios mismo le proporciona
al hombre en la palabra inspirada, o las metáforas e imágenes de la
tradición litúrgica o piadosa– para dirigirse a los hombres haciendo resonar
en ellos la voz misma de Dios que ya suena en su interior. De estar
redactado con más adecuación a las normas acostumbradas, el documento
sería un empedrado de citas. Sería quizá también más sobrio en sus
expresiones, que a menudo son conceptualmente redundantes, pero no
superfluas, semejando la insistencia de un buen maestro que busca ser
entendido200.
Las consecuencias que el documento saca de esta doctrina se resumen
en la afirmación del valor del trabajo humano dentro del plan divino de
salvación201. Este valor concierne a «las actividades más cotidianas» del
hombre, de las que se hace una extensa referencia: de la madre de familia,
del trabajador, del técnico o ingeniero, del campesino, del oficinista, del
panadero. En el plan divino toman parte también los que, aun sin creer en
Dios, actúan con una actitud de servicio y siguen su conciencia, bajo el
influjo del Espíritu. El fundamento teológico de esta afirmación queda
resumido en la categoría de la recapitulación, que da al designio divino
sobre el mundo y sobre cada hombre un eje y una meta cristológicos.
Si cependant ils agissent avec droiture, dans un esprit de service, et en
obeissant à leur conscience –que l’Esprit-Saint excite quand Il le veut, même
s’ils ne le reconnaissent pas– on ne peut douter que leurs activités ont une
certaine valeur devant Dieu et qu’elles prennent place dans son mystérieux
200
Otro ejemplo de esta actitud, en el mismo § 16: «C’est par la Croix qu’Il a
voulu régner. Lui-même ne force l’adhésion d’aucun homme, mais Il se tient à la porte
de sa conscience, veut lui parler coeur à coeur et attend la réponse de l’amour. Les
prosternements de l’esclave n’ont pour lui aucun prix.»
201
Todo el capítulo parece encaminado a dar fundamento teológico a la actividad
humana en el mundo: «toute cette somme gigantesque d’efforts séculaires, ne sont pas
sans prix aux yeux de Dieu et que, conduits d’une façon humaine et en conformité
avec l’ordre divin, ils prennent certainement place dans le plan rédempteur. […] tous
sont fondés á voir dans leur travail un prolongement de l’oeuvre créatrice, une réponse
à l’appel du Maître de toutes choses qui veut avoir besoin de leur libre collaboration
pour l’achèvement du monde, un apport personnel à la réalisation du plan providentiel
dans l’histoire» (§ 17).
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 81
dessein: réunir toutes choses dans le Christ, les célestes comme les terrestres
(Eph 1,10) (§ 17).
Estas líneas traducen a términos de colaboración en la obra divina lo que
ya se había promulgado en LG 16 acerca de la salvación de los no
creyentes202. Por otra parte, el alcance universal de Cristo es afirmado a
través de la categoría de recapitulación, aportada por la cita del himno de
Efesios, en un sentido más escatológico que estrictamente soteriológico. Se
completa la referencia trinitaria al recordar la acción del Espíritu Santo:
sopla donde quiere (cf. Jn 3,8) y «no se puede dudar» –se anticipa el
«tenere debemus» de GS 22e– del valor del trabajo de aquel que, aun sin
creer, es movido por el Espíritu. La actividad del hombre no creyente tiene
«un cierto valor ante Dios». La indeterminación del quodammodo de GS
22b habrá que leerla también en esta clave, como una matización de la
inserción en Cristo de todo hombre y, por ende, del valor de su trabajo en
relación al Reino.
La consecuencia de la doctrina sobre el hombre se prolonga en el § 18,
dedicado a la autonomía de las realidades terrenas:
voyons plutôt dans toutes les victoires du genre humain un signe de la grandeur
divine et une conséquence de la décision ineffable par laquelle Il a voulu que
l’homme fût à son image. [...] De même que un père se glorifie dans ses
enfants, Dieu prend plaisir dans les succès de ses fils, qu’Il contemple dans le
Verbe Incarné et qu’Il appelle à devenir, par la grâce de l’Esprit, participants de
sa propre Vie (§ 18)203.
El hombre ha sido creado a imagen de Dios y está asociado por ello a la
obra del Creador. Dios ve los progresos técnicos y materiales de la
humanidad con buenos ojos, ya que contempla el trabajo de sus hijos «en el
Verbo Encarnado»204. Esta vaga alusión al tema de la inclusión de los
202
Se siguen así las indicaciones de Provenchères en el debate del textus prior. Cf.
supra, 3.3.1.
203
En el texto aparece reflejada la entrevista que mantuvieron Moeller y
Haubtmann el 12 de enero de 1965, donde remarcan la conveniencia de una
antropología elaborada con un lenguaje bíblico, empezando por la categoría de la
imagen: «Le passage constant de l’ordre naturel à l’ordre surnaturel avait eté critiqué.
On décida donc d’éviter ces termes et d’adopter les expressions bibliques d’alliance,
de grâce, de nouvelle création, de participation divine, comme le P. Bouillard
l’expliquait dans un article récent du tome III des mélanges Henri de Lubac.» Moeller,
106. Cf. H. BOUILLARD, «L’idée de surnaturel».
204
La metáfora de la mirada de Dios dirigida al hombre a través de su Hijo tiene
una larga historia. Aparece ligada al tema de la imagen en Adnexum I, § 2. Cf. supra,
82 CRISTO Y CADA HOMBRE
b) El hombre en la sociedad
Como reflejo de lo que ya observamos en la anterior sesión conciliar, es
en la parte del esquema dedicada a la dimensión social (capítulo III:
L’homme dans la société) donde encontramos mayor cantidad de elementos
que formarán parte de GS 22. Entre ellos, y por primera vez en el proceso
de redacción, la fórmula «cum omni homine». Primeramente, reproducimos
parte del artículo 19 (L’homme ne se connaît pas lui-même), donde pueden
verse elementos que, modificados, irán a parar a los párrafos primero y
quinto de GS 22 (los destacamos en cursiva):
Pour lui-même, en effet, l’homme est un être plein de mystère. Créé à l’image
de Dieu, il ne peut pleinement se comprendre qu’en regardant l’Homme
parfait, le Christ Jésus [Eph. IV, 13], qui n’est pas seulement, comme nous
tous, à l’image de Dieu, mais qui est lui-même, personnellement, Image du
Dieu invisible et Fils unique du Père. Nouvel Adam [I Cor. XV 45], il éclaire
tout homme venant en ce monde [Jn. I 9], et il sait ce qu’il y a dans l’homme
3.2. Cf. M.J. SCHEEBEN, Die Mysterien, 317: «Gott sieht uns also nicht mehr bloß in
der Würdigkeit unserer eigenen Person, sondern in seinem Sohne und seinem Sohn in
uns».
205
Sobre este aspecto llaman la atención ciertos teólogos de la época, que lamentan
la desconfianza generalizada hacia la modernidad que se había instalado entre algunos
cristianos. Cf. Semana de los Intelectuales Católicos de 1962, Travail et conditon
humaine, especialmente J. LACROIX, «Philosophie du travail». De Lacroix es también
esta cita que aporta M.D. CHENU, «La teologia del lavoro», 306: «Umanizzando la
natura, il lavoratore diventa piú uomo, diventa sempre piú uno con l’intera umanitá, e
conquista il suo essere oggettivo.» En palabras del mismo Chenu: «l’humanité du
Verb incarné [...] s’incorpore de génération en génération la communauté des hommes
en acte de coopérateurs de la création. Création et Rédemption sont solidaires, par la
solidarité de l’homme et de la création, de l’Homme-Dieu qui est le Verb créateur, de
tous les hommes que, dans le Christ, entreprennent le salut de la création entière». ID.,
«Une constitution pastorale», 8-9. Chenu se convirtió en un propagandista
entusiasmado del esquema XIII, en medio de las voces críticas que precedieron a la
cuarta sesión. Cf. Turbanti, 643-651; J. KOMONCHAK, «Le valutazioni».
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 83
[Jn. II 25]. La foi nous dit aussi que nul ne peut être sauvé sans Lui : car « il
n’y a pas sous le ciel d’autre nom donné aux hommes par lequel il nous faille
être sauvés » [Actes IV 12 ; II 21 : Jésus = Yahvé sauve]. Certes, le salut dont
il s’agit ici est le salut éternel ; et il n’est pas douteux que celui-ci dépasse
largement les limites de l’Eglise institutionnelle. Mais d’une part le citoyen du
ciel vit et se forme sur cette terre et, d’autre part, la vocation de l’homme étant
une, tout ordre social pour être humain doit nécessairement tenir compte de sa
personnalité intégral et donc de son lien personnel et ontologique avec son
Créateur. Or, de par la volonté du Père, chacun ne trouvera son
accomplissement plénier que dans le Christ lui-même, vrai Dieu et vrai
homme. C’est pourquoi ce Saint Synode est persuadé que la Bonne Nouvelle
que le Christ a confiée à son Eglise peut aider le genre humain, même dans sa
marche terrestre. « Je n’ai ni or, ni argent, disait l’Apôtre Pierre ; mais ce que
j’ai, je te le donne : au nom de Jésus-Christ, lève-toi et marche » [Actes III - 6].
Ce que l’Eglise peut, aujourd’hui encore, offrir au genre humain, c’est la
révélation même du secret ultime de l’homme.
El misterio del hombre sólo se comprende plenamente a partir del
misterio de Cristo (cf. GS 22a). La razón de ello se encierra en algunos
títulos cristológicos que se usan en el texto y también en GS 22: Jesucristo
es «el hombre perfecto», «imagen del Dios invisible», «el nuevo Adán»
–aunque, por la cita usada, debería decir «el último Adán», tal como
aparece en GS 22–. Consiguientemente, cada persona «sólo hallará su plena
realización en el mismo Cristo». La idea de Cristo como exemplar, tal
como aparecía en los esquemas de Zürich, parece estar tras esta afirmación.
Por otra parte, la vocación del hombre –se corregirá en GS 22e: la vocación
última del hombre– es única, esto es, la salvación eterna. Y no hay que
dudar –cf. el «tenere debemus» de GS 22e– que esta salvación alcanza
también a quienes no pertenecen visiblemente a la Iglesia.
La afirmación «cum omni homine», finalmente, aparece en el contexto
de lo que constituye el antecedente de GS 27 (§ 24: Le respect de la
personne humaine), cuya temática se trataba en el § 20 del textus prior.
Mais qu’est-ce que respecter quelqu’un? Il nous semble que c’est en premier
lieu tenir compte de lui, le «regarder», et le traiter en tout avec égards, comme
un frêre, mieux comme le Christ lui-même. Notre Seigneur, qui a voulu
s’identifier en quelque sorte à tout être humain [el subrayado es mío], a lui-
même regardé avec respect et amour tous ceux qu’Il côtoyait, et c’est à partir
des réalités les plus familières qu’il a évoqué le Royaume de Dieu. Il savait
qu’à travers ces gestes simples et quotidiens, la destinée de chacun se joue.
L’attention à la vie concrète de notre prochain, quelqu’il soit, mais sourtout de
ceux qui souffrent, de ceux qu’on mépris, de ceux qu’on oublie, par exemple
84 CRISTO Y CADA HOMBRE
de ce vieillard solitaire, de ce travailleur étranger, de cet enfant illégitime qui
supporte injustement le poids d’un péché qu’il n’a pas commis, est la première
marque de l’amour. L’inattention à la vie est déjà une forme de mépris. Ceux-là
le savent bien qui exhalent si souvent leur tristesse ou hélas leur rancœur en
disant: «Il ne m’a pas même pas regardé!». Notre Seigneur a regardé et
accueilli tout le monde, même les prostituées, et il a mangé à la table des
pécheurs. Partout Il voyait l’Esprit au travail dans le cœur de tout homme206.
Hay que subrayar algunas particularidades de esta redacción. En primer
lugar, el fundamento cristológico que se invoca no es, directamente, el
dogma de la encarnación. Se usa, en cambio, un lenguaje no teológico,
evocando la solidaridad concreta que Jesús mostró en su vida terrena a
través de sus gestos de acogida hacia los marginados. Estos gestos, que
Jesús mismo presenta como norma de vida en la parábola del buen
samaritano, se resumen en el tema de la «mirada»207. Se trata de una mirada
profunda, que al reconocer a la persona era capaz de ver al «Espíritu
trabajando en el corazón de todo hombre». La conexión que aparece en este
texto entre la identificación de Cristo con cada hombre y el trabajo del
Espíritu en cada hombre permite trazar una correspondencia entre GS 22b y
GS 22e ya desde este estadio de la redacción. No se mencionan, en cambio,
los gestos por excelencia de la solidaridad y de la identificación de Jesús
con los hombres, que se realizaron en su Pasión. El texto intenta expresar,
más bien, el valor de los gestos menores, para subrayar que «a través de
estos gestos sencillos y cotidianos se juega el destino de cada uno» y, por
ende, la importancia de «la atención a la vida concreta de nuestro
prójimo»208. Los siguientes párrafos del artículo hablan de las
206
En las traducciones al inglés y al latín, que estuvieron también disponibles en
Ariccia, se leía: «Dominus noster, qui voluit seipsum quasi identificare cum omni ente
humano […]» (PCPL 476); «Our Lord himself, who was willing to identify Himself in
some way with every human being [...]» (PCPL 477).
207
En el texto se puede ver una alusión implícita a Lc 10,30-37, donde se opone la
actitud del sacerdote y el levita («lo vio y pasó de largo») a la del samaritano («lo vio y
se compadeció»). Ciertamente, sólo una fenomenología de la mirada de Jesús,
verdadero Buen Samaritano (cf. AH III, 17), puede sanar el sombrío resultado del
análisis de Sartre sobre la mirada humana –que le llevó a afirmar que «el infierno son
los otros»– y alentar al hombre a tener re-spectum, esto es, a mirar consideradamente a
sus prójimos. Cf. F. COPLESTON, Historia de la Filosofía, IX, 342-345.
208
Probablemente hay que ver detrás de esta afirmación de Haubtmann, así como
en su insistencia en la mirada, el concepto clave de «atención» en S. Weil, filósofa
cercana al ambiente obrero francés previo a la segunda guerra mundial, cuyas
principales obras se publicaron póstumamente en los años 50. Cf. C. MOELLER,
«Simone Weil»; C. HELL, «Simone Weil». Cf. S. WEIL, A la espera de Dios, 93-94:
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 85
«La atención creadora consiste en prestar atención a algo que no existe. La humanidad
no existe en la carne anónima e inerte al borde del camino. El samaritano que se
detiene y mira, presta sin embargo atención a esa humanidad ausente y los actos que se
suceden a continuación dan testimonio de que se trata de una atención real. [...] El
amor ve lo invisible.»
209
Daniélou escribió en su primer informe durante la reunión de Ariccia: «Il faudra
veiller à éviter des doublets entre la partie anthropologique et le developpement de la
deuxième partie sur la dignité de la personne.» SUBCOMISIÓN DOCTRINAL, Rapporto 1
(PCPL 489).
210
Cf. Y. CONGAR, Journal, I, 404; Alberigo, IV, 476.
211
La influencia que ha tenido el trasfondo del apostolado obrero en esta redacción
–y en las subsiguientes redacciones del texto de Ariccia– queda clara al leer las
palabras que Ancel dirige al encuentro nacional de la Acción Católica obrera de
Francia en mayo de 1965, justo antes de que la Comisión de coordinación diera el
visto bueno al esquema. Tratando el tema de los valores humanos y cristianos, casi
realiza un comentario a GS 22 b y e: «nous savons, nous chrétiens, que le plan de Dieu
est unique. Dieu ne veut pas que nous séparions ce que est humain et ce qui est
chrétien. Nous savons aussi que Dieu aime tous les hommes et qu’il veut les sauver
tous. Et quand Dieu veut quelque chose, il emploie le moyens pour y arriver. Enfin, il
sait aider les hommes tous en respectant leur liberté! Il ne les “annexe” pas; il se met à
leur service pour donner à leurs actions une valeur qu’ils ne pourraient pas leur donner
par eux-mêmes. […] Dieu aide tous les hommes à agir selon sa conscience et quand
un homme a agi selon leur conscience Dieu intervient, d’une façon que nous ne
saurions expliquer, pour donner à cette action une plus grande valeur. Cette valeur,
nous pouvons déjá l’appeler une valeur chrétienne, puisqu’elle vient du Christ.»
Concluye Ancel: «Nous devons donc nous efforcer de regarder le Christ qui s’agit
dans le cœur de nos camarades (subrayado mío); il n’abandonne aucun de ceux pour
86 CRISTO Y CADA HOMBRE
lesquel il est mort et jamais il ne refuse sa grâce à ceux qui font tout ce qu’ils peuvent
pour répondre aux appels de leur conscience». F. ANCEL, «L’allocution», 1019.
212
Acerca de la reunión decisiva de Ariccia, cf. AS IV/1, 519-520; SUBCOMISIÓN
DOCTRINAL, Rapporto 1-5 (PCPL 489; 490; 492; 493; 494); Moeller, 109-114; Tucci,
85-93; Moralejo, 45-82; Y. CONGAR, Journal, II, 306-319; Turbanti, 497-521.
213
Cf. SUBCOMISIÓN DOCTRINAL, Rapporto 1 (PCPL 489), 1; Tucci, 88; Moralejo,
47; Y. CONGAR, Journal, II, 308.
214
Parente lo denominará el «pecado original» del esquema. AS IV/2, 801.
215
Cf. Moralejo, 50.
216
J. GIRARDI, Progetto per discussione (PCPL 517).
217
Cf. SUBCOMISIÓN DOCTRINAL, Rapporto 2 (PCPL 490), 2; K. WOJTYLA,
Suggestiones (PCPL 470). Además del esquema comentado supra, 4.2.1, para la
aportación de los polacos y la dialéctica establecida en Ariccia entre el texto de
Wojtyla y el de Haubtmann, cf. Turbanti, 379-382; 458-462; 497-499; 505; 509-521;
J. GROOTAERS, Actes et acteurs, 105-129; W. NEWTON, «John Paul II and GS 22»,
388-411. En la reunión de Ariccia también se aportaron otros textos por iniciativa de
diversos miembros de la Subcomisión, que influyeron poco en el desarrollo del
documento. Cf. Turbanti, 497-505. González Moralejo presentó la propuesta ya
comentada supra, 4.2.2. Portier hizo un proyecto de marcado carácter eclesiológico y
centrado en el apostolado laico asociado. V. PORTIER, Situer l’Église dans le monde
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 87
moderne (PCPL 464). Lebret recoge por temas algunas ideas de las intervenciones en
aula, las interpreta personalmente y las coloca en orden simulando una redacción. L.J.
LEBRET, Essai de presentation (PCPL 469).
218
Y no, como advierte Daniélou, «al final del capítulo IV, presentándolo como
una desviación o desorden»; ni sólo como parte del conspectus generalis. Moralejo,
64; cf. ibid. 61-62; SUBCOMISIÓN DOCTRINAL, Rapporto 3 (PCPL 492), 3.
219
Cf. SUBCOMISIÓN DOCTRINAL, Rapporto 1 (PCPL 489), 2-3; Moralejo, 48-52;
60; 74-75. Daniélou, con la colaboración de Wojtyla, rehace el capítulo sobre la
antropología, que se lee la tarde del 3 de febrero en la subcomisión doctrinal: «le texte
(français) du P. Daniélou est assez bon, bien qu’un peu rhétorique et écrit currente
calamo». Y. CONGAR, Journal, II, 314. Cf. SUBCOMISION DOCTRINAL, Rapporto 3
(PCPL 492), 2.
220
«Le thème de l’homme à l’image de Dieu appelait cette présentation
synthétique, puisqu’il implique à la fois la relation avec Dieu et avec le prochain et la
domination de l’homme sur le monde». Moeller, 111-112. Esta triple referencia está
presente desde el inicio del proceso de redacción. Cf. J. DANIÉLOU, De admirabili
vocatione, §§ 3-5.
221
4 de febrero de 1965. Los miembros de este subgrupo fueron: Daniélou
(responsable), González Moralejo, Tromp, Moeller, Srta. Goldie y Hmna. Mary-Luke.
Cf. SUBCOMISIÓN DOCTRINAL, Rapporto 4 (PCPL 493); Moralejo, 66-67; Y. CONGAR,
Journal, II, 315; Turbanti, 518-519.
88 CRISTO Y CADA HOMBRE
222
Moralejo, 70, a partir del informe de Daniélou. Para Haubtmann era importante
aludir al «corazón» del hombre en el esquema, para lo cual recibió en Ariccia el
respaldo de Congar. Cf. Turbanti, 487; 491; 506. Esto provocará la crítica de algunos
padres en el segundo debate. Cf. AS IV/2, 397; 801.
223
Cf. AS IV/1, 558. Cf. Tucci, 89; 92; Moralejo, 57; 76, 98-99. Así se resuelve la
superposición de tareas con la subcomisión «De persona humana in societate»,
presidida por Wright. Cf. Turbanti, 522.
224
Tucci, 93.
225
«Continuant le geste du Christ qui, rempli d’amour pour la race des hommes, a
voulu l’arracher à sa misère corporelle et spirituelle, l’Eglise se sent presée par son
amour pour l’humanité toute entière de l’aider à réaliser son salut, en lui rappelant la
vocation à laquelle l’amour de Dieu l’a appelée et dont la connaissance seule peut
éclairer l’avenir de la civilisation.» SUBCOMISION DOCTRINAL, I-De vocatione
personae humanae (PCPL 499). «Ecclesia, Christi vestigia sequens, qui vult omnes
homines e corporali et spirituali miseria eripere, totam humanitatem in hodiernis
coniunctis adiuvare impellitur, sciens tantum in lumine vocationis hominis integrae
civilisationem faustam viam invenire posse. Conscia est profundis humani cordis
consentire, cum humanae naturae dignitatem propugnat et multis qui vocationis suae
altitudini credere iam non audebant spem restituit.» ID., I-De vocatione personae
humanae (PCPL 509).
226
Son interesantes las percepciones de Congar sobre la aportación de Haubtmann
en Ariccia e inmediatamente después. Tras una primera impresión muy buena, Congar
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 89
racisme, femme, respect de la vie sous quelque forme que ce soit, etc.); soit dans le
conspectus generalis (v.g. le fait des clans, non mentionné dans le texte actuel); soit
dans la partie politique (catalogue des droits). Les menaces particulières sur la
personne (travail forcé, prostitution, torture, camp de concentration, propagande
idéologique, etc.) seront évoquées dans la partie doctrinale.»
230
Cf. Compte-rendu, 1: «Vitanda est nimia perfectio doctrinalis, sed debemus
loqui hominibus nostri temporis, qui non sunt theologi» (Hengsbach); «Style simple,
concret, direct, dégageant une certaine chaleur humaine. (Ceci est très démandé par
l’ensemble des auditeurs laïcs sans exception.)»
231
Schéma XIII (PCPL 620; 625). Los párrafos 4-20 de la versión en francés
pueden leerse en Aparicio, 259-269. Cf. AS VI/4, 134-135; 213-214; AS IV/1, 520-
521. La siguiente opinión, expresada por Philips en la Comisión mixta, puede dar una
idea de cómo afronta su tarea de pulir el esquema: «Per difendere il testo Philips
affermò che esso per il suo carattere particolare e per il fatto di rivolgersi a tutti gli
uomini usava espressioni che potevano apparire tecnicamente poco precise e anche
inesatte dal punto di vista teologico, ma che dovevano essere lette alla luce della loro
accezione nell’uso quotidiano.» Turbanti, 574.
232
El § 20 fue discutido el día 1 de abril. Moralejo, 138: «se inicia la reunión con
la lectura del número 20, que da lugar a una larga discusión». Moralejo no da aquí más
detalles, a pesar de que en muchos pasajes ofrece una transcripción casi literal de las
reuniones. La discusión del § 12, el día anterior, anticipa el tema de la relación entre
vocación humana y eterna, resuelto con la subordinación de toda vocación humana a la
vocación última divina, cuestión que está en el fondo GS 22: «El Capítulo I, más que
de la vocación del hombre, habla de la dignidad de la persona humana. Todo cuanto se
dice es cierto y viene a ser como resumen de la visión filosófica y cristiana del
hombre. Pero falta la visión dinámica. En consecuencia, en el párrafo 12 debe
conservarse la idea del hombre creado a imagen de Dios; como también del dominio
del hombre sobre las demás criaturas. Pero aquí, o más adelante, debe resaltarse que
esta vocación humana en el mundo es consecuencia de su vocación eterna.» Moralejo,
136.
233
Tucci, 96-97. Esta calificación ya la había sugerido Guano en Zürich. Cf.
Moeller, 141. Es la cuestión más importante que se tratará en la Comisión
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 91
breve glosa de cada número de la primera parte (pp. 5-10) y de los capítulos de la
segunda (pp. 10-11).
239
En la versión de marzo: «première partie» (§ 4-10).
240
En la versión de marzo: «deuxième partie» (§ 11-20).
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 93
241
Se trata de los ingredientes que entraron a formar parte del esquema a partir de
la creación de la Subcomisión central a finales de 1963. Cf. supra, 2.1.
242
Cf. § 2: «ex una parte caelum et terram seu universitatem rerum a Deo
creatarum, ex altera parte universam familiam humanam, cuius membra, quamvis
peccatores sint, a Deo tamen personaliter diliguntur, pro quibus Christus seipsum
tradidit et postea resurrexit et qui omnes una eademque gaudent vocatione divina; licet
“mundus” quatenus sub signo Maligni, positus est, Deo hoc tempore adversetur, donec
in fine et ipse per fidem salvetur. Illum uno verbo dicimus mundum, quem sic dilexit
Deus ut Filium suum Unigenitum daret: Christum nempe, lucem mundi».
94 CRISTO Y CADA HOMBRE
243
«Hominis enim persona salvanda humanaque societas instauranda est. Homo
igitur, ac quidem homo totus cum corpore et anima, corde et conscientia, mente et
voluntate, in capite nostrae explanationis collocabitur» (§ 3). Cf. GS 3.
244
«Simul cum dignitate personae humanae, «fundamentalis» aequalitas inter
omnes homines magis magisque agnoscitur; quod cum doctrina cristiana aperte
congruit, secundum quam omnes ad imaginem Dei creati et eadem divina vocatione
praediti sunt» (§ 30). Cf. GS 29.
245
Que ambos elementos aparezcan juntos sustentando la dignidad del ser humano
es adquisición ya del textus prior. Cf. supra, 3.1.
246
Mt 25,40. Citado en el § 27. Cf. GS 27.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 95
247
Cf. § 30: «Ne obliviscamur denique Christum pauperes peculiari amore
dilexisse.» Cf. § 57.
248
Cf. supra, 4.2.4. Cf. § 4 del texto de Malinas; § 18 del de Zürich; § 17 del textus
prior; §§ 27, 30 y 57 del texto de Ariccia. Este tema aparecerá también en GS 72, 88 y
90, fuera de la parte más propiamente doctrinal. Queda, sobre todo, incorporado a la
Constitución sobre la Iglesia (LG 8) y al Decreto Ad gentes (AG 3), en un contexto
eclesiológico (condición humilde de la Iglesia y de su misión), no antropológico ni
ético.
249
«Praesens rerum coaetaneis nostris, sive in Deum credant sive non credant,
multas quaestiones proponit: quorsum haec omnia ducunt? Quid humana navitas
reapse significat? Ad quid tendunt sive singulorum sive societatum nisus? Et si omnia
finaliter ad mortem destinatur, ad quid valet?» (§ 37). Cf. GS 33.
96 CRISTO Y CADA HOMBRE
250
«Haec navitas certum sensum habet, nullo modo absurda est, indubitanter
bonum pro hominibus efficit» (§ 38).
251
Cf. el § 17 del texto de Haubtmann, supra, 4.3.1a).
252
§ 42; cf. GS 35. Se remite a una alocución de Pablo VI: «non basta che l’uomo
diventi più grande in quello che ha, bisogna che egli diventi più grande in quello che é.
Per riprendere l’expressione ben conosciuta di un filosofo contemporaneo, al momento
presente ciò di cui ha più bisogno il grande corpo dell’umanità oggi, è un supplemento
di anima». AAS 54 (1962) 823. El Papa se refiere a la famosa cita de Bergson. La
contraposición de ser y tener, común en los existencialistas (cf. Marcel o Mounier),
reproduce aquella pregunta retórica con la que Jesús reduce al absurdo cualquier
equiparación entre el valor de las cosas que se puedan poseer –hiperbólicamente, «el
mundo entero»– y el de cada persona, para presentar la elección fundamental a la que
cada cual ha de enfrentarse y que implica la salvación o frustración radicales de la vida
(Mc 8,36; Mt 16,26; Lc 9,25). Cf. GS 39. De esta primacía del ser sobre el tener son
testigos privilegiados los pobres: «le pauvre comme l’enfant rapelle au monde la
primauté de l’être sur l’avoir». P. GAUTHIER, Les Pauvres, Jésus et l’Église, 62-63.
253
Cf. § 39: «ut homini individuo et in societate posito permittant integrae suae
vocationis cultum et impletionem. Haec est assertio Apostoli: “Omnia enim vestra
sunt, vos autem Christi, Christus autem Dei” (1 Cor. 3, 22-23)». Cf. § 42. Ya en el
esquema de 1962 De ordine sociale (§ 1) se adujo esta cita paulina para apoyar la
condición de la persona humana como fin de la vida social. El esquema de Haubtmann
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 97
(§ 18), de donde procede esta parte del texto, lo usa para fundamentar la autonomía de
las cosas terrenas.
254
Aquí se trasvasa un texto de Ariccia (§ 18) comentado supra, 4.3.1a), que queda
reducido a la siguiente afirmación: «Sicut filiorum illustria facta patrem magnificant,
sic victoriae hominum Deum glorificant» (§ 39).
255
Cf. § 42: «gratia […] minime destruit naturam, sed perficit, omnia elevando
quae in nobis bona inveniuntur». Esto es congruente con la realidad de la encarnación:
Cristo no ha destruido, sino asumido nuestra naturaleza (cf. § 20).
256
«Ad hoc enim in Christo vocamur ut, mente et corde humano aliisque
facultatibus nostris, prout eas his in terris excolere possumus, at a Spiritu Sancto
purgatis, collustratis ac penitus transfiguratis, simul fruamur, modo quidem
communitatis proprio, ipso gaudio Dei, quando Ipse se totum nobis donabit nosque
Illum ex integra nostra substantia in aeternum laudabimus atque amabimus» (§ 42). En
este texto, que tiene la resurrección como referencia, se desarrolla el aspecto subjetivo
y dinámico de la salvación como contrapartida del aspecto objetivo representado por
las afirmaciones del § 20, basadas en la encarnación del Hijo. Cf. GS 22d; 39.
257
Esta visión unitaria impide ver como incompatibles los logros de la ciencia y la
fe: «Qui enim humili et constante animo, abscondita rerum perscrutari conatur, etiam
inscius quasi manu ducitur Dei, qui omnia sustinet et facit ut sint id quod sunt» (§ 40).
Cf. el § 18 de Ariccia.
98 CRISTO Y CADA HOMBRE
muestra sobre todo a partir de la estructura del texto más arriba apuntada.
Cada uno de los tres primeros capítulos desemboca en la figura de
Jesucristo, como la única instancia capaz de esclarecer el misterio del
hombre. Esto no implica que los artículos anteriores no contengan una
antropología que también surge de la revelación, ni se pretende dividir los
planos natural y sobrenatural; sólo que, siguiendo un itinerario pedagógico,
se colocan primero las afirmaciones que pueden ser mejor acogidas
también por los no creyentes258.
Las primeras líneas del § 36, con el que culmina el capítulo II, contienen
un trasunto en clave comunitaria de la afirmación «cum omni homine».
Natum ex muliere, ex semine David secundum carnem, [a] necessitudines
humanas, imprimis familiares, ex quibus sociales oriuntur, sanctificavit.
Triginta annos vitam duxit opificis sui temoris et regionis. Nuptiis Canae
interfuit, in domum Zachaei descendit, cum publicanis et peccatoribus
manducavit. [b] Ipsius Patris amorem hominumque eximiam vocationem eis
revelavit invocando communissimas res sociales et adhibendo locutiones
figurasque vitae plane quotidianae (§ 36).
Se atribuye también aquí a la iniciativa del Verbo una relación con la
humanidad que proviene del hecho de la encarnación. Tal relación es
definida como un «entrar en la solidaridad humana»: «Ipsum Verbum
incarnatum in coniunctionem humanam introire voluit». La referencia al
nacimiento de María (como en el § 20 de la versión latina) y su ascendencia
davídica subrayan esta inserción «según la carne» en la cadena de las
generaciones humanas, traducción social por antonomasia de su ser-
hombre-como-nosotros, tema tratado en el § 20. También de modo paralelo
al § 20 («trabajó con manos humanas», etc.), se dedican unas líneas a
describir el efecto y signo de esta inserción de Cristo en los diversos
ámbitos de la vida social, con una doble modalidad: a) hechos
(«sanctificavit») y b) palabras («revelavit»). Se verifica así, en el valor de la
vida humana ordinaria revelado por Cristo, lo que en la revelación
entendida globalmente (cf. DV 2; 4). En la parte del párrafo dedicada a la
humanidad en general, donde se encuentra la cita recién comentada, se hace
especial hincapié en la realidad del pecado (cf. de nuevo el § 20,
258
Declara Haubtmann sobre estos capítulos: «Lo schema non parte dall’ordine
naturale per passare poi a quello soprannaturale, quasi che la persona umana abbia due
vocazoni sovrapposte estrinsecamente l’una all’altra. Esso prende l’avvio da verità del
deposito della fede, normalmente ammesse anche dai non cristiani, per sfociare nelle
verità più profonde della fede che si riassumono nel Cristo Signore.». Cit. en De
Riedmatten, 49-50. Cf. infra, 5.1.3, para un tratamiento particular del § 20.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 99
259
«Primogenitus in multis fratribus, inter omnes qui Eum fide accipiunt, dono sui
Spiritus novam fraternam communionem instituit, in proprio scilicet Corpore suo, in
quo omnes, secundum dona diversa singulis concessa, quasi essent alii aliorum
membra, mutua sibi praestarent servitia» (§ 36). La conclusión, que sigue a estas
palabras, consiste en la ayuda que los cristianos pueden prestar a la sociedad con la luz
de la fe y la gracia.
260
«Per solam crucem regnare voluit, relinquens exemplum ut, cum Eo
compatientes, cum Eo quoque conregnemus» (§ 46). Se recoge así la indicación de los
obispos alemanes. Cf. supra, 3.3.1.
100 CRISTO Y CADA HOMBRE
261
«Christus, qui nullius hominis adhaesionem cogit, per Spiritum suum, ad ostium
cordis nostri stat et pulsat, responsum nostrum exspectans» (§ 46). Es clara la alusión a
Ap 3,20, que expresa bellamente con la imagen de la cena la posibilidad de intimidad
con Dios que se abre para el hombre en Jesucristo. La necesidad de la respuesta libre
del hombre, que debe abrir la puerta de su vida a quien ha de salvarle, es subrayada
por una cita de San Agustín: «Qui fecit te sine te, non te iustificat sine te. Fecit
nescientem, iustificat volentem» (PL 38, 923).
262
Es interesante observar que este argumento no está aquí para subrayar la
gratuidad de la redención, preocupación de los esquemas de 1962 (cf. De deposito
fidei, § 40), sino más bien para fundamentar el compromiso de los cristianos en el
mundo, según la línea de reflexión pastoral de la «encarnación redentora».
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 101
5.1.3 El artículo 20
En el número 20 del esquema encontramos por primera vez formulada,
en una versión provisional, la afirmación cuya génesis estamos estudiando:
«En prenant notre nature, il s’est en quelque sorte identifié à tout homme»;
«Ipse, incarnatione sua, Se cum omni homine quodammodo in unum
coaluit». Los últimos tres artículos del primer capítulo (§§ 18-20) rehacen
los §§ 19-20 de la versión de marzo acerca del ateísmo y de «Cristo,
hombre perfecto»263. Siendo relativamente pequeñas las enmiendas en el
resto de párrafos del capítulo, que se cambiaran tanto sólo estos números
indica que fueron temas discutidos hasta última hora. Y aún requerirían un
buen esfuerzo después del debate en el aula hasta alcanzar la última
redacción.
El lugar del § 20 dentro de la organización del esquema y, por tanto, su
significado general, permanece hasta la versión final (GS 22)264. Sin
embargo, no puede decirse lo mismo de los contenidos concretos, ni de la
afirmación que hemos elegido como objeto de este estudio, cuyo sentido no
está aún perfilado y que todavía será modificada en la redacción definitiva.
El artículo comienza justificando la inserción de los párrafos cristológicos
en una sección que se había anunciado (§ 3) antropológica: «Reapse
263
Las notables diferencias entre una y otra redacción en estos pasajes nos obligan
a ver por separado las versiones de marzo (en francés) y mayo (en latín) del § 20.
Véase una sinopsis infra, anexo 1. Una propuesta firmada el 2 de abril por varios
obispos (Nagae, Moralejo, Zoa, Fernandes, Butler, Wojtyla) puede leerse en W.
NEWTON, «John Paul II and GS 22», 403-404.
264
Por eso preferimos posponer este aspecto del comentario hasta más adelante.
Cf. infra, II.3.
102 CRISTO Y CADA HOMBRE
265
Cf. Aparicio, 114-121; R. RUSSO, Cristo nel mondo, 99-109. La concentración
en Cristo del discurso cristiano sobre el hombre era una idea que circulaba en el debate
teológico anterior al Concilio. Fue especialmente influyente la teología de Barth en el
campo protestante, como se percibe en el documento de Nueva Delhi citado supra, 2.1.
En el campo católico tenemos a De Lubac como uno de los testigos principales. Cf.
Catholicisme, 264: «En révélant le Père et en étant révélé par lui, le Christ achève de
révéler l’homme à lui-même.» Cf. también «L’idée chrétienne de l’homme», 168: «le
mystère de l’homme ne peut être pleinement éclairé que par le mystère du Christ». De
Lubac remite a su vez a Montcheuil. A Pascal remite Barthe (Fréjus-Toulon), AS III/6,
44: «Non seulement nous ne connaissons Dieu que par Jésus-Christ, mais nous ne
nous connaissons nous-mêmes que par Jésus-Christ; nous ne connaissons pas la vie, la
mort que par Jésus-Christ. Hors de Jésus-Christ, nous ne savons ce que c’est ni que
notre vie ni que notre mort, ni que Dieu, ni que nous-mêmes» (Pensées, 417). Algunos
hitos a lo largo del proceso de redacción de DV y GS insisten en la misma idea: K.
RAHNER-J. RATZINGER, De revelatione Dei et hominis, I, § 3; Y. CONGAR, De
revelatione Dei; Adnexum I, § 2; P. HAUBTMANN, L’Église dans le monde de ce temps
(PCPL 475), § 19.
266
En la versión examinada en mayo por la Comisión coordinadora se usaba el
término «identificare»: «Ipse, incarnatione Sua, Se cum omni homine quodammodo
identificavit.» AS V/3, 233. Asimismo, en la traducción española repartida a los
padres leemos: «Por su Encarnación, El se identificó, en cierto modo, con todo
hombre». En el acta de la Comisión de coordinación aparece sólo la decisión de
imprimir el texto y, tras el visto bueno de Pablo VI, enviarlo a los padres «sine mora»,
según lo recomienda Suenens. Cf. AS V/3, 282-285; 302-304. Sobre el trasfondo
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 103
Una interpretación literal de las dos versiones nos puede llevar a afirmar
que en la segunda se ha perdido parte del significado dinámico implicado
en «identificarse» y que, en cambio, se ha dado paso a una consideración
más estática. «In unum coaluit» transmite la idea de un resultado, de algo
terminado: la unión entre el Verbo encarnado y los hombres sería un quid
(«unum») disponible como objeto para ser considerado y creído. Así visto,
el sentido del misterio parece sufrir un recorte, en favor de la claridad de
conceptos. No obstante, como el significado de los enunciados no resulta
de la mera suma de significados de las palabras, nos ayudará a distinguir lo
que se quiso decir en uno y otro texto si atendemos también a la diferente
posición que ocupa la frase.
a) Versión en francés
El tema que resume toda la intención del primer capítulo es la dignidad
del hombre267. La «fuente y consagración» de esta dignidad es que el Verbo
se ha hecho carne, uno de nosotros. Tal es la tesis que interesa argumentar,
la cual a su vez descansa en el principio más general enunciado en las
primeras líneas y que justificaba dedicar atención a la figura de Cristo. Las
razones que confirman esta tesis son: a) Lejos de llevar a un desprecio de la
carne, la unión hipostática le ha conferido un valor multiplicado al trabajo,
la inteligencia, la voluntad, los afectos humanos. b) Por la carne se ha
realizado la obra de la redención. c) Cristo nos ofrece su carne como
alimento. Pero no hay que ser ingenuos, es preciso ir «contra los malos
deseos de la carne», como advierte el mismo Jesús (bienaventuranzas,
puerta estrecha, perderse para ganar la vida). En este sendero nos ha
precedido Cristo, y su acción ha sido sanante para una humanidad herida.
Precisamente, no vino a condenar, sino a salvar, a llamar a los pecadores.
¿Sigue haciéndolo hoy? La respuesta es afirmativa, y se especifica el modo
en que lo hace: Cristo, por ser el Verbo encarnado, se ha identificado de
algún modo con cada hombre.
Por tanto, en el caso del texto francés, la consabida afirmación se
encuentra encabezando un pequeño párrafo que viene a reiterar
(aplicándolo a cada ser humano) lo que se dice unas líneas más arriba
relacionando la encarnación y la dignidad del hombre en general; recoge,
además, el sentido de las líneas inmediatamente anteriores, donde se afirma
que Cristo no hace acepción de personas y que vino a llamar a los
pecadores. La frase, que sustenta un pequeño esbozo de teología de la
carne, parece responder a la pregunta: ¿cómo sigue Cristo haciendo hoy esa
llamada indiscriminada, por la que puede alcanzar el corazón del ser
humano, no para condenarlo, sino para sanarlo?
Las afirmaciones que siguen no forman una sucesión caótica, sino que
explicitan en qué consiste esa «identificación» de Cristo: una relación
personal dignificante para el hombre, que es al mismo tiempo llamada a
una incorporación a Cristo. Siendo hombre como nosotros, él establece una
relación personal con todos: llama a cada uno por su nombre (el
«nominatim» de esquemas anteriores) y se hace su compañero268. Si bien
esta relación de identificación puede pasar inadvertida a los hombres, tiene
sus consecuencias. En primer lugar, conlleva una dignidad incalculable
para cada ser humano: el valor de cada uno no puede medirse por los bienes
que posee ni puede intercambiarse por nada269, y menos aún poniendo por
argumento la religión270. Este valor de cada hombre lo ha puesto Cristo de
manifiesto de forma eminente al morir y resucitar por todos: tanto vale cada
persona, como para que el Hijo de Dios dé su vida por ella (cf. 1Co 8,11).
De este modo, se prueba la tesis que vincula encarnación del Verbo y
dignidad humana.
En segundo lugar, la identificación del Verbo con cada hombre invita a
participar en una nueva condición: es una llamada a incorporarnos a él
268
Es difícil no ver aquí una alusión al episodio de los discípulos de Emaús, como
una bella representación, con el lenguaje del evangelio, del problema del ateísmo que
acaba de tratarse en el § 19: «Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el
mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; pero sus ojos estaban retenidos para que no
le conocieran» (Lc 24,15-16). La propia Iglesia, en nombre de Cristo, recorre ese
«commune iter» (§ 1) con los hombres de este tiempo, e invita a reconocer en ella la
presencia divina capaz de iluminar los pasos de la humanidad (cf. § 3).
269
Estas palabras recuerdan la distinción que Kant hace en su Fundamentación de
la metafísica de las costumbres entre el valor de las cosas (precio) y el de las personas
(dignidad). De este modo el Concilio da sustento teológico a una afirmación
fundamental de la modernidad ilustrada.
270
Es interesante recordar esto en un momento en el que está en el candelero el
debate acerca de la religión y la violencia. Si bien redactado en otro contexto, la
autoridad de esta reflexión es la del mismo evangelio (cf. la controversia acerca del
sábado: Mt 12,9-14; Mc 3,1-6; Lc 6,6-11), aunque en la versión francesa se prescinda
de las citas.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 105
b) Versión en latín
En esta segunda versión, interesa argumentar lo que las primeras líneas
afirman acerca de Cristo, clave de comprensión del hombre. ¿Tiene
realmente algo que decir al hombre moderno? La razón hay que buscarla
desentrañando la identidad de Cristo: siendo «imagen del Dios invisible» y
«hombre perfecto», es capaz, no sólo de devolver al hombre a la situación
que el pecado había arruinado, sino de elevarle a una «dignidad
incomparable». ¿Cómo es ello posible? Es posible porque la unión de Dios
y hombre efectuada en Cristo no resulta en menoscabo alguno de la
naturaleza humana asumida273. Es aquí donde se introduce nuestra frase.
271
Cf. último párrafo del § 20. La categoría de alianza aplicada a la totalidad del
género humano es también usada en el § 12 de esta versión en francés, donde se habla
del hombre creado a imagen de Dios. Quizá en el § 20 se pretende hacer corresponder
una y otra alianza. Se trataba allí de la alianza establecida con Noé, la alianza cósmica
que Daniélou sitúa antes de la alianza con Abrahán (según el autor, antes del comienzo
propiamente dicho de la historia de la salvación) y que hay que entender, por tanto, en
sentido analógico. Cf. J. DANIÉLOU, Trilogía de la salvación, 83; 101-118; 149-165.
Este tema de la alianza queda suprimido de ambos párrafos en la versión latina.
272
Cf. § 13: el cuerpo es principio de comunicación en el hombre. Cf. también el §
46 (versión latina), donde se caracteriza la respuesta humana también en clave de
identificación.
273
La cuestión del modo de la encarnación –cómo es posible que podamos decir
con verdad de Cristo que sea, a un tiempo, Dios y hombre– es el tema común de los
106 CRISTO Y CADA HOMBRE
concilios citados junto al texto. La fórmula «una hipóstasis en dos naturalezas» fue
adoptada en Calcedonia, clarificada en el Constantinopolitano II y desarrollada en el
Constantinopolitano III para insistir en la integridad de la humanidad de Cristo. Cf. B.
SESBOÜÉ, Historia de los dogmas, I, 309-345.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 107
274
Cf. la conclusión de Garrone en AS IV/3, 735-738. El esquema en general fue
debatido los días 21-23 de septiembre (C.G. CXXXII-CXXXIV). La primera parte, los
días 24-28 de septiembre (C.G. CXXXV-CXXXVII) y 1 de octubre (C.G. CXL). Cf.
Turbanti, 651-662.
275
Franić (Split-Makarska), AS IV/2, 728.
276
Cf. Seitz (Kon Tum), AS IV/2, 824-839.
277
Baudoux (San Bonifacio), AS IV/2, 374.
278
Cf. Corboy (Monze), AS IV/2, 496: «Doctrina de renuntiatione christiana
excludit defectum realismi et nimium optimismum; doctrina de spe christiana excludit
nimium pessimismum.»
279
Browne (O.P., tit. de Idebessus), AS IV/2, 670: «verba ex quibus intelligi posset
totum genus humanum tandem aliquando ad aeternam salutem perventurum esse.» Se
trata de una percepción acerca de los §§ 2 y 36. Kaczmarek (Gdańsk), AS IV/2, 776.
Renard (Versalles), AS IV/2, 384: «Spes christiana est “in Christo et in Ecclesia”, non
in homine nec in mundo.» Este tipo de críticas llevó a cambiar los números dedicados
a la relación entre progreso humano y Reino de Dios, haciendo más explícita en el
108 CRISTO Y CADA HOMBRE
285
Cf. supra, 3.3.2. Cf. J. MOUROUX, «Sur la dignité», 232-233. Cf. De
Riedmatten, 51: «La questione dei due ordini, naturale e soprannaturale, rimase uno
dei motivi conduttori della discussione. Infatti, era uno dei punti di maggiore
difficoltà; il superamento di esso era un’impresa ardua.»
286
Renard, AS IV/2, 385: «apertius dicatur (n. 20, lin. 11) irruptionem Christi in
mundum vel in personam aliquid novi omnino esse. Iesus est Deus et homo et
Redemptor: nunquam ex argumento philosophiae neque desiderio mere humano
Christus invenitur. Humanismus ipse non est christianus. Oportet igitur revocare
animos ad veritatem praesertim eo tempore quo nonnulli, cum benignitate
commovente, tam proni sint ad inveniendum nescio quid christiani in omnibus rebus,
ut liceat quaerere quid singulare sit in doctrina christiana et num adhuc opus sit
evangelizare! […] Christianismus non est aliquis humanismus superior: […] Ecclesia
homines trahendi ad Illum potestatem habet […]. «Gloria Dei vivens homo» (n. 51),
sed addendum est, cum Sancto Irenaeo: “Vita autem hominis est visio Dei”.»
287
Franić, AS IV/2, 734: «unde qua ratione id quod est posterius assumit id quod
est prius? Qua ratione id quod est posterius potest “includere” id quod est prius?
Habentur quidam theologi qui non plene distinguunt materiam et spiritum; qui totam
humanitatem in Christo actualiter putant incorporatam: qui totam naturam dicunt a
110 CRISTO Y CADA HOMBRE
292
Darmajuwana (Semarag), AS IV/2, 648.
293
Cf. König (Viena) AS IV/2, 26; Corboy, AS IV/2, 495-496.
294
Sólo alguna propuesta pide, junto a la presentación del misterio del hombre a la
luz del misterio de Cristo, una exposición más sólida de la antropología en diálogo con
las ciencias. Cf. Méndez Arceo (Cuernavaca), AS IV/2, 625-628.
295
Schick (Fulda), AS IV/2, 637-638.
296
«Essentia hominis utpote imago Dei vere et proprie revelata est sicut Deus ab
initio eam voluit et secundum significatum et secundum extensionem, primo per
sacramentum incarnationis. Eo quod Christus […] humanam adsumpsit naturam, ita
aperuit coram hominibus novi generis transcendentiam in Deum; […] eam ipsam
[mortem] vicit ac homini per suam a mortuis resurrectionem transcendentiam in
divinam gloriam aperuit.» Schick, AS IV/2, 636.
112 CRISTO Y CADA HOMBRE
297
Seitz, AS IV/2, 838-839. El mismo Seitz señala a Rahner como ejemplo de una
teología capaz de responder a la sociedad contemporánea «más que ningún optimismo
insuficientemente estructurado»
298
Franić dice del § 20: «Sed quamvis redactores huius schematis utantur terminis
abstractis, quoad sensum translatis, minus usitatis, parum intelligibilibus, poeticis, etc.
tamen ne in uno quidem loco de distinctione naturae vel personae mentionem faciunt.
Tamen, quae dicuntur in hoc n. 20 vera sunt solum supposita veritate utriusque naturae
in Christo et unione in persona et hypostasi.» AS IV/2, 731. Se extiende también en las
críticas al § 46 (ibid., p. 733).
299
«Universalis Christi dominatus non est tantum moralis, ore ac more. Resurrectio
non est tantum in fine historiae, sed realiter “omnia in Ipso constant”, nova creatio iam
incepta est, non extra historiam sed ab intra, ut fermentum immortalitatis.» Ziadé
(arzobispo maronita de Beirut), AS IV/2, 438.
300
Parente, AS IV/2, 803.
301
«Les trois moments de la vie du Christ s’unifient dans l’intention rédemptrice:
l’incarnation est redemptrice et la valeur sauteriologique de la résurrection est exposée
dans bien des pages des lettres paulines.» Meouchi, AS IV/2, 426. Cf. Carli, AS IV/2,
689-690: En los §§ 11-20 «fere nihil habet de elevatione supernaturali, de lapsu
originali eiusque sequelis […] lux crucis Christi, idest mortificationis, abstinentia
etiam in licitis, non sufficienter presentatur tamquam ad substantiam ipsam pertinens
status hominis lapsi et redempti.» En la misma línea, Hervás y Benet (tit. de Dora), AS
IV/2, 764. Acerca del § 20, hemos ya citado la opinión de Renard: no basta decir de
Cristo que es Dios y hombre, sino que es además el Redentor. AS IV/2, 384.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 113
302
Meouchi propone aludir a este principio en el § 12, sobre el cuerpo. AS IV/2,
427. Esta máxima surgió en un contexto apologético para defender la realidad de la
encarnación del Verbo y, consiguientemente, la realidad de nuestra salvación. Cf. O.
GONZÁLEZ DE CARDEDAL, Cristología, 211-220. Aquí, en cambio, se pretende usar de
modo inverso, para argumentar la necesidad que tiene el hombre de salvación,
basándose en nuestra condición corporal. Ni que decir tiene que el texto del § 12,
ocupado en proclamar la dignidad del cuerpo, no acoge bien esta inserción (cf. GS 14).
303
«Il est dit que le Christ a travaillé, a réfléchi, a agi, a aimé… mais il n’est pas dit
qu’il a peiné, eu faim, été tenté, dans l’angoisse, au bord du refus.» Seitz, AS IV/2,
835.
304
Corboy, AS IV/2, 495-496.
305
Wojtyla, AS IV/2, 661.
114 CRISTO Y CADA HOMBRE
306
Maximos IV, AS IV/2, 451; cf. p. 453: «Plûtot donc qu’une condamnation
banale, que l’on connaît déjà, envoyons au monde du travail un nombre toujours plus
grand de prêtres et de laïques, prêts a partager la vie de labeur et l’effort social des
hommes de notre temps, en se faisant tous à tous pour leur révéler ce Dieu qu’ils
récusent, mais qu’ils cherchent à tâtons, attirés par Jésus de Nazareth, le Charpentier,
le Sauveur du monde et l’ami des hommes.»
307
König AS IV/2, 454-455: «in saec. XVIII et XIX, Illuminismus et Deismus
destruunt ordinem supranaturalem et theandricum scil. incarnationem. […] evolutio
historica atheismi contra Deum quodammodo initium sumpsit in negatione Dei
incarnati».
308
Marty (Misión de Francia), AS IV/2, 633: «Opus est ut melius distinguatur ad
melius uniendum natura ac supernaturale, historia sacra ac historia profana, spes
theologica ac spes terrena. Vel etiam ac melius, tota quaestio versatur ut hominibus
nostri temporis manifestetur quomodo integra vocatio hominis ad perfectionem
adducta sit per Christum»
309
Méndez Arceo, AS IV/2, 628: «Christus perfectam communicationem offert et
est Ipse communio nostra, ideo pro nationibus, speciatim tertii mundi, unica spes certa
promotionis Christus est.»
310
Florit (Florencia), AS IV/2, 458: «Solutio christiana problematis mali valorem
obtinet solum ubi intellegatur solidarietas quae coniungit nos omnes in Adam et in
Christo, seu in peccato et in gratia. Athei plerumque sistunt in considerando malum vel
dolorem in seipso, et tunc indignantur, et iure quidem, quia sensum non habet. E
contra, ut rite intellegatur, oportet ut in dolore videamus dolorem alicuius membri
corporis humanitatis et suam significationem inveniamus nonnisi in Christo.
Mysterium est solidarietatis per quod percipere possumus doloris valorem.»
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 115
311
Provenchères, AS IV/2, 706. Cf. también el «integre» usado por Schick en una
paráfrasis de la misma cita del § 20, AS IV/2, 637. De un tenor parecido es la
advertencia de los obispos de habla alemana: «Aliquatenus “mysterium hominis” ad
“mysterium Christi” ducere potest et non solum viceversa.» AS IV/2, 904.
312
«Il se trouve finalement plutôt unilateral dans un optimisme qui, parce qu’il se
constate le problème résolu dans le Christ victorieux, laisse échapper les dimensions
du drame qui s’est conclu à la Passion, drame qui continue en nos existences
humaines. Le Christ est présenté comme l’Homme parfait, achevé, triomphant de la
mort sans qu’il semble y avoir eu lutte.» Seitz, AS IV/2, 835. Cf. Sena de Oliveira
(Coimbra), AS IV/2, 839.
313
Cf. AS IV/6, 446.
314
AS IV/1, 570. Indicamos los cambios respecto al textus receptus del mismo
modo que en los anexos (cf. infra, anexo 1).
116 CRISTO Y CADA HOMBRE
^ Homo ergo, Dei imaginem in seipso portans et mirabile mysterium Verbi
incarnati Eiusque opus erga mundum participans, recapitulationem omnium
rerum, peccati vulnere disgregatarum, in Christo et per Christum vere implet.
Virtute enim Spiritus Sancti, Christus opus perpetuo vivum et efficax per
saecula manet, tum in unoquoque hominum, tum in historia humana, donec
Dominus veniat ac Regnum Dei instituatur.
^ Regnum vero Dei non ita concipiendum est ac si Christus creaturas
renitentes vi Ei subiicere velit, sed potius ut ordo ex ipsa unitate redintegrata
exsurgens, ita scilicet ut Christus, Deus-Homo, et auctor sit illius unitatis et
caput novi ordinis exsurgentis, in quo ipse homo fiat integraliter homo et ipse
Deus sit omnis in omnibus
Esta redacción pretende vincular más explícitamente el texto con el §
18, donde se habla del materialismo ateo315. Aparte de confirmar la
importancia de sustentar en Cristo el discurso antropológico de todo el
esquema, la ordenación de los elementos propuesta por el obispo chileno
sugiere un matiz distinto para la afirmación «cum omni homine». Todo el
artículo se concibe como un largo entimema, del cual puede hacerse la
siguiente paráfrasis. En primer lugar, la tesis que se pretende demostrar: La
cuestión del hombre (en general) y de su relación con Dios (en el contexto
actual de extensión del ateísmo) se esclarecen en el misterio del Verbo
encarnado. Después las premisas: 1) Cristo es (el) «hombre perfecto»; 2) el
primer hombre era «figura del futuro»; 3) (premisa elidida, cf. § 12) que el
hombre haya sido creado a imagen de Dios implica una responsabilidad de
dominio del mundo. Sobre estas premisas, se formula el argumento
principal que justifica la tesis: El hombre (considerado tanto singular como
universalmente) participa de modo admirable del misterio del Verbo
encarnado y de su obra en el mundo. A esto se añade un corolario que
incide en la compatibilidad de la fe con el progreso humano: La obra de
Cristo, que consiste en la instauración del Reino de Dios, permanece viva y
eficaz por la acción del Espíritu Santo; se trata, pues, de la obra conjunta de
las tres Personas divinas, en la cual se combinan perfectamente el bien
supremo del hombre y la gloria de Dios.
Quizá esta propuesta del obispo chileno apunte de forma más nítida
hacia el interés del esquema por fundamentar el valor de las realidades y
quehaceres temporales del hombre. Pero deja el artículo un tanto falto de
consistencia, al desechar afirmaciones muy valiosas para reforzar uno de
315
Cf. AS IV/1, 571. Otras modificaciones del párrafo pretenden dejar fuera
afirmaciones que pertenencen a una «atmósfera teológica distinta» a la del resto del
capítulo, o bien añadir «una visión más cósmica y más antropológica de la magnitud y
la misión de Cristo».
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 117
316
Meouchi, AS IV/2, 426.
317
Cardjin (tit. Tusuros), AS IV/2, 394: «Sacra nostra synodus, in hac valde
laudanda pastorali constitutione, ad omnes huius temporis homines Evangelii lumen
vult tendere. Summopere oportet homines illos considerare non generali tantum modo,
sed sicut in concreto inveniuntur et conversantur in mundo huius temporis.»
318
Seitz, AS IV/2, 824.
319
Döpfner, AS IV/2, 33.
118 CRISTO Y CADA HOMBRE
320
Fernández, AS IV/2, 722: «in hac paragrapho quaedam addenda videntur de
Christo in seipso unificante etiam vitam communitariam hominis, scil., Christus non
solum ut principium et finis pro individuo apparere debet, sed etiam pro tota humana
communitate, et sic melius fieret transitus ad cap. II.» Aunque no aparezca en la
expensio modorum, no es descabellado pensar que esta opinión influyera en el «Se
univit» de GS 22b. Cf. J. THOMAS, «Esquisses théologiques», 41: «en lui [le Christ
glorieux] se trouve consommée l’unité de l’humanité. Les hommes y aspirent. Les
communautés humaines, de plus en plus complexes, de plus en plus solidaires, en sont
comme autant d’anticipations. Mais le Christ glorieux présent en tout homme les
rassemblera tous en lui. Il réalisera ainsi en sa personne l’unité parfaite du genre
humain».
321
Como afirma Schick: «eo quod Christus secundum existentiam temporali-
historicam hominis concreti eiusque in mortem ut est devotionem, humanam naturam
assumpsit, ita eam ipsam vicit ac homini per suam a mortuis resurrectionem
transcendentiam in divinam gloriam aperuit. Primogenitus est enim omnium
mortuorum.» AS IV/2, 637.
322
«Homo nempe ex caritate ad caritatem creatus est, ideo liber creatus est, ut actu
amoris in libera oboedientia seipsum Creatori donare possit. Quae libertas
inseparabiliter cum responsabilitate coniuncta est.» Kuharić (Zagreb), AS IV/2, 652.
Ante este tipo de lenguaje y la filosofía que le subyace protesta algún padre. Cf. el
comentario al § 18 de Melendro (Anking): «Haec terminologia nequit admitti; nam
secundum scholasticam theologiam, ratio quae “hominem subsistentem facere potest,
nequit esse aliquid accidentale, ut est amor, sed necessario est quid substantiale”.» AS
IV/2, 793.
323
«Tunc oportet considerare problema atheismi non tantum, in quantum
atheismus est negatio Dei, sed in quantum est status internus personae humanae. Status
iste utique debet investigari criteriis sociologicis et psychologicis, sed profunda eius
comprehensio tantum in luce fidei est possibilis. In luce fidei apparet nobis non tantum
existentia Dei, sed etiam salvifica eius voluntas erga omnes homines, unde venit
supernaturalis vocatio cuiuslibet.» Wojtyla, AS IV/2, 662.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 119
discurso cristiano capaz de apelar al hombre singular es, por tanto, el que
mejor puede ofrecer una propuesta de sentido y una réplica ante el discurso
antropológico del ateísmo.
324
Cf. Turbanti, 635-651. Moeller, 125-128, destaca un importante encuentro
propiciado por Elchinger el 17 septiembre. Cf. Y. CONGAR, Journal, II, 386-387; 394-
396.
325
Para las correcciones solicitadas por los padres y los modi, cf. AS IV/7, 314-
364. Para llevar adelante la ingente tarea en tan poco tiempo, se empleó el mismo
método que Philips ya propuso el año anterior: elaboración de fichas y distribución a
las distintas subcomisiones. Cf. Tucci, 111; Turbanti, 476-477; 688-689. Para los
últimos trabajos sobre el esquema, cf. Tucci, 110-117; Moralejo, 169-173; Y.
CONGAR, Journal, II, 429-431; 467-468; K. SCHELKENS, ed., Carnets conciliaires,
151-155; Turbanti, 686-708. Cf. también el informe de Glorieux en AS V/3, 612-618.
Felici temía aún a finales de octubre que el esquema no estuviera listo para la sesión
pública y había voces entre los padres que pedían pasar el esquema XIII al Sínodo de
los obispos, recién anunciado en el Concilio. Cf. AS VI/4, 578-580; K. SCHELKENS,
ed., Carnets conciliaires, 151-152.
326
Cf. Turbanti, 696. La entera subcomisión De homine estaba compuesta por: los
obispos Doumith, Granados, Ménager, Parente, Poma, Wright (presidente); y los
padres Benoit, Congar, Daniélou, Gagnebet, Kloppenburg, Nicolau, Rahner y
Semmelroth (secretario). Cf. Turbanti, 632-633. Lamentablemente, el diario de
Semmelroth aún no está publicado.
120 CRISTO Y CADA HOMBRE
327
Cf. Turbanti, 690-692; 696. Pablo VI había colocado a Garrone como
presidente de la Subcomisión central al enfermar Guano. Cf. ibid., 627-629. En cuanto
al estilo, ya en la conclusión del debate había prometido Garrone que se antepondría la
claridad a la perfección clásica del latín. AS IV/3, 736. Philips, por su parte, deberá
abandonar el 7 de noviembre, agotado por el trabajo de revisión del texto, y su tarea la
debió asumir el comité de redacción (Haubtmann y Tucci). Cf. Turbanti, 720.
328
En Moralejo, 172, se transcribe la discusión sobre el § 20 que tuvo lugar en la
Comisión mixta el 19 de octubre. No recoge demasiados detalles, pero sí este resumen
de una intervención de Garrone, que da cuenta de la libertad que tendrán las
subcomisiones en la revisión del esquema: «Advierte que los destinatarios del
esquema, y los deseos expresados por los Padres, exigen que el texto sea menos
técnico e impersonal, a fin de que pueda ser bien entendido y aceptado por muchos,
cristianos y no cristianos. Pide además que se dé alguna libertad a quienes han de
resumir el esquema, para que puedan dar al texto brevedad y unidad, sin cambiar nada
de lo dicho en él». Philips opina que el § 20 es demasiado largo (ibid.).
329
Cf. infra, anexo 2. Cf. Textus recognitus et relationes, AS IV/6, 421ss. (C.G.
CLXI, 15 de noviembre de 1965). Para toda la primera parte, cf. ibid., 433-472 (los
números 11-22, ibid., 433-446). Cf. también la «exégesis sinóptica» de GS 22 en
Gertler, 115-137.
330
El cambio del título responde a la crítica de Renard. Cf. AS IV/2, 384-385. Cf.
supra, n. 286. «Titulus mutatur ut irruptio Verbi incarnati in mundum appareat ut
aliquid novi quod ex argumento philosophico aut ex desiderio humano non provenit.»
AS IV/6, 446. También se tiene en cuenta la crítica acerca de una insistencia excesiva
en la victoria de Cristo, por lo cual se menciona la lucha del cristiano en medio de
tribulaciones. La modificación remite en este caso a la aportación de Silva Henríquez.
Cf. AS IV/1, 566.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 121
331
La mención de la validez «pro omnibus hominibus» de cuanto se ha dicho del
hombre cristiano se introduce en el textus recognitus. Se justifica así: «Salus etiam ad
non cristianos extenditur per Spiritus Sancti virtutem.» AS IV/6, 446. Se remite a la
aportación de Grotti. Cf. AS IV/2, 744.
332
Los modi y la respuesta que recibieron por parte de la Comisión competente
perfilan el sentido en que se han de interpretar algunas afirmaciones de GS 22. Para el
examen de los modi, en sesión plenaria de la Comisión mixta (22-27 y 29 de
noviembre de 1965), cf. Tucci, 125-132. En la C.G. CLXVI (2 de diciembre de 1965)
se presentó el texto que habría de votarse el 4 de diciembre y, de nuevo, el día 6. Cf.
AS IV/7, 105-106; 234-314 (textus denuo recognitus); 314-345 (correctiones
admissae; cf. pp. 317-318 para los §§ 11-22); 347-610 (expensio modorum; cf. pp.
371-406 para el capítulo I).
333
AS IV/7, 404: «Ratio: clarius indicatur corporis momentum. R.– Textus sicut
iacet videtur melior.» La integridad de la humanidad de Jesucristo ya se expresa
adecuadamente a través de las citas de Calcedonia y Constantinopla III. Hay que
descartar en el texto toda sospecha de dualismo o de desprecio del cuerpo. Cf. GS 14.
122 CRISTO Y CADA HOMBRE
334
Cf. GARRONE, G., «Introduction», 17-22. Más ampliamente, con atención al
trasfondo cultural, eclesial, teológico..., cf. Moeller, 13-32.
335
Cf. De Riedmatten, 20-33; Moeller, 22-32; Turbanti, 24-31; 104-110; 111-176.
Cf. L. SUENENS, «Aux origines du Concile Vatican II».
336
Cf. supra, 4.2.4.
CAP. I: ESTUDIO HISTÓRICO 123
337
Para una visión general de los factores históricos que precedieron al Concilio,
cf. G. MARTINA, «El contexto histórico». Sobre el ambiente teológico francés, cf. las
pp. 44-51. Para la influencia de los teólogos, cf. también K.H. NEUFELD, «Obispos y
teólogos». Sobre Chenu en particular, cf. también Turbanti, 123-131; 374-378; 643-
651; G. ALBERIGO, «Un Concile à la dimension du monde».
124 CRISTO Y CADA HOMBRE
339
Una intervención de Döpfner muestra cómo cedieron a una postura de
compromiso quienes se empeñaron más en la elaboración de una antropología
cristiana en el Concilio, los obispos alemanes. Después de señalar algunas
imperfecciones del texto, dice en descargo de los redactores: «Documentum nostrum
est aliquod initium novi colloqui cum mundo, et hoc initium est sat difficile. Si ii, quos
alloquimur, hunc dialogum nobiscum prosequuntur, sperare licebit fore ut doctrinae et
directivae ab Ecclesia promanantes de die in diem clarius, abundius et efficacius
proponantur atque exprimentur.» AS IV/2, 29. Cf. también la opinión de Philips citada
supra, n. 231.
ALGUNAS CONCLUSIONES
359
Recuérdese, por ejemplo, la crisis de los misiles en Cuba, durante los
preparativos del Concilio.
132 CRISTO Y CADA HOMBRE
360
Benedicto XVI reproduce esta pregunta, signo de una época, en su visita al
campo de concentración de Auschwitz el 28 de mayo de 2006.
ALGUNAS CONCLUSIONES 133
361
GS es «la prolongación natural y la culminación» de LG. Tucci, 17.
134 CRISTO Y CADA HOMBRE
encarnado debe ser afirmado acerca del misterio que cada hombre es para sí
mismo (cf. GS 21), si se dice con alguna pretensión de verdad y quiere
además ser una réplica válida a los humanismos ateos.
Junto a las implicaciones de la encarnación –que hay que entender de
modo extenso, como referencia a la vida terrena de Cristo y al misterio
global del «uno y mismo Cristo Señor»–, GS 22 va señalando las
consecuencias de los otros misterios de Cristo: su muerte, su resurrección y
el envío del Espíritu Santo. Esto debe disipar toda pretensión de hacer de la
encarnación el misterio único de Cristo; pero no excusa de contemplarlo
como el misterio fundamental, presupuesto de toda la soteriología, tal como
aparece en la tradición cristiana.
Precisamente, en el análisis de GS 22, ha quedado de manifiesto el
trasfondo hondamente tradicional de sus afirmaciones. El segundo párrafo,
en el cual se halla la fórmula que estudiamos, remite a la teología y el
magisterio de la antigüedad cristiana: evoca la concepción patrística de la
imagen de Dios como imagen de Cristo, a través del tema de Adán como
tipo del «hombre futuro»; y cita los concilios cristológicos de Calcedonia y
Constantinopla II y III. Aunque no se vincula explícitamente con ninguna
referencia –como tampoco se menciona la doctrina de Trento, muy presente
en los párrafos tercero y cuarto–, la afirmación «cum omni homine» puede
fácilmente conectarse con la teología de la inclusión en Cristo, presente en
autores como Gregorio de Nisa, Cirilo de Alejandría y, entre los latinos,
Hilario de Poitiers.
El Concilio, además, señala la vía del apofatismo cuando caracteriza el
cierto tipo de unión que se establece entre el Verbo encarnado con cada ser
humano por oposición con la unión hipostática, recién evocada. Es preciso
acudir a los debates teológicos preconciliares para advertir, detrás de la
opción por la vaguedad expresiva, las cautelas que pueden leerse en la
encíclica Mystici corporis. La diferencia respecto a la unión hipostática
define la unión de Cristo con cada hombre por la vía de la negación; cabe,
sin embargo, leer en la expresión quodammodo una invitación a interpretar
esta cierta unión por la vía de la analogía. A desvelar este trasfondo
teológico de la fórmula «cum omni homine» y a indagar en el sentido de
esta diferencia y analogía con la union hipostática hemos dedicado parte del
capítulo III.
Tanto el concepto de unión como el adverbio «quodammodo», en
efecto, sugieren varias asociaciones, que están activadas en el texto por la
referencia a la encarnación del Verbo. En primer lugar, hemos considerado
la conveniencia de que los redactores eligieran el lenguaje de unión
136 CRISTO Y CADA HOMBRE
362
Cf. Conc. Constantinop. II, can. 7: «Neque Deo Verbo in carnis naturam
transmutato, neque carne in Verbi natura transducta»: DENZ. 219 (428). – Cf. etiam
Conc. Constantinop. III: «Quemadmodum enim sanctissima atque immaculata
animata eius caro deificata nonest perempta (theôtheisia ouk anèrethè), sed in proprio
sui statu et ratione permansit»: DENZ. 291 (556). – Conc. Chalced.: «in duabus naturis
inconfuse, immutabiliter, indivise, inseparabiliter agnoscendum»: DENZ. 148 (302).
ANEXOS 141
363
Cf. Conc. Constantinop. III, l. c.: «ita et humana eius voluntas deificata non est
perempta».
364
Cf. 2 Cor. 5, 19; Col. 1, 20.
142 CRISTO Y CADA HOMBRE
365
Const. dogm. Lumen Gentium, Cap. II, n. 16: A.A.S., 57 (1965), p. 20.
366
Cf. Mt. 10, 39; Mc. 8, 35.
ANEXOS 143
367
Cf. Liturgia paschalis byzantina.
368
Cf. Rom. 8, 15 et Gal. 4, 6. Cf. etiam Io. 1, 12 et 1 Io. 3, 1-2.
144 CRISTO Y CADA HOMBRE
369
Cf. Rom. 5, 14. Cf. TERTULLIANUS, De carnis resurr. 6: «Quodcumque limus
exprimebatur, Christus cogitabatur homo futurus»: PL 2, 802 (848); CSEL, 47, p. 33,
1inn. 12-13.
370
2 Cor. 4, 4.
371
Cf. CONC. CONSTANTINOP. II, can. 7: «Neque Deo Verbo in carnis naturam
transmutato, neque carne in Verbi natura transducta»: DENZ. 219 (428). – Cf. etiam
CONC. CONSTANTINOP. III: «Quemadmodum enim sanctissima atque immaculata
animata eius caro deificata non est perempta (theôthesia ouk anèrethè), sed in proprio
sui statu et ratione permansit»: DENZ. 291 (556). – Cf. CONC. CHALCED.: «in duabus
naturis inconfuse, immutabiliter, indivise, inseparabiliter agnoscendum»: DENZ. 148
(302).
372
Cf. CONC. CONSTANTINOP. III [t.r.: l. c.]: «ita et humana eius voluntas deificata
non est perempta»: DENZ. 291 (556).
373
Cf. Hebr. 4, 15.
374
Cf. 2 Cor. 5, 18-19; Col. 1, 20-22.
ANEXOS 145
375
Cf. 1 Pt. 2, 21; Mt. 16, 24; Lc. 14, 27. [t.r.: 1 Petr. 2, 20.]
376
Cf. Rom. 8, 29; Col 1, 18 [t.r.: Col 3, 10-14].
377
Cf. Rom. 8, 1-11. [t.r.: Rom. 8, 3ss.; Gal. 5,3.]
378
Cf. 2 Cor. 4, 14.
379
Cf. Phil. 3,10; Rom. 8, 17.
380
Cf. CONC. VAT. II, Const. dogm. Lumen gentium, cap. 2, n. 16: A.A.S. 57
(1965), p. 20. [t.r.:^]
381
Cf. Rom. 8, 32.
382
Cf. Liturgia Paschalis Byzantina.
383
Cf. Rom. 8, 15 et Gal. 4, 6; cf. etiam Io. 1, 12 et 1 Io. 3, 1-2.
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