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ROCAFUERTE DE GUAYAQUIL
Autores:
Hernández Peñafiel Aurora
Morán Morán Leonardo
Hernández Peñafiel Aurora
Desde la antigüedad los humanos han tratado de cubrir sus necesidades a base del ingenio y la
creatividad aplicando un conocimiento empírico obtenido a lo largo de su vida con experiencia
para crear y mejorar los materiales de construcción de tal manera que cumplan con todos los
requerimientos. Una de las problemáticas de un arquitecto al momento de iniciar una obra se
enfoca en mejorar las características de los materiales y como usarlos correctamente al
construir.
El hormigón ha venido siendo uno de los materiales más utilizados en la construcción desde su
invención en el siglo XIX. Este ha ido evolucionando desde las primeras construcciones en
donde se cometían grandes errores de diseño hasta las construcciones actuales en donde existen
varios tipos especiales para cada aplicación. Su comportamiento ante el fuego hace que sea uno
de los materiales estructurales más seguros durante un incendio ya que al conocer sus
debilidades permite realizar edificaciones más duraderas y seguras.
Los nuevos conocimientos que se han compartido a cerca del hormigón permitirán que las
futuras edificaciones tengan una vida útil superior a los 150 años y con un costo más económico
al actual lo cual beneficia a las ciudades en constante crecimiento dados los grandes
incrementos en la población y sus necesidades.
Al hablar de hormigón armado decimos que es una mezcla uniforme de pasta adhesiva de
cemento Portland y agua, la cual se mantiene ligada a las partículas inertes de los demás
materiales compuestos por agregados finos como la arena y gruesos como el canto rodado y la
piedra partida. Este proceso inicia con la pasta cementicia que está formada por pasta adhesiva
de agua y cemento, luego esta al mezclarse con la arena forma el mortero y este a su vez al
ligarse con el agregado grueso da como resultado el hormigón.
El hormigón presenta dos estados esenciales visto desde el punto de vista práctico. El estado
fresco o plástico que es fácilmente manipulable para su adaptación en los encofrados y el estado
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endurecido que al ser expuesto al ambiente adquiere tal rigidez que impide su manipulación.
Estos dos estados son resultado de la fase de colocación en obra.
Las propiedades esenciales del hormigón en estado fresco son: Homogeneidad, consistencia,
docilidad y masa específica.
Cuando se habla de homogeneidad se refiere a la distribución por toda la masa de todos los
elementos del hormigón en las mismas cantidades. Esta se mide por la masa específica de
cantidades de hormigón fresco que están separadas entre sí.
Por otro lado, la masa específica es la relación entre el volumen ocupado y la masa del
hormigón en estado fresco. Este puede medirse tanto si el hormigón está compactado o no. La
densidad del hormigón fresco cuando ya está compactado es la manera de darnos cuenta del
grado de eficacia del método de compactación que se utilizó y se mide en Kg/m3.
Y por último y no menos importante el tiempo abierto es el periodo de tiempo que transcurre
entre el amasado del hormigón y el fraguado. Esta es una propiedad importante ya que en esta
fase se puede manipular el hormigón sin mermar sus características.
La densidad es la relación entre el volumen ocupado y la masa del hormigón. Para obtener un
hormigón bien compactado de áridos normales lo normal está entre 2300 y 2500 kg/m3. En el
caso de que se utilice áridos ligeros la densidad normal está entre 1000 y 1300 kg/m3 y en el
caso de usar áridos pesados la densidad normal está entre 3000 y 3500 kg/m3.
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La compacidad en el estado endurecido del hormigón es tener lo máxima permisible de
densidad de los materiales que se emplearon. Un hormigón con alta compacidad es la mejor
protección contra sustancias perjudiciales para el usuario.
La resistencia a tracción es algo mas pequeña pero no por eso menos importante, esta
predomina en determinadas aplicaciones. Y, por último, la resistencia a desgaste predomina en
el pavimento, donde se consigue usando áridos muy resistentes y dosis de agua cemento muy
bajas.
La dureza en el hormigón es una propiedad superficial que se modifica con el paso del tiempo
debido al proceso de carbonatación y su método de medición es con el índice de rebote que
proporciona el esclerómetro Smichtd.
Y por último su retracción es el fenómeno de acortamiento debido a la evaporación del agua que
absorbe formando meniscos en la parte periférica de la pasta de cemento el agua capilar. Es el
agua que está menos arraigada dentro del proceso de hidratación. El hormigón en su estado
endurecido también esta presente en el agua en distintos estados: en agua de gel, agua zeolítica
o intercristalina y en agua combinada químicamente o de cristalización.
Una vez hablado de las propiedades generales de este material se puede clasificar en varios tipos
tales como:
Adicional a la clasificación por la función del modo de fabricación también se puede clasificar
al hormigón por función de su armado en dos tipos básicos de armaduras: adherentes y no
adherentes. A estos dos tipos se suma el hormigón en masa que es utilizado en grandes macizos
donde sobresale la necesidad de la masa ante cualquier otra característica.
Dentro de este tipo de hormigón tenemos el hormigón en masa usado en moldes previamente
preparados y sometidos a esfuerzos de compresión.
El hormigón ligero es uno de los más utilizados en vaciados de lozas elevadas o fachadas
ornamentales o de revestimiento. En la preparación de este se sustituye el material de refuerzo
como la piedra y se utiliza arcilla prensada, piedra caliza, caucho, piedra volcánica u otros
materiales ligeros.
A la composición tradicional del hormigón que consta de cemento, agua y áridos en los años 80
se le añadieron las adiciones resultantes de algunos procesos industriales. La utilización de
polímeros como aditivos ha provocado un cambio notable en el catálogo de hormigones hoy en
día.
Como resultado de estos aditivos se puede hablar de hormigones ligeros, reforzados por fibras y
autocompactables, además de una considerable lista de aplicaciones secundarias como material
rehabilitante.
Se podría seguir mencionando muchos más tipos de hormigón, pero estos son los que más
sobresalen. A lo largo del tiempo se ha ido modificando este material con muchos aditivos en
busca de hacer este material más resistente y duradero.
El hormigón es identificado como un material muy versátil que puede ser utilizado como
soporte, pilotaje, cimentación, carga, losa, estructura o tabiques. También puede ser utilizado
como pavimento, balaustres, escaleras o cualquier otro diseño que planeemos. Sin embargo, los
usos más comunes en obras son: en los muros de fabrica o carga, zapata de cimentación
cuadrada o rectangulares, pilar de sección rectangular o circular, muro para contención de
tierras con borde superior libre, pilotes de cimentación o muros de sótano apoyado en forjado y
cimiento.
Las ventajas de este increíble material permiten que sea uno de los mas utilizados a nivel
mundial. Podemos encontrar edificaciones de concreto prácticamente el cualquier rincón del
mundo. Desde las construcciones faraónicas como las presas, puentes y rascacielos, hasta las
viviendas sociales mas humildes, escalera o aceras.
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Entre muchas de sus ventajas tenemos que:
Los componentes de este son de fácil acceso, comunes y abundantes por lo que se
puede adaptar a la geología de cualquier terreno y no necesita de una maquinaria para
su producción.
Puede adaptarse a cualquier forma arquitectónica que planteemos lo que le da un gran
dinamismo y versatilidad.
Su gran durabilidad mantiene sus propiedades intactas por muchos años.
Es un material muy flexible y deformable.
Una vez seco es prácticamente imposible que se deforme.
Prácticamente no requiere ningún tipo de mantenimiento.
Tiene gran resistencia al corte, tracción, flexión o compresión.
Su capacidad aislante es ideal para ahorrar en calefacción en las edificaciones.
Es reciclable
En conclusión, el hormigón es un elemento esencial en nuestro medio debido su gran resistencia
y compresión, pero como todo material también tiene sus desventajas, para este su debilidad es
soportar los esfuerzos de tracción y flexión.
Es imprescindible analizar la situación del hormigón al momento de diseñar, desde la puesta en
obra, las condiciones de exposición, entre otras, hasta la resistencia y durabilidad específica que
permita usar las herramientas de las cuales se dispone para la dosificación.
Es importante tener presente que dosis excesivas de cemento no llevan a la mejoría del
hormigón si no que empeora las propiedades físico-mecánicas de las cuales se habló
anteriormente. La resistencia a compresión en particular disminuye a medida que aumentan las
dosis de cemento. Es decir. Cuanto mayor es el volumen de pasta de cemento, menor es el de
áridos, por lo tanto, más se reduce la resistencia.
Es indudable que la relación agua-cemento es el factor que mas influencia tiene en la resistencia
de un hormigón muy bien compactado, sin embargo la cantidad de pasta de cemento y
agregados así como las dosis de los mismos juegan un papel muy notable en la resistencia del
hormigón.
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