Está en la página 1de 1

CIENTÍFICAS ESPAÑOLAS

FÍSICA
Ángela Ruiz Robles
Felisa Martín Bravo
María Enriqueta Teresa Montserrat Capdevila d’Oriola
Piedad de la Cierva
María Assumpció Català i Poch
María Inmaculada Paz Andrade
Eloísa López Pérez
María Josefa Yzuel Jiménez
Carmen Magallón Portolés
Pilar Ruiz-Lapuente
Susana Marcos Celestino
Elena Pinilla Cienfuegos

QUÍMICA
Martina Casiano Mayor
Carmen Valero Gimeno
Jenara Vicenta Arnal Yarza
Pilar de Madariaga Rojo
Ángela García de la Puerta
Dorotea Barnés González
Josefa González Aguado
María Teresa Toral Peñaranda
Carmen Herrero Ayllón
María Josefa Molera
Rosario Domingo Sebastián
Rosa María Menéndez López

BIOFÍSICA Y BIOQUÍMICA
Ana María Lajusticia
Gertrudis de la Fuente Sánchez
Margarita Salas Falgueras
Pilar Mateo Herrero
María Blasco

FÍSICA
Ángela Ruiz Robles (Villamanín, León, 1895 – Ferrol,
1975), fue una maestra, escritora e inventora española,
precursora del libro electrónico. La base fundamental de
su trabajo radicó siempre en su necesidad vital de innovar
los ámbitos de la pedagogía y la didáctica. Entre 1944 y
1949 realiza varios proyectos. En 1944 el atlas científico-
gramatical, con la finalidad de dar a conocer España con
gramática, sintaxis, morfología, ortografía y fonética.
Después la máquina taquimecanográfica. Y, en 1949, la
enciclopedia mecánica. La enciclopedia mecánica era
necesaria según sus explicaciones porque: «aligera el peso
de las carteras de los alumnos, hace más atractivo el
aprendizaje y adapta la enseñanza al nivel de cada
estudiante. Portátil, que pese poco, de uso en casa y en el
colegio, con la posibilidad de adaptarse a alumnos de
todos los niveles y a los que tengan problemas de visión.
Apoya al aprendizaje con sonidos. Enseña varios idiomas.
Facilita el aprendizaje en la oscuridad incorporando luz.
Da soporte para que otros maestros añadan sus propios
materiales y aminorar costes».

Felisa Martín Bravo (San Sebastián, 1898- Madrid, 1979),


física y meteoróloga donostiarra. Fue la primera española
doctorada en Física. Se había licenciado en 1922. Por
entonces, el físico Julio Palacios ya había iniciado sus
trabajos sobre rayos X y estructuras cristalinas en el
Laboratorio de Investigaciones Físicas (LIF). A ese
programa de investigación se incorporó Felisa. Bajo su
dirección, Felisa estableció la estructura de los óxidos de
níquel y cobalto y del sulfuro de plomo, aplicando los
métodos de Bragg y de Debye-Scherrer, mediante rayos X,
trabajo que serviría de base para su tesis doctoral (en
1926). No fue hasta 1926, una vez ya doctora, que Felisa
obtuvo una beca, de nuevo de la JAE, para viajar a los
EEUU, y más tarde a Cambridge (Reino Unido), donde
asistió a las clases de Ernest Rutherford, aunque también
pudo profundizar en las ciencias atmosféricas: contactó
con C. T. R. Wilson, una autoridad mundial en electricidad
atmosférica, quien le instruyó en los sondeos atmosféricos
(trabajo, por cierto, que le había encargado el Servicio
Meteorológico, para la aplicación a la protección
aeronáutica). Entre 1933 y 1937, Felisa se reincorporó al
Servicio Meteorológico. Al finalizar la Guerra Civil, fue
readmitida en el nuevo Servicio Meteorológico Nacional
que se creó bajo el régimen de Franco. Finalmente logró
ascender al cuerpo de meteorólogos. Toda su vida laboral
permanecería como funcionaria.

María Enriqueta Teresa Montserrat Capdevila d’Oriola


(Cabestany, Rosellón, 1905 – Barcelona, 1993), fue una de
las primeras matemáticas y astrónomas de España.
Durante el curso de 1931 a 1932 trabajaría como profesora
auxiliar de Astronomía General y Física del Globo de la
Facultad de Ciencias de la Universidad de Barcelona,
siendo su primera profesora universitaria matemática.

Piedad de la Cierva (Murcia, 1913 – Madrid, 2007), fue


una científica española, pionera en los estudios de
radiación artificial en España y en la industrialización del
vidrio óptico. El 2 de octubre de 1928 empezó a estudiar
como alumna oficial en la Universidad de Murcia, con lo
que se convirtió en la única mujer en la citada
Universidad. Sus aptitudes intelectuales, impidieron ser
objeto de discriminación, y sus profesores le ayudaron en
su promoción profesional, como el profesor Fernando
Ferrando. Durante el curso, 1929-30, se trasladó a
Valencia para continuar la carrera, donde pudo encontrar
otras chicas universitarias en la Residencia de Escolapias
en la que se alojaba. e licenció en Ciencias por la
Universidad de Valencia en 1932, recibiendo el Premio
Extraordinario de Licenciatura, y siendo una de las
afortunadas que formaba parte de ese 6% de alumnado
femenino del total de alumnos universitarios. El profesor
de Química General, Antonio Ipiens, catedrático de
Química General en la Universidad de Valencia, le sugiere
desplazarse a Madrid para doctorarse. Es de este modo que
acaba realizando su tesis doctoral en el prestigioso
Instituto Rockefeller, que reunía en aquel momento a
investigadores de gran talla intelectual como Enrique
Moles, Miguel Catalán o Julio Palacios y acudían también
científicos destacados de otras partes de Europa, entre
ellos Marie Curie o Albert Einstein. Acabada la tesis en
1935, obtuvo una beca para marchar al Instituto de Física
Teórica Niels Bohr en Dinamarca, un centro pionero en la
desintegración artificial del átomo, para investigar bajo la
dirección del profesor Georges von Hevesy. Von Hevesy
dirigió sus estudios, le enseñó las principales técnicas de
radiación artificial y le encomendó varias investigaciones,
en concreto una sobre la transmutación del Aluminio y
otra sobre la separación de los isótopos del bromo que se
tradujeron en dos artículos científicos publicados en
España en la Revista Anales de la Sociedad Española de
Física y Química. A su vuelta a España contaba con dirigir
los estudios sobre radiación artificial en España, pero el
estallido de la Guerra Civil en julio de 1936 dio al traste
con todos sus planes. Después de la Guerra volvió a
retomar su actividad científica. En primer lugar, formó
parte del inicial Instituto de Óptica a propuesta de José
María Otero Navascués. Este incipiente instituto se
convertiría posteriormente en el Instituto de Óptica «Daza
de Valdés», dependiente del CSIC. Además, fue nombrada
Auxiliar de la Cátedra “Estructura atómico-molecular y
Espectroscopia” en la Universidad Complutense. En 1941
se presentó a las oposiciones de Cátedra de Físico química
para las universidades de Sevilla, Murcia y Madrid junto
con Teresa Salazar y otros tres profesores de universidad.
Para su decepción sólo dos de los varones consiguieron
una plaza,8 lo que le hizo replantearse su dedicación a la
universidad. En 1945 fue contratada como Personal
Técnico Civil de la Marina por el LTIEMA (Laboratorio y
Taller de Investigación del Estado Mayor de la Armada)
para encargarse sobre todo de la industrialización del
vidrio óptico. Con este fin viajó a Estados Unidos para
familiarizarse con los procedimientos. Visitó la National
Bureau of Standards (Washington), la Facultad de
Ingeniería del Vidrio de la Universidad de Toledo (Ohio) y
la Libby Owens.
En 1954 consiguió fabricar el primer ensayo de vidrio
óptico. La Memoria de ese ensayo fue publicada por el
Consejo Superior de Investigaciones Científicas y fue
premiada con el 1º Premio de investigación técnica “Juan
de la Cierva” en 1955. Otro campo de investigación
liderado por Piedad de la Cierva desde el LTIEMA fue la
fabricación de ladrillos refractarios con cascarilla de arroz,
muy útiles para las calderas de los barcos y otros hornos.
En esta ocasión volvió a recibir de nuevo el Premio “Juan
de la Cierva” en 1966.

María Assumpció Català i Poch (Barcelona, 1925-2009),


fue una profesora, matemática, y astrónoma catalana. Se
dedicó a la docencia desde 1952 a 1991. En 1970, fue la
primera mujer en obtener el doctorado en Ciencias,
sección Matemáticas por la Universidad de Barcelona,
defendiendo la tesis «Contribución al estudio de la
dinámica de los sistemas estelares de simetría cilíndrica»,
siendo profesora de matemática y astronomía en la
Universidad de Barcelona. Llevó a cabo observaciones
sistemáticas de manchas solares, cálculo de órbitas y
eclipses durante más de treinta años. Realizó la dirección
de once tesis de licenciatura y siete tesis doctorales.

María Inmaculada Paz Andrade (Pontevedra, 1928), es


una influyente científica gallega. Posee un doctorado en
Física (1963), y es catedrática de física aplicada en la
Universidad de Santiago de Compostela. Amplió sus
estudios en Manchester y en Marsella. En 1964 introdujo
la microcalorimetría en España. Realizó trabajos sobre
termodinámica aplicada, estudios calorimétricos y
determinaciones de calor específica de sólidos y de
líquidos.

Eloísa López Pérez (Santiago de Compostela, 1938),


licenciada en Ciencias Físicas por la Universidad
Complutense de Madrid (1960) y doctora en 1973. Fue
profesora titular de la Facultad de Físicas de la
Universidad Complutense de Madrid desde el año 1975.
Ha participado en 12 Proyectos de Investigación y
Desarrollo financiados en convocatorias públicas y es
coautora de más de 50 publicaciones internacionales en el
área de magnetismo. Directora de la Revista Española de
Física de la Real Sociedad Española de Física entre 1997 y
2006.

María Josefa Yzuel Jiménez (Jaca, Huesca, 1940), se


licenció en Ciencias Físicas el año 1962 y se doctoró en
1966. Es la primera mujer en España que obtuvo la
categoría de Profesor Agregado de Universidad en el área
de física (1971) y la segunda mujer que obtiene la
categoría de Catedrático de Universidad (1982). Su
investigación se ha centrado siempre en el campo de la
Óptica, contribuyendo con más de 250 publicaciones
científicas. Los últimos veinte años ha estado trabajando
en filtros de transmisión no uniforme para la mejora de la
calidad de los sistemas ópticos formadores de imágenes,
en la introducción de la información de color en el proceso
de reconocimiento óptico de formas y en el uso y
caracterización de pantallas de cristal líquido para la
generación de elementos ópticos difractivos. También fue
presidenta del Comité español para la celebración del Año
Internacional de la Luz durante el 2015.

Carmen Magallón Portolés (Alcañiz, Teruel, 1951) es una


catedrática española de Física y Química especializada en
la historia de las mujeres en la ciencia, el análisis
epistemológico del quehacer científico y las relaciones
entre género, ciencia y cultura de paz. Licenciada en
Físicas y doctora en Físicas (Historia de la Ciencia) con
una tesis sobre las Pioneras españolas en las ciencias, que
fue publicada por el CSIC (1998 y 2004). Fue Profesora
de Física en varios institutos, de hecho es catedrática de
Física y Química, y Asociada en el Departamento de
Física Aplicada de la Universidad de Zaragoza.

Pilar Ruiz-Lapuente (Barcelona, 1964), es una astrofísica


española, que desarrolla actividades académicas como
profesora en la Universidad de Barcelona. En 1998, fue
una de los miembros del Supernova Cosmology Project,
que determinó el descubrimiento de que continúa la
aceleración de la expansión del Universo.

Susana Marcos Celestino (Salamanca, 1970) es una física


española especializada en óptica aplicada a la visión
humana. En su ciudad natal estudió y consiguió los títulos
de licenciatura y doctorado en Ciencias Físicas, con
«premio extraordinario», en la Universidad de Salamanca.
Después de una formación predoctoral como becaria en el
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC),
tuvo una amplia formación postdoctoral en diferentes
instituciones de prestigio en Europa y Estados Unidos.
Pasó tres años como investigadora postdoctoral en la
Universidad de Harvard, en los Estados Unidos. Regresó a
España en el año 2000, obteniendo un puesto en el CSIC,
primero como científica titular y más tarde como profesora
de investigación, dirigiendo el Instituto de Óptica entre
2008 y 2012. A lo largo de su carrera ha recibido
numerosos premios y distinciones.

QUÍMICA

Martina Casiano Mayor (Madrid, 1881 – 1958), fue la


primera socia de la Sociedad Española de Física y
Química. En el año 1905 ocupó el puesto de profesora en
un colegio público y apenas unos meses después se
traslada a la Escuela Normal de Maestras de Vizcaya. En
el año 1911 marcha a Madrid para realizar un curso de
química, y al año siguiente es admitida por la Real
Academia de Física y Química. Ese mismo año viaja a
Alemania (1912-1913) gracias a una de las becas de la
Junta para Ampliación de Estudios. Finalizada la beca
regresa a Bilbao, pero al año siguiente vuelve a solicitar la
beca para viajar a Alemania y realizar estudios sobre la
física y la química.
Martina Casiano proseguiría su labor como docente, dando
clases exclusivamente a mujeres, a lo largo de casi 30
años. Desempeñó su trabajo fundamentalmente como
profesora titular de Física y Química.

Carmen Valero Gimeno (Silla, Valencia, 1893 – 1962), fue


una maestra, química, intelectual, feminista y sindicalista.
A lo largo de su vida reunió cinco titulaciones, la de
Maestra Nacional (1913), la de Bachiller (1918), la de
Perito Mercantil (1918), la de Profesora Mercantil (1920)
y la licenciatura en Ciencias Químicas (1923). También
publicó un libro de cálculo titulado Problemas y ejercicios
de Aritmética elemental,5 el cual sirvió posteriormente de
texto en la Escuela de Comercio. Valero optó por la rama
pedagógica, desde la cual reivindicaría una educación
integradora de la mujer. En 1923, solicitó el reingreso en
Magisterio, siendo destinada a Oliva. Optó por aplicar las
técnicas de Freinet, basadas en los postulados laicos del
pedagogo francés Célestin Freinet. También se centró en
eliminar la discriminación de sexos que imponía el sistema
educativo. Los temarios oficiales de enseñanza femenina
de la época se enfocaban a los cuidados y tareas del hogar,
en detrimento de las asignaturas de ciencias y cálculo.
Para Valero, estas últimas eran fundamentales en la
educación de los individuos de cualquier sexo. Tras la
Guerra Civil, fue absuelta de un delito de exaltación por
las autoridades franquistas, pero esto no le evitó pasar por
un proceso de depuración profesional por el que se le
condenaba a 12 años de inhabilitación. Volvió a Silla en
situación de libertad vigilada, donde sobrevivía dando
clases clandestinas de contabilidad y refuerzo a los
alumnos de bachillerato. En 1951 el Juzgado Superior de
Revisiones le permitió el reingreso al Magisterio en la
población de Bétera, volviendo a reintegrarse a la
enseñanza a los 57 años de edad.

Jenara Vicenta Arnal Yarza (Zaragoza, 1902-Madrid,


1960), primera doctora en Ciencias Químicas de España,
desarrolló una importante labor investigadora y docente.
En el curso académico de 1922-1923 comenzó sus
estudios de Ciencias Químicas en la Facultad de Ciencias
de la Universidad de Zaragoza, en calidad de alumna “no
oficial”, licenciándose en 1927. La profesora Vicenta
Arnal comenzó su labor investigadora en 1926, en los
laboratorios de Química Teórica de la Facultad de
Ciencias de la Universidad de Zaragoza, en la Escuela
Industrial de dicha ciudad, en la Escuela Superior de
Trabajo de Madrid, en el Anstalt für Anorganische Chemie
de la Universidad de Basilea, como pensionada de la Junta
de Ampliación de Estudios, y en el Instituto Nacional de
Física y Química de Madrid, donde prosiguió y amplió los
trabajos iniciados en Suiza y Alemania. En 1928 aprobó
las oposiciones a Cátedras de Física y Química de
Instituto. En febrero de 1929, siendo auxiliar de la
Facultad de Ciencias de Zaragoza, solicitó la concesión de
una beca para investigar en Suiza y en Alemania sobre
Electroquímica, en calidad de pensionada de la Junta para
Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas.
Entró a formar parte de la Sociedad Española de Física y
Química, en 1929, y en 1933 entró a trabajar en la Sección
de Electroquímica del INFQ. El 29 de mayo de 1947 le fue
concedida una autorización para poder acudir al Primer
Centenario de la Royal Society y al XI Congreso
Internacional de Química Pura y Aplicada que se celebró
en Londres en julio de 1947.

Pilar de Madariaga Rojo (Madrid, 1903-1995), se licenció


en Químicas en 1929 e inició una notable carrera
investigadora y docente. Fue una de las pioneras españolas
en el campo de la química. Obtuvo una beca de la
prestigiosa universidad de mujeres Vassar College
(Poughkeepsie, Nueva York) para el curso 1929-30, que
complementó con otra de nueve meses concedida por la
Junta de Ampliación de Estudios (JAE) siendo una de las
diez mujeres becadas por la JAE en la década de 1920. En
el verano de 1930 realizó una estancia en Stanford
University, California, y después estudió en la Universidad
de Columbia, Nueva York (1930-32), becada por la propia
Universidad de Columbia. De estos tres años de formación
en Estados Unidos, en los que estudió Espectroscopía y
Óptica Física, trajo a España las técnicas espectroscópicas
aplicadas en aquel país. De 1932 a 1936 fue investigadora
en la Sección de Espectroscopía del Instituto Nacional de
Física y Química (INFQ), en el equipo del prestigioso
científico Miguel Catalán. Se dedicó al estudio del
espectro del molibdeno y publicó los resultados con
Miguel Catalán en 1933. También estudió la concentración
de mercurio en el aire de las minas de Almadén, para lo
cual el método espectroscópico presentaba ventajas sobre
los habituales en la época. De 1933 a 1934 fue catedrática
de Física y Química del Instituto de Puertollano.

Ángela García de la Puerta (Soria, 1903-1992), fue la


primera catedrática de Física y Química de Instituto en
España. Estudió en la Escuela Normal de Maestras,
perteneciendo a la promoción de 1920-22. Continuó sus
estudios y se licenció en Ciencias Químicas, obteniendo el
premio extraordinario en el grado de Licenciado,
obteniendo su titulación el 12 de marzo de 1927. En la
Universidad de Zaragoza se doctoró en Ciencias
Químicas, pasando a trabajar primero como ayudante y
auxiliar en la propia universidad y más tarde consiguió ser
catedrática de instituto, con plaza en un Instituto de
Ciudad Real.1Fue la primera catedrática de Física y
Química (por oposición en 1928) y la primera Doctora en
Ciencias de la Universidad de Zaragoza, siendo el título de
su tesis: Contribución al estudio de los potenciales de
oxidación. Estuvo en comisión de servicios en el recién
creado Instituto Femenino de Madrid y más tarde, en
1932, consiguió un traslado por comisión de servicios al
Instituto Miguel Servet de Zaragoza (donde trabajaría
hasta su jubilación en el año 1973), siendo nombrada
secretaria a propuesta del Claustro, desempeñando el
cargo hasta 1936, año en el que el rector de la Universidad
de Zaragoza la nombró directora del mismo,
permaneciendo en el cargo hasta 1942. Así, Ángela García
fue una de las primeras mujeres directoras de Instituto de
España. Además de su trabajo como docente, Ángela
también trabajó en los Laboratorios de Química Teórica y
Electroquímica de la Facultad de Ciencias y en el
Laboratorio de Electroquímica de la Escuela Industrial de
Zaragoza entre 1926 y 1928. En 1930 y 1931 trabajó en el
Laboratorio de Electroquímica de la Escuela Superior del
Trabajo en Madrid y en 1932 gracias a una beca JAE
trabajó en la Technische Hochschule de Dresde.

Dorotea Barnés González (Pamplona, 1904-Fuengirola


2003), estudió Ciencias Químicas en la Universidad
Complutense de Madrid y realizó la tesis doctoral en el
Instituto de Óptica Daza del Valdés bajo la dirección del
profesor Miguel A. Catalán. Fue becada por la JAE (Junta
de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas)
en Estados Unidos e investigadora en el Instituto Nacional
de Física y Química (INFQ). Jugó un papel esencial en la
introducción de la espectroscopia Raman en España. Su
trabajo se desarrolló fundamentalmente en el campo de la
espectroscopia infrarroja y Raman-Laser, aplicadas a
diferentes problemas de interés científico, médico,
farmacológico e industrial. Desde 1975 hasta 1979 fue
Encargada de la Sección de Espectros Moleculares y del
Laboratorio de Espectroscopia Molecular, y de 1979 a
1990 Jefe de la Unidad de Espectros Moleculares del
Instituto de Óptica. A lo largo de su carrera fue una
referencia para importantes grupos de espectroscopia y
recibió importantes galardones.

Josefa González Aguado (Albuñuelas, Granada, 1907-


1955), se licenció en Farmacia y en Químicas en Madrid
en 1930 y 1931. Después fue becaria en la Sección de
Espectroscopia del Instituto Nacional de Física y Química
de Madrid entre 1933 y 1936, donde colaboró con
Santiago Piña de Rubíes en la determinación de las rayas
analíticas cuantitativas del hafnio, itrio, lantano, escandio,
bario, estroncio, calcio, magnesio y berilio.

María Teresa Toral Peñaranda (Madrid, 1911 – 1994) fue


una química, farmacéutica y artista grabadora española.
Estudió Ciencias Químicas y Farmacia en la Universidad
Central de Madrid, donde se licenció en 1933 con premio
extraordinario. Fue ayudante de clases prácticas de
Enrique Moles y con él se trasladó a la Sección de
Química-física del Instituto Nacional de Física y Química.
Juntos realizaron una intensa labor de investigación sobre
la determinación de los pesos atómicos de los elementos
químicos. Fueron trabajos de primera línea en la Química
de aquella época. El equipo de Moles, conocido como
“Escuela de Madrid”, era considerado internacionalmente
como el mejor laboratorio para la determinación
fisicoquímica de pesos moleculares y atómicos.
María Teresa era la investigadora del equipo que más
publicaba en lo que hoy llamamos revistas de impacto y
ella misma construía sus sofisticados equipos de vidrio,
gracias a lo cual podía proporcionar valores de los pesos
atómicos con una precisión muy elevada, exigida por el
desarrollo de la Física y la Química a nivel atómico.
Tras sufrir la represión franquista, en 1956 se exilia en
México, donde fue profesora de Química y Bioquímica en
la Universidad Nacional Autónoma de México y el
Instituto Politécnico Nacional. También trabajó como
traductora de textos científicos y desarrolló su faceta
artística, convirtiéndose en una de las grabadoras más
grandes de su tiempo. Diversos museos de Estados Unidos
y Europa poseen obras de María Teresa en sus fondos.

Carmen Herrero Ayllón (Madrid, 1913 – 1997), se licenció


en 1933 en Ciencias Químicas, siendo una de las primeras
mujeres en obtener la licenciatura en la Universidad
Central de Madrid (desde 1970 denominada Universidad
Complutense). Trabajó posteriormente en el Laboratorio
del Instituto Nacional de Física y Química.

María Josefa Molera (Isaba, Navarra, 1921-Madrid, 2011),


completó sus estudios en 1942, como licenciada en
Ciencias Químicas por la Universidad Central de Madrid,
en sólo 3 años y con excelentes calificaciones. Se
especializó con éxito en el estudio de reacciones térmicas
en fase gaseosa, y creó un grupo de investigación en
cinética química en el Instituto de Química-Física
Rocasolano (CSIC, Madrid). Posteriormente tuvo un papel
muy importante en el desarrollo de las técnicas analíticas
de cromatografía de gases y en la introducción de los
métodos espectroscópicos de fotólisis de destello en
España. Al principio de la década de los 1950s realizó una
estancia en el Physical Chemistry Laboratory de la
Universidad de Oxford, dirigido por el profesor Cyril N.
Hinshelwood, que obtendría el Premio Nobel (1956) por
sus estudios sobre cinética química. Su contribución al
conocimiento científico fue reconocida con distinciones
como el Premio Alfonso X el Sabio del CSIC, la Medalla
de Química de la Real Sociedad Española de Física y
Química, el Premio Perkin-Elmer Hispania de
Cromatografía, etc…

Rosario Domingo Sebastián (Torre los Negros, Teruel,


1931), es una química española, primera mujer doctora por
la Universidad de Valencia (1957). Fue doctoranda del
Prof. Fernández Alonso en el campo de la química
cuántica, y desarrolló una importante carrera docente en
esta Universidad, en el departamento de Química Física.

Rosa María Menéndez López (Corollos, Cudillero,


Asturias, 1956), es una científica española, presidenta del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
desde noviembre de 2017.Es la primera mujer que preside
la institución desde su creación en 1937.
En 1980 se licenció en Química por la Universidad de
Oviedo, doctorándose en Química por esa misma
Universidad en 1986. En 1987 y 1988 fue becaria
postdoctoral en la Universidad de Newcastle upon Tyne
(Reino Unido). En 1988 inició su carrera profesional en el
CSIC como científica titular y en 2000 fue nombrada
investigadora científica. Desde 2003 es profesora de
investigación.
Entre 2003 y 2008 fue directora del Instituto Nacional del
Carbón (Oviedo). También ha realizado tareas de
investigación en la School of Environmental and Mining
Engineering en Nottingham (Reino Unido); en el
Department of Chemical Engineering del Imperial College
en Londres (Reino Unido); en el Department of Chemical
Engineering de la Clemson University en Carolina del Sur
(EE UU); en el Geology Department de la Southern
Illinois University en Carbondale (EE UU); y en los
Northern Carbon Research Laboratories en Newcastle
upon Tyne (Reino Unido).
Actualmente es vicepresidenta de «Science Europe» y, a lo
largo de su carrera profesional, ha sido presidenta de la
European Carbon Association; miembro del Consejo
Científico de la multinacional SASOL; presidenta del
Grupo Español del Carbón; responsable de la coordinación
del Programa de Materiales y Energía, encuadrado en el
Plan Nacional de Investigación, Desarrollo e Innovación;
miembro del Comité Científico Asesor de la empresa
Industrial Química del Nalón; miembro del Comité
Internacional del Carbón y Petrología Orgánica (ICCP);
miembro del Comité Técnico de Estandarización
(AENOR); miembro del Consejo Rector del Instituto de
Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA);
miembro de la Comisión Nacional de Evaluación de la
Actividad Investigadora (CNEAI); y miembro del Consejo
Rector de la Agencia Estatal de Investigación.
Ha participado activamente en el diseño y en la evaluación
de diversas actividades de la Unión Europea como
miembro del High-Level Group of the Governance of the
European Research Area (ERA) y también como
integrante del Comité Asesor Técnico y de Explotación
del proyecto DECARBit y del Comité de Programa del
Carbón y del Acero (RFCS). Ha sido presidenta y
vicepresidenta de comités de expertos para la revisión del
programa de energía no nuclear en los Programas Marco V
y VI y ha sido evaluadora de propuestas remitidas a
diferentes convocatorias de los Programas Marco V, VI y
VII.
En los últimos años, además de su interés científico en las
tecnologías limpias del carbón y del petróleo, ha iniciado
una nueva línea de investigación sobre las perspectivas
que ofrece el grafeno en biomedicina y en el
almacenamiento de energía, temática en la que ha
trabajado con empresas como DROPSENS, Industrial
Química del Nalón y la Fundación Fernández-Vega.
Ha participado en más de 30 proyectos de investigación
con amplia implicación industrial, en 23 de ellos como
investigadora principal, nueve de los cuales han sido
financiados por la Unión Europea dentro de los Programas
Marco de Investigación e Innovación y del Fondo de
Investigación para el Carbón y el Acero. Asimismo, ha
publicado más de 200 artículos en revistas científicas
internacionales de alto impacto. Es autora de 10 patentes y
ha dirigido 20 tesis doctorales y 22 trabajos fin de máster
en los campos de los materiales, la química y la energía.
Ha recibido numerosas distinciones y premios, entre los
que cabe destacar el XIX Premio duPont, en
reconocimiento al trabajo realizado en el estudio y
desarrollo de nuevos materiales de carbono con
importantes aplicaciones industriales, y el Galardón a la
Carrera Científica de la Asociación Española de
Materiales, otorgado en el año 2016; el XV Premio San
Alberto Magno a la excelencia científica, otorgado por el
Colegio de Químicos de Asturias y León y la Asociación
de Químicos del Principado de Asturias, y el Premio a la
Excelencia Química 2018, otorgado por el Consejo
General de Colegios Oficiales de Químicos de España,
ambos en reconocimiento a su destacada carrera
profesional; también recibió la Medalla de Plata de
Asturias otorgada por el Principado de Asturias en el año
2019. Otros reconocimientos son haber sido nombrada
Asturiana del Mes (diciembre 2018) por la Nueva España
y ser Hija Predilecta de Cudillero desde 2019.

BIOFÍSICA Y BIOQUÍMICA

Ana María Lajusticia (Bilbao, 1924), es licenciada en


Ciencias Químicas por la Universidad de Madrid y ha
realizado estudios sobre Agricultura y alimentación
animal, publicando artículos sobre el tema, en revistas
especializadas. Está considerada como una pionera en la
investigación nutricional. Desde principios de los 70, se
dedicó al estudio de la Dietética, basado en la Bioquímica
y la Biología Molecular, y participando en diversos
congresos sobre esta materia. Sus extensos conocimientos
teóricos y prácticos le llevaron a escribir su primera obra
«La alimentación equilibrada en la vida moderna», que
constituyó un extraordinario éxito, a la que siguieron otras
nueve obras.

Gertrudis de la Fuente Sánchez (Madrid, 1921-2017), fue


una pionera española en bioquímica especializada en
enzimología. Doctora en farmacia y profesora de
investigación del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas, fue la encargada de coordinar la comisión
creada por el gobierno español para la resolución del
problema del síndrome tóxico (enfermedad del aceite
tóxico de colza, 1981). Al terminar el bachillerato, estudió
Ciencias Químicas en la Universidad Complutense de
Madrid, donde se licenció en 1948. A la vez que realizaba
sus estudios universitarios de química atendía, sin estar
matriculada, a clases pertenecientes a la carrera de
Ciencias Físicas, debido a su buena relación con los
profesores que impartían las clases. Comenzó su carrera
investigadora trabajando gratis en la facultad de Farmacia
con Santos Ruiz, el único catedrático de Bioquímica que
entonces se hallaba en España. Al mismo tiempo, daba
clases de ciencias en un colegio de enseñanza primaria y
ganó así su primer sueldo. En 1950 consiguió una beca
que le permitió comenzar su tesis doctoral que leyó
finalmente en 1954. Antes de finalizarla conoció a Alberto
Sols con el que realizó numerosas investigaciones y con el
que escribió artículos, entre otras, para la prestigiosa
revista Nature. En 1956 consiguió por oposición el puesto
de colaboradora en el CSIC; en 1960 la plaza de
investigadora y en 1962 la de profesora de investigación.

También podría gustarte