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La interculturalidad en la educación

Elaborado por:
Sergio Alejandro Cujia Fernández

Trabajo presentado como actividad en el VII Congreso Internacional de


Neuroeducación e Interculturalidad

Profesor:
Herman Alberto Castrillón

Fundación Universitaria Los Libertadores


Facultad De Ciencias Humanas Y Sociales
Bogotá D.C., Febrero De 2023
¿Cómo pensar la interculturalidad desde la perspectiva de la formación integral
de los estudiantes en el proceso educativo?

La escolarización intercultural es una optativa que avanza y favorece elementos


integrales en todos los ciclos de socialización, aprendizaje y concurrencia dentro del
clima instructivo. La educación Asiste en el desarrollo de capacidades y mentalidades
para la cooperación dinámica de los residentes en el desarrollo de una sociedad
pluricultural, justa e imparcial. La formación intercultural es para toda la población, pues
sugiere una conjunción diferente entre individuos y redes que comprendan sus
disparidades en un intercambio sin prejuicios ni prohibiciones..(Pública, 2023)

Las escuelas y centro de formación no pueden mantenerse al margen del


contexto de América latina en cuanto a la interculturalidad y pluralidad, ya que están
profundamente impactados por lo que Habermas (2000) llamó "la explosión de la
globalización y el multiculturalismo" (p. 90). De acuerdo a Roldán y Cantillo (2012),
Conocemos el poder de transformación que tienen las instituciones educativas y su
enfoque restaurativo siendo las prácticas más comunes la mediación entre iguales y las
estrategias didácticas grupales para favorecer la interculturalidad, mejorar el clima de
aula, la convivencia, el respeto y el diálogo. Portera, (2006), afirma que estos
reconocimientos de interculturalidad en las escuelas pueden producir fragilidad,
nerviosismo y vulnerabilidad en los educadores, ya que la sociedad sigue manteniendo
la firme sensación de que gran parte de los problemas sociales actuales podrían
resolverse si supiéramos cómo enseñar la pluralidad en las instituciones. No obstante
Según Leiva (2008) esta presión sobre los educadores se ve agravada por el hecho de
que también se ha demostrado que la configuración y asociación del sistema educativo
no es excepcionalmente útil para la mejora de la escolarización intercultural. De ahí la
importancia de reexaminar todo el sistema escolar.

Hoy el sistema educativo es uno de los contextos más importantes para


desarrollar y promover la interculturalidad, ya que es la base de la formación humana y
un instrumento no solo de mantenimiento de una sociedad, sino de desarrollo,
crecimiento, transformación y liberación. De esa sociedad y de todas sus
potencialidades humanas. Incluir la interculturalidad como elemento básico del sistema
educativo implica se asuma la diversidad cultural desde una perspectiva de respeto y
equidad social, una perspectiva que todos los sectores de la sociedad tienen que
asumir hacia otros. Hoy la sociedad es una construcción humana que se ha ido
desarrollando a través del tiempo, los diversos grupos étnicos que la han conformado
han ido construyendo normas y generando derechos para armonizar la convivencia y
facilitar el progreso conjunto de la comunidad. Para mantener el equilibrio es esencial
que las comunidades generen un diálogo intercultural permanente, que les permita
ponerse de acuerdo en los aspectos básicos sobre la forma en la que quieren vivir su
relación con el medio ambiente, la organización de su economía, las reglas de
comportamiento básicas a seguir y la forma de educar a las nuevas generaciones.
¿Pero, cómo fomentar el desarrollo de proyectos educativos donde se tenga en cuenta
la diversidad cultural y se ofrezcan alternativas para todos los grupos étnicos que
conforman nuestro país? La interculturalidad resignifica, desde la diversidad de
pueblos con particularidades culturales y la voluntad de convivencia social orientada o
una mayor consecución de equidad entre los pueblos que coexisten en un mismo
escenario. En todo caso todo el sistema escolar gira en torno a tres ejes (Ytarte, en
FETE-UGT, 2010):

a) Desarrollar un proceso cultural de reconocimiento normalizado de la


diversidad y de sus narrativas plurales en todas sus manifestaciones: revisar y modificar
los currículos educativos en los que se trata la diversidad como diferencia; poner en
valor y promocionar las producciones culturales de todos los alumnos, sin etiquetar ni
clasificar; y promocionar el multilingüismo.

b) Implementar un proceso social de elaboración y compromiso con los valores y


principios democráticos.

c) Completar lo anterior con un proceso político e institucional orientado a


articular programas socioeducativos que favorezcan un marco común de convivencia y
sentido de pertenencia a una comunidad: desarrollo de pactos de convivencia y civismo
en y con las comunidades; favorecer la transversalidad en proyectos de interés común;
y poner en marcha los planes globales de acción comunitaria.
Un centro de educación intercultural inclusiva es un centro educativo con nuevos
horizontes, relaciones entre culturas, y es capaz de cambiar o incluso modificar la
estructura misma de la organización y los métodos de enseñanza, las relaciones entre
profesores, alumnos y familias..., pero lo más importante es que se fijan en el
conocimiento y los saberes (Santerini, 2010). Como escribe Casanova (2011): ““si las
personas diferentes deben vivir y convivir juntas, lo mejor será que se implemente un
sistema educativo en el que se eduquen juntas” (p. 95). Este principio es la base del
modelo inclusivo de educación inclusiva, su avance es como una escalera, sus pasos
consisten en una cultura inclusiva, políticas inclusivas, prácticas Inclusión, el acto de
inclusión... para que la inclusión impregne todos los campos de la educación, tanto
teórica como prácticos (Casanova, 2011; Herrán e Izuzquiza, 2010).

La escuela debe convertirse en un auténtico espacio de aprendizaje, en el que


todos participen y aporten su contribución individual y colectiva. todos participan y
aportan su abundancia individual y colectiva al perfeccionamiento de cada uno de sus
individuos. (Casanova, 2011, p. 99).

Sin embargo, asumiendo que los focos instructivos deben potenciar la


consideración por la variedad y favorecer la consideración, deben igualmente aceptar el
cuidado y su consideración, deben igualmente ser cautelosos de que la acentuación
que ponen en ello no resulte en un trato incoherente de los individuos que son únicos,
a la luz del hecho de que, hacia el final del día, somos significativamente más
equivalentes que varios

Del mismo modo, es esencial establecer la consideración para dirigir las


actividades y hacer una estructura calculada y compartida por todas las escuelas. De tal
manera que hay cuatro componentes que pueden ser útiles para las personas que
necesitan "analizar su propia definición práctica", ya sean jefes de escuela directores de
escuela, gestores o educadores (Echeita y Ainscow, 2011):

- La inclusión es un proceso
. - La inclusión busca la presencia, la participación y el éxito de todos los alumnos.
- La inclusión precisa la identificación y la eliminación de barreras.
- La inclusión pone particular énfasis en aquellos grupos de alumnos que podrían estar
en riesgo de marginalización, exclusión o fracaso escolar.

Hoy problemáticas desde el ámbito escolar, deben enfrentarse para la educación


intercultural, destacan la siguiente: Dificultad de conocer el nivel curricular con el que
accede el alumnado perteneciente a minorías étnicoculturales al centro escolar. Lo que
imposibilita saber los aprendizajes que tienen adquiridos retrasando el aprendizaje de
nuevos conocimientos y su participación en las actividades que se llevan a cabo en el
aula. ¿Qué se propone o cuáles son las propuestas de mejorar partir de un análisis
contextual? Este análisis debe ser sociocultural y debe tener la finalidad de superar una
concepción de la diversidad centrada en la detección de minorías étnicas y culturales
visibles. Inmigrantes extranjeros evitando las etiquetas y categorización para pasar a la
consideración de otros factores.

Otra propuesta sería analizar las relaciones entre cultura vivencial de los
alumnos con la cultura escolar, han de considerarse aspectos tales como la
contextualización del currículo, la adecuación de la metodología, la organización
escolar, el conocimiento del contexto socio familiar, las motivaciones e intereses. Como
conclusión, cabe afirmar que la educación intercultural designa la formación sistemática
de todo educado, en la comprensión de la diversidad cultural de la sociedad actual, en
el aumento de la capacidad de comunicación entre personas de diversas culturas, en
creación de actitudes favorables a la diversidad de culturas, en incremento de
interacción social entre personas y grupos culturalmente distintos. Con esta concepción
plena, la educación intercultural podrá dejar de ser percibida como una necesidad
marginal de las escuelas que atienden minorías y adquirirá la relevancia de ser
considerada una de las dimensiones básicas de la educación general de los individuos
los grupos y las comunidades.
BIBLIOGRAFIA

Pública, S. de E. (2023). ¿Sabes en qué consiste la Educación Intercultural? gob.mx.


http://www.gob.mx/sep/articulos/sabes-en-que-consiste-la-educacion-intercultural

Habermas, J. (2000). La constelación postnacional. Ensayos políticos. Barcelona: Paidós.

Roldán, C. y Cantillo, L. (2012). Formas alternativas a la resolución tradicional de conflictos: Las


prácticas restaurativas. En B. López y M. Tuts (Eds.). Orientaciones para la práctica de
la educación intercultural (pp. 137-148). Madrid: Wolters Kluwer.

Portera, A. (2006). Educazione interculturale nel contesto internazionale. Milano: Angelo


Guerini.

Leiva, J. (2008). Interculturalidad, gestión de la convivencia y diversidad cultural en la escuela:


un estudio de las actitudes del profesorado. Revista Iberoamericana de Educación, 46,
1-14.

FETE-UGT (2010). Libro Blanco de la educación intercultural: Madrid: Servicio de Publicaciones


de FETE-UGT

Casanova, M. A. (2011). Educación intercultural: de la política al aula. En E. Soriano, (Ed.), El


valor de la educación en un mundo globalizado (pp. 93-135). Madrid: La Muralla

Santerini, M. (2010). Cittadinanza e intercultural nella scuola. Introduzione generale e riflessione


sui risultati del gruppo di recerca di Milano. In A. Portera, P. Dusi & B. Guidetti (Eds.), L
´educazione interculturale alla cittadinanza. La scuola come laboratorio. (pp. 65-72).
Roma: Carocci.

Echeita, G. y Ainscow, M. (2011). La educación inclusiva como derecho. Marco de referencia y


pautas de acción para el desarrollo de una revolución pendiente. Tejuelo, 12, 26-46.e

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