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Las funciones de la administración constituyen la base fundamental del ejercicio

de gestión.
Las funciones de la administración son las actividades que se deben ejecutar
para alcanzar los objetivos organizacionales con eficacia y eficiencia. En este
sentido, la eficacia significa alcanzar las metas establecidas. La eficiencia
consiste en conseguir dichas metas de modo que se optimicen los recursos
disponibles. Es decir, las funciones de la administración ejecutadas
correctamente orientan a la empresa hacia su destino siguiendo la vía más corta
y rápida.
Al igual que lo hacen las empresas y organizaciones, la aplicación de las
funciones administrativas a la vida personal produce resultados positivos.
Cuando se adaptan a proyectos individuales generan un orden y una estructura
que facilita la consecución de objetivos.
Las funciones de la administración más difundidas son la planeación, la
organización, la dirección y el control, pero no son las únicas. También se
encuentran referencias en la literatura a otras, entre ellas, la previsión, la
integración y la coordinación.
• Previsión. Con base en un análisis de los factores externos e internos
proyecta posibles escenarios futuros para la organización. Igualmente, fija
los lineamientos generales que le permitirán conseguir los objetivos
propuestos.
• Planeación. Señala el rumbo preciso a recorrer detallando los principios,
guías y procedimientos necesarios. En suma, se orienta al futuro
mediante la toma de decisiones en el presente.
• Organización. Dispone de los recursos y estructura las funciones, los
niveles y las actividades. Así mismo, asigna responsabilidades y
establece canales de comunicación entre las personas y los grupos.
• Integración. Incorpora y acopla los recursos materiales y, especialmente,
humanos necesarios para la correcta actividad empresarial. Además,
ofrece las condiciones de adaptabilidad que permitan los ajustes
requeridos según las condiciones del entorno.
• Coordinación. Consiste en la armonización de los esfuerzos individuales
y grupales canalizados en la consecución de los objetivos generales.
• Dirección. Su propósito radica en movilizar la contribución de los
integrantes hacia el logro de los objetivos organizacionales con base en
el liderazgo, la motivación y la comunicación.
• Control. Elemento del proceso administrativo que permite monitorear el
desempeño y el cumplimiento de metas, de igual manera, incorpora la
implementación de los cambios y ajustes a que haya lugar.
Henri Fayol, uno de los padres de la administración, planteó la semilla en su libro
Administración industrial y general (1916). Con base en ellas propuso su
definición de administración: “Administración es prever, organizar, mandar,
coordinar y controlar”. Además, puntualizó acerca de cada una de estas
funciones de la administración:
• Prever es escrutar el porvenir y confeccionar el programa de acción;
• Organizar es constituir el doble organismo, material y social de la
empresa;
• Mandar es dirigir el personal;
• Coordinar es ligar, unir y armonizar todos los actos y todos los esfuerzos;
• Controlar es vigilar para que todo suceda conforme a las reglas
establecidas y a las órdenes dadas.

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