Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ACTIVIDAD 6.2
1.- PROPÓSITO: Analizamos el texto “La prevención debe ser el eje de las políticas de seguridad
ciudadana” con la finalidad de conocer los factores que incrementan la delincuencia ciudadana, así como
las alternativas propuestas en el Perú e Inglaterra para contrarrestarla.
ESTRATEGIAS DE LECTURA
ANTES DE LA LECTURA
1.-EXPERIENCIAS PREVIAS
a. Haz una relación de palabras que crees que estén presentes en el texto.
Seguridad
Estado
Prevención
Delincuencia
b) ¿Quién o quiénes deben asumir un compromiso para tener una efectiva seguridad
ciudadana?
Nuestras autoridades.
c) ¿Por qué es importante tener un plan de acción para mejorar la seguridad ciudadana?
Porque así estaríamos preparados para afrontar la inseguridad y delincuencia.
DURANTE LA LECTURA
TEXTO 1:
El despliegue de los programas de Barrio Seguro tiene entre sus retos intensificarlos y
articularlos entre todos los niveles de Gobierno; sin embargo, no se verán resultados
inmediatos.
La victimización en las ciudades del Perú se ha reducido, pero sus habitantes aún se sienten
vulnerables. Según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el
27% de la población urbana declaró haber sido víctima de algún delito en el 2017, cifra menor
al 31% registrado en el 2016.
No obstante, una última encuesta del Instituto Integración (2018) recogió que el 57% de los
peruanos aún se siente inseguro en las zonas urbanas del país. De hecho, a pesar de que la
delincuencia común ha caído, los delitos violentos asociados al crimen organizado han ido en
aumento. En Tumbes, por ejemplo, la tasa de homicidios creció de 4,7 a 42,5 por cada 100 000
habitantes entre el 2011 y el 2016. ¿Están funcionando las medidas contra la criminalidad? ¿Es
el castigo la principal solución?
La medida que genera mayor expectativa es la estrategia multisectorial Barrio Seguro, que
involucra a la Policía, al serenazgo y a las juntas vecinales en el combate contra la delincuencia,
además de contemplar programas de ocho ministerios para reducir los factores de riesgo
locales.
“Mi crítica al programa es que la intersectorialidad es muy baja todavía, [aunque] es cierto que
es muy difícil hacerlo”, señaló a Integración el investigador de la Universidad de Lima Wilson
Hernández.
Uno de los principales factores de riesgo que debe prevenir esta estrategia es la deserción
escolar. Según el Ministerio de Educación (Minedu, 2016), el 11.9% de los estudiantes
abandonan su educación básica. Un estudio de la Universidad del Desarrollo de Chile (2015)
advierte que, a nivel latinoamericano, el nivel de deserción escolar era de 5%.
El reto del Ministerio del Interior (Mininter) será la coordinación con el Minedu para aplicar la
jornada escolar completa, que implica que los estudiantes tengan 10 horas semanales más de
clases, en los colegios de las zonas con mayor criminalidad. Barrio Seguro también propone
otorgar las becas Doble Oportunidad para jóvenes de hasta 25 años que no han culminado sus
estudios y están inmersos en espacios violentos. Así, el diálogo intersectorial resulta
determinante.
Otro factor de riesgo que busca reducir esta estrategia es la violencia en los hogares. En los
últimos años, los adultos se han vuelto más tolerantes con la idea de golpear a los niños como
“correctivo”, según cifras del INEI. En el 2012, por ejemplo, el 14% de los padres y madres
consideraban que el castigo físico hacia los hijos se justificaba “algunas veces”. En el 2016, la
proporción escaló hacia el 19%. Además, el 23% de los padres y el 26% de las madres aceptaron
“corregir” con golpes o castigos físicos a los menores del hogar.
En este sentido, los Centros de Emergencia Mujer o las Defensorías Municipales de Niños y
Adolescentes (Demunas) entran en la estrategia de seguridad.
Hernández explicó que esta iniciativa del Gobierno, que se aplica desde el 2016, es positiva si
bien aún no existe la forma de medir sus resultados por ser una política muy reciente. Señaló,
además, que todavía es necesario invertir más para que crezca de manera ordenada. “Hoy hay
aproximadamente 30 distritos [en los que se ha implementado] de los cerca de 1800 a nivel
nacional”, afirmó.
Otros factores que deben reducirse son el uso indebido del tiempo libre (que requiere diálogo
del Mininter con el Ministerio de Cultura, el Minedu y el Instituto Peruano del Deporte), la
carencia de oportunidades laborales (Ministerio de Trabajo), entornos violentos (Ministerio de
la Mujer y Ministerio de Inclusión Social), violencia de género (Ministerio de la Mujer), el
consumo de alcohol y drogas (Devida), la falta de espacios públicos (Ministerio de Vivienda) y la
brecha de atención en salud mental (Ministerio de Salud).
“Es un buen momento para decidir desarrollar políticas sociales, no solo programas”, dijo a
Integración la abogada criminóloga Lucía Nuñovero. La especialista sostiene que la inseguridad
debe atacarse desde sus raíces, por ejemplo, mejorando el actual sistema educativo y el sistema
de salud. El último censo penitenciario (2016) grafica de alguna forma esta problemática: el 63%
de los presos no concluyó sus estudios de educación básica o nunca los tuvo.
Los gobiernos locales son entidades clave para la prevención situacional y social de la
delincuencia. La razón está en su conocimiento directo del territorio, su relación directa con la
población (Dammert y Arias, 2007) y la capacidad que tienen para influir en características
culturales, sociodemográficas, económicas y hasta geográficas en su jurisdicción (Acero, 2006).
Para Becker (1974), los crímenes son el resultado de la evaluación racional de los beneficios y
costos de delinquir, lo que incluye las penas, pero también la facilidad para cometer el delito y
la posibilidad de ser atrapado. Otros explican la delincuencia a partir de la existencia de
oportunidades ilícitas. Así, para que se cometa un delito debe haber un objetivo de robo (target)
sin presencia cercana de policías o serenos (capable guardians). La teoría de la desorganización
social, más bien, apunta a cómo la debilidad de la comunidad para resolver sus conflictos reduce
la capacidad de control social, aumentando la criminalidad. Este enfoque ha dado lugar a
décadas de políticas preventivas comunitarias, muchas de ellas con efectos exitosos incluso en
el corto plazo. La conocida teoría de las ventajas rotas (Wilson y Kelling, 1982) concluye que los
signos de deterioro físico en espacios públicos o incivilidades (zonas oscuras, terrenos baldíos,
viviendas abandonadas, basurales, urinarios, etc.) alertan a los delincuentes sobre el bajo
control social y la escasa efectividad policial, atrayendo más actos delictivos. De ahí nace la
necesidad de controlar incivilidades para evitar el escalamiento de la violencia. En ocasiones,
este enfoque ha llevado a la sobrecriminalización y la estereotipificación de jóvenes, minorías
étnicas y delincuentes.
Las teorías de las ventanas rotas y de la desorganización social han originado una gama de
intervenciones en la ciudad, muchas veces agrupadas bajo el enfoque de prevención del crimen
a través del diseño ambiental (CPTED, crime prevention through environmental design). Por lo
general, se orientan a la mejora del ambiente físico. Por ejemplo, en una ciudad de Inglaterra,
la iluminación de calles oscuras redujo en 34% la victimización, sin que el crimen se desplace a
áreas aledañas (Painter y Farrington, 1999). El mismo estudio señala que, por cada dólar
invertido en iluminar las calles, se ahorró 44 por robos y asaltos no perpetrados.
La propia organización vecinal también ha probado ser un medio efectivo para la prevención.
Este componente normalmente es incluido para la prevención de varios tipos de delincuencia
común, como hurtos, robos al paso, robo a viviendas y delitos en general. Muchas de las
intervenciones exitosas reportadas por Morgan, Boxall, Linderman y Anderson (2009) incluyen
entre sus actividades distintas formas de vigilancia comunitaria. En otros casos, la participación
en comunidad apunta a otros objetivos. Se busca primero mejorar la cohesión social a nivel local
para luego realizar la intervención y obtener mayor éxito, tal es el caso de la iniciativa chilena
Paz Activa (Berniell, 2014).
TEXTO 2:
EL PLAN DE ACCIÓN
El plan de acción es una herramienta de planificación usada para la gestión y el control de tareas.
Funciona como una hoja de ruta que establece la manera en que se organizará, priorizará e
implementará un conjunto de tareas necesarias para el logro de objetivos y metas.
• Los recursos que se necesitan y la forma de obtenerlos (el detalle de cómo se consiguen).
DESPÚES DE LA LECTURA
✓ Explica en que consiste el plan que se ha empleado en Inglaterra para reducir los
índices de victimización.
Consiste en iluminar las calles, para reducir los índices de victimización.
Lee los textos “La prevención debe ser el eje de las políticas de seguridad ciudadana” y “El
Plan de acción”. Luego relaciona las ideas de ambos textos y completa la siguiente tabla:
2.- Opinamos analizando el entorno, ¿Cuál de los factores de riesgo es el que se debe atender
prioritariamente para solucionar el problema de la delincuencia? Explica.
Deserción en el hogar, la violencia y problemas en los hogares ya que desde el hogar comienza
los malos hábitos y en los valores que se les inculca a los hijos. Porque por falta de una corrección
o buenos valores crecen deseando tener una vida fácil y por esa razón existe mucha
delincuencia.
3.- Emitimos un juicio de valor. Según el texto “La prevención debe ser el eje de las políticas
de seguridad ciudadana”, ¿Cuál de los planes ejecutados para contrarrestar la inseguridad
ciudadana es más eficaz? ¿Con qué factores de riesgo se vinculan?
EVALUA TU APRENDIZAJE