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LA SOGA

Afuera es de día, pero el departamento tiene las cortinas completamente cerradas por lo que apenas se
trasluce la luz de la calle. En la penumbra se dibujan las siluetas de Brandon, Philip y un tercer
hombre al cual Philip está tomando del cuello con una soga mientras Brandon lo sujeta por detrás.
Luego de unos instantes este hombre se desvanece. Brandon verifica que no respire.

BRANDON: Abrilo.

Philip abre la tapa del arcón que está junto a ellos y colocan el cuerpo del tercer hombre en su interior
y lo vuelven a cerrar. Brandon enciende la luz.

PHILIP: ¡No!

BRANDON: (Apagando la luz de nuevo) Tranquilo. Tenemos que ver si quedó algo...

PHILIP: Ya sé. Pero todavía no. Esperemos un momento.

Los dos se quedan apoyados sobre el arcón, Brandon enciende un cigarrillo, es la única luz que sale
de la oscuridad. Lo disfruta.

BRANDON: No tenemos mucho tiempo. La oscuridad asusta, nadie está seguro en ella. Nadie que
alguna vez fue niño. Voy a abrir, ¿está bien?

Brandon abre las cortinas y toda la luz de la calle ilumina la escena.

BRANDON: Bueno, así está mejor. Qué hermoso atardecer. (Sacándose los guantes) Lástima, haberlo
hecho a plena luz. Bueno, no se puede tenerlo todo. Y lo hicimos de día. (Se dirige hacia Philip y
comienza a sacarle los guantes) ¿Te sentís mejor ahora?

PHILIP: Sí.

BRANDON: Bueno, más vale que los guardes. (Refiriéndose a los guantes) Ponelos en el cajón del
escritorio, detrás de la caja de metal.

Brandon toma una copa y comienza a limpiarla con una servilleta sacándole las huellas dactilares.

BRANDON: Deberíamos preservarla para la posteridad. Pero no quiero romper el juego. De esta
copa... David Kently... bebió su último trago. Debería haber sido una gaseosa o cerveza. Siempre me
pareció que no condecía con él que bebiera algo tan corrupto como el whisky.

PHILIP: Tampoco condecía que lo asesinaran.

BRANDON: Sí, los jóvenes americanos mueren en acción. Los David simplemente ocupan espacio. Y
por eso fue la víctima perfecta para el crimen perfecto. Claro que era estudiante de Harvard lo que lo
convierte en homicidio justificado.
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PHILIP: Sí, pero todavía está acá.

BRANDON: Pronto va a descansar en el fondo del lago.

PHILIP: Mientras tanto está acá.

BRANDON: Antes de que lleguemos a Oxford habrá desaparecido. (Philip va hacia el arcón y verifica
que esté cerrado) ¿Qué estás haciendo?

PHILIP: No tiene llave.

BRANDON: Mucho mejor, más peligroso. Además es muy viejo, no debe funcionar.

PHILIP: Ojalá fuera otra persona. Ojalá no estuviera aquí.

BRANDON: Un poco tarde para eso, ¿no te parece? ¿A quién preferirías? ¿A Kenneth?

PHILIP: No lo sé, supongo que serviría tanto como cualquier otro. (Observando a Brandon) Vos, por
ejemplo. Me asustás. Siempre me asustaste. Desde el colegio. Supongo que es parte de tu encanto.
Bromeaba Brandon. No lo sobrellevo tan bien, así que te insulto.

BRANDON: ¿Bastante tonto verdad?

PHILIP: Sí, demasiado. (Pausa) ¿Puedo beber algo ahora?

BRANDON: Sí, debemos celebrar. Bebamos champaña.

Brandon va a buscarla a la cocina.

PHILIP: ¿Champaña?

BRANDON: Puse una en el congelador.

PHILIP: ¿Cuándo?

BRANDON: Antes que llegaran.

PHILIP: Estabas seguro, ¿no?

BRANDON: ¡Por supuesto! Sabés que solo hago las cosas a la perfección. Siempre quise tener más
talento artístico. Bueno, el asesinato puede ser un arte. El matar satisface tanto como el crear. Fijáte. Lo
hicimos tal como lo planeamos... y nada salió mal. Fue perfecto. Una muerte inmaculada. Tanto por el
peligro como por el asesinato. Estamos pletóricos de vida. (Sirviendo la champaña) Ni siquiera la
champaña es suficiente.

PHILIP: Pero la voy a beber.

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BRANDON: Ya no tenés miedo, ¿no? No podés tenerlo. Ninguno de nosotros puede. Es lo que nos
diferencia de la gente común. Ellos hablan de cometer el crimen perfecto. Nadie asesina para
experimentar. Nadie, excepto nosotros. Ya no tenés miedo ¿verdad?

PHILIP: No.

BRANDON: Ni siquiera de mí.

PHILIP: No.

BRANDON: Mejor así. (Levantando la copa en dirección al baúl) Por David, por supuesto.

PHILIP: ¿Qué sentiste Brandon?

BRANDON: ¿Cuándo?

PHILIP: Al hacerlo.

BRANDON: No lo sé. No recuerdo haber sentido algo realmente... hasta que su cuerpo se aflojó... y
supe que había terminado.

PHILIP: ¿Y entonces?

BRANDON: ¡Y entonces sentí mucho regocijo! ¿Y vos?

PHILIP: (Duda) ¿No creés que la reunión es un error?

BRANDON: ¿No estábamos de acuerdo en que toda la belleza y la gracia estaban precisamente en la
reunión?

PHILIP: Sí, pero...

BRANDON: Es el toque final. La firma del artista. No hacerla sería como...

PHILIP: ¿Pintar un cuadro y no colgarlo?

BRANDON: No elegiste las palabras adecuadas.

PHILIP: Quizás la reunión no sea la opción adecuada.

BRANDON: La reunión va a ser nuestra mejor coartada. Va a ser la más excitante que hayamos hecho.

PHILIP: ¿Con estos invitados?

BRANDON: Sé que la familia Kently no podría ser más aburrida ni intentándolo. Pero tuvimos que
invitarlos. Después de todo son los padres de David.

PHILIP: Eso no hará que sea más fácil hablar con ellos.

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BRANDON: Dejá que Janet se ocupe de ellos. Está decidida a casarse con David. Pero no creo que lo
logre ¿y vos?

PHILIP: No. No lo creo.

BRANDON: Puede volver con Kenneth esta noche. ¿No es una amabilidad de nuestra parte la de darle
otra oportunidad a Kenneth y una compensación a Janet? (Brandon se da cuenta de algo y agarra un
candelabro de la mesa) ¡Philip! Agarrá el otro.

PHILIP: ¿Para qué?

BRANDON: No importa. Vení conmigo.

PHILIP: (Siguiéndolo) ¿Qué estás haciendo?

BRANDON: Mejorando nuestra obra de arte.

Ambos se encuentran delante del arcón. Brandon coloca allí el candelabro y forcejea con Philip para
que este coloque el otro.

PHILIP: Estás exagerando.

BRANDON: (Forcejeando con los candelabros) ¿Qué te pasa? Pensé que podríamos cenar acá, sobre
esto. ¿No es una buena idea?

PHILIP: (Tratando de encontrarle una explicación) Así nadie va a tratar de abrirlo.

BRANDON: No me aprecias.

PHILIP: Estoy comenzando a hacerlo.

BRANDON: Vamos, la Sra. Wilson está por llegar. ¿Olvidaste pedirle sus llaves?

PHILIP: No. Las tengo. Le dije que perdí las mías.

BRANDON: Muy bien.

PHILIP: ¿Cómo vas a explicarle esto?

BRANDON: No lo voy a hacer.

PHILIP: Tenés que tener una excusa.

BRANDON: No podemos dejar solo a nuestro invitado de honor.

PHILIP: Una excusa para los demás.

BRANDON: ¡Ok! ¡Ok! Dejáme pensar. Te inquietas con demasiada facilidad, Philip. Tenemos una
excusa muy simple... acá mismo. ¿De qué te preocupas? (Tomando unos libros del aparador) El Sr.
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Kently viene a ver estos libros. ¿Qué mejor que ponerlos sobre la mesa donde el viejo los pueda ver
más cómodo? ¿No somos sumamente considerados?

Suena el timbre del portero eléctrico y Brandon va a atender.

BRANDON: Hola... sí suba. (Refiriéndose a los libros que están junto al arcón) Comenzá trayendo
esos libros y...

PHILIP: ¿Quién era?

BRANDON: (Yéndose a la cocina) La Sra. Wilson.

Philip comienza a ordenar los libros que están sobre una silla junto al arcón y en ese momento
descubre que del baúl cuelga un pedazo de soga.

PHILIP: ¡Brandon... Brandon!

BRANDON: ¿Qué pasa? Es tonto lo que hacés. (Mirando sin entender lo que pasa) ¿Qué ocurrió?
(Siguiendo la mirada de Philip descubre la soga) Bueno, dale, ¡tira de ahí!

PHILIP: No puedo.

Brandon tira de la soga y se queda con ella en la mano.

BRANDON: La Sra. Wilson podría hacerlo por vos. Dejar que los otros la vieran sería confesar.
(Dándole los libros) Toma y trata de controlarte. Si hubieras dejado la luz encendida la hubieras visto.

PHILIP: Está bien. ¡Sos perfecto!

BRANDON: Debemos serlo. Convinimos que solo podíamos cometer un crimen. No podemos cometer
un error. Ser débil es un error.

PHILIP: ¿Por ser humano?

BRANDON: No, por ser ordinario. No voy a permitir...

En el calor de la discusión suena el timbre de la puerta. Brandon va hacia ella y entra la Sra. Wilson
con un paquete de confitería en la mano.

SRA. WILSON: Me debe $ 2.40 de taxis y propinas. El transito me demoró.

BRANDON: No importa. No la esperábamos antes.

SRA. WILSON: Fui a cinco almacenes por el paté. ¡Qué precios! No veo por qué tirar el dinero. Fui a
la confitería que va el Sr. Cadell. La próxima vez que de una fiesta voy a ir a...

PHILIP: (Viniendo de la cocina con el mantel en la mano) Buenos noches, Sra. Wilson.

SRA. WILSON: ¿Qué le sucedió a mi mesa?


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BRANDON: Sólo mudamos las cosas.

SRA. WILSON: Pero mi mesa lucía muy bien.

BRANDON: Sin lugar a dudas. Pero entienda, el Sr. Kently quiere ver los libros que había en el baúl.
¿No querrá que se ponga de rodillas?

Mientras tanto Philip pone el mantel y entre él y Brandon acomodan los candelabros.

SRA. WILSON: Creo que tiene un aspecto peculiar.

BRANDON: ¿Peculiar?

SRA. WILSON: Los candelabros están fuera de lugar.

BRANDON: Todo lo contrario, sugieren... un altar ceremonial... sobre el cual... apilar nuestra
ofrenda... en sacrificio.

SRA. WILSON: ¿Y los libros?

BRANDON: Los ponemos sobre la mesa.

SRA. WILSON: En mi opinión es una locura, pero no tengo tiempo para discutirlo. En fin, es raro.

La Sra. Wilson sale y ambos quedan un instante a solas.

BRANDON: (A Philip) Perdóname lo de antes ¿Que sucede?

PHILIP: Creí que se iba a percatar. La cuerda… debemos esconderla.

BRANDON: ¿Por qué?

PHILIP: ¡¿Por qué?!

BRANDON: Sí, ¿por qué? Es sólo un pedazo de cuerda, un adminículo. Debería estar en el cajón de la
cocina.

Brandon va hacia la cocina y guarda la cuerda en el cajón.

BRANDON: Sra. Wilson.

SRA. WILSON: ¿Si?

BRANDON: Hay champaña en la heladera.

SRA. WILSON: ¿Van a servir champaña?

BRANDON: Por supuesto.


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SRA. WILSON: Más vale que me arregle entonces. En lo del Sr. Cadell rara vez la servían. Una vez
bebimos una copa para mi cumpleaños.

BRANDON: Esta noche, Sra. Wilson, podrá reanudar el romance. El Sr. Cadell está invitado.

SRA. WILSON: El Sr. Cadell es un encanto.

PHILIP: ¿Rupert va a venir?

BRANDON: Sí. ¿No te lo dije?

PHILIP: No, no me lo dijiste.

Philip se dirige con una bandeja de comida hacia el arcón, seguido por Brandon que lleva otra
bandeja.

BRANDON: ¿Creí que te agradaba Rupert?

PHILIP: Me agrada.

BRANDON: ¿Entonces?

PHILIP: De toda la gente que hay en el mundo, Cadell es el más apto para sospechar.

BRANDON: Él consideraría el aspecto artístico. ¡Es excitante!

PHILIP: Me alegro que te excite, a mí me asusta. ¡Lo conozco!

BRANDON: Baja la voz. Los otros son demasiado aburridos e inocentes. Pensé decirle a Rupert que se
uniera a nosotros.

PHILIP: ¿Por qué no lo hiciste?

BRANDON: Porque tiene capacidad y comprensión, pero le fallan los nervios para resistir. Es un
escritor extraordinario y podría haber escrito una historia maravillosa sobre todo esto, pero nunca se
hubiera atrevido a realizarlo. Somos superiores, tenemos coraje y él no.

La Sra. Wilson vuelve a entrar trayendo una bandeja con canapés.

SRA. WILSON: El Sr. Cadell se hirió una pierna en la guerra. (A Philip que al sacar los platos de la
bandeja apoyó la manga en el apio). Y usted colocó la manga en el apio. (Suena el timbre del portero y
Brandon va a atender) Ya llegaron. No toque demasiado el piano sin comer. Está muy delgado. Y no
deje que se coman todo el paté. Espero que todo sea un éxito. ¡Oh, mi bandeja!

BRANDON: Llévela a la cocina. Yo abro la puerta.

SRA. WILSON: No habría tanto apuro si hubieran dejado la mesa...

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Sale hacia la cocina mientras suena el timbre de la puerta.

BRANDON: Ahora comienza la diversión.

Brandon va a abrir la puerta. Fuera de escena se escucha el recibimiento. Entra a escena con
Kenneth.

BRANDON: Hola, adelante... tanto tiempo sin vernos...

KENNETH: En serio... por eso estuve tan torpe al teléfono.

PHILIP: Hola Kenneth, que gusto verte.

KENNETH: ¿Qué haces?

PHILIP: Lo de siempre. ¿Y vos?

KENNETH: Tratando de preparar mis exámenes. Siempre comienzo antes que los demás.

BRANDON: Champagne Sra. Wilson.Así es.

KENNETH: ¿Champagne! ¿Qué pasa? ¿Alguien cumple años?

BRANDON: Casi lo contrario.

KENNETH: ¿Lo contrario?

BRANDON: Philip se despide temporalmente del mundo. Lo llevo a Oxford, luego.

KENNETH: ¿Dónde van?

PHILIP: A recluirme a lo de la madre de Brandon. Para practicar.

BRANDON: Tiene que practicar seis horas diarias. Confirmé su debut.

PHILIP: En el ayuntamiento.

KENNETH: ¡Fantástico! Que tengas mucho éxito. ¿Soy el primero?

BRANDON: Sí.

KENNETH: ¿Por qué siempre me adelanto?

BRANDON: Porque sos puntual.

Entra la Sra. Wilson notoriamente arreglada para la ocasión. Trae la Champaña dentro de un frape.
Brandon se le acerca.

KENNETH: Es cierto. Me siento honrado.


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BRANDON: ¿Por qué?

KENNETH: Parece una pequeña fiesta de despedida.

BRANDON: Matamos dos pájaros de un tiro. Es también para el Sr. Kently.

KENNETH: ¿El padre de David?

PHILIP: Sí.

KENNETH: ¿David está invitado?

BRANDON: Por supuesto.

KENNETH: ¿Y quién más?

BRANDON: Gente conocida... si querés saber... los Kently, Janet Walker...

KENNETH: ¿Janet?

BRANDON: Pensé que te alegraría verla. ¿No es así?

KENNETH: Brandon... ella y yo ya no estamos más juntos, ¿no lo sabías?

BRANDON: Disculpáme... pero no... no lo sabía.

KENNETH: ¿Lo sabías Philip?

PHILIP: Escuché rumores, pero no le presté atención.

KENNETH: Ojalá lo hubieras hecho.

PHILIP: ¿Por qué?

Suena el timbre de la puerta. La Sra. Wilson va a abrir.

KENNETH: Porque Janet y David están de novios... (Se escuchan las voces de ella y de Janet Walker.

BRANDON: Tenés más chances de lo que crees.

KENNETH: ¿A qué te referís?

BRANDON: (Yendo a recibir a Janet) ¡Janet!

JANET: Hola, ángel. Cuidado con mi cabello, pase horas peinándome. Qué rico perfume. ¿Cuál es?

BRANDON: El que me regalaste para Navidad.

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JANET: Sabia que tenia buen gusto.

BRANDON: Te ves preciosa.

JANET: Cuando lo haya pagado todo. (Brandon ríe) ¿Fue gracioso eso? Nunca sé si causo gracia.
Cuando lo intento, fracaso rotundamente. (Saludando a Philip) Amor!!!.

PHILIP: Hola.

JANET: ¿Vos y el ayuntamiento? Vas a engañarnos y ser… (se detiene al ver a Kenneth)
horriblemente famoso.

BRANDON: ¿Creo que se conocen?

JANET: Hola Kenneth. (Observando el lugar) Fascinante, creo que me quedé muda.

BRANDON: ¿Una copa de champagne?

JANET: Hola, champagne. ¿Ves lo que decía sobre causar gracia? ¿Cómo te va Kenneth?

KENNETH: Muy bien ¿Qué tal tú trabajo? ¿Qué estas haciendo?

JANET: Todavía escribo la columna de belleza…

PHILIP: ¿Para dónde ahora?

JANET: Para una pequeña revista, “Allure”. (Se crea un clima tenso. Janet busca apartarse con
Brandon) ¡Oh! ¿Ese cuadro es nuevo?

BRANDON: Si ¿te gusta?

JANET: ¿Qué estilo es?

BRANDON: Joven americano y primitivo.

JANET: Como mi hermana: es americana, tiene tres años y pinta bien primitivo (Observando el otro
cuadro) ¿Y ese también es nuevo?

BRANDON: No creo ¿Cuál?

PHILIP: Kenneth acompañame, quiero mostrarte mis palos de golfo.

KENNETH: No sabía que…

Janet y Brandon quedan solos.

JANET: Podría estrangularte Brandon.

BRANDON: ¿Por qué?


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JANET: A veces tu sentido del humor es... tan malicioso.

BRANDON: ¿Qué queres decir?

JANET: ¿Por qué invitaste a Kenneth?

BRANDON: ¿Por qué no?

JANET: Sabes muy bien por que no. Nos separamos y soy casi la novia de su mejor amigo.

BRANDON: ¿David?

JANET: Sí. De modo que resulta encantador.

BRANDON: No puedo llevar la cuenta de tus romances. Primero yo, luego Kenneth y ahora David.
¿Por qué pasaste de Kenneth a David?

JANET: Obvio, me gusta más.

BRANDON: Y es más rico.

JANET: Eso fue muy bajo, incluso para vos… (Entran Kenneth y Philip) hace cuanto vengo diciendo
que no causo gracia… no me lo digas…

KENNETH: ¿Así que invitaron a Rupert?

BRANDON: Lo invitamos, quizás venga.

KENNETH: Espero que sí ¿Cómo está?

JANET: ¿Quién es?

PHILIP: Rupert Cadell fue nuestro maestro de la escuela.

JANET: ¿El maestro de ustedes tres?

BRANDON: Cuatro, también intento instruir a David.

KENNETH: ¿No publica libros ahora?

JANET: Si tiene éxito, tal vez me pueda dar trabajo.

PHILIP: Publica lo que le gusta, filosofía generalmente.

JANET: Letras pequeñas, palabras grandes, no se venden.

BRANDON: Rupert es muy radical. Selecciona los libros suponiendo que la gente no sólo sabe leer,
sino también pensar. Un tipo raro, pero me gusta.
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KENNETH: Siempre te gusto ¡Cómo conversaban en la escuela! Brandon, a los pies de su maestro.

JANET: ¿Brandon a los pies de alguien? ¿Quién es?

KENNETH: Nos decía cosas muy raras.

BRANDON: Te referís a su impaciencia con convenciones sociales. Él decía: Asesinar es un crimen


para la mayoría, pero…

PHILIP: ... un privilegio de unos pocos.

Suena el timbre.

JANET: ¿Privilegio de unos pocos? (Brandon va a atender)

BRANDON: Oh, Sr. Kently me alegra tanto que haya venido.

SR. KENTLY: Mi esposa esta enferma, tuve que venir solo.

El ama de llaves le toma el abrigo al Sr. Kently.

BRANDON: Espero que no sea nada grave.

SR. KENTLY: No, es sólo un resfrió.

SRA. WILSON: Peligroso en esta época. Que no se levante y beba jugo de frutas.

SR. KENTLY: ¿Peligroso con este calor?

SRA. WILSON: Hace dos años me resfrié en verano y estuve enferma tres semanas. El médico…

BRANDON: Sra. Wilson. Perdón, por aquí Sr. Kently. (Brandon acompaña al Sr. Kently al salón)
¿Creo que conoce a la Srta. Walker?

SR. KENTLY: Hola querida.

BRANDON: Kenneth Lawrence..

SR. KENTLY: Hace mucho que no te veo ¿Estas estudiando?

KENNETH: Lo estoy intentando.

BRANDON: ¿Me permite presentarle a Philip Morgan?

PHILIP: ¿Champagne?

SR. KENTLY: Prefiero un whisky con mucho agua. ¿David esta aquí?

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BRANDON: Creí que vendría con usted.

SR. KENTLY: Llamo y dijo que estaría aquí.

JANET: ¿De dónde llamo?

SR. KENTLY: Habló con la mucama. Estaba estudiando en el club para su examen... de tenis.

JANET: Bueno, no necesita estudiar. Es tan inteligente.

SR. KENTLY: Si, le va muy bien.

JANET: ¿Y su esposa?

SR. KENTLY: Como siempre, resfriada. Espero que David venga y la llame

JANET: David es su único hijo, Sr. Kently, lo va a hacer.

SR. KENTLY: Si, también es “mi” único hijo, pero le permito crecer.

JANET: La puedo llamar y decirle que se demoró.

SR. KENTLY: No… no…

JANET: Quizás haya pasado a verla.

BRANDON: Sr. Kently. (Entregándole un vaso de whisky)

JANET: ¿Puedo usar el teléfono?

BRANDON: Por supuesto, esta en el dormitorio.

JANET: Que cómodo.

BRANDON: ¿Lista para otra copa?

JANET: Sí, gracias. Voy a llamarla.

BRANDON: Kenneth, tu vaso está muy vacío.

KENNETH: Oh, no, yo estoy bien.

BRANDON: ¿Se lo llevas a Janet, por favor?

KENNETH: Por supuesto. (Dándose cuenta de algo) ¿Por qué?

BRANDON: Nada en especial. Es su copa. Creí que querías. Está en el dormitorio.

KENNETH: ¿Te gustaría que llegue David?


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BRANDON: No, sería un shock demasiado fuerte.

Philip se acerca al piano. Kenneth le lleva la copa a Janet.

SR. KENTLY: ¿Va a tocar? Estupendo.

Philip comienza a tocar el piano. El Sr. Kently se acerca junto a Brandon. Aparece Janet.

JANET: Esas manos te harán famoso. (Philip deja de tocar por un instante) Cariños de su esposa.

SR. KENTLY: ¿David estuvo allí?

JANET: No, llegara enseguida, probablemente.

Philip continúa tocando el piano, las conversaciones siguen y nadie se percata que ha ingresado
Rupert Cadell al salón.

RUPERT: Tus manos tocan cada día mejor, Philip.

Philip deja de tocar el piano, todos prestan atención al nuevo invitado.

BRANDON: ¡Rupert! Me estaba preguntando si vendrías.

RUPERT: Me conoces bastante como para no preguntártelo.

BRANDON: Rupert Cadell, el Sr. Kently.

RUPERT: ¿Cómo le va Sr. Kently?

SR. KENTLY: Rupert Cadell, el maestro de escuela.

RUPERT: ¿Y usted es…?

SR. KENTLY: Instruyó a mi hijo David.

RUPERT: Oh, me adula. Srta. Walker (Saludando a Janet)

JANET: ¿Cómo lo sabe?

RUPERT: Brandon habló mucho de usted.

JANET: Espero que bien.

RUPERT: ¿Usted se lo merece? (Descubriendo a Kenneth) Bueno… bueno… como ha crecido el


pequeño Kenneth.

KENNETH: Hola, profesor.

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RUPERT: Vamos, ya no estamos en la escuela.

KENNETH: ¡El mismo de siempre! Me alegro de verte de nuevo.

RUPERT: ¿Por qué?

KENNETH: (Riéndose y mirando su copa) Bueno…

RUPERT: No me hagas caso. Me alegro de verte otra vez. (Mirando la copa de Kent) Bueno… eso
parece champagne.

BRANDON: (Sirviéndole una copa a su lado) Y lo es.

RUPERT: Y es excelente ¿Qué se celebra?

BRANDON: El Sr. Kently vino a ver unos libros que le voy a regalar y, además, Philip y yo nos
vamos al campo.

RUPERT: Si, me lo dijiste por teléfono.

BRANDON: De modo que es una fiesta de despedida.

RUPERT: ¿Y por eso servimos champagne? Ya veo.

BRANDON: Es cierto.

RUPERT: Siempre balbuceaste al excitarte.

BRANDON: Me excito cuando doy una fiesta.

RUPERT: ¿En serio?

SRA. WILSON: Sr. Cadell.

RUPERT: Oh, Sra. Wilson.

SRA. WILSON: (Confidente) Compré el pate especial que le gusta.

RUPERT: Ya no me gusta. No… no… bromeo, nada más.

SRA. WILSON: Es usted terrible Sr. Cadell.

RUPERT: Gracias, gracias.

SRA. WILSON: (A Brandon) Comience a trinchar, yo traigo las otras cosas. Oh, Sr. Brandon,
(Yéndose para la cocina) lo encontré…

BRANDON: No sé lo que perdió. (Encendiendo los candelabros).

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RUPERT: Estupendo, Sra. Wilson. (A Janet) Puede que me case con ella.

JANET: ¡Divino! Espero que David llegue pronto.

RUPERT: ¿Dónde está David?

JANET: No lo sé. Se atrasó tanto que su padre comenzó a preocuparse.

RUPERT: ¿Y Usted?

JANET: ¿Yo? Yo tengo hambre.

RUPERT: Brandon, exactamente ¿Qué es esto?

BRANDON: Cassone Italiano.

RUPERT: Sí ya sé. ¿Pero por qué utilizarlo de bufete?

BRANDON: Convertí el comedor en una librería.

RUPERT: Y una nueva aplicación para el baúl. (A Janet) De chico tenia un complejo de baúl.

BRANDON: ¿Un complejo de baúl?

RUPERT: No te acordas, siempre mencionabas baúles en tus cuentos. (A Janet) Cualquiera fuese la
historia, siempre había un maravilloso final con baúles.

BRANDON: Había olvidado ese detalle.

RUPERT: ¿Por qué ibas a recordarlo? “La rama de muérdagos” era tu cuento favorito ¿no es cierto?

JANET: ¿De que se trataba?

RUPERT: No lo recuerdo muy bien… creo que se trataba de una encantadora joven…

SR. KENTLY: ...que la noche de bodas se escondió en un baúl con cierre a resorte y quedo allí
cincuenta años.

JANET: No me voy a dedicar a esos juegos.

BRANDON: Vamos Philip, ayudáme aquí ¿Le servís al Sr. Kently?

SR. KENTLY: No entiendo por qué David se demora tanto.

BRANDON: Vino por unos pocos días y es un hombre muy popular.

JANET: (A Philip) Te sirvo. ¿Carne roja o blanca?

PHILIP: Un poco de ambas para el Sr. Kently.


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JANET: ¿Y para vos?

PHILIP: No como pollo.

JANET: No puede ser, no existe quien no lo coma. ¿No es así Brandon? ¡Oh! Vos probablemente
tampoco ¿Por qué no lo comes?

PHILIP: Porque no.

JANET: Debe haber un motivo. Freud dice que hay un motivo para todo, incluso para mí.

PHILIP: No hay ninguno, Janet.

RUPERT: Creo recordar que tiene un motivo muy gracioso.

JANET: Lo sabía ¿Qué es?

PHILIP: Nada.

RUPERT: Yo lo creo fascinante.

BRANDON: Sucedió hace tres años, en Oxford, en la casa de mi madre. Íbamos a comer pollo, y
caminamos a la granja. Era un domingo, a fines de la primavera. Las campanas de la iglesia tañían, y
Philip torcía el cogote de los pollos. Y lo hacia muy bien. Pero ese día tuvo un toque muy delicado, por
que un pollo se revelo. Como Lázaro, se levanto…

PHILIP: Mentira!!!!!!!!

BRANDON: Philip!!!!

PHILIP: ¡No estrangulé un pollo en mi vida!

BRANDON: No te estás acordando…

PHILIP: ¡Nunca! ¡Y vos lo sabes bien!

JANET: (Se ríe) Bueno, es cómico apasionarse tanto por un pollo.

BRANDON: Perdón. Fue absurdo y maleducado. Les pido disculpas por nosotros y la historia.

(Durante toda esta escena Rupert se queda analizando la situación y viendo que todo lo que esta
pasando en esta casa comienza a parecerle extraño)

RUPERT: ¿Terminó?

BRANDON: Me temo que sí Rupert.

RUPERT: ¡Qué pena! Pensé que se estrangularían entre si.


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JANET: ¿Esta hablando en serio?

RUPERT: El honor de un hombre estaba en juego. Y un pollo es tan buen motivo de asesinato como
una rubia, un montón de dinero o cualquier otro motivo.

JANET: ¿No aprobará el asesinato, Rupert? ¿Verdad?

RUPERT: Sí. Piense cuantos problemas resolvería: desempleo, pobreza, hacer fila para comprar
entradas.

JANET: Tuve problemas para conseguir entradas para la comedia musical…

RUPERT: Querida Srta. apriete el gatillo y va a tener un par de entradas, en primera fila. ¿No hay
lugar en el restaurante de moda?

JANET: Nunca.

RUPERT: Muy simple. Desenvaine el cuchillo, y podrá entrar. Es decir, pase por sobre el cadáver del
Maitre. (Janet ríe) Gracias… y allí esta su mesa.

KENNETH: Yo mataría a cuchillazos a los hoteleros.

RUPERT: Lo siento, pero sin cuchillos para ellos. Están en la categoría de “morir torturados” junto
con niños pequeños y llorones. .

JANET: (Entre risas) ¡Qué idea divina! Si le sirve, claro… (se da cuenta de algo) pero nos
asesinaríamos unos a los otros.

RUPERT: El asesinato es o debería ser un arte. No una de las siete artes vivas, pero un arte. Y el
privilegio de cometerlo se reserva para los individuos superiores.

BRANDON: Las victimas son seres inferiores que no le importan a nadie.

RUPERT: Obviamente, pero no me asocies con los extremistas que piden asesinato todo el año.
Preferiría la “Semana de cortar cogotes”. O el “Día del estrangulamiento”.

(Risas en general)

SR. KENTLY: Quizás sea un signo de senilidad, pero confieso que no me gusta este humor, mórbido.

RUPERT: No fue adrede.

SR. KENTLY: ¿Lo dice en serio?

BRANDON: Por supuesto que sí.

SR. KENTLY: ¿Solo bromeaban? (Buscando a alguien que le dé la razón)

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BRANDON: No. ¿Por qué piensa eso?

SR. KENTLY: Pequeño Brandon, la idea que los seres superiores asesinan…

RUPERT: …cuando llega la temporada.

(Risas)

SR. KENTLY: ¿No lo dice en serio?

RUPERT: Sí. ¡Soy muy serio!

SR. KENTLY: ¿Y quién decide quien será un ser inferior y la victima adecuada?

BRANDON: Los pocos privilegiados.

SR. KENTLY: ¿Quiénes son?

BRANDON: (Encendiendo un cigarrillo) Yo mismo, Philip, Rupert quizás.

RUPERT: Lo siento Kenneth, vos no.

(Risas)

SR. KENTLY: Lo digo en serio.

BRANDON: Nosotros también. Los pocos son tan superiores en intelecto que se hallan por sobre
nociones morales. Lo “Bueno” y lo “Malo”, lo “Correcto” y lo “Incorrecto” son ideas inventadas para
el hombre común, porque las necesita.

SR. KENTLY: Es la teoría del superhombre de Nietzche.

BRANDON: Si, así es.

SR. KENTLY: Y la de Hitler.

BRANDON: Hitler era un paranoico. Sus superhombres eran asesinos sin cerebro, los colgaría, ante
todo por ser estúpidos. Colgaría a todos los incompetentes. Abundan.

SR. KENTLY: Pues a mí también, por que no sé si bromea o no. Preferiría no escuchar nada más
sobre su desdén por la humanidad y nuestro mundo civilizado.

BRANDON: ¿Civilizado?

SR. KENTLY: Sí.

BRANDON: ¡Quizás la civilización es hipocresía!

SR. KENTLY: Quizás.


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BRANDON: Estoy seguro que Rupert…

RUPERT: Caballeros… un momento…

BRANDON: …tiene inteligencia e imaginación…

SR. KENTLY: (Parándose) Creo que me harté.

RUPERT: (Tratando de distender la discusión) Phillip, quisiera ver los libros del Sr. Kently.

PHILIP: Están en el comedor, Sr. Kently ¿quiere verlos?

BRANDON: Lo siento, creo que me dejé llevar.

SR. KENTLY: Esta bien, Brandon.

PHILIP: Es una buena colección de primeras ediciones

SR. KENTLY: ¿Puedo usar el teléfono? Quizás mi esposa sepa de David.

El Sr. Kently sale con Philip.

RUPERT: Brandon.

BRANDON: ¿Si?

RUPERT: Defendiste demasiado tu punto de vista ¿Matar a unos pocos seres inferiores?

BRANDON: Quizás sea un caprichoso, ¿Quién sabe?

(Kenneth se encuentra conversando con Janet)

BRANDON: Kenneth, ¿ponemos un poco de música? Prepararía la atmósfera.

JANET: (A Kenneth) Es un demonio tan habilidoso. “Prepararía la atmósfera”.

KENNETH: Que no te deprima. Siempre hace cosas así.

JANET: Voy a la otra habitación.

KENNETH: ¿A ver los libros?

JANET: No, para que Brandon me vea.

KENNETH: ¿Por qué te importa tanto lo que él piense?

JANET: Porque sé lo que piensa. Cree que te dejé porque David es más rico.

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KENNETH: ¿Para qué vas, entonces?

JANET: Porque me perturba estar acá con vos.

KENNETH: Oh, Janet.

JANET: ¿No se te ocurrió?

KENNETH: ¿Honestamente? No.

JANET: Bueno, me perturba, y no me gusta. Hubiera creído que vos también te sentías así.

KENNETH: ¿Por qué?

JANET: Bueno, vos me dejaste, ¿te acordas? (Ríe) ¡A Brandon le encantaría saberlo! ¿Qué pasa?

KENNETH: Nada. Sólo estaba pensando.

JANET: ¿Sobre qué?

KENNETH: Vanidad femenina.

JANET: Bueno, también me hace sentir incomoda…

KENNETH: ¿Qué?

JANET: … el hecho de que vos y David dejaron de ser amigos, por mi culpa. Soy una mujer tan
idiota.

KENNETH: No digas eso.

JANET: Entonces, hago una excelente imitación. ¿Por qué trato de parecer astuta ante los demás,
excepto con David?

KENNETH: ¿No lo haces con David también?

JANET: Con David puedo relajarme. Gracias a vos.

KENNETH: ¿A mí?

JANET: Sí, ese… ese domingo que rompiste el compromiso David me llevo a caminar, estaba muy
desolada, no podía hacer de joven divertida. Me relajé y conté todo. Todo eso sobre mi verdadero “yo”.
¿Escuchaste eso? ¡Las cosas que digo! Oh, ¿Dónde esta David?

KENNETH: Sabes, no soy muy inteligente

JANET: ¿Por qué?

KENNETH: Nunca me di cuenta… ¡Brandon y su música crea atmósfera! ¿Amas a David? ¿Verdad?
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JANET: Sí.

KENNETH: No entiendo.

JANET: ¿Qué?

KENNETH: Brandon me dijo algo cuando llegue… dijo que ahora tendría más chances de
conquistarte.

JANET: ¿Brandon sabía que nos habíamos separado?

KENNETH: Sí, y sabia lo de David y vos.

JANET: ¡¿Qué?! Pretendió no saberlo cuando se lo dije.

KENNETH: ¿Qué está sucediendo acá?

JANET: No lo sé, pero voy a enterarme ahora mismo. Brandon, (Lo llama, él esta en la otra
habitación) ¿puedo verte un momento? (Mientras él viene le dice a Kenneth) ¿Por qué no deja en paz a
la gente? (A Brandon) ¿Qué estas intentando?

BRANDON: Traerte café.

JANET: Olvida el encanto. Quiero saber ahora por que le dijiste a Kenneth que ignorara lo mío con
David.

BRANDON: (Mirando a Kenneth) Eso no es lo que dije.

JANET: ¡Se lo insinuaste y quiero saber por que!

BRANDON: Hay damas bonitas cuando se enojan, pero vos no Janet.

KENNETH: (Tomándolo del brazo) Basta, Brandon.

BRANDON: ¡Caballeros al rescate!

JANET: ¡No creo que David venga!

BRANDON: Esperá y vas a ver.

JANET: No, nunca llega tarde. Jamás. Si hubiera sucedido algo, llamaría. Vos arreglaste que no
viniera.

(Rupert, con dos postres en la mano, esta observando todo desde atrás)

BRANDON: ¡Que inteligente soy!

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JANET: Sabia que no podías dar simplemente una fiesta para el Sr. Kently. Tenias que satisfacer tu
sentido del humor. Espero que te hayas divertido, por que yo no.

(Janet y Kenneth se retiran)

RUPERT: ¿Sucede algo, Brandon?

BRANDON: No, Janet es fastidiosa a veces. Supongo que será mejor… ¿Qué queres decir con sucede
algo?

RUPERT: Planificas todo tan bien, nada puede andar mal, pero parece que esta extrañando a David. Y
yo también comienzo a extrañarlo.

BRANDON: (Yéndose al otro cuarto) Todos lo extrañamos.

SRA. WILSON: ¿Dos postres Sr. Cadell?

RUPERT: Uno para usted y uno para mi, amor mío. Los otros no están de humor para helado.

SRA. WILSON: No les vendría mal enfriarse un poco. ¡Una fiesta tan rara! No me sorprende.

RUPERT: ¿Por qué no?

SRA. WILSON: Lo percibí esta mañana. Ambos malhumorados. Estaban excitados.

RUPERT: El Sr. Brandon dice que se excita cuando da fiestas.

SRA. WILSON: Pues es la primera vez que lo veo así. Siempre me deja preparar todo… ¡y mire eso!
¡Apenas tocaron el pollo!

RUPERT: ¿Y que hay de diferente hoy?

SRA. WILSON: Que no hay. Me apuró tanto para tender la mesa… y ¡estaba tan bonita! Cuando salí
de compras me dijo que me tomara toda la tarde. ¡Toda la tarde! ¡Después de apurarme toda la mañana!

RUPERT: ¿Dijo por que?

SRA. WILSON: No. Capricho, supongo. Cuando volví se estaba peleando con Phillip.

RUPERT: ¿Por qué?

SRA. WILSON: No se lo contaría ni aun cuando lo supiera.

RUPERT: Ojalá lo hiciera.

SRA. WILSON: No, soy una tumba. Mire. El doble de trabajo. Debo sacar todos los libros de la mesa
y ponerlos nuevamente en el baúl.

RUPERT: ¿Por qué lo usan de bufete?


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SRA. WILSON: No sé. Yo tendí la mesa en el comedor, hermosa. Y este baúl no es ni la mitad de su
tamaño.

(Aparece Phillip y observa a Rupert y la Sra. Wilson conversando junto al baúl, intenta avisarle a
Brandon pero no le salen palabras, entonces decide meterse en la conversación de estos dos)

PHILLIP: ¿Todavía se queja de que le hicimos desarmar su mesa para comer aquí? Es mucho más
conveniente, ¿no ve? Se pueden servir y comer aquí y no hay que estar yendo y viniendo.

SRA. WILSON: Pero fueron al comedor por el postre y el café.

PHILLIP: Sra. Wilson, por favor, sírvales a los invitados, sin sermones. (Se acerca al piano)

SRA. WILSON: (Cuchicheando con Rupert) Vaya malhumor.

(Se escuchan risas de fondo y Phillip comienza a tocar el piano y Rupert se le acerca)

RUPERT: Me hallo en una posición un poco embarazosa. Soy el único que la esta pasando bien.
(Encendiendo una lámpara que esta sobre el piano) ¿Qué esta sucediendo Phillip?

PHILLIP: ¿Te importaría apagar la lámpara? No me gusta tocar con la luz en los ojos.

RUPERT: (Apagando la luz) Me intriga que la gente no me responda, me despierta más curiosidad.

PHILLIP: ¿Hiciste alguna pregunta?

RUPERT: Sí. Te hice una pregunta.

(De fondo se escucha una sirena y Phillip mira hacia la ventana.)

PHILLIP: Bueno, ¿Qué? ¿Qué preguntaste?

RUPERT: Te pregunté ¿qué sucede aquí?

PHILLIP: Damos una fiesta.

RUPERT: Sí, pero una fiesta muy peculiar. ¿De qué se trata?

PHILLIP: ¿De qué se trata? Deja de jugar a “Crimen y castigo”. Si queres saber algo pregunta...

Philip deja de tocar

RUPERT: ¡Qué carácter! No dejes de tocar.

PHILLIP: Necesito un trago.

RUPERT: Te lo traigo. Seguí tocando. ¿Whisky?

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PHILLIP: No. Cognac.

RUPERT: Parece gustarte mucho esa melodía. Sabes Philip, quiero preguntar lo que deseo saber,
abiertamente. Pero no sé nada. Sólo sospecho. (Acercándose con el cogñac) Dije que...

PHILLIP: Te escuché. Gracias.

RUPERT: (Tomando un contador de tiempo) ¿Usas esto?

PHILLIP: A veces.

RUPERT: Pensé que era solo para principiantes.

PHILLIP: Bueno, te lo voy a preguntar, ¿qué sospechas?

RUPERT: Lo olvidé. ¿Dónde está David, Philip?

PHILLIP: No lo sé, ¿por qué?

RUPERT: Brandon lo sabe, ¿no es cierto?

PHILLIP: No que yo sepa.

RUPERT: Seguro.

PHILLIP: ¡Dije que no! ¿Por qué no le preguntas a él?

RUPERT: Lo hice. Está muy ocupado con sus maquinaciones. ¿Qué intenta con Janet y Kenneth?
(Philip comienza a reírse) ¿Qué? ¿De qué te reís? ¿Estoy tan despistado?

PHILLIP: No sucede nada, Rupert.

RUPERT: Te mostrás más alérgico que nunca a decir la verdad. Es la segunda vez que no la decís.

PHILLIP: Gracias. ¿Cuál fue la primera?

RUPERT: Que nunca estrangulaste un pollo.

PHILLIP: (Dejando de tocar) Te confundís. Es una broma de Brandon.

RUPERT: No, no lo es, Philip. Y si recordás detalladamente, te vas a dar cuenta que sé que no lo es.
Hace un año estuve en la granja, ¿te acordás? Una mañana vi la obra de tus manos. Sos un buen
estrangulador de pollos.

PHILLIP: Dije que la historia no era cierta. No que nunca hubiera matado pollos.

RUPERT: Lo dijiste.

PHILLIP: Un tema desagradable cuando se come.


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RUPERT: Pues lo hubieras dicho.

PHILLIP: ¡Pues no lo hice!

RUPERT: Ahora no comemos. ¿Por qué mentís?

PHILLIP: Porque no me gusta hablar...

RUPERT: De estrangular.

PHILLIP: ...de estas cosas.

Aparecen el Sr. Kently, con unos libros atados con la soga que utilizaron para estrangular a David, y
Brandon.

BRANDON: De verdad. Me gustaría que se los quede.

SR. KENTLY: Muy generoso de su parte.

BRANDON: Usted los aprecia más que yo.

Philip observa la soga y queda atónito.

RUPERT: ¿Qué sucede? ¿No querés que el Sr. Kently se lleve los libros?

PHILLIP: No, todo lo contrario. Simplemente, los ataron muy mal, eso es todo.

El Sr. Kently y Brandon continúan su conversación.

SR. KENTLY: Siempre nos llama por teléfono cuando se demora.

JANET: Oh, si, a mí me insiste con que sea más puntual.

SR. KENTLY: Esta muy bien.

(Mientras sucede esta conversación, Rupert, observa el paquete de libros que esta atado con la soga y
luego lo mira a Phillip)
JANET: Estoy irreconocible, soy una nueva mujer. Puntual como un reloj.

(Phillip se va a servir otro trago)

RUPERT: Muy poco femenino ¿O no?

BRANDON: Calma, Phillip.

PHILLIP: Rupert se percato de algo.

BRANDON: No, ¡ya basta!


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RUPERT: Espero no haber molestado a Phillip.

BRANDON: No, mezcló bebidas probablemente.

RUPERT: Vos mismo te ves molesto.

BRANDON: ¿Yo?

RUPERT: Sí. Ambos están molestos por algo. Algo que…

SRA. WILSON: Permiso, Sr. Una señora al teléfono pide hablar con el Sr. Kently.

SR. KENTLY: Debe ser Alice, voy a atender.

JANET: ¿Podría ser que David este en la casa?

SR. KENTLY: (Yendo al teléfono) No lo sé. Espero que sí.

RUPERT: Lamento ser aguafiestas. Creí que sería él y no la Sra. Kently ¿Vos no pensaste igual,
Brandon?

BRANDON: No lo sé, David siempre fue cortés y puntual.

JANET: No cambió.

RUPERT: Si no esta en casa ¿Dónde estará?

BRANDON: No me preguntes a mí, yo no sé. Puede estar en varios lugares, en el club o en la fiesta de
Bradley, o haber ido a la casa de Janet.

RUPERT: ¿Por qué?

BRANDON: A buscarla, después de todo…

JANET: Llamé a mi casa después de ver los libros del Sr. Kently.

RUPERT: ¿Estaba ahí?

JANET: No, deje un mensaje para que me llamara.

(Mientras transcurre esta conversación la Sra. Wilson comienza a limpiar el baúl y retirar la vajilla)

RUPERT: Sería más fácil si supiéramos dónde fue hoy ¿Vos qué crees Brandon?

BRANDON: No tengo idea de donde habrá estado ¿Ayudaría saberlo?

JANET: Sé que fue a jugar al tenis y que llegó al club.

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RUPERT: ¿Por qué?

JANET: Telefonearon a la casa del Sr. Kently diciendo que David nos encontraría aquí.

RUPERT: ¿Sabes quien dejó el mensaje?

JANET: No.

RUPERT: Entonces, encontró a alguien y cambio de planes. ¿Estuviste hoy allí, Kenneth?

KENNETH: No, ojala hubiera estado.

RUPERT: ¿Fueron Brandon o vos al club, Phillip?

BRANDON: Estábamos preparando la fiesta.

RUPERT: Ah, tenían mucho que hacer ¿No hablaron hoy con David?

BRANDON: No, ¿Por qué preguntas?

RUPERT: Quizás llamó para decir que se demoraría.

BRANDON: Ni Phillip, ni yo hablamos con David desde que lo invitamos a la fiesta.

JANET: ¡Que extraño!

RUPERT: ¿Que querés decir?

JANET: Creí que David había hablado con Phillip ayer por la mañana.

PHILLIP: Si, es verdad, lo había olvidado.

BRANDON: (A Philip) ¿Llamó por la fiesta?

PHILLIP: Sí, quería asegurarse sobre la hora.

(La Sra. Wilson terminó de limpiar el baúl y regresa con unos libros)

RUPERT: Yo la ayudo, Sra. Wilson.

(Rupert toma los libros y la Sra. Wilson entre abre el baúl para guardarlos)

SRA. WILSON: Oh, muchas gracias, Sr. Cadell.

BRANDON: (Impidiendo que la Sra. Wilson abra el baúl) Está bien, Sra. Wilson. Puede guardar los
libros cuando venga mañana.

SRA. WILSON: No tenía idea de que mañana tenia que venir.

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BRANDON: Debe hacerlo. Pero ahora deje los libros.

SRA. WILSON: Está bien.

(Ingresa el Sr. Kently)

SR. KENTLY: Alice esta frenética. No sabe nada de David. Llamamos a todos los lugares posibles. Y
ahora cree que tuvo un accidente. Quiere que llame a la policía.

JANET: ¿A la policía?

(Rupert observa la reacción de Phillip)

SR. KENTLY: Brandon, mas vale que vaya a casa. Mi mujer me necesita. Esto no es propio de David.

BRANDON: Comprendo.

JANET: Puedo ir con usted Sr. Kently.

SR. KENTLY: Gracias, Janet.

BRANDON: Sr. Kently, sus libros.

SR. KENTLY: Gracias.

BRANDON: Estoy muy apenado. ¿Me llamará cuando sepa algo?

KENNETH: Janet.

JANET: ¿Si?

KENNETH: Estoy contento de que hayamos conversado.

JANET: Yo también, y David también lo estará.

KENNETH: Bien.

JANET: Kenneth ¿Por qué no vienes con nosotros?

KENNETH: Yo… no…

JANET: Por favor.

BRANDON: ¿Esto es tuyo Janet? (Entregándole un abrigo)

JANET: Sí, lo iba a buscar ahora. Gracias.

BRANDON: ¿Vas con Janet?

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KENNETH: Sí, vamos todos juntos.

BRANDON: ¿No lo predije? Buenas noches, Sr. Kently, espero que su señora se mejore. Llámeme no
bien sepa algo de David.

(Brandon acompaña al Sr. Kently, a Janet y a Kenneth. Phillip está bebiendo sólo junto al piano.
Rupert toma su sombrero para marcharse pero se vuelve hacia Philip)

RUPERT: Philip, hay algo que quiero preguntarte…

La Sra. Wilson se acerca a Rupert con otro sombrero en la mano.

SRA. WILSON: Oh, (Risas) Se equivocó, este es el suyo.

PHILLIP: Ese es mío.

Rupert mira en el interior y ve dos iniciales D. K. Philip le quita y toma el que le entrega la Sra.
Wilson. Sale.

SRA. WILSON: Buenas noches, Sr. Cadell.

RUPERT: Buenas noches.

BRANDON: (Entrando) ¿También te vas?

RUPERT: Sí, debo irme. Buenas noches.

BRANDON: Buenas noches.

(Brandon se siente satisfecho, cierra la puerta, se enciende un cigarrillo y entra al salón)

BRANDON: Gracias por una noche increíble. Buenas noches, ha sido magnifico… ja… ja… ja….,
Phillip, esta fiesta debe anotarse en los anales. Vamos, terminó y no pudo ser mejor.

PHILLIP: Sí, pudo serlo. Sin Rupert.

BRANDON: Pero estuvo brillante. Ayudó a expresarme. Le dio el toque a la fiesta. Lo predije.

PHILLIP: Toque ¿de qué? ¿Oratorio? ¿Adivinanza? ¿O extracción de información? Estuvo muy
ocupado interrogándome.

BRANDON: ¿Sobre qué?

PHILLIP: Ya no importa, vos estabas muy ocupado con tu toque.

BRANDON: ¿Qué toque?

PHILLIP: Atar los libros de esa forma.

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BRANDON: Pensé que era maravilloso. ¿No te gustó?

PHILLIP: No, no me gustó para nada. Vas a arruinar todo con tus toques.

BRANDON: Calláte, la Sra. Wilson todavía está aquí. Decidido emborracharte ¿verdad?

PHILLIP: Ya estoy borracho.

BRANDON: Tan tonto como llamarme mentiroso.

PHILLIP: ¿Por qué contaste esa historia?

BRANDON: ¿Por qué mentiste?

PHILLIP: Tuve que hacerlo, ¿alguna vez te molestaste en pensar cómo se sienten los demás?

BRANDON: No soy sentimental.

PHILLIP: No me refiero a eso, pero no importa. Excepto que el Sr. Brandon dio la fiesta, al Sr.
Brandon le gusto la fiesta y el Sr. Brandon paso una noche estupenda. Bien, mi noche fue horrible.

BRANDON: Seguí bebiendo y vas a tener una mañana peor.

PHILLIP: Por lo menos será mi propia borrachera.

BRANDON: ¿Sabes que? Estaba pensando que nos merecemos unas vacaciones ¿Dónde querés ir?
Primero tendremos que volver aquí, de lo contrario van a pensar…

PHILLIP: Ore por despertar y saber que no lo hicimos.

BRANDON: ¿Por qué?

PHILLIP: Estoy muerto de miedo, Brandon. Nos van a atrapar.

BRANDON: No hay ninguna posibilidad. Pudo ser, pero ya no.

(Se escucha un ruido de puerta)

BRANDON: ¿Es usted Sra. Wilson?

SRA. WILSON: Sí, necesito la llave para limpiar mañana, si ustedes se van a la granja esta noche.

BRANDON: Es cierto.

SRA. WILSON: Ninguno tiene buen aspecto, (Brandon le entrega la llave) gracias. Quiero que
vuelvan en buen estado.

BRANDON: Así será.

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SRA. WILSON: Bueno, me voy. Que se diviertan, no se olviden de escribir y no se metan en líos.

(Brandon toma el teléfono)

PHILLIP: ¿A quien llamas?

BRANDON: Solo al garaje ¿Hola? Habla el Sr. Brandon Shaw, por favor, podría preparar mi auto. Si
enseguida bajamos, gracias.

(Brandon corta y se acerca al baúl, quita un par de libros que habían dejado allí, se dispone a abrir el
baúl)

BRANDON: Será mejor que corra las cortinas.

(Entre los dos van a correr las cortinas, cuando se escucha el portero)

PHILLIP: ¿Quién es? ¡Brandon!

BRANDON: Probablemente el empleado del garaje. Contestá.

PHILLIP: No tuvo suficiente tiempo.

BRANDON: Será la Sra. Wilson. (Colocando nuevamente los libros encima del baúl)

PHILLIP: Brandon, ¿y si le hacemos creer que nos fuimos?

BRANDON: ¿Con las luces prendidas? ¡Contestá Phillip!

PHILLIP: ¿Quién es? (Deja el tubo) Brandon… Brandon… es Rupert. Quiere subir. ¡Dice que se
olvido su cigarrera, quiere subir!

BRANDON: Bien, que suba.

PHILLIP: ¡Miente! ¡Se percató de todo!

BRANDON: Deja de hablar y volvé al portero.

PHILLIP: No puedo.

BRANDON: ¡Volvé al portero!

PHILLIP: No, no puedo. Se dio cuenta y… (Brandon le da una cachetada y va a atender el mismo)

BRANDON: ¿Rupert?, subí. No, claro que no. Solo algo borracho. No, la hallaremos en un segundo.
Bien. (Corta y se acerca a Phillip) Phillip, Phillip escucháme. Va a subir y debes controlarte ¿Me oís
Phillip? Vamos, (Le entrega un vaso) toma si tenés que hacerlo, pero controláte y cerrá la boca. Todo
habrá terminado en cinco minutos. No sé cuanto sabe Rupert pero te prometo que se va ira en cinco
minutos, de una u otra manera. Phillip, controláte esos cinco minutos ¿Me oís?

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PHILLIP: Brandon, Brandon… (Forcejean)

BRANDON: No, mira. ¡No me van a atrapar por vos ni por nadie! Nadie se interpondrá ahora.

(Suena el timbre, Brandon toma un arma)

PHILLIP: Brandon, no esta cargada, ¿verdad?

(Brandon abre la puerta)

RUPERT: Lamento molestarte, Brandon. Sé que se van esta noche y quería la cigarrera. Hola Phillip.

PHILLIP: Hola.

RUPERT: No quise alarmarte antes.

BRANDON: No lo alarmaste, se siente antisociable hoy. ¿Tenés una idea de donde la dejaste?

RUPERT: No. Es muy raro que me olvide algo. (Camina hacia el baúl y coloca la cigarrera detrás de
los libros sin que se den cuenta) Supongo que no la olvide sino que la deje inconscientemente para
poder volver. Pero… ¿Por qué querría volver?

PHILLIP: Sí, ¿Por qué?

BRANDON: Por la compañía o para otro trago.

RUPERT: Si, es una buena idea ¿Me servís un trago?

BRANDON: Seguro, ¿una medida?

RUPERT: No prefiero algo grande, ¿si no te molesta?

BRANDON: No, para nada ¿Se lo servís, Phillip?

RUPERT: Veamos, recuerdo haber tenido la cigarrera cuando estaba allí (Señalando el baúl) Iba a
abrir el baúl para la Sra. Wilson cuando llegaste vos… y entonces… bueno… yo… Acá esta, donde la
deje. Lo siento. Yo… ¿me das un trago de todos modos?

BRANDON: Por supuesto.

RUPERT: ¿Seguro que no importa?

BRANDON: No, ¿Por qué nos importaría?

RUPERT: Bien ¿deben estar…

BRANDON: ¿Qué?

RUPERT: … cansados. ¿Seguro que no es problema?


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PHILLIP: ¡Dijo que no es problema!

BRANDON: No te preocupes por Phillip, bebió demasiado.

RUPERT: (Tomando el trago de la mano de Brandon) Lógico. Dieron una fiesta. Vaya, que bueno
sentarse aquí con un trago y buena compañía.

BRANDON: Me alegro.

RUPERT: Por favor, no dejen que los moleste. Sé que tienen cosas que hacer. Deben empacar. ¿Van a
Oxford esta noche?

BRANDON: Si, pero ya empacamos.

RUPERT: Listos. Salvo un invitado del que deben deshacerse. Bien, me iré no bien termine mi trago.

BRANDON: No te apures Rupert.

RUPERT: Gracias, quisiera quedarme un momento. Quizá pueda despedirlos. Nunca me gusto irme
de las fiestas, especialmente cuando ha sido una noche sumamente estimulante o extraña como esta.

PHILLIP: ¿Qué significa extraña?

RUPERT: ¿Dije extraña, Brandon?

BRANDON: Elegís las palabras por el sonido.

RUPERT: No sé lo que quise decir, a menos que pensara en David.

BRANDON: ¿Qué tenia de extraño David?

RUPERT: Que no vino ¿Le habrá pasado algo?

BRANDON: ¿Cómo que?

RUPERT: Un accidente, un asalto…

BRANDON: ¿En pleno día?

RUPERT: Si, debió ser de día cuando sucedió.

BRANDON: (Metiendo la mano en el bolsillo donde tiene el arma) ¿Cuándo sucedió que?

RUPERT: Lo que le haya sucedido a David. Nada, probablemente. Aún así, ¿Dónde estará?

BRANDON: ¿Cuál es tu teoría?

RUPERT: Consideraba la de Janet.


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BRANDON: ¿Ella tiene una?

RUPERT: Sí, no pude más que escucharla. Cree que ustedes lo secuestraron o algo parecido.

BRANDON: No me interesa lo que piense Janet, sino lo que vos pensás, Rupert. ¿Crees que yo
secuestré a David?

RUPERT: De chico te hubiera gustado por la experiencia, excitación y peligro.

BRANDON: ¿Seria más difícil ahora, no crees?

RUPERT: Hallarías la forma.

BRANDON: ¿Cómo? Es decir, supongamos que vos fueras yo ¿Cómo te librarías de David?

RUPERT: Lo sabés mejor que yo.

BRANDON: No. ¿Qué harías en mi lugar?

RUPERT: Bueno… si quisiera librarme de él le invitaría un trago en el club, o en un bar. O aquí.


Nadie nos vería juntos.

BRANDON: Bien, sin testigos.

RUPERT: Así es.

BRANDON: ¿Y luego?

RUPERT: Bueno, dejáme ver. David llegaría a la hora fijada. Iría lentamente al hall a saludarlo. Le
diría qué bien se lo ve y demás. Tomaría su sombrero. Luego lo traería para aquí. Hablaríamos para que
se sienta cómodo. Probablemente le ofrecería aun trago y luego nos sentaríamos.

BRANDON: Si.

RUPERT: Todo muy placentero, ¿entendés? Phillip, tocaría el piano. Según recuerdo, David era muy
fuerte por lo que habría que dejarlo inconsciente. Iría detrás de su silla y le daría un golpe. Su cuerpo
caería hacia delante, al suelo.

BRANDON: ¿Y donde lo pondrías?

(Rupert mira hacia el baúl)

RUPERT: Bueno, dejáme ver… Phillip me ayudaría a cargarlo fuera del cuarto. Bajaría las escaleras y
lo pondría en el auto.

BRANDON: Te verían.

RUPERT: ¿Qué?
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BRANDON: Dijiste que seria a plena luz del día.

RUPERT: Oh, cierto. Lo olvidé. Tendría que hallar donde esconder el cadáver.

BRANDON: Sí, así es, pero ¿Dónde?

RUPERT: Si… si… ¿Dónde?

(Phillip arroja la copa contra la pared)

PHILLIP: ¡Cómo el gato y el ratón!

BRANDON: Es suficiente, Phillip.

PHILLIP: ¡Metete en tus asuntos!

BRANDON: Basta, Phillip.

PHILLIP: Te lo dije antes, metete en tus asuntos.

BRANDON: Tenés razón, no es asunto mío, no soy su guardián. Estando él así, no vale la pena que te
quedes. A menos que busques otra cosa además de tu cigarrera.

RUPERT: ¿Me estas preguntando si me quedo para saber si se deshicieron de David?

BRANDON: Exactamente, a eso me refiero.

RUPERT: Sos tan romántico como Janet. No creo que hayas secuestrado a David. Admito que Janet
me dio la idea pero no lo hubiera mencionado si no llevaras el temor en el bolsillo.

BRANDON: (Sorprendido) ¿Qué?

RUPERT: Es un revolver, ¿verdad? (Brandon se ríe) Esto me puso sobre aviso. Y para decirte la
verdad, realmente, me atemoriza.

BRANDON: Lo siento, no te culpo. Aquí esta (Lo arroja sobre el piano) Me lo llevaba al campo.
Mama teme a los ladrones ¿Terminaste Phillip?

PHILLIP: Sí.

BRANDON: ¿Oíste? Pensó que el revolver…

RUPERT: Raro como los hechos pueden tornarse fantasías.

BRANDON: Todos lo pensamos ¿Verdad, Phillip?

PHILLIP: Sí.

36
BRANDON: Especialmente después de varios tragos. (A Rupert) ¿Y tu vaso?

RUPERT: Será mejor que me vaya.

BRANDON: Phillip, te sentirás mejor al aire libre. No creo que haya demasiado tránsito, iremos
rápido.

(Rupert saca una soga de su bolsillo)

RUPERT: Es una noche hermosa, tendrán buen tiempo. Ojalá fuera con ustedes. Sería excitante.
Viajar de noche siempre… pero con ustedes tendría un elemento de suspenso. Tenías razón. Phillip, los
libros estaban mal atados.

PHILLIP: ¡Se dio cuenta! ¡Se dio cuenta! ¡Lo sabe! (Va a recoger el arma)

BRANDON: Phillip, despacio, yo me encargo de él.

PHILLIP: ¡A un lado! No me importa a quien mato, preferiría a vos. (Apuntando a Brandon) Esto es
lo que querías, que alguien más lo supiera. Ver que sos brillante, como en la escuela. ¡Dije que se daría
cuenta! ¡Pero tenias que invitarlo! ¡Estamos perdidos! ¡Vos me hiciste hacerlo! ¡Nos odio a ambos!

(En ese momento, Rupert toma el revolver y forcejean, se les escapa un tiro, Rupert logra quitarle el
arma)

BRANDON: ¡Borracho estúpido! Lo siento Rupert.

RUPERT: Esta bien. Cuando uno quiere matar no erra.

BRANDON: Claro. No sabía lo que hacia, ni lo que decía. No quiero que nadie sepa que es alcohólico.

RUPERT: Y ahora anda para allá, por favor. (Marcándole con el arma a Brandon que se aleje)

BRANDON: Phillip esta borracho, ¿no le vas a creer?

RUPERT: Brandon, estoy cansado y en cierto modo, asustado. No voy a dar mas vueltas.

BRANDON: ¿Qué vas a hacer?

RUPERT: No quiero hacerlo, pero voy a mirar en el interior del baúl.

BRANDON: ¿Estas loco?

RUPERT: Espero estarlo. Espero de todo corazón estar loco.

BRANDON: Rupert, no tiene ningún sentido, no tiene nada que ver con vos, no…

RUPERT: Igual voy a ver, Brandon.

BRANDON: ¡Esta bien! ¡Mira! ¡Espero que te guste lo que veas!


37
(Rupert se acerca al baúl y lo abre tirando todos los libros que estaban encima)

RUPERT: Oh, no. No podía creer que fuera cierto.

BRANDON: Rupert, por favor.

RUPERT: Por favor ¿Qué?

BRANDON: Escucháme, dejáme que te explique.

RUPERT: ¿Crees que podes explicar esto?

BRANDON: A vos, sí. Lo vas a entender.

RUPERT: ¿Entender?

BRANDON: ¿Te acordás lo que hablamos con el Sr. Kently?

RUPERT: Si.

BRANDON: ¿Te acordás? “La vida de los seres inferiores no tiene importancia.” Siempre lo dijimos,
vos y yo, que los conceptos morales del bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, no se aplican con los
seres superiores. ¿Te acordás, Rupert?

RUPERT: Si, recuerdo.

BRANDON: Eso es lo que hicimos Phillip y yo. Él y yo vivimos lo que nosotros hablábamos. Sé que
lo comprendes. ¡Tenés que comprenderlo!

RUPERT: Brandon, hasta este momento el mundo y sus habitantes siempre han sido algo oscuro e
incomprensibles para mi. Trate de abrirme paso con lógica e intelecto superior. Y ahora se vuelve
contra mí, Brandon. Así es. El hombre debe defender lo que dice. Pero le diste un significado que no
concebí. Lo tergiversaste para dar una excusa a un horrible asesinato. Nunca podrá ser eso, Brandon.
No lo podes convertir en ello. Había algo en vos, desde el principio, que te lo hizo hacer. Pero en mí
hay algo que me lo impedirá. Y nunca permitiré que me hagas parte de ello.

BRANDON: ¿Que querés decir?

RUPERT: Me haces sentir vergüenza por mis ideas sobre seres superiores e inferiores. Pero te
agradezco la vergüenza. Ahora se que somos todos seres individuales, con derecho a vivir y pensar
como tales. Con una obligación para con la sociedad. ¿Qué derecho tenés a decir que perteneces a la
elite superior? ¿Qué derecho tenés a decir que ese muchacho era inferior y se lo podía matar? ¿Creíste
que eras Dios, Brandon? ¿Eso creíste al estrangularlo? ¿Y al servir comida sobre su tumba? No se lo
que pensaste pero se que asesinaste. Estrangulaste a un ser humano que hubiera podido vivir a y amar
mas que vos, y ya no podrá hacerlo. Igual que vos.

BRANDON: ¿Qué vas a hacer?

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RUPERT: No yo, Brandon, sino lo que hará la sociedad. Imagino lo que será. Y puedo ayudar.
¡Ustedes morirán! ¡Ambos! ¡Ambos morirán!

(Rupert se acerca a la ventana, la abre y hace 3 disparos. Se queda sobre el sillón que esta debajo de
la ventana observando el cuarto. Se escucha los comentarios de la gente, alguien que dice que llamen
a la policía, la cámara se aleja, Rupert se queda observándolos a los dos. Silencio. Termino todo.
Brandon se sirve un trago, Phillip esta parado junto al piano. Rupert se acerca al baúl y se sienta
junto a él. Se escucha una sirena acercándose. Toda esta última escena se va teñida con una luz
intermitente roja de un neón que se encuentra en la calle.)

PHILLIP: ¡Ya vienen! (Se tira sobre la sillita y comienza a tocar el piano)

FIN

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