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Este taller se ocupa de la metodología y práctica de la investigación. La investigación es una de las áreas más
importantes del análisis de problemas públicos y políticas públicas. Esta actividad puede ser muy grata y satisfactoria
para las personas con experiencia o bien puede convertirse en un serio laberinto para los que se inician en este campo
de estudios. ¿Qué tema escoger? ¿Dónde debo comenzar? ¿Dónde encontrar la información? ¿Cómo desarrollar una
justificación? ¿Cómo enunciar y delimitar problemas de investigación? Estas son algunas de las preguntas que
intentaremos abordar de la mejor manera.
El taller se dirige muy especialmente a las personas que se encuentran ante su primer trabajo de investigación y desean
comunicar sus propuestas a través de una estructura y presentación original. En concreto, el reto es que los estudiantes
definan su propuesta de investigación por medio de la discusión y la revisión teórico–metodológica; así como analicen
la aplicación de un método (s) e instrumentos de investigación de acuerdo a los temas de investigación y a su
experiencia laboral.
La guía del taller proporciona una serie de pasos a seguir para el diseño del protocolo de investigación y comparte
determinadas estrategias para proceder al desarrollo del trabajo o, en su caso proyecto de intervención, con una mínima
estructura metodológica. Además, ofrece recomendaciones y criterios para seleccionar los temas, realizar la
justificación y plantear inclusive una hipótesis bien fundamentada y pertinente en el campo de las líneas de
investigación de la maestría.
Reciban mis mejores deseos y mi total apoyo para el desempeño de todas sus actividades al interior del posgrado, así
como para el desarrollo exitoso de sus proyectos de investigación.
General
Los estudiantes elaborarán el protocolo de su investigación, que incluye la concretización del tema, el planteamiento
del problema, la elaboración del estado del arte, la justificación del objeto de estudio y la especificación del tipo de
investigación a realizarse.
Particulares
Definir su propuesta de investigación por medio de la discusión y la revisión teórico – metodológica;
Identificar el o los métodos e instrumentos de investigación en razón de su tema de investigación; e
Identificar y diseñar el tipo de investigación de acuerdo a sus temas de investigación.
Modalidad de trabajo
El proceso de enseñanza-aprendizaje está centrado en el estudiante y en la guía didáctica. Se dará prioridad a la entrega
de los avances del alumno y a la interacción dentro del campus virtual y las herramientas de comunicación
proporcionadas por la plataforma Moodle como: Chats, Foros y correo
Las actividades de asesoría serán permanentes dentro del periodo escolar oficial señalado por el CREFAL, a través del
seguimiento, procesamiento y evaluación de las actividades del taller.
Unidad I
¿Cuáles son los elementos que constituyen un protocolo de investigación?
Es la pregunta que vehicula los contenidos de este taller, de tal manera que se diseña la estrategia
metodológica a seguir para desarrollar una investigación y/o intervención con el enfoque en políticas públicas
y gestión de la educación. En el protocolo se incluye la concretización del tema, el planteamiento del
problema, la elaboración del estado del arte, la justificación del objeto de estudio y la especificación del tipo
de investigación a realizarse.
Capítulo IV
Tipos de tesinas
1.- TIPOS DE TESINAS.-
Encontramos dos tipos de tesinas: tesinas con carácter metodológico- técnico y tesinas con carácter metodológico-
científico. Se debe, por tanto, elegir sólo una de las dos opciones. Las características de estos dos tipos de tesinas son:
1.1.- La Tesina con Carácter de Rigor Metodológico-Técnico.-
Antes de optar por una Tesina con rigor metodológico-técnico son necesarias las definiciones de metodología y
técnica.
Se define metodología como "el estudio crítico del método. Método es una sucesión de pasos ligados entre sí por un
propósito, busca la verdad. Método de trabajo científico es el procedimiento rígidamente criticado para encontrar
conocimientos evaluados como "nuevos", como desconocidos hasta este momento para el grupo de científicos mejor
informados y satisfactoriamente comprobados por ellos". Los pasos generales a criticar, según Pardinas, son: a) el
problema del estudio (tema); b) marco teórico; c) observaciones que van a ser utilizadas en el diseño de la prueba de
hipótesis; d) hipótesis; e) determinación del tamaño de muestra; f) diseño de la prueba; f) ejecución de la prueba; g)
depuración y tabulación de los datos; h) decisión respecto a la hipótesis y conclusiones; i) bibliografía; j) notas del
texto; k) cuadros y tablas.
Para saber sobre el rigor técnico es necesario definir este término. Lo técnico se refiere a procedimientos más
específicos que son usados en los diferentes métodos, pero no buscan la verdad. Gaitán y Piñuel entienden por técnicas
de investigación a aquél género de actividades sometidas a procedimientos específicos orientados a la elaboración,
registro y tratamiento de datos de conocimiento, capaces de servir para representar un objeto científico de estudio.
En las tesinas, de temas con rigor metodológico- técnico, se realiza una argumentación de los métodos empleados y sus
pasos en relación con la técnica aplicada, señalando los procedimientos de elaboración, registro y tratamiento de datos
sobre el tema tratado.
El alumno, entonces, debe conocer los métodos generales y específicos, pues esto nos llevará a la delimitación correcta
del método y a determinar aquellas técnicas que servirán a manera de reflexión en las conclusiones del trabajo de
investigación.
De esta manera queda claro que la esencia de la Tesina es la revisión específica y global de los procedimientos de las
técnicas y de las aportaciones novedosas para el estudio. Cabe aclarar que en nuestro país hace falta una revisión de las
técnicas como procedimientos de validez científica.
Si una tesis requiere de una coherencia epistemológica entre teoría, método y técnica, en este tipo de tesinas es
necesaria la explicación sistemática de tres elementos: la metodología debe aproximarse al tema; la reflexión,
valoración y aportación de la técnica; y, por último, el diagnóstico o aportaciones novedosas del referente resultado de
la aplicación de la técnica. Lo anterior significa que se conserva la esencia de un trabajo de investigación con
pretensión científica. No se trata de una extensión de cuartillas, sino de la comprehensión del proceso científico para
habilitar al sustentante en estudios de maestría o doctorado. Al terminar la Tesina el alumno tendrá la opción,
necesidad u obligación de discutir sus resultados con paradigmas teóricos para verificar, ampliar o rectificar el
conocimiento sobre el referente estudiado.
Las tesinas con carácter de rigor metodológico- técnico a su vez se dividen en los siguientes tipos de investigación:
a) La Memoria o Informe.- La memoria o informe constituye una breve descripción objetiva y honesta de algún tema
o preocupación. En buena cuenta se trata de decir en ella qué se hizo y qué no se hizo durante un período determinado.
Se sugiere que la memoria también contenga aquello qué falta para terminar el trabajo. La memoria comprende: a) la
descripción de los problemas que faltan para terminar un trabajo; b) los métodos que se han usado en ese lapso de
tiempo; c) los resultados concretos de la investigación; y, d) las conclusiones.
El propósito es dar un breve informe de la investigación emprendida. Es la técnica que mejor manejan los
profesionales. No se necesita ser un reconocido estudioso del Derecho para llevarla a cabo. Diariamente, los abogados
son requeridos para preparar esta clase de documentos y suelen hacerlos -no obstante la cortedad del tiempo- con
solvencia.
En el trabajo científico las memorias constituyen excelentes medios de control del desarrollo de la tesis, tanto en manos
de los profesores como de los alumnos. Para los profesores les resulta sumamente útil como un medio de comprobar los
avances de sus asesorados; para los estudiantes, un excepcional mecanismo de autovigilancia. El profesor descubrirá
las mentiras y las trampas de sus alumnos; éstos, a su vez, verificarán el grado de progreso de su propia tesis. Con la
memoria el catedrático sabrá a ciencia cierta si un alumno avanza su tesis y si alguna vez se graduará; el alumno sacará
también sus propias conclusiones
El profesor nunca habrá de contentarse con las memorias de sus pupilos, sino, las contrasta con los avances de la tesis
misma. Es más, necesita tener a la vista los progresos anteriores a la presentación del informe. Lo más aconsejable es
que lleve cuenta sobre el desarrollo de la tesis. El detalle de los progresos estudiantiles puede contenerse en un
cuaderno simple o en el disco duro de una computadora. No puede olvidarse premiar los avances y castigar los atrasos.
Debe cuidar de tener a la vista los progresos de sus alumnos en cursos previos de investigación o en seminarios de
tesis, pues, de otro modo, es muy probable que presenten el mismo estado de un trabajo ya presentado a sus nuevos
profesores, sin haber introducido agregado alguno.
Los alumnos, por su parte -siempre que quieran culminar su tesis- pueden elaborar memorias, incluso sin la exigencia
del profesor, ya sea que sigan estudiando o ya sea que han terminado sus estudios, pero no han preparado aún la tesis.
Especialmente quienes son egresados de la Facultad o de una Maestría -si realmente quieren sustentar la tesis- preparen
sus informes o memorias por lo menos dos veces al año. No importa si indican que no han avanzado nada o si han
avanzado muy poco. Por lo menos tendrán una forma de presión que acicatee su 'trabajo trunco. Es mejor tener la
esperanza de concluir la tesis a no hacerla nunca.
b) La Reseña o Recensión.- Es el resumen y el comentario más o menos exhaustivo y crítico de un libro o de una
monografía científica, que normalmente se publica en la sección bibliográfica de cualquier revista especializada. La
reseña es una narración sucinta, pero crítica. Existen recensiones descriptivas que sólo narran el contenido de un
trabajo. Las hay también críticas que comentan, a favor o en contra, o las dos cosas a la vez, el contenido y las
conclusiones de un estudio. Las reseñas críticas constituyen el mejor ejemplo del género. Las reseñas descriptivas son
las más pobres, pero, en nuestro medio, las más abundantes.
Una reseña no puede ser ni brutal ni comedida. Tanto la adulación como el insulto personal contrarían la vocación
científica. Si el que reseña discrepa totalmente de la obra de otro, debe situarse en el exclusivo plano de las ideas
formuladas en el texto, nunca al margen de él. Las mofas y las acusaciones personales no pueden definirse como
reseñas serias. La bajeza y la mezquindad son incompatibles con este género académico. Una de las más usuales
formas de este jaez son las acusaciones de plagio. En estas circunstancias, es preciso alcanzar pruebas irrecusables que
acreditan la denuncia, citando al efecto los fragmentos más evidentes que sostengan las acusaciones. Acusaciones sobre
frivolidad o superficialidad tampoco pueden dejar de ir acompañadas de una argumentación válida. A modo de
contraejemplo, durante varios años desde una revista histórica de prestigio, la Revista Andina, su antiguo director
ridiculizaba sistemáticamente el trabajo de sus colegas. Dado que como director acaparaba la sección de reseñas, utilizó
la tribuna para despotricar de medio mundo. Los asociados debieron poner coto a los agravios personales y, felizmente,
el sujeto fue defenestrado. A veces -y en el campo del Derecho, como en cualquier otro eso es frecuente- los odios
personales predominan sobre las valoraciones académicas. Muchas veces el reconocimiento de los académicos no
proviene de las esferas locales, sino del extranjero. Señal que algo anda mal.
Abundan también las reseñas encomiásticas, que, en el plano del Derecho, suelen ser las mayoritarias. Cualquier libro
malo es considerado como una gran contribución. Recuerdo que, para un recensionista habitual del diario El Comercio,
el pésimo libro de un vocal supremo, acababa siendo un clásico de la ciencia jurídica. El afecto o las relaciones se
tornaban en el eje de la valoración, en lugar que lo fuera la aproximación objetiva. Recomiendo dudar de las reseñas de
los periódicos, las cuales responden más al prestigio social del autor que a su talento científico. Un mediocre abogado o
un apocado magistrado terminan, bajo el canal informativo de los periódicos o de la televisión, como consagrados
estudiosos. No existen tampoco en nuestros medios mayores espacios de divulgación periodística de las obras jurídicas.
Quisiera recordar una anécdota personal. Acababa de publicar El Código napoleónico y su recepción en América
latina, después de regresar de una beca alemana. El libro tuvo una inmediata acogida en Chile y Argentina, también en
el Perú. Sin embargo, el reportero de un diario, a través de otra persona vinculada a la prensa, me solicitó una
entrevista. Argumentó que para prepararla necesitaba de todas mis publicaciones. De manera que haciendo un gran
esfuerzo junté publicaciones que ya no se hallaban en circulación. El periodista nunca se presentó. Cuando lo llamé me
dijo que en la página central querían "temas prácticos" y no teóricos. Precisamente en la página que se me había
reservado apareció una entrevista en tomo a la Declaración de fábrica. Demás está decir que no me retomaron los
libros. En verdad, tampoco me importó mucho, pues más me interesaba la reseña del trabajo en revistas
internacionales.
Una de las exigencias de las reseñas consiste en su objetividad, esto es, en la inconveniencia de falsificar las opiniones
o deformarlas. También debe evitarse la subjetividad a favor o en contra. Las corrientes ideológicas, la fama, el
anonimato o el desprestigio personal no pueden recogerse como datos sustanciales para redactar una reseña. Una reseña
evalúa en forma imparcial el contenido de la publicación: debe invitar a los eventuales lectores a acercarse al trabajo,
pero también lo previene contra sus posibles deficiencias. De otro lado, una reseña puede ser el mejor comienzo para la
preparación de un artículo, monografía, tesis o libro. Recomiendo que las investigaciones se inicien por este género. No
importa si, a la larga, la reseña no se publica. Será, en realidad, una magnífica práctica académica que habilita al
estudioso en el camino de la tesis. En realidad, la reseña es el primer paso de la preparación intelectual. Pero, para
muchos puede ser también el último: numerosos profesores limitan su trabajo intelectual a la preparación de reseñas y
nunca llegan ni siquiera al artículo científico o la monografía.
En el campo jurídico una forma análoga a la reseña es la semblanza. Como normalmente no se critica a los grandes
juristas, sino que se admite a ciegas su opinión, tal género ha alcanzado un lugar especial, es decir, es una nueva forma
de hagiografía como la de los santos. Nada más errado. El mejor homenaje que puede rendirse a un jurista brillante
reside en el comentario crítico de su obra, antes que en los elogios desmedidos a su persona.
c) El Ensayo.- Mientras que la tesis y, sobre todo las monografías suelen constituir una obligación; el ensayo siempre
asume que se tiene interés íntimo por el tema. El ensayo constituye un asunto sobre el cual se tiene predilección
personal. No será nunca una obligación académica. Los profesores, en el marco de sus cursos, disponen que se redacten
monografías, pero no ensayos, pues, éstos constituyen el reino libre del saber y de la comunicación intelectual.
Un ensayo es el comentario libre en torno a un tema, ya sea éste científico, literario o informativo. Encierra una gran
libertad de enfoque del autor, que suele prescindir casi en absoluto del aparato crítico exterior, aunque está obligado a
mantenerse dentro de los límites del rigor intelectual. En consecuencia, no es condición necesaria que el ensayo esté
nutrido de notas bibliográficas o que abunde en comentarios marginales. Estos inclusive pueden hallarse ausentes. Se
ha definido al ensayo como un "escrito, generalmente breve, en el que se expone, analiza y comenta un tema, sin la
extensión ni profundidad que exigen el tratado o el manual".
En la tradición intelectual latinoamericana la ensayística ha sido el género predominante. Basta recordar los trabajos de
Enrique Rodó, Faustino Sarmiento, Manuel Gonzales Prada, José Carlos Mariátegui, Víctor Andrés Belaunde y Víctor
Raúl Haya de la Torre. En los países anglosajones el género no goza de prestigio, En esos países es un ensayista el
periodista o el literato, nunca el académico, que prefiere trabajar sesudos artículos, monografías, tesis o libros.
Las características del ensayo Son: una extensión formal relativamente breve; un fondo expositivo de análisis y
comentario, antes que un trabajo analítico; un tema unitario, aun cuando sea omnicomprensivo; el predominio de una
preocupación estética sobre el rigor científico; la presencia de los juicios valorativos sin apoyo en evidencias. El ensayo
se diferencia del tratado, del manual o de la monografía en una menor extensión formal y en su menor profundidad
analítica. No se necesita un especial dominio de la técnica de investigación científica. Tan sólo requiere de una amplia
cultura y madurez intelectual. El periodismo suele ser la tentación para el ensayo al que sucumben los académicos más
superficiales. El ensayo debe ser considerado como un simple ejercicio intelectual, como la práctica de calentamiento
del estudioso serio, nunca como el trabajo final. Para la investigación sería el equivalente de la calistenia en el deporte
o el atletismo profesional. En un medio tan poco exigente como el nuestro se llama "intelectual" al ensayista; el
académico tiene otra factura y su aparición entre nosotros es más reciente. Una cosa es el intelectual, apegado a los
ensayos -sobre todo de índole periodístico-, otra cosa es el académico. El intelectual es un hombre culto; el académico,
un estudioso sistemático. El intelectual es un diletante, un superficial y un snob; el académico, un profesional de la
investigación. El intelectual carece de métodos, sus apreciaciones son subjetivas, sus conclusiones apriorísticas, su
discurso falaz y dirigido al gran público; el académico no escribe para las masas, sino para contribuir al desarrollo de
una disciplina. El intelectual espera la complacencia y el aplauso de su público; el académico las críticas del círculo
estrecho de sus colegas. Quien hace una tesis no espera matricularse en el número abierto de los intelectuales, sino en
el número cerrado de sus colegas. El intelectual busca y alcanza la fama; el académico no busca el prestigio público,
sólo encuentra el reconocimiento objetivo del medio científico. El intelectual gusta de la exposición oral, el académico,
sin perjuicio de la conferencia académica, prefiere el, discurso escrito. El intelectual opta por la retórica, el académico,
por los datos. El intelectual es arbitrario; el académico, tolerante. El intelectual navega en una biblioteca; el académico
la organiza. El intelectual ama los periódicos, la radio y la televisión; el académico se cuida de ellos, su tribuna no es
otra que las revistas científicas y las editoriales. El intelectual es ensayista; el académico es monográfico, en el mejor
sentido de la palabra. Quien aspire a sustentar una tesis doctoral debe reconocerse en el número de los académicos, no
en el de los intelectuales.
d) La Monografía.- Existen discusiones entre los metodólogos sobre lo que se entiende por monografía. Las
tendencias se dividen en dos:
Desde una perspectiva formal, sobre todo ante los ojos de los editores, una monografía no es tan pequeña
como un artículo, que puede alcanzar treinta páginas, pero tampoco tan extensa como una tesis, que
normalmente pasa de cien páginas. La monografía se inscribiría en la mitad, es decir, se trata de un trabajo que
está por encima de las treinta páginas y por debajo de las cien. Por su longitud no puede aparecer en una
revista convencional pero tampoco admite ser convertida en libro. Normalmente se publica en revistas muy
especializadas o en trabajos independientes, bajo el nombre de cuadernos de investigación, de tiraje muy corto
y dirigido principalmente a los investigadores o especialistas en esa área. Esta concepción de la monografía, de
filiación anglosajona, espera que ella tenga un alto rigor científico y profundidad. Por lo general, en la
comunidad académica preceden a la elaboración de un gran libro. Los autores publican sus monografías con el
propósito de discutir sus alcances con otros especialistas. De este modo ya conocen las posturas de los críticos
y pueden introducir ciertos cambios a su trabajo Final que puede concluir en una tesis o en un libro.
Constituyen algo así como borradores o presentaciones preliminares de un trabajo de más largo aliento.
En nuestro medio, revistas como Derecho, la revista de profesores de la Universidad Católica, o lus et Praxis, revista
de profesores de la Universidad de Lima, acostumbran publicar monografías. No así las revistas estudiantiles, que no
toleran investigaciones de más de veinte páginas. El Instituto Riva-Agüero de la Universidad Católica suele publicar
los Cuadernos de Investigación, que se inscriben en una línea monográfica seria. Estos trabajos deben de tener un rico
aparato crítico, es decir, una sólida bibliografía y abundantes notas, de las que se puede prescindir en un artículo corto.
Las monografías siempre están dotadas de texto central y notas: el primero es el cuerpo central y básico del trabajo, el
cual reúne todos los materiales pertinentes e inmediatamente comprometidos con la exposición. Las notas, por lo
general a pie de página, sirven para colocar referencias bibliográficas o documentales, hacer aclaraciones o críticas
marginales, ofrecer detalles adicionales o acreditar demostraciones.
La segunda corriente, de línea latina, considera que una monografía es un trabajo descriptivo que carece de
hipótesis generales o particulares. No interesa aquí el número de páginas. Puede ser un tratado de numerosos
volúmenes, un pequeño libro o un artículo corto o largo. De allí que se califiquen de monográficos a los
manuales o tratados de Derecho. Planiol, Enneccerus, Messineo, Salvat o José León Barandiarán, quienes
elaboraron grandes tratados de Derecho civil, puesto que no proponían hipótesis, sino que describían figuras
jurídicas. Aquellos trabajos bajo el nombre de tesis que se limitan a examinar instituciones como la excesiva
onerosidad de la prestación, el contrato factoring. El joint venture, la marca, el homicidio calificado, la
interpelación parlamentaria a los ministros, los impuestos municipales, el silencio administrativo, la causa
justa del despido laboral, la responsabilidad por productos defectuosos, el juicio oral en el proceso penal, la
prenda industrial o cualquier otra institución, sin preocuparse en plantear el tema como tesis o, para mayor
claridad, con hipótesis, es una monografía.
e) El Reportaje.- Un reportaje es un relato informativo extenso que incluye las observaciones personales y directas del
periodista. Generalmente, el reportaje va acompañado de información gráfica.
El origen del reportaje es también la cuna de la humanidad, y es que desde el momento en que hombres y mujeres
dejaron huellas evidentes de su estancia e interacción con otros, la trascendencia de esos actos nos permitieron conocer
el qué, el cómo, el cuándo, el dónde y un esbozo del porqué, de sus acciones y de las circunstancias que recorrieron. El
reportaje como la vida misma nos vivifica el presente como historia y gracias "a su diversidad de manifestaciones, a las
múltiples funciones comunicativas que ejerce y a la versatilidad temática, compositiva y estilística que le es inherente,
el reportaje es con diferencia el más flexible: el más complejo y también -como la novela-- el más camaleónico de los
géneros periodísticos".
El periodismo se expresa en géneros y éstos por la caracterización de la información que presentan se distinguen como
informativos, opinativos e híbridos. Es importante tener en cuenta que aunque la caracterización de ellos no es rígida,
pues se interconectan, es posible identificarlos ya que resalta siempre el peso de lo informativo, de lo opinativo o de la
mezcla de ellos. Si para Marín y Leñero el reportaje corresponde al género informativo al tener como punto de partida
a la noticia que se ahonda en busca de lo desconocido de lo hasta ahora conocido, para Díaz Noci el reportaje es un
género interpretativo pues sugiere que el reportajista es un ensamblador del rompecabezas de la realidad, y al estilo de
Gabriel García Márquez aprecia que no se puede ser un buen periodista sin imaginación, ya que el reportaje "es un gran
fresco donde las pinceladas son palabras y el reportero es capaz de proyectar, desde las páginas en blanco y negro, el
calidoscopio multicolor que es toda la sociedad".
La idea del reportaje objetivo, copia fiel de la realidad tal y como se concebía antes, fue superado durante la segunda
mitad del siglo XX por la necesidad que tiene el periodista de usar la imaginación y creatividad en el momento de
exponer comentarios, razonamientos, cavilaciones, suposiciones y pretensiones. El único límite es no tergiversar la
verdad. De esa manera se origina el reportaje interpretativo como una información narrada con toque literario, como
una de las aportaciones del nuevo periodismo, cuyo máximo exponente es Tom Wolfe.
Al reportaje se le han atribuido innumerables propósitos: profundizar en la causa (pasado) de los hechos actuales
(presente) a fin de poder proyectarlos (futuro), utilizando a los demás géneros periodísticos para describir, narrar,
descubrir y educar. Ello nos descubre que el reportaje es el género que viaja a través del tiempo con el propósito de
evidenciar la verdad: viaja al pasado para proporcionar antecedentes y permitir las comparaciones, enlaces y
significaciones con el presente de la temática que se investiga para conocer su impacto, repercusiones, comportamiento
a partir de conclusiones que el periodista proporciona por medio de sus análisis e interpretaciones de la realidad. De allí
que de las preguntas básicas del reporteo (qué, cómo, cuándo, dónde, por qué y para qué) el qué es la principal razón
del reportaje sin descuidar, claro está, el cómo y el porqué. ¿La razón?: es la indagación de una situación o hecho con
un propósito social que amalgama perfectamente la descripción, la narración y la exposición de las razones,
circunstancias y consecuencias que acompañan al suceso, comparándolo con otros en el tiempo a través de la
interpretación y el análisis de la realidad informativa a cargo del periodista.
Al igual que en la clasificación de los géneros periodísticos, la tipología aunque existe y es pródiga resulta necesario
observar que los estudiosos de este género hay detectado cuantiosos criterios para agrupar al reportaje; los hay desde el
modo o la manera en que se planean y realizan, por el número y el tratamiento de las fuentes, por la extensión del tema,
por estilo, entre otras formas.
Novelo y Sánchez en un esfuerzo sobresaliente englobaron de una manera precisa y concreta la tipología del reportaje
en una tabla que comprende sino todas, por lo menos las categorías de reportaje más citadas y más trabajadas por
autores hispanoamericanos, entre las cuales están: criterios temáticos, soportes y canales de difusión, formato, rapidez,
profundidad, el espacio, tratamiento informativo, estilo y composición periodística.
Sin duda, la misma construcción social de la realidad ha permitido al reportaje experimentar fondos y formas variadas,
dejando en claro que no existen fronteras rígidas sino más bien todas las clasificaciones posibles se entrelazan para
hacer del reportaje el género periodístico por excelencia.
Luis Velásquez, quien está seguro que el reportajista está en la cima del periodismo por la complejidad del género que
descubre su sensibilidad humana y social, refiere que cada reportaje exige un tratamiento distinto pues el documentar la
realidad paso a paso requiere de una alta responsabilidad social por parte del reportero:
Escrupulosidad a prueba de bomba, para que cada párrafo, frase, dato sean incuestionablemente ciertos,
fundamentados, hasta con pruebas jurídicas, testimonios inapelables. (…) En el reportaje, la demostración de los
hechos se hace con fundamento jurídico.
1.2.- La Tesina con Carácter de Rigor Metodológico- Científico.-
¿Cómo se maneja una Tesina de un tema con rigor metodológico científico?, ¿lo científico hace referencia al que
realiza la investigación o al adjetivo del tema? Puesto que quien realiza la investigación es el sustentante éste deberá
considerarse como tal. Así, Zubizarreta señala que:
"El científico es la persona que, con la convicción de que el conocimiento teórico es un primer paso, necesario para la
praxis, se dedica a la tarea de crear nuevos conocimientos en su disciplina científica-matemáticas, física o psicología,
por ejemplo- con el objeto de aumentar el tesoro de conocimiento de que dispone la humanidad para encontrar
soluciones a sus problemas y satisfacer sus necesidades. El hallazgo de nuevos principios científicos o de nuevas
soluciones a problemas teóricos significa que, de inmediato o después de algunos años, se derivará una nueva y más
eficiente aplicación. Si bien el conocimiento científico puede llamarse puro, sólo es un error imaginar que el saber
teórico es digna o indignamente estéril. Justamente el desarrollo de la tecnología sólo ha sido posible gracias a la
ciencia moderna y su admirable progreso contemporáneo. Es cierto que el trabajo tecnológico también ha alimentado la
vida y el desarrollo de la ciencia, pero este hecho no debe hacernos perder de vista la prioridad del conocimiento
teórico como tal."
Ya que un tema con rigor metodológico técnico no implica la revisión de la hipótesis desde la teoría, sino del referente
(tema), entonces un tema con rigor metodológico científico, sugerida por la propia institución, requiere del análisis
teórico de un tema desde el método y la teoría o la episteme.
Una vez caracterizadas las tesinas con carácter metodológico científico, se considera que sólo la instancia
epistemológica puede considerarse dentro de los indicadores de Tesina; en contraparte, la instancia teórica, al exigir las
otras tres instancias –metodológica, metódica y técnica- obedece más a la definición de TESIS.
Capítulo V
Diferencias entre la tesina y otros tipos de investigación
1.- Principales Diferencias entre la Tesis y la Tesina.-
Empezamos diciendo que la Tesina no debe ser considerada como un trabajo menor o un diminutivo de la tesis,
siempre y cuando mantenga un rigor científico epistemológico o metódico y técnico en su evaluación.
La Tesina suele ser el primer trabajo de investigación en el estudiante de tercer ciclo. La tesis suele ampliar la Tesina,
tanto en la revisión teórica como en la complejidad metodológica, teniendo siempre algún componente de originalidad
en el ámbito científico del que se trate.
En cualquier Tesina siempre estarán presentes: el deber ser del trabajo recepcional, el manejo del tema desde diferentes
caracteres y el carácter del sustentante. A diferencia de la tesis que es el resultado de un proceso de investigación
documental y de campo que, a manera de síntesis teórico-metodológica, culmina con una posición definida en torno a
un problema específico del área de conocimiento en que se formó el egresado.
En el caso de tesinas con carácter práctico deben reflejar una postura crítica frente al ser existencial, cotidiano y actual.
El diccionario de la Real Academia Española señala que la Tesina es parte de una de tesis, pero ¿Qué parte? Se dice
que: "Una tesis es un trabajo de investigación de carácter teórico-práctico que da al estudiante la oportunidad de
profundizar y hacer aportaciones en un área y tema de interés personal…" Siendo así, faltaría rescatar la parte práctica,
pues lo teórico ha sido expuesto antes en las instancias metodológicas.La esencia del carácter práctico de una tesis, es
decir una Tesina sin teoría sería un ser en su existencia misma, es decir, el ser existencial que implica la idea del acto
de actualidad o realización individual y concreta de la esencia común. El alumno aun sin trabajar vive el Derecho y sus
problemáticas en diferentes niveles y tipos. Ahora bien, si trabaja en el medio del Derecho puede criticar técnicamente
las prácticas jurídicas actuales. Pensemos en los procedimientos de un miembro dentro de una organización o las
prácticas del jurista preparando una nueva ley. Son trabajos que deben ser revelados para que los especializados en el
área del Derecho no lleguen desprovistos a la vida profesional. Pero el sustentante de una Tesina con carácter práctico
debe:
"demostrar que domina un tema, sabe organizarlo, estructurarlo y desarrollarlo en profundidad, presentado en la forma
normalizada de un trabajo académico, científico. El tema debe ser relevante y relacionado con la rama de conocimiento
que ha cultivado durante la carrera…
… es la ocasión que tiene el estudiante de mostrar que sabe analizar un problema, seleccionar la metodología y técnica
apropiada para reunir los datos, y alcanzar conclusiones razonables. Este proyecto permitirá, la evaluación de la
capacidad del estudiante para aplicar su conocimiento a un tema concreto."
La tesina es un Trabajo de investigación que da cuenta de una problemática concreta derivada de la experiencia
profesional y que debe cumplir con requisitos académicos indispensables en cuanto al uso adecuado de métodos y
técnicas de investigación, coherencia argumentativa y teórica, manejo de fuentes de consulta e información y claridad
en la redacción. La tesina es un documento con una extensión no muy extensa.
La tesis es una postura, proposición, conclusión en relación con un tema dado, que se defiende y mantiene con
argumentos y razonamientos. Para que sea convincente, debe cumplir con las siguientes condiciones: a) ser objetiva,
basada en hechos y no en prejuicios o pareceres; b) ser única, es decir no mezclarla con otras ideas; c) ser clara y
precisa; para ello conviene formularla en forma de oración completa, por ejemplo: Los prejuicios no son innatos, sino
que se adquieren en el seno de la sociedad.
Concluyendo diremos que la tesina no dista mucho de la tesis, aunque es un primer trabajo de investigación y no tiene
el rigor científico en todas sus dimensiones que presenta una tesis, es decir la tesina es un trabajo de pre investigación
que se sitúa ente la tesis y la monografía.
2.- Diferencias entre la Tesis y la Monografía.-
Entre los estudiantes se confunde mucho tesis con monografía. Este problema no es exclusivo de los alumnos, pues se
extiende a los docentes y juristas que carecen de una adecuada formación metodológica. Debemos insistir que la
metodología jurídica peruana, salvo una que otra excepción, se halla todavía en pañales. Un abismo separa el
refinamiento metódico de las ciencias sociales, frente a la pobreza epistemológica y metódica de una gran parte de los
juristas.
1. La monografía puede ser genérica; la tesis debe ser específica. Por ejemplo, un libro, manual o tratado sobre
Derecho de las obligaciones, los contratos, aun cuando abarque varios tomos, es una monografía. Las tesis, por el
contrario, se ocupan de un problema concreto y muy específico.
2. La "monografía narra, divulga información; la tesis intenta demostrar la proposición, la cual se expone y defiende.
En la Edad Media, por ejemplo, las tesis consistían en unas cuantas proposiciones escritas que debían ser sostenidas en
público, en latín, y defendidas frente a las objeciones de un tribunal, siendo su característica la oralidad. Ahora la
exposición de defensa se hace por escrito.
3. En la monografía el objeto del tema puede ser cualquier acontecimiento, situación económica, social, histórica o
política. En la tesis, en cambio, no existe tema sino más bien una proposición, ya que el concepto "tema" está
implicado en la palabra tesis. En la tesis se afirma o niega algo y se sostiene la postura con argumentos.
4. En la monografía puede o no haber conclusiones; en la tesis el corolario lógico se realiza mediante las conclusiones.
Ahora bien, ya ha quedando claro las diferencias que existen entre la tesis y la monografía, pero debemos saber que
también existen las tesis monográficas, cuyo contenido es preciso conocer.
Una vez definida nuestra área de interés, la primera intención suele ser la de emprender una tesis ambiciosa.
Quisiéramos abarcar todos los matices del problema, decirlo todo de la mejor manera posible, con un rico bagaje
teórico y con abundantes fuentes. En suma, quisiéramos escudriñar en los pliegues más secretos de un asunto que otros,
menos capaces, no han podido resolver. Queremos lograr la obra definitiva, el nec plus ultra sobre la materia. Hemos
dado un breve paseo por la biblioteca de nuestra universidad, hemos mirado algunos ficheros, y nos posee ya la feliz
convicción de que basta con unas cuantas semanas para escribir la tesis que nos dará la satisfacción de haber colmado
una importante laguna científica, y, de paso, acceder a una mejor posición profesional. Pasada la primera excitación, la
búsqueda de un asesor, la necesidad de inscribir el tema, y la preparación del proyecto de tesis nos devolverán a la
realidad. Vencida la ambición primeriza, recién entonces nos podríamos preguntar, ¿la tesis puede ser genérica y
expansiva?; o, por el contrario, ¿sería preferible el estudio de un tema muy concreto, pero aún inédito?
Toda investigación parte de un problema que se quiere solucionar. Naturalmente, los problemas tienen que ser
relevantes, y dentro de éstos, existen unos que lo son más que otros. En principio, nada impide elegir alguno de los
llamados grandes temas como materia de una tesis. Pero no lo recomendamos, sobre todo si se trata de temas manidos.
Si escribes una tesis sobre El contrato de arrendamiento, te expones a repetir información que otros autores han
proporcionado. Además, es tanto lo que sobre el arrendamiento se ha escrito en los últimos cien años, en el Perú y en el
extranjero, que por más exhaustivas que sean tus lecturas, siempre quedarán vacíos apreciables. Además, así planteada,
la tesis no se reduciría al ámbito de la investigación jurídica, sino que tendría que considerar los aspectos históricos,
sociológicos y hasta éticos del problema. Así mismo, sería indispensable un examen detallado de toda la legislación
que los sucesivos gobiernos han dictado en materia de arrendamiento. Por si fuera poco, el trabajo demandaría una
revisión escrupulosa de los antecedentes jurisprudenciales sobre el arrendamiento, que ofrezca tablas estadísticas,
información consolidada y muestreo de expedientes. Se te exigiría comprobación de campo, un cuerpo sólido de
entrevistas a expertos, magistrados y políticos, e información periodística sobre el tratamiento del problema en las
décadas pasadas. Sería deseable también una propuesta legislativa, precedida de su correspondiente exposición de
motivos. Por último, la bibliografía citada en el trabajo debería considerar hasta el más oscuro folleto, impreso en una
ciudad del interior del país, y depositado en alguna biblioteca privada de acceso vedado. Quizá, esta sea una
descripción algo desaforada. Pero, en rigor, esas serían las consecuencias de elegir un tema largo y ambicioso, que
demandarían el esfuerzo de toda una vida.
Los rasgos de la tesis que hemos mencionado, de originalidad, erudición y rigor no se avienen con los temas
generales. Habitualmente, los temas muy vastos son elegidos por quienes no tienen una noción muy clara de aquello a
lo que se exponen. Varios amigos, que fueron alumnos míos, me han confiado que prosiguieron sus tesis sobre temas
muy generales, sólo porque "ya estaban sobre el caballo", y que si de ellos hubiera dependido, habrían elegido un tema
más específico. Es un error creer que los temas concretos y bien delimitados son de una calidad inferior. No es así: al
igual que en la narrativa de ficción, en la labor académica un tema de estudio es bueno cuando es interesante, no
necesariamente cuando muestra proporciones exorbitantes. Un relato tan perfecto como Casa tomada de Julio Cortázar
parte de un asunto más bien simple -el avance de una presencia sobrenatural que va desplazando de sus aposentos a los
habitantes de una casa-, pero posee una capacidad de generar interés que lo sitúa por encima de muchísimas novelas
extensas e ilegibles. Después de todo, no existe tema modesto, si es que sabes darle vuelo. Ubica primero las
situaciones singulares y llega después a las generalizaciones. Si te apasiona el tema del arrendamiento bosqueja otros
títulos: El contrato de arrendamiento de vehículos automotores. Tratamiento jurisprudencial en materia de alquiler de
viviendas sujetas a leyes especiales, El arrendamiento de locales comerciales y su práctica notarial. Arrendamiento vs.
Anticresis en la práctica contractual arequipeña, Impugnación de los plazos legales en la contratación de arriendos.
Una tesis bien delimitada es más fácil de iniciar y de ponerle fin. Las coartadas de restricción del tema de tesis pueden
ser temáticas, como en los ejemplos examinados, pero puedes definir aún mejor tu tema, en términos temporales y
espaciales. Algunos ejemplos de delimitación temporal son los siguientes: Arrendamiento en la jurisprudencia agraria
durante el velasquismo, Cuestionamiento a la legislación liberal vigente sobre arriendos de casa habitación. El
arrendamiento a la luz de la doctrina contemporánea. La delimitación espacial puede llevarse a cabo del modo que
sigue: El arrendamiento inmobiliario en la jurisprudencia del distrito judicial del Cusco, Arrendamiento y poder en la
jurisprudencia del Cono Norte en Lima. Si buscásemos una delimitación temática, temporal y espacial, podrían
indagarse los siguientes títulos: Arrendamiento de predios rústicos en la provincia de Chincha durante la reforma
judicial de Fujimori, La práctica contractual en el arrendamiento de taxis en la ciudad de Tacna (1995-2000),
Arrendamiento de maquinaria agrícola en la provincia de Camaná, bajo los usos contemporáneos. Son trabajos útiles,
que brindan datos a la comunidad científica, pese a su alcance meramente "descriptivo".
De seguro quien conoce los trabajos del autor de este libro podría formular una objeción. ¿Cómo el profesor Ramos
Núñez propugna la elaboración de tesis específicas cuando su tesis de Doctorado se ha titulado Las columnas de la ley.
Hacia una historia social del Derecho civil peruano. Siglos XIX y XX?, es decir, se trata de una tesis genérica. La
observación me parece muy inteligente y varias veces he tratado de contestármela a mí mismo. En primer lugar, no
siempre uno elige" el tema de tesis, a veces éste es virtualmente impuesto. El Doctorado en Derecho de la Universidad
Católica insistía en la necesidad de trabajar tesis de largo aliento que sirvieran después de textos universitarios en sus
correspondientes disciplinas. Sin esa exigencia administrativa insalvable es probable que mi tesis de Doctorado hubiera
versado sobre cualquiera de los siguientes temas:
Manuel Lorenzo de Vidaurre, jurista del Antiguo Régimen; "El Murciélago" ante el Derecho: la tradición jurídica de
un conservador; La dogmática en triunfo en la República oligárquica; De las ideas sociales a la doctrina liberal en el
Derecho civil peruano del siglo XX; El Derecho Civil en las provincias en la primera mitad del siglo XX;
Jurisprudencia y poder durante el gobierno de Leguía; La ideología social cristiana del Código Civil peruano de
1984. Sin duda, habría sido más fácil para mí concluir una tesis de estas características, tanto por su delimitación
temática, temporal y espacial. Sólo una excepción existe para las consideraciones que hemos mencionado: la novedad
del tema. En mi caso, no obstante la obligatoriedad administrativa, también se consideró la novedad que podía traer
consigo el abordar un tema genérico. Si el tema es novedoso, cabe que el autor de la tesis relativice la urgencia de
abordar temas muy específicos. Así, si alguien trata como tema de tesis La bolsa de productos y la necesidad de su
incorporación legislativa en el ordenamiento civil y comercial peruano, cuando la figura recién empieza a ser utilizada,
no puede exigírsele que escriba como tesis La bolsa de productos en la producción de café en el valle del Mantaro
(1995-2000). Si otro estudioso escribe una tesis sobre Jurisprudencia y género en la jurisprudencia peruana del siglo
XIX, abriendo de esta manera un camino inédito, no cabe esperar que se elaboren tesis como las siguientes: La mujer en
la jurisprudencia peruana de nulidad de matrimonio en la jurisdicción eclesiástica (1850-1900), La experiencia enseña
que de los temas genéricos se avanza hacía los particulares. Hasta hace unos años era posible encontrar tesis con el
siguiente título: La estabilidad laboral en el Derecho peruano; ahora se prepararían tesis con un argumento más
restringido: El fin de la estabilidad en el trabajo de mujeres embarazadas en la jurisprudencia peruana
contemporánea. La estabilidad laboral como elemento de discriminación de género en la legislación peruana actual.
La elección de temas específicos asume también una faceta pragmática inmediata: facilita también la sustentación de la
tesis. Los jurados tendrán menos espacio para preguntar sobre cuestiones generales y su tesis alcanzará mayor
autoridad científica entre los especialistas. Piense, por ejemplo, si usted escribe una tesis sobre La naturaleza jurídica
del factoring. Es muy probable que varios de sus jurados sepan más que usted sobre el tema, pero si escribe El
factoring en la experiencia del Banco del Trabajo entre 1995 y 1998, tendrá mucho que enseñar a los propios
especialistas, quienes -si son intelectualmente permeables- saludarán su esfuerzo con una óptima calificación.
Capítulo VI
La tesina en el campo de la investigación jurídica
1.- La Importancia de la Tesina en la Investigación Jurídica.-
Muchos abogados confunden gravemente la tesis con la tesina, y elaboran trabajos que no llegan a tener ni siquiera los
requisitos y la seriedad mínimos para ser considerados tesinas o trabajos de investigación. Se escudan en el siguiente
pretexto: se trata de una figura nueva que, por su misma novedad, puede ser trabajada como tesis. Sin embargo, tratar
del acto jurídico, de los delitos patrimoniales, de la ley de derechos de autor o de ley de protección al consumidor, de la
ley general de sociedades o de la Constitución en general no es elaborar una tesis, sino redactar una tesina, siempre y
cuando cuente con cierto mínimo de rigor científico, de lo contrario seria un simple informe o resumen.
Sea una u otra la que se acoja, una tesis suele tener sus orígenes más inmediatos en una tesina y de ahí la importancia
que esta toma. Se trata de una tesis en pequeño o en grande, el estudio superficial o profundo de un tema. La tesina
constituye un adiestramiento previo en la metodología de la investigación. Aun cuando suponga un trabajo ordenado,
coherente y sistemático no alcanza el grado de profundidad ni la riqueza de conceptos y enfoques de una tesis. La
mayor parte de los trabajos universitarios que se presentan para los cursos de pre y postgrado, son simples monografías
disfrazadas de tesis. Lamentablemente, la mayor parte de estos trabajos carecen del más mínimo rigor científico.
Preparadas como están, a partir de la escandalosa reproducción de otros trabajos ya publicados, se han desacreditado en
demasía. Los profesores tienen aquí una responsabilidad muy grande, pues, deben darse la molestia de leerlos y
cotejarlos con otras fuentes secundarias, descubrir y sancionar su plagio. Incluso existen canales de comercialización o
venta de monografías jurídicas. Los establecimientos de digitación en computadora -a los que acuden los estudiantes-
tienen una rica base de datos sobre monografías en distintas materias jurídicas. Cometen un grave error los estudiantes
al confiar sus trabajos a tales negocios para que los reproduzcan. Es muy probable que otro estudiante sin ética alguna
compre el mismo trabajo y lo presente para aprobar el curso. Esta práctica delictuosa se halla muy difundida: bastaría
asomarse por las cercanías de los locales universitarios, leer los avisos comerciales o echar un vistazo a la propaganda
en volantes para confirmarlo.
Los pasos que suelen seguirse para la preparación de una tesina jurídica seria y publicable son, en pocas palabras, los
siguientes:
1. La elección del tema o área a investigar que suele ser sencillo, de poca extensión y lo suficientemente claro
para que no se preste a confusiones;
2. La exploración de las fuentes de información;
3. La elaboración de un breve diseño o plan de trabajo;
4. La elección de las siguientes técnicas de investigación: observación, experimentación, encuestas,
cuestionarios, muéstreos, o test;
5. La recolección de datos de información: empleo de fichas, apuntes, búsqueda y hallazgo de fuentes directas
o indirectas;
6. El orden y la interpretación de los datos. Revisión del .plan de trabajo-y modificaciones al mismo derivadas
del curso de la investigación; y,
7. La redacción, siguiendo un orden lógico y secuencial, como el de una narración lineal. Uso de un lenguaje
claro y explicativo, en el que se evita la primera persona.
La elaboración de una tesina jurídica supone cierto adiestramiento en la técnica de elaboración de informes. Ahora
bien, si la tesina es la base de la tesis, no puede ella misma ser una tesis. Por otro lado, las tesinas no necesariamente se
ocupan de un tema original, aunque sería deseable que sí lo hicieran. Las tesinas, así mismo, descansan más en
búsquedas bibliográficas antes que en documentales. Resulta necesario leer los libros más importantes, aquellos a los
que se les reconoce mayor valor en el tema. Zubizarreta aconseja "preferir las obras más modernas", porque
aprovechan por lo general toda la experiencia anterior e, inclusive, si son realmente serias, constituyen una renovación
de la investigación. Incluso propone una escala discutible: preferir libros a artículos, y artículos a reseñas. Las tesinas
jurídicas pueden llevar también conclusiones, no obstante que ello no es obligatorio. El estudioso que se inicia no debe
olvidar que la tesina jurídica señala los umbrales del derecho y de la investigación científica, ya que la tesina jurídica
puede ser un tratado de numerosos volúmenes, un pequeño libro o un artículo corto o largo. De allí que se califiquen de
tesinas jurídicas propiamente dichas a los manuales o tratados de Derecho. Planiol, Enneccerus, Messineo, Salvat o
José León Barandiarán, quienes elaboraron grandes tratados de Derecho civil, puesto que no proponían hipótesis,
sino que describían figuras jurídicas. Aquellos trabajos bajo el nombre de tesis que se limitan a examinar instituciones
como la excesiva onerosidad de la prestación, el contrato factoring. El joint venture, la marca, el homicidio calificado,
la interpelación parlamentaria a los ministros, los impuestos municipales, el silencio administrativo, la causa justa del
despido laboral, la responsabilidad por productos defectuosos, el juicio oral en el proceso penal, la prenda industrial o
cualquier otra institución, sin preocuparse en plantear el tema como tesis o, para mayor claridad, con hipótesis, es una
tesina jurídica; es por todo ello que la tesina a contribuido hondamente en la investigación jurídica.
Conclusiones
Luego de terminar de leer toda la bibliografía existente sobre la tesina e indagar acerca del tema llegamos a la
conclusión de que la tesina es bien valorada en las instituciones superiores privadas, en instituciones técnicas y
universidades tecnológicas y principalmente extranjeras. Caso contrario, las instituciones públicas de nivel superior aún
suelen menospreciar dichos trabajos, pues se consideran de bajo nivel académico o producto de una racionalidad
instrumental que demerita la racionalidad filosófica o científica.
Por otra parte, al revisar libros sobre la elaboración de trabajos de investigación, la Tesina se equipara con la tesis,
aumentando las dudas sobre los límites entre estas dos opciones de titulación, mas aun si cabe la posibilidad de tener
una tesina y que al profundizarla y actualizarla con un cierto rigor científico se convierte en un tesis. En la escasa
bibliografía existente se ofrece una concepción diferente, pero se sigue el mismo proceso de presentación escrita.
Dada la carencia conceptual que hasta el momento se tiene del término "Tesina" es necesario ubicarla dentro del
contexto de las instituciones educativas que se refieren a ellas como una opción de titulación. Por lo anterior y
específicamente para los alumnos universitarios, se puede concluir que:
1. Una Tesina es un género escrito de carácter académico que se utiliza en las instituciones educativas como una
opción de titulación.
2. Cada institución educativa le asigna a la Tesina características propias, por lo cual no hay unificación de criterios.
3. En todos los casos se menciona que la Tesina es una demostración de conocimientos o métodos o técnicas o
manipulación de instrumentos o prácticas aprendidos durante la carrera.
4. Al ser, la Tesina, de carácter académico, se solicita que tenga rigor científico ya sea en la investigación documental
o de campo o en las propuestas sobre la innovación de métodos o de instrumentos, de lo que se infiere que siempre es
producto de una investigación.
5. La Tesina, al ser producto de una investigación, requiere de una delimitación, objetivos, método y resultados. Es
decir, es una forma de presentar por escrito una investigación centrada en teoría o método o técnica o instrumentos o
práctica. No se plantea la extensión de la Tesina.
6.- Una Tesina es un género escrito de carácter académico que se utiliza como una opción de titulación.
7.- Hasta el momento, se han presentado cinco "modalidades" de Tesina que son:
a. Las de recopilación o catálogo.
b. La reseña.
c. Los reportajes.
d. Los estudios monográficos sobre algún autor, texto o teoría.
e. Los ensayos.
Lo anterior demuestra que aunque la claridad de las temáticas en escasa si se requiere que la Tesina sea una
demostración de conocimientos o métodos o técnicas o manipulación de instrumentos o prácticas aprendidos durante la
carrera.
8. Por ser considerada con carácter académico, la Tesina debe ser producto de una investigación.
9.- Por ser producto de una investigación, la Tesina requiere de una delimitación, objetivos, método y resultados.
10.- La Tesina debe estar centrada en teorías o métodos o técnicas o instrumentos o prácticas desarrolladas en la
carrera que siguió el autor de la tesina.
11.- Una propuesta de taxonomía de Tesina debe estar centrada en las posibilidades que el alumno pueda tener para
realizarla
12.- La tesina es una opción muy interesante para generar nuevos conocimientos principalmente para quienes recién se
inician en el campo de la investigación.
13.- La tesina en el campo de la investigación jurídica o en derecho ha contribuido enormemente a generar grandes
tratados y manuales tanto en el derecho civil, penal, societario, etc.
Hasta aquí, se hemos dado los argumentos necesarios para proponer una forma de abordar a la Tesina, no sólo como
opción de titulación sino como una investigación de carácter académico circunscrita a los lineamientos específicos que
debe seguir todo trabajo de investigación y esperamos que éste modesto trabajo sirva como una guía para quien se
interesen en el tema desarrollado.
Aportes
Pero de las tesinas -como del signo lingüístico- es más fácil decir lo que no son, que lo que realmente son o deben ser.
Es casi imposible imaginar la estructura, el tema o el método para desarrollar una Tesina, dada la variedad existente, la
heterogeneidad conceptual, los modos de tratamiento y sobretodo las distintas variedades de escrituras que las misma
suponen -además de bastante poca orientación por parte de la Carrera de cual es su status epistemológico y de
conocimiento.
Porque quizás el punto mas flojo de la tesinas sea precisamente su valor literario (o la ausencia de). No se trata
simplemente del desconocimiento de la sintaxis y de la gramática por parte de los alumnos -que abunda. Que durante
años dedican casi toso su esfuerzo de escritura a algo llamado monografías, que nunca se sabe muy bien que es, y que
cuando deben pasar a este otro genero Tesina rara vez logran dar el salto.
Peor aun, es que a las tesinas se les exige cierta patina de cientificidad, supuestamente dada por la metodología de la
investigación, que termina quitándoles en la mayoría de los cosas todo viso de alegría, creatividad, ligereza y sobretodo
afán de búsqueda.
Al contrario esas materias metodológicas (o esas policías epistemológicas) lo único que logran es rigidizar el intelecto
y terminan convirtiendo a muchas tesinas en un producto salido de una fábrica, lo que termina frustrando por igual a
alumnos, evaluadores y directores de las mismas; por lo que como grupo proponemos: que las pautas metodológicas en
el campo de la investigación jurídica no sea tan rígida y sea mas flexible y adecuarse con facilidad a las características
propias de la ciencia del derecho y a sus fenómenos que estudia dado que estos están en permanente cambio y
transformación que hace por si mismo difícil la tarea de producir nuevos conocimientos; es de esta forma que en la
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad San Luis Gonzaga de Ica, son muy pocos, por no decir casi
ninguno, los alumnos que se gradúan mediante la tesis, ya que en su gran mayoría optan por el examen de grado.
Somos consientes que es una problemática difícil de combatir, algunos alumnos alegan que una tesis toma mucho
tiempo, otros que demanda mucho dinero en su elaboración, otros señalan que no tienen tiempo para elaborar una tesis
ya que trabajan todo el día y estudian por la noche; lo cierto es que la gran mayoría de estudiantes no tiene los
conocimientos para elaborar una tesis, o si los tiene no los comprenden, ya que no dominan ni los métodos ni las
técnicas, así el alumno se encuentra frente a un gran problema, ya que no sabe como formular hipótesis, ni distinguir la
idea central de las secundarias, por ello se siente amarrado de manos para asumir el reto de elaborar una tesis. Por lo
que nosotros como grupo proponemos a la facultad que los alumnos se puedan graduar mediante tesinas que si bien es
menos profunda que una tesis de máster o doctorado, ésta también es investigación como una tesis pequeña que es
situada entre la monografía y las tesis; y esto con el fin de ir incentivando a los alumnos a la investigación y así puedan
posteriormente elaborar tesis en los posteriores estudios de especialización.
Sugerencias
1.- PRIMERA SUGERENCIA: BUSCA TU TIEMPO
Concedernos un lapso de tiempo es indispensable para realizar nuestra tarea. Según Umberto Eco -filósofo, novelista,
ensayista y metodólogo brillante- se necesita entre nueve meses y tres años para preparar una tesis. Ni antes ni después.
Eco habla desde su experiencia de estudioso exigente desde y para el primer mundo. Propongo aquí que se siga su
propuesta. El trabajo académico no tiene fronteras y reclama las mismas exigencias en cualquier lugar de la tierra. El
hecho que vivamos en el tercer mundo y que nos alimentemos, en buena parte, de lecturas elaboradas en países
desarrollados no puede inhibirnos. Nueve meses es el tiempo adecuado para armar una tesis y, tres años es el tiempo
límite para llevarla a cabo. Sin embargo, prefiero contabilizar el plazo de los nueve meses desde cuando empezamos
normalmente la confección de la tesis, es decir, dentro del sistema de estudios, ya se trate de la Facultad, la Maestría o
el Doctorado. No espere que se terminen los ciclos universitarios o post universitarios para comenzar la tesis. Es
preciso que la inicien cuanto antes. Para los estudiantes de Facultad recomiendo que inicien la elaboración de los
bosquejos en los últimos niveles; para los inscritos en maestrías y doctorados, en el primer nivel. Pueden incluso
preparar el camino a la futura tesis con una monografía de un cierto nivel de elaboración. Cuenten desde allí los nueve
meses o los tres años, nunca desde cuando terminaron el programa escolarizado de la Facultad, la Maestría o el
Doctorado.
El profesor universitario sabe organizar su tiempo entre la investigación y la docencia. ¿Qué podría recomendarle a él?
En un medio como el nuestro en el que no se exige como requisito la posesión del grado de magíster o de doctor para
iniciar o proseguir la docencia universitaria, sólo podría advertir que el profesor que se atrasa mucho en la obtención de
grados superiores es cuando mucho un mal académico, si alguna vez lo fue. Entre nosotros, sólo algunas maestrías -no
necesariamente de Derecho- impulsan a sus inscritos a obtener el grado, como parte de una política de imagen
institucional. En todos los demás casos, usted mismo debe hacerse a la idea que es un profesor del primer mundo y que
necesita con urgencia el grado superior que persigue. Nuestras universidades lamentablemente han interpretado a su
gusto las leyes universitarias, tanto así que para el ascenso a profesores principales no se reclama ya el grado de máster
o de doctor en Derecho, desalentando así un papel crucial de la docencia: la investigación. Si .eres profesor principal
sin haber preparado una tesis de magíster o de doctor, te hallas en culpa. Sigue una maestría o, mejor aún el Doctorado.
Haz tu tesis cuanto antes. De otro modo, eres una vergüenza para tu Facultad. Te criticarán todos, •incluso quienes te
estiman mucho. Tu ascenso fue ilegal, tan ilegal como el del presidente de la República que te gobierna y cuya elección
inconstitucional impugnas. Un reglamento universitario no puede sobreponerse -no sólo en el plano legislativo sino
también en el moral- a ley. El reglamento fue hecho a tu medida de la misma manera como se hizo la Constitución o,
más exactamente, su interpretación "auténtica" para el Presidente en ejercicio. El demonio interior o la lombriz solitaria
para un profesor sin el grado académico requerido, vale decir, sin tesis universitaria de máster o de doctor, no puede ser
otro que la vergüenza. Arma tu tiempo para terminar rápido tu tesis, del mismo modo cómo obtuviste tu tesis de
pregrado o, si eres máster y no doctor, la tesis de Doctorado. Tu cargo de otro modo será discutible mientras no logres
un reconocimiento académico confiable con los grados superiores de máster o de doctor.
A cualquiera que no haya iniciado aún su tesis le sugerimos ajustarse a las siguientes recomendaciones relacionadas
con la mejor administración del tiempo. Salga a la hora de su oficina o lugar de trabajo, por lo menos varios días
hábiles por semana, después de una jomada normal de trabajo. Vea en su agenda en qué días y en qué horas le gustaría
"desconectarse de todo" para trabajar cómodamente en su tesis. Luego, asúmalos como horario de trabajo o como una
cita impostergable con el dentista. Algunos prefieren las primeras horas de la mañana; otros se sienten más lúcidos por
las noches. Durante la semana, puede dedicar unos días al trabajo intensivo en los asuntos profesionales, así en las
jornadas restantes tendrá una menor carga laboral y podrá atender a su tesis. En casa, vea menos televisión, navegue
menos por Internet, lea menos revistas de variedades, pues la inercia sólo consume tiempo valioso. No dude en pagar a
otros para llevar a cabo las tareas ingratas o que requieran menos creatividad, para así quedar en libertad para dedicarse
a otras cosas más importantes. No debería ser válida la excusa tan socorrida de quienes no se gradúan porque sus
ocupaciones laborales no lo permiten. Ni la de quienes, por hacer la tesis, no trabajan.
Tenga presente que, si bien a muy pocos les gusta archivar y organizar sus materiales, de aquí en adelante le será
fundamental para mantener el control sobre su trabajo. Adquiera el hábito de hacer una sola cosa a la vez: nadie lleva a
buen término una tesis hojeando las páginas de un libro, a la vez que revisa un expediente; nadie puede contrastar
hipótesis o cotejar sus fichas mientras prepara la contestación de una demanda; nadie puede redactar un par de buenas
páginas de su tesis, con su respectivas citas y notas de pie de página, al tiempo que asesora a un cliente o alista un viaje
para dictar clases en provincias.
Estas actividades no son excluyentes, siempre que usted se organice adecuadamente. Podría optar por usar determinado
asunto de su tesis como tema de esa clase que debe dictar. O, por el contrario, la asesoría que brindó hace pocos días
podría añadir un enfoque no previsto a determinado pasaje de su propia investigación. Por lo demás, elaborar una tesis
demanda un buen estado físico. Duerma bien por las noches (ocho horas para la mayoría de los adultos), cuando menos
de cinco a siete veces por semana.
Huya de la monotonía. Lea un libro, redacte unas páginas, revise algunas fichas. Incorpore cada dato de manera lenta y
concienzuda, permita que las lecturas se asienten, después vuelva a ellas con un interés renovado. Si la fatiga o el
desinterés campean, es inútil y contradictorio querer extender la jomada que nos hemos fijado. Es preferible dejar las
páginas inconclusas, en el estado en que han quedado, para poder retornar después a ellas. Un amigo me confiaba que
le era difícil proseguir la redacción de su tesis cuando ello significaba iniciar un nuevo acápite, pero que retomar a una
página dejada a la mitad le era más sencillo.
No buscar ayuda es un pésimo error en que incurren algunos tesistas. Escribir una tesis en secreto puede ser oneroso
incluso en términos de tiempo y energía, pues probablemente se privará de enfoques y sugerencias esenciales para su
investigación, o le llegarán demasiado tarde, cuando usted haya gastado semanas y semanas en "descubrir la pólvora".
Puede contratar una secretaria y un asistente, ambos a tiempo parcial. Mejor aún si la secretaria sigue estudios de
Derecho. Su asistente debe ser un joven brillante con intereses académicos o profesionales •intensos. Cuide que se halle
en el quinto superior de los mejores alumnos de una Universidad seria. Mejor todavía si es un egresado o abogado
joven. Si no tiene usted recursos para pagarles un buen sueldo, no se preocupe: no será ni el primero ni el último con
ese problema. Sea sincero y pague lo que pueda. Por otro lado, el único impulso no es el dinero, sino también las ansias
de aprender. Colaborar en la preparación de una tesis constituye una experiencia seguramente más valiosa que las
prácticas de varios años en un Estudio de Abogados.
Aprenda a ser consciente del transcurso del tiempo. Sepa que todo lo que hace durante un promedio de treinta minutos
al día (igual a más de ciento ochenta horas en 365 días) ocupa el tiempo completo de una semana por cada ano de su
vida. Cuando ya es tarde, no agregue nada más en la lista de cosas por hacer hoy. Aborde los asuntos que enfrentará al
día siguiente en orden decreciente de importancia: mientras no termine la tesis su elaboración debe tener prioridad.
Trabaje una sola cosa a la vez, por ejemplo, si está preparando la tesis no se le ocurra conversar por teléfono con sus
amigos sobre cualquier tema, a no ser que sea sobre la tesis misma. Muchos investigadores optan por retirar el aparato
telefónico de su oficina y recomendar firmemente a parientes y domésticos que él no está para nadie "ni siquiera para el
Santo Padre". Durante el día haga pausas breves periódicas y sólo entonces ocúpese de cuestiones ligeras como ver
televisión, escuchar música o, simplemente, reposar. Otórguese reconocimiento por lo que llevó a cabo durante la
jomada. Así, el fin de semana vaya al cine, coma en un restaurant de primera, beba un buen vino o un vaso de escocés,
realice un viaje rápido. Cuando haya terminado y sustentado la tesis merece usted las mejores vacaciones.
Cuando estudiaba en el Instituto Max-PIanck en Frankfurt, Alemania, me sorprendió que sesudos estudiosos a quienes
veía leer y escribir intensamente durante siete horas diarias o más, disfrutaran fuera de su trabajo de la vida y sus
placeres. En sus inaplazables vacaciones se desconectaban de la actividad académica, de la misma manera como
durante su trabajo se desvinculaban de la frivolidad. Entre los intelectuales latinoamericanos el trabajo académico se
confunde con la tertulia y las vacaciones se disfrutan a medias y con sentimiento de culpa.
Llevar en el bolsillo una pequeña libreta de notas constituye un hábito estupendo para aprovechar el tiempo que suele
estar dedicado a otros menesteres. Mientras esperas un taxi o marchas hacia algún lugar de pronto te asalta una idea
valiosa para tu tesis en la que no pensaste ni siquiera en los momentos de mayor concentración. Es posible que esa idea
se esfume y no la recuerdes más: la libretita impedirá que pase al olvido y tenga un lugar en tu investigación.
El senador Agustín Cabral, el personaje medroso de la novela de Vargas Llosa, La fiesta del Chivo, para agradar al
dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo Molina, portaba siempre consigo una libreta de apuntes en la que
anotaba frases célebres para pronunciarlas en sus discursos. Desarrolla tú también ese hábito para insertar tus propias
ideas o las ajenas.
2.- SEGUNDA SUGERENCIA: BUSCA TU ESPACIO
El tiempo circunstancial es indesligable del espacio. Aquí nos referimos a otro tipo de dimensión, el espacio personal.
Concibamos la preparación de la tesis como nuestro amado reducto, como la cabaña del machista Toby -ese niño
regordete de nuestras lecturas infantiles-, a la que nadie pueda entrar, salvo nosotros mismos o quien colabore
directamente con nosotros. No dejes que los extraños se entrometan. Como extraños debes considerar inclusive a los
parientes más cercanos: padres, esposos e hijos. Actúa como el que escribe un libro, y míralos -siquiera de modo
pasajero- como a entrometidos.
Al igual que cualquier persona en el mundo afrontarás problemas durante tu trabajo de investigación. El sueldo que no
alcanza, el divorcio pugnaz de tu pareja, las necesidades de tus hijos, la falta o exceso de trabajo, la muerte de uno de
tus seres queridos, la pérdida de tu empleo, las exigencias de tu profesión, la falta de incentivos laborales, la lucha
política o ideológica, etc. Un reducto inexpugnable será tu tesis. El espacio que nadie invada, el lugar privilegiado de
tus reflexiones. Se cuenta de uno de los grandes exponentes de la doctrina civil peruana que, entre los suyos, la
conversación giraba sobre muchos temas, incluso los literarios o filosóficos, pero jamás sobre el Derecho. Defina usted
también su propio espacio. La creación intelectual demanda rigor, pero también necesita libertad para encontrar la
propia voz. Como Beethoven, Kafka o Van Gogh, odiarás la rutina y el transcurrir cotidiano, pero amarás a tu tesis, que
debe ser el espacio privilegiado de tus afectos y esfuerzos, el área que escogiste para recogerte o distraerte, interior e
intencionalmente.
Retira todo de tu escritorio, con excepción de la tarea primordial que es la redacción de la tesis. Considera a cada hoja
de papel o libro que ingresa a tu "reino personal" -el de tu tesis- como un traidor presunto. Coloca cerca tuyo todos los
libros, manuscritos, fichas o apuntes que te serán útiles para la preparación de tu tesis. Evita que entre el escritorio y tus
materiales exista una distancia mayor a los dos metros. Elige un escritorio o una mesa lo suficientemente grande que
puedas colocar allí todas las fuentes que necesitas para llevar a cabo la tesis. Es más conveniente concentrar los
materiales que tenerlos dispersos y lejos de tu vista. Si tuvieras que utilizar el escritorio para preparar un trabajo
distinto a la tesis, despeja el espacio y junta los materiales de la tesis en un lugar aparente y reconocible. Cuando
termines aquello que tú u otra persona debía hacer regresa a la tesis y devuelve las fuentes al escritorio. Si son muchos
los libros y documentos que tienes que utilizar para la tesis, emplea un estante que se halle próximo a la "computadora
y coloca allí todos los materiales. Puedes usar también una mesa pequeña próxima al ordenador para poner sobre ella
las fuentes que utilizarás para uno de los capítulos de la tesis.
Procura aislar el espacio en el que trabajas. Si dispones de una habitación independiente que hace de escritorio tienes el
lugar ideal. De otro modo, utiliza cualquier otra habitación, pero usa el ingenio para separarte del mundo: taburetes,
cortinas, separadores de ambiente o lo que fuera. También puedes trabajar cuando no hay nadie en casa. Propicia en
todo caso la soledad. Un lugar tranquilo es el mejor espacio de trabajo. Como es natural, los ruidos molestos perturban.
Sin embargo, existen algunas personas que prefieren trabajar en un ambiente vocinglero, rodeados de toda clase de
ruidos. Franz Kafka, el notable escritor checo, escribía en una oficina administrativa. T.S. Eliot, el poeta
anglonorteamericano, era funcionario de la banca. A unas personas les gusta acompañarse de música, pues, así se
sienten más motivadas; a otras, la música los distrae y les dificulta la concentración. Cualquiera fuera tu caso busca el
clima adecuado que más te convenga.
La sobriedad es el mejor estado para escribir. Nada como la claridad de la mente para mantener el control de tus
propias capacidades. Tal vez el novelista o el poeta pueden permitirse beber alcohol o consumir alucinógenos cuando
escriben. Como todo el mundo sabe, Hemingway bebía grandes sorbos de whisky hasta consumir dos botellas enteras y
acabar dormido. Nuestro entrañable Julio Ramón Ribeyro tomaba una discreta copa de buen vino, mientras que Alfredo
Bryce confiesa que sin un vaso de vodka queda paralizado. En materia científica es muy difícil escribir en esas
condiciones. Un amigo, hoy alto funcionario del Estado, preparó una tesis de filosofía sobre el contrato social de
Rousseau. Se ufanaba de haberla hecho totalmente borracho. Al leer el texto uno podía darse cuenta que tenía razón. Si
necesita de algún incentivo le aconsejamos consumir alimentos dulces, pero con prudencia.
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Facultad de Ingeniería de Sistemas e Informática. TEMA: Artículos 45 º al 47 º, la tesina y sus requisitos. LUGAR:
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