Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ESQUEMA DE CONTENIDOS
A) INTRODUCCIÓN
B) IDEAS PREVIAS
• El eco.
• El sonido.
o Las características de las ondas sonoras:
▪ Frecuencia.
▪ Periodo.
▪ Longitud de onda.
▪ Amplitud.
▪ Intensidad.
• El ultrasonido
• Ecografía diagnóstica
D) CONCEPTOS IMPORTANTES
• El efecto piezoeléctrico
• La velocidad de propagación del sonido
• La impedancia acústica
• La atenuación
o Absorción
o Reflexión
o Refracción
o Difracción
• El efecto Doppler
1. El ECO es la reflexión del sonido cuando choca contra una superficie y vuelve hacia su emisor. E
Las ondas sonoras son ondas mecánicas que se producen por variaciones de la presión,
originadas por una fuente de vibración, que se propagan en un medio elástico (por ejemplo, el
aire, aunque también puede ser un líquido o un sólido), generando vibraciones en la materia
de dicho medio. Además, son ondas longitudinales, ya que se mueven o propagan de manera
longitudinal, es decir, paralelas a las partículas oscilantes del medio. En este desplazamiento es
cuando generan ciclos de compresión y rarefacción.
Las regiones densas en las que gran número de moléculas se agrupan, acercándose mucho
entre sí, se llaman compresiones. Una compresión corresponde a una región de alta presión.
Las regiones que tienen relativamente pocas moléculas se conocen como rarefacciones y
corresponden a zonas de baja presión, en las que las moléculas del medio se expanden. Las
compresiones y rarefacciones se alternan, a través del medio, en la misma forma que las
partículas de aire individuales oscilan de un lado a otro en la dirección de la propagación de la
2
Figura 2: compresión y rarefacción de las partículas del medio al paso de una onda sonora.
Además, las ondas sonoras (y, por tanto, el sonido) tiende a propagarse en todas las
direcciones del espacio que rodea a la fuente del sonido.
Por otro lado, las ondas sonoras vienen definidas por las siguientes características:
- Frecuencia.
- Periodo.
- Longitud de onda.
- Amplitud.
- Intensidad.
Si, por ejemplo, decimos que tenemos una frecuencia de 440 Hz, estamos hablando de que
tenemos un total de 440 ciclos/s, es decir, que las partículas en el aire oscilan 440 veces por
segundo. Además, cuanto mayor sea la frecuencia el sonido resultante será percibido como
más agudo y más grave cuanto menor sea la frecuencia (fig. 3).
2,0 0,77 30
3,5 0,44 17
5,0 0,31 12
7,5 0,21 8
10,0 0,15 6
Lo normal es utilizar frecuencias por encima de 1,5 MHz (1.500.000 Hz), llegando incluso hasta
los 20 MHz (20.000.000 Hz).
✓ El periodo de una onda es el tiempo o duración de cada ciclo, es decir el tiempo transcurrido
entre el inicio y el final de un ciclo. El periodo, por tanto, será el inverso de la frecuencia y se
mide en segundos.
T = 1/f
✓ La longitud de onda (λ) es la distancia espacial que hay entre dos puntos consecutivos en la
misma fase de onda. También podríamos definirla como el tiempo transcurrido entre dos
máximos consecutivos. Se mide en metros y, cuanto mayor es la λ, menor es la frecuencia. La
λ es importante ya que, para detectar estructuras u objetos de un determinado tamaño
empleando ondas sonoras, es necesario que la longitud de onda sea pequeña, generalmente
menor a la mitad del tamaño del objeto. Por este motivo, en diagnóstico por imagen se
emplean ultrasonidos (y no ondas sonoras ordinarias), cuyas λ son pequeñas y, por tanto, sus
frecuencias son mayores. En ecografía, este parámetro está relacionado con la resolución.
✓ La intensidad puede definirse como la energía que atraviesa un área determinada por unidad
de tiempo. El sonido, al igual que otras ondas, transmite energía que se puede medir a través
de un parámetro denominado intensidad acústica. Sus unidades son W/cm2, aunque lo normal
es utilizar el decibelio (dB), considerando que 0 dB es el umbral mínimo audible.
✓ EL ULTRASONIDO puede definirse como un tren de ondas mecánicas originadas por la vibración
de un cuerpo elástico y propagadas por un medio material y cuya frecuencia supera la del
sonido audible por el ser humano: 20.000 ciclos/s (20 KHz) aproximadamente. El oído humano
es capaz de captar frecuencias de entre 20 y 20.000 Hz o ciclos/s.
Estas ondas sonoras, como vimos antes, corresponden básicamente a una compresión y
descompresión periódica del medio en el cual se desplazan (fig. 5 y 6).
Figuras 5 y 6: Las crestas de las ondas se corresponden con la fase de compresión, mientras que los valles se
corresponden con las fases de rarefacción.
Por tanto, la frecuencia es una característica esencial de las ondas sonoras y, en base a ella,
podemos clasificar los sonidos de la siguiente forma:
5
✓ ECOGRAFÍA DIAGNÓSTICA: técnica en la cual se utilizan los ultrasonidos para que, al atravesar
las diferentes estructuras, generen ecos de diferentes amplitudes dando lugar a imágenes que
permiten analizar los órganos por los que atraviesan.
III. BREVE RECUERDO HISTÓRICO
Pierre Curie, en 1880, efectuando investigaciones sobre las propiedades de los cristales,
con su hermano Jacques Curie, observó la aparición de potencial eléctrico a través de cristales de
cuarzo cuando se les aplicaba presión. El potencial variaba proporcionalmente a la presión
aplicada. Los hermanos Curie llamaron a este fenómeno piezoelectricidad, termino derivado de la
palabra griega “piezo” que significa apretar o comprimir (fig. 6).
✓ En primer lugar, debemos tener en cuenta que la velocidad de las ondas sonoras está muy
influenciada por las características del medio por el que transitan. El sonido viaja en el aire a
una velocidad de 340 m/s, mientras que en el hueso lo hace a 3000 m/s. Esto se debe a las
diferencias de compresibilidad y elasticidad. El sonido, por tanto, se desplazará más rápido en
los materiales rígidos y con más lentitud en los líquidos y gases.
✓ En segundo lugar, debemos tener en cuenta que el propio medio ejerce una oposición o
resistencia a las ondas que intentan atravesarlo. Esta resistencia se conoce como impedancia
acústica (Z). La impedancia es una característica del propio material (constante) y está muy
relacionada con la densidad del material (ν) y la velocidad del sonido en el material (v) (Z = ν·v).
Así pues, la impedancia en el hueso será mayor que en la sangre.
De manera general, cuando una onda atraviesa un medio o cambia de un medio a otro,
pierde energía (intensidad), experimentando lo que se conoce como ATENUACIÓN. Esta
atenuación es consecuencia de diferentes fenómenos que modifican la onda: absorción, reflexión,
refracción y difracción.
a) Absorción. Consiste en la pérdida de energía que se produce cuando un haz de ultrasonidos
atraviesa un medio, haciendo que las partículas que lo componen comiencen a vibrar;
debido al roce entre dichas partículas una parte de la energía se transforma en calor y se
pierde. Cuanto mayor es la absorción, menor es la penetración de los ultrasonidos en el
medio. En esto, tiene especial relevancia la frecuencia: a mayor frecuencia hemos visto que
la penetración es menor y esto se debe, básicamente, a que poseen longitudes de onda
menores que son preferentemente absorbidas y disipadas en forma de calor por el tejido
(fig. 9).
b) Reflexión o eco. Se produce cuando una onda (o parte de ella) encuentra un obstáculo que
no puede atravesar o rodear y regresa al medio del que procede en forma de eco. La
reflexión es la base de la ecografía (fig. 8 y 9).
d) Difracción. Es la propiedad que tienen las ondas de rodear los obstáculos en determinadas
condiciones.
Por último, aunque abordaremos su estudio con más detalle en la siguiente unidad
didáctica, es conveniente conocer en qué consiste el efecto Doppler. Se trata de un fenómeno
interesante en relación con el comportamiento de las ondas sonoras y su frecuencia y con
importantes aplicaciones en el diagnóstico.
Este efecto consiste en la variación en la frecuencia del sonido que percibe un receptor
cuando la fuente de ese sonido se mueve respecto a él (acercándose y alejándose). Por ejemplo,
imaginemos una ambulancia que lleva las sirenas encendidas. Cuando esta ambulancia se acerca
hacia nosotros percibiremos el sonido de la sirena como más agudo, puesto que la compresión de
las capas de aire delante del vehículo hace que aumente la frecuencia del sonido. Sin embargo,
cuando el vehículo pasa de largo, alejándose la fuente del sonido, las ondas que quedan por detrás
de él se separan, disminuye la frecuencia y el sonido se percibe de forma más grave (fig. 10).
Aquí la impedancia (Z) juega un papel decisivo. En un medio homogéneo, una onda se
propaga y atenúa en función de las características propias de ese medio, pero para la obtención de
una imagen ecográfica diagnóstica se hace necesaria la presencia de interfases (con diferentes
impedancias acústicas) que generen ciertos niveles de reflexión de la onda o ecos.
Por tanto, cuanto más parecidas sean las impedancias de ambos medios, tanto mayor será
la transmisión y menor la reflexión (eco) y, al contrario, cuanto más diferentes, mayor será el eco
(tabla 2).
Interfases Reflexión (%)
En los diferentes tejidos blandos corporales, la velocidad de la onda sonora es muy parecida; esto
se debe a que las diferencias en las impedancias acústicas (Z) entre ellos es moderada y permite
que la onda penetre más y se refleje menos.
El aparato recoge dos datos fundamentales que les sirve para el procesamiento de la
información.
• La intensidad de la onda reflejada (cuanto mayor sea, mayor brillo), lo cual da una idea
de la densidad de la estructura.
Imagina una cuadrícula (o una hoja de Excel): la fila de arriba del todo contiene las piezas de
cuarzo, de izquierda a derecha. Todas ellas emiten un pulso de ultrasonido y a continuación
esperan. El pulso se transmite “hacia abajo” a lo largo de cada columna, y en un momento dado se
refleja. Es posible que en la primera columna haya recorrido cinco “celdas”, en la segunda diez
“celdas” y en la tercera siete “celdas” (es la analogía con el tiempo y la velocidad, que nos medía la
profundidad).
11
Además, el de la primera columna tiene un 20% de la intensidad original, el de la segunda un 50%
y el de la tercera un 7%. Con esos datos, es posible conocer la profundidad y densidad de todos los
puntos. El ordenador recompone esta información para darnos la imagen.
Las sondas poseen múltiples transductores piezoeléctricos en serie; cada uno de ellos
proporciona los datos para la obtención de la imagen. La activación de los transductores es
variable, con lo que se mejora significativamente el rendimiento del ecógrafo.