MARCOS 5-6

Este Capitulo nos muestra más milagros de Jesucristo, desde el hombre gadareno,
endemoniado con una legión que habitaba en su ser, libre de ellos, lleva la noticia de el
hombre que se ha dado a conocer por sus milagros.
Aquel hombre Jairo quien pidió la sanidad para su hija muerta, que Jesús dijo que no había
muerto, sino que estaba dormida. Y también hizo el grande milagro de que la niña
despertara.
La gran fe de una mujer con flujo de sangre desde hacia doce años, que había sufrido,
gastado dinero, mirando muchos médicos y nadie le había librado, de esta enfermedad
que la separaba de su familia, de la sociedad y posiblemente del trabajo, porque esa
enfermedad la hacia ser una mujer inmunda, pero ella en su fe y en lo que posiblemente
había escuchado de Jesucristo, se acerco a el confiadamente, sabiendo que si tan solo
tocaba el borde de su manto, quedaría sana y así fue.
Después de estos y otros milagros, la gente no creía que ese hombre pudiera hacer
milagros, ya que decían, que no es el hijo del carpintero, hermano de varios y varias
mujeres, no concebían que un hombre tan humilde y sin preparación, era el que estaba
haciendo estos. Milagros.

Mr. 6:56, Y donde quiera que entraba, en aldeas, o ciudades, o heredades,

ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que tocasen
siquiera el borde de su vestido; y todos los que le tocaban quedaban sanos.