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Virus del herpes simple tipo 2 (VHS-2):

Factores de riesgo:

Los factores de riesgo del VHS-2 incluyen tener múltiples parejas sexuales, tener una pareja con
múltiples parejas sexuales, mantener relaciones sexuales sin protección y tener antecedentes de
otras infecciones de transmisión sexual. Otros factores de riesgo son tener un sistema inmunitario
debilitado debido al VIH/SIDA, estar embarazada y tener antecedentes de consumo de drogas. La
edad también es un factor, ya que es más probable que el VHS-2 se dé en personas de entre 15 y
24 años. Por último, ciertos comportamientos, como tener un elevado número de parejas
sexuales, practicar sexo anal y mantener relaciones sexuales bajo los efectos de las drogas o el
alcohol, pueden aumentar el riesgo de contraer el VHS-2.

Sintomatología:

El VHS-2 suele provocar llagas genitales, pero también puede causar infecciones orales u oculares.
Los síntomas pueden incluir dolor, picor y ardor en la zona afectada, así como llagas, ampollas y
úlceras. Otros síntomas pueden ser fiebre, inflamación de los ganglios y dolores corporales.

Tratamiento

El tratamiento del VHS-2 suele hacerse individualmente, pero también puede hacerse en pareja. El
tratamiento consiste en medicamentos antivirales para reducir la gravedad y la duración de un
brote. Estos medicamentos suelen tomarse durante unos días, hasta dos semanas, para ayudar a
reducir los síntomas.

El tratamiento se administra en la misma cantidad tanto a hombres como a mujeres.

Prevención:

La mejor forma de prevenir el VHS-2 es practicar sexo seguro, como el uso de preservativos y
limitar el número de parejas sexuales. Otros métodos de prevención son evitar el contacto piel con
piel con una zona infectada, no compartir juguetes sexuales con otras personas y someterse a
pruebas de detección de ITS.

Complicaciones en el embarazo:

Si una mujer embarazada está infectada por el VHS-2, existe el riesgo de transmisión al feto
durante el parto. Esto puede provocar complicaciones graves, como daños cerebrales, problemas
oculares e incluso la muerte. Para evitarlo, es importante que las mujeres embarazadas se
sometan a pruebas de detección del VHS-2 y reciban la atención médica adecuada si están
infectadas.

VIH:

Factores de riesgo:

- Mantener relaciones sexuales sin protección

- Múltiples parejas sexuales

- Compartir agujas
- Tener una pareja con VIH

- Tener otra infección de transmisión sexual

- Ser un hombre que tiene relaciones sexuales con otros hombres

Sintomatología:

- Fiebre

- Escalofríos

- Erupción cutánea

- Dolores musculares

- Dolor de garganta

- Fatiga

- Ganglios linfáticos inflamados

- Úlceras bucales

Tratamiento:

El tratamiento del VIH puede realizarse individualmente o en pareja. El tratamiento es el mismo


para hombres y mujeres y suele consistir en fármacos antirretrovirales. El tratamiento se adapta a
cada persona y debe consultarse con un médico.

Prevención:

El VIH puede prevenirse utilizando preservativos durante las relaciones sexuales, evitando
compartir agujas, haciéndose la prueba del VIH con regularidad y tomando la PrEP (profilaxis
preexposición).

Complicaciones en el embarazo:

Si una mujer embarazada tiene VIH, existen riesgos para la madre y el feto. La madre puede sufrir
infecciones más frecuentes, abortos, partos prematuros o mortinatos. El feto puede nacer con VIH
o desarrollar otras infecciones o retrasos en el desarrollo. Es importante hablar de las pruebas y el
tratamiento del VIH

Clamidia:

Factores de riesgo:

Tener sexo vaginal, anal u oral sin protección, tener múltiples parejas sexuales, tener una pareja
que tenga múltiples parejas sexuales, tener una pareja que haya tenido una infección de
transmisión sexual, tener una pareja que no se haya hecho pruebas de ITS, tener una pareja que se
inyecte drogas, ser menor de 25 años, tener un nivel socioeconómico bajo.

Sintomatología:
En las mujeres, los síntomas pueden incluir flujo vaginal anormal, sensación de ardor al orinar,
dolor durante el coito y sangrado entre periodos menstruales. En los hombres, los síntomas
pueden incluir secreción acuosa o lechosa del pene, sensación de quemazón al orinar, picor o
irritación del pene e hinchazón o sensibilidad en los testículos. Si no se trata, la clamidia puede
causar graves complicaciones de salud tanto en hombres como en mujeres, incluida la
enfermedad inflamatoria pélvica (EIP).

Tratamiento:

El tratamiento suele realizarse individualmente, independientemente del sexo. Suelen recetarse


antibióticos a ambos miembros de la pareja al mismo tiempo, independientemente del sexo, para
evitar la reinfección.

Prevención:

La mejor forma de prevenir la clamidia es practicar sexo seguro. Esto incluye el uso de
preservativos y/o barreras dentales durante las relaciones sexuales y someterse a pruebas de ITS
con regularidad. También es importante evitar tener varias parejas sexuales y hablar abiertamente
con ellas sobre cualquier ITS que puedan tener.

Complicaciones en el embarazo

En las mujeres embarazadas, la clamidia puede transmitirse de la madre al bebé durante el parto,
provocando infecciones oculares y/o pulmonares en el recién nacido. Si una mujer embarazada
tiene clamidia sin tratar, existe un mayor riesgo de parto prematuro, rotura prematura de
membranas y/o aborto espontáneo. La clamidia también puede causar inflamación de la placenta,
lo que puede provocar bajo peso al nacer, anomalías congénitas y otros problemas de desarrollo
en el bebé. Es importante que las mujeres embarazadas se sometan a pruebas de clamidia y otras
ITS durante el embarazo, y reciban tratamiento oportuno si es necesario.

Gonorrea:

Factores de riesgo:

El factor de riesgo más común para contraer gonorrea es mantener relaciones sexuales sin
protección con una pareja infectada. Esto incluye el sexo vaginal, anal u oral. Otros factores de
riesgo son tener múltiples parejas sexuales o tener una pareja que tenga múltiples parejas
sexuales.

Sintomatología:

Los síntomas de la gonorrea en los hombres incluyen una sensación de ardor al orinar, una
secreción blanca, amarilla o verde del pene y dolor o hinchazón en uno o ambos testículos. Los
síntomas en las mujeres incluyen sensación de quemazón al orinar, aumento del flujo vaginal y
sangrado vaginal entre periodos.

Tratamiento:

La gonorrea suele tratarse con antibióticos. El tratamiento suele realizarse de forma individual,
administrando la misma cantidad de antibióticos a hombres y mujeres.
Prevención:

La gonorrea puede prevenirse practicando sexo seguro y utilizando preservativos. También es


importante evitar tener múltiples parejas sexuales o tener una pareja con múltiples parejas
sexuales.

Complicaciones en el embarazo:

La gonorrea puede causar complicaciones graves en el embarazo, como parto prematuro, muerte
fetal y aborto espontáneo. También puede causar infecciones en los ojos y las articulaciones del
recién nacido. Si una mujer embarazada se infecta con gonorrea, debe recibir tratamiento de
inmediato para evitar estos riesgos.

Sífilis:

Factores de riesgo:

El factor de riesgo más común de la sífilis es el contacto sexual sin protección con una persona
infectada. Otros factores de riesgo son tener múltiples parejas sexuales, consumir drogas o
alcohol, estar infectado por el VIH y tener conductas sexuales de alto riesgo sin protección.

Sintomatología:

El principal síntoma de la sífilis es una úlcera indolora (llamada chancro) que aparece en la piel en
el lugar donde la infección ha penetrado en el organismo. Otros síntomas pueden ser inflamación
de los ganglios linfáticos, fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y erupción cutánea.

Tratamiento:

La sífilis se trata generalmente con antibióticos, que pueden tomarse individualmente o en


parejas. El tratamiento es el mismo para hombres y mujeres, y la cantidad de medicación prescrita
dependerá del estadio de la infección.

Prevención:

La sífilis puede prevenirse utilizando preservativos durante la actividad sexual, haciéndose pruebas
de ITS con regularidad y recibiendo tratamiento si hay infección.

Complicaciones en el embarazo:

Si la sífilis no se trata, puede provocar complicaciones en el embarazo, como abortos espontáneos,


mortinatos y partos prematuros. También puede causar graves problemas de salud al bebé, como
ceguera, sordera y retraso mental. La madre también puede infectarse con la enfermedad, lo que
conlleva graves complicaciones de salud.

Hepatitis B:

Factores de riesgo:

Los factores de riesgo comunes asociados con la hepatitis B incluyen:

- Mantener relaciones sexuales sin protección.


- Tener múltiples parejas sexuales.

- Compartir agujas u otra parafernalia relacionada con las drogas.

- Padecer una enfermedad preexistente que debilite el sistema inmunitario, como el VIH/SIDA.

- Recibir una transfusión de sangre o un trasplante de órganos de un donante infectado.

- Vivir o viajar a zonas donde la hepatitis B es endémica.

- Nacer de una madre infectada.

Sintomatología:

Los síntomas de la hepatitis B pueden variar mucho y oscilar entre leves y graves. Los síntomas
comunes incluyen:

- Fatiga

- Pérdida de apetito

- Náuseas y vómitos

- Dolor abdominal

- Orina oscura

- Heces de color arcilla

- Dolor articular

- Ictericia

- Fiebre

Tratamiento:

El tratamiento de la hepatitis B es individualizado y depende de la gravedad de la infección. Puede


incluir medicamentos antivirales, cambios en el estilo de vida y otras medidas de apoyo. En
algunos casos, el virus puede resolverse por sí solo sin ningún tratamiento.

El tratamiento se administra en la misma cantidad independientemente del sexo.

Prevención:

La mejor forma de prevenir la hepatitis B es vacunarse contra el virus. La vacunación se


recomienda a todas las personas, y es especialmente importante para las que tienen mayor riesgo
de infección. Otras medidas preventivas son evitar el contacto con la sangre o los fluidos
corporales de una persona infectada, practicar sexo seguro y no compartir nunca agujas.

Complicaciones en el embarazo:

Cuando una mujer embarazada se infecta con hepatitis B, existe el riesgo de transmisión al feto.
Esto puede dar lugar a complicaciones graves, como cirrosis o cáncer de hígado, en el recién
nacido. Para reducir este riesgo, las mujeres embarazadas deben someterse a la prueba de la
hepatitis B y vacunarse si es necesario. También puede estar indicado el tratamiento de la madre
para reducir el riesgo de transmisión.

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