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Cuando has dado tu vida por una causa, y ésta no se realiza, y además sabes (hasta
ahora todavía abrigabas algunas esperanzas)quenovaa realizarse,¿quétequeda?
Tevuelvesa la felicidadprimaria.La causa representa el esfuerzo,la
responsabilidad,losobjetivosdelproyectodevida detus 25años. Puede ser la
evangelizaciónde un mundo cada día menos cristiano,la liberaciónde los oprimidos,la
promociónde los marginados,o algomás cercano:la familia,la perfecciónespiritual...La
ternurarepresentael resto de felicidadque te queda al cabo de tanta luchainútil.
Los celos. El adulto maduro se pone fácilmente celoso. Lo has hecho todo por esta
persona,y ahora se va con otro… ¡Sialmenossupiesesqueibaaserfeliz… Perotiendesa
retenerla,porquesólo tú puedesdefenderlade los peligros.
¿Por qué a esta edad el corazón del hombre lo mismo puede atrincherarseen el
realismomás desesperanzadoque volvera nacer de sus cenizascomosi se
tuviesen17años?
Los griegos crearon el mito de Pigmalión como una variante de lo que estamos
tratando: el escultor que se enamorabade sus propiasobras.La segunda edad se presta a
ello especialmente. Amor y solicitud van juntas;añadamosun toque de narcisismo, y
ya tenemos el lazo amoroso del profesor y su alumna preferida, del psiquiatray su
cliente,del maestro/ay su discípulo/a.
¡Cuántasveces sesorprendeel adulto con lágrimasen los ojos por una simpleza!¿Por
qué estoy tan sensible? Una escena de ternura,una
cariciaimprevisible,lacontemplaciónde una tarde que se muere ...Y él mismo no se
entiende,porque sigue funcionandoen la vida como si los sentimientosno fueran
«realistas».Este contrasteentremomentode blanduray talante de durezay eficaciale
desazona.
Esa madre está desesperada,y toda su ilusión,ahora que su único hijo acaba de
casarse,está en organizarseviajes.En uno de ellos coqueteó con un viudo. Para sorpresa
de su marido, ha vuelto feliz,peroextraña,esquiva,pendientede su físico. A diferenciade
esta otra, que,a medidaque sus tres hijos van teniendo novia, procura salir los fines de
semana con su marido. Vandepaseo,hablandetodo,se confiesanmutuamentesus miedosal
futuro ...Les parecíaque el amorde loshijosy el trabajoprofesional les había
distanciadoun tanto,y ahora constatan,radiantescomoreciénenamorados,cuántose
quiereny se necesitan.Desde luego,todo es más sereno y transparente.
Nuestra crisis consiste en que ya no deseamos esas cosas. Mejor dicho: nos
preguntamossi pueden ser deseadas. ¿Por qué?Porque no nos fiamos de las fantasías
del deseo, y lafrustración de nuestras expectativasla sentimos tan mordiente que nos
cuestionamosen quélasapoyábamos.Comenzamos a diferenciar deseo y esperanza.
Para comprenderloshay que tener en cuenta diversos factores, que varían según las
personas y las trayectorias respectivas de sus vidas.
¿Quién no se cansa de tener que tirar siempre del carro, del propio y del ajeno?
Hay un cansancio natural, capaz de hacer decir tranquilamente:«[Estoyharto!
[También yo tengo derecho a la intimidad y al descanso!».Pero hay otro
cansancio,acumulativo y desazonado,que renunciaa amar y a sufrir.
A veces nosf altasentido común y nos sentimos responsablesde los que no quieren
salvarseni ser salvados. Esto quema mucho,pues quiere decir que
alimentamossubconscientemente fantasíasde omnipotencia.
Podríamos proseguir con la lista; pero bastará lo dicho para percatarsedel desafío
que supone la segunda edad para quienes desde jóvenesquisimos una vida de
compromiso cristiano serio. Al polarizarnuestrasenergíasen lautopía,pagamosel precio
de no conectar con la realidad y sus condicionamientos objetivos (personales y
colectivos).El precio se multiplica, porque el ideal fácilmentetiendea nutrirsede
sublimación espiritualo de voluntad coherente.Con lo cual la personase identifica con
los valoresidealesy universales,dejandode ladoladialécticade lo concreto,la
confrontacióndel ideal con su propio proceso de personalización. La consecuencia,a
partir de los 40, puede ser fatal: laincapacidadde sentimientosprofundos.
Hay que decirloclaramente:la genteque desde jovense dedica a los demás puede
hacerse incapaz de sentimientos profundos. Evidentemente, no tiene por qué ser así.
Pero no es tan extrañosi la educaciónse centra desproporcionadamente en la
ideologizaciónde los jóvenes,sin respetarsus procesosde integracióny maduración.
Puedenatraertambiénotrasfilosofías:elnihilismoa lo
postmoderno.Quierodecir:noeldeNietzsche,sinoelque
ofrececiertotalanteagnósticoliberal,muy a la moda,en que el saber vivir el presente sin
la pretensiónde interpretar el mundo,peromanteniendociertaéticadesituación,está
logrando atraer a ciertas concienciasdesencantadas.
¿No sabías que la fe es oscura y que la sabiduría del Reino es para los pequeños?
Lo has predicado muchas veces. Pero has tenido que aprendera ser autónomoy
responsable,y has olvidadoser pobre delantede Dios.
¿No sabías que los jóvenescrecen para llegar a tener vida propia?¿Por qué exiges
que sigan pendientesde ti?
¿No sabías que tienes una historia?¿A qué viene ese voluntarismo poralcanzarla
perfecciónde un solo golpe,ignorando tus condicionamientos?
14.3.Tentaciónes la rigidez.
Tambiénesverdadqueresultamenosridículo,porque nuestraculturaoccidental,
envejeciday prepotente,ha puesto
demodaeltalantejuvenil.Peronodejadesertrágicaesa ansiedad febrilde felicidad
quequiereignorar lo elemental: la caducidad detodo.
14.5.Búsqueda de seguridadmaterial
.Eslaépocadelcoleccionismo:monedas,sellos,relojes…,cualquier cosaque
produzca lasensaciónde controlar el tiempo.
14.6.Tentación de instalarse
14.7. Pragmatismo
14.8.Activismoy su contrario,intimismo
Algunos adultos viven a caballo entre los dos polos: a ratos se sumergen en la
actividad más desenfrenada,y a ratos se retiran a la soledad más desnuda.Hay muchas
variables que dan razóndeestadobletentación,segúnlaspersonasysu trayectoria
histórica.
.Miedo a la soledad 'j a las grandes preguntas que acucian en esta edad.Porque la
búsquedade retiro,en vez de ser aprovechada comotiempo de verdad,sólo sirve para
percatarsede lo solo que uno está y empujar de nuevo, casi compulsivamente, a
laactividad.
O,simplemente,porquenosesabehacerotracosa.
Unohavividofuncionando,respondiendoa lasexpectativas externas,sin vida propia.Si el
ambiente es espiritual,se reforzarán los actos de piedad y la identificación con el
«mundo sobrenatural».Si el ambiente fomenta la eficacia, hay que seguir actuando
comosi a los 50años la vida fuesela rutinade los36.
Esta tentación es más sutil, porque se parece a la madurez.
Sesuponeuncontrolyundominiodelapropiavida,unas actitudesde autenticidad,un saber
lo que se quiere ...Por eso no se huye de los desafíos de laedad.Al contrario,hace años
que el realismoimpregna el talanteexistencial.Se tienencriterios propios,se ha
aprendidoa crecer ante las dificultades,a ser autónomo,a arriesgar y a discernir.La
sensación globalnoesdefrustración,sinodeplenitud;una plenitudciertamente
relativa,pero conscientemente aceptada.No obstante,¿por qué considero tentación esta
suficiencia?¿No es acaso la señal de la adultez, de quien sabe vivir, bastarse,
aceptarlarealidad?A laluzde todo el discursode este libro, no es difícil adivinar
larespuesta: porque es una madurez cerrada sobresí,unasuficienciaquese nutrede
racionalidadobjetivadora,que enmascarala desesperaciónpeorde todas:la negación del
Amor. Poco a poco,subrepticiamente, el corazón ha muerto de inanición.Lo peor es
que no se da cuenta. En efecto, se goza de la amistad,la afectividadtienecubiertassus
necesidadesy el prójimo tiene su sitio en la mesa de este hombre íntegro.Pero es
justamente eso lo que no termina de convencer: que todoestá en su sitio.
Lomismoocurreconel«suficienteespiritual».Tuvola suerte de la
experienciafundante de la fe a los 24 años, cuando, despuésde un procesode
personalización, el encuentrocon el Señor definió su vocación.Su trayectoriade adulto
joven no ha experimentadorupturasni grandesvaivenes.Le acompañanla salud psíquica
y las cualidadesde relaciónsocial. Por eso ni la responsabilidad ni las angustiashan
quebrantado seriamente su proyectode vida.Tieneahora 47 años y lehan encomendado
una comunidaddifícil.Antes se dedicóa tareas pastorales. Le molestóun tanto cambiar
de responsabilidad;pero le bastó una semanapara asumirlanueva situación.Cuando en
lacapilla y en el comedorva mirandouno a uno a sus hermanos, advierte dentrode
sísentimientoscontrarios:de comprensiónbenévola y, a lavez,de superioridad.
14.10.Mentira existencial
El maestrode espíritus,que aconsejaa los demás y se las sabe todas.Pero ese mismo
saber es angustia, necesidad de controlarla vida espiritual.
Se quiere tranquilidad,cuando uno sabe por dentro que está condenadoa amar y a
sufrir.
Todo te dice que es la hora del amor sin reservas,pero retrasasel sí con
infinitasrazones.
4. Realismo y mediocridad
15.l.Merece la pena dedicar un capítulo a la tentación de la mediocridad. La
entiendo en un sentido polivalente, pero radical.
15.2. Hay una forma de mediocridad fruto del pecado, espiritual.Los clásicoslo
llamarontibieza. Perono cualquier tibieza,-por ejemplo,lafalta de gusto sensibleen la
oración o cierto desánimoen el trabajopastoral-,sino la que se consolidaa
travésdeunprocesodereplegamientodelespíritu. Necesita años. Por eso en la segunda
edad suele adquirir carácter propio.
Hubo un momento en que se percibió el vértigo de Dios. Amor íntimo y total que
pedía el síincondicional. Pero el miedo y la falta de confianzaen Dios produjeronla
cerrazóndel espíritu.Desde entonces,una resistenciasorda a encontrarsecara a
caraconDiosha moldeadoun corazónduro.Al principio,
desazónconstante;ahora,rigidez.
Esa superficialidad que lo curioseatodo, que no puede estaren
silenciomediahora,que estápendientede noticiasy acontecimientos, fácil a
lamurmuración ...No es mala persona, ciertamente.Es que se ha asentadoen el miedo
a las preguntas últimas.
Por otra parte, es muy fácil sustituir la auténtica experiencia del espíritu por sus
derivados.Por ejemplo: el encuentro con el Dios vivo,cara a cara,puedeser suplido por
el deseo piadoso de la Omnipotencia protectora;el compromisopor el prójimo se
vivencia como una causa socialmente valorada; el amor, como buenavoluntadde
convivenciasin conflictos;la fe,comoun horizontetrascendentede sentido;la
esperanza,como optimismo responsable;la verdad,comoun saber coherente y
garantizado,etc.,etc.
¿Por qué, cuando uno parece estar en la etapa de plenitud, aparece implacable
lasensación de caducidad? Meditar sobre esta paradoja es tarea esencial de esta edad.
a)El fenomenológico
Lo que pasa es que, con frecuencia, cuando uno está sumergido en la lucha,
alentado por el optimismo de lajuventud, no seentera. Las dificultades incluso nos
hacen crecer. Pero llega el momento (a partir de los 40, propicio) en que un suceso te
hace cambiar laperspectiva de la vida. Se te ha casado el hijo, o se te ha muerto un
amigo, o has sufrido una operación,o has tenido que cambiar de trabajo y de ambiente
después de años de estabilidad ...¡y ya se ha desencadenado la crisis existencial!
b)El trascendental
Porque los sucesos de la vida los vive uno en un horizonte de sentido. La vida está
hecha de realidades concretas; pero la vida consiste en una serie de bipolaridades. El
vivir del hombre nunca es meramente bio-psíquico o psicosocial. A través de los
sucesosserealiza el espíritu encamado y su destino trascendental. Por eso la pregunta
sobre la existencia no se dirige al quehacer, sino al fundamento del quehacer. Y la
crisis existencial se desencadena cuando uno percibe a través de la realidad observable,
fenomenológica, las grandes bipolaridades del ser relativamente absoluto, del corazón
finito e insaciable que es el hombre.
Me permitoaludir a estospresupuestos de antropología filosófica de inspiración
cristiana, porque sólo desde ellos, a mi juicio,se percibe ladensidad real de lacrisis de
lamadurez. No son aspectos parciales losque están en juego (por ejemplo, la
problemática afectiva de lapareja, o la aridez espiritual en la oración, o el miedo a
perder competencia profesional). Lo que está en juego es la fundamentación de
sentido, cómo vive uno lasgrandes bipolaridades que caracterizan ladinámica de la
existencia humana. Por ejemplo:
a) Necesidad-deseo
Cuando están satisfechas las necesidades, todavía queda el deseo. Pero, si uno se
ha dedicado sólo a las necesidades (seguridad material, gratificación afectiva, prestigio
social...), la sensación de vacío existencial se plasmará en ansiedad: de riqueza, de
poder, de placeres…y en huida, miedo, obsesiones…
b)Ideal-realidad
La maduración del creyente guarda relación directa con la manera en que haya
vivido esta bipolaridad. Si la búsqueda de perfección ocultaba las fantasías de
omnipotencia del narcisista,la crisis será brutal.¡Querer mantener la vida a golpe de
voluntad a una edaden la que uno está cansadode luchar y no puede
ignorarsuspropiaslimitaciones…!
c)Plenitud-limitación
d)Vida-muerte
e)Existenciaabierta-cerrada
es negado(¡haytantasmanerasde hacerlo!),
se descubreen él la sabiduríade lo esencial:que no es enemigode la vida,sino su
verdaderopromotor.
No obstante,conviene aclarar:el sufrimiento se constituye en aliadode la
vidacuandoes amada la vida.Parece una perogrullada,peroessu secreto.Cuandola vidaes
negada,el sufrimientoes desgraciadamente amado; destruye.Los psicoanalistas
ortodoxos lo llaman «masoquismo»;los creyentes, «soberbia espiritual».El
sufrimientono se opone a la vida cuando la última palabraes la vida.En esto,el
cristianismoofreceel símbolo definitivo: un Crucificado resucitado.La muerte ha sido
vencidapor la vida.
6. ¿Crisis de fe?
17.1.La fe,en sentidobíblico,se realizaen la historia. Por eso conlleva crisis, es
decir, que es puesta a prueba, tentada. Es lo contrariode la fe vivida como sistema de
seguridad,que nos atrincherafrentea la vida,o de la fe entendidacomo
ascensiónespiritual,que se realizamás allá de los conflictos de laexistencia.
a)Dudas de fe
b)Desesperanza
c)Aridez
d)La acedia
Aquí se aplica el esquema paulino del cristiano adulto, que dejó atrás la fe
infantil,ligadaal deseo(a la «carne», dice el NuevoTestamento),a lasexpectativasdel
hombresegúnlas posibilidadesdel hombre(el «hombre natural»,en contraposición al
«espiritual»de 1Cor 2).
¿Fe madura?Digamosque fe,a laque lacrisis del ciclo vital de lamadurez hace
madurar.
J.E. lleva una larga temporada en que se siente insatisfecho. Dice que secansa
mucho más que antes en la oficina y que se irrita fácilmentecon los compañerosde
trabajo.En la familia encuentrarefugio,pues tiene una mujer que le adora;pero loshijos
estánen plenaebulliciónde ideas y autoafirmación.No está acostumbradoa este talante.
En la parroquia lleva fielmente
lamarchacatecumenaldeungrupodeadultos.Cuandocomenzó,hacecuatroaños,pusoen ello
alma,vida y corazón. Ahora está tentado de dejarlo, pues se cree inútil. Se desespera
viendocómo lagente rehúyeel compromiso.