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estudio de esta jurisdicción, como pieza clave del sistema penitenciario para garantizar el

respeto de los derechos de los internos.

los diferentes órganos que integran esta jurisdicción, con especial análisis de la figura del Juez
de Vigilancia Penitenciaria (concepto, naturaleza, funciones, organización y otros aspectos que
se consideren procedentes examinar), sin olvidar una explícita mención al Fiscal de Vigilancia
Penitenciaria, su organización y funciones.

3.3. Normativa sobre el Juez de Vigilancia Penitenciaria y sus funciones.

4. ORGANIZACIÓN DE LOS JUZGADOS DE VIGILANCIA PENITENCIARIA.

5. CUESTIONES DE COMPETENCIA.

6. OTROS ÓRGANOS Y SUJETOS PRESENTES EN LA VIDA PENITENCIARIA.

EL JUEZ DE VIGILANCIA PENITENCIARIA COMO ÓRGANO JURISDICCIONAL

1. INTRODUCCIÓN.

Cuando hablamos de vida penitencia, en nuestro caso, nos referimos al tiempo que una
persona, interno, pasa tutelado en una institución penitenciaria, como causa de un título
ejecutivo, bien procedente de una sentencia firme condenatoria penal o del establecimiento
judicial de una medida de seguridad penal, ambas privativas de libertad.

Las instituciones penitenciarias, se configuran como entidades de derecho público, con


carácter marcado funcional dentro y fuera del establecimiento, encargado de "la reeducación y
la reinserción social de los sentenciados a penas y medidas penales privativas de libertad, así
como la retención y custodia de detenidos, presos y penados y que, tienen a su cargo una
labor asistencial y de ayuda para internos y liberados" (art. 1 Ley Orgánica 1/1979, General
Penitenciaria, de 26 de septiembre).

Esa función positiva, se desarrolla por la actividad penitenciaria, mediante personal


dependiente de la administración penitenciaria:

“Respetando, en todo caso, la personalidad humana de los recluidos y los derechos e intereses
jurídicos de los mismos no afectados por la condena, sin establecerse diferencia alguna por
razón de raza, opiniones políticas, creencias religiosas, condición social o cualesquiera otras
circunstancias de análoga naturaleza"(art. 3 LOGP).

"Con las garantas y dentro de los límites establecidos por la Ley, los reglamentos y las
sentencias judiciales" (art. 2 LOGP). Y Sin que “ningún interno será sometido a malos tratos de
palabra u obra” (art. 6 LOGP).

Por otro lado, se encuentran los internos, como sujetos con deberes establecidos en el art.4
LOGP, de permanecer en el establecimiento penitenciario, de acatamiento de normas de
régimen interior, cumpliendo las sanciones por su no acatamiento, de mantener una amplia
actitud de respeto en la institución y cuando se encuentren fuera de la misma, etc. 

Por lo que, dada la relación especial de sujeción, que nace entre la administración y el interno,
con limite a uno de sus principales derechos fundamentales, la libertad. Se impone un control
fundamentalmente judicial, ejercido por los Jueces de Vigilancia Penitenciaria, que ocupan los
Juzgados Provinciales y los Juzgados Centrales de Vigilancia Penitenciaria.
Por otro lado, la ley, desde otras instituciones como el Ministerio Fiscal, Defensor del Pueblo,
Tribunal Constitucional, Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Abogados y procuradores o
incluso las propias víctimas configuran o pueden configurar un cierto control de la vida de los
internos, sobre determinadas decisiones que se tomen sobre ellos y sobre las instituciones
penitenciarias.

2.DERECHO PENITENCIO Y JURISDICCIÓN PENITENCIARIA

Parece lógico, empezar por establecer el sustrato concreto sobre el que debe actuar la
llamada Jurisdicción Penitenciaria, que como tal, estaría sujeta al imperio de la ley,
implicando directamente al derecho penitenciario, que tato regularía a la estructura
especializada judicial, a las instituciones penitenciarias y su acción, como a los internos
en su relación de sujeción especial. Que conceptuado abreviadamente, se circunscribe al
conjunto de normas jurídicas que regulan la ejecución de las penas y medidas de
seguridad, desde el momento en que es ejecutivo el título que legitima su ejecución
(Luzón,2011). Atribución, que a mi forma de ver, no contempla la importancia de los
dos elementos definitorios de la regulación que queremos conceptualizar y que son, la
actividad que se desarrolla desde la institución penitenciaria hoy ad intra y ad extra,
alcanzando aspectos fuera de los centros penitenciarios, incluso las penas alternativas de
privación de libertad y la relación jurídica penitenciaria establecida, concretándola en: 

"el conjunto de normas jurídicas que tiene por objeto la regulación de los derechos y
deberes de las personas internadas en Centros Penitenciarios, la organización de las
Instituciones Penitenciarias, la retención y custodia de los reclusos, y su convivencia
ordenada, las actividades de intervención reeducadora y de reinserción social, así como
el control y seguimiento por parte de las Instituciones Penitenciarias de las penas y
medidas de seguridad alternativas. (Fernández, Nistal, 2012).

Que, sin duda, determina que las fuentes concretas del derecho penitenciario español
están para algunos autores como (la ley. Wolters Kluwer,s.f.) clasificadas en fuentes
Directas e Indirectas:  

Directas: CE, CP, LOGP y su reglamento, LOPJ, LECRI, las ordenes y circulares de la
Secretara General de Instituciones Penitenciarias. Y a las que hay que sumar las
costumbres y los principios generales del derecho. 

Indirectas: Por un lado, los Acuerdos y Tratados internaciones, Actos y reglas jurídicas
de los Organismos Internacionales a los que se encuentre vinculado el Estado, entre los
que podríamos destacar los Textos de Naciones Unidas, Consejo de Europa y de la
Unión Europea. Por otro lado, la Jurisprudencia de origen nacional o internacional.

Por lo que, en opinión de algunos autores científicos, ese derecho penitenciario


autónomo, por razón de sus fuentes y de su materia propias, atrae indudablemente a su
tutela judicial específica, al igual que el derecho penal trae causa de la jurisdicción
penal. Este, atraería a la especifica jurisdicción penitenciaria, en razón material a las
atribuciones legales:

 "para hacer cumplir la pena impuesta, resolver los recursos referentes a las
modificaciones que pueda experimentar con arreglo a lo prescrito en las Leyes y
reglamentos, salvaguardar los derechos de los internos y corregir los abusos y
desviaciones que en el cumplimiento de los preceptos del régimen penitenciario puedan
producirse." (art 76.1 LOGP). 

del Juez de Vigilancia. Pero qué, en otra opinión más extendida, lo ponen en duda,
desde su inexistencia legal, de un lado, por el art. 9, apartados 1 y 4 de LOPJ, los
juzgados de Vigilancia Penitenciaria Provinciales y de mCentrales en la villa de Madrid,
están "dentro del orden jurisdiccional penal" y nada hablan otras leyes expresamente, de
Jurisdicción Penitenciaria. De otro lado, el mismo art. 94.5 LOPJ deja claro la
compatibilidad del ejercicio jurisdiccional de un juez en el Juzgado Vigilancia
Penitenciaria y en otro juzgado o tribunal penal.

3. EL JUEZ DE VIGILANCIA PENITENCIARIA.

3.1 Naturaleza del Juez de Vigilancia Penitenciaria.

Sobre la naturaleza del Juez de Vigilancia Penitenciaria español, ha habido discusión,


fundamentalmente apoyada en la proximidad del dictado, que puede ejercer sobre los
establecimientos penitenciarios, en la dirección del centro, y, desde un sentido jurisdiccional
contencioso-administrativo, judicializando las decisiones tomadas por las Instituciones
Penitenciarias. Determinando al contemplar estas dos opciones una naturaleza hibrida,
administrativa y judicial, como su configuración francesa. Que, por cierto, descarta la doctrina
mayoritaria judicial española, teniendo en cuenta la CE, la LOGP y la LOPJ, que entiende de
sobrada razón la NATURALEZA JURISDICCIONAL del Juez de Vigilancia Penitenciaria, desde el
Criterio Primero, apartado nº 1, de la VII Reunión de Jueces de Vigilancia, en septiembre de
1.993, en Madrid, adoptado en forma definitiva, en base, que:

“Los Jueces de Vigilancia Penitenciaria, incardinados en el orden penal, desarrollan una función
de ejecución de las penas privativas de libertad y medidas de seguridad postdelictuales, así
como una función de control jurisdiccional en relación a los actos de la Administración
Penitenciaria que afecten a los derechos fundamentales o a los derechos y beneficios
penitenciarios de los internos.” (Racionero,1998).

Pero, podemos ir más allá en la definición simple de la naturaleza jurídica, descubriendo


nuevas características, si aparte, centramos nuestro análisis de algunas de las concretas
funciones de los Jueces de Vigilancia Penitenciaria españoles, determinadas por la ley, de tal
forma que serán los (art. 26 y 94 LOPJ) quien les atribuirán como ORGANO JURISDICCIONAL
INCARDINADO EN LA JURISDICCION PENAL.

Que realiza funciones, como hemos comentado de ejecución de penas art 76.1 LOGP,
ejecución de las medidas de seguridad art 98 CP, de resolución de recursos y control de la
actividad penitenciaria, recogidas en algunos apartados del art. 76 LOGP. QUE REALIZA
ACTIVIDAD JURISDICCIONAL.

Pero, por ejemplo, debido a las atribuciones del: Art 76.2.d LOGP aprobando sanciones de
aislamiento en celda de superior a catorce días. Art 76.2.h LOGP dando auxilio judicial en las
visitas a los establecimientos que prevé la Ley de Enjuiciamiento Criminal del Juez Central de
Vigilancia penitenciaria. QUE TAMBIEN REALIZA ALGUNAS ACTIVIDADES NO
JURISDICCIONALES.
Otra función referida según art. 77 LOGP, que no es jurisdiccional pero que incardina el realizar
propuesta sobre los servicios en las instituciones penitenciarias, convivencia o el tratamiento
penitenciario al organismo central de instituciones penitenciarias. Que no es consultiva, pero
TAMBIEN FORMULANDO PROPUESTAS.

Por ultimo me parece importante hablar de la disgregación funcional que separa al tribunal
sentenciador que tiene la función de juzgar y ejecutar lo juzgado y al Juez de vigilancia
penitenciaria encargado de la ejecución de las penas, determinando por el art. 76.2.a LOGP
que corresponde especialmente al Juez de Vigilancia “ Adoptar todas las decisiones necesarias
para que los pronunciamientos de las resoluciones en orden a las penas privativas de libertad
se lleven a cabo, asumiendo las funciones que corresponderían a los Jueces y Tribunales
sentenciadores.”, con lo que está EJERCIENDO UNA POTESTAD JURISDICCIONAL PROPIA .

Por lo que juntando las características determinadas podemos decir:

Queda definida la naturaleza de El Juez de Vigilancia Penitenciaria como un órgano


jurisdiccional incardinado en la jurisdicción penal, que realiza actividad jurisdiccional, que
también realiza algunas actividades no jurisdiccionales, también formulando propuestas,
ejerciendo una potestad jurisdiccional propia.

funciones, organización y otros aspectos que se consideren procedentes examinar

3.2. El Juez de Vigilancia Penitenciaria y sus funciones.

Debemos tener en cuenta que el termino Juez de Vigilancia penitencia, debe de entenderse en
unificación de las distintas categorías de juez o magistrado, que ocupan, unipersonalmente, al
cargo de un Juzgado de Vigilancia Penitencia, de los que existen de acuerdo al (art.94 LOPJ) un
único Juzgado de Vigilancia Penitencia Provincial de ámbito jurisdiccional provincial, o varios
Juzgados de Vigilancia Penitencia de ámbito jurisdiccional inferior a la provincia. Juzgados de
Vigilancia Penitenciaria Autonómicos con ámbito jurisdiccional en más de una provincia.
Juzgados Centrales de Vigilancia Penitenciaria puede haber uno o más situados en Madrid, que
se diferencia por sus competencias establecidas en LOGP sobre sentencias condenatorias de la
Audiencia Nacional y su competencia preferente y excluyente cuando el penado además este
cumpliendo otras condenas no impuestas por la AN., otras que establezca la ley.

En cuanto a la regulación de los Juzgados de Vigilancia Penitencia, que como ya dijimos es


parca y se encuentra dispersa en numerosos textos legales, en un esfuerzo podemos citarla
aquí resumidamente:

(Ley Orgánica 1/1979, General Penitenciaria, de 26 de septiembre).

(Real Decreto 190/1996, por el que se aprueba el Reglamento Penitenciario, de 9 de febrero).

(arts. 94 y DA 5ª Ley orgánica 6/1985, del Poder Judicial, de 1 de julio).

(arts. 108, 109, 110, 111 y 124 Real Decreto 1201/1981, por el que se aprueba el Reglamento
Penitenciario de 8 de mayo) aún vigentes.

(arts. 526, 985, 987, 990 Ley de enjuiciamiento criminal actualizada)

(arts. 36,49, 58, 60, 78, 78 bis, 90, 91, 92, 96, 98, 105 y 106 Código Penal actualizado)
(Ley 23/2014 de reconocimiento mutuo de resoluciones penales en la Unión Europea, de 20 de
noviembre).

Hablamos de las funciones jurisdiccionales del Juez de Vigilancia Penitenciaria, que vienen
previstas en el título V de la LOGP, concretándose en dos tipos: Cuatro de carácter muy
general:

“Hacer cumplir la pena impuesta, resolver los recursos referentes a las modificaciones que
pueda experimentar con arreglo a lo prescrito en las Leyes y Reglamentos, salvaguardar los
derechos de los internos y corregir los abusos y desviaciones que en el cumplimiento de los
preceptos del régimen penitenciario puedan producirse” (art 76.1 LOPD)

Las que le corresponden especialmente, consecuentes de las muy generales anteriores,


recogidas en el (art 76.2 LOGP):

“a) Adoptar todas las decisiones necesarias para que los pronunciamientos de las resoluciones
en orden a las penas privativas de libertad se lleven a cabo, asumiendo las funciones que
corresponderían a los Jueces y Tribunales sentenciadores.

1/ Asumir las competencias de los órganos judiciales sentenciadores para ejecutar el


cumplimiento de sentencias condenatorias a penas privativas de libertad.

b) Resolver sobre las propuestas de libertad condicional de los penados y acordar las
revocaciones que procedan.

2/ Decidir aprobaciones de propuestas o revocaciones de libertad condicional

c) Aprobar las propuestas que formulen los establecimientos sobre beneficios penitenciarios
que puedan suponer acortamiento de la condena.

3/ Resolver sobre propuestas de beneficios penitenciarios que supongan reducción de


condena.

d) Aprobar las sanciones de aislamiento en celda de duración superior a catorce días.

4/ Resolver sobre sanciones de aislamientos en celda superiores a catorce días.

e) Resolver por vía de recurso las reclamaciones que formulen los internos sobre sanciones
disciplinarias.

5/ Resolver recursos de reclamaciones de internos sobre sanciones disciplinarias.

f) Resolver en base a los estudios de los Equipos de Observación y de Tratamiento, y en su caso


de la Central de Observación, los recursos referentes a la clasificación inicial y a progresiones y
regresiones de grado.

6/ Resolver recursos sobre clasificación, progresión y regresión de grado, en base a informes


de Equipos de Observación, de Tratamiento o de la Central de Observación.

g) Acordar lo que proceda sobre las peticiones o quejas que los internos formulen en relación
con el régimen y el tratamiento penitenciario en cuanto afecte a los derechos fundamentales o
a los derechos y beneficio penitenciarios de aquéllos.
7/ Resolver peticiones o quejas planteadas por los internos referentes a régimen o tratamiento
penitenciario que les afecten a sus derechos fundamentales, o a beneficios y derechos
penitenciarios.

h) Realizar las visitas a los establecimientos penitenciarios que prevé la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, pudiendo el Juez Central de Vigilancia Penitenciaria recabar para el ejercicio de dicha
función el auxilio judicial de los Jueces de Vigilancia Penitenciaria del lugar en el que radique el
establecimiento que ha de ser visitado.

8/ Realizar visitas a establecimientos penitenciarios que la LECRI prevea, pudiendo el Juez


Central de Vigilancia Penitenciaria, a estos efectos, recabar auxilio judicial de los Jueces de
Vigilancia Penitenciaria del lugar de radicación del establecimiento a visitar.

i) Autorizar los permisos de salida cuya duración sea superior a dos días, excepto de los
clasificados en tercer grado.

9/ Aprobar permisos de salida superiores a dos días, excepto para internos clasificados en
tercer grado.

j) Conocer del paso a los establecimientos de régimen cerrado de los reclusos a propuesta del
Director del establecimiento.

10/ Conocer del paso a establecimientos de régimen cerrado de reclusos, por propuesta del
Director del establecimiento.

También, cuando proceda, formulará propuestas a la actual Secretaría General de Instituciones


Penitenciarias (Nota: en el texto legal Dirección General de Instituciones Penitenciarias),
“referentes a la organización y desarrollo de los servicios de vigilancia, a la ordenación de la
convivencia interior en los establecimientos, a la organización y actividades de los talleres,
escuela, asistencia médica y religiosa, y en general a las actividades regimentales, económico-
administrativas y de tratamiento penitenciario en sentido estricto” Art. 77 LOGP.

Por último, el art.68 LOGP que establece el cierre del título V, por un lado, remite las
“cuestiones orgánicas referentes a los Jueces de vigilancia y a los procedimientos de su
actuación”, “a lo dispuesto en las leyes correspondientes”, y por otro impone la obligación de
residencia “en el territorio en que radiquen los establecimientos penitenciarios sometidos a su
jurisdicción”.

Menester, es señalar, inicialmente, lo que resulta ampliado de las funciones y de competencias


en el actualizado (Real Decreto 190/1996, por el que se aprueba el Reglamento Penitenciario,
de 9 de febrero). A modo de ejemplo, (IMFICE, s.f.) en los (art. 31.3 RP) ordenes de traslados y
desplazamientos de penados, (art. 72.3 RP) sobre utilización de medios coercitivos, (art. 95.1
RP) sobre traslados de penados, etc. Lo contenido sobre funciones y competencias en el
Código Penal de los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria, que a modo de ejemplo señala el (art.
105CP) deberes en relación con las medidas no privativas de libertad, el (art. 98 CP) deberá
realizar propuesta anual de mantenimiento, cese, sustitución o suspensión de medida de
seguridad privativa de libertad o de una medida de libertad vigilada, el (art. 49 CP) control de
los trabajos en beneficio de la comunidad, etc.

Debemos incluir aquí, en cuanto tiene que ver con el desarrollo de funciones, los conflictos de
competencia, que surgen cuando independientemente los Juzgados de Vigilancia
Penitenciaria, entre otros motivos, por la parca dispersión normativa, y otros órganos
jurisdiccionales. Cuando se deduce que tienen atribuidas las mismas funciones o competencias
por la legislación de ordinaria aplicación. Y, a efecto de dar la solución de atribución definitiva,
se aplican criterios legales especiales u otro tipo de criterios posteriores, que surgen, para dar
solución cuando haya surgido ya el conflicto, entre los que destacan los jurisprudenciales o los
Acuerdos del Consejo General del Poder Judicial, y las Reuniones Celebradas por los Jueces de
Vigilancia Penitenciaria para establecer criterios de actuación, conclusiones y acuerdos.

ESPECIAL MENCIÓN AL FISCAL DE VIGILANCIA PENITENCIARIA.

A diferencia de la parca y dispersa regulación del juez y juzgados de vigilancia penitenciaria


que expusimos. En caso del fiscal o fiscalía de Vigilancia Penitenciaria es escasa, pero no por
ello, vamos de dejar de justificar su fundamentación en los textos legales. Empezando por la
referencia constitucional del (art. 124 CE), donde se programa su existencia estatutaria con la
función genérica de:

“tiene por misión promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos
de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a petición de los
interesados, así como velar por la independencia de los Tribunales y procurar ante éstos la
satisfacción del interés social.” (art. 124.1 CE)

Que debe de desarrollar con órganos propios, bajo los principios “de unidad de actuación y
dependencia jerárquica y con sujeción, en todo caso, a los de legalidad e imparcialidad.

Partiendo que los dos cuerpos normativos definitorios como son la LOGP y su respectivo
reglamento no tienen referencia de la figura del fiscal de vigilancia penitenciaria. Pero
partiendo que siempre que haya un orégano jurisdiccional existe un fiscal. No extraña que con
la entrada en funcionamiento en los años ochenta de los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria
la fiscalía aparecería ejerciendo sus funciones constitucionales. Pero es, a los pocos meses, el
(art.4.2 Ley 50/1981, por la que se regula el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, de 30 de
diciembre) “El Ministerio Fiscal, para el ejercicio de sus funciones, podrá Visitar en cualquier
momento los centros o establecimientos de detención, penitenciarios o de internamiento de
cualquier clase de su respectivo territorio, examinar los expedientes de los internos y recabar
cuanta información estime conveniente”. La primera referencia legal de adscripción de fiscales
a los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria, viene definida en la acreditación de cinco puntos a
estos fiscales en el (art. 10.a Real Decreto 3233/1983, por el que se establece el régimen de
complementos de los miembros de las Carreras Judicial y Fiscal y de los funcionarios al servicio
de la Administración de Justicia, de 21 de diciembre.). Pero, no será considerado parte en los
procesos de recursos contra las resoluciones de los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria hasta
LOPJ del 1985.

Pero el avance para esclarecer la acción de la fiscalía ante los Juzgados de Vigilancia
penitenciaria no viene hasta la (Consulta n.º 2/1981, sobre el ejercicio de las funciones del
Ministerio Fiscal en los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria, de 22 de octubre) “..la Fiscalía
General del Estado, a la vista de las propuestas, designará al funcionario o funcionarios que
deban atender las funciones del Ministerio Fiscal en los respectivos Juzgados de Vigilancia..”

Las diversas consultas siguientes, resueltas por instrucciones, junto con el EOMF, determinan
el funcionamiento de los fiscales en los centros penitenciarios, en la vida de los reclusos, en los
Juzgados de Vigilancia Penitenciaria y frente a otros órganos jurisdiccionales por cuestiones de
Vigilancia Penitenciaria.

En cuanto a las funciones del Fiscal de Vigilancia Penitenciaria, a parte de las genéricas
constitucionales, están la de inspección y control de la legalidad en el establecimiento
penitenciario y defensa genérica de los derechos de los internos. Más funciones concretas
están las detalladas en el RP o en el CP, de entre las que destacan, de las meramente
establecerse obligadas comunicaciones al MF:

(art. 4.2.j RP) Recibir peticiones y quejas de los reclusos.

(arts. 107 y251 RP) Consideración de las atribuciones de terceros grados.

(art. 187.2 RP) Instar a la suspensión de condena en el caso de internos anomalías o


deficiencias psíquicas.

(art.219.4 RP) Tramitar la excarcelación de penados con enfermedades mentales.

((art. 17.1,2 RP) Control como consecuencia del ingreso de mujeres acompañadas de hijos
menores de tres años, y la solicitud de las internas de tener consigo a sus hijos menores de
dicha edad.

(art. 90 CP) Emisión de informe en los supuestos de Libertad Condicional

(art. 36 CP) Emisión de informe en los casos de penas de prisión permanente revisable

Pero tanto el Código Penal de 1995 como el RP de 1996 establecen otras funciones claras del
Ministerio Fiscal: intervenir para volver al régimen general (art. 78 CP), conocer las
resoluciones sobre clasificación (art. 107 RP), conocer de la estancia en prisión de los menores
de tres años que acompañen a sus madres (art. 17 RP), conocer los informes sobre la evolución
de los enajenados (art. 187 RP) y conocer de la expulsión de extranjeros como sustitución de la
pena de prisión y de la solicitud de expulsión (arts. 27 RP y 89 CP).

Juzg.VP

le corresponde especialmente al JVP adoptar todas las decisiones necesarias para que los
pronunciamientos de resoluciones en orden a las penas privativas de libertad se lleven a cabo,
asumiendo las funciones que corresponderían a los Jueces y Tribunales sentenciadores."

Como colofón expondremos el Régimen de recursos (Dis. DA 5ª LOPJ), sin perjuicio del Recurso
de Amparo Constitucional ante el TC. Por lesión de derechos fundamentales de internos no
restringidos por la resolución condenatoria. O para determinados delitos, las victimas podrán
recurrir contra: Autos concediendo al agresor tercer grado antes de cumplir mitad de condena.
Autos que tengan en cuenta el límite de cumplimiento de condena, y no a la suma de las penas
impuestas concediendo beneficios penitenciarios, permisos de salida, clasificación en tercer
grado o cómputo de tiempo para libertad condicional. Autos concediendo libertad condicional
para penas superiores a cinco años (arts. 13.1 y 3 de la Ley 4/2015, del Estatuto de la Víctima,
de 27 de abril).

Recuso de queja ante Juzg.VP:

-Por clasificación inicial, progresiones y regresiones de grado o mantenimiento de grado-


desestimación-reforma mismo Juzg.VP-si desestimación-Apelación Juzg. O Trib. Sentenciador.
-Por sanción disciplinaria (art.76.2.e LOGP)-desestimada no cabe recuso.

-Por resoluciones del JVP que rechacen la admisión de un Recurso de Reforma o Apelación.

-Quejas relacionadas régimen y tratamiento penitenciario afectando derechos fundamentales.

Recurso de Reforma-Potestativo (Dis. DA 5ª.1 LOPJ) ante el mismo Juzg.VP.

Recursos de Apelación (Dis. DA 5ª LOPJ) frente a resoluciones dictadas por Juzg.VP:

-Contra resoluciones de los Juzgados de Vigilancia en materia de ejecución de penas


recurribles en Apelación (y Queja) ante el Tribunal Sentenciador. (Dis. DA 5ª 2 LOPJ).

-Cuales quiera otras ante la Audiencia Provincial de la demarcación territorial donde se


encuentre el Centro Penitenciario (Dis. DA 5ª 3 LOPJ).

Recurso de Casación ordinario:

-Contra Auto que determine el máximo de cumplimiento o deniegue su fijación (Dis. DA 5ª.6
LOPJ).

Recurso de Casación extraordinario para unificación de doctrina:

-Contra Autos dictados por las Audiencias Provinciales o la Audiencia Nacional resolviendo un
Recurso de Apelación, cuando no quepa Casación ordinaria (Dis. DA 5ª.7LOPJ)

Reglamento Penitenciario contempla la intervención del Ministerio Fiscal al reconocer el


derecho de los internos a formular peticiones y quejas ante él, entre otras autoridades, (art.
4.2-j). Se establece la posibilidad de cederle datos de carácter personal de los internos, sin
consentimiento de éstos, (art. 7.3). Se regulan los datos que debe tener la orden de detención
en los casos de ingresos en centros penitenciarios, como consecuencia de detenciones
acordadas por dicho Ministerio Público, (art. 15.3). El ingreso de mujeres acompañadas de
hijos menores de tres años, y la solicitud de las internas de tener consigo a sus hijos menores
de dicha edad, debe comunicarse al Ministerio Fiscal, (art. 17.1,2). La Administración Capítulo
también debe notificar a este Ministerio la fecha previsible de extinción de la condena en los
supuestos legales de sustitución de la pena por la medida de expulsión del territorio nacional
y, en todo caso, cuando se trate de penados extranjeros que extingan condenas inferiores a
seis años de privación de libertad, (art. 27).338 Contempla también el Reglamento las
comunicaciones de los internos con distintas autoridades, entre ellas el Ministerio Fiscal, (art.
49.1,2). De trascendental importancia resulta la obligación que impone al artículo 107 a la
Administración Penitenciaria de notificar al Ministerio Fiscal todas las resoluciones de
clasificación o progresión a tercer grado, por ser prácticamente la única posibilidad de su
control jurisdiccional, toda vez que el interno indebidamente clasificado en tercer grado
obviamente no va a recurrir contra dicha resolución administrativa. El art. 109 también
establece la obligación, por parte de la Central Penitenciaria de Observación, de emitir los
correspondientes técnicos sobre los internos que pudiera solicitar el Ministerios Fiscal. Así
mismo, se remitirán informes al Ministerio Fiscal sobre los internos enajenados, (art. 187.2), y
sobre las propuestas de libertad condicional de penados extranjeros (art. 197.2),339 también
se le debe comunicar la liberación definitiva de los enfermos mentales (art.219.4), e
igualmente la Administración Penitenciaria debe poner en conocimiento del Ministerio Fiscal
aquellos hechos que, con independencia de su naturaleza disciplinaria en el régimen
penitenciario, pudiesen ser constitutivos de delito (art. 232.4).

Es necesario y urgente reforzar la figura del JVP, ya que es fundamental en la ejecución de las
penas y de su escrupulosa labor, y conocimiento pueden remediarse muchos de los males que
acaecen en las instituciones penitenciarias, que perjudican el fundamento de los propios
establecimientos, que reside al final, en un tratamiento eficaz que permita la reinserción del
penado. Como muchos profesionales de la práctica en la materia entienden que la mejora pasa
por una consolidación legal en un estatuto jurídico independiente de la práctica judicial
penitenciaria. Así como, una mayor dotación de medios, que permita alzar los índices de
eficacia de su labor en aras de una reinserción penal eficaz y eficiente. Por otro lado, es
necesaria una revisión normativa de numerosísimos aspectos, entre los que destacamos
revisar la atribución de competencial y la reunión, concentración y actualización de las normas
existentes en pocos textos legales.

Con respecto a los fiscales asignados a los Juzg.VP, predicar prácticamente lo mismo, aunque lo
más importante es aumentar los medios disponibles, porque con lo que disponen su presencia
es bastante notoria. Destacar a efectos del fiscal delegado, es insuficiente para las labores de
coordinación que sea un órgano unipersonal, aunque la estructura jerárquica facilita su labor.
Sería necesario aparte de avanzar en la elaboración de más circulares para la unificación de la
acción.
Así, inspirados en las (Comunicaciones incorporadas a las Actas del VI Congreso Nacional
Penitenciario Legionense, Univ. de León, 2019), comentamos los siguientes ejemplos:

Por solución normativa, citamos el (art. 64 Ley 23/2014, de reconocimiento mutuo de


resoluciones penales en la Unión Europea, de 20 de noviembre) que soluciona dos conflictos
de competencia que se pueden dar entre órganos jurisdiccionales en España en este el ámbito:

El (art. 64.1 LRRPUE), da solución, en la trasmisión de una resolución por la que se impone una
pena o medida privativa de libertad, en los casos en los en los que no se haya dado inicio al
cumplimiento de la condena, siendo competente el tribunal que hubiera dictado la sentencia
en primera instancia, pero cuando se está ejecutando, serán siempre competentes los Jueces
de Vigilancia Penitenciaria, con la excepción, que serán competentes los Jueces de Menores
cuando se trate de una medida impuesta de conformidad con la Ley Orgánica reguladora de la
responsabilidad penal de los menores.

El (art.64.2 LRRPUE). da solución, para los casos de reconocimiento y dictado de acuerdo de


ejecución, de resoluciones procedentes de órganos jurisdiccionales de ámbito UE. por la que
se impone una pena o medida privativa de libertad, atribuyendo solamente competencia al
Juez Central de lo Penal. Pero, para llevar a cabo la ejecución de la misma, ser competente el
Juez Central de Vigilancia Penitenciaria, salvo, Cuando la resolución se refiera a una medida de
internamiento en régimen cerrado de un menor la competencia corresponder al Juez Central
de Menores.

Por conflictos de competencia entre Jueces de Vigilancia Penitenciaria y jueces o tribunales


penales sentenciadores, que se producen, debido a la (IMFICE, s.f.) equiparación de
funciones entre los dos tipos de órganos, por los textos jurídicos aplicables LOGP, LOPJ y CP y
por la inexistencia de normas específicas aplicables. Comentando aquí sólo tres de los
supuestos existentes y sus soluciones:

Así, inspirados en las comunicaciones incorporadas a las Actas del VI Congreso Nacional
Penitenciario Legionense, Univ. de León, 2019, comentamos los siguientes ejemplos:

Por solución normativa, citamos el (art. 64 Ley 23/2014, de reconocimiento mutuo de


resoluciones penales en la Unión Europea, de 20 de noviembre) que soluciona dos conflictos
de competencia que se pueden dar entre órganos jurisdiccionales en España en este el ámbito:

El (art. 64.1 LRRPUE), da solución, en “la trasmisión de una resolución por la que se impone
una pena o medida privativa de libertad”, en los casos “en los en los que no se haya dado inicio
al cumplimiento de la condena, siendo competente el tribunal que hubiera dictado la
sentencia en primera instancia”, pero cuando se esté ejecutando, serán siempre competentes
los Jueces de Vigilancia Penitenciaria, con la excepción, que serán competentes “los Jueces de
Menores cuando se trate de una medida impuesta de conformidad con la Ley Orgánica
reguladora de la responsabilidad penal de los menores”.

El (art.64.2 LRRPUE). da solución, para los casos de reconocimiento y dictado de acuerdo de


ejecución, de resoluciones procedentes de órganos jurisdiccionales de ámbito UE. “por la que
se impone una pena o medida privativa de libertad”, atribuyendo solamente competencia al
Juez Central de lo Penal. Pero, “para llevar a cabo la ejecución de la misma, será competente el
Juez Central de Vigilancia Penitenciaria”, salvo,” Cuando la resolución se refiera a una medida
de internamiento en régimen cerrado de un menor la competencia corresponderá al Juez
Central de Menores”.
Por conflictos de competencia entre Jueces de Vigilancia Penitenciaria y jueces o tribunales
penales sentenciadores, que se producen, debido a la “equiparación de funciones” (IMFICE,
s.f.) entre los dos tipos de órganos, por los textos jurídicos aplicables LOGP, LOPJ y CP y por la
inexistencia de normas específicas aplicables. Comentando aquí sólo tres de los supuestos
existentes y sus soluciones.

Conflicto de competencia “para resolver sobre la anulación o revocación del licenciamiento


definitivo de una causa, aprobado por el Juzgado o Tribunal sentenciador” (IMFICE, s.f.):

Inicialmente, está atribuida la competencia exclusiva al tribunal sentenciador para aprobar el


licenciamiento definitivo del penado (art. 17.3 LOGP y art. 242 del RP).

Por un lado, se reconoce competencia Juzgado de Vigilancia Penitenciaria (art. 76.2.g LOGP)
para conocer de peticiones o quejas por licenciamiento indebido de una causa, en demanda de
incluirla en proyecto de refundición con otra u otras que estén cumpliéndose.

Por otro, según criterio jurisprudencial TS, “los Juzgados o Tribunales sentenciadores tienen
competencia para decidir sobre la anulación o revocación de dicho licenciamiento, con iguales
fines, siempre que la proponga el establecimiento penitenciario.” (IMFICE, s.f.).

Por lo que, la solución solo podría venir por cambiar legalmente la atribución a los Jugados de
Vigilancia Penitenciaria. Recomendación ya efectuada desde las Reuniones Celebradas
por los Jueces de Vigilancia Penitenciaria para establecer criterios de actuación, conclusiones y
acuerdos.

Por otro lado, debe tenerse en cuenta la nueva unificación doctrinal en materia de
licenciamiento y refundición de condenas que representa la (ST 685/2020 de 11 de Diciembre)
” El licenciamiento acordado en una ejecutoria no debe impedir, per se, su inclusión en un
proyecto de refundición de condenas del art. 193.2 RP para su ejecución unificada con otras
responsabilidades. Aunque lo procedente es que la anulación del licenciamiento se haga por el
sentenciador que lo acordó, ello no sería obstáculo para que el juez de vigilancia, a los solos
efectos de ejecución unificada, acordase su inclusión en el proyecto de refundición.”

juzg.

4. ORGANIZACIÓN DE LOS JUZGADOS DE VIGILANCIA PENITENCIARIA.

5. CUESTIONES DE COMPETENCIA.

6. OTROS ÓRGANOS Y SUJETOS PRESENTES EN LA VIDA PENITENCIARIA.


BIBLIOGRAFÍA.

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penitenciaria ANUARIO DE DERECHO PENAL Y CIENCIAS PENALES VOL. LXXII (2019). 40 AÑOS
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Fernández Arévalo, L. y Nistal Burón, J. Derecho penitenciario. Pamplona: Thomson Reuters


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ckhlQaptWmJOcSoAhHBHozUAAAA=WKE

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