Está en la página 1de 3

La teoría financiera y sus principales modelos

En esta lectura, los autores muestran los modelos básicos y sus bases en la teoría
financiera moderna. La teoría financiera es el estudio de cómo los individuos y las
empresas toman decisiones financieras y cómo estas decisiones afectan el precio
de los activos financieros. El objetivo principal de la teoría financiera es ayudar a
los inversores a tomar decisiones informadas sobre la asignación de sus recursos
financieros.
En esta lectura, los autores muestran diferentes modelos básicos y sus bases en
la teoría financiera moderna. Los modelos estudiados permiten entender los
fenómenos financieros más importantes y ayudan a tomar decisiones informadas
en el mercado. Los modelos básicos que se exploran en esta sección son el
Teorema de F. Modigliani y M. Miller, el modelo media-varianza, el modelo de
valoración de activos de capital, el modelo de opciones de Black y Scholes, el
modelo de teoría de precios por arbitraje y el modelo de mercados eficientes.
El Teorema de F. Modigliani y M. Miller establece que en un mercado sin
fricciones y con información perfecta, la estructura financiera de la empresa no
afecta su valor. Esto significa que el valor de la empresa es independiente de la
forma en que se financie, ya sea mediante la emisión de acciones o deuda.
Además, el teorema sostiene que los dividendos no afectan el valor de la empresa
en un mercado perfecto.
El modelo media-varianza, también conocido como modelo de Markowitz, ayuda a
los inversores a crear carteras eficientes que maximizan el retorno y minimizan el
riesgo. El modelo se basa en la idea de que los inversores son aversos al riesgo y
buscan maximizar su retorno esperado para un nivel de riesgo dado. Para lograr
esto, el modelo utiliza la varianza y la covarianza de los rendimientos de los
activos para construir una cartera óptima.
En la lectura se aborda el modelo de valoración de activos de capital (CAPM), un
modelo ampliamente utilizado en finanzas para evaluar el rendimiento esperado
de un activo en relación con el riesgo sistemático.
El CAPM se basa en la premisa de que los inversores se preocupan por dos tipos
de riesgo: el riesgo sistemático y el riesgo no sistemático. El riesgo sistemático,
también conocido como riesgo de mercado, es aquel que afecta a todo el mercado
y no se puede eliminar mediante la diversificación. El riesgo no sistemático, por
otro lado, es el riesgo específico de una empresa o sector y puede reducirse
mediante la diversificación.
Según el CAPM, la tasa de rendimiento requerida de un activo es igual a la tasa
libre de riesgo más una prima de riesgo proporcional al riesgo sistemático de un
activo, medido por su beta. La tasa libre de riesgo es la tasa de interés que un
inversor puede obtener sin correr ningún riesgo y se considera el precio de
oportunidad del capital. La prima de riesgo es la compensación adicional que se
espera por asumir el riesgo sistemático.
La beta es una medida de la sensibilidad de un activo en relación con el mercado.
Se calcula como la covarianza entre los rendimientos del activo y los rendimientos
del mercado divididos por la varianza de los rendimientos del mercado. El beta de
un activo se utiliza para medir el riesgo sistemático y se considera una medida del
riesgo no diversificable.
Aunque el CAPM es ampliamente utilizado en finanzas, tiene algunas limitaciones.
Una de las principales críticas es que se basa en supuestos simplificados, como la
eficiencia del mercado y la homogeneidad de los inversores. Además, el modelo
no tiene en cuenta el riesgo no sistemático, que puede ser significativo para una
empresa o sector en particular.
El modelo de opciones de Black y Scholes se utiliza para valorar las opciones
financieras, que son contratos que otorgan a su comprador el derecho, pero no la
obligación, de comprar o vender un activo subyacente a un precio determinado en
una fecha específica. El modelo de Black y Scholes utiliza una ecuación
matemática para calcular el valor justo de una opción y ha sido fundamental para
el desarrollo del mercado de opciones.
En cuanto al modelo de teoría de precios por arbitraje, se parte del supuesto de
que existen oportunidades de arbitraje en el mercado que son aprovechadas por
los inversores para generar ganancias libres de riesgo. A partir de estas
oportunidades de arbitraje, se pueden establecer precios justos para los activos
financieros. De esta forma, si un activo está subvaluado, los inversores podrán
comprarlo y venderlo a un precio mayor para obtener una ganancia libre de riesgo.
Por el contrario, si un activo está sobrevaluado, los inversores podrán venderlo y
comprarlo a un precio menor para obtener una ganancia libre de riesgo. En este
modelo se utilizan las mismas herramientas del modelo de valoración de activos
de capital, pero se le agrega la condición de que no pueden existir oportunidades
de arbitraje.
Finalmente, el modelo de mercados eficientes sostiene que los precios de los
activos financieros reflejan toda la información disponible en el mercado en un
momento dado. En otras palabras, se parte del supuesto de que los inversores
actúan de forma racional y que toda la información relevante para la valoración de
los activos financieros está disponible públicamente. En este sentido, no existen
oportunidades de arbitraje ya que los precios de los activos se ajustan de forma
automática a la información disponible en el mercado. Según este modelo, no es
posible obtener rentabilidades superiores al promedio del mercado en forma
consistente a través del tiempo, ya que toda la información relevante está
incorporada en los precios de los activos.
En conclusión, en esta lectura los autores muestran los modelos básicos y sus
bases en la teoría financiera moderna. A través del análisis de estos modelos, se
puede comprender la forma en que se valúan los activos financieros y se toman
decisiones de inversión en los mercados financieros. Cada modelo presenta
diferentes supuestos y herramientas para la valoración de los activos financieros,
pero todos buscan maximizar la rentabilidad de las inversiones a través del
manejo eficiente del riesgo. Es importante tener en cuenta que estos modelos son
una simplificación de la realidad y que en la práctica existen muchas variables que
pueden afectar la valoración de los activos financieros.

También podría gustarte