Está en la página 1de 5

Protocolo para apegos 1

“Carta a mi yo del pasado”


Ahora procederás en total tranquilidad y con tiempo suficiente
a escribir una carta a tu yo niño del pasado, teniendo en cuenta
aún tu yo bebé.
Y le hablarás como te hubiese gustado que te hablen.

En otra versión puedes hacer el siguiente ejercicio:

Y ahora vas a cerrar los ojos suavemente, sin apretarlos.


Vas a sentir el aire que entra y sale por tu nariz.
Vas sintiendo el aire fresco que ingresa y el aire cálido que sale.
Una vez más solo pones tu conciencia en tu respiración cada
vez más pausada que te hace relajarte más y más.
Ahora recordarás la casa donde naciste o de tu infancia. Si no
la recuerdas invéntala. No hay problemas.
Ahora imaginarás que vas a esa casa como el adulto que eres
ahora.
Vas a ir llegando, entras…
Comenzarás a recorrer la cocina, el comedor o living, el
dormitorio de tus padres…y ahora verás a tu madre contigo en
brazos, eres un bebé allí.
Te acercarás, le pedirás permiso a tu madre y tomarás ese bebé
en tus brazos: eres tú. Siente ese calorcito. Toma su manito.
Acarícialo, bésalo, ámalo. Amamántalo mirándolo a los ojos.
Siente ese cuerpecito y su mirada. Eres tú.
Dale amor, dale paz, dale seguridad. Haz que ese bebé se sienta
seguro contigo. Prométele cuidarlo, y defenderlo cada vez que
lo necesite. Estarás allí en cada momento.
Ahora despídete y devuélvelo a su madre. Dile que si te
necesita cuente contigo para cuidar al bebé. Que no se sienta
sola. Que todo va a estar bien. Dale el bebé.
Salúdalos con tu mano.
Sal de la casa lentamente.
Guarda este momento en tu corazón.
Respira lenta pero profundamente y cuando puedas abre los
ojos.
Protocolo para apegos 2
Y ahora vas a cerrar los ojos suavemente, sin apretarlos.
Vas a sentir el aire que entra y sale por tu nariz.
Vas sintiendo el aire fresco que ingresa y el aire cálido que sale.
Una vez más solo pones tu conciencia en tu respiración cada
vez más pausada que te hace relajarte más y más.
En unos segundos vas a vivir uno de los acontecimientos más
importante de tu vida.
Asistirás a un duelo.
Sí, a un duelo. Pero no temas. Yo te acompañaré siempre.
Sigue sintiendo el aire de tu respiración y como cada parte de
tu cuerpo se va relajando
Desde la cabeza, pasando por los hombros, la espalda, las
piernas, los brazos y los pies.
Ahora verás delante de ti una sala velatoria, un tanatólogo, el
lugar donde se despide a alguien que ha fallecido.
Entrarás a esa sala lentamente sin ver aún el cajón donde está
el fallecido.
No temas, recuerda que yo estoy contigo
Verás mucha gente que asiste a este evento. A muchos los
conoces.
A otros no. Hay caras nuevas.
Te vas acercando al cajón. Pero te sorprendes cuando llega sy
lo ves vacío. Toda la tela blanca recubriéndolo pero vacío.
Te acercas más y miras dentro.
Encuentras una nota, la lees
Dice “ Llegó el momento. Debes dejar aquí todo lo que no fue,
este es el duelo a lo que no fue.
Y debes dejar aquí los padres que quisiste tener y no fueron.
Debes dejar aquí todo lo que querías recibir y no recibiste de
tus padres, debes dejar aquí lo que merecías y te correspondía
pero no obtuviste de ellos.
Deja aquí las expectativas con las que esperaste un abrazo de
ellos, un reconocimiento, un te quiero, un abrazo.
Coloca esa espera aquí.
Coloca cada lágrima que te provocaron, cada llanto con
sufrimiento que ocasionaron.
Coloca cada pedacito de tu alma que te arrancaron… (esperar)
Todos estamos aquí para acompañarte. No temas, te estamos
sosteniendo.
Todos quisimos asistir a este duelo por lo que no fue.
Todos quisimos ver como despides todo esto que guardabas
tanto.
Ya es hora de cerrar el cajón.
Despídete por última vez de todo lo que no fueron tus padres.
(Esperar)
Cierran el cajón. Te duele despedirlo pero sabes en el fondo que
es necesario.
Te aferras al cajón y se acercan a apartarte de él.
Porque todos sabemos que solo dejando ir lo que no fue,
puedes renacer.
Solo cerrando este cajón y esta etapa podrás seguir y salir
adelante.
Solo alejándote y enterrando este cajón podrás conseguir lo
que deseas…
Te dejo un minuto para que entierres el cajón si lo deseas…
(silencio)
Ahora respira profuuuuundamente…
Y siente como te has liberado de tu carga, como la vida se hará
más liviana ahora y como irás consiguiendo todo lo que deseas.
Respira la libertad…
Respira el bienestar
Respira tus logros.
Felicitaciones y cuando abras los ojos te sentirás muy bien de
salud y tu estado de ánimo será óptimo.
Abre tus ojos lentamente…

AUTOR: CECILIA IMBASTARI

También podría gustarte