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Fotos portadilla y contraportada:

1. Grete Mostny. Colección Museo Nacional de


Historia Natural, Chile.
2. Máquina de escribir utilizada por Grete Mosny.
Fotografía equipo del proyecto - MNHN.

Integrantes del proyecto:

Erick Figueroa Ortiz


responsable

Carolina González Bravo


conservadora

Luz María Narbona Medina


archivera e historiadora

Tomás Sepúlveda Schwember


participación ciudadana

Sofía Ruz Pooley


diseñadora

Diego Acuña Franceschini


audiovisualista

Sebastían Díaz Pinto


ayudante ad-honorem

Código de solicitud de registro de inscripción


de propiedad intelectual: fy13f3

Instituciones patrocinantes:

Este libro ha sido publicado en el marco del pro-


yecto N°37406 del Fondo de Patrimonio Cultural,
titulado “Fondo documental Dra. Grete Mostny Gla-
ser. Catalogación y conservación de documentación
depositada en el Museo Nacional de Historia Natu-
ral (MNHN)”, financiado por el Servicio Nacional de
Patrimonio Cultural.
2
Grete
Mostny
Glaser
Figura, legado y archivo

3
4
Agradecimientos
“Siempre me he definido a En primer lugar, agradecemos al Museo Nacional de Historia Natural de Chile (MNHN)
por acoger nuestro propósito y hacer todo lo posible para que fuese realizado. Al equipo de
mí misma como una especie las áreas que conforman esta institución, que de una u otra manera se involucraron en este
camino. Agradecemos especialmente a Francisco Garrido Escobar, curador del Área de
de Quijote. He tenido mis Antropología, por su colaboración y confianza. Asimismo, agradecemos a Cristian Becker
Álvarez, jefe curatorial y jefe científico del MNHN, por su disposición a ayudarnos y por el
ideales, ciertas ideas del respeto y consideración que mostró por nuestro trabajo.

deber... y he llegado hasta A quienes patrocinaron este proyecto cuando recién era una idea, nuestros reconocimientos.
Al profesor Jorge Hidalgo Lehuedé por apoyo desde el minuto cero. A Leonor Adán Alfaro
las últimas consecuencias. y Simón Urbina Araya por motivarnos continuamente y extender la mesa para compartir
con la comunidad de la Escuela de Arqueología de la Universidad Austral de Chile (sede
He tenido que pelear Puerto Montt).

con muchos molinos de A las directivas 2020-2021 y 2022 de la Sociedad Chilena de Arqueología, quienes acogieron
la propuesta, dispusieron de sus redes y quisieron ser parte activa de la difusión. A Pablo
viento...”. Artaza Barrios, director de Departamento de Ciencias Históricas – Universidad de Chile,
por el enérgico apoyo. Agradecemos a Alejandra Araya Espinoza y Carolina González
Undurraga por sus comentarios, parabienes y por permitirnos compartir con estudiantes
Grete Mostny, Vanidades de las cátedras “La Historia en la sociedad: patrimonio y memoria”. Vaya también nuestro
agradecimiento a Javiera Carmona Jiménez y Carolina Valenzuela Matus por su buena
(Santiago, Chile) N°11 disposición para participar de esta publicación.
(mayo 23, 1982) pp. 22-23.
Aprovechamos esta instancia para agradecer a quienes participaron en la serie audiovisual
y compartieron sus testimonios: Silvia Quevedo Kawasaky, Eliana Durán Serrano, Fresia
Rojas Alvarado, Branko Marinov Martinic y Richard Faúndez Faúndez. Agradecemos su
disposición y gentileza para colaborar con nuestro proyecto. También a Rubén Stehberg,
por compartir fotografías e información relevante sobre la doctora Mostny.

Un agradecimiento a todas y todos quienes, de manera personal o grupal, nos dieron ánimo
durante la ejecución de este proyecto y nos apoyaron para seguir adelante. Amigas, amigos
y familiares, gracias por estar ahí.

Finalmente, quisiéramos dedicar esta publicación a la memoria de Nieves Acevedo Contreras


(1951-2021), museóloga y curadora emérita del MNHN, quien almacenó documentos de
la doctora Mostny, reunió sus publicaciones, realizó una completa biografía y cuidó la
valiosa colección de documentos egiptológicos. Nuestro más emotivo reconocimiento a su
memoria, obra y legado.

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Índice

Página 8

presentación

Erick Figueroa Ortiz

Página 12 Página 18 Página 24

prólogo primer segundo


capítulo capítulo

Como Osiris Reflexiones en torno Actividades


desmembrado. a los archivos de arqueológicas y
El archivo de Grete ciencia: los papeles de antropológicas de la
Mostny Glaser Grete Mostny Glaser Dra. Grete Mostny

Javiera Carmona Jiménez Luz María Narbona Medina Francisco Garrido Escobar

Jorge Hidalgo Lehuedé

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Página 32 Página 38 Página 44

tercer cuarto quinto


capítulo capítulo capítulo

Museo, arqueología Un encuentro con la Conservación del


y universidad.El ciencia. La primera Fondo Grete Mostny
legado integrador de Feria Científica Juvenil Glaser. Rescate y
Grete Mostny Glaser y el Museo Nacional de resguardo patrimonial
Historia Natural
Leonor Adán Alfaro Carolina Valenzuela Matus Carolina González Bravo

Página 50

descripción del fondo


documental grete mostny
glaser (fgm)

Cuadro de
clasificación y fichas
de descripción

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Presentación
erick figueroa ortiz
Responsable del proyecto FPC N°37406

“¿Saben o han oído sobre Grete Mostny?” Así comenzábamos las distintas
exposiciones que realizamos durante la ejecución de este proyecto.
Las miradas de confusión y extrañeza abundaban. No es de extrañar.
Aunque la doctora Grete Mostny Glaser (17 de septiembre de 1914 – 15
de diciembre de 1991) ha sido una figura fundamental para el desarrollo
de la arqueología y museología chilena, su grandeza es proporcional a
la ausencia de su obra en el panteón de la llamada “cultura general”.
Ciertamente, no es la única. Nuestra pregunta tampoco pretendía
señalar con un dedo instruido a las bocas calladas. Nos sentimos parte
del hechizo.

Sin embargo, lentamente fuimos sorprendiéndonos a medida que


descubrimos notas, fichas y borradores. Descubrimos el vigor de sus
planteamientos, la potencia de su ejemplo para la juventud y el escaso
reconocimiento nacional. Sirva esta publicación, entonces, como grano
de arena para reconstruir el legado de la doctora y poner en valor su
figura como referente científico y cultural de nuestro país.

1.Firma de Grete Mostny. La doctora Mostny llegó a este pequeño rincón del mundo en 1939,
Fotografía equipo del proyecto - MNHN. escapando de la amenaza nazi que ya la había obligado a abandonar su
natal Austria. Con una formación profesional y un doctorado bajo el brazo
nunca visto en Chile, con experiencias en expediciones arqueológicas en
Egipto y actividades en museos de Milán, la joven doctora encontró un
lugar en el Museo Nacional de Historia Natural. Nunca más calmó sus
ansias por conocer, conservar y difundir. Por medio de una capacidad
envidiable, la doctora colaboró con el desarrollo de la arqueología,
antropología y museología en paralelo. Participó de trabajos en terreno,
excavó sitios, descubrió otros y realizó etnografías por todo el territorio.
Visitó museos del mundo, anotó detalles y buscó aplicarlos a la realidad
museal chilena. Abrió el MNHN a estudiantes y nóveles profesionales
Tuvo vínculos con especialistas e instituciones extranjeras. Organizó
encuentros y comunidades a nivel nacional e internacional. En fin, el
abanico de reconocimientos hacia la trayectoria de la doctora supera
los márgenes de estas páginas. Por lo mismo, podemos decir que la Dra.
Mostny entendió su posición, desplegó sus alas, acercó el mundo a este
pequeño país y dinamizó la actividad científica y cultural por más de
cuarenta años.

Encontrarnos con sus documentos también fue una sorpresa. Aún está
viva la sonrisa y curiosidad de Francisco Garrido Escobar, cuando se
acercó entusiasmado con una decena de paquetes envueltos en papel
blanco, titulados escuetamente “Cartas y papeles Grete Mostny”. Era
el epílogo del año 2019 y, para nuestra sorpresa, aquellos documentos
llevaban casi tres décadas perdidos. De aquel momento y con un primer
inventario, nos dimos cuenta de la magnitud y el valor incalculable de
las piezas documentales. Los miles de papeles significaban todo un

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presentación

mundo, el mundo de la doctora: borradores de sus publicaciones, fichas, apuntes de sitios,


notas marginales, mapas, hojas rayadas, y todo cuanto pudiese producir una investigadora
en tiempos ajenos a pantallas, teclados y tablas digitales.

No sería todo. Ya con el proyecto aprobado e iniciando su ejecución, Nieves Acevedo Contreras
nos cedió la colección de documentos producidos por la doctora Mostny en tiempos “pre-
Chile”. Todo el material egiptológico se encontraba allí, algunos mecanografiados y otros
manuscritos: cuadernos de campo, sus tesis de doctorado, cartas personales, apuntes
bibliográficos, fichas y hojas y más hojas con jeroglíficos. Ciertamente, quisiéramos
sincerarnos. No nos fue fácil la tarea de descifrar la escritura “Mostny” en alemán y árabe,
al punto que esperamos llegue algún día quien pueda desentrañar el contenido de esta serie
para mejorar las descripciones que propusimos en el inventario. Mas, ¡qué momento! Por allí
Peine, por allá Egipto. Toda la labor de la doctora, su genialidad, en un solo lugar.

Rápidamente, coincidimos en abordar este desafío de manera interdisciplinaria, con


especialistas en archivística y conservación que permitieran estabilizar el material y
generar un catálogo accesible. A pesar de los contratiempos y con una pandemia activa,
el resultado nos deja satisfechos. Hoy, cualquier persona que desee consultar el archivo se
enfrentará a un material ordenado, conservado, con información y descripciones lo más
amenas posibles. Esperamos que así sea recibido por quienes deseen entrar a estas vetas.

Una arista relevante del trabajo estuvo en la difusión de la obra y figura de la Dra. Mostny.
Con la idea de sobrepasar la sombra generalizada que ha ocultado su legado, buscamos
abarcar dos áreas. Por una parte, generar un contenido audiovisual, con entrevistas a
excolaboradores de la doctora que nos mostraran el lado humano de su genialidad. Allí
descubrimos otras facetas, como la rigurosidad y calidez de la doctora en su cotidianidad.
De forma transversal, prevalece un sentimiento de admiración hacia ella, del que nos
sentimos parte. Por ello, esta serie documental estará disponible en todas las plataformas
digitales del MNHN para su libre acceso y circulación.

Por otra parte, se hacía necesario un texto de difusión que informara sobre el archivo
elaborado y que convoque distintos especialistas para acercar las actividades y agudeza de
la doctora al público general. Ese fue el objetivo de la presente publicación. Colaborando
con las biografías ya publicadas sobre la doctora (p.e. las realizadas por Eliana Durán
(1977), Miguel Ángel Azócar y Rosario Ruz (1993), José Yañez (2008), Francisco Mouat
(2009), y Nieves Acevedo (2014)), nos propusimos un escrito que apunte brevemente a los
aspectos relevantes de la obra de la doctora, como también que sirviera de guía del fondo
documental. Breve, porque deseamos abrir el apetito, pero con toda la rigurosidad que la
doctora nos ha transmitido en estos dos años.

El texto se compone de seis capítulos. En el primero de ellos, Javiera Carmona Jiménez


y Jorge Hidalgo Lehuedé realizan una introducción al material que compone el fondo
documental. En una analogía que habría sido del gusto de la Dra. Mostny sin dudas,
asimilando Osiris y su desmembramiento con la dispersión de papeles que a ella remiten,
Carmona e Hidalgo navegan por el contenido del fondo y destacan los contextos de
producción en que el material fue producido. Sus palabras son motivadoras, instando a la

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2.Libreta de Grete Mostny. búsqueda y recomposición de la actividad de la Dra. Mostny, hoy diseminados en varios
Fotografía equipo del proyecto - MNHN. repositorios.

3. Trabajo de limpieza del material. En un segundo capítulo, Luz María Narbona, archivera del proyecto, nos invita a reflexionar
Fotografía equipo del proyecto - MNHN. sobre los documentos y archivos producidos durante la construcción de conocimiento
científico. Desde una perspectiva archivística, insta a una nueva manera de concebir el
cúmulo de “objetos-documentos” que son producidos por actores e instituciones científicas.
En una segunda parte nos presenta el archivo de la Dra. Mostny, describiendo parte de la
historia del fondo, el trabajo realizado y las posibilidades de vincular el contenido de los
papeles con la producción científica de la doctora, con las colecciones que resguarda el
MNHN, y con el desarrollo de distintas disciplinas afines.

El tercer capítulo, a cargo de Francisco Garrido Escobar, revive la actividad arqueológica y


antropológica de la Dra. Mostny desde su llegada a Chile. En una síntesis muy exhaustiva,
Garrido nos presenta la incansable curiosidad de la doctora, sus propuestas novedosas, y los
nexos con otros personajes relevantes. En este capítulo podemos imaginar los kilómetros
recorridos por la doctora, así como también el papel del MNHN en las disciplinas
mencionadas y su intento de colaboración científica, sin importar los conflictos que
surgieron. Todo esto la posiciona como pionera del trabajo que abordó y figura relevante
para ambas disciplinas durante un largo periodo de tiempo.

Leonor Adán Alfaro nos transporta al trabajo museográfico y los vínculos generados por
la doctora con distintas comunidades. En este escrito podemos ver el esfuerzo de la Dra.
Mostny por generar un nexo vivo entre conocimiento y enseñanza, al cual no renunció
pese a ser, en ocasiones, ignorada. Adán llama la atención en este punto, resaltando a la
mujer en un mundo de hombres. La vocación docente se transparenta en estas líneas, como
también su interés persistente por generar equipos de trabajo y asociar instituciones. En
esta lógica, Adán se detiene un momento en las actividades museológicas desarrolladas por
la doctora, dinámica que dio vida a organizaciones de museos y su destacada participación
en el Consejo Internacional de Museos o ICOM, por sus siglas en inglés.

En el quinto capítulo, Carolina Valenzuela Matus ilumina los senderos de la primera


Feria Científica Juvenil, subrayando el papel de los colaboradores en esta materia. Estos
últimos fueron muy importantes en la actividad de la doctora, quienes fueron escuchados
y apoyados por ella en distintas iniciativas. Valenzuela nos presenta la génesis de las
ferias científicas a cargo del profesor Germán Pequeño, quien tuvo la visión de sostener y

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presentación

formalizar lo que comenzó como medida para mantener ocupada la mente inquieta juvenil.
Estas instancias tenían el aura que la doctora quería impregnar en la institución a su cargo,
a saber, la divulgación y apertura del MNHN a la comunidad y, en especial, a la juventud.
Con el apoyo brindado por parte de la doctora al profesor Pequeño y tras las gestiones
institucionales, la Feria Científica se inauguró en octubre de 1970, manteniéndose hasta el
día de hoy.

Como parte de la difusión del trabajo de conservación desarrollado, Carolina González


Bravo describe los procedimientos de conservación que permiten hoy tener un fondo con
material estabilizado y accesible. Este apartado clarifica los obstáculos que enfrentamos,
cómo fue diagnosticado, el abordaje posterior y las técnicas desplegadas. Sirva este escrito
para sincerar al lector o lectora las decisiones tomadas, motivar trabajos similares, e
incentivar la preocupación por la conservación, considerando puesta en valor, contextos
de trabajo y fines de cada proyecto.

Finalmente, esta publicación incorpora el cuadro de clasificación y las fichas descriptivas


del fondo. Con estos instrumentos esperamos difundir la estructura del fondo, alcances y
contenidos, con el objetivo de facilitar la consulta y motivar futuras investigaciones.

Sin más que comentar, solo queda agradecer a todas y todos quienes hicieron posible este
proyecto. Esperamos que nuestra labor traiga de regreso la estela de la Dra. Mostny a los
pasillos de los museos nacionales. No con un ánimo de santificar, claro está: evocamos
una figura que siempre tuvo como horizonte la difusión y apertura del espacio “museo” a
distintas comunidades, que propició la colaboración y que no se despegó de la actividad
científica. Esperamos también que el nombre y la obra de la doctora esté presente en
las aulas escolares y universitarias, motivando a las nuevas generaciones con parte de la
lucidez que la Dra. Mostny extendió en donde estuvo. Quizás es mucho pedir, mas no por
ello descabellado.

Finalmente, nos valemos de esta vitrina para hacer un llamado a despejar las sombras
que muchas veces envuelven a quienes han colaborado con la cultura y el conocimiento
científico, especialmente a cientos de mujeres que siguen sin el reconocimiento debido. A
ese “pago de Chile”, hoy, hacemos frente.

referencias Acevedo, Nieves. (2014). Mostny (1914-1991). Santiago:


bibliográficas Recordando a Grete Mostny Museo Nacional de Historia
Glaser al cumplirse cien años de Natural y Dirección de
su natalicio. Boletín del Museo Bibliotecas, Archivos y Museos.
Nacional de Historia Natural. 63,
pp. 225-237. Yáñez, José. (2008). Grete Mostny
Glaser y el Museo Nacional de
Azocar, Miguel Ángel y Rosario Historia Natural de Chile (1914-
Ruiz. (1993). Dra. Grete Mostny 1991). Gestión Ambiental 15, pp.
Glaser: pionera de la museología 1-4.
chilena. Revista Museos. 17, pp. 16.

Durán, Eliana. (1977). Biografía de


la Dra. Grete Mostny. Noticiario
Mensual MNHN. 21(251), pp. 5-7.

Mouat, Francisco (2014). Breve


biografía de la Doctora Grete

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PRÓLOGO
Como Osiris
desmembrado.
El archivo de Grete
Mostny Glaser
javiera
carmona jiménez
Doctora en Historia

jorge
hidalgo lehuedé
PHD en Historia

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A Grete Mostny Glaser

14 de septiembre 1914, Linz, Austria – 15 de diciembre 1991, Santiago, Chile

En la antigua mitología egipcia Osiris antes de convertirse en divinidad había sido el más
generoso, sabio y compasivo de los reyes, asesinado y descuartizado por su celoso hermano
Set, quien esparció por todo Egipto y el Nilo los múltiples fragmentos del cuerpo de su
hermano. Cada uno de ellos fue recolectado por Isis hasta reensamblar el cuerpo, creando
así la primera momia egipcia. “Isis pescaba las partes del cuerpo y las enterraba donde las
encontrara (…) Isis, su hermana y mujer, enterraba la cabeza de su finado marido en Abydos
(…) En Abydos se veneraba desde los tiempos más antiguos una tumba de Osiris y el anhelo
de los egipcios religiosos era, de ser enterrados al lado del dios o tener al menos una estela
con la inscripción de su nombre y algunas fórmulas pías” (Mostny, 1940: 93). Osiris devino
en el dios de la fertilidad, la regeneración del Nilo y la resurrección, y fue el centro del culto
y ceremonial fúnebre al que se entregaron todas las clases sociales esperanzadas en lograr
la inmortalidad de la deidad, tal como confirman las estelas de los sarcófagos egipcios del
Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) que Grete Mostny estudió recién llegada a
Chile y al museo. La aproximación de Grete Mostny a la arqueología en Chile fue a través
de la cultura material extraída de Egipto (González et al., 2009). Se podría sugerir que la
divinidad más importante del panteón egipcio le dio la bienvenida a Chile, y su presencia se
proyectó más allá de la muerte de la arqueóloga a través de su archivo mutilado y disperso
por el mundo, como Osiris desmembrado.

El momento previo a la incineración del cuerpo de Grete Mostny en el Cementerio General


de Santiago fue el instante en que una distinguida dama dio un paso al frente, entre quienes
habíamos acompañado el cortejo, para iniciar la ronda de discursos en su homenaje,
comenzando en nombre de su prestigiosa institución. Sin embargo, con un gesto amable
fue detenida por Juan Vilches, el abogado de Grete, quien advirtió con voz fuerte y calmada
que en el testamento ella expresó su voluntad contra cualquier intento en su funeral de
hacer discursos y rendirle homenajes. El gesto se sumó a un conjunto de decisiones que
revelaron el deseo de Grete de evitar que sus pertenencias quedaran en Chile, incluidas
sus notas de campo, fotografías, películas y otros objetos y documentos de enorme valor
patrimonial. Todo lo que dejaba en el país en el que vivió por 54 años debía ser enviado a
su sobrina en Estados Unidos y así padecer los efectos del deterioro que imprime el paso
del tiempo.

En el Museo Nacional de Historia Natural hay otro conjunto de documentos relacionados


con la actividad de Grete Mostny desde sus inicios en el museo, que abarca su periodo como
investigadora (1939) y luego, como jefa de la Sección Antropología entre 1943 y 1964. Recién
llegada a Chile, Ricardo Latcham, director del MNHN, la incorporó al equipo. En esas
funciones, Grete Mostny recorrió desde Arica a Magallanes realizando diversos proyectos
asociados a figuras legendarias de la antropología chilena como Alejandro Lipschutz, en
el marco del estudio de las características antropológicas físicas de los fueguinos (1946-
1947). Antes viajó al norte con Junius Bird y su familia a realizar excavaciones en la costa

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1. Grete Mostny en Egipto. entre Arica, Pisagua (Punta Pichalo) y Coquimbo, temporada en terreno que se extendió
Colección Museo Nacional de Historia entre el 8 de octubre de 1941 al 15 de marzo de 1942. Bird señala en la introducción de su
Natural, Chile. libro Excavaciones en el Norte de Chile, que “también tuvimos con nosotros por seis meses
y medio a la Srta. Grete Mostny, Doctora en Filología, del Museo Nacional de Historia
2. Grete Mosnty en Egipto. Fines de la Natural, quien no solo compartió con gusto el polvo y falta de confort de las excavaciones,
década de 1930. sino que atendió al trabajo de referencia rutinario y revisó la literatura de las cerámicas
Fotografía gentileza de Rubén Stehberg. chilenas” (Bird y Rivera, 1988: 9).

Entre 1964 y 1982, Grete Mostny fue la conservadora o directora del museo y dejó abundante
documentación en esos fructíferos 18 años de liderazgo indiscutido. También hay escritos
que coinciden con su gestión museológica, tales como la fundación del Centro Nacional de
Museología y la participación en la Mesa Ejecutiva del International Council of Museum
(ICOM). Otros documentos corresponden también a su época docente en la carrera creada
por ella de Técnico en Museología, los cursos de arte primitivo y prehistoria de Chile en la
Universidad de Chile, y su participación en la creación de la Licenciatura en Arqueología
junto a Mario Orellana y Bernardo Berdichewski en la misma universidad.

En el conjunto se dispone, asimismo, de anotaciones sobre algunas investigaciones


realizadas entre 1939 y 1943. Cuadernos de notas de reuniones, inventarios, circulares
enviadas a distintas autoridades, cartas a personalidades públicas, apuntes variados con
referencias bibliográficas, dibujos de restos arqueológicos, son algunos de los fragmentos
del archivo de Grete Mostny que afortunadamente han sido ordenados, clasificados y
descritos y que, a partir de esta publicación, quedan disponibles para toda la comunidad.

Para nuestra sorpresa, en el conjunto hay algunos documentos anteriores a 1939, año de
su llegada a Chile, como la foto en blanco y negro en la que con poco más de 24 años posa
mirando fijamente a la cámara delante de una imponente pirámide en Guiza. La vida de
Grete Mostny fue marcada por sus orígenes europeos, austriacos y pertenencia familiar
a la tradición judía. Esto explica, junto a su talento personal, su muy amplia cultura y
conocimientos de diversas lenguas, tales como el alemán, ruso, inglés, francés, italiano,
español, además de algún número de lenguas muertas (Yáñez, 2008: 2). La coyuntura de la
Segunda Guerra Mundial y la repudiable persecución nazi a las personas judías, impulsó a
su familia a huir a Chile. Sus excepcionales antecedentes académicos con dos doctorados,
uno en la Universidad de Viena y el siguiente en la Universidad de Bruselas, acreditaban
su vasta cultura, amplio conocimiento en la prehistoria de Oriente, junto con una gran
profundidad científica y estética (Durán, 1977).

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prólogo | como osiris desmembrado. el archivo de grete mostny glaser

Como suele suceder con las figuras que ejercieron gran impacto en la vida cultural y
científica de un país, hay múltiples documentos desperdigados entre archivos institucionales
y particulares, generando una especie de resonancia entre ellos cuando se constata que
un testimonio o copias de los mismos se encuentran paralelamente en diversos lugares.
Tarjetas de saludos y felicitaciones, muchas fotografías y otro tipo de manuscritos están
repartidos entre quienes la conocieron y trabajaron con ella. También hay recortes de
prensa, pues ella fue presencia constante en la prensa nacional e internacional. Al recorrer
las páginas de los diarios y revistas se va descubriendo a Grete Mostny como una mujer
que era una celebridad científica de Chile a nivel mundial. En 1954 recuperó para el MNHN
la momia del niño sacrificado en el período incaico proveniente del Cerro El Plomo, el
primero de los santuarios de altura descubiertos en Chile, y que constituye un gran aporte
al patrimonio mundial, cuya investigación continúa en muchos aspectos.

Tanto la documentación disponible en el Museo Nacional de Historia Natural como en la obra


de Grete Mostny se advierte su participación en las redes científicas y culturales nacionales
e internacionales, en las que incursionó y aportó en diversos campos como la egiptología,
antropología física y, particularmente, en la museología desde la perspectiva de la divulgación
científica y la formación temprana de investigadores con las Juventudes Científicas. En 1968
impulsó también las Maletas científicas por todo el país, iniciativa para llevar a los colegios
una pequeña selección de piezas del museo (insectos, minerales, plantas), junto con el Museo
Tren, un vagón con exposiciones itinerantes que finalmente no prosperó.

Por último, hay que añadir la memoria de quienes la conocieron y trabajaron con ella. A
Grete Mostny la han recordado con frecuencia sus discípulos más cercanos, sus estudiantes
y colegas del Museo Nacional de Historia Natural que han procurado preservar su memoria,
tales como Eliana Durán, Rubén Stehberg, Silvia Quevedo y Carlos Aldunate, entre otras
y otros. La Sociedad Chilena de Arqueología le rindió homenaje al incorporarla a sus
filas y al momento de su muerte también por medio de un magnífico artículo de Carlos
Aldunate publicado en El Mercurio de Santiago en 1991, en el que afirma “Grete Mostny
fue la cabeza indiscutida de la arqueología chilena prácticamente desde su llegada al país
en 1939” (Aldunate, 1992: 14). En el homenaje que le rindió la comunidad arqueológica ella,
en su discurso de agradecimiento, compartió la visión de sí misma, discreta, reservada y
sencilla. En este entonces expresó su deseo de no ser aplaudida al señalar: “Hay personas
que han nacido para recibir homenajes y los aceptan como algo a que tienen derecho. Yo
no pertenezco a ellas. Pertenezco, en cambio, a ese grupo de privilegiados para los cuales su
profesión coincide con sus intereses, y así su trabajo se transforma en juego” (Mostny, 1977).

Hubo colegas que alcanzaron a compartir antes de morir sus recuerdos y el gran aprecio
que profesaron por Grete Mostny, como las inolvidables Nieves Acevedo y Victoria Castro,
quienes dejaron testimonios audiovisuales muy sentidos que conforman este archivo disperso.

Si bien es cierto que una parte muy valiosa de los archivos personales de Grete Mostny serán de
difícil recuperación, cabe destacar que la documentación histórica muchas veces fluye en múltiples
direcciones. Por ello, es posible que en el futuro sigamos encontrando archivos y memorias de
esta insigne arqueóloga y gestora cultural, lo que también es condición para que se desarrollen
nuevos estudios que analicen su aporte a las diferentes disciplinas que trabajó y en las variadas
problemáticas culturales que fueron de su interés y que abarcaron la investigación, docencia,
gestión patrimonial y extensión, a lo largo de 43 años. Grete Mostny fue parte de una generación
de intelectuales, artistas y científicos que compartieron la convicción de la responsabilidad social
de las instituciones culturales y del conocimiento para el bienestar y equidad de la sociedad
chilena mediante el mejoramiento de la educación en todos sus niveles, como Juan Gómez Millas,
ex rector de la Universidad de Chile y Ministro de Educación, segundo esposo de Grete Mostny.

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3. Fichas bibliográficas utilizadas por Grete La comprensión y valoración de su obra será ahora una tarea que se podrá construir con
Mostny. fuentes públicas y asequibles, a las que se deben agregar los libros y artículos escritos por
Fotografía equipo del proyecto - MNHN. ella y los de aquellas personas que han analizado su obra. En esta perspectiva cabe destacar
que numerosas publicaciones de Grete Mostny han sido digitalizadas y están a la mano de
4. Sobre de carta dirigida a Grete Mostny. cualquier lector o lectora en el portal web de publicaciones del MNHN.
Fotografía equipo del proyecto - MNHN.

Es obvio que su vida europea, anterior a su arribo a Chile, requerirá de esfuerzos mayores
de búsqueda y, aunque parezca sorprendente, también la década que sigue a su jubilación
en medio de la dictadura, con su retiro incentivado por las autoridades de la DIBAM,
hasta su muerte una década después, lapso caracterizado por un silencio profundo y
desconcertante, y una pregunta final sobre las razones que la impulsaron a no dejar huella
de sí misma en Chile.

El archivo de Grete Mostny es un cuerpo desunido. Es un todo orgánico con sus partes
desmembradas alrededor del mundo como Osiris. En suma, este archivo del Museo Nacional
de Historia Natural es fundamental para estudiar la gestión científica y museológica de
Grete Mostny y es el primer paso para la construcción de una guía a los diferentes archivos
que conservan parte de su memoria.

16
prólogo | como osiris desmembrado. el archivo de grete mostny glaser

referencias Aldunate, Carlos. (1992).


bibliográficas Homenaje a Grete Mostny. El
Mercurio de Santiago 12-01-1992,
p. E 14.

Bird, Junius y Mario Rivera.


(1988). Excavaciones en el
Norte de Chile. Arica: Ediciones
Universidad de Tarapacá.

Durán, Eliana. (1977). Biografía de


la Dra. Grete Mostny. Noticiario
Mensual MNHN. 21(251), pp. 5-7.

González, Carlos, Gabriel


Valenzuela y Nieves Acevedo
(2009). Egiptología en Chile:
reflexiones iniciales sobre la
colección egipcia del Museo
Nacional de Historia Natural,
Santiago. Boletín del Museo
Nacional de Historia Natural. 58,
pp. 105-120.

Mostny, Grete. (1940). Las


momias egipcias conservadas
en el museo. Boletín del Museo
Nacional de Historia Natural. 18,
pp. 87-102.

Mostny, Grete. (1977). Discurso


de agradecimiento. Noticiario
Mensual MNHN. 21(251), pp. 10-11.

Yáñez, José. (2008). Grete Mostny


Glaser y el Museo Nacional de
Historia Natural de Chile (1914-
1991). Gestión Ambiental 15, pp.
1-4.

17
Reflexiones en torno a
los archivos de ciencia:
los papeles de Grete
Mostny Glaser
luz maría
narbona medina
Archivera e Historiadora

18
Para los propósitos de esta Comúnmente, los archivos han sido concebidos por las y los especialistas como conjuntos
de documentos. En palabras de Antonia Heredia, “acumulados en un proceso natural por
reflexión, resulta necesario una persona o institución pública o privada en el transcurso de su gestión, conservados,
respetando su orden original, para servir como testimonio e información para la persona
preguntarse sobre algunos o institución que los produce, para los ciudadanos o para servir de fuentes de historia”
(Heredia, 1987:47). Así, los archivos se han presentado a las y los investigadores como
rasgos distintivos de los espacios objetivos y, a la vez, como conjuntos de pruebas veraces y fidedignas. Es decir, bajo
la mirada de Terry Cook, los archivos se entienden como “residuos naturales y orgánicos
archivos científicos dentro de la actividad humana” (Cook, 2013:98). El mismo Cook plantea que la conceptualización
de los archivos como fuentes estables se debe, principalmente, a que las y los “archiveros
de instituciones científicas, tradicionalmente han ocultado a los investigadores todo el desorden de los documentos
(y sus entidades creadoras), presentando en su lugar una visión monolítica, racionalizada
para así pensar en cómo y bien organizada del conjunto de documentos (o fondos archivísticos) que a menudo
ni siquiera existieron de esa forma en la realidad de su creador o creadores originales”
se van construyendo estos (Cook, 2010:225). Esto, según Cook, marca una diferencia también entre una noción de
“archivo” y la realidad de “los archivos”, en la medida en que las y los investigadores –y
depósitos de objetos- principalmente las y los historiadores– han teorizado y generado discusiones en torno a la
idea de un espacio abstracto, sin poner atención a una infinidad de prácticas que nacen de
documentos. la multiplicidad de archivos. Incluso, obviando la doble significancia que puede alcanzar la
palabra archivo: archivo-espacio y archivo-documentos.

De este modo, el énfasis debe estar en sostener que los archivos son múltiples y existen
de una diversidad de maneras. Al respecto, Lorraine Daston plantea que, dada la
heterogeneidad histórica de los archivos, no tiene mucho sentido buscar una definición
ligada a la forma, ubicación, al contenido o incluso a los productores de estos (Daston,
2017:12). La intelectual toma distancia de los grandes paradigmas que rigen la organización
archivística y que resultan necesarios para la elaboración de la estructura racionalizada
que nos expone Cook. Daston, va más allá y sostiene que los límites entre los archivos
y las colecciones (incluidos los museos, las bibliotecas y los bancos de datos) han sido
históricamente fluidos, lo que resulta sumamente interesante a la hora de pensar en las
múltiples intersecciones que se generan entre los objetos de museos, las colecciones, las
bibliotecas y los archivos al interior de los espacios científicos (Daston, 2017:15). Por tanto,
sostengo que estos objetos se van construyendo en continuas intersecciones y, también,
en consonancia con los intereses de las mismas instituciones y de sus investigadores. Hay
que pensarlos en relación constante y no solo regido por sus propias lógicas disciplinares.

Para los propósitos de esta reflexión, resulta necesario preguntarse sobre algunos rasgos
distintivos de los archivos científicos dentro de instituciones científicas, para así, pensar
en cómo se van construyendo estos depósitos de objetos-documentos. Lorraine Daston
conceptualiza los archivos científicos y plantea que se erigen como una tercera naturaleza
dentro del universo investigativo. De este universo, se destaca una primera naturaleza que
se entiende desde “la complejidad bullente y enmarañada de los fenómenos a medida que
se producen”, es decir, la naturaleza misma; el segundo nivel o la segunda naturaleza es la
investigación sistemática y selectiva de los fenómenos en el laboratorio, el observatorio
y el campo. Por último, la tercera naturaleza sería el depósito de los hallazgos de la
segunda naturaleza seleccionados para perdurar en los archivos de la ciencia. Los archivos
científicos, en palabras de la intelectual podrían consistir en datos digitales almacenados
en servidores, artículos de papel en revistas encuadernadas y almacenadas en bibliotecas
o fósiles guardados en los cajones de los armarios de los museos. Daston, sostiene además,
que a diferencia del laboratorio, el observatorio y el campo, los archivos de las ciencias

19
1. Diversidad de libretas utilizadas por –los herbarios de los botánicos, los registros de observación de los astrónomos, los sitios
Grete Mostny. digitales de los investigadores del clima, las bibliotecas de todo tipo, desde pergaminos
Fotografía equipo del proyecto - MNHN. hasta escaneos digitales–, han sido en gran medida invisibles como lugar de la ciencia
(Daston, 2017:21).

Terry Cook afirma que los archivos han sido invisibilizados, también, porque frecuentemente
se han vinculado con la disciplina histórica. “La investigación archivística no sólo domina
la imaginación de los historiadores; los archivos de los historiadores dominan nuestro
imaginario colectivo de toda investigación archivística” (Cook, 2010:55). Pero, los archivos
no son sólo históricos y pueden cumplir distintas funciones para distintas personas en
distintos espacios. En relación con las funciones y el uso, Daston manifiesta que los archivos
científicos suelen compartir dos propiedades: son oportunistas y abiertos. Es decir, están
disponibles para el público en general y pueden ser utilizados de maneras muy disímiles al
cómo fueron pensados inicialmente. Estas dos características tienen su origen en la misma
causa; el desarrollo imprevisible de los programas de investigación (Daston, 2017:22). Para
complementar esta definición, se puede exponer que los archivos contribuyen también a
las funciones de las mismas instituciones y, que el carácter abierto de los documentos, en
muchos países, no está garantizado.

Es importante señalar que no son solo los resultados de las investigaciones lo que se
acumula en los archivos científicos, sino que también, muchos de los elementos necesarios
para la fabricación del conocimiento. Esto nos permite reconstruir las prácticas que han
realizado tanto las y los científicos, investigadores e instituciones para llevar adelante sus
programas de investigación: ¿Cómo se acumulan los objetos y las colecciones? ¿Cuáles son
sus trayectorias internas? ¿Cómo se ordenan? ¿Qué luces dan esos objetos de esa primera
y segunda naturaleza de las que nos comenta Daston? ¿Cómo nos aproximamos a una
naturaleza que es pasada? ¿De qué manera ésta se vincula con las colecciones? ¿Cuántos
objetos se han perdido en el camino? ¿Cómo se vinculan las colecciones con las historias
institucionales de los espacios que las albergan? ¿Cómo dialogan y se intersecan archivos,
bibliotecas y museos dentro de las instituciones científicas?

Sostengo que la racionalización que proponen los archivistas también contribuye a resolver
alguna de las interrogantes anteriormente planteadas. Reflexionar en torno a las prácticas
que hacen posible la producción de estos objetos documentales, permite construir una
estructura que les da soporte y contexto. De este modo, el destacable aporte que han hecho
las y los archivistas en dilucidar el trasfondo de los acervos documentales, ha permitido al
menos un siglo de investigación científica contemporánea. El trabajo de vincular dichos
objetos requiere trazar un mapa e ir generando capas de inteligibilidad que posibilita

20
primer capítulo | reflexiones en torno a los archivos de ciencia: los papeles de grete mostny glaser

que un archivo se constituya como tal. Poner atención en aquellos filtros que han sido
fabricados para atenuar el desorden, es un primer paso para un mejor entendimiento de
estos objetos científicos.

Siguiendo esta lógica, uno de los procesos indispensables por parte de las y los archiveros
a la hora de conformar un archivo es la reconstrucción –en mayor o menor medida– de la
historia de los documentos. Desentrañar esa historia es clave, tanto para los procesos de
orden y sistematización de la información, como también, para su valoración. Esta última
es otra de las prácticas necesarias dentro de los archivos en el mundo contemporáneo. De
hecho, para reconocer la relevancia de este proceso, Terry Cook señala que “Podría afirmar
que un acto de interpretación histórica muy importante –quizá el acto más importante–
tiene lugar no cuando el historiador abre la caja de archivo, sino cuando el archivero llena
la caja de archivo e indirectamente, a través de un proceso de valoración archivística,
destruye el 98 o 99 por ciento del resto de documentos que no entran en esa u otra caja de
archivo” (Cook, 2010: 157). Junto a esto, debemos relevar los instrumentos de descripción
que generan las y los archiveros para que se pueda hacer uso del archivo. Estos filtros,
como los inventarios, cuadros de clasificación, catálogos y bases de datos, “se basan en la
profundidad, calidad y presentación de la investigación que los archiveros llevan a cabo
sobre los muchos contextos, siempre en evolución, de los documentos y sobre sus propias
actitudes socioculturales; es decir, en la propia historia de los documentos de archivo y
en la necesidad o deseo del archivero de desentrañar esa historia como base de todos los
procesos y funciones archivísticas (Cook, 2017:157)”.

De este modo, resulta imprescindible identificar algunos de los elementos que han
permitido la conformación del Archivo Grete Mostny Glaser, así como también, las
valoraciones previas que tuvieron parte de los documentos por funcionarios y la pesquisa
de los rasgos de los propios contextos documentales, que permitieron identificar, no
solo los procesos y funciones de Mostny, sino que también, del Museo mismo. Todo
esto, en sintonía con los filtros que se han ido creando para vislumbrar estos procesos.

el archivo grete mostny


Los documentos encontrados en una de las salas del Museo Nacional de Historia Natural
de Chile (MNHN) estuvieron apilados por más de 40 años en uno de los salones de la
institución. Los nombres de Nieves Acevedo, Miguel Ángel Azócar y Eliana Durán son
imprescindibles a la hora de dilucidar la trayectoria de estos. Mientras hay quienes
sostienen que los papeles de Grete Mostny Glaser estuvieron ocultos por 40 años, casi con
una intención de esconder para proteger; otras personas afirman que fueron principalmente
funcionarias, compañeras y discípulas de la doctora Grete Mostny las que se encargaron
de valorar, ordenar y resguardar su documentación. Sin embargo, los papeles estuvieron
ocultos por más de 40 años al interior del MMHN, quedando en el olvido del público, los
investigadores y perviviendo sólo en comentarios de pasillos o recuerdos de antiguos
trabajadores del museo.

El archivo de Grete Mostny es rico en la medida en que se puede desentrañar parte de la


historia institucional del museo. Ese mismo ejercicio de desorden y orden nos habla de las
prácticas dentro de la misma institución y, también, de las valoraciones que tuvieron los
documentos por parte de aquellas personas que se dedicaron a resguardarlos. El hecho que
Nieves Acevedo haya conservado todas las series de egiptología, además, de que Miguel
Ángel Azocar y Eliana Durán hayan ordenado los documentos del Consejo Internacional
de Museos (ICOM) habla del valor que tuvieron ciertos objetos para ellos. Este ejercicio
es valioso en la medida que nos permite a las y los investigadores trabajar con esos
documentos hoy. Sostengo, siguiendo lo planteado por Lorraine Daston, que a pesar del
esfuerzo que hacen la gran mayoría de las y los archivistas por delimitar, categorizar y

21
2. Libretas utilizadas por Grete Mostny. darle sentido a los conjuntos documentales, la creación de este acervo permite entender
Fotografía equipo del proyecto - MNHN. que los límites que existen entre archivos personales, archivos institucionales y archivos
disciplinares son complejos de establecer y que, muchas veces, no responden la lógica de
un orden original o de un principio de procedencia. Es necesario destacar también, que
los objetos que se resguardan en este archivo están imbricados con las colecciones y las
bibliotecas que permanecen custodiadas en el Museo y habría que preguntarse, por tanto,
cómo podemos relacionar estos objetos entre sí para un mayor entendimiento de la ciencia
y el conocimiento en general.

De este modo, es posible sostener que este archivo contribuye a la práctica y los estudios
disciplinares en la medida en que establece un cruce de información con el resto de los
objetos científicos y arqueológicos depositados en el Museo. Muchas de estas colecciones
provienen de excavaciones realizadas en distintas épocas y diversas partes del territorio,
y han sido resguardadas en los depósitos y galerías del MNHN sin contexto. Asimismo,
la arqueología y la museología se han transformado con el tiempo y necesitan de nuevos
elementos para llevar adelante sus programas de investigación. En este sentido, es posible
afirmar que varias de las colecciones —sin contexto de excavación que se encuentran
depositadas en el Museo— están vinculadas a los documentos que hay en el Archivo
Grete Mostny, ya que, estos son bastante ricos en este tipo de información. A través de los
informes de excavación y los cuadernos de campo elaborados por la doctora Mostny, es
posible aproximarnos a los pormenores de esas expediciones y a los orígenes de muchos
de los objetos almacenados dentro del museo. Por tanto, ¿son útiles las delimitaciones
entre colecciones y archivos, si estos se retroalimentan constantemente? ¿Cómo podrían
imbricarse desde un punto de vista teórico-práctico? ¿Cómo las disciplinas debiesen
promover esos vínculos? Incluso, si vamos más allá y pensamos en las reflexiones en torno
a la naturaleza de los archivos que nos propone Lorraine Daston, ¿cuáles son las distancias
y los vínculos entre esa primera, segunda y tercera naturaleza que podemos pesquisar
en este archivo? Es decir, entre las tumbas y los sitios arqueológicos, lo recopilado por
Grete Mostny durante sus años de excavaciones y lo que hoy se conserva en su archivo. Los
objetos científicos nos permiten cruzar esas fronteras.

Finalmente, de este modo, propongo con este trabajo iniciar una discusión en el traspaso de
esas fronteras y pensar a las instituciones científicas como espacios con objetos vinculantes.
Los esfuerzos hechos por las y los archivistas para generar contexto, soporte y estructura a los
archivos no son suficientes y se hace necesario proponer un giro en la disciplina. Los aportes
que han hecho diversos investigadores en el siglo XXI a esta discusión son fundamentales
y las y los archiveros tendríamos que involucrarnos en ella. Así, podríamos profundizar
en el entendimiento de estos objetos en la generación y producción del conocimiento. Los
documentos resguardados por este archivo, no solo permiten identificar ámbitos en la vida
de Grete Mostny, sino que también, reflexionar en torno a las instituciones científicas, los
programas de investigación, las diversas disciplinas vinculadas al conocimiento y, sobre todo,
vincularnos también con las distintas capas de la naturaleza.

22
primer capítulo | reflexiones en torno a los archivos de ciencia: los papeles de grete mostny glaser

referencias Cook, Terry. (2010). Panoramas


bibliográficas del pasado: archiveros,
historiadores y combates por la
memoria. Tábula. 13, pp. 153-168.

Cook, Terry. (2013). Evidence,


memory, identity, and
community: four shifting archival
paradigms. Archival Science. 13(2-
3), pp. 95-120.

Daston, Lorraine. (2017). Third


Nature. En Danston, Loraine
(Ed.) Science in the Archives:
Pasts, Presents, Futures. Chicago:
University of Chicago Press.

Heredia, Antonia. (1989).


Archivística general: teoría y
práctica. Sevilla: Servicio de
publicaciones de la Diputación de
Sevilla.

23
Actividades
arqueológicas y
antropológicas de la
Dra. Grete Mostny
francisco
garrido escobar
Arqueólogo y
Curador del Área de
Antropología, MNHN

24
Sus contribuciones Grete Mostny marca un antes y un después en la arqueología chilena. Fue la primera
arqueóloga profesional del país, contando además con especialización de doctorado.
en el ámbito de la Sus contribuciones en el ámbito de la arqueología, registros etnográficos y su labor
administrativa y de gestión en el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) fueron
arqueología, registros fundamentales para la consolidación de la disciplina arqueológica en Chile, tanto a nivel
especializado como de difusión hacia la comunidad.
etnográficos y su labor
Desde que llegó como refugiada a nuestro país en 1939, Mostny ya era una persona con un
administrativa y de gestión currículum excepcional. A sus 25 años contaba con un doctorado obtenido en la Universidad
de Viena en Egiptología, Estudios Africanos y Prehistoria, además de un segundo doctorado
en el Museo Nacional de en Bruselas con especialización en Filología e Historia Oriental (Troncoso, 2018). Además,
Mostny poseía experiencia de investigación arqueológica en Egipto y había realizado un
Historia Natural fueron trabajo museológico en Italia, en el Castello Sforzesco de Milán. Su partida a Chile como
parte de las vicisitudes de la Segunda Guerra Mundial no interrumpió sus anhelos de
fundamentales para desarrollo profesional, los que re-enfoca en una amplia gama de estudios arqueológicos en
el Norte y Centro del país. Dado que en aquella época el MNHN era la única institución
la consolidación de la científica que desarrollaba un trabajo sistemático en arqueología, Mostny se acercó allí en
busca de oportunidades laborales y fue contratada por su director, el arqueólogo Ricardo
disciplina arqueológica Latcham. De esta manera, Grete Mostny comenzó a trabajar en la sección de Antropología,
de la que pronto llegaría a ser jefa, en 1943. Por su trayectoria, no es de extrañar que uno
en Chile, tanto a nivel de sus primeros trabajos fuera en relación a las momias egipcias del MNHN, de las que
realiza una nueva traducción de sus inscripciones y las vuelve a situar cronológicamente
especializado como (Mostny, 1940).

de difusión hacia la En sus primeros años en el MNHN, Mostny participó en diversas expediciones arqueológicas
entre las que destacan la de Punta Pichalo en Tarapacá, a cargo del arqueólogo norteamericano
comunidad. Junius Bird; las excavaciones en el sitio El Olivar en La Serena junto a Francisco Cornely,
además, de otras expediciones en Arica, lideradas por la doctora. Crecía en ella un mayor
interés por la arqueología chilena, lo que marcaría el resto de su vida. De hecho, al terminar
la Segunda Guerra Mundial, Grete decide quedarse en Chile y en el MNHN, aun cuando
la Universidad de Viena la convocó a trabajar allí (Acevedo, 2014). De acuerdo con una
entrevista, Mostny menciona que, a pesar de haberse especializado en egiptología, “mi
idea fue siempre el investigar las culturas americanas… pero yo era tan joven que el cariño
de mi madre no me permitió venir tan lejos” (Revista Maribel, 1945:21). La labor de Grete
Mostny se enmarca en lo que Orellana denomina como el “Cuarto Período” de la historia
de la arqueología en Chile, caracterizado por el fuerte desarrollo del trabajo arqueológico
en museos del país, destacando el caso del MNHN y el Museo Arqueológico de La Serena
encabezado por Francisco Cornely, en un momento previo al desarrollo de la arqueología
como disciplina académica en la universidad (Orellana, 1990).

la arqueología del norte grande


En sus primeras exploraciones independientes en Arica en 1942-1943, Mostny excavó en
los sectores de La Lisera, Faldas del Morro, Azapa y Lluta, trabajando sitios de funebria
asociados principalmente al periodo intermedio tardío. Destaca en sus conclusiones un
desafío a la clásica secuencia arqueológica de Max Uhle, que también había sido adoptada
por Latcham, la que aseguraba que existía una fase de expansión “Chincha Atacameña”
pre-incaica. Para Mostny, no había evidencia ni en Arica ni en el sur del Perú sobre la
existencia de una conquista Chincha ni de un periodo de influencia de dicha cultura sobre
las manifestaciones culturales locales, en época previa a la influencia Inca (Mostny, 1944).

25
1. Mapa dibujado con ubicación de sitios y De acuerdo a Foccacci (1989), su desafío a la “posición oficial” de la arqueología chilena
material excavado por A. Capdeville en en ese momento, repercutió en su alejamiento de Arica hasta fines de la década de 1950,
Taltal. cuando sería nuevamente invitada a colaborar en la zona por el arqueólogo local Percy
Fotografía equipo del proyecto - MNHN. Dauelsberg. Grete Mostny apoyó la creación de un museo regional en 1959 y luego, en 1961,
2. Carpeta de Grete Mostny sobre fue fundamental en la organización del “Encuentro Arqueológico Internacional”, el que
diccionario yagan - inglés. vendría a ser reconocido como el primer congreso nacional de arqueología (Foccaci, 1989).
Fotografía equipo del proyecto - MNHN. Luego, en el segundo congreso realizado en San Pedro de Atacama, Mostny sería una de las
socias fundadoras de la Sociedad Chilena de Arqueología.

En 1948 Grete Mostny realizó dos viajes de exploración arqueológica a la zona del Loa y
sus afluentes, incluyendo el área del salar de Atacama. Estos viajes fueron organizados
por el MNHN y el Departamento de Extensión Cultural de la Universidad de Chile. Esta
expedición tuvo como producto el extenso artículo titulado “Ciudades Atacameñas”
(Mostny 1948-1949), el que ofrece una amplia perspectiva de los principales asentamientos
con arquitectura prehispánica en dicho territorio. Si bien, existieron otras exploraciones
y trabajos precedentes de síntesis sobre la arqueología atacameña como la obra publicada
por Ricardo Latcham (1938), el trabajo de Mostny se distingue por una preocupación en la
distribución espacial de los sitios más que solo en las categorías de artefactos, publicando
algunos de los primeros planos de sitios emblemáticos como Quitor, el Tambo de Catarpe,
Turi, Zapar y Peine Viejo.

Sin embargo, uno de los sitios más relevantes estudiados por Mostny fue Guatacondo, que
fue una de las primeras aldeas de Tarapacá durante el periodo Formativo. Este sitio fue
conocido por la doctora Mostny en la década de 1960, gracias a la información brindada
por el ingeniero Emil De Bruyne, quien trabajaba en la Chile Exploration Company en
Chuquicamata. A partir de su ocupación y su familiaridad con el desierto, De Bruyne
desarrolló un interés en la etnografía y la arqueología de la zona de Tarapacá y el Loa,
desarrollando una amistad con Mostny en función de su mutuo interés por la región. Luego
que De Bruyne y el geólogo Robert Hamilton realizaron los primeros reconocimientos de
Guatacondo en 1963 y que publicasen sus hallazgos en el Boletín del MNHN (De Bruyne,
1963), sería Grete Mostny quien continuaría los trabajos de investigación en el lugar.
Esto lo hizo en conjunto con Patricio Ñúñez (Mostny, 1971) y también en colaboración
con los arqueólogos norteamericanos Clement Meighan y Delbert True. Estos últimos
publicarían la obra monográfica titulada “Prehistoric Trails of Atacama” referente a las
excavaciones llevadas a cabo en Guatacondo en 1969 (Meighan y True, 1980), en donde
Mostny también participó con un capítulo (Mostny, 1980). La aldea de Guatacondo posee

26
segundo capítulo | actividades arqueológicas y antropológicas de la dra. grete mostny glaser

alrededor de 180 estructuras circulares de barro, aglutinadas alrededor de una gran plaza
pública central que tiene una piedra vertical en su centro; su importancia radica en que marca los
inicios de la sedentarización en la pampa, posiblemente relacionada al trabajo agrícola colectivo de
modo estacional. Hasta la actualidad, es reconocido como uno de los sitios más emblemáticos del
denominado periodo “Formativo” en el Norte Grande.

el trabajo etnográfico de grete mostny


Parte del interés etnográfico de Grete Mostny surge gracias a su amistad con el biólogo Alexander
Lipschütz, quien ya había desarrollado un fuerte interés antropológico que lo llevaría a fundar más
tarde el primer Instituto Indigenista Chileno. Con él, Mostny organizó una exploración a Tierra
del Fuego en 1946, con el fin de estudiar los grupos sanguíneos de los pueblos kawésqar, selknam y
yámana (Mostny et al., 1946). Dicho trabajo que fue publicado en la revista “Nature”, determinó que
tales pueblos poseían el mismo grupo sanguíneo que gran parte de la población chilena (Lipschütz et
al., 1946), desafiando así ciertos prejuicios de determinismo biológico. En este viaje Mostny realizó
diversos registros de relaciones de parentesco y observaciones etnográficas, lo cual le serviría más
tarde como experiencia para sus futuros trabajos en el norte grande.

Los viajes arqueológicos a la zona de San Pedro de Atacama también contribuyeron a despertar en
Mostny un gran interés respecto al pueblo atacameño. Ello derivó en la posibilidad de realizar el
estudio etnográfico de su cultura y de su antigua lengua. En 1949, Mostny toma el pueblo de Peine
como caso de estudio para realizar junto con un equipo de investigadores una gran monografía
etnográfica, describiendo su entorno, cultura material, organización social y del trabajo, costumbres,
tradiciones religiosas y aspectos del idioma kunza, el que en esa época estaba en vías de desaparición
y sólo se conservaba de modo parcial por algunos de sus habitantes (Mostny, 1954). Destaca su interés
por la cultura material y arquitectura atacameña, manifestando un claro nexo entre su experticia
arqueológica y antropológica.

En la misma línea, a principios de la década de 1950, Grete Mostny se aventura para realizar una
investigación etnográfica pionera sobre antropología médica. Entre 1951 y 1952, el Instituto de
Antropología Social del Smithsonian Institute de Estados Unidos, dirigido por el profesor Ozzie G.
Simmons de la escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, llevó a cabo un ambicioso
proyecto cuyo objetivo era poder estudiar las manifestaciones culturales de la medicina popular en
poblaciones mestizas de Chile y Perú (Simmons, 1955). En el caso de Chile, el estudio fue realizado
en áreas urbanas de Valparaíso y Temuco, en donde Mostny colaboró elaborando preguntas según el
conocimiento local de las enfermedades “ folk” o populares como ella describe. Asimismo, la doctora
Mostny participó directamente en la realización de entrevistas en terreno con pacientes de hospitales
y consultorios, tarea en la que contó con el apoyo del servicio de salud pública (AHA, 62-004). El
conocimiento popular sobre las enfermedades y las formas de tratarlas está basado en expresiones
culturales mágico-religiosas y empíricas sobre cómo tratar ciertas aflicciones. En este sentido,
se destaca el aporte de Mostny en cuanto a la percepción social sobre la noción de
enfermedad, además de la experiencia cultural y política sobre los procesos de sanación y
sobre quienes tienen la autoridad acerca del conocimiento médico.

arqueología de chile central


Respecto a sus trabajos arqueológicos en Chile Central, una de sus primeras aproximaciones
fue el trabajo en el cementerio incaico de La Reina, el que fue conocido como parte de
un hallazgo casual a los pies del Cerro de Ramón en 1947. El involucramiento de Mostny
permitió la realización de una de las primeras excavaciones sistemáticas de un sitio
funerario de época incaica en Chile Central, el que contaba con elaboradas sepulturas
ampollares con túnel y peldaños de acceso. De estas sepulturas, cinco fueron estudiadas y

27
3. Una de las primeras fotografías del Niño publicadas en el boletín del MNHN (Mostny, 1947), obteniéndose de ellas una importante
del cerro El Plomo en Puente Alto. 1958. colección de alfarería de formas incaicas con estilos regionales y de influencia diaguita en
(Autor de la fotografía Jorge Kaltwasser). su decoración, además, de algunos artefactos de metal como una maza estrellada, un tumi,
Colección Museo Nacional de Historia una manopla y algunas láminas de oro que rodeaban la frente de dos de los individuos
Natural, Chile. enterrados allí. Si bien, existía conocimiento de otros hallazgos incaicos previos en
Santiago, este fue el primer contexto arqueológico investigado de modo detallado, hecho
que permitió a Mostny establecer relevantes inferencias acerca de la llegada de los Incas y
su influencia en Chile Central.

Aunque el hallazgo de La Reina fue de gran relevancia, su mayor logro en el estudio de


la presencia incaica en la región acontecerá unos años más tarde, por medio de otro
descubrimiento casual. Esta vez, el hallazgo se corresponde con el cuerpo de un niño que
se mantuvo preservado en frío por más de cinco siglos cerca de la cumbre del Cerro El
Plomo. En el verano de 1954, unos arrieros que también buscaban yacimientos mineros
llegaron a los 5400 metros de altura en el Cerro El Plomo, en donde excavaron la última de
las tres plataformas ceremoniales incaicas del lugar, la última que aún se mantenía intacta.
Allí encontraron un camélido de oro, uno de spondylus, una figura femenina de plata y
otras dádivas que rodeaban la sepultura de un niño que fue ofrendado bajo el ritual de
la capacocha, el que funcionó como un mecanismo de control imperial de la cuenca de
Santiago. Los descubridores, Guillermo Chacón, Luis Gerardo Ríos y Jaime Ríos, intentaron
ofrecer su hallazgo en el Museo Histórico Nacional, pero no tuvieron respuesta; sin
embargo, al llegar al MNHN, fueron recibidos por Grete Mostny, quien inmediatamente
comprendió la importancia patrimonial y científica de dicho descubrimiento. Ella hizo
diversas gestiones para poder adquirir el cuerpo del niño y sus ofrendas y, además, logró
conseguir la compra de una vitrina refrigerada para poder conservarlo para la posteridad.

Gracias a la colaboración de un equipo multidisciplinario, Mostny realizó una serie de


estudios al niño del cerro El Plomo, los que incluyeron diversos análisis paleopatológicos,
además de la descripción y análisis de su|s ofrendas, ajuar, arquitectura y entorno del lugar
del hallazgo. Todo ello fue publicado de modo monográfico en el boletín del MHN (Mostny,
1959), siendo uno de los primeros estudios globales de un individuo de época inca tan bien
preservado dentro del contexto de una capacocha.

28
segundo capítulo | actividades arqueológicas y antropológicas de la dra. grete mostny glaser

conclusiones
Como hemos podido ver en esta breve reseña, la labor arqueológica de Grete Mostny estuvo
presente desde Arica hasta Chile Central, aportando con nuevas interpretaciones que por
una parte cuestionaron algunos supuestos previos como el de la influencia “Chincha”
propuesto por Max Uhle, así como también, la llevaron a profundizar el estudio de la
presencia Inca en Santiago gracias a sus excavaciones en La Reina y el posterior estudio del
relevante hallazgo del niño del Cerro El Plomo. En este último caso, es relevante destacar
que la fama del descubrimiento fue noticia mundial en la época y le dio al MNHN un puesto
relevante como institución científica de renombre internacional.

Es por ello que, más allá de sus trabajos arqueológicos específicos, cabe destacar que su trabajo
en el MNHN llevó a la doctora Mostny a tener un profundo conocimiento de las colecciones
arqueológicas de todo el país, lo que la llevaría a materializar aquello en dos relevantes libros
de síntesis: “Culturas Precolombinas de Chile” publicado en 1954 y “Prehistoria de Chile” de
1971, publicación que ha tenido varias reediciones hasta la actualidad y que, originalmente,
tenía como imagen de portada la figura antropomorfa de oro de Guatacondo. Estos libros dan
cuenta de la importancia que Mostny le entregó a la difusión del conocimiento arqueológico
hacia la sociedad, más allá del interés meramente científico de su trabajo. Del mismo modo
que destaca su trabajo de rescate de la obra del arqueólogo Augusto Capdeville a través
de sus cartas, que muestran el desarrollo de su obra y los debates que mantuvo con otros
arqueólogos de la época. La obra editada en 2 volúmenes (Mostny, 1964), da cuenta también
de su preocupación por la historia de la arqueología chilena y de los debates científicos que
dieron origen a su constitución como disciplina.

Más allá de lo arqueológico, Mostny fue pionera del trabajo etnoarqueológico con el pueblo
atacameño y colaboró con una de las primeras investigaciones sobre antropología médica
en la década de 1950. En tal sentido, la obra de Mostny fue crucial en darle al MNHN el
puesto principal como institución de desarrollo de la arqueología en Chile a partir de 1940,
situación que comenzaría a cambiar recién hacia la década de 1970 cuando se comienza a
afianzar el desarrollo universitario de la arqueología como disciplina académica. Gran parte
de su trabajo lo realizó en colaboración con investigadores nacionales y extranjeros, lo que
le permitió establecer fuertes vínculos profesionales, afianzando las redes de investigación
y conocimiento. En suma, el aporte de Grete Mostny fue fundamental para la arqueología y
el trabajo antropológico en Chile, siendo una de las figuras más importantes de la disciplina
durante gran parte del siglo XX.

29
referencias AHA (Archivo Histórico Administrativo Chile. Boletín Bibliográfico de Antropología

bibliográficas MNHN), sin fecha. Cuestionario y lista de Americana. 9, pp. 14–16.


enfermedades. Apuntes de Grete Mostny.
Mostny, Grete. (1948-1949). Ciudades
Acevedo, Nieves. (2014). Recordando a Atacameñas. Boletín del Museo Nacional de
Grete Mostny Glaser al cumplirse Cien Historia Natural. 24, pp. 125-204.
Años de su Natalicio. Boletín del Museo
Mostny, Grete. (1959). La momia del Cerro
Nacional de Historia Natural. 63, pp. 225-
El Plomo. Boletín del Museo Nacional de
237.
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De Bruyne, Emil. (1963). Informe sobre el
Mostny, Grete. (1964). Epistolario de
descubrimiento de un área arqueológica.
Augusto Capdeville con Max Uhle y otros
Publicación Ocasional 2. Museo Nacional de
arqueólogos e historiadores. Compilación,
Historia Natural.
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30
segundo capítulo | actividades arqueológicas y antropológicas de la dra. grete mostny glaser

4. Grete Mostny
excavando en
Punta Pichalo.
1941. Colección
Museo Nacio-
nal de Historia
Natural, Chile.

31
Museo, arqueología
y universidad.
El legado integrador de
Grete Mostny Glaser
leonor
adán alfaro
Arqueóloga.
Universidad
Austral de Chile

32
Grete Mostny, como El 13 de octubre de 1944 se inauguró en la Casa Central de la Universidad de Chile la
“Exposición de Arqueología Chilena”. Esta iniciativa de Grete Mostny, reunida en la
muchas mujeres Sala Egaña de la Universidad1, exhibía la historia de los pueblos prehispánicos de Chile,
constituidos como sujetos históricos de interés por sí mismos y ya no como sustrato o
investigadoras de fines del telón de fondo de la historia colonial y republicana. Además, la exposición fue organizada
por estudiantes asistentes del “Curso Libre” que Mostny dictó entre junio y septiembre
siglo XIX y aun de los siglos del mismo año. En sus palabras, aseguraba que “todavía predominan en la mente de la
mayoría de las personas, la idea que en Chile no existen restos precolombinos, que pueden
XX y XXI, ha recibido poca competir con los de los otros países de América y del mundo. Es errónea esta concepción. En
Chile vivían desde tiempos remotos varios pueblos y tribus que alcanzaron un nivel bastante
atención y reconocimiento elevado de cultura y hasta sirvieron como maestros a sus vecinos de aquel tiempo. Es el fin de
la exposición comprobar esto”2.
de su tremenda obra,
La muestra, bajo el auspicio del Departamento de Extensión Cultural de la Universidad de
aspecto que la creación y Chile y el Museo, fue cubierta por diferentes medios nacionales que destacaron su valor
divulgativo y el compromiso de la investigadora. En el periódico La Opinión se leía “esta
organización del Archivo exposición está al alcance de la comprensión de toda clase de público. Desde los alumnos
del primer ciclo del Liceo pueden encontrar horizontes desconocidos para ellos y que, sin
Grete Mostny Glaser embargo, se les presenta con toda claridad”3, mientras el periódico El Siglo declaraba que “el
trabajo se efectuó por iniciativa y con colaboración de los mismos alumnos, que los realizaron
que acá presentamos bajo la dirección de la señorita Grete Mostny… En medio de la pared central está colocado
un retrato de don Ricardo Latcham sobre una mesa de flores, evocándose el recuerdo del
viene a subsanar. gran trabajador científico. Agradecidos por las explicaciones (sobre las secciones en el mismo
orden del curso; entre éstas la máscara de Lluta) dadas, nos despedimos, dejando a la Señorita
Mostny dedicada a la atención de numerosos visitantes, que aprovechan su presencia para
dirigirles sus preguntas”4.

Grete Mostny, como muchas mujeres investigadoras de fines del siglo XIX y aun de los
siglos XX y XXI, ha recibido poca atención y reconocimiento de su tremenda obra, aspecto
que la creación y organización del Archivo Grete Mostny Glaser que acá presentamos
viene a subsanar. Tanto en este archivo como en el Archivo Histórico Administrativo
(AHA) del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) es posible recorrer el trabajo
y aportes de la estudiosa. La exposición que acabamos de referir ilustra de manera
ejemplar las estrategias y modos que Grete Mostny desarrolló para integrar sus intereses
y vocaciones: el conocimiento y la enseñanza. Por medio de estas buscó articular campos
e instituciones dedicadas al conocimiento, promoviendo un ejercicio público que
quería evitar la fragmentación y distanciamiento de estos lugares, el abandono de las
instituciones museales y sus públicos y la concentración exclusiva del trabajo académico
en las universidades. Su quehacer expresa su conocimiento de la historia de la ciencia, así
como su formación humanista y clásica, que ejercería un impulso muy principal para la
arqueología y la museología en Chile.

En 1944, cuando Grete Mostny inauguró su exposición, tenía 30 años y había arribado a
1
Fondo Grete Mostny (en adelante FGM). Chile solo cinco años atrás, en 1939. Los escasos estudios históricos de la arqueología en
FGM.MUS.000.S05.05.00. Chile la han incluido en períodos denominados de institucionalización o formativo, junto a
2
Ídem. un conjunto de investigadores (todos hombres) de diversas formaciones, nacidos en Chile
y en otros países. Es justo señalar en este cuadro que Grete Mostny fue una de las primeras
3
FGM.FUN.000.S08.01.00. residentes en Chile con formación en arqueología y prehistoria y, por tanto, hoy por hoy,
tenemos el alivio de señalar que la arqueología chilena tiene no sólo “padres fundadores”,
4
Ídem. sino también a una eminente fundadora cuya actuación en la institucionalización de la
antropología y arqueología en Chile merece ser mejor conocida.
33
1. Plano de distribución de exposición en La extensión, como vínculo entre universidad y sociedad, había sido formalizada en el
Casa Central de la Universidad de Chile. Estatuto Orgánico de la Enseñanza Universitaria en 1931 como una de las funciones propias
Referencia: FGM.MUS.000.S05.05.00. de la Universidad de Chile. La función de extensión había recorrido ya un camino en el que
el empuje y ánimo reformista del estudiantado fue fundamental. Al interés por la formación
2. Grete Mostny recorrió distintos museos y general y divulgación de la ciencia a públicos más amplios, se suma en Mostny el interés
anotó detalles de exhibiciones para replicar por la docencia e institucionalización de la antropología en el ámbito universitario. Sus
en el MNHN. Apuntes de 1964. testimonios dan cuenta de su trabajo y preocupación por incidir en el espacio formativo
Fotografía equipo del proyecto - MNHN. de la Universidad de Chile desde comienzos de la década de 1950. En noviembre de 1952,
Mostny escribe a Stig Rydén “aquí estamos a la espera de novedades: si todo va como está
prometido, tendremos el próximo año una sección de Antropología en la Universidad de
Chile. Para este fin yo iré probablemente en enero a Europa, para estudiar allí la organización
del Instituto de Etnología de Paul Rivet”5. Le declara tener grandes planes y montones de
dificultades a vencer tanto en la Universidad como en el Ministerio de Educación “porque
aparte de mi cátedra en la Universidad, mi puesto principal es la jefatura de sección en
el Museo Nacional y en esta calidad dependo del Ministerio de Educación”6, evidenciando
su compromiso con ambas instituciones. Finalmente, la universidad se inclinará por el
proyecto que impulsa Richard Schaedel junto a otros investigadores, inaugurando el
Centro de Estudios Antropológicos en 1954 (Aspillaga, 2014), momentos en que el influjo
norteamericano sobre las universidades latinoamericanas fue muy fuerte y promovido
5
Archivo Histórico Administrativo del como parte de las relaciones internacionales. Al antropólogo George Foster de Berkeley,
Museo Nacional de Historia Natural Mostny le comentó sus preocupaciones y desavenencias con Schaedel, además de un gusto
(en adelante AHA). AHA, 35, 28. C8, 44, amargo por no haber logrado una mayor participación ni integrar las observaciones de
35. Carta a Stig Ryden, Santiago 14 de su viaje a Europa7. Su participación continúa “bajo ciertas condiciones” y aun en 1956,
noviembre de 1952. al solicitarle a Paul Rivet la recepción de Gonzalo Figueroa, le comparte su ambición de
contar con gente titulada, para con ello “crear un instituto dentro de la Facultad de Filosofía,
6
Ídem. una cosa permanente, diferente del Centro que cae cuando se elige un nuevo Rector”8.
7
AHA, 35, 249. C8, 44, 35; AHA, 35, 295. No obstante, este episodio nada menor por el impacto en el desenvolvimiento posterior de
C8, 45, 35. Cartas a George Foster de 20 de la antropología en Chile bajo el clásico esquema norteamericano (Munizaga, 1991), como
enero de 1953 y 1° de diciembre de 1954. también por las repercusiones personales para la investigadora, Grete Mostny insistirá
8
AHA, 35, 362. Carta a Paul Rivet del 26 de en establecer vínculos fructíferos con universidades, como el proyecto de desarrollar un
julio de 1956. Museo de Ciencia y Tecnología en alianza con la Universidad Técnica del Estado (UTE,
actual USACh). También su entusiasmo es total cuando le informa a Hughes de Varine
en 1966, entonces Director del Consejo Internacional de Museos, acerca de la reunión de
Ministros de Educación latinoamericanos en Buenos Aires, en donde Juan Gómez Millas
propone la formación de un Instituto de Planificación de la Educación en América del Sur,

34
tercer capítulo | museo, arqueología y universidad. el legado integrador de grete mostny glaser

que consideraría la relevancia de los museos en la formación de museólogos, siendo el


Museo Nacional de Historia Natural un piloto para su realización9.

En la década de 1960 Mostny impulsa un conjunto de iniciativas que fortalecerán el


desarrollo de la museología nacional e internacional. En todas ellas la vemos articular
sus habilidades e intereses disciplinarios, participar y generar redes de trabajo científicas
y museológicas, insistir en la misión social del museo, así como también promover
vinculaciones con una enorme variedad de actores públicos, órganos e instituciones
internacionales. Mostny fue sin duda una importante personalidad en el ámbito de las
políticas culturales a nivel nacional e internacional aún escasamente valorada (Cfr.
Acevedo, 2014; Trampe, 2012). En ella vemos una agencia movilizadora que hace posible la
instalación de instituciones y programas, que posicionan y reclaman para los museos un
lugar privilegiado de generación, custodia y divulgación del conocimiento comprometido y
dinámico con la agenda pública y las políticas culturales. Para la antropología y arqueología
nacional formula cierto currículum invisible que muchos profesionales y académicos
recibimos en las instituciones museales. Sus proyectos ven la luz entre devaneos con las
políticas desarrollistas regionales y agendas globales sobre cultura y museología.

Como han reseñado Miguel Ángel Azócar y Rosario Ruiz (1993), entre sus numerosas obras,
se cuentan la creación del Noticiero Mensual (1956), la reorganización del Comité Chileno
de Museos (1965), el primer Taller de Diseño Museográfico (1965), el Centro Nacional de
Museología (1968), las Juventudes Científicas de Chile (1967), la Feria Científica Juvenil (1970),
la Feria Científica de Adultos (1977) y las Primeras Jornadas Museológicas chilenas (1977).

La puesta en marcha del Comité Nacional ICOM, órgano nacional del Consejo Internacional
de Museos (ICOM, por su sigla en inglés) es una de las tareas a las que se encomienda
Mostny, cuya existencia permitiría con posterioridad acoger la reconocida Conferencia
Regional de Museos de 1972 o Mesa de Santiago de Chile. Ya desde 1950 participa en
diferentes reuniones en la Universidad de Chile para la creación de este comité. En
diciembre de 1957 es invitada por Alberto Villalón a la Rectoría para “cambiar ideas sobre
la creación del comité nacional de Unesco para los museos”10. La constitución del Comité
en junio de 1966 incluye a un conjunto de museos desde Iquique a Concepción, donde
destacan los vínculos disciplinarios de la propia investigadora en la creación de este. Con
ella como presidenta, la acompañan el vicepresidente Jorge Iribarren, el secretario Julio
Montané y el tesorero Tomás Lago. Sus primeros miembros son Nibaldo Bahamonde
(MNHN), Eduardo Brousse (MHN Concepción), Dillman Bullock (Angol), Jorge Checura
(Iquique), Raúl García (Bellas Artes, Valparaíso), Gustavo Le Paige (San Pedro de Atacama),
9
AHA, 149, 007. C33, 212, 149. Carta de Lautaro Núñez (Calama), Carlos Muñoz (MNHN), Hernán San Martín (Hualpén), Zulema
Grete Mostny a Hughes de Varine. Santiago, Seguel (Centro de Estudios Antropológicos UDEC), Álvaro Valenzuela (Soc. Arqueología
25 de noviembre de 1966. e Historia Francisco Fonck)11. Nada más en el cargo, la vemos gestionando la visita del
director del ICOM Hughes de Varine a Chile12 y participando activamente para la Segunda
10
AHA, 56, 149. Antes en agosto de 1950 Campaña Internacional de los Museos (1967-1968), en donde se planificaron exposiciones,
recibía otra invitación de Gómez Millas la impresión de un folleto con los museos de Chile y estampillas conmemorativas. Las
para reunirse en la Sala de la Facultad en exposiciones se iniciaron en el Museo de Arte Popular Americano y continuaron en el
el Instituto Pedagógico con Mr. Gilles de Museo Pedagógico, Museo Arqueológico de La Serena, y el Museo Nacional de Historia
Unesco. Natural. En Concepción, las actividades de la campaña coincidieron con la realización
del IV Congreso Nacional de Arqueología Chilena, momento en que también sesionaba
11
AHA, 149, 020. C33, 213, 149. la asamblea anual del Comité Chileno de museos, contando entre uno de los puntos de su
12
FGM.ASO.ICOM.S01.07.00. tabla el Centro de Formación Museológica. Se inicia además el trabajo para la publicación
de una Guía de Museos de Chile, tomando contacto con diferentes editoriales,13 probable
13
Ídem. antecedente de la publicación “Los Museos de Chile” de 1975.

35
3. Grete Mostny y Branko Marinov en En 1968 se instaura el Centro Nacional de Museología, uno de los proyectos museológicos
IV Jornadas Museológicas de Chile 1983. más innovadores surgidos en el país, que se mantendría en funcionamiento hasta diciembre
Fotografía gentileza Branko Marinov. de 1974 (Mostny, 1972; Azócar, 2008). El rol social y de servicio de los museos requería
contar con personal especializado no solo en el ámbito profesional, sino que también
4. Promoción de graduados en Museología.
en lo técnico. La formación en museología fue una innovación inmensa que permitía a
22 de diciembre de 1973.
estudiantes de Enseñanza Media involucrarse en una formación técnica profesional que
Colección Museo Nacional de Historia
incluía asignaturas de museología, conservación, técnicas de metodología museológica,
Natural, Chile.
idioma extranjero, bioestadística, ecología y conservación de recursos naturales. Entre
los electivos impartidos se podía escoger zoología, hidrobiología, botánica, mineralogía,
paleontología o antropología14. Los esfuerzos de Mostny, además de los curriculares y
presupuestarios, abarcaban desde solicitudes de modificaciones legales para permitir
a funcionarios directivos del Ministerio de Educación Pública cumplir funciones de
docencia, habilitación de salas e infraestructura, carnet escolar para los estudiantes, entre
otros15. La colaboración internacional le permitió contar con destacados profesores y
generar material de estudio, aspecto que ella consideraba una debilidad importante. En
diciembre de 1970 se graduaron los primeros 16 estudiantes. Mostny esperaba que las y
los graduados recorrieran el mundo: “ellos ahora deberían viajar al extranjero y tener la
oportunidad de trabajar en un museo moderno. Necesitan ampliar sus horizontes, adquirir
nuevos conocimientos y técnicas” (Mostny, 1972: 64). Era importante para estas personas,
14
AHA, 95, 002. C24, 144, 95. y también para el país, la formación y educación continua en el ámbito técnico “este es
15
AHA, 165, 14. C35, 232, 165; Oficio al Jefe un tema muy serio, no sólo en el campo de la museología que es el que acá nos interesa
del departamento Cultura y Publicaciones directamente, sino para todas las profesiones técnicas, las cuales -sobre todo en los países en
del Ministerio de Educación. Santiago 13 desarrollo-, deberían constituir la amplia base de la pirámide laboral” (Op. cit.)16.
de mayo de 1969, AHA, 53, 219. E20, 53;
Oficio al Conservador del Museo Nacional En plena Unidad Popular, acomodando las tesis desarrollistas, las promesas de la innovación
de Historia Natural del Director de y la tecnología, así como también las visiones de democratización cultural, Mostny se
Bibliotecas, Archivos y Museos. Santiago, 24 embarca en la formación de personas adultas. En enero de 1972 tiene lugar la Primera
de noviembre de 1970. Escuela de Verano para Trabajadores, que aborda la temática de “La responsabilidad social
AHA, 58, 209. C17, 97, 58. en la utilización del ambiente” y a la que asisten 60 trabajadores rurales17. La actividad
fue organizada por el Museo en conjunto con la UTE, la Federación Campesina Ranquil,
16
Las traducciones son mías. el Instituto de Investigación y Capacitación en Reforma Agraria (ICIRA), el Instituto de
Investigaciones Marxistas (IDIM), el Departamento de Ciencias Naturales y Exactas de la
The museum goes hitch hiking.
17
Universidad de Chile y las autoridades de Talagante. Otro curso sobre ciencia para adultos
Documento mecanografiado. es llevado adelante por el museo para trabajadores industriales y sus esposas (Mostny,
AHA, 184, 053. C39, 256, 184. 1973). Para Mostny, el asunto de divulgar las nuevas ideas se plantea como un asunto de
18
Las traducciones son mías. reflexión antropológica, en la que la comunicación global y la disposición a la innovación
son materias fundamentales. Como escribió, el museo tiene la posibilidad “de contribuir
19
Transcripción mecanografiada de las a que las personas lleven una vida cotidiana más satisfactoria, facilitarles satisfacer
cintas de la Mesa de Santiago de Chile. sus necesidades y seleccionar los medios tecnológicos más adecuados, para permitirles
AHA, 402, 201. C70, 493, 402. desempeñar un rol más relevante en sus propios destinos” (Op. cit.:111). Del mismo modo, el

36
tercer capítulo | museo, arqueología y universidad. el legado integrador de grete mostny glaser

museo “puede también acompañarlos [a los trabajadores] hasta aquel día en que ellos también tendrán acceso
a los beneficios que la tecnología entrega y que actualmente disfrutan los países desarrollados y las clases ricas
en los países en desarrollo” (Op. cit.)18.

En la Mesa de Santiago de Chile de 1972, hito fundamental en la historia de la museología y domiciliado en


Latinoamérica, nuestra investigadora desplegó sus capacidades como organizadora y destacada intelectual
del mundo de la cultura. Los acuerdos de la mesa se publicaron en Chile, en el Boletín del Museo Nacional
de Historia Natural (órgano de divulgación que ella misma había contribuido a crear); sus palabras se oyeron
en el debate, dando cuenta de su recorrido, sus preocupaciones y las apuestas que hizo a lo largo de su vida:
“hemos visto en grandes ruinas arqueológicas por ejemplo que la gente tiene mucha pena porque todas esas cosas
se van a la capital…si se comprometen a guardarlo, aunque sea una pieza existente, no esa, es un gran orgullo y
yo creo que vale la pena arriesgar esto, aunque se pierda. Lo mismo encuentro que vale la pena en la biblioteca
mantener un servicio de préstamos, aunque se pierdan los libros, porque se tienen que tener los libros”19.

Como ha ocurrido con muchas mujeres relevantes en la historia de la ciencia y la cultura —reiteramos— aún
poco conocemos y reconocemos de su obra y sus riesgos. Los beneficios de su trabajo, en cambio, nos han
alcanzado a muchos y muchas.

referencias Acevedo, Nieves. (2014). Trampe, Alan. (2012).


bibliográficas Recordando a Grete Mostny Recuperando un tiempo perdido.
Glaser al cumplirse cien años de En Mesa Redonda sobre la
su natalicio. Boletín del Museo importancia y el desarrollo
Nacional de Historia Natural. 63, de los museos en el mundo
pp. 225-237. contemporáneo: Mesa Redonda
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Editorial Revista Chilena de Paula dos Santos (Eds.). Brasilia:
Antropología: Un largo camino. Instituto Brasileiro de Museus,
Revista Chilena de Antropología. Programa Ibermuseos.
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Centro Nacional de Museología
a cuarenta años de su fundación.
Revista Museos. 27, pp. 23-29.

Azócar, Miguel Ángel y Rosario


Ruiz. (1993). Dra. Grete Mostny
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chilena. Revista Museos. 17, pp. 16.

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National Centre of Museology,
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Mostny, Grete. (1973). Museums


and the problems of everyday life.
Museum. XXV(1/2), pp. 108-111.

37
Un encuentro con la
ciencia. La primera
Feria Científica Juvenil
y el Museo Nacional de
Historia Natural
carolina
valenzuela matus
Universidad Autónoma
de Chile

38
Es importante considerar El Museo Nacional de Historia Natural se ha caracterizado, a lo largo de su historia, por
ser un ente dinamizador de la ciencia en nuestro país. En este espacio se han desarrollado
que el Museo Nacional importantes actividades vinculadas a la investigación científica y a la divulgación de la
ciencia, siendo este último uno de los ámbitos que cada vez cobra mayor relevancia en
de Historia Natural nuestra sociedad. En este contexto, el museo impulsó una iniciativa fundamental: las ferias
científicas juveniles.
ha sido un espacio de
Las ferias de Ciencia y Tecnología son actividades programadas, donde las y los jóvenes
múltiples representaciones estudiantes tienen un rol protagonista. Estas instancias les permiten desarrollar
planteamientos de problemas, elaboración de proyectos de investigación en diversas
vinculadas tanto a los temáticas, con su correspondiente presentación y comunicación de hallazgos a las
comunidades. En estos espacios, profesores e instituciones educativas también participan,
orígenes republicanos pero desde un lugar secundario (Oppliger, Nuñez y Gelcich, 2019), lo que convierte al
estudiante en el protagonista de su proceso de enseñanza-aprendizaje. En el presente,
de Chile como a la este tipo de actividades son altamente valoradas desde el punto de vista educativo, ya que,
favorecen la comprensión y divulgación de la ciencia, en un momento donde la actividad
consolidación de la científica está sometida, lamentablemente, a grandes cuestionamientos y críticas por parte
de diversos grupos que, con ligeros argumentos, pretenden negar siglos de avances en el
institucionalidad en el país. conocimiento. Por otra parte, estas actividades se desarrollan, por lo general, fuera de los
espacios educativos formales, lo que es muy relevante ya que a día de hoy los “estudios
sugieren que la mejor manera de aumentar la comprensión pública de la ciencia es llegar
a las personas fuera de las aulas, en espacios distintos a los de la sala de clase o educación
formal” (Oppliger, Núñez y Gelcich, 2019).

Por ello, consideramos que narrar la historia de estas iniciativas resulta fundamental para
escribir un capítulo en la Historia de la Ciencia en Chile, pero también, del propio Museo
Nacional de Historia Natural, que, durante la segunda mitad del siglo XX, tomó un claro
protagonismo en la organización de estos eventos, respondiendo a una política de apertura
hacia la comunidad cuyo germen lo encontramos en el siglo anterior.

Es importante considerar que el Museo Nacional de Historia Natural ha sido un espacio de


múltiples representaciones vinculadas tanto a los orígenes republicanos de Chile como a
la consolidación de la institucionalidad en el país. Sin embargo, como ya hemos señalado,
una de las facetas más relevantes de esta institución siempre ha sido su compromiso con la
ciencia y la divulgación científica. Durante el siglo XIX, por ejemplo, los esfuerzos de uno
de sus directores, Rodulfo Philippi (1853-1897), estuvieron puestos en el incremento de las
colecciones, la vinculación con redes científicas globales y el posicionamiento del museo
como una institución abierta a estudiosos y científicos. Aunque en un primer momento,
las visitas se centraban más bien en grupos privilegiados —por lo general, jóvenes varones
de los principales liceos públicos de la capital, profesores universitarios o visitantes
extranjeros— poco a poco, se experimenta un cambio gradual que lleva al museo a abrirse
hacia la comunidad. Un ejemplo de este cambio lo encontramos en la elaboración de una
Guía del Museo Nacional, preparada en 1878 por Federico Philippi, quien posteriormente
sería director del museo, sucediendo a su padre Rodulfo, entre 1897 y 1910. Esta guía
permitió a las personas que visitaban el museo sacar mayor provecho de su recorrido
gracias a la descripción de cada una de las salas y las colecciones en exhibición. Junto con
ello, el museo decidió ampliar los días y horarios de atención al público, favoreciendo de
esta forma la llegada de más jóvenes y también del público en general.

39
1. Foto con recortes y folletos de feria El siglo XX inaugura una nueva etapa de cambios significativos en el museo que, en
científica. Colección Museo Nacional de consonancia con el avance científico de la época, favorecerá una alta especialización con
Historia Natural, Chile. una mayor delimitación entre las ciencias naturales y disciplinas como la antropología.
Además, de ver incrementada sus colecciones, también se encaminará a la construcción
de espacios aptos para recibir a una comunidad educativa más amplia. En este escenario
se enmarcan dos iniciativas: primero, el club de ciencias, iniciado en 1968, y luego, la feria
científica juvenil, cuyo primer evento se realizó en 1970.

Ahora bien, recientes investigaciones sobre los museos demuestran que, durante gran
parte del siglo XIX y principios del XX, “los museos se planteaban como sujetos de un relato
que los transformaba en una encarnación de la biografía de sus directores y una empresa
de creación de la grandeza nacional” (Podgorny y Lopes, 2013:15), hoy en día, podemos
plantearnos otro tipo de vinculaciones. Si bien Grete Mostny, directora del MNHN entre
1964 y 1982 tuvo un papel fundamental en el impulso de las ferias científicas, también
debemos considerar el aporte de otras personas que colaboraron durante su gestión y
fueron configurando estas iniciativas, partiendo por la creación de los clubes científicos en
1968, actividad que tuvo una importante cuota de improvisación, permitiendo atraer a un
público juvenil.

El club tuvo sus comienzos gracias a una iniciativa del profesor Germán Pequeño, quien
era ayudante de Ictiología de la sección de Hidrobiología del museo. El profesor Pequeño
se había familiarizado con las experiencias de las actividades extraescolares de divulgación
de la ciencia en Europa gracias a una beca que había disfrutado en Bruselas. La creación
de estas actividades en Chile no estuvo planificada: de acuerdo a su testimonio, se habría
encontrado con un grupo de escolares quienes, al no tener clases, merodeaban por las
instalaciones del museo. A partir de ahí, Germán Pequeño decidió organizar a estos jóvenes
para que, en sus ratos libres, realicen diversas actividades de ciencias en la institución:

40
cuarto capítulo | un encuentro con la ciencia. la primera feria científica juvenil y el mnhn

“Los invité a entrar al laboratorio, les dije que podían hacer acuarios en sus casas, con
permiso de sus padres; pero que además de los peces estaban, por ejemplo, las hormigas.
Dicho eso, hicimos alrededor de tres «grupos» de trabajo. Les llamamos clubes, sin apellidos.”
(Memoria, 2011:11).

A su sección fueron llegando cada vez más jóvenes que, en ocasiones, generaban cierto
alboroto en las salas del museo, lo que inquietó en un primer momento a la directora, Grete
Mostny. Sin embargo, esta tímida iniciativa había ido creciendo y su fama había llegado a
oídos de importantes personalidades del momento, como Juan Gómez Millas, quien “fue al
Museo, conoció a varios niños y dijo que había que apoyar la iniciativa. En consecuencia,
otro literato y pedagogo, don Roque Esteban Scarpa, director de Bibliotecas, Archivos y
Museos (DIBAM), también mostró gran interés y aceptó crear la primera Biblioteca
Científica Juvenil del país”(Memoria, 2011:12).

En este punto, la directora del museo también manifestó su entusiasmo y consiguió el


aporte del Ministerio, quien designó a dos profesores de ciencia para apoyar a los clubes:
Víctor Moraga y Joaquín Billard, a quienes se uniría meses más tarde Teresa Riquelme,
encargada de la Biblioteca Científica Juvenil. En ese momento, ya se habían formado los
grupos de astronomía, entomología, biología, química, física y arqueología. Asimismo, “en
primavera y verano se decidió hacer excursiones para recolectar material de trabajo, que
después servirían para montar acuarios, embalsamar animales y preparar insectarios”
(Memoria, 2011:15). Todos los avances de las y los estudiantes podrían ser mostrados en esta
primera feria científica que comenzaría el 3 de octubre de 1970, de allí que “las Juventudes
Científicas, que empezaron con esos pocos niños que acogió el profesor Germán Pequeño,
crecían y se multiplicaban como los peces del milagro cuando se inauguró la Primera Feria
Científica Juvenil, ya eran 240 chicos y chicas.” (Memoria, 2011:14).

Los requisitos para participar era ser estudiante de educación básica o media y presentar
un trabajo novedoso de carácter científico o tecnológico, que podía realizarse de forma
individual o colectiva con no más de 5 miembros en las áreas de física, química, zoología,
botánica, historia, geografía, arqueología y matemáticas. Igualmente, el museo apoyaba a los
estudiantes proporcionando la asesoría de profesores guías y facilitando sus instalaciones.
Por otra parte, “se contó también con la asesoría del profesor Raymond Singleton, director
del Departamento de Estudios Museológicos de la Universidad de Leicester, Inglaterra.
Además, cooperó Howard Weinbrad, coordinador de la Feria Internacional de Ciencia e
Ingeniería de Estados Unidos” (Memorias, 2011:13), algo que, sin duda, dotó de prestigio
internacional al evento, a lo que se sumaba la participación de un destacado jurado nacional
entre los que se encontraban Julio Philippi, Juan Gómez Millas, Enrique D’Etigny, Mario
Luxoro, Enrique Bello, Luis Capurro y Fernando Jara.

Entre las exposiciones de la feria se encontraban dos stands sobre la llegada del ser
humano a la luna por primera vez el 21 de julio de 1969, el funcionamiento del corazón, el
mundo de las algas, una máquina centrífuga, un contador Geiger, cómo se elabora la lana
o los efectos de la extirpación de las gónadas en ratas (Memoria, 2011:8). En cuanto a los
trabajos premiados, el de astronomía fue otorgado al telescopio reflector y refractor de tres
estudiantes del Liceo de Hombres Nº 6; el de botánica recayó en un estudio sobre algas del
Liceo Darío Salas, el primer premio de química fue para una investigación sobre arcillas
del Liceo de Aplicación y, el de zoología se lo llevó Ximena Santidrán, del Liceo Nº 1 de
Niñas por su análisis de “La Mujer en la Ciencia” (Memoria, 2011:9).

El sentido y emotivo discurso de clausura del evento estuvo a cargo del joven Roberto Hernández,
miembro de las Juventudes Científicas de Chile, quien destacaba el legado de las pasadas
generaciones, que hacían posible el desarrollo científico actual, de esta forma: expresaba:

41
2. Escrito de Germán Pequeño sobre la “Así como el Dios Jano, situado en el presente, mira con su cara posterior hacia el pasado
Primera Feria Científica Juvenil. y ausculta con su otra cara el porvenir, los jóvenes con formación e inquietudes científicas
Noticiario Mensual del Museo Nacional de y técnicas deben proveerse de los conocimientos y de la sabiduría que nos han legado
Historia Natural, Chile 171_ 3-5 (1970). las generaciones anteriores, para proyectarlas al futuro, para bien de la Humanidad”
(Memoria, 2011:16).
3. Grupo de juventudes científicas
década de 1980. Esta primera feria científica juvenil y posteriores, fueron brillantemente gestionadas por la
Colección Museo Nacional de Historia directora Grete Mostny, quien se comprometió decididamente a asegurar la continuidad
Natural, Chile. de esta actividad, llegando a solicitar a la UNESCO que las Juventudes Científicas de Chile
fueran aceptadas en calidad de miembro asociado. Más tarde afirmaría:

“El Museo puede motivar al público frente a cambios tecnológicos y sociales, hacerlo consciente
de nuevas tendencias estéticas e incentivarlo para salir de su papel de simple espectador
y convertirlo en partícipe activo. De esta manera, los museos son excelentes vehículos de
comunicación masiva; para este fin disponen de un medio del que carecen todos los demás
recursos audiovisuales: la cosa «real»” (Mostny, 1975:14).

De esta forma, Grete Mostny supo interpretar bien las necesidades de su tiempo apoyando
una importante iniciativa de divulgación científica gestada desde el interior del Museo
Nacional de Historia Natural, institución que, en ese momento, volvió a renovar su
reconocida vocación de servicio hacia la comunidad que mantiene hasta el día de hoy.

algunas reflexiones
El Museo Nacional de Historia Natural se ha caracterizado históricamente por su destacada
labor de investigación científica y divulgativa que combina con una larga tradición de
servicio a la comunidad, la que ha ido cimentando a lo largo del tiempo. En pleno siglo
XX, y bajo la gestión de Grete Mostny y la colaboración de su equipo de trabajo, el museo
confirmaba su vocación comunitaria, materializada a través de las ferias científicas,
teniendo una importante continuidad en el tiempo, prolongándose hasta nuestros días, lo
que nos habla de su éxito. Estas son instancias que generan un importante vínculo entre
el museo y la educación fuera del ámbito tradicional de las aulas. Así también, las ferias
científicas son una forma de aumentar el interés por las carreras científicas, el desarrollo
y financiamiento de las ciencias, además de proveer nuevas oportunidades a la ciudadanía
(Oppliger, Núñez y Gelcich, 2019).

Todo esto lleva a la creación de una sociedad mejor informada y con una mayor cultura
científica que prevenga a las y los jóvenes de desconfiar de la investigación y el conocimiento.
En este sentido, los esfuerzos realizados por el Museo Nacional de Historia Natural desde
el siglo XIX hasta el presente se encaminan en esa dirección y, por tanto, constituyen un
espacio relevante para el desarrollo del país con miras hacia el futuro.

42
cuarto capítulo | un encuentro con la ciencia. la primera feria científica juvenil y el mnhn

referencias Museo Nacional de Historia


bibliográficas Natural. (2011). Memoria 40 años
Feria Científica Nacional Juvenil,
Museo Nacional de Historia
Natural. Recuperado: https://
issuu.com/mnhn_cl/docs/feria_
cientifica_nacional_juvenil_m
(consultado el 20-04-2022).

Mostny, Grete. (1975). Los Museos


de Chile. Santiago: Editorial
Nacional Gabriela Mistral.

Oppliger, Luz, Paula Nuñez y


Stefan Gelcich. (2019). Ferias
Científicas como escenarios
de motivación e interés por la
ciencia en estudiantes chilenos
de Educación Media de la Región
Metropolitana. Información
tecnológica. 30(6), pp. 289-300.

Podgorny, Irina y María Lopes.


(2013) Trayectorias y desafíos de
la historiografía de los museos
de historia natural en América
del Sur. Anais do Museu Paulista.
21(1), pp. 15-25.

43
Conservación del
Fondo Grete Mostny
Glaser. Rescate y
resguardo patrimonial
carolina
gonzález bravo
Conservadora

44
“El museo no debe ser El nombre de Grete Mostny Glaser no estuvo presente en mi historia personal ni tampoco,
por extraño que me parezca ahora, en mi aprendizaje académico como conservadora. Mi
una cosa muerta, por el acercamiento a su presencia fue desde y gracias a este proyecto y, al igual que para muchas
personas, no recuerdo haber escuchado su nombre ni haber sabido la enorme actividad
contrario; tiene que ser académica, intelectual y personal que una mujer como ella pudo lograr en el transcurso de
su vida. Todo esto, de un nivel impresionante y poco conocido. El poder participar de este
un lugar donde el público trabajo y descubrir quién era esta mujer, gracias a su archivo, fue una propuesta imposible
de rechazar.
pueda informarse sobre el
La postulación del proyecto se presentó al Fondo del Patrimonio Cultural y buscó rescatar,
mundo en que vive. Debe preservar, clasificar y describir 14.168 documentos que la Dra. Grete Mostny Glaser generó
y utilizó durante su estadía en el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN). Se propuso
mostrar el pasado, explicar un rescate del archivo por medio de conservación de archivos entendida como el conjunto
de medidas precisas para evitar un deterioro ulterior del documento original y que requieren
el interés del presente y una intervención técnica mínima (Programa Memoria del Mundo de UNESCO). La finalidad
era protegerlo de potenciales deterioros y extender su visibilidad por medio de la creación
ojalá del futuro”. de un fondo documental. Todo el trabajo se desarrolló con un equipo multidisciplinar de
cuatro profesionales.
Grete Mostny
Un primer encuentro, nos permitió hacer una evaluación visual respecto al estado
general de los documentos y con ello, poder generar la postulación. En ese momento se
detalló que “las condiciones en las que actualmente se almacena el material, dificultan y
limitan su uso, además de condicionar y restringir su acceso debido a que no existen las
condiciones adecuadas para ello. El material, mayoritariamente, se encuentra en un estado
de conservación regular, debido a que, si bien presenta deterioros debido a su abandono, no
existen mayores pérdidas de información; existiendo, eso sí, algunos ejemplares que fueron
almacenados en muy malas condiciones, lo que favoreció un deterioro mayor”.

Una vez adjudicado el proyecto, comenzó el primer acercamiento real con el archivo,
trasladándolo a la sala en la que se desarrollaron los procedimientos técnicos. Con una
revisión en detalle de cada caja, carpeta y documento, se pudo rectificar la evaluación
inicial del estado general del archivo. Se estableció que el estado de conservación era
bueno, debido a que las pérdidas de información eran mínimas, no existían rasgos de
contaminación microbiológica y los deterioros, en su mayoría, estaban asociados al mal
almacenamiento. En cuanto al orden intelectual que ofrecía el archivo, este fue generado
por la propia doctora Mostny, por lo tanto, era una muestra física de un orden intencionado
en el que su propia autora organizó su trabajo, sus publicaciones, sus cartas y su vida, lo
que, por una parte, permitió adquirir conocimientos respecto a su persona y, por otra
parte, facilitó de gran manera el trabajo de orden. Asimismo, con esta primera evaluación
se caracterizaron los deterioros que poseían el archivo:

45
Diversidad de documentos Suciedad superficial:
que componen el fondo. polvo, migas, telas de araña, tierra, etc.
Fotografía equipo del proyecto - MNHN.
Elementos adicionales metálicos:
clips, corchetes, alfileres, grapas, etc.

Rasgados, faltantes y desprendimientos:


intencionados o por deterioro del papel.

Pliegues y arrugas:
intencionados por la autora y posteriores por almacenamiento.

Acidificación y traspaso:
cambios de color, manchas, acidificación (pH), pérdida de información,
desvanecimiento y traspaso de tintas.

Almacenamiento inadecuado:
no todos los documentos estaban ordenados, no todos poseían contenedores
externos; los existentes eran ácidos, blandos y de tamaños inadecuados.

En cuanto a la caracterización del material, los registros comprenden, en su mayoría,


documentación fechada entre las décadas de 1940 y 1980. Se pueden encontrar: bloc de
notas, carpetas, croqueras, cuadernos, diarios de congresos, dibujos e ilustraciones,
epistolarios, fichas, folletos, fotografías, hojas sueltas (papeles), invitaciones, libretas, libros,
mapas, sobres, tarjetas, entre otras piezas y formatos. En relación con el soporte, que tiene
al papel como el principal exponente, se identificó lo siguiente: en su mayoría corresponde
a documentos del MNHN, en tamaño Carta y Oficio, con un gramaje de 90 grs. Asimismo
existen también fichas en cartulina de mayor grosor y algunas encuadernaciones de
tapa dura y otras de tapa blanda. El corpus, debido al carácter compilador de su autora,

46
quinto capítulo | conservación del fondo grete mostny glaser. rescate y resguardo patrimonial

posee una gran variedad de orígenes y tipos de papeles. En su mayoría de tipo nacional
y de pasta mecánica, pero también se reconocieron algunos de procedencia extranjera y
en papel hecho a mano. El material utilizado para escribir corresponde a pasta, grafito
y tinta. Asimismo, los documentos cuentan con contenido impreso, mecanografiados
y abundante manuscrito. Por ser estos, en gran parte, documentos institucionales, se
reconoce la presencia de una variedad de impresiones de membretes del MNHN y de otras
instituciones nacionales e internacionales, además, de logos, nombres y direcciones. Otros
documentos poseen filigranas y timbres secos. En cuanto a los elementos añadidos, son en
su mayoría elementos metálicos, tales como: clips, corchetes, alfileres, ganchos y enganche
de archivadores. Por último, se debe mencionar que estos elementos se encuentran en la
mayoría del archivo, ya que fueron empleados como marcadores o separadores temáticos.

Luego de esta revisión y caracterización de la documentación, logramos establecer algunos


criterios de trabajo colectivos que nos permitieran desarrollar actividades paralelas en áreas
diferentes y, con ello, generar flujos de trabajo continuo. Para esto, además, debimos hacer
coincidir las necesidades de cuidado que presentaba el material mismo, las solicitudes del
MNHN como institución que lo custodia y los compromisos con el Fondo del Patrimonio
adjudicado. Por lo tanto, se consideraron para la conservación y el almacenamiento los
elementos complementarios, como son las carpetas, sobres, etiquetas, marcas, etc. Estos
últimos se mantuvieron como parte del archivo, tuviese o no información escrita, con la
intención de ampliar las posibilidades de investigación y dejar evidencia concreta para
procesos de trabajo posteriores. En ese sentido se priorizaron soluciones generales y
masivas, es decir, entender a los documentos como piezas múltiples que requieren conservar
su materialidad en buen estado con un óptimo almacenamiento y un uso responsable de
los recursos asociados para este fin. Por último, la estabilización del archivo se llevó a cabo
por medio de procedimientos técnicos, los que procuraron no alterar el estado actual del
material y consideraron el material, el ambiente y el contexto de los documentos.

De esta forma los procedimientos y tratamientos técnicos aplicados buscaron frenar el


avance de los deterioros y dar respuesta a los requerimientos de revisión para este archivo.
En paralelo se realizó un registro fotográfico que documentó el estado de conservación
inicial general, la documentación de los procedimientos aplicados, los resultados finales
y algunos recordatorios de detalles importantes para lo venidero. Las actividades de
conservación propiamente tal incluyeron la limpieza con brocha, esponja de humo y
algunas gomas según el nivel y tipo de suciedad, el retiro de los elementos metálicos, los
que en su mayoría estaban altamente oxidados y estaban generando o habían generado
algún daño. En su reemplazo, se utilizaron costuras con hilo de algodón. En la misma
línea, se hicieron alisamientos locales y generales en los papeles que presentaban arrugas o
deformaciones. Para los documentos que presentaron compromiso de información por su
estado de deterioro, se realizaron uniones en las zonas rasgadas, además, de refuerzos en
bordes y retiro de cintas adhesivas. La desinfección no fue necesaria de realizar, ya que no
se identificó presencia activa de contaminación microbiológica. Todo el material utilizado
para el almacenamiento fue neutro y libre de ácido. Los contenedores o cajas fueron
confeccionados con cartón microcorrugado, según el color y tamaño solicitado por la
institución custodiadora. Las carpetas almacenadas en las cajas, contienen los documentos
ya conservados. Se recurrió al papel de interfolio para separar los documentos, a fin de
ayudar con la regulación de acidez y contener el traspaso de tintas. Se usaron sobres de
mylar para las fotografías y casos especiales de dibujos. Las cajas, carpetas y documentos
individuales fueron foliados e identificados en el inventario archivístico para su correcta
búsqueda y encuentro.

47
Procesos finales de conservación. Ya terminado el proyecto, puedo permitirme decir que el trabajar con este archivo fue una
Fotografía equipo del proyecto - MNHN. fortuna y un privilegio, tanto en términos personales como profesionales. Su potencial
investigativo es inimaginable, la cantidad de áreas que se podrían vincular con él para
generar algún trabajo colectivo es tan diversa y amplia como su autora: artes, ciencias,
historia, idiomas, conservación, museología, educación, entre otras, son solo algunas de
las muchas áreas en que se podrían realizar iniciativas y proyectos al revisar este material.
Junto con ello, el poder aportar a que se conozca y difunda un referente femenino tan
potente como Grete Mostny Glaser, con tanto trabajo importante –aún poco conocido–, es
también una gran satisfacción.

Finalmente, el vínculo desde la conservación, rescate patrimonial y resguardo del material


fue también, por sobre todo, un ejercicio de conservación de memoria femenina. Espero
que todo lo que mujeres como Grete Mostny Glaser aportaron en tan diversas áreas
pueda ser de conocimiento público y, al mismo tiempo, pueda ser un referente local para
muchas otras mujeres. Que todas y todos conozcamos quién fue, que podamos adentrarnos
en su trabajo. Que aparezca en textos escolares para difundir el impacto de la doctora
entre estudiantes y que puedan reconocer en ella una fuente de inspiración, dada la
diversidad de áreas en las que se desenvolvió. La doctora Grete Mostny Glaser fue una
mujer impresionante, que consideraba la cultura y la educación como las palabras más
importantes en el acervo lingüístico de una nación.

48
quinto capítulo | conservación del fondo grete mostny glaser. rescate y resguardo patrimonial

Grete Mostny junto


a colaboradoras
Sivy Quevedo y
Eliana Durán.
Comienzos década
de 1980. Colección
Museo Nacional de
Historia Natural,
Chile.

Ceremonia de
homenaje y
despedida de Grete
Mostny, realizada
en el MNHN.
Diciembre de
1981. Colección
Museo Nacional de
Historia Natural,
Chile.

49
Cuadro de clasificación
FONDO DOCUMENTAL GRETE MOSTNY GLASER

Sección PERSONAL ACADÉMICA FUNCIONARIA MUSEÓLOGA

Subsección

Series

Exilio y Apuntes y estudios Correspondencia Colecciones de


documentos sobre Egiptología otros museos
personales Publicaciones
Mapas del Museo Canjes e
intercambios
Fichas Administrativo
bibliográficas Fichas de
Bocetos clasificación
Apuntes sobre
textos Informantes y Viajes al
Material Nuevo extranjero y
Docencia visitas a otros
Fotografías, museos
Estudios láminas y folletos
disciplinares Exposiciones
Etnografía MNHN
Otros textos y
publicaciones Prensa Inventarios piezas
arqueológicas
Idiomas Congresos

Excavaciones,
expediciones
y sitios
arqueológicos

Charlas, discursos
y homenajes

Publicaciones,
estudios y ensayos

Comunicaciones
con otros centros

50
descripción del fondo documental grete mostny glaser | cuadro de clasificación

Sección ASOCIACIONES

Subsección

International Comisión Otras


Council of Nacional de asociaciones
Museums (ICOM) Cultura
Series

Comunicaciones Actas Expedientes


y documentos de otras
oficiales ICOM Circulares asociaciones

Congresos, Informes
Seminarios y
Aniversarios Proyectos
ICOM

51
Fichas de descripción
ASPECTOS GENERALES

1. ÁREA DE IDENTIFICACIÓN

Código de Título Fechas Nivel de Volumen


referencia descripción

FGM Fondo Grete 1917-1983 Fondo 34 cajas


Mostny

2. ÁREA DE CONTEXTO

Nombre Historia
productor personal

Grete Mostny Grete Mostny Glaser nació en Linz, Austria, el 17 de septiembre de 1914. Era la hija mayor
Glaser de la familia compuesta por Paul Mostny, Juliana Glaser y su hermano Kurt. Su nombre de
nacimiento fue Margarete Mostny.

En 1924, Grete comienza la secundaria. Tras graduarse en 1933, ingresa a la Facultad de


Artes de la Universidad de Viena. Casi cinco años después, a fines de 1937, entrega su tesis
doctoral. En marzo de 1938 se interrumpe su proceso de graduación por la invasión nazi
en Austria, obligando a la familia Mostny Glaser a abandonar el país. Grete se trastadó a
Bélgica, donde logró continuar sus estudios y graduarse la Universidad Libre de Bruselas.
Posteriormente hacia 1939, recala en Milán, Italia, ingresando al Museo Arqueológico
de Milán, sede “Castello Sforzesco”, para colaborar con la sección de egiptología. La
Universidad de Milán, institución rectora del museo, incorpora a Grete para participar de
las expediciones que se estaban desarrollando en Egipto. En paralelo ingresó al Musée de
l’Homme (París) a fin de realizar trabajos relacionados con la museología.

En 1939, Grete decide viajar a Chile, llegando al puerto de Valparaíso. Ese mismo año
intenta ingresar al Museo Nacional de Historia Natural (MNHN), logrando un puesto
como Ayudante de la Sección de Antropología. Cuatro años después, se convierte en jefa
de esta área y luego, en la Conservadora del MNHN. Entre algunas actividades, durante
este periodo desarrolló distintos trabajos arqueológicos y etnográficos en el Norte, Centro
y Sur del país, fue impulsora y docente de la carrera de Arqueología de la Universidad de
Chile, participó de congresos nacionales e internacionales y generó una gran cantidad de
publicaciones. Durante este momento, la Universidad de Viena le propone volver a Austria
para incorporarse a la planta docente, cuestión que Grete rechazó. Posteriormente, en
1946, decide tomar la nacionalidad chilena. Un momento significativo es el año 1954,
cuando realiza todas las gestiones para adquirir la momia incaica del Cerro El Plomo.

Hacia 1964, Grete toma la dirección del MNHN. Como directora, comienza las gestiones
para abrir el museo a las comunidades, organizar encuentros científicos, desarrollar
publicaciones periódicas, remoderlar parte del edificio institucional, entre otras
iniciativas. En 1965 comienza las gestiones para vincular los museos nacionales al Comité
Internacional de Museos (ICOM), organismo del que fue presidenta nacional hasta 1982.

52
descripción del fondo documental grete mostny glaser | fichas de descripción

Como hito de esta participación está la organización de la “Mesa de Santiago” de 1972, un


encuentro internacional ICOM que amplió el ala social de los museos a nivel mundial. En
1968 fundó el Centro Nacional de Museología, instancia pionera para formar museólogas
y museólogos.

Con el golpe de estado de 1973, comienza un periodo complejo en términos presupuestarios


y de persecusión hacia las y los funcionarios. Grete Mostny participa de reuniones en la
Comisión Nacional de Cultura, organo que rigió las políticas públicas relacionadas con
esta materia. Fue nombrada miembro honorario de la Sociedad Chilena de Arqueología
en 1977. Hacia 1980 se une en matrimonio con Juan Gómez Millas. Dos años después, en
1982, se retira del MNHN. Tras ello, toma un periodo de descanso, aunque, mantiene un
gran interés por desarrollar un diccionario antropológico bilingüe. Un año después de su
retiro es nombrada en Londres, de manera unánime, como miembro honorario del ICOM.
En 1987, enviuda. Ya aquejada por un cáncer, el 15 de diciembre de 1991, Grete fallece a la
edad de 77 años.

3. ÁREA DE CONTENIDO Y ESTRUCTURA

Organización Alcance y contenido

El fondo está El Fondo Documental Grete Mostny Glaser (FGM) tiene un invaluable valor histórico y
organizado en patrimonial. Su contenido permite profundizar principalmente en tres temáticas: por una
cinco secciones: parte, en la actividad de la Dra. Mostny durante toda su carrera como científica; por otra
personal, parte, en el funcionamiento del Museo Nacional de Historia Natural durante el periodo
académico, de tiempo en que la Dra. Mostny estuvo en la institución; y finalmente, es posible acceder
funcionaria a una vista panorámica del desarrollo científico y museológico durante esa época, tanto a
MNHN, nivel local como a nivel global.
museóloga y en su
participación en El fondo está dividido a partir de cinco ámbitos en los que se desenvolvió la Dra. Mostny
asociaciones. a lo largo de su vida: personal, académica, funcionaria MNHN, museóloga y participación
en asociaciones. Estas secciones permiten inscribir la documentación en un contexto más
amplio, caracterizar el archivo y otorgarle un orden vinculado al principio de procedencia.

De este modo, el FGM cuenta información muy variada y riquísima desde un punto de
vista histórico y disciplinar:

a) En el ámbito “Personal”, podemos encontrar cartas y solicitudes que hablan del exilio de
Mostny y su búsqueda de asilo durante la Segunda Guerra Mundial.

b) En la sección “Académica” encontramos -entre otras cosas- documentos producidos por


la arqueóloga mientras realizaba sus estudios de egiptología. Entre esa documentación
destacan sus tesis doctorales sobre la vestimenta de las mujeres en el Antiguo Egipto y la
traducción de los jeroglifos del templo de Medinet, además de una gran cantidad de apuntes
y fotografías sobre sus excavaciones arqueológicas en el continente africano. Respecto a
la documentación producida en nuestro país, destacan papeles vinculados a la docencia,
como el contrato con la Universidad de Chile para realizar clases de arqueología chilena

53
desde 1948. Además, se incluyen en esta sección varias fichas y apuntes arqueológicos y
antropológicos que dan cuenta del desarrollo de su prolífica carrera científica.

c) En la sección “Funcionaria del MNHN”, se destaca la serie de correspondencia, la que


se constituye como una de las más completas de este fondo: son 8 años de intercambios
epistolares (1940-1948) que nos entregan luces de distintas materias relacionadas con la
arqueología y antropología. Así, podemos encontrar cartas enviadas y recibidas por la Dra.
Mostny a diferentes actores, tanto a nivel latinoamericano, europeo y norteamericano,
con información valiosísima sobre algunos estudios que se estaban desarrollando de
manera contemporánea. En la misma sección del fondo, destacan también las series de
“Etnografía”, compuesta por fichas, encuestas y notas con información sobre pobladores
indígenas y chilenas del norte, centro y sur del país, material recopilado durante distintas
visitas en terreno. Otra serie para destacar es “Excavaciones”, la que contiene documentos
vinculados a las diversas expediciones y excavaciones que realizó la Dra. Mostny como
funcionaria del museo. Esta serie entrega, entre otras cosas, información contextual sobre
estas actividades y permiten generar un vínculo con las colecciones arqueológicas que hoy
se resguardan en el museo. En particular, el expediente sobre Guatacondo se erige como
uno de los más completos, abarcando desde su descubrimiento hasta las expediciones y
excavaciones que se hicieron para su estudio.

d) La sección de “Museología” es de suma relevancia para entender el devenir museológico


de nuestro país, en el que la Dra. Mostny se destacó como una de las pioneras en el desarrollo
de este campo. Se destaca en particular el expediente sobre la primera exposición de
arqueología chilena en el año 1945 y variados cuadernos con apuntes sobre visitas a distintos
museos en el extranjero, que representan el interés de la doctora por recopilar información
relevante para las exposiciones e innovación del MNHN.

e) Finalmente, la sección “Participación en Asociaciones” comprende la enorme documentación


producida en distintas instancias de congregación de especialistas. Se destacan, entre otros, los
encuentros arqueológicos, documentos sobre el ICOM y las sesiones de la Comisión Nacional
de Cultura. Además, se encuentra una serie de proyectos, estatutos y políticas vinculadas a
organizaciones nacientes en el ámbito de la arqueología y la museología que la Dra. Mostny
intentó impulsar.

En resumen, estos documentos son de gran valor en tanto que permiten obtener información
sobre el desarrollo profesional de la doctora, las actividades arqueológicas, antropológicas
y museológicas del siglo XX, el pasado del MNHN y sus pares, y sobre la historia de la
ciencia en nuestro país. Son, en ese sentido, parte fundamental de la memoria institucional
y científica que permitirá a la comunidad proyectar con mejor conocimiento los futuros
estudios sobre estas temáticas.

54
descripción del fondo documental grete mostny glaser | fichas de descripción

4. ÁREA DE CONDICIONES DE ACCESO

Características Condiciones Instrumentos


físicas de acceso de descripción

Buen estado de El acceso al archivo es restringido en la El Archivo Grete Mostny cuenta con un
conservación. medida en que los usuarios tienen que cuadro de clasificación, 3 inventarios y un
desplazarse hasta el Museo Nacional de catálogo.
Historia Natural en Satiago de Chile para
poder tener acceso a los inventarios y
pedir la documentación.

5. ÁREA DE DOCUMENTACIÓN ASOCIADA

Existencia y Existencia y Unidades


localización localización de descripción
de los de copias relacionadas
documentos
originales

Los documentos Las digitalizaciones de la totalidad de Patricia Mostny resguarda documentación


originales se los documentos del Fondo Grete Mostny de Grete Mostny en Estados Unidos y el
encuentran en el se encuentran en el Museo Nacional de Archivo Histórico Administrativo (AHA)
Museo Nacional de Historia Natural. del Museo Nacional de Historia Natural
Historia Natural. también tiene documentación producida
por la arquéloga.

6. ÁREA DE NOTAS

Notas

Dentro del FGM hay una serie y dos subsecciones que fueron añadidas al fondo general general, pero que bien,
podrían entenderse como fondos independientes. Estos son, precisamente, los documentossobre egiptología
que se encuentran en la serie “Apuntes y estudios sobre Egiptología” que fueron ordenados y conservados por
Nieves Acevedo. Estos documentos, por tanto, pueden ser parte del futuro Fondo Nieves Acevedo. A su vez, las
subsecciones ICOM y Comisión Nacional de Cultura, fueron conservados por funcionarios del Museo de manera
independiente y se sumaron al Fondo Grete Mostny porque la arqueóloga participó de manera activa en estas
asociaciones. En las notas del inventario antiguo aparece señalado claramente cuales documentos están incluídos
en estas subsecciones y series. Además, se recomendaría en un futuro integrar el FGM al AHA. Por último, es
oportuno mencionar que este fondo cuenta además con objetos tipográficos.

55
Fichas de descripción
ASPECTOS POR SECCIONES

ÁREA DE ÁREA DE
IDENTIFICACIÓN CONTEXTO

Código de Título Fechas Nivel de Nombre


referencia descripción productor

FGM.PER Personal 1933-1948 Sección Grete Mostny


Glaser

FGM.ACA Académica 1917-1984 Sección Grete Mostny


Glaser

FGM.FUN Funcionaria 1917-1984 Sección Grete Mostny


MNHN Glaser

FGM.MUS Muséologa 1939-1973 Sección Grete Mostny


Glaser

FGM.ASO Participación en 1940-1980 Sección Grete Mostny


asociaciones Glaser

56
descripción del fondo documental grete mostny glaser | fichas de descripción

ÁREA DE
CONTENIDO Y ESTRUCTURA

Alcance y contenido Organización

Contiene correspondencia de la etapa previa a Chile. Permite Está compuesta por una única serie titulada: Exilio y documentos
conocer los preparativos antes de cruzar el Atlántico. personales.
Principalmente, solicitudes y otros trámites relacionados con la
búsqueda de asilo luego de la ocupación nazi de Austria. Además,
incluye un texto de poemas escrito por Mostny, dietas, chequera
chilena, tarjetas de presentación, entre otros.

Sección que recopila los estudios académicos de G. Mostny, Está compuesta por 8 series: Apuntes y estudios sobre
antes y después de llegar a Chile. Abarca egiptología, arqueología Egiptología, Mapas, Fichas bibliográficas, Apuntes sobre textos,
chilena e idiomas, plasmados en cuadernos, fichas, mapas, entre Docencia, Estudios disciplinares, Otros textos y publicaciones,
otros. Permite una aproximación a los referentes bibliográficos y Idiomas.
aspectos metodológicos desarrollados durante su trabajo.

Compila la documentación que G. Mostny produjo o le fue Está compuesta por 13 series: Correspondencia; Publicaciones del
compartida durante su labor en el MNHN, principalmente Museo; Administrativo; Bocetos; Informantes y Material Nuevo;
durante su cargo en el Área de Antropología. Es una de las Fotografías, láminas y folletos; Etnografía; Prensa; Congresos;
series más abundantes del FGM. Permite conocer el desarrollo Excavaciones, expediciones y sitios arqueologicos; Charlas,
disciplinar y la contribución del MNHN al proceso de formación. discursos y homenajes; Publicaciones, estudios y ensayos;
Incluye aspectos administrativos, expediciones, excavaciones, Comunicaciones con otros centros.
participación en congresos y en otras instancias académicas,
publicaciones, bocetos, entre otros. Se encuentra, además,
documentación vinculada con la publicación del epistoriario
entre A. Capdeville y M. Uhle.

Esta sección se compone de documentación sobre museología Está compuesta por 6 series: Colecciones de otros museos, Canjes
y museografía producida por G. Mostny o compartida a ella. e intercambios, Fichas de clasificación, Viajes al extranjero y
Permite conocer la dinámica interna del MNHN, los métodos visitas a otros museos, Exposiciones MNHN, Inventarios piezas
museales y las miradas de G. Mostny hacia el desarrollo de as arqueológicas.
exhibiciones. Contiene papeles relacionados con colecciones del
museo, canjes, notas de viajes a otros museos, entre otros.

Esta sección compila la documentación generada durante Esta sección, a diferencia de las anteriores, está compuesta
la participación de G. Mostny en distintas asociaciones por 3 subsecciones: ICOM, Comisión Nacional de Cultura y
disciplinares. Se muestran distintas instancias y la iniciativa de Expedientes de otras asociaciones.
G. Mostny por crear y apoyar encuentros y asociaciones a nivel
nacional e internacional.

57
Sobre las y los autores
SEGÚN ORDEN DE APARICIÓN

Erick Figueroa Ortiz es Licenciado en Educación y Profesor de Historia


y Ciencias Sociales por la Universidad Viña del Mar y Magíster en
Historia por la Universidad de Chile. Actualmente cursa el programa
de Doctorado en Historia de la Universidad de Chile. Sus líneas de
investigación se enmarcan en la historia colonial americana, además de
diversas vinculaciones con proyectos relacionados a la puesta en valor
del patrimonio material e inmaterial de Chile.

Javiera Carmona Jiménez es periodista, Magister en Arqueología y


Doctora en Historia, mención Etnohistoria, por la Universidad de
Chile. Su línea de investigación abarca los estudios patrimoniales y
museos, estudios coloniales y afrolatinoamericanos. Profesora Asociada
del Departamento de Género, Política y Cultura de la Universidad de
Playa Ancha, Valparaíso. Investigadora asociada del Centro de Estudios
Históricos de la Universidad Bernardo O’Higgins, Santiago. Coordinadora
de publicaciones e investigación del Museo Universitario del Grabado.

Jorge Hidalgo Lehuedé es Profesor Titular del Departamento de


Ciencias Históricas de la Universidad de Chile. Su línea de investigación
es la Historia Andina Colonial. Es profesor de Historia de la misma casa
de estudios y Doctor en Historia por la Universidad de Londres (1987).

Francisco Garrido Escobar se tituló de arqueólogo en la Universidad


de Chile y obtuvo un doctorado en Antropología en la Universidad de
Pittsburgh, Estados Unidos. Se especializa en el estudio de sociedades
complejas enfocado en el estudio de las dinámicas imperiales del Estado
Inca en su expansión en el Norte de Chile. También ha trabajado temas
de minería y metalurgia prehispánica, además de poseer un interés de
investigación en historia de la ciencia y la tecnología. Ha participado
en diversos proyectos de investigación incluyendo Fondecyt, NSF y
Wenner-Gren. Actualmente es el curador de Arqueología del Museo
Nacional de Historia Natural.

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sobre las y los autores

Luz María Narbona Medina es Licenciada en Historia por la Universidad de


Chile y Magíster en Historia de las Ciencias por la Universidad Autónoma de
Barcelona. Además, realizó un postítulo en Archivística dictado de manera
conjunta entre la Universidad de Chile y el Archivo Nacional de Chile. A lo
largo de su trayectoria, ha trabajado en el reconocimiento y conformación
de diversos archivos en Chile y se ha especializado en historia de las ciencias
y su cruce con los archivos y la información.

Leonor Adán Alfaro es arqueóloga y Doctora en Historia, mención


Etnohistoria, por la Universidad de Chile. Se ha desarrollado en el
campo de la investigación arqueológica, la museología y la vinculación
universitaria. Fue directora de la Dirección Museológica de la
Universidad Austral de Chile entre los años 1998 y 2014, actualmente,
es profesora de la Escuela de Arqueología de la misma universidad en la
sede Puerto Montt.

Carolina Valenzuela Matus es profesora de Historia y Geografía y


Doctora en Estudios del Mundo Antiguo por la Universidad Autónoma
de Madrid. Actualmente, es académica investigadora de la Universidad
Autónoma de Chile. Sus líneas de investigación son: tradición clásica,
gabinetes y museos de Historia Natural. Es responsable de un proyecto
Fondecyt Regular (1220365) sobre Historia de la Taxidermia en Chile y
su contribución científica.

Carolina González Bravo es Licenciada en Historia del Arte por la


Universidad del Desarrollo y postítulo en Restauración del Patrimonio
Cultural Mueble. Su trabajo se ha centrado en la Conservación y
Restauración de diversos materiales, especializándose en soporte papel
en sus diversas formas. Su experiencia laboral da cuenta de participación
en la formulación, ejecución e investigación de una amplia variedad de
proyectos para el rescate patrimonial, puesta en valor y difusión.

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Este libro ha sido publicado en el marco del proyecto N°37406 del Fondo
de Patrimonio Cultural, titulado “Fondo documental Dra. Grete Mostny
Glaser. Catalogación y conservación de documentación depositada en
el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN)”, financiado por el
Servicio Nacional de Patrimonio Cultural.

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