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Lister Vásquez Estela

ENTRE LA GESTION BUROCRÁTICA Y LA NUEVA GESTIÓN PUBLICA

La gestión pública se entiende como el conjunto de proceso y acciones mediante las cuales las
entidades del estado tienden al logro de sus fines, objetivos y metas, a través de la gestión de
políticas, la utilización correcta de recursos e implementación de programas. Su objetivo está
centrado en impulsar el desarrollo del país, la satisfacción de las necesidades de los
ciudadanos y su bienestar en general

Dentro de ese marco la preocupación constante de los estudiosos ha sido determinar el tamaño
óptimo del sector público y lograr mayor eficiencia en el desarrollo de sus funciones. En un
primer momento el debate se centra en seleccionar al gestor que mejor gestione los intereses
de la sociedad, es decir, la función pública o el sector privado. Las desigualdades sociales
característica de las sociedades del siglo XIX y la poca efectividad de los mercados para
atender las necesidades de la sociedad, dieron paso a un rol más activo del Estado para
enmendar los fallos del mercado. A partir de la década de los 70 del siglo XX, se evidencia la
preocupación por las ineficacias detectadas en la ejecución de los programas públicos,
pasando a plantearse como problema los fallos de la intervención del Estado.

La pérdida de credibilidad del sector público como gestor del bienestar ciudadano, obligan a
que las instituciones públicas implementen nuevos enfoques o paradigmas en donde
incorporen los principios de economía, eficacia y eficiencia, lo cual ha tenido un impacto
importante en la concepción de nuevos conceptos en la gestión pública, incorporando nuevos
patrones de actuación y comportamiento, el diseño de un nuevo sistema operativo público, una
nueva filosofía de actuación: la nueva gestión pública.

Desde mi punto de vista, el objetivo de la gestión pública no ha cambiado, ha cambiado las


exigencias de la sociedad, ha cambiado las necesidades y los problemas de la población, ha
cambiado la actuación y el rol de los ciudadanos. Puede haber cambiado la definición y la
forma de entender el desarrollo, pero la gestión pública apunta siempre a ese objetivo y a
atender las necesidades de la población, que lógicamente con el devenir del tiempo van
cambiando, lo cual presenta nuevos retos y exigencias a la gestión pública, que han sido
recogidos en el enfoque de la nueva gestión pública.
Las formas tradicionales de gestión publican estaban basadas en un modelo burocrático; es
decir, estaba basado en un poder centralizado y vertical, privilegiando el procedimiento y el
cumplimiento de las normas antes que el servicio al ciudadano, ausencia de evaluación de
resultados e impactos, así como seguimiento y monitoreo de los procesos, productos y
resultados de las intervenciones, débil articulación intergubernamental e intersectorial y
carencia de sistemas de gestión de la información, entre otros.

Es importante destacar, que la nueva gestión pública, tiene elementos básicos que importa
destacarlos, los cuales se convierten en sus pilares para su aplicación:

a) El cambio de estructuras, dejando de lado la estructura piramidal, por una estructura de


trabajo basada en la interacción horizontal.
b) un mayor énfasis en los procesos de descentralización, considerando que el centralismo
genera lentitud y falta de reacción a los problemas y necesidades que tiene la ciudadanía. Es
fundamental descentralizar el Estado a través de los niveles de gobierno, los cuales tienen
mayor cercanía a los ciudadanos.
c) se busca la consecución de resultados, por sobre el cumplimiento de las metas y de los
procedimientos, lo cual se concretiza por ejemplo en el Presupuesto por Resultados.
d) se pone énfasis en brindar servicios de calidad a los ciudadanos, y esa medición tiene que
estar en función de la satisfacción que los mismos ciudadanos expresan.
e) Es importante también la transparencia de la actuación de los gestores públicos, así como
también la rendición de cuentas.
f) la simplificación de los procesos, apoyados en el gobierno digital, con lo cual se acerca los
servicios a los ciudadanos, así como se reducen los costos y los tiempos para atender y brindar
respuesta a las necesidades de los ciudadanos.
Todas estas propuestas contenidas en este nuevo enfoque, se hacen posible gracias al avance
de la tecnología, como por ejemplo el acceso al internet, lo cual brinda un nuevo escenario para
implementar estas nuevas formas de hacer la gestión pública. Por otro lado, las necesidades y
las exigencias de los ciudadanos, su nivel de conocimiento de la forma como se debe
administrar los recursos públicos, la forma como se ejercen los derechos y deberes
ciudadanos, plantean exigencias diferentes para el actuar del estado a través de sus
instituciones.

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