Efectos y consecuencias de la discriminación a personas neurodivergentes en
ámbitos escolares y sociales La inclusión ha sido una preocupación patente para las instituciones educativas, sobre todo en la última década. La producción de conocimiento, visibilizacion y concientización acerca de la experiencia educativa de alumnos de minorías sociales o que simplemente son diferentes ha sido mucho mayor en periodos recientes. Sin embargo, queda mucho camino por recorrer con respecto a la calidad de la educación que reciben las personas que no solo son diversas a un nivel social, sino que aprenden y procesan de manera diferente a nivel cognitivo, por ejemplo, los estudiantes que son neurodivergentes (algunas veces abreviado como ND). La neurodivergencia es un término general para referirse a los individuos que viven con autismo principalmente, pero también abarca dislexia, dispraxia, déficit atencional con hiperactividad (TDAH), u otras condiciones que las llevan a navegar procesos cognitivos y emocionales de manera distinta a la norma. Uno de los estigmas más persistentes con respecto a cómo consideramos las neurodivergencias es considerarlas enfermedades o discapacidades, que restan el potencial de los alumnos para adaptarse al estándar y desarrollar las habilidades que todos los demás trabajan bajo la norma impuesta. Pará qué la educación sea eficiente e inclusiva en un mundo neuro diverso es necesario el rol de psicólogos escolares para ayudar en el desarrollo de las personas neurodivergente durante su estadía como estudiantes dándole las herramientas para facilitar su desarrollo social y académico. Cuando esto no se lleva a cabo ocurre la discriminación hacia personas neurodivergente la cual hace imposible el desarrollo social y educativo para estas personas, así como pueden presentar depresión por tratar de encajar en lo que la sociedad dice ser correcto o normal.