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Cómo están.

A estas alturas ya muchos saben de lo sucedido y también muchas


personas queridas se dieron un tiempito para llamar y preguntarme el resultado de la
segunda conciliación.
La verdad, no quiero decir nada al respecto, pero me imagino que con lo que hablaré
hoy, se darán cuenta del resultado.
Es por eso que hablaré sobre el concepto del perdón. Para ello, me he tomado la
molestia de buscar su definición, y aquí hay unas cuantas.
De acuerdo a lo que encontré, el perdonar es casi lo mismo que disculpar a alguien de
la culpa por una ofensa o delito. Recuerden bien, Tiene que haber una ofensa grave, o
debe cometerse un delito.
De acuerdo a las escrituras sagradas, la Biblia se refiere a este acto de la siguiente
manera: Arrepentirnos de nuestros pecados y procurar Su perdón. Entonces, si
interpreto de acuerdo a mis palabras, sólo Dios puede perdonar, pero de acuerdo a su
criterio porque claramente DICE PROCURAR SU PERDÓN. Verá él si perdona o no, y
me imagino que se debe a la gravedad de la falta. Que me parece lógico y aceptable.
Pero más adelante encontré también que Dios nos manda perdonar a los que nos
ofendan o hagan daño. Bueno…mejor no opino aún sobre esto, y también le tomaré la
palabra…depende de la gravedad del asunto.

Lo más interesante de todo es el concepto de perdón en la ética…y oigan, es el


poder o tener la habilidad de transformar en confiable la relación con la persona
(o personas) que cometió un acto imperdonable, dolorosísimo. Ajá, es intentar
volver a confiar en alguien.
A ver, si te mienten, pues sus disculpas y perdón lo arreglarían todo y tratarías
de volver a confiar.
Si un ser cercano, amigo, familiar, pariente, o amado te estafa, si te engaña, te
roba…podrías intentar perdonar y volver a confiar en ese sujeto.
Para mi, la verdad, hay daños que no se perdonan. Hay actos que no se
borran con un simple perdón.
Lo que yo creo que pueda disculpar es un adjetivo como gorda, fea o algún
otro insulto que me llegue, pero a decir verdad, me vale lo que me digan.
Me resbala. Deudas, sí puedo perdonar, mis hijos me deben como 200 mil
dólares desde que nacieron y su deuda sigue creciendo…jajaja.
Deuda por estafa, imposible.
Alguien que lastime a mis hijos, peor todavía.
La mentira, el robo, entre otros actos tampoco perdonaría, mucho menos
volvería a confiar en la persona que me mintió, que me acusó de ladrona,
es más, ni le hablaría, y si pudiera, la verdad, echaría mi veneno por ahí
diciendo LA VERDAD. Creo que no hay ofensa ni daño más grande que
puedas hacer sólo diciendo exactamente la verdad. Ni más, ni menos.
Quizá sea una de las razones por las cuales ya no tengo amigos. Y tampoco
me afecta la verdad.
Lo que se enseña en las escuelas es que el perdón es un valor humano
simple, porque el hecho de perdonar te libera a ti de crear rencor.
Es más, el saber perdonar es una capacidad, valor, y virtud de muy pocos
seres humanos.
Los bebés, los gatos, los perritos están muy por encima de nosotros
entonces, porque igual te aman sin importar lo que les hagas. Te son
leales, fieles y hasta te protegen a pesar del daño que los humanos les
hacen. Curioso, no?
He visto que este concepto está en muchos libros sagrados, oraciones y
plegarias.
Pero el otro lado de la moneda, es pues pedir perdón, no ve? Que
supuestamente se asocia con la humildad de reconocer has cometido un
error y que quieres rectificar el mal hecho.
Y si no perdonas, pues eres irracional…es tu carga.
Según la metafísica debes perdonar para seguir adelante. Según la Biblia,
debes dar la otra mejilla…
Ok. Está bien.
Ahora bien, puede ser que todos estos textos tengan razón porque lo han
estudiado, pero creo yo que sólo desde un punto de vista.
Porqué no preguntamos
A la mujer que ha sido abusada sexualmente,
A los padres que perdieron a su hijo porque se le ocurrió a alguien quitarle
la vida a golpes, o acuchillarlo por no tener celular.
Pregunten a la niña, o niño, que ahora ya son adultos si pueden perdonar al
padre o madre tirano que los maltrataron más allá de lo imaginable. En vez
de protegerlos, los ultrajaron física, psicológica y s…mente.
Pregunten a aquél adolescente que está postrado en cama y se quedó
inválido por una golpiza. Pregunten a los niños, niñas, jóvenes,
adolescentes que son víctimas de bullying.

O a los padres que no volverán a abrazar más a un ser amado porque han
sido víctimas de un crimen.

Son hechos que se pueden perdonar?

Pregúntale a aquel hombre que amó tanto a una mujer, queriéndose dar
otra oportunidad en su vida porque su anterior matrimonio no resultó y le
dio todo, su dedicación, amor, lealtad. Creyendo en ella, y al final de un
año, la mujer lo dejó en la calle, le arrebató todo lo que es de él, incluso su
mascota más amada, se quedó con la cama, su negocio, su dinero y su
trabajo, y no estar feliz con ello, la mujer le hace una denuncia por agresión
porque sabe que la ley está a favor de ella.

Pregúntenle a ese hombre que quedó literalmente en la calle, sin tener


dónde vivir ni dormir, si podrá perdonar a aquélla mujer que no sólo jugó
con sus sentimientos, sino que lo estafó y le robó pero de frente.

Todos tenemos una historia. Todos hemos sido víctima de personas


inescrupulosas que nos lastimaron en lo más profundo de nuestro ser, que
no sólo marcaron nuestra vida, sino que hicieron una herida tan grande en
esta alma que ésta no se volvió cicatriz, sino que es una herida que nunca
va a sanar.

Quedá, se puede hacer una costrita delgadita que al romperse un poquito,


te desgarra el alma, y nuevamente vuelves sin PEDIRLO, sin querer a vivir
ese dolor que te ocasionó un o una infame.

Muchos creen que la infidelidad es imperdonable…no, no lo es. Deberías


reírte, porque si te son infiel, siempre lo hacen con alguien, primero, más
feo o fea que tú en todo sentido, física y espiritualmente. Ya sabemos que
esos amores a escondidas que se basan en lágrimas y rupturas, nunca,
pero NUNCA acabarán bien.

Esito, es mejor ni incluir en la lista del perdón n o lo imperdonable. Sólo


hombres y mujeres con bajo coeficiente mental, baja autoestima, sin
valores, ni principios, ni ética lo hacen. Para qué dirigir tu energía a algo
que no vale tu atención. Olvídate, porque la vida te hizo un favor.

El que hablen mal de ti, te acusen de algo que nunca hiciste, tampoco
merece ni mencionar. Porque las personas que te conocen de verdad
saben tu temple.

Yo creo que lo imperdonable es cuando desgarran tu alma.

Si eres madre o padre, comprenderás a lo que me refiero. Alguna vez les


pasó que cuando lastiman a tus hijos, así sea con el más mínimo golpe o
empujón, o un comentario malicioso o mal intencionado, sin importar la
edad, quieres ir a defenderlos. Quieres ir a gritarle a ese niño de 4 años
que hizo llorar a tu retoño amado, pero no lo haces porque eres mayor, y
además está contra la ley. Quieres ir a saldar cuentas con el chico que
empujó a tu hijo, quieres darle una reverenda retada…nos pasa, porque eso
hacemos, somos padres. No somos perfectos, tenemos defectos,
cometemos errores, en mi caso, soy renegona, hasta amargados nos dicen
nuestros hijos. Pero estoy segura que todos, ABSOLUTAMENTE todos los
padres, protegeremos a nuestros hijos siempre.

Este mes, este 1 de abríl fue esa segunda historia que no puedo olvidar, y
que no puedo dejar atrás porque vi de cerca la inhumanidad, la infamia, y la
misera hecha hombre. No sólo en el sujeto que decidió hacerse de la vista
gorda ante sus responsabilidades, sino en el abogado que lo asesoró para
que no pague.

Me indigna que mi hija haya salido lastimada otra vez. Y siento impotencia
en este momento de no poder hacer nada. No por el ego, no por el dinero,
sino por el hecho de que este infame se salió con la suya una vez más. Su
abogado, asesorándole que no pague…pues, así nomás es.

Yo la verdad quisiera hacer muchas, pero simplemente no puedo porque


mi hija me pidió que lo deje ahí. Y por el momento, le haré caso.

Lo que sí sé es que ese señor no tiene perdón, no tiene disculpa por lo que
hizo con mala intención. Y también sé, que si yo decido no hacer nada, la
vida se va a encargar de él. Y la mejor parte es que yo estaré presente
cuando este señor pague. Porque si hay una ley universal que jamás falla
es aquella que te hará pagar todo, pero absolutamente todo lo que haces
en esta vida. Y él lo hará.

Esta historia habrá acabado para él, pero no para la vida.

Qué puedo sacar de bueno de toda esta amarga experiencia? No sé aún.


Sólo Dios y la virgen lo saben.

Gracias por su apoyo, gracias por su preocupación.

Les mando muchas bendiciones y les deseo todo lo mejor siempre.

Volveré a transmitir no sobre esta experiencia, pero sobra algo que creo
que les gustará.

Abrazos.

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