Está en la página 1de 5

Al hablar de fotografía, lo primero que se viene a la mente es imágenes

fotográficas de momentos memorables, familiares o recuerdos que quedarán en la

posteridad. Además de ello, cuando uno habla de fotografía, lo primero que se viene

son imágenes de fotografías de modelos, revistas o foto estudios. Puesto que la

“mentalidad” o el pienso colectivo relaciona este término con eventos simples, diarios,

y divertidos en la vida del día a día.

Pero la ironía de ello es que todos los individuos, a partir de la edad en la que les es

permitido tener acceso a la información, es decir al internet, celular, tablet, o

computadora, están expuestos a las noticias a nivel mundial. Me explico, cuando

entramos al internet vemos noticias sobre guerras y confrontaciones, observamos las

imágenes de las mismas brevemente, y de ahí nos pasamos a otras páginas o sitios

donde se pueda olvidar lo visto anteriormente debido a la dureza de las fotografías.

Repasemos, desde que tengo uso de la razón, el mundo ha pasado por una serie de

eventos y desastres a nivel mundial, como guerras, batallas, muertes, hambruna en el

Africa y sin ir muy lejos, fotografías de la pandemia Covid-19.

Muy pocos nos quedamos pensando y analizando las mismas. Pasamos de lado

el hecho de que las fotos no son sólo un acto vanal. Cada una de ellas contiene una

historia, un relato contado, dolor, lágrimas, o narración de los hechos. Imágenes que

quedarán en la posteridad mundial. Es así que en algún momento desde la creación de


la máquina fotográfica, hubo alguien que empezó a fotografiar tragedias, polémicas, y

temas tópicos. Con el pasar de los años, y acceso a la tecnología y educación (sí,

puesto que éste último amplía la mente y da poder de conocimiento y permite

experimentar el potencial de cada persona).

Por último, gracias a la creatividad y poder de pensamiento de profesionales, la

fotografía se expandió en diferentes áreas, siendo una de ellas fotografía periodística,

como fotografía documentalista.

El presente ensayo hablará sobre ambas ramas enfocándose en dos fotógrafos

mundialmente reconocidos: Enrique Metínedes y Cristina García Rodero. Ambos, a

pesar de tener temáticas diferentes en su profesión, tienen dos denominadores

comunes: la fotografía y la controversia de sus obras. Ya que las mismas levantan

cuestionamientos sobre temas morales y su ética laboral.

Empezaremos primero a narrar a Enrique Metínedes, de nacionalidad mejicana.

Fue famoso debido al rubro periodístico en el que se encontraba: la crónica roja.

Fue conocido mayormente como “El Niño”. El auge de su profesión se desarrolló entre

los años 1949 a 1979, tres décadas donde se enfocó en capturar imágenes sobre

incidentes policíacos, desastres naturales o citadinos, y accidentes de tráfico para

luego publicarlos en periódicos de su país natal. Cuál fue su verdadera motivación


para dedicarse al fotoperiodismo y a esta categoría de nota roja? Quizá la respuesta se

la llevó a la tumba junto con él, este pasado mes de mayo.

La información más importante de Metínedes es que se inició en la fotografía

periodística a la edad de los 9 años; tres años después logró trabajar para un periódico

de México. Era fanático del séptimo arte, el cine. Esta afición quizá haya sido la

inspiración para retratar tragedias más allá de lo imaginable para luego transformarlas

en arte. Sus obras exponían emociones fuertes, llantos, miseria, pena…es decir la

muerte en primer plano (la cual la convirtió en arte y talento).

El verdadero propósito de su trabajo era no sólo mostrar el evento como

unatragedia, sino convertirla en una obra de arte. Para lograrlo, siempre tuvo en

mente las escenas que él veía en las películas del cine negro.

Lo que llama la atención de sus obras es el hecho que él no dudaba en

momento alguno en acercarse al desastre para captar más allá de lo real. Lo que

realmente impresiona es la manera y dedicación en la toma de sus fotografías. Lo

hace con tanta delicadeza y detalle que hace parecer que las mismas estuvieran

programadas; como la de la periodista que falleció durante un accidente

automovilístico. Una de las fotografías más impactantes en la cual la víctima parece

estar posando para un anuncio comercial.


Este estilo no fue fortuito, puesto que tuvo el apoyo de la experiencia y la

práctica desde la edad de nueve años. El miedo, el pudor, las críticas que pudo haber

tenido las dejó de lado, y optó por ignorar las polémicas que las mismas pudieron

causar debido a que cruzó esa barrera a una edad muy temprana.

La muerte, para “El Niño”, no era temida por él. Su primera fotografía de un

cuerpo inerte y sin vida fue a los 12 años: fotografió a un individuo cuya cabeza fue

cercenada por un ferrocarril. Una escena que impactó a los profesionales que hicieron

el levantamiento del cadáver, pero no a él. Enrique Metinedes vio esta escena como

una oportunidad, como una imagen sacada de una película, como el camino definitivo

de su rubro.

A pesar de levantar muchos cuestionamientos entre sus colegas, fue uno de los

fotógrafos más significantes a nivel mundial. Sus primeras obras fueron en blanco y

negro. Pese a que fue un profesional empírico, él sabía exactamente qué hacer: sabía

cuándo tomar una fotografía a plano abierto, medía la distancia a la perfección, y

presionaba el botón con precisión para tomar una escena completa. No sólo eso, pero

cuando el destino le daba “la suerte” de un asesinato, cambiaba de estrategia. A

diferencia de los fotógrafos comunes, él no estaba enfocado en mostrar el cadáver de

la víctima, como fue el caso del asesinato de tres mujeres de edad avanzada dentro su

casa, él iba un paso más allá. En este caso, en vez de tomar fotos de los cuerpos,
decidió fotografiar al testigo del crimen: UN PERICO. Increíblemente, esta foto estuvo

en primera plana.

Así como hay críticas fuertes, y obras controversiales donde se puede ver

claramente que la ética y moral están siendo dejadas de lado en sus obras, hay un gran

número de admiradores de ellas. Sus fotografías fueron exhibidas en galerías a nivel

mundial, especialmente en Europa. Puesto que la dedicación y pasión que demostró

en su profesión son incomparables hasta el día de hoy.

También podría gustarte