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El método etnográfico clásico

La Etnografía recoge su significado etimológico del griego: ethnos –έθνος–, «tribu,


pueblo» y grapho –γράφω–, «yo escribo»; y que significa «descripción de los pueblos».
El termino fue acuñado en 1770 por August Schlozer para designar «la ciencia de los
pueblos y las naciones», tal como señalan Vermeulen y Roldan (1995) u Óscar Guasch
en su monografía sobre la Observación Participante (Guasch, 2002).

• La Etnografía como método científico de


investigación estuvo ligada en sus inicios a
ramas tan dispares como la medicina, las
Ciencias Sociales o los folcloristas
En un primer momento, la práctica etnográfica fue llevada a cabo por personas que
no usaban criterios de carácter científico, simplemente por motivos prácticos se
llevaban a cabo descripciones, diarios o cuadernos de bitácora para registrar todo lo
sucedido en nuevos territorios que estaban colonizando o la interacción con nuevas
culturas desconocidas por Occidente. Es por esto que los/as primeros/as
etnógrafos/as fueron exploradores/as y mercaderes que describían la biología del
lugar, las costumbres de la población nativa, el clima o la gastronomía. Un buen
ejemplo de descripción etnográfica llevada a cabo antes de la institucionalización
de esta como método científico podemos encontrarlo en Los viajes, libro escrito por
Marco Polo (2009), en donde relata sus viajes por el continente asiático:

«La llanura de la que os hablo se extiende durante cinco jornadas en dirección al


mediodía; y al final hay una segunda pendiente, en gran declive, que hay que bajar a
pie, descendiendo durante veinte millas… Es muy abundante en aguas y en
hermosos ríos, en dátiles y en otros muchos frutos; y tiene numerosos pájaros, loros,
francolines y aun otros muy distintos de los nuestros». (Polo, 2009, pág. 87)

Considerando la Etnografía como método científico de investigación, esta estuvo


ligada en sus inicios a ramas tan dispares como la medicina, las Ciencias Sociales o
los folcloristas, tal como explica Comelles (1996). Estos inicios, que se sitúan a finales
del siglo XIX, están marcados por un período de expansión colonial que produce un
choque cultural entre colonizadores/as y colonizados/as.

De todas las ramas científicas antes señaladas, la Antropología se adueña del método
etnográfico, popularizándolo y haciéndolo suyo al estudiar estas nuevas sociedades.
Esta empoderación del método etnográfico, que permite sentar las bases de
la Antropología como disciplina científica y diferenciarla de otras disciplinas
centradas en el estudio del comportamiento y las relaciones sociales como
la Filosofía Social, se lleva a cabo con la obra de Bronislaw Malinowski publicada en
1922, Los argonautas del Pacífico Occidental: un estudio sobre comercio y aventura
entre los indígenas de los archipiélagos de la Nueva Guinea
melanésica (Malinowski, 1986). Esta obra permitió profesionalizar la práctica
etnográfica, diferenciando al/la etnógrafo/a profesional –Malinowski– del/a
aficionado/a –comerciantes y mercaderes como Marco Polo– de forma que no se
tildaran ese tipo de obras como etnográficas.
Desde este momento, el recorrido etnográfico como metodología de
las Ciencias Sociales evoluciona y se adapta a nuevas necesidades de información,
así como a nuevos escenarios propuestos por los/as investigadores/as, destacando
tres períodos etnográficos marcados por la relevancia de la adaptación o
transformación del método a nuevos escenarios según Óscar Guasch (2002).

• En torno a los años cincuenta, la influencia


de la Lingüística provocó una serie de
cambios en la Antropología cultural
Período clásico (finales del siglo XIX–principios del siglo XX)

En esta etapa se lleva a cabo la profesionalización de la Antropología –Social en el


caso de la escuela británica y Cultural en el caso de la estadounidense– gracias a las
obras de Bronislaw Malinowski y Franz Boas. En este punto de la Etnografía, el
método facilita el estudio de pequeñas comunidades que están situadas en puntos
lejanos de la geografía global. Se establecen en este período los mecanismos de
cierre profesional para los/as antropólogos/as, definiendo la observación participante
como técnica de recogida de información y el trabajo de campo como sistema para
delimitar la buena praxis.

Esta profesionalización rompe con el método comparativo, que consistía en


comparar sociedades a través de escritos y observaciones de personas ajenas al/la
investigador/a, algo muy instaurado hasta la publicación de las obras de Boas y
Malinowski.

La nueva Etnografía (mediados del siglo XX)

En torno a los años cincuenta, la influencia de la Lingüística provocó una serie de


cambios en la Antropología cultural. Con origen del movimiento en Yale según
Sturtevant (1964), se extendió en Estados Unidos una forma de entender la
Antropología cultural, inspirándose en las técnicas de la Lingüística, que buscaba
mayor rigurosidad en los criterios de descripción y análisis etnográfico.

La influencia de la Lingüística en los estudios antropológicos tiene también su


impacto fuera de Estados Unidos. El ejemplo, y quizá antropólogo más reconocido,
es Claude Lévi-Strauss (2009) y sus análisis estructurales de la sociedad a través del
estudio de los mitos y rituales, apoyándose en la metodología de análisis lingüísticos
propuestos por Ferdinand de Saussure (2004) a principios del siglo XX. El análisis
estructural llevado a cabo por Strauss buscaba las estructuras detrás de los hechos
socioculturales como explicación de estos. Es decir, el análisis planteado por Strauss
busca la explicación de los hechos socioculturales a través de modelos mentales
inconscientes y, sobre todo, universales.

El período plural (años setenta)


Óscar Guasch (2002) señala que en este período la persona deja de ser
conceptualizada como estructura, elemento a través del cual buscar modelos
mentales universales, y pasa a ser entendida como un proceso, un elemento de
constante cambio y adaptación.

Se cimenta, sobre todo, en la Sociología de ruptura que supusieron los


planteamientos etnometodológicos de Harold Garfinkel (2006) y la microsociología
e importancia de la interacción social de Erwing Goffman (1971), además del cambio
sufrido en la Antropología, al desaparecer el mundo primitivo que servía como lugar
de estudio y centrarse así en sociedades más complejas, en las que a través de la
observación participante se busca comprender la interacción social: cómo se
produce, por qué se produce y, sobre todo, los mecanismos que existen de forma
implícita para mantener tal interacción.

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Referencias

André Sören Romero


Experto en Metodología de la Investigación en Ciencias Sociales
Actualmente imparte el Curso Online "Etnografía Virtual" de la Fundación iS+D

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