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PRÁCTICA DE ÉTICA MORAL

Dr. Chacaltana Ramos, Jesús Manuel

La Ética como disciplina filosófica


Proponer que la Ética es una disciplina filosófica, equivale a asumir, en primer término que es desarrollada
bajo procedimientos meteorológicos y, segundo, que tales procedimientos son de una especie determinada; a
saber, los filosóficos. Por ello, plantear que la ética es una disciplina filosófica, es asumir, a la vez, que la
filosofía es también una disciplina que elabora procedimientos metodológicos específicos que la validan como
una ciencia, es decir, como una saber objetivo y cierto racionalmente hablando.

En cuanto a los métodos utilizados por la Ética, Annemarie Pieper, en su texto Ética y Moral. Una
introducción a la Filosofía Práctica (Madrid: Crítica, 1990; 251pp., pp. 9-13.) propone dos, pues nos dice:
Se distingue en Ética, de manera global, dos tipos de métodos: descriptivo y normativo. El método descriptivo
consiste en el estudio de los modos efectivos de acción y de comportamiento en una sociedad o comunidad
determinada a fin de establecer cuáles son los valores y normas vigentes en ellas. Tales valores y normas
configuran el código moral vigente en la comunidad cuya acción se investiga... El método normativo es menos
descriptivo que prescriptivo... En ética, los métodos normativos sólo son aceptables como métodos críticos...
una ética que proceda normativamente tendrá que desarrollar criterios que posibiliten la formulación de un
juicio moral acerca de una acción pero sin anticiparlo. Estos criterios de enjuiciamiento deben ser siempre
cuestionables y susceptibles de revisión: es decir, deben ser criticables.

Así, pues, la Ética como disciplina filosófica describe hechos determinados, en este caso, tipos de
comportamiento en una sociedad o comunidad dada, con el fin de identificar sus implicaciones y, por este
medio, identificar, por un lado, sus derivaciones hacia el porvenir y, por otro, dar con los fundamentos que los
sostienen y posibilitan a saber: los valores, principios y normas de un código moral determinado. Todo ello
con el fin de concretar una serie de criterios que permitan evaluar tales normas para responder a la cuestión
más fundamental y última, planteada, según lo señala James Rachels en su Introducción a la Filosofía Moral
(México: FCE, 2009; 362pp., p. 15), por Sócrates en el origen de la Ética; a saber: ¿"cómo debemos vivir" y
por qué? Por esta razón, la tarea de la Ética no termina en su elemento descriptivo. Antes bien, es éste el
cimiento de su tarea más esencial y específica: su elemento normativo. En efecto, la Ética, pretende encontrar
ciertas normas de comportamiento irrenunciables para la humanidad en cualquier tiempo o lugar. Esta tarea la
lleva a cabo al identificar los argumentos en los que las normas, principios y valores de los códigos morales
de ayer y hoy están fundados. En efecto, ya que existen argumentos más fuertes o mejores que otros, no
cualquier argumento es válido o bueno. Por esta vía pretende la Ética identificar un conjunto de normas,
principios y valores universales. Así, por ejemplo, busca las razones en las cuales pueda estar apoyada la
absoluta prohibición de matar seres humanos inocentes independientemente de si esto sirva para un buen
propósito; como terminar una guerra cruenta, larga y dolorosa -como se esperaba que hubiera en la segunda
guerra mundial contra Japón-, al utilizar las bombas nucleares que, al fin y al cabo acabaron con tantas vidas
de niños, mujeres y ancianos indefensos.
La finalidad de toda esta búsqueda no es otra que responder a la cuestión ¿"cómo debemos vivir" y por qué? Por
ello, en esta búsqueda de normas de validez universal, la Ética pretende superar el relativismo moral, es decir,
las diversas concepciones de lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, que trae
consigo el hecho de que a culturas diferentes existan códigos morales diferentes. Por esta razón, la Ética asume
que lo moralmente justo, es decir lo deseable respecto de la forma de comportarnos en relación con el entorno en
el que vivimos y en relación con los demás, en cualquier circunstancia, es hacer aquello por lo que se puedan dar
buenas razones bajo la guía de la consideración imparcial de los intereses de todos los involucrados, de modo tal
que cualquier ser humano en el ejercicio pleno de su razón pueda reconocer la fuerza o valor de tal norma de
comportamiento. (Cf. Op. Cit., pp. 32-33). Por vía de la razón, por tanto, la Ética pretende construir un criterio
de corrección e incorrección independiente de lo meramente cultural con el que puedan ser juzgadas las normas
de comportamiento humano respecto del entorno en el que estas son llevadas a cabo y respecto de los demás
seres humanos con el que este entorno se comparte. Se trata, pues, de hallar un criterio moral neutral entre
culturas fundado en la base de la objetividad y la universalidad para alcanzar eso que la Ética llama "verdades
morales". La Ética, pues, intenta rebasar la multiplicidad de los códigos morales para llegar a la universalidad de
un código que pueda ser compartido por todos los seres humanos de cualquier tiempo o lugar y, así superar la
creencia de que lo correcto e incorrecto son sólo un "asunto de opinión". La Ética está convencida que existe
una diferencia radical entre lo que la gente cree y lo que de hecho es. Es que determinada cultura puede creer
que la tierra es plana cuando es un hecho que la tierra es redonda, por tal motivo, alguien puede creer que tal
comportamiento es correcto y de hecho no serlo. Así, la Ética actúa bajo la clara convicción de que el
desacuerdo entre culturas respecto de lo que es correcto o incorrecto no es razón suficiente para aceptar que no
hay una verdad objetiva al respecto. Además, es muy justo pensar que la diferencia en el sistema de creencias no
necesariamente refleje una diferencia en el sistema de valores, como propone Rachels en el texto antes citado
(Cf. pp. 43). Por ello la Ética tiene buenas razones para buscar tal código moral universal; se trata, en palabras
de Rachels, de algunas reglas morales que todas las sociedades deben tener en común, porque esas reglas son
necesarias para que la sociedad exista (Cf. Op. Cit. pp. 52-53).

La Ética, como señala James Rachels hace notar que la moral es antes que nada cuestión de
consultar a la razón; por ello se caracteriza como una disciplina filosófica.
En este sentido, la Ética es el esfuerzo de guiar el comportamiento humano por razones, esto es, de aceptar
como deseable o bueno para la humanidad en general aquello para lo cual hay mejores argumentos. De allí
que el conocimiento de la misma puede ser base fundamental para sustentar el ejercicio moral responsable en
los individuos.

PREGUNTAS DE APLICACIÓN
1. ¿Porqué la ética es considerada una disciplina filosófica?
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2. ¿A qué se denomina relativismo moral?
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3. ¿Por qué la ética es consecuencialista?
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4. ¿Qué son los métodos generales de la ética?


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