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FUENTES ARQUEOLÓGICAS.
Introducción
Concepto del Neolítico
o Teorías sobre el origen del Neolítico
o Características del Neolítico
o Expansión del Neolítico
Poblamiento del Neolítico: las sociedades proto-urbanas
o Fase Precerámica
o Fase Cerámica
Sociedades Urbanas
o Mesopotamia
o Egipto
Conclusión
Bibliografía
INTRODUCCIÓN.
En este tema se estudia la revolución neolítica en el Próximo Oriente, desde la
aparición de las primeras comunidades con la agricultura y la ganadería hasta las primeras
civilizaciones hacia el 3000 a.C. y la creación de la escritura, cuando ponemos el fin
cronológico del tema. Nos basamos fundamentalmente en las fuentes arqueológicas para
seguir el proceso.
Además, es preciso señalar que la revolución neolítica se produjo de modo
independiente en otros lugares del mundo entre el 7.000 y el 6.000 a.C.: en el valle del
Indo en la India, en el valle del Huang-Ho en China, en México, en Nueva Guinea… Incluso
la primera cerámica apareció en Japón hacia el 10.500 a.C. Si en el temario se destaca la
revolución neolítica del Próximo Oriente es porque fue la primera, la mejor estudiada, y
porque su influencia fue determinante en la historia de la civilización occidental.
CONCEPTO DE NEOLÍTICO.
El final de la última glaciación, hace unos 10.000 años, supuso el fin del Pleistoceno
y el paso al Holoceno, una época, en la que actualmente nos encontramos, en la cual la
temperatura terrestre aumenta y se estabiliza, lo que desencadena el cambio del estilo de
vida cazador-recolector a otro basado en la agricultura y domesticación de animales, que
exigió un proceso de sedentarización.
Este fenómeno se conoce como Neolítico («piedra nueva»), término acuñado por
el investigador Lubbock en 1865 para matizar el esquema clásico de las tres edades de la
Prehistoria europea. Años antes, Thomsem había dividido la Prehistoria en: Edad de
Piedra, Edad de Bronce y Edad de Hierro. Lubbock, dentro de la Edad de Piedra, diferenció
entre Paleolítico y Neolítico, término con el que hacía referencia a «la nueva piedra»
(piedra pulimentada) por oposición a la piedra tallada del Paleolítico.
- Anatolia: donde, igual que en el área de los Zagros, sólo está documentado el
precerámico B. Destacan asentamientos como Cayónü, Cafer Huyuk o Hacilar, aldeas
no excesivamente grandes vinculadas a comunidades agrícolas que viven en casas
rectangulares y pluricelulares. También han aparecido silos y hornos paneros, donde
los encontramos en Gobekli Tepe. (Haz caca = para memorizarlos)
Sin embargo, la aldea más importante de Anatolia, a nivel arqueológico será Catal
Huyuk, fundada aproximadamente en el año 7000 a.C. Catal Huyuk es un caserío
amplio con casas rectangulares y pluricelulares, cuyos muros traseros forman el muro
defensivo. Las casas estaban adosadas y no había calles entre ellas. Los enterramientos
se hacían bajo las plataformas en las que se dormía y el alto número de santuarios
documentados y pinturas murales que reflejan ritos apuntan a la existencia de ritos
religiosos y funerarios cuyo entramado debía ser algún tipo de simbiosis entre la vida y
la muerte. A pesar de su desarrollo nos seguimos encontrando ante una aldea, quizás
esto explique que en el 5.400 a.C. un incendio destruyese la aldea y no se volviera a
repoblar.
- Sin embargo, la fase de mayor apogeo en la alta Mesopotamia está representada por
la Cultura de Samarra (5.400-5.000 a.C.), donde destaca un poblado articulado en
torno a un espacio comunal interior, con viviendas grandes y pluricelulares y un
recinto mural exterior rodeado de un foso. Aparece por primera vez la cerámica
pintada. Además, desde el punto de vista económico se han documentado técnicas de
irrigación y restos de cultivos híbridos.
Norte de Siria y territorios de Irak. Destaca la cultura de Tell Halaf (5.500-4.500 a.C.).
Surge sin relación alguna con las otras dos en la zona norte de Mesopotamia. Es
totalmente diferente en su morfología (casas redondas), en sus hábitos funerarios
(incineración de los cadáveres y depósito de las cenizas en vasijas que se enterraban en el
suelo de la casa) y su tipo de cerámica decorada con motivos geométricos. Todo parece
apuntar a que esta nueva cultura surge de la mano de nuevos colonizadores procedentes
de otro lugar.
5. SOCIEDADES URBANAS.
El paso de las comunidades neolíticas a núcleos urbanos ha generado un debate
entre los investigadores que han sugerido una serie de hipótesis para explicar este
proceso:
Gordon Childe planteó una «revolución urbana» gradual que se llevó a cabo
debido a la producción intensiva de alimentos y la existencia de excedentes que dará lugar
a la existencia de una clase dominante, que él considera regresivo porque parte de la
teoría marxista de la lucha de clases.
CONCLUSIÓN.
El Neolítico no se define solo por un tipo de material arqueológico (cereales o animales
domesticados, piedras pulimentadas…) sino que se define también por un ambiente
cultural preciso que se ha dejado de lado durante muchos años.
El hombre del Neolítico tiene una percepción del tiempo y del espacio completamente
diferente de sus antepasados. Debido al desarrollo de la agricultura y ganadería nace en el
hombre la concepción del tiempo cíclico. Además, perciben el espacio de forma diferente.
El hecho de dejar el nomadismo hace que empiecen a asentarse en un lugar de forma
permanente. Nacen así las primeras sociedades urbanas que sientan las bases de nuestras
ciudades: se organizan en torno a un espacio central donde se ubica el edificio más
importante: el templo. Están compuestas por diferentes tipos de vivienda, cuyas
características y amplitud depende de la diferenciación en función de la riqueza, etc.
Han pasado aproximadamente 8000 años desde que aparecieron los primeros núcleos
urbanos en Próximo Oriente, pero la esencia de las ciudades neolíticas sigue estando
presente.
La procedencia del hombre es africana, allí nacimos como especie, pero los verdaderos
cambios que conforman nuestra forma de subsistir y adaptarnos al entorno se produjeron
en Próximo Oriente con el nacimiento de las primeras sociedades urbanas.
BIBLIOGRAFÍA
EIROA, J. J.: Nociones de Prehistoria General, Ariel, Barcelona, 2000.
FERNÁNDEZ MARTÍNEZ, V. M.: Prehistoria, Alianza, Madrid, 2007.
FERNÁNDEZ VEGA, A. M. Prehistoria II: las sociedades metalúrgicas, UNED, Madrid,
2011.