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GRUPO 13
2021
INTRODUCCIÓN
La prehistoria presenta una serie de particularidades que la hacen en muchos aspectos
diferente a cualquier otro episodio de la historia. Su definición cronológica y cultural y sus
singulares métodos de estudio, básicamente a través de la arqueología, nos obligan a
llegar a una aproximación a los mecanismos que los prehistoriadores utilizan para
reconstruir los procesos y los acontecimientos de esta primera etapa, la más larga, de la
historia de la humanidad. A continuación, se mostrará las diferentes etapas de la
prehistoria y se podrá entender por qué clasificamos las diferentes etapas de la
prehistoria por medio de la aparición de determinados elementos tecnológicos, o de
diversas estrategias de la economía de subsistencia, o cómo fechamos los
acontecimientos que se van sucediendo a lo largo del tiempo.
Objetivos:
La primera cuestión que se plantea al establecer el marco cronológico de la Prehistoria es
la fijación de su límite inferior, intentando responder a la pregunta de cuándo es posible
llevar a cabo la reconstrucción de la Historia del Hombre. Enlazamos, así, con el problema
del origen de la especie humana seleccionando los criterios que podrían permitir el
calificar de hombre a un antropoide. Por otro lado, se busca el más remoto pasado de la
Humanidad, promoviendo el interés general de los ciudadanos, avivado por los continuos
y espectaculares descubrimientos que se producen a diario, para así finalmente conocer
mejor al hombre en su etapa más primitiva.
Periodo paleolítico:
El Paleolítico se define como la Edad Antigua de la Piedra y abarca el tiempo comprendido
entre el inicio de la vida humana y el final de la era glaciar en la Tierra. El Paleolítico se
divide en tres etapas: Inferior (2’5 millones-100.000 a. C.), Medio (100.000-35.000 a. C.)
y Superior (35.000-10.000 a. C.). Cada etapa corresponde a un estadio de la evolución en
el proceso de hominización durante la Prehistoria. El periodo del Paleolítico se caracteriza
por el nomadismo de la sociedad prehistórica en busca de alimento para su supervivencia;
el establecimiento de hábitats provisionales cerca de los ríos y lagos; la elaboración de
utensilios de piedra tallada para su utilización como herramientas y artilugios de caza; la
colonización humana del planeta desde África (origen del hombre); y el descubrimiento
natural del fuego por la acción natural de los fenómenos meteorológicos y su dominio
posterior mediante el frotamiento de palos o cañas para combatir el frío, endurecer las
armas de caza y facilitar la ingestión de los alimentos. Las principales culturas del
Paleolítico a nivel mundial fueron: el achelense y el musteriense en Europa, el
olduvayense y el achelense en África y la peble en Asia. La cronología del desarrollo
cultural varía según las zonas del planeta. Las diferentes culturas no evolucionaron de la
misma forma y al mismo tiempo. La vida en el Paleolítico estuvo condicionada por las
glaciaciones desarrolladas en las diferentes regiones del globo. En Europa, las glaciaciones
Mindel, Gunz, Riss y Würm influyeron en la fauna y la flora de la Tierra y, por ende, en las
formas de vida humana. La fauna destacaba por la existencia de grandes animales como el
mamut, el rinoceronte, el reno y el elefante, y la flora quedaba supeditada a la aparición
de zonas de nieves perpetuas. La existencia de abundante caza favoreció el desarrollo de
la industria lítica, con la producción de cantos, bifaces, raederas, raspadores,
perforadores, hojas de laurel y arpones. El hombre del Paleolítico buscaba hábitats
cercanos al agua para garantizar su supervivencia. Los primeros homínidos vivían en
cuevas para protegerse de las inclemencias del tiempo. La evolución humana propició el
abandono progresivo de las cuevas en beneficio de cabañas provisionales, generalmente
de planta circular, realizadas con ramaje. En las cuevas, el ser humano desarrolló el arte
paleolítico con pinturas minerales sobre escenas de caza y rituales mágicos. La religión
primitiva se basaba en la adoración de los elementos de la naturaleza. El final de las
glaciaciones supuso el final del Paleolítico y el paso al Mesolítico.
Periodo mesolítico:
Este periodo sucede al Paleolítico y antecedió al Neolítico. Se trata de una etapa que
forma parte de la llamada Edad de Piedra. Aunque no existen delimitaciones concretas o
precisas, se estima que el Mesolítico se inició hace cerca de 12 000 años. Su final habría
comenzado a desarrollarse en torno al año 9000 antes de Cristo en el Cercano
Oriente (u Oriente Próximo), mientras que en zonas del continente europeo recién
culminó en 4000 a. C. Como el resto de la Edad de Piedra, el Mesolítico se caracterizó por
el uso de herramientas de piedra. Los pueblos de la época eran nómades, aunque en
algunas regiones empezaron a establecerse comunidades más sedentarias. A lo largo
del Mesolítico, por otra parte, se fue abandonando el modelo de cazadores-recolectores.
La dieta del Mesolítico era mucho más amplia en comparación a los hábitos del Paleolítico.
El ser humano comenzó a ingerir palomas, faisanes y gansos, entre otras aves, además de
pequeños mamíferos. También amplió el consumo de caracoles, raíces y frutos y se
extendió la pesca alejada de la costa. En cuanto al arte, en el Mesolítico se tornó más
abstracto y geométrico. Las manifestaciones conceptuales, en este marco, se hicieron
frecuentes. Es importante tener en cuenta que muchas de las modificaciones alimentarias
y culturales del Mesolítico se vincularon a los cambios climáticos. Al concluir la glaciación,
se derritieron enormes masas de hielo, provocando inundaciones de tierras bajas y el
incremento del nivel del mar. Además, al aumentar la temperatura, muchos mamíferos
cazados durante el Paleolítico migraron o incluso desaparecieron. Con respecto al nombre
de este periodo, lo acuñó el investigador británico John Lubbock, quien vivió entre 1834 y
1913 en Londres, en una obra que tituló “Prehistoric Times” (Época prehistórica) y publicó
en el año 1865. Fue entonces que determinó el quiebre entre ésta y la Edad de Piedra. Por
muchos años, los expertos consideraron el Mesolítico como una especie
de transición entre otras dos etapas, quizás de decadencia, reduciendo su importancia
frente a los dos periodos que lo encerraban. Con la llegada del siglo XX, cambió la opinión
que los investigadores tenían acerca del Mesolítico, porque pudieron demostrar que
existía una continuidad cultural bien definida, a raíz de lo cual decidieron cambiarle el
nombre a Epipaleolítico. Este término significa «por encima del Paleolítico» y no toda la
comunidad científica estuvo de acuerdo con su adopción.
Periodo neolítico:
El Neolítico es la última etapa de la Prehistoria, entre el 9000 y el 6000 a.C., cuando los
seres humanos pasaron de limitarse a recoger los productos de la naturaleza, a
modificarla para producir artificialmente nuevos tipos de recursos. En ese tiempo, los
grupos humanos, en lugares y épocas distintos y sin relación alguna entre sí, empezaron a
practicar la agricultura y la ganadería. Se ha planteado el crecimiento demográfico como
probable causa del surgimiento de la agricultura; se cree que la población humana
aumentó a tal punto que los recursos resultaban insuficientes para satisfacer las
necesidades alimenticias; por lo tanto, las sociedades prehistóricas se vieron forzadas a
interactuar con la naturaleza para aumentar la producción de plantas y animales.
Arte parietal o rupestre: Relieves grabados, pinturas sobre rocas (paredes y techos)
de las cuevas.
Knife and two molars, Unknown, -250000, De la colección de: Rijksmuseum van Oudheden
Dentro de este periodo de arte también se encuentran los utensilios de hueso y/o
piedra como puntas de flecha, raspadores, cuchillos, hachas y martillos
Relieve Egipcio de León, -0380/-0200, De la colección de: Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat
Dentro de las primeras manifestaciones artísticas Gombrich nos menciona que el arte
egipcio fue uno de los pioneros con la realización de bocetos sobre las paredes donde
se marcaban los relieves
CONCLUSIÓN
Bibliografía: