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Cada vez que recuerdo mis fracasos, doy gracias a Dios por haberlos

tenido. Muchos me tumbaron de tal manera, que estuve años sumido en ellos sin
encontrar mi norte. Muchos de ellos, de acuerdo a mi baja autoestima y inmensa
vulnerabilidad, se apoderaron de mi vida, la controlaron y los resultados fueron:
oportunidades perdidas.
Pero lejos de estar rumiando por eso, me di la oportunidad de reinventarme,
de agradecerlos y de aprender de ellos.
Sé que los fracasos me llevaron a darme cuenta que, gracias a ellos, he
podido mirar lo exitoso que puedo ser y en lo que día a día, me puedo convertir.

Todos fallamos, por más que tratemos que no. —J.M. BARRIE

Nadie en este mundo, me puede decir que jamás en su vida ha fracasado.


Todos fracasamos y andamos en competencia con aquellos que “aparentemente”
es exitoso. Nos enfocamos en mirar los éxitos de los demás, sin siquiera pensar
que estas personas también han fracasado. Lo que pasa es la actitud que tiene
ante el fracaso.

¿Cuál es la mayor diferencia entre la gente que triunfa y la


mediocre?

¿Qué es lo que diferencia a los vencedores?


¿Por qué algunas personas alcanzan alturas envidiables mientras que otros
caen estrepitosamente?

Tú sabes de qué estoy hablando.

Llámalo suerte, bendición, o como quieras. Pero la verdad, es que algunas


personas parecen alcanzar cosas increíbles a pesar de lo difíciles que parezcan.
No importa la clase de trabajo que hagan. Dondequiera que estén,
pareciera que, con su sola presencia, hacen realidad cualquier cosa. No cabe la
menor duda, que a todos nos gusta pensar que estamos por encima del promedio.
Pero los triunfadores parecen dejar el “promedio” en el polvo, tan detrás de ellos
que parece un recuerdo lejano.

¿Qué es lo que pasa con estas personas que “mágicamente”, todo lo que
se proponen lo logran?
Voy a hacer un paréntesis aquí para explicarte lo que es ser una persona
mediocre. Porque sé que muchas personas manejan otra definición de esta
palabra.

La mediocridad está a la orden del día. Lo malo es que la gente mediocre


no se da cuenta de que lo es, entonces, hace poco para intentar mejorar y buscar
su talento oculto, si es que lo tiene. Igualmente, y es mucho más dramático, una
persona talentosa puede convertirse en un mediocre.

Ser mediocre, indica algo o alguien que no presenta la calidad ni el valor


que sea mínimamente aceptable para su entorno. La palabra mediocre proviene
del latín mediocris que significa “medio” o “común”. La palabra mediocre es
utilizada como sinónimo de: mezquino, mediano, vulgar y común.

Muchas veces, ser mediocre, significa dejar las cosas por la mitad, las
cosas sin terminar. Obviamente, si dejas las cosas por la mitad, vas a fracasar en
aquello que comenzaste y nunca terminaste. La gente exitosa está muy lejos de
ser mediocre.

Ahora bien,
¿CUÁL ES LA RAÍZ DEL ÉXITO?
¿Qué hace la diferencia?
¿Por qué a algunas personas les va tan bien?
¿Será por …

• el trasfondo familiar? Crecer en una buena familia es algo por lo que


cualquiera debería sentirse agradecido, pero no es un indicador confiable de ser la
razón para el éxito. Un alto porcentaje de las personas exitosas viene de hogares
destruidos.

• ¿la riqueza? No, algunos de los hombres y mujeres de mayor éxito vienen
de la clase media y de la clase media baja. La riqueza no es un índice de éxito ni
la pobreza es garantía de logros.

• ¿la oportunidad? Bueno, la oportunidad es algo muy especial. Dos


personas con dones, talentos y recursos parecidos, pueden estar una situación
dada, y una de ellas verá tremendas oportunidades, mientras que la otra, no verá
nada. La oportunidad está en el ojo del observador.

• ¿una alta moralidad? Me gustaría que esta fuese la clave, pero no lo es.
He conocido personas absolutamente íntegras que han logrado muy poco. Y he
conocido sinvergüenzas de un tremendo éxito. Tú también los conoce.

• ¿la ausencia de problemas? Tampoco es la ausencia de problemas. No,


ninguna de estas cosas es la clave. Para decirlo en forma franca, yo sé solo de un
factor que separa a los que se distinguen en forma consistente de los que no.

“La diferencia entre la gente mediocre y la gente de éxito es su


percepción de y su reacción al fracaso”.

Ninguna otra cosa tiene la clase de impacto en la capacidad de las


personas de alcanzar y llevar a cabo cualquier cosa que se propongan y deseen.

“No tengo dudas de que hay muchas formas de ser un ganador, pero
en realidad hay solo una forma de ser un perdedor, y esta es fracasar y no
ver más allá del fracaso”.
Kyle Rote Jr.

Aún, a la gente positiva, le cuesta aprender a ver positivamente los


fracasos.

La forma en que una persona ve el fracaso y lo enfrenta, sea que tenga o


no la capacidad para ver más allá y mantenerse triunfando, impacta cada aspecto
de su vida. Pero esa capacidad parece difícil de obtener. La mayoría no sabe por
dónde empezar para lograrla.

Quiero que sepas que, a menudo, el ambiente de la escuela y la casa,


refuerzan los peores sentimientos y expectativas sobre el fracaso de las personas.
No nos enseñan a fracasar. Nos enseñan a triunfar. Nos dan las herramientas
para hacerlo, pero jamás nos explican, cómo debemos actuar cuando nos toque
fracasar.
Nos enseñan a temerle al fracaso y de una vez, en nuestra mente se
empieza a crear una imagen del fracaso como un monstruo. Empiezan a aparecer
los juicios.

En una oportunidad, se me ocurrió inscribirme en la universidad en la


carrera de Ingeniería Civil. El primer día, el profesor entró a la clase de y con
energía, dijo: “La mitad de ustedes no va aprobar esta clase”.

¿Cuál fue mi primera reacción? ¡Miedo!

Te podrás imaginar, que como me conocía en cuanto a retos, esa materia y


toda la carrera se convirtió para mi, en un juego a ganar. Los resultados: Jamás
me gradué de Ingeniero, ni siquiera terminé ese año.

Si te sientas a conversar con un niño y le preguntas, qué es el fracaso. No


va a saber contestarte, sencillamente porque no lo conoce. Nunca se lo han
presentado. Mira a la gente como les dice a los hijos: “tu tienes que ser el mejor”.
“Quiero que siempre saques 20 puntos”.

Esta semana estuve conversando con una adolescente que ya está a punto
de salir de bachillerato y no sabe realmente lo que quiere estudiar. Le pregunté su
promedio y me dijo: 20 puntos. Le pregunté: ¿Qué pasa cuando sacas menos de
eso? Me dijo: “me quiero como morir”.

¿Te das cuenta de lo que nos pasa sencillamente por no conocer el


fracaso?

Nuestros padres NO NOS PREPARAN PARA EL FRACASO. Y cuando


digo eso, no pienses que estoy queriendo decir que a los chamos a que
prepararlos para que sean fracasados, no no no. Hay que prepararlos para que
sepan que en su vida se les puede presentar momentos en los que tiene que
perder y deben saber gestionarse para fracasar.

“El aumento de los suicidios, alcoholismo e incluso algunas formas


de quebrantamientos nerviosos, es evidencia de que muchas personas se
están preparando para el éxito cuando deberían estarse preparando
para el fracaso. Fracasar es mucho más común que triunfar; la pobreza está
más generalizada que la riqueza; y la desilusión es más normal que los
logros”.
J. Wallace Hamilton

¿Prepararse para fracasar?

Quiero ayudarte a que te prepares para el fracaso. Quiero que aprendas


cómo mirar con confianza la posibilidad de fracasar y trabajar para transformar ese
fracaso en victoria. Porque en la vida, la pregunta no es si vamos a tener
problemas, sino cómo vamos a enfrentarlos.

¿Vas a transformar tus problemas en victorias, o vas a dar un paso atrás?

Para ti: ¿Qué entiendes por éxito y qué entiendes por


fracaso?

Quiero que, en este momento, dejes la lectura por un momento y medites


esta pregunta.

El éxito es el resultado feliz y satisfactorio de un asunto, negocio o


actuación. La palabra, como tal, proviene del latín exĭtus, que significa “salida”. El
fracaso es, un suceso lastimoso, imprevisto y funesto, según describe el
diccionario de la Real Academia.

A partir de aquí, te voy a ir dando algunos pasos para que mires de una vez
por todas, el lado bueno y positivo de fracasar. Por supuesto que no te voy a dar
pasos para que hagas del fracaso, tu vida. Son pasos para mirar lo bueno que
trae.

Dicen por ahí que no hay mal que no traiga un bien.


Tu primer paso hacia el lado bueno de fracasar:

Reconoce que hay una gran diferencia entre las personas


mediocres y las que triunfan.

Fíjate en la forma en que los triunfadores enfrentan las experiencias


negativas y podrás aprender mucho sobre cómo transformar tus fracasos en
victorias. Te voy a dar dos listas y quiero que mentalmente, determines cuál
describe tu forma de enfrentar los fracasos.

Dejarse derrotar por los fracasos

• Culpar a los demás.


Andamos culpando a todo el mundo por nuestros fracasos. Por favor, tus
fracasos son única y exclusivamente tuyos. Deja ya de culpar a otros por aquello
que no lograste conseguir o por aquello que llegó a tu vida inesperadamente.

• Repetir los mismos errores.


Hay gente reincidente. Van por la vida, repitiendo los mismos fracasos y
para nada, aprenden de ellos. Nunca miran la señal que les manda el mismo
fracaso. Se dan siempre con la misma piedra y caen en el punto anterior, echarle
la culpa a los demás. Por favor, termina de darte cuenta que estás repitiendo los
mismos errores que te han hecho fracasar. Avanza y que, si vuelves a cometer
algún error, por favor, que no sea el mismo.

• Creer que nunca más se va a fracasar.


Si estás pensando esto, déjame decirte que esperes sentado, porque de pie
te vas a cansar. La persona que cree que nunca va a fracasar, está en otro
planeta. El fracaso está a la orden del día. Ya te dije que no nos enseñaron a
gestionarnos cuando a nuestra vida nos llega el fracaso. Lo que quiero es que te
centres en que al llegarte algún fracaso, veas la posibilidad de aprender de él y
eso te sirva para triunfar y cuando te llegue algún otro episodio de fracaso lo
puedas manejar e implementar los conocimientos que adquiriste en el fracaso
anterior.
• Creer que se va a seguir fracasando.
Este es otro punto que observo en muchas personas. Fracasan por algo y
se vuelven un imán para que en su vida se repitan los mismos fracasos y quizás,
otro tipo de fracaso. De una vez se etiquetan como fracasados y eso los detiene,
no les permite pensar que alguna vez en su vida, van a triunfar. Debes de una vez
por todas, quitarte la etiqueta de fracasado. Piénsalo bien, en la vida vas a
fracasar varias veces. De ti depende quedarte en ese rol o salir de él.

• Aceptar ciegamente la tradición.


Aquí, nos encontramos con personas que son fracasados por tradición, o
sea, nietos e hijos de personas fracasadas. O si se criaron en un ambiente de
fracasados, entonces ni se molestan en pensar en el éxito. Eso suele pasar
muchísimo cuando hablamos de la educación. También se nota mucho en las
relaciones. Por favor, quiero que te metas esto en la cabeza. Cada persona tiene
su historia. Nunca repitas las historias negativas y de fracasos de los demás, así
sean tus padres o alguien que quieras demasiado. Todo lo contrario, vive tu propia
historia. Vive tus propios fracasos. Cáete y levántate por ti mismo.
Cada vez que alguien te hable de algo que te huela a fracaso, cuestiona
siempre. Aprende a desligarte de los pensamientos tóxicos de los demás.

• Sentirse limitado por los errores pasados.


Ya te dije acerca de los errores pasados. Estos pasaron y te enseñaron
¿Verdad?
Entonces deja de limitarte por esos errores. Por ejemplo: Si alguna vez
tuviste que hablar ante el público y te equivocaste, que este episodio, jamás te
frene a volver a intentar hablar en público. Te lo agradezco por favor.

• Pensar que eres un fracasado.


Este si que es un tremendo fracaso. Cuando crees que eres un fracasado,
jamás vas a salir de ese hueco en el que tú mismo te metiste. Ya te dije, que dejes
las etiquetas negativas. Tus Pensamientos vienen de las creencias con las que te
criaste. Si te crees un fracasado, tus pensamientos van a estar siempre enfocados
en eso, luego te vas a hablar internamente cosas que se hablan las personas que
se creen fracasadas y tu subconsciente va a decir…Amén. Luego lo vas a decir al
mundo cuando te expreses hacia ti y por vibración, eso se te va a devolver como
cuando un genio de la lámpara te concede el deseo. O sea, se va a materializar en
tu vida y así sucesivamente va a circular en tu existencia hasta que te mueras.
Estas son algunas características de las personas que fracasan. Ahora, te
voy a hablar un poco de las que triunfan.

Transformar los fracasos en victoria

• Asumir la responsabilidad.
La gente exitosa se hace cargo de su vida. Desde lo que cree, lo que
piensa, lo que siente, lo que habla, como actúa, en fin, de toda su vida.
Cuando tú asumes la responsabilidad de tu vida, empiezas a
comprometerte contigo, te amas, te respetas. Aprendes, con mucha madurez, a
gestionar tus fracasos, a aprender de ellos y te reprogramas para que cuando algo
similar se te presente, lo puedas tomar con tranquilidad y lo puedas dominar.

• Aprender de cada error.


Cada error que cometemos, tiene su respectivo aprendizaje. El que hayas
cometido un error y lo hayas sabido solucionar, no quiere decir que el siguiente
que creas igual, lo vas a enfrentar de la misma manera. Recuerda que puede que
se parezca, pero debes medir la intensidad, el tiempo, el contexto etc. Cada error
y cada fracaso tiene su aprendizaje. Además, tú debes aprender a diferenciar que
parte de ti atacar para solucionar ese resultado. Si quieres cambiar algo, trabaja
en tus acciones. Si quieres transformar tus resultados, trabaja en tu ser.

• Reconocer que el fracaso es parte del progreso.


La gente que triunfa, luego de fracasar, siente que da un paso más a la
victoria. Los fracasos son como la persona que trabaja con arcilla. Nosotros somos
la arcilla, metafóricamente hablando. Cada vez que una persona exitosa fracasa,
sabe que su vida está agarrando forma. El fracaso es parte de un proceso que te
encamina al éxito. Si eres de las personas que quieren ver los resultados
rápidamente, entonces, te va a costa muchísimo ser exitoso. El éxito en el camino,
no el destino. Mientras te mueves dentro de tus fracasos, vas asegurando tu pase
vip a la construcción éxito en tu vida. No hay éxito sin fracasos.

• Mantener una actitud positiva.


Si eres de las personas que siempre anda con actitud negativa, ni siquiera
vas a saber manejar el fracaso. Con eso te digo bastante. La gente que anda
siempre en victoria, es gente de buena actitud. Es gente que mira las posibilidades
en vez de las dificultades. Es la que crea mecanismos oportunos para ser feliz
todos los días de su vida. Tu actitud positiva es la que va a hacer que mires los
fracasos incluso con humor. Tu actitud positiva, es la que te va a hacer que mires
la vida a colores y te dirá: “Tranquilo chico/a, que de esta salimos”.
La actitud positiva te va a dar las pautas para poder discernir en las
oportunidades, inclusive a crearlas.
¿Cómo tener una actitud positiva?
Busca el lado positivo de las cosas. Concéntrate en la solución de las
cosas. Gestiona las emociones positivas. Expresa gratitud. Comparte tu
generosidad. Visualiza tu éxito así te encuentres en pleno fracaso. Rodéate de
personas positivas y Sonríe siempre.

• Desafiar las suposiciones anticuadas.


En el libro LOS CUATRO ACUERDOS, el Dr. Miguel Ruiz, en uno de sus
puntos, habla de las suposiciones. Él dice que tenemos la tendencia a suponer y
creemos que nuestras suposiciones son reales, sin embargo, con frecuencia
nuestras suposiciones nos llevan a malentendidos. Y es que las suposiciones
suelen ser más bien pensamientos negativos incluso catastróficos.
Por eso, la gente que anda siempre en victoria, enfrenta esas suposiciones
anticuadas acerca del fracaso. Las suposiciones anticuadas se convierten en
creencias y por supuesto, las creencias se convierten en realidades.
Para el Dr. Ruiz, el acuerdo de no hacer suposiciones, nos invita a
quitarnos la duda, a preguntar, a solicitar una explicación a ese comportamiento, y
a darlo cuando sea la otra persona quien lo solicite.

• Volver a arriesgarse.
El que que una persona tome un riesgo, no quiere decir que no tenga
miedo. Ese es otro tema. La gente victoriosa, sabe que al arriesgarse, o tiene éxito
o fracasa. Si tiene éxito, lo celebra. Si fracasa, le mira el lado bueno, aprende de él
y sigue adelante.
Mira en tu vida, los retos a los que has tenido que enfrentarte. Mira las
veces que te arriesgaste y triunfaste. Que tus fracasos jamás te impidan volver a
arriesgarte. Que tus fracasos te den las pautas para paso a paso ir logrando las
victorias en tu vida.
Si fracasas, vuelve a arriesgarte. Tanto da al cántaro el agua, hasta que lo
rompe.

• Creer que algo no funcionó.


Aquí entra el discernimiento, la reflexión de la gente exitosa. Siempre que
algo te lleve a fracasar, analiza qué fue lo que no funcionó. Reconócelo con amor
y sin darte tanto latigazo. El reconocer eso, te va a llevar a internalizar, qué cosas
debes mejorar y qué cosas no debes volver a hacer. Esto no es mal de morir. Si te
conoces, sabrás gestionar tus emociones y tus acciones para seguir convirtiéndote
en una persona que vive de victoria y victoria.

• Persevera.
El que persevera siempre va a vencer. De esta manera, podemos deducir,
que la acción de perseverar es una virtud, que puede llevar a la persona hacia el
éxito en un ámbito donde se ha propuesto un objetivo determinado. Las personas
perseverantes son aquellas que, a pesar de errores, de fracasos y de obstáculos
que se interpongan en el camino entre su objetivo y la meta a alcanzar.

Quiero que pienses en un reciente traspié que hayas tenido. ¿Cómo


reaccionaste?

“No me importa lo difíciles que sean o que hayan sido tus problemas,
la clave para vencerlos, no está en cambiar tus circunstancias. Está en que
cambies tú”.

Este es un proceso y comienza con el deseo de que alguien te enseñe. Si


estás dispuesto a hacer eso, vas a ser capaz de enfrentar tus fracasos con
éxito. Desde este momento en adelante, comprométete a hacer lo que sea con tal
de obtener la victoria.

Recuerda, el primer Paso hacia el lado bueno fracasar es: Reconocer que
hay una gran diferencia entre las personas mediocres y las que triunfan.

“La diferencia entre grandeza y mediocridad es a menudo


cómo una persona ve sus errores”.
Nelson Boswell
Uno de los más grandes problemas que la gente tiene respecto al fracaso,
es que juzgan demasiado rápido, situaciones aisladas en sus vidas y las clasifican
como fracasos. En lugar de hacer eso, deberían mantener en mente el cuadro
total de cada situación.

Cambiar tu perspectiva del fracaso te va a ayudar a perseverar para


finalmente alcanzar lo que deseas. ¿Entonces, cómo vas a juzgar el fracaso?
Déjame comenzar echando una mirada a siete cosas que el fracaso no es.

La gente cree que el fracaso se puede evitar, y no se puede.


Todos fallamos y cometemos errores. Seguramente has oído aquello de
que “errar es humano, perdonar es divino”.
Si tú eres un ser humano, vas a cometer errores.

Reglas para el ser humano.


1.- Tienes que aprender lecciones.
2.- No hay faltas, solo lecciones.
3.- Una lección se repite hasta que se aprende.
4.- Si no aprendes las lecciones fáciles, se hacen más difíciles. Muchas
veces, el dolor es una forma en que el universo consigue que se le preste
atención.
5.- Tú sabrás que has aprendido una lección cuando tus acciones cambien.

La gente cree que fallar, es el resultado de algo, y no lo es.


Con el tiempo me he convencido que el fracaso es un proceso. Por ejemplo:
Si fallas en un examen, eso no significa que fallaste en un resultado una sola vez.

El éxito es un viaje que tú comienzas. Y el éxito se va alcanzando según lo


que hagas día tras día. En otras palabras, el éxito es un proceso. El fracaso actúa
de la misma forma. No es un lugar al que se llega.
Como el éxito, no es un resultado ni es un fracaso. Es cómo enfrentas la
vida a lo largo del camino. Nadie puede decir que ha fracasado mientras no exhale
el último suspiro. Hasta ese momento, todavía estará en proceso, y aun no se
habrá dicho la última palabra.
La gente cree que el fracaso es objetivo, y no lo es.
Cuando te equivocas. ¿qué determina que tal acción fue un fracaso? El
fracaso no se determina de esta manera. Tú eres la única persona que puede
realmente decidir que has fracasado. Esto es algo subjetivo. Tu percepción y la
forma en que reaccionas ante tus errores, determinan si tus acciones son o no un
fracaso.
Recuerda que tú eres la única persona que puede realmente decidir que
has fracasado.

La gente cree que el fracaso es un enemigo, y no lo es.


La mayoría de la gente, trata de evitar los fracasos como se evita una
plaga. Le temen. Pero de la fatalidad, es que surgen los éxitos. Las personas que
ven el fracaso como un enemigo, son esclavas de aquellos que lo vencen. Herbert
V. Brocknow lo dice de esta manera: “El que no comete errores sirve al que sí
los comete”.
Observa a cualquier triunfador y descubrirás en él a una persona que no ve
los fracasos como enemigos. Grábate esto siempre: “cuando nos damos permiso
para fallar, al mismo tiempo nos estamos dando permiso para superarnos”.

La gente cree que fallar es algo irreversible, y no lo es.


Los errores no son irreversibles. Hay que mantener la perspectiva. La gente
que ve sus errores en forma correcta se aprovecha de ellos. Los errores no hacen
a las personas darse por vencidas. Los éxitos no hacen a las personas creer que
ya lo alcanzaron todo. Cada resultado, sea bueno o malo, es un pequeño pasado
en el proceso de vivir.

La gente cree que el fracaso es un estigma, y no lo es.


Los errores no son una marca permanente. Cuando cometas errores, no
dejes que te desmoralicen. Y no pienses en ellos como un estigma. Haz de cada
fracaso un peldaño de la escalera que lleva al éxito.

La gente cree que después del fracaso ya no hay más, y no es así.


No permitas que aun lo que parezca un tremendo fracaso te impida luchar
por lograr el éxito.
Si tiendes a fijarte en los extremos del éxito y del fracaso y a fijarte en
resultados particulares en tu vida, trata de poner las cosas en perspectiva. La vida
de cada persona está llena de errores y experiencias negativas. Pero, quiero que
sepas esto: “Los errores se transforman en faltas cuando los percibimos y
reaccionamos a ellos incorrectamente. Las faltas se transforman en fracasos
cuando continuamente reaccionamos a ellas incorrectamente”.

Las personas que fracasan en su intento de progresar pueden ver sus


errores o experiencias negativas como una parte normal de la vida, aprender de
ellas y luego intentarlo de nuevo. El que persevera alcanza el propósito de su vida.

La verdad terrible, es que todos los caminos al éxito pasan por la tierra del
fracaso. Y esta se encuentra entre cada ser humano que tuvo un sueño y la
realización de ese sueño. La buena noticia es que cualquiera puede pasar con
éxito a través del fracaso.

Tu segundo paso hacia el lado bueno de fracasar

Aprende una nueva definición de fracaso.


¿Cómo te puedes ayudar a ti mismo a aprender una nueva definición de
fracaso y desarrollar una perspectiva diferente sobre el fracaso y el éxito?

Cometiendo errores.

Si fallaste, ¿significa que eres un/a fracasado/a?


Lo que tienes que decirte es: “No soy un fracasado, solo fracasé al intentar
hacer algo”. Hay una gran diferencia entre una cosa y otra.

Creo que no es exagerado decir que a todos los grandes hombres de éxito
se les han dado múltiples razones para creer que han sido unos fracasados. Pero,
a pesar de eso, han perseverado. Frente a la adversidad, el rechazo y los errores,
siguen creyendo en ellos y rehúsan considerarse unos fracasados porque miran el
lado bueno de fracasar.
Yo quiero, en esta parte, introducirte a que es necesario para ti, hacer una
reconciliación con tu ser. Es necesario que te reencuentres, te reconozcas para
que puedas aprender a gestionarte.
La identidad es importante en el ser humano. Dios te hizo único e
irrepetible. No me cansaré de repetírtelo.
La gente que camina en victoria, primeramente, cree en Dios. Cree en ese
ser Sobrenatural que lo guía, que le da las pautas necesarias para salir adelante.
Es mi manera de pensar.
Cuando estás en paz contigo y reconoces todos los talentos y dones que
Dios te dio, puedes fracasar tranquilamente porque sabes que te vas a recuperar y
vas a salir triunfador en todo lo que te propongas.

Habilidades necesarias para transformarlos fracasos


en victorias.

Estas son siete habilidades que tienen los triunfadores y que los capacitan
para no dejarse vencer por los errores que cometen, sino que los hacen seguir
hacia adelante, mirando, precisamente, ese lado bueno de fracasar.

1.- Los triunfadores rechazan el rechazo.


La gente que no se rinde, se mantiene probando porque no basa su
autoestima en lo que realiza. En lugar de eso, tienen una autoimagen basada en lo
interior. En lugar de decir: “Soy un fracasado”, dicen: “Fallé esta vez”, o “cometí un
error”.
Cuando fallamos, tenemos dos opciones: Podemos interiorizar o exteriorizar
nuestro fracaso. Cuando falla, la gente que se culpa, tiene un pobre concepto de
sí misma, cree que no vale nada, que no tiene talento, que nadie la quiere. Pero la
gente que culpa a factores externos, no pierde su autoestima cuando la golpean
hechos negativos. Para mantener la perspectiva correcta, asume la
responsabilidad de tus actos, pero no tomes tus fracasos como cosa personal.

2.- Los triunfadores ven el fracaso como algo temporal.


Para la gente que personaliza los fracasos, los problemas, son como un
hueco que los está succionando permanentemente. Pero los triunfadores ven las
cosas como algo temporal, no como un mal para toda la vida. No es una cosa
personal.
3.- Los triunfadores son realistas en lo que esperan.
Mientras más grande sea la hazaña que quieras alcanzar, mayor será la
preparación mental que necesitas para vencer los obstáculos y perseverar en el
largo camino que tienes por delante.

Tienes que enfrentar cada día, con expectativas razonables y no dejarte


abatir cuando las cosas no salgan como quieres.

4.- Los vencedores se concentran en lo que pueden hacer.


Otra manera en que los vencedores evitan personalizar sus fracasos, es
poner su atención en sus capacidades. Lo que distingue a un vencedor de un
perdedor es que el vencedor se concentra todo el tiempo en lo que puede hacer,
no en lo que no puede hacer. Si una debilidad es cuestión de carácter, hay que
prestarle mucha atención. Concéntrate en eso hasta que la superes; lo mejor para
transformar los fracasos en victorias es desarrollar y maximizar las capacidades
personales.

5.- Los triunfadores varían las estrategias.


Los triunfadores son propensos a variar sus estrategias. Esto es importante
en cada esfera de la vida.

6.- Los triunfadores siempre insisten.


Todos los triunfadores tienen en común la habilidad de insistir después de
un error, falta, o fracaso.
La vida, es una serie de resultados. A veces el resultado es lo que uno
quiere. Eso es excelente.

Piensa en lo que hiciste bien. A veces, el resultado es lo que no querías.


Entonces, piensa en lo que hiciste y que no volverás a hacer. Esa es la
clave para intentarlo de nuevo. Los triunfadores están siempre dispuestos a
avanzar sin importar lo que pase. Y eso es posible porque no olvidan que los
fracasos no los convierten en personas fracasadas. Nadie toma los errores como
cosa personal. Esa es la forma para que no te consideres un fracasado.
Tu tercer paso hacia el lado positivo del fracaso.

Elimina el “yo” de tus fracasos.


Si has venido creyendo que eres un fracasado, es posible salir de ese
patrón de pensamiento negativo. Observa un aspecto de tu vida donde has
fracasado repetidamente, y haz lo siguiente:

• Examina tus expectativas para ese aspecto.


Escríbelas. ¿Son realistas? ¿Esperas hacer todo en forma perfecta?
¿Esperas tener éxito en el primer intento? ¿Cuántas veces esperas fallar antes de
tener éxito? Haz un ajuste en tus expectativas.
• Busca nuevas formas de hacer tus cosas.
Piensa por lo menos, en veinte nuevas formas y luego intenta con por lo
menos la mitad de ellas.
• Observa tus posibilidades.
¿Cómo puedes usar tus mejores habilidades y recursos personales para
sacarle el máximo provecho a tu esfuerzo?
• Hazte la promesa de no darte por vencido.
No importa cuántas veces caigas, levántate y sigue adelante. No esperes
hasta sentirte positivo para seguir avanzando. Genera dentro de ti mismo, el
sentirse bien. Es la única manera de empezar a pensar más positivamente de uno
mismo.

Cuando el fracaso ataca al corazón.


El fracaso puede ser muy doloroso, a veces física y, con más frecuencia,
emocionalmente. Ver irse al piso parte de tu visión, realmente duele. Y si por
sobre eso la gente te ridiculiza, te vas a sentir aun peor.
El primer paso realmente importante en controlar el fracaso, es aprender a
no personalizarlo sobre la base de saber que tu fracaso no te hace un fracasado.
Pero hay aún más que eso. Para muchas personas el dolor del fracaso las
lleva a temer el fracaso. Y llegan a ser como aquella persona que dice: “Soy
demasiado viejo para llorar, pero el dolor es muy grande como para reír”. Así es
como muchas personas, se quedan atrapadas en el ciclo del miedo. Y si el miedo
te vence, es casi imposible transformar los fracasos en triunfos.
El miedo al fracaso detiene los esfuerzos por salir adelante y
a no ver su lado bueno.
La inacción que resulta cuando las personas caen en el ciclo del temor
toma diversas formas.
1. Parálisis.
2. Indecisión.
3. Falta de propósito.

Al tenerle miedo al fracaso y a la inactividad que esto produce, una persona


en el ciclo del miedo exhibe efectos colaterales negativos adicionales:

• Autocompasión. Siente pena de sí misma. Y a medida que el tiempo


pasa, va asumiendo menos responsabilidad por su inactividad y empieza a pensar
de ella como una víctima.
• Excusas. Una persona puede caer varias veces, pero no será un
fracasado sino hasta cuando diga que alguien lo empujó. De hecho, la persona
que comete una falta y luego se excusa, está añadiendo una segunda falta a la
primera. Se puede romper el ciclo del miedo cuando se asume personalmente
responsabilidad por la inacción.
• Energía desperdiciada. El miedo está dividiendo constantemente la
mente y haciendo que una persona pierda el enfoque. Si va en demasiadas
direcciones a la vez, no va a llegar a ninguna parte. Se le puede comparar al
conductor que aprieta el acelerador con el automóvil en neutro.
• Desesperanza. Si se les deja desarrollarse tranquilamente, el miedo y la
inacción continuos roban la esperanza.

Tu cuarto paso hacia el lado positivo del fracaso.

Entra en acción y reduce tu miedo.


¿A qué objetivo esencial para tu éxito temes enfrentar más en este
momento?
La única forma de mantenerse avanzando, es enfrentar el miedo y ponerte
a caminar. Anota, todos tus miedos asociados con la actividad. Examina tu lista y
acepta el hecho de que tienes miedo. Decide qué primer paso puedes dar para
empezar a moverte en tu intento de alcanzar tal objetivo. No importa si es
pequeño o grande. Solo hazlo. Si fracasas, inténtalo de nuevo. Sigue intentando
dar el primer paso. Luego decide cuál es el siguiente paso. Recuerda, es casi
imposible poner en acción tus sentimientos. Ponte en acción tú y tus sentimientos
seguirán tu ejemplo. La única manera de vencer el miedo es entrando en acción.

“El noventa por ciento de todos los que fallan no están realmente
derrotados. Sencillamente se dan por vencidos”.
Paul J. Meyer

Tu quinto paso hacia el lado positivo del fracaso.

Cambia tu reacción ante el fracaso aceptando tu


responsabilidad.
Recuerda algún fracaso reciente que te haya parecido que no fue nada.
Busca algo negativo en la situación por la que deberías sentirse responsable.
Asume la responsabilidad. Una vez que empieces a pensar en términos de cuál es
tu responsabilidad, vas a poder cambiar de actitud, o sea, la forma en que ves los
fracasos, es el siguiente paso para transformar sus fracasos en victorias

¿Estás dispuesto a cambiar?

“La vida no es simplemente tener una buena mano.


La vida es jugar bien una mala mano”.
Refrán Danés

Cuando estés dispuesto a aceptar tu responsabilidad por tus problemas y


por tus errores, estarás mejor preparado para transformar tus fracasos en
victorias. ¿Pero qué hacer cuando las dificultades que no has creado te angustian
y no puedes controlarlas? No hay otro momento en que las personas estén más
expuestas a permitir que los fracasos los venzan y darse por derrotados, que
cuando las circunstancias externas causan angustia y dolor extremos. Pero en
última instancia, no importa si la dificultad ha sido creada por la persona o viene
de alguien fuera, el fracaso se origina dentro de la persona. Siempre es algo
interno.
Actitud Positiva: la primera clave para lo que te pase.
El primer elemento en ganar la batalla interior contra el fracaso es una
perspectiva positiva.

Acción Positiva: el otro factor clave para lo que pase en ti.


No podrá ganar la batalla interna contra el fracaso, sin la actitud positiva
que provee la satisfacción. Pero si piensas positivamente y no haces nada, no vas
a poder transformar tus fracasos en victorias. Debes agregar acción positiva a una
actitud positiva.

“Una de las razones que Dios tuvo al crear el tiempo fue para que
hubiera un lugar donde enterrar los fracasos del pasado”.
James Long

Quiero cerrar este libro, diciéndote que, si fracasas, es porque lo estás


intentando, porque has avanzado.
Es un mensaje que te envía la vida para que corrijas algo, para que liberes
una carga, para que saques tus fuerzas. ¡No te rindas!, y pronto disfrutarás el
triunfo.
Fracasar, por más doloroso que resulte, significa abrir una puerta a
opciones ilimitadas a la oportunidad de madurar, al autoconocimiento, a la
tolerancia, a la curiosidad, a la aceptación de la crítica, al descubrimiento de
nuevas opciones. El problema, es que el modelo educativo en el que crecimos nos
enseñó que el fracaso está mal, que no sirve.
El fracaso es la derrota del perdedor y la inspiración de los ganadores.
Entonces, de lo que se trata de saber es en cuál de los bandos estás. ¿Perdedor o
ganador? El perdedor encuentra en el fracaso una cómoda zona de confort que
disculpa su pobreza, la económica y la mental.
Una de las razones por las cuales esto ocurre, es que no hay un libreto, no
hay una fórmula exacta, no hay fórmula mágica para aprender a capitalizar los
fracasos. Tú, y solo tú, debes diseñar tu propio sistema, el que te resulte efectivo,
el que garantice el aprendizaje y facilite la superación del obstáculo. Aquí te
comparto cinco alternativas:
1.- Acepta el fracaso.
Entiende que es una parte vital del proceso, algo natural. No tiene sentido
que te autoflageles por algo que no puedes evitar, que además se presenta en tu
vida como una oportunidad. Acepta y aprende.

2.- Identifica los hechos, situaciones o decisiones que provocaron el


fracaso, y corrígelas.
Estar consciente de esas razones, es la verdadera enseñanza, porque es lo
que te permitirá ser más precavido, evitarlas la próxima vez.

3.- El aprendizaje radica en cambiar los hábitos o las acciones que nos
condujeron al fracaso.
Corregir es de inteligentes y es el primer paso para reanudar la marcha y
avanzar hacia tus sueños.

4.- Aprovecha lo que aquellas personas que ya pasaron por lo mismo, y lo


superaron, pueden enseñarte.

5.- Persevera.
Si caíste, levántate, sacúdete, sonríe y sigue adelante. Recuerda que el
fracaso no es el punto final de la historia, sino una escala, algo provisional.

La diferencia ente el ganador y el perdedor, está en la forma en que cada


uno enfrenta el fracaso. El ganador, saca fuerzas para aprender de esa
experiencia y ese conocimiento en el futuro. El perdedor, asume el rol de víctima y
encuentra mil y una disculpas para no avanzar. El ganador, supera sus miedos. El
perdedor, se queda a vivir con ellos.

La próxima vez que fracases, te invito a que seas más tolerante, más
inteligente. No te castigues innecesariamente, no renuncies a tus sueños, no te
rindas. Acepta, analiza, corrige, ayúdate y persevera. Pronto descubrirás que ese
tropiezo fue una oportunidad valiosa que te hizo más fuerte y, sobre todo, te
acercó a tus sueños.

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