Un contrato administrativo es un acuerdo de voluntades, generador de obligaciones
celebrado por un órgano estatal en ejercicio de la función administrativa, caracterizado
por un régimen exorbitante (existen cláusulas que serían nulas dentro del derecho privado) del derecho privado susceptible de producir efectos con relación a terceros.
El contrato de obra pública es el documento en el cual se expresa un acuerdo
de voluntades entre la administración pública y un particular para llevar a cabo un trabajo a cambio de un pago. Es un contrato que efectúa el estado por un tiempo determinado y siempre deberá constar por escrito.
Por medio de este contrato el Estado busca satisfacer intereses o necesidades
colectivas y además impulsa algunos empleos al otorgar la obra. Este contrato puede usarse para construir, demoler, instalar, remodelar, restaurar, ampliar, adecuar, modificar o conservar un bien publico.
CONTRATO ADMINISTRATIVO DE SUMINISTRO Autor: Héctor Pozo
GowlandPublicado en: LA LEY 2004-A, 867SUMARIO: I. Cuestiones preliminares. - II. Marco normativo. - III. Aspectos destacados del contrato de suministro bajo su actual regulación. - IV. El régimen de emergencia y la pesificación en el contrato de suministro. - V. Conclusiones. Cuestiones preliminares.I.1.
Concepto
El contrato de suministro es una de las modalidades más antiguas de la contratación
administrativa, de más frecuente utilización y que en conjunto compromete un alto porcentaje de las erogaciones públicas vinculadas a los contratos que celebra la Administración Pública. Tales circunstancias ponen de manifiesto la importancia de su adecuada regulación. El contrato de suministro recibe también la denominación indistinta de contrato de abastecimiento o contrato de provisión. Jeze lo definía diciendo simplemente que "es un contrato administrativo que tiene por objeto la provisión de cosas muebles" (1). Sin embargo este autor, al igual que Bielsa en nuestro país, lo vinculaban a la prestación de un servicio público (2).Más modernamente Escola lo definió diciendo que "el contrato de suministro es aquel contrato administrativo por el cual la administración pública obtiene la provisión de cosas muebles, mediante el pago de una remuneración" (3). Más allá de las definiciones que dan los distintos autores, que varían según van incorporando en el concepto distintos caracteres que hacen a este contrato, el rasgo tipificante es la provisión de cosas muebles conforme lo ha señalado la doctrina en forma unánime (4). Dentro del concepto de cosas muebles corresponde remitirse a las prescripciones delCódigo Civil en los arts. 2311 y 2318 y sigtes., como aquellos objetos materiales susceptibles de tener un valor, que puedan transportarse de un lugar a otro, ya sea porque se muevan por una fuerza externa, lo que incluye también a la energía y las fuerzas naturales de las que sea posible apropiarse. El objeto del contrato de suministro comprende cosas muebles que pueden ser fungibles o no, consumibles o no consumibles y divisibles o indivisibles. Dentro del derecho comercial, el contrato de suministro es considerado aquel "por el cual una partes obliga a entregar cosas en forma periódica o continuada y la otra a pagar un precio por ellas" (5).Si bien la periodicidad es un elemento esencial de este contrato, se lo encuadra como una especie de
la compraventa (6). La continuidad de las prestaciones permite calificarlo como un
vínculo de duración, puesto que las finalidades perseguidas por las partes no se obtienen sino con el transcurso del tiempo. Estos vínculos de colaboración prolongada poseen la característica de que el proveedor asume una obligación de aprovisionamiento: no se trata sólo de dar una cosa, o varias, o de darlas a lo largo del tiempo, o de prometer cosas futuras, sino que además incluyen la de estar a disposición del suministrado atendiendo puntualmente sus pedidos relacionados con el objeto de entrega (7).En el caso del contrato administrativo de suministro la doctrina - Marienhoff, Escola, Sayagüés Laso-coinciden en que puede prever tanto una entrega única como entregas periódicas (8).I.2. Caracteres
El contrato de suministro presenta los siguientes caracteres:
* Es bilateral: puesto que las partes quedan recíprocamente obligadas, el proveedor a suministrar las cosas muebles y el Estado a pagar el precio.
* Es consensual: queda concluido desde el momento en el que las partes expresan su
consentimiento, que de acuerdo a su regulación legal tiene lugar a partir de la notificación de la adjudicación (9).
* Es a título oneroso: la prestación de cada una de las partes es en función de la
contraprestación que recibe.
* En cuanto al carácter aleatorio, Diez entendía que sí lo era, en tanto Marienhoff y
Fiorini sostenían que es un contrato conmutativo, opinión a la que adhiere Escola por considerar que la administración y especialmente el proveedor corren riesgos, pero esos riesgos y sus resultados están vinculados a circunstancias independientes del contrato (10). Si la aleatoriedad se la entiende como opuesta al carácter conmutativo del contrato, considerando por este último que los valores intercambiados - objeto y precio- son equivalentes y que los riesgos en este aspecto no son propios del contrato sino de la economía general, el contrato administrativo de suministro es conmutativo y no aleatorio.
* Puede ser de ejecución instantánea o de ejecución sucesiva o escalonada.I.3.
Importancia Señala Cassagne que la función administrativa, en sentido material, es toda aquella actividad que en forma inmediata, permanente, concreta, práctica y normalmente espontánea, desarrollan los órganos estatales para alcanzar el bien común, conforme a los regímenes jurídicos de derecho público (11). Si partimos de que el contrato de suministro consiste en la provisión de cosas muebles y consideramos la diversidad de actividades que tienen lugar con motivo del ejercicio de la función administrativa, resulta manifiesta la multiplicidad de bienes muebles que requieren tanto el Estado nacional como las provincias y municipios y las entidades autárquicas constituidas en cada una de dichas jurisdicciones. A ello cabe agregar las funciones legislativa y judicial, que también requieren disponer de bienes muebles para su ejercicio. A pesar de las diferentes orientaciones políticas adoptadas en nuestro país a lo largo de su historia, el Estado jamás dispuso a través de su propia producción de la totalidad de bienes muebles querequería para llevar a cabo las actividades propias del ejercicio de las funciones a su cargo. Aun enépocas en las que el Estado tuvo a su cargo en forma personal y directa tanto el ejercicio de lasfunciones esenciales como la prestación de servicios públicos y la realización de actividadesindustriales y comerciales, siempre requirió en mayor o menor medida de la participación de sujetosprivados en el suministro de bienes muebles cuya fabricación no se encontraba entre las que habíaasumido a su cargo.La magnitud y diversidad de los bienes muebles que la Administración Pública requiere para llevar acabo las actividades que despliega con motivo del ejercicio de las funciones que tiene a su cargo,pone de manifiesto la frecuencia con la que celebra contratos de suministro y la importancia de laincidencia económica que los mismos tienen en sus presupuestos. Esto destaca la importancia deesta modalidad de contratación y que la misma se lleve a cabo a través de procedimientos eficientesy eficaces. El interés público se manifiesta en que el Estado cuente con elementos adecuados,necesarios para ejercicio de sus funciones, y que la adquisición tenga lugar al mejor precio deacuerdo a la calidad exigida, asegurando la entrega en el tiempo y forma prevista.Sin embargo, tales propósitos no deben ser los únicos considerados en la regulación del contratoadministrativo de suministro. El establecimiento de reglas claras y equitativas que brinden seguridad jurídica a quienes colaboran con la Administración Pública proveyéndola de los elementos quenecesita, también hace al interés público.Los requerimientos expuestos y la necesidad de llevar a cabo las contrataciones respetando losprincipios de legalidad, igualdad, transparencia, de defensa del interés público y de eficienteadministración de los recursos públicos llevaron a establecer diversas reglamentaciones quepermitieran cumplir con estas exigencias.No es la oportunidad para ingresar en la discusión acerca de si el contrato administrativo reviste ono la condición de acto administrativo, ya que ello ya fue definido en la ley nacional deprocedimientos administrativos (Adla, XXXIX-C, 2339 - t. a.-). Tampoco analizar el alcance que cabeasignarle a la aplicación a los contratos administrativos de la regulación del acto administrativo. Lainterpretación del art. 7° in fine, y fundamentalmente la problemática de la impugnación de los actosadministrativos emitidos durante la ejecución de un contrato ha motivado un interesante debatetanto en la doctrina como en la jurisprudencia que entendemos no está resuelto en los términosexigidos por la seguridad jurídica. Sin embargo, es oportuno destacar que la citada disposición al sermodificada justamente por el dec. 1023/2001 (12), dictado por el Poder Ejecutivo en ejercicio de lasfacultades delegadas otorgadas por la ley 25.414 (Adla, LXI-B, 1516) (*), contiene en la actualidad un
texto que refuerza claramente la obligatoriedad de cumplir en todo contrato con
las disposicionesdel Título III de la LPA. Este último comienza estableciendo los requisitos esenciales de todo actoadministrativo. En su último párrafo, el art. 7 antes disponía que "Los contratos que celebre elEstado, los permisos y las concesiones administrativas se regirán por sus respectivas leyesespeciales, sin perjuicio de la aplicación analógica de las normas del presente Título, si ello fuereprocedente". El nuevo texto establece que "Los contratos que celebren las jurisdicciones y entidadescomprendidas en el Sector Público Nacional se regirán por sus respectivas leyes especiales, sinperjuicio de la aplicación directa de las normas del presente Título, en cuanto fuere procedente". Deesta manera se reemplazó la frase "que celebre el Estado, los permisos y las concesionesadministrativas" por "que celebren las jurisdicciones y entidades comprendidas en el Sector PúblicoNacional"; la frase "aplicación analógica" por "aplicación directa" y "si ello fuere procedente" por "encuanto fuere procedente".Lo expuesto indica que las disposiciones del Título III de la LPA se aplican en forma directa a todoslos contratos celebrados por las entidades comprendidas en el Sector Público Nacional, frase estaúltima empleada por la ley 24.156 de administración financiera del Estado (Adla, LII-D, 4002), quesegún su art. 8 comprende "a) La Administración Nacional, conformada por la administración centraly los organismos descentralizados, comprendiendo en estos últimos a las instituciones de laseguridad social; b) Empresas y Sociedades del Estado que abarca a las Empresas del Estado, lasSociedades del Estado, las Sociedades Anónimas con participación estatal mayoritaria, lasSociedades de Economía Mixta y todas aquellas otras organizaciones empresariales donde elEstado tenga participación mayoritaria en el capital o en la formación de las decisiones societarias".A ello se agrega el art. 9 de la ley 24.156 por al cual "se entenderá por entidad a toda organizaciónpública con personalidad jurídica y patrimonio propio; y, por jurisdicción a cada una de lassiguientes unidades institucionales: a) Poder Legislativo; b) Poder Judicial; c) Presidencia de laNación, los ministerios y secretarías del Poder Ejecutivo Nacional; d) Ministerio Público". Por lotanto, todo contrato celebrado por el Estado nacional, con el amplio alcance indicado, requierecontar con los requisitos esenciales exigidos para los actos administrativos, cuyo cumplimientohará a la legalidad de la contratación. El contrato de suministro lógicamente se encuentra alcanzadopor esta disposición.Lo señalado en cuanto a la aplicación de la LPA a los contratos administrativos ha sido remarcadopor el dec. 1023/2001 que al establecer el Régimen de Contrataciones de la Administración Pública,en su art. 11 exige como formalidades de las actuaciones que "Deberán realizarse mediante eldictado del acto administrativo respectivo, con los requisitos establecidos en el artículo 7 de la ley N°19.549 y sus modificatorias, como mínimo las siguientes actuaciones, sin perjuicio de otras que por su importancia así lo hicieran necesario: a) La convocatoria y la elección del procedimiento deselección; b) La aprobación de los Pliegos de Bases y Condiciones Particulares; c) La declaración deque el llamado hubiere resultado desierto o fracasado; d) La preselección de los oferentes en lalicitación con etapa múltiple; e) La aplicación de penalidades y sanciones a los oferentes ococontratantes; f) La aprobación del procedimiento de selección y la adjudicación; g) Ladeterminación de dejar sin efecto el procedimiento; h) La revocación de los actos administrativos delprocedimiento de contratación; i) La suspensión, resolución, rescisión, rescate o declaración decaducidad del contrato"
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