Está en la página 1de 5

Heurísticas:  

La capacidad heurística es un rasgo típico de los humanos. Consiste


en la capacidad de realizar innovaciones positivas para conseguir los fines que se
pretenden. También podemos definirla como la solución de problemas en los cuales,
las soluciones se descubren por la evaluación del progreso logrado en la búsqueda del
resultado final.

            La base de la heurística surge de la experiencia de resolver problemas


y ver cómo otros lo hacen. De lo anterior podemos deducir que un método
heurístico aplicado correctamente puede devolver soluciones falsas, positivas o
negativas.
            En las ciencias de la computación, el método heurístico es usado en
determinadas circunstancias,  cuando no existe una solución óptima bajo las
restricciones dadas. En general la manera de actuar de los programas
heurísticos consiste en encontrar algoritmos con buenos tiempos de ejecución
y buenas soluciones.
            Dadas las características de la heurística, ésta es muy usada en juegos
informáticos que se adelantan a lo que va a hacer el usuario basándose en la
experiencia y los pasos que ha seguido en otras ocasiones.
            Muchos algoritmos en la inteligencia artificial son heurísticos por
naturaleza, o usan reglas heurísticas. Un ejemplo claro son los programas que
detectan si un correo electrónico es o no spam. Cualquiera de las reglas
usadas de forma independiente pueden llevar a errores de clasificación, pero
cuando se unen múltiples reglas heurísticas, la solución es más robusta y
creíble.

problema se utiliza de forma inteligente para obtener una buena solución.Se


considera un problema bien definido cuando están definidas las posibles
entradas, la forma de la solución y lo que se quiere lograr (la función objetivo)
aunque no haya un método de solución evidente El uso inteligente de la
estructura del problema implica aprovechar el conocimiento adquirido por los
actores directamente involucrados en el mismo - tanto de los “dueños” del
problema como la de los encargados de darle solución- utilizando
reconocimiento de similitudes, inducción, procesos de razonamiento lógico,
reflexión etc, más que habilidades innatas; para hacer un algoritmo de solución
ad-hoc para dicho problema. Por lo tanto, es necesario referirse a un problema
concreto para estudiar con detalle los procedimientos heurísticos.

Por lo tanto, es necesario referirse a un problema concreto para estudiar


con detalle los procedimientos heurísticos.
El método heurístico más intuitivo es el de la búsqueda exhaustiva: dado
un problema, analizar todas las posibles soluciones y escoger la mejor,
como puede intuirse también, este proceso será factible sólo para
aquellos problemas simples que tengan un número pequeño de
soluciones alternativas

inteligencia artificial vs inteligencia humana: Existen diversas diferencias entre


la inteligencia artificial y la humana, que van desde el tema cognitivo hasta el
emocional y los temas psicológicos.

Hablar de las diferencias entre la inteligencia artificial (IA) y la humana puede


reducirse a que la primera fue creada por la segunda. Sin embargo, hay más
diferencias que vamos a contarte para que vayas entendiendo más como es
casi imposible que la IA supere a la inteligencia natural del ser humano que
profundiza en funciones cognitivas como la memoria, la resolución de
problemas, el aprendizaje, la planificación, el lenguaje, el razonamiento y la
percepción.
La inteligencia humana es mejor en la multitarea y puede incorporar elementos
emocionales, interacción humana, así como la autoconciencia en el proceso
cognitivo. Este último se caracteriza por ser altamente complejo como la
formación de conceptos, la comprensión, la toma de decisiones, la
comunicación y la resolución de problemas. También está marcadamente
influenciado por factores subjetivos como la motivación.
La inteligencia humana se mide comúnmente a través de pruebas de
coeficiente intelectual que generalmente cubren la memoria de trabajo, la
comprensión verbal, la velocidad de procesamiento y el razonamiento
perceptivo.

En comparación con los humanos, las computadoras pueden procesar más


información a un ritmo más rápido. Por ejemplo, si la mente humana puede
resolver un problema de matemáticas en cinco minutos, la IA puede resolver
diez problemas en un minuto.

La IA es muy objetiva en la toma de decisiones, ya que analiza con base en


datos puramente recopilados. Sin embargo, las decisiones de los humanos
pueden estar influenciadas por elementos subjetivos que no se basan sólo en
cifras.

Otra diferencia puede ser que la inteligencia artificial a menudo produce


resultados precisos, ya que operan en función de un conjunto de reglas
programadas. En cuanto a la inteligencia humana, generalmente hay un
espacio para el “error humano”, ya que ciertos detalles pueden perderse en un
momento u otro.

El cerebro humano usa alrededor de 25 vatios, mientras que las computadoras


modernas generalmente sólo usan 2 vatios.

También te interesa leer: Llega el primer Hub de Inteligencia Artificial a México

La inteligencia humana puede ser flexible en respuesta a los cambios en su


entorno. Esto hace que las personas puedan aprender y dominar diversas
habilidades. Por otro lado, la IA tarda mucho más tiempo en adaptarse a los
nuevos cambios.

El intelecto humano es compatible con la multitarea como lo demuestran los


roles diversos y simultáneos, mientras que la IA sólo puede realizar algunas
tareas al mismo tiempo, ya que un sistema sólo puede
aprender las responsabilidades de una en una.

La inteligencia artificial todavía está trabajando en su capacidad de


autoconciencia, mientras que los humanos se vuelven naturalmente
conscientes de sí mismos y se esfuerzan por establecer sus identidades a
medida que maduran.

Como seres sociales, los humanos son mucho mejores en la interacción con
otras personas, ya que pueden procesar información abstracta, tener
conciencia de sí mismos y son sensibles a las emociones de los demás. Por
otro lado, la IA no ha dominado la capacidad de captar las señales
sociales y emocionales pertinentes.

La función general de la inteligencia humana es la innovación, ya que puede


crear, colaborar, generar ideas e implementar. En cuanto a la IA, su función
general es más de optimización, ya que realiza tareas de manera eficiente de
acuerdo con la forma en que está programada. Estas son las principales
diferencias entre máquinas y humanos.
Puede que a la mayoría de nosotros nos parezca complicado entender el
funcionamiento de las máquinas. Sin embargo, al lado de nuestro cerebro
un sistema de inteligencia artificial parece un puzzle de seis piezas.
Quizás por eso creemos que para entender nuestra manera de pensar, percibir
y sentir resulta útil crear una analogía entre nuestro sistema nervioso y una
máquina inteligente: quizás, pensamos, esta segunda podría utilizarse como
maqueta simplificada de lo que ocurre en nuestras cabezas. Creemos, incluso,
que con la sofisticación de las nuevas tecnologías seremos capaces de crear
formas de inteligencia artificial que funcionen de manera similar a nosotros,
simplemente mejorando cuantitativamente la capacidad de nuestros sistemas
informáticos.
Inteligencia artificial vs inteligencia humana: ¿por qué nuestro cerebro no
es un ordenador?
Ese día parece que aún no está cerca. Son muchas las diferencias que nos
separan de los cerebros electrónicos, y no se trata de cuestiones superficiales,
sino de estructura. Este es un listado con las principales diferencias entre
los sistemas de inteligencia artificial propias de ordenadores y el
funcionamiento de nuestro cerebro.
1. Su arquitectura es distinta
Una máquina dotada de inteligencia artificial tiene una serie de puertos de
entrada y salida de datos que podemos identificar fácilmente. Esto no se da en
nuestro cerebro: cada subestructura de su globalidad puede ser a la vez
receptora de datos y emisora de información. Tampoco se sabe en qué
dirección viaja la información, ya que las ramificaciones interminables y los
bucles son una constante en el mundo de las neuronas.
2. Su funcionamiento es distinto
En cualquier estructura de inteligencia artificial se puede diferenciar el
canal por el que viajan los datos (hardware) y la información propiamente
dicha. En un cerebro, en cambio, la distinción entre información y el medio
material por el que viaja no existe. Los datos que se transmiten son en sí
mismos cambios materiales que determinan la fuerza de atracción que existen
entre las neuronas. Si la neurona A está más conectada con la neurona B que
con la C, la información es una, mientras que si A pasa a estar más conectada
con C, la información es otra.
3. Los datos con los que trabaja el cerebro no se pueden almacenar
Una consecuencia de que no distingamos entre canal e información es
que tampoco existen grandes depósitos de datos en nuestra cabeza. Es
por eso que nunca recordamos algo de la misma forma, siempre hay pequeñas
variaciones. De hecho, se ha comprobado que incluso en las personas con
una memoria autobiográfica muy desarrollada pueden tener falsos recuerdos.
4. La importancia del contexto
Nuestros cerebros orgánicos se adaptan como un guante a cada
situación, a pesar de que cada una de las situaciones que vivimos sean
únicas. Es más: ante contextos impredecibles, diferentes personas son
capaces de reaccionar de la misma manera. Esto es algo que no encontramos
en los sistemas de inteligencia artificial, en los que diferentes estímulos llevan
al mismo resultado sólo si esos estímulos están previamente determinados: si
A, entonces C; si B, entonces C. Los seres humanos, con todos nuestros
defectos, estamos hechos para vivir en un contexto caótico. Nuestro cerebro es
capaz de interpretar todos los estímulos, aunque se presenten de manera
inesperada y sean totalmente nuevos.

5. La Inteligencia Artificial necesita regularidad


Los sistemas de inteligencia artificial necesitan estar montados de una
manera muy concreta para poder ejecutar órdenes y hacer que la
información pase de un lugar a otro de la manera correcta. Los cerebros, en
cambio, son únicos en cada uno de nosotros.
Al lado del entramado de aproximadamente 100.000.000.000 de neuronas que
sostienen nuestro pensamiento, las huellas digitales que sirven para
identificarnos en algunos contextos parecen ser todas iguales. Además,
nuestro cerebro está cambiando constantemente, incluso mientras dormimos.
La gran virtud de nuestro cerebro es que puede funcionar bien en todo
momento a pesar de estar sujeto a constantes alteraciones imprevisibles: de
ahí que haya sido definido como el sistema más complejo que existe.
6. Su origen es distinto
Cualquier sistema de inteligencia artificial ha sido construido por uno o
más agentes intencionales: científicos, programadores, etc. Nuestros
cerebros, sin embargo, han sido tallados por la evolución. Eso significa que,
mientras que la inteligencia artificial se erige sobre maneras determinadas de
codificar la información siguiendo unos patrones y unas operaciones lógicas,
nuestro cerebro tiene que apañárselas con un conjunto de células nerviosas
que hacen cosas propias de las células nerviosas (valga la redundancia). Si
una máquina funciona a partir de instrucciones, el funcionamiento de nuestro
cerebro se fundamente en el juego de interacciones que se dan entre
neuronas.
7. Somos seres más emocionales que racionales
Puede que esta sea una afirmación precipitada (a fin de cuentas, ¿cómo se
mide lo racional y lo irracional?) pero, sin embargo, sí se puede decir que el
pensamiento lógico y sistemático está reducido sólo a ciertas situaciones
y momentos de nuestro día a día. Mientras que las máquinas dotadas de
inteligencia artificial sólo pueden trabajar a partir de argumentos y premisas, en
nuestro caso lo normal es saltarse a la torera este paso.
Date cuenta, por ejemplo, de todo lo que estás haciendo ahora. ¿Responde la
postura en la que te has sentado a criterios racionales, como la necesidad de
mantener la espalda en una posición que no la dañe? ¿O en algún momento
has decidido que por encima de tu salud lo que prima es evitar el esfuerzo de
mantener la espalda erguida? Es más: ¿has llegado a plantearte alguna vez
este tema? Lo cierto es que, aunque el pensamiento racional y la lógica hayan
aparecido recientemente en nuestra historia evolutiva, nuestro cerebro sigue
siendo más o menos el mismo desde hace 200.000 años.

También podría gustarte