Reflexión sobre Diversidad Sexual y discriminación.
La diversidad sexual es algo que en los últimos años se ha luchado arduamente
y alzado la voz por que se hagan valer los derechos humanos de todas las personas dentro de la comunidad, además de terminar con el prejuicio que se ha inculcado desde hace mucho tiempo, del mismo modo se enfoca en pregonar el respeto al prójimo, en donde el amor no tiene que ser controlado, porque love is love. Gracias a esta diversidad, se logra definir la comunidad LGBTTTIQ+, la cual se conforma por ocho clasificaciones y +, estas son: Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Transgénero, Travestis, Intersexuales y Queer. Generalmente cuando nos referimos a quienes violan los derechos (los cuales son las condiciones de dignidad que se necesitan para el bienestar propio, mismos que somos merecedores desde nuestro nacimiento, sin distinción alguna en relación a nuestra apariencia física, orientación sexual o identidad de género), pensamos en el sistema patriarcal autoritario, que suponen que todo lo que salga de o se revele a la normativa establecida está erróneo y debería de ser castigado, cuando en mi opinión hay crímenes reales, hay feminicidios y casos archivados por falta de evidencia, los cuales no proceden y este sistema no los veo abogando por ello. Las personas que se denominan homofóbicos o tienen alguna fobia en relación a la comunidad como lo es la lesbofobia, bifobia y trnasfobia, son quienes les tienen un odio, repulsión, miedo y aberración a las personas de la comunidad por el simple hecho de mostrarse tal cuales son y ellos se justifican por compararlos con personas que son Pederastas, los cuales tienen afines con niños menores de edad, cabe destacar que esa acción es un delito, pero ilusa e ignorantemente lo suelen justificar por qué el ‘’love is love’’, cuando los niños menos de edad no son aptos para tomar la decisión si compartir su sexualidad con hombres o mujeres mayores de edad, los cuales abusan psicológicamente del infante, en mi punto de vista no hay comparativa alguna, además muchos de estos pensamientos son propuestos por personas religiosas, porque es una aberración a la palabra de Dios, ‘’porque en la biblia no dice eso’’, pero seamos realistas, cuántos casos de padres, predicadores de la palabra o pastores no han abusado de menores de edad. Claro que no podemos generalizar en ninguna de los dos casos, no todos los padres son malos y no todas las personas de la comunidad son buenas, eso depende de cada una de las personas y sus valores, solo hablo del caso que por el simple hecho de pertenecer a la comunidad son foco de diversas muestras de violencia física, emocional, psicológica, además de la discriminación social. Es muy lamentable decir que ‘’La práctica de catalogar a los crímenes de odio y homofóbicos como pasionales es arcaica; sin embargo, es la que persiste en los tribunales mexicanos.’’ (Flores, J. 2016, p.14). Acción que juega contraproducente contra la comunidad, ya que no resuelve en lo absoluto si llegase a perpetuarse algún siniestro. Es realmente una problemática no contar con la legislación federal mexicana de un sistema que permita cuantificar las muertes por homofobia, ya que los califican como crímenes pasionales, cuando verdaderamente deberían de ser crímenes por odio, de esta manera habría mayor objetividad en los casos. ‘’Hablar de la igualdad e inclusión es hablar de los principios de la democracia liberal (…)’’ (Flores, J. 2016, p.24). En México por ser minoría no le dan el reconocimiento legal que debería de tener, desgraciadamente se podría hacer una investigación de todos los casos de violencia, discriminación, hacia las personas por su orientación sexual y nunca terminaríamos, y aún así, no se le daría el reconocimiento como tal. Los prejuicios sexuales afectan no solo a la comunidad, ya que estas están conformadas de familias, hermanos, amigos, compañeros de trabajo, personas normales que conviven y crean lasos afectivos con otras personas, afectan también indirectamente a la sociedad en general. Por qué encasillar el amor, por qué satanizar las muestras de afecto o las preferencias sexuales que no causan ningún daño, en donde la base es la comunicación, amor y respeto, por qué nos sentimos con el derecho de opinar, decidir y juzgar los sentimientos de la otra persona y aún peor quién nos brinda la autoridad de decirles qué hacer y cómo hacerlo, no porque a nosotros que tenemos preferencias heterosexuales, la cual esta bien vista por la sociedad en general y es denominada normal por el sistema patriarcal en el que vivimos y nos encontramos inmersos y por lo tanto nos vemos beneficiados, tenemos el derecho de tomar el lugar de juez. Mientras este amor no nos lleve a algo toxico, violento, agresivo o ilegal, no debería de ser satanizado como lo ha sido desde la antigüedad. Referencias:
Flores, J. (2006). Estudio sobre la diversidad sexual y los retos de la igualdad y la
inclusión. México: CONAPRED.
Mondragón, J. (2009). Intolerancia a la diversidad sexual y crímenes por homofobia.
Un análisis sociológico. México: Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Azcapotzalco.