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Módulo 4.

Detención Legal
4.1 Conceptualización básica en la detención
4.1.1. Libertad
La libertad jurídica se especifica a partir de los enunciados-prescripciones
legales o normas, las cuales estipulan o determinan:

1. Lo que está permitido.

2. Lo que está ordenado.

3. Lo que está prohibido.

Lo permitido + lo ordenado + lo prohibido = el universo de la libertad jurídica.


El Derecho de Libertad es uno de los más importantes derechos civiles,
pues además de ser uno de los pilares fundamentales de la democracia, de
no existir, aquellas facultades otorgadas en beneficio de las personas no
podrán ejercerse. Derechos como el de estudio, el derecho de transito y el
derecho de libertad religiosa no existirían de no ser de protección que
obtienen por el derecho de libertad. La libertad es necesaria para que un
acto humano sea considerado voluntario, y por lo tanto tenga consecuencias
jurídicas ya sean positivas o negativos según el actuar de los individuos que
gozan de libertad.
Libertad Personal.

Es la libertad física, y faculta a todas las personas para desplazarse con libertad, sin
mas limitación que aquellas impuestas por las normas jurídicas con el objetivo de
proteger otros derechos o valores de igual importancia. La libertad personal,
permite que los individuos no sean privados de la libertad arbitrariamente, ni ser
detenido o sometido a restricciones de la libertad en supuestos distintos a los
planteados por las normas jurídicas.
Privación de la libertad.
Se trata de la afectación de la libertad de una persona, comúnmente originada
por un proceso penal actual o futuro o en aquellos casos donde la ley faculta a las
autoridades para restringir la libertad de un individuo, bajo los supuestos que
marca la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos:

• Detención. La persona se encuentra impedida para desplazarse derivado


de la comisión de un delito flagrante.

• Caso Urgente. Cuando la persona es detenida por cuando se trate de


delito grave así calificado por la ley y ante el riesgo fundado de que el
indiciado pueda sustraerse a la acción de la justicia, siempre y cuando no
se pueda ocurrir ante la autoridad judicial por razón de la hora, lugar o
circunstancia
Conceptualización básica en la detención
• Detención

Detención:

Es la restricción de la libertad de una persona por parte de una autoridad


dentro de los supuestos legales, con motivo de la probable comisión de un
delito o por acto de autoridad, con la finalidad de ponerla sin demora a
disposición de la autoridad competente.
4.1.2. Delito

Es la acción u omisión que castigan las leyes penales, es la conducta definida


por la ley1.

Entendido en el sentido más general de la expresión, será una forma de


comportamiento desviado (no permitido) que se considera grave dentro del
sistema social y que es calificado como tal por los órganos legislativos con
competencia para ello.

1Artículo 7 Código Penal Federal


La detención de una persona por parte de integrantes de la Guardia
Nacional implica de manera automática el establecimiento de una
interacción especial entre el Estado y la persona a la cual se tiene
temporalmente bajo custodia por medio de la figura legal de la detención,
con fines de presentación ante una autoridad competente.

Esto significa que es deber de los integrantes de la Guardia Nacional,


desplegar las garantías a todos los derechos y garantías procesales
contempladas en la ley para las personas detenidas, comenzando por la
presunción de inocencia.
Las detenciones involucran necesariamente un procedimiento jurídico, ya
sea que deriven de una situación de flagrancia, amenaza flagrante de la
persona detenida hacia sí misma o hacia terceras personas, o de la
existencia de una orden judicial para llevar a cabo la detención o custodia.

Pero cuando la detención se realiza sin reunir estos elementos


mencionados, que le dan legalidad a la acción, se incurre en una
detención arbitraria o detención ilegal que al faltar al deber garante del
Estado, incurra en violaciones a los derechos humanos.
La Declaración Universal delos Derechos Humanos estableció en 1948, que
nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado, en tanto
que el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención
Americana sobre Derechos Humanos establecen como requisitos para que
la detención de una persona sea válida que:
I. Sus causas y condiciones estén fijadas de antemano en la Constitución y
en la ley.
II. Exista la prohibición de la detención arbitraria.
III. Exista la prohibición de la detención arbitraria.

IV. La persona detenida sea informada, en el momento de su detención, de


las razones de la misma, y notificada, sin demora, de los cargos formulados
contra ella.

V. La persona detenida sea llevada sin demora ante la autoridad


competente que verifique la legalidad de la detención.

VI. Se ordene su libertad si la detención fue ilegal o arbitraria.


Detención Legal:

Es la restricción de la libertad de una persona por parte de una autoridad


dentro de los supuestos legales, con motivo de la probable comisión de un
delito o por acto de autoridad, con la finalidad de ponerla sin demora a
disposición de la autoridad competente.
Así, derivado del deber del Estado para proteger el derecho a la libertad y
la seguridad personales, se identifican las garantías existentes para
hacerlo. Estas garantías orientan la actuación para no incurrir en
detenciones ilegales o arbitrarias y son:
I. El derecho a no ser privado de la libertad ilegalmente o arbitrariamente.
II. El derecho a conocer las razones de la detención y los cargos
formulados en contra de la persona detenida.
III.El derecho de la persona detenida al control judicial de la privación de
la libertad, esto es, la inmediata puesta a disposición y a la razonabilidad
del plazo de la prisión preventiva.
IV.El derecho a impugnar la legalidad de la detención.
V. El derecho de las personas a no ser detenidas por deudas.
Uso de fuerza y uso excesivo de fuerza:

Existe una subjetividad entre el uso de la fuerza y los límites de ella, se ha


vuelto un tema subjetivo ya que entre más se juzga más se vuelve
modalizable el tema y la actuación se vuelve muy cuestionable con
independencia de la acreditación que se haga.
Con la publicación de la Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza y el
Protocolo Nacional sobre el Uso de la Fuerza, se establecen los estándares
mínimos sobre los cuales la actuación de los servidores públicos deberán
apegarse en el cumplimiento de sus funciones, todo en estricto apego al
respeto a los derechos humanos.
En la función de seguridad pública, el respeto a los derechos humanos es
inseparable de las normas relativas al uso de la fuerza. En tanto que
institución de seguridad pública, la Guardia Nacional se encuentra
facultada constitucionalmente para hacer uso de las armas que le sean
autorizadas, atendiendo los principios de absoluta necesidad, legalidad,
prevención, proporcionalidad, rendición de cuentas y vigilancia1, pero
observando siempre que el uso de la fuerza estará al servicio legítimo de
aplicación de la Ley, en el marco que la legislación establece como
atribuciones de la Guardia Nacional, para la generación y mantenimiento
de la seguridad pública

1Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza, Art. 4


La observancia de los derechos humanos en el uso de la fuerza es uno
de los aspectos más vigilados en el sistema internacional de los
derechos humanos, que ha desarrollado instrumentos específicos para
la regulación de las conductas de los agentes del Estado en este
sentido, a fin de propiciar estándares supranacionales que aseguren la
garantía de los derechos fundamentales a la vida, la integridad y la
seguridad personales bajo los principios rectores de igualdad y no
discriminación.
Los integrantes de la Guardia Nacional, tienen la gran responsabilidad de
tomar decisiones sobre el uso de la fuerza en condiciones que exigen poner
en equilibrio, en cuestión de segundos, el carácter y emociones individuales
con las obligaciones institucionales y los límites impuestos por la legalidad,
para determinar si una situación dada amerita el uso de la fuerza y en qué
proporcionalidad, según el grado de amenaza, pues cuando la fuerza se
utiliza de manera innecesaria y deriva en pérdida de vidas humanas se
produce un daño irreparable que, además, constituye una falla en el
cumplimiento del noble objetivo institucional de brindar seguridad al mismo
tiempo que se protege la vida, la integridad y los bienes de todas las personas.
El Estado mexicano se ha apegado a los preceptos internacionales para
fortalecer su legislación interna sobre el uso de la fuerza, de donde han
emanado dos instrumentos rectores en la materia, a los cuales deben
apegarse las y los integrantes de la G.N. Estos instrumentos son:

I. Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza

II. Protocolo Nacional sobre el Uso de la Fuerza


El 26 de marzo de 2019 se publicó en el Diario Oficial de la Federación
(D.O.F.) el Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas
disposiciones de la CPEUM, que en la fracción III del Artículo 4 transitorio
dispuso las previsiones sobre las cuales se elaboró la Ley Nacional sobre el
Uso de la Fuerza, que son:

I. La finalidad, alcance y definición del uso de la fuerza pública,

II. Los sujetos obligados al cumplimiento del ordenamiento y los derechos y


obligado los integrantes de instituciones con atribuciones para llevar a
cabo el ejercicio fuerza pública;

III. La sujeción del uso de la fuerza a los principios de legalidad, necesidad,


proporcionalidad, racionalidad y oportunidad;
IV. La sujeción del uso de la fuerza a los principios de legalidad, necesidad,
proporcionalidad, racionalidad y oportunidad;

V. La previsión del adiestramiento en medios, métodos, técnicas y tácticas


del uso de la fuerza, mediante el control físico, el empleo de armas
incapacitantes, menos letales y letales;

VI. Los niveles para el uso de la fuerza pública por los servidores públicos en
el ejercicio de sus atribuciones para hacer cumplir la ley;

VII. La distinción y regulación de las armas e instrumentos incapacitantes, no


letales y letales;
VII. Las reglas sobre la portación y uso de armas de fuego entre los
integrantes de instituciones con atribuciones para llevar a cabo el
ejercicio de la fuerza pública, así como sus responsabilidades y
sanciones;
VIII.Las previsiones de actuación de los integrantes de instituciones con
atribuciones para llevar a cabo el ejercicio de la fuerza pública, con
relación a personas detenidas, bajo su custodia y en manifestaciones
públicas;
IX. Las normas para la presentación de informes de los servidores públicos
que hagan uso de armas de fuego en el desempeño de sus funciones,
así como para su sistematización y archivo, y;
X. Las reglas básicas de adiestramiento y gestión profesional del uso de la
fuerza pública.
Ésta ley nacional, regula el uso de la fuerza que ejercen tanto las Instituciones
de seguridad pública del Estado, como la Fuerza Armada permanente
cuando actúa en tareas de seguridad pública y/o en actividades de
protección civil que requieren el uso de la fuerza, en estricta concordancia
con los instrumentos internacionales en la materia y con el mandato de la
Constitución de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos
humanos de la población sin discriminación y evitando las conductas que
atenten contra la dignidad humana, que anulen o menoscaben los derechos
y libertades de las personas.
El 30 de diciembre de 2020 se publicó en el D.O.F. el Acuerdo del Consejo
Nacional de Seguridad Pública, mediante el cual se aprobó el Protocolo
Nacional del Uso de la Fuerza (PNUF), que se encuentra alineado a las
disposiciones previstas en la LNUF, y que establece los siguientes objetivos:

I. Objetivo general: Regular la actuación de los agentes de las instituciones


de seguridad pública en materia de uso de fuerza cuando actúen en el
ejercicio de sus funciones, con la finalidad de otorgar certeza y seguridad
jurídica tanto a las personas representantes de la autoridad como a la
población o grupos vulnerables en general, en el marco de respeto a los
derechos humanos reconocidos en la CPEUM, en la LNUF y en todos los
tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte.
I. Objetivos específicos:
a. Fijar los principios que rigen el uso de la fuerza;
b. Establecer los niveles de uso de la fuerza, así como las acciones que el
agente puede llevar a cabo en cada uno de ellos;
c. Delimitar las conductas que justifican la actuación del agente en cada nivel
de uso de fuerza;
d. Establecer el procedimiento para el adecuado ejercicio del uso de la fuerza,
conforme a los principios que rigen la actuación de las instituciones de
seguridad pública;
e. Orientar y facilitar los procesos de profesionalización en la materia;
f. Contribuir a la rendición de cuentas de parte de los agentes sobre el uso de
fuerza como una obligación de las instituciones de seguridad pública y sus
integrantes;
g. Aplicar técnicas tendentes a controlar o encapsular a las personas
participantes en manifestaciones, protestas sociales o reuniones públicas.
El Protocolo alude de manera explícita al compromiso internacional que tienen
los gobiernos y los organismos encargados de hacer cumplir la ley para
adoptar y aplicar normas sobre el uso de la fuerza y de armas de fuego, en
sujeción a los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad, racionalidad
y oportunidad, y establece:

I. El concepto de uso de la fuerza y los principios de uso legítimo que rigen en


México;
II. Los ámbitos de aplicación del uso de la fuerza en el país;
III. La definición de los tipos de conducta en las situaciones a controlar;
IV. Los niveles de uso de la fuerza, políticas de operación y descripción de
procedimiento;
V. Acciones que constituyen uso indebido de la fuerza;
VI. Especificaciones sobre rendición de cuentas sobre el uso de la fuerza y los
formatos para los informes.
4.2 Antecedentes

Las detenciones han sido la premisa más importante para los cuerpos e
instituciones de seguridad pública y para la Guardia Nacional no será la
excepción, recordemos que es una facultad que se tiene.

Las antiguas formas de detención actualmente no funcionan, si estas se


desean realizar como en ese tiempo, se debe aprovechar el conocimiento y
la experiencia, la forma antigua de actuar no se debe abandonar, pero si se
debe transformar.
Una de las razones primordiales que debemos tomar en cuenta es en primer lugar,
reconocer lo que nos obliga el artículo 1º. Constitucional en su primer y tercer
párrafo, que todas las personas gozarán de los derechos humanos y que la
autoridad está obligada a respetar, proteger y garantizar esa premisa
constitucional, además de que los derechos no se pueden restringir ni suspender,
salvo los supuestos establecidos en la Constitución Política de los Estamos Unidos
Mexicanos.
Por lo tanto, las y los integrantes de la Guardia Nacional deben reconocer
los lineamientos vigentes y aplicables que utilizan en cada una de las
acciones que realizan para ejecutar la detención de las personas, ya que
éstas tienen un derecho fundamental para preservar su libertad,
fundamentado en el artículo 14 párrafo segundo y 16 párrafo primero
Constitucional principalmente.

• 14 P-II.- “Nadie podrá ser privado de su libertad…”

• 16 P-I.- “Nadie puede ser molestado en su persona…”


4.2.1 Acciones rutinarias y aleatorias

Las acciones rutinarias y aleatorias en las funciones de seguridad, eran


utilizadas de forma común por los cuerpos policiacos para justificar el acto
de molestia hacia la persona; en la actualidad ya no es posible utilizarlas al
contravenir algunos de los derechos fundamentales de las personas, en la
función de seguridad principalmente el de actos de molestia, igualdad y no
discriminación, libre tránsito y Privación de la libertad.

Las acciones como las inspecciones rutinarias y/o aleatorias son


violatorias de derechos humanos, pues se basan en elementos subjetivos
de apreciación por parte del servidor público, lo que en su caso, le permitirá
al detenido tener elementos de juicio para poder evadir la prisión o el
enjuiciamiento durante su comparecencia en tribunales y procesos
acusatorios, a pesar de haber cometido un hecho probablemente delictivo.
4.2.2. Sospecha simple y nerviosismo

Las acciones llevadas a cabo para la restricción temporal del derecho de


libertad personal de una persona, derivadas de actitud de “sospecha”
simple y/o nerviosismo son violatorias de derechos fundamentales al
transgredir a las personas actos de molestia y la presunción de inocencia,
ya que la acción no representa un justificante para limitar o restringir el
derecho humano.

Como ya se vio en temas anteriores, la sospecha se deriva en la gran


mayoría de los casos, de elementos subjetivos de apreciación personal
derivado de estigmas o prejuicios hacia una persona o grupo de personas,
por lo que al no existir algún elemento objetivo, es decir, elementos
materiales visibles, reales, que puedan ser apreciados por los sentidos, nos
encontraríamos ante el supuesto de una detención arbitraria.
En relación con las actitudes "sospechosas" o de "marcado nerviosismo",
no se puede concluir que sean la evidencia por la cual los elementos de
seguridad identifiquen la comisión de un delito, y en esta virtud no se
puede señalar que los agentes de referencia puedan legalmente proceder
a detener a la persona, mucho menos, para realizarle una inspección a su
persona o pertenencias, toda vez que esto atenta contra los derechos de
seguridad jurídica previstos la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, independientemente del resultado que se obtenga de la
revisión efectuada.
Caso para reflexionar

Integrantes de una institución policial, recibe la denuncia de un conductor


que solicita apoyo debido a que está siendo seguido por un vehículo que
insistentemente le está haciendo cambio de luces, por lo que se trasladan a
la ubicación citada, localizando al vehículo descrito; Se procede a solicitar
detenga su marcha, indicándole al conductor se identifique y proporcione
la documentación del vehículo, notando cierto nerviosismo, lo que alerta a
los agentes de seguridad pública y esto motiva a efectuar una inspección a
su persona y vehículo, no encontrando algo que lo vincule con la comisión
de un delito; no obstante, la persona sigue mostrando una situación de
nerviosismo, uno de los integrantes se percata que trata de esconder su
teléfono, lo que llama la atención, por lo que se le requiere, al revisarlo se
percatan que en el álbum de fotos aparece el conductor vestido con ropa
táctica y portando armas de fuego interrogando a una persona que
visiblemente está lesionada y amordazada.
1.- ¿La detención de personas derivada de actos de rutina o aleatorias,
nerviosismo, sospecha, intuición o experiencia es permitida?

2.- ¿Existen algunos métodos o procedimientos para reemplazar las acciones


citadas que apoyaban las labores y funciones de los integrantes de las
instituciones de seguridad y que ahora apoyen a la Guardia Nacional?

3.- ¿Cómo podría la y/o el integrante de la Guardia Nacional de acuerdo a sus


funciones evitar vulnerar los derechos humanos de las personas
presentes, sin apoyarse de acciones violatorias?
1. Derecho a la libertad (Art. 7 (CADH); art. 9 (PIDCP); artículo 14 párrafo II
(CPEUM); art. 9 fracción I (LGN).

2. Derecho a no ser discriminado (Art. 24 CADH; art. 26 PIDCP; art. 1 párrafo


V CPEUM).

3. Derecho a no ser molestado (Art. 16 párrafo I, CPEUM)

4. Derecho a la seguridad jurídica (Art. 25 y 8 CADH; 8 y 10 Declaración


Universal de Derechos Humanos (DUDH); art. 14 (PIDCP); numeral 14; art.
XVIII Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre
(DADDH).
Las acciones rutinarias y aleatorias se deben excluir de las funciones de
seguridad de acuerdo a la jurisprudencia de la corte, ya que atentan contra
algunos de los derechos fundamentales y constitucionales, de las cuales
deben gozar las personas, como: actos de molestia, igualdad y no
discriminación, libre tránsito y privación de la libertad.

Las acciones aleatorias sólo se podrán utilizar cuando sean parte de la


motivación plasmada en las hojas u órdenes de servicio, donde se
especifique la aleatoriedad que se va a aplicar en los actos de servicio, que
permita no hacer distinción, ya que estará establecida la acción funcional a
desarrollar.
Las acciones por sospecha simple y nerviosismo se deben excluir de los
supuestos de actuación de los integrantes de la institución, ya que atentan
contra derechos fundamentales y constitucionales, de las cuales deben
gozar las personas, como: actos de molestia, igualdad y no discriminación,
libre tránsito y privación de la libertad, además de que son actos subjetivos
que pueden incurrir en ideas, presunción, creencia, siempre saliendo de lo
real.

El nerviosismo no puede ser catalogado como un acto o conducta evasiva,


sino como una simple acción que debe tomarse en cuenta, pero que por si
sola no permite limitar o restringir ningún tipo de derecho, porque puede ser
subjetivo, puede ser una corazonada para buscar mecanismos viables para el
logro de objetivos perseguidos.
4.3 La Detención

DETENCIÓN LEGAL:
Es la restricción de la libertad de una persona por parte de una autoridad
dentro de los supuestos legales, en apego a los principios de
legalidad, objetividad, eficiencia, honradez, profesionalismo y pleno
respeto a los derechos humanos
Detención

DETENCIÓN ARBITRARIA:
Es la restricción de la libertad de una persona por parte de una autoridad
sin que de manera justificada y de forma subjetiva, se justifique su
detención.
4.3.1. Supuesto de detención de una persona.
Nuestra legislación nacional, contempla las siguientes causas de detención
de una persona:
Art. 16 Const. Párrafo Quinto
 Flagrancia
Art. 146, 147, y 148 CNPP

Art. 16 Const. Párrafo Sexto


 Caso Urgente
Art. 150 CNPP

Art. 16 Const. Párrafo Tercero


Orden de Aprehensión
Art. 145 CNPP
Flagrancia
Se podrá detener a una persona sin orden judicial en caso de flagrancia.
Se entiende que hay flagrancia cuando:
I. La persona es detenida en el momento de estar cometiendo un delito.

II. Inmediatamente después de cometerlo es detenida, en virtud de que:


a) Es sorprendida cometiendo el delito y es perseguida material e
ininterrumpidamente, o
b) Cuando la persona sea señalada por la víctima u ofendido, algún
testigo presencial de los hechos o quien hubiere intervenido con ella
en la comisión del delito y cuando tenga en su poder instrumentos,
objetos, productos del delito o se cuente con información o indicios
que hagan presumir fundadamente que intervino en el mismo.
Casos urgente:

El Ministerio Público podrá, bajo su responsabilidad y fundando y


expresando los datos de prueba que motiven su proceder, ordenar la
detención de una persona, siempre y cuando concurran los siguientes
supuestos:
I. Existan datos que establezcan la existencia de un hecho señalado como
delito grave y que exista la probabilidad de que la persona lo cometió o
participó en su comisión. Se califican como graves, para los efectos de la
detención por caso urgente, los delitos señalados como de prisión
preventiva oficiosa en este Código o en la legislación aplicable así como
aquellos cuyo término medio aritmético sea mayor de cinco años de prisión;

𝑃𝑒𝑛𝑎 𝑚í𝑛𝑖𝑚𝑎+𝑝𝑒𝑛𝑎 𝑚á𝑥𝑖𝑚𝑎


= Término medio aritmético
2
II. Exista riesgo fundado de que el imputado pueda sustraerse de la
acción de la justicia

III. Por razón de la hora, lugar o cualquier otra circunstancia, no pueda


ocurrir ante la autoridad judicial, o que de hacerlo, el imputado pueda
evadirse.
Los integrantes de la Guardia Nacional que ejecuten una orden de
detención por caso urgente, deberán hacer el registro de la detención y
presentar inmediatamente al imputado ante el Ministerio Público que haya
emitido dicha orden, quien procurará que el imputado sea presentado sin
demora ante el Juez de control.
4.4. Niveles de Contacto y Actos de Molestia

FUNCIONES SEGURIDAD
Art. 11 CPEUM
Toda persona tiene derecho para entrar en la
República, salir de ella, viajar por su territorio y
Prevención mudar de residencia, sin necesidad de carta de
seguridad, pasaporte, salvoconducto u otros
requisitos semejantes.
Art. 14 CPEUM.
Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus
propiedades, posesiones o derechos, sino
Investigación mediante juicio seguido ante los tribunales
previamente establecidos…
Art. 16 CPEUM
Nadie puede ser molestado en su persona,
familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en
virtud de mandamiento escrito de la autoridad
Persecución competente, que funde y motive la causa legal
del procedimiento.
Niveles de Contacto.
Segundo contacto. Es la
acción materializada por el
Primer contacto. Simple
Policía Primer
inmediación entre el Tercer contacto. Es la
Respondiente, que tiene
Policía Primer detención en sentido
como propósito la
Respondiente y el estricto que realiza el
restricción temporal del
individuo, para efectos de Policía Primer
ejercicio de un derecho,
investigación, Respondiente.
como puede ser la libertad
identificación o prevención.
personal, propiedad, libre
circulación e intimidad.
No todo contacto entre una autoridad de seguridad pública y una persona
puede catalogarse entre las clasificaciones de la detención, pues las
competencias de los agentes de seguridad implican también actos de
investigación o prevención del delito. En ese tenor se pueden distinguir tres
niveles de contacto entre una autoridad que ejerce facultades de seguridad
pública y una tercera persona:

a) Simple inmediación,

b) Restricción temporal del ejercicio de un derecho, y

c) Detención en sentido estricto


La restricción temporal del ejercicio de un derecho como puede ser la libertad
personal, que surge como una afectación momentánea de esa libertad que debe
estar justificada constitucionalmente bajo la existencia de una suposición razonable
de que se está cometiendo una conducta delictiva;

Es notorio que al margen de los tres tipos de detención que existen en la constitución,
existen afectaciones momentáneas a la libertad que no encuadran dentro de dichas
categorías conceptuales y que deben de cumplir con otros parámetros para validar su
constitucionalidad. Las competencias propias de los agentes de seguridad pública
implican actos de investigación o de prevención del delito. Al tipo de incidencias que
existen entre el estado y los habitantes puede ser denominado restricciones
provisionales al ejercicio de un derecho, ya que no conllevan una privación del derecho
de libertad personal, sino una afectación momentánea que debe estar justificada por la
autoridad
Para acreditar la existencia de una sospecha razonable que justifique la
práctica de un control preventivo provisional, la autoridad debe precisar
cuál era la información (hechos y circunstancias) con la que contaba para
suponer que una persona estaba cometiendo una conducta ilícita.
Asimismo, dicha información tendrá que cumplir con criterios de
razonabilidad y objetividad; es decir, deberá ser suficiente bajo la
perspectiva de que cualquier persona desde un punto de vista objetivo
hubiere llegado a la misma determinación que la autoridad, si hubiere
contado con tal información.
CONDUCTA

Actitud Inusual

Actitud o Conducta Actitud Evasiva


de la
Persona

Actitud de Afrenta
Es importante que los integrantes de la Guardia Nacional identifiquen que
por si solo, el “inusual” o “evasivo” debe determinarse por elementos
objetivos que permitan justificar la existencia de una “sospecha razonable”,
es decir, elementos que son perceptibles para los sentidos y que no solo
existen en la imaginación del servidor público, por lo que al contar con
estos elementos materiales objetivos, puede efectuarse un registro o
control provisional en grado menor, reiterando que, sólo que para que tal
justificación pueda ser tomada en consideración es necesario que la misma
se encuentre debidamente respaldada a partir de elementos objetivos
que permitan a la autoridad judicial verificar que el agente de la Guardia
Nacional actuó razonablemente. Por tal motivo el agente de seguridad
debe detallar y especificar cuáles fueron esas circunstancias que
razonablemente le llevaron a efectuar el acto de molestia.

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